Taller de Genero Narrativo Sexto
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Grado Sexto
¿Recuerdas el cuento de Caperucita Roja? Observa las siguientes imágenes y organiza los números de
acuerdo a la situación inicial o INICIO, conflicto o NUDO y la situación final o DESENLACE:
3-4-6-2-1-5-7
Lee con atención el cuento Pinocho el astuto de Giani Rodari, analiza las posibilidades
de final que brinda el autor.
PINOCHO EL ASTUTO
Gianni Rodari
En:http://colegios.pereiraeduca.gov.co/instituciones/galeriadigital/Espanol/_Literatura/Doc_web/Libreria%20infantil1/sites/rincon/trabajos_ilce/c_jugar/sec
_8.html
Había una vez Pinocho. Pero no el del libro de Pinocho, otro. También era de madera, pero
no era lo mismo. No le había hecho Gepeto, se hizo él solo.
También él decía mentiras, como el famoso muñeco, y cada vez que las decía se le alargaba
la nariz a ojos vista, pero era otro Pinocho: tanto es así que cuando la nariz le crecía, en vez
de asustarse, llorar, pedir ayuda al Hada, etcétera, cogía un cuchillo, o sierra, y se cortaba
un buen trozo de nariz. Era de madera ¿no? así que no podía sentir dolor.
Y como decía muchas mentiras y aún más, en poco tiempo se encontró con la casa llena
de pedazos de madera.
—Qué bien —dijo—, con toda esta madera vieja me hago muebles, me los hago y ahorro
el gasto del carpintero.
Hábil desde luego lo era. Trabajando se hizo la cama, la mesa, el armario, las sillas, los
estantes para los libros, un banco. Cuando estaba haciendo un soporte para colocar
encima la televisión se quedó sin
madera.
Primer final
Pinocho cada día enriquecía más. Pero no creáis que era
avaro. Por ejemplo, al «sugeridor» le hacía algunos regalitos:
una pastilla de menta, una barrita de regaliz, un sello del
Senegal...
Segundo final
Pinocho se enriquecía más cada día, y cuanto más se enriquecía más avaro se hacía. El
«sugeridor», que se cansaba inventando nuevas mentiras, hacía algún tiempo que le pedía
un aumento de sueldo. Pero él siempre encontraba una excusa para negárselo:
—Usted en seguida habla de aumentos, claro. Pero ayer me ha colado una mentira de tres
al cuarto; la nariz sólo se me ha alargado doce milímetros. Y doce milímetros de madera
no dan ni para un mondadientes.
—Pero ha bajado el precio de los bollos, ¿por qué no compra bollos en vez de patatas?
La cosa terminó en que el «sugeridor» empezó a odiar a su patrón. Y con el odio nació en
él un deseo de venganza.
—Vas a saber quién soy —farfullaba entre dientes, mientras garabateaba de mala gana las
cuartillas cotidianas.
Y así fue como, casi sin darse cuenta, escribió en una de esas hojas: «EI autor de las
aventuras de Pinocho es Carlo Collodi».
La cuartilla terminó entre las de las mentiras. Pinocho, que en su vida había leído un libro,
pensó que era una mentira más y la registró en la cabeza para soltársela al primero que
llegara.
Así fue como por primera vez en su vida, y por pura ignorancia, dijo la verdad. Y nada más
decirla, toda la leña producida por sus mentiras se convirtió en polvo y serrín y todas sus
riquezas se volatizaron como si se las hubiera llevado el viento, y Pinocho se encontró
pobre, en su vieja casa sin muebles, sin ni siquiera un pañuelo para enjugarse las lágrimas.
Tercer final
Pinocho se enriquecía más cada día y sin duda se habría convertido en el hombre más rico
del mundo si no hubiera sido porque cayó por allí un hombrecillo que se las sabía todas;
no sólo eso, se las sabía todas y sabía que todas las riquezas de Pinocho se habrían
desvanecido como el humo el día en que se viera obligado a decir la verdad.
—Señor Pinocho, esto y lo otro: ponga cuidado en no decir nunca la más mínima verdad,
ni por equivocación, si no se acabó lo que se daba. ¿Comprendido? Bien, bien. A
propósito, ¿es suyo aquel chalet?
Con ese sistema el hombrecillo se quedó los automóviles, los autovías, el televisor, la sierra
de oro. Pinocho estaba cada vez más rabioso pero antes se habría dejado cortar la lengua
que decir la verdad.
Pinocho estalló:
—¡Claro que es mía! ¡Y usted no podrá quitármela! ¡La nariz es mía y ay del que la toque!
El primer final está equivocado porque no es justo que Pinocho el astuto, después de
todos esos embustes, sea festejado como un benefactor. Dudo entre el segundo y el
tercero. El segundo es más gracioso, el tercero más mal intencionado.
ANALIZA:
a. Narrador-protagonista o personaje
b. Narrador-personaje secundario,
c. Narrador objetivo, observador o testigo
d. Narrador omnisciente
e. Narrador en segunda persona.
Explica tu respuesta:
Es omnisciente porque nos narra todo lo que paso sin ser un personaje de la historia, pero
se sabe todo del protagonista, lo que le pasa y lo que siente
3 Escribe una característica psicológica del protagonista y una característica psicológica del
antagonista:
PROTAGONISTA:
ANTAGONISTA:
Ambicioso por que no le importaba decir mentiras para que le pagaran y después quiso más
plata y pinocho como raro le mintió diciéndole que sí.
Me gusto más el ultimo final porque me parece que ese le da un poco más de interés a la
narración, a pesar que hay algo de maldad este personaje hizo que pinocho por fin dijera la
verdad y se dio cuenta que su nariz era lo más valioso que tenía, perdió todo, pero esas son
las consecuencias de las mentiras, eso no trae nada bueno.
5 ¿Consideras que el espacio donde transcurre la historia es: real, imaginario o fantástico? Explica.
Para mi es real porque los lugares que nombran son reales, como el pueblo, la bodega, la
oficina, la casa de pinocho… etc.
7 El autor del cuento, para contar su historia emplea: Diálogo, descripción, exposición o monólogo.
Sustenta tu respuesta:
Emplea dialogo, porque durante la historia hay dialogo entre los personajes y descripción
porque narra los lugares y hechos de lo que esta sucediendo.
El único valor que vi fue en el primer final LA SOLIDARIDAD, cuando pinocho iba a seguir
ayudando al pueblo sin necesidad que lo nombraran alcalde.
Y los antivalores que vi fue principalmente el engaño durante toda la historia de pinocho y
los otros personajes, la maldad de las personas que le querían quitar a pinocho la riqueza,
la ambición de pinocho por querer tener más cada día.