Impuestos Sobre La Gasolina y La Política de Devolución de Impuestos

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CAPÍTULO

Apl icac ion es


de las teor ías de la
elec ción raci ona l
y de la dem and a

D N EL AÑO académico 1996-97, las tasas anuales de matrícula de la Universidad de Comell

1 "'_sobrepasa ron los 21.000$. La universidad tiene una política especiai por ia que los hijos
..&....I de sus profesores que asisten a Comell sólo tienen que pagar unas tasas reducidas, que
ascienden aproximadamente a 2.000$ anuales. Ni que decir tiene que esta política es un pode-
roso incentivo económico para que los hijos del profesorado de Comell estudien en esa uni-
versidad.
La comisión de representantes del profesorado nombrado para negociar las retribuciones ha
venido afirmando durante muchos años que la universidad debería ofrecer esas mismas venta-
jas a los hijos de los profesores que asistieran a otras universidades. La respuesta tradicional de
la universidad ha sido que no tenía medios económicos para hacer esa oferta. Sin embargo, ante
la insistencia de los economistas que forman parte de la comisión la administración acabó dan-
do un paso tentativo en este sentido ofreciéndose a pagar una tercera parte de las tasas de otras
universidades. Para su sorpresa, esta nueva política no sólo no le costó dinero a la universidad
sino que, de hecho, le ahorró una gran cantidad, ya que el número de hijos del profesorado que
estudia en Comen disminuyó significativamente desde que entró en vigor la nueva política. De
esa manera, quedó vacante un número equivalente de plazas, y como éstas fueron cubiertas en
su mayor parte por estudiantes que pagaban matrícula, Comell salió ganando. También salieron
ganando las familias de los profesores que recibieron la nueva ayuda económica, así como los
nuevos estudiantes que, de no ser así, no habrían podido estudiar en Comell. La universidad no
se había dado cuenta del coste de oportunidad de dar plaza a los hijos del profesorado ni había
previsto que iban a quedar tantas vacantes como consecuencia de !a nueva oferta.

Avance
La política de matrículas de Comen nos enseña otra nueva lección sobre la influencia de los
precios en la conducta. En este capítulo nos ocuparemos de toda una variedad de aplicaciones
y de ejemplos relacionados con las teorías de la elección racional y de la demanda expuestas en
los Capítulos 3 y 4. Comenzamos con dos ejemplos -un impuesto sobre la gasolina y los va-
les escolares- que muestran cómo puede utilizarse el modelo de la elección racional para acla-

129
130 CAPÍTULO 5: APLICACIONES DE LAS TEORÍAS DE LA ELECCIÓN RACIONAL Y DE LA DEMANDA

rar algunas importantes cuestiones relacionadas con la política económica. A continuación ana-
lizamos el concepto de excedente del consumidor, que indica cuánto beneficia al consumidor la
posibilidad de comprar un bien dado a un precio dado. Y vemos cómo puede utilizarse el mo-
delo de la elección racional para observar cómo afectan las variaciones de los precios y de la
renta al bienestar.
A continuación presentamos una serie de estudios de casos prácticos que muestran el papel
que desempeña la elasticidad-precio en el análisis de la política económica. Examinmnos el
efecto de una subida de las tarifas llevada a cabo por el Metropolitan Atlanta Rapid Transit Aut-
hority, la repercusión de los L'Tipuestos sobre el alcohol en el consumo de bebidas alcohólicas de
los bebedores empedernidos y la razón por la que las entradas de los partidos de fútbol ameri-
cano son mucho más caras que las de los partidos de béisbol.
Por último, vemos cómo puede adaptarse el modelo de la elección racional para analizar las
decisiones que tienen consecuencias para el futuro.

Utilización del modelo de la elección racional para responder a las cuestiones


relacionadas con la política económica
Muchas de las medidas que adoptan los gobiernos afectan no sólo a la renta que perciben los in-
dividuos sino también a los precios que pagan por determinados bienes y setvicios. A veces es-
tos efectos son deliberados, pero otras son una consecuencia involuntaria de las medidas adop-
tadas para alca.i,zar otros fines. En cualquiera de los dos casos, tanto ei seniido común como
nuestro análisis del modelo de la elección racional nos dicen que normalmente es de esperar que
las vai-.iaciones de las rentas y de los precios aiteren ia forma en que gastan ios consumidores el
dinero. Y como veremos, el modelo de la elección racional puede aportar ideas fundamentales
de las que no siempre disponen ios anaiistas provistos únicamente del sentido común.

APLICACIÓN: El IMPUESTO SOBRE LA GASOLINA Y LA POLÍTICA DE DEVOLUCIÓN


DE IMPUESTOS

Un interesante caso histórico a este respecto es la propuesta realizada por la administración Car-
ter para utilizar los impuestos sobre la gasolina con el fin de ayudar a reducir la cantidad de-
mandada y conseguir que Estados Unidos dependiera menos de las fuentes extranjeras de pe-
tróleo. Una de las objeciones que se pusieron inmediatamente a esta propuesta fue que la
consiguiente subida de los precios de la gasolina crearía dificultades económicas a los pobres.
Adelantándose a esta objeción, la administración Carter propuso reducir la carga que recaería
sobre los pobres utilizando los ingresos derivados del impuesto sobre la gasolina para bajar las
cotizaciones sociales (que son el impuesto que se destina a financiar las pensiones). Los críticos
respondieron inmediatamente diciendo que devolviendo de esta forma los ingresos generados
por el impuesto no se alcanzaría el fin perseguido. Estos críticos creían que si los consunüdores
recuperaban el impuesto sobre la gasolina en forma de unos ingresos más altos, comprarían tan-
ta gasolina como antes. Pero como veremos, estos críticos estaba..11 deplorablemente necesitados
de información sobre los principios básicos de la elección racional.
Veamos un ilustrativo ejemplo. Suponga.~os que el precio actual de la gasoliu.a es de 1$
el litro y que se establece un impuesto de 0,50$ por litro que provoca una subida del precio de
la gasolina de 0,50$ 1• Supongamos también que a un consumidor representativo se le de-

1
Recuérdese que en el Capítulo 2 vimos que la subida del precio de equilibrio será exactamente igual al impues-
to cuando la curva de oferta de gasolina es perfectamente horizontal.
MICROECONOMÍA Y CONDUCTA 131

vuelve en un solo pago el importe exacto de lo que paga como impuesto sobre la gasolina (en
este caso, la expresión «en un solo pago» significa que la devolución del impuesto no varía
con la cantidad de gasolina que consume). Verdadero o falso: esta política no afectará a la
cantidad de gasolina que compra este consumidor. Los críticos de la propuesta de Carter res-
ponderían, por supuesto, «verdadero», pero una vez que traducimos los efectos de la pro-
puesta al conocido modelo de la elección racional, vemos rápidamente que la respuesta co-
rrecta es «falso».
Para analizar la combinación de impuesto y devolución, examinemos el caso de un consu-
midor cuya renta es de 150$ semanales. La restricción presupuestaria de este consumidor es B
1
en la Figura 5.1 antes del establecimiento del impuesto 2 • En esta restricción presupuestaria eli-
ge la cesta C, que contiene 58 litros semanales de gasolina. Su restricción presupuestaria con un
precio de 1,50$ el litro sería B 2 si no le devolvieran el impuesto. En esta restricción presu-
puestaria, consumiría la cesta A, que contiene solamente 30 litros semanales de gasolina. Pero
¿cómo encontramos la restricción presupuestaria que corresponde a una devolución del im-
puesto igual a la cantidad que paga en impuestos sobre la gasolina?
El primer paso es señalar que dada cualquier cantidad consumida de gasolina, la distancia
vertical entre las restricciones presupuestarias B I y B2 corresponde a la cantidad total de im-
puestos pagada por esa cantidad de gasolina. Así, por ejemplo, en 1 litro semanal de gasolina,
la distancia vertical entre B 1 y B 2 sería 0,50$; en 2 litros, sería 1,00$, etc.
El paso siguiente es averiguar cómo varía el consumo del consumidor en función de la
cuantía de la devolución. Para eso obsérvese que ia devoiución de impuestos es como la renta
procedente de cualquier otra fuente, por lo que lo que queremos hacer realmente es averiguar
cómo responde ei consumidor a ias variaciones de la renta. Como vimos en el Capítulo 4, el ins-
trumento adecuado para realizar esta tarea es la curva renta-consumo o CRC. Construimos,
pues, la CRC que pasa por la cesta A, como muestra la Figura 5.1.

FIGURA 5.1 IMPUESTO SOBRE LA GASOLINA Y DEVOLUCIÓN DE IMPUESTOS


El impuesto hace que
gire la restricción Otros bienes ($ semanales)
presupuestaria inicial
de 8 1 a 8 2 • La
devolución de
impuestos desplaza
8 2 hacia fuera hasta
8r La devolución no 168
altera el hecho de R-
que el impuesto hace 150
que la gasolina sea
un 50% más cara en
relación con todos
los demás bienes. El
consumidor
mostrado en el
gráfico responde
consumiendo 22
litros semanales
menos de gasolina.

30 36 58 100 112 150

2 La ecuación de B 1 es Y= 150-G, la de B 2 es Y= 150- 1,5G y la de B3 es Y= 168 - 1,5G, donde Ges la gasolina


(litros semanales) e Y representa todos los demás bienes (dólares semanales).
MICROECONOM ÍA Y CONDUCTA 133
ELECCIÓN DE LA EDUCACIÓN EN El SISTEMA ACTUAL

Otros bienes

Y - 2R ---------i.le

FIGURA 5.2
!"'
!

La familia tiene una renta antes de impuestos de Y, de la cual debe pagar P. en impuestos escolares. Tiene derecho
a una unidad de educación pública gratuita. En lugar de educación pública, puede comprar al menos una unidad
de educación privada al precio Pe por unidad. Su restricción presupuestaria es, pues, A'BCE y su cesta óptima es B,
que contiene una unidad de educación pública.

ción en ei sistema actual, debe sacar a su hijo de ia escueía pública y matricularlo en una es-
cuela privada con un coste adicional de Pe por unidad. Eso explica por qué la restricción pre-
supuestaria actual desciende verticaimente en Pe en una unidad de ecuación. A partir de ese
punto, la restricción presupuestaria continúa descendiendo a la tasa de Pe por unidad. Por lo tan-
to, ia restricción presupuestaria de una familia que se pregunta cuánta educación puede comprar
está representada por A'BCE en la Figura 5.2.
Obsérvese en esta figura que la restricción presupuestaria no lineal hace que la solución de
tangencia sea improbable en el caso de una familia que tenga unas curvas de indiferencia
como las que se muestran. Para esa familia, la cesta óptima es, en realidad, una solución de es-
quina en la que se elige exactamente 1 unidad de educación pública.
Comparemos ahora este resultado con el que se obtendría con un sistema de vales. En ese
sistema, las familias pagan de nuevo Pe en impuestos escolares, obtienen un vale por valor de
Pe' que puede utilizarse para comprar educación pública o privada. En el sistema de vales, la ley
también exige que las familias den al menos una unidad de educación a sus hijos. En este sis-
tema, la restricción presupuestaria es, pues, A 'BD en la Figura 5 .3.
Comparemos las Figuras 5.2 y 5.3. Obsérvese que la principal diferencia que introduce el sis-
tema de vales es que elimina la discontinuidad existente en el punto B de la restricción presupues-
taria. Los padres ya no tienen que perder sus impuestos escolares cuando pasan de la escuela pú-
blica a la privada; pueden comprar pequeños awnentos de la educación más allá de la unidad inicial
sin tener que «pagar el doble». Y de hecho la familia de la Figura 5.3 responde eligiendo la cesta G,
que contiene más de 1 unidad de educación. El análisis sugiere, pues, que uno de los efectos del sis-
tema de vales sería UJl au..111.ento del nivel de recursos gastados en servicios educativos.
En las épocas de dificultades presupuestarias, muchas personas pueden sentirse tentadas a
extraer la conclusión de que debemos evitar cualquier política que exija más recursos. Deben
hacérseles algunas advertencias a estas personas. En primer lugar, nuestro análisis no tiene en
cuenta el hecho de que la competencia entre las escuelas puede mejorar ia eficiencia de su pro-
ducción de servicios educativos. Por lo tanto, aunque los padres decidieran comprar más uni-
dades de educación en el sistema de vaies, ia competencia podría reducir el coste por unidad, y
en ese caso sería difícil averiguar el efecto neto producido en los gastos. En segundo lugar, los
recursos adicionales que se dedicaran a la educación como consecuencia del sistema de vales
procederían directamente de los padres, no del Estado. Y no está en modo alguno claro que uno
] 34 CAPÍTULO 5: APLICACIONES DE LAS TEORÍAS DE LA ELECCIÓN RACIONAL Y DE LA DEMANDA

FIGURA 5.3 ELECCIÓN DE LA EDUCACIÓN EN UN SISTEMA DE VALES


El sistema de vales, a
diferencia del actual,
JJCl 11 l;t'C' a lu:, pad, oe;:;:,

adquirir pequeños
aumentos más allá
de la primera unidad
de educación al
piecio Pe poi unidad.
Ahora la restricción
presupuestaria es
A'BD y la familia
mostrada ahora elige
la cesta C, que
contiene más de
una unidad de .______.____._______.,._o_ Calidad de la educación
educación. (Y- H)/P,, Y/P,,

de los objetivos de los poderes públicos deba ser impedir que los padres gasten más en educa-
ción y menos en otros bienes. Por último, para que el análisis fuera más completo habría que
examinar el efecto que produce un aumento de la educación en la productividad económica. Al
fin y al cabo, el incremento de la productividad derivado de un aumento de la educación podría
11ti]1z::ir<.:f\ nP.<.:nP. ]11P.go, p::ir,:i l"'Ontr::irrP.<.:tl'lr P.] l"'O<.:tP. nP. lo<.: rP.l"'llT<.:O<.: 11t11iz::ino.c;: p::iri¡ procf11rir pe;:¡¡

educación. En suma, nuestro análisis de este ejemplo sólo se refiere a una parte de una cuestión
mucho más arnplia. Pero es u..-1a pa..rte L111portante que los poderes públicos no pueden permitirse
el lujo de dejar de lado.

El excedente del consumidor


Los economistas suponen, por lo general, que cuando un intercambio se realiza voluntaria-
Excedente del mente, mejora el bienestar de todos los participantes, pues, de lo contrario, no lo realizarían.
consumidor A menudo resulta útil contar con una medida monetaria del grado en que una transacción be-
Medida monetaria neficia a los individuos. Ese tipo de medida, llamada excedente del consumidor, es especial-
del grado en que mente importante para evaluar los posibles programas públicos. Resulta relativamente fácil me-
beneficia al dir, por ejemplo, los costes de la construcción de una nueva carretera. Pero no es posible
consumidor la tomar una decisión inteligente respecto a la conveniencia de construirla, si no se cuenta con una
participación en estimación fiable del grado en que beneficiará a los consumidores.
una transacción.

UTILIZACIÓN DE LAS CURVAS DE DEMANDA PARA MEDIR EL EXCEDENTE DEL CONSUMIDOR

El método más fácil para medir el excedente del consumidor se basa en la curva de demanda del
producto por pai-rte del consumidor. La línea D de los dos paneles de la Figura 5.4 representa la
curva de demanda de alojamiento por parte del individuo; este tiene un precio de mercado de 3$
el metro cuackado. Obsérvese que en el panel (a) la caiitidad máxima que estaría dispuesto a pa-
gar el consumidor por el primer metro cuadrado de alojamiento es de 14$. Dado que el aloja-
miento sólo cuesta 3$ el metro cuadrado, significa que obtiene semanalmente un excedente de
11$ por la compra del primer metro cuadrado de alojamiento. La cantidad máxima que estaría
dispuesto a pagar por ei segundo es de 13$, por io que ei excedente que obtiene por ia compra de
esa unidad es menor: 10$ solamente. El excedente que obtiene por la tercera unidad es aún me-
nor: 9$. En el caso del alojamiento o de cualquier otro bien perfectamente divisible, la altura de
la curva de demanda del individuo en cualquier cantidad representa la cantidad máxima que pa-
MICROECONOMÍA Y CONDUCTA
i35
FIC:1 lllA 0::.4 MED!D.4. DE!.. EXCEDENTE DEL CONSUt-.,1100R BASADA Et~ LA CURVA DE DEMANDA
(a) La altura de la
curva de demanda P ($ por metro cuadrado) P ($ por metro cuadrado)
correspondiente a
una cantidad
r11.::iilq11iQir:t1 mirl,::a, b
cantidad máxima
15 l
que estaría dispuesto
a pagar el
consumidor por una Excedente
nnirl:::arl -::arlirinn".':11 rl.o
/ del consumidor
alojamiento. Esa
cantidad menos el
precio de mercado
es el excedente que
obtiene por el
consumo de la
última unidad. (b) El 3
excedente total del
consumidor es el
área sombreada
entre la curva de
o 3 6 9 12 15 o 3 6 9 12 15
demanda y el precio Alojamiento (metros cuadrados semanales) Alojamiento (metros cuadrados semanales)
de mercado.
(a) (b)

garfa el consumidor por una unidad adicional 3• En este ejemplo, si restamos el precio de compra
de 3$ el metro cuadrado de ese valor y sumamos ias diforencias resuitantes en el caso de todas
las cantidades inferiores a 12 metros cuadrados, obtenemos aproximadamente el área sombrea-
da que se muestra en el panel (b) (si utiiizamos incrementos infinitesimales a lo largo del eje de
abscisas, obtenemos exactamente el área sombreada). Esta área sombreada representa el exce-
dente dei consumidor derivado de ia compra de 12 metros cuadrados semanales de alojamiento.

EJEMPLOS .] La curva de demanda de gasolina de un individuo viene dada por P = JO - Q, donde P es el


precio de la gasolina($ por litro) y Q es la cantidad que consume (litros semanales). Si la ren-
ta semanal del individuo es de 1.000$ y el precio actual de la gasolina es de 2$ el litro,
¿cuánto disminuirá su excedente del consumidor sí se restringen las importaciones de gasoli-
na y como consecuencia sube su precio a 3$ el litro?

A un precio de 2$ ellitro, sólo consume 8 litros' semanales, lo que equivale a menos de un


2 poi '100 de su renta. Por lo tanto, es probable que el efecto-renta de la subida del precio
sea insignificante, por lo que podemos utilizar la curva de demanda para medir apro-
.ximadaxnente su excedente del consumidor antes y después de la subida del precio (véa- ..
se la nota .3), La figura S;$. mue.stra . S\Í;fw;va de; tle~~~ ~lÍ·(;!xcedente deI consumíd(>r·.:·,

3 Estas
afinnaciones sobre la disposición a pagar sólo son literalmente ciertas si la curva de demanda a la que nos
referimos es una curva de demanda compensada como la que analizamos en el apéndice del Capítulo 4 (véase el apar-
tado For tlze Instructor en nuestra página Web www.mhhe.com/economics!frank4). Si la curva de demanda mostrada fue-
ra una curva de demanda ordinaria dei tipo que hemos venido utiiizando, nos diría que el consumidor estaría dispues-
to a comprar l unidad a un precio de 14$, 2 unidades a un precio de 13$, etc. A partir de esto no sería estrictamente
correcto llegar a la conclusión de que una vez pagados 14$ por la primera Uilidad, el consumidor estaría dispuesto a gas-
tar otros 13$ por la segunda. Si el efecto-renta de la demanda del bien es positivo, el hecho de que el consumidor sea
ahora 14$ más pobre que antes significa que estaría dispuesto a pagar algo menos de 13$ por la segunda unidad. Pero
como los efectos-renta de la mayoría de los bienes son pequeños, generalmente será una aproximación aceptable me-
dir el excedente del consumidor utilizando la curva de demanda ordinaria. En un artículo que se cita con mucha fre-
cuencia, Robert Willig sostiene que el método de la curva de demanda casi siempre da un resultado que se aproxima
bastante al verdadero valor de los beneficios del consumidor. Véase R. Willig, «Consumer Surplus Without Apology»,
American Economic Review, 66, 1976, págs. 589-597.
136 CAPÍTULO 5: APLICACIONES DE LAS TEORÍAS DE LA ELECCIÓN RACIONAL Y DE LA DEMANDA

FIGURA 5.5 PÉRDIDA DE EXCEDENTE DEL CONSUMIDOR DERIVADA


A 2$ el litro, el DE UNA SUBIDA DEL PRECIO DEL PETRÓLEO
excedente del P ($ por litro)

10k
Lur1~u111idu1 t::,tá
representado por el
área del triángulo
AEF. A 3$ el litro, el
excedente del 1 Pérdi~a de excedente del consumidor

,jo 0)c
t.u11:,u111idu1 :,t;::
reduce al área del
triángulo ACD. La
pérdida de excedente E
del consumidor es la
diferencia entre estas 21f ¡
dos áreas, que es el ~ - - - - - - - ~ - - - - ~ Gasolina (litros semanales)
área de la región 7 8 10
sombreada.
' f\¡ .
. correspondiente al precio de 2$ el litro está representado por el área del triángulo AEF de
la Figura 5.5, EC =1/2(10- 2)8 =32$ semanales. Tras la subida del precio, su consumo
desciende de 8 a 7 litros semanales y su excedente se reduce al área del tliángulo ACD,
EC' = 1/2(10- 3)7 = 24,50$ semanales. Su pérdida de excedente del consumidor es la di-
ferencia entre estas dos áreas, que es el área del trapezoide DCEF, el área sombreada de.·
la Figura 5.5.
. Esta área es igual
- a EC-EC' 32-24,5 7,50$ semanales. · = =

EJERCICIO 5 .J
¿Cuánto disminuiría el excedente del consumidor dí:i) l?,jemplo 5.1 si el precio de la ga-
solfna.subié:ra de .3$ el litro a 4$? · :::: 14 ; w ·
:,,, di.,%, h..•"'

APLICACIÓN: FIJACIÓN DE UN PRECIO DE DOS TRAMOS

El razonamiento económico sugiere que un comprador y un vendedor realizarán un intercambio


voluntario si y sólo si mejora el bienestar de los dos. Por lo que se refiere al comprador, pode-
mos decir que la disposición a realizar un intercambio depende de que espere recibir un exce-
dente del consumidor como consecuencia de la transacción.
La teoría económica no nos dice mucho sobre la manera en que se reparten las ganancias
derivadas del intercambio entre el comprador y el vendedor. A veces el comprador tiene más
poder de negociación, lo que le permite obtener la mayor parte de las ganancias. Otras, sus op-
ciones son más limitadas y, en este caso, es probable que su excedente del consumidor sea me-
nor_ De hecho_ como muestra el ejemplo siguiente; el vendedor a veces pnede iclear nna estra-
tegia para fijar los precios que capture todo el excedente del consumidor.

EJEMPL05.2 ¿Por qué algunos clubs de tenis cobran una cuota anual a los socios además de una tarifa por
hora por las pistas?

.4:; Undµb de ~énis alqufla s~s pistas por 25$ por pe{sona y hora/La Figura 5.6 muestra la"
), curva de demanda de tiempo de pista por parte de John, P = 50 - l/4Q, medida en horas
',,: ánuates.. Suponiendo que no hay ningún otro club de tenis en Ja ciudad, ¿cuál es la cuota.
::: .anual,máxima que e_staría qispuesto a P<lg¿:tr Johnparatener derecho a comprar tiempo de ·
; :pistá·por 25$ la hora? ;~S:; ' ,, '
,ª '~} e,;, ·;-'~\/''\fº )/#g/* / , '" '0 •CR •, , )::tP°'1;'"'¡;_{'°'tt: .w "
MICROECONOMÍA Y CONDUCTA 137
FIGURA 5.6 CURVA DE DEMANDA DE TIEMPO DE P!STA POR PARTE DE UNA PERSONA
A un precio de 25$
la hora, John recibe Precio ($ por hora)
í .250$ ai año (ei
área sombreada) de
excedente del
consumidor
alquilando tiempo de 25 B
pista. La cuota anuai
máxima que puede
cobrar oor hacerse
~~cío e~ de 1.250$.
l~
'--------.L.-------"'"--- Tiempo de pista (horas anuales)
o 100 200

La respuesta a esta pregunl:<J. ~s el excedente cJel consumidor que recibe John por poder
comprar tanto tiempo de pista como desee al precio de 25$ la hora. Es igual al área del
triángulo ABC de la Figura 5.6, que es EC = 1/2(50- 25)100 = 1.250$ al año. Si el club .
cobrara una cuota más alta, John mejoraría su bienestar no alquilando tiempo de pista.·.··,,,:&;
'', *,,

EJERCICIO 5 .2
·:·En el ejemplo 5.2, ¿cuál sería la cuota anual máxima si el club cobrara solamente 20$ la
· hora por el tiempode pista? ·

El ejemplo 5.2 aporta luz sobre muchas de las prácticas de fijación de los precios que ob-
servarnos en toda ia economía. Por ejemplo, muchos parques de atracciones cobran una canti-
dad fija por la entrada y otra por cada atracción. Muchas compañías telefónicas cobran una cuo-
ta mensuai fija y cobran, además, en función del número de llamadas realizadas. Y algunas
empresas de venta por correo cobran una cuota fija por el derecho a comprar los artículos de sus
tiendas o catálogos. Este tipo de sistemas de fijación de los precios suele denominarse fijación
de precios de dos tramos. Su efecto es transferir una parte del excedente del consumidor del
comprador del producto al vendedor.

Comparaciones globales del bienestar


El concepto de excedente del consumidor nos ayuda a identificar los beneficios (o los costes)
de los cambios que se producen en los mercados. A menudo queremos saber si los cambios que
afectan a más de un mercado mejoran o empeoran el bienestar de ios consumidores. En este
caso, nuestro modelo de la elección racional también nos permite hacer toda una variedad
de útiles deducciones. Veamos el siguiente ejempio.

EJEMPL05 .3 Iones gasta toda su renta en dos bienes, el X y el Y. Los precios que pagó y las cantidades que
consumió el año pasado son los siguientes: Px = 10, X= 50, Py = 20 e Y= 25. Este año Px y Py
son ambos 10 y su renta es 750. Suponiendo que sus gustos no han variado, ¿qué año disfrutó
de un mayor bienestar? ¿El año pasada o éste?

Pprá ~StJOttder1~'~sfa ~g'urttá resulta útil comenzar comparando la; restriédones présu-
pu,estari·as dé.John correspondientes a los dos años, para lo cual debe observarse, en primer
138 CAPÍTULO 5: APLICACIONES DE LAS TEORÍAS DE LA ELECCIÓN RACIONAL Y DE LA DEMANDA

FIGURAS.7 RESTRICCIONES PRESUPUESTARIAS CORRESPONDIENTES A DOS AÑOS


(a) Si la restricción
presupuestaria del y y
1
l:Ufl~UIIJÍdu1
correspondiente a 1 Presupuesto de este año
este año contiene la 75"' /
misma cesta que
compró el año
pasado (cesta A),
disfrutará, al menos,
sol~ "'- Presupuesto
del año pasado
del mismo bienestar
este año que el
anterior. (b) Si,
además, los precios
relativos de los dos
,r--------~
1

X X
50 75 100 50 75 100
años son diferentes,
necesariamente (a) (b)
podrá comprar una
cesta mejor este año
'\-,f-"$(1):;.'' ,,'':,~,;f\'.¡,¡,;i'%,'·t''~t~·~ª%"- ',.,,.,,J.-,.,,:,;i'"''0"•,r,: ' ·• '·· •-,•" ,"•·'."',,/ /
(cesta O).
::"'lugar; qúeet' afiopasadó'súreñta'tue:.,, io'qué gásitisabei,·P;K +Pyf ~'i.ooo.b,~s;;:,.,
1-s,t',t· ,•','~---~-,~- ,',~.' 0

los precios, tenemos, pues, las restricciones presupuestarias mostradas en la Figura 5.7a. :
En la Figura 5. 7a vemos que la r~stricción presupuestária.de Jones correspondiente a ·
este año contiene la misma cesta que compró el año pasado. Dado que sus gustos no han .
variado, eso nos indica que su.bienestar no hti. empeorado con respecto a,l año pasado, Al.·•
fin y al cabo, todavía puede comprar lá misma cesta que ántes. Pero nuestros- supuestos
la
'. convencionales sobre ordenación de las preferencias .nos permiten hacer una deducción
aún más poderosa. En concreto, si sus cu~as dé indiferencia tienen la forma convexa ha-- '
. bítual, sabemos que una curva de indiferencia -llamémosla 10- era tangente a la res-
tricción presupuestaria del año pasado en el punto A ·de la Figura 5.7b. También sabemos
que 1a restricción presupuestaria de este año es más.1ndfoada gne la ciel nño pnsnrlo,
lo que nos indica qué parte de / 0 debe encontrarse dentro del triángulo presupuestario de
PC:tP .:o1ño. P.n 'rJ' In ('pc;¡fa A QP prP-fiP.rP: lgm:11 q11P: h r y ('f\mo ,,<'na,ntn m~c;¡ mejnr>,, ss:ihPmn,;,
. que se prefiere D a C. Por lo tanto, se prefiere D a A, por lo que sabemos que Jones ha po-
dido comprar una cesta de bienes este año que ]e gusta más que la que compró el año pa-
sado. Por lo tant.q~Js~~~'~J\~i.~fiy~~g 1~\~PP1ªYºr bienestar este,atio fl~~.~l ,~R.~¡sa~;,;: •,

EJERCICIO 5 .3
, Jones gasta toda la renta en dos bienes, el X y el Y. Los precios que pagó y las cantidades que
consumió el año pasado son las siguientes: Px= 15; X;;;: 20; Py = 25; e Y= 30. Este año los,.
precios han variado (Px;;;: 15 y Py 20) y ,la. r~f!t~ de.Jones e~ de 900: Suponiendo que sus "
· gustos no han cambiado, ¿qué año disfrutó de.un m,ayor bienestar? ¿El año pasado o éste,'?
w'"·~"·wr,,v·-M··.~ ,,,.,, "',w ' " , ,,_

APLICACIÓN: CONSECUENCIAS DE LAS VARIACIONES DE LOS PRECIOS DE LA VIVIENDA


PARA EL BIENESTAR

Consideremos los dos casos siguientes:

1. Acabamos de comprar una vivienda por 200.000$. Ai día siguiente, se dupiican ios pre-
cios de todas las viviendas, incluida la que acabamos de comprar.
2. Acabamos de comprar una vivienda por 200.000$. Al día siguiente, se reducen a la mi-
tad los precios de todas las viviendas, incluida la que acabamos de comprar.

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