C.3 Capítulo 3. Significado de Pastoral en La Epoca de Los Padres

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Capítulo tercero

EL SIGNIFICADO DE ‘PASTORAL’ EN LA EDAD DE LOS PADRES (S. I-V)

1.- Introducción.

En este capítulo se hará una aproximación a la comprensión de pastoral


que se tiene en esta época, buscando profundizar de que manera los
antecedentes de la acción de la comunidad apostólica y de las primeras
comunidades fueron acogidos e interpretados en las condiciones propias en
las que se desenvolvieron los Padres. También se hará evidente como esta
época muestra dos caras de la pastoral: la de una teología y de una pastoral
orientada vitalmente hacia la praxis cristiana y, por otro lado, la de una
teología y de una pastoral empantanada en aspectos jurídicos o
relacionados con la autoridad que menguaban el accionar de la comunidad
eclesial.

2. Los Padres apostólicos (I-II) y apologistas (II-III).

En este período la acción de la Iglesia está concentrada en “subrayar


mayormente el anuncio, los valores éticos y la antropología de la fe”1.
La teología y la práctica pastoral iban de la mano en vista a responder a
los desafíos propios de las problemáticas de la vida de una Iglesia naciente
en un mundo pagano y donde la mayoría de sus miembros eran neo-
cristianos.
La temática pastoral es tratada bajo la simbología de la Iglesia Madre,
como mediadora de la salvación. La Iglesia se presenta como protectora de
la fe, teniendo a Cristo como la fuente de su misión. Por medio de la
Palabra y de la acción sacramental Jesús genera, en su esposa, la vida
eterna de Dios2. Hecha madre fecunda, la Iglesia ejercita su acción pastoral
como mediadora de la verdad y de la vida.
La acción pastoral, al mismo tiempo, presenta una fuerte dimensión
comunitaria, con una participación intensa de todos los miembros de la
comunidad.
El concepto patrístico de pastoral encuentra precisas referencias en el
Pastor de Hermas, con la oferta de una vida al servicio de Dios; en la
catequesis de la Didaché; en las indicaciones litúrgicas de las
Constituciones apostólicas; y en las tradiciones apostólicas.
La palabra y la vida sacramental no son simplememente proyección de
la vida ética, sino verdaderos fundamentos de la vida cristiana y de la

1
L. DATTRINO, Epistemologia e didattica teologico-pastorale nei padri, en F. MARINELLI (ed.), La
teologia pastorale: natura y compiti, Bologna, EDB, 1980, 89.
2
S. PINTOR, Lúomo…,20.
práctica eclesial. Para los Padres, ser santo significa seguir e imitar a
Cristo; y esto se hace a partir de la Palabra y de la gracia sacramental.
Imitar a Cristo no es en primer lugar un ejercicio ascético sino un don y
tarea profético sacramental.
La Iglesia es mediadora de la salvación, en cuanto que la ‘madre’ que
ha generado a sus hijos por la Palabra y los sacramentos tiene por ellos una
atenta solicitud pastoral en vista a su salvación.

3. La pastoral presenta también un fuerte dinamismo sotereológico y


misionero.

Este dinamismo se manifiesta en la centralidad de la proclamación de la


fe; en el envío de misioneros a nuevos pueblos; en la capacidad de
desarrollar una visión cristiana de la historia; en la búsqueda de la relación
de la fe con las diversas culturas; en la valentía profética para resistir a los
poderosos; en una fe encarnada a través la caridad concreta, y en la
preocupación por los problemas sociales y la justicia3.

a. El desarrollo del catecumenado.

Ayuda a enriquecer la acción pastoral de la Iglesia el progresivo


desarrollo del catecumenado. Su mayor esplendor se vive a partir del s. III
siendo comprendido en dos etapas. La primera como un período de prueba
y de instrucción cristiana. Los candidatos debía ser presentados de un
‘padrino’, eran expuestos a una valoración de su conducta, a lo que seguía
la admisión en el camino bienal del catecumenado. Al término del cual, en
la segunda etapa, los candidatos ‘electos’ o ‘competentes’ eran preparados
inmediatamente para al bautismo y a la participación eucarística4.
En el siglo III también tiene gran importancia el sacramento de la
Reconciliación entendido penitencialmente como modo paralelo al
catecumenado. Este sacramento no está ajenos a discusiones tales como las
exigencias para los fieles, la reiteración del sacramento y la capacidad de
perdón por parte de la Iglesia5.
El centro de la Iglesia de los tres primeros siglos radica en la asamblea
eucarística dominical, fruto de una conciencia profunda de la Iglesia. Así,
durante los tres primeros siglos la palabra Ecclesia equivale a asamblea
litúrgica o a los que tienen derecho a participar en la misma

b. El obispo en contacto con la cultura de su tiempo.

3
L. DATTRINO, Epistemologia e didattica 22
4
C. FLORISTAN, Teología práctica, 69.
5
Cf. Ibid.
En el centro del ministerio episcopal está la preocupación por la
fidelidad de su propia Iglesia. Al mismo tiempo, frente al hecho de la
conversión de grandes masas de paganos a la fe, se esfuerza por dar
respuestas vitales a problemas que a diario se presentaban firmemente
arraigado a la Tradición apostólica.
El medio pastoral por excelencia era la predicación, la homilía y los
escritos donde exponen en público una teología que es, al mismo tiempo,
palabra y acción. Así, éstas eran un complejo doctrinal y operativo que
interpelaba la realidad misma en el que el Padre vive y actúa, de la cual se
sienten las adhesiones y las reacciones6.
Buenos ejemplos de esta realidad entre los padres apostólicos son
Clemente de Roma e Ignacio de Antioquía.

4. Los Padres-pastores (siglo IV al VI)

Consideramos esta época poniendo como punto de inicio san


Ambrosio, y considerando principalmente a los santos Agustín, Jerónimo y
Gregorio Magno.
Recordamos que el numero creciente de personas venidas del
paganismo al cristianismo pone a la Iglesia frente al desafío de la
transmisión de la doctrina de la salvación de manera fiel, así como redefinir
los símbolos de la fe que vienen de la tradición kerygmática de la Iglesia
apostólica. Un claro ejemplo es De catechizandis rubidus de Agustín, que
se propone como manual de instrucción y pedagogía que, a través de
ejemplos y consejos, enseña el arte de instruir a los ignorantes y se
presentan los medios pedagógicos para realizarlo.
También crecen las escuelas de catequesis. Primero la de Alejandría, a
la cual siguen las de Antioquía, Cesarea, Jerusalen, Roma y Cartago.
Tanto en Oriente como en occidente hay grandes predicadores cuyas
homilías se basan en la buena nueva. Los Padres no solo combaten la
herejía sino que exponen la doctrina de la salvación, siguiendo la narración
bíblica.
El catecumenado se va restringiendo al tiempo cuaresmal y sufre una
creciente decadencia

5. Gregorio Magno, un ‘fundador’ de la teología pastoral.

Un particular ejemplo lo encontramos en Gregorio Magno en su obra


Regula pastoralis liber. A través de la presentación de la figura ideal del
pastor viene presentados en el libro numerosos y concretos elementos
propios de la acción pastoral del tiempo:

6
Cf. ibid. 90
a. La primaria y fundamental relación con la Palabra de Dios sea
oída como predicada
b. Una actitud de servicio
c. Un espíritu de gran libertad interior
d. Un sincero amor por la justicia
e. Una adecuada formación y
f. Una continua verificación de su acción pastoral

6. A modo de síntesis

Ciertamente los Padres de la Iglesia son un referente fundamental al


considerar el modo y los contenidos de la acción pastoral de la Iglesia.
También subrayan las claves fundamentales del ministerio presbiteral: la
homilética, la catequesis y la liturgia. El horizonte de una vida cristiana
íntegra, finalmente, constituye una elemento central de la pastoral: toda ella
debe conducirnos al encuentro con Cristo, a la conversión y al seguimiento
radical.

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