Desacuerdo de Bolívar y Miranda Mi Parte Nestor Seijas

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Introducción

La historia la escriben personas lo cual con lleva a la interpretación y los


sentimientos, de lo cual el ser humano en el momento que carezca de ellos
dejaremos de ser lo.

Desacuerdo de Bolívar y Miranda

El congreso que había convocado la junta de Caracas se reunió en marzo


de 1811 y, en su seno, pronto se manifestaron las distintas posturas: los que
querían aprovechar la coyuntura internacional para separarse definitivamente de
España, y quienes preferían aguardar el desarrollo de los acontecimientos.

La presencia de Miranda, que había regresado de Inglaterra en diciembre


de 1810, pesó para que los sectores más activos de la burguesía comercial y la
aristocracia terrateniente –enfrentados con la metrópoli desde la implementación
de las reformas borbónicas– se impusiese y lograse la declaración de la
independencia el 5 de julio de 1811. En diciembre del mismo año se promulgó la
constitución, liberal y federal, inspirada en la de los Estados Unidos. Tanto
Miranda como Bolívar estaban en desacuerdo con la forma política elegida.
Preferían un Estado más centralizado. La constitución estableció, además, la
igualdad jurídica de todos, sin diferencia de razas, aunque no se declaró la libertad
de los esclavos –simplemente, se prohibió su trata–. Asimismo, como condiciones
para votar, se establecieron como requisitos la ocupación y la propiedad, lo cual
aseguraba el dominio de la elite criolla. La constitución suprimió los fueros militar y
eclesiástico; y aunque no se aceptó la tolerancia religiosa, sí se la discutió
extensamente.
Pronto surgió la contrarrevolución. Valencia, Coro y Maracaibo se opusieron
a Caracas. La llegada de una reducida expedición española desde Puerto Rico, al
mando del capitán naval Monteverde, en marzo de 1812, fue ganando adeptos a
su paso. El 26 de marzo, un terremoto destruyó Caracas y las zonas que se
encontraban bajo el control de los republicanos. Para el pueblo, fue una
manifestación de la voluntad divina, contraria a la revolución. De ahí en más, los
hechos se precipitaron. Bolívar tuvo que abandonar la sublevada fortaleza de
Puerto Cabello y Miranda –jefe supremo de la república, con poderes dictatoriales
concedidos por el Congreso frente a la emergencia– capituló el 25 de julio.

El móvil de estos sucesos, sin duda alguna fue la traición, la intriga que la
consumó en su momento es la misma que mueve las plumas de escritores
contrarrevolucionarios, si miramos con visión panorámica y damos un poco de luz
a las sombras que se encuentran alrededor de Miranda y Bolívar, tanto en la
capitulación como en el arresto, veremos el rostro más real de la traición, de la
intriga que sin duda alguna fue la causa que más peso tuvo sobre aquella
república naciente.

No se trata aquí de exculparlos de los errores que cometieron, pero se debe


establecer una diferencia entre errores y traiciones, puede que los primeros hayan
influido en el transcurso de los hechos, pero sin duda las traiciones hicieron mucho
más daño de los que Monteverde ocasionó.

Se debe ser minucioso al momento de analizar la pérdida de la Plaza de


Puerto Cabello que tuvo lugar el 30 de junio de 1812, ya que muchos lo registran
como una sublevación, como si los militares allí presentes se hubiesen sublevado
ante la autoridad de Bolívar, pero es importante resaltar que la insubordinación de
la tropa se produce luego de la traición de Francisco Fernández Vinoni, por el error
de Bolívar de ausentarse del Castillo de San Felipe, lo que permitió a los traidores
liberar a los presos y así apoderarse de la Plaza de Puerto Cabello.
El incidente de Puerto Cabello le dio un giro a la guerra, dejando a los
patriotas en una posición adversa, lo que asomó la negociación como una
posibilidad para conservar la vida de los patriotas y organizar la lucha desde
Nueva Granada. La Capitulación de San Mateo que se firmó el 25 de julio de
1812, es uno de los puntos más álgidos del debate, para entender cómo se llegó a
este punto se debe retirar un poco la mirada de Miranda, para observar las
acciones de su entorno.

El Generalísimo fue blanco de constantes intrigas por parte de los


mantuanos que presidían la Junta de Gobierno y los que estaban en el Congreso
entre los que podemos citar a Juan Germán Roscio, que nunca paró de levantar
injurias en su contra, lo que queda demostrado en sus cartas a integrantes del ala
moderada mantuana y en la obstrucciones que hizo a Miranda desde el congreso.

El Marqués del Toro que traicionó a la república cuando fue enviado a la


región llanera a reclutar soldados y escapó a la isla de Granada. Francisco Espejo
parte del Poder Ejecutivo quien manifestó a la llegada de Monteverde a la Victoria
“Gracias al cielo de volver bajo la dominación de los dueños legítimos” (cita
extraída del Libro “La Rebelión Popular de 1814” de la autoría de Juan Uslar
Pietri):

Pero para los anales de la historia, quedará escrita la traición del Marqués
Casa de León, poco denunciada por los escritores, al cual Mariano Picón Salas en
su biografía sobre Miranda, describió como “un cortesano y adulador, oculta sus
opiniones política y lo que desea en el fondo es flotar y lucrar en todos los
gobiernos”.

Este oscuro personaje se ganó la confianza de Miranda (un grave error) al


punto que lo envió a Caracas a supervisar la situación después de la pérdida de
Puerto Cabello, a su regreso dio un reporte pesimista de la situación, exagerando
detalles, para generar las condiciones y abrir las puertas a una capitulación.

Luego de la primera ronda de negociaciones con Monteverde a las que


fueron enviados el coronel Aldao y José de Sata y Bussy, el Marqués convence a
Miranda para que lo envíe a “dulcificar la capitulación”, acto que Mariano Picón
Salas sentenciaría de una forma pintoresca afirmando que se mostró tan seguro
de su negociación que le comenta al Generalísimo que se quedará en sus
haciendas de Maracay. Un año después en agosto de 1813, sería este traidor
parte de la comisión enviada por los realistas a capitular con Bolívar que entraba
victorioso a Valencia después de ganar importantes batallas.

En este marco ya es bien conocido, el grave error de Miranda de no


comunicar a la tropa los acuerdos de la capitulación y su traslado forzoso al Puerto
de La Guaira, del cual los desleales al acecho se aprovecharon, para acusarlo de
traidor y saldar lo que veían como cuentas pendientes.

En este contexto, un Bolívar exaltado fue utilizado como chivo expiatorio


aquella madrugada del 31 de julio de 1812, cometiendo el error de pensar que se
cobraba una traición a la patria, sirvió a los más bajos sentimientos de alevosía sin
darse cuenta.

Uno de los vacíos al momento de narrar o analizar el arresto contra


Miranda, es poner al Libertador como el autor intelectual del arresto, cuando entre
las sombras que lo rodeaban estaban quienes idearon el arresto: Manuel María de
las Casas Comandante del Puerto de La Guaira y Miguel Peña Gobernador de La
Guaira, de los que dirá Mariano Picón Salas “Un traidor que ya espera entregar la
Plaza de La Guaira a Monteverde y un resentido que cobra un antiguo encono
contra Miranda”. Verdaderos rostros de la traición, que entregaron la república y
envolvieron a grandes hombres que dieron su vida por la causa independentistas,
pero el tiempo y la posteridad siempre terminan por descubrir el fétido olor de la
felonía.

CONCLUSIÓN

Las personas actúan por el sentimiento más que por la lógica o el pensar. Las
traiciones, las riñas o un simple desacuerdo no eran problemas que grandes
hombres no podían tener, siendo incierta la verdad absoluta en cuestiones de
historia ya que el pasar del tiempo castiga el papel y cambia palabras.

BIBLIOGRAFÍA

https://elestado.net/2020/03/04/bolivar-miranda-cronicas-traicion/

https://www.ensayistas.org/filosofos/venezuela/bolivar/I.htm

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