Ganadería, Pesca y Explotación Forestal en Andalucía, España y Europa

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GANADERÍA, PESCA Y EXPLOTACIÓN FORESTAL EN

ANDALUCÍA, ESPAÑA Y EUROPA

Ganadería en Andalucía
La ganadería es una actividad con una larga tradición en Andalucía. Sin embargo, desde
el siglo XVIII, entra en un grave letargo del que aún no se ha despertado. Así, la ganadería
ocupa un lugar semimarginal en la economía andaluza, aportando menos del 10% de la
producción ganadera nacional, mientras que el sector agrícola aporta un 30%. Por lo tanto, el
nivel de autoabastecimiento regional es insuficiente y tan solo un 70% de las necesidades de
carne y leche se abastecen desde sus fronteras. Las condiciones climáticas andaluzas tienen
mucho que decir en esta situación, sin embargo, no es menos cierto que existen explicaciones
históricas que mantienen al sector ganadero en esta situación marginal.

Según datos de 2003, Andalucía alcanza la segunda posición entre las comunidades
españolas con más explotaciones ganaderas ecológicas.

Ganadería en España
La actividad ganadera aporta en España en torno a un 20% de la Producción Final Agraria.
Dicho porcentaje, que creció significativamente en el decenio de los sesenta, se ha mantenido
prácticamente inalterado desde los primeros años setenta en el citado valor.

Ahora está formada por los animales pertenecientes a razas autóctonas y por
animales mestizos resultantes de los denominados cruces industriales

Las nuevas prácticas pecuarias han hecho surgir explotaciones ganaderas cada vez menos
dependientes de las condiciones agronómicas del medio, aunque dependientes de
la importación de piensos.

Ganadería en Europa
Según Pedro García Martín, puede establecerse la siguiente tipología de la actividad pastoril:

- Ganadería estante, a la que considera la más común en todas las sociedades agropecuarias
europeas y parte indisoluble de la economía campesina.

- Ganadería transterminante o travesía era la que efectuaba desplazamientos de corto radio


entre términos vecinos, determinando en ocasiones la creación de comunidades de pastos
entre ellos.

- Ganadería trashumante, basada en desplazamientos de largo radio de grandes rebaños a fin


de aprovechar la alternancia estacional de pastos. Este último tipo de ganadería era propia de
las regiones mediterráneas de Europa y se basaba en el ganado ovino.
Pesca en Andalucía
El sector pesquero andaluz de gran importancia para la comunidad autónoma, tanto por el
volumen de las capturas como por el empleo que produce, bien de forma directa o indirecta,
es una actividad altamente reglamentada, estando condicionada en gran medida por la
evolución de la legislación, tanto a nivel europeo, como central y autonómico.

Pesca en España
La pesca ha mantenido su importancia en España hasta la actualidad. Hasta los años 1980 los
barcos españoles faenaban en caladeros de todo el mundo, apoyados en una flota de barcos
congeladores. De esta forma se proporcionaba pescado a los mercados a unos precios
relativamente bajos. Esto continuó así hasta que las naciones que veían como eran
esquilmados sus recursos pesqueros sin ninguna compensación decidieron, en la Conferencia
del Mar auspiciada por la ONU (Oya, 1995; Salvá, 1990) aumentar sus aguas territoriales hasta
las 200 millas náuticas.

El sector pesquero español genera nada menos que el 20% de la producción total de la Unión
Europea. 

Pesca en Europa
A comienzos de este milenio Europa se enfrenta a la grave merma que sufren algunas de las
poblaciones de peces más importantes, el exceso de capacidad pesquera y la constante
disminución del empleo en la pesca.

La explotación forestal en Andalucía.


Los espacios forestales en Andalucía tienen una gran importancia por su extensión y su
diversificación: pastos, frutos, madera, etc. Y por otros aspectos difícilmente cuantificables
económicamente como la fijación del suelo, la regulación hídrica, mantenimiento
de flora y fauna, que tienen un gran interés ambiental.

La actual superficie forestal de Andalucía es de unos 4 millones de ha, producto de un proceso


de lucha entre distintos usos por la ocupación del espacio geográfico. En este caso, la
ocupación forestal es el aprovechamiento más marginal y por lo tanto se ha reducido a las
zonas de montaña donde no existe competencia por parte de otros usos.

La explotación forestal en España.


La superficie forestal en España ocupa el 56% del área total del país, aproximadamente 27,6
Mha frente a las 17,4 Mha de cultivos agrícolas. Contamos con 7.500 millones de árboles, lo
que nos coloca en la segunda posición en el ranking verde del continente europeo, superados
solo por Suecia.
Siguiendo la clasificación indicada en La Estructura Económica del sector Forestal en España en
el periodo 2000-2015, podrían encontrarse dos categorías:

Madera y productos maderables

Es la categoría principal en términos económicos y de empleo. Encontramos madera de sierra,


tableros y chapa, pasta y papel y biomasa forestal.

Productos no maderables

Son bienes muy diversos. Incluye producciones regionales (incluso locales), con especificidades
muy concretas: corcho, resina, frutos forestales (piñón, castaña, bellota), pastos forestales,
pesca fluvial, caza y hongos y trufas.

La explotación forestal en Europa.


En la UE, los bosques y otras superficies forestales representan 177 millones de hectáreas, un
40 % del territorio de la unión. La política de conservación ambiental y la silvicultura dan
trabajo a unos 3.5 millones de personas, con lo que se erige como uno de los mayores
productores y consumidores mundiales de este recurso, después de Estados Unidos y China.

Varios países de la UE utilizan el bosque para proteger el suelo contra la erosión y luchar
contra los efectos del clima, siendo Dinamarca, España, Irlanda y Francia los que han iniciado la
repoblación forestal, según el Consejo Europeo de Jóvenes Agricultores. Solo la península
ibérica produce por sí misma el 80 % del corcho mundial.

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