EfectosDelMatrimonio y RegimenesMatrimoniales (Resumen)
EfectosDelMatrimonio y RegimenesMatrimoniales (Resumen)
EfectosDelMatrimonio y RegimenesMatrimoniales (Resumen)
Aspectos Generales:
El Código Civil define al matrimonio como un contrato solemne por el cual un hombre y una mujer se
unen actual e indisolublemente, y por toda la vida, con el fin de vivir juntos, de procrear, y de auxiliarse
mutuamente. No obstante tratarse de un acto voluntario entre dos personas, los efectos trascienden el
ámbito de los solos cónyuges y dará lugar a un conjunto de efectos, que en el caso del derecho, se
sistematizan de la siguiente manera:
Regímenes Patrimoniales1
Importancia de la Materia: La elección de uno u otro régimen patrimonial del matrimonio (o régimen
matrimonial) tendrá efectos respecto de quien va a administrar los bienes de los cónyuges y cuando se
requerirá algún tipo de autorización especial, va a definir la posibilidad de celebrar todo tipo de contratos
entre los cónyuges, tendrá igualmente efectos en cuanto a la situación en que quedarán el o los
cónyuges a la hora de poner término al régimen (ya sea por muerte, cambio de régimen patrimonial
cuando proceda, disolución del vínculo matrimonial) etc.
1Este texto es un resumen del tema. Para quienes deseen profundizar sobre el mismo, pueden consultar Apuntes del profesor Juan Andrés
ORREGO: “Regímenes Matrimoniales” (disponible para descarga en http://url.ie/hg1x). Fichas didácticas de apoyo e información
complementaria en Biblioteca del Congreso Nacional (disponible para lectura en http://url.ie/hg1y).
La sociedad conyugal, es el sistema supletorio en nuestra Legislación, es decir, si los contrayentes
nada dicen en el acto del matrimonio, se entenderá que optan por la sociedad conyugal. De esta forma
si lo que se busca es la separación de bienes o la participación en los gananciales, deberán
pactarlo expresamente, normalmente señalándoselo al funcionario competente que oficie la ceremonia
civil.
En cuanto a las personas que hayan contraído matrimonio en el extranjero, en nuestro país se mirarán
como separadas totalmente de bienes a menos que decidan inscribir su matrimonio en Chile y acuerden
someterse a un régimen de sociedad conyugal o a uno de participación en los gananciales.
1. Sociedad Conyugal
La sociedad conyugal es el régimen de sociedad de bienes que se forma entre los cónyuges por el sólo
hecho del matrimonio y a falta de estipulación en contrario. Se trata de una figura en donde se crean
una serie de patrimonios diversos, que son principalmente los siguientes:
● Patrimonio Social;
● Bienes propios del marido;
● Bienes propios de la mujer;
● Patrimonio Profesional o industrial de la mujer.
Como se puede ver, el papel de la mujer bajo la sociedad conyugal es bastante limitado. Ella ni siquiera
puede administrar o disponer sus bienes propios y menos los sociales. Tan sólo debe concurrir en
determinados actos, autorizando al marido. Esto no quiere decir que ella no sea plenamente capaz, es
sólo que por el hecho de adoptar este régimen patrimonial, se ve inhibida de administrar sus bienes y
los sociales.
Como consecuencia de ser el marido el que administra los bienes sociales y los de la mujer, la Ley
prohíbe, con algunas excepciones, la contratación entre los cónyuges. De esta forma los esposos no
podrán celebrar sociedades civiles o comerciales entre ellos, no podrán celebrar compraventas,
permutas, arrendamientos, donaciones y una gran gama de actos y contratos.
Con todo, la mujer que ejerce un trabajo separado del de su marido, esto es que trabaja
independientemente de su cónyuge, administra con plenas facultades y sin ninguna injerencia del
marido los bienes que sean fruto de su trabajo (remuneraciones, sueldos, etc.) y los que con este dinero
adquiera. Los puede enajenar, gravar, etc. Cuando actúa dentro de este patrimonio (comúnmente
llamado patrimonio profesional de la mujer o “patrimonio del artículo 150”) no obliga los bienes sociales
ni los del marido, salvo cuando éste se haya constituido en fiador o codeudor solidario. Tal como dice el
Código Civil, se le considera separada de bienes respecto del ejercicio de este empleo o profesión.
La sociedad conyugal puede disolverse por las siguientes causales:
● Muerte de uno de los cónyuges.
● Sentencia judicial que declara el divorcio.
● Sentencia que declara la separación judicial de bienes.
● Por la declaración de nulidad del matrimonio.
● Por el pacto celebrado entre los cónyuges para reemplazar la sociedad conyugal ya sea por un
régimen de separación total de bienes o uno de participación en los gananciales.
Una vez disuelta la sociedad conyugal, por alguna de las causales legales, se forma una comunidad
entre los cónyuges, entre un cónyuge y los herederos del otro o entre los herederos de ambos. A
continuación debe procederse a la liquidación de la misma, esto es, el conjunto de operaciones que
tienen por objeto el que los cónyuges retiren sus bienes propios, se liquiden y cancelen las
recompensas y demás indemnizaciones a que hubiere lugar y que se haga una división del pasivo y el
activo entre los copartícipes de la sociedad conyugal.
En todo caso, los cónyuges casados bajo este régimen deberán proveer a las necesidades de la familia
común en proporción a sus facultades.
Dado que en principio la ley estima que los contrayentes optan por la sociedad conyugal, a menos que
pacten expresamente la separación de bienes o la participación en los gananciales, salvo que se
trate de un matrimonio celebrado en el extranjero, la separación de bienes debe acordarse
expresamente.
Este acuerdo puede pactarse tanto antes como en el acto mismo del matrimonio. Además si los
cónyuges han pactado la sociedad conyugal o la participación en los gananciales, pueden en cualquier
momento ponerle término acordando la separación de bienes.
Con todo, la separación de bienes puede también decretarse por sentencia judicial, en los casos que
señala la Ley, como por ejemplo, en caso de separación de hecho de los cónyuges, en caso de
insolvencia o administración fraudulenta del marido, etc.
2Para quienes deseen profundizar sobre el mismo, pueden consultar Apuntes del profesor Juan Andrés ORREGO: “Régimen de
Participación en los Gananciales” (Disponible para descarga en http://url.ie/hg1z)
Previamente es necesario determinar algunos conceptos básicos. Se entiende por gananciales la
diferencia de valor neto entre el patrimonio originario y el patrimonio final de cada cónyuge. Por lo tanto,
"los gananciales son el resultado de la operación aritmética de comparar el valor del patrimonio de cada
uno de los cónyuges en dos momentos específicos: el del inicio del régimen [patrimonio originario] y el
de la terminación del régimen [patrimonio final]. La comparación ha de hacerse en valor neto, esto es,
se exige que se descuenten los pasivos constituidos por deudas u obligaciones". Es decir, la diferencia
que existe entre el conjunto de bienes y obligaciones que tenía cada cónyuge al momento de iniciarse el
régimen, y el que tenían al finalizar el mismo.
Para efectos de determinar el patrimonio originario, los contrayentes o los cónyuges, según
corresponda, deberán hacer un inventario simple de sus bienes, el que será protocolizado por el Oficial
Civil al celebrar el matrimonio o al pactar el régimen durante la vigencia del vínculo. Si los contrayentes
no tienen bienes al iniciarse el régimen, o tienen un patrimonio negativo, se considerará que tien en un
patrimonio originario igual a cero.
Al finalizar el régimen, se compensa el valor de los gananciales obtenidos por los cónyuges y éstos
tienen derecho a participar por mitades del excedente.
Por ejemplo:
Mujer : Patrimonio Originario= 100, Patrimonio Final=1.000, Gananciales = 900
Marido : Patrimonio Originario= 200, Patrimonio Final = 1.500, Gananciales = 1.300
Los gananciales se compensan hasta la concurrencia del de menor valor (900), quedando un excedente
de 400. El cónyuge que obtuvo menos tiene derecho a que el otro le pague, a título de participación, la
mitad del excedente. En el ejemplo, la mujer tiene derecho a que el marido, o sus herederos, le pague
200. Si el patrimonio final de un cónyuge fuera inferior al originario, sólo él soportará la pérdida. Como
se ve, este régimen beneficia al cónyuge que perciba menos ingresos durante su vigencia o que no los
reciba en absoluto, haciendo nacer en su favor un crédito por la mitad de los excedentes de gananciales
del cónyuge más favorecido. Cabe señalar que por expresa mención de la ley, la parte de los
gananciales que uno de los cónyuges, sus herederos o cesionarios, perciba del otro cónyuge, como
consecuencia del término de este régimen no constituye renta para efectos tributarios.
Se ha señalado que en este régimen cada cónyuge administra libre e independientemente sus bienes,
hay una excepción. En consideración a que eventualmente se originará un crédito de gananciales a
favor del otro cónyuge, ninguno podrá otorgar garantías personales, como ser fiador, aval o codeudor
solidario, respecto de obligaciones de terceros sin el consentimiento del otro cónyuge.
Al igual que en la separación total de bienes, en este régimen ambos cónyuges deben concurrir a los
gastos de crianza, educación y establecimiento de los hijos, en proporción a sus facultades.
La participación en los gananciales se puede pactar tanto antes del matrimonio como en el acto mismo.
Además los cónyuges pueden, voluntariamente, durante la vigencia del matrimonio, sustituir la sociedad
conyugal o la separación total de bienes por la participación en los gananciales.