El Hijo de Dios

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Cuando consideremos al “Hijo De Dios” no podemos perder de vista que es El

Centro neurálgico de la redención y que es el Mesías.

LA PROFECÍA: Génesis 3: 15. “Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu


simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar”.

El Mesías debe entenderse a La Luz de las premisas que nos plantean las sagradas
Escrituras

Esta primera promesa profética nos señala el conflicto de Satanás y Dios por medio
del hombre: “Tu simiente y la simiente suya”. No se da ninguna explicación de cómo
sería este evento pero siembra la expectativa de algo trascendental.

Deuteronomio 18:15 “Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te


levantará Jehová tu Dios; a él oiréis.” Esteban argumenta que esta escritura hace
referencia al Mesías, el Justo". (Hechos 7:37)

En los profetas mayores encontramos la promesa del Mesías como la intervención


directa De Dios, no a través de alguien sino como su manifestación por sí mismo en
una forma que pudiera ser compatible con el hombre

Isaías 9:6. “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su
hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno,
Príncipe de Paz.”

Isaías 52:6: “Por tanto, mi pueblo sabrá mi nombre por esta causa en aquel día;
porque yo mismo que hablo, he aquí estaré presente.”

Como podemos ver desde la promesa de Génesis 3:15 hasta Isaías 52 hay un
desenvolvimiento del personaje: hombre, profeta, Mesías, Dios con nosotros.

El libro “All About The Biblia” de Sídney Collet en la página 98 contiene el siguiente
comentario: “Debiera sin embargo ser más ampliamente, conocido que la expresión
griega traducida SI/NO consiste en dos palabras “Ei” igual a “SI” y ME igual a “NO””

El difunto Arzobispo TRENCH, una de las autoridades más respetadas en Léxico, al


dar una conferencia en un College de Londres Llamo la atención a este hecho: Hace
más o menos setenta años (y puede ser descubierto por cualquiera que consulte un
libro de léxico griego). Así que la cláusula debe decir: “Ni el hijo sino fuera el Padre”,
en otras palabras: si yo no fuera Dios. Esta, creo yo es la correcta traducción de este
pasaje que ha sido muy mal interpretado, en la que parece haber una referencia
específica al título DEL MESIAS en Isaías 9:6. “Padre eterno” y de ahí la verdad literal
de las palabras de Jesús “El que me ha visto a mí ha visto al padre” (All About the
Bible – Sídney Collet. Pág. 98).
El Mesías es Dios.
Ya se ha mencionado en Isaías 9:6 donde claramente la profecía afirma que el que
viene es Dios.

En Romanos 9:5 se declara: “de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la
carne, vino Cristo, el cual es Dios (El Padre) sobre todas las cosas, bendito por los
siglos. Amén”.

1ªJuan 5:20 “Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado
entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su
Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna”.

Al considerar la divinidad de Jesucristo nos enfrentamos con un dilema que debemos


resolver primero: ¿En cuántos dioses creemos?

Como obviamente creemos en un solo Dios, no hay manera de que Cristo sea Dios si
no es ¡ESE DIOS UNICO! Esa es una conclusión ineludible. Cualquier otro desenlace
nos llevaría o a negar la divinidad de Jesucristo o a creer en un BINITARIANISMO.
JESÚS en su oración en el capítulo 17 del evangelio según San Juan dice: “3. Y esta
es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien
has enviado.”
Esta oración se eleva al Padre, según v.v. 1. Por lo que se desprende del texto que el
único Dios verdadero es el Padre.

El apóstol Pablo en su primera carta a los Corintios en el capítulo 8 nos dice: 6 “Para
nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas,
y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las
cosas, y nosotros por medio de él.”

Así que la disyuntiva está planteada con toda claridad: si Jesucristo es Dios, ¡ES EL
PADRE! Si no es el Padre no es Dios porque solo hay un Dios: El Padre.

En Filipenses 2 encontramos: “5. Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo
también en Cristo Jesús,
6. el cual, siendo en forma (naturaleza) de Dios, no estimó el ser igual a Dios como
cosa a que aferrarse,
7. sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los
hombres;
8. Y estando en la condición (modo) de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose
obediente hasta la muerte, y muerte de cruz”.

Insistimos, solo hay un Dios: El Padre. “Siendo (estando) en forma (figura o


naturaleza) De Dios” tiene, forzosamente, que significar “en su condición de Padre”
porque solo hay un Dios.
1ª Timoteo 3:
16. E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad:
Dios fue manifestado en carne (se hizo aparente, apareció)
Justificado en el Espíritu,
Visto de los ángeles,
Predicado a los gentiles,
Creído en el mundo,
Recibido arriba en gloria.

Hebreos 1
1. Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los
padres por los profetas,
2. en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de
todo, y por quien asimismo hizo el universo;
3. el cual, (el Hijo) siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma (una copia
exacta) de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder,
habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se
sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,
Dios es una sustancia simple y por lo tanto indivisible e irreplicable siempre Dios solo
Dios.

Este verso nos dice que Dios s se “hizo presente”, “se hizo ver”, “se proyectó”.

Uno de los eventos más dicientes en esta definición de quién es el Hijo lo encontramos
en Juan 14. En esta discusión se pretendía determina la compañía del Padre, que
les traería tranquilidad.
Felipe hace la petición ancestral: ¡Muéstranos al Padre! EL no quería ver un
representante de la divinidad. ¡Quería ver al Padre! JESÚS pudo hacer alguna
explicación o alguna paráfrasis, pero no; Jesús responde de manera contundente: “el
que me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú muéstranos al Padre?
Cualquier explicación subsiguiente tiene que ser entendida en el contexto de esta
respuesta. Otra cosa interesante es que Jesús dice: “10. ¿No crees que Yo soy en el
Padre, y el Padre en mí? Este fenómeno no se puede dar en cualquier persona o
cosa: que el contenedor esté dentro dl contenido y viceversa. De alguna manera el
traductor escogió no decir “está en mi” sino que usó el verbo ser. Obviamente el ser
divino que “estaba” (era) en CRISTO era el Padre Eterno.

En toda esta reflexión sobre el Hijo De Dios hay algunas ideas colaterales que
revolotean sembrando inquietud.
La naturaleza de Dios.
Sin discusión alguna Dios es Espíritu. JESÚS lo dijo de manera simple e irrefutable.
Dios por naturaleza es inmaterial, pero esto no implica que no se pueda materializar
a voluntad.
Cuando la Biblia dic que “Dios no es hombre para mentir” no está enfatizando su
naturaleza espiritual sino diferenciándolo del hombre que si miente, esto en sentido
genérico. Dios se presentó como el ángel de Jehová en múltiples ocasiones y en el
caso de la visita a Abraham tenía forma de “varón” (Gen. 18.) Así que Dios tiene la
capacidad de asumir una forma sin dejar de ser lo que Él es sustancialmente.

Da la impresión que cuando se habla de la naturaleza humana del CRISTO se


tendiera a confundir los términos teológicos, que no coloquiales, de naturaleza
humana y naturaleza adámica.
La naturaleza humana no tiene, de por sí, que ser pecaminosa ya que Adán fue
humano sin ser pecador. El pecado es algo ajeno a la naturaleza humana y fue
adquirido cuando Adán pecó e implica que el que la posee está contaminado con el
pecado.

Esta discusión no es nueva y tiene su importancia. Los católicos romanos cuando lo


confrontaron decidieron que Maria era “sin pecado original concebida”.
Pero la verdad es que el pecado no es “genético” el pecado es una imputación moral
que Dios hace a los descendientes de Adán. El pecado no está ni en los tejidos
blandos ni en los huesos. No está en la sangre. El, pecado es un asunto trascendental,
espiritual. En la realidad no hay necesidad de que María nazca sin pecado original
porque si eso es posible, entonces comencemos con CRISTO porque sin discusión
“fue tentado en todo pero sin pecado”
Hebreos 4:15: “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse
de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza,
pero sin pecado”.

Dios asumió, la condición humana porque era de necesidad. No olvidemos que


“Jehová es tu salvador” y que JESÚS lo es porque es Jehová en la carne. Por eso se
llama Jesús (Jehová salva): “Porque El salvará a su pueblo de sus pecados” (Mateo
1:21)

El apóstol Pablo nos dice algo que no podemos rechazar y que es necesario ubicar
en la comprensión de la revelación de Dios no partiendo de lo que parezca lógico si
no de lo que sea congruente con la revelación del Dios único:
Hechos 20:28: Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu
Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó
por su PROPIA SANGRE.

Como Dios por naturaleza no tiene sangre tenemos que concluir que Dios se apropió,
se hizo: ¡como lo haya hecho!: Él es capaz de todo. Pero la sangre con la que fuimos
rescatados fue “su propia sangre”
Creemos firmemente que Jesús disfrutó de dos naturalezas: la divina y la humana. En
tendiendo por naturaleza el Conjunto de cualidades y caracteres propios del ser.
No es posible concebir a un hombre perfecto pero desnaturalizado. El poseía todas
las características que definen al hombre desde su nacimiento hasta su muerte
pasando por todas las vicisitudes que tuvo que vivir como ser humano.
Igualmente posee las características que definen la divinidad como son la
omnisciencia, la omnipresencia y su capacidad de todopoderoso

Esta circunstancia es la que justifica que se trate de demostrar quién es Él en este


ámbito exhibiendo dos genealogías en los evangelios que lo hacen “el rey de los
judíos que ha nacido”.

Y, por supuesto, la otra genealogía que lo remonta a la eternidad en el evangelio de


Juan; porque Él es ambas cosas:

DIOS Y HOMBRE. Y en su divinidad nos es otro que Dios el Padre.

Consistorio de Ancianos

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