Sesion 02 - FACTORES EXTERNOS QUE INFLUYEN EN EL CRECIMIENTO DE LAS PLANTAS

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FACTORES EXTERNOS QUE INFLUYEN EN EL CRECIMIENTO DE LAS

PLANTAS

Durante el crecimiento de las plantas, una serie de factores externos pueden


dificultar o intervenir en su normal desarrollo. Estos factores están clasificados
como abióticos y bióticos.

Dentro de los factores abióticos tenemos a los factores climáticos (luz o la


radiación solar, la temperatura, la precipitación y la humedad) y los edáficos
(características físicas y químicas del suelo).

Dentro de los factores bióticos tenemos a los diferentes organismos vivos


(animales, insectos, hongos, bacterias, virus, diferentes tipos de
microorganismos).

En esta oportunidad sólo veremos algunos de ellos en mayor detalle.

El crecimiento de las plantas es afectado principalmente por cuatro factores: la


luz, el agua, la temperatura y los nutrientes. Estos son críticos para el
crecimiento de la planta porque son necesarios para la fotosíntesis.

Luz

Una planta que recibe suficiente luz solar estará más capacitada para producir
los nutrientes que precisa para crecer. A medida que la cantidad disminuye en
invierno, también lo hacen la fotosíntesis y el crecimiento. Por supuesto, no
puedes simplemente poner una planta bajo el sol directo y esperar que crezca.
La calidad de la luz es tan importante como la cantidad, y diferentes plantas
requieren luz en distintos niveles. Las plantas que producen flores en primavera
y otoño, como la Euphorbia pulcherrima, son llamadas plantas de día corto
porque no requieren largos períodos de luz para crecer. Las plantas de día
largo, por otro lado, florecen en verano y lo hacen sólo si reciben al menos 12
horas de luz diaria.

Temperatura

La temperatura juega un rol importante en el crecimiento de la planta, pero al


igual que con el sol, los valores adecuados dependen de la planta. Las
especies de estación fría, por ejemplo, no florecen si la temperatura es muy
cálida. Por otro lado, las plantas de estación cálida entrarán en latencia si las
temperaturas son muy bajas. Los valores extremos pueden afectar el
crecimiento y el vigor de cualquier planta. Las temperaturas altas pueden forzar
a las plantas a usar los nutrientes creados mediante la fotosíntesis a una tasa
más alta de la que son producidos. En climas fríos, la fotosíntesis es más lenta,
al igual que el crecimiento. En períodos de latencia, esto es esperado, pero si
las temperaturas caen inesperadamente durante la estación de crecimiento,
esto puede afectar significativamente al crecimiento y la floración.

Humedad

El agua es un componente principal de la fotosíntesis porque ayuda a los


tejidos a permanecer firmes y a mover nutrientes a través de la planta. El agua
también permite que las raíces se muevan en el suelo y actúa como solvente
para los minerales e hidratos de carbono que viajan hacia arriba en la planta.
Demasiada agua, sin embargo, puede ahogar a la planta. Es importante que
tus plantas tengan suficiente agua para completar la fotosíntesis, pero no más
que eso. Un ambiente constantemente húmedo puede, además, estimular el
crecimiento de hongos, que pueden debilitar o matar a tu planta.

Nutrición

La nutrición hace referencia a las necesidades químicas de las plantas. Éstas


precisan carbono, hidrógeno y oxígeno para crecer. Estos elementos están
presentes en el aire y el agua, pero las plantas también precisan seis nutrientes
que deben estar fácilmente disponibles. Nitrógeno, potasio, calcio, fósforo,
magnesio y azufre son absorbidos del suelo y brindan la base para un
crecimiento saludable. Además de estos elementos, las plantas necesitan
cantidades traza de hierro, zinc, manganeso, níquel, molibdeno, boro, cobalto,
cloro y cobre. Estos elementos son cruciales para el crecimiento y la mayoría
puede ser absorbido de suelos bien fertilizados. Diferentes especies de plantas
requieren niveles variables de estos elementos, por supuesto, pero los
primeros tres son a menudo requeridos en mayor cantidad. Los fertilizantes
complementan lo que puede estar faltando en el suelo, pero estos elementos
están fácilmente disponibles para tu planta cuando son agregados y a menudo
sufren varios cambios antes de poder ser utilizables.
Factores ambientales

Efectos de la temperatura

La temperatura afecta la tasa de desarrollo de la planta a través de sus


distintas fases y la producción de hojas, tallos y otros componentes. Todos los
procesos fisiológicos de la planta ocurren más rápidamente a medida que la
temperatura aumenta entre una temperatura base y una temperatura óptima;
más adelante se discute la estimación de estos efectos. Un buen manejo del
cultivo puede contrarrestar más fácilmente los efectos negativos de las altas
temperaturas que los de las bajas temperaturas, especialmente de las heladas.

Temperaturas bajas

A medida que desciende la temperatura el desarrollo se hace más lento. Si las


temperaturas son lo suficientemente bajas como para llegar a helar, puede
producirse un daño severo en los tejidos jóvenes; por ejemplo, los tallos
vegetativos pueden morir a -5°C. Dos o más heladas consecutivas durante el
período que va desde la emergencia de las espigas hasta el inicio del llenado
del grano, pueden tener consecuencias graves sobre el rendimiento.
Temperaturas de 1,5°C registradas en la casilla meteorológica a 1,5 m del
suelo son lo suficientemente bajas como para producir daños ya que equivalen
a 0°C sobre la superficie del cultivo. Una sola noche con helada durante este
período puede no ser decisiva para la planta porque puede que sólo mueran
los tejidos nuevos que están expuestos al aire; por ejemplo, como en las
espigas con bandas de espiguillas muertas. Después de su exposición al aire
todos los tejidos se vuelven más resistentes.

¿Son las heladas, o las bajas temperaturas, un problema?

Buscar plantas en estado vegetativo con tallos muertos. Las temperaturas han
llegado muy por debajo de -5 °C. Esto ocurre solamente en altas latitudes y
altitudes, y en regiones con cambios extremos de temperaturas entre las
estaciones y entre el día y la noche. Una franja de color más claro a lo ancho
de las hojas en crecimiento es un síntoma de heladas suaves y desaparecerá
cuando envejezcan las hojas. Por otro lado, la fotosíntesis de la planta
disminuye y el crecimiento se puede detener por uno o dos días después de
las heladas.
Desde la emergencia de las espigas hasta el llenado del grano, buscar una o
varias bandas en la espiga ¿Están las espiguillas vacías? ¿Están las bandas
en una posición similar en muchas espigas? Cada pequeña banda es causada
por una helada.
Buscar espigas de color oscuro, incluso negro, sin granos. Esto puede ser
debido a varios días consecutivos con temperaturas bajas durante la antesis o
durante el llenado inicial del grano. En lugares altos de la zona subtropical (por
ejemplo, Nepal) la esterilidad en los trigos de primavera puede ser debida a
más de tres noches consecutivas de temperatura menores de 5°C, pero sin
helar, entre las fases Z4.9 y Z5.9.
¿Se observan una o dos espigas muertas en muchas plantas pero las otras
espigas son normales?
¿Se observan florecillas abiertas con anteras arrugadas? Esto puede deberse
a las heladas aunque también puede ser deficiencia de boro.

Espinas ennegrecidas y estériles después de bajas temperaturas pero sin


heladas. Nepal

¿Qué se puede hacer contra las heladas?

La única forma económica de enfrentarse a las heladas es asegurándose que


el cultivo esté en una fase no sensible a las mismas en el momento en que es
probable que las heladas ocurran.

Las temperaturas invernales por debajo del punto de congelación pueden


matar la parte vegetativa

Sembrar más temprano o usar variedades más tardías de modo que las fases
sensibles a las heladas (cerca de la antesis) ocurran cuando la probabilidad de
heladas es muy baja. Heladas de hasta -4 °C durante la fase vegetativa no
afectan los rendimientos en forma crítica.
Sembrar variedades en las que el espigado no sea sincrónico entre los tallos.
Al tener espigas en diferentes estados de desarrollo y a diferentes alturas
significa que no todas las partes serán dañadas por una misma helada.
Sembrar variedades derivadas de cruzamientos de trigo de invierno x trigo de
primavera que tienen mayor tolerancia al frío.

Temperaturas altas

Con temperaturas altas el cultivo necesitará más insumos (nutrientes, agua,


radiación solar) para poder mantener su nivel de metabolismo. Para evitar
pérdidas importantes de rendimiento a medida que aumente la temperatura, el
manejo del cultivo deberá ser cada día más preciso; se pueden obtener buenos
rendimientos compensando el efecto de las altas temperaturas con un óptimo
suministro de agua y de nutrientes. Durante el llenado del grano y a medida
que aumenta la temperatura, el desarrollo se acelera más que el crecimiento;
aún bajo condiciones óptimas de manejo, el rendimiento se puede reducir hasta
4 por ciento por cada 1°C que aumente la temperatura media, debido al
acortamiento del período de llenado del grano.

El daño causado por las temperaturas altas está comúnmente asociado con el
estrés hídrico por lo que el manejo del agua pasa a ser una operación crítica.
En la medida en que las plantas puedan transpirar libremente también podrán
hacer frente a las altas temperaturas. Los cultivos con suficiente agua
disponible pueden soportar temperaturas del aire de 40°C; sin embargo, si el
agua es un factor limitante, las hojas pueden morir a 40°C ya que las plantas
estresadas intentan conservar agua cerrando sus estomas y reduciendo así el
beneficioso enfriamiento producido por la transpiración. Sin ella, la temperatura
de las hojas puede llegar a 50°C interrumpiéndose los procesos metabólicos.
Las plántulas en suelos muy calientes y secos pueden alcanzar fácilmente
estas temperaturas críticas.

¿Son las temperaturas altas un problema?

Durante las etapas de plántula buscar zonas con emergencia pobre o plántulas
con hojas secas o muertas. Las plántulas emergentes pueden desecarse
rápidamente si la temperatura del suelo llega a 40°C o más. Si hace calor y hay
una fuerte radiación solar, esta calentará un suelo seco hasta 50°C, sobre todo
si son oscuros. Peacock et al. (1994) encontraron una reducción del 30 por
ciento en el número de plántulas emergidas y en su supervivencia, cuando la
temperatura del suelo a 5 cm de profundidad aumentó de 37 a 45 °C.
La antesis y el llenado del grano, ¿ocurren durante la parte más calurosa del
año? El período de llenado del grano, ¿es muy corto?
Los granos, ¿están arrugados? ¿ha habido vientos desecantes fuertes y
frecuentes durante el llenado del grano?

¿Qué se puede hacer en caso de altas temperaturas?

Cubrir el suelo con residuos vegetales para proteger las plántulas. Esto
mantiene la temperatura del suelo baja durante el día aislándolo de la radiación
solar y conservando la humedad. La cubierta de residuos también reduce el
enfriamiento durante la noche.
Sembrar tan pronto como sea posible después de preparar el lecho de siembra
para así minimizar las pérdidas de agua del suelo. Sembrando en suelo
húmedo se pueden colocar las semillas a menor profundidad asegurando una
emergencia de las plántulas más rápida. El lecho de siembra estará además
más fresco.
Si se puede regar por aspersión, el riego reducirá la temperatura del suelo
durante la emergencia de las plántulas. Es conveniente regar por la noche.
Minimizar los efectos de las altas temperaturas manteniendo el cultivo sin
estrés hídrico. El enfriamiento del cultivo por la transpiración, en condiciones
de baja humedad, puede reducir la temperatura del cultivo por debajo de la
temperatura del aire en más de 5°C (algunos autores indican hasta 10-15°C).
Seleccionar el momento óptimo de siembra de tal manera que se eviten las
altas temperaturas durante la antesis y el llenado del grano. Hay que evitar
también la coincidencia del llenado del grano con vientos frecuentes,
desecantes, calientes y fuertes. En estas condiciones el cultivo no puede
transpirar lo suficientemente rápido como para mantener baja la temperatura.
Elegir una variedad lo más adaptada posible a las condiciones climáticas del
lugar que evite las altas temperaturas durante la antesis y el llenado del grano.

Los cultivos crecen más rápidamente con más radiación solar siempre
que tengan suficiente agua

Efectos de la radiación solar

El crecimiento del cultivo está determinado en primer lugar por la cantidad de


radiación solar que puede interceptar y usar durante su vida. Un exceso de
radiación raramente es un problema, siempre que estén disponibles agua y
nutrientes. Para obtener rendimientos altos las hojas deberán crecer y cubrir la
superficie del suelo tan pronto como sea posible después de la siembra. Si este
proceso se demora, la radiación solar se pierde en forma de calor incorporado
al suelo desnudo, evaporando la humedad del suelo. La radiación solar es
especialmente importante para el rendimiento durante el período que va del
final del encañado hasta una semana después de la antesis (Z3.3 a Z7.05). En
este período, una baja radiación acompañada por temperaturas altas reduce el
número de granos y afecta seriamente el potencial de rendimiento.

¿Ha estado el sol oculto por nubes o niebla?

Espigas estériles en un suelo deficiente en boro. Las espigas perecen


translúcidas pero otras partes de la planta perecen normales

Controlar el número de macollos durante el macollaje, ¿son tantos como cabría


esperar en un cultivo normal? Comparar el número de hojas del tallo principal y
el número de macollos por planta con los de la gráfica en la página 48. El
macollaje no tiene lugar si el tiempo es nuboso y hace calor; tampoco ocurre
cuando hace calor y falta agua.
Buscar tallos débiles hacia el final del macollaje (Z2.4 - 3.5).
Después de la antesis, ¿hay menos granos por espiguilla de los que se podrían
esperar? Durante las dos semanas antes de la antesis, ¿estuvo el tiempo
nublado o con lloviznas y hacía calor? Durante este período el porcentaje de
reducción en el número de granos es casi igual al porcentaje de reducción de
la radiación solar.
Después de la antesis, ¿aparecen todavía florecillas con las anteras pálidas o
mal formadas? Durante las etapas Z3.9 y Z5.0, ¿fue la radiación solar baja
debido a nubosidad o niebla y la temperatura alta? Si el suelo es ligeramente
pobre en boro, esa puede ser la razón de la esterilidad. Los efectos de la
deficiencia de boro en el suelo pueden ser exacerbados por la nubosidad, la
escasa iluminación y la alta humedad. Estas condiciones reducen la tasa de
transpiración y están asociadas con la absorción de boro del suelo (ver
Rawson y Subedi, 1995, para más información).

¿Qué se puede hacer respecto a la radiación solar?

Se debe regar de tal modo que se evite el estrés hídrico durante los períodos
de alta radiación solar y temperatura y así usar estas variables en la forma más
favorable para aumentar la producción de biomasa y el rendimiento.
Si es probable que la radiación sea muy baja entre el momento de la aparición
de la aurícula de la hoja bandera y la antesis y que el suelo sea pobre en boro,
se recomienda entonces aplicar 1 kg/ha de boro en el momento de la siembra.
También es recomendable sembrar una variedad tolerante al bajo contenido de
boro.

Suelos ácidos o alcalinos

La acidez o la alcalinidad se miden en unidades de pH con una escala de 1 a


14, si bien los valores extremos no ocurren en los suelos agrícolas. El pH=7 es
neutro. La acidez aumenta con los valores de 7 a 4 y la alcalinidad de 7 a 10. El
trigo crece mejor entre pH 5,5 y 7,5 (zona verde en la figura); sin embargo,
puede crecer en suelos más ácidos si se agregan correctores al suelo.

El principal efecto de un pH muy alto o muy bajo es que algunos nutrientes


pueden estar disponibles en forma excesiva y ser tóxicos mientras que la
disponibilidad de otros puede disminuir y aparecer como deficiencias del
cultivo. En la figura las deficiencias aparecen como barras rojas angostas.

Efecto del pH del suelo en la disponibilidad de nutrientes. La zona verde


de pH 5,5 a 7,5 es la más angosta significa menos disponibilidad del
nutriente

En los suelos ácidos, el aluminio y el manganeso pueden volverse muy


solubles y tóxicos y, además, reducir la capacidad de la planta para absorber
fósforo, calcio, magnesio y molibdeno. Especialmente en los suelos ácidos, el
fósforo no está disponible para las plantas. Si el boro, el cobre y el zinc están
presentes en el suelo, pueden presentar toxicidad a bajos pH. En suelos
medianamente alcalinos es posible encontrar deficiencia de boro, cobre y zinc y
puede no estar disponible el fósforo. El pH del suelo tiene relativamente poco
efecto sobre el nitrógeno.
En los suelos ácidos la sustitución del trigo por especies tolerantes a esas
condiciones puede mejorar la productividad de la finca. Sin embargo, las
ganancias pueden ser efímeras ya que esas especies pueden acidificar más el
suelo llegando incluso a un nivel que sea limitante para ellas. El mejor enfoque
es sin duda el mejoramiento del suelo.

¿Es el suelo demasiado ácido o alcalino?

Tomar muestras de suelos a distintas profundidades en la zona radical y medir


el pH con papel tornasol o con un medidor de pH. Poner especial atención a
los valores por debajo de pH 5,5 y por encima de 7,5.
La deficiencia de fósforo o magnesio en las hojas más viejas (pág. 60), o de
calcio en las hojas más jóvenes, son síntomas que indican un suelo
excesivamente ácido.
Observar los cultivos vecinos de leguminosas o colza ya que éstos son más
sensibles a la acidez del suelo que el trigo. ¿Tienen mal aspecto?
Se ven síntomas evidentes de deficiencias de zinc en las hojas más viejas, o
de cobre o hierro en las hojas jóvenes? ¿Sufren las plantas una deficiencia de
boro evidenciada por una formación de granos al azar dentro de las espigas?
Estos síntomas son indicadores de suelo alcalino.
¿Es el suelo muy impermeable, está desmenuzado, se agrieta cuando está
seco y se hunde y drena con dificultad cuando está húmedo? El suelo puede
ser alcalino y sódico.

Causas de pH extremos en suelos

 El suelo es geológicamente muy antiguo y fuertemente lixiviado, con


altos niveles de óxidos de hierro y aluminio. Estos suelos son ácidos.

 Se han aplicado fertilizantes acidificantes al suelo durante muchos años,


incluyendo aquellos que contienen nitrógeno amoniacal y superfosfato.

 Se han incorporado grandes cantidades de materia orgánica a un suelo


muy húmedo y durante muchos años, dando lugar a su acidificación.

 El suelo es ligeramente alcalino a causa de la aplicación de materiales


calizos.

¿Qué se puede hacer en los suelos ácidos o alcalinos?

Añadir cal a los suelos ácidos incorporándola al menos hasta 15 cm de


profundidad. Las partículas deben ser lo más finas posibles y siempre menores
de 2 mm. Es importante mezclar bien la cal con el suelo para evitar
concentraciones alcalinas que pudieran eventualmente matar las plántulas. El
pH aumentará entre 0,3 y 0,7 unidades por cada tonelada de cal de alta calidad
añadida a una hectárea de suelo. El efecto puede durar unos 10 años. No
añadir más de 2,5 t/ha ya que de lo contrario se podrían inducir deficiencias de
zinc y manganeso; en suelos pobres en boro, su disponibilidad se podría limitar
aún más.
Añadir grandes cantidades de abonos orgánicos para amortiguar el pH del
suelo, sobre todo donde el aporte de cal no sea posible.
Evitar el uso de fertilizantes acidificantes en suelos sódicos, mejorar el drenaje,
incorporar yeso y usar en la rotación cultivos de raíces profundas como
leguminosas y crucíferas que lleven el yeso hacia abajo dentro del perfil del
suelo. El yeso proporciona calcio que reemplaza el exceso de sodio. El azufre
también se usa para acidificar el suelo.
Si la alcalinidad del suelo es sódica, mejorar el drenaje, incorporar yeso y usar
cultivos de raíces profundas tales como leguminosas y canola en la rotación
para trasladar el yeso hacia abajo en el perfíl del suelo. El azufre también es
usado para acidificar el suelo. El yeso proporciona calcio para reemplazar el
exceso de sodio.
Agregar los macro- o los micronutrientes que se identifican como deficiencias
al observar las plantas. Colocar bandas de fósforo con nitrógeno de amonio en
los suelos alcalinos para aumentar la disponibilidad del fósforo.

Suelos salinos

Todos los suelos contienen sales y algunas de estas se convierten en un


problema cuando se concentran en la zona radical del cultivo; a veces, el
problema es el cloruro sódico (o sal de mesa) pero también pueden serlo otras
sales. Las sales pueden destruir la estructura del suelo causando la expansión
de las arcillas y la dispersión de las partículas finas que obstruyen los poros del
suelo a través de los cuales circulan agua y oxígeno. También favorecen la
formación de costras superficiales.

Sales sobre la superficie del suelo

La clave para controlar la salinidad en los suelos es mantener o lixiviar las


sales por debajo de la zona radical. Esto se obtiene con un movimiento neto de
agua hacia las zonas profundas del suelo; se puede incluso usar agua
ligeramente salina. Los problemas ocurren cuando la dirección del flujo del
agua se invierte en un movimiento ascendente como, por ejemplo, cuando
sube la capa freática. Las sales también pueden ascender hacia la superficie
por capilaridad. Esto será un problema si la capa freática ya está alta y es
salada pues las sales no necesitarán subir mucho para llegar a destruir toda la
zona radical. Los cristales blancos de sal se pueden observar sobre la
superficie del suelo cuando este se seca.

Cuando las plantas crecen en suelos salinos, su crecimiento se reduce y las


hojas y los tallos no se expanden. Con la acumulación de las sales las hojas se
mueren y, eventualmente, toda la planta muere. Cuanto mayor es el nivel de
salinidad más rápidamente se evidencian sus efectos y decrecen los
rendimientos. La fotografía en esta página muestra un crecimiento pobre y la
muerte temprana de las plantas en zonas con problemas de salinidad.

Los cultivos y variedades difieren considerablemente en cuanto a la tolerancia


a la salinidad. El trigo blando (o panadero) es más tolerante que el trigo duro y
que otras especies como el arroz y el maíz. Algunas variedades de trigo blando
son más tolerantes que otras, así como las plantas son más tolerantes durante
el llenado del grano que cuando plántulas (Rawson et al., 1988).

Una zona salina en un cultivo de trigo en Australia

Los suelos sódicos merecen ser mencionados ya que no son suelos salinos
como tales pero contienen niveles relativamente altos de sodio. Esto hace que
sean físicamente inestables, que se desmenucen y se agrieten cuando se
secan y se hundan cuando están húmedos. Cuando se endurecen son
relativamente impermeables al agua, favoreciendo la escorrentía que
transporta arcilla en suspensión, materia orgánica y nutrientes. El agua con un
contenido alto de sodio no debería ser usada para riego si los suelos son muy
impermeables ya que la situación podría empeorar rápidamente (Russell,
1961).

¿Es el suelo salino?

Buscar cristales blanquecinos de sal en el suelo seco, sobre todo en la cresta


de los surcos; tocarlos con un dedo humedecido, comprobar su sabor y
confirmar que es sal.
¿Hay zonas del terreno desnudas que permanecen húmedas o pantanosas
durante algunos días después del riego?
¿Hay zonas en el cultivo con menor crecimiento y hojas amarillentas?
Controlar los grupos de plantas que, a pesar de haber recibido suficiente agua,
parecen marchitas y con hojas opacas, sin el brillo de las hojas sanas.
¿Se ha reducido el macollaje y hay una alta e inesperada proporción de hojas
viejas muertas? Controlar cuántos macollos debería haber en un cultivo
normal.
¿Hay una capa freática en ascenso a menos de dos metros de la superficie?
¿Es el agua salada? Excavar hasta la capa freática tomando un puñado de
suelo cada 30 cm a medida que se excava. Anotar las muestras indicando su
profundidad y probar el sabor de cada muestra.

Causas de la salinidad del suelo

 El suelo es básicamente salino.

 El agua de riego es salina y no ha sido aplicada en cantidad suficiente


como para lavar el suelo de sales.

 El drenaje es inadecuado por lo que el movimiento neto del agua hacia


abajo no ocurre.

 Se usa un exceso de agua de riego y se acumula como una capa


freática sobre un subsuelo poco profundo e impermeable.

 Hay una capa freática alta favoreciendo el ascenso de sales desde las
partes más profundas.

 Se han eliminado en las cercanías las plantas con alta transpiración y


raíces profundas permitiendo la elevación de la capa freática salina.

Sal causando la amarillez del cultivo y la muerte de las hojas. Haryana,


India

¿Qué se puede hacer en los suelos salinos?

Probar el sabor del agua de riego. Si no es salada o ligeramente salada


debería ser aceptable para el riego siempre que haya un buen drenaje. Si se
desea, enviar una muestra al laboratorio para medir la conductividad eléctrica
(CE) que indica el nivel de salinidad.
Si se sospecha que hay salinidad en áreas de crecimiento pobre del cultivo,
poner un poco de suelo en un recipiente y agregar agua limpia de modo que
cubra el suelo. Agitar. Cuando el agua en la parte superior se aclara, probarla.
Si no presenta sabor salado o si es ligeramente salada, el problema no es la
sal. Si es sumamente salobre, realmente hay un problema. Ver cual de las
siguientes soluciones puede aplicarse (prueba de sabor según Rana Munns).
Hacer correr agua a través del suelo con riegos abundantes e infrecuentes en
lugar de riegos ligeros y frecuentes. Si el suelo es muy salino, no se debería
usar agua pura para la lixiviación. El agua sin sal podría destruir la estructura
del suelo con formación de costras en el suelo húmedo que se agrietarán al
secarse el suelo.
Mejorar el drenaje por medio de una labranza profunda y la incorporación de
materia orgánica para asegurar un flujo descendente del agua de riego y lixiviar
las sales.
Controlar por medio de la prueba de sabor si el agua de la capa freática es
salina. ¿Indican las muestras que el suelo es más salino hacia la superficie? Si
no es más salino, procurar bajar la capa freática. Si es más salino,
concentrarse inicialmente en lixiviar las sales.
Si los análisis indican que la concentración de sodio es alta, agregar calcio,
preferiblemente en forma de yeso, que reemplace el sodio intercambiable en el
suelo.
Nivelar el campo de modo que no haya áreas que permanezcan húmedas por
períodos excesivamente largos.

¿Cómo se Clasifican las Plantas?


Las distintas clases de plantas se pueden clasificar en función del tipo de
reproducción en dos grandes grupos:

– Las que se reproducen por Esporas: Briófitos y Pteridofitos.

También llamadas plantas inferiores o primitivas.

– Las que se reproducen por Semillas: Gimnospermas y Angiospermas.

También llamadas plantas superiores.

Plantas Inferiores

Plantas Briofitas

A este grupo pertenecen las hepáticas y los musgos.

Las hepáticas tienen un aspecto similar a los algas, y los musgos se asemejan
más a una planta normal.

Son el grupo de plantas más sencillas y tienen una gran dependencia del agua,
puesto que no poseen verdaderas raíces, ni tallos, ni hojas, que la distribuyan
por todas las partes de la planta.
Se sujetan al suelo por unos filamentos llamados rizoides, y absorben al agua y
las sustancias minerales que necesitan a través de toda la superficie de su
cuerpo.

Es por esto por lo que los briófitos o briófitas viven en medios muy húmedos.

Se reproducen por medio de esporas, las cuales se forman a finales del verano
dentro de una especie de cápsula llamada esporangio, situado sobre un
filamento.

Cuando esta cápsula se abre, las esporas salen al exterior, y dan lugar a
nuevas plantas.

Plantas Pteridofitas

Este es el grupo de los helechos. Los helechos tienen verdaderas raíces, tallos
y hojas.

De su tallo, que es subterráneo y se denomina rizoma, salen las hojas llamadas


frondes.

La parte posterior de los frondes se llama envés.

Estas hojas son de color verde brillante y nacen enrolladas.


En primavera en su envés (parte de atrás), aparecen unos saquitos, llamados
soros, en cuyo interior se encuentran las esporas.

Cuando estás maduran salen al exterior.

Los helechos están mejor adaptados al medio terrestre que los briófitos, pero
tampoco poseen ni flores ni frutos.

Viven en lugares húmedos y sombríos.

Formaron grandes bosques que han originado yacimientos de hulla.

Plantas Superiores

Plantas Angiospermas

Las Angiospermas son plantas que tienen verdadera raíz, tallo, hojas y flores, y
además, tienen fruto.

Son las plantas con flores que se reproducen por semillas y cuyas semillas
están encerradas en el interior del fruto (semilla protegida).

Hay dos tipos de angiospermas:

– monocotiledóneas: el embrión de la semilla tiene un solo cotiledón.

– dicotiledóneas: el embrión de la semilla tiene dos cotiledones.

El cotiledón es la primera hoja que aparece al formarse el embrión de la planta


(cuando se forma la planta).
Si tiene una hojita se dice que es monocotiledónea y si tiene dos hojitas se dice
que es dicotiledónea.

Ha este tipo de plantas pertenecen una gran variedad como el eucalipto y están
distribuidas por todos los hábitat, incluso algunas como el cactus, en zonas
extremadamente áridas.

Forman el grupo más extenso del reino de las plantas.

Algunas otras plantas que pertenecen a este grupo son:

– Monocotiledóneas: la palmera, el bananero, la cebolla, el ajo, tulipán, los


cereales, etc.

La mayoría como ves son herbáceas (tallo tipo hierba)

– Dicotiledóneas: el manzano, la encina, la acacia el romero, la tomatera, la


judía, etc.

Como ves pueden tener el tallo leñoso (tronco de madera) o herbáceo.

Plantas Gimnospermas

También tienen verdadera raíz, tallo, hojas y flores, pero que no tienen
verdadero fruto.

Sus flores producen semillas y tienen lo que se llama semillas desnudas (no
encerradas en fruto).

Las semillas están en el interior de un cono o piña. Algo que las diferencia es
que presentan conos femeninos y masculinos en el mismo individuo.
Los gimnospermas carecen de ovario, y es por eso por lo que no pueden
formar frutos, por lo tanto, si no forman fruto, la semilla estará desprotegida, ya
que no se puede formar en su interior, como pasaba con las angiospermas.

Son plantas leñosas con hojas rudimentarias y casi siempre perennes.

El grupo más importante son las coníferas (pinos, abetos, cipreses, secuoyas,
etc.), aunque también se incluyen otros grupos menos conocidos como las
cicas, parecidas a las palmeras, o el gingko.

Este tipo de plantas desempeñan un importante papel en la naturaleza, ya que


proporcionan alimento y hábitat a numerosas especies animales y son fuente
de importantes productos de gran interés económico, como la resina y la
madera.
CLASIFICACIÓN AGRONOMICA DE LAS PLANTAS
Clasificación de las flores de acuerdo al sexo o la presencia de órganos
sexuales.

Hermafroditas: El hermafroditismo está presente en la gran mayoría de las


plantas con flores: las plantas monoclíneas tienen flores hermafroditas, o
verdaderas, cada una de las cuales posee elementos masculinos y femeninos
(estambres y carpelos); las monoicas tienen, al mismo tiempo en la misma
planta, flores que contienen sólo elementos masculinos y otras que poseen
exclusivamente elementos femeninos. Sólo algunas plantas con flores son
dioicas, es decir, tienen los órganos femeninos y los masculinos en plantas
diferentes. La mayoría de las plantas hermafroditas producen los elementos
masculinos y femeninos en momentos distintos de modo que se asegure la
polinización cruzada, algunas, como las violetas y la hierba del asno, suelen
polinizarse a sí mismas.

Ejemplo: Poroto, Ceibo, Rosa, Cebolla, Magnolia, Tulipán, Clavel, Pera,


Manzano, Níspero, Naranjo, Limonero, Alcanfor, Tilo, etc.

Unisexuales: Flores que poseen únicamente órganos femeninos (pistilos) o


masculinos (estambres).

Ejemplo: Sauce, Palmera, Tejo, Enebro, Palmito, Espárrago, Espinaca, Ombú,


Ginkgo biloba, Kiwi, etc.

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