Rac-Apa - Módulo 1
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Introducción
Géneros discursivos
Para entender a qué nos referimos cuando hablamos de géneros discursivos, nos basamos en
Bajtin (1952). Para este autor, el lenguaje es una práctica social que se integra con otras
prácticas sociales no verbales y se lo utiliza en ámbitos diversos y con funciones diversas. El
lenguaje que utilizamos en las distintas áreas de la actividad se da en forma de enunciados: el
sentido de esos enunciados no reside sólo en las palabras que lo componen sino que depende
de las circunstancias en que son utilizados. Bajtin sostiene que hay formas relativamente
estables y regulares de usar el lenguaje que dependen, no del sujeto, sino de la esfera social
y de la actividad humana que se esté realizando. Se denominan géneros discursivos a esos
enunciados concretos que surgen en situaciones de comunicación real.
Bajtin (1952) sostiene que la cantidad de géneros posibles es infinita ya que existen tantos
como esferas de la actividad humana; por ejemplo, en la esfera de la actividad periodística
existen géneros como la crónica y la columna de opinión, en el ámbito de la justicia hay
géneros como la demanda y el alegato, en la comunidad académica se producen géneros
como la monografía y la tesina, y en la comunidad científica se ven géneros como el artículo
científico y el resumen, sólo por mencionar algunos. Los géneros se distinguen por la
estructura, el estilo y los temas que suelen abordar.
Secuencias textuales
Desde el punto de vista de su organización interna, los géneros discursivos, y en particular los
géneros académicos y científicos, se caracterizan por el predominio de un tipo de secuencia –
descriptiva, narrativa, explicativa o argumentativa.
La descripción: presenta objetos, personas, lugares, sentimientos, utilizando detalles
concretos; pone en evidencia la percepción que tiene el autor a través de sus sentidos.
La trama descriptiva presenta especificaciones y caracterizaciones de objetos, personas
o procesos a través de sus rasgos distintivos. Se acumulan datos e impresiones, lo que
permite aprehender el objeto descrito como un todo.
La narración: presenta una historia, expone un suceso o una serie de sucesos. La trama
narrativa se caracteriza por presentar hechos organizados temporalmente o sobre una
relación de causa-efecto. Importa también el marco en que suceden los hechos y los
personajes que los realizan.
La exposición: presenta y explica ideas, sujetos y argumentos, aclara fines y muestra la
organización. Tiene como objetivo explorar y presentar información. Se basa en hechos
y objetos. Busca informar, describir y explicar. Sigue modelos estructurales. Busca
claridad.
La argumentación: presenta hechos, problemas, razonamientos de acuerdo con una
opinión, que normalmente es la del autor. En la trama argumentativa se organiza una
demostración a partir de un tema, proposición o hipótesis. Se explican y confrontan
Moyano (2000) sostiene que “Muchos de los textos que circulan en la comunidad científica
presentan dificultades en la organización del contenido y, además, problemas de estilo” (p.
7). Estos textos confusos, ambiguos y de difícil lectura, continúa la autora, pueden significar
una pérdida de tiempo o, peor aun, una confusión en la interpretación del contenido.
Cada comunidad discursiva –en este caso la comunidad académica y científica– dispone
de una serie de géneros pautados convencionalmente. En este módulo veremos algunos
géneros que habitualmente circulan en la comunidad académica y científica. En el módulo
2 trataremos en detalle las partes en que se estructuran dichos géneros.
El informe
Según Botta (2002), el informe puede ser definido como una descripción de fenómenos
observados y su interpretación desde el conocimiento teórico. A través de la elaboración del
informe, afirma la autora, “el alumno aprende a observar con atención, a depurar y recoger
datos de la realidad, a ordenarlos y a aplicar las nociones teóricas adquiridas en la
interpretación sistemática de los hechos” (p. 21).
Estructura y contenido
Existen muchos tipos de informe y muchas formas de organizar la información. Sin embargo,
en un informe no puede faltar una introducción, un desarrollo y una conclusión. Como
veremos en el módulo 2, estas tres partes –aunque no siempre están explícitamente
demarcadas– son comunes a todos los trabajos académicos y científicos.
Es posible utilizar subtítulos para los párrafos que componen el informe. Al respecto, afirma
Ander-Egg (1995) “los encabezamientos deben cumplir un doble fin: el de poner el título o
etiqueta en la sección o grupo de párrafos, ayudando a resaltar la articulación del
pensamiento, y el de facilitar la ojeada del trabajo” (p. 414).
Los cuadros y gráficas se colocan frente a los textos que ilustran o en un apéndice al final del
informe; en ese caso es necesario utilizar un sistema de referencia, por ejemplo, colocar
números a los cuadros.
Tipos de informe
Informe de investigación: tiene como objetivo hacer públicos los resultados de una
investigación y ponerlos al alcance de la comunidad científica. Debe dar a conocer, de forma
ordenada, la naturaleza del estudio, los objetivos y métodos utilizados, y los resultados
obtenidos. Por lo general, no permite abrir juicio acerca de la investigación sino que cumple
son el solo propósito de informar. El estilo de redacción tiene rasgos particulares que veremos
en el módulo 4.
Informe de laboratorio es una exposición en la que se especifica qué se hizo, para qué, cómo,
con qué resultados y qué se aprendió de la experiencia. Para los estudiantes, significa una
oportunidad para reflexionar sobre lo realizado en el laboratorio; darse cuenta de qué manera
la teoría expuesta en las clases ayuda a interpretar, comprender y resolver una situación
experimental; y apropiarse del lenguaje específico de la disciplina para usarlo en descripciones
y explicaciones precisas.
Se espera que un informe de laboratorio describa cuál fue el objetivo principal del
experimento o práctico de laboratorio; la situación, problema o pregunta en torno a la que
giró el práctico y los conocimientos teóricos que permitieron resolver la situación (todo eso
en la introducción). Se debe describir también la manera en que se abordó el problema, los
métodos e instrumentos utilizados y los procedimientos que se desarrollaron (en la sección
generalmente llamada materiales y métodos o metodología). Luego se presentan los
resultados obtenidos. Se espera que el estudiante interprete esos resultados o los comente
(en la sección resultados o resultados y discusión). Finalmente se debe incluir una conclusión
en la que se reflexione sobre la experiencia, los resultados y sobre los materiales y métodos
utilizados. Es posible realizar sugerencias, relacionar los resultados con experiencias previas,
incluir comentarios generales sobre lo que se ha aprendido de la experiencia realizada,
proyectar y valorar (en la sección llamada conclusión). Todo experimento o trabajo práctico
requiere conocimientos teóricos y metodológicos que suelen consultarse en la bibliografía de
cátedra y deben mencionarse cuando se toman como referencia. En el módulo 3 veremos las
normas para la cita bibliográfica.
La monografía
No es bueno elegir temas abstractos que invitan a divagar. Conviene marcar límites para
reducir el campo de estudio, es importante que el tema sea sencillo y no esté ligado a otro
tema que lo complique y confunda. Es bueno que sea breve en extensión, dejemos los temas
más amplios para la tesis o para un trabajo de investigación mayor.
La originalidad no se reduce a la moda, sino más bien a lo que vincula un nuevo enfoque con
un tema básico o una nueva manera de resolver un problema. No es indispensable que el tema
sea original, sino que realice algún aporte a lo ya conocido.
Antes de decidirse a escribir la monografía conviene preguntarse: ¿Me interesa el tema como
para dedicarle al menos un tiempo de estudio? ¿Por qué es importante el tema? ¿Cómo se
relaciona con esta asignatura? ¿Está a mi alcance? ¿Dónde puedo conseguir información?
¿Qué fuentes son mejores que otras? ¿Contaré con buena supervisión, con un especialista
que me guíe? ¿Podré terminar el trabajo a tiempo? ¿He revisado la bibliografía?
No conviene empezar a escribir hasta que no se tiene un esquema porque, sin el esquema,
sucede que se van agregando párrafos, muchas veces tomados de las fuentes de consulta
porque resultan claros y así se pierde el eje de escritura. En mi experiencia corrigiendo
monografías observo habitualmente textos en los que hay una suma de fragmentos
desconectados y saltos temáticos, es decir, no constituyen una monografía propiamente
dicha.
Obiols (1995) ofrece algunas preguntas que pueden orientar la elaboración de este esbozo o
plan: “¿Cuál es el tema que abordo? ¿Qué quiero decir respecto del mismo? ¿Cómo puedo
organizarlo? ¿Cuáles son los antecedentes de la cuestión? ¿Se puede seguir un orden
cronológico? ¿Es útil hacerlo así? ¿Cuáles son los distintos puntos de vista desde los cuales
puedo encararlo?” (p.93)
Las partes en que se divide una monografía son básicamente introducción, desarrollo,
conclusión y referencias bibliográficas. En el próximo módulo veremos con más detalle la
estructura de los trabajos académicos y científicos.
El artículo científico, muchas veces llamado paper, en palabras de Swales (1990) es una
“reconstrucción” de un trabajo de investigación que se ha llevado a cabo. Sabino (1996) lo
define como “un trabajo relativamente breve. . . que se destina a la publicación en revistas
especializadas” (p.20). En algunas revistas se les llama artículos originales.
Las características de contenido y de forma de estos escritos son generalmente definidas por
los consejos académicos o comités de revistas científicas y pueden variar de una revista a la
otra. Solo a modo de ejemplo, incluyo los requisitos para la publicación de artículos en tres
revistas:
El resumen y el abstract
El resumen es una de las partes más importantes del artículo científico y en ocasiones se
solicita también en monografías. Es una parte del trabajo pero también es un género que
circula independientemente y que los investigadores usarán para decidir si desean leer el
artículo completo. Muchas veces el resumen es lo único que se publica, tal es el caso de las
revistas de resúmenes que se preparan en eventos de tipo científico o de revistas que publican
el resumen pero venden el artículo científico. Cuando alguien se inscribe para presentar un
trabajo en un evento científico, se suele solicitar un resumen como primer paso en la
evaluación del trabajo que se desea presentar, para decidir si es o no aceptable o adecuado
para el evento en cuestión.
Un resumen puede ser informativo, si comunica los resultados y las conclusiones principales
de la investigación, o descriptivo, si menciona el tema del artículo pero no incluye resultados
ni conclusiones.
Un género propio del ámbito académico y científico es el proyecto que se solicita antes de la
realización de un trabajo de investigación. Un proyecto debe describir la situación de partida
que da origen a la investigación, justificar el sentido que tiene lo que se pretende averiguar y
explicitar el modo en que se llevará a cabo. Las partes que suelen incluirse en un proyecto son
portada, resumen y palabras clave, introducción (descripción de la problemática que se
aborda y justificación), planteamiento del problema (pregunta de investigación y objetivos),
marco teórico (suele incluir también antecedentes, o pueden incluirse aparte), diseño
metodológico (incluye tipo de estudio, población y muestra, instrumentos de obtención de
información empírica y técnicas de análisis de la información), cronograma y bibliografía (en
un proyecto conviene incluir bibliografía en vez de referencias ya que se trata de un listado
que muestra la amplitud que tendrá la investigación y no sólo aquello que se cita). Puede
incluir anexos, por ejemplo, cartas de autorización de acceso a campo, formato de
consentimiento que firmarán los participantes y cuestionario para entrevista o encuesta.
La tesina y la tesis
Los términos tesina y tesis se utilizan con frecuencia como equivalentes para designar trabajos
que van desde una simple monografía hasta una investigación de gran envergadura. Sin
embargo, existen diferencias en el significado de cada uno de estos términos que es valioso
conocer para utilizarlos adecuadamente.
Tesis, literalmente, refiere a una proposición que puede ser sostenida o demostrada mediante
pruebas y razonamientos. Se trata de un trabajo serio, que sirve de conclusión a varios años
de estudio y que por lo general se presenta ante una universidad para obtener el título de
doctor, demostrando que se domina la materia de estudio, que se es capaz de aportar
conocimientos nuevos y sólidos; y que se lo puede hacer en forma autónoma: la tesis
demuestra la suficiencia investigativa. Se trata de trabajos relativamente extensos, rigurosos
en su forma y contenido, originales y creativos. La tesis tiene la estructura del artículo
científico, aunque la revisión bibliográfica es tan extensa que suele constituir un capítulo
aparte.
Es difícil establecer qué partes componen una tesina o tesis y en general son establecidas por
las instituciones en las que deben ser presentadas y a su vez dependen del tipo de
investigación realizada. Cualquiera sea el caso, no pueden faltar las siguientes partes: portada,
índice, resumen y palabras clave, introducción, marco teórico, diseño metodológico,
resultados, conclusión y referencias bibliográficas.
La reseña
El término reseña se caracteriza por ser polisémico. Muchos escritos se conocen con tal
nombre, como por ejemplo, un informe bibliográfico; un informe sobre el contenido y la
calidad de una obra, suceso o acontecimiento de cualquier tipo; un artículo en un periódico o
revista en la cual alguien da su opinión acerca de un libro; o un documento científico
secundario en el cual se generalizan los datos contenidos en los documentos primarios.
En general, se escribe una reseña para dar una visión general de alguna obra. Además, se
busca ofrecer una opinión que puede, por ejemplo, orientar al lector a decidir si desea o no
leer el texto o comprar el libro.
Una reseña puede ser descriptiva / expositiva / referativa. En ese caso se describe la obra,
suceso o acontecimiento sin realizar valoraciones o calificaciones. Se mencionan en forma
breve los aspectos sobresalientes y las características generales del trabajo, se informa de qué
se trata un texto o un libro, qué dice sobre la materia, en qué se funda, cómo se hizo, quiénes
lo hicieron, etc. Su intención es dar a conocer un texto o libro; referir a su tema o contenido;
y mencionar su posible significación con respecto a la bibliografía sobre el tema.
Una reseña puede ser analítica / crítica / valorativa si, además de la descripción de la obra,
suceso o acontecimiento, se incluye el comentario o valorización del autor, una evaluación
argumentada y recomendaciones. Es el resultado de un análisis de los documentos científicos
primarios y entabla comparaciones del tema abordado con otros presentados en otras obras.
El ensayo
Según Sabino (1996), el ensayo es una “obra relativamente libre en su estructura en la que el
autor expone razonadamente ideas y opiniones sin que, sin embargo, se utilice plenamente
una metodología científica” (pp.27-28). Este autor sostiene que, aunque parezca
contradictorio, es posible hablar de ensayo científico cuando se trata la temática con una
actitud especialmente seria, exponiendo resultados de investigaciones exploratorias,
debatiendo sobre asuntos de actualidad a la luz de teorías científicas, discutiendo aportes
realizados recientemente en una disciplina o esbozando ideas que pueden inspirar futuras
investigaciones.
El lenguaje: Libertad para discurrir. Forma y contenido son inseparables. Riqueza de expresión
y lenguaje distendido. Se utiliza un lenguaje sencillo, no técnico pero enriquecido
literariamente. Sobre la persona gramatical elegida para la enunciación, el plural es una
invitación a incluir al lector.
La trama, la estructura y los recursos: El texto tiene, por lo general, una trama argumentativa
(tesis, argumentos, conclusión). No hay una estructura rígida, un formato único posible. Más
que la estructura, lo que cuenta en el ensayo es el modo de interrogar, de allí la libertad
formal, la heterogeneidad de estilos y estructuras. Se emplean recursos como preguntas
retóricas, analogías, citas, ejemplificaciones, enumeraciones, concesiones y refutaciones.
También, se incorporan otras voces sobre el tema, para comentarlas, interrogarlas, discutirlas,
respaldarse en ellas o confrontarlas.
La ponencia o comunicación
Podemos definir la ponencia como una comunicación escrita y oral que se presenta en algún
evento de tipo científico: jornadas, encuentros de investigadores, seminarios, congresos,
simposios, etc. En general se trata de trabajos breves, monográficos o no, que se destinan
además a la lectura y discusión colectiva. La ponencia puede ser leída en voz alta o bien puede
comentarse su contenido, ya que por lo general el texto escrito es publicado o incluido en CD
u otros soportes que permitan su posterior consulta. Se solicita generalmente que se incluya
un correo electrónico o teléfono para que los lectores puedan contactarse con el o los autores
de la ponencia.
La estructura suele ser definida por los organizadores de tales reuniones, según los fines que
persigan y las condiciones prácticas existentes. Su extensión puede variar y su organización
interna es generalmente bastante libre y variada. Muchas veces se presenta como ponencia
un artículo científico, un trabajo monográfico, un ensayo, un relato de experiencias u otros
textos, según las características del evento y los requerimientos del comité evaluador.
El relato de experiencia
Sin bien no hay acuerdo sobre la estructura del relato de experiencia, debe quedar claro qué
se hizo, por qué se hizo, con qué fin, cómo se llevó adelante y qué resultados se obtuvieron.
Además, es recomendable mencionar conclusiones, limitaciones y líneas de acción que
puedan desprenderse de esta experiencia.
El póster o mural
El póster, mural o cartel tiene como propósito mostrar a la comunidad científica los resultados
de una investigación o sus resultados preliminares. Presenta la información en forma
esquemática, conservando la estructura del artículo científico en el cual se basa y que
generalmente se publica en los anales de congresos o eventos similares. Su estructura
generalmente es la misma que el artículo científico (Introducción, Metodología, Resultados y
Conclusión). Se vale de recursos gráficos como cuadros, figuras, ilustraciones, fotografías, etc.
aunque éstas no estén presentes en el artículo.
Las características que tiene son definidas por el comité organizador del evento. En general se
solicita que su tamaño sea de 90cm x 60cm. El póster se cuelga en lugares designados por los
organizadores y se hace una presentación oral en horarios determinados, durante la cual el
investigador explica su trabajo para que quienes estén interesados en la temática puedan
discutirlo o consultarlo.
Referencias bibliográficas
Arnoux, E., Di Stefano, M. y Pereira, C. (2002). La lectura y la escritura en la universidad. Buenos Aires:
Eudeba.
Ander-Egg, E. (1995). Técnicas de investigación social. Buenos Aires: Lumen.
Bajtin, M. (1952). Estética de la creación verbal. México: Siglo XXI.
Botta, M. (2002). Tesis, monografías e informes: Nuevas normas y técnicas de investigación e
información. Buenos Aires: Editorial Biblos.
Moyano, E. I. (2000). Comunicar Ciencia: El artículo científico y las comunicaciones a congresos.
Universidad Nacional de Lomas de Zamora.
Rodari, G. (2008). Gramática de la fantasía: Introducción al arte de inventar historias (3era ed., 4ª
reimp.). Buenos Aires: Ediciones Colihue.
Sabino, C. A. (1996). El proceso de investigación. Buenos Aires: Editorial Lumen-Hvmanitas.
Swales, J. M. (1990). Genre Analysis: English in academic research settings. Londres: Cambridge
University Press.