Critica Textual Del AT

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Ciencias bíblicas
La crítica textual y la Biblia hebrea
Por: Robert Bascom
Efecto de Qumrán en la historia de la fijación del texto.

El descubrimiento de los textos de Qumrán les permitió a los eruditos observar por primera vez, y en forma
directa, el texto que existía antes de la estandarización del Texto Masorético (TM). Algunos elementos de esa
historia textual no han cambiado. Por ejemplo, los eruditos siguen creyendo que los materiales bíblicos se
empezaron a escribir cerca del año 1000 a.C., y que el TM se terminó de fijar alrededor de los siglos 9 ó 10
d.C. Sin embargo, casi todos los eruditos concuerdan en que la historia del período intermedio,
concretamente desde el 300 a.C. hasta el 70 d.C., ha tenido que reescribirse totalmente.
Como resultado, ha surgido una historia de cuatro etapas sobre la transmisión textual, la cual goza de amplio
consenso entre los eruditos textuales de la Biblia Hebrea, tocante a sus principales líneas generales.(1)

Inestabilidad del texto


El hallazgo clave fue descubrir la inestabilidad textual que poseen los manuscritos de Qumrán del periodo
anterior al 70 d.C. (2) El trabajo realizado por James Sanders en el papiro 11Q de los Salmos mostró la
apertura canónica de ese período en Qumrán. Por su parte, Emmanuel
Tov ha adoptado una postura radical ante la diversidad textual que existe allí.(3)
La riqueza de la evidencia de Qumrán y lo útil que es para evaluar otros testimonios textuales (especialmente
la Septuaginta) ha eliminado, aparentemente, el enfoque conjetural adoptado, en los dos últimos siglos, por
la critica textual de la Biblia Hebrea. Esta nueva evidencia coloca la crítica textual sobre una base mucho más
firme. Los dos grandes proyectos de la Biblia Hebrea que están actualmente en marcha coinciden por
completo en este punto.

Formación de familias textuales


Como resultado de los descubrimientos de Qumrán, Frank Moore Cross se propuso responder a tres
preguntas: 1 ¿Por qué hay tantos tipos de manuscritos en Qumrán? 2 ¿Por qué hay tan pocas (4) «familias
de textos»? 3 ¿Por qué persistieron esas «familias tanto tiempo»?
Cross partió de la suposición de que los textos y las familias de textos son muy vulnerables y se perderían si
se dejan en contacto cercano con manuscritos de otra familia de textos, ya sea porque se mezclan o porque
estos los absorben(5). Cross propuso una teoría de «textos locales: diversas tradiciones textuales se
perpetúan en diferentes regiones geográficas».
Shemaryahu Talmon ha sugerido que la sociología y la historia, y no tanto la geografía, responden mejor a
las preguntas de Cross. Por tanto, Talmon y otros han considerado al período anterior al 70 d.C. como un
período de tolerancia y pluralismo textual (cf. la distinción que hace Sanders entre historia sagrada y texto
sagrado), donde podían coexistir manuscritos de diferentes clases.
(5) De acuerdo con Talmon, es posible que haya habido mezcla, pero no la «absorción». Esta sólo habría
ocurrido cuando las entidades «sociológicamente integradas y definidas» (es decir, las «comunidades de fe de
Sanders») sintieron una crisis de identidad que las llevó a excluir otras posibilidades textuales, al mismo
tiempo que excluían posibilidades sociológicas, es decir, a «los herejes».(6)

Desarrollo del canon


A pesar de la aparente diversidad entre los distintos investigadores, hay en realidad una increíble unanimidad
en todos los puntos más importantes de la historia del texto de la Biblia Hebrea. En primer lugar, la mayoría
de los investigadores perciben ciertas transiciones canónicas y de crítica textual. Más aún, Talmon,
Barthlemy, Sanders y Goshen-Gottstein están conscientes de que si bien el texto se estandarizó durante el
período del 70 al 135 d.C., la canonización ya se había completado bastante un siglo antes.
Barthlemy y Sanders presentan una posición más matizada al respecto. Sanders observa que aunque el
Pentateuco ya era canon en los siglos 6 a 5 a.C. como también lo eran los primeros profetas, los últimos
profetas no alcanzaron ese estatus sino hasta los siglos 6 a 2 a.C., y los Escritos permanecieron abiertos
hasta el 70 d.C. Para Sanders, por tanto, la canonización fue una respuesta del judaísmo ante las influencias
persas y helénicas, la cual también dio comienzo al proceso de estandarización que a su vez concluyó
rápidamente entre los años 70 y 135 d.C. Por tanto, cada sección de la Biblia sufrió los inevitables procesos
superpuestos de canonización y estandarización textual en forma secuencial e interrelacionada.(7)
Es Sanders quien más se ha esforzado por explicar los procesos canónicos que están tras esta nueva historia
textual. Coincide con Talmon en que las comunidades de fe son responsables de la transmisión e historia del
texto. Es más, concuerda en que hay un cambio evidente en la forma de pensar sobre los textos, de formas
«bíblicas» a formas «postbíblicas» (un cambio en la definición de lo que es texto: de historia sagrada a texto
sagrado).
Por presión cultural, primeramente los judíos y luego las comunidades cristianas, hallaron formas de
preservar sus tradiciones autoritarias y de mantener su pertinencia.

Problemas de la crítica textual


En cuanto a la crítica textual, el período más importante es sin duda el que va del 300 a.C. al 70 d.C. Allí
comienza la evidencia de los manuscritos y allí ocurrieron las principales transformaciones, de historia
sagrada a texto sagrado, en la Biblia Hebrea. El nacimiento de la literatura rabínica refleja un cambio radical
en las ideas sobre el texto (y el canon); cambio que ocurrió gradualmente desde el 550 a.C. hasta el 70 d.C.,
y más rápidamente desde el 100 a.C. hasta el 70 d.C.
Por último, la diversidad textual del período anterior al 70 d.C. parece extenderse hacia la etapa pretextual.
Por lo tanto, es muy posible que la Septuaginta refleje en ciertos puntos una redacción literaria (y no una
corrupción textual) que es diferente de la del TM. Por otra parte, la interpenetración de las etapas de la
historia textual hace las cosas más complejas a veces. Por ejemplo, hay casos en que se da una corrupción
textual y luego una reintegración literaria. Esto se debe a la superposición de diversas secciones de la Biblia.
Crónicas trata el Pentateuco con bastante cuidado, pero su reescritura de Reyes es bastante extensa y libre.
Es más, evidentemente no se consideró necesario hacerle una corrección posterior a
Crónicas para que coincidiera con Reyes (cf. los cuatro evangelios), quizá porque Reyes y Crónicas no eran
totalmente canónicos aún.
Los procesos canónicos que produjeron la literatura bíblica en primera instancia(8) pasaron a la etapa de los
escribas en forma de armonización y nivelación textual.(9)
En opinión de Talmon, esos procesos fueron periódicos y resultado de crisis de identidad que tienen un
«efecto decididamente integrador en las comunidades y sus tradiciones sagradas». Para Sanders,
específicamente en el caso de la Biblia Hebrea, la transición de historia sagrada a texto sagrado llega al punto
de permitir muy pocas alteraciones, bajo la nueva mentalidad de escriba.
Con la nueva situación respecto a los testimonios textuales, los investigadores poseen una mayor variedad de
posibilidades para su trabajo. La primera, es una preferencia por la evidencia empírica; es decir, la
observación directa. Esto se debe en parte a que ahora tenemos una evidencia más directa; pero también,
dada la condición del texto de Qumrán, lo más que pueden hacer los críticos textuales, en muchos casos, es
agrupar las tradiciones textuales que parecen remontarse hasta el principio de la canonización de ese texto.
Por tanto, en términos generales, se prefieren por lo general los manuscritos hebreos más que las versiones
antiguas; y ambas cosas se prefieren antes que la conjetura, aunque claro está, cada caso debe tratarse de
manera particular. Por algún tiempo, la mayoría de los críticos textuales se ciñó a dos principios: (a) la
variante textual más difícil es superior a la más fácil; y (b) la variante textual más corta es preferible a la
más larga. Los estudios recientes, sin embargo, han demostrado la complejidad del texto de la Biblia Hebrea.
Por lo tanto, aunque hoy se siguen aceptando ambos principios como válidos, no deben considerarse aislados,
sino junto con otros principios. Por ejemplo, hay un principio nuevo que debe considerarse muy en cuenta
cuando se trabaje con texto de ciertos libros bíblicos. Este principio consiste en reconstruir el texto dentro del
período en que llegó a verse como escritura sagrada. Por consiguiente, sólo con los primeros dos principios
uno podría reconstruir fácilmente un texto «antiguo» de Jeremías o partes de Samuel a partir de los textos
hebreos de Qumrán en concordancia con un texto más breve de la Septuaginta. El peligro de este enfoque es
que los textos de Qumrán nos retroceden lo suficiente en el tiempo como para dudar del estatus canónico del
texto reconstruido.

Ejemplos
Debe indicarse de una vez por todas que los investigadores han tenido a veces dificultades para distinguir
entre decisiones de crítica textual y decisiones propiamente de traducción. Por ejemplo, en los casos en que
la DHH disiente con el TM (que son frecuentes), ¿se trata realmente de una decisión de critica textual, o del
intento por hacer explícita cierta información implícita. En muchos puntos, el problema es real, tanto en
relación con la teoría como con la práctica. Lo que sucede realmente es que si bien se plantean argumentos
pertenecientes a la critica textual, estos se basan, no en el texto original, sino en traducciones antiguas.
En esos casos, es necesario que se planteen las preguntas de la crítica textual de manera más coherente y
científica.
El problema que tiene el crítico textual es que al no haber datos concretos para probar lo contrario, se ve
forzado a analizar cualquier variación importante de las versiones modernas como si fuera un asunto textual.
Muy a menudo es demasiado corta la distancia que hay entre las conjeturas de la crítica textual y los ajustes
modernos de traducción. La única diferencia entre ambas es la manera en la que uno elige identificar el
problema.
De tiempo en tiempo, las versiones modernas sí siguen una variante textual fundamentada en la crítica
textual, y no como resultado de la exégesis o de algún principio de traducción. En Génesis 9.10, por ejemplo,
la formulación: «desde todos los que salieron del arca hasta todo animal de la tierra», suena, en primera
instancia, como si algunos animales se hubieran escapado del diluvio sin haber entrado en el arca. Sin
embargo, algunos críticos textuales consideran que esta formulación es otra forma de expresar el valor
perpetuo de la alianza. La alianza que Dios hace no sólo abarca a las bestias que salieron del arca, sino
también a la descendencia de aquellas. En realidad, esto se podría aclarar bien en la traducción, pero ninguna
versión moderna importante lo ha hecho aún. Este es, sin duda, un asunto que debiera interesarle a un
traductor y no a un crítico textual.
El Texto Masorético se puede entender muchas veces sin recurrir al apoyo de las antiguas versiones o a
conjeturas. Un ejemplo de ello se encuentra en Isaías 48.10, donde la frase «te he purificado...» pasa a ser
en la Septuaginta: «te he vendido». Aquí, la Masora indica que el complemento de este verbo, «con plata»,
ocurre en esa forma quince veces.
Una revisión de esas quince instancias dentro de sus respectivos contextos le da más fuerza a Isaías 52.3,
que en el TM dice: «Te vendí, pero no te redimir‚ con plata». La Septuaginta puede considerarse, por tanto,
como una asimilación de un pasaje paralelo. Otros trabajos de concordancia realizados muestran que la
purificación de la gente es posible y de hecho ocurre (por ejemplo, Is 1.25, Mal 3.3).
Un problema bien conocido de la critica textual aparece en Génesis 4.5. En este caso, casi todas las versiones
modernas se han basado en la Septuaginta, y han añadido «salgamos al campo» a la frase del TM que dice:
«Caín le dijo a su hermano Abel...». Esto es bastante probable, ya que parece que se ha perdido parte de la
conversación. Los Targum resuelven la ausencia del discurso, convirtiéndolo en una disputa teológica, donde
Caín finalmente blasfema contra Dios y mata a su hermano. Esta clase de patrón progresivo de un pequeño
discurso que sirve como base de un discurso mayor, hace que algunos críticos textuales sospechen que el
discurso más pequeño se trata de una condensación de la tradición mayor, o bien, que el discurso más largo
es un desarrollo del más corto. Si se añade que la palabra hebrea vayomer («dijo») puede funcionar en un
sentido absoluto con el significado de «hablar con», la traducción se puede basar en el TM («Caín
habló/estaba hablando con su hermano Abel...») sin necesidad de añadir el discurso que contienen las
antiguas versiones.
En realidad, los críticos textuales se inclinan frecuentemente por el TM porque por lo general representa la
mejor tradición de manuscritos del período en que las Escrituras hebreas empezaron a considerarse
autoritarias. En otras palabras, la mayoría de las veces el TM se considera como el mejor texto a causa de las
reglas de la critica textual. Pero esas reglas no se crearon especialmente para él, por lo cual se han
considerado muy en serio, y a veces hasta en forma sorprendente, otros textos. En 1 Samuel 27.8, el HOTTP,
la DHH, y la Biblia de Jerusalén usan la misma palabra que emplea la Septuaginta: «Telaim», en vez de la
que utiliza el TM: «desde tiempos antiguos». Esto mismo hacen otras versiones modernas importantes. En
1 Samuel 13.15, el HOTTP le da a la Septuaginta una calificación de «A» en comparación con el TM (véase
también Génesis 46.20-22,27).
En algunos casos, la Septuaginta ofrece, sin lugar a dudas, la lectura más difícil. Génesis 11.31 es un ejemplo
de esto. Allí, es posible que la frase del TM: «ellos (Taré y Lot) salieron con ellos», y la frase de la versión
Siriaca: «él (Taré) salió con ellos», reemplazaran a un texto anterior que se basaba en la frase de la
Septuaginta: «Él (Taré‚) los sacó». Pero en Génesis 12.1-9 y
15.7, Dios le manda a Abram salir de Ur y él mismo lo saca. La tradición del Éxodo (véase Ex 9 y Dan 9), que
debe haber ejercido una poderosa influencia sobre este texto, presenta a un Dios que actúa por iniciativa
propia para liberar al pueblo. Dios es el guía, el líder y el protector de Israel y de Abraham, y por tanto Taré,
en la mente de los escribas o copistas, debe ser excluido de esta función.

Conclusión
Gran parte del problema de la crítica textual es decidir simplemente entre creer o no creer que los escribas
tendían a simplificar y a explicar. En todo caso, los traductores deben distanciarse un poco del texto para
tratar primeramente de entenderlo según los términos propios del mismo (que sin duda son bastante
diferentes a los nuestros), y decidir luego qué intentarán hacer en su traducción. Irónicamente, en la
traducción eliminaremos mucho de lo que hacemos en la crítica textual.
Esto quizá no sea tan terrible. Es más, parece que eso hicieron muchas veces los traductores de las versiones
antiguas. Es peor mezclar la crítica textual con la traducción o, peor aún, permitir que nuestra búsqueda de
una buena traducción determine cuál sea nuestra decisión textual.

Referencias bibliográficas:
1. Aquí no se intenta ser comprensivos a nivel teórico o metodológico. Sin embargo, un breve resumen de la
situación actual ofrece un contexto desde el cual hacer comentarios prácticos. Algunos documentos útiles
sobre el tema son el de Scanlin, «What is the Canonical Shape of the Old Testament Text we Translate»
(Issues in Bible Translation, SBU, 1988) y el de Arichea, «Jeremiah and the HOTTP» (TBT 33, pp. 101-106).
2. S. Talmon, Cambridge History of the Bible, 1970; J.A. Sanders, JBL, 1979; HOTPP, 1982.
3. HUCA, 1982.
4. Qumrán and the History of the Biblical Text.
5. Cf. los Salmos del 11Q de Sanders vs. las comparaciones de los papiros sobre los Salmos canónicos vs. la
insistencia de Cross de que la existencia de diferentes tradiciones de manuscritos en Qumrán se debe a que
probablemente alguien de Egipto llevó los manuscritos allí.
6. Tov rechaza, por supuesto, las limitadas familias de Cross con base en su trabajo del 11QPaleoLev.
7. Torah and Canon.
8. Cf. Gn 1 contrastado con las otras historias de la creación del Próximo Oriente Antiguo.
9. Esta misma dinámica operó también en la historia de la interpretación bíblica, dentro de la cual se incluye
naturalmente la historia de la traducción bíblica.

© La Biblia en las Américas, Volumen 60 / Número 277 / No. 6 del 2005

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