Adopcion de Luvetones
Adopcion de Luvetones
Adopcion de Luvetones
Liturgia
De ADOPCION DE LUVETONES
del R.·. E.·. A.·. A.·.
ADOPCION DE LUVETONES
(Cuando los HH.·. y los invitados hayan ocupados sus asientos, entra el
Ven.·. M.·. y los DDig.·. de la Log.·. a ocupar sus puestos. Todos los HH.·.
se ponen en pie sin estar al Orden; toca la música; el Ven.·. M.·. da una
Mall.·. y todos se sientan)
VEN.·. M.·. -QQ.·. HH.·. míos y vosotros queridos amigos, nos hemos reunido
en este lugar con el plausible objeto de adoptar los hijos de varios de
nuestros QQ.·. HH.·.; vamos pues, a dar principio a la Cer.·. de costumbre,
para lo cual solicito de vosotros la circunspección que requiere una
solemnidad semejante (X) Declaro abiertos los trabajos en sesión especial y
pública.
QQ.·. HH.·. míos: sabéis que la Mas.·., en todas partes donde ha existido, ha
tenido y tiene todavía sus fórmulas y rituales. Las CCer.·. consideradas
aisladamente, puede decirse que son pueriles y algunas veces llegan a
parecer ridículas, pues se remontan a la época lejana de la creación de
nuestra Sublime Institución; pero si ellas se relacionan con los objetos
formales y filosóficos de que hacemos uso en nuestros TTemp.·. y Aras, no
pueden menos aquellas que participar del justo interés que éstos inspiran. La
inviolabilidad del secreto prometido con una laudable intención, el sistema
respetuoso de que cada Q.·. H.·. se encuentra poseído, la respetable
autoridad del V.·. M.·., sus OOf.·., los toques que se dan y repiten con los
mazos de dirección, todo ello contribuirá a hacer solemne un ritual decoroso,
ejecutado con orden y regularidad.
Por eso es, QQ.·. HH.·. míos, que en el acto que vamos a practicar ahora con
estos lobatillos, nos pondremos bajo el dominio de algunas ceremonias de la
Ley antigua, acomodándonos al mismo tiempo a los usos modernos que la
Mas.·. práctica.
La Cer.·. de adopción no tiene otro objeto que presentar en nuestros
TTemp.·. a hijos de francmasones, por padrinos que también lo son, pidiendo
amparo y protección de la Mas.·. para ellos, sin que en manera alguna esto se
refiera a la práctica religiosa que confiere al bautismo. Las abluciones son
muy anteriores al bautismo cristiano que fue su continuación. Los sacerdotes
de la diosa Cottyto, en Atenas lo llamaban BAPTES, del griego “Bapto”, yo
lavo, de donde procede el nombre del “bautismo” que significa, acción de
sumergir el cuerpo en una cuba o en un río. Esta inmersión no cambió de
nombre, aunque luego se redujo a ASPERSION y era una teoría creer que
lavar el cuerpo era purificar el alma.
En Oriente y entre los hebreos, el ardor del clima hizo de la limpieza una ley
de primera necesidad y los legisladores establecieron la ablución como una
de las prácticas principales del culto religioso. Es sabido el cuidado con que
antes de sacrificar se lavaban los pontífices de Etruria. Grecia y Roma. Los
rabinos modernos, aunque habitando climas más templados, dan todavía
gran importancia a las abluciones. La mayor felicidad para un hindú próximo
a morir es exhalar su último suspiro en las olas del Ganges, del río divino, con
una cola de vaca en la mano. En Tonkín, el último día del año está consagrado
a la ablución general. En la religión judía se acostumbró a lavar
completamente el cuerpo antes de sepultarlo.
Los antiguos misterios tenían la purificación por agua, que no era otra cosa
que un símbolo piadoso para enseñar a los neófitos que debían purificarse el
alma de todos los errores y vicios de su vida anterior y renacer a una vida
nueva toda LUZ Y VIRTUD. La Mas.·. da la misma enseñanza.
Los primeros padres de la iglesia llamaban al bautismo regeneración del
alma. El bautismo que tiene por origen el cristianismo se administraba a los
adultos, acompañado de ceremonias simbólicas y exhortaciones cariñosas. Se
impregnaba de aceite el pecho de los bautizados para demostrarle que
debían ser como atletas, siempre prontos a luchar por la justicia y la verdad;
se vertía sobre su cabeza el Crimea real para recordarles que, en su calidad
de hijos de Dios, formaban parte de la nación santa en que todo hombre es
sacerdote y rey, y les vestían una túnica blanca para expresar la santidad de
la vida que debían observar.
Tal es el acto que vamos a celebrar, el cual sin quesea necesario decirlo, en
nada perjudica a los deberes privados de sus parientes, bien sea respecto al
culto que profesan, o a los imponen las leyes del país.
Además, que la palabra bautismo que acabamos de pronunciar, no os
parezca extraña; todos vosotros sabéis que es un error atribuir a cualquiera
de la sectas religiosas contemporáneas la creación del bautismo; ni el
judaísmo, ni el protestantismo, ni aun el cristianismo lo han instituido
supuesto que Juan que no era cristiano, bautizó a Jesús; que el bautismo,
llámese símbolo o sacramento, ha existido muchos siglos antes de nuestra
era; que se conocía en Egipto, en Persia y en la India, y que hoy, aún en los
pueblos situados en las orillas del Indus y Ganges, que son enemigos del
cristianismo, emplean la misma ceremonia para encontrar gracia delante del
Creador. Esta purificación simbólica prueba evidentemente que las
abluciones MMas.·. no son bautismo. En la India y en la Judea se bautizaba a
las personas de los dos sexos vertiéndoles agua sobre todo el cuerpo
desnudo.
La purificación, emblema natural para disponer el alma al arrepentimiento y
a la práctica de las virtudes, es de la más remota antigüedad y se encuentra
en los ritos de casi todos los pueblos por medio del agua lustral.
Los antiguos conocían tres clases de bautismo: lo. Por el fuego. 2º. Por la
sangre, anhelitos de la vida. 3º. Por el agua; sin contar con que los
mahometanos tenían abluciones por la tierra, lo cual prueba que al principio
el bautismo fue una generación por los elementos en cuya teoría creían
nuestros antepasados. Por lo mismo no daremos el nombre de bautismo a
esta ceremonia, porque nos parece que aquel implica ciertas obligaciones
para el neófito y la Mas.·. no quiere ni debe imponer compromiso alguno a
quien no tiene la edad necesaria para comprendes a lo que se compromete y
sin que sea de su personal y libre voluntad.
Os decimos esto para que podáis comprender que la ceremonia que va a
tener lugar no es una imitación del bautismo, el cual, por otra parte, merece
el respeto de los profanos y de los MMas.·.; pues lejos de criticar, imitar ni
parodiar a nadie, toleramos, respetamos y admitimos todas las creencias
religiosas.
Algunas personas creen que la Mas.·. es una religión. Si como tal se quisiera
considerar nuestra orden, se le debería nombrar la religión de la Evidencia,
de la Razón y de la Humanidad, porque está fundada en las leyes la
Humanidad, y la Evidencia, que no deja lugar a dudas, ni provoca las
animosidades y odios que han arraigado del espíritu de secta y han cubierto
de sangre las páginas de la historia, imponiendo las creencias por medio de la
fuerza y de los suplicios.
Pero las Mas.·. no es una religión, es una Escuela mutua filosófica, cuyos
estudios tienden a glorificar al Autor del Universo, haciendo triunfar la
verdad por medio del progreso y de la perfección del género Humano. La
Cer.·. que va a tener lugar la hemos tomado de los antiguos, cuyos
rudimentos tratamos de inculcar a la infancia en presencia de sus padres
encargados de completar su educación; no es otra cosa que la iniciación del
hombre como ser social, racional y sensible, en el conocimiento de sus
deberes y en el uso saludable de su inteligencia.
Nuestra misión es profesar y propagar los sentimientos de Paz y Fraternidad;
estudiamos y admiramos y veneramos la naturaleza y las causas primitivas de
las cosas bajo el nombre del G.·. A.·. D.·. U.·. Estudiamos el corazón humano,
nuestras exigencias, las del mundo social en su estado de evolución.
Nuestra ley no impone a sus adeptos, sino dos condiciones: Probidad y
Ciencia, para aplicar una y otra al amor del bien y al aborrecimiento del mal.
Ved, pues, lo que es la Mas.·. caros HH.·., ella no se ocupa sino de las leyes
inmutables dadas por el Principio Ordenador en la naturaleza el día de la
creación, leyes que se pueden resumir en estas frases; sed bueno, justo
animoso, veraz; amad a vuestros semejantes a quienes jamás oprimiréis,
porque son hermanos vuestros, hijos del mismo padre. Si de la Cer.·. que vais
a presenciar llama vuestra curiosidad algún detalle, en vez de sonreír debéis
reflexionar.
Tratamos de ser bastantes claros y precisos, y de haceros comprender el fin
que nos proponemos.
Vamos solamente contraer ciertos vínculos y obligaciones que nosotros y
nuestros sucesores sabremos cumplir.
VEN.·. M.·. - Q.·. H.·. M.·. de Cer.·., distribuid flores a las damas en testimonio
del placer que experimentamos al verlas hoy ser el más precioso adorno que
embellece nuestro Temp.·.
(Música alegre durante la distribución. Concluida ésta dice el:)
VEN.·. M.·. -QQ.·. HH.·. míos, algunos miembros de este Tall.·. (y de los TTall.·.
…..de nuestra jurisdicción) han solicitado la admisión de sus hijos en nuestro
TTemp.·. con objeto de recibir la primera iniciación en los misterios de la
Mas.·. Deseamos saber si dichos HH.·. reiteraron la misma petición.
(Contestan los HH.·.)
VEN.·. M.·. - Q.·. H.·. M.·. de Cer.·., acompañad a los QQ.·. HH.·. Prim.·. y Seg.·.
VVig.·., y a las que forman la Com.·. respectiva, para introducir en este
Temp.·. a los niños y a las personas que les acompañan.
(Música grave y armoniosa)
(Entra la Com.·., los niños y sus padrinos, quienes se colocan entre Col.·.
El M.·. de Cer.·. toma la Pal.·. y dice:)
M.·. DE CER.·. -Ven.·. M.·., en nombre de estos QQ.·. HH.·. y en el mío vecinos
a suplicar que vos y los demás QQ.·. HH.·. de este Resp.·. Tall.·. acojáis bajo
vuestra protección a los niños: (se dan los nombres y apellidos de los niños,
su edad, y se mencionan a los padres, padrinos y madrinas) y les dispenséis
en su infancia vuestra amistad y protección admitiéndolos en la primera
iniciación, como prueba de la tierna solicitud que les debéis.
(Si el número de los niños es grande, se pasará la lista al Srio.·., que
dará cuenta de ella en voz alta.)
VEN.·. M.·. - QQ.·. HH.·. míos, padres de estos niños que la Naturaleza confía
a vuestros cuidados y a vuestra dirección inteligente, y que deben ser causa,
durante vuestra vida, de satisfacción o pesar, según la aplicación que hagáis
de sus facultades.
La piedra informe y sin utilidad aparente, confiada a la mano de un hábil
artista, llega a ser una obra maestra. Es nuestro deber, por lo tanto,
fortalecer sus débiles cuerpos con los hábitos de temperancia; infundir en sus
corazones el amor al bien e ilustrar su inteligencia con la antorcha de la
verdad.
Y vosotros QQ.·. HH.·. míos que os presentáis como padrinos, prometedme
en vuestro nombre y en el de las damas que habéis escogido como madrinas,
inculcar en esos tiernos objetos de vuestra predilección, principios de
rectitud, el imperio sobre las pasiones y una moralidad austera; que haréis
cuando podáis para impedir que sucumban a la impostura y el error y sabréis
inspirarles el amor a sus semejantes y el sentimiento de la benevolencia y de
la fraternidad.
Enseñadle que la gratitud es el más bello adorno de un corazón leal, y que los
hombres que tienen la honra de llevar el título de MMas.·. deben
engalanarse con esa virtud.
Débiles viajeros en esta vida de azares y amarguras, haced que esos tiernos
niños que confiamos a vuestro cuidado, no olviden nunca que su patria es el
mundo y todos los hombres honrados son sus HH.·.; que el respeto a las leyes
y costumbres de los pueblos que les brinden hospitalidad sea la principal
manera de pagar esa misma hospitalidad y el modo más satisfactorio de
expresar su gratitud.
Prometedme, en fin, que os esforzaréis para que trabajen sin descanso y con
fervor en bien de la humanidad.
PADRINOS- ¡Lo prometemos!
VEN.·. M.·. - Queridos niños, se pide para vosotros una nueva Luz, más bella
que la del día porque es la de la Ciencia y la Verdad, la Luz de la inteligencia
que empieza a alborear para vosotros en este instante. Todos nuestros QQ.·.
HH.·. han admitido con la más sincera satisfacción la petición de vuestros
padres, nuestros QQ.·. HH.·. también, y os felicitamos de la dicha que os han
procurado en ello.
Padrinos de estos niños, ¿qué exigís de nosotros?
M.·. DE CER.·. -Amigos de estos niños, hijos de nuestros QQ.·. HH.·., pedimos
para ellos Luz y Protección.
VEN.·. M.·. - Seáis bienvenidos, QQ.·. HH.·. míos, y recibid nuestras más
expresivas gracias. Acabáis de dar una prueba inequívoca de vuestro celo por
la Institución al corresponder a los sentimientos de caridad y amor fraternal
que nos animan.
¡Queridos niños! El más ilustre M.·. del Universo el generoso redentor de la
humanidad: el que sacrificó hasta su vida en el Gólgota por la Libertad, la
Igualdad y la Fraternidad de los hombres, doctrinas imperecederas que
aceptamos, profesamos y enseñamos, llamaba a los niños que tanto amaba,
y obedeciendo la divina ley del amor os decimos: “Venid, venid tiernos y
queridos niños, y juntos estudiemos las sublimes lecciones que nos guiarán
en el sendero del honor y la virtud”.
(El M.·. de Cer.·. hace subir el primer escalón del trono a los niños; los
padres, padrinos e integrantes de la Com.·. ocupan sus asientos en el
mayor silencio.)
VEN.·. M.·. - Nacer, vivir y morir, son los tres principales hechos de la vida
humana, tienen por emblema estas tres gradas que representan la NIÑEZ, la
MADUREZ, y la VEJEZ; por esa razón no podéis pasar por ahora del primer
escalón.
Esta es la primera explicación que debemos daros de nuestro simbolismo;
recordad siempre que el hombre ha nacido para morir, que al dar su primer
paso en la vida la Naturaleza quiere que sea también el principio de su
muerte; pues su ley inmutable exige que todo viva para reproducirse y morir.
Sentaos, hijos míos.
ADOPCION
VEN.·. M.·. - Q.·. H.·. Prim.·. Vig.·. ¿Qué objeto nos reúne en este lugar?
PRIM.·. VIG.·. - El recobrar la felicidad perdida para el hombre.
VEN.·. M.·. - Q.·. H.·. Seg.·. Vig.·. ¿Qué medios empleamos los MMas.·. para
obtener fin tan loable?
SEG.·. V.·. - Los consejos de la amistad y el ejemplo de la virtud que
practicamos.
VEN.·. M.·. - Q.·. H.·. Prim.·. Vig.·. ¿Qué enseñamos en nuestros TTemp.·.?
PRIM.·. VIG.·. - Doctrinas sublimes de moral, basadas en el principio de no
hacer a nuestros semejantes lo que no queramos para nosotros, y amarlos
con el mismo amor que para nosotros deseamos.
Tal es la consecuencia de esta máxima fundamental de nuestra Institución,
que, guiados por ella, no podemos menos que considerar como hermanos
nuestros, e iguales nuestros a todos los hombres en general. Somos
incansables en combatir el Orgullo, el Error y las Preocupaciones, sin olvidar
la ignorancia, causa de todas las desgracias humanas. Recomendamos la
práctica de la Justicia, porque ella sola pudiera proteger los derechos e
intereses de cada uno, encareciendo la Tolerancia que deja al hombre la
libertad de pensar, y la Paciencia que nos ayuda a soportar los contratiempos
e infortunios de la vida.
Amamos a los pobres indistintamente. El rico y el pobre, el fuerte y el débil,
el sabio y el ignorante, se confunde del mismo modo entre nosotros.
Tenemos compasión del desgraciado, sin reparar en su condición, y hacemos
un esfuerzo por traerle al buen camino. El estado normal del hombre y su
posición sobre la tierra es la ocupación principal de nuestro espíritu.
VEN.·. M.·. - Q.·. H.·. Seg.·. Vig.·. ¿Qué virtudes deben acompañar a un buen
Mas.·.?
SEG.·. VIG.·. - La Fe que da el valor que conduce a la victoria; la Perseverancia
que vence todas las dificultades y el Celo desinteresado de quienes no temen
los peligros ni una falsa vergüenza en la práctica del bien, sin esperar otro
premio que el de su propia conciencia.
VEN.·. M.·. - ¡Padrinos! Ya conocéis el fin de nuestra Institución y los deberes
de un verdadero Mas.·. ¿Prometéis enseñar a esos niños a vencer sus
pasiones, a no dejar corromper sus corazones por los vicios o malas
compañías y a sacrificar su interés personal por el bien general?
PADRINOS - ¡Lo Prometemos!
VEN.·. M.·. - ¿Estáis dispuestos a pronunciar en presencia de esta numerosa
asamblea la protesta solemne que os ligará para siempre con vuestros
ahijados?
PADRINOS - Sí, lo estamos.
VEN.·. M.·. - ¡En pie, QQ.·. HH.·. míos! Q.·. H.·. Heraldo, leed en alta voz la
solemne protesta de los padrinos, a fin de que todos conozcan las
obligaciones que van a contraer.
(Trémulo en sordina por la orquesta.)
SRIO.·. - “Vos, MMas.·. regulares, padrinos de estos tiernos niños, en
presencia de esta Resp.·. Logia Simbólica …………………. No………., de los QQ.·.
HH.·. visitadores y de todos los presentes. Protestamos solemnemente, bajo
nuestra palabra de honor, de nuestra libre y espontánea voluntad, sin
restricción mental alguna, y comprometiendo nuestra conciencia y fe de
MMas.·., constituirnos desde hoy y para siempre, padres adoptivos de estos
luvetones, a los cuales desde este instante reconocemos y adoptamos como
hijos, y por los cuales, muertos sus respectivos padres, Nuestros QQ.·. HH.·.,
haremos todo lo que estos harían en bien de aquéllos con el mismo amor y
solicitud que emplearíamos en nuestros propios hijos, proporcionándoles a
nuestra costa educación, instrucción, y cuando sea necesario para darles una
posición honrosa en la sociedad, y carrera, arte u oficio, hasta hacerlos
hombre útiles y honrados y dejarlos en aptitud de ser un día nuestros HH.·.”
“De la misma manera llenaremos cumplidamente estos deberes en el
desgraciado caso de no perderlo hacer sus padres, nuestros QQ.·. HH.·.”
“Protestamos además de una manera particular, los que hemos aceptados el
cargo de padrinos, cuidar de que en todo tiempo se haga efectivo el apoyo de
esta Resp.·. Log.·. Simb.·. ………..No……., y la eficaz cooperación de todos los
miembros de la Fraternidad, para cumplir mejor los deberes que aceptamos
a favor de los mencionados luvetones”
“Si por desgracia faltáramos a estas solemnes promesas, que todos los males
causados por nuestro abandono e indolencia a nuestros ahijados recaigan
sobre nuestra vida y nuestra honra, como justo anatema a nuestra actitud”.
VEN.·. M.·. - ¿Ratificáis esta protesta?
PADRINOS- (Extendiendo la mano sobre la hoja de su espada) ¡La ratificamos!
VEN.·. M.·. - ¿Y vosotros QQ.·. HH.·., protestáis por vuestro honor, que, en
ausencia a falta de padrinos o padres de estos niños, estaréis prontos, todos
y cada uno a cumplir las obligaciones que en nombre de todos acabáis de
contraer?
TODOS- (Los HH.·. extienden la mano derecha y dicen:) ¡Protestamos!
(Cesa el trémulo de la orquesta.)
VEN.·. M.·. - Sentaos QQ.·. HH.·. HH.·. MM.·. de Cer.·., conducid a estos niños
al altar de las abluciones.
(Música muy suave, con sordina, de modo que se oigan las palabras del Ven.·.
M.·.)
(Los MM.·. de Cer.·. conducen a los niños cerca de la mesa preparada para la
ceremonia.)
(El Ven.·. M.·. sumergiendo la mano izquierda de cada uno de los niños
en el agua, dice:)
AGUA
VEN.·. M.·. -Sean siempre puras vuestras manos y que jamás se vean
manchadas con la sangre de vuestros semejantes; que nunca de ellas se diga
que han despojado de sus bienes a aquel que con justicia los posee.
LUZ
(Enciende el candelabro de tres luce y dice:)
¡Que la luz material os vivifique y la salud os deje gozar sin interrupción,
del placer de la existencia!
MEDALLAS Y MANDILES
Pueda esta joya (poniendo al cuello la medalla) símbolo del amor fraternal,
unir estrechamente a los miembros de este Tall.·. y recordaros las promesas
que han sido hechas en vuestro nombre.
(Poniendo el mandil). Este mandil simboliza el trabajo y debe recordaros que
es la fuente de todas las riquezas; el trabajo es el sendero de la honradez y
de la virtud. Recibid, pues, el título de hijos nuestros, hasta tanto podamos
trocarlo por el de hermanos.
PERFUMES
(Poniendo aromas en los pebeteros.)
Que este perfume que se eleva a las bóvedas del Temp.·., sea como una
expresión de nuestro homenaje a la Naturaleza y a su Autor.
SAL
(Pasando un poco, de algodón empapado de sal, en la frente de los niños.)
Que esta sal, don de la Naturaleza, símbolo de la Sabiduría y de la Amistad,
os inspire ideas sanas y justas, que dirijan vuestros pensamientos hacia el
bien y lo bello, y os proporcionen amigos fieles y verdaderos.
MIEL
(Hace probar un poco de miel a los niños.)
Que esta miel sea emblema de la dulzura de vuestras palabras; que vuestra
lengua sea siempre el intérprete de los sentimientos del corazón; que jamás
vuestra boca profiera la mentira, que vuestros labios proclamen altamente la
verdad; que vuestra voz se deje oír en defensa de la desgracia y de la
inocencia oprimida y que sea a la vez paz y consuelo de los buenos y terror
de los malvados.
VINO
(Pasando un poco de vino por los párpados de los niños.)
Aprended a leer en el grandioso libro de la Naturaleza que os prodiga tantos
beneficios y provee con abundancia a todas las necesidades de sus caros
hijos, ese libro majestuoso que se abre cada día a los rayos de la verdadera
luz, tal cual la comprenden los amigos de la verdad.
ACEITE
(Aplicamos un poco de aceite al oído izquierdo de los niños.)
Sed atentos a las lecciones de la sabiduría y de la experiencia, sublimes a la
voz del infortunio y sordos a las seducciones del vicio, a los sofistas del error
y a las sugestiones de la injusticia.
LECHE
Inocentes niños, probad de este néctar delicioso que se elabora en los
pechos de nuestras madres para dar el primer alimento a sus tiernos hijos.
Que esta leche, imagen de pureza y de blancura, sea emblema de la
sinceridad, de la protección y de la asistencia que os dispense la Mas.·. que
será desde hoy para vosotros, una segunda madre.
PAN Y FRUTA
(Presentándoles pan y fruta.)
¡Tomad y comed! Quiera la Providencia que jamás os falte el pan. Comed y
bebed reunidos como buenos HH.·. Recordad cuán pródiga es la Naturaleza
en los presentes que concede al hombre. No olvidéis que existen
desgraciados; que debéis aprender a dar de lo superfluo, y en caso urgente,
de lo necesario, porque el que da a los pobres es benemérito de la
humanidad entera.
PLOMADA
(Suspende la plomada con la mano izquierda.)
Que la rectitud sea el principio que dirija vuestras acciones incesantemente
hacia la justicia y la bondad, que son los atributos del verdadero Mas.·. y las
dos virtudes que más acerca al hombre a la perfección.
NIVEL
(Toca la cabeza de los niños con el nivel.)
Recordad que todos los hombres son iguales y que la Justicia está basada en
la gran ley de la reciprocidad. No resolváis jamás cosa alguna contra vuestro
semejante e igual, sin consultar antes con vosotros mismos di harías de
buena voluntad lo que pensáis exigir de él.
ESCUADRA
(Muestra la escuadra.)
Que la razón y la conciencia acompañen, cual los lados de esta herramienta,
vuestros juicios sobre las acciones de los otros. Y os guíe en el
descubrimiento de la verdad.
(Dejando a un lado la escuadra.)
Queridos niños, cultivad vuestra razón y no consintáis jamás que se degrade
o envilezca. Que vuestras almas comprendan las ventajas de la virtud.
Honrad a vuestros padres, amadlos y oíd sus consejos y no les abandonéis,
porque ¡Desgraciados de los hijos que abandonan a sus padres! Cuando la
edad y la instrucción hayan ilustrado vuestra inteligencia, estudiad la
Naturaleza y tratad de comprenderla porque ella os enseñará la verdad, lo
que debéis al autor de vuestros días y a esa buena madre de la cuál sois el
orgullo y la alegría. No olvidéis tampoco que el hombre ha nacido para el
trabajo; el trabajo y el estudio son dos fuentes verdaderas de felicidad, de los
cuales podéis esperar la recompensa.
(Poniendo la mano sobre la cabeza de los niños.)
¡Que la L.·., la F.·. y la I.·. sean vuestras inseparables compañeras!
¡QQ.·. HH.·. míos de pie!
Pidamos salud y prosperidad para estos niños; salud y prosperidad para sus
padres y madres; honor y salud para la Mas.·., a quién sólo es dable hacer de
los hombres todo un pueblo de hermanos.
CONSAGRACION
(Estando los niños de pie con la vida hacia Or.·., sobre sus cabezas se dispone
se dispone el velo blanco sosteniendo sus cuatro extremos dos padrinos y dos
madrinas en direcciones opuestas.)
(El Ven.·. M.·. extiende la mano derecha sobre la cabeza de los niños,
todos los HH.·. forman la bóveda de acero y dice el:)
VEN.·. M.·. - Retiraos en paz QQ.·. HH.·. míos, y que la armonía, la paz y la
concordia sean la triple base de nuestros trabajos.
Que la amistad y la beneficencia sean las dos acciones que ennoblezcan
vuestras almas.
(X) Los trabajos de adopción de luvetones han terminado.