U10 Fallo - 07-04-15 - Indemnización - Por - Colocar - A - Trabajador - en - Reserva - de - Puesto

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Indemnizan a trabajador que se consideró

despedido por haber sido colocado en “reserva de


puesto” ante las disidencias respecto de su salud
7 abril 2015 por Ed. Microjuris.com Argentina Dejar un comentario

Partes: Franco Manuel Antonio c/ Fresenius


Medical Care Argentina S.A. s/ despido
Tribunal: Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo
Fecha: 6-feb-2015
Cita: MJ-JU-M-91336-AR | MJJ91336 | MJJ91336
Procede el despido indirecto de un trabajador que a causa de disidencias respecto de su estado de
salud fue colocado en “reserva de puesto”.
Sumario:
1.-Se ajustó a derecho el despido indirecto decidido, pues ante la discrepancia entre los médicos
dictaminantes sobre la salud del actor – su médico y el de la empresa-, ésta debió recurrir a una
tercera opinión dirimente de la situación, en aras de la buena fe contractual, pero decidió estar al
dictamen emitido por su médico y colocar al actor en reserva de puesto.
2.-De haber aceptado que el actor contaba con capacidad residual para cumplir tareas acordes a
su estado, no demostró la empleadora que no contara con ellas, circunstancia que sí hubiera
avalado la decisión de recurrir al art. 211 de la LCT, para conservar el contrato hasta que mejorara
la salud del trabajador y pudiera así retornar a sus labores habituales.
Fallo:
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a los 6 días del mes de febrero de 2015, reunida la Sala
Primera de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, para dictar sentencia en la causa del
epígrafe, y de acuerdo al correspondiente sorteo, se procede a votar en el siguiente orden:
La Dra. Gabriela Alejandra Vázquez dijo:
I.- La Sra. Jueza “a quo”, en la sentencia de fs. 300/307, hizo lugar a la demanda orientada al cobro
de indemnización por despido y otros créditos de naturaleza laboral. Para así decidir, luego de
valorar las pruebas producidas y los antecedentes del caso, resolvió que el despido decidido por el
actor resultó justificado.
Tal decisión es apelada por la demandada a tenor del memorial de fs. 323/335. Dicha presentación
mereció, a su vez, la réplica de fs. 341.
II.- La parte demandada, ataca el fallo: porque entiende que la Sra. Jueza de grado valoró en forma
errónea la prueba de autos, con relación a la supuesta negativa de tareas. Se queja también, por la
recepción favorable de la multa establecida en el artículo 80 de la ley 20.744. Finalmente, se alza
contra la imposición de las costas a su parte.
III.- No se discute en autos que el actor se desempeñó como dependiente de la demandada desde
el 1º de agosto de 2001, realizando tareas de desinfección de las máquinas de diálisis, percibiendo
por ello una remuneración mensual de $4.367,57.-. Tampoco resulta un hecho controvertido en
autos que el actor el 30 de septiembre de 2010 tuvo un accidente cerebro vascular, por lo que
comenzó a gozar una licencia por accidente en los términos del art.208 de la LCT y que luego su
médico personal a partir del 23 de septiembre de 2011 resuelve otorgarle el alta con tareas
livianas, circunstancia notificada a la empleadora con fecha 5/11/11 (ver fs.132 y 136), lo que
motivó que ésta le comunicara al trabajador el impedimento de otorgarle tareas y, en base a ello la
empresa procedió a la reserva del puesto de trabajo, derivando en la finalización de la relación
laboral, decidida por el actor.
El reproche efectuado por la demandada con relación a la apreciación de los elementos probatorios
realizada por la Magistrada de grado, en cuanto sostuvo que el actor se consideró correctamente
despedido cuando la demandada se negó a asignarle tareas
acordes a su estado físico, no será receptado favorablemente, pues no encuentro razones que
permitan apartarme de la decisión adoptada en grado.
No puede soslayarse que la selección y valoración de las pruebas es una facultad exclusiva de
quiénes juzgan, pues en virtud de lo prescripto en el art. 386 del CPCCN, pueden considerar las
que estimen relevantes y conducentes para la mejor solución del litigio.
En el terreno de la apreciación de la prueba, el art. 386 del CPCCN exige que se realice el análisis
de acuerdo con los principios de la sana crítica, siéndole totalmente lícito valorar si los testimonios
le parecen o no ser conducentes para la dilucidación del litigio, pudiendo valerse las pruebas que
estime correspondientes. En definitiva se trata de una facultad privativa del magistrado.
El material probatorio debe ser apreciado en su conjunto, por la concordancia o discordancia que
ofrezcan los distintos elementos acompañados.
Ante la discrepancia entre los médicos dictaminantes sobre la salud del actor – su médico y el de la
empresa-, ésta debió recurrir a una tercera opinión dirimente de la situación, en aras de la buena fe
contractual (art. 63 y conc. ley 20744). Decidió estar al dictamen emitido por su médico, y colocar al
actor en reserva de puesto.Coincido con la Jueza de grado en que no correspondía otorgar
preeminencia a una opinión por encima de la otra. Y de haber aceptado que el actor contaba con
capacidad residual para cumplir tareas acordes a su estado, no demostró la empleadora que no
contara con ellas, circunstancia que sí hubiera avalado la decisión de recurrir al art. 211 de la LCT,
para conservar el contrato hasta que mejorara la salud del trabajador y pudiera así retornar a sus
labores habituales.
Pero aun, sin soslayar los dichos de los testigos Ospital (a fs.191), Papasidero (a fs. 264) y Zarate
de Sassone (a fs.271), todos empleados de la demandada, ninguna prueba en concreto se
acompañó para así corroborar que la demandada cumplió con lo establecido por el artículo 212 de
la LCT, esto es la obligación de asignarle al actor las tareas que pueda llegar a realizar conforme
sus capacidades.
Por ello, y ante la discrepancia entre los dos criterios médicos, incumbía a Fresenius Medical Care
Argentina S.A., la carga de probar en forma objetiva y concreta la falta de puestos con tareas
adecuadas para el actor incapacitado. En consecuencia y a mérito de las consideraciones
expuestas, lo resuelto por la Sra. Jueza de grado, debe ser mantenido.
Estas argumentaciones brindan un adecuado sustento al pronunciamiento, razón por la que se
omite el análisis de las demás cuestiones que se hubieran planteado en tanto resulten
inconducentes para la solución del litigio. En tal sentido la C.S.J.N. ha señalado que “los jueces no
están obligados a seguir y decidir todas las alegaciones de las partes, sino solo a tomar en cuenta
lo que estiman pertinente para la correcta solución del litigio” (conf. Fallo del 30.4.74 en autos
“Tolosa Juan C. C/ Cia. Argentina de Televisión S.A:” pub. En La Ley, Tomo 155 pag. 750 número
385).
IV.- Corresponde viabilizar la multa prevista por el art. 45 de la ley 25.345, ya que si bien el art.3º
del dto 146/01 establece que recién luego de transcurridos treinta días desde la extinción del
vínculo, el trabajador está facultado para requerir la entrega de los mismos, considero que en el
caso particular de autos- donde la empleadora rechazó la intimación a entregar los certificados
previstos por el art. 80 LCT (ver telegrama 27311335 2 de fecha 22 de mayo de 2012, a fs. 18
obrante en el anexo de fs. 19), lo que evidenció una negativa a entregarlos, que luego quedó
materializada al momento de la audiencia del SECLO y al contestar la demanda, por ello
concuerdo con la sentenciante de grado en cuanto resulta procedente la multa prevista por el
artículo 80 de la ley 20.744 (to art. 45 ley 25345).
Por último y en atención a la documentación agregada por la demandada a fs. 311/321, expedirme
sobre el cuestionamiento a la entrega de los certificados de trabajo resulta abstracta.
V.- En cuanto a la imposición de las costas no encuentro mérito para liberar a la demandada del
pargo de ellas (art. 68 CPCCN). Finalmente, los honorarios regulados a los profesionales
intervinientes en la causa, apelados por altos y bajos, atendiendo al mérito y extensión de los
trabajos realizados, facultades conferidas por el artículo 38 de la ley 18.345 y normativa legal
aplicable, estimo que lucen adecuados y deben ser confirmados (arts.1º, 6º, 7º, 8º, 9º y 37 de la ley
21.839 y art.3º inc. b y g del decreto 16638/57).
VI.- Propicio por último imponer las costas de alzada a cargo de la demandada vencida (artículo 68
CPCCN) y regular los honorarios de la representación letrada de la parte actora y de la demandada
en el 25% y 25%, respectivamente, de lo que le corresponda percibir por su labor en la anterior
etapa (art. 14 Ley 21.839) VII.- En definitiva, de prosperar mi voto correspondería:1) Confirmar la
sentencia apelada en todo lo que fue materia de recursos y agravios y 2) imponer las costas de
alzada a cargo de la demandada (artículo 68 CPCCN) y regular los honorarios de la representación
letrada de la parte actora e igual carácter de la demandada en el 25% y 25%, respectivamente, de
lo que le corresponda percibir por sus labores en la anterior etapa (art. 14 Ley 21.839).
La Dra. Gloria M. Pasten de Ishihara dijo:
Por compartir los fundamentos adhiere al voto que
antecede.
A mérito de lo que resulta del precedente acuerdo,
SE RESUELVE: 1) Confirmar la sentencia apelada en todo lo que fue materia de recursos y
agravios y 2) imponer las costas de alzada a cargo de la demandada (artículo 68 CPCCN) y regular
los honorarios de la representación letrada de la parte actora e igual carácter de la demandada en
el 25% y 25%, respectivamente, de lo que le corresponda percibir por sus labores en la anterior
etapa (art. 14 Ley 21.839).

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