Charla Vocacional

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CHARLA VOCACIONAL

“Si el texto es oración, orad; si es gemido, gemid; si es acción de gracias, estad


contentos; si expresa el temor, temed. Porque las cosas que escucháis en el texto,
son el espejo de vosotros mismos”.

1. Introducción
¿Qué es una opción?: libertad o facultad de elegir, escoger o proferir. Y por ende
hay un elector, un elegido.

¿Qué es vocación?: inclinación a, inspiración de Dios a. es comunicación, es romper


el silencio, es relación, buscar al otro ya que el hombre es relación. Es por ello que
podemos hablar de tres dimensiones del llamado.

- En la Creación: El hombre es llamado a la vida, es llamado a existir en el


proyecto del creador, de Dios que es ser portador de la vida. (Gén. 1, 1ss).
Dios habla y cuando habla crea.
- En el Éxodo: El hombre es llamado a la libertad, a recrear la vida. (Éxodo 3,
8.10).
- En la Alianza: Alianza que es en definitiva el amor entre Dios y los hombres.
El tú de hombre frente al YO de Dios. Es llamado a la misión.

Dios dice: El Pueblo responde


- Vosotros sois mis siervos. - Tu eres nuestro Dios…
(Lev. 25, 42) (Salmo 8, 2-10)
- Yo soy vuestro Rey… - Dios es nuestro Rey
(Ez. 20, 33) (Is. 33, 22)
- Vosotros sois mis testigos… - Tu eres nuestro creador
(Is. 43, 10; 44, 8) (Is. 45, 7)

Entonces Dios habla e interpela


Así la vocación se convierte en un encuentro de dos libertades: la absoluta libertad
de Dios que llama, la libertad humana que responde a esta llamada.

Llamada a la vida-realización (creación); llamada a la libertad (conversión);


llamada a ser familia, a la comunión estrecha con él, con y para los demás (alianza).

Nuestra vida es una comunicación constante con Dios. La vocación es Dabar.

“Dabar”: Palabra creadora, generadora de vida. Es Palabra que pastorea, que


corrige, anuuncia y destina, compromete el futuro, designa con el nombre. (Jn 1,
42), compromete con el nombre. (Mt. 16, 18). La Palabra que se identifica con el ser
de Dios.
El DABAR de Dios es Jesús. Es por ello que es una Palabra que envía, haciendo
salir de sí mismo. Interpela y suscita.

¿Cuáles son las características de un vocacionado?


Leamos Juan 15, 9-17

“9Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor.


    10Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, así como yo he
guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
    11Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo
sea perfecto.
    12Este es mi mandamiento: que os améis los unos a los otros, así como yo os he
amado.
    13Nadie tiene un amor mayor que éste: que uno dé su vida por sus amigos.
    14Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando.
    15Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os
he llamado amigos, porque os he dado a conocer todo lo que he oído de mi Padre.
    16Vosotros no me escogisteis a mí, sino que yo os escogí a vosotros, y os designé
para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca; para que todo lo que
pidáis al Padre en mi nombre os lo conceda.
    17Esto os mando: que os améis los unos a los otros”.

- Es una persona que sintiéndose amada por Dios ama y permence en el


amor.
- Es una persona alegre, llena de gozo.
- Es una persona que conoce los secretos de Jesús. Porque son amigos de
Jesús.
- Es una persona elegida y elegida con dignidad.
- Es una persona enviada.
- Es una persona que da fruto.

Ahora bien; ¿podemos hablar de la vocación de Jesús?

¿Quién es Jesús?
Partamos de dos dimensiones:
- Humana – Histórica: donde Cristo hace una opción por el hombre. “Cristo
Jesús, quien es Dios, ungido que busca al hombre, a todo hombre” (Filp. 2,
11).
- Divina – Histórica – Salvífica. Es la opcio de Jesús por Dios. Cuestión que se
refleja en muchos acontecimientos de su vida, como en la oración que es, en
sí misma, reverencia al Padre. “Jesús Cristo” hombre que busca la santidad,
que busca vivir plenamente en Dios.
Podemos afirmar que todos tenemos vocación en esas dos dimensiones. Por
ello nuestra vocación es profundamente –cristológica- es la misma vocación de
Jesús.

¿De dónde surge la vocación de Jesús?


Leamos Lucas 2, 41-52
“42Y cuando cumplió doce años, subieron allá conforme a la costumbre de la fiesta; 43y
al regresar ellos, después de haber pasado todos los días de la fiesta, el niño
Jesús se quedó en Jerusalén sin que lo supieran sus padres, 44y suponiendo que
iba en la caravana, anduvieron camino de un día, y comenzaron a buscarle
entre los familiares y conocidos. 45Al no hallarle, volvieron a Jerusalén
buscándole. 46Y aconteció que después de tres días le hallaron en el templo, sentado
en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. 47Y todos los
que le oían estaban asombrados de su entendimiento y de sus respuestas.
48
Cuando sus padres le vieron, se quedaron maravillados; y su madre le dijo:
Hijo, ¿por qué nos has tratado de esta manera? Mira, tu padre y yo te hemos
estado buscando llenos de angustia. 49Entonces El les dijo: ¿Por qué me
buscabais? ¿Acaso no sabíais que me era necesario estar en la casa de mi
Padre? 50Pero ellos no entendieron las palabras que El les había dicho. 51Y
descendió con ellos y vino a Nazaret, y continuó sujeto a ellos. Y su madre
atesoraba todas estas cosas en su corazón. 52Y Jesús crecía en sabiduría, en
estatura y en gracia para con Dios y los hombres”.

- Tener 12 años. Reconocimiento como adulto y como hijo de Dios. Reconoce


que su columna vertebral es hacer la voluntad del Padre.
- Está en la casa o en las cosas del Padre es su modo de vivir que va con Jesús
a todos lados, incluso hasta la cruz. “Que no se ha mi voluntad sino la tuya”
(Lc. 22, 42ss) cfr. Lc. 24, 5; 25-26
- Buscar y encontrar: dinámica de la vida.
- Tres días: tiempo necesario para que suceda una transformación.
- Es necesario, es un deber: es la necesidad histórico salvífica que lo mueve a
realizar las cosas de su padre. La vocación del hijo que lo impulsa a hacer lo
que el Padre le pide. Es el secreto vocacional de Jesús, es su conciencia
histórica. Cfr. Lc. 2, 49; 4, 43.

¿En qué consiste su vocación?


Leamos Lc. 4, 5-6; 23-25.44; Mc. 1, 39. 3, 10-11; Mt. 4, 23-25.

¿Cuál es el secreto vocacional de Jesús, su columna vertebral?


Lc. 2, 49; 4,43; Jn. 4,34; 5, 19-21; 6, 38-40; 8, 27-29; 17, 4

¿Cuál es la voluntad de Dios?


Jn. 6, 38-40; Mt. 5, 4ss

¿A quién llama a Jesús?


Mc. 3, 13-19; Lc. 6 12-16; Mt. 10, 1

¿Cuáles son sus exigencias?


Mc. 10, 17-22.28-30; Lc. 12, 33; Mt. 5, 3; 10, 37-39; Flp. 4, 10-12

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