Educación Superior

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DIDÁCTICA Y EVALUACIÓN DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR

Mtra. Maria del Rosario Sanchez Romero

ACT-4.

DE 26 MARZO del 2018

Introducción.

La educación es uno de los factores más influyentes para el avance y progreso de las personas,
sociedades y países, la cual ha adquirido mayor importancia debido a los cambios científicos y
tecnológicos acelerados.

La educación es necesaria en todos los sentidos. Para mejorar nuestro bienestar social, nuestra
calidad de vida, para acceder a mejores oportunidades de empleo, para fortalecer nuestros
valores y relaciones sociales. La importancia de la educación radica en ser mejores cada día y
aprovechar los recursos que tenemos.

En América Latina se han dado procesos de mejoramiento en las prácticas de evaluación


educativa y México no ha sido la excepción. Con los cambios en los marcos regulatorios y la
creación de instituciones que vigilan los procesos de evaluación en el sector educativo,
alineando los objetivos y metas con las propuestas internacionales de evaluación, México
posee una trayectoria en la experiencia de actualización de sus sistemas que bien vale la pena
analizar, no solamente por sus logros sino también por sus limitaciones que pueden ser tenidas
en cuenta para otros países cuyo recorrido podría encontrarse en estadios preliminares con
situaciones similares al caso mexicano. En la primera parte del presente artículo se exponen
los aspectos teóricos de la evaluación educativa seguido de los antecedentes en México; a
continuación se exponen los componentes de dicha evaluación, tanto de las escuelas como de
la capacitación de los docentes y el aprendizaje de los estudiantes, además de los procesos
que actualmente presenta la evaluación educativa en México; finalmente, se presentan las
conclusiones y reflexiones

Desarrollo

Cómo evaluarías la educabilidad.

Educabilidad es la capacidad que posee el ser humano para formarse a través de sucesivos
esfuerzos educativos, esto depende del contexto en el que se desarrolle como persona ya sea
familiar, escuela, sociedad o cualquier ámbito y su relación con el aprendizaje porque adquiere
y construye o modifica conocimientos que le permitirá o no lograr sus objetivos.

La educabilidad: con respecto a este tema coincidimos con lo que menciona Toscano de que
todo este proceso de construcción de legajos y de derivación de alumnos a educación especial
se da ante la repitencia y los tropiezos en la trayectoria escolar de algunos alumnos que se
convertirían en sospecha sobre su educabilidad. Baquero sostiene que: “no se ha de sospechar
de la naturaleza del alumno, sino en la insuficiencia del método utilizado“. Las sospechas sobre
la educabilidad caen sobre la capacidad del alumno y por los padres”. La escuela atendió a la
diversidad pero definiendo los criterios que otorgaban identidad del alumno común, sano,
normal. El tema de lo diverso no fue ignorado por la escuela sino tramitado de un modo
naturalizado. Baquero en “Educabilidad bajo sospecha" critica la concepción tradicional de la
educabilidad. Plantea “rever reglas y división de tareas de los diferentes actores”, es decir,
“revisar lo institucional”, correr el eje de “la responsabilidad puesta en el sujeto y pensar en
“una matriz de relaciones (“entorno familiar, condiciones de educabilidad”, otros).
Concordamos con el autor cuando dice:”…se sospecha de la educabilidad del niño” y sugiere
que hay que “avanzar sobre esa sospecha Baquero (5) menciona que: “se desconocen los
efectos de las prácticas pedagógicas en los sujetos”. Finalmente el autor sustenta que hay “que
educar como proyecto político pensando en las condiciones de aprendizaje que puede brindar
la escuela”

2.-Desde tu punto de vista por qué el CENEVAL en el diseño de sus exámenes debe
considerar las opiniones de académicos, profesionistas, y usuarios de servicios
profesionales.
El CENEVAL es una instancia operativa, es un organismo destinado a poner en práctica, de
manera cotidiana y permanente, lo que en el marco de los conceptos, las políticas y las
directrices del sistema educativo se ha expresado como prioridad: el mejoramiento cualitativo
y el propósito de intensificar los procesos de evaluación.

Los exámenes del CENEVAL se diseñan y preparan para que tengan validez en todo el país; por
lo tanto, estos exámenes no se hacen de acuerdo al currículo, el perfil de egreso o el temario
de alguna institución educativa en particular, salvo en el caso de los contenidos de la
educación básica, los cuales son obligatorios en todo el sistema educativo. Los exámenes del
CENEVAL no pretenden explorar en forma cabal y exhaustiva todos los posibles objetivos y
finalidades de un programa educativo, pero sí aquellos que se consideran básicos,
indispensables o esenciales en cada programa. De este modo, por ejemplo, el examen para
evaluar a quienes concluyen un programa de licenciatura en medicina se orienta hacia aquellos
conocimientos, información y habilidades que todo médico recién egresado de una
universidad debe tener, cualquiera que sea la institución educativa en que cursó la carrera.
Desde su perspectiva externa e independiente, el CENEVAL se aboca a establecer el “mínimo
esencial” de conocimientos y habilidades que debería alcanzarse en todo programa de
licenciatura, de bachillerato o de educación secundaria.

¿Consideras que tienen relación la acreditación y la evaluación?

Evaluación Educativa puede definirse como una actividad o proceso sistemático y objetivo, de
identificación, recogida o tratamiento de datos sobre elementos o hechos educativos, con el
objetivo de interpretarlos, valorarlos y, sobre dicha valoración, tomar decisiones (García
Ramos, 1989).

Martínez, María (2008) declara: “entendemos por acreditación la forma de regulación, cuya
finalidad principal es garantizar que las IES cumplan una serie de estándares, criterios y
compromisos adquiridos con la sociedad en su conjunto. Por lo tanto, la acreditación no solo
debe estar relacionada con el control de la calidad sino también, con la mejora de los servicios
que ofrecen las IES, para dar respuesta a las demandas de la sociedad. Esto quiere decir que,
las IES deben estar constantemente revisando los servicios que ofertan para adaptarlos a las
constantes demandas y compromisos sociales”.

De este modo, la evaluación debe contemplar un proceso comprensivo de análisis del


desempeño del alumno, dinámico, crítico, creativo, cooperativo, que presupone el
acompañamiento constante y que toma en cuenta las diversas dimensiones de la actuación del
alumno. En este sentido, contribuye a la toma de decisiones y al mejoramiento de la calidad de
la enseñanza, y enfatiza un aspecto de diagnóstico procesal, informando a los protagonistas de
la acción para su perfeccionamiento constante (Capelleti, 1999).

La educación es, indudablemente, una llave maestra, ya que incide simultáneamente sobre la
equidad, el desarrollo, y la ciudadanía. La educación es esencial para desarrollar una
competitividad basada en el uso más intensivo del conocimiento. Pero es también un derecho
social y cultural, consagrado como tal en los acuerdos internacionales sobre derechos
humanos. Tener educación permite acceder a trabajos de calidad, participar en las redes por
las que circula el conocimiento e integrarse a la revolución de la información. Por esos
motivos, la educación es crucial para superar la reproducción intergeneracional de la pobreza y
la desigualdad. Su efecto en este ámbito es muy amplio, dado que mejora el ambiente
educacional de los hogares futuros, y con ello, el rendimiento educativo de las próximas
generaciones, así como las condiciones de salud del hogar y las posibilidades de movilidad
socio-ocupacional ascendente, entregando además, herramientas esenciales de la vida
moderna que evitan la marginalidad sociocultural y permiten una participación plena en el
sistema democrático.

Tradicionalmente, en México la evaluación de los alumnos también ha estado a cargo de los


maestros en cada escuela. Cuando el sistema educativo comenzó a experimentar el vertiginoso
crecimiento que la explosión demográfica trajo consigo, los maestros utilizaban ampliamente
pruebas de tipo objetivo difundidas por la SEP que, aunque rudimentarias, tenían la ventaja de
ser homogéneas. En los años setenta, la SEP desarrolló evaluaciones en gran escala para el
ingreso de alumnos de secundaria y luego para valorar el aprendizaje de los alumnos de
primaria. Con este fin comenzaron a desarrollarse pruebas estandarizadas para su aplicación a
muestras nacionales de alumnos. A principios de los años noventa la experiencia relativa a
evaluaciones en gran escala incluía los exámenes de ingreso a la educación normal, los del
Instrumento de Diagnóstico para Alumnos de Nuevo Ingreso a Educación Secundaria y el
Estudio integral de la Educación Preescolar, Primaria y Secundaria.

En educación superior, en 1994, se creó el Centro Nacional para la Evaluación de la Educación


Superior, que diseña pruebas de ingreso a educación media superior, licenciatura y posgrado,
así como de egreso de licenciatura. En el periodo de 96-97 se unificaron los procesos de
selección de alumnos para las instituciones de nivel medio superior de la Zona Metropolitana
de la Ciudad de México. De la segunda mitad de la última década del siglo XX data igualmente
el inicio de la participación de México en proyectos internacionales de evaluación, con las
pruebas del Tercer Estudio Internacional de Matemáticas y Ciencias, y las del Laboratorio
Latinoamericano de Evaluación de la Calidad Educativa, y el Programa para la Evaluación
Internacional de Estudiantes (PISA) de la OCDE

En nuestro país la evaluación y la acreditación son consideradas como parámetros para medir
la calidad en la educación superior.

A nivel mundial, ambos procesos, evaluación y acreditación, son reconocidos como medios
ideales para procurar el mejoramiento de la educación superior.

La evaluación y la acreditación se relacionan entre sí, son procesos diferenciables y


complementarios. Es importante resaltar que la evaluación precede a la acreditación, es decir,
con base en la información y elementos de juicio obtenidos en el proceso de evaluación, se
procede a la acreditación y ambos tienen como finalidad el mejoramiento general en la calidad
de los sistemas de educación superior, donde la acreditación es uno de los mecanismos de
garantía de calidad más importantes
Conclusión

Que los empresarios cuya empresa es educar sean del sector público o del privado no esperen
a que ocurra la revolución educativa que México necesita para hacer bien lo que hacen. Que
no esperen que otros corran los riesgos y paguen los precios de quien inicia las
transformaciones. Que asuman sus propias responsabilidades y no vean en las omisiones de
los otros la justificación de las propias. Al respecto, podrían comenzar por implantar en las
escuelas a su cargo la evaluación externa de sus programas y de sus alumnos, utilizando los
medios ya disponibles, por ejemplo los del CENEVAL, los del Consejo de Normalización y
Certificación de Competencia Laboral (CONOCER), los de los comités interinstitucionales, los de
los consejos de acreditación, etcétera. Podría ser una buena decisión para todos los mexicanos
y podría ser una forma de iniciar una revolución.

Es indudable que en México se han tenido notables avances en la estandarización de los


procesos de evaluación y acreditación de la IES, sin embrago todavía no se ha logrado
consolidar un verdadero Sistema Nacional de Evaluación, que amalgame las políticas
educativas y el esfuerzo conjunto de la IES. Esta tarea no es fácil, implica grandes esfuerzos y
cambios en algunos procesos existentes, sin embargo, con el compromiso de las autoridades
educativas, de las instituciones involucradas y la participación entusiasta de la comunidad
educativa, se vislumbra que esto podrá ser una realidad en un futuro próximo.
Bibliografía

LEPELEY, M. Gestión y Calidad en Educación. Un modelo de Evaluación. McGraw-Hill


Interamericana Editores, S.A. 2003. SPENDOLINI, M. Benchmarking. Editorial Norma, S.A.
Bogotá. 1995.

VIVAS, M. El modelo de la Calidad Total para las Instituciones Educativas. Revista

Acción Pedagógica, Vol. 8, Nº 2. Universidad de Los Andes-Táchira. 1999.

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