Trabajo Derecho
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1. Definición
Los contratos atípicos van tomando relevancia, con mayor énfasis en la
contratación comercial, financiera y jurídica, como consecuencia de las relaciones
económicas comerciales en el mundo globalizado y debido al proceso de inserción
que viene teniendo el Perú. Estos contratos se denominan atípicos por no estar
legislados en nuestro ordenamiento jurídico aunque se han ido incorporando de
manera aún limitada por los principios de licitud y buena fe que tienen las
relaciones contractuales regidas por las reglas de autonomía de la voluntad que las
partes contratantes implementan para enfrentar y mejorar su productividad y
competitividad, en el caso de las empresas.
Por consiguiente, todos los contratos son, en sentido lato, obligatorios, aun
aquellos que tienen eficacia real, es decir, incluso aquellos que inciden sobre los
derechos reales (transfiriéndolos, constituyéndolos, modificándolos), ya que
también los derechos 0reales existen 0sobre la base de correspondientes deberes
(latamente, obligaciones) y todo lo que incide en los primeros no puede dejar de
incidir en los segundos. Ello, sin considerar que consecuencias obligatorias, en
sentido estricto, jamás pueden fallar; ni siquiera en los contratos con eficacia real.
De acuerdo al artículo 1362, los contratos deben negociarse, celebrarse y
ejecutarse según las reglas de la buena fe y común intensión de las partes.
Es allí donde surge y se desarrollan los diferentes contratos. En su mayoría, los
contratos que tienen por objeto bienes intelectuales constituyen, regularmente,
contratos innominados o atípicos; sin embargo, como todo contrato, están regidos
por los principios generales que rigen en materia contractual. En esa orientación,
uno de estos principios generales que rigen los contratos es el principio de
autonomía de la voluntad. Este principio reviste gran relevancia dentro de la Teoría
General de los Contratos y, en materia de contratos de Propiedad Intelectual su
importancia es claramente perceptible, ya que una de las consecuencias más
importantes de este principio consiste en la posibilidad de que los particulares
celebren acuerdos de cualquier tipo, aunque no estén expresamente reglamentados
por la ley. Es así como sirve de fundamento para la existencia de los contratos
innominados, como los contratos de transferencia de tecnología o los contratos de
franquicia. Pero este principio no se reduce únicamente a permitir la celebración de
contratos no tipificados en la ley, sino que sus efectos se extienden hasta la libertad
que tienen los particulares para la determinación del contenido de los contratos, es
decir, la libertad para el establecimiento de las obligaciones que de estos derivan. Es
en este sentido en el que revisten mayor relevancia las limitaciones que se
establecen al principio de autonomía de la voluntad, pues las mismas están referidas
más al contenido de las obligaciones contractuales que a la tipología del contrato
que les da nacimiento.
La mayor parte de los autores dan una definición negativa de los contratos atípicos.
Dentro de las consideradas definiciones negativas tenemos la de E. Chuliá (1999),
son contratos atípicos “los no regulados legalmente, aunque ésta los menciona
reconociendo simplemente su existencia en la realidad social”.
Son contratos atípicos aquellos que no estando definidos por la legislación positiva
están reconocidos por la realidad social y ocasiones por las leyes especiales,
basándose en la libertad contractual y en la autonomía de la voluntad rigiéndose por
su afinidad con otros contratos típicos.
Este es uno de los aspectos más importantes de nuestro estudio, pues de acuerdo con
el concepto que se acoja de contrato atípico se podrá calificar como tal una
determinada figura contractual, sin embargo, esta labor no resulta sencilla teniendo
en cuenta las variadas definiciones que se plantean en la doctrina, en la
jurisprudencia e incluso en la ley.
• La influencia del derecho anglosajón con nuevas formas de contratación que, por
su sentido práctico y eficaz, se introducen primero en Europa y posteriormente en
América Latina.
• Los avances tecnológicos que exigen nuevos usos.
• El fenómeno del comercio exterior y la globalización.
• Los intercambios entre Estados que se vieron obligados a aceptar nuevas formas
de relaciones económicas poco utilizadas en el ámbito nacional.
• El desarrollo de las sociedades mercantiles con las exigencias que ello reporta:
programación a larga distancia, contratos para intercambio o compra de tecnología,
utilización de patentes.
• Los vacíos que tiene nuestro sistema jurídico civil respecto a estos contratos.
4. Normativa aplicable
El asunto de mayor trascendencia que plantea el contrato atípico es el de
determinar la normativa aplicable, cuando las partes no previeron las dificultades
sobrevivientes. Especial problema plantean los contratos mixtos o complejos, que
podemos conceptuar como aquellos en que el supuesto contractual atípico en
cuestión contiene elementos de dos o más esquemas contractuales típicos
Diversas teorías se han formulado al respecto:
A. Leasing Operativo.
B. Leasing Financiero.
Elementos
1. Definición.
1. Definición
1. Definición.
2. Características
3. Clases
1. Concepto
2. Elementos
a. Subjetivos: Concedente y concesionario.
b. Objetivos: proporcionar productos para su venta.
c. Formales: No existe formalidad alguna para los mismos.
3. Caracteres