EVOLUCION
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EVOLUCION
En 1831 el joven Charles Darwin se hizo a la vela desde Inglaterra, en un viaje que demostraría ser
el más significativo en la historia de la Biología. Antes de cumplir los 23 años Darwin ya había
abandonado una carrera de medicina – se describía a si mismo como huyendo de un anfiteatro de
operaciones en el que se estaba llevando a cabo una intervención quirúrgica en un niño sin
anestesia- y era un candidato reacio al clero, profesión que se juzgaba adecuada para el hijo menor
de un caballero inglés. Estudiante mediocre, Darwin era un apasionado cazador y jinete,
coleccionista de coleópteros, moluscos y conchas, botánico y geólogo aficionado. Cuando el
capitán del buque de exploraciones Beagle, poco mayor que Darwin ofreció un pasaje para un
joven caballero que sería voluntario sin remuneración, Darwin aprovechó ansiosamente esta
oportunidad para ampliar sus conocimientos sobre historia natural. El viaje, que duró cinco años,
forjó el curso del trabajo futuro de Darwin. Al regresar, heredó una propiedad en la campiña
inglesa y llevó una existencia de trabajo independiente y de estudio que cambió radicalmente
nuestra visión de la vida y de nuestro lugar en el mundo vivo.
Es bien sabido que Darwin fue fundador de la teoría moderna de la evolución. Aunque no fue el
primero en proponer que los organismos evolucionan, o cambian, a lo largo del tiempo, fue el
primero en acumular una masa importante de evidencia en apoyo de esto y en proponer un
mecanismo válido por el cual podría ocurrir la evolución. Para comprender el significado y la
importancia de la teoría de Darwin es útil echar un vistazo al clima intelectual en el cual se
formuló.
Aristóteles (384- 322 A.C.), el primer gran biólogo creía que todos los seres vivos podían ser
ordenados en una jerarquía. Esta jerarquía se conoció como la Scala Naturae, o Escala de la
Naturaleza, en la cual las criaturas más simples tenían una posición humilde en el peldaño más
bajo, el hombre ocupaba el peldaño más alto y todos los otros organismos ocupaban lugares
adecuados en el intervalo. Hasta fines del siglo XIX, muchos biólogos creían en dicha jerarquía
natural. Pero, mientras para Aristóteles los organismos vivos habían existido siempre, los biólogos
posteriores (al menos los del mundo occidental) creían, de acuerdo con las enseñanzas del viejo
testamento, que todos los seres vivos eran productos de la creación divina. Creían, es más, que la
mayoría había sido creada para el servicio o el placer de la humanidad.
Entre aquellos que creían en la creación divina estaba Carl Von Linné (1707-17778), el gran
naturalista sueco que ideó el sistema actual de nomenclatura para las especies o clases de
organismos. En 1753 Linneo publicó Species Plantarum que describía en dos volúmenes
enciclopédicos cada especie de planta conocida en esa época. En el momento en que Linneo estaba
trabajando en este proyecto masivo, había exploradores que regresaban a Europa desde África y el
nuevo mundo con planta no descrita previamente y con animales no conocidos, y aún,
aparentemente con nuevos tipos de seres humanos. Linneo revisó edición tras edición para dar
cabida a estos hallazgos, pero no cambió su opinión de que todas las especies existen en ese
momento fueron creadas en el sexto día de trabajo de Dios y han permanecido fijas desde
entonces. Durante la época de Linneo, sin embargo, se hizo claro que el patrón de la creación era
mucho más complejo que el que había sido pensado originalmente.
La idea de que los organismos podían evolucionar a través del tiempo y que un tipo de organismo
daba origen a otro tipo de organismo, es antigua, anterior a Aristóteles. Una escuela de filosofía
griega, fundada por Anaximandro (611- 547 A.C.) y que culminó con los escritos del filósofo y
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poeta latino Lucrecio (99-55 A.C.), desarrollo no sólo una teoría atómica, sino también una teoría
de la evolución, sorprendentemente similares a los conceptos actuales. El trabajo de esta escuela,
sin embargo, era en gran medida desconocido en Europa en el momento en que la ciencia de la
Biología, según la conocemos, comenzó a tomar forma.
En el siglo XVIII, el científico francés Georges Luis Le Clec de Buffon (1707-1788) estuvo entre
los primeros en proponer que las especies podrían sufrir cambios en el curso del tiempo. Sugirió
que además de las numerosas criaturas producidas por la creación divina en el comienzo del
mundo, “Hay familias menores concebidas por la Naturaleza y producidas por le tiempo”. Buffon
creía que estos cambios tenían lugar por un proceso degeneración. De hecho lo resumió, diciendo:
“…el mejoramiento y la degeneración son una misma cosa dado que ambas implican una
alteración en la constitución original”. La hipótesis de Buffon, aunque era vaga respecto a como
podían ocurrir los cambios, intentaba explicar la desconcertante variedad de criaturas del mundo
moderno.
Eramus Darwin (1731-1802), el abuelo de Charles Darwin, se contaba entre aquellos que dudaban
de que las especies fueran fijas y no cambiasen. Erasmus Darwin era médico, naturalista y escribía
prolíficamente, con frecuencia en verso, sobre temas de botánica y zoología. Sugirió
fundamentalmente en acotaciones y notas al pie de página, que las especies tienen conexiones
históricas entre sí, que los animales pueden cambiar en respuesta a su ambiente, y que su progenie
puede heredar estos cambios. Sostenía, por ejemplo, que un oso polar es un oso “común” que por
vivir en el Ártico se había modificado y había pasado estas modificaciones a sus oseznos. Estas
ideas nunca fueron formuladas con claridad, pero son interesantes a raíz de sus posibles efectos
sobre Charles Darwin, aunque este último nacido después de la muerte de su abuelo, no parecía
tenerlas en gran estima.
INVESTIGA:
Realiza una línea de tiempo con los personajes que creían en la evolución de las especies hasta
Darwin.
LA EDAD DE LA TIERRA
Fueron los geólogos, más que los biólogos, quienes prepararon el camino para la teoría moderna de
la evolución. Uno de quines tuvieron mayor influencia fue James Hutton (1726- 1797). Hutton
propuso que la Tierra había sido moldeada, no por hechos repentinos y violentos, sino por procesos
lentos y graduales: el viento, el clima y el fluir del agua, los mismos procesos que pueden verse en
acción en el mundo actual. Esta teoría de Hutton que fue conocida como Uniformitarismo, era
importante por tres razones. Primero, implicaba que la Tierra tiene una larga historia, lo cual era
una idea nueva para los europeos del siglo XVIII. Los teólogos cristianos, contando las
generaciones sucesivas desde Adán (como se registraba en la Biblia) habían calculado que la edad
máxima de la Tierra era aproximadamente de 6000 años. Según sabemos, nadie, desde los
discípulos de Anaximandro (Cuya escuela sostenía que la Tierra era infinitamente vieja) había
pensado en términos de un período mayor. Sin embargo, 6000 años es demasiado poco tiempo para
que tuviesen lugar los principales cambios evolutivos, cualquiera fuese la teoría. Segundo, la teoría
del uniformitarismo afirmaba que el cambio es en sí el curso normal de los acontecimientos, por
oposición a un sistema estático interrumpido por un hecho ocasional e inusual, como por ejemplo
un terremoto. Tercero, aunque esto nunca fue dicho expresa claramente, el uniformitarismo sugirió
que podría haber alternativas a la interpretación literal de la Biblia.
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La persona que más influyó en Darwin, según se cree, fue Charles Lyell (1797-1875), un geólogo
que le llevaba doce años de edad. Uno de los libros que llevó consigo en su viaje fue el primer
volumen de los “Principios de Geología” de Lyell, que acababa de publicarse; el segundo volumen
le fue enviado durante su viaje en el Beagle. Basado en sus propias observaciones y de las hechas
por sus predecesores, Lyell se oponía a la teoría de las catástrofes. En cambio, presentó nuevas
evidencias en apoyo de la teoría anterior uniformitarista de Hutton. De acuerdo con Lyell, el efecto
lento, constante y acumulativo de las fuerzas naturales había producido un cambio continuo en el
curso de historia de la Tierra. Dado que este proceso es demostrablemente lento y sus resultados
apenas visibles en el curso de una vida, deben, por tanto, haber ocurrido durante un lapso muy
prolongado. Lo que la teoría de Darwin necesitaba era tiempo, y fue tiempo lo que Lyell le
proporcionó. Según las palabras de Ernst Mayr, de la Universidad de Harvard, el descubrimiento
de que la Tierra era antigua “fue la bola de nieve que dio comienzo al alud”.
Este fue el clima intelectual en el que Charles Darwin se hizo a la mar desde Inglaterra. Mientras el
Beagle descendía a lo largo de la costa atlántica de Sudamérica, atravesaba el Estrecho de
Magallanes y ascendía por la costa del Pacífico, Darwin viajaba por el interior del continente.
Exploró los ricos lechos fósiles de América del Sur (con las teorías de Lyell frescas en su mente) y
coleccionó ejemplares de los numerosos tipos nuevos de plantas y animales que encontró.
Se impresionó fuertemente durante su largo y lento viaje a lo largo de una y otra costa por el
cambio constante de las variedades de organismos que vio. Las aves y otros animales de la costa
oeste, por ejemplo, eran muy diferentes de los de la costa este, e incluso, a medida que él ascendía
lentamente por la costa occidental, una especie sería reemplazada por otra.
Los más interesantes para Darwin fueron los animales y plantas que encontró en un grupo de islas
áridas, pequeñas y deshabitadas, Las Galápagos, situadas aproximadamente a 950 Km. de la costa
de Ecuador. Las Galápagos tomaron este nombre de los habitantes más notables de estas islas, las
tortugas gigantes o galápagos, algunas de las cuales pesan 100 Kg. o más. Cada isla posee su tipo
propio de tortuga. Los marineros que las llevaban a bordo y las mantenían como fuente adecuada
de carne fresca para sus viajes en el mar, podían decir prontamente de que isla provenía una
tortuga en particular. También había un grupo de pájaros del tipo de los pinzones, trece especies en
total, que difería entre sí por los tamaños y forma de sus cuerpos y picos, y particularmente por el
tipo de alimento que ingerían. En realidad, aunque eran sin duda pinzones tenían muchas
características que se veían sólo en tipo completamente diferentes de pájaros del continente. Un
pinzón por ejemplo, se alimenta sacando insectos de la corteza de los árboles. Sin embargo, este
pájaro no está completamente equipado para efectuar la tarea, porque carece de la lengua larga que
los verdaderos pájaros carpinteros utilizan para capturar insectos que se encuentran debajo de la
corteza. En cambio, el pinzón carpintero utiliza un pequeño palito o una espina de cactus para
desprender a los insectos. Con sus conocimientos de geología, Darwin sabía que estas islas, de
claro origen volcánico, eran mucho más jóvenes que el continente. Pero sus plantas y animales
eran diferentes de las del continentes y, de hecho, los habitantes de las diferentes islas del
archipiélago diferían entre sí.
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LA TEORÍA DE DARWIN
Darwin era un lector asiduo y voraz. Poco después de su regreso tomó conocimiento de un tratado
sociológico breve, pero muy comentado escrito por el reverendo Thomas Malthus, que apareció
por primera vez en 1798. En este ensayo Malthus advertía, al igual que los economistas lo han
hecho desde entonces, que la población humana estaba incrementándose tan rápidamente, que en
poco tiempo sería imposible alimentar a todos los habitantes de la Tierra. Darwin vio que la
conclusión de Malthus, que la disponibilidad de alimentos y otros factores mantienen a la
población a raya, es válida para todas las especies, no sólo para la humana. Por ejemplo, calculó
que una sola pareja de elefantes, que se encuentran entre los animales de reproducción más lenta,
produciría una población de diecinueve millones de elefantes en setecientos cincuenta años si toda
su progenie viviera y reprodujera el número normal de descendientes durante un lapso de vida
normal. Sin embargo, el número promedio de elefantes generalmente permanece constante a lo
largo de los años. Así, aunque una sola pareja reproductora pudiera, en teoría, haber originado
diecinueve millones de descendientes, en realidad producía un promedio de sólo dos. ¿Pero por
qué esos dos en particular? El proceso por el cual los dos sobrevivientes son “elegidos” fue
llamado por Darwin “Selección Natural”.
La selección natural, de acuerdo con Darwin, era un proceso análogo al tipo de selección
practicado por los criadores de ganado, caballos o perros. En la selección artificial nosotros, los
humanos, elegimos especímenes individuales de plantas o de animales para reproducirlos sobre la
base de las características que nos parecen deseables. En la selección natural el ambiente toma el
lugar de la elección humana. Dado que los individuos con ciertas características hereditarias
sobreviven y se reproducen y los individuos con otras características hereditarias son eliminados,
la población cambiará lentamente. Si algunos caballos eran más veloces que otros, por ejemplo,
estos individuos tendrían más probabilidad de escapar de los depredadores y sobrevivir, y su
progenie, a su vez, podría ser más rápida, y así sucesivamente.
De acuerdo con Darwin, las variaciones que aparecen en cada población natural y se heredan entre
los individuos son una cuestión de azar. No las produce el ambiente, ni una fuerza creadora ni el
esfuerzo inconsciente del organismo. Por sí misma, ellas no tienen meta o dirección pero a menudo
tienen valores adaptativos positivos o negativos, osea, pueden ser más o menos útiles para un
organismo si se lo juzga por su supervivencia y su reproducción. Es el funcionamiento de la
selección natural, la interacción de organismos individuales, con su ambiente, durante una serie de
generaciones lo que confiere dirección a la evolución. Una variación que da a un organismo
aunque fuere una leve ventaja lo hace más apto para dejar progenie que sobreviva. Así, volviendo
a la jirafa de Lamarck, una jirafa con un cuello ligeramente más largo puede tener una ventaja para
alimentarse y de este modo sería probable que deje más progenie que una jirafa con un cuello más
corto. Si el cuello más largo es una característica heredada parte de esta progenie también tendrá
cuello largo, y si los animales de cuello largo de esta generación tienen una ventaja, la generación
siguiente incluirá más individuos de cuello largo. Finalmente, la población de jirafas de cuello
corto se habrá transformado en una población de jirafas de cuello largo (aunque seguirá habiendo
variaciones en la longitud del cuello).
Como puede verse, la diferencia esencial entre la formulación de Darwin y la de cualquiera de sus
predecesores es el papel central que él dio a la variación. Otros habían considerado a las
variaciones como simples perturbaciones del diseño general, mientras que Darwin vio que las
variaciones entre los individuos son la trama real del proceso evolutivo. Las especies surgen,
propuso Darwin, cuando las diferencias entre los individuos dentro de un grupo se convierten
gradualmente en diferencias entre grupos, a medidas que éstos se separan en el espacio y el
tiempo.
El Origen de las Especies que Darwin “rumió” durante más de veinte años después de su regreso a
Inglaterra es, según sus propias palabras, “un largo razonamiento”. Fue publicado el 24 de
noviembre de 1859, y el mundo occidental no ha sido el mismo desde entonces.
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TEORÍA DARWINIANA DE LA EVOLUCIÓN BASADA EN LA SELECCIÓN NATURAL
La teoría de Darwin está integrada por cuatro hipótesis principales y dos predicciones. Cada
hipótesis reúne un gran número de observaciones.
Cada predicción declara lo que debe ser verdadero si la hipótesis es verdadera.
1) Potencial reproductivo
La primera hipótesis del naturalista británico plantea que cada organismo tiene el potencial de
originar más de un descendiente durante su vida.
Esta hipótesis es apoyada por millones de observaciones a partir de Darwin.
Un par de ratones tienen muchas crías en cada camada y muchas camadas en una vida. Un pino
libera millones de semillas durante su prolongada existencia.
2) Constancia numérica
La segunda hipótesis de Darwin plantea que el número de individuos dentro de cada especie
permanece bastante constante a través del tiempo.
Esta hipótesis se apoya también en incontables observaciones. En general, los ratones en un
bosque no llegan a aumentar cada vez más con el paso de los años, ni los árboles de un bosque
ni las flores de un prado llegan a estar cada vez más apiñadas.
La mayor parte de las veces el número de individuos permanece igual año tras año.
Primera predicción
Según la primera hipótesis el número de individuos dentro de cada especie debería aumentar
constantemente, y según la segunda hipótesis el número de individuos queda aproximadamente
igual.
De la combinación de estas dos hipótesis, Darwin propuso su primera predicción.
Si cada organismo tiene el potencial de dejar más de un descendiente y si el número de
individuos se mantiene bastante constante, entonces muchos individuos no liberan su potencial
de reproducción ya sea porque mueren jóvenes o bien porque fracasan ( por diversas
circunstancias) para reproducirse cuando son adultos.
Darwin llamó a está predicción lucha por la existencia.
3) Diferencias individuales
La tercera hipótesis del naturalista sostiene que los individuos de una especie varían desde el
punto de vista de sus características.
Cuando se examinan de cerca los caballos entre sí, muestran diferencias individuales como
también lo hacen las gallinas, los cerdos, los perros y otros animales. Los árboles de araucaria
en un bosque y las margaritas en la estepa herbácea también tienen características que varían
de un individuo a otro.
4) Características heredables
La cuarta hipótesis de Darwin plantea que algunas de estas variaciones se heredan. Esta
afirmación se basó en observaciones que demuestra que la descendencia se parece a sus
progenitores.
Darwin desconocía los mecanismos de la herencia que había comenzado a descifrar más o
menos para la misma época, el monje austríaco Gregor Mendel.
En la actualidad sabemos porque la descendencia se parece a sus progenitores: la presencia de
muchas características está controlada por genes, que pasan (a través de las células
reproductoras) de padres a hijos.
Las descendencias se parecen a sus progenitores porque heredan de ellos los genes que
determinan sus características.
Segunda predicción
La segunda predicción de Charles Darwin, afirma que si existe una lucha por la existencia y si
los individuos de una especie varían desde el punto de vista de sus características, ciertos
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individuos entonces tendrán rasgos o características que los hacen más exitosos para sobrevivir
y reproducirse que otros individuos. Si alguna de esas variaciones se hereda, entonces los
rasgos característicos que promueven el éxito llevarán a ser más comunes en generaciones
futuras, porque los individuos que las posean tendrán más descendencia.
Las características particulares que hacen a un individuo más exitoso dependen de condiciones
locales del ambiente.
Esta segunda predicción es la afirmación de Darwin del concepto de selección natural.
Ejercicios de aplicación
Luego de leer en forma comprensiva el presente texto, resuelve en forma grupal las siguientes
situaciones problemáticas:
1) Datos arqueológicos y de otras fuentes permiten suponer que en la evolución del hombre, el
color de cabello de las primitivas poblaciones era oscuro. El rasgo “color rubio” habría
aparecido como una modificación casual e imprevista. ¿Podrías sugerir por qué, según la
óptica darwiniana, ninguno de los dos rasgos fue eliminado de las poblaciones
2) De modo análogo, es muy probable que los primeros seres humanos tuvieran la piel oscura
o mate. La piel blanca apareció como una variación en el curso de la evolución y se
mantuvo durante muchísimo tiempo, aún en la actualidad. ¿de qué modo operaría sobre
este rasgo, un agravamiento intenso y sostenido del problema del agujero de ozono?
Predice cómo será el color de la piel humana dentro de miles de años si la humanidad no
encuentra soluciones para este problema ecológico mundial.
3) Retomemos un ejemplo propio de la especie humana: la mutación que dio origen al gen que
determina “cabello rubio”, cuyo efecto es recesivo con respecto a su alelo original, que
determina “cabello oscuro”.
a) ¿generó el gen mutado, una adaptación ineficaz? Justifica
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b) ¿Qué cruzamientos debieron producirse para que el rasgo “rubio” se evidenciará?
Demuestra.
c) ¿Consideras que el carácter “rubio” es un indicio de evolución de la especie
humana? Justifica.
d) ¿Crees que el rasgo mencionado representa un ejemplo del fenómeno de
especiación? ¿por qué?
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA