Monogxvi 6. Enfermedad Bullosa
Monogxvi 6. Enfermedad Bullosa
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ENFERMEDAD BULLOSA
Nicolás Llobregat Poyán, Francisco Villegas Fernández, Francisco Baquero López
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FIGURA 1. Enfermedad bullosa tipo I. Gran bulla FIGURA 2. Enfermedad bullosa tipo II. Lesiones
en lóbulo superior derecho. El resto del pulmón es bullosas múltiples y bilaterales.
radiológicamente normal.
o casi normal, o en un pulmón con enfisema El grado más avanzado de este tipo sería el
más o menos generalizado, de ahí que se pre- llamado “pulmón evanescente” en el que
fiera el término enfermedad pulmonar bullosa prácticamente todo el tejido pulmonar ha
al de enfisema bulloso, si bien se emplean indis- sido sustituido por espacios enfisematosos.
tintamente. Cuando la bulla alcanza un tama- Es importante distinguir el concepto de
ño que supera un tercio del tamaño de un hemi- bulla del de bleb o vesícula subpleural, térmi-
tórax hablamos de bulla gigante. no propuesto por Miller en 1926(4), y que con-
La mayoría de autores(3) clasifican la enfer- siste en una colección de aire situada dentro
medad pulmonar bullosa según el estado del del espesor de la pleura visceral, que separa
parénquima pulmonar en el que asientan la la capa elástica externa de la interna como
bulla o bullas. Así, tenemos: consecuencia de la ruptura de alveolos sub-
• Tipo I: Bulla asociada a parénquima nor- pleurales. Suele localizarse en el vértice pul-
mal o casi normal (Fig. 1). Esto ocurre en monar y el resto del pulmón es normal. Es el
el 20% de los pacientes. La lesión suele hallazgo patológico más frecuente en los neu-
estar bien delimitada y asienta en el vérti- motórax espontáneos primarios.
ce del pulmón. Es una variante del enfise- Otras alteraciones del espacio aéreo que
ma paraseptal y el resto del pulmón es podemos encontrar son(5): los quistes (pared
patológicamente normal por lo tanto, la fina de menos de 3 mm revestida de epitelio),
aparición de alteraciones funcionales esta- cavidades (pared mayor de 3 mm de grosor) y
ría en relación con el tamaño de la bulla y neumatoceles o lesiones aéreas que se presen-
el mayor o menor grado de compresión tan como consecuencia de algunas infecciones
del pulmón que la rodea. pulmonares como la neumonía estafilocócica.
• Tipo II: Bulla o bullas asociadas a enfise-
ma difuso (Fig. 2). Ocurre en el 80% de los PATOGENIA
pacientes, y se considera, esencialmente, La etiología y el mecanismo de desarrollo de
como una “exageración” local de un enfi- la enfermedad bullosa no están claramente defi-
sema panacinar. Las lesiones son múltiples nidos. Se han propuesto diferentes hipótesis(6):
y bilaterales, y varían considerablemente a) debilidad de las paredes alveolares, en parti-
en cuanto a localización y tamaño. Los sín- cular en las zonas apicales del pulmón, some-
tomas, cuando aparecen, no sólo están rela- tidas a mayores tensiones mecánicas que las
cionados con el tamaño de la bulla sino con basales y donde las presiones intrapleurales son
la severidad del enfisema difuso circundante. más negativas, lo que explicaría la mayor ten-
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FISIOPATOLOGÍA
Los primeros estudios que se ocuparon en
los años 50 de las consecuencias fisiopatoló-
gicas de la enfermedad bullosa consideraban
que, mediante un mecanismo valvular que per-
mitía entrar el aire dentro de la bulla pero no
salir, se producía un crecimiento progresivo de
ésta, comprimiendo el pulmón no afectado y,
por lo tanto, la cirugía estaría indicada para eli-
minar una lesión ocupante de espacio(7,8). Estu-
dios más recientes(5) han demostrado que el
pulmón que rodea la bulla tiene menos com-
pliance que la propia bulla, de tal manera que
cuando la bulla y el pulmón se exponen a una
misma presión negativa la bulla se llena com-
pleta y preferentemente antes que el resto del
pulmón. Basados en estos conocimientos, el
FIGURA 3. Crecimiento en 6 años de una bulla en
propósito de la cirugía sería más, permitir que lóbulo superior derecho.
el pulmón sano recupere su arquitectura y elas-
ticidad, que eliminar una lesión ocupante de
espacio. Paciente disneico
En cuanto a la historia natural de la bulla, El objetivo fundamental ante un paciente
al igual que ocurre en el enfisema, la enfer- con enfermedad pulmonar bullosa y disnea es
medad bullosa tiende a empeorar con el tiem- determinar en que grado son la bulla o bullas,
po por el crecimiento de la bulla sin embargo, por la compresión del parénquima circundante,
esta progresión es impredecible pues, hay las responsables de los síntomas respiratorios
casos de rápida progresión (Fig. 3), otros de y, por lo tanto, seleccionar los pacientes que
estabilización e incluso, tras infección de la se pueden beneficiar de la resección quirúrgi-
bulla, de regresión(9). ca. Como ya se ha comentado, algunos estu-
dios sobre las consecuencias fisiopatológicas
INDICACIONES DE CIRUGÍA de las grandes bullas han puesto de manifies-
Los criterios más aceptados para la resec- to que el grado en el que contribuye la bulla a
ción de una bulla gigante son(10): Bulla aisla- la aparición de disnea depende más de la can-
da de más de un 30% de un hemitórax, evi- tidad de tejido pulmonar que ella sustituye y
dencia de parénquima pulmonar normal com- del grado de la afectación enfisematosa del
primido y paciente disneico. Indicaciones parénquima circundante, que de el tejido pul-
menos frecuentes son: la cirugía “preventiva” monar comprimido por ella, ya que, en
en paciente asintomático y las derivadas de muchos casos, no existe un aumento de pre-
complicaciones locales de la bulla como la sión dentro de la bulla por un mecanismo vál-
hemorragia, el dolor torácico, el neumotórax, vular(5,11). Lo que si ocurre es que, cuando la
la malignización y la infección. bulla y el resto del pulmón se exponen a la
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misma presión negativa pleural, la bulla se lle- correlaciona bien con los hallazgos que se
nará preferentemente y siempre completa- obtendrán con la tomografía computarizada
mente, antes que lo haga el resto del pulmón. (TC). Es especialmente útil para seguir la evo-
De estos hechos se desprende que la selección lución de esta patología y su realización en ins-
de los enfermos que se van a beneficiar de la piración y espiración, nos aportará datos res-
resección es, muchas veces, difícil y explican pecto a la situación del pulmón comprimido
que los resultados de esta cirugía no sean siem- por la bulla(14), incluso algunos autores(15) han
pre los esperados. descrito un sencillo método basado en la radio-
Otros objetivos de la cirugía, además de extir- logía convencional para cuantificar el grado de
par una lesión ocupante de espacio que com- compresión del pulmón subyacente (índice de
prime el resto del pulmón, son disminuir la resis- compresión). Pero es la TC del tórax la prue-
tencia de la vías aéreas y disminuir el espacio ba de imagen más útil en la valoración de la
muerto mejorando el trabajo respiratorio. enfermedad bullosa(16), pues permite con gran
Como resume De Giacomo et al(12), las precisión determinar el tamaño, la localización
bases fisiopatológicas en las que se basa la y el número de las bullas, así como, el esta-
mejoría después de la bullectomía son: reduc- do del parénquima que las rodea. Estos hallaz-
ción del volumen residual y la hiperinsuflación gos son fundamentales pues sabemos que los
torácica, reexpansión del pulmón subyacente mejores resultados de la cirugía se obtendrán
y, mejorar la contractibilidad diafragmática, la en bullas solitarias, de más de un 30% y con
mecánica de la pared torácica y la hemodiná- parénquima restante normal(17).
mica pulmonar, bases que comparte con la La gammagrafía pulmonar de perfusión
cirugía de reducción de volumen pulmonar, o mejor de ventilación/perfusión es un méto-
utilizada cuando el enfisema es generaliza- do efectivo de valorar la integridad vascular
do, y que se trata en otro capítulo de esta del pulmón y aportar datos cuantitativos de la
monografía. función pulmonar regional(11,18). Es muy útil
Para una adecuada selección de pacientes también, para estudiar la función de la bulla
deberemos realizar: una evaluación clínica, en el sentido de conocer su participación en
pruebas de imagen y pruebas de función res- la ventilación (bulla comunicante vs no comu-
piratoria. nicante) y en la perfusión.
La angiografía para la valoración de la cir-
Evaluación clínica culación pulmonar, hoy en día, ha sido casi
La disnea es el síntoma que se requiere completamente sustituida por la TC con con-
para considerar la resección de la bulla. Exis- traste que aporta una información similar(19).
ten diversas escalas para medir este síntoma(13),
que pueden ayudar para valorar su intensidad. Exploración funcional pulmonar
Cualquier grado de disnea es anormal y el Aunque las pruebas de función respiratoria,
paciente se debe considerar sintomático. por si solas, no son suficientes para sentar una
Deben evaluarse también, la edad, la indicación de cirugía en la enfermedad bullo-
comorbilidad, el tabaquismo y la situación clí- sa, son muy útiles para intentar conocer el pro-
nica global. blema clave en estos pacientes que es, conocer
Especialmente importante es la valoración en qué grado es la bulla la causante de la sin-
cardiovascular, en el sentido de descartar insu- tomatología respiratoria y, por lo tanto, qué
ficiencia cardiaca derecha. pacientes se van a beneficiar de esta cirugía.
En los pacientes con enfermedad bullosa
Pruebas de imagen tipo I las pruebas funcionales son en general
La radiografía simple de tórax es la primera normales mientras las bullas ocupen una ter-
prueba de imagen que se suele realizar y se cera parte o menos del volumen del pulmón;
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así la capacidad vital forzada (CVF) y el volu- de la TLCO y de la retracción elástica pulmo-
men espiratorio forzado durante el primer nar sugiere enfisema, desaconsejando, en
segundo (VEMS) suelen estar dentro del rango general, la bullectomía(20).
de la normalidad, aunque la capacidad residual Durante el ejercicio también existe un com-
funcional (CRF) y el volumen residual (VR) pue- portamiento diferente. En los pacientes con
den estar aumentados, sobre todo si se deter- enfermedad bullosa pulmonar, con escasas
minan mediante pletismografía corporal. Si las bullas circunscritas, el gradiente alveolo-arte-
bullas son de gran tamaño existirá un patrón rial de oxígeno, la relación ventilación de espa-
restrictivo. Las bullas que aparecen sobre un cio muerto/ventilación total (Vd/Vt), la TLCO y
trasfondo de EPOC se asocian con cambios de la oxemia arterial se mantienen normales o
la función pulmonar similares a los que se desa- casi normales durante el ejercicio. Los pacien-
rrollan en los pacientes que padecen EPOC sin tes en los que las bullas se asocian a enfisema
bullas, con disminución de CVF y VEMS, panacinar el gradiente alveolo-arterial de oxí-
aumento de la CRF y del VR, aumento o nor- geno está incrementado en reposo y durante
malidad de la capacidad pulmonar total (CPT), el ejercicio desarrollan frecuentemente hipo-
deterioro de la difusión pulmonar (TLCO) en xemia arterial y niveles próximos a la hiper-
reposo y durante el ejercicio y frecuentemen- capnia. La relación Vd/Vt es mayor que en los
te hipoxemia con o sin hipercapnia. casos de enfermedad bullosa pulmonar y la
El volumen de aire atrapado en las bullas TLCO no se incrementa durante el ejercicio.
puede determinarse por la diferencia entre Las bullas pocas veces contribuyen signifi-
la capacidad residual funcional calculada por cativamente a la ventilación del espacio muer-
pletismografía corporal y la calculada por el to porque están mal ventiladas. En la enferme-
método de dilución de helio por circuito cerra- dad bullosa pulmonar tipo I, la resistencia de
do. En el primer caso la CRF será mayor dada las vías aéreas suele estar dentro de los lími-
la incapacidad del gas inerte utilizado en el cir- tes normales a volúmenes pulmonares altos,
cuito cerrado para entrar en las bullas. pero puede estar aumentada a volúmenes pul-
Por otra parte, la expansión de bullas de monares bajos como resultado de la reducción
gran tamaño altera la mecánica respiratoria, del retroceso elástico. El fundamento de la
comprimiendo el tejido pulmonar adyacente bullectomía reside en el potencial del pulmón
y disminuyendo la tracción radial sobre las vías sano para expandirse y llenar el espacio ocu-
aéreas (presión de retracción elástica pulmo- pado por las bullas y en el aumento postope-
nar), incrementando de esta forma la resis- ratorio esperado de la presión de retroceso elás-
tencia al flujo aéreo. En estos casos, la extir- tico que reduce la tendencia de las vías aéreas
pación de una gran bulla incrementaría la pre- a colapsarse en la espiración. Establecer las indi-
sión de retracción elástica pulmonar y dismi- caciones de forma adecuada será elemento clave
nuiría la resistencia de la vía aérea. Dado que para el éxito del tratamiento quirúrgico.
el enfisema generalizado también tiene dis- En la tabla 1(21) se resume el proceso de
minuida la presión de retracción elástica, la selección de pacientes para esta cirugía.
determinación de la capacidad de difusión de
monóxido de carbono (TLCO) tiene especial Paciente asintomático
valor para la diferenciación de ambas patolo- Como se ha discutido previamente, la his-
gías ya que éste test se relaciona mejor con la toria natural de una bulla suele ir hacia un
estimación morfológica de enfisema que la aumento de su tamaño y por lo tanto, un aumen-
mayoría de las pruebas. Dicha prueba es nor- to o aparición de la disnea con un empeora-
mal o casi normal en la enfermedad bullosa miento de la función pulmonar. Por otra parte,
en general y está disminuida en el enfisema bullas asintomáticas pueden complicarse infec-
generalizado. La combinación de disminución tándose rápidamente suponiendo un riesgo vital.
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Basados en estos hechos hay autores que defien- este síntoma que mejoraron tras la bullecto-
den la cirugía preventiva cuando la bulla ocupa mía. El dolor suele ser retroesternal y rela-
más de la mitad de un hemitórax(22,23). Sin cionado con el esfuerzo lo que obliga a un diag-
embargo, otros consideran que las complica- nóstico diferencial con el dolor de la cardio-
ciones postoperatorias, frecuentes en esta ciru- patía isquémica.
gía, no aconsejan la cirugía preventiva(24).
Neumotórax
Otras indicaciones La enfermedad bullosa es la causa más fre-
Hemorragia cuente de neumotórax espontáneo secunda-
La hemoptisis masiva secundaria a hemo- rio(27). Clínicamente la repercusión respiratoria
rragia dentro de la bulla es una situación, aun- suele ser mayor que la que cabía esperar por
que posible(25), muy rara por lo que, la aparición el tamaño del neumotórax debido a la enfer-
de este síntoma obliga a descartar otras causas medad del pulmón subyacente. El diagnóstico
más frecuentes de hemoptisis como el cáncer, radiológico puede ser difícil ya que, en la radio-
bronquiectasias o colonización aspergilar(26). logía convencional se pueden confundir las imá-
genes de un neumotórax con las de una bulla
Dolor torácico gigante, resultando la TC una prueba muy útil
Aunque es una rara indicación de cirugía, para evitar la inadecuada inserción de un dre-
algunos autores(27) han comunicado casos con naje en la bulla.
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Resección de la bulla
Hay acuerdo general en que la cirugía debe
intentar eliminar la bulla conservando el máxi-
mo parénquima pulmonar útil. Esto se consi-
gue con resecciones limitadas, pues reseccio-
nes anatómicas (segmentectomía, lobectomía,
neumonectomía) pueden eliminar tejido pul-
monar funcionante a nivel hiliar, aunque el ciru-
jano no lo aprecie en el campo operatorio(27).
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Bullectomía abierta
Los resultados a corto plazo de los pacien-
tes adecuadamente seleccionados es bueno.
En la mayoría de las series la mejoría clínica
a corto plazo alcanza a casi el 100% de los
B pacientes(58,63-66) observando que esta mejo-
FIGURA 7. A) Visión del campo quirúrgico. Se ha ría solo se mantiene en alrededor del 80% a
extirpado un fragmento costal y se ha introducido los 5 años(65,66). Así por ejemplo, en la serie
el Foley en la bulla aplicando talco en su superficie. de Schipper (58) de San Luis, se operan 43
B) Visión del campo al finalizar la intervención.
pacientes, 22 procedimientos bilaterales y 21
unilaterales. A los 6 meses de la cirugía, mejo-
manejo, a veces complicado, se sale de los ró la disnea en el 86, en el 10 no cambió y el
objetivos de este capítulo. Otras complicacio- 4% empeoró. El VEMS pasó del 34 del pre-
nes menos frecuentes son enfisema subcutá- visto de media al 55%. A los 3 años, se man-
neo, arritmias cardiacas y empiema. tenía la mejoría de la disnea en el 81, 11 sin
La mortalidad operatoria varía según dis- cambios y 8% peor. El VEMS a los 3 años
tintos autores, pero en general, la edad, la selec- cayó al 49%. Los resultados a corto plazo pue-
ción de pacientes, el abordaje y técnica qui- den prolongarse en el tiempo, hasta 20 años
rúrgica, la presencia o no de cor pulmonale y o más, si se trata de un paciente con una gran
la presencia de enfisema difuso son buenas bulla en el seno de un pulmón completa-
variables pronósticas. En un meta-análisis publi- mente normal(17).
cado por Snider(60) en 1996 sobre 22 series y Otras series, como la de Gunstensen en
262 pacientes operados desde 1950 encuen- 1973(24) presentan resultados menos satisfac-
tra una mortalidad del 8%. En series más torios, con una mejoría clínica en solo el 50%
recientes y homogéneas la mortalidad varía de los 23 pacientes operados.
entre el 0 y el 2,3%(58, 61). En cuanto a la mor-
talidad del drenaje endocavitario se sitúa entre Bullectomía toracoscópica
el 0 y el 15%(56,57,62). Los resultados a corto y largo plazo con
este abordaje son similares a los obtenidos
RESULTADOS en la cirugía abierta. De nuevo se repite que
Analizar los resultados de la cirugía en la cuanto mejor sea el estado del pulmón sub-
enfermedad bullosa es difícil ya que la mayo- yacente mayor y más duradera será la mejo-
ría de las series son pequeñas y factores como ría(12,61).
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