Rev Folklore Nro1 Dic 1952

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INSTITVTO COL.OHIJIANO DE ANTROPOL.

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::boctor

ofucio Pabón 11/úñez

'Jill/ini~b·o de Cducación

Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia


::boclor
-.Antonio -.AndraJe Ci&pino,
:lJirector Jef Jn4Lilul'o

Lolomtiano de -.Anil·opofogta
Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia
REVISTA DE FOLKLORE
Organo del Instituto Colombiano de Antropología

M injstr o de Educación Nacional de Colombia:


LUCIO PABON NUÑEZ

D irector del Instituto Colombiano de Antropol ogía:


ANTONIO ANDRADE CRJSPiNO

Segunda Epoca Volúmen lo. No. l Diciembre 1952

SUMARIO:

1-Editorial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
2-Enrique Pérez Arbeláez .-Folklore del Magdalena: La Cuna del Porro 18
3-Reportajes Gráficos (TierradentrO y Ballet Folklórico del Brasil) 103

4--Roberto Herrera Soto-Ballet Folklórico del Brasil 106


5-]uan de Dios Afias- Juegos Infantiles 111

6-Robcrto Castilleja-Ensayo sob re e l desarrollo de la vivienda en los De-


partamentos de la Costa Atlántica 129
?-Relación Histórica del Vipge a los Reynos del Perú y Chile. Por Hipólito
Ruiz 177
8-La Geografía y su aplicación en las Ciencias Sociales en Colombia. Por
Ernesto Guhl 187

9-Carlos López Narváez- -La copla en el Cauca 187

lO-Reseña de Libros y Revistas 229

U - Colaboradores del Inst ituto Colombiano de Antropología 251

12- Decreto número 2190 de 1952 256

13-Resolución número 3371 de diciembre de 1952 257

Para canjes dirigirse al Instituto Colombiano de Antropologia.


Apartado nacional número 407- Bogotá, Colombia, S . A.

I MPRESA EN ANTAHES - IMP R ENTA-EDITORIAL - BOCOTA


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REVISTA
DE
FOLKLORE
SEGUNDA EPOCA - VOLUMEN lo. - NUMERO 1 - DICIEMBRE, 1952

PALABRAS LIMINARES

e L Gobierno NacionaJ, por Decreto número 2190 de septiembre del presente


año, decreto cuyo texto se transcribe en otro lugar de esta edición, creó el
INSTITUTO COLOMBIANO DE ANTROPOLOGIA, qu,edando incorpCJrado en
la nuevq, entidad el ant~guo Instituto Etnológico Nacional, merced al cual y al
primeramente llamado Servicio de Arqueolo.gía, se iniciaron en Colombia las
investigaciones en la ciencia antropológica, acreditadas por innegable labor, den-
tro y fuéra d.el pais.

Mas no es un mero cambio d'e nombre, ni un afq,n de innovación, lo que ha


dado nacimiento allnstitz¿to Colombiano á:e Anbropología. Objetivas y manifies-
tas son las ra~ones en que se apoya la providencia gubernativa, originaria del
Ministerio de Educación Nacional. Aún más. La medida se hacía urgente. Pues
era neeesario ya (Zar más amplitud al estudio de la antropología colombiana, en
su pasado, en su presente y en su porvenir; garantÍlzar la eficacia de las mismas
investigaciones científicas, y proveer, mediante la unidad orgánica de la institu-
ción, al mejor funcionamiento de la 1111isma, en lck qzte las actividad-es múltiples
de índole admírtistrativa no entorpecieran el desarrollo de los progra.m as de ca-
rácter 'científico. Se impon'Ía, pu,es, una lógica distribución del t;rabajo. Un meca-
nl;smo más técnico. Supera-r r¿na etapa. En una palabra, crear el instrumento ade-
cuado. De aquí. tamb~n la necesidad de un Director de la entidad que la repre-
sente, inve-stido sólo de funciones administrat;ivas, y de un Subdirector Técnico
de la misma, que coordine y planifique con los respeetivo:s Jefes de Seeoi:ón,
las rareas científicas que hayan de realizarse, sin que la lnstitución quede
vinculada a las personas, para no exponerla a los azares de las mismas. Sufi-
cientes consideraciones éstas que movieron al s.eñor ~11.inistro d~ Educación, doc-
tor Lucio Pabón Núñez, CUJ'as inquietudes por el progreso intelectual no pueden

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desconocer:se, a llevar a su conclusión la medida qtte se comenta, la cual habrá
de redundar en beneficio de la ciencia.

Tal es el momento en que apareee esta Revista, iniciando as~ su segunda época,
al amparo del nu:evo organismo. Y sa"te con fe, con fervor en su tarea, estimulada
por la exuberante riqueza de lo popular, a con~ribuir con sus empeños y propó-
sitos al adelctnto nacional de la cultura, hoy cuando en el continente se amplía
el horizonte de lo folklórico a. medida que se ensancha la evolución de estos
pueblos; cuando en mestizaje activo, en fusión cósmica, como dijera Vasconce-
los, sin choque ele razas ni orgullo de sangre, se van forjando los nuevos tipos
con proyecciones cada vez alentadoras como un ensayo de coTl!Vivencia humaJta,
oo que lo indio, lo eu,ropeo, especialmente lo español, y Lo africano no ahogan
los rasgos comunes del hombre de América ni desvanecen los signos zmiversales,
conservando al mismo tiempo los matices locales; y cltando, finalmente, se estzt-
dian con emoción patria los problemas complejos de estas democracias hispano-
americanas, en donde, gracias al sentido cristiano de la vida que las amamantó
desde su cuna, germina y se arraiga en lo intimo de su sér, la aspiración a ascen-
der a un porvenir mejor. Para ello, como lo anota alguno, «todo debe ser -,:as-
treado, reconocido, verificado, en profwW..idad y extensión. Lo viejo y lo nuevo,
lo de aqztí, lo de allá, lo de más allá. Todo lo que pueda servir de ayuda para
conocer de modo más íntimo y cornpleto la realidad de la vida popu,lar ameri-
cana, tan llena al propio tiempo de lo arcaico y de lo nuevo, de confluencias, de
colision.es, de agonías, renacimientos y profundos dramas . .. " .

Por tanto, como la investigación ]olklórica se vincula intJimamente a la antro-


pología social, ya que nos expresa todo lo relativo al pueblo, hasta llegar a su
fondo sicológico, diciéndonos cómo rea<:ciona el alma regional ante las culturas
superpuestas, y, en consecuencia, indicándonos cómo conviene actuar en métodos
de cultura para ir incorporando en lo popu-lar aquello qu,e como necesidad gene-
ral exige a su vez el alma nacional, ya puede apreciarse cuán vasto y compro-
metedor es el campo que falta por recorrer.

Por eso, va.cu.o servicio le han prestado al folklore -si acaso no han contri-
buúlo a su desprestigio- , aquellos cultivadore.s superficiales que han t.omado
cotno objetivo supremo de esto.s estudios, el simple acopio de coplas, endechas,
cantatas, cuentos, leyendas, tradiciones y descripciones pintorescas de paisajes,
de u,sos y costumbres, sin que ello se remonte má-s allá de lo romántico. Si, son
los materiales.. Pero sobran folkloristas y hacen falta sociólfJgos del folklore.
Aqttéllos lloran o ríen. Estos comprenden el mensaje del pueblo.

Y convendría asimismo, conjugar, armonizar la región con la nación, la patria


chica con la patria grande. Bajo las diferencias típicas con que se matizan de
variedad los distintos grupos ]~umanos en sus formas de vida, deberá saberse

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encontrar el fondo común de sensibilidad, en síntesis, la unidad espiritu.al y moral
de Colombia. Pues las ~onas folklóricas no son, en resumidas cuentas, partes
que se repitan de una misma nacionalidad, sino elementos que la integran y la
configuran at mismo tiempo. Son ellas fragmentos de nuestro sér nacional. Por-
qu.e al fin y al cabo la patria es un todo orgánico. Y en ese equilibrio de senti-
mientos deseansa la e01nplacencia y la íntima aceptación de ser lo qzte somos:
colombianos, sin dejar de ser americanos, ni miembros de una misma familia
humana. Somos universalistas, pero enra~ados en las realidades natura.les y con-
cretas q1te primero nós circundan.

Pero sobn~ todo en la hora. presente, euando Colombia avanza con pasos de
vitalidad hacia una éra de resuelta transformación, incumbe al genuino folkloris-
ta auscultar cuidadosamente con profundo sentido de responsabilidad, los instin-
tos, Z!Is tendencias, los ru,mbos que se esconden en los pliegnes d:el a.lma colec-
tiva. T ócale observár hasta dónde este "demosn nuestro responde a la orientación
que le tmza su destino histórico. Sí hay fuerzas ocultas que se obstinen en con·
trariar su mareha :>' con qué reservM espirituales puede, a pesar de todo, confiar
en su mañana.

Ilé acpú en breves palabras la labor ponderosa de nuestro folklore. Cuenta el


país afortunadamente con hombres de estli;dio, capaces de iniciar el empefío. A
ellos esta Revista ofrece sus páginas.
A. A. C.

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Insinuación Fclklódca
del Departamento deJ
:MagdaleDa en Colombia

PM ENRIQUE PEREZ ARBELAEZ


de la Comisión 1acional de Folklore;
de la Sociedad Folklórica de México.

Introducción por la v1a del alma i!

EGÚN adagio árabe, no hay tá nto placer al Departamento del


S colina desierta si en ella nos
espera; ni camino escabroso si al
Magdalena, porque en él, a lo lar-
go de mis andanzas botánicas, he
cabo de él nos sale al encuentro tm disfrutado de la franqueza sencilla
amigo querido. Y por esa razón, yo y de la fidelidad más que en otras
creo, regreso imaginariamente con partes. Franqueza y fidelidad que
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obran por contraste cuando se lleva son sus fórmulas de vida y de be-
el alma cansada por las baraún- lleza. Y al revés: la mezcla social
das, las interpretaciones torcidas y puede desarraigar del suelo senti-
las gravedades convencionales de mental, en muy corto lapso, las más
la vida de nuestras ciudades. auténticas demostraciones del colo-
Por ~so cuando mi memoria vaga rido regional.
por tierras del Magdalena, yo soy Por desgracia nos hace falta en
más yo, los cascos de mi caballo Colombia esa tendencia, tan desa-
pisan flores, mi canoa boga entre nollada en México, de valorizar lo
castillos de plata, las nubes son al- nacional, de acentuarlo y de crearle
tas y no hay asechanzas ni en el perennidad. Dos motivos obran en
bosque espeso ni en el río crecido. la nación azteca para su manteni-
Todas las asperezas son para los miento folklórico: el sentido de
brazos, ninguna para el corazón. reacción contra el vecino absorben-
El triángulo Ríohacha, Bocas de te y el utilitarismo tuTístico. Por
Ceniza-Tamalameque abarca una ellos se han retocado, y hasta exa-
de las regiones más interesantes de gerado, muchos elementos de la vi--
Colombia, pero que permanece des- da que se incorporaron a la perso-
conocida para el resto del país. Re- nalidad nacional. Se cerró el ciclo
serva de riquezas naturales, reducto del patriotismo defendiendo lo tí-
de sencillez y de castidad america- pico y de lo típico exaltando el pa-
na en las almas y en el concepto triotismo.
de la vida. Y es lástima que en es- Giramos una clavija del radio
tos momentos se esté contaminando receptor y nuestra casa se llena de
todo lo espontáneo y absorbiéndose los ritmos movidos de los porros.
todo Jo genuino de esa vida sin que Son ondas comercializadas como
sus valores hayan quedado suficien- esas flores que se marchitan en el
temente registrados ni por la cien- florero vecino.
cia, ni por las artes plásticas, ni por Podemos distinguir en esa mú-
la literatura. A medida que por el sica el acordeón, el capador, la
norte y por el sur va penetrando la flauta, el tambor y la guaracha.
carretera troncal de oriente, al paso Pueden llamar nuestra atención y
que las compañías petroleras, las fingir espontaneidad las exclama-
explotaciones agrícolas mecaniza- cim1es intercaladas en los cantos.
das, los radios y los cines se van Quizás advirtamos esa tendencia
apoder ando de esas regiones, ger- de los compositores a los detalles
minan muchas riquezas, pero va de la naturaleza, a los animales
muriendo también exquisita poesía. conocidos, a la rutina de ]a vida.
Porque es un hecho que cuanto El gallo tue1to, el yuyo viejo, la
más aislado vive un pueblo, mien- tanga y el comelón; la axaña pelúa,
tras menos participa de la manera el picaflor.
de pensar forastera, más se fortale- Pero no. Ni la flor nació en el
cen sus tradiciones y más típicas florero ni el porro viene de la ra-

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diodifusora, ni de su orquesta. Su de la de Chiquinquirá; en la pTeo-
origen está allá, en las llanuras cupación del sustento cuotidiano.
consteladas de peralejos, en los ca- "Cómo me compongo yo en el día
seríos que se Teflejan en las aguas de hoy" ; en una angustia . porque
del Cesar o del AJ:iguaní, a la vista "ya se fue la hija de mi comadre";
de las nieves inmortales de la Sie- en el presentimiento de que "El ne-
rra, en las noches 6 bias zodiacales, gro Mendo se va a parrandiá".
en los suburbios escasamente alum- Su origen está allá. En ese mun-
brados, olor0sos a ron que celebran do que yo recuerdo con viveza inex-
la víspera del santo Ecce-homo, o tinguible.

II

Luchan Toros en el Playón

Hay que ver el mar


cuando baña la rióera;
cómo besa La plara
r luégo se le a.leja.

N TIERRAS del Depru:tamento bes y que se ciñó la frente con el


E del Magdalena se llevó a ca- ampo qQe al sol platea. En los días
bo la conjunción de tres fuerzas ti- despejados la Siena Nevada hace
tánicas constructivas del continente presente su sublimidad a largas dis-
americano. Al imaginar en corta tancias en el mar y en los lejanos
escena su acción secular, viene a la caseríos del sur del Departamen-
memoria una lucha que suelen pTe~ to, como un símb0lo de unidad :
senciar los pl ayones cuando dos to- matinal, esquivo y señero.
ros combaten, llevados de potentes La Siena Nevada, con su eje
instintos. Escarban la tiena con sus oJ:ientado del este al oeste, pertene-
pezuñas, resoplan el polvo, lanzan ce al sistema de los pliegues an-
mugidos tremebundos y se embisten tillanos y venez0lanos. Surgió con
con la podeTosa y sonora corna- el archipiélago, c0n los antiquísi-
menta. mos montes tabulares del Roraima
La primera tiena colombiana qtLe van hasta La Macarena, con la
que emergió del mar Iue probable- más reciente. cordillera de Paca-
mente la Sierra Nevada de Santa raJma.
Marta. Era una isla de flancos em- Después se alzaron los Andes
pinados, que alcanzaban a las 1m- colombianos avanzando de sm· a
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'
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norte desde el Ecuador, como in- yendo con ellos nuestras llanuras
mensas orugas. Primero se levantó caribes.
un único cordón que se volvió a Cauca y Magdalena entonces co-
hundir paTa surgir de nuevo, divi- losos sin nombre desembocaban por
dido en dos: las cordilleras occiden- un delta inmenso formando lo que

Bahía de S(tnta M arta y " nieblas clel potente Atlántico" .

tal y central. De última se plegó es hoy la Guajh·a, al oriente de la


nuestra cordillera oriental. Nevada, y dejando a su lado orien-
Los ríos que poT largo curso, des- tal la laguna de Maracaibo.
de inmensos glaciares y de diluvios Entonces se presentó una tercera
inteTminables, llevaban al mar nor- fuerza ascensional, viniendo del
te sus sedimentos, fueron constlu- S.E. del Continente. La presión del
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llamado escudo bTasilero. El cau- Fuerzas orogemcas de los meri-
dal 1\Ílagdalena-Cauca, se desplazó dianos, ímpetus en dirección de los
hacia el occidente, se levantó la se- paTalelos; tierras, rocas y diluvios
rranía de Perijá, emexgieTon los desgajados de los Andes, que mar-
playones, se arremansó la laguna, chaban hacia el mar, donde toda
o mejor lago, de Zapatoza, se hun- energía cinética se absorbe; como
dieron hasta media cintura los mon- centauros en lucha, dieron su fisiog-
tes de Chimichagua y Silla de Ani- nomía al Departamento del Magda-
me, en cuyas cumbres se aprecia lena.
todavía la erosión eólica que su- Una costa sin islas; la Nevada
frieron cuando eran altos montes, al norte; la serranía de Perijá al
y las aguas <,le Cuatapurí, Ariguaní orient~; la llanura al centro donde
y Cesar corrieron por ei antiguo se levantan como olas venidas del
cauce del Magdalena, línea marca- S.E. pequeños montículos vestidos
da por enormes rocas redondeadas. de bosque, todos del mjsmo lado,
Junto con el río Funza, son los úni- desnudos y abruptos en sus costados
cos ríos grandes que corren hacia del N.W. Este es el espectáculo que
el sur en el sistema andino colom- aprecia muy bien quien vuele des-
biano, como testigo de encontrados de Chü·iguaná a Rí ohacha y desde
cataclismos. Valledupar a Santa Marta.

III

Trazos de la Historia y de la Sangre


Ay, qu.é rico ser del Valle,
si vuelvo allí me qu<>do.

"' L PRIMER jefe europeo de ex- tidas en 1525 fundó a Santa Marta,
E pedición que recorrió las cos-
tas colombianas del Caribe fue Ro-
la primeTa ciudad entre las sup~rs­
tites de Colombia. Allí sentó su
drigo de Bastidas, quien en el año planta España, allí echó el ancla
de 1500 costeó desde Maracaibo de sus naves cansadas de rumbos y
hasta el Darién, y descubrió en las averiadas de incextidumbre; ese fue
azules aguas del mar la amplia es- el centro de la conquista del oriente
tela amarilla ·que derrama el río al colombiano, el castillete contra la
que puso nomhTe de la Magda1ena. piratería.
En una amplia y profunda bahía, El Gobe1nador F e1nández de Lu-
que por el norte cierran cuatro co- go envió al Adelantado Jiménez de
linas y peñascos desafiantes, Bas- Quesada a buscar las cabeceras del

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río de la Magdalena. El Licencia- tigas de los caminos, donde servían
do dividió sus hombres en dos mes- como acémilas; en la brega de los
nadas: w1a que debía seguir por el ríos, con el canalete en la mano.
río, y otra que, por tierra, de- Po~ eso apareció el tercer perso-
bía penetrar en dii·ección paralela. naJe.
Aquí luchando, allá pactando con Arrebatados de su patria por ne-
las tribus indígenas que se presen- g¡·eros desalmados, sedientos en el
taron a su paso, Quesada llegó a mar, enfermos de hacinamiento,
orillas de una de tántas lagunas y hastiados de vejaciones, diezmados
enlre ella y el vecino Magdalena por la viruela, la malaria, el pian;
fundó a Tamalameque, completan· se desbordaron en las playas de
do el triángulo magdalenés de nues- Cartagena de Indias los negros
tros días. africanos, bajo la santa mirada de
De su trayectoria en esa conquis- San Pedro Claver, su apóstol de in-
la, de sus encuentros, de las noticias mensa caridad.
que recogió, sabemos muy poco. Tres sangres, tres ideologías que
Es uso en historia llamar descu- venían a mezclarse en la noche, en
bridor al que viaja y descubierto al la distancia irresponsable de los
que permanece estacionario. Pero si instintos íntimos.
analizamos los conceptos, el descu· Dominó el blanco sobre el indio
bridor por excelencia fue el indio. y el negro. Pero sus hijos no pudie-
Sorprendido por aquello que nun- ron vencer a la prole esclava que
ca había sospechado, debió, tras la crecía sin diques por cauces de na-
aparición de los españoles, mudar turaleza imposibles de cegar. In-
de vida, ocultar hasta sus más ín- dios y negros ocultaban sus tradi-
timas tradiciones, sepultar sus te- ciones, su ideología, en el ábdito
soros más codiciados, perder los de lo despreciado y lo prohibido.
bienes más elementales de paz, fa- Pero de ese rescoldo nació el in-
milia y porvenir. cendio.
,. Se inició la conquista con dos Otro redoble de tambores resonó
· personajes en la escena. El español, en la llanura y en el río y en la
ansioso de fortuna, empedernido en montaña llamando a la independen-
las guerras de Flandes y de Italia, cia de América. Criollos, indios, es-
en la disciplina feroz de los navíos. clavos, se unieron en los mismos
Y el indio desarmado, esclavo, cu- batallones y formaron la nación
yas cosas más sagradas eran, para colombiana : la tierra donde el hom-
los dominadores, obra del demo- bre, por ser hombre tiene más de-
nio. Los grupos étnicos definidos rechos; tierra sin perjuicios racia-
eran en el Magdalena gua ji ros, k o- les, donde la piel no es el todo. .
gis, guamocas, ijcas, chimilas, mo- Entonces, como reverdecen los
tilones y kunagasapa. árboles después del verano asola-
Los indios perecían a millares en dor y las sabanas calcinadas por
los trabajos de las minas, en las fa- los incendios, se manifestaron las

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ideologías, las normas de vida, las didos de las raíces y bejucos de la
expansiones de alegría y las eclo- orilla.
siones de estética que fluían natu- En Santa Cruz de Mompós se de-
ralmente de la nueva raza, mezcla bía camhi·a r de embarcaciones por
de español, de indio americano y de otras más ligeras y de menor ca-
afúcanos, que pueblan el DepaJ.ta- lado.
mento del Magdalena. Este complejo dio a Mompós un
Hace poco, al quemar una roza carácter de pueTto vivaz, de esta-
cercana a Necoclí, en el golfq de ción de Teposo, y de tiena abaste-
Darién, aparecieron herraduras es- cida.
pañe>las y una laTga y pesada cade- Mmnpós fue la defensa de las
na, carcomidas por her:rumbre de comunicaciones españolas con el in-
siglos. Son síntesis de una hist01:ia terior, baluarte a donde no llega-
dolorosa, en el sitio que ocupaba ban los hucane1·os, piratas y filibus-
San Sebastián de Urabá; los corce- teros que frecuentemente asolaron
les para los aventureros españoles. las ciudades maTítimas; fue el cen-
La c~de11a pa.1:a los cuellos lastima- tL·o de la ocupación pacífica de tie-
dos de las hm·das sujetas. rxas inmensas, seminaJ.·ios de apos-
En la época colonial fue:ron San- tólicos misioneTos, freno del con-
ta Marta, Valledupax y Mompós trabando y universidad de elevadas
los centros y ciudadelas de la in- escolásticas y calepinos.
fluencia española. Todavía esas En su éxito primero estuvo su
tres ciudades tienen muchos recueT- posterior decadencia. Porque al in-
dos de su antiguo señorío. troducil-le la nav-egación a vapor,
Al río Magdalena se llegaba des- los barcos escogieren el brazo de
de Santa Marta por caños del delta, Loba, más hondo, al propio tiempo
hoy en parte cegados, y se navega- que vigorizaron a Barranquilla, ol-
ban por él las pl'imeras jornadas en vidaron los caños y albuferas de la
gr a,n des botes, champanes y goletas Ciénaga, y con la Tapidez de los
de velas latinas o cuadras que sólo viajes pasaron de largo pOl' los
a ratos podían aprovechar el viento puertos inte1·medios de antes.
favorable. Para ese método de JYiompós quedó como cristaliza-
transporte era el TÍo caudaloso, la da en sol y en nobleza. Nobleza con
parte más difícil de navegar, en la todas sus excelencias y sus colonia-
que se avanzaba más lentamente. lismos: pereza de los amos y pési-
Las varas de los bogas no alcanza- ma distribución de las tienas.
ban a tocar el fondo y los canaletes De lo antiguo quedan bellos tes-
entraban en lucha cont:lta la conien- timonios. La muralla que cone jun-
te para vencerla, pa1·a cruzar el río, to a la orilla del río; iglesias de
según lo exigía la secante de las casticidad española, como Santo
curvas. En el río angosto y seco Domingo y Santa Bárbara; la ga-
había más posibilidades de impul- rita de un centinela a la cual le
sarse con las varas y ganchos pren- cerraron a cal y canto, los talle-

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res de maestros orfebres, hoy en mor a las auloridades y justicias
decadencia. Sobre todo esas ver- sin justicia. De las razas indígenas
jas de gusto exquisito donde el hie- le quedó la compenetración con su
rro se pliega en volutas y cruces y medio.
anagramas. En la manera de hablar En la ideología se mezclan tam-
quedan en el Magdalena modismos bién en forma singular la tradición
que sólo se oyen en el riñón de cristiana que viene desde los primi-
Casli11a: "me se perdió, me se fue". tivos misioneros, con la supersti-
Y esa naturalidad bíblica con que ción e instintividad negra, co11 el an-
se habla de cosas íntimas. tropomorfismo de la naturaleza y
En la gesta libertadora, el Mag- la recíproca naturalización del hom-
dalena y Mompós fueron viveros de bre, características de los indios
soldados que el Libertador Bolívar amencanos.
condujo hasta el Perú y a quienes, El hombre magdalenés es, por
más de una vez, c0mo él solo sabía eso, sufrido en la lu~ha material,
y podia hacerlo, envolvió con una susceptible de la pasional; genero-
frase, en aureolas de su gloria. so y despreocupado, gran observa-
dor del ridículo, satisfecho de sí
Cuando hablamos del magdale- mismo y de su tierra; inconstante
nés nos refel"imos al hombre típico
y huidizo; irreductible en su li-
de esa tiena. No al refinado y cul- bertad.
lo, estilo parisiense o newyorquino,
Quietud en los caseTíos pajizos
como hay muchos. Magdalenés
de calles arenosas, niñez que crece.
llamamos al hombre genuino de la sin más enseñanza que la tradición
tierra, compenetrado con ella, que familial, trabajo agrícola en las ro-
aunque se mueve, como hoja al
zas ceTcadas de bosque o bien en
viento, entre Santa Marta, Ríoha- los playones sin cercas tras el ga-
cha y T amalameque, no se amaña
nado arisco; invierno largo que
por fuéra. Campesino o ganadero hinche los ríos y quebradas cortan-
que vive bajo techo de paja, que se do los caminos; verano abrasador
sienta mejor sobre un sillón en su
cuando el trabajo agrícola es impo-
burro, que en tma montura; que sible y el sol enrojece con el humo
está más a gusto con sus c0tizas y de las quemas. El río hierve de pe-
su hamaca que en zapatos y cama,
ces y las noches tibias hacen más
que no sabe de chequeras ni de as- íntima la charla y más sonora la
censo.res. Hablamos del manantial carcajada; las lunas invitan al bai-
y arcano del folklore.
le y ponen el canto en la boca; las
Sangre de España aventurera y constelaciones hablan con los hom-
dominado1·a le dio su altivez; Afri- bres y son las únicas que mudan
ca esclava p1·imero, después liberta, con la estática de la vida natural y
le infundió un complejo extraño de fácil. El paisaje es música todo el
resistencia física, de sencillez psí- día y, de noche, melodía, perfume
quica, de igualdad humana, de des- derramado y submersión en el re-
preocupación poT el futuro, de te- cuerdo.
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IV

Manto verde como para 1.ma hada


Ha~y que ver las nltbes
cuando suben de la sierra.
Qué bello paisctje
forma la palmera!

del Caribe están ocu- constantes dos especies distanciadas


L AS ORILLAS
padas por una vegetación xero-
Htica característica. Leguminosas
en sistemática, que los campesinos
han visto en ellas un matrimonio
de bajo porte; la palma será de pe- y las llaman peralejo y peraleja.
ciolos remanentes a todo lo largo Tampoco es la llanura estrellada
de astil; cactus de candeleTo y otros de palmeras y alinderada con el
se1·ptmntes de aceradas espinas; el bosque de coHedor como el Va-
bleo espinoso de vistosas flores ro- lle dél Canea o las sabanas del
jas; las piñuelas y la maya, que 1VIeta. Es la tlena sin tuyo y mío
forman consociaciones impenetra- donde el ganado pace libremente
bles. En los claros, adheridos a la buscando aguas y pastos o retirán-
arcilla arenosa, la hierba de pollo dose de las inundaciones.
y el perrito, CLLyas flores amarillas Si úno, volando en avión, desper-
forman una alfombra de oro. tara sobre el :Magdalena, lo reco-
La porción occidental y sur de El nocería inmediatamente por ese
Magdalena es cenagosa. En las paisaje tan característico. Hacia las
aguas y en las orillas crece Wla montq.ñas orientales y sobre las
vegetación sorprendente de ponte- abruptas laderas de la Sierra Ne-
derías con espigas moradas que pa · vada; a lo largo de los .ríos que de
recen de jacintos; de juncos, de ellas bajan, crece el bosque eleva-
neptunias, de mangles, de ollas de dn, el alto bosque tropical, riquísi-
mono que sueltan en las aguas sus mo en especies, fresco, pomposo e
flores blancas; de bijaos, de utri- imponente. La palma amarga de
cularias graciosas y de oscilantes grandes hojas abanicadas, la real
yerbas de babilla. La lechuga del o de cw·umuta que las tiene plu-
agua cub:re la supel"Íicie de las cié- mosas y que se carga de enormes
negas con su verde claro inconfun- támar as pel'fumadas; la de corozo
dible que se aprecia a la distan<~ia. que los da menores e igualmente
La llanura, el playón, c0mo lo péndulos; la de nolí postrada y cu-
llaman, no es en el Magdale11a una yos racimos apenas sacan la cabe-
estepa de gramíneas como los lla- za. Forman la bóveda del bosque,
nos del Orinoco, sino que está po- con sus ramas enormes, ceibas,
blada de formas y siluetas. Son tan suanes, tolúes, bálsamos, abareos,
-26

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carañ·os o resbalamonos, dindes, quídeas y abalazos.
centellos y yarumos. Y formando el Cada rincón es un asombro, cada
sotobosque crecen multitud de es- uno sería lujo de un jardín botáni-
pecies de hojas vistosas o de cortes co. En esos ámbitos de majestad y
extraños; las senaginelas, la pita, de fTescura, silban las oropéndolas,
la palma muda, la palma de estera. halla eco el cacareo de las pavas, es
Por último, las formas capdchosas más sonoro el gtazniclo de las gua-
de muchas especies que trepan por camayas, más penetrante el canto
las cortezas festonean las altas ra- interminable de las chicharras y el
mas, se des.euelgan de los troncos; crotorar del misterioso guazalé.
el bejuco escalero, los helechos, or-

Las Aves

La tanga te di jo al yuyo viejo . ..


si tú eres el submarino
r o so')' el superavión,
cuarul o me lanzo en picada
n o se escapa ni li,JI> co1nelón.

A NOS sorprendieron voces de y los tu1-piales, oro en .la pluma y


Y a ves en la selva. Ol'O en la voz, anidan junto a los ta·
canes o termiteros; los pájal'os-to-
El Departamento del Magdalena ros posan mimetizados entre las ra-
constituye una Tese1-v:a ornitológica, mas; las águilas, gavilanes y gue-
tal vez la más rica del país, junto requeres se asolean en los muñones
C<'m los Tíos de Arauca.
de áxboles, mientras centenares de
Las garzas, g1·is y blanca, y la coyonges, de patos reales, de pisin-
azulada; el pato cucharo de color gos, de agachado res y chorlos; de
l'Osado; los gallitos de ciénaga ha- patos cuervos y agujos o yuyos,
cen el encanto de las orillas y taru- asisten al festín de las aguas y de
yales flotantes; las guacas, las de las playas húmedas; ¿por qué ins-
vientre rojo -y las amarillas vuelan tinto la gaviota nos va acompañan-
en parejas hacia sus "comederos"; do de$de lo alt9 y nos mira como
las bandadas de loros y de cotorri- si tuvieTa la misión de vigilarnos o
tas sorprenden con el 1·elampagueo de guiarnos? En cambio en la selva
verde de su vuelo; lo~ cocHes y los hay or0péndolas y carpinteros, pa-
alcaravanes o galanes, miden a vue- vas y pajuiles que son, é_sros últi-
l<!>s cortos la llanura; las parvaratas mos, la codieia de los cazadores.
27-

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Ya bajan los aporreadores, con todo su "estrupicio".

VI
La Caza
Y los perros de Nacho, óa, jé, jé
cuando cogen el rastro es pa morclé.
Y los perros de Nacho, si es verdá,
cuando cogen el rastro es pa enc.errá.
Oa, vá, oá, jé, jé.

ORQUE el vecino de la selva, el echa su escopeta de fisto al hombro,


P campesino magdalenés, siem-
pre es cazador. Con fxecuencia se
y, si es de día, silba a sus penos y,
si es de noche, provee en silencio
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su foco de mano y se va a medir su - "Oí, ¿ya viene? ¿Lo sen-
astucia y su puntería con el vena- tites?
do veloz, la exquisita guar~inaja, el -"Callá, le respondió el com-
armadillo, el conejo, el ñaque, el pañero, seguí llamándolo. ¿No ves
zaino, la marimonda y el lancho que si nos oye hablá se nos es-
nadador. Y si en su gira montaraz panta?"
se le atraviesa una inguensa, la Mete el hombre -que tenía la
echa al morral. Hay épocas en que ca1·ne de gallina- su cabeza en la
abundan tánto las tortugas terres- .
o11a y s1gue : ''Huuu,
, gruuu" .
tres que hasta los chiquillos les or- Pero sie11te que le tocan, y dice
ganizan batidas y traen tántas que pasito, sacando sola la boca: "No
las venden en los case1·íos p<!n· unes fregués, atendé al tigre a vex si vie-
pocos chivos. ne y lo matás".
Más es:faet·zo requiere la caza de Pero resulta que era el tigre el
la danta que hace destrozos en los que estaba tanteándolo. De pronto
maizales y cuya carne sólo se come el tigre· se pára y le da el primer
en algunas poblaciones, mieJltJ:as en zarpazo, que rompe la olla. EntGn-
otras se le hace asco, pues dicen ces el negro aterrado ve al tigre de-
que da mancha o carate. lante de sí. El compañero que ha-
bía visto venir al animal, estaba sin
Mayor valor pide la cac;ería del
escopeta 'ceNoarapitao" en m1 árbol.
tigre, rey de la selva magdalenesa,
Afortunadamente fue tal el beni-
ya que a ella sólo pueden ir muy
do del hombre que el tigre se esca-
pocos hombres. De lo contrario la
pó y los dos cazadores lograron
fie·r a los " bajea" es deciT, los hus-
salir C01Tien~o.
mea y no se pone a tiro.
En la casa contaron que el tigre
Ingeniosa e,s una manera de ca-
se les había huído, pe:ro sa~1gxando
zar el tigre qtle pide no poca auda-
y que era g1·ande como un burro.
cia. P ara atraer al animal, uno de
Como cazador, el magda]enés
la pandilla mete la cabeza en una
tiene una percepción finísima de la
olla o vasija de barro e imita el ru-
selva; de la sombra que pasa,.·del
gido del tigre. Si lo oye rugir como susurro extttaño entre l@s 'mil de 1'6
macho, él imita la hembra y al l'e-
naturaleza, de las hojas secas remo-
vés; cosa que los cazadores distin-
vidas., de las huellas dejadas en el
guen muy bien. En Chiriguaná se
polvo y e1l el fango de los senderos·
cuenta la siguiente historia:
y vades. Sabe si la impresión del
Dos negros se fueron a cazar un pie es fresca, si quien pasó era hom-
tigre que les estaba haciendo "es- bre o mujer, si iba o no cargado, si
guaze" en los conales. El uno lle- llevaba prisa; su olfato todo lo dis-
vaba la olla en la oabeza y el otro tingue y avanza alerta a la hedion-
la escopeta. dez de su mayor enemigo : la ser-
El p1·imero, que andal:>a a cie- piente. Si es de noche y va cazando
gas, saca la cabeza y dice: con su foco, él sabe qué reflejo dan
29-

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las retinas de cada uno de los ani- Ay, la culebra cuando está ayunáa
males y la reacción de cada uno al siempre vive reco~da.
sentirse frente al cazador.. No la vay a molestá
Con la presencia continua de su porque te puede picá
fauna, el magdalenés conoce todas si no eres "facurtao" te pri'V'a.
las voces de los animales y u·ata de
darles una personalidad humana. Ay, yo he saca o, yo he saca o este paseo
Dicen que ellos entienden el lengua- óye, con mis de·o y mi dolor profundo
je de los animales; lo que hablan porque yo de este mundo ya no creo
el gallo y la gallina, el toro, la va- si he de tener maestro será en el otro
ca y el becerro; el sapo en la char- mundo.
ca, los perros, el gueTeguere y las
guacas cuando pasan volan.do de Ay, que yo soy la boquidoráa
mañana hacia la roza de Carmelito que siempre vivo en mi puesto.
Baranh011a d011de el chócolo está N o me va y a molestá
esperándolas, ubérrimo y púber. porque te puedo picá.
El acecho y peligro mayor de es- Si no e:r;es "facurtao" t e aquieto.
tas eXicm:siones pox la montaña es
la serpiente. Genio del mal, espíri- Ay! yo he sacao, yo he sacao este paseo
tu de traición que aguarda enlre las oyem con mis deo y toda mi ejecución,
hojas secas, y que sólo puede ser porque yo deste mundo ya no creo
esquivado cgn los consejos del bru- que he de tener maestro pa tocar mi
jo que " tiene mapa" o por los "fa- acordión.
curtaos". Saca la cabeza no la tengay gacha
"Tiene mapa" quiere decir que yo quiero que aprendás pa que te des
lleva en la cabeza, como en una car- cuenta.
ta geográfica, los sitios donde hay
culebras escondidas. La piedra don- Ay, la culebra cuando está ayunáa
de se refugjan la cascabel, el hoyo siempre vive metida en el agua.
del bananco que guarece a la ''bo- Si te llegare a picá
quidorá". "Facurtao" es el que, por No te va yay a asustá
una especie de "fluido magnético", Namen te cura y en Chimichagua.
conoce o Tesiste la picadura o aquel
de quien la serpiente huye sin ha- Entre las interp1·etaciones curio-
cerle daño. A eso alude el paseo: sas de voces de animales ésta es
Ay, la culebra cuando está ayunáa acertada: el tol'o cuando brama en
siempre vive mansa y flaca, busca de sus compañeros, dice:
no la v-ay a molestá
poFque te puede plcá "El chivo tiene barbas y yo no,
si no eres "facurtao" te mata. Algún dííía, algún dííía".

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VII

La Pesca y la Navegación

Se va el caimán, se va el caimán;
se va para Barranquilla . ..

al río no hay hambTe", van a playonear, a hacerse la vida


J UNTO
me decía un ribereño. Por
eso en el verano, cuando la "plaga"
jugando entre el agua fresca, con
su atarraya o su chinchorro. Quien
desaparece, los chirjguaneros se tiene su rancho junto a una de tan-

Terminando de armar la trinchera para pescar en la ]araba.

-32

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tas ciénagas que se van secando sin está diezmado, acorralado y ame-
comunicación con el río, apenas drentado. Hay que sorprenderlo.
tiene qué asolearse. En bocas de Para cazarlo es necesario)r a los
Similoa he visto sacar de una sola afluentes y ciénaga~ solitarios. Ya
atarrayada veintiún bagres, cua- nos parecen exage1·adas las descrip-
renta coronc01·os y doncellas y cione.s de Eduakdo André, quien
treinta d,e atros peces menos codi- viajó por el Magdalena hacia 1880,
ciables. PeTo hay una época del año según las cl!ales los caimanes acu-
en que el pescado abunda hasta lo dían numerosos a comer los desper-
inverosímil en las orillas del Mag- dicíos que anojaban de los barcos
dalena y es la llamada de "subien- y poblaciones y se veí an centenares
da". Fenómenos no bien estudiados en la arena de los playones. A pe-
deteTminan la emigración aguas sar del honor que inspira, de su
arriba de innume1·ables peees. audacia, cuando se "ceha"; de su
Apretados unos contra otros, fati- fuerza; el caimán ha sucumbido a
gados, colman el río sobre todo en la astucia, al valor y a la codicia
la ol·illa menos tonentosa y entran de los ribereños, al exaltado deseo
a millares hacia el Cesar. E"Rtonces de aventura que infunde el río a
se los pesca en el Banco con canas- cuantos se imptegnan de su am-
tos, con canecas, con la misma ma- biente.
no. Bandadas de patos llegan de En l0s años de l9S6 al 39, antes
sus "dormideros'', posan en la par- de la guerra, se exportaron de Co-
te alta del agua y se dejan arras- lombia 376 toneladas de cueros de
trar po.r la coniente zabullendo caimán, en su mayor pa1te del Mag-
de contin uo y devorando pescados dalena, poT valor de cer.ca de medio
de todos tamaños. Co:n xazón dicen millón de pesos. Antes era menes-
que casi todos los rib.ereños nacen ter proteger a los hombres del cai-
nueve meses después de la "su- mán; ahora el Estade ha tenido que
hienda". defender al caimán de los cazado-
Los únicos enemigos del J!>escador t es prohibiendo su caza con armas
s0n el caimán, la babilla y las ra- de fuego.
yas ocultas entre el fango. También El llamado caimán del Magdale-
presenta su peligro el sábalo, el na es propiamente un cocodrilo :
pez atleta, que v.u.elca una canoa o Croeodilus acutus corno el del Ni-
rompe una costilla de un coletazo. lo: C. niloticus. En cambio son ver-
Muc~o se puede escribir sohTe daderos caimanes : la babilla que
los h id:rosam:ios del Magdalena, so- abunda en el Magdalena y sus
bre las víctimas de su audacia, so- afluentes : Caiman fus.cus y el ca-
bre sus costumbres y sus instintos, chirre de los llanos m:ientales: Cai-
sobre el folklore creado ahededm· man sclerops.
de ellos, sobre los métodos para ca- El caimán del Magdalena alcan-
zarlos. za hasta ocho metros de longitud.
Pero en la actualidad el caimán Sus fuertes mandíbulas están arma-

,
· ·~ 33-

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das de numerosos dientes y el cuer- cLlando las aguas del río, bajadas
po se cubre con placas córneas casi de los playones, se recogen a cau-
impenetrables a las lanzas y aun a ces estrechos y los animales acuá-
proyectiles on}inarios. La cola lle- ticos, tortugas, peces, caimanes y
va dos series de crestas también babillas apeuas caben en las ondas
córneas. La babilla, en cambio, tie- p1·Glíferas. Se desecan los caños y
ne una coraza osificada que hace lagunetas, los animales aé'l:eGs aco-
más difícH curtirla. sados por el calor y la sed acuden
El caimán prefiexe los sitios don- a las orillas del río poblándolas de
de se aglomeran peces: desemboca- colorido, de formas, de maravillas
duras de ríos, fondos en desecación. del instinto. Garzas, martines pes-
Se alimenta de peces, aves y mamí- cadores, patos yu yos y agujos,
feros, de huevGs de tortuga y hasta ág uilas, pájaros-toros, se dedican
de SLts pTGpias crías. Pone sus hue- a la pesca. BajG la sombl·a de los
'vos en hoyos que abre en la arena. mangles, cubiertos de la trepadora
Los cazadores de caimán descri- esponjilla, dormitan los venados, las
ben su vivienda: cuevas o solapas guartinajas, los ñeques, los !an-
con la entrada bajo el agua peTo chos y las zorras patonas. TTas
con una cámara de aire en la bó- ellos sigue cauteloso y severo " tío
veda. La fiera suele pasarse asen- tigre", el genio del miedo.
lada en el centro de su cueva, ro-
deada de tortugas que le sirven "co- Domingo Navarro y su sobrino
mo gallinas" en extraña paregia. La Manuel de los Reyes Díaz, ambos
audacia de los cazadoTes de caimán, fuertes y valientes hasta lo· temera-
en cie1tas regiones, lGs lleva a bu- rio, avezados a enlazar caimán., nos
cear desnudos al interior de estas haMan invitado a una pesca en trin-
cuevas, palpar a la fiera encima y chera. Como complemento la mujer
debajo de las fauces para h·anqui- de Domingo, María Torcoroma Co-
lizarla y después atar alrededor de ronel, pTepararía un sancocho de
sus mandíbulas una lazada que lle- pescadG. Así que subimos desde Bo-
van lista en la mano izquierda. Un cas de Similoa, donde en verano
compañexo apostado fuéra, con el está el puerto de Chiriguaná, a la
otro cabo del lazo, tiTa de él, anas- Jaraba, y a una estrech1ua del Ce-
trando al cajmán, y lo ultima ama- sar, apxopiado para nuestra aV'en-
chetazos. tura.
Una de las esce11as más emocio- El sec1·eto de la pesca en trinche-
nantes de la vida colombiana en la ra son el silencio y el estrépito ca-
naturaleza es~ sin duda, la pesca de da uno a su tiempo. Llegados al si-
tl:incbera o aporreo, tal como la tio, los hombres se internan calla-
practican los ribexeños del río Ce- damente en el monte y regresan
sar, al sur del Depa1tamento del cargados de varas y bejuc.os. Con
Nlagdalena. e.Uos fabrican, de orilla a orilla,
La época pre,picia es el verano, un enjaulado, de espacios peque-

-34
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ños seg ún la pesca que se desea la trin,chera. Huyen las gar2as, se
obteneT. espantan los monos, enb·e tanto los
Es la tJ:inchera. Las vaTas van trincheros aguardan anhelantes y
bien clavadas en el fondo y en las excitados, pero mudos.
orillas y los al:l:avesaños muy bien Un primer movimiento de las
trabados y amanados desde el fon- aguas anuncia la llegada de los pe-
do, lo que impQlle hlmdirse bajo el ces. PeTo como esta vez se han
agua largo rato. dejado espacios grandes en la trin-
A1 fin la trinchera queda lista. chera, aunque la hagan cimbrarse,
Detrás de ella se colocan canoas la salvan y escapan.
para los "recibidores", delante se Detrás de los peces vienen las
instalan los "trincheros" que sen tortugas. Buscan huír del cataclis-
mozos más fuertes y. aniesgados. mo de los estrépitos; pegan en la
Reyes Díaz toma para sí la parte t:Finchera; los hombres las atrapan
más honda. A lo largo de la trin- y las entregan a los recogedoxes
chera han echado una euerda que que las echan patas arriba en su ca-
termina en un chambuque o lazada. n0a. Una, cinco, treinta, cincuenta,
Desde aquí la escena sucede con sete11La y cuatrm.
rapidez impTesionante. Ante todo Por último, ya cuando las canoas
una orden de silencio cohibe todo de los aporreadores están encima,
movimiento, sella los labios, hace anunciándose con un gran remolino
hablar por señas y evita hasta los de las aguas turQias, baja el cai-
reflejos. A las canoas, que están lis- mán, los tdnchereTos lo dejan lle-
tas a l a pa1te de arriba de la u·in- gar, pero el Tespeto se pinta en sus
cheTa, entran cautelosamente muje- rostros. Reyes está pálido.
res, niños y muchachos p1·ovistos de Por instinto, el caimán acorra-
tambores, sonajas, cachiponas y lado va a tenderse, junto a la trin-
aporreadores, que son trozos de 'le- chexa, en el punto más hondo del
ño Tedondo encabados en largas TÍo. Reyes, que ya tiene la lazada
varas. en la mano, hunde como Lm plomo.
Estas canoas suben, agua arriba, Pasó un rato que me pareció un
unos cinco kilómetros, en el mayor siglo. Cuando de nuevo flotó, lanzó
silencio. Los canaletes apenas agi- un grito, "Jalen!".
tan el agua, plateando al soJ del
Habia enlazado al cajmán. Todos
mediodía. Desde allá comienza el
ayudamos a arrastrarlo hacia la ori-
aporJJeo.
lla peTo antes de sacarlo ya lo ha-
Sobre la selva muda se desata
bian muerto a machetazos.
entonces una algarabia indefinible
de gritos, insultos al caimán, gol- El sancocho de ~'misiá " Mru:ía
pes al agua, hurgones a las orillas Torcoroma estuvo mtty animado.
y al fondo, redobles y repiqueteos. -"A Cuco lo picó lma raya, pe-
Van despertando a cuanto vive, ro el doctor lo cm·ó con hojas de
acorralándolo aguas abajo contra gusanero y aguaTdiente".
35-

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- "Tamb'' 1en a Mingo; pero con ga", los mosquitos qu.e en invierno,
el susto ni hizo caso". a la caída de la tarde, se convierten
- ''Tómese ese "lapo" de ron, en azote fa1·ápnica.
compa, no vay le dé fiebr-e con ese PaTa defenderse de sus picadu-
sol y en el agua". ras apela al musenge, un utensilio
-¿A quién le tocan tortugas? sacado de las támaras de algunas
- A mí me tocó una. Pero esa palmas, desfibrándolas mediante la
misma noche se escapó y a estas fermentación, machacado y lavado.
horas debe estar otra vez en el Ce- Cuando el pescado!' se ve más
sar, si es que otro aporreo no la acosado de la plaga que no lo deja
hizo víctima de oh·os trinchereros. dormir, entonces se mete en una
Y .... que le vaya bien. tu a que es un hoyo en l a are-
"mb"
Con la vida pescadora, el magda- na, donde se ·cubxe, dejando fuéra,
lenés se familiarizó con su canoa. para respirar, sólo la nariz, sobre
Dueño de un territorio surcado la cual pone el sombTero de paja.
de ríos y canales, cubie1to de lagu- Así es de dura la vida y asi la
nas, goza con embarcarse en su vencen la virilidad y el avezamien-
tronco hueco y sentirse amo de la to a las incomodidades.
distancia; en bogar hacia las nubes Se podría repetir aquí lo que
reflejadas entre la prodigiosa ve- diGe de los soldados españoles Cal-
getación de las orillas, esperando derón de la Barca:
todo de las aguas dadivosas. '~Todo lo sufren en cualquier asalto,
Su única incomodidad es la "pla- Sólo no sufxen que les hablen alto" .

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VIII

Somos Hijos del Monte

Porque la gente vive criticando


que no tengo plata, que no tengo náa.
Pero no sabiendo que yo soy el hombre
que tengo mi vida bien aseguráa . . .
Pero no sabiendo que yo soy el hombre
qu,e tengo un hermoso y lindo cafetal.

L A INTIMIDAD del campesino


magdalenés con su nanuale-
llamando al vecindario y allá fui
yo también convencido de la gra-
za es característica. Sabe que el vedad del momento. Todos debía-
bosque y el río le dan cuanto nece- mos acudir a la montaña de San An-
sita. Si se propone hacer su casa; tonio par a ver lo que estaba ha-
para nutrir su familia; si desea di- ciendo en ella un español que que-
vertirse. De ahí sus fábulas sobre ría poner alambradas en lo que era
animales y su interpretación de la de todos. Hombres, muje1·es y ni-
psicología del burro, del tigre, del ños, acudían por el abrupto sende-
conejo, de la zorra, de la garza; ro, f!on machetes, con escopetas y
interpTetación que tiene un pareci- con perros, como si se tratara de
do extr,año con la humanización que una batalla. Cuando estuvimos reu-
de su fauna hacen algunas tribus nidos? papá MaTciano, hombre alto,
africanas, sobre todo los hotentotes. ~mcanecido, modesto, con ancho
Para la v.iv.ienda salen del monte sombreTo de paja y con los pies
los estantillos incol'ruptibles, las va- descalzos, nos hizo este discurso,
ras y los bejucos; las hojas de la digno de aquel que reprodujo Táci-
palma amarga con que se cubren los to, de un paisano del Danubio, ha-
techos. Para las paredes hay palma blando así:
de lata o troncos de balso. El mo- "Nos hemos reunido tantos hom-
bilia;rio sale del monte, y la vajilla hTes y tantas mujeTes para defender
también. Y del monte vienen la pal- este monte de San Antonio. Con mi
ma de estera y la bija para los pe- compadre Sergio somos los más vie-
tates, la industria manual más in- jos de todos los de La Palmita, y
teresante de Colombia y que cum- sabemos que toda esta montaña es
ple una función social más impoT- nuest¡·a, de todos nosotros. De este
tante. monte sacan palma nuestras muje-
Un día de verano los tambores Tes y nuestras hijas, desde la Jagua,
de papá Marciano, Corregidor de La Palmita y Rincón-Hondo hasta
La Palmita, Tedoblaban largo y alto La Sien·ita y ChiTiguaná. Y con los

37-

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Ana :l' su, prima Dámasa Díaz. Son chiriguaneras.

petates nos alimentamos todos. To- el monte vuelve a darnos lo que le


dos somos hijos de esta montaña y quitamos para vivix. No dejaremos
todos "hihim0s" crecido al amparo que nadie se haga dueño de lo de
de ella. Porque todos somos nos- todos. Aquí está el doctor que nos
otros pobrecitos, pero este monte es ayuda, y sabe que este bosque es de
rico en pita, en palma cu rumuta la Nación."
y en madera. Nuestras hachas sue- Y o no xespondi, poTque se me
nan aquí c0mo en casa nuestra y anudaba la voz en la garganta.

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IX

Le Acompaña Siempre un Lucero

Un hombre que está más sucio que t¡,n rancho solo


se quiere limpiar las uñas con mi honradez
allá en la Subana e Piedra se robó un toro
, , en la Jagua 1birico lo fue a vendé.

L A PORCIÓN central y SUT del


Departamento del Magdale-
tarlos contando, cm·ando y marcan-
do y arreando de acá para allá unas
na es ganadexa. La agricultura no cuantas vacas y ternet·os para ven-
se ha desarrollado sino en cuanto der leche en los caseríos, fabricar
lo requiere la vida. Las prácticas algunos quesos y vender el suero.
para consexvar el humus vegetal se Esta vida del vaquero, vagabun-
de_sconocen y por eso las poblaci0- da, descuidada y fácil, ha impreso
nes buscaHclo las vías están rodea- su sello en el espíútu del hombre
das de terrenas improductiv<:>s. Las m.agdal~nés, en su presteza y con-
rozas o siembras están lejos en las fianza para esquivar las embestidas
zonas cubiertas de selva; desaten- de la vida, en sus cualidades con-
didas, fácjJes, limitadas a m1os po- templativas y hasta en su piel tos-
cos product0s: maíz, yuca, calaba- tada por l0s soles y el sereno.
zas, papayos, marañones, piñas y Por instinto de conservación, no
hortalizas, como pimientos y toma- hay crimen más odiado que el del
tes. Son pocos los que tienen un cuatrero. Ese es el que enTostró
cañaduzal y elaboran alguna pa- Germán Cerno a un adversario suyo
nela. en el canto famoso llamado " El ne-
El dueño de la roza tiene en mi- gro l\1aldito" :
tad de ella una choza donde guarda Allá en la Sabana é Piedra se robó un
algunos aparejos y la que aprove- toro
cha para refugiarse si le sorpxende y en la Jagua lbirico lo fue a vendé.
un chubasco. Pero fuera de esa
agricultura tan rudimentaria el De- En los pueblos del Magdalena no
partamento está dedicado a la ga- existe el mercado permanente de
nadeúa de levante. víveres, ni siquiera el me1·cado se-
Sólo últimamente se han estable- manal que es sacramental en Cundi-
cido hatos con límites definidos. De namarca, Boyacá, Antioquia y Cal-
resto los ganados, sin más señales das, pueblos esencialmente horti-
de posesión que el hierro maTeado cultGres.
a fuego, vagan por los play0nes y Allí los pocos productos alimen-
lomas buscando los pastos natura- ticios se venden de puerta en puer-
les. El n·abajo del vaquero es es- ta. Cuando a penas hati:;des.,pertado
. ~, ...
39-

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Muchacho en el Banco, jinete en su burro.

las poblaciones se oyen los prego- El trabajo del campesino mag-


nes en boca de niños y niñas que dalenés, y su paisaje cuotidiano,
los ofrecen en banganas y totumas. piden la compañía que sólo le pue-
Antiguamente esos pTegones eran de dar el canto. Por eso dice:
muy castizos:
¡Bollo fresco! El vaquero va cantando una tonada
Bollo fresco y caliente y la tarde va muriéndose en el río
Para las viejas que no tienen diente. con el recuerdo triste de su amada
Para que lo coman con agua caliente.
Señor Vicente, tulicaliente, lleva su corazón lleno de frio.
Cogé la caja, llamá a la gente . .. Ay! lo acompaña siempre un lucero
¡Bollo fresco y c~liente! ... y a la espalda lleva el sombrero.

--40 /¡~
¡ l~ 7;¡..

\~ 1'
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X

Vivienda y Vestidos y Alimentos

Pónte. mi maye, tu trajecito


que M ponías cuando me esperttbas,
el qu,e t.enía jtores pintadas
y un pajarito de mariposas.

L AISLAMIENTO mismo del Mag- las camas, la hamaca, el baúl, una


E dalena le dio su satisfacción
con la vida sencilla y austera. De-
mesa, unas sillas de baqueta y el
tinajero dm1de se manlieneu la olla
masiad0 sencilla para lo que pe- momposina con agua fresca y los
dían 1a evolu:.ción económica y el vasos o jarros para hebeda. En las
avance cultural del Depru:tamento. paredes no faltan algunas imágenes
La vivienda campesina: clásica piadosas, retratos de políticos y al-
colilsiste en una choza cubierta de gún calendario con el santoral. De-
paja y formada de dos habitaciones trás de la puerta el telar para los
que comunican entre sí. Para levan- petates.
tarla se clavan primero en el suelo, El ja1:·dín o solar de la casa se
a distancia de unos dos metros, los cerca con astillas de troncos y las
estantillos, de palos inconuptibles; plantas que comúnmente se siem-
luégo se a:uma el teche; después se bran son éstas: el imprescindible
empaja y se enjaula que es cerrarla totumo, el matarratón, tal vez algu-
con una doble trama de "latas", nos naranjos y limoneros; algul1os
como allá denominan a los astiles plátaJIO.S y papayós; la estr0melia,
de una palma delgada y flexible del ama:mntos; la prolífica viudita,
género Bact:ris . .Así la easa queda siempre florecida; algunos pimien-
como una jaula de trama cuadTada, tos, y surtido de yerbas medicina-
por dentro de l0s estantes y por fue- les y aromáticas.
ra de ellos. Este espacio entre las En tm rincón están los aperos
tramas se llena después de barro, el del burro y cuelgan sus majestades,
cual se alisa y blanquea. De últi- la ruba y la escopeta. Unos baúles
mas se ajustan las puertas y se pone sirven para guardar la ropa limpia
la ventanita €]_Ue suele dejarse a la y no falta la bangana, vasija discoi-
alc@ba. dal, de madera, para el lavado de
La cocina se instala apatte en la misma ropa. Porque el palomeo
otra choza pequeña, para que el hu- de la ropa con jabón y palo es la
mo no tizne el ajuar. El piso de ocupación más asidua de la mujer.
ordinarÍ<!> es de tierra apisonada. El campesino magdalenés no tiene
Los muebles indefectibles son: más lujo que la limpieza en su per-
41-
- ...
Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia
sona y en su traje. Pero esa sí re- lla, cominos.
cibe cuidado nimio y prolijo. Los huevos, la gallina y la carne
En la casa no faltan la ropa de de cacería son mejoras para las fe-
las camas y varios petates que re- chas especiales.
ciben múltiple uso. Cuando un magdalenés está de
Los niños se mantienen desnudi- fiesta manda preparar un sancocho
tos, para liQra1-los del cal01: y de que es un cocido donde entra toda
la mugre. La casa es un muele mu e- la creación. Se lo sirve sobre hojas
le de arrullos, de regaños, de crí- limpísimas de bihao y cada cual
ticas, de preocupaci<;mes sencillas, toma con la mano lo que 1~ provoca.
de cantares constantes, y estos deta- Si estando comiendo llega un ex-
lles traducen, más que los actos so- traño, siempre se le recibe con un
ciales, la sencilla mentalidad del sincero ''venga", y es casi descor-
pueblo u·abajador. tesía no admitiT la invitación.
El tipo magdalenés es fornido y Cuando viajando arrima tmo a
alto, b1·oncíneo y ágil. Contento en cualquier casa magdalenesa, la se-
sus pantalones, cotizas, camisa y ñora de ella o sus hijas, corren a
sombrero alón, pone su orgullo en ofrecerle café tinto, arzucarado, que
la pulcritud, en el labTado de su es la acogida para todo forastero,
cinturón, en su machete, en su p01te y si la noche se echa encima, o la
garboso y en su fama de virilida:d. lluvia anecia o si creció la quebra-
Nada le ofende tánto como el que da, hallaréis hospitalidad fácil, po-
una mujex le diga "flojo"; ni nada dréis guindar 1~ hamaca y partici-
le alaba como el que le digan que par de lo que ha ya en casa, poco o
es "embromao" (76). mucho. Es el señorío de las gentes
Las mozas visten trajes altos de modestas.
colores vistosos. Son habladoras, Con esa sohTiedacl de la vida, no
sagaces en sus refranes, coquetas es extraño que el hombre magdale-
en su peinado que adornan con cin- nés sea un viajero empedernido. Se
tas y con flores del campo. Las vie- echa al homb1·0 su morral, con una
jas usan escote y se cubren hasta o dos mudas, se pxende sus cotizas
los pies, éon falda pollera, polle- y su machete al cinturón, dobla su
rín, faldellín y aguantadora. hamaca con sus icos y coge cami-
La alimentación en el Magdale- no, a pie o en su huno, o en su
na es más tema para el estudio de canoa. Para buscar trabajo, para
higiene que para el folklórico. Es irse a "parrandiá", a la fiesta de
sencilla y abundante. A base de la Pah·m1.a de su pueblo, a la fiesta
café tinto, de bollos de maíz, de del patrono del pueblo de su "mu-
plátanos, yuca, leche y queso; de jer" o de sus "euñaos" o de sus
carne y pescado cocidos. Muy pocas amigos, no lo detiene ningún patro-
· verduras, por la dificultad de cul- no humano porque no pide a la vida
tivarlas en climas calientes. En sino amor y fiesta, despreocupa-
r.ambio, mucho condimento : cebo- ción y libe1tad.

-42
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Libertad de amos, libertad de La mujer cuando está sola
hijos, libe1tad hasta de la mujer no le "manca" la visita.
Mientras tanto su marido está cantando:
estable que queda allá en el pue-
Yo soy el hombre que puede
blecito de aspecto africano, bus- "Anamorá las mujeres~' ...
cándose la vi da por su lado y a ve- Y el hombre casado no puede
ces .... "Anamorá las muchachas" ...

XI

Manos de Primor
Más que por los monumentos im-
periales, conocemos las antiguas cul-
turas por objetos corruptibles que
hace el -vulgo .

AS ARTES manuales de los pue- que recuerdan en forma impresio-


L blos tienen valor heráldico.
Proclaman su natural percepción
nante el arte mexicano de Teoti-
hucán.
del colorido y de la forma estiliza- Cier tamente la colonia rompió
da, su firmeza en las tradiciones de esas alfarerías hasta en sus hor-
laJ)oriosidad y multitud de detalles nos, que eta.n las almas, pero el
de su vida íntima y de sus tenden- pueblo magdalenés pTesenta en sus
cjas sociales. manos todavía, muestras de destre-
En etnología la cultura material, za que no deben faltar en un estu-
que a veces se oaracteriza poT de- dio folklóTico. Mm·ecerían descri-
talles minúsculos, sirve para deter- birse la orfebrería y la cerámica de
minar rumbos de transmigraciones lVlompós, pero no cuento con sufi-
y las relaciones culturales lejanas; cientes datos para hacerlo. En cam-
grandezas que se revelan como las bio, he observado de cerca dos tra-
corrientes magnéticas cósmicas en bajos s obre materias primas vegeta-
la aguja imantada de un proceso les : las lab01·es del fique en A tan-
manual. quez y la fabricación de esteras ge-
Las tribus indígenas que pobla- neTalizada en las provincias del
ron el territ0ÚO magdalenés fueTOtl sureste del Magdalena.
eminentes en la m-febreTÍa y en la Llegué a Atanquez, pueblecito
eexámica. Pueden apreciarlo asi prendid0 a las estribaciones del
quienes hayan visitado el Museo S.E. de la Siena, a ocho leguas de
Etnológico del Magdalena, en San- Valledupar, cuando ya anochecía.
ta Marta. Allí hay figw·illas de ha- Se me hizo la defer·encia de alojar-
no cocido que representan serpien- me mejor, de permitirme guindar
tes sosteniendo pequeñas odres y mi hamaca, en la barbería del pue-

43-

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blo. En la barbería, tienda de gra- las pencas a la vera de los caminos.
nos y sastrería que todo eso había N o se h a bonado de mi memo-
allí. Dormí a la oTquesta de los ria la imagen de Antonia, una es-
animales nocturnos : del grillo con loelta muchacha~ que desde una emi-
su guitana, del sapo con su tam- nencia de la escarpada plaza, daba
bora, de la lechuza con sus casta- vueltas a su rueca, hora tras hora,
ñuelas, del mosquito con su violín. como una estah1a de la labol"iosidad
Así que mi primera impresión atauqueTa.
de Atanquez fue al despertar. Al Las mochHas reciben mil usos:
canto de los gallos empieza la jor- para llevar el recado de viaje, para
nada . Como las casas, igual que en guardar la ropa, para venderlas en
muchas aldeas españolas e italia- los mercados del Departamento.
nas, están apiñadas tmas con otras, Ellas deben completar los recursos
sin patios ni conales, la vida al ahe fam iliares, que las tienas exosiona-
libre es común. das no alcanzan a satisfacer con sus
Pronto se tienden en la plaza productos alimenticios.
unos lazos d0nde suspenden la fibra La industria del petate nace en
del fique salida el día anterior de la selva. Ya los hombres han traído
la máquina desfihradora. Después, al pueblo la noticia de los ptmtos
en la empinada plaza y aquí y allí donde la palma de estera está bien
en todas las calles, mujeres y mu- desarrollada; en la Quebrada de
chachos comienzan la laboT de hi- Anime, frente a los caños lVIulato
laT el fique blanco o teñido de co- o Pachoprieto, o en San Antonio, o
lores, para la elaboración de las en la Queb1·ada de la Ñeca. Para
mochilas. allá sale el grupo regocijado de las
Tod0 atanquero hace mochilas, muchachas.
sentado a la puerta de su casa, ca- Con gran habilidad, pues la pal-
minando a la compra diaria, arrian- ma es muy espinosa, cortan las ho-
do el pollino o buey por los sende- jas tiernas del cogollo, que todavía
r0s de la serranía ; a oscuras en. la son amarillas, y las deshojan sepa-
charla vespertina ; en forma maqui- rand0 los· folíolos. Este matel"ial ha
nal y como una segunda palpita- de ser tratad0 en fresco y la laboT
ción cardíaca. consiste en separar la nervadura
La operación de torcer el hilo se centra1 sin espinarse, como logran
hace en una 1ueca que manejan con rápidamente mediante una técnica
suma habilidad, en un extremo, ma1·avillosa. Las nervaduras se se-
mientras en el otro trabajan dos can aparte y constituyen la " paji-
personas : m1a que sostiene los ma- ta" para ha:cer escobas. Las hojas
nojos de filira y otra que la surte cuelgan al sol o las tienden en las
para ser to~·cida . Van saliendo hilos calles o en los solares para que se
laTguísimos que se tienden a lo lar- ento1·chen y blanquéen. De ellas se
go de las callejas, envuelven las ca- ha de hacer ptovisión para largo
suchas, cuelgan de los árboles y de tiempo.

-44

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Tejiendo sombreros de paja en Sabanalarga.

El teñido de la palma es inge- Un telar sencillo, de varas de


nioso y se hace con las hojas de balso, sirve para el tramado de la
bija que, cocidas, sueltan un color obra. La urdimbre se hace con cor-
rojo muy estable. Pero si la palma deles torcidos de pita y en ella va
que se va a teñir se mantiene vaTios la mujer tramando sus hebras de
días en el fango de una charca, en- palma y ap:retándolas con una Ta-
tonces, en vez de teñirse de rojo con pidez asombrosa, como si estuviera
la bija, queda negra. Amarillo pa- pulsando una arpa.
jizo, negro y rojo son los colores del Cuando la obra está terminada,
petate que se combinan según di- ya es dinero en el bolsillo. Basta
versos patrones a gusto de la teje- llevarla a la tie11da del turco para
dora. recibir los chivos que de común

45-

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acuerdo han señalado los mismos tancias repitiendo, según me lo in-
descendientes de los fenicios. Estos tetpretaba una muj.e r de la Jagua
se encru:gaa del transporte y nunca lbirico :
ganan menos que toda esa serie de
humildes y laboriosos attistas. Los Ca'rato t'engancho
petates se venden en la Costa y en Ca'rato t'engancho
Jas Antillas para cubrit· las camas, Cada rato te engancho ...
para tapizar los pisos, para servjr
de lecho a los soldados en campa- Es raro: en todo lo que he oído
ña. SoR limpios, son bellos. Sobre cantar a los magdalenenses, falta
todo, llevan en sí la evocación de la exaltación de petate y de su ela-
los bosques y del n·abajo de las mu- boración~ tan vinculados a su vida
jeres del Magdalena. familiar; con cuyas utilidades los
Hay otras lahm·es que merecen han eriado a todos; la laboT de las
gran atención: Ia palma que cubre madres, de las esposas, de las hi-
las casas y que es de dos sjstemas : jas; el t·ecm:so económico a que se
"embutida" y de "mepa". La fibTa dedican largas horas, a la puérta
de pita que se decortica jngeniGsa- de las cbo~as, en los meses de llu-
mente por muchachos. Los instru- via, y hasta de noche cuando la te-
mentos músicos. Nada me ha infun- jedora de petates se po1Le la lampa-
dido tan vivamente en Colombia la rita de petróleo a la cabeza y tra-
presencia del Africa como esos baja, mezclando colores en primo-
tambores usados en los bailes, pie- rosas combinaciones, soñando en
zas dignas de los museos etnográ- los pocos chivos que les dará el tur-
ficos y que t·esuenan a largas dis- co por su pesado trabajo .

- :~ .,
# . ,, :.::

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XII

La Expresión Religiosa

La Fe Católica da a la imagina-
ción y aL sentimiento en lo sobre-
natural cuanto por naturaleza ne-
cesita.

L PUEBLO del Magdalena es "San Pablo bendito y glorioso,


E pxofundamente creyente. Con
una interpretación ingenua de la
líbrame de culebra y animal pon-
zoñoso. Estas tres palabras las digo
vida sobrenatural, con imágenes de porque las sé, en el nombre de Pa-
santos que viven y participan de la blo, Jesús, lVlaría y J osé''.
vida del pueblo, con una devoción Muy popular es tma linda ora-
humanizada, co11 una moral sin ción que los niños aprenden a rezar
complicaciones, reducida a la máxi- con las manos puestas y de la cual
ma evangébca : "No hagas a los he recogido algunas variantes. La
demás lo que no quisieras que te llaman 1a " Oracwn. , del sueno,. , " :
hiciexan a tí".
"Con Dios me acuest0
Bastante difundida está la creen- Co.n Dios me levanto
cia sob:t:·e las p:iedras que se encon- La Virgen María
traron en el monte y que poco a Me cubra con su manto
poco se van convirtiendo en "una La gracia de Dios,
Que es eJ Espíritu Santo.
santica". De éstas he hallado mu- Die's connligo y yo con EL
chas, La erosión eólica les da Sll El "alante'' y yo tras d'El.
primera forma . Alguien les ve ca- Jesucrislo sea conmigo
beza, brazos y manto. La ponen en y la flor que lo parió
un altarcüo adornado con floTes y y la hosLia consagrada
y su cruz en que murió.
festones de papel, y cada vez más Las tres potencias de Cristo
esa cabeza, esos brazos, ese manto, Me acompañen por siempre. Amén.
les parecen más definidos y relie- Me fuj por un caminito.
vados. Me encontré con Jesucristo
La idea religiosa se mezcla en Jesucr~to fue mi padre
Santa Bárbara mi madre
toda la vida y para todo hay ora- San Vicente mi pariente,
ciones. Cuando el magdalenés pene- Me puso la cruz en la frente
n:a en el bosque invoca a San Pa- Pa que el diablo no me tiente
bto, abogado contra las mordedu- Ni ele día ni de noche.
Ni en la hora <le mi muerte. Amén."
ras de las serpientes, con estas
labras: Pos€o un cuaderno de oraciones
47-

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manuscritas que pertenecía a un ideas y p,rácticas de los campesinos
curandero célebre de Chiriguaná. magdalenenses. La oración a Santa
Los grillos comedores han vuelto Jll[arta o del Mantecristo para entrar
sus páginas un cendal. Lo guardaba en pelea, la oración llamada "De la
con mucho cuidado, envuelto en nn Santa Camisa", para hacerse invi-
lienzo blanco, la Niña Nieves, una sible cuando hay temor de encon·
viejecita digna y amable que vivía trarse con un enemigo, con un
a la salida del caserío. En este cua- acreedor o con la justicia; la Ora-
derno he hallado oraciones que son ción a ] esús de Petayán, para no
un enigma para el estudio folkló- mojarse con la lluvia; la Oración a
rico. Una dice así : San Antonio, para hallar las cosas
"Copia de la oración que fue ha- perdidas; la de Santa Bárbara, con-
llada e11 el Santo Sepulcro de Nues- tra rayo y centellas.
tro Señor Jesucristo, la que tiene el Estas oraciones son "sec1·etos".
Santo Pontífice en su oratorio y el Las saben tmos pocos, las transmiten
Rey Felipe IV en la mesa de plata. a sus hijos como herencia, se ven-
Y estando Santa Brígida y Santa den y negocian, son, en fin, talisma-
Isabel Reina de Hungría, después nes que dan orgullo y podeT inde-
de haberle hecho una rogativa a fectible al que las sabe y que exci-
Nuestro Señor Jesucristo, deseosa tan al respeto y la curiosidad de
la Santa de saber su pasión y más, los muchachos. Hasta los niños tie-
se le apareció el Seño1· y le dijo las nen una para evitar los azotes cuan-
palabTas siguientes: Saben mis que- do han hecho travesuras y la nego-
l"idos hijos que los soldados que me cian por chivos o por golosinas. En
prendieron veintiuno, los que me la imposibilidad de alargar este
llevaron preso veinticinco .. . " estudjo, copiaremos unas pocas, que
Y así sigue la revelación para las hay en verso y en p1·osa:
terminar con esta promesa: "Los
que trajeron esta copia consigo se- Oración de los niños para evitar
rán libres de mala muerte . . . No los azotes:
habrá visión diabólica ... La mujer Virgen de Chiquinquirá
que cargue consigo esta copia, pa- detrás del tacán te espero
rirá sin peligro. Amén." cuando mi madre me venga a pegar
no encuentre ni palo ni perrero.
Merecería publicarse sin retoque
alguno el cuaderno de la Niña Nie- Oración a San Silvestre:
ves, pues no queremos que de nues- San Silvestre bendito del Monte Ma·
tras manos pas.e al olvido. Es una yor
mezcla extraña de ortodoxia, de su- Conquista los bruj es y hechicer os
cesos bíblicos, de tradiciones ascé- co.nquist:ador.
Líbrame mi casa y todo su rededor.
ticas auténticas con carácter espa· Líbrame de brujos y de hombre m~­
ñol, y de supersticiones cuyo aná- hechar
lisis daría p ie a largas considera- (Se repite tres veces esto) .
ciones. En él se consignan muchas San Silveslre LÚ me das, tú me prestas

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Los brujos y hechiceros me los en- Oración de Santiago Apóstol.
cabrestas.
Amén. Jesús. María y José. Señor mío Jesucristo, Virgen Ma-
ría, líbrame esta noche y en todo el
Oración a San luan Bautista. día. Que mi cuerpo no sea preso.
Ahí vienen mis enemigos, déjalos
Atrás de aquel cedro estaban venir; cuerpos traigan, se les duer-
Cristo y San Juan: mis enemigos man; pies traigan, no los alcen; ma-
veo venir. Señor, déjalos venir, que nos traigan, no me toquen; boca
si ojos traen, ciegos serán y no te traigan, no me hablen; ojos traigan,
verán; si boca traen, mudos serán no me vean; oí dos traigan, no me
y no te hablarán; si bTazos traen, oigan; oh, Santiago Apóstol, primo
cruzados serán y nada te harán; si hermano de J esucristo: é suplico y
oídos traen, sordos serán y no te te r uego que mi cuerpo no sea pre-
sentirán; si pies traen, maniados se- so, ni mi sangre vertida, ni mi alma
rán y no te alcanzarán; si hierros perdida, por la leche que mamó de
traen, partidos serán y nada te ha- la Virgen Soberana, que a mí no
rán; sj armas traen, tapadas serán me ha de vencer, hombre guapo, ni
y no dispararán. Por aquí pasó perro rabioso, ni tigre valeroso, ni
Cristo y San Juan (esto se dirá tres las olas de la mar, ni la vara del
veces) : Cristo en cruz, Jesucristo Alcalde, ni la justicia mayor. Triun-
crucificado, líbrame mi cuerpo del fa y tres ángeles vengan a mi com-
peligro y mi alma del pecado. J e- pañía. Jesús y María. Amén.
sucristo sea conmigo y la flor que Para mí estas invocaciones, que
lo parió, y la hostia consagrada, y son muchas por el mismo estilo, tie-
la cl'uz en que murió. Amén. nen un marcado sabor a angustias
de esclavo fugitivo o de cristiano
Oración del conjuro de conjurar cautivo pm· la morería. El máximo
pauto. maleficio es el credo al revés, cuan-
En el nombre del Padre, del do a un enemigo se le reza: No creo
Hijo y del Espíritu Santo. Yo te en Dios, etc. No creo en esto y en
conjuro, enemigo mío, por si acaso lo otro.
traje1·es mágica prieta, credo al re- Oración de Jueves Santo.
vés u oración de Justo Juez, o algu-
na mala intención contra mí o algu- Se levantó el Verbo Eterno
no de los míos. Pero a mi señor Je- Rey de la eterna morada.
SLLCristo le pjdo que venga rendido a Se Levantó el Jueves Santo,
mis pies, así como El se rindió el 1ueves Santo de mañana.
Jueves Santo en el pie de la Cruz, Habiéndose levantaclo
diciendo tres veces Amén, J esús. a sus discípulos llama
y cuando juntos los tiene
Con tres te miro, con dos te ato, de esta manera les habla:
el cuerpo te veo y el coTazón te ce ¿Cuál ele vosotros los míos

parto. morirá por mi mañana?"

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Se miran unos a otros, Recogedme a mí, señora,
ninguno respuesta daba. que soy alma pecadora
y díle al Viño Jesús
Respondió por todos Pedro
que está clavado en la Cruz:
el que boyó sobre el agua.
"Y o soy el arca del cielo
"Y o moriré por mi Dios: arca de la Trinidad,
daré rni cuerpo y mi alma,
que una mu,erte tan cruel donde se consagra l'hostia
y el cáliz en el altar.
para vos, Señor, no aguarda''.
Al otro día, que era Viernes, Quien la sabe y no la reza,
Pilatos lo sentenciaba, quien la oye y no la aprende
y lo sacan al Calvario el día del juicio final
a montaña despoblada. sabrá lo que eUa contiene, Amén."
Allí estaba una mujer Imposible decir sin un estudio
con un paño le limpiara. comparativo, del cual estamos le-
Tres dobleces tenía el paño, jos, cómo llegaron estas oraciones
1res verónicas señala: a penetrar en el alma del pueblo
Da nna- está en 1erusalén, magdalenés. Tal vez por San Pedro
otra se guarda en Italia Claver, Apóstol de los negros en
Cariagena. Quizás por los santos
y la otra en Roma Santa. misioneros, Lu is de Vero y Luis
Beltrán. No sabemos si se han mo-
Quien esta oración rezare, verá a dificado o si fueron desde su origen
la Virgen Santisima a su cabeceTa. adaptadas a la mentalidad popular.
Oh Virgen Sagrada María, ya que Ni quién las humanizó, ni quién las
paristeis al Salvador y a todos nos magdalen izó. Creo que estos enig-
recogisteis, mas nunca quedarán resueltos.

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XIII

El Veneno Político y el Contrabando

Y a viene el avión. ya viene el avión


en que viene Eduardo Santos,
que esta mala situación
seríores yo no la aguanto.

LA POLITICA

os PARTTDGS políticos antiguos borracho magdalenés es ésta : "Yo


L son, para el camp-esinado co-
}Qmhiano, verdaderQs fetiches, a los
soy mucho macho", y en sus elec-
cic:l>lles suceden las trompadas y las
que cada cual adhiere y por ]os cua- patadas, en las que son tremebtm-
les se divide~ sin saber por qué. d:os.
Se podda aplicar aquí la sabia En las guerras civiles, locura co-
sentencia de ll'll Padre Gómez, ma- lectiva que según el famoso señor
rinHlo, ante el cual llegó a confe- Montero, bogotano, se hub iexa abTe·
sarse un destripaterrones ignoran- viado fus ilando las mulas, muchos
te. -Acúsome padre, dijo, de que magdalenenses fueron rechttados y
no creo en el J\1isteriQ de la San- lucharon con dtmuedo c0mo lo ha-
tísima Trinidad. El Padre le repli- bían sido en la independencia: sol-
có: -En vos eso no es pecado, ¿qué dados sobrios, vigor0sos y leales.
más'?
Pues si muchos hombres cultos Pero es fama que todos ellos re-
ignoran en qu é está la diferencia gresal·on gracias a la Chiquinquirá,
de los pa1tidos, ¿qué les pasará a que es goda, poxque tiene el manto
los que no olieron instrucción po- azul, y a San Marcos de] Paso, que
lítica ni social de ninguna clase? es mocho1·oco, p01·que lo tiene rojo.
La diferenciac:ión se hace, pues, po1· Hace tiempo publiqué mis obser-
pueblos o por familias, como el pe- vaciones durante unos comicios en
laje en los curíes, o la cxesta en los Chir1gua ná; las camionadas de vo-
gallos. tantes, el poder del ron, el il-resis-
/
Asi y todo, los magdalenenses se tible jmán del sancocho a los pro-
enardecen con la política, porque, sélitos, las hojitas volantes absur-
como SQH muchQs hombres, muchos das, l0s discursos sin sindér esis.
votantes, los agitadores de Santa Así son, pero llenos de promesas
J\1arta se encargan de mantener el de puen~es, de carreteras, de plan-
desacuerdo. Lo demás lo ha:ce el tas de luz, de acueductos, de peri-
ron, ese espíritu que los lleva a bra- quitos de oro. Promesas de que na-
bu conear. La posición clásica del die se acuerda pasadas las eleccio-
51-

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1 '

Frontis colonial de SantcL Bárbara en Mompós.

nes. Sólo el Juez Municipal para firmando lo dicho; pongamos la


cobrar los desmanes que unos y lección que con más frecuencia se
otros cometieron en la pataleta. En enseña a las loxas:
la "pea", como dicen allá. En las Lorito rico·
'
elecciones a que me referí, el caba- Conservador hasta el pic0;
llo de batalla era la Estación Sani- lorito real,
taria y contra ella se fueron mu- vestido de verde, pero no es liberal.
chos porque prohibía las charcas Toca la t1·ompeta l01·ito;
donde se cría el mosquit0, y l0s cer- U na, la suerte y la fo1·tuna,
dos que son, cada uno, una fuente dos, la campana del relós,
inestañable de gusanos intestinales.
Para terminar este párraf9~11-
,.tres, el besito del l01·ito qué du lee
... quees.

- 52

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Cuatro, corré l01·ito que te coge el El contrabando da una mentali-
gato. dad especial a las gentes y revela
Abi viene el cojo por la calle rial. condiciones singulares sociales, que
Diciendo que viva el señor General. es menester e)\aminar en relación
Lm·ito rial. co11 el folklore magdalenés.
Tu mujer es hermosa como una Desgraciadamente, aunque el
rosa, contrabandista pasa chorreando di-
yo la visto, yo la calzo y otro pícaro nero, nada queda en ht región sino
la goza. la vergüenza del soborno. Así como
La moraleja es que 110 todos los esos camiones: el "Saca la Piedra",
lo1·os tienen plumas, y que los hay "El F eo" y otros, que cargaron se-
de varios colores. das y mercancías valiosísimas, sólo
Otra escena: el negro J. Rosado, quedan con el "estrupicio" de su
amigo mío queridísimo, le dice a motor destattalado.
su hijo, un chaval que apenas le- Todo complejo político del Mag·
vanta del suelo-: "Tú como que sa- dalena se traduce en un recelo cons-
liste godo". Y el muchachito eon lante hacia las autoridades, del cual
aire dignificado le respo~de: "Res- da idea la siguiente canci&n:
pete". Ayer tarde fui clenu,nciao
por unos delatadores
El contrabando. y al 1nontento fueron divisao
los grua·da y los inspetores.
El Depaxtamento del Magdalena
fu.e siempre una vía activísima del Cuando llegaron lo desgraciao
contrabando inte1nacional, poT dos yo ya mi rancho lo había prendío,
razones: por ser el camino de los yo ya mi rancho lo había quemado
cuando regaron los mardecio.
puertos incontrolados de La Guaji-
Coondo yegaron lo muy rrwrdito
ra, hacia el interior, y por la facili- sonaba la flauta y r.ocaban. lo pito.
dad del soborno.
No hay para qué ahondar en esto. En el puerto de El Banco sor-
Y a don Antonio JuJiao se quejaba prendo esta cmwersación:
a sus majestades los Reyes de Es- -HombTe, compa. Ya estoy cre-
paña, hablándoles del "Camino de yendo que ese Chucho de allá arri-
J erusalén" establecido a espaldas ba es godo. De no, ya les hubiera
del real erario y Audjencia de San- mandao m1 buen castigo a esos go-
ta Fe, por donde los holandeses y dos marditos.
franceses <:ultivaban cacao, pasaban -Deje está, compa. Que ya co-
sedas y vinos y aceite, con destino menzó mandándoles ese terremoto
al Nuevo Reü1o y aún al Perú. a los de Cucutiya.

53-

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XIV

La Medicina Popular

Los indios ... maestros del mundo.


P. Berre.do Carneiro.

IN REFERIRNOS ya a la medicina
S supeTsticiosa, las brujerías y
los ensahnos, existe en todos los
pueblos una medicina vulgar, que
sin duda es elemenlo capital de su
folklore.
El hombre de las ciudades llama
el médico; éste averigua por los úl-
timos medicame11tos que expenden
las casas farmacéuticas y que acon-
sejan las propagandas. Pero el pue-
blo procede a fuerza de tanteos y
de tradición, de naturaleza y de
uso, .es decir, de folklore.
Se han publicado recetarios com-
pletos con el fol klo1·e poético hoya-
cense. El magdalenés está casi in-
tacto. Apor temos a él algunos da-
los.
Estoy en Valledupar, en el hotel,
tomando notas de mis averiguacio-
nes hechas la víspera. En el patio Niñita uendiendo plátanos por las
las muchachas del servicio hablan, casas de Chiriguaná.
lidian unes nifiitos, se dedican a la
limpieza. Una que está barriendo peqlteño batracio. 5u niñera le re-
encuentra debajo de un tiesto un prende, la nena se le rebela. La mu-
sapito, lo coge y dice a sus com- jer le cla sus palmadas, diciéndoJe:
pañeras : ''Este es el bueno para la - ¡Malcriada! Pa que respete
' disipela' (erisipela) . euando úno (berrido ) . Te voy a dar .más duro.
Liene disipela coge .este animalito ¡Pa que respete!
y se lo pasa por la barriga siete La medicina popular del Magda-
veces en cruz y él queda morado lena emplea muchas yerbas medici-
porque le chupa a úno la disipela. nales. La mayo-r parte con acierto.
Uno queda ctu-ado y él morado". De ellas trato en mi libro Plantas
Una niñita se empeña en matar Utiles con maym· pxecisión de lo

- 54

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qu~ se puede hace1· en este estudio lenés no puede pasa rse sin estar to-
cas1 somero. m ando " un f rasco" decn·,
, es ' alO'ún
Enumeremos algunos más comu- específico, jarabe o cosa ama;O'a
. mueha discreción sobre el mal
sm o '
nes, como ejemplos. Purgantes : el
piñón de que padece, ni sobre los efectos de
. purga, el a<Yua
o
de coco'
la droga.
1_as semillas de higuerilla, la borra-
Como en esos c]jmas y con esa
Ja. Somní /eros: las hojas de guaná-
bano puestas debajo de la almoha- al ;mentación, casi siempre se pade-
da. Para madurar forúnculos : las ce de deficiencia hepática, se pur-
hojas de pimiento ( Capsicum) apli- gan con el su Hato muy a menudo.
Pero ello ha de ser metidos entre
cadas con manteca sobre la herida.
el agua, en el baño.
Hemostáticos: la corteza moljda de
En la inmensa región del Mag-
palo de cruz (Browonea) . Emena-
dalena son poquísimos los médicos
gogos : la ruda de Castilla, el ajenji-
graduados. Sirven ·de galenos las
ble (Zingibér) . Para el cabello : la
baba del gLu1simo, la estromelia. matronas respetables y experimen-
tadas y al nacer un niño muchas
P~ctorales : el marañón (Anacar-
veces le cortan eLcordón umbilical
dmm ) . A ntiofídicos: la escubilla
con la rula de rajar la leña. Por
(Scoparia); el bejuco escalero
eso se ven tántas hernias impresio-
(Schne1la); la borraja, zarza (Smi-
nantes.
lax~, el cuartillito (Peperomia); la
Hay remedios que no se pueden
capita na (Aristolochia); la fruta de
describir, como el que se da para
hmTo (Xilopia) . Insolación: la tri-
el agotamiento, sumj nistrando en
pa del totumo (Crescencia) y así
forma inverosímil yemas de huevo
otros infin itos.
al triste paciente, por vias a re-
Es curioso: el campesino magda- dropelo .

55-

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XV

El Mito y la Superstición

En la cara de la moneda va la re-


ligión; en el sello el mito.

vecina de toda virtud el fin tan glorioso con que Dios mi


E N LA CASA
mora un vicio que se le pare- Señor quiso honrarlos a la hora de
ce. Con la piedad se mezcla en el su muerte. Amén. Jesús, María y
alma ingenua, en el dédalo de la José.
mentalidad pTimitiva, el atribuir Ave María. Explicación. Cuando
fuerzas sobrenaturales a lo que 110 se han de poner las manos para cu-
las tiene, y el suponer que lo sobre- rar a un picado de culebra u otro
nattual se maneja como lo mateTial. animal ponzoñoso se repite tres ve-
La más nociva de las supe1·sticio- ces haciendo en cada una de ellas
nes consiste en pretender, por cier- la señal de la cruz sobre la pica-
tas oTaciones y ensalmos, Cluar los dura, y diciendo: 'por aquí te veo',
mordiscos de serpientes. Ante la tomando la cisura con los dos de-
amenaza de la mue1te, ante la ig- dos, pulgar e índice, 1·ezando la ora-
norancia del pToceso tóxico, con el ción y en seguida el Padre Nues-
hon·or que en toda la escena difun- tro. Seguidamente se ve11ga en san-
de la idea de la serpiente, estas su- gre por oúgen de la picadura, se
percherías son admitidas y tienen 1·eza el siguiente secreto, poniendo
consecuencias letales. la mano derecha sobre la cabeza
del individuo y haciendo la señal
Transcribo tma de esas oracio- de la cruz: Detente, detente sangre,
nes supersticiosas, que servirán de como se detuvo Nuestro Señor J e-
muestra, pues son muchas las lle- sucristo en sí mismo. Detente, de-
gadas a mis apuntes : tente sangre, como se detuvo Nues-
tro Señor Jesucristo en el sagrado
"Oración secreto para curar las árbol de la C1uz. Jesús, María y
picaduras ponzoñosas : José. Jesús, Jesús, Joaquín y Ana;
Padre mío, mi Señor San Pablo, lavadme mi alma, limpiadme mi
mi Señor San Benito, por las mer- cuexpo. En un San Cirineo está San
cedes que les dio mi Señor J esu- Juan con dominus Deus."
cristo, y les hizo a la hora de su La curación supeTsticiosa de las
muerte, encarecidamente les ruego mordeduras de las serpientes se ve
que me libren de mordeduTa de cu- fav01·ecida por el gran número de
lebr a y de todos ] os animales pon- aquellas cuya picada no es mortal.
zoñosos. Les doy el parabién poT El éxito del b1·ujo o cun:ndero en

-56

1
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esos casos deja olvidar los muchos manifiesta a quien pueda corregir-
en que los mordidos acaban su vida las y parecen adheridas al fondo
oyendo los absurdos ensalmos o be- de las razas, transmitiéndose de ge-
biendo las repugnantes pócimas. neraciones a generaciones por lo
El bajeo: tal vez transmitida des- recóndito como esos rastros que de-
de cieTtos pueblos africanos es la jan las fieTas bajo la fronda del
creencia en la eficacia del bajeo. bosque y que van a buscar los abre-
El baho, el aliento, el olo1· de una vaderos del instinto.
persona, no son cosa muerta, sino En el estudio folklórico es difícil
parte de su misma fuerza vital. Si separar la religiosidad de la su-
ella es sana, transmite sah1d; si es perstición. Esta es lo falso acepta-
de uua matrona comunica fecundi- do como religioso. En el pueblo del
dad. Pasar un hombre por encima Magdalena encontramos muchas
de una mujer acostada en el suelo, manifestaciones de superstición.
la esteriliza. Si salta por encima de Hay talismanes, figas y amule-
una mata de patilla en flor, sus fru- tos; ha y sortHegios y m·aciones má-
tos caerán antes de madurar. De ahí gicas. Desde los collares, pulseras
e] pxocedimiento teTapéutico mez- y ajorcas que p011e11 a los niños fa-
clado con signos cristianos. bricados con colmillos de caimán,
Cuando un niño enferma se le astillas de aceituno y nueces de pal-
tiende sobre un petate en el suelo. mas, hasta ciertas ceremonias que
Y una matrona pasa sobre él en se hacen a los difuntos. Algru1a vez,
cruz, por tres veces. Esto .bastará gracias a la asequibilidad de su
para mejorarlo. También se puede dueño, me fue dado examinar la
seguir otra. técnica: la de envolver mochila del brujo de la Sienita,
a la cl'iatuta en ropa de la matrona personaje famoso en todos los con-
cuyo baho es saludable hasta que tornos; porque, según decir, a su
sude de calor. Mientras más íntima voluntad "se vuelve burro, o tigre
sea la pl'enda, mejor. No hay como o guazalé". En esa mochila miste-
la "aguantad01·a". riosa hallé dientes de tigre, raíces
Por ]o mismo, bTujos y curande- varias, redomas de resinas, semillas
ros llamados a visitar a los enfer- y una baraja. No fue muy feliz el
mos, si no puede11 acudir en el acto, brujo cuando me puso las cartas,
l:e envían una prenda de su uso: pero es un hecho que a él acuden
sus pantalones, su camisa o sus co- ]os que temen una asechanza, los
tizas. Su virtud detendTá el mal, CfLLe han perdido una res, los aman-
por lo menos hasta que llegue me- tes recelosos, los mordidos de ser-
jor tratamiento. pientes, las maru:es a cuyos niños
La instrucción religiosa no logra les han hecho mal de ojo.
desarraigar las ideas enóneas y a La creencia en el mal de ojo está
veces anticristianas que se mezclan muy generalizada. Cuando viajéis
a las Greencias de valor moral. El por el Magdalena no acaxiciéis a
pueblo no las discute, rara vez las los niños de brazos ni siquiera los

57-

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miréis fijamente. Porque cualquier cervatos y además zarpas de tigre
mal que les sobrevenga se atribuirá pintadas en el balTO. Cuando llegá-
a la "electricidá" de vu.estra J1Üra- bamos al sitio donde debíamos de-
da. Hay ojo seco, ojo vivo _ y ojo jar las cabalgaduras, se aparató el
bobo, y así se explican tántos ma- cielo con amenazas de un aguacel'o
les que sobrevienen a las criaturas. tremendo. Iba mi hombre adelante,
Con ot1·a cosa que se ha de tener senta:do en su bonico y yo detrás
gua rda y cuidado es con la escoba. a caballo. Le vi descubrirse la ca-
La escoba "entiquece", es decir, beza, IDG'Ver los labios como en sá-
vuelve tísico. A los niños, a los pe- plica y hace1· con el sombTeTo mu-
rros, si se les pega con ella. Y chas cruces hacia aquellos plmtos
cuanto tenga fo1n1a y material de del horizonte donde brillaban los
escoba : "el musengue", el abanico xelámpagos. Estaba ~'rezando" la
de soplar, el fogón, participan de lluvia, pero de suerte que yo no lo
su ma1efic)o. "aguaitaTa", por si la cosa no salía
Cuando se quiere que cambie el bien. Y no salió, sino que regresa-
tiempo lluvioso en esplendente, se mos a la casa calados hasta los hue-
pw~de a pela1· a estos medios : o bien sos. Pero no me quiso decir la fóT·
las mujeres se voltean la p·eineta, mula de su oración. ~'Usted me qui- .
lo cóncavo hacia afueTa y lo con- tó la íe, doctm:, y po1· eso nos la-
vexo hacia el cráneo, o bien se haGe vamos".
una cruz en la ceniza del fogón. Extraña y difícil de interpretar
Pronto brillará el sol. Es impresio- es la influencia que ejercitó un per-
nante oír aullar a los perros a coro sonaje muy conocido y relatado en
en el silencio de la noche. La creen- todo el Magdalena, que se llamaba
cia general es que ellos están vien- "El Enviado." , aunque su verdade-
do al demonio o a los muertos. ro nombl'e era HeTmógenes Ramí-
Para callarlos, se descalzan las co- rez. Todavía viven muchos que lo
tizas, se ponen en C.l11Z y se dice conocieTon y sigu.ieron y cuanto de
esta oración: él se aveügua es digno de llll hom-
Santa Ana parió a Maria bre piadoso. Pero a los relatos de
Santa Isabel a San luan sus hechos se ha mezclado mucha
Con estas cuatro palabras fábula . El Enviado hizo muchas
Los perros se callarán . profecías sobre el destino de las
Oraciones supersticiosas se rezan poblaciones del Magdalena, en este
muchas en el Magdalena. Algunas estilo: "El Banco; siéntate en él :
he logrado conoceTlas, otras no, co- banquete". Y estas otras : "El valle
mo la que usan para conjurar el derramado de lágrimas será. Carne
aguacero, de suerte que llueva en se pondrá cara, la yerba asada
denedor sin mojar al que rezó. (plátano) será, con el jugo de la
En cierta ocasión tm campesino caña, la alimentación del pobre.
me invitó a cazar venados. Habían Chiriguaná será Rincón-Hando y
visto el "guellaje" de ciervas con R incón-Honda será Chiriguaná".

-58 • ·· ·~
v.,

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El Enviado bendecía las casas y pero les decía qLte los que él casa-
repartía unas c:t:ucecitas de olivo ba debían tomar la bendición del
que todos gua1·dan con devoción y Padre.
algunos la llevan suspendida del pe- Este singula1· pe1·sonaje era hijo
cho. Una conserva con cuidado el de Micaela Conales y de Ezequiel
do·ctor Rodolfo Danis. En Rincón Ramírez. Todos lo sabían. Pero la
Hondo no quiso bendeciT una casa huella de hombre sobrenatural que
C0ll una sola puerta, y dijo: u Casa dejó en el sur del Magdalena fue
de una sola puerta, por sobre el in- profunda y en muchas casas se con-
fierno". Y la vieja Celestina, quien servan prendas de él y cruces de
se casó delanle de] Enviado, me aceituno bendecidas por él a la.s
descifra con emoción esta maldi- cuales se au·jbuyen curaciones ma-
ción: "Eso es ma1o, casa de una ravillosas. Las autoridades prohi-
sola puerta. Cae un enfermo y vie- bjel·on al Enviado pl'oseguir su mi·
ne la gente; ¿por dónde sale esa sión y vino a m01·u· sencillo y hu-
mica? Pm· so})l·e la gente. milde cerca de la Zona Bananera.
Le p1·egunto: Hay entre tahures tma pliáctica ho-
-"¿Y acmnpañaba al Envjado rripilante, y es ésta: cuando un
mucha gente?" hombre agoniza, ya insensible, se
- "¡J esucristo! Y con un pollo, con le clava Lma aguja, diciendo: "Pa
un poco de pan, les daba de come1· Lí y pa mí". Eso equivale a un pac-
a todos". "Yo no soy Dios - les to con el muerto y la tal aguja se
decía- soy un Enviado de D1os" . c01wie1'te en un talismán precioso
Y así gritaban todos: "¡Que viene para jugar con suerte. Su dueño la
el Enviado! ¡Que viene el Envia- pondrá en su bols-illo al ir a jugar
do!" Presenciaba los matrimonios, y la misma aguja le avisa1·á en qué

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momento debe subir las apuestas. y huía de los hombres . Era muy as-
La aguja que pica y el jugador qtte tuto, pero al f.in uno de mis obre-
dice : "Pa tí, y pa mí, como la ritos lo mató a escoudidas de un
aguja, el muerto: M:is restos", se- flechazo. Así acabó el encanto de
guro que gana1·á. Si ]a aguja no m1 pozo.
pica no se debe apostar porque la En el folklore del lVIagda.lena me-
péTdida es infalible. Esta práctica recen, como en el de todo pueblo,
parece heredada de los piratas y tratarse los sceres misteriosos. El
bucaneros que tánto merodearon boyacense tiene su mohán y su llo-
por esas tierras del Caribe. l·ona, y su candileja. El magdale-
Las palabras "pa ti y pa mí" nés en sus relatos habla del "salva-
soltadas en medio del juego, sobre je" del "tas-tas" y de que los muer-
las cartas, suelen sembrar el pánico tos vuelven.
entre los circunstantes. El salvaje es un animal medí<>
hombre. Es corno un mono grande
Es también muy natural que a
sin coyunturas. Por eso duerme de
seres sjn eficacia se ah·ibuyan cua-
pies apoyado en los árboles. Los
lidades extraordinarias. Por ejem-
pies tiene "de-pa'trás", el talón de-
plo: la culebra de agua, que no es
lante. Enu·a a los casel"Íos y se Toba
tal sino un pez parecido a la an-
las mujeres. Es muy fue1te y cruel.
guila, conserva las aguas, fuentes y
El tas-tas es un ruido que se oye
pozos. Si se la mata, el pozo se aca-
donde hay entienos o' guacas. Sue-
bará.
na como el dentelleo de una calave-
Y leyendas infantiles se oyen por ra. En cier ta ocasión me dijel'on
doquiera, tales como la del Pozo del que en el RinGón de la Ñeca había
Encanto de la QuebTada de las Ani- un tas-tas. Salí para allá de noche,
mas, donde yo instalé mi campa- con mis perros, foco y revólver pero
mento. Allí vivia convertido en mo- nada oí. l\1e dijeron que el tas-tas
ja no, poT sus enemigos brujos, un no salía así y hube de volver solo,
joven cacique antiguo. Yo lo vi mu- en n<>che oscura, desru:mado y sin
chas veces y era realmente un pez compañía, expuesto a que saliera
singular, grande, de espléndidos vi- el tigre. Pero ni por esas. Desgra-
sos azules y verdes que se acerca- ciado de mí que nunca encuentro
ha a las mujexes cuando se bañaban nada extra01:dinario ni inexplicable.

-60

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XVI

El Tío Burro, la Totuma y Tío Perro

A mí no me falta nada deso -res-


pondió Sancho; - Verdad es qu.e no
te-ngo Rocín, pero tengo un asno que
vale dos veces más el caballo de mi
amo.
El Ingenioso Hídalgo Don Qnijole.
Cap. Xl/l.

es la cabalgadura más Burros y penos, esos perros con


E L UURRO
común del campes]no magda-
lenés y la totuma el utensilio más
pintas de chacal, son los animales
más familiares del campesino, los
solicitado e11 el ajuar doméstico. que a todas partes lo ac01.11pañan y
Am bos merecerían un m01mrnento. que se reflejan en su espíritu y
El perro es una prolongación de la comparten con él todas las fatigas
familia. de la penosa búsqueda de la vida !
¡Pobres rucios! ¡Pobres "oohim-
Por las noches los hunos del
hres!"
pueblo sueltos en la sabana, arman
unas orquestas imponentes, porque, La vida procede a paso de ju-
según dice11, al fi] o de la media no- mento, ]a comodidad está al nivel
che los brn-ros piensan con1o cual- de la totuma y el perro es una su-
quier ingeniero, y se jtlntan en ca- cursal del ánimo de su dueño.
bildos donde discuten sus pl'ohlemas
en lenguaje misterioso. Vayan pues m1as trovas vallena-
tas sobt·e penos :
El ajuar del burro no es compli-
cado. Consiste en el esterillón de .. El Perro de Pavayó
paja, la angarilla donde se asien- Det Patillal se vino nn. perro a Pavayó,
ta la carga o donde se sienta el que por rabioso llaman "Mayor Blanco''-.
jinete de a brinco y en cuclillas; Del p(ttio de la casa desterró _
el arretranco, la jáquima y el ga- los pollos, la gallina y hasta el gato.
rabato. Mas su tlueño, Miguel, llegó a Guacoche
y algnien a la cL.unbiarnba lo invitó
Para ca1·gar el agua, <:>peTacwn se puso a parranditlr toda la noche
matinal de suma importancia, por- ,, hasta de sti> perro se olvidó.
que poquísimas poblacim1es tienen
Y contaba Mignel qne iba p'al Valle
acueducto, se aplican a las angari- a conocer l'a feria e' Pavayó,
llas unas cestas de bejuco plano lla- y entre la gente qae iba a Mde don Pedro
madas aguater as o catangas. la fama de su perro se regó.

61-

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EL pregón mañanero de "Carbón, bo11;, on" en las calles de Santa Marta.

"Estoy poder jurarlo por Dios Santo Pero eL perro se puso a hacer esguazo .
que el tigre no se entiende con mi perro; Mordió a un muchacho y Lucas lo mató,
que si el tigre La aguanta a "Mayor
Blanco·· cosa que cu[lndo ya Miguel se despertó
se van a ver orejas por el suelo. se lo estaba comiendo el gallinazo.

-62
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XVII

Dichos, Refranes, Pregones, Velorios


Tánto qu.e fue nada y que nn diamante hoy es.
R. PoMBO.

En todo caso en los velorios "no


H EMOS insinuado que las mujeres
del pueblo son muy amigas de
refranes y de frases hechas. Par::t
pueden faltar ni el alcohol, ni la
mujer desmelenada en brazos de
todo las tienen en la boca, sobre sus íntimas.
todo para zaherir. Pero estas mani- El porro tan conocido "Ya se fue
festaciones del pensamiento y el len- la hija de mi comadre" tiene mucho
guaje popnlar tienen una vigencia de velorio. La muchacha volantona,
relativamente corta. Su propio me- que desde "pela:íta" era maliciosa,
nudeo los hace empalagosos. Por se va para Barranqu illa, para El
ello también las madres reprenden Diviso, para Cartagena .. . La 'lla-
a las hijas "refraneras". dre llora en .falsete.
· Y a copiamos algún pregón. que
es muestra suficiente de este género ¡Ay mijá !
de propaganda foJklór ica. La úhima vez que estuve en Chi-
Para hablar de velorios, en cam- riguaná me encontré con u na buena
bio, necesitamos más espacio. Sobre mujer que siendo muy cuerda, las
Lodo cuando el muerto es un niño tomó por hablar en jerigonza.
se presentan costumbres si ngulares. Todos se reía n.
El niño es vestido de ángel, con
-Doctorchcchc, bien-venido-che-
alitas de papel '{ una mitra del mis-
le. Que esté contentochele.
mo material en la cabeza .
En el interior de la casa todo es - Tomáchele, le respondí, estó-
sollozos y querellas en voz alta y cheles centavó cheles, que bienécho-
chillona. Parece que tánto mejor es le los merecéscholes, por sencilló-
el velorio cuant0 más f rases estram- chela y b11enóchela.
bóticas se les ocnrran a las plañi- Todo sonido acompasado halla
deras. Cuanto más completa se ha- su glosa. Todo trabajo, su interpre-
ga la biografía de] difunto en esos tación. Así el trabajo del pilón para
trenos o lamentaciones en mí bemol. hacer los bollos del maíz es un tra-
El reverso de la medalla se ve a bajo que dice y habla maliciosa-
las puertas de la casa, donde los mente:
vecinos se sientan a tomar café y "Y o con mi boca grande. con tu palo
tlL
de cuando en cuando se pasan una largo
botella de ron, consol ándose a pico menea tas caderas y haremos argo;
de botella. menea las caderas y haremos argo."

63-

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XVIII

Historietas y Cuentos

...Desde los potentes arios primitivos


hasta las enclenques razas del futuro.
J. A. SILVA

~e .este estudio no Tio Tigre de su Tigra, y Conejo de


L A BREVEDA·D·
me perm1tu·a comentar, como
lo merecen, las narraciones que voy
Coneja. Ellas vivían jtmtas y los
llOvios iban a hacerles visita en los
a transc1·ihir. Tienen un sabor ex- días de fiesta. Un dia Conejo se
quisito de na tu1:alidad, representan adelantó a su compañero y la Cone-
una tradición que se pierde en fuen- ja le contó :
tes lejanas de la raza, demuestran -¿Sabes que el otro día disgus-
1:1na agudeza de observación difícil - t~unos Tigra y yo, y ella me dijo
mente repetida en el folklore; se- que tío Tigre eTa más fuerte que tú)
mejan en forma impresionante las que te podía comer?
que los etnólogos han recogido en -¡ QLlé va!, dijo Conejo. Tío Ti-
algunos pueblos afúcanos. Lástima gre es grande pero bruto. A ese me
que de las historietas acopiadas en le monto yo cuandoquie1·a. Mirá:
mi cartera me vea obligado a omi- hacénos tma invitaeión y verás có-
tir muchas, por temo1· a cierta sus- mo yo me presento montado en tío
ceptibilidad social que no existe en Tigre.
el pueblo magdalenés, más crudo e Así se hizo. Coneja invjtó y los
inocente que nuestros grupos ciuda· novios quedaron de llegax puntua-
danos. No me es dable pox ejemplo, les el sábado a las seis. Y pasó una
transcribir la histoúa del "Prínci- semana de ganas.
pe Guzmán", donde se refiere qtte Eran ya las cinco y media del
las emanaciones de las peTsonas tie- sábado cuando, impaciente, Tigre
nen su morada en una hacienda, fue a buscar a Conejo. Lo encon-
algo así como en un limbo, y que tró en la cama .
sirven para adivinar las intenciones - ¡Ay! Tío Tigre! Yo no voy a
de la gente. Tan sirven que conocí poder ir a esa fiesta. Estoy muy
un pescador que tenía la precau- mal de un pie, y mi burro se escapó
ción de idas desbaratando c0n el lejos. Me pa~:ece que no puedo ÍI .
talón. Tío Tigre tenía ganas de fiesta
y dijo :
Vivezas de tío Conejo
- ¡Pensemos algo! ¿Cómo va-
Vamos que tío Tigre y Conejo, mos a dejar metidas a las mucha-
su sobrino, estaban enam01:a.dos. chas?

-M
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-Se me _ocurre, tío, que usted -Bueno, pero no me pondrás
que es grande, podría llevatme esa cosa debajo del rabo.
montado y yo me bajaría antes de -Pero si eso es la baticola y eso
llegar a la casa de las niñas. es para .que usted no se lastime en
las bajadas. ¿No ve que sin guru-
-Convenido. Pero no me pon-
pera se le harían mataduras?
drás eso por aquí atravesado, y se
- Bueno, pero no me pondrás
señaló la barriga.
eso de hierro en la jeta. Eso sí no!
- N o, pen> si eso es la cincha. - Oh, no; eso no. Freno sí no le
Eso no molesta y es necesario que pongo.
se lo ponga para que no se caiga la -Y no te pomlrás esas cosas pu-
montura y para que no le. pele, tío. ytldas en los calcañares.

El acueducto de Ghiriguaná: burros con tina4 1{L¡.~


· "aguateras" o "catan~as'~.
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Digitalizado Biblioteca Nacional
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-No, espuelas no, tampoco; tío las narices aplastadas de da1· con-
querido. tra los postes. Pe1·o Conejo se dijo:
Convenido todo. Conejo le puso A éste no lo suelto porque me husca
la silla al tigre, le atesó la cincha~ y me come. Determinó venderlo y
le puso la baticola y se montó con se fue a Ul'l trapiche. Y se fue tío
sus zamanos. Conejo. Allá llegó al trapiche.
El Tigre comenzó a andar con - Buenos días, señor Eulogio.
Conejo montado. Taque, taque ... Le vendo este buey ñato que es
Ya iban lejos cuando pasito, pa- buen molendero. Trato hecho. Pu-
süo, Conejo subió una pata pa1ta sieron a Tigre a moler caña. Molió
ponerse una espuela que llevaba en y molió hasta que enflaqueció, que-
los zamarros. dó todo encogido y decaído. Enton-
- ¿Qué haces? pregtmtó TigJ:e ces, por imí tü, lo soltaron y se fue
volviendo la cara. al monte el buey ñato de don Eu-
- Mirarme aqui, tíe, la pata logio.
mala, que me está doliendo. Pasaron meses. Tio Tigre se re-
Tío Tigre siguió trotando. puso y siempre le preocupaba la
Pasito, pasito, Conejo subió la idea de vengarse de Conejo. Un día
otra pata. s0brevino una gran inundación. Tío
-¿ Qué es eso? ¿Qué es eso? Tigre vio u~qa islita y dijo:
dijo Tigre. -Allá sin duda habl'á quedado
-No es nada, tío, es que no sé algún animal que yo pueda comer.
qué tengo en este otro jarrete, que Tengo hambre.
me duele. El que llega a l a isla y se en-
Cuando Conejo tuvo bien puestas cuentra con Conejo, atrapado allá
las espuelas le soltó el primer pu- por la inundación.
yazo a Tigxe. Este que abre la boca - Ahora me las pagas todas, dijo
para dar un berrido y Conejo que tío Tigre: me montaste, me mal-
le encaja el freno entre las fauces. trataste, me desbarataste mi man·i-
Ah01·a llegó la hora . Tí o Tigre co- monio, me esclavizaste.
menzó a corcovear y Conejo a cada - P11es. . . 6enes ra,zón, tlo1 me
brinco le rayaba las espuelas. Has- doy por culpable. Merezco castigo.
ta que Tigre se cansó y no le quedó Debo morir . Pero antes de morir
otro remedio que trotar para donde déjeme subirme a este árbol y dar
las novias, sumiso y conforme. Allá un güto a mis parientes para que
llegaron. sepan que me voy a moTÍr. Esta es
"Este es mi caballo! Mírenlo la sáplica de un sentenciado a muer-
cómo tn>ta, eómo brinca, cómo co- te. Ellos viven allá no más, al otro
rre, cómo galopa", y tío Tigre "fre- lado del caño y hasta le pueden
gado", toda la noche con Conejo en- servir.
cima tomando trago y él aguantan- - Bueno, dijo tio Tigre. Despí-
do espuela. A la mañana tío Tig1e dase apxisa que tengo hambre, y la
tenía la jeta torcida con el freno y boca se me vuelve agua.

-66
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Conejo subió al palo y ya "en- Por qué los sapos no tienen rabo.
carapilao" en lo alto gritó :
-Señor Eulogio, señor E uloooo- En el Paraíso el sapo tenía su ra-
gio! Que venga acá a la isla por el bito.
buey ñaaalo, que se les escapó y ya Pelado, pero rabito.
está bueeeeeno! Vamos, que había una gran fiesta
A tío Tigre le faltó tiempo para en el cielo y todos los animales es-
escapar. A estas horas ya está lle- taban convidados a comer. Tío Sapo
gando a los montes de la Serranía estaba triste.
de los Murciélagos. -¿Cómo voy a] cielo si no tengo
alas?
Tío Tigre y tío Gato Entonces se fue a donde el go-
Tío Tigte y tío Gato son primos. leTo y le dijo:
Esto es claro. Pero tío Tigre no - Como no puedo ir a Ja fiesta, le
sabe bajar de los árboles sino de voy a pedir que me lleve allá una
para atrás y por eso no p-uede bdn- mochil ita que tengo que mandar.
ca r y pierde de vista la presa que Me hace el favor y se pasa por mi
va cazando. En cambio Gato, sí; casa, cuando ya esté listo y me la
baja de cabeza y brinca y ve dónde recoge, que es chiquita. Ese fue t)u
va a caer. Sapo.
-Tenés que enseñarme, primo, Así que tío Golero pasó por la
dijo tío Tigre. casa de Sapo, contoneándose por<pie
Tío Gato llevó a Tigre a un palo se iba de parranda y satisfecho de
alto y muy :~:etorcido. que no fuera el Sapo, tan hablador,
Vení, nos subimos y te enseño. tan impertinente. Pero ya tío Sapo
Subieron sin el menor contra- se había metido en una mochila y
tiempo. tío Golero sólo encontró a Lía Sapa
-"Ahora, alcánzame, carato- que le entregó el encargo.
so!" Tío Golero, con su mochila, lle-
Y tío Gato salió corriendo. gó al cielo. Corno iba con hambre,
- "Y ahora tirémonos de un se apuró a ponerla detrás de un ta-
brinco, le dijo más adelante". Gán y se 1argó a comer basura, di-
Gato cayó sobre sus patas, por- ciendo:
que es gato. En cambio Tigre se - Siquiera no vino el Sapo ha-
aporreó todo, cayó de narices y blador; entonces tío Sapo salió de
quedó ñato para toda la vida. la mochila y le gritó: "¡Aquí es-
Ct1ando el Gato huía carcajeán- toooooy! ".
dose, Tigre le gritó: Pero se acababa la fiesta y tío
-Aunque sea por el olor de lo Sapo con la preocupación "¿Cómo
que dejas, te encuentro y te mato". bajo yo ahora?" Entonces se puso
Desde entonces el gato siempre a darle 1·on al golero y cuando lo
tapa. Para que el tigre no dé con él. tenía bien borracho, se le subió y
67-

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Carreta en una ciudad costeña, como se ven muchas.

se le prendió con manos, patas y Y allá cayó de . . . Desde enton-


cola de las plumas. ces los sapos no tienen rabo.
Tío Golero regresaba "guznean-
do" 1uuuuuú. Y tío Sapo callado. Tío Burro, Tío León y Tío Tigre.
¿Y quién le mandaba hablar? Vamos, que era dura la vida de
Tío Golero decía : Ahora sí se fregó tío Burro al servicio de un señor
tio Sapo porque no puede bajar de de Chiriguaná.
las nubes. Me libré de él. Entonce5
gritó tío Sapo: Pox la mañana le atesaban el si-
-"Aquí estooooy!". llón y le daban talón y garabato y
Golero comenzó a sacudirse y clar hasta la roza, entre el caño Mulat0
vueltas para desprenderse de Savo. Y el río Anime. A la tarde le echa-
y llegaba ya a treinta metros del han un te1:cio de paja y Ull medio-
suelo cuando a Sap0 se le 0curre. costal de maiz sobre las costillas y
Vio una pied1·a que le pareció chi- vueltas a Chi:rig;uaná con la carga,
quita y le gritó: . y el amo encima de ella. En los
- "Apártate, piedra, que te voy malos pasos porque eran malos; en
a rompe:d ". los buenos porqne había que apu-
y se botó sobre la piedra que era rar.
toda una piedra. Llegando a la casa, el amo decia

-68
Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia
a la mujer y a los hijos : ''Echele un cosas largas que tiene usted en la
manojo de paja al huno y una han- frente? Se refería a las orejas.
gaña de maíz al marrano". Y así - Esas son, dijo tío Burro ahue-
todos los días y todas las tardes. cando la voz, unas lanzas.
Tío Burro se aburrió al fiu y -Señor, ¿y eso que lleva usted
contó sus cuitas al hermano Peno. en las costillas? Le miraba el si-
Míra lo que hace mtestro patrón. llón.
M~ hace cargar paja y maíz y él - Esa es mi coraza y mi cota de
se me echa más encima y cuando malla.
n egamos de la l'02a me hace echar -Señor, ¿y eso que se le mueve
un manojo de paja y a ese flojo del atrás? (la cola) .
marrano le maudan echar maíz sa- - Eso es mi demoledora eléctri-
broso. A él que no hace sino hozar. ca. Y tengo ametralladora, y gases.
Peno prometió ayudar a tío Bu- Y más abajo dos catapultas, y zapa-
rro para que saliera de esa tiranía. te6 contra un árbol con las patas
Al día siguiente, cuando iba asa- traseTas. Y además tengo corneta de
lir el hombre en su BlllTO, el Perro órdenes, y pegó un rebuzno.
se atravesó, aulló, se armó una Tío León quedó admirado.
zambra, el Peno mordió el cabes- - Señor : usted es una fortaleza.,
tro, Burro brincó, el patrón cayó un ejéTeito completo. ¿Cómo se lla-
patas arriba y tío Burro salió des- ma su merced?
pedido rebuznando con angarillas -Yo me llamo Asno.
y todo; ajuuuú, ajuúuú, ajuuú. A Tío León fue pensativo y teme-
perderse. roso por su reinado.
En la región hubo tm señor que A la tarde se encontró con tío Ti-
hizo una roza muy grande y la sem- g1·e, su ministro de guerra.
bró de buena paja con intención -¿Sabes, hermano, que encon-
de criru· sesenta vacas. Pe1·o des- tré al animal más poderoso de todo
pués se le dificultó y dejó los po- el monte? Tiene unas lanzas, una
treros abandonados, paja alta, muy coraza, una demoledora eléctrica,
magnífica. En toda la mitad se ins- una ametralladora y dos cata . .. no
taló el tío Burro. Y come paja, y seé qué.
come paja. Ese era tío Burro. Y con -¿Y cómo se llama?
su angarilla y su arretranca. -Pues es un animal llamarse
Un día pasó por allí el tio León: Asno.
Burro qtte lo ve venir y p ára las - Bah, dijo el tigre, qué Asno ni
orejas y lo mira con mucha solem- qué Juan Asno. Ese es Burro. A ese
nidad. me lo como yo. Y salió coniendo
- "Señor, dijo León, entre todos para el potrero, diciendo:
los animales del monte yo no cono· - Qué Asno ni qué Juan Asno;
cía uno como usted" . Tío Buno ca- t í o León es un p én ...
llaba. Allá llegó.
-Señor, dígame: ¿qué son esas BulTO que lo ve venir, le pára las

69-

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orejas, y lo mu·a inclinando a un siempre le iba mal, le pjdió al Se-
lado la cabeza. ñor de esta manera :
Cuando el tigre se le botó, tío -SeñoT, haz que una banda del
Bu.no volvió la grupa y salió dan- J:Ío corra de "pa" arriba y la otra
do patadas, rebuznando y disparan- de "pa" abajo. Así podremos bajar
do toda la paja que se había comi- siempTe con la corriente.
do y el viento que estaba dentro de El Señor se lo concedió. Enton-
los cañutos. ces San Pedro echó la atarraya para
Con las muelas todas machaca- pescar. Pero como el río conía en
das, lío Tigre se disponía a huír ambos sentidos todo el bagre se le
cuando tío Burro se le volvió y se le escapó.
monta encima y a manotones y con
todo lo que pudo lo maltrató. Lo Tío Sapo y tía Sapa.
volvió al revés.
Tío Sapo y tía Sapa estuvieron
Y así acabó su vida tío Tigre. bravos todo el día. Como a las cin-
Tío Burro quedó rey del monte
co dijo Sapo : "Voy a contentarme
para que León le moliera los bollos~
con mi Sapa. Me voy para stt can-
le cortara la leña y le t1·ajera el
tina".
agua en la múcura desoxejada.
Ftte allá y pidió un real de ron
y se lo bebió. Tía Sapa le cobró y
Nuestro Señor y San Pedro.
él le respondió :
Un día Nuestro Señor y San Pe- - No hay real.
dro se fuel'on por el río Cesar arri- La Sapa dijo:
ba. San Pedro se las echaba de muy -Pues no hay ron.
ladino y Nuestro Señor quería en- Y eso es lo que dicen todos los
señarle a que fuera humilde. Cuan- sapos toda la noche:
do San Pedro tenía el canalete el N u hay rial.
río se ponía hondo y San Pedro Nu hay ron.
tenía que hacer todo el trabajo. En- Por los siglos de los siglos.
tonces San Pedxo dejaba el canalete Por la m-a ñana una 1·.a nita chi-
y se lo entregaba al Señor, y él co- quita g;ritó :
gía la vara. Pero el río se le volvía - Túmbala, túmbala. Y nació un
llano y era San Pedro el que tenía ~apito, el primer sapito chiquito
que trabajar. Viendo San Pedro que del mundo.

-70
Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia
XIX

La Poesía Popular

Yo no vivo por gtl!StO de ot.ro ni un inst.ante,


no toco por gusto de otro ni un momento;
toco pa que Tobías Enrique cante;
vamo a onde mi maye para ver si la contento.

LoRE:-;zo MORALES

A POESIA popular es inseparable qujsLa, para enaltecer la patria, a


L del canto. Pllehlo lírico el del
Magdalena, conserva muchas clases
sus hombres notables o al partido
político de cada cual.
de canciones, entre las cuales la más
. Algunas cuneras tienen sabor an-
corncnte es el " merengue" , en que tigllo:
se traducen todos los sentimientos
y todos los sucesos: luchas, opi- La Virgen lavaba
niones y calamidades. Lo mismo la los lindos pañales,
llegada de un Presidente en avión, 1osé los tendía
que la constrllcción de una carre- por los matorrales.
tera. La Virgen lavaba
Canciones se oyen a través de las 1osé los tendía,
1os ricos pañales
cercas de astillas que limitan los que el Niño tenía.
corrales, merengues cantan las mu-
jeres en los lavaderos "palomean- La Virgen lavaba
do" la ropa; los aguadores que van y el turpial reía
El NiJío lloraba
con sus cántaros camino del pozo; del hielo que hacía.
coplas se oyen lejos en la noche ti-
bia, como si vinieran de detrás de Llaman décimas a cierta poe-
esas nubes que cubren la cara de sía de carácter elegíaco y religioso
la luna; como se oye la queja de que se canta en un tono alto. Véan-
la paloma "santa c1uz" Cllando se las que cantaba el "Míster", un
arrulla entre las hojas del guácimo trabajador de La Palmita llamado
o del yarumo o en la copa sobresa- así porque había trabajado con los
liente del "centello". americanos en la Zona Bananera :
Hay poesías para todo. Para Décima del hombre.
arrullar a los niños, para desaho-
gar el amor, pa1·a espantar las pe- El hombre se vuelve nada
nas, para zaherir a la vecina mal- cuando se va de este mundo

71-

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y en aquel hoyo profLtndo Compadre que a su comadre
se convierte en tierra y agua . . . le mete la mano al seno,
compadre no sea atrevido
Décima de San Antonio. respete lo que es ajeno.

San Antonio sea tu guia, Comadre que a su compadre


San Pedro tu compañero; le coge la cogedura,
el Santo Angel de tu guarda esa sí es buena comadre
te abra las puertas del cielo. porque por su bien procura.

Santa Bárbara bendita Conejo se fue pal cielo


te libre de zma centella, a reclamar su derecho;
San Pablo de una culebra San Pedro estaba de guardia :
y de ztn golpe Santa Rita. onde vas pipón. . . rabo estrecho
Ayayay ... rabo estrecho.
Virgen del Carmen bendita
te ampare de noche y día. Conejo se fue pal cielo
Aferra a Santa Lucía para cobrar szt trabajo;
que la vista es muy amable San Pedro estaba de guardia
y San Pedro sea tu padre, y lo mandó p' al abajo.

San Antonio sea tu guía. Ayayay, paZ abajo.


San llipólito bendito
le ha llevar a la gloria,, La zorra come gallina
San Cayetano te ponga cuando no come conejo;
en manos de Jesucristo. la mujer cuando se peina
es que tiene amores nuevos.
Para lÍ no "!taiga" delito Ayayay, amores nuevos.
cuando vayas para el cielo.
Te haga Librar del infierno Si te fueres a casar
el glorioso San 1osé, que lo pienses bien hermano;
aferráte a San Andrés que las muchachas de ahora
y a Pablo tu compañero. todas son de segunda mano.
Las mz¿jeres son muy m.alas
Du,lce nombre de 1esús y ésta es más mala qu,e toas
te lleve por buen can1,ino porque ella salió preñada
con Santo Tomás de A quino del agua de Similoa.
y la Santísima Cnl!z.
Un día te tabas bañando
Te ha de alumbrar con su luz con tu pañolón chingá;
la Virgen ele Candelaria, un sapo salió y te vido
San Agustín de la Playa y soltó la carcajaá.
te ha de llevar en su guardia. La sapa estaba pariendo
Nuestro Señor del Amparo detrás de una batea
le librará de un mal viento y el sapo le repetía
con el Santo Sacramento puja, puja, negra fea.
y la V irgen del Rosario.
A una marimacho le hicieron, en-
De coplas picarescas se podía tre otros, que no se pueden repetir,
haceT gran acopio: estos versos :
-72 Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia
Estos tiempos que vw~mqs Por todo el lVIagdalena se oyen
nos mantienen admirados las coplas de Chiche Guena, un
porque nu1nca hablamos visto
hombres tan embarazados. muchacho vallenato cenceño y sim-
pático, el mejor versificadox que he
De esa picardía no se escapan ni hallado entl·e los de su clase.
los santos. Una c0pla di9e así: Toca el acordeón, pero cuando le
conocí, jugando dominó, en casa
Santa Rita tiene pelo~ de su madre, no tenía inshumento.
San Antonio está pelao:
lo pelaron las mujeres Quién sa1>e a quién se lo había
por andar de enamorao. tenido qtle empeñar.
Santa Rita milagrosa Las primeras coplas que apren-
tiene el manto colorao; dí, me las enseñó una morena de
se lo puso un "mochoroco" ojos ve1·des, piel olivácea y fac-
pa que lo créian voltiao. ciones muy finas, casada con un

La iglesia principal del Santo Ecce-lfomo, en Valledupar.

73-

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peluquero a quien por mofletudo -Ah! Yo creía que estaba malo.
llamaban "Buche de Agua". Ha y en el canto del Magdaleva
delicadas expresiones del amor:
Cuando Chiche Guerra toca
dispierta al que está dormido, Mis amores son bonitos
dispierta la mujer sola, y trabajo me han costado;
y la que tiene marido. el que quisiera tenerlos,
busque como yo he buscado.
Como dice Chiche Guerra,
señores, pongan cuidado; Mis amores se parecen
la mujer cuando está sola, a las flores del café,
no le falta enamorado. el que quisiera tenerlos
busque como yo busqué.
Aunque la tierra sea mala,
siempre le nace pajita: Mis amores son del campo,
la mujer cuando est,á sola subsisten en la ciudad;
no le "manca" la visita. amores que van y vienen
.. no tienen seguridad.
Qu,ítat;e ese traje negro
yct que tienes que ponerte; Ando yo buscando el punto
gástate los pintalabios pa que vivamos los dos;
y pónte los coloretes. pa que ella mande en mi gusto
y en su gusto mande yo.
O diga que sí o que no,
no me tenga entretenido Sin saber cómo ni cuándo
porque este tiempo perdido, yo mi amor le consagré;
nos hace falta a los dos. y a Dips le vivo pidiendo
que me guarde a quien yo sé.
Por mala que sea l.a tierra
siempre da buen resultado: A la puerta de tu casa
la mujer cuando está sola me tiene tendido un velo;
no le falta enamorado. me despido, ,,a me voy,
voy a salir y no puedo.
Como flores del verano
así a las mujeres pasa; Primero quise a una negra,
se ponen los tiempos malos pa después queré a. una blanca;
y el aire las desbarata. que estando la tierra buena
la misma yuca se arranca.
Pobrecito Cl~iche Guerra
que se fue p'al Orinoco, He dicho que no lo olvido
estas lenguas converseras porque a mí no me conviene;
m.e lo van a volver loco. porque sólo el qu.e lo ama
sabe el amor qzte le tiene.
Mirando el acordeón que le ha-
bíamos conseguido prestado, die~ Me aconsejan que lo deje
Chiche Guerra : porque es pobre y morenito;
yo no lo quiero olvidar
al pobre de mi negrito.
-Este acordeón está bueno.
Y su colega, el dueño del apara- Qué te parece, mi vida
to, orgulloso de él, le responde: que me van a desterrar,

-74

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como si el destierro fuera Dame un besito mi negra,
remedio para olvidar. dame uno y dame dos,
que los besitos a pares
T arrito de agua florida esos los perdona Dios.
frasquito de agua de olor;
no te vay a derramar -¿ Quién hizo esos versos? le
en otro pecho, mi amor. pregunté a una muchacha a quien
En la palma de la mano se los oí cantar. Y me dio respues-
tengo yo que retratarte, ta llena de sentido:
para cuando estés ausente
voltiar la mano y mirarte. -Esos los canta una. Así: na-
cen en el alma, están en el ambien-
Si las hojas fueran blancas te. Viven y se propagan como el
en el monte yo viviera, quiche Bobre las ramas altas.
y en todas ellas con sangre,
con mi sangre te escribiera. Versos de resentimiento y de des-
M arena color de clavo vío he recogido no pocos.
color de clavo y canela,
si querés querer a otro Si por pobre me desprecias,
agu.arda que yo me muera. búscate una bla.nca rica;
cuando la rica se vaya
Desde el punto que te vi la pobre la necesitas.
le dije a mi corazón;
qué bonita piedrecita Me despreciaste por otra
para darme un tropezón. creyendo que era mejor;
yo soy como el oro fino
Cómo quieres que una luz que nu.nca pierde el valor.
alumbre dos aposentos,
cómo quieres que yo ame El desprecio que me hiciste
dos corazones a un tiempo. por un ramito de albahaca,
poco me importa, mi vida,
Para el toro la garrocha, mira que yo soy mu,chacha.
para el caballo la espuela;
para el hombre enamorado El desprecio qne me hiciste
el tabaco y la candela. por la rama e balsamí,
un desprecio dura siempre
Cuando yo tenía tabaco pal qu,e lo sabe sentí.
fwnaba y la daba al diablo;
hora ya que no lo tengo El desprecio que me hiciste,
a.ndo recogiendo cabos. lo que me ha causaclo es risa;
me hago cargo que he botado
Emprestáme tu candela de mi fogón la ceniza.
para encender mi tabaco;
con lágrima,s de mis o jos El desprecio que me hiciste
se rne apaga cada rato. para mí no vale nada;
que si me desprecian hoy,
Y o buscando a quien me quiera yo los desprecio mañana.
quien me quiso se murió,
por estar buscando Ltna Cuando el sol se va a meter,
se me han presentado dos. maravilla en sus colores

75-

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le- da brillo al firmamento, Malpago se ha de llamar,
les da perfume a las flores. y el pago que tu me dist.e,
ese mismo te han de dar.
Cuando el sol viene saliendo
r
viene z¿na nube lo tapa; M alpago se llama el perro
así le pasa a un valiÚtte yo no le quito su nombre,
vien.e un cobarde y lo mata. ese es el pago que sacan
"Malpago"' se llama el perro las mz~jeres de los hombres.
y "Fineza" la perrita,
czwndo ('Malpago" se mu,era Malpago se llama el perro ·
queda "Fineza" solita. digalo quien lo dijere,
ese es eZ pago que sacan
M alpqgo se llama el perro los hombres de las mujeres.

XX

Música y Músicos

La poesía agarra la memoria;


la música el corazón.

ya al pono. Al po- mo subsiguiente. No hace mucho


Y LLEGAMOS
rro que no viene solo sino en
gtu po con el paseo y la cumbiamba~
p;reguntaba yo a un negro de la isla
de Trinidad (Port of Spain), cuál
el mexengue, la gaita, la cumhia y era la música que allá más les gus-
la academia y con otros bailes inse- taba. Y me respondió :
parables de la música. Porque la - La de Colombia; los porros.
raza negJ:a y sus mezclas tienen in- A lo largo de mis andanzas mag-
quietas las caderas y los pies. dalenel1ses, con tendencia a pene-
El porro es para esa gente. como trar el alma popular, he oido a mu-
su ambiente. Bulle en el ánfora de chos compositores de porros.
su cintw:a, burbujea en sus ojos ne- A "Mon", al Mocho Filem.ón, a
gros, culebrea en sus pies, les vuela Chiche Guerra, a L01·encito Mora-
en los brazos y en las manos. Y si les, a Tobías Emique Pumarejo y a
la cintura, los pies y las manos se otros.
quedan quietos, entonces esa músi- El instJ:umento clásico del trova-
ca se conv:iexte en una vibración rít- dor magdalenés es el ac01·deón, exó-
mica de todo su sér, como al frenar tico, ve11ido tal vez con los piJ:atas
una barca, toda ella se estremece o los marinos nórdicos., pero tan
con un rizado de escalofrío, para connaturalizado y arraigado que no
que nazca el borbotón de entusias- se comprende bien el porro sin ese

-76 ,;

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elemento dominante. Mon me dice: en guedejas. Tocando se posesio11a
-l\1e voy a Barranquilla a com- de su papel. El rostro y el cuello y
prar un acoTdeón. Me lo rompieron. el pecho velloso le manan sudor,
Pero esa es mi rula y mi machete. pero sjgue apretado a su acoT-
He visto detenidamente tocar y deón, sacándole sones que parece le
componer a Lorencito l\1oTales en nacieran de las mismas enLrañas.
Valledupar. Los amigos me lo tra- Este es un 6po de ac01:deonero :
jeTon desde Guacoche, donde vive, muy delicado, muy parsimonioso,
y él no se hace de rogar cuando dü:íamos, y respetuoso.
sabe que yo he llegado a .la Ciudad -Yo compongo sobre las mu je-
de los Reyes. res, dice, no poxque me guste, sino
Lorencito es un mozo broncíneo, porque como ese es el negocio ...
bajito, de pelo ondulado, que le cae Otro tipo de compositores de po-

77-

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nos es el del joven mimado de la aunque los defectos que tenga sean
sociedad que los canta. Este es más porque ni Dios con todo su poder muchos,
audaz y su tipo es Pumarejo. Autor hizo las cosas ar gusto de to'er mundo.
de "Víspera de Año Nuevo", que
corre en discos con · la letra muy Mis amigos (un són) de Lorenzo Morales.
castigada.
Y o les digo a mis amigos
Por último está el acordionero mis cosas son por naturaleza
Lrasumante, parrandero, borrachín r es que Morales uo tiene
que va de pueblo en pueblo, de fies- para qué romperse la cabeza.
La en fiesta, menos a rtista, más es-
Y o les digo a mis amigos
pontáneo, más plebeyo, más " ple- que escuchen todo con cuidadito;
be" como allá dicen. para que así quede el recuerdo
Y entremos ya a los cantos que después de la fiesta, dice Moralitos .
copié en mi cartera, p ues el lector Las locuras se perdonan
estará impaciente : pues siempre nacen de la inocencia,
mis amigos no me qu.ieren
El Andino (bebida): de Lorenzo Morales. pero Morales siempre los piensa.

Me voy pa la Provincia, me voy mañana. Son cosas de Moralitos


Me voy pa la Provincia, a tomá el andino. que se las dice por experienáa;
Yo no tomo anís ni cerveza, porque dicen que el futuro
no tomo ron-caña, ni vino. es el pasado que regresa.

M e voy pa la Provincia, me voy mañana. El /in del amor (paseo). De Lorenzo Mo-
Si uoy a Viltamwva paso a San Luis, rales
porq1.te toy enamorao
de ttna negra que allá vi. Y o no sé a M orales qué le está pasando,
ro no sé a Morales qué es lo que le pasa;
Me voy pa la Provincia, me voy, señores. es que tengo la vida intranquila
Si llego hasta la Paz paso a Fonseca, por causa de una muchacha.
porque no me gusta estar
donde la botella está seca. Para estar penando mejor es que llegue
el /in;
Al són dr ]ulito, de Lorenzo Morales. para estar llorando, mejor llegue el fin;
para estar sufriendo mejor es que muera,
Son verdades, me gusta el hombre serio; recibo la muerte para no sentir.
hornbre son verdades, me gustct el hombre
honrado, Como ya no t engo a quién, contar nada
pero ]ulilo, después de ser mi amigo por eso mis ntales nunca tienen fin;
hoy como enemigo se me ha declarculo. díle a mi morena que me dé un consuelo
porque estoy enfermo y puedo morir.
Hombre, Julito, estuviste en la junta
y allí, sin causa me echaste un grito Como yo te quiero por eso te pienso,
fuerte; como yo te adoro por esto te lloro,
yo en cambio contigo no supe de egoísmos pero me conformo porque esa es mi suert e,
siempre toqué, ]ulito, por COinplacerte. porque con la muerte se termina torio.

M oralitos reprocha el egoísmo; En todo el Valle y la provincia


- 78
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se hizo muy popular esta canc10n tamodosis" de las arias popttlares.
compuesta por un distinguido den- Un trovador las inventa y ]as lanza
tista vallenato: al público. Este las acepta con en-
tusiasmo. Después otros, para no
CO)IPAE CIIIPGCO repetir tánto la misma cosa, las
modifican según su inspiración, las
1ba viajando para Fonseca deforman y complican. Por último,
r me detuve en Valledupá, viene su substitución por otra tona-
CLJ..ando en la plaza yo me encontré
con un negrito pinti-pintá; da y por otros cantos.
en el instante le pregunté: Como la canción popular valle-
Compae, cómo se llama usté? nata tiene su fuente pródiga y viva,
que es la alegría, In musjcalidad
A mí me llaman compae Chipuco
del pueblo, es corta la vida de cada
de las orillas del río Cesar,
soy vallenato, soy de verdó, canción. Envejecen como las mari·
tengo la.s patas mwy bien pintás posas, se marchiLan como las flo-
y mi sombrero lo cargo alón. res. En repetirlas cuando pasadas
y de remat.e yo bebo ron. de moda, hay a veces desdén, a ve-
ces recuerdos de dí as gratos.
Soy vallenato, soy de verdá;
no creo en brujas ni creo en ná, Veamos algu nas composiciones
yo creo en López y en Pedro Castro, más :
el Santo Eccehomo y nada má.
Potrerito. De Tobías Enrique Pumarejo.
También tuvo su auge en su tiem- Y o soy el hombre que canta sabroso
po y se cantó en muchas formas, en las montañas de mi polrerilo
tanto de la música corno de la le- óiganlo bU.n, óiganlo mujeres
tra, una canción llamada El Gavi- óiganme bien este sonecito:
lán. Recogí esta mu tan te:
Por la mañana cuando en m.i caballo
Ha de la sierra bctjado un gavilán, salgo corriendo a visitar las pampas
dicen que no sale, pero si se asoma; ueo una negra, la miro y callo
y yo le digo a ese gavilán, persigo siempre la mujer blanca.
ay, que no se vaya a llevar a mi paloma.
En u~na noch e de enero viajaba
Ella no es morena, ni t.an'llpoco blanca, con una luna bien clara y bonita,
pero es flor del valle y flor de la loma, sólo tm recuerdo me atormentaba.
por eso yo digo a ese gavilán. de esos muy trislf~s que a todo invitan.
ay, que no se vaya a llevar a mt paloma.
Es un recuerdo que llevo en el alma
Cuando te fuiste, U)' para la sierra, y muy adentro ele mi corazón
yo estaba en el valle y no vi tu partida cuando me hiere pil'rdo la calma
y cuando vuelvas ya será muy tarde y si me roza siento un dolor.
para yo curarme de esta doble herida.
La canción popular en ellVIagda-
De esta canción se hicieron tán- lena ha contribuído a la cohesión
tas variaciones que en ella se po- y la solidaridad regional, pues son
dría estudiar lo que llamamos "me- muchos los acordioneros que han

79-

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celebrado las excelencias, a veces mento, y dejan al mejor dotado la
tri viales, de cada villa o ciudad. ganancia que debiera ceder en be-
Valga una muestra : neficio de su propio autor. Este
hecho da lugar a mayores discu-
Saludo a Plato swnes.
De Tobias Enrique Pumarejo.
¿, Quién es el pacL·e de " La lVlú-
T engo tiempo que no saco cura ", porro que se hizo popular
un són para entreten erme;
en todo el continente? ¿Quién com-
éste lo dedico a Plato
)' a sus bonitas mujeres. puso el " Guerequere", "Mi Cafe-
tal", "Santa Marta" o "Se va el
Saludo con alegría caimán", que dieron pingües ga-
a la gran ciudad de Plato, nancias a sus explotadores? Y el
está can/ ando Tobías autor de " Pachito Eché", ¿,dónde
nn saüulo vallenato.
está ?
Estribillo: En todo caso, ya está fu era del
Se va de Plato. se va muy triste, terreno folklórico, aunque se ali-
el val/maro Tobías Enrique. mente de él. El folklore sigue ma-
sin saber cómo. sin saber cuándo nando en las tierras y en las almas
a una, plateña dejó llorando. maravillosas del Valle de Upa r.
Porque Plato es un espejo
de puro cristal de roca
Otro aspecto de la canción popu-
dice Tobítls PL¿marejo lar es el canto "en piquería" cuan-
con la sonrisa en la boca. do varios autores se reúnen y co-
mienzan a hacerse la competencia,
Porque Plato tiene perlas. a veces en forma deferente, a veces
esmeraldas y diamantes,
los ojos de sus morenas
acerba, azuzados por los circuns-
que son t'erdes y brillantes. tantes. Siempre altivos, convencidos
de su propio valer. En p1quería se
Hace tiempo que soñaba oyen coplas as1:
co11 esa tierra sin penas;
a Plato le ofrezco el alm.a Si la gracia se vendiera
r el corazón a las plateñas. yo comprara ¡¡,na botella
pero la gracia la tiene
Cuando se hace sesión con canto- aquel que nació con ella.
1·es vallenatos los interludios nos
Porque no comprara una
ofrecen gran interés. Porque enton- porque yo comprara dos,
ces se discute sobre ]a originalidad, porque la gracia la tiene
la a utenti cidad de las letras y de aqt¡,e/ a qu.ien Dios la. dio.
los sones.
Hay una transformación frecuen- Y el otro:
te de la poesía popular cuando un No he dicho que sé cantar.
verdadero músico las echa a volar tampoco que tengo gracia.
por todo el pais y sus vecinos. Pier- pero soy la sujeción
den en ingenuidad, ganan en puli- de todo el que se propasa.

-80
Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia
Si qu~eres cantar conmigo y en la !a19ua Ibirico lo fue a vender.
tienes qu.e desayunarte Y sigue echándome vaina, negro maldito
porque yo est,wve cantando y ')' O que lo estoy oyendo no digo ná,
sábado, domingo y martes.
no más que me estoy llenando de requisito
Otro salta y dice : y a "Catorce Ventana" lo vo a mandá . ..

En, mi gz~;sto mando yo, Hombé, mire que semos compadres. Ca-
conmigo no hay quien se meta torce Ventanas, la cárcel de V alledupar.
ro solo respeto .el gusto Deje estar. compadre, que estamos carn..., .,
del que de mi gusto sea. tando.

A veces se agrian los ánimos en Y todo termina en paz, porque


piqueria y salen las condiciones y nada se respeta tanto en el Magda-
defectos particulares a relucir. En lena como el compadrazgo de sacra-
una piquería nació "El negro mal- mento. Hasta los hermanos cuando
dit o", cuya letra se hizo muy fa- ven que no hay paz entre ellos, se
mosa en El Paso, Chimichagua y hacen compadres, para acabar con
en Chiúguaná, pero del cual sólo las rencillas.
he podido Tecoger fxagmentos: Pero en piquería se ve de todo:
Un hombre qzte está más sueio que un Morales mentó a mi madre
coroncoro para quererme ofender
se quiere limpiar las uñas con mi hon- para que él también se ofenda
raclez, la gran bruta de la de él.

Allú en la Sabana 'e P ieclra se robó un Ay, cc¡mo que lo puyé duro porque se
toro salió.

81-

Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia


XXI

Los Bailes del Junde, de la Tambora y Otros

/,os hombres más hoscos, fríos y


de áspero carácter, son los que nun-
ca bailan. Porque la danza es, sin
duda, una dé Las más graciosas for-
mas de la fra/Jernidad.

]. M . Samper ( h_ijo)
Historia ele tuL alma.

UERA del poxro, el más famoso Pero el júbilo infantil, las pér-
F de los bailes populares qu.e se
bailan en el Magdalena, hay otros
didas de equilibrio, la agitación,
los topetazos y esa alegría común
muy típicos, de los cuales sólo nos que despierta mantienen la popu-
ha sido posible recoger datos frag- laridad de ese baile, cuyos orígenes
mentarios, conse1·vados en la memo- se pierden en remotos veneros de
ria de los viejos, como nidos aban- las razas del Departamento del
donados en ramas ya deshojadas y Magdalena.
secas. Llegamos tarde a la zona en No es baile escueto, es una re-
donde el folklore del Departamento presentación, llevada a cabo por
va denumbándose al olvido. tres grupos: uno de niños pequeños
Como muestra de esas reHquias que se sitúan en medio del campo,
a punto de perderse, aporto los bai- calle o corral, y otros dos que
les "del junde" y "de la tambora". aguaxdan su turno en sendos extre-
El baile del junde es un juego mos del mismo.
de niños, per o a veces también se Uno de estos grupos representa
apodera de los mayores, y en eso la autol'idad civil : alcalde, conce-
consiste, precisamente, su filosofía jales y policías. El otro la curia
y su sentido humano. parroquial con toda su jeTaTquía :
Como baile es lo más sencillo. cuTa, sacristán, monaguillos.
Consiste en juntar los pies, p.oner Los niños del centro inician con
ambos b razos en jarra con las ma- alborozo su baile, cantando : "Jun-
l10S abiertas en la chllura y dar de, qtte junde, junde".
brincos a pies jlll].tillas hacia atrás Cua,nd0 la algarab'ía ya se hace
y hacia adelante, sa.eltos o en pare- intolerable, se desprende del grupo
jas, diciendo con un tono acompa- civil un muchacho que llega al g1u-
sado por los saltos: " Junde, que po danzante. Todos suspenden el
junde, junde". baile.
-82
Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia
-Que manda decir el señoT al- Los niños en parejas se topan, se
calde, que qué es ese alboToto, que caen de fatiga; se tumban de risa.
en el pueblo todo el mundo está
El suelo, ese suelo arenoso del
durmiendo y que hay enfermos.
Magdalena, suena com0 un tambor.
Que suspendan y se vayan para
sus casas. Y en las casas distantes, los pe-
Tezosos y calmados oyen la lejanía
Uno de los danzantes responde :
algarabía y dicen: " Ese junde es
-Pero si nosotros no estamos embromao". ·" .-
haciendo nada, y dígale al alcalde
La filosofía del junde c011siste
que mande en su alcaldía y n0s de-
en esa de:rnostrac¡ón objetiva de que
Je en paz. la alegría y el baile son cGntagio-
- Pero es que están haciendo sos. Que de su atracción no se lib"ta
mucho ruido. ni la autoridad civil ni el mismo se-
ñor cura.
Un muchachito responde con za-
lamería: Y que entrados a bailar todos son
igltales.
- Pero, señor, si es que estamos
tan contentos. ¿No gustaría usted El fondo humano, sin ficciones,
bailar con nosotros? sin solemnidad, sin mentira.
-Gustaremos, responde el otro ¿Por qué n0 confesarlo? Tam-
convencido. bién yo me he dejado contagiar del
EnLTa al baile, y con el nuevo in- junde. Con la vieja Celestina. Una
vitado sigue la .danza. viejecita inocente y alegre de oohen-
ta y cinco años, ancha pollera y
HJunde que junde, junde".
pies descalzos, de quien dice que
E ntonces llega un monaguillo: cuando sale de un pueblo para otro
-Que manda deór el señor cu- y ya no la ven, alza el vuelo y
ra que dejen el alboroto q LLe está llega a su destjno, en un santiamén.
con dol0r de cabeza y tiene que Tan buena caminadora, es, y tan
rezar. ágil.
-Pues dígale al señor ctua qlle "Mamá Celeste, j ttnde".
se meta en sn iglesia y se tome tm " Dotó, junde, junde que junde,
mejora!. ¿No gustad a usted acom- jund i ó~ jundióoo".
pañarnos un momentico a bailar ?
En el Magdalena todos somos
- Gustare1nos. iguales, bajo ·la luna y cuando 1?,
"Junde que junde, junde''. tambora redobla junto al bosque.
Y asi van desgranánd0se al ca- El baile de la tambora ya está
bildo y la curia hasta qae el cura y casi exting·uido. De él no gustan
el alcalde en persona enh·an al sino los viejos como mamá Celeste
baile. y por su b·adición su hija Petrona.

83-~ -

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Tjene una remrmscencia afdca~1a lo bu,scaT/;
pa trabajá
muy mru:cada y muchos puntos de y si üé la rula cona
contacto con el baile ritual, supel·s- ese no sirve pa ná.
ticioso e hipnótico del Batuque, que Gloria al Padre, Gloria al Hijo,
vi bailar a los negros de Manaos. Gloria al Espíritu. Santo.

La mujer sale al ruedo de los Repito, llegamos tarde, se nos


circuhstantes bailmtdo a pasitos fue un dato folklórico valioso, an-
cortos. Sigue el varón, se alza el tes de que un amante de las cosas
canto agudo alto: patrias ]o estLLdia1·a en toda su ple-
Al hombre 'e la rula grande nitud.

XXII

Carnavales

E11> carnavales se ¿apa la cara


con ganas de descubrir el alma.
El mnndo es un carnaval
eon careta de traidor.

AoAcro ESJ>AÑOL

fAs de frivolidad son los carna- del TTono; Secretario, Nljnistro de


D vales qLle, si en las ciudades
se prestan. a muchos desmanes, en
Guerra, Policías. También cada uno
coNStruye un palacio quimérico que
los pueblos del Magdalena, donde es un estrado alto en el punto del
todos se conocen de la cabeza a los pueblo donde más le plazca a la
pies, y no hay ni capucha ni anti- sobeTana. El estrado va coJgado con
faz que valga, resultan ino.centes, o telas de colores y festones de papel,
por lo menos uo peores que cuales- tiene su u·ono y sillas paTa los cor-
quiera otros tres días de fiesta. tesanos como en Buckingam o en
En los pueblos el carnaval se Aran juez. Delante una plaza, palen-
prepara con minuciosjdad, estable- que o cercado se despeja para bai-
ciendo varios reinados, que se de- lar. En el centro de ese cuadriláte-
nominan por la reina que se les eli- ro se levanta un palo-santo, Tripla-
ge de antemano. Cada reinado y ris spp., escogido meticulosamente
cada reina tiene su c01te con deno· y h·aído entTe mil aventuras rego-
mmac10nes republicanas. Príncipe cijadas.
-84

Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia


Sabido e$ que estos palo-santos
son miTmecófilos, habitados por
bravísimas hormigas, que perma-
necen escondidas en su interior
a tmq ue el árbol se marchite y que
salen a atacar a los que arriman
al áxbol o lo sacudan.
La mañana del domingo de car-
navales encue11tra ya los reinados
organizados, los palacios listos. To-
do se inicia con un desfile de las
comitivas detrás de sus reinas, en
paz y armonía. Todos los del pue-
blo toman su parlido y eligen su
vasallaje. Sobre todo, los comer-
ciantes ricos y la gente principal
que son los paganos.
JV!ujer vatlenata que lleva en el pei-
Cada reina con stt corre se instala
nado una fior de hibisco.
e11 su palacio y comienzan las riva-
lidades. Los secuaces de cada n~ina sacudido pa1·a que le caigan. las
deben ir por esas casas y tiendas honnigas.
pidiendo contribuciones, que con- Todas las tres tardes la pasan en
sisten siempTe en botella de ron o estas bromas y las noches se pro-
en cohetes o en baratijas para con- longan en bailes, ya que cada reina-
quistaT adeptos. do paga sus músicos.
Si m'lo de ellos se resiste y es Toda la ge11te se contagia, se ani-
cogido fuéra de su casa, o si un ma y suelta los recursos. El fTuto
policía o pl'osélito es atrapado por es tener de qué hablar para todo el
los de otro reinado sin que salga a año. De las bromas, de las ocurren-
defe~nderlo una tropa más fuerte, cias, de 1os reveses de cada cual,
recibe penitencias inocentes, pero de las patanerías que se les ocurren,
pesadas. Un baño, una revolcada las cuales, en un p1Leblo de ganade-
en el polvo, una untura de jabón, o ros, tienen no pocas veces material
más comúnmente es llevado al pa- en los corrales donde aquellos días
lenque, atado al palo-santo y éste es estuvo encerrado el ganado.

85-~

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XXIII

Las Charadas

Quien no la lleva en la cara1


la lleva en el corazón.

Adagio anterior.

AS CHARADAS constituyen un Y a propósito; ¿para qué son


L género literario especial y un
sector importantísimo del folklore
esos postes cortos que se ven ente-
na dos a la entrada de tántas casas
magdaleués. en el :Magdalena?
Charada, según el diccionario de Son precisamente para eso. Para
la Real Academia, es un enigma recostar la silla, que por ese simple
que resulta de fm·mar con las síla- disposüivo se conviel'te en "riñone-
bas divididas o txastocadas de una ra ", porque así descansan los órga-
voz a propósito para ello·, otra~ dos nos en forma de frisoles que todos
o más voces, y de dar ingeniosa y llevamos junto a la columna verte·
vagamente algún indicio acerca del bral. Es el criticadero .de Don Mag-
sentido de cada una de éstas y de dalenés.
la principal, que se llama lodo. Las charadas flo.recen en los car-
Sería un ejemplo: navales, en las navidades, o sin fe-
Agua pasó por aqui cha fija. Son representaciones qLle
Cáte que no la v i hacen unos pocos autol'es de escenas
El todo una fruta. cortas, traduciendo la vida del pue-
Pero no es ese el sentido que se blo a otros, motivos que se prestan
da al vocablo en el Magdalena s1n, a la risa.
sino más bien el de semblanza lite- Voy a dar una cha1·ada como
raria y de critica costumbrista esce- . ejemp1o.:
nificada. La señora Betsabé tiene dos so-
En un país donde faltan los pe- bril1itos que se llaman Valentín y
r1ódicos o pocos los Jeen, donde so- Dol<nes. Valentín trabaja de lan-
bra el tiempo y 1a agudeza de la ch~ro en el Cesar, haciendo viajes
e1·ítica resuma de todos los conci- desde Chiriguaná al Banco. En la
liábulos, esos que s.e hacen a la caí- comedia sale mama Bersa, y llega
da de la fresca, a las p1te1tas de las un muchacho gritando:
casas, sentados en el quici@ o en las - Mama Bersa, mama Bersa.
mecedoTas o en la silla riñonera, -¿ Qué decís, muchacho?
las charadas son un desahogo so- -1\IIama Bel'sa, que aquí está es-
cial. te papelito que escribió Valentín.

-86

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La señora pasa el papel a su so- le quedaron a Valentín, así vaya
brina y le dice : llegando a la ciénaga de Zapatosa
- A vex, muchacha, que si po- (a 18 leguas de Chiriguaná) .
dej leé ese papelito que escribió
Todo esto tiene sabor de épocas
Valentín.
pJ:etéritas cuando se iniciaba el tea-
La mtwhacha lo lee.
tro, por esos pueblos y villas espa-
- Pues arriba dice "tin" y aba-
ñolas, con una infantilidad pTopia
jo dice "baco" .
de don GoJ"'zalo de Berceo.
:Mama Be1·sa, llevándose las ma-
nos a la cabeza: Es el desahogo de la crítica ino-
- Sin dttda que son tabacos que cente, la opottunidad de los hábiles
se le quedanm a V alentín. Coné, en remedar, que nunca faltan. Y el
muchacho, y montá en l udí (la hu- día de tm juicio paTa los "bolacos"
rra) y llevále esos tabacos que se y "bretenciosos" qlle tampoco.

XXIV

Corpus Antiguo de Chiriguaná

El tea~ro nació a la puerta


de las iglesias.

QUI¿ÉQuién
N compuso esos versos?
ideó esos simbolismos
la hicieron ridícula. Pero hay tánto
de castizo, de histórico, de pinto-
y los armonizó en danzas y los hizo resco, de religioso en ese C01·pus
penetrar hasta la médula de un ya ido, que qujero narrar su tradi-
pueblo? ción, la cual tiene relaciones psico-
Tales preguntas me han inquie- lógicas con la Pasión de Oberamen-
tado cuando de muchas bocas oía gau y con los autos sacramentales
relatar con añoranzas, cómo era el de Calderón de la Barca.
Corpus antiguo de Cihriguaná. Aquel Corpus data con duda de
Ya esa fiesta se acabó reempla- la época española, cuando se fun-
zada por otra más seria y más litúr- dían las razas en el crisol ardiente
gica. Las corruptelas la envilecie- de estas llanuras ma.gdalenesas, y
ron y l as connmicacion.es, que lla- los conductores del pueblo no traían
mamos progreso, pero que no dejan de fuéra sus ideas, sino que las
a los hombres vivir su propio me- construían con elementos étnicos,
dio y sacar de l as entrañas di} la históricos y religiosos nativos.
naturaleza sus pTopias emociones, La alborada de las campanas de
87-

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C01·pus se vertían sobre las casas todos los demás eran de varones:
pajizas, sobre los playones pobla- hombres y muchachos.
dos de ganados y llegaba hasta el Además, había dos personajes
río nutricio de El Cesa1·, hasta sus autónomos, la pipona y la papagüe-
maravillosas lagunas y hasta las va. El pueblo no sabe ya el sentido
selvas húmedas donde terminaba el de estos nombres arcaicos. ColTlt-
mm1do. Esas campanas ponían fin fero en antiguo español vale deciT
a la larga y minuciosa preparación jamelgo y papahuevos. En Sevilla
del Corpus y anunciaban para los e1·a una {igura de enano con et1or-
habitantes de Chiriguaná un júbilo, me cabeza, en la cua] se estrellaban
mezcla de farsa y de verdad, un día los huevos llenos de agua lanzados
de vida ficticia en que desempeña- por la plebe. Pero en ]a n1ente de
han papel ideal en conexión con la todo chiriguanero estaba vivo el
historia de la Colonia, con los evan- sentido de todos estos grupos y de
gelios genuinos y con los apócrifos, sus ceremonias. Hay que penetrar
con las páginas amarillas de los en el alma prhnitiva para ver con
pergaminos teológicos. Individuos interés tánto disfraz estrambótico y
con especial disposj cien desempe- percibir belleza en artificios tan po-
ñaban de por vida los papeles más co refinados. El viejo cura desde
salientes. La chiquillería los seña- el púlpito explicaba el significado
laba como eminencias y la suprema religioso y patriótico de todos los
aspiración de los adolescentes era actos y de los peTs.onajes.
figurar algún día en esas represen- Tal vez esa tradición se remonta
taciones de sublime contenido. a los prime1vos evangelizadores es-
Al fin callaban los repiques y de pañoles, tal vez viene desde el Bea-
todos los ángulos del pueblo en di- to Luis de Vero, apóstol del Mag-
versos tonos y con diferentes sones, dalena. Para quienes hayan leído
para durar todo el día, se alzaba las historias de San Juan de Avila,
el redoble de los tambores llaman- del Padre Calatayud y de otros mi-
do a los danzantes cada uno a su sioneros de la Península, quienes
grupo. Gritos, risas, algarabía ne- conozcan la institución de los Seises
gra, las sorpresas sigilosamente pre- de Sevilla y de los gigantes y cabe-
paradas y ansiosamente esperadas. zudos de Burgos y otras ciudades,
Con ligeras variantes de un año a verán naturales estos artificios de
otro, las "danzas" o ga.upos de dis- L_os misi.o11eros para hacer en su
frazados eran éstas: las cucambas, medida y en su nuevo medio, lo que
los diablos acompañados de la dia- ellos hahí an visto en España cuan-
blita hembra, los negros con el ti- do el clásico iba dando lugar al
gre, las cabellonas~ los indios, la gongorismo. La fiesta del Santísimo
conquista, los parramplanes o gu- Cuerpo de Nuestro Señor Jesucris-
rrufeTos y las chimilitas. Ft1éra de to, po1· la contradicción que le hi-
este último grupo formado poT las cieTon los protestantes, llegó a te-
niñitas de las familias distinguidas, ner un significado especial: ca toli-

-88
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cismo, españolismo, Cristo entran- similitud y contra toda ley zoológi-
do en la vida popular. Y para que ca, un pico del mismo animal. Era
esto comprendieron los indígenas un grupo místic0 que cantaba en
recién reducidos, los negros aún tono de salmodia :
esclavos, los colonos disipados, se
Somos las palomas blancas
crearon las siguientes figuras y
(flte remontan más que el viento
danzas. y venimos a ensalzar
Las cucambas eran una banda de al divino Sacramento.
palomas. Su traje era de plumas de
garzas blancas, de esas que a cente- Como contraste no podía faltar
nares tienden su vuelo sobre las en la representación lHl g:rupo de
potenderias de los pantanos. Se diablos pintados y vestidos de rojo,
ajustaban a la cabeza, para mayor marchaban a la mayor distancia del

1glesia colonial de S(mlo Domi111go, en V aUedupar.

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Sacramento y su función era ma- l0s merengues o coplas de la región,
uiiestar terror a su poder divino. cantaban :
Por eso a la elevación de la misa
hacían un ruido gtll1nal que asus- Hoy sale a la calle
el S eñor inm enso,
taba a los niños y sobrecogía a los de alt ar en altar
mayores. La diablita hembra era el gran S acram ent o.
un muchacho con faldas y aJ.Teos
luc1fernos para acenturu· la necesa- A la S an ta 1glesia
ria nota cómica, que el a1te reli- se le deben dar
paños y mant.eles
gioso de la Edad Media confió para celebrar.
siempre a los ángeles caídos. Los
"Alte Meister" del at·te flamenco A l entrar a u1~ pueblo
y de ]a arqu_i tectura gótica son es- se pide licencia.
peciales en realzar con figuras gro- N osotros pidámosla
dentrando a la l glesia.
tescas los detalles más sublimes. En
la selva y en sus m~n·adores, la pre- Cuando el P(uZre sale
sencia eucarística se hacía más sen- de la Sacristía
sible con la diablita hembra. paroece c¡ue sale
del vientre de Maria.
El gwrrufero, mal. caballero, t·e-
presentaba un tipo muy de nuestra Cuando el Padre bajct
colonia: el avenll.lTero con la pisto- deL altar mayor
parece el retrato
la al cinto, fanfarrón, botarate y
de Nnestro S eñor.
perdonavidas, que e11 todas partes
ponderaba sus caudales, e iba ga- El grupo de los indios estaba en
lanteando a las mujeres y alardean-
intima relación con el de la con-
do de su valentía. ¿Cómo serían los
quista. Señores, nobles, adornados
españoles de entonces?
de collru·es de oro, ceñida la espada
Los negros vestían tm taparrabos que mantenían, no caída, sino hori-
de fibl·a s sacadas de las támaras del zontal, con morriones y cascos.
nolí, con que en esas regiones fa- Eran los conquistadores de Mom-
.
hncan ]os " musengues" para es- pós, triunfadores de los indios y
pantar mosquitos. Era un grupo suaves dominadores.
sensual e ll:religioso. Cantaban:
La de los indios era la danza
Santa Cru,z se llama
tratada con más cariño de acuerdo JI illct d e M om.pós
con las ideas de los misione1·os. A .p.orq.ue así la puso
ellos conespondia el principal pa- el conqui-stador . ...
pel en lbs actos religiosos y eran los
más íntimos 'compañeros del preste Indios y conquista sostenían fue-
en ellos y en la preparación misma ra de la iglesia una ¡·epresentación.
de las solemnidades. Con una me- Se cambiaban recados entre el caci-
lodía que ya no se encuentra en que y el jefe español que termina-

-90
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ban en la genuflexión de los indios !Jo Galezo, cómo le va.
y el espaldarazo de vasallos según
los piadosos deseos de quienes man- Y ellos respondían:
daban. Yo más pió, yo más pió.
La noble Mompós, abandonada
hoy por el río Magdalena y por Las chim ilitas también tenían
otras muchas cosas, era el núcleo sus canciones acomodadas a su per-
de la colonización desde Santa Mar- sonalidad :
ta hasta Honda, y ejercía su in- Allá dentro veo
fluencia en forma noble y señorial. una claridad.
La figura más popular eTa la pa- Si será la luna
o ta Majestad.
pagüeva. Un hombrón vestido con
anchurosa c1·)nolina y máscara fa-
Por fin asistimos al día de Cor-
bricada con una totuma a la cual
pus en Chiriguaná. Callaron las
se adherían unas medrosas nari-
campanas, se reunieron las danzas.
zotas. Avanzaba con ridículo C0ll-
Entonces se inicia el desfile a la
toneo llevando en la mano izquier-
humilde casa cural, donde el párro-
da un garabato y en la diestra un
co esperaba para ir a la iglesia.
látigo, zurriago o }Jerrero de alcan-
Cantos, pxofundas reverencias, or-
ce ecuménico. Chiquillo que rompía
den perfecto) alegría y no mucho
la fila, o se 1·eia, o miraba atrás,
silencio.
era colocado en su puesto por el
garabato y xecibía de ribete un la· Todo el pueblo oia la misa con
tigazo imponente. Ni los grandes se respeto. Las cucambas adoptaban
escapaban de fuetazos si faltaban al un poTte de palomas con la cabeza
respeto. De suerte que la papagüe- bajo el aJa, los indios hacían sus
va era mirada con respeto y de re- oblaciones, los diablos, desde la
ojo. La pipona era auxiliar de la puerta, se estremecían.
papagüeva en sus funciones, pero Entre tanto, a lo largo del tra-
sin sus armas, y en vez de Ueva1·los yeeto que iba a recorrer la proce-
abultamientos atrás, los ostentaba sión, se habían dispuesto llllmero-
adelante. sos altares, hasta quince. Cada se-
ñorona hacía el suyo pata no que-
Las cabellonas por su vestido se-
dar desairada. Con las palmas del
mejab~n gitan~s: pañuelos vistosos
hosq LLe, con los racimos olorosos de
el1 la cabeza, largas u·enzas, falde-
la Cllnnnuta, con las orquídeas que
lliuas y mucho colorido. Pero es
perfuman de noche, con galas de los
muy difícil determinar la clase so-
jardines y de los playones.
cial por ellas representada, aunque
la sospecho y ahora ya la sospechan De los catab1·icos que llevan las
los lectores. Eran machos y hem- chimilitas llovía un tapete fragante
bras. Aquéllos cantaban golpeando para el paso del Santísimo. Redo-
el suelo con el pie. blaban los tambores, vibraban las
91-

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cOJ·netas, cantaban l0s indios, de gros mataban al tigre y vendían su
los pebeteros subí a el hn mo perfu- cuero muchas veces. Danzaban los
mado del anime y sobre todos se di- indios, las cabellonas y los panam·
fundí a la mirada oTdenadora de la planes. Todos miraban y reían sin
papagüeva manteniendo a raya la desmaltdaTse aunque ya la papa-
risa de los chiquillos, que les hor- güeva había desaparecido. Así pa·
migueaban desde los calcañales a saba el día siguiendo a los grupos·
las crespas cabecitas. sin saciarse hasta que en ese cielo
excepcionalmente diáfano de Chiri-
Cuando los indios llegaban a un
guaná el Can·o de la Osa axrastra-
altar, tornaban atrás hasta el saceT-
ba al descanso.
dote que llevaba la custodia y se
La fiesta del C01·pus dejaba su
mantenían así yendo y viniendo co-
recuexdo imperecedeTo. Sus ocu-
mo oscila la piedad entre lo terreno
rrencias, sus cantos y su piedad
necesario y lo supramundano. El
acompañaban a cada chiriguanero,
sentimie11to general era de que toda
en la ruda faena del año. Al gana-
la creación, ücos, esclavos, ángeles
dero en suc persecución a los novi-
y demmlios, todos 1·everenciaban al
llos, al aguador sentado en cucli-
Dios escondido y que Este vivía el
Llas sobre su pollino, a la lavadora
jábilo sencillo de su pueblo.
juoto a la cienagueta, al que a san-
Después de la procesión las dan- gTe fría se mete en la cueva del
zas se separaban yendo por todo el caimán para enlazarlo, a la mujer-
caserío y a las casas importantes, cilla que teje su tapete combinando
para hacer delante de ellas sus re- colores mientras cavila sobre las
.
presenbacwnes o " nnas
.,., " . L os ne- inversiones de su modesta ganancia.

-92
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XXV

Comparaciones y Conclusiones

TÍTUL~ qu? acaho d~ escr~bir donde, dice, quiso establece;¡· su se-


E L
me ohl1gana a una mvestiga-
ción del folklore comparado que
gunda patria.
Su~ atención también queda pren-
está muy por encima de mi prepa- dida al baile de los negros en Car-
ración y de mi intención. Desde lue- tagena, y su vívida descripción me-
go y poT muchos motivos no podré rece captarse entre los documentos
referirme a las condiciones melódi- para averiguar los antecedentes del
cas de los magdalenenses, carecien- porro. Es así:
do yo de ellas por completo. "El palacio de la GobeTnación
Al escribir sobre el folklore de estaba brillantemente iluminado;
un Departamento tan interesante, los músjcos subidos sobre un estra-
mi intención ha sido aliviar el pro- do, soplaban el cuerno, el trombón,
pio espiritu temeroso de que tánta el pífano; rascaban el violín y el
creación bella sea olvidada y abrir contrabajo, con una vivacidad fe-
el paso y excitar la atención de roz; la plaza toda estaba u·ansfor-
otros mejor preparados que yo pa- mada en sala enorme de baile y de
ra tema tan complicado. Soy un juego. Hombres y mujeres, estrecha-
viajero observador y escritor, por mente apretados, se movían en una
afán educacionista. inmensa ronda, conducidos por ese
Beranger, citado por Brisson, di- baile, tan difundido en la América
ce: "Voir, c'est avoir. Vie errante española, que consiste en deslizarse
c'cst une chose enivrante". El re- imperceptiblemente por el suelo
verso me paTece más verdadero : agitando las caderas. No se ve el
"Voir, e' est en·e pris". Ver es ser movimiento de ]os pies, sino sola-
cogido, quedar atrapado y obliga- mente la tensión febril de los cuer-
do. Y eso es lo que me hace publi- pos anudados uno a otro. Se diría
car estas notas ligeras, y sin ningu - que hasta la tiena gira bajo los
na prestmción. grupos convulsivos, a medida que
A la liget·a también hallo en la avanzan si lenciosamente, llevados
comparación de cuanto hemos dicho por fuerza invisible. Experimenta-
sobre el folklore magdalenés datos ha yo una especie de terror al ver
q ne pueden interesar. pasar lentamente, bajo las luces ti-
Eliseo Reclus en su V oyage a la tilantes, prendidas a las columnas,
Sierra Nevada de Sainte Marthe, aquellos cuerpos anhelantes, echa-
a fines del siglo pasado, describe dos para atrás, aquellos rostros ne-
con cariñosa minuciosidad las cos- gros, amarillos o abigarrados, sa-
tumbres populares de esa región cudiendo todos sobre sus frenles los
93-

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ca bellos en desorden, il umjnados humor otras veces, re;v:elan de una
todos por una mirada chispeante parte grandes conocimientos de los
y fija : era una danza demoníaca, hábitos y costumbres de los anima·
una brujel'ia infernal". les, adquir idos gracias al preciso
Supongo que Reclus, a medida espíritu de observación de estos sal-
que se fue familiarizando co11 los vajes y de otro lado sus dotes de
Titos y la estética negra, fue per- fantasía.
diendo ese tenor a esos bailes hasta Quie1·o reproducir aquí algunas
ver su verdadeJ.Co sentido. de las fábulas h0temt0tes que trae
Pexo es un hecho : las danzas po· Bautista Roca 7 para que aprecie el
pulares eun:>peas tienen más de lect0r su extraordinario pareciqo
gimnasia que las africanas. Los bai· c0n las recogidas por roí en el De-
les suizos, en que los danzantes se partamento del Magdalena.
colocan casi en cuclillas lanzando
Cito a ese autor:
las piernas hacia adelante con flexi-
bilidad asom'b1·osa, lós yugoeslavos El tigre, el carnero y el chacal.
adornados de saltos de araña, el Un día d tigre volvia de caza1·
zorzico éuskaro, la saTdana de los hacia sn casa, cuando de pronto se
catalanes, todos piden más agili- halló en el kraal del carnero. El ti-
dad, más músjc-a, más cadencia. En gl·c 110 había vjst0 nunca un ~ar­
cambio el baile negro es todo pa· nero, y por esto se le ace1.·có huiDil·
s-ional, exasperado de goce lúbüco, demente y le dij.o :
pero implica un oi do que electriza - Buenos días, am1go: ¿qué
todos los músculos. nomb.re tienes?
El punto de contacto del folklo- El inteTpelado con su voz ronca
re magdalenés con las trad iGiones y pegando su pecho con su pata de-
africanas es más noto1~io aún en las lantera, contestó :
nanaciqnes fabulosas. - Soy· un ~ana..ero; ¿quién eres
Don José María Bautista Roca, t ú?
en el estudio etnológico que hizo - Un tigre, contestó el otro más
soh1·e "Las razas de Africa" paTa el muerto que vivo. Y despidiéndose
bhuo "Las Razas Humanas" que di- del carnexo echó a coner hacia su
rigió don Pedro Bosoh GuimpeTa, casa lo más de prisa que pudo.
dice estas palabras que coinciden Un chacal vivía en el mismo sitio
con nuest;ras apreciaciones en pá- de] Ligre. Este :fue a encontrarlo y
ginas ya leídas: le dijo :
"La mayoría, dice, de las narra- - Am ig0 chacal, estoy sin alien-
ci<:mes de los botentotes, son cuen- to y medio mueTto de] susto, pues
tos de anj males, especialmente del acabo de encontrarme con l!m ani-
chacal y el mono, los c:.uales viven, mal de un aspecto terrible, con una
hablan y actúa n como si fueran per- gran cabeza, y cuando yo le he pre-
sonas. Estas uanaciones, groseras guntado cómo se llamaba~ me ha
a Yeces, delicadas y co11 sentido de contestado con una voz ronca :
-94 ,"'
Digitalizado
i .
Biblioteca Nacional de Colombia
-Soy un carnero. chacal de que le soltara, arrancó a
- ¡Qué tigre más tonto eres! correx presa del mayox pánico, y
gTitó 1·jéndos~ el chacal, dejaste es- an-astt6 al chacal tras de si, por
capar un pedazo de carne tan tierna montes y valles a través de zarzas
y dejarte asustar poli un carnero. y .rocas, sin pararse nunca a mirar
¿Por qué lo has hecho? Pero ya atrás, hasta que llegó a su casa
iremos los dos mañana y .nos lo co- arrastrando deu·ás de sí al chacal
merem0s juntos. medio muerto. Y así pudo escapax-
A la mañana sigui~nte los dos se del Gal'nero.
marcharon hacia el kraal del caT- Hé aquí otras avent:tuas del león
nel:o, y cuando éste, qoe había sa- y el chacal, en que este animal j'ue-
lido para ver dónde podría hallar ga un papel parecido al de la zorra
una buena ensalada aquel dí.a, vio en nuestros Cltentos.
que el tigre y el chacal aparecían
El león y el chaeal
encima de una montaña, temió que
aquell0 acabaría mal y se fue co- Un día el pequeño chacal salió
rriendo hacia su esposa y la dijo.: de caza y encontró al león. Este le
- Temo que hoy es nuestro últi- propuso que cazaran juntos, con la
mo día, porque el tigre y el chacal condición de que si mataban un
vienen contra nosotr0s. ¿Qué vamos antíl0pe pequeño sel'Ía para el cha-
a hacer? cal, pero si lo cazaban grande sería
-No te asustes - dijo la espo- para el león. El chacal se avino a
sa- tóma la criahua en tus bra- estas condiciones.
zos y sál oon ~lla y pellízcala para El pTimel" animal que pazaron
que llore como si tuvieTa hambre. fue un antíl0pe granee, lo cual lle-
Así lo hizo el caJ:nero, mientras nó de alegría al león, que dijo al
los dos compañexos se acercaban. chacal:
En cuanto el tigTe volvió a ver -Yo continuaré cazando mien·
al carnero, se llenó de miedo otra tras tú te vas a mi casa y llamas
vez y quería volverse en seguida. a mis hijos para que vengan a lle-
Pe1·o el chacal en previsión de esto varse la carne.
se había atado al tigre con una tira El chacal respondió:
de cue1:o y le está diciendo: -BtLeno, yo me avengo a esto, y
-¡Anda, sigueme! el león prosiguió su ca7.a.
Cuando el cm·neTo gritó a gran- Cuando el león se hubo marcha-
des voces IJílientras pellizcaba a su do, el chacal se fue a su propia
hijo : casa y llamó a sus hijos, para que
-Has hecho hien, amigo chacal, se llevaJ:an la carne, mientras de-
de traerme este tigre para comer, cía:
pues ya oyes cómo llora mi hij<'> -El león me toma poT un tonto
por el hambxe que Líene. si piensa que llamaré a sus hijos
Al oír estas terribles palabras, para que coman, mientras los mí os
el tigre, a pesar de los ruegos del se están muriendo de. hambre.

95-
PI ll( T.L.
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Los hijos del chacal se llevaron perando que saliera.
la carne a su casa situada en la Después de un largo tiempo el
cumbre de una alta roca, donde sólo chacal quiso salir. Llegó hasta la
se podía subir pox medio de una entrada del agujero y miró a su al-
cuerda. rededor, pero no pudo ver al león
El león ya no pudo cazar más y por ninguna pa1te. Sin embargo,
al cabo de cielto tiempo se fue a pa1:a asegm·arse gritó :
su casa, y pidió a su mujer dónde -¡Oh, ya os veo, señox mío,
estaba la carne, a lo cual ella re- aunque estés escondido!
plicó qtle no había visto ningfu1 pe- El león no se atrevía a moverse
dazo de carne. El león insistió: del sitio donde estaba escondido.
- Pero, ¿no ha venido el chacal Entonces el chacal salió eseapado,
a dar el xecado a mis hijos de que y aunque el león corrió tras él no
vinie1·an a tnmspm-tar la carne? pudo ya alcanzarle.
La mujer Tespondió: El león, sjn embargo, espe1·ó otra
- To, no ha venido el chacal a . oportunidad, y un día cuando el
darnos ningún recado. Todos esta- chacal estaba de caza se le presentó
mos aúnmuriéndon.os de ham"bre. del <wte en un sitio de donde ne po-
El león se diTigió entonces a la día escaparse. El león estaba a pun-
casa del chacal, pero como no pudo to de saltarle encima cuando el cha-
subü- a la roca se quedó aguardán- cal dijo quedamente :
dole cerca del agua donde el chacal -¡Chist! ¿Ves aqu.el toro salva-
solía ir a beber. Al cabo de algún je al o"tro lado de aquella roca?
tiempo el chacal bajó a buscar Pues me alegro de que hayas veni-
agua. Ya estaba cerca de ella cuan- do a ayudaxme a cazarlo. Aguár-
do vio al león y arrancó a correr date aquí mientras yo voy a darle
pe1·seguido por éste. Para esconder- la Vt1elta y te lo haré venir hacia tí.
se se metió dentro de un agujero Asf lo hizo el león mientras el
debajo de un áJ:bol, pero el león chacal se escapaba.
pudo aún eogexle la cola. Otro día había una gran asam-
Entonces el chacal le dijo: blea de animales y el león e1·a su
- León: no es mi cola lo que has jefe. El chacal también quería ir,
cogido, sino una raíz de árbol. Si pero había una ley que pxohibía
no lo quie1·es creer tóma una piedra que asistie1·an los animales que no
y golpéala; ya verás cómo no sale llevaban cuernos. El chacal fue a
sangre. üna colmena y se hizo unos cuernos
Elleon soltó la cola y f-ue a bus- de cera, se los clavó en la cabeza
car una piedra para probax si era y se fue a la asamblea. El león no
verdad. Entre tanto, el chacal se lo conocía a causa: de los cuernos.
metió más adentro del agujero. El ohacal se tend1ó cerca del {ue-
Cuando el león volvió, 11Q encOl1- go y con el calor los cuernos se le
trándolo en ninguna parte¡ se que- derritieron. El león lo miró enton-
dó cerca a la boca del agujero es- ces y al ver quién el'a, saltó encima
-96
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para cogerlo, pero el chacal tuvo -¿Has sido tú que has enviado
tiempo de emprender la huída. Hu- al chacal a pegarnos a mí y a tus
yendo llegó debajo de una roca muy hijos y has sido tú que nos han man-
saliente y empezó a gritar: dado esta pie1na del buey? ¡Ya sa-
- Auxilio, auxilio, que esta roca bes que yo no como nunca las pier-
me está oayendo encima. nas del buey!
El león fue a buscar un tronco Cuando el león oyó esto se puso
para apuntalar la roca y poder pa- furioso, y se marchó hacia la casa
sar él con segUiridad para perse- del chacal.
guir al chacal, pero entre tanto éste Al llegar al pie de la roca, enci-
se había ya escapado. ma de la cual estaba situada la casa
Después de esto se hiciel·on ami- de] chacal, éste salió a mirar quién
gos otra vez, y lill día fueron a ca- andaba debajo y pre.guntó:
7.ar juntos. Aquel di a mataron un - ¿Quién eres tú, y cómo te lla-
buey, y el león dijo : mas, y de quién eres hijo, y de
- Y o me queda.r é V'igilando dónde vienes, y a dónde vas, y a
mientras tú te llevas los pedazos de quién husgas~ y por qué lo quie-
qawe. res vex?
El leóH le dio un pedazo del pe- El león contestó:
cho del buey y le dijo: - He venido sencillamente para
- Llévalo a mi esposa. vexte; desearía que me echaras la
Pero el chacal lo llevó a su pro- cuerda para subj1:.
pia esposa. Cuando el chacal volvió El chacal echó ento·nces tm" cuer-
el león le dio una pierna del buey da hecha de pieles de rata, y cuan-
y le dijo: do e] león empezó a subü·, la cuer-
- Llév-alo a tu esposa. da se rompió, cayó el león y se hizo
Pero el chacal lo llevó a la espo- mueho daño.
sa del león. Pero ésta dijo: Después de todo lo cual el león
- Y o no lo puedo aceptar, pues se volvió a su casa y no quiso ya
no puedo comer la pierna del buey. tener más tratos con el chacal
El chacal entonces la dio un bo-
fetón y volvió al sitio donde había
muerto el buey. El león le volvió a A qujen mira las figuras de .la
dar llll pedazo de carne y le dijo: precitada antropología dirigida por
-Llévalo a mi mujer. Bosch y Guimpera, así como otras
Pero el chacal lo llevó a su pro- simila!res, le impresiona la simili-
pia esposa. tud entre los tipos de razas sudane-
Así c0ntinuaron hasta haber dis- sas de Fernando Poo. Especialmen-
tl"ibuído todo el b11ey a piezas, y te bnbis, con las facciones que a
e11tonces se fueron a sus respectivas diario se ven e:n el Magdalena: y
casas. como las facciones humanas, son las
Cuau~o e1 león Hegó a su casa casas, las ce1·cas de palos, etc. Lo
encontJ-ró a su familia llorando. que si no es cosa frecuente aquí

97-

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como entre los bosquimanos y en como los playones donde crece el
otras tribus, es la esteatopigia. paralejo y canta el turpial.
Y desconocida. Creo que he te-
He llamado la atención hacia es- nido la fortuna, como pocos, de pe-
tos puntos porque descubt'en e insi- netrar en el alma de ese pueblo y
núan líneas de investigación apa- por lo mismo lamento que no se
sionantes. Las relaciones del folklo- hayan conocido mejor sus manifes-
re de nuestros grupos sociales con taciones felklóricas a través de un
el pasado y con los diversos IPUn- estudio cariñoso, capaz de sorpren-
dos que se fundieron en el clisol de der la timidez encantadoxa de las
la tierra que amamos. expresiones populares. U1·ge ade-
Así es el alma popular en el más esta recolección de datos ge-
Departamento del Magdalena. Re- nuinos antes de que la carretera y
mansada como la Zapatosa; venida la radio, que ya vienen, van llegan-
de lejos, como las aguas que bajan do; los vulgaricen y destiñan. Su
de la Nevada; misteriosa como la publicación seria una de las mara-
Serranía de los Murciélagos, llana vjllas de la literatura americana.

• F lN •

-98
,....
.
Digitalizado
·..:""~
1
..
Biblioteca Nacional de Colombia
~.~
Algún Diccionario Magdalenés
de Modismos y de Nombres

ABALAZOS : M onstera pertz~;sa. ABAR· CJ\._CTUS SERPEANTE: A canbhocereus


CA DE TRES PUNTADAS: calzado spp.
de cuero cruso, con una correa .q ue CA CHIPORRO: liheral, perteneciente a
debe pasar entre el dedo gordo y su ese partido político.
vecino, la cual se amarra por encima. CAlMAN: Crocodilas sp.
ABlENTESTATE: abintestato. CANECA: vasija de metal como las
ABROJO: Tribulus cistoides. usuales para envasar gasolina.
ACADEMIA: fiesta coreográfica en que CARPINTERO: ave, Coephlocus.
se paga, no la entrada, sino la pareja, CARRANCHUO: áspero.
a tánto por pieza. CASCABEL: Crotalus Zorridus.
ACOTEJAR: acomodar. CATANGA: v. aguatera.
AGACHADOR: ave, TU7liga. CETBA: Ceiba, Pachira, Bombax, spp.
AGUADO: desesperado. CENTELLO: árbol tan alto que, según
AGUAJTAR: 0bservar. el pueblo, atrae los rayos.
AGUATERA: dispositivo infundibuli- COCLI: ave, Theresticus.
formé-asimétrico, tejido de bejuco CONEJO SILVESTRE: Sylvilagus.
plano, que se pone a las angarillas COSTUMBRE: mal mensual.
para cargar agua en vasijas de barro. COTIZA: calzado de suela con empe-
ANIMALEJA: cosa. lla dura de lona, que se deja suelto e:n
ALCARAVAN: ave, Belonopterus. el calcañal.
ARMADILLO: mamífero, Dassypus no- COTORRJTA: ave, Aratinga.
vemcinctus. COYONGO : ave, labiru mycteria.
ATAJAPUERCA (hablando del panta- CUARTILLO: planta, Peperonia sp.
lón): arremangado . CUMBIAMBA: fiesta co:n baile.
A VANCA: ¡anda! ¡aprieta! CUÑA: cuñado, vale.
BABILLA: Caimán fz¡,scu.s. CHORLO: ave, Bartramia y Charadriu,s
BADILLERO: como atajapuerca. spp.
BAGRE: pez, Pseudoplatysoma. DANTA : mamífero, Tapirus.
BAJEAR: echar o percibir el vaho o el DINDE: Choorophora, tinctoria.
olor de una perso•1a. ECO!: ¡eso! ¡Bravo!
BALSAMO: Prioria Copaifera,. EMBROMADO: de malas pulgas.
BANGANA: vasija hecha con la corte- ENCARAPlTAO: enoaramado.
za de ahu yama endurecida. ESCARABINAR: estropear.
BALSO: Ocroma sp. E:SCUBILLA: Scoparia dulcis.
BEJUCO ESCALERO: SchnelZa sp. ESGUAZO: destrozos.
BIJA: A rrabidea chica. ESTERILLON: apero que se coloca de-
BIJAO: Heliconia sp. bajo de la montura, sobre la piel de
BONIFACIO: perteneciente al partido la cabalgadura y que es de paja.
poHtico de los eonservadores. ESTRUPICIO: alboroto.
BELLOTA: bala. 1 FARTEDA: bagatela, necedad.
BLEO: Pereskia sp. F ARTO: necio .
BOQUIDORADA: serpiente Bothrops. GAJOS (hablando del peinado) : bucles.
BUCLES: ondulaciones del peinado. GALA N: ave, Belonopterus, distinguen
CACTUS CANDELABRO: Pilocer.eus dos clases : más fino tjene oj o~ ama·
spp. y Lernaireocereus spp. rillos. ~~IAIVo
r:Y
e;;
<)~
.,
99-
~ Blauor CA ~
~ ~
~ lt
'<.,._1 vt.~o
Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia
GALLITO DE CTENAGA: Jacana. MOLOLO : cocido de arroz, yuca, plá-
GARABATO : instrumento para arrear. tano, y came de hueso ea pedazos.
el burro quien va montado en él. MORISQUETA: guiño, gesto, gesticu-
GARZA BLAl~CA : Casrnerodins albns lación.
egretta. NARCISO: Heclychium sp.
GARZA GRIS O MORENA : Ardea co· NEPTUNIA: N eptunia prostr:ata.
COl>. NOLI : Corozo oleifera.
GOLERO : ave, Corágyps y Cathartyes. ~O~A : escremenro.
GUACAMAYA: GUACA: Ara spp. ~ OÑO DE MONO: clase de ron de con-
GUACHARACA: ave, Ortalis. trabando.
GUARTINA)A: mamífero roedor, Coe- OLLA DE MONO: fruto de Leeythis sp.
longenys. OROPENllOL~: Ostinops cacicus.
GUASA RAPO: gusarapo. PAJARO TORO: ave, Ti~r'bsona li-
GUAZALE: ave, Rhamphastos. neatum.
GüiMBIA: burla, zw1ga. PALMA AMARGA: Sabal sp.
GUZNEAR: zumbar. PALMA DE CURUMUTA: Scheelea sp.
HIERBA DE COTORRA: Cusouta sp. PALMA DE ESTERA: Astrocaryum
HIERBA DE P01.LO: Kallstroernia Malybo.
rna~ma. PALMA SARA: Copernici:a Sanctae-
ISTO! : ¡listo! Marthae.
lCOS: cordeles para suspender la ha- PALOMEAR: lavar la ropa golpeán-
maca. dola.
l l'iDIO (hablando del cabello) : liso. PANDERA: pa:r:a clon·de era.
INGUENSA: Testu,do. PANGADO: abollado, aplastado.
JABADO: pintado, manchado. PAÑO : lo mism0 que j.obexo.
JOBERO: manchas blanquecinas de la PARVARATA: v. mirla blanca.
piel en las pe1·sonas. PATO AGUJO: Anhinga anhinga.
JOPO: trasero. PATO CUCHARO: Ajaia ajaia.
JUNCOS : Juncus y Typha spp. PATO CUERVO: Phalacrocorax oliva-
LANCHO: HüJ,rocheerus. En. otras par- ceus.
tes chigüiro. PATO REAL : Cairina.
LAPO: tt:ago. PATO YUYO : vide, pato agujo.
LATA : astil de Bactris spp. PAUJIL: Crax nigra.
LECHUGA DE AGUA: Pistia stratiotes. PAVA: Penelops.
LORO: Ama~onia y otras a\(es psitá- PEA: borrachera.
cidas. PELLON : bursaca felpuda de algodón
MAJAGUA: nuca. J:>ara llevar ~opa sobre la montura y
MALIBU: árbol perfumado. sentarse en ella.
MANGLE DEL MAGDALENA : Avi- PERALEJA: Byrsonima crassifolia.
cennia sp. PERALEJO: Cnratella americana.
MARIMONDA: roo11o, Ateles. PERRITO: planta, Tribulus cistoides.
MEYO : mellizo . PESAO: importante.
MIERCOLE! : ¡Caramba! PIÑUELAS: Aeohrnaca y Bromelia spp.
MTMITA: mamá. PIQUERIA: competencia.
MIRLA BLANCA: ave, Mimus gilvns. PISlNGO : pato, Denclrocygna.
MOCHO : manco o cojo. PITA: Aechmea Mag<lalenae.
MOCHOROCO : perteneciente al partido
político liberal. PONCHE: llydroohoerus, IQamífero, en
MOCHILERO: ave, Ostinops cacicus. otras partes: capibara, lanch9, chi-
MOJARRO : pez de unos 2~ a 30 c:;:ms. güiro.
de color azuloso. PONTEDERIAS: EichorniclJ spp.
MOLE-MOLE: cuchicheo, habladuría. POR DERECHO: sin más.
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RAYAR A FULANO : meterse con su les en los ríos y lagunas.
mujer. TARCY A: Eichornia spp.
REBULLICIO: confusión. TARCYALES: tapones en que predo-
REFRANES: muletillas. mina la laruya.
REMOLINARSE: pelarse la rodilla. TlNAJ ERO: dispositivo donde se colo-
RESBALAMO 0: árboL !cica y Barse- can en casa las tinajas con el agua
ra spp. para beber.
RIMERO: montón. TOLU: árbol. Bom.bacopsís quínata.
ROZA: culti\'o en el monte, reciéu TRABAJOSO: disgustado, incótr.odo.
abierto. TUMBA: hueco en la arena para meter-
RULA: machete, peinilla. se los bogas, cubrii·sc con ella y li-
RUTANADO: empalidecido. brarse de mosquitos.
SABALO: pez grande, fuerte, axulenco. TURPlAL: páj aro canlor, Tcterus.
SARAPOS: gusarapos. VENADO: ciervo, Odocoileus.
SELA C [NELLA: plantas, Selaginella VERONICAS: del griego ieron eicon
spp. que significa, imagen sagrada.
SERE O: ll ovizna. VALLENA TO: nació en Valledupm .
SIMILOA: río que nace en la cabecera VIUDO: cocido de plátano, pescado y
del pueb lo de P oponte y corriendo al yuca.
poniente desemboca €rl el Cesar. YARUMO: Cecropia spp.
SOLAPA: orilla del agua socavada por YUCA PELA A: los pies acscalzos.
debajo. YUCAS: pies deformes.
TACAN: turnitero. ZAINO: cerdo montés. Peccari sp.
TAMBORA : baile especial de reminis- ZUNGO: erizado de pelo.
cencia africana. Z'C"RRULLO: guante, cuero arrugado.
TAPONES: masas flotantes de vegeta- ZUZAR: azuzar.

101-

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PR ESENT A:

Un Reportaje Gráfico de Tierradentro

Tierradentro, situ,ado en la parte noreste del Departamento <lel Cauca, está


constitu.ído por casi toda la cuenca hidrográfica del río Páez. Región abrupta,
áspera, donde rrwran más de veinte mil paeces, políticamente dividido.s en par-
cialidades pertenecientes a los municipios de 1nzá y Páez. Gentes bravas
como su topografia. Aliados con Los Piljaos, Yalcones, Gaanacas, defen,dieron
lteroica:mente s·us tierras y riquezas de la voracidad de los conquistadores espa·
ñoles y en sus manos perecieron Añasco, Osorio, Ampudia y propinaron la más
estruendosa derrota al Adelantado Don Sebastián de Belalcázar.

Gobernados por sus respectivos Cabildos viven de la agricultara y de la gana·


dería. La coca y el consumo de bebidas fermentadas complementan. su, pobre
alim-entación diaria. Con una rígida organización familiar patriarcal, vestidos
sencillamente, en ranchos carentes de las más elementales normas de higiene
pasan los dias alimentando siempre el odio tradicional cd blanco.

Agrupamos cuatro aspectos de la cultura Páez, donde se pueden observar la


típica índument,aria., la forma de portar los niños, la ocupación diaria de la mujer
(hilandería y tejidos), los músicos y el Cabildo.

(Fotos : P . Schulder)

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EL BALLET FOLKLORICO DEL BRASIL

Por Roberlo Herrera So Lo

ace pocos meses estuvo en Bogotá el Ballet Folklórico del Brasil~


conjunte de artista-s negros y mulatos que quieren poner en alto el valor
de su arte - danzas africanas- , para que se convenzan de su equivoca.-
ción los que no creen en la expresión de lo autóctono en América. En el
fondo del esfuerzo de estas gentes de color se nota una como rebeldía
secreta, J'a que todo aquello que encierra un aspecto, un matiz de ca-
rácter negroide es considerado como vulgar o lleno de plebeyez. Los
prejuicios sirven unas veces para mejorar las situaciones, pero hay
casos en que confunden y destrozan. El a1·te americano es algo informe,
sin modelar. Apenas está naciendo, y ya se le quiere cortar el vuelo.
¿Por qué? La razón es muy sencilla. Se trata de una (Jil)ersión ele los
europeizantes hacia las madalidades artísticas de nuestro ccmtinente.
Dentro de la raza, este fenómeno indica que todavía nos encontramos
en formación. No se puede negar que lo europeo sefwla una pauta, mas
tampoco hay que menospreciar el arte de un pueblo en camino de la
estructuración. Europa también pasó por esta etapa; de ahí que todavía
admiremos muchas cosas que en ese tiempo se produjeron allá. Es en
ésto en donde reside el secreto de la apreciación de las manifestaciones
artísticas de los negros que viven en A méricq,. Tal coyuntura abre una
vía para que el espíritu busqne nuevas formas . Ahora estamos viendo
los posibles rumbos que tomará la música en el futuro, porque el ritmo
de lo afroamericano tiende a extenderse por doquier; ha-sta las maracas
apuntan en las grandes orquestas del mundo. Así, apenas enfoquemos
el tema por este aspecto, la pulidez de los intransigentes y académicos
se viene al suelo, puesto que todo arte varía de acuerdo con la, raza, y
cen el tiempo .

Para apreciar mejor el folklore - las danzas de los negros y mulatos


del Brasil- es necesario hacer las siguientes observaáones. T1·e-s earac-
terísticas lo determinan : a) ''lo tradicional" participa de la continnidad
y la peTmanencia, porque es z_¿n impulso que obedece a una repetición
constante a través de las épocas; b) "lo popular" entraña z¿na ascensión
o descenso que va de los medios rústicos a los refinados, y viceversa,
para entroncar dentro de lo común y corriente, y e) "lo anónimo'' habla
de la no existencia de forjador conocido~ razón por la cual la masa
-106
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adopta aquello que se acopla a su modo de ser. Pero como ésto resulta
un poco cojitranc@, es necesario presentar otras peculiaridades comple-
ment.arias del folklore : a) uzo· regional" se debe a las variantes que
tiene, pero ésto indica que un hecho de parroquia, al trasvasar esa cir-
cunstancia, se vuelca sobre la na-ción unas veces y sobre el mundo en
contadas ocasiones; b) uzo raciaf' conlleva la idea, antropológieafnente
hablando, de que diferentes tipos de raza guardan notables divergencias .....
en el conjunto de sus exteriorizaciones; e) uzo femenino" tiene s¡¿- iñ-
flujo debido a que la mujer, po-,: naturaleza, es más tradicion.al que el
hombre y tiende par eso a la invariabilidad, y d) Hl(í) infantil" refleja
la vida de los infantes en tQda la gama de sz¿s interi01'idades.

Estas consideraciones, de carácter general, se p·u eden relacionar con


el easo particular del Ballet Folklórico del Brasil. Todo queda encerra-
do en este grupo de ar,tistas negros y mulatos, pórque lle van en sus
1

venas y en su espíritu las peculiaridades de su raza africana. Conservan


estos brasileños las formas primitivas, pero con intercalaciones de orden
e ideas cristiana$. Paganismo y cristianismo se fusionan por el proceso
natural de trascultz~;_ración. Así, el negro no hace préstamos, sino asimi-
laci('mes. Trajo su arte a América no para estancado, sino para pulirlo
con lo que mejor pudo de occidente. Por estas razones es imposible sos-
tener la extracci@n europea de estos danzantes de las costas del Brasil.

El Ballet Folklórico del Brasil ha demastra,do con suficiencia el valor


plástico de belleza y agilidad de unos negros y mulatos aficionados al
arte de la danza que le es ingénita a su vida. La fuerza de un estado de
ánime bien delineado, se torna viva y actuante en el extraño mundo de
contorsiones espeluznantes y movimientos específicos de estos artistas.
Hay danzas fúnebres {La muerte del Rey Mago), alegres {Cómo nace
la zamba)'- de recolección (En la playa del nordeste), etc., que dan una
imagen clara de lo que representa el alma de las gentes de eolo·r frente
a la muerte, a la naturaleza y a Dios. Entonces, los que miran estas cues-
tiones a través de un ballet ruso o francés ya no podrán sostener que lo
que contemplan es una: "borrachera de negr.os" .

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Guabina
Chiquinquireña

V én, vén, niña de mi amor,


V én, vén, niña de mi amor,
vén, vén, a mi ranchito
que te espero con ardor;
vén a mi ranchito que te espero
con ardor.

Por tí, mi única ilusión.


Por tí, mi única ilusión.
Por tí, la calma perdí ;
tengo enfermo el corazón,
tengo enfermo el corazón.
La calma perdí,
tengo enfermo el corazón.

S í, sí, sí, dulce y bella noviecita,


niña de mi corazón,
vamos a ver a la V irgen
y a pedirle protección,
a rogarle con fe viva
que bendiga nuestra unión.
..•
'
.;

ALBERTO URDANETA

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Restos de la JUEGOS INFANTILES
Tradición
San lafereña Por J UAN DE O lO S A R JA S

am bien te leja no ele grata eón de " lo vie jo" muchos de aquellos
E N UN
añora nza se nos presenta hoy
el cuadro de los juegos infantiles,
entretenimientos tradicionales que fue -
ron suficien tes para excitar la alegría
que en las salas o corredorrs de las y estimular la activid ad de los peque·
antiguas casonas. en la plaza del ños en las noches. escasas de luz. de
pueblo. en el palio de la casa princi- los tiempos pretéritos.
pal de la hacienda y a la luz de la "Vamos a tarzaniar''. oímos decir a
lun a. jugaban los chicuelos. mientras una n iña, para convidar a sus com -
las personas mayores se entretenían en pañel·itos a imitar en sus juegos el per-
las visitas o en las tertulias famili ares. sonaje que ha popularizado el celu-
En una democrática e inocente pro- loide. Pero lo más lastimoso es encon-
miscuidad se reunían hijos de pobres trar a grupos de niños jugando a "los
y ricos. sin excluir a las niñas cuando ladrones y el policía", a " los cazado-
la natura leza del juego lo perm itía, y res y los indios"; enviándose bille-
se daba principio a las rondas. a la al- titos llenos de amen azas con la firma
gazara bulliciosa. a la dramatización de ''la mano que a prieta", " la saeta
inge11 ua de viejos estribillos. venidos roj a", " los lrece''. o cualquiera de esos
del fondo de los tiempos. con cierta nombres que adop tan las bandas de
gracia deleilosa de remola leyenda . apaches.
Porque. en efecto. los estribillos de Ante este turbión incontrolado de
muchos de aquellos juegos no fueron películas '' para niños'' se han ido ol-
en su principio sino verdaderos ro- vidando el "galo y el ratón". el "cabri-
mances, como lo d an a entender a pe- to sa lí de mi huerta". el "de dónde ve-
sar de su simplificación, el carácter nís. buen oso?" y otros juegos autóc-
narrativo y dia logado, el uso de térmi- lonos y tradicio na les. y en camb io se
nos como rey, conde, pri ncesa. moro. está ma leando precozmente el espíritu
paje. ele .. o el nombre de a nima les no (te las nuevas generaciones.
conocidos por aqui . y el hecho mismo Queremos que. por lo menos. en es-
de hallarse difundidos por toda Amé- tas páginas hallen su refugio final
rica. a donde los trajo la tradición es- aquellos juegos que constituyeron el
pañola. repertorio siempre nuevo e interesante
Con la introducción del cine que que a legró la infancia de la larga serie
liende a estandarizar las costumbres. de nuestros abue los. E l erudito , por
y a traer tem as exóticos a la curiosi- otra parle, nos agra decerá el que le
dad popular. y nuevas formas de ex- demos en estas pág inas alguna docu-
presión a l instinto de imitación infan- mentación para sus investigaciones
til. han ido quedando relegados al rin- científicas.
~\f'o9 '" O
, a" ~· ' 111-
....::1
....
';)

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El Juego del Pumpuñete Juego del Zancarrón
Se reúnen varios niños. cierran los ,.....,C0madre la rana,
puños y los colocan unos sebre otros. ......Qué dice comadre?
Uno de ellos va mostrando las manos ........ Vamos por agua?
de los niños. a medida que hace las Para qué, comadre?
preguntas; los otros contestan. ....-Parra amasai' mañana.
......Quién le ha venido?
-Esto qué es?
......Un buen ma~ido.
,.......,un pumpuftete.
......Qué le ha traído?
Siguen contestando lo mi.s mo, y al
,.-U'rl. buen vestido.
llegar a la última, el diálogo sigue en
De qué color?
esta forma:
....-De verde limón ..
.-Esto qué es? -Una CCllji ta.
-En qué le echó?
,____Qué tiene la cajita ? ....-Una cuca-
,_,Entre un zurrón.
rachita.
,.......,Con qué lo tapó?
,_.Qué se htzo la cucamchita? Se la
.-Con un cagajón.
comió la ga!llina.
,.......,Qué comen los ricos?
......Qné se hizo l.a @allina? Se fue a
,.-Cabezas y hocices.
poner el huevo.
....-Qué comen los polrres?
,_Qué se Ttizo el huevo? Se lo comió
,_..,T 1·onqaitos ele celes.
el cura.
Pues vamos bailando
-Qué se hirzo el cura? Se fue a de-
el señor zancarrón,
cir la mtsa.
y al que primel'o se canse
......Qu.é se hizo la misa? Se la lleva-
un buen coscorrón.
ron 1os ángeles al ciel:o.
Los niños acurru<::ados y con l as ma-
Al decir esto último. levantan t0dos nos cogidas cada uno debajo de las
las manos con entusiasmo, y se teTmi- wiernas. principian a dar saltes y vuel~
na el juego. tas hasta caer rendidos .

-112

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Reduhlín, Redublán
Dos filas de nitías se sitúan frenlc
a frente, y cantan alternn livamcnte:

Dóude irá mi pobre coja?


R edublín reclubl6n.
J\ coger una violeta.
Redublí.n, redublán.
Para qué querés violeta?
R edublín, redublán.
Para dársela a la reina ?
Reclublín. redublán.
Y si el rey se pone bravo?
R edublín. redul>Lán.
Le daremos otra a él.
Redublín, reclublán.
L as fila s se van acercando, y al fi -
na l se encuentran en el cen tro y se ha-
cen una venia.

El Gato y el Ratón
Los n iños se colocan formando rue·
da. El niño que hace de ralón qued,,
fuéra; el que hace de galo queda den-
tro. Principian cantando todos:
Por qué estás escondido, gatico, en el
(rincón?
Espero calladito que salga algún l'cttón.
Bscápa, rctlon cito, que el gaLo va a sa-
(lir,
y si te ve le atrapa, te puede hacer
(morir.
El que hace de gato dice:
......A que Le cojo, ratón ?
...... A que no, gato ladrón.
El gato persigue al ratón; los demá-:
n iños procuran favorecerle e impedir! ('
el paso al galo. C uando ésle alcanza
a l ralón termina el juego.

113-

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El Vendado
Niños en coro. En el centro uno
vendado y con una varita en la mano.
El que dirige el juego dice:
Ande la rueda. . ...
Contestan todos:
Andando va.
Dice el primero:
Páre la rueda . .. .
Contestan todos:
Parada está.
E ntonces el que está vendado se-
ñ ala con la varita a uno de los niños;
éste silba. Si el vendado acierta qui:én
es el del silbo. pasa a la rueda y el
otro lo reemp laza; de lo contrario, si-
gue el juego en la misma forma.

Otra Forma de este Juego


Se h ace un corro grande. En el cen ·
tro dos niños. uno de ellos vendado.
El primero dice al segundo :
-Por dónde s(\le el sol?
E l otro contesta:
-Por allí.
E l primero:
-Por dónde se oculta?
-Por allá.
El primero:
......Qué se le ha perdido ?
- U na aguja y un dedaL
El primero hace gira r al vendado
diciéndole: Dé tres vu eltecilas y lo
encontrará. Lo suelta, y entonces el
vendado se dirige a atrapar a a lguno
de los niJ1os del corro . los cu a les es-
capan girando precipitadamente. Si lo-
gra coger a algún compañero, éste pa-
sa a reemplazarlo.

-114
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Doncella del Prado
Formando el corro de niñas, cantan
todas:
Doncella del prado,
que al campo salís,
venid a buscar
las /lores de abril.
(Una niñita sola. en el centro canta:)
Yo soy la niñita
del conde Lauré,
que quiere jugar
y no encuentra con quién.
Todas:
Pues siendo tan buena
no encuentras con quién?
escoge a tu gusto
que aquí hay más de cien.
La niña: Ciprián, Ciprián!
Escojo esta niña
Varios niños en corro. Uno aden-
tan linda y tan {iel,
tro y otro fuéra. El uno hace a l otro
por ser la más buena
las preguntas:
de aqueste vergel.
(La abraza). ,..-Ctprián, Ciprián!
-Señor, señor.
-Fuiste al monte?
-Sí [ui.
- Qué trajiste?
-Un ave.
-Qué ave?
-La qtte a tí te gusta y a mí mesa-
be.
--Como qué ave?
. . - Como..... (el turpial, por ejem-
plo).
Si no acierta con el nombre de una
de las aves con el cual se ha designa-
do a cada uno de los niños, el de las
preguntas corre a azotar al otro, con
una rama o un cinturón ; y así se repi-
te hasta que acierte.

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El Monigote
En rste juego figuran varias perso-
nas. for mando círculo; la persona a
quien se le apague el tabaco que ha de
pasar encendido de mano en mano
pagará una penitencia. L a letra es és-
ta:
......-C6mpreme este monigote.
-Qué vale su monigote?
- Cinco pesos y un cl1icote.
,. . . .Y si el monigote muere?
-Pagará quien lo tuviere.

Apurar una Letra


Los que juegan, se forman en círcu-
lo y se van pasando un pañuelo; el
que recibe el pa ñuelo debe decir una
palabra que prindpie por la letra es-
cogid a. El jefe principia por ejemplo:
"De La I labana ha llegado un ba rco
cargado de papayas. . . . Todos deben
indicar un nombre que principie por
p. Si no encuentra nombre o repite
uno de los dichos, pierde y debe pa-
gar una penitencia.

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Doña Ana y la Criada
Las niñas se sientan en ruedo. En el
centro doña Ana. acostada, y In cria.
da. Cantan las niñas:
V amos a la huerta
del toro toronjil,
a uer a cloña Ana
comiendo perejil. Arroz de Leche (l )
La criada:
U n número impar de nii'los y ni1ías
Doña Ana no está aquí,
se forman en rueda. Uno queda en el
eslá en su vergel,
centro, y dice:
abriendo La rosa
y cerrando el clavel.
A n·oz de leche
Las niñas: me quiero casa.r,
V amos a la !tuerta con una muchacha
del toro toronjil que sepa bailar.
a ver doña Ana
Casáte conmigo
comiendo perejil.
q ae yo te daré
Cómo está doña Ana?
zapatos y medias
La criada: colo,· de café.
Está muy mala.
lVIientras gira la rueda, el del centro
Las niñas: va diciendo en seguida:
Vamos a La huerta, ele.
Con ésta sí,
Cómo está. doña Ana?
con ésta no,
La criada: con ésta sí,
Pasó muy mala noclte. con ésta nó,
Se va repitiendo lo mismo y la crin- con ésta sí.
que me caso yo!
da va respondiendo:
La receL6 el médico.
Se murió. Está desanclando. (1) Popular también en la Argenti-
na, Moya, en su "Romancero" copia
Entonces se levanta doña Ana a co- varias versiones con el título "La viu-
ger rápidamente a alguna de las ni- dita". En nuestra tierra existe otra va-
lías; éstas huyen. riante que copiamos más adelante con
el nombre de la "Doncella del prado".
Abraza a una de las compañeras; los
demás hacen lo mismo. El que se que-
da sin pareja es objeto de burlas y pa-
sa al centro para repetir.

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El Aguacerito
Niñas y niños cogidos de la mano,
van danzando circularmente, y a la
ve~ cantan : El Pico, Pico, Melorico
Ay, ay, ay, aguacerito, Los jugadores. sentados, colocan las
por qué me querés mojar, manos en tierra con la palma vuelta
sabiendo que soy tan pobre hacia abajo. El iniciador del juego los
y no tengo qué mudar: va pellizcando sucesivamente con sua-
la camisa que tenía vidad, a tiempo que dice:
me la echaron a lavar;
Pico, pico melorico,
cada vez que me la pongo
quién te dio tan larco pico,
me dan ganas de llorar.
para que fueras a picar
El aguacerito manda
las hijas del viejo rico?
que nos hemos de sentar
En la puerta de la iglesia
(se sientan) tengo una taza de Leche,
tómate la na.ta,
el aguacerito manda
déjame k Leche,
l-.1.(? nos hemos de parar.
que es para mi ga.t a
(se levantan) que está muy /laca.

El aguacerito sigue mandando diver- El jugador a quien le haya corres-


sas acciones que los niños ejecu tan, pon elido la palabra "naca" se retira a
hasta que al fin d ice: un lugar determinado. mientras el re-
citador le dice:
El aguacerito manda
que nos hemos de abrazar. Córre, córre,
gaClinazo,
Se abrazan y termina el juego.
que te pico
el espinazo.
Luégo el jefe del j Ltego les pone se-
cretamente a los jugadores. nombres
de animales; y pregunta a l penado:
"En qué animalito se quiere venir?"
Si responde con el nombre de uno de
los animales atribuidos a los jugado-
res. el correspondiente "animal" ten-
drá que traerlo a las espaldas. Si no
acierta. vendrá a reemplazar al jefe del
juego, o a pF,tgar una penitencia que le
será impuesta de común acuerdo por
los demás jugadores.

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Flor , Ver so y Refrán
Reunidos en corro los jugadores.
Uno arroja un pañuelo a otro, y al
mismo tiempo le dice:

L legó Beltrán.
El que recibe el pañuelo pregunta:
Qué trajo Beltrán?
E l primero:
Flor, uerso y refrán. El Juego del Angel y el Diablo
El segundo:
Qué flor? Uno de los jugadores hace de án-
Una azucena (por ejemplo). gel y otro d e diablo; uno tercero de
Qué verso? jefe. da a cada uno de los demás el
"Anoche a la media noche, etc." nombre de 'una fru ta.
Qué refrán?
El angel.-Aquí viene el angcl, con
......EL que las usa las imagina (por
su bastón dorado, por una fruta.
ejemplo).
. . El jefe.-Qué fruta 7
El que ha recibido el pañuelo se lo
El angcl nombra una fruta. y si
arroja entonces a otro. y se repilen las
acertó con alguna de las que corres-
preguntas. Pierde el que repite la flor,
ponden a los jugadores, se la lleva.
el verso o el rehán.
El diabl.o. - Aquí viene el diablo
con sus tenazas negras por una fruta.
El jefe. -Qué fruta 7
Y el juego prosigue como queda in-
dicado, hasta que se hayan agotado las
frutas. Luégo se empeña una lucha
entTe el ángel y el diablo para arre-
batarse las frutas que cogie'ron, y ga-
na el que arrebate mayor número.

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Comadre Juana de Dios
Las niñas se dividen e n dos grupo.s
que se colocan frente !l frente. El pri -
mer grupo, can tando:
Veciné ta de mi lado,
comadre ]uana de Dios,
no me ha visto mi gallina,
copetón, tricolor?
El se(:!undo grupo:
Ay no, vecina, no;
que tal gallinita
no l1 e visto yo.

El primer grupo sigue cantando. y


d c~undo grupo le responde lo mis-
mo, después de cada cstr:ofa:
Pues cómo no, vecina,
que a su sala se den Lró,
y que este muchacho cl1ico
de las patas la cogió.
Ay no, vecina, no ; etc.

Pues cómo no, vecina,


que a su sala se d entró,
y que este mucltacho cltico
el pescuezo le torció.
Ay no, uecina, no, etc.
Pues cóm o no, vecina,
agua caliente le ecl1ó.
Ay no, vecina, no; etc.
Pues cómo no, vecina.
con yuca se la comió.
Ay no, vecina, no; ele.
Todas:
Por supuesto no hay con suelo
para el pobre corazón,
me lo pasaré diciendo:
gallinita, pió, pió, pió.
La gallinita y sus pollitos
. con que me mantengo yo!
.. t ... ;·

-120

Digitalizado
' Biblioteca Nacional de Colombia
.,
Los Pastores
Este juego tiene por fin divertirse
remedando a los anima les. Cantand.1
o reci tando:

Estando los pustores acostados a clor-


(mir,
OLilLero:-t los burros e lli ciero n así:
iltjuan , ih juan, ihjuan.
Estaudo los pastores acostados a dor-
(mir,
vinieron los perros e hicieron así:
guau, guatt, guau,
Estando los pastores acostados a dor-
(mir
vinieron Las cabras e Tl ici eron así:
meé, meé, m eé.

Y sucesivamente los demás anima-


les.
El Juego del Oso
Los niños están formados e-n corro y
asidos f uerlt'men le por las ma nos. Llc-
l;!a el CJUf' hace de oso. y se traba esle
diálogo:

.-De dónde venís, buen oso?


- D el al Lo del pozo.
~Qué ancláis buscando?
-Mtteftas cositas.
-Por dóncle las qcteréis?
- Por donde me las cliereis.
Entonces pri ncipÍa n girar la rueda,
y los niños la nzan "coces" a l oso. re-
pitiendo esle estribillo.
Ande la rueda y coz que Le cluela.
E l oso va agarra ndo hábil mente a
los niños y sacándolos de la rueda. Si
no lo hace con rapidez y destreza, lo
magullan los demás jugadores.

121-

Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia


Los Perritos
Los niños forman una cadena, pren-
didos de la mano. El que encabeza
pregunta:
-Cuántos perritos hay en el monte?
Le contestan:
,....,V einttuno y uno quemado.
-Quién lo quemó?
-Este perrito malvado.
-Métalo! Métalo por traidor.
Dicho esto, pasa toda la cadena por
debajo de los brazos de los dos pri-
meros. Se repiten las preguntas y res- El Juego de la Limonada
puestas, y vuelve a pasar la cadena
por debajo de los brazos de los si-
Varias niñas forman un circulo,
guientes. hasta que todos queden con
dándose las manos. Otra niña entra
los brazos cruzados. Entonces princi-
en el centro del circulo. Entonces em-
pian todos a hacer fuerza hasta que la
pieza a cantar y a dar vueltas:
cadena se reduzca a pedazos.
Madrugué una mañana
en el mes de abril;
me encontré una muchaclta
como un serafín.
Me pidió limonada,
yo le di café,
porque la limonada
se salió y se fue.
Al terminar el canto sale corriendo
la niña que eslá en el centro, y las de-
más la siguen hasta darle alcance. La
primera niña que la coja pasa a l cen-
tro del círculo. para empezar de nue-
vo.

-122

Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia


El Juego de la Maluca
Se hace un corro y las niñas ponen
las manos atrás. Una de ellas coloca
un objeto pequeño, sin ser vista, en
la mano de una compañera. Las niñas
cantan:

Ande la maluca
ande sin cesar,
la que no la tenga
sálgala a bu.scar
y si no la encue11;tra
ahí se puede estar,
todita la noche
hasta el aclarar.

El Cabrito Salí de mi Huerta


Los niños forman corro. Uno queda
en el centro y hace de cabrilo. Luégo
sigue es le diálogo:
.-Cab·rito salí de mi huerta.
-Señor, que no topo puerta.
....-Por donde entraste, salite,
que la toparás abierta.
El que está adentro hace lo posible
por salirse por debajo de los brazos de
los demás. y éstos procuran impedirlo.

!23-

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El Juego del Lobo
Las niñas forman en círculo: en el
centro la que hace de lobo.
Coro:

Reposemos en el bosque
mientras que el lobo no está,
porque cuando salga el lobo
quién sabe qué nos l1ará.
Lobo, estás?
El Lobo: ,......Me estoy poniendo las
medias.
Niñas: -Lobo, estás?

E;l Lobo: -ZVle estoy poniendo los Letra de Otros Juegos


zapatos.
Niñas: -Lobo, estás? En este alto me /alta un gato.
Quién se lo llevaría?
El Lobo: ,.......-Me estoy poniendo el f.!lartin Garabato.
vestido. Este no es, éste tampoco;
S igu e n las preguntas y respuestas. éste es muy parecido;
hasta que el lobo dice que "coge el éste sí es; córt·e, córre, gallinazo
bastón .. ; entonces sa le a perseguir a que te pica el espinazo.
las niñas. y la que atrape queda en
reempl azo suyo. -
En ctué caballito te quieres venir:
en el de la Virgen o en el del Señor?
En ninguno por no cansarlo.
En c[ué animalito: oveja, burro, vaca ,
(caballo 7.. .
E n la oveja.
Que salga la oveja por él.

-
Tun, tun, tun. Quén es?...- C hape-
Ión Cortés. ---Qué trae que vender?
Nigüitas y piojos. ...- Al rollo con él.
T un, tun, tun. - Quén es? Cl1apet6n
Cortés. -Qué· traes que vender?
Quesito y miel. ...- Eche acá; .nos lo
comeremos.

-124

Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia


Rctahilas para Echar la Suerte
Cuando en el juego d e la gambeta
o en cualquiera olro, se quiere desi~­
nar el que ha de sa lir primero, uno de
los muchachos cuenta pronunciando
estas reta híl a s. y sale aquel a quien le
corresponda la ú ltima sí la ba.
U-na vie-ja mata un ga-to, con la
pun-ta de un za-pa-to. uno, dos, tres,
cua tro.

Ene. le ne lu , ca pe napa nu, cm bn


la di sa ca. en lis lus.
Una dona lena ca lona, quina qui-
neta. esta ba la reina sentada en su ca-
En un plato de ensalada, comen
mareta, vino Gi l y apagó e l candil. gi-
todos a la vez. vino el rey. liró la es-
16, gilón, cuadrón. cuenta las veinte
pada y mató cua renta y tres.
que las veinte son.

La manzana se pasea. de la mesa a l


lVIama e hij a van a misa. mama e
comedor. no me maten con cuchara si-
hij a ha n de volv<'r. si no me la quiere
r. o con el tenedor.
creer cuénlaml" es tas dieciséis.

Pin pao. cayó una vieJa de medio


lao. y la vieja dijo: lio, leo. lao.

Mini, mini, mó; cachiuela varitó;


esin guí. csingó: mini. mini. mini. mo.

Palmo u no. pa lmo dos. pa lmo tres.


palmo cuatro. palmo cinco. palmo seis,
palmo siete, palmocho

T e la canela. sobaco de la vela. ve-


lillo velón. que su enen las doce que ya
casi son.

125-

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Juegos de Palabras
El interés de estos juegos está en Cuarlo ejemplo:
recitar rápidamente estas combinacio -
A llá arriba en aquel alto
nes d e palabras:
viene un potranquín,
crespán, crispín;
Primer ejemplo: crespa la cola, crespa la crín
crespa la mama y el potranquín,
En el campo hay una cabra ética, crespa la crín, crespán, crispín.
perlética, pelabrética, peluda, pelape-
Qttinto ejemplo :
lambruda ; tiene sus hijos éticos, perlé-
ticos, pelambréticos, peludos, pelape- En V élez hay una caÜe, en la calle
lambruclos; si la cabra no fuera ética, una esquina, en la esquina una. casa,
perlética, pelambrética, peluda, pela- en la casa hay una alcoba, en la alco-
pelambrudas; no tuviera hijos éticos, ba una cuja, en la cuja Ttay una esta-
ca, en la estaca hay una lora, en la
Segundo ejemplo: lora lwy una pata, en la pata hay un
dedo , en el dedo hay una nigua, en la
Una madre godable, pericotable y nigua hay una aguja, en la aguja hay
taratantable, que tenía sus lüjos godi- una hebra, en la hebra hay un nudo, en
jos, pericontijos, tarantijos, y taranta- -el nudo hay una pulga; la pulga en
bies, Les dijo: hijos míos godijos, peri- el nudo, el nudo en la hebra, la hebra
con tijos, taranti jos y taratantables; id en la aguja, la aguja en la nigua, la
al monte, godonte, pericondonte y La- la nigua en el dedo, el dedo en la pa-
rantandonte, y traed una Liebre godie- ta, la pata en la lora, la lora en la es-
ble godieb le, pericondieble y tarandie- Laca, la estaca en la cuja, la cuja en La
ble; y se fueron los hijos godijos, peri- alcoba, la alcoba en la casa, la casa
cotijos y tarantijos, al monte godonte, en la. esquina, la esquina en la ca'lle,
pericondonte y taratandonte y trajeron la calle en la ciudad de V élez.
la Liebre godieble, pericondieble, taran-
Landieble para su madre godable, pe- Sexto ejemplo :
ricondable y taratandable.
La gallina. nicaragua puso un Twevo
en el arado ; puso uno, puso do s, puso
Tercer ejemplo: tres, puso cuatro, puso cinco . . . . . .
(Y asi sucesivamente hasta donde
Estando la garza grifa con sus dnco
alcance In respiración).
hijitos garzos grifos, vino el garzo gri-
fo a engarzogrifar a la garza grifa y le
Séptimo ejemplo :
dijo élla : quíta de aquí, garzo grifo,
que bien engarzogrifada estoy con mis U na gallina. pinta, pipiripinta, pipi-
cinco hijos garzos y grifos. rigorda, rogonativa., ciega, y sorda; tie-

-126
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ne unos pollitos pintos, pipiripintos, Muy bien desantanguaringuntangu-
pipirigordos, rogonativos, ciegos y sor- ladas ; y el que me las desantanguarin-
dos. guntangulare, muy buen desantangua-
ringuntangulador será.
Octavo ejemplo:
Duodécimo ejemplo:
El arzobispo de Constantinopla se
quiere desarzobispoconstantinopolizar; Yo tengo un tío en Berlín y en Borlao
el que lo desarzobisconstantinopolita- y en ]arapita y en ]arapitao,
rizare muy buen desarzobisconstanti- y ese tío que tengo en Bcrlin y en
politanizador será. (Borlao
y en ] arapita y en ] arapitao,
Noveno ejemplo: me ha dicll.o que ni embirle ni me
(emborle
Esta noche •vendrá el murciélago y
ni me enjarapite ni me empitajorle.
nos desnarizorejará y se irá; y el que
lo desnarizorejare, muy buen desna- D écimo te·rcio ejemplo: (Otra forma
rizorejador será. del cuarto ejemplo) .

Décimo ejemplo: En esta villa tres Pedro Pérez Crespo


(había :
Doita Panchí/ida Pedro Pero Pérez Crespo el de arriba;
se cortó un dé/ido Pedro Pero Pérez Crespo el de abajo:
con el cuchífedo y Pedro Pero Pérez Crespo Crispín,
de don Zapaté{ido; Que tiene una yegua y un polranquín.
don Zapaté{ido Pero yo no busco ni a Pedro Pero Pé-
se puso bráuido rez Crespo el de arriba; ni. a Pedro Pe-
porque el cuchf{edo ro Pérez Crespo el de abajo, sino a
estaba amolá/ido. Pedro Pero Pérez Crespo Crispín,
que tiene una yegua y un potranquín,
Undécimo ejemplo: crespa la cola, crespa la crin, crespa la
Yo tengo mis cuatro tablitas. yegua y el potranquín.

Bucaramanga, marzo d e 1951.

{
Para Hacer Cosquillas al Niño
Se principia desde la manita hasta
llegar debajo del brazo del niño, di-
ciendo:
Tin, tin, la vaca pintada
y el buey talentón;
chorrito, chorrito,
hasta que llegó al pocito.

127-

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ENSAYO SOBRE
EL DESARROLLO
DE LA VIVIENDA
EN LOS
DEPARTAMENTOS
DE LA
COSTA ATLANTICA

ROBERTO CASTILLEJO
\ Miembro del Cen tro d e E sLudios
Folklóricos d el Atlántico

OCAS regiones del país h ay Las casas de la C osta pueden di vi-


P donde se dé una variedad tan
gra nde en e l tipo de la vivienda. tan -
dirse en cua tro clases en cuanto al ma -
teria l de las pa redes. a saber: de paja,
lo en lo que se refi ere al "estilo'' de cañas, de caf1as y b arro (ba hare-
como a l m a terial empleado y a la téc- que ) y de m ampostería; y en tres cla-
nica de la cons trucción como e n la ses en cua nto a l techo: d e paja . de te-
C osla A d á nlica. Aquí se encuenlral'l jas y de viga s, ladrillo y argamasa
desde el bohío pt'imitivo que movió a (azol ea). H ay que advertir que mien-
los conquistadores a d a rle a la región tras las casas de pa redes de pajn, de
de O ibuya el nombre de L a R amada . cañas y d e ba hareque. son siempre de
deb ido a l espacio cubierto por un a pro- lecho de paja, no todas las casas de
lon gaci ón del lecho. y sostenido por pared es de mamp ostería son de lec ho
dos horcones. que tiene el hohío de- de tejas o de azotea, pues m uchas lo
lan te. a ma nera de " terraza'' , hasta la tienen de paja, especialmente en los
casa de mampostería de techo plano, pu eblos. L a ra zón ,J e esla tena z super-
ll amndo de ·• azotea '' , casa q ue has l a vivencia del lech o de p aja. aú n aso-
donde yo sé, se en cuentra únicamen te ciado a la ma mpostería, es la de que
en la Costa, y es por consiguiente, tí- es más fresco y menos costoso con re-
pica de esta región. lación a las construcciones pequeñas.

129-
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que son. naturalmente. la gran mayo-
ría. A estos factores de carácter prác-
tico hay q rre agregar otro de carácter
sociaL a saber: la menor. y por consi-
guiente. TOás lenta influencia esp año-
la. lo que dio lugar a la supervivencia
de los tipos de construcción indígena,
y como consecaenda a un proceso de
aculturación, como el representado
( 1) Esta lámina muestra el bohío caribe-
precisamente por la casa de mampos-
arawak, qq.e fue el punto de par-tida
teria con techo de paja. Naturalm ente. para e'l desarrollo de la habitación crio-
esto no se refiere a Cartagena, Santa lla en la Costa: la "ramada" y un cuar-
Marta y Mompós, donde la vigoTosa to, es decir, primer "des_doblamiento"
influencia española impuso desde muy para la primera "segregación" de fun-
ciones. Además, es una habitación indi-
temprano sus tipos de construcción, y vidual para un hombre o para una mu-
eliminó, ya en la segunda mi:tad del jer, marido y esposa : segregación de
siglo XVI. el lecho de paja. y no so- sexos y de grupos familiares. Es copia-
lamenle las pared~s de 'paja y de ca- do dd dibujo pwblicado en la edición
ña. sino también las de bahareque. original de Historia General 1 Natur.al
de las 1ndias, de Fernández de Oviedo.
Mien tras en las tres ciudades nom- La descripción del bohío y su adopción
bradas se in staló desde el principio un y primera transformación por los con-
fuerte núcleo europeo, que casi inme• quistadores y primeros colonizadores,
diatamente se aisló del elemento indio. se transcribe con et te.xto del ensayo,
debido a l rápido desarrollo del comer-
cio y a la importación de esclavos ne- vían "con el arma a l brazo", patru-
gros. en el resto de la región, es decir. llando las zonas E¡ue iban siendo ocu-
en la mayoT parle del terrilorío. sola- padas poT los hatos. para precaverse
mente se fueron estableciendo lenta - de los ataques de los indios. o efec-
mente. durante los siglos XVI y XVll. tuando expedicidnes de castigo des-
especialmen te en regiones adecuadas pués de cada ataque de éstos. h rvie-
para la ganadería, pequeños n úcleos ron que prescindir de muchos de los
de peninsulares. crioll os, mestizos. elementos cultura[es que dejaban en
zambos y negros libres, en un nú.rnero España o en los centros urbanos ya
relalivameote escaso de poblaciones citados. y adoptar en cambio otros de
de menor importancia. donde v ivieron la población indígena entre la cual vi-
completamente rodeados de una pobla- vían. El indio. por su parl'e. que poco
ción india, in teligente. beltco.sa y muy a poco fue i nfiltrándose en los pobla-
móvil, con la cual se mant uvieron en dos y en Jos hatos, atrafdo por el ga-
guerra constante. y sólo muy lenta- nada, y qu.e a medida que fue esta-
mente. durante los tres siglos de la bleciéndose un régimen de paz. fue él
Colonia, fueron mezclándose y con- también haciéndose ganadero y mez-
fundiéndose. clándose con er colonizadoc contribu-
Estos ganaderos intrépidos. que vi- yó grandemente a la fo rmación de nue-

- 130
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vas costumbres, de una nueva menta- Esta gente traía elementos d e cultu-
lidad. y por consiguiente al natural ra campesina . como la lecher1a y su s
proceso de aculturación. productos (el queso y la cuajada); el
Por otra parte, desd e mediados d el cultivo de h uertos, C!J.Ue los indios ya
siglo XVII comenzó una nueva inmi- eonocían; la salazón de carnés.. que
gración. si nÓ muy numerosa, p0r lo se asociaba a la salazón de pescado
menos constante, de españoles de las que ya los indios pradicaban Jesde-
p11ovincías d el norte de España (país ant.es de la C onq.utsta, y la prepara-
Vasco, Navarra y Asturias}, que fJie ctón de embutidos, camo la buti[arra
aumentando a medida que la situa- catalana, que en lo que es hoy el D e-
ción económica Fue empeol"ando en la paFtamenlo de1 Atlán tico. comenzó
Madre Patria. y que d esd e comienzos coxo o una indushia doméstica en Sa-
del siglo XV1U fue refol'Zada Ji>Or 0tra banagrande. creció más tarde en So-
venida de las 11egiones del Este y Su- ledad y boy está ya popularizada en
d este, es d ecir, d e los an Uguos domi- toda l a Cos~a. A esta inmigración se
nios de la Cer0na de A ragón, a sabet: asocian , como es naturaL un gran nú -
Aragón. Cataluña, Valen._cia e Islas mero <Ie asturianos, vascos y catal a-
Baleares. Eran gcnle de ' traha1o. pe- n es, y la supeTViven.cia Lodav:íp. aun-
q ueños comerciantes, buho1;1eros, arte- que ya en forma ocasional. d el tipo d e
sanos, lahriegos. que venían con un ojos claros y cabe11os rubios o casta-
pequeña peculio y su experieneia eB ños.
el reS"pedivo oficio, y e;o su mayor par- Muchas de e:stas gentes trajeron la
te selteros. N a traían otra ambición tradición de la casa de paja a dos ver-
que la de establecerse, casarse. fundar tientes, con puerta en la cula ta y ven -
una familia y asegurarse paFa sí y pa- tanas pequeñas {la ba.,mca de Ia Huer-
ra los su¡yos una vida sencilla, pero ta V alenoiana ) y de la casa, también
segUl'a y tranquila. Casado~ Ct;>n Grio- de techo de paja a cualro ve'I'tientes.
Ilas de clase modesta, h:a bajadoras y de las aldeas de las monañas de As-
buenas amas d e casa, muchas de ellas turias. Fácilmente adoptaron. por con-
mestizas. y no infrecuentemente con siguiente. el bohí0 caribe-arawac, que
mulatas e indias, y a veces inclusive reunía a la puerta en la culata y las
con negras 1ihres, muchos de ellos rue- ventanas pequeñas. el techo a cualiro
ron f.undando por grupos pequeños vertientes. "] cuya ramada era más efi-
"sHtos'', que eon el €orrer d el tiempo caz para p:roteger efe los rayos del sol
se volvieron pueblos, y cuyo ori gen que el emparrado que sombrea el fven-
humilde lo testi fican los nambres a ve- te de la barraca.. Lo asociaron a sus
ces sirnplemente descrjptivos, como E l propias lo11mas de construcción, intro-
Piñón, El Cerro, La Barranca, El R e- · duj eron el bahareque. tdonde todavía
tiro. y Poned era; o de Santo T amás, n.o existía. y comenzaron a modificar-
Candelaria y el Palmar de Candela- lo, mlentras el indio d e las pabl acio-
ria, o del fundador. o d e uno d e las nes vednas adoptaba los nuevos Upos
fundadores d el sitio: E l Palm ar d e de casa, y también los modificab a. A -
Varela o Isabel López. gregaron al cultivo de los frutales na-

131-

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tivos ,...-nisperos, guayabas, papayas, jor dioho. la única rigurosamente pri-
piñas. caimitos. etc.......- los de la penín- mitiva, es la ele ~a,.edes y techo de pa-
sula: naranjas, limones, me lones. san- ja. prob ablemen te pertenecjentes a
días. y en muy pequeña escala la uva; una cultura anterior a la carib e-arawac.
introdujeron el cultivo del arroz. aHí Se la construye cuadrada, o e n forma
donde fue posible, a&ociándolo al de paralelogram o. sobre una armazón
maí.z; se Iamiliaríz.aron con la yuca, la de horcones y cañas, o liras de gua-
batala, e l ñame, l a auyama; adopta- duas clavadas a los horcones o suje-
ron su cocido a los nuevos e lementos tas con bejucos longitudinalmente. La
p aFa h acer el sancocho, y así pusieron paja se fija por medio de una especie
las bases. jun to con el criollo y con e l de tejido. comenzan d o de abajo ha-
indio, del futuro desarrollo de la cul- da arriba. Se dobl a un manojo de
tura campesi na en la r egión. paja de enea de poco más ele un me-
tro de largo, y se p asa la punta do-
Examinaremo-s a hora los dos prime-
bla({a o "cabo'', por encima de la se-
ros tipos de habitación, ambos indios,
gunda lh1 ea de cañas, de fu era h acia
pero antes es convenie nte llamar la
adentro. El "cab 0'' se pasa entonces
atención al h edlO ímp0rtante de que
por encima Cle la pt·i:rnera línea de ca-
la vivienda campesina. en todas p ar-
ñas·, de manera que q uede hacia af ue-
tes, no es. hasta ya bien avanzado su
ra, de modo que el r esto d el manojo
desarrollo, una sola casa ongánica-
que cuelgue por fue'ra lo cuL.ra. Asi se
menle desarrollada. fonnando u n a uni-
continúa colocando manojos hasta ter-
dad c._ompleta con todas sus p artes
minar esa hilera de un lado de la ca-
,...-tipo que representa el fin de la ev0-
sa, y entonces se con tinúa con Ia ter-
lución,..-J sino un "conjunto'' de pe-
cera línea de cañas . C u ando se ha ter-
queñas construcciones destinadas a
minado una pared, se continúa con
diversos usos: dol'lllitorio, cocina. gra-
las otras. Natura lmente la presión de
nero. baño, excusado. cahall.eriza, etc.,
la paja por fuera, sujeta los cabos
cada una de una sola pieza. excepto.
contra las líneas de caña. El techo s.c
generalmen te, la prtncipa l. que es de
empaja de la misma manera.
dos piezas, y que en los poblados d a
a la calle. Los conqui stadores llam a- Por fuera su aspecto es n;lUy primi-
ron eslos conjlimlos indios "cercados", tivo, pero por denlro no es feo. Tiene
porque estaban rodeados de un a cer- la desventaja de que es muy difícil ha-
ca. T ambién h ay que adverti r que en cerle luces, y por eso se la: construye
el conjunto pueden vivir varios m atri- con solas las dos pue.,.tas que dan a
monios, casi siem pre unidos por al- la calle y¡ al palio, y esto la hace os-
gún vínculo de parentesco, y que en cura y poco ventilada. El piso es de
ese caso €ada matrimonio tiene su tierra.
dormitorio constru~do aparte, mientras Las puertas se construyen cerca de
las otras construcciones son de us.o co- una de las cu la las, una frente a otra.
mún. E n el interior, hacia el fondo, en la
La h abitación más primitiva, o me- parte menos visible, se coloca la cama

-132

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( 11) Et presente dibujo maestra una casa de bahareque, ya de dos caai·tos. La "rama-
da'' ha sido convertida en Citarlo pero con tres puertas; una de ellas en la culata, indu-
dablemente, para hacerlo Lo más abierto posible, es decir, lo más ccramada". Como la
Guajira está ahora en u.n período de trq,nsición de la caña -al bahareque, y del bohío
de cuarto y ramada a la casa de do.s cuartos, resulta muy interesmtte, para apreciar
el primer paso evolut.ivo.

de la marer, las esteras de los mucha- ro con mayor frecuencia tiene sola-
chos. o los ch inchorros de los niños mente w1o o dos {pgones. La batea de
chiquitos. Un baúl, o canastas para Ia~1ar se coloca debajo de un árbol. El
g uardar cosas. De clavos en los hor- baño está formado con seis estacas en-
cones cue.lgan piezas de ropa, mochi- tre las cuales se colocan, para formar
las, el machete, etc. El hombre cuel- paredes, lámh1as ~iejas de zinc, tabla'>,
ga su hamaca entre las dos puertas. telas de sacos, etc .. fijas a dos hileras
En el patio. detrás de la casa, pero de valias o palos de cerca. cl avados a
un poco a un lado. generalmente no l as estacas. No tiene techo. El excu-
hay más que la cocina: un techo de sado. cuando lo hay. es una eslructura
paja en forma de caidizo, sostenido semejante a la del bañ"o. que tiene
por cuatro horcon-es. Algunas veces la dentro un hoyo sobre el cual se atra-
cocina tiene una pequeña hornilla, pe- viesan dos pedazos de madera que por

133-

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su forma se ajusten bien al suelo y reque, la madera y la mampostería. a
den alguna garanlía de estabilidad m edida que crecen las pobladones.
para ponerse sobre ellos en cuclillas .
Esta casa representa ya un tipo de
Sin embargo, qujzá, por ra2ones de
construcción más avanzado. Ya hay
higiene, se prefiere ir al ''monte'' para
una idea, un propósito determin a-
satisfacer ciertas necesidades.
do: adaptar la habitación al clima,
Ya esre tipo de casa. indudab le- dotándola de un sitio fresco donde pa-
mente muy antiguo. va desaparecien- sar una gran parle del tiempo, dedica-
d o. So lamente se le encuentra en pe- do a varias actividades: coser. limpiar
queños caseríos de a na sola ca lle. con y vestir a los niños. comer, etc. D entro
dos o tres cu a dras, de manera que los se guardan las cosas y se duerme. En
patios de todas las casas dan al cam - las noches muy calurosas. el marido
po. Ya en la época de la Conquista cuelga la hamaca en el cobertizo. Du-
debía ser raro. Se Lrata de una super- ranle el día se cuelga lambién el chin-
vivencia. cbordlo del hijo chiquito.
En los conjuntos campesinos de po- La construcción del cobertizo en for-
blaciones más próspe:ras. lanlo en las ma de prolongación del techo revela
rozas com o en los poblados. se le en - también mayor técnica.
cuentra algunas veces, muy pequeño.
Los conquistadores en contraron es-
como granero, cerrado por tres lados
ta casa en Santo Domingo, en las cos-
y abierto por el otro, que da al patio.
tas de C ofomhi a y en Panamá, y les
La casa de paredes de cañas se pareció bien construída. de buen pa-
construye también sobre horcones, co- recer. y muy adecuada al clima. Pedro
mo la de paredes de paja. L as pare- Martyr la menciona y llama "atrio" a[
des se fo-rman colocan do cañas entre cobertizo o ramada. Ta1nbién hablan
los horcones, apoyadas contra tra;v-e- bien de ella Oviedo y Juan de Caste-
saños también de cañas, a los cuales llanos. El primero dice :
se fijan clavándolas o atándolas con " Otras casas o buhíos 'h aeen así
bejucos. El techo de paja es a cuatro ~nesmo los indios, y con los mesmos
vertientes. Se le encuentra general- materiales; pero son de otra fabrica-
mente en el interior de los conjuntos ción y mejores en la vista. y de más
campesinos. tanto en los puebLos co- apossento, e para hombres más prin-
rno en las roz a s, como habitaciones cipales e caciques ; hechas a dos aguas
individuales. En estos casos con fre - y 1uengas, como las de Jos christianos,
<::uencia tiene un coherti~o delante de e assi de postes o par:edes de cañas y
la puerta, y en muchas ocasiones el maderas, eorno está dicho" . ..... "y
cobertizo está formado por una pro- en las principales hacen unos porta-
longación del telch.o sostenido por dos les que sirven de zaguán o recibimien-
horcones, e.onH> en el bohío caribe- to, e cubiertas de paja. de la manel:'a
ara:wac. El piso es de tierra. V a des- como yo he visto en Flandes cubiertas
apareeiendo desplazada por el baha- las casas de los villajes o aldeas. Y si

-134

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lo uno es mejor qLie lo otro e mejor tipo de construcción circular n0 exis-
puesto. creo que la ventaja tiene el co- tía, o iba desapareciendo. replegándo-
brir de las Indias a mi ver, porque la se de las cost~s. como lo prueba el
paja o hierva de acá, para esto es mu- hecho de que Castellanos lo mencione
cho mejor que la paja de Flandes". con relación a los valles altos del río
(Véase la lámina 1). Don Diego, en tierras de Tayronas.
Es pues posible qLte los bohíos de
Üviedo, en su excelente descripci.én,
construcción rectane-uiar, mejores en
comete sin emharg·o un et:ror, al decir
la vista, y de mas ap·a ssento. e para
q ue el fecho es de dos aguas. pues en
hombres más principales e caciques".
re·a lldad es de cuatro.
represente un movimtento de cxpal')-
Más adelante escribe que ya los es- sión de ese ti¡¡>o ele construcción. así
pañoles las hacen con sobrados y de como los bahios de tip0 r:edonde de
dos pisos, y q·l.le son tan buenas que las partes altas del rí.o Dbn Diego re-
cualquier señor podría aposentarse en presentarían un movimiento de r:epfie-
ellas, y nos informa con gran satisfac- gue. El hecho de que las casas de· los
ción que é'l se construyó una en Santa hawacos de la Sierra Nevada sean de
María La Antigua, ~an buena que en construcción circular, y en cambt0 Iec-
ella "se pudiera apossentar un prínci- tangulares las de Urabá. en el otro
pe". con aposentos altt>s y bajos, en extremo de la costa. descritas por Cie-
medi.o de un huerto y sobre la ribera za de León e son a manera de Fama~
de un gentil ría. das largas de muchos estantes" ), pa-
recen probarlo:
Por su parte Castella'nos "canta": T o.d avía en la Guajira, donde ac-
tualmente se está en el tránsito de la
"Poblaciones m~rcanas a los ríos,
caña al bahareque, se construyen es-
con sus calles bien puestas y ordenadas
tas "ramadas"', pero muy pobremente,
Juertes y pontenLísimos buhíos,
quizás deb)do a la falta de materia-
y a las- puertas grandísimas ramadas
les adecuados.
pa11a gozar del fresco de los fríes
uíentos, en las calores destempladas; Antes ele terminar con este tipo d'e
y por ser general aqueste uso co~sl'I'!Tcción, en el cual nos hem0s
el nombre de Ramada se le puso". detenida de inlento. por consid.erar que
uno de sus elementos: la ..ramada" .ó
Castellanos se refiere parlicuiar- cobertizo. y ~~ motivo que lo determi-
men.te a la región de Dibuya, pero en nó, es decir, la necesidad de segregar
realidad se empleaba en las islas y. en aun.q1-1c todavía en escala pequeña, las
Tierra Fir.me, especialmente en la cos- diversas funci0nes de la vida familiar,
ta de Colomkia y en Panamá, pero por una par.te, y la de adaptar la far-
mientras en las islas era más común ma de conshucción al clima, en la lu-
un bohío de construcción circular, pa- cha can el me4io, procurand0 dotar
ra gentes más pobres. parece que en la la casa con un sitio fresca para defen-
costa de Colombia y en Panamá, este derse de "las calores destempladas",

135-

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( 111) Dos casas : una «sencilla" y otra "doble", ambas de dos ctwrtos y aún con la
entrada por la "culata" y ésta para La calle. La casa doble, de la que sólo se ve una
parte, tenía un "callejón", hoy cubierto por un canal; sin embargo, este callejórt
apareee todavía abierto hacia el patio. La canal es une~ adición posterior y el techo de
tejas de una de las partes (la visible), es reciente e impuesto por prohibieiórv munici·
pal de construír ...t~chos de paja dentro del perímetro de la ciudad.

~.
'f..."~·- - V/)<!' \
..
;
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han subsistido tenazmente hasta eT pre-
sente, y han constituido ef moti\ 0 cle-
7

te·rminante que ha guiado. m ejor d e-


beríamos d ecir determinado , el des-
arrollo de la habitación en la Costa
hasta su etapa finaT.
o nos detendremos a describir el
procedimiento por medio del cua l se
construyen las paredes de bahareque,
ya que se trata de un género de cons-
trucción bien conocido en tod o el país .
Más importante e5 observar que en
la Costa el baharcqLte aparece espe- ( IV ) Casa de dos cuartos (sala con
cialmen te a~odado a la casa d e dos puerta y una ventana y alcoba con ven-
cuartos, n·o porque no se encuentren tema) ·y a completa, qt¿e ha girado sobre
su eje para presentarle a La calle lo que
conslmcciones de uQ_s.olo cu arto de nosotros consideramos el frente. Este
ese m a teria L o casa de paredes de prim,er periodo de la evolución quedó
mampostería de dos cuartos. sino por- terminado. La casa es más wnplüt y me-
que éstas úl timas son raras. y las pri- jor constwuida. Puede notarse, además,
qu.e hay un ensayo de ornamentación
meras están siempre relegadas a f inte-
en colores.
rior de los patios, r.a sea como dormi-
tor.ios separados. ya como depend<:-n -
cias de otx:o género, tales como cocÜ'Itl., mente para da:rle más independencia.
baño. granero. ele. En cambio Ia casa Es el dormitorio d e nas mujeres y el
ele dos cuartos es casj universalmente cuarto donde se guarda todo el ajuar
de ba hareque. y se la encuentra como domésli:co. L a salita es sala de día y
conslra.cción pri'ncipaT. sobre la calle. alcoba d e noche. Por la mañana se
ya sea en los conjuntos semi-tribales, recogen las camas. se enrollan las es-
donde viven dos o tres matrimonios, leras y se descuelga la hamaca o las
ya sea en los conjun tos donde vive hamacas. Por la noche se abren de
una sola familia . nuevo las camas, se d esenrollan las
En los primeros de dichos conj untos esteras y se cuelga la hamaca. Es el
la casa es sencilla, mejor dichó pobre. <.tormit'orio de los hombres : el padre y
generalmente sin encalar. stmplement·e los h~jos.
"empañolad a'', y aon las puertas 'Y La movilidad que caracteriza los
las rejas de las venlanas si n p in tar. muebles de la sa lé}-a lcoba, es lambtén
El cuarto que generalm.ente se deno- una caracterf.stica de sus inquilinos, o
mina sala, liene un a puerla a la ca - mejor dicho de paute d e ellos : l0s lü-
lie y otra al p<.1tio. colocada d:irecta- jos. A medida que van creciendo, si
mente frente a la otra . El otro cuarlo. no se casan , se van "saliendo" a dor-
la alcoba, tiene una ventana a Ta ca- nli:r a otra parle del conjun to : en u n
lle y una puerta al patio, rndudable- pequeño coberliz() que hay a veces

137-
........

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detrás de la salila, en Ia cocina, o ta. la$ reías de las ventanas y una ce-
donde quiera que se pueda colgar una nefa de diverso ancho en la parte baja
hamaca. Los inquilinos de la alcoba de la pared (Lámina lll. Foto 2).
son tan permanentes como el ajuar. En estas casas aparece ya un ane~o.
Las hijas duermen con la madre hasta en forma de un cobertizo detrás de ia
que se casan. Un cfetalfe muestra la casa. No se constf'Uo/C como pal'te del
raigambre de esta tendencia a la se- techo, e_o mo en las casas de lipo "bo-
gregación de los sexos, notable en es- hío'', sino como un techo independien-
tos campesinos entre los cuales prácti- te, ruado al borde de la armazón del
camente no existe el matrimonio legí- techo de la casa, y sostenido por hor-
timo, y entre quienes sería natural es- cones hacia fuera. A veces es enteri-
perar una relaliva promiscuidad de los zo, es decir. ocu}!la toda la parte po~­
sexos en lo que se refiere a las funcio- tel1ior de la casa. Sirve de comedor.
nes de la vida doméstica, dentro de la como cuarto de labor, ocasionlamenlc
más completa decencia. naturalmente: para dormir, r para sentarse a l fresco
en el ca.so de q,ue ya no vivan más en cuando el sol da en. el frente de la
la casa que el padre viejo y una h ija casa.
que se quedó "$in casar", el padre
continúa durmiendo en la sala y la hi- Con frecuenci(l el anexo aparece
ja en la alcoba. más desarrollado. Se deja como c-ober-
tizo detrás de la. sala, y se prolonga
Como hemos insinuado arriba, al en forma de u n cuarto estrecho, gene-
hablar de los dormilorios ocasionales ralmente designado con el nombre fa-
de los hijos. la casa tiene a veces un miliar de ·· cuartico''. detrás de la al-
J!lequeño caberliza detrás de la sala. coba. Se comunica con ésta por una
hacia el patio, pe1·o esto es más bien puerta, y tiene otra que da al patio.
poco frecuente. A veces a la parte e¡ue queda detrás
de la sala, se le construyen medias pa-
En los conjuntos que podríamos Ila~ redes, de dos tcn·cios de altura con res-
mar particulares, es decir, donde vive pecto a [a altura entre el teeho del co-
una sola familia. cuy,a situación eco- bertizo, dejándole, como es natural.
nómic~ es, naturalmente. más desaho- una puerta al patie. EL espacio entre
gada. la casa se construye mejor. y ya los hoTcones. encima de la media pa-
en sitlos menos alejados d_el centro de red, se deja libxe u:nas veces. y otras
las po1laeiones, tanto en los pueblos se llena eon un enrejado he.cho de
más grandes. como en las ciudades. zunchos, o en a lgunos casos con lis-
Desde luego, los cuartos s<m más toncitos de madera, cuuzados oblícua-
grandes, las paredes más altas, la sala. mente, en forma de rombos (en len-
además de la puerta, tiene una venta- guaje papular, alfajores). Este peda-
na a la calle, y tanto ésa como la de zo del cobertizo queda conv.ettido en
la alcoba son más grandes. También un pequeño comedor, alargado. pero
se inicia la ornamentaci6n en colores estreeho, como el euartico detrás de la
del frente de la casa: se pintan la puer- alc.o ba.

-138

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El cuartico se usa sobre todo para jns arriba mencionadas, que eran ca-
guardar cosa~. pero ocasionalmente raGI'erísticas de la ramada.
puede servir de alcoba. También en eL
Es también natural suponer que
com edorcito se puede "abrir", si es
cua ndo comenzó primero. y se intensi-
necesario, una cama.
ficó más tarde la inmigración catala-
L a casa de b a hareqae de do's cuar-
na y valenciana. a medida que los re-
tos se construye en una fo'l'ma típica
cién llegados se fueron estableciendo
en el campo, fuera de los pobl ados , en
por grupos de dos. lres o cuatro fami-
las rozas y en las pequeñas fincas ru-
lias, en los diversos "sitios", e radi-
rales . Al CLrarlG que sirve de sala-dor-
cando en los pueblo·s d~ indios, donde
mitorio se le abren tres puertas en vez
con frecuencia se procurarían consor-
de dos : las de los lados y una en la
te. a lgunas veces se construirían casas
culata. En este caso es lo probable que
del lipo "barr.aca", de bahareque y dos
se tenga la impresióh ment a l de que
cuartos con ¡:merla en la culata; o tras
la cu la ta es el frente de la casa, cual-
veces adoptarían el bohío, agregán-
quiera que sea. imaginalivamenle, el
dole un cuarto más a l rondo; todavía
del conjunto, sobre todo cuando éste
en otras ocasiones constJmirian la ba-
no está cerca a l camino, para que éste
rraca de dos cu artos y le adaptarían
sirva de ol'ien tación para determinar
La ramada, y finalmente otras veces
la posición de aquél.
harían la barraca de dos cuartos. pero
E sta construcción rural de la casa ah:viéAdole tres puertas al primero, pa-
de dos cuartos 'es particularmente in- ra asimilarlo a la ramada.
teresanle. pues es probable que cuan-
do se originó en el arreglo del primer Nos parece u11 delalle sigl'üficalivo
cuarto con tres puertas subsistiera la qúe en la Guajira. donde, como he-
idea de la ramada del belúo. Se quiso mos dicho. se está ahora en el trán sito
cons truír un cuarto que tuviera l as del bohío de paredes de caña a la ca-
ventajas de la ramada, a saber: más sa de b abareqLle de dos cuartos. en
Juz, más aire y mayor facilidad para los caserios de los campos de pasto-
entrar y salir en todas direcciones. En reo, el cuarto del frente se construya
ese caso, las puertas laterales corres- precisamente con tres puertas. Es de-
ponderían a l espacio entre los horco- cir. se está transformando la ramada
nes y las paredes del bol1io, y la puer- en cuarto, pero de tres :puertas (Lámi-
ta de la culata , al espacio entre los na TI).
dos horcones del frenle.
Que los colonizadores d.e l sucleste
Es probable que al mismo trempo de España traje1:on consigo Ia idea de
ocurriera que los indi0s. espectalmente la barraca. y que aquí la construye-
los principales entre ellos. a medida ron. parece comprobarlo otro tipo de
que aumentó su contacto con los colo- la casa de dos cuartos, construída con
nizadores, tra taran de modificar el bo- la culata a la oall e. unas veces sin po-
hío. reemplazando la ramada por otro yos en el Frente. y otras veces con ellos
cuarto, pero conservándole las venta- a los l ados de la puerta. como en la

139-

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b arraca (Lámina lll. f-'oto 1). Que migración catalana . hace m ás de un
no pued e lral ars<' d e una tran sforma- s iglo. y q ue toclavia hoy se construye
ción ya completa del bohío en b arra- e n una ci udad como Barranquilla, in -
ca. parece demostrarlo el h echo de clusive de paredes de tablas cuidado-
q ue esta construcción sen muy rara. y samente arreglad as, y con techo de le-
en cambio se haya conservado la cons- jas. y con una ven ta na en el fren te
trucción de lipo b ohío, de casas de un adem ás de la puerta, aunq ue el moti-
solo cuarto con ramada. construída ya vo inmedia to sea la estrechez del te-
sen con paredes de caña, o con pare- rreno.
des d e ba hareque; pues en ese caso el
proceso natura l ha bría sid o que la T erminado el examen de los tipos
nueva con strucción hub ie-ra lentamen- d e casa que podríamos ll ama r prima-
te elimin ad o la anterior. Por otra par- rios, a falta de otra d es ignación , tal
te. t-ratándose d e una inmigración que como se fijaron de manera q ue h an
dejó huellas nolol'ins. inclus ive en el subsis tido hasta hoy . d eb em os hacer
ti po fí sico de parte. a unque pequeñ a, ahora un esquem a de la distribución
de la población . seria realme nte ex- de .las d~versas habitacion es d el con-
traordina rio q ue no la hnbiern dejado junto a que nos referimos en la p ági-
también E'rl la con strucción de la v i- na 3, tanto en s u forma de conj untQ
vienda. S i este tipo de casa es tan es- de lo q ue podríamos llamar familia-
caso, se d ebe, sin duda . al corlo p erío- tribu, como en s u aspecto de conjtmlo
d o de tiem po q ue duró esa inmigra- rigurosamente familia r.
ción (menos de un siglo); a su d ifu - No es el caso estud ia r aquí si el se-
sión en todo el territorio. en p equeños gundo es solamente el primer paso pa-
grupos aislados, lo cua l debilitó su ra tran sformar el pr imero d e un con-
inUuen cia; a que ya en contró en los junto sem i-triba l en una casa d e fami-
pobl ados. por lo me nos en muchos de lia, o si, al contrario, el primero se mo-
ellos, la casa de dos cuartos construi- deló sobre el segundo. una vez que es-
d a lon giludina lmcnle sobre la calle, y te apareció en un momento d ado. co-
finalmente a que en las rozas y fin cas mo resultado d e la for mación de los
rurales. a la vez que contribuyó a poblados de los cotoni ~adores, así pe-
transfonn ar el bohío, sufrió la influen - ninsulares como criollos; como tampo-
cia de éste para su propia tran sfor- co es el ca so invesliga r si en r ealidad.
mación . como es lo más probable, ambos no
son una modificación del antiguo cer-
C on todo. q ue esa forma d e cons-
cad o indio, p ara ada ptarlo a la nueva
trucción responde a las modalida des
organización doméstica, resultado de
menta les de gran p arte de la p obla-
la colonización.
ción, qu izá por e ncarnar la mism a
idea del bohío. de fondo m ás largo Lo q ue ahora nos interesa es des-
q ue el frenle. y p uert a en la culata. lo cribir esos conju ntos. ya que así se po-
pr ueba el h echo de q ue se siguió cons- drá apreciar m ejor. después. como. si
truyendo después de terminad a la in- no estamos fundamenta lmente equi-

- 140 ,, .. t¡ ..

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vocaaos, la casa que h emos llamado caballer i:&a respecto al ala derecha, el
criolla. por oposición a la casa "es- baño y excusado, separados.
pañola", tal como ella se fijó también
Las construcciones. como se ve, se
desde una época temprana. es el re-
agrupan a tres lados del patio, for-
su ltado de la ptOg.rcsiva incorporación
mando -un frenle y dos alas. Entre la
de las diversas partes del conjunto.
casa principal y las cercas medianeras
primero en dos grupos a los dos lados
de Ios conjun tos vecinos queda un es-
del patio, más tarde en una sola cons-
pacio libre. Queda también un espa-
trucción, debido a la fuerza de alTac-
cio, más estrecho. entre las alas y las
ción , digamos asi. que el elemento
cercas. y en tre la cabaileriza, el baño
principal comen zó a ejercer sobre los
y el excusado y la cerca del fondo. A
otros, una vez que se ins taló sobre la
los espacios entre las alas y las cercas
calie. en la forma de la casa de dos
se les da eL nombre de "callejondfos",
cuarlos. y comenzó a crecer y a tran s-
o uno más expresivo, "mangas de ai-
formarse, a medida que creGieron tam- .
re .
. bién la-s poblaciones, y sus habitan -
tes dispusieron de :u na técni<!:a más La cocina e..s simplem ente ~n cober-
perfeccionada y de mejores matel'i,a- tizo. sostenido por cualt·o o seis hor-
les. cones, según su longitud. En uno de
sus lados, ju nto al lavadero. tiene la
La qlle hemos llamado casa princi - horniiia. de dos o tres Eogones. Tam-
pal .-de dos euarlos.- está, como he- btéo h.ay uno o dos fogones en el sue-
mos dicho, sobre la calle, y en el me- lo. heches con pied ras o con ladrillos.
dio del frente del terreno. excepto Estos fo.gones se usan gene-ralmente·
cuando es de esquina. pues entonces cu ando se van a emplear vasi jas gran-
la casa se construye siempre en la es- des, como latas vacías ele petróleo, lla-
quina. A la derecha de la casa, y ha- madas impro¡:>iamente "galones'', para
cia atrás, está la cocina. un p oco más hacer bollos. pasteles. etc .. o pa-ra her-
larga que ancha, y construida longitu- vir agua con algún otro fin. De esa
dinalmente a la cerca medianera del manera se Te-s facilita el trabajo a las
conjunto vecino, y por con siguiente, muj'eres. A veces p ueden servir para
formando á11gulo con la casa princi- calentar planchas, pero muy raramen-
pal. D espués sigue el lavadero, y fi- te, pues muy pocos conjuntos carecen
nalmente. en la misma dirección, per0 de uno o dos bt:aseros o anafes, de me-
ya junto a la cerca del f<mdo , la caba- lal ó ele b arro. para ese fin. Si fa co-
llert~a. cina es pequeña. para mayor comodi-
dad se colocan fuera los fo·goQes,
A la iz.quierda de la casa, formando cuando se necesilan.
olra a la, están dos o tres habitaciones
fa miliares, es decir, habitadas cada Algunas mujeres tienen su propio
una por tma fam ilia : padre, madre e fogón junlo a Slt rancho o cerca. ba-
hijos: el granero, y, al fondo, junto a jo un árboL. En ese caso se trata de
. la cerca, en la misma ~osLción de la adquirir mayor
..._ independencia y evi-

141-

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tar un disgusto, en un momento dado. No está de m ás anotar que es muy
por el uso de un fo gón, ya sea en el raro el labriego que no sea dueño de
suelo. o ya en la hornilla. su burro. Los cronistas anotaron que
El lavadero, como la cocin a. es un no había indio de esta región que no
cobertizo más pequeño, sostenido por tuviera su canon. H oy se puede decir
cuatro horcones. En el centro se cla- que no hay campesino que no tenga
van tres estacas con horquetas, para su burro. Por eso se desconoce el "car-
colocar las bateas. I .a posición de las guero" . En cambio, cuando se visita
estacas, dos de las cuales son más al- por primera vez un pueblo, sorprende
tas que la otra, está arreglada para el número de burros, .-cada uno con
que la m ujer, mientras lava, le dé el su jinete, desde luego,...... que salen del
frente a la cocina. o co n menos fre- pueblo por J,a mañana y regresan por
cuen cia , h acia la cerca medianera. pe- La tarde. U n ami go me refirió que una
r~o muy rara vez hacia el palio del con- tarde, entre S y 6. en un~ so lo de los
junto. tres caminos que ll evan a un pueblo.
E l lavadero, como la cocina . es en donde él est·aba. bab ia con tado más
principio de uso común. Sin embargo, de cuatrocientos burros. Sin embargo.
como en el caso del fo gón, con Fre- por el día n o se ven. a unque por la ma-
cuencia cada mujer tiene su propio la- drugada y por la m añana bien tem-
vadero. que en ese caso se reduce a prano sí se oyen. Canto de gallo, la-
las tres estacas indicadas clavadas a drido de perro y rebuzno de burro son
la sombra del árbol más cercano a la ruidos familiares en los pueblos de la
respectiva/ habitación. En todo caso. C osta.
cada mujer tiene su propia batea, y se- En cuanto a la construcción de los
ría casi una ~ergüe nza no tenerla, pues ranchos ramiliares, ya la hemos des-
sienten por ella especial est imación, y crito anteriormen te. Baste recordar que
s u tama•í o y la calidad de su madera son más comunes los de paredes de
es para e'llas molivo de satisfacción y bahareque, y que aumentan en pro-
orgullo. porción al tamaño de los pueblos. Ya
La cab a lleriza, que en realidad de- hemos anotado que van desalojando a
heria llamarse "burrera". pues son b u- los de paredes de caña. Casi Lodos tie-
rros y no caba llos los que a llí se tienen, nen un coberti zo delante, con struído
es también un cobertizo sobre horco- a veces como prolongación del techo él
nes, más o m enos largo según el nú- cua tro verlien Les (tipo bohío); otras
mero de bestias que se tengan, núme- veces en forma de techad o o "caidi-
ro q ue generalmen te corresponde al zo", fijo a la pared o a la base de la
número de hombres que habitan en el armazón del techo. En ocasiones se
conjunto. Sin embargo, el inquilino construye el cobertizo independiente-
de la casa principal. que es general- mente, sobre cuatro horcones, delante
mente el dueño del terreno y el más de la puerta, como se hace con los pa-
acomodado. a veces tiene más de un a rrales.
bestia. E l cob erlizo, queremos insistir en

-142

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esto, es el punto de l'CUmon de la nómica de l0s inquili nos, ,.-.ya que ellos
familja. C ontra los marcos de la puer- mismos los construyen y se procu ran
ta y los horcones, se recuestan los "ta- los materia les- depende de su mayor
bretes" (taburetes ). con asiento y res- o menor laboriosidad, de su espíritu
paldo de cu er0 curado pero sin curNr, de orde n. y del grado de consjderación
para sentarse a conversar, comer. etc. de qtre gocen las mujere~. E s obser-
De vez en cu'<!ndo, de un rancho a vable que entran en esto el factor ra-
otro v iene una persona a tratar al go , cial, la prosperid ad de l as poblacio-
pero en genera l la conve rsación ínter- nes, y stt m ayor o menor contacto con
familias se h ace de coberli~o a cober- cenlros urbanos importantes. L os pue-
lizo. blos donde pre<ilominan los elem enlos
bla nco, indio, meslizo y zambo. pre-
La proximidad de unas c::onstruccio-
sen tan m ayor a specto de limpieza. es-
nes a otras depende en parle del gus-
L·án más a rborizados. y se ven más ani-
to personal de las familias. p ero tam -
mados. Hay más a seo y m ás orden
bién de la col ocación de los árboles
den lro de las casas, y se nota en las
que hay a los lados de l terreno, pues
mujeres mayor inclinación a l cultivo
se procura c0n servarios por su sombra.
Sin embargo, la tendencia es agrupar-
de las pLantas. T ambién se nota mayor
interés de pa rle de los hombres por la
las Io más cer ca posib le unas de otras.
comodidad, el bien estar y el decoro de
quizás pa11a faci litar el intercambio en-
las fami lias . N o infrecuentem en te, por
tre los d iver sos grupos familiares. En
ejemplo , la cocina está constnúda in-
cambio, se procura q l(e la caball eriza.
media tamen te después de la ca sa prin-
é l bañe y el excu sada estén lo más le-
cipa l. junto a la sa lila. El objeto de es-
jos posible . N a turalmente . el e$pacio
ta colocación es que les que-de más
ocupado por las cons trucciones con re-
cerca a l as mujeres de dicha ca sa. pa-
la ción a l terreno, dep ende del tama ño
ra ahorrar les el trabajo de ir y venir,
de unas y olro, y de la sepa ración de
sobre todo en época de lluvia-. Ade-
la s primera s entre sí., pero generalmen-
m ás, en. esos casos. se la construye con
te es de un tercio o de la mitad de l
más cujdade. de medias paredes de
lerreno. La dislTibución del conjunto
baha11eque, indudablemente por cierta
es la siguiente, com o si dijéramos. por
sen timienlo de decoro. especialme nte
zonas" : adela nte, la casa principal
de l&s m u jeres, ya que en ese sitio que-
con dos espacios a los la dos ; luego.
da más v isible de la calle.
las dos alas, con un espacio· entre cUas,
y las ma ngas de aire a los lados, y fi- E n muchos lavaderos se coloca fren -
na lmente un espacio más grande eh tre le a las horq ueta s un lroze de un tron -
las alas y la c-erca del fonde. junto a la co de árbol. partido lon gitudinalmen -
cual es tán las dependencias indicad as. te . fijo en el suelo del lado pla no y
En esta parte del patio se encuentran con la p arte curva hac i.a arriba. Otras
de preferencia los frutales. veces es un pedazo de tablón, o ya
L a calidad de la construcción de los más e faboradam ente. una o dos lab ia s
ranchos más que de la situación eco- sobre pequeños maderos o sobre ladri-

143-
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llos. El ohjclo de este arreglo es impe- Hecha ia descripción detallada clei
dir qlte las mujeres tengan los pies en conjunto d~ fa familia semi-tribal. nos
el barro. mientras lavan. bastará anotar los cambios que apare-
Con el mismo objeto se encuentra cen ~n el conjun to riguro:.amenle fa-
el mismo arreglo en el baiio. aunque miliar.
todavía no haya un dc.p6silo fijo para
Ya anolamos que la casa pr•incipal
el agua, y las muj eres tengan que lle-
es más grande y está mejor construida,
var el agua p ara el buii.o de cada fa-
aunque sea si<>mpre de dos cuartos. Lo
mili<.> en [alas de petróleo. Sin embar-
mismo ocurre con las dependencias
go. en algunos con juntos se encuentra
(pues ya aquí desaparecen los elemen·
un barril. colocado sobre ··astillas'" de
tos indepenclientes del conjunto. el
ler'ia o sobre pedazos de ladrillo. Los
rancho. ~1 lavadero y el foaón de ca -
hombres se encargan de llenarlo cuan-
da lamilin parlicularj. A la cocina.
do lraen el agua para el con sumo do-
con 1rcc\!Cncia, se Le tapa el lado que
méstico. El acarre0 del agua se hace
da al palio vecino. con una pared de
en burros, en dos barrililos en cada
cañas o dr auadna rajada. Otras ve-
burro.
ces se construye de med ias paredes de
La existencia de uno o más lavade- baharequc. Ocasionalmente sr la pro-
ros en cada conjunto expl ica el hecho vee de un horno. En poblaciones más
de que ya en la mayoría de lo pue- grandes se encuentra ya toda cerrada.
blos haya desaparecido la coslumbr!.! construídn con las paredes de caña. y
de qne las mujeres vayan a lavar y a muy raras veces de bahareque.
bañarse y a bañar a los hijos al río.
Los hombres prefieren traerles c1 agua Dctrús de la cocina se encuentra
a la casa para esos menesteres. ~llna nueva construcción: el cuarto del
En cambio en otrós conjuntos, los s~rvkio. Comúnmente se le constru-
menos Ctlidados por sus inquilinos, no ye de paredes de caña, si bien en las
hay cabalLeriza . Se amarran los bu- poblaciones más prósperas se le en-
rros a un árbol, se le:. echa la hierba cuentra a veces de baharequc. Cuan-
en el suelo y se les da de beber en :lo la cocina y cJ cuarto del servicio
cualquier Clase de vasija: una lata de 1 on del mismo material. cañas o baha-

petróleo, un b a lde, ele. reque. a veces aparecen ya incorpora-


dos en una sola construcción. separa-
r.as gaflinas ylos pol.los andan suel-
dos por un tabique. Esto, sin embar-
tos y escogen ellos mismos sus dormi-
go. es raro en este tipo de casa. y pcr·
deros: las ramas de un arbusto. la hor-
tenece a un período posterior de la
nilla. las medias paredes de la cocina,
evolución de la vivienda.
pues no hay galhnero. Cuando hay
un cerdo el chiquero es un hoyo en el El la-vadc>ro es el mismo que en e l
palio, que en invierno Uenan las llu- conjunto anteriormente descrito, pero
vias y en verano ocasionalrncnle el ahora con frecuencia aparece l..tn ido
dueño del an~mal. que es generalmen- al cuarto del servicio. E l lecho. en for-
te el dueño del solar. ma de caiclrzo o techado en ese caso.

-144 ;
·,.
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se fija por un lado a la pared del de. sin embargo, puede acomodarse
cuarto. y por el otro se sostiene en dos temporalmente una persona, en la par-
horcones. te de delante, cerca a la casa princi-
pal.
La caballeriza no ha sufrido cam-
bios. A los burros se les hecha la hier- E l baño y el excusado continúan se-
ba en el suelo. pero el caballo, que ya parados, pero más cuidadosamen l·e
aquí es un huésped frecuente, se le conslruídos, con paredes de cañas y le-
pone maíz en un cajón. H ay que oh- cho en forma de caidizo. En algunas
servar que en las casas de este tipo casas se les construye techitos a cua-
construídas en las poblaciones donde tro vert ientes, quizá con el deseo de
la agricultura había perdido impor- darl es un aspecto menos rústico. Ya
tancia. en el siglo pasado. y la mayo- no fa lta el barril de agua, y para pa-
ria de sus habitantes v ivían ya del co- rarse las personas mientras se bañan,
mercio o de los transportes. desaparece hay un a pequeña tarima o un pisito
la caba lleriza. de ladrillo y argamasa, o simplemen -
En la otra ala del conjunto encon- te los ladrillos un poco hundiods en el
tramos cambios notables. Las habita- suelo para mantenerlos unidos lo me-
ciones individuales ha n desaparecido, jor posible.
y el granero de paredes de paja, abier- Si comparamos estos conjun tos con
to por un lado, ha sido reemplazado la casa española encontramos las si-
por un "depósito" . de paredes de ca- guíen les diferencias:
ña. generalmente, donde. además de
lt~ Las casas "españolas" d e Carta-
los productos agrícolas de la " roza", se
gena, Sant a Marla, o cualquiera otra
guardan otros de la " finca":. haces de
parle del país. se construyen contiguas
leña. sacos de carbón, latas de mante-
unas a otras. de manera que las pare-
ca. quizás sacos de algodón. atados de
des que las separan son realmente me-
escobas. además de instrumentos de
dianeras, y esta cont igüidad se extien-
trabajo, como azadones, machetes, ele.
de desde el frente hasta el fondo. En
D elante d el depósito, en lugar de los el conjunto las casas están separadas
ranchos familiares, se construye otro completamente por las mangas de ai-
cuarto. igualmente de paredes de ca- re.
ña. donde vive a lgún miembro de fa-
2\1- En la casa española el patio está
milia. o donde se a loja un huésped oca-
en cerrado dentro de la casa. En el con -
sional. A veces este cuarto y el depó-
junto. las construcciones están en el
sito están ya incorporados en una sola
patio.
construcción (llamada "la casa en el
palio"), y separado por un tabique. 31~ En la casa española las dos ha -
como la cocina y e l cuarto del servicio. bitacion es deslinadas a l uso común de
Tampoco es raro que formen un solo la familia, la sala y el comedor, que
cuarto largo. que tiene la ventaja de son también las habitaciones que sir-
servir de depósito más grande. y don - ven para la vida de relación con la

145-

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calle. están separadas. una al frente y permanentes. también parie.... ;es, inclu-
la otra a l fondo del palio. En el con- sive hermanos. pero qw; no son parle
junto, cuando ya aparece el corredor- del núcleo central ele padres e hijos.
cito-comedor. éste queda con tiguo a la s~ Finalmente, la casa española no
sala. tiene perspectiva interior, pues es una
4'' En la casa española las habila- casa encerrada, y la falt a de vegeta -
ciones del ala, o las alas laterales. c ión. especialmente de árboles, es ca-
pueden ser ocupadas por cualesquiera racterística. E l pal io del co njunto. en
mi em bros de la fami li a. y de cualquier cambio. es per pectiva por todas par-
sexo. sin que haya un criterio fijo. aun tes. y los árboles no so lamente son no-
cuando se pueda nolar cierta lenden - torios, sino que ejercen una función vi-
ci::. n destinar un a la a las mujeres y tal: p roporcionan sombra a las h abi-
otra a los varones. y cua ndo hay una taciones, y por consigu iente refrescan
sola ala. las pie~ns de delante a las la temperatura, y a l amparo de su
primeras y las de atrás a los segundos. sombra se ejecutan a veces ciertos ofi-
En el conjunto fam ilia r ya la idea de cios.
la segregación por sexos está cl ara-
mente ddinida: las mujeres en la a l- Y ahora pasemos a la ca sa de mam-
coba y los hombres en la sa la y en las postería.
casas que ya tienen el anexo descrito. Ya anotamos anteriormente que la
y si es necesario, una. o tmas muje- casa de dos cuartos aparece estrecha-
res en el cua rtico adiciona l. y las otras mente asociada al ba harcquc. Indique-
en la a lcoba. y uno o má:; hombres mos a hora que las paredes de mam-
en el corrcdorcito-comedor. y los otros postería con lecho de paja aparecen
en la sala. l~ua lmente a parecen bien generalmente asocia das a la casa de
m arcadps las chfcrcncias en cuanto a tres cuartos, pues si bien hay casas de
la calidad de los vínculos de parentes- tres cuartos de paredes de b a harcque,
co. hasta el punto de que en los con- y de dos cuartos de paredes de mam·
juntos semi -tribal es los hijos varones postería, representa n un porcentaje re-
cuelga n su ham aca, si ya son muchos. la tivamente peqtleño, mientras que en-
en la cocin a. que se considera como ~re las casas de Lres cuartos la de mam-
una dependencia de la casa principal, postería constitu ye el tipo más común.
aunque sea de uso común , y más to- Es innecesario indicar q ue el moti-
davía cu a ndo ésta se construye junio vo que indujo a l ensanche de la casa
a "la sa la. porque entonces quizá se fue la necesidad de proveer mayor es-
p iensa en ella como haciendo físi- pacio h abitable. necesidad que al prin-
camente parte de la casa. Y en cuamv cipio, tanto en los conjuntos de carác-
a " la casa en el patio". sola mente en ter semi -triba l, cor.to en los más exclu-
muy raras ocasiones la ocupa uno de sivamente fa miliares. no se había sen-
los hijos. ya mayor (nunca las hijas), tido. Esa necesidad fue de doble ca-
y se destina siempre a los huéspedes. rácter, pues si bien indudablemente el
a unque sean parientes, o a ocupantes trajín de mo' ilizar las camas maña na

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(IV) A la izquierda, casa "sencilla», pero d,e tres cuartos: sala y dos alcobas. La sala
tiene una puerta y dos uenta.nas. La alcoba de la izquierda, ¡¿na ventana; y la de la rle-
rechct, una ventana y zma puerta, esta últ.in~a para darle mayor independencia a la al-
coba. Es una casa bien construída, de habitaciones amplias y frescas. Las dependencias,
a la derecha, formando ángulo, no se ven. Nótese la ornamentación de la fachada.
A la derecha, casa doble, de dos cuartos en cada " serie'"', sala y alcoba, y comedor
y alcoba; en total~ cu,cttro cuartos. Et "callejón'' ha sido suprimido y la canal incor-
porada en los cuartos ele atrás (el comedor y StJJ alcolJa). Puede verse deba,jo de los
alares, en la t¿nión de los dos techos. La cocina se ha acercado a la casa, pero todavía
¡¿n callejón corto, con su canal, y cerrado del lado de la calle. const,itwye una solución
de continuidad.

y noche llegó a hacerse ''cansón'', es


indudable que debido a La mayor res-
petabilidad que habían adquirido cier-
tas familias, debido a la m ejora de su
situación . económica, se pensó que los
hombres, y esp ecialmente el pa dre. de-
bian laner un dormitorio fijo. lo mis-
mo que Io tenían hacia ya mucho
tiempo la madre y las hijas.
Por otra parte. la sala quedaba li-
bre de la seividumb(e a e¡:tre había es-
tado sujeta. sirviendo de a lcoba de no-
caTgo de las mujeres. inclusive Ta sir-
che. y pudo ya pensarse en arreglar el
vienta, es claro que la conslrucción de l
pequeño ajuar doméstico d~ esa habi-
nuevo cuarto, y la fijación del ajuar
tación en l'orma r~ja. sin lener q ue des-
de éste y ele la sala . r epresentó una
a rreg'larlo cada noche. para hacer cam -
e·conomía de trabajo .para éllas.
po para las camas, y qrre arreglarlo
nuevamente cada mañana. Como. ade- El ensanche de la casa mediante la
más, este trasteo continuo estaba a adición de un n a:evo cua rto, debe con-

147-

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siderarse, en vista de lo anterior, como algunas casas de tres cuartos, de ba-
un d esdoblamiento de la sala-dormito- harcque, y solamente en forma de co-
rio. lo mismo que el primer ensanche rredor en algunas tanto de bahareque
para formar la casa de dos cuartos fue como de mampostería, lo que hace
el desdoblamiento de la habitación de pensar que quizá al principio se su-
un solo cuarto para separa r las diver- primió, seguramente porque la sensa-
sas runciones domésti cas y facilitar la ción de más espacio que produjo la
segregación de los sexos. Fue. pues, nueva casa hizo considera r innecesario
est~ carácter de desdoblamiento. uni- dicho a nexo. S in embargo, el hecho de
do a la posición de la casa longitudr- que casi todas las casas lo tengan, de-
nalmente a la calle. lo que determinó muestra que bien pronto se volvió a
la posición del nuevo cuarto respecto a sentir l a necesidad de tener un come-
la sala, y por consiguiente, respecto a l dor independiente, y de disponer de
otro cuarto, de manern que aquélla los cuartos de desahogo detrás de las
quedó entre los dos, en vez de haber- alcobas, aun sacrificando el fre sco que
lo construído. como en la barraca. jun- la casa recibiera por el patio y que los
to a l otro cuarto. A l mismo tiempo la cuarticos le quitaban. Naturalmente el
segregación por sexos se acentuó, ya corredorcilo-comedor quedó entre los
que no so lamente no hubo más la pro- dos cuarticos de desahogo y detrás de
miscuidad siquiera relativa resultante la sala. de manera que quedó real-
de la guardada de las camas y de los mente una casa de seis cuartos, .....-tres
objetos de los hombres en el cuarlo de completos con su techo a cuatro ver-
las mujeres, y de la necesidad que a- tien tes y tres semi-cuartos con techo
quéllos tenian de usar la a lcoba de és- de caidizo.......- en dos series que se co-
tas para vestirse y desvertirse, sino rrespondían una a otra; sala entre las
que en tre las dos a lcobas q uedó a ho- dos alcobas, delante y comedorcilo en-
ra la sala, como zona de separación, tre los dos cuarticos. detrás. Puede.
y a l mismo tiempo sitio de reunión de pues. decirse que ya desde entonces
la comunida,d familiar para ciertas quedó prefijad a la casa de seis cuar-
funciones, como comer. trabajar, con- tos conti guos, ya cabales, y con techo
versar, recibir las visitas de los veci- de mampostería, tal como a través de
nos, etc. una evolución bastante compli.cada.
Ya vimos que a la casa de dos cua r- quedó a l fin definitivamente or gani-
tos, sobre todo en los conjuntos fami- zada.
lia res. se le construyó un a nexo en for- Construida ya la casa sobre ese plan,
ma de corredor o cobertizo unas veces, y adoptada como la habitación típica
y seguramente más tarde, otras veces, de las fami lias acomodadas, su cons-
en forma de cuartico-corredor. lo que trucción ru e mejorándose. A l principio
equivalia a cuartico-comedor, pues la los tres cuartos de delante se hicieron
parle que no quedó cerrada en forma del mismo tamaño. pero luégo se alar-
de cuartico se siguió usando como co- gó la sala. seguramente con la idea de
medor. Este anexo no se encuentra en que su tamaño correspondiera a sus

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funciones. Lentamente se fueron agran - también de algunas de estas mejoras.
dando los tres cuartos. y se levantaron si n o de todas Cuando se hicieron más
las paredes. para darle más vista des- altas las paredes de los tres cuartos
de el exterior. Se hicieron más grandes principales, se aumentó también la a l-
las puertas y ventanas. y se trabajó tura d e la pared y los cuarticos. se hi-
con más cuidado las rejas de éstas. Se cieron más grandes y m ejores las puer-
le construyó un zócalo a la pared, se tas que lo comunican con el pa tio. E l
dotó de repisas a las ventanas y se techo en caidizo q uedó má5. alto. En
adintelaron éstas y las puertas. Se el comedorcito, el enrejado entre los
construyó una cornisa a lo largo de to- horcones. sobre la media pared , se hi-
do el frente, y finalmente, en ocasio- zo con más esmero. y muchas veces se
nes. se colocaron relieves de mampos- le encuenfra reemplazado por rejas de
tería verticalmente entTe las ventanas. listones más an chos colocados verti-
d esde la co·rni sa h as ta el zócalo, de calmente sobre travesaños de listones
manera que aquéllas quedaron enmar- (generalmente dos) y termin ados en
cadas entre la cornisa. el zócalo y los punta bajo la cumbrera. En muchos
relieves verticales. casos se reemplazó también los horco-
nes con pilares de mampostería, y to-
La ornamentación en colores. que davía, en muy contados casos, proba-
ya había aparecido tímidamente, por blemente a fines del siglo xvm y du-
influencia andaluza y del levante es- rante el XIX. y debido a influencia
pañol. en las mejores casas de dos cartagenera. se construyó en lugar de
cuartos, alcanzó ahora más a mplio la media pared y los pilares. una arca-
desarrollo . Al principio quizás siguien - da que se ornó con rejas de barrotes
do el modelo d e la casa de dos cuar- torneados, llevados probablemente de
tos sólo se u saron dos colores, que se las tres ciudades principales, por lo
aplicaron a la puerta, las ventanas y menos al principio. También se le
el zócalo para h acerlos resaltar sobre construyó a la pared de los cuarticos
el fondo encalado de la pared. Más un zócalo y se le dio color.
tarde se empl~aron tres o cuatro, y se
aplicaron también a la cornisa, a las Como es natural. los elementos en
repisas y los dinteles y a los relieves el p alio mejoraron proporciona lmente.
verticales que unen zócalo y cornisa, La cocina y el cuarto del servicio que-
y finalmente, se dio color inclusive a l daron definitivamente incorporados en
fondo de la p ared. Se ensayaron com- una sola con strucción, a veces de b a-
binaciones de colores en busca de nue- hareque. con frecuencia de mampos-
vos efectos, y en ocasiones se invirtió tería. con piso de ladrillos. Lo mismo
el proceso original. y se dio color a los ocurrió con la casa en el patio, y con el
planos mayores. dejando encalados los palio. y con el baño y e[ excu sado.
relieves menores, es decir, los vertica- También se maniliesta la acen tua-
les entre zócalo y cornisa, ésta y los da tendencia a la concentración de los
dinteles y repisas. diversos elementos del conjunto por el
D esde luego. el anexo participó acercamiento de las alas al cuerpo

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principal. Se siguen construyendo a p-rincipal. sin duda motivado al prin-
un lado. para no quitarle espacio a cipio pór razones de orden material
aquél por detrás. pero ya tan cerca que (economía en la construcción y acor-
enlr:e las esquinas de los tres cuerpos tamiento de las distancias). pero ya
apenas se deja un espacio para per- más larde sin duda también. y bajo el
mitir el paso por entre ellos. Además. estimulo del mismo desarrollo del
cuando el ensanche del cuerpo princi- cuerpo principal, tanto como de la in-
pal sobrepasa parte de las culatas de corporación de los cuartos del patio
los otros dos. se alarga dicho espacio. en menos construcciones, por la incli-
que entonces se drsigna con el nom- nación subconsciente a unificar Lodo
bre de "callejoncito". como las roan- el conjunto en una sola casa.
gas de aire. Estos dos sentidos de la tendencia
El resultado de estas mejoras fue en el desarrollo de la vivienda, expan-
una casn de buen aspeclo. cómoda y sión y contracción, parecen conlradic-
fresca. (Lámina IV. Foto 1 y plano). toxios. pero en realidad no lo son, pues
lo que realmente ocurrió es que se
El nuevo lipo de casa que encon- manifestaron en dos grupos de elcrnen-
tramos .....seguramen te el más notable l"os dislinlos. E l primero en el cuerpo
por el plano sobre que se construyó..... principal. y el segundo en las habita-
y nos referimos. desde luego. exclusi- ciones del palio. En un caso, como só-
vamente al cuerpo principal sobre la lo se conló desde el comienzo con un
calle. parece a primera vista no sólo solo elemento. la casa de dos cuartos.
aparlarse de la tendencia que hemos fue necesario irla ensanchando para
notado en la evolución de la vivienda atender a la doble necesidad de como-
completa .......cuerpo principal y cons- didad y de segregación; en el segun-
trucciones en el palio..- sino tamhién clo, como ya el conjunto original se
revelar la tendencia precisamente in- dio con varias habitaciones separadas,
versa, es decir, volver al tipo del con- destinadas precisamente a varias fun-
junlo q'ue sirvió al desarrollo de la ciones, fue necesario irlas reuniendo.
casa. Pero ambos procesos tendían a un so-
Ya hemos vislo que esa tendencia se lo fin: la unifioa.ción de todo el con-
m anifjesf·a en dos sentidos: el desdo- junto en un solo edificio. S i la nueva
blal'nien lo sucesivo de los cuartos del forma en que se construyó el cuerpo
cuerpo principal, para en sanchar el principal apareció aceptable a la men-
espacio habitable denlTo de w1a sola talidad de la familia rural de la épo-
construcción. y satisfacer asi la nece- ca, es porque realmente rue motivada
sidad anímico-espiritual hereditaria a por esta tendencia de expansión que
la segregación de sexos y de funcio- era la única que dirigía el desarrollo
nes; y la conLracci6n de los distintos de esa parle del conjunto.
elementos del primitivo conjunto en Esa nueva forma, que en adelante
menor número de elementos más com- llamaremos ''la doble casa", para fa-
plejos. y su acercamiento al cuerpo cilidad de expresió1'l, consiste a su vez

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(V) A la derecha, casa de tres cuartos, ya duplicada, o "doble", de seis ettartos en dos
series contiguas: sala y dos alcobas, y comedor y otras dos alcobas. N o está tan bien
constwída como la casa sencilla de tres cuartos de la lámina anterior, ni las llabita-
ciones son. tan wnplias. Indudablemente fue construída para acomodar mttyor número
de personas con me1ws rewrsos. Sin embargo, es mucho más grande que La casa doble
de cuatro cuartos. A la izquierda, otra casa doble con seis cuartos, más grande y
me.jor construída, de estilo más pretencioso. Tiene marcado sabor rural. Es la tipica
"buena casa'' de los pueblos donde todavia no se ha in~;rodt¿cido el techo de mam-
postería. N ótense los cw·iosos adornos de los dint.eles de puertas y ventunas.

(JI! ) Esta casa, construída con más cuidado, revela el deseo de satisfacer ampliamente
necesidade.~ domésticas más cornplejas. La~ canales han sido reemplazadas por
desagües de mampostería, que dan al interior n¡,ejor apariencia. El "callejón" entre
la casa principal y las dependencias, ha sido convertido en puerta para el servicio.
El cuarto del servicio es mayor :>' tiene ya ww ventana. Otro detalle interesante, es
la existencia de una "rejilla" de ladriLlos oblicu.os para facilitar la ventilación de
la cocina.

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de dos cuerpos separados: uno junto la población rural es signo de la pros-
y detrás del otro, y ambos con el mis- peridad de la región en el srglo XVIII.
mo número de cuartos que se col'res- prosperidad y difusión que coinciden
po nden. En el cuerpo de delante, tal con la inmigración catalana y valen-
como lo hemos visto, queda la sala y eiana, y con eJ aumento de fa de Ga-
dos aleobas. En el segundo cuerpo licia, Asturias y Navarra. La prospe-
delrá's de ésre. e l nuevo cue1J>o en rea- ridad rae consecuencia de la funda-
lidad. quedan el comedor y otras dos ción de nuevos pueblos y del creci-
alcobas. Los alares se tocan. pero e,n- miento de los viejos. y el aumento de
tre los dos grupos de cuartos queda un población y de la riqueza trajo consi-
nuevo callejoncito. El comedor corres- go el mayor intercambio entre unas
ponde a la sala, y las dos nuevas alco- poblaciones TUrales y otras, y entre
bas a las alco.bas de delante. . ellos y las ciudades. y fa c<msecuencia
de todo esto fue la mejora de las cos-
En realidad. como se ve, lo qcre ocu-
tumbres, el crecimiento del respeto
rrió fue un nuevo desdoblamiento de
propio y el refinamiento del sentido
la casa principal, más vigoroso que los
moral en las familias.
antel'iores. pues ahora afectó todo el
cuerpo principal. Y ese desdoblamien- Es natural que una vez construída
to se produjo en l a dirección de la ca- y p erfeccionada la casa de tres cuar-
sa como ya babia quedado prttfij acla, tos de méUnpostería, con sus anexos, se
cuando se construyó la casa de tres sintiera primero el deseo, más tarde la
cuartos, y se ensanc hó el anexo cons- necesidad. de ensancharla. convirtien-
truyendo dos cuarlicos de desahogo, y do en verdaderos cuartos el anexo, pa-
un comedorcilo entre los dos, es decir, ra disponer de un verdadero comedor.
en la dirección de la casa de seis cuar- segregar los hijos de los padres. cons-
tos: sala, comedor y cuatro alcobas. truyéndoles alcobas separadas, obe-
Lodos contiguos. deciendo la tendencia a la segregación
de los sexos. es decir. dotando a las
Si en este caso [ue necesario pres- hi.jas de una alcoba al la do de la de
cindtr de la contigüidad. y se aceptó la madre, y a los hijos otra al lado de
la separaci6n d.e los dos grupos de tres la del padre. Esto ptocuraba también
cuartos, fue, en cuanto a lo primero. mayor independencia para Jos padres.
debido a una dificultad de carácter en armonía con el mayor sentimiento
técnico en lo que se refiere a la cons- de la propia estimación.
trucción del techo, y en cuanto a lo
Indudablemente. cuando se sintió la
segundo. como ya hemos explicado.
necesidad de duplicar la casa convir-
porque la tendencia que h abía venido
tiendo el anexo en cuartos completos,
dirigiendo el desarrol1o del cuerpo
se p ensó en construírla de seis cual'tos
prin cipal era la de expan sión. y en es-
con un solo techo a cuatro verti:entes.
te caso realmente se ITataba de una
P ero inmediatamente debió compren-
nueva expansión.
derse la dificultad. si no l a imposibili-
La difusión de la mamposteria entre dad de construir u n techo suficiente-

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mente grande. sobre todo suficiente- muy oscuros. precisamente cuando al
mente ancho. para cubrir la nueva ca- al:t.ar más las paredes de mampostería
sa. Por una parle. dado que el ancho se habían levantado más Ios techos y
del techo se duplicaba. también se du~ se habían hecho más claros los cuar-
plicaba el alto de las dos ~ertréntes tos. La segunda, más importante psi-
principales. desde las cumbreras hasta cológicamente. porque revela hasta
el cahaUete. y éste requeria el empleo qué punta se había robustecido la men-
de varas de doble longitud y doble es- talidad adquirida. es que indudable-
pesor para sostener la armazón def te- mente ya el caidizo se consideraba
cho. y varas de ese tamaño habrían si- únicamente adecuado para teches de
da difíciles de conseguir. Por otra par- construc.ciones tan subalternas co:r;no
te un techo tan grande habria p"tesen- el lavadero y la caballeriza, ya que in-
tado una superficie mucho mayor al clusive las otras construcciones en el
golpe del viento y a l peso de las aguas patio. como la "casa en el patio'' y la
en época de los aguaceros torrencia- cocina y el cuarto del servicio tenían
les. y seguramente hizo concebir du- techos a cuatro vertientes. La tenden-
das respecto a su estabilidad. cia era pues a suprimir los caidizos,
no a aumentarlos. mientra-s qLre en las
Finalmente, debi6 intervenir tam-
ciudades ya que estaba sólidamente
bién el gusto. El desarrollo principal
establecido. !techo de tejas, no sola-
de la morada había estado asociado
mente para el techo de los corredores.
principalmente a las -paredes, y princi-
sino también para el de las alas late-
palmente al frente de la casa. Es evi-
rales a "mediagua".
dente que con el crecimiento y embe-
llecimiento de ésle, y la dtsminuoión Esla tendencia a suprimir los caidi-
propoTcional del techa, en la imagina- zos, si bien sin duda tiene un origen
ción de las gentes la fachada adquirió levantino español. así como la ten-
mucha mayor importancia que aquéL dencia a ensanchar las superficies ver-
La aclopctón d.e un. techo suficiente- ticales y disminuír el techo, debido a
mente grande como para cubdr la ca- la influencia de la casa de techo pla-
sa de seis cuartos, habría empequeñe- no del levante de la Península, tam-
cido la fachada y habría hecho que en bién tiene un viejo raigambre indro.
general toda la casa se viera demasia- puesto que el techo de la ramada no
do pequeña para el techo. era un caidizo. sino una prolongación
Cabría preguntarse por qué no se del techo a cuatro vertientes. y el cai-
ocurrió al expediente sencillo de pro- dizo se adoptó para sustituír a la ra-
curarse los nuevos cuartos ensanchan- mada en el frente de las casas de cu-
do el techo en caidizo del anexo. In- lata, como .la barraca. y en la parte
dudablemente JO>Ol' dos razones. La posrerior de la casa de dos cuartos.
primera. que siendo necesario conser- cuando ésta se estableció sobre la ca-
varle el declive al techo del caidizo al ll e.
afargarlo, éste habría quedado muy Cabe una última pregunta: por
bajo, y por con.siguiente los cua(tos qué, simplemente, no se construyó un

153-

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cuarto más en " 1a cnsa en el pa tio", ci to en cuarto de desahogo, porque en
junto a la alcoba del padre, para los toda casa hay siempre a lgo que poner
hijos. y otra a lcoba en la olra ala de- donde no estorbe, y si n duda, por otra
lante de la cocina y cerca a la a lco- parte, habia aumen tado el ajuar do-
ba de la madre ? P or la tendencia que m éstico. cada vez que "amenazab a
se había ido desarrollando paralela- ll uvia··. había que acudir a sacar las
mente a las anteriormente anotadas. cosas de allí. y a melerlas en la sal a.
de considerar la casa principal. sobre en el comedor o en las a lcobas.
la ca lle. como la habitación adecuada
Este inconveniente se remedió a-
para el núcleo principal de la fami li a
daptando una canal deb ajo de los ala-
~padres e hijos~ que aqu í equi va lía
res. sostenida por viguetas colocadas
a la fami lia hegemónica Jel conjunto
de pared a pared a través del calle-
semi-tribal. y las con strucciones en el
joncilo. A l princ ipio, y en las casa s
patio como destinadas solam ente a
m ás modestas, o en las poblaciones
funciones domésticas subal tem as. o a donde no era fácil obtener maleriales
habitación de grupos de personas tam -
importados. ni h abía obreros que su-
bién suba lternas. como el servicio. al-
pieran tTabaja rlos. se c onstruyó de ma-
gún trabajador de la "finca" cuyas
dera liviana y aún más rústicamente,
funciones requerían que viviera en la
cuando se construyó también entre
casa con su fam ilia, o a aquellos "alle-
la~ casas de ba hareque. de cortezas de
gados" pobres a quienes era necesario árbol. gruesas y resisten tes. Sin em·
proveer dónde vivir. bargo, genera lmente se la hizo de ho-
Y como después de todo la casa adi- jalata. primero. y se a doptó m ás ta r-
ciona l. o segundo cuerpo de la casa
de el zinc. por ser más resistente y m ás
principal. llenaba los fines que se bus-
durable.
cab a n. tanto en cuanto a l número de
Se le enconlTó luego otro inconve-
cuartos. como en cuanto a su dislribu-
niente: cuando se construyó la doble
ción y calidad, se le construyó y así
casa. se dejó el callej oncito tal como
apareció la "doble casa".
era, pues na tura lment e se le conside-
Construída la doble casa, y una vez ró como parte del palio y no de la
que com enzó a popular1iza rsc como la construcción, lo mismo que los callc-
habita ción de las fami li as más acomo- joncilos en h·e la caso principal y las
da das. se le descubrió, seguramente dos a las, o como las mangas de aire.
muy pronto, un inconveniente grave P ero como el piso de los cuarlos se
al callcjoncito enlre los dos cuerpos en ladrilló y se hizo a un nivel más al -
de la casa: en invierno la lluvia se lo que la cal le y que e l palio, quedó
metía por entre los a lares y cuando también a un nivel más a lto que el del
los aguaceros eran fuertes, se formaba callcjoncilo. Esto. na turalmen te, era
una verdadera cortina de agua que in- incómodo ,para el paso de una parte
comun icaba los dos cuerpos. Además. de la casa a la otra. Además es proba-
como desde el principio las buenas ble que desde que se cerró e l ca llejon-
amas de casa convirtieron el callejon- cilo por encima con la construcción de

-154
.,; .~-:. - ~'-
. . ...
..,.
. ~,' .
Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia
la cana l. comenzara a considerárselc.
aunque un poco vagamente. ya no co-
mo parle del patio. sino como parte de
la ca sa, y que se pensara en aplicarle
el mismo tratamiento que a las otras
partes de ésta.
D e acuerdo con este cambio de cri -
terio, y para evitar la incomodidad
men cionada. se le enladrilló, levan-
tándole el ni,~e L y así se constru yó un
solo pi so para toda l a casa. incluyen-
do el ca llejoncito.
Efectuadas esas dos modificacion es
en la construcción del callcjoncilo.
pues ésta había ven ido a ser parte de
las construcciones. se hizo patente un
tercer inconveniente. En esa época no
existía el sentrmiento de in seguridad
que a fli ~e al ha bita nte de las ciuda-
des. pero de todas maneras por un há-
bito mental hereditario. una casa. en
este caso cada parte del conjunto. se
consideraba como una unidad com-
pleta. perfectamente aislada de la ca-
ll e y del palio. una vez cerradas las
puertas por la noche. Í'tlienlras se lu\'o
del ca llejoncilo e l concepto de que era
parte d el patio. se le consideró. natu-
ralmente. sometido a las mismas con-
tingen cias a que estaba sometido és te
(t ráns ito de los habitantes de las cons- (V fl ) En la parte Sltperior. esta casa re-
trucciones de l palio. incursión de al- vela un ensayo para suprimir los techos
gún inofen sivo merodeador en busca de paja. ronservmulo la casa doble, don-
de algo a qué poderle echar mano fá - ele tam.biPu ha desap(Uecido el callejón .
cilmente. refugio de animales. cspe- Puede apreciarse la dificultad para
ciahncn te en noches de tormenta: c hi- construír un techo de teja, que cubrie-
vos, perros, una vaca, un burro. e le. ) ra las dos series de cuartos; además,
Las familias. por consigu iente, se li- habría resultculo ext,r(lOrdinariamente
mitaron a cerrar las puertas que da- grande y sobre todo alto para la ca.sa.
ban a l callcjoncito, y a no dejar a ll í La otra parte del grabado, nos muestra
nada que valiera la p ena y rucra fácil gráficamente la disposición de la canal
de llevarse. en La casa de cuatro o seis cuartos.

155-

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Pero el cierre de las puertas que da- cada laclo de la casa. y en vez de dos
ban al callejoncito tenia el inconve- ventanas. una en cada una de las dos
niente de orden físico que suprimía la cula tas separadas, hubo ahora tres
circulación del aire y hacia las habi- ventanas. Los z.ócalos de las dos cula-
taciones más calientes, ya que allí no tas se unieron debajo de la nueva ven-
había ventanas, y el de orden moral. o tana. para formar así un sólo I(;Ócalo,
mejor dicho social, que se refería a la y por consiguiente, el resultado final
respetabilidad de las familias. de que fue que de cada lado de la casa que-
aislaba durante la noche a los inquili- dó una sola pared. Los dos cuerpos es-
nos de los dos cuerpos de l a casa, lo taban ya unidos por el exterior y la ca-
que era especialmente desagradable sa era una casa con sus dos frentes
para las madres, que préferían tener a (calle y patio) , y sus dos culatas a los
sus hijas cerca de ellas. Por otra parte. lados, toda completa.
desde que ya no se consideró el ca-
llejoncito como parte del patio, no era El callejoncito perdió su razón de
natural que se le dejara abierto a las ser. Nunca fue una construcción in-
contingencias anotadas, sino cerrado, tencional. Fue un residuo de patio que
como las otras partes de la casa. Asi quedó entre los dos cuerpos de la ca-
podrían dejarse abiertas las puertas sa cuando no se pensó que ésta se po-
que daban al callejoncito, para venli- día construir de seis cuartos unidos
lar mejor lo~ cuartos y establecer la con dos techos. Pero ya untdos los dos
comunicadón entre lo~ padres y los cuerpos por el exterior. a pesar de los
hijos. dos techos, no había razón para n.o
unirlos también en el interior supri-
El procedimiento para conseguirlo
miendo el eallejoncito. Esto también
fue más sencillo que el necesario para
resultó más fácil de lo que se habría
el enladri llamiento y para la adopción
pensado anteriormente, porque ya la
de la canaL Se unieron las culatas de
mente de la gente había encontrado
los dos cuerpos por medio de un pe-
su camino. Se prescindió de la pared
queño lienzo de pared, hasta debajo
longitudinal del cuerpo postet>ior que
del canal, y el callejoncito quedó ce-
daba a l callejoncito y éste quedó au-
rrado por sus dos extremos. Para no
tomáticamente suprimido. Los tres
quitarle aire y luz, en unos casos se
cuarl'os de atrás (el comedor y las dos
le dejó en un extremo, en el pequeño
alcobas) resultaron ensanchados, des-
lienzo de pared. una ventana, y en el
de el palio hasta la pared longitudinal
otro extremo una puerta, pal'a facilitar
del cuerpo de delante (sala y las otras
el trá nsito con el exterior vía el patio
dos alcobas) . Y así como se unieron
y en otros casos, quizá de acuerdo con
las culatas por medio de dos pequeños
un mayor respeto de la familia, una
lienzos de pared, también se unieron,
ventana en cada extremo.
po1' medio de otros dos pequeños lien-
Ahora bien: unidas las dos culatas, zos de pared, las paredes medianeras
con el único fin de cerrar el callejonoi- entre el cernedor y sus dos a lcobas, con
to, en vez de dos eulatas hubo una de [a pared longitudinal de la sala y las

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suyas. Así los dos cuerpos quedanon quizá ya el filtro de piedra porosa, por
también unidos en el interior. y la ca- lo menos en las familias más ricas y
sa resultó de seis cua11tos Gontiguos. con más contacto con las ciudades; la
construícdos en dos series. (Láminas V "mesa del agua", con el clásico "po-
y VI). rrón" para refrescarla, los botellones
Parecel'á extraño que se hubiera es- de barro, y las copas grandes con su
cogido para el ensahche al verificar la tapa, llamadas "tazas·· a pesar de su
unión de los dos cue11pos. los cuartes forma, quizás porque eran de b arro y
de atrás, siendo los de delante de más ya para enton ces se conocerían las de
categoría. P ero fue precisamente esta vidrio, de manera que aquellas bue-
mayor categoría lo que hizo escoger nas gentes. en cuyas mentes s.e_gura-
esos cuaptos para verificar la unión: se mente prevalecía el concepto d el ma-
había suprimido el callejonGito, pero terial sobre el de la fonna, pensaron
no la canal ni los dos techos que la que solamente las de vidrio debían lla-
hacían necesaria, y como ésta habia marse copas, y las de barro, tazas, co-
de quedar en ros cuartos donde ~ue­ mo las verdaderas tazas, los pocillos,
dara incorporado el espacio que antes los platos y Tas fuentes. Tampoco, eles-
ocupaba el callejoncilo, se ju~gó que de luego, faltarían la castiza a lacena
ésto debía sec en los cuartos de los hi- y el aguamanil, dende todos los m iem-
jos, por ser los de menos respetabili· bros de la Familia, ritualmente, comen-
dad. Lo mismo se pensó respe.cto de la ~ando por el padre-. se l avaban las
sala y el comedor, puesto que la pri- manos an.tes cde las comidas.
mera era el sitio para recibir las visitas Es natu ral que el comedor, por olta
y la canaL un elemenlo ;rústko. nece- parte, uno de tos nuevos cuartos, y
sario pero no deseable, la afeaba. Fi- aquel por cuya indepe'ndencia se ha-
nalmente, en los cuartos de delan_te bia estado luchando. fuera ahora ob-
habr.ia sido visible clescle la calle, jeto de más atenejón para mejorarlo.
mientFas que en los cuartos de atrás A la sala pJJádicámente ya se le ha-
nó. (Lámina VII. Foto 1) . bía-n hecho las m.eroras más importan-
Por otra parte, es probable que se tes, y, sobre todo, fundamentales,
pensara también que era en los cuar- cua-ndo se construyó la casa d.e mam-
tos de atrás donde· se necesitaba más postería. y las posteriores fueron todas
espacio. puesto que los hijos eran va- de detalle. E I comedor se mejoró algo.
r ios en cada cuarto, mientras que los pero quizás par el heoho de que era
padres eran uno eh cada pie!lja. Final- subsidiario de la sala. ~demás. de ser
mente, lo más probable es que en esa estrecho, na se mostró en él el mjsmo
época el ajuar del eomecdor fuera ma- interés. Bn la nueva casa, en el curso
yor que el de la sala, y por esa razón de su desarrollo, se le fueron introdu-
esa pieza requerra mayor tamaño: la ciendo reforma-s, seguramente a medi-
mesa de c.omedor, generalmente gran- da que fue a-vanztando la transfo-rma-
de, porque las familias eran también ción interio-r que hemos descrito. En
gra,n_des; el tinajero, con la tinaja y muchas casas, al principio, la pared

157-
,,
Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia
del fondo se dejó con media pared y español en particular y que aquí se
sus rejas. luego se redujo la media propagó lánlo, que llegó el día en q ue
pared a un cuarto d e pared , y se au- se pudo decir que no había palio sin
me ntó el tamaño de las rejas propor- un jazmín, ni casa sin su p<"rfume, ni
ciona lmente. E n a lgunos casos se le muchacha sin adornarse con un rami -
dejó una sola puerta , como antigua- to d e sus flores.
mente. pero ah~:rra se le construyó en
E l fondo del patio. más a ncho ,
la mitad, pues se djsponía de mayor
se dedicó casi exclusivamente a los
espacio para salir y entrar y para que
frutales y como si dijéramos, por con-
las sirvie ntas se moYieran alrededor de
traste. preponderan tem en te indígenas:
la mesa. En otros casos, se le con stru-
nisperos, ciruelos y anones, principal-
yeron dos puertas a los lados, para
mente y con menos frecuencia, mam o-
acorla1· la distancia entre t>l comedor
nes. caimitos. pa payos y mangos.
y cada una de las a las. Más larde se
construyó la pared en tera, con las dos Así como desoués de construida la
puertas a los lados y unn ventan a casa de tres cuartos, se siguió constru-
grande en el medio, que lentamente yendo la de dos. e introducida la
fue descendiendo hasta el suelo, tra- mampostería para la primera. también
tando siempre de darle más luz al co- se empl<'ó para la segunda. una vez
medor. En otros casos se const ruyó desarrollacla la casa doble de seis
la puerta e n el centro y las ventanas cuartos. que es en realidad una dupli-
a los lados, aunque esta disposición es cación de la de tres, se construyó lam
menos frecuente, quizá por ser menos bién la casa doble de cuatro cuartos.
práctica. que es una duplicación de la de dos.
La de tres cuartos se compone de sa·la
E n el palio fas dos nlas se constru-
y dos alcobas y se le agregó comedor y
yeron definitivamente d<' mampostería
otra a lcoba. La disposición de los
y tanto a ellas como a l comedor y a
c uartos en dos series es la misma: co-
las dos alcobas posteriores se les hicie-
medor detrás de la sala, y una alcoba
ron sardineles. para mayor comodidad
detrás de la otra. A m edida que la pri-
al caminar y para evi tar el barro en
mera fu e unificándose, la otra, siguién-
época de lluvias. Y finalmente, en la
dola, se unificó también. (Lámina IV .
parte del palio, entre la casa principal
Foto 2).
y las alas, además de uno o dos gran-
des árboles para sombra. como el al- La nueva disposición de los cuartos
mendrG, el tam arindo. la ceiba. el pi - fue pues un a cuestión de tipo, que se
bijay o el robfe. se plantaron arbustos adoptó universalmente. La diferencia
y árbo les pequeños para "adorno", o entre las dos casas fue una cuestión
por el perfume de su s flores, como el de tamaño y de mejor o peor con struc-
naranjo, el limonero, el jazmín , la re- ción, es decir, una cuestión de costo.
seda , el San Joaquin, ele., los cuatro La casa Jc seis cuartos es más grande.
primer os traídos de España en gene- no so[amenle por el número de cuar-
ral y el tercero del levante y s udeste tos. sino también por el tamaño de los

- 158

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mismos y la altura de las paredes. Las lativa seguridad de sa casa para en-
alas. proporcionalmente. son también lregaTse a las fatigas, las incomodida-
más grandes y como e[ so[ar donde se des }T aun las angustias del tránsito
construye, con raras excepciones es urbano. Y naturalmente él presume
tambrén más grande, puede arbol'iz.ar- que eso fue siempre asi. desde su ori-
se mejor y tenerse mejor cuidado. gen, pues censidcra crue prhnero fue-
ron las calles. como en una urbaniza-
H emos seguido el desarrallo de la
ción moderna. luego lás aceras y fi-
casa hasta el momeo to en que la par-
nalm~nte las casas, ya que é l no puede
te prind,pal sobre la caJle, la parte
concebir casas sm calLes, ni calles sin
hegemónica, por medio de un proceso
aceras.
de desdoblamiento, se ha en sanchado
hasta complelarse con seis cuartos Sin embargo. ese es un concepto
contiguos, mientras qu_e en el interior errado. Así como primero fue la fami-
del conjunto (pues todaví.a es tm con- lia y luego el Estado, primero fue la
junto). los diversos elemenlos se han casa y luego el pueblo con sus calles.
contraído hasta formar dos alas, que se Se construyeron las casas, se formaron
ha n ido acercand0, hasta donde ha si- las calles y el pueblo y fina lmente.
do p-osible con los varios tecitos, en aparecieron los sardineles tardíamente,
busca de la unión con la parte princi - como una prolongaeión de la casa den-
pal. R éstanos ver eómo se reemplazó tro de la ca1Ie. Fue pues parte de aque-
esos tecl1.os por uno solo de mampos- Llas y por consiguiente propiedad de
tería y cómo ento'nces, finalmente, se su du_eño. Es precisamente debido a
unieron los tres cuerpos en una sola ese proceso. por medio del cual se con-
casa y desapareció el conjunto de don- virtió de parte de la casa en parte de
de se originó. Pero an tes debem0s es- la caTle, de un bien privado en un
Ludiar el desarrollo de un elemen.to bien público, de un sitio donde estar
que parecería sin impo;rlancia y <qae en un sitio per donde L1'ansiLar, que el
sin embarga la liene grande, pues él sardinel tiene su bist0ria.
muestra tanto como los demás que he- lmaginem,os qu.e asistimos al naci-
mos estudiado e l carácter de los habi- miento de un pueblo cualqniera de la
Lantes de la región, y ayuda a com- Costa. a fin es del si.glo X\m o a co-
prender mejor. por consiguiente, el mienzos del XVIII. para no alejarnos
desarrollo de [a habitación desde su demasiado en e l tiempo. lo cual es.
origen. por lo demás innecesario en este caso.
Para e:I habitante de las ciudades, E sto tiene, por otra parte. la ventaja
especia lmenle el de esha ú1Uma gene- de que podemos tomar ya asociadas
raeión. el sardinel, es decir, la acer~. las casas de bahareque de un cuarto y
es una cosa pública, una propiedad de dos cuartos, lo cual nos ahorra es-
del municipio, a cuyo uso el dueño. o Pacio y tiempo .
el inqu_ilino de una casa no tiene de- Cuatro familias. digamos. obtuvie-
recho sino en cuanto lranseúnte. pre- ron del rey un número de caballerías
cisamente desde que abandona la re- de trerra para hacer sus rozas, meter

159-

Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia


sus vacas y sus puercos, levantar sus vrda en la nueva comunidad quedaba
ranchos y reservar parte para atender organizada.
al futuro crecimiento de los hatos y dis-
Y a. con más calma, se construye-
tribuir entre nuevos pobladores que
ron los ranchos de un cuarto y caidi-
quisieran sumarse a los primeros. ya
zo para las familias de los concerta-
que no solamente se trataba de fun-
dos .......cada una cerca a la de su res-
dar una finca. sino también de poner
peclivo patrón.- las cocinas y horco-
los fundamentos de un nuevo pueblo.
nes y cañas o de media pared de ba-
Deslindado el terreno por el juez hareque, el baño y el excusado de
ordinario. o por el corregidor y tomada precaria construcción, el granero y la
posesión por los cond ueños. se fueron caballeriza. Y como ya se acercaba el
primero los hombres, acompañado qui- fin del verano, no quedaba más que
zá cada condueño por un "concerta- hacer que esperar que Dios enviara
do" de su confia nza, también casado. buenas lluvias y obtener una buena
para levantar los dos primeros ranchos cosecha.
de dos cuartos (salita con tres puertas
y alcoba). y comenzar la limpieza del El año siguiente, en vez de una roza
terreno dedicado a la primera roza, común, cada familia sembró su roza
suficientemen te grande para ocho fa- aparte y quizás también su potrerilo
milias. las de los condueños y las de con hierba buena y limpia trnída de
los "concertados". Construídos los otras partes. Y como en los tres o cua-
ranchos, comenzada la siembra y a- Lro años siguientes llegaron a estable-
partado el pedazo de sabana que ha- cerse otras tantas familias más y ya se
bia de servir de potrero provisional. consideró el número suficiente, se pro-
se pudo ir ya por las mujeres y los ani- cedió a repartir e l terreno y a deslindar
males y comenzar a distribuír las fun- los predios.
ciones. Se adelantó el trabajo de la Los predios estaban deslindados. f¡_
roza y se organizó la caza Y la pesca jados en las escrituras y quizás amo-
en el río, el caño o la ciénaga aleda- jonados, pero naturalmente nadie ha-
ña, para irse "ayudando". junio con la bía pensado en cercar, excepto acaso
leche· de las vacas y el queso Y los los potreritos para que el ganado que
huevos de Ias gallinas mientras se re- se habia multiplicado y crecido en los
.cogía la primera cosecha y ahorrar asi cuatro años, lo mismo que los niños,
gastos en provisiones compradas en no estropearon las sementeras. Los con-
otros pueblos. juntos habían quedado completos. pe-
Terminada la roza y construidos los ro también sin cercas. No eran n ecc-
otros dos ranchos para los condueños, sarias, pue~ cada familia sabía hasta
se trajeron los niños y el resto del ajuar dónde llegaba su palio y en cambio
doméstico: camas de viento, las pe- no impedían la fáci l comunicación en-
queñas mesas de comer, " tabrctes" de lre unos y otros. No habia calles, por-
cuero con pelo. bateas de lavar, tina- . que no había suficiente número de
jas y utensilios de mesa y cocina. L . ~casas para formarlas y apenas sí cua-

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tro o cinco conj untos se habían cons- ron a l "sitio'' hace diez años. de 8. 10
truído con la idea de formar una pla- y 12, ya tienen 18. 20 y 22. En los ca-
za. todavía más bien esquemática. Su seríos y en los pequeños poblados, los
aspecto concordaba con lo que en rea- jóvenes se casan temprano. Qué otra
lidad era por el momento: un patio cosa pueden hacer? Pronto ocurrieron
grande enlre varias construccion es de los primeros matrimonios. Cada nueva
una finca. Y a esto contribuían los tres pareja fue cons truyendo su casa. Co-
árboles irregularmente colocados que mo los concertados han aumentado
se habian dejado a llí para sombra. más que los patronos. pues en esos
Tampoco había sardineles, tan inne- ai'ios el ganado se ha multiplicado más
cesarios como las cercas, pues el piso rápidamente que la población original
de las habitaciones era de tierra pisa- y ha si.do necesario ir trayendo nue-
da y si no se había echado ladri1lo en vos brazos de fuera para atender a las
el interior. menos podría haberse pen- labores en la finca de lechería. se h a
sado en echarlos en el exterior. iniciado . ya un. movimiento de segre-
gación y los trabajadores comienzan a
Y sin embargo, ya había un em-
agruparse en los conjuntos sem i-triba-
brión de vida social. Por el día, mien-
les a lrededor del centro de la pobla-
tras los hombres estaban en las rozas ción. Ahora si las primeras calles, muy
o en los potreros. las mujeres atendían cortas. naturalmente. están ya forma-
a los quehaceres domésticos, y a ve- das y los lados de la plaza completa-
ces pasaban de una casa a otra a pre- mente "con struidos". :'\aturalmente se
guntar por la salud de un niño enfer-
levantó una iglesita de bahareque y
mo, a devolver un utensilio prestado, o
techo de paja, donde un ten ien te de
a cualquier otro pequeño menester y
cura viene a oficiar de ve:t. en cuando
aprovechaban para un momento de
y a casar a los adultos y a baul izar a
charla. Por las lardes, despuése de co- los niños.
mida, ya todos los hombres de regre-
so, se conversaba en grupos debajo de La vida social con tinúa en la misma
los árboles de la plaza. o en las puer- forma. aunque un poquito más an ima-
tas de las casas. A las siete se reza- da, pues hay más gente. La ca lle sigue
ba el rosario en comuni dad y luego, siendo su cenlro. Corno h ay más ca-
mientras los niños. cansados de jugar sas. se foFman más tertulias a las puer-
en la plaza, iba n cayendo dormidos, tas por la tarde y por la noche. Como
se hada otro poquito de cha rla,- has- ya hay novios, éstos se sientan en "ta-
ta las nueve. A esa hora lodo el mun- bretes" de cuero recostados a las pa-
do se recogía y el sitio se sumía en un redes. cerca del grupo de los mayores.
profundo silencio , que acentuaba el La p laza com ienza a converlirse en un
mugir de una vaca, el ladrido de un centro de reunjón de hombres solos,
perro o el canto de un gallo. gente moza que no tiene novia y viene
allí a conversar, a echar cuentos y a
Pero el tiempo pasa. Los niños se reir. Los ni ños juegan en la calle y
multiplican y crecen. Los que llega- contribLtyen a animarla.

161-
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Cuando hay velorio. los ami aos vie- m ercancías. T raen noticia s de lo que
nen a a compañar a los dol ientes. L as p asa en las ciudades.
mujeres e ntra n a la casa, con las pa -
E l tiem po no se de tiene. n i e l cre-
rientas del finado . pero los hombres
cimi ento y la prosperid ad de l pueblo.
forma n un semicírculo en la call e.
A lgunos de los fun dadores ya se han
Cuando h ay bodorrio, como no todos
muerlo. ~luchos d e sus nietos ya se
los invilados caben en In ca sa peque-
han casado. H an seguido llegando
ña y a fuera hace más fresco a l a som-
gen tes de fue ra: de Carlagena. de San-
bra de las con strucciones o de Tos á r-
la M arta , de f\ fompós y de E spaña.
boles, unos se sienta n en e l pa tio y
Hombres. na turalm ente. Ya hay tien -
otros en la ca lle.
das. Las fu nd aron Tos bu honeros que
Siguen pasando los años y se sigue venían antes a tra ta r. También ya el
prosperando. Además de l crecimiento pueblo es parroqu ia y tiene cura pro-
vege ta tivo ha habido muc has adicio- pio.
nes de ruera. no solam ente de concer -
Y de pronto ocurrió una gran nove-
tados. sino también de personas que.
dad y en un a sola generación se pro-
ha n obtenido licrras en la vecindad y
ch.tjeron cambios extraordin arios.
ha n venido a estab lecerse en el silio.
Las casas ha n aumenta do proporcio- A lguien construyó la primera casa
na lmente y se han construído muchas de mampostería. D e tres cuartos y pe-
de tres cuartos. L as de dos se cons- quefia , porque el nuevo material es
tru yen mej or y más gra ndes. A decir costoso. Se presentó tímidam ente y
verdad , el sit io se ha vuelto un pueb lo pobre de ornamen tación . Con todo,
y ha adquirido buena reputación. Se era una noved ad y dura nte a lgunas se-
d ice que es fresco y sano y q ue no ha \· ma nas fue el cen lro de interés de toda
mosquilos en verano y pocos en in- fa pob lación. Afluyeron las visitas por
vierno . Se asegura que la gen te en- conocerla. por saber cómo se veía por
ferma poco y aun a veces viene n de den tro y por te ner el gusto de se·ntar-
o~ros pueblos a con valecer. Se afirm a se en el sardi nel. pues con el piso de
q ue hay más niños q ue en otras pa r- ladrillos apa reció el nuevo elem ento .
les. lo cual se con sidera u n buen sín- El pri mero fue modesto, como la casa.
toma y q ue ha y más muchachas bo- Apenas se extendió p or el fre nte de la
nitas. lo cua l puede que tenga que safita y no se levantó mucho del sue-
ver con el número de niños. lo. T amhi én pudo infl uír en eso el fac-
tor económico.
Los pastos son buenos y e l gana do
engorda. En la ciénaga se cría mucho P ero si la a parición fue tímida. la
pescado. q ue el río mele d urante las popula ridad fue rápida. P ronto se con-
crecientes. y a llí a ova y se multiplica . virtió en la habitación de las clases
En ciertas épocas se coge mucho, se acomodadas y a medida que creció el
sa la y se seca para venderlo para a - pueblo y prosperó, se multiplicó la ca -
fuera. Los buhoneros. espa1ío les y crio- sa de ma mposterí a , creció en tamaño
ll os, vienen a buscarlo y a vender sus y se desarroll ó en la form a que h emos

- 162
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estudiado atrrás. Con la casa creció y lamente por la tarde y por -la noche,
se desarrolló el saTdinel. Como hemos sino a c~alquiera hora y en cualquier
dicho, al principio sólo ocupó el fren- Ltem~o. PLtes el techo del co-rredor res-
te de la sala; luego se e'lden.dió por guarda del soT y la Ilu>Tia. El tipo más
todo el frente de la casa. En las de es- sencillo es el del techo soslenido por
quina, dio la vuelta y oeupó los dos h0rcones fttos en el sardinel. Otra for-
frent-es. Algunas fan1ifias fueron más ma más elaborada. más exclusiva y se-
lejos: l0 hicieron más alto y lo adrcio- guramente pos lel'ior, es el de corredo1"
nat0n con una grada para subir ·y ba- con baranda. que licne un Gatácler
jarr. AsE adquirió un aire más presun- más aeenluado de p-r opiedad particular
tuoso. Cuando se construyó en esa del dueño de la casa. Naturalmente,
forma en las casas de esquina. su as- en las casas de esquina, se extendió
pecto fue todavl'a de mayor importan- po1· los dos frentes, fo mismo que el
da, alto y con su grada a lo larg0 de sardi nel.
los dos frentes de la casa. Otros pn:- Finalmente. como ya indicamos al
firiei'On qn tratamiento más discreto. tratar del palio de la casa doble, pe-
pero más distinguido. Le adicionaron netró al interior y se extendió a lo
una proloa.gación cuadrangular hacia largo del comedor y de sus dos alco-
la caiie, que tenfa de ancho un poco bas y a Io largo de- las dos alas.
más del f).ncho de la puerta de. la ea-
Tampoco 1a casa efe bahareque se
IIe. Se le sembxaron dos almendros a
C{tH!dó sin sardinel, pues ana Ve'.G acep-
los lados y tomó así el aspecto de una
t·ado Gomo una especie de escudo no-
le!iraza en un jardín, al mismo tiempo
bihario que proclamaba la posición y
que evoeó extrañamente el parral y los
la r·iqueza de la familia, todo el que
olivos de la li>axraca españo'la. Este
pudo se lo construyó a su casa, según
nuevo arreglo permitió a los dueños de
su situación económica, ptres fue tam-
la casa sentarse a lomar el fre_sco y de-
bién necesario h acer el gasto de re-
jaF libre el sardinel por si acaso algu-
forzar las paredes con un zócalo de
no quería ocuparlo para transitar por
m~mposleria. El proceso fue el mismo
él. lo que habría srdo inl,lsitado. pues
que había seguido el sardinel de la
naturalmente se habria eonsiderado co-
casa de tres .c uartos pdmero y la de
mo una Falla de deliberado respeto.
seis o la de cuatro. En algunos casos
Otras fami.lias recogieron el cobe-rti- s.ólo ocup6 el frent~ tle la salita; en
zo, relegado primero a la patte de a- otros. todo ei frenle de la casa. Algu-
trás de la casa sencilla y suprimido nas famdias construyeron su habita-
.e n la casa doble y como para no de- ción con corredor-. aunque siempre sin
jarlo desaparecer, reviviendo subcons- baranda. Como tipos nuevos, aunque
c~enternente el pasado, bajo el mismo de carácter más primitivo, aparece en
estimulo del clima y del medio1 lo lr<;ts- ve2 del sardinel de mamposte-ría uno
ladal'on de nuevo al frente de la casa hecho de tierra pisada. sostenida por
en forma de corredor, donde pueden horcones aeostados y hundidos ligera-
sentarse la familia y las visitas, no so- mente en el suelo para fi.jaFlos. En es-

163-

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tos casos .tiene siempre la form a de por consiguiente, su propiedad. El sar-
corredor. En otros casos simplemente dinel fue pues una cuestión acciden-
se construyó el corredor sobre' el sue- taL ocasionaL sin importancia. excepto
lo de la calle. srn ninguna clase de para el prestigio de la familia y que
sardinel, lo cua l signrficaba también dependía de la situación económica
el traslado del cobertizo al frente de de ésta. Lo constante. lo importante
la casa. Algunos se contentaron con un para todos. lo fundamental. era el de-
verdadero cobertizo frente o dclan- recho de cada ciudadano, pobre, aco-
le de la puerta y finalmente, fa casa modado o 11ico, a ocupar el frente de
del frente de los conjuntos semi-triba- su casa. para tener un sitrio donde es-
les s.e sigHió constl'uyendo como se tar y desde el cual participar de la vi-
había hecho hasta entonces. sin el da común que transcurría en la calle.
nuevo elemento en ninguna de sus Antes de despedirnos d el techo de
formas. paja. réstanos darle un vistazo a la ca-
Naturalmente, se levantó una nue- sa de campo, es decir, la habitación
va iglesia de mampostería y se le cons- en las Fincas, considerando ya el cam-
truyó un atrio con una gt·ada. La gra- po como contrapuesto al pueblo, tal
d a, del ancho común de un sardinel, como se d esarrolló. sohre todo después
se extendi.ó a los dos lados de la igle- de introducrda Ja mampostería.
sia generalmente. pero en ocasiones Como era de esperarse, el desarrollo
también por detrás, de manera que de la habitacióJ1 en e! campo no hizo
quedó completamente rodeada por el más que seguir, con atraso, el ele la
sal'dinel. habita<;:i6n en el puebl0. Cuando se le-
A hora bien, notemos estos dos he- vantaron los cualro primeros ranchos
chos: nadie COJlsideró un abuso de ca - en lo que había de ser el futuro pue-
da vecino ocu par parte d e ta calle con blo. no se hicieron casas en las fincas.
un elemento de su casa, pero en cam- porqLre éstas y el caserío eslaban iden-
bi.o se consideró Ul1iversalmente el sar- tiircadas. Sólo más tarde, cuando au-
dinel precisamente como parte de la mentaro1l y se ftLeron a lejando los ha-
casa y por lo mismo como propiedad los. creció su imporlancia y fue nece-
del dueño de la misma. Lo primero, sario tener en ellos permanentemente
porque d esd e el origen, cuando Loda- uno o dos trabajadores, en parte por-
via no había ni pueblo ni calles, se es- que la naturaleza de sus labores lo exi-
tableció espontáneamente, insttnttva- gia y en parle eomo cuidanderos, se
mente, sin que mediara siquiera un a- les levantaron sus ranchos, d e un cuar-
cuerdo, que los vecinos l<eni.an dere~ho te, de cañas o de baharequc, con co-
a ocupar el frente de sus casas a cie~­ bertizo. Pero como [os dueños no iban
tas ltoras y para ciertas funciones; y lo t'odos los días a la fi nca y cuando iba:n
segundo, entre otras razones, porque salían bien temprano por la mañana.
el sardinel le cosló su dinero a cada "con la fresca'' y regresaban a almor-
dudadano que lo construyó. como le zar al pueblo, o por la tarde, "con la
habia costado StL casa y ambos eran, sombra", si era más lejos y las famt-

-164 • ·. · .. ~~
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(VTTI) La hist órica casa de la hacienda de San Pedro Alejandrino, donde murió el
Libertador. También es de seis cuartos, en dos series, paralelas y contigLtas. Nótense
los dos detalles rurales del cOrredor y La cons~mcción, dibuio a pluma, según una
antigua fotografía.

lias sólo de vez en cuando iban a pa- cortas temporadas de u""a semana o
sarse un domingo en compañía de otras quince dias en el campo y enlonces se
familias y a comerse un sancocho a la construyeron c;asas de dos cuartos. ya
sombra de dos o tres árboles frondo- sea con sala de lTes puertas y de cu-
sos, no se pensó, aún entonces, cons- lata o de dos puertas, con el frente a
truir casas para ellos; habTía sido su- lo largo de Los dos cuartos. En este úl-
perfl~:.to. timo caso se le consl-ruyó un coberl'i-
Mueho más tarde, cuando comen zó ze, pero no de trás. sino dela.nte, como
a sentirse diferencia entre la vida en a los l'anchos de los cui:danderos. po,t-
la finca y la vida en el pueblo. pues que su objeto era sentarse alJí a ver
éste ha bfa crecido y se había desarro- quién entraba o quién salía. o mirar La
Hado, las farnJias adoptaron la cos- gente que iba o venía po1· el camh"to,
tumbre de pasarse, a largos intervalos, o a conve~ conct<:rtados o con

~~00~, 165-
\ e';)(j 'l
~""~..
. ~~
Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia
.~i)
o
sus familias. ya que esa era la única poca frecaencia, pues este arreglo le
entretención d·e que se rlisponía en la quitaba vi'sta y aire por detrás a la ca-
finca. sa.
Como esta casa peque·ña imponía el Del posterior desarrollo de la casa
mismo trabajo de abrir y cerrar camas de camJPO nos ocuparemos más tarde.
poi la noche y P.OT la mañana y la ne- Por ahora queremos hacel' notar q,ue
cesidad de que hombres y mujeres el corredor delantero, que se habi~ su-
usaran la misma alcoba para algunos primido en las casas de pueblo, rea-
menesteres, como vestirse y desvestir- parece como un elemento tipico de la
se, mucho más t·ar.de, quizá cuando ya finca. donde sentarse, acostarse en
habí~ pasado una genet')ación y la gen- una hamaca, conversar y ver el ir ve -
te comenzó a pensar que no había ra- nir de las gentes, como hemos dicho.
zón para no disfrutar en el campo por Y ahora llegamos a la h'ansforma-
lo menos de ciertas comodidades, co- ción por medio de la cual desaparece
mo en el pueblo, se c<mstruyó la casa el techo de para de la ca.s a doble y se
de tres cuartos ,.....sala y dos alcobas..- y adopta el Lecho de mampostería, pla-
se le hie.o el cobertizo delante y natú- no, llamado en España terrado o
ralmente, más large . Ya para enton- terraza y ele azotea en la Costa.
ces se levantó detrás nna construcción Con el correr de los años el pueblo
de paredes de cañas, divididas en dos srguió prosperando . Se extendió más
ettartos, para c'oeína y cuarto del servi- el campo ocupado por Las fincas de le-
cio. Naturalmente, estas construccio- cheria y ~omo los terrenos "del lado·
nes nada tenían que ver cm1 otras, ta- del rio", ,.....en un sector de ciénagas y
les como el depósilo, la caballeriza, caños....... result-aron buenos para el cul-
etc., <i!Ue no se consideraban como par- tivo de la caña, se desat'rolló la indus-
te de Ia casa, s~no de la finca, lo mis- tFia de la panela y de la miel para
mo que fos corrales, el gallinero, etc. vendel.'le al Gobierno para hace-r a-
F inalmente, muchísimo más tarcle, guardiente. Machos Ficos que antes so-
euando ya había pasado otra genera- lamente lenian fi nca de lec.b..erí.a. aho-
ción y se habia desarrollado en el pue- ra tuvieron cañaduzal y trapiche. La
blo la casa de seis y cuatro cuartos y ro.z a se convirti0 en negocio de pobre.
las fa.milias tenían un sentimiento de para proveer a la población de vit:ua-
respeto propio más ar11aigado y es la~ llas y para !a industria de! bollo .....bo-
han acostumbradas a una vida .m ás llo ele maíz y boUo de yuca....... En un
cómoda en casas más amplias, se lugar intermedio entre unos y otros,
construyó la de campo d~ mamposte- estaban los que se 90upaban en el ne-
ría, de tr.es €uartos, se le hizo e·l co- gocio, o la indus~r<ia, de la salazón de
rredor más am'pÜo. con piso de ladri- pes.c ado y los tenderos. Unas pocas
llo, otro atrás para servir de comedor p ersonas explotaban negocios que h a--
y de desahogo y aun a veces se le cons- bían surgido y se habían desarrrollacd.o
truyó el anexo con su ·comedorcito y de,s de que se comen~ó a construir de
sus dos cuarticos adicionales, pero con mampostevía, como la e-xtracción de

-166

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cal y la fahricación de ladrillos, tam- tablecer R eal Fábrica de Aguardiente,
bién habían aparecido los olicios: el eon resguardo y todo.
maestro de obras. los albañiles, el car- Tampoco el gobierno eclesiástico
pintero; la panadera. que hacía pan de deja de atender a l hu.en gobierno de
trigo, para los deos y de maíz y ele yu- la grey y como el párroco no da abas-
ca. para todo el mundo. además dt lo y la parroquia es rica. se crea, con
panderos y a lmojában.as . También lus la autoridad del R ey, nuestro Señor,
mazateras, las dulceras y e:n el úllimo una tenen.ei.a de cura para atend er a
rango. las bolleras. las arepe11as y las las necesidades espirituales de los fe-
butifarz:eras. A lrededor de todos éstos ligreses de silios y caseríos.
que viv.en de una acti'\tidad ''indepen-
diente", enh:e ellos, en lodas partes. La comunicación con las ciudades
desde los oficiales d el maestro de obra es ahora más f1:ecuen le. Se reciben con
y del carpintero y de la panadera, has- más frecuencia y con mayo.r interés las
ta los vaqueros y los cortadores qe ca- noticias y se conlentan. Antes se reci-
ña. pasando por el se'rvicio doméstico, bían muy d e vez en cuando y nadie
Jos que viven de sueldo o salal'io. las comentaba. Un "Ah sí?" bastaba.
PaJJecían cosas lan lejanas y tan aje-
De algunas familias se di.ce que son
nas a Ios intereses de Ia comunidad.
muy ricas. D e lal señor qae "ord eña"
t>ero ya es di~tin to . Se murió el Rey:
200 vacas diarias y "siembra" 60 hec-
Funerales en fa iglesia y duelo. Asceh-
táréas de cai'ia que muele en tres tra-
dió el otro al trono: fiesta en casa del
piches. NaturaLmente hace mucho que-
Corregi:do1· o del ciudadano más rico,
so. mantequi lla "batida". panela y m :eJ
a quien el Corregidor le cede el honor
para el aguar;dicnte.
y el gasto. Se fu.e el Gobetnador y vi-
El pueblo. grande y con fama de no OtTO Virrey. Otra guerra con ln gla-
J'.ico. no puede seguir dependiendo de tena. Subitán los ímpLlestos o los crea-
una autoridad subalte:rna y tenerlo así rán nuevos. Atacarán los ingleses a
sornelido a toda clase de dificultades Cartagena o habrán quedad"o escar-
de orden legal. Añádase que se han mentados con lo del 40'? En todo caso
formado y aun crecido "sitios" y case- se rumora que van a llamar a las mí-
ríos que adminislr;aliva y judicialmen- licias y que han ll egado o están para
te deberían ctepende'v de él, y así, por llegar dos régimien tos veteranos y dos
rea l cédula, un dia se le erige en Co- navíos cle guerra para reforzar la pla-
rregimiento y Juzgado ordinario. Ade- za.
más, como se produce sufieiente miel
Naturalmente se eslá más al tanto
para fahr<iear todo el ron qtte se con-
de los hechos y Los dichos, fas modas
sume .e n el nuevo eorregimienlo. sin
y las costumbres de España y de Las
perjudicar el negocio de panela. resul-
tres cjud ad es eosleñas.
ta un con trasentido IIevarla a otros lu-
gares para traerla trans.formada en a- Poco a poco el ted1o de paja, o me-
guardiente· y por consiguiente se de- jor dicho los techos, pues eada casa
cide por la autoridad com¡¡>etente es- tiene varios, se ha vuelto una preocu-

161-

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pación de las gentes acomodadas. Y a Pero construír un techo de tejas pa-
los forasteros lo comentan: hay mu- ra la casa de seis cuarto.s es tan dificiL
chas casas de mampostería y buenas, o más. que fue construírselo de paja
pero ni un a sola de tejas. T acañeria, cuando se pensó en convertir el ane-
rusticidad. apego al viejo tecl)o de p a- xo de la casa de tres cuartos en otros
ja? De lo p1·imero y de lo segundo. na- tres cuartos completos. ya concebida
da . De lo último, bastan.le. Es fresco Ia casa de seis cuartos b ajo un solo
y a m u eh as personas hasta les gusb techo. El techo de tejas es mucho m ás
oir el ruido del techo cuando lo golpea pesado qtre el de paja y saldría costo-
la brisa o cu ando Ilue\'le, pero hay sísimo, tanto ~or la canlidad y el va-
más: el apego es sobre todo por la ca- - lor de los materiales, como porque se-
sa, la casa de seis cuartos. El proble- ría nec-esario traerlos de fuera : vigue-
ma quedó enunciado; lo que se quie- tas para sostener el techo. la tablazón
re no es casa de tejas, sino un techo de para sostener las tejas. las mismas te-
tejas. Y eso es lo dificil. Los maestros jas. porque en el pueblo se hacen la-
de obras lo explican y todo el mundo drillos, pero no tejas y quizá también
lo entiende. mano de ohra, p01·que tampoco hay
quien sepa fijarlas en la tablazón . El
Const-ruirse una ca sa cartagenera,
costo del techo sería mayor que el del
o momposina. o samaria, según la re-
reslo de la <>:asa y eso es un conlrasen -
gión, es renunciar a la casa de seis
Lido.
cuartos y a tocio lo que ella significa
de lucha contra el clima; es ir contra Y el mismo contrasentido habria en
todos los impulsos vitales y todos los cuanto a la proporción del tamaño del
caracteres a nímico-espirituales que de- techo respe.clo al de la-s paredes. E l a l-
termirtaron subconscientemente la ca- to tendría que ser proporc-ionado al
sa. lr contra las ideas y los gustos que ancho y se vería altísimo. En cambio
se han ido formando mu.chas gene- las paredes se verían muy bajas. Lo
raciones. Es encerrar el patio quitá n· que se quiere prectsamente no es má;;
dole toda perspectiva, renunciar a las techo sino más p aredes . Paredes de
mangas de aire, a los árboles y a la los cuatro lados, más altas y más es-
segregación de los sexos y de las eda- beltas.
des dentro de los seis cu artos conti- P ero hubo otra fuente de inspira-
guos. instaladas directamente sobre la ción y ef problema se resolvió. El t e-
calle. Significaría la vuelta al caidizo cho de tejas n.o es el único que no es
o cobertizo, a la mediagua, aunqlre de paja. Está e f techo plano. por ejem-
fueran de techo de lejas. que de to- plo, un techo por cierto antiquísimo,
das maneras ensombrecerían la casa y podría decirse clásico. Sin remontar-
le quitarían visibilrdad a l palio y que, nos a Egipto, Siria, Palestina, Berb e-
finalmente, han venid<:> a ser conside- ría. es común y en muchas regiones
rados como un elemento tipico de la preponderante, en la Andalucía P eni-
casa de campo, con el nombre de co- bética, especialmente en la región de
rredor. las Alpujarras y en toc[o el litora l me·

-168 1 ·:~:
..
Digitalizado
o~ Biblioteca Nacional de Colombia
diterráneo español. d esde Málaga has- do de sustiluírlo por el techo plano
la Barcelona. También en las Islas que podía construírsele sin alterarla.
Baleares, en los poblados de Ibiza y Tampoco faltaban en la Costa ejem-
· ~\llcnorca , cuyas casas son " todo pura plos de lechos planos. A las iglesias
geometría", de "efectos cubistas". de tres naves se les hizo de bóved a el
No es la casa doble. con sus cua- techo de la n ave central y plano el de
tro {rentes, y prescindiendo del doble las la terales. Basten como ejemplo la
lecho de paja, pura geometría .. efecto bella catedral d e Santa Marta y la in-
cubista? Precisamente el techo plano teresan te iglesia de Santo Domin go, en
vendría a rematar la obra d ejándola Cartagena, además de un gran núme-
completa. Plano en el suelo. plano en ro de iglesias de pueblo. Y no está de-
el Lecho, plano en sus cua tro lad os, más observar que los techos de la bó-
plano inclusive en sus sardineles de la veda central no están cubiertos de te-
calle y del patio, que son como otro jas arregladas en forma de vertientes,
zócalo sobre el cual se lc'vanla la ca- sino conslruídos completamenle de
sa. Las mismas alas. con sus cuatro mampostería y de forma semi-cilíndri-
lados y su techo plano, serían otros ca por fuera. También se había em-
dos cubos, todo líneas rectas y planos. pleado en construccion es de carácter
Ahora bien: fue de esa región de mililar. como las "bóvedas" de Carta-
lechos planos de donde irradió el mo- gena, conslruídas contra las mura llas
vimiento migratorio que preponderó en del baluarte de Santa Catalina y des-
la Costa durante casi todo el siglo tinadas "pnra a brigo'' de la guarnición
XIX. Todos esos catalanes, valencia- (del baluarte) en tiempos d e sitio.
nos. habitantes de las Islas Baleares. l gualmenle en el interior del Castillo
que venían en busca de una nueva pa- de San Juan, de San ta tv'Iarta, cons-
tria, dejaron consigo la mantequilla truidos contra los muros había "b ue-
batida, el queso mayorquín, el cultivo nos cuarteles. sala de armas, a lmace-
del naranjo en mayor escala como un nes y cisternas'', con techos planos de
negocio de huerto, la industria de las mampostería.
butifarras, el jazmín como arbusto d e fue pues nat ura l que en vista de la
jardin, el anoz a la valenciana (cosas necesidad cad a día más imperiosa de
todas que llegaron a ser tan esencia l- s uprimir el lecho d e paja; d e la impo-
men te costeñas) y la milenaria tradi- sibilidad. o lo que se creyó la imposi-
ción de la casa mediterránea d e techo büidad de adaptarle a la casa doble
d e terrado o terraza. Ya antes habían el lecho de lejas, sin alterarla, y del
introducido la ornamen tación en colo- deseo de no renunciar a ella, se recu-
res d e las casas. Habría sido imposi- rriera al lecho plano, consiguiendo así
ble que una vez planteado el proble- no solamente suprimir el techo de pa-
ma y descartado el techo de tejas, con ja, sino al mismo tiempo darle también
la modificación que él implicaba del mayor al tura a las paredes y mayor es-
plano de la casa rural. su influencia beltez a la casa y más luz y más aire
no se hubiera hecho sentir en el sentí- al interior. A l mismo tiempo se unie-

169-

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ron las alas al cuerpo principal por de paja. El hecho de que hubiera apa-
medio de un techo "enteri~o". que no recido en varias poblaciones más o
presentaba siquiera las diferencias de menos en la misma época, contribuirá
nivel y los puntos de unión de las di- a explicar su rápida difusión en toda
versas partes del techo de tejas y se la región.
consiguió finalmente incorporar defi-
En cuanlo a lo segundo, quizás po-
nitivamente los diversos el€·mentos del
dríatnos estab lecerlo con más seguri-
conjun to original en una casa única,
dad . En nueslro con.ceplo fue a fines
rod eacla de mangas de aire ( 1), con
del siglo XJX. Expondremos nuestras
el fondo dd patio libre y en comuni-
razones.
cación directa con la calle, por medio
de la sala y del sardinel. que era par- La única casa de azolea cuya cons-
te de la casa. Habian quedado salís- trucción se puede ca lcular aproxima-
fechas todas las modalidades mentales damente, es la de la hacienda de San
y todos los impulsos bcmperamentales Pedro Alejandrino, cerca de Santa
de la población que la había desarro- fvlarla, hecha histórica porque a llí
llado. (Láminas Ylll y IX). murió el Libertador. Es de suponerse
que ya para esa época la casa tenia
Cabe aho-ra pregun tarse: ¿Dónde y
varios años de construida. Se podría
cuándo .. apareció" la casa de azotea
objetar que como el Libertador murió
en la Costa?
en 1830. ya habían transcurrido 30
En cuanto a Jo primero. es ya prác- años del nuevo siglo, durante los cua-
ticamente imposible establecerlo, pero les pudo aparecer la casa de azolea y
por otra parte no tiene importancia. construírse la de San Pedro.
Contentémonos con saber que fue una
ob.ra "popular". Nació probablemente No obs tante, si tenemos en cuenta
en varias partes, en todas aquellas po- que los 12 años de l a guerra de Inde-
blaciones que habían alcanzado cier- pendencia debieron ser poco propicios
to grado de prosperidad y de impor- no solamen te para el desarrollo y di-
tancia y establecido mayor contacto fusión de un nuevo lipo de casa, sino
con las ciudades principales. ya que en general para la construcción ele
dicho contacto indudablemente sirvió nuevas casas. debido a los azares de
de estímulo para la supresión del lecho la guerra y a las periódi:eas m igracio-
nes, unas veces de patriotas y otras de
realistas, sin con tar con las confisca-
(1) Nótese el sugestivo sabor rw·al ciones de bienes, aún concediendo que
de la expresión "mangas de aire". Una la casa de San Pedro hubiera sido
manga es un espacio largo y angosto construída ya a frnes del lapso de
entre dos potreros. Lo mismo puede tiempo entre el fin de la guerra y la
observarse de "puerta de campo". En muerte del Libertador (8 años), d irí-
las casas españolas no hay puerta de cilmente puede admitiFse que hubi era
patio ni de campo, ni entre una y otra aparecido en los primeros diez años
mangas de aire. del siglo XIX y que en ese corto tiem -

- 170

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po se hubiera difundido y populari- bía ven ido a considerarse como esen-
zado. cialmente un elemento de la casa de
S i u n hombre tan rico y de buen campo y e l objeto de la escalera fue
gusto. como don Joaquín de fvlier, y a sin duda permitir subir a tomar el fre s-
q uien le gustaba construirse buenas co y a gozar del paisaje, por las la rdes
casas, como lo demuestran su casa de y por las noches, sobre todo en las no-
Santa Marta y la de su hacienda de ches de lun a (Lámina X).
Papares. se construyó una casa de ese Se trató. pues. de un esfuerzo para
tipo en San Pedro. fue sin duda por- mejorar la casa como casa de campo
que si bien los habitantes de las ciu- de gen te rica y de buen guslo. lo que
d ades todaví:a la consideraban como prueba su difusión y aceptación.
casa rura l. ya la consideraban tam-
bién como el mejor tipo de casa de En todo caso. donde y cuando quie-
campo, mejor que la casa de Lejas y ra que la casa hiciera su aparición,
eso implica que ya estaba completa - fue en Barranquilla donde. en e l siglo
mente difundida y establecida en las XIX. a lcanzó su d esarrollo final y ad-
principales poblaciones rurales y que quirió categoría d e casa urbana. Se le
los ricos hacendados de las ciudades levan tó el lecho. dándole asi mayor
ya estaban familiarizados con ella. esbeltez a la casa y se perfeccionó la
Como no es posible quE' todo esto hu- ornamentación de la fachada. La puer-
biera ocurrido en menos de treinta ta y las ventan as se hicieron más
a ños, en tre 1780 y 1810, hay que acep- grandes y el zócalo más allo. Para d a r-
tar que ese proceso tuvo 1ugar a fines le mayor a mplitud al "fondo" de la
del siglo XVlll, o mejor dicho, duran- pared, se levantó la cornisa, que antes
te los últimos veinte años de ese siglo. esta ba unida a los dinteles de la puer-
ta y las vent anas, se la llevó hasla
Que los ricos de las ciudades no so-
cerca del lecho y se insinuó unas ve-
lamente consideraron la casa de azo-
ces y se construyó fran camente otras.
lea como la mejor casa de campo, sino
un verdadero entablamento. con friso,
como su sceptible ta mbi én de nuevas
arquitra be y corn isa. Se suprimieron
mejoras en ese carácter, lo prueb an
con frecuencia los relieves vertica les
dos elementos con que la encontramos
para darle mayor- amplitud también
asociada en San P edro: el corredor y
así a las paredes y hacer más sobria la
una esca lera de mampostería a dosada
ornamentación. E l resultado fue una
al muro exterior de una de las cula tas,
fachada más a mplia y más elegante,
para subir a la azolea. Pero el corre-
con e lementos distribuidos simétrica-
dor aquí ya está modificado para
mente.
adoptarlo a l estilo de la casa. pues en
vez de ser de techo inclinado, es de Se embaldosó el patio y se unieron
lecho pl a no de mampostería, o mejor los sardineles de los tres cuerpos. E n
dicho. es una prolongación del lecho muchos casos se lraló de protegerlos
de la casa, como en la ramada del del sol y de la lluYia, medianlc una
bohío. A hora bien: el corredor ya ha- prolongación del techo del mismo a n-

171-

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cho que los sardineles y en muchos Finalmente, a fines del siglo pasado
casos se les convirUó en corredores, se introdujeron los azulejos para todo
más amplios y con el techo plano sos- el piso de la casa y para el zócalo de
tenido por columnas o pilares cuadra- La pared en el interior.
dos, pero se omitió hacerlo siempre Anotemos por último que así como
delante del comedor. para no dismi- clespués de cons~ruida la casa doble
n\ürle la vista al patio. de seis cuartos y dos techos de paja.
En las casas donde se hizo senHr construyó la de cuatro cuartos con la
más la mfluencia momposina y sama- misma distribución, tma vez suprimi-
ria, se construyeron de hierro las re- do el teoho de paja para la primera y
j as de las ventanas. mientras en aque- reemplazado por el de mampostería, se
llas donde más persistió el espíritu ru- suprimió igualmente para la segunda
ral. se adoptó una combinación, bas- y se construyó también ésta con ted1o
tante elaborada por cierto en su cons- plano (Lámina Vlll).
trucción, de hierro y madera, el prime- A fines del siglo pasado se cons-
ro en los barrotes y la segunda en los h·uyó en la parte alla de la ciudad un
marcos y travesaños. pequeño sector, que se llamó un poco
A todas las casas se les conservó pomposament·e el "Barrio de las Quin-
las mangas de aire. ya desde luego las". fue, seguramente. e l primer ba-
más angostas y la puerta del patio, rrio " residencial" que se construyó en
ahora completamente dedicada al ser- Colomb'ia. aturalmente, fue 1:!11 ba-
vicio. más '[1equeña, más discreta y rrio elegan te. Como era algo nuevo y
mejor const ruida. estaba formado por casas de familias
La ornamentación en colores. que ricas que habían viajado p_or el exle-
ya había cubierto todo el frente en la riol!, por lo menos muchas de éllas, b.a-
casa de mamposle"r+a de techo de pa- hrían sido de esperar muchas noveda-
ja, se enriqueció con el ensayo de des en materia de tipos de con struc-
nuevos colores y de tenos más suaves cióll. Pues bien: fa única novedad
y penetró en el interior, primero corno consistió en que se ll'asplantó la casa
zócalo y friso: luego como dos franjas de sets cuartos contiguo.s. con sus a las,
verticales en los rinc.ones, para unir el pero ncrahzándola nuevamente, es de-
zócalo y el friso y finalmente cubrió ci r, asociándola de nuevo a elementos
toda 1a pared. que se habían suprimido en el proce-
El tec;ho generalmente se encaló so- so de ur.hanizactón y aún dándole
lamente, p~ra no recargar los cuartos mayor énfasis a algw1os de éllos.
de co lor, pe:ro con frecuencia se bus- En primer lugar reaparece la caba-
caron coniliinaciones de color, encalan- lleriza al fondo, ahora c·Q nvertida en
do solamente las vigas y los listones cochera, y el corredor, como en San
y dejando los ladrillos de su color na- Pedro Alejandrino, pero ya no sola-
tural rojo oscuro; o dándole color a mente en el frente de la casa. sino ex-
las vigas. encal ando los hstones y de- tendido también a los dos lad,os y en
jando los ladrillos de su color nalu11al. ocasiones rodeando completamente la

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casa y separá ndola asi de las a las. si do de tejas oscurecía la casa y le qui-
no por el lecho ni por el piso. sí por taba e~beltez.. se substitu yó por un co-
las paredes. de manera que aquéllas rredor de techo plano de mampostería.
recobra n algo ele su ind<>pendencia an - como en San Pedro. Se unió lo nue-
terior. Además, se le adicionó a l co- vo y lo viejo: cf a ntiguo y deleitoso
rredor del frente una terraza cubierta sabor de ruralismo y la moderna y dis-
por un a prolongación del lecho del co- tinguida impresión de urbanismo.
rredor y que recuerda el salien te que
en los pueblos se le hizo a lgunas ve- Ya bien avanzado este siglo. se fun-
ces a l sardinel de las mejores casas. daron los nuevos barrios residenciales
aquel sahent·c recta ngular a fa sombra y se volvió a construír en El Prado la
de dos almendros. casa de seis cuartos, con su triple co-
medor y su garage a l fo ndo, en lugar
Las dos a lus, como en San P edro y de la cochera . Pero como los nuevos
como en los conjuntos o.riginales, se barrios ya no se consideraban como
cons truyeron también en saliente. con fuera, sino como parte de la ciudad,
el mismo fin , es decir, amplia~ e l pa- y se había a tenuado la idea de la ca-
Lio entre los tres cuerpos. y, esto es lo sa de campo, se procedió nuevamente
más extraordinario. se volvió en mu- del techo doble d~ tejas y se volvió
chas casas a l lecho doble, constroído a l techo plano, de carácter urbano. Las
ahora. na tura lmente. de tejas (Lámi- a las se dejaron en saliente. pero se las
na XI). unió de nuevo completamente a la ca-
Cómo exp licar esta rurali:zación de sa. (lámina XII).
la casa rural. ya urban izada? En mi
concepto. muy fácilmen te: estas casas o está por demás señalar. porque
se construyeron en extensos sola res. eslo muestra un continuo para le lismo
junto pero fuera de la ciudad, por fa- entre las dos casas, que co nslruída la
milias que deseaban vivir con más casa de se is cuartos con ti guos en E l
holgura. en casas rodeadas de árbo les. Prado. también se construyó en ese ba-
más rrescas )' lejos del ruido y del rrio, pero más frecuentemente en los
polvo de l centro de la ciudad. Se edi- otros b arrios residenciales. la de cua-
ficaron. por consigui ente, en m edio de tro. pero con un solo corredor en fren-
un ja rdín y se plantó un huerto de- te y natura lm ente su ala detrás_ Con
Irá&. separado de la casa y del jardin rrecuencia, se le agregó una alcoba.
por un muro. E l campo! La emoción por e l antiguo procedimiento q ue hizo
campesin a l Con ell a la idea de la ca- del cobertizo posterior un comedorcito
sa de la finca. P ero como el mejor ti- y un cuartico adiciona l. es decir, divi-
po de La casa de campo era de tres diendo la terraza en dos parles. pura
cuartos con lecho de lejas y este techo hacer de una de ellas una alcob a. Que-
no podía construírse para cubrir los dó pues. por una parte. terraz.a, sala
seis cuartos, por cierto ya más amplios, y comedor y por la o~ra tres a lcob as.
se récurrió al techo doble. S in embar- Y como en esta forma el frente fue
go, como el corredor de techo indina- estrecho y el fondo largo, se insinúa

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en el ánimo la impresión de que el go a la calle. hubiera girado ahora en


bohío original de Ia rumada, que giró sentido inverso, para presentarle u la
sobre su eje al convertirse en casa de calle el frente ·estrecho con su corre-
dos cuartos, para presentar el lado lar- dor.

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..
r.•

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{ IX) Casa con..struida a. fines del siglo pa.sr¡,do en Rarranquitla, en el barrio de "Las
Quintas", en las afueras de t·a ciudad. N átese qtte el detalle rural del corredor ha
sido desarrollado extendiéndolo por los dos lados de la casa, y agregándole una
terraza en el frente . A la extrema (lerecha puede verse el comienzo del ala lateral,
también construída en saliente, como en San Pedro Alejandrino. Nótese la reapari-
ción del detalle rural de los dos techos, ahora de tejas. La casq está construída en
medio de tut jardín y tiene detrás tti~ huerto, separado tZel jardín por zm muro. Es
indu.dable que la "impresión" qne guió la construcción lle estas qttintas, levantadas
en amplios lotes de terreno, fue la de la ca.sa de campo.

(X) Ya en el siglo XX (despu.és de 1920), reaparece en El Prado, ltn barrio tubano


qZLe es pq.rt.e de la ciudad, la casa de seis cu.artos, cott corredores por t.res lados y
c'terraza" adicional, pero con techo de mampostería. iJ. la izqZLierda una de las alas,
con una puerta de com.wticación con el corredor. Det.alle curioso : al fondo del patio
está el 'cgarage", en el mismo sitio donde antiguamente estaba la caballeriza.

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RELACIO N HISTORICA
DEL VIAJE A LOS REYNOS
DEL PERU y CHILE
Por HTPOLITO RUIZ

Por creerlo de gran interés re-


producimos algunas páginas del
libro de D. Hipólito Ruiz, que
hacen referencia a los habitan-
tes de la ciudad de Lima y el
análisis sobre el indio de la Pro-
vincia de Huánaco (Perú), en el
siglo XVIll. Sobre esta obra el
lector encontrará un comentario
en la reseña de libros.

Descripción de la Ciudad de Lima


Carácter y Constitución de los Habitantes (1)

Parece que por si misma se demues- uno de estos ha engendrado en cada


tra la constitución de los habitantes. una de las distintas hembras de estas
siendo lan diversos en castas, en com- mescelanea que Tiaman T ercerones,
·p]exiones, y en estados, y tan u nos en Quarterones, R eq.uú1tero nes. Salta
el manejo. Apenas hay casa de me- atrás, &a. D e todos estos unos son es-
diano estado e11 que no pudiera dihu.- clavos, y otTos libres. segun fué la ca-
xarse un País. ele todos los colores, lidad ele la 1VIadre de que nacieron.
que distinguen las muchas razas que todos concebidos en una misma casa;
componen el Pueblo. Se en€trentra el pocos de Matrimonio, lal vez criados
Indio; el Cholo; el Chino, que parió todos juntos, y los niños E spañoles
la Negra del ayunta'Qlienlo eon aquel; entre eLlos y nutridos por los pechos
la fVlula ttfla. que nació del cómerdo d e estas m ismas !Yladres. leniendo por
con el Español ; el Zambo. que le hizo cosa de menos valer criar sus hijos las
producir un ~Julato; y lo que cada blancas o Españolas.

(1) Tomo I. Cap. III. pp. 17 a 25.

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El Indio es lúbric6 y ardiente como ti:vo y el cebo d e pasiones muy vehe-
su pais, es propenso a l engaño, á la mentes y k.ant·o más p oderosas quanlo
cobardía. á la superstición m as que á se les agrega de causas en el consor-
La r:e}igiól'l. El Negro se indina a ser cio y exemplo de tantos de su misma
ladron, easi desde que n ace, sob erbia, naturaleza.
interesado y á Lodos los viejos que tra- Todo esto quiere decir que e l Espa-
he fa sel'Vidumbre y la neofitis. E l ñol que nace en este país es digM de
IYiulato es intrepido y osado. ml.JY lastima; ~or que tiene desde aquel
amigo d·e gl0ria y de campear y lucir. punto una cieda propension á sen li~
aunqae sea con lo ajeno. haciendo ga- viano, altivo, eobarde, doble, infieL ra-
la hasla de la disolución. Los germe~ ~az y de una grande habilidad para
nes de estas bellas plantas lo sacan to- el exercicio de estas pasiones. Ya se
do esto, combin ado de tantas mane- ve que todo esto es inseparabl~ del
ras, com0 trahon envueltas las calida- a tolondvamiento, de la falta de pala-
des. El agregado de muchas de ellas. bra, de la cabilación del desvaneci-
que componen á manera de un mons- miento, y de aqutlla elacion que hace
truo fisico, producen natur-almente en · al hombre contemp larse mejo:r que sus
cierto modo un monstruo m0ral: Esta padres nacidos en Europa. y conside-
nlllltipltcacla monstruosidad de afectos rarse dignos <;le todas las h0nras y em -
y de pasi0nes la re-coge el triste Espa- pleos. a unque se palpe la ineptitud. y
ñol que nace entre ellos. sé nutre de engolfarse en tal varaja alte;rnativa ·
ellos y c rece con ellos ; si no hay una de pensZtmientos vanos y exoti:cos que
gran providencia en sep a rarlos. que á los juicios bien puestos parecería lo-
es muy rara. cura.
E n todos Ios niños madruga la ma- En efecto, esle es en general el ca-
licia. tanto que en algunos ya se ha racter de los Españoles n aturales, que
visto antes de los quatro a ños la incli- llaman por otro nombre Criollos, y
n.ación al robe, los conates fo:mlales aun el de muchos Ennopeos que allí
de un adulto en linea de liviandad. y se crian , y entrocan, tirando á imitar
casi gen eralmente una embidia y un a los etros por lihrarse, o á lo menos
engreimiento, que no llega a mani- templar la implacable enemiga. (que)
festar asi en otros paises, ni aun á los lo gel'}eral de ellos les profesan.
doce ó quince años de edad. La viva- Mas esta generalidad no comprende
ctdad., inquietud y travesuras de estos a mu chas famtlias ilustres y honradas,
pequeñitos, es com:0 de unos E n tes, en a quienes la expel'iencia y o.bhgadones
quienes se vé á las claras tma como de la religión y de la sangre hacen
impotencia física para e l juicio y ei re- muy vigilantes y siguen e l sistema de
poso, y asi son á proporcion molestos una loa'bie quanto prolixa crianza, con
en una familia. La J)enetración ;y las· la que se corrige y modifica la na.tura-
prodtwciones genera lmente pasman, y leza, y. en quienes se ven modelos de
lodo arguye ut:tos humores aeres, gran la mas exacta c'ivilidad. dec'Or:ó y vir-
calor en la sangre y en la imagina- tud transmitidas á sus nobles d escen-
ción. que son con el tiempo el induc- dientes.

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Caracter de las !Ylugeres. namá y hasta Huayaquil; pero co-
rriendo el s iglo se h a ido introducien-
D e estas prerrogativas gozan en es-
do un trage que no tendrá semejante
pecial las Mugeres, en quien es su na -
en Nacion alguna. dando princip·io á
tural docil. piadoso y mas inclinado á
el las damas cortesanas y siguiendolas
la honra que los varones, si logran
las Señoras. entre las qualcs no se dis-
una mediana crianza, son con Facili-
lingue hoy en esta p arte. Empezando
dad virtuosas, caritativas, mas bien
por el calzado. u san un zapato que no
generosas que interesadas, muy aman-
sirve de descanso al pie. sino de mar-
tes de la probidad, por lo qual prefrc-
tirio, por lo que lo encoge y lo estre-
ren á los Españoles para casarse; lo
cha; por esto es necesario casi destro-
que no les cuesta mucha dificultad
zarlo para usarlo. á fin de que salgan
por que son bien parecidas, despeja-
en arco los dedos y se luzca por alli la
das y de buen arte; bien que para li-
media, y entonces se ha de pisar con
garse se mira y remi11a el Europeo en
el cord0ba n por que la suela aprnas
la era presente, en que el d emasiado
luxo y pobreza han deprabado las cos- tiene una pulagda d e ancho por parle
y por donde más dos, y cin co de lar-
tumbres. auyentando en mucha parle
la v irtud en que esta Ciudad siempre go; lo comun es traher las orejas suel-
floreció, y dando entrada á los vicios. tas y cercenadas, aunque se van ya
usando bastante las evillas, bien que
estas han de ser de ultima moda. de
Luxo y Trage.
oro, piedras o diamantes. y lo que an -
Para conocer ~uanto domina el lu- tes era bordado en lodo el cordoban .
xo y la pobreza era necesario pascar es a hora p inlura. D e esta especre de
las caiies de Lima y d espués intro- zapatos. que los mas son de badan a,
ducirse en las casas : en ellas, en los necesita una !Vhrger de media clase
templos. en los Coliseos y lugares pu- un par de dia. que lo ménos que vale
blicos. no se ve mas que gala. pompa. son seis reales de plata ó un peso
y á no desmentirlo el color de muchas fuerte: como se rebientan á cada paso
se juzga·ri.a que eran Señoras acomo- van prevenidas de aguja y seda y no
d adas y también ricas, segun la lim- se embarazan en descalzarse en los
pkza y p0rte de los trages. Comun- zaguanes. ni aun en la Iglesia. y d e-
mente salen de manto y saya ó bas- baxo d el manto remendar su 7.apalo
quiña y si es de noche . en cu erpo. A para poderse volver á su casa. Le h a
principios de este siglo aquel era co- d e acompa ñar la media de seda. que
mo el de España (l), según se ve por no la usan de otra materia, ni aun la
a lgun as pinturas, el qual se conserva gente ordinaria, y esta parle d el Ves-
aun en la America Septentrional. N ue- tuario se prefi era a todo; se busca la
vo R cyno, Costa de Guatemala. Pa- mas delicada y la de mejor color, cu -
chilla y matiz. aunque cueste el par
(1) Después de nro. regreso á Espa- vein te y cinco, trei nta o quarenta pe-
ña se ha ido introduciendo el trage que sos: en el rigor de la guerra con In -
usan las mugeres en esta Peninsula. glaterra se vendieron hasta en cin -

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quen~a pesos fuertes; pero las mas co- ras de tela de carró ó de anafalla, y
munes valen seis duros; si con la me- veinte de forro. y algunas de qtraren-
dia ha de pisarse quando flaquea el la varas de género y otras tantas de
zapato. discurrase qttanto durará esta forro, de tripTicados p liegues y canu-
media? y mas quando por donde mas tos, que aumen tan drsformemenle e[
ha de lucir es por el pie; jamas las volumen y es cosa prodigiosa dar tan
l.aban. por que lavadas no sirven ni facilmcnte con una .tvlulata zafia. co-
aun pal"a las cria das. mo con una Señora, ambas de una
Casi h asta donde termina la medi a traza y un lrage.
empieza el Faldell-ín ó Brial. que m as Todo el rest·o del cuerpo, á excep-
propiamenle deberia Llamarse Tonele- ción de los brazos, que van dcsnu.do:s
te. si por delante fuere cerrado y no casi has ta el hombro, lo cttb-ten con
abierto como lo llevm1: con ser tan ci ntas ricas de en cages, velil1os COJl
corto, que no pasa del haxo vientre. se muchas zarandajas de oro. perlas y
emplean en él diez y sei.s varas de le- á ve2es con muchos diamantes, todo
la y ou·as tanlas de aforro , co n su en · de mucho coslo, y por remate se en-
carlonado que pliega y ensancha co- vuelven con una tira de bayela de dos
mo una campan a: ayudandose algu- tercias de ancho, que amaga á taparlo
nas con eeñi_rse antes rodetes de baye- todo, y solo cubre la parte superior
ta ú otros géneros mas ligeros que ahu - de los brazos, e l cuello y á veces la
quen mas; y á esto Tlaman contraban - barba.
do. y las ponen tan mon struosas QLte En la cabeza es muy com1H1 poner
solo están tolerables asi mismas y á los muchas flores, sin reparar en el pre.c io
ojos lascivos, que de nada guslan mas de ellas si son nuevas ó son de las del
q_uc de la desenvoltura. N o tiene lhni- capricho. Llegaron á producir unas
tes el delirio mugeril en punto de luxo Amapolas blancas y muy graodes, cu-
y medios de bien parecer. yas semillas fueron de España. y entre
Lo que se h a inventado en estos las Señoras que acudieron á comprar
dias á favor de la decencia es que. tomó una en quatro pesos u'{la de las
siendo estilo llevar los Faldellrnes a- flores, meliola en un pañuelo y al lle-
biertos por delante, han hecho algu- gar á su casa la encontró d esojada:
nas Señoras defantales forrados á cos- como ya hahia consentido en ír al pa-
ta de dos ó mas pie~as de cintas de seo con su gran flor, embió a l instante
dos dedos de ancho, y tan delicadas por otra, q"Lle costó otros quatro pesos,
como que son de China; pero es de púsola e~ su cabeza, y á los tres ó
temer que esto no tendrá sub sistencia quah"o pasos que d io la calesa cayó
por que desfavorece la d iso lución, que toda desojada, como er a reg111lar.
es lo que se apetece por la gente li- La Ariruma, que es espcie de Ama-
berlina. También en el dia se usa fal- rylTis, es nna flor amarilla de seis ho-
dellines hechos d e cintas, asi como los jas, reunidas por su base; pero por
delantales. año nuevo, en que todas quieren lu-
Sobre el F aldellin ponen la Saya cirla, todo siwe de nada si no llevan
ó basquiña, que consta de treinta va- Ariruma, y de aquí viene ef valor de

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esta flor; lodo lo que las Floreras quie- con los crtados y criadas. aunque no~
ran llevar. coslando a vezes veinte ó se pueden mantener.
veinte y cinco pesos un Boton, por que
no tiene uso si llegó á abrir. No sirve Comidas.
solo las flores para el lucimienta, sino
I-lasla en las mesas y en Tos paseos
tambien para el olor, y , par que este
se vé hoy una profusión desmedida,
suele escasear en algunas fleres, á
q aeriendo irni.tar las reposterías y De-
causa del tem¡pet:amenlo calido. lo re-
seres que han visto en ias personas
fuerzan c.on untarlas de ambar. sahu-
grandes. que vienen de Europa. Antes
madas y rociarlas con aguas ricas, in -
se componian las mesas mas opiparas
troduciéndolas después entre las ropas
de seis ú ocho platos. muy abundan-
y leniendolas en casa sohre los mue-
tes, en que no tenían lugar sino los
bles, con que disimulan el nati vo fetor
Pabos. Gallinas, Corderos. y Ternera.
que comunmente transpiran, especial-
Ahora para cualquiera celebridad se
mente fas mugeres que tienen mezda.
busca un Cocinero Francés, se cubre
Del Puchero (a,si llaman a esla la mesa lres 6 cuatro veces de ledo
.tv'lixtura de flores) se cuida primen> qua.n.to el pais ofrece de regalo. sin
que de f,a olla de comer y ha habido que falten las fr-utas de elado y mucha
muger tan vicrada en esto que, no abundancia de licores, todo a grandes
compran do para sus hijos dos reales costos. En los paseos se repile muchos
de pan, gastaban ro-dos los dias vein- dias este mismo gasto, aun mayor, por
te y cinco pesos de flores. que se alternan las Concurrencias y
se mul tipli:can los Convidados y todc-
Una Hortelana que solo cria Jaz-
(hai que lranspor.Lado) de la Ciudad.
mines saca de cosecha quinientos pe-
sos cada año y otra con un solo Aro- En esto va siendo tan general la va-
mo saca doscientos al año y muchísi- riedad y profusión, que ya se ha vis-
mos entrando los Ambaves, Algalias. to ü· á <mnvalecer una lamilia, que vi-
Menjuí ó Benjui y otras especies ola- ve de limosna, y manlener una Mesa
rosas, con que comunmenle se adoban muchos dias. que no la mejorada un
hasta las Negras y Zambas. Mayoraz.go bien acomodado.
Son afectisimas á la Pedrería, en
/uego.
que hay empleados en la Ciudad, por
un prad<mte computo, de cinco á seis No es lo peor el gasto que ocasiona
millones de pesos: y asi se cargan la la i''lesa en sus viandas, mayor es ei
cabez¡a de Diamantes tanto que des- que (se) hace con el juego. Esta pa-
lwnhra su vista; y en siendo unos zar- sion se ha hecho casi universal. tiene
z.illas de moda y muy grandes no se a muchas Casa~ arruinadas y va des-
paran· en el precio. Son muy afectas ai truyendo las mas y aun las mas fuer-
Coche y á la Calesa, aun Las ele po- tes. Se ha introducido el tantear con
cas facultades, por lo que se cuentan Onzas de Oro y hasta los Negros de
en Lima mas muebles de estos de los Esquina quieren usar de este fatal
que correspondían. Lo mismo sucede eslilo. Los hombres parece que ya no

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tienen otro des tino ni olra mejor ne- za mas que un rastro 6 Carniceria,
goeiaeión; son innumerables las casas concurre tanta gente q ue las casas y
de juego; las T iendas se cierran para las calles parecen desiertas. y en el
ir á ellas y en estas hay quien sub- Circo no se vé otra cosa que gala y
ministre doblones á un interés desme- profusión. Raro es el Expectador, es-
dido: quien compre alajas. vest-idos. pecialmenle del heTio se.~o. q~.;te no ha-
y quanlo el hombre lleva, por lo que ga ropa nueva para ir a los Toros, y
quieren darles. Entra ef Caballero, el que sobre el gasto de esto y del asien-
:tviercader. el Oficial de Tienda. y to- to no emplée en la compra de muchos
do el que puede b.acer una parada, comestibles y golosinas. que con abun-
sea quien fuese, de cualquier clase ó dancia se '1enden en el contorno·. Ja-
estado ; quanclo se fatigan del asienlo mas se cansa esta gente. n i la "inti-
pasan á otros palenques. como los jue- mida las desgracias. que no fa llan, ni
gos de pelota y Casa de Gallos, don- el rigor de la estación, que es calmosa
de no se arruinan menos por las apues- en extremo y perniciosa á la salud .
tas (fUe en la banca, dados, y prime•·
ra. Este coliseo se llena tres dias a la Comedias.
semana: allí concmre el hijo de fami- La Farsa se verifica los Domingos,
Lia, el casado, el Peon y todas las fi estas, y jueves, y nunca dexa de lle-
castas, haciendo falta á los oficios, á narse el tealro, especia lmente en los
las obligaciones, al servicio, y roban- años en qL"te lo extraño del baile Ita-
dose de todas parles para mantener liano obligó á ensan charlos. Oi decir
esta pasion. que todo lo trabe en des- al Actor Italtano, que pasó de iVléxi-
orden. La gente baxa se e'l'lZarza en las co á Lima con su M uger y otros bay-
calles y en ellas y en las plazas se larin.es. que éT adiestró en esta Capi-
ven paritos y grupos de genle embo- tal, que de quantos paises havia co-
bada con los Jugadores. Algunas pro- rrido no se le habia ofrecido otro en
videncias ha tomado el Govierno, pe- qLle tanto emiquezerse como en Lima,
ro á pesar de ellas ha ido en creci- porque, aunque esta es de menos cau-
miento este poderoso desorden; He- dal que otras Ciudades. para el havia
gando á terminos de no tenerse por un gran tesom en los genios de sus
hombre el que no juega y juega fuer- vecinos noveleros, o€iosos y gastado-
te. res. Acaso lo sen ti da asi por que vi:0
que no se reparó á fin de aereeer el
Toros. teatro, y en asignar a l mismo Actor
Todo esto se llama Diversión, á que cinco mi I pesos anuales.
es propensa toda [a gE;nte, po:r tempe-
Pob1·eza.
ramento y en fuerza de la oeiosidad.
languidez., y ansia ele lucir. donde la Y a llernos explicado á Lima de por
hai. Asi se ven Je acompañados los fuera, mas mirando la por adentro no
Teatros. A una función que se repite se vé más que pobreza increíble. A ex-
al año ocho ó diez veces, sin embar:. cepcrón de algunas casas que por el
go de no haber Toreros, ni ser la Pfa- Comercto 6 sus grandes haciendas tie-

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nen caudal. las demas son mera apa- esta es en la gente blan.ca, á la que
riencia. Se ven muchas Señoras en se les oye frecuen le.mente (decir): q u i-
coche, cuyas mulas comen más que su siera mas haber nacido esclava, a
familia. Muchas con diamantes, cque quien no falta el comel', el vestido. y
no ti:enen con que Sllste11 tarse en el la vivienda. Esta 'e s la que mas suele
dia, si no lo van á empeñar á una pul- acongojar; y les trahe las mayores an-
pería. Muchissimas cargadas de ga- g.u stias. De continuo se ven echadas
Las, y los hijos desnudos. Infinitas qt!le de una casa ú olra por no poder pa-
sollprenden a l presenUarse y deben gar, qu edan:do en prendas en poder de
quanto llevan encima. No es parado- los arrendado~es sus tristes mue bles y
xa, se ha en tablad.o e n Lima ir á los allln el vestido mas necesado; lo qnal
mercaderes y ajustarse con ellos: sa- es comunisimo.
can doscientos ó tresejentos pesos de Esta pobreza. fueTa de las enuncia-
ropa, á pagar dos ó tres pesos por se- das, Hene muehas causas. La pl'imera
mana; a<1¡uellos aceptan el ~ralo, por fue la introducción de los Negros en
que sa'bcn que cas tigan.dose el vientre la Capital; de estos y los i ndios han
y los de su familia han de estar pron- procedido las muchas y varías castas
tos para hallarle quando lo hahiere que Se han dicho y que cempon en la
m enester; el desemp.eño se hace á fuer- mayor y mas humilde parte de la po-
za de di#a. y la que ayer se vió he-c:h a blación. En estos es~án depositados los
un andrajo h.oy la ~esconooen por le Oficios, Artes y servicio cemún.. que
bi:6arra, reduciendose su alimento a desempeñan con la impex:fecoión, ta-
Zapayos, Papas, y Agua caliente. Ast chas y vicios que llevan su ra~a y su
se vadean las infini.tas criadas de es- tosquedad, y es no poca P laga para et
tas Señoras aparentes: con el importe puebla. Por el tanto qrtedan exduid·os
de pan, que es todo lo q ue les dan de es tas ocupaciones los blancos, q ue
en plaba, hacen su trato y de el se vis- por no rebaxarse, y ap11end.er Oficio,
ten, comiendo de Lo que la lol'tuna no quiel'en servir, ni pudieran aunque
ofrece. y par que Lodo es menos que quisieran. segun les muchos obstacu-
andar trapientas, que es su expresión ; los que se ofreeen. Algunos empleos
si no fuera por la sopa de los conven - que estos pudieran tener por (mas)
tos padecerian muchas gentes suma decentes los codi<>ian y arllebatan los
necesidad . Donde. par una exterior de- fuseas 6 pardos, por supositarse mas.
cencia, se concibe qpe hay algún ajus- De aqui resulta que el blaneo es el
te. suele se~ todo el fondo una Ollita mas de_sti'tuido. el mas ocioso y e1 que
de comida. que va de una Comun i- mas apela a la trampa, al juego, y á
dad, y las Misas que dice un R eligio- la civilidad, que lo tiene en continua
so y busca'n los vel'gonzantes de las desdjcha. No se quedan a tras los F us-
teslamentarias y congregaciones. sobre cos en materia de trampa; porque si
que se hacen empeños extraerdinarios. es Oficial se le ha de anticipar á la
en que no suele have11 pocos fraudes . Obra la m itad de la Plata ó el tetal.
Disimulase todo por la fuerza de la á riesgo de quedarse con ellas, como
necesidad comun. Donde mas recae lo s-uele11 hacel'; y si no lo es, jamás

183-

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ha de hacer nada sin robo 6 escati- res. Con las mantecas sucede lo mis-
ma, despues de ser todo m a l hecho mo que con los demás comestibles de
Y mal servido. La segunda es no ha- primera necesidad, que las almacenan
llar en que ocuparse esta plaga de los Pulperos y olros R evend edores.
l\tlugeres . Solian en otro ti<'mpo em- con notable perj uicio del pub li co. En
plearse en la costura, y texido de una Ún, son infinitas las causas de la po-
especie de encagc. usado en el pais. breza· de Lima, y que solo podria re-
para lo que son habilisimas: pero vi- m ediarlas lal vez un Virrey de un ze-
niendo de España este Encagc que lo extraordin a rio.
llaman Trencilla, loda especie de bor-
dados y aun cosida mucha ropa, nada Carácter y nalauraleza de los In-
les ha quedado que hacer, s ino pey- dios. ( 1)
n.ar se y ataviarse para parecer bien, 6
La aclua l nalura leza y propiedades
d e no enlTegarse á perecer. Este es un
de los Indios, asi de la Prov. ele H uá·
punlo que á la verdad merecería la
nuco como de las demás del P erú,
mayo•· a te nción del Govicrno, siquie-
originadas probablemente muchas de
ru para no escusar tanta s ofensas a l
ellas del rigor con que los han tratado
Criador. No faltan ramos de indus-
los Poderosos. á fin de enriquecerse
trias que poder establecerles, pero era
estos con el sudor de aquellos, es: a bo-
necesario un estimulo superior. La
rrecer a l Europeo y Criollo blan co ;
tercera causa de la pobreza. entre las
se recela n y desconfian de estos y a un
demas que se iran apuntando, es la
llegan á no lener confianza de si m is-
carestía de los comestibles y generos
mos; son perezosos y tardos en el lra-
de primera necesidad; para lo que de-
bajo, y aunque aveces vigilantes en su
hería extinguirse el derecho de sisa y
n egocio, no aspiran á en riquecerse;
p romover la abundancia, impidiendo
trabaja n solo para mantenerse infe-
al mismo tiempo que los revendedores
lizmente; no desean honra, di gnidad,
vendiesen á doble precio los comesli-
tti em pleo alguno; !o propio les es á
bies, que vienen de fuera, y podrian
ellos ser alcaldes, que alguaciles ó
despachar los conductores en la pla-
criados; se parecen por la novedad,
za, como se h ace en otra s parles, don-
admirandose de lodo; son ponderati-
de los R egidores 6 Jueces no permiten
vos en cualquier a sunto; procuran en·
R evendedores. A los P a naderos se les
.1 .••
gañar y se juzgan engañados; no tie-
.•• tolera gastar quanlas a rinas tien en y
sisados los panes. El Pescado. que es
nen nada y les sobra todo; son intere-
sados y embidiosos de bagatelas: re-
un ramo de comercio muy precioso. se
galan poco, para p edir mucho ; se apu-
vende á la legua de l mar, á un precio
ran por lo que les deben, y no por lo
excesivo; pudiendo darse con la ma-
que ha n de pagar; son opuestos a la
yor equidad. como lo inlenlél.ron hacer
verdad; parecen inocentes, siendo en
Hnos Pescadores que p asaron de Es-
todo muliciosos ; piensan mas de lo
paña e n el año de 1777 pero se re-
vocó el decreto, que había n consegui-
do, á solicitud de los Indios pescado- (1) Tomo I. Cap. XXI p.p. 146 a 147.

-184

Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia


que pueden obrar; tratan á las Muge- nen cuidado; qua ndo parece que re-
res como esclavas y á las amigas como zan, muchos de ellos murmullan;
señ,oras; estas les sirven á ellos y las olros qu.do se confiesan mienten; ju-
l\t[ugeres á los maridos y á las ami- ~;an los mas de ellos lo que es falso;
gas; si sirven ó trabajan no es por lo niegan lo que s:e ve; unos á otros se
que deben. sino por lo que af presente venden los juramentos ó reciproca-
les dan; lo q ue se les da no lo ag:ra- m ente, se los pagan, y quando mueren
decen , por que juzgan en el obsequio los dexan d edarados á sus parientes
segunda in lención. y tal vez no se en- para que Los cobren; viven con b eber;
ga llan; solo obedecen al rigor, se duer- comen m a lisimatnente; duermen sin
men en ln lascivia; qunndo les rue- cttidado; enferman como hracionales
gan. se esliran. si les mandan. se fin- y como tales se curan; son infieles en
gen cansados; a bocrecen á quien bien sus testamentos y, desprecian do la vi-
les hace; a nadie quieren bren, y a si d a. mueren sin lemor.
mismos se lratan mal; duermen por lo Aseguran los .naturales de Huánuco
general vestidos; po:r lograr sus fines. que se ve muchas noches, en distin -
demuestran pusilanimidad y mas mi- tos sities de Ja Ciudad. caminar por
seria ~ue l a que lienen; de todos ha- las Calles una clara luz. como si. fue-
blan mal; afecian. religion y perseve- se una vela e'ncen~ida; y que quando
ran muchos en la idol atria, siendo en á pie y á cabaJlo la han segurdo, se
estos ceremonia lo que parece culto; les remonta por los ayres. y d esapare-
son supersticiosos; temen al demonio ce comunmentc a l llegar á los templ os.
por que no les h.aga daño, como ellos Yo no v i esta luz, po:r mas que tran-
dicen. y pol' lo general puede decirse sitando de noche á todas horas lo pro-
que por ningun interes ni cau sa algu- curé, á fin de hacer ver á algunos su-
na renegarán de él; hacen á la devo- perstic iosos, que sem ejantes luces son
ctón tercera para sus borracheras; va- ce sas naiurales y nada mas que unos
lense de estas para las pendencias y fuegos fatuos, provenidos de substan-
muertes, siendo en este caso b elicosos cias animales. que salen d e Ios ce-
y tem el'arios ; hacen misterio de quan:- menterios ó ele otros sitios en que h ay
to ven; si oyen la doctrina ape11.as po- ma terias fosforicas.

185-
Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia
LA GEOGRAFIA Y SU APLICACION
EN LAS CIENCIAS SOCIALES
EN COLOMBIA
Por ERNESTO GUHL

EL coneepto espacial y el dominio de las dimensiones espaciales.


Se dice que el grado de la intensidad que caracteriza la interrelación entre
el homhre y su medio geográfico. produce las formas culrurales de su vida.
Toda La vida se desarrolla en un (su) medio ambiente, que a su ve~ forma
parle íntegramente de la totalidad del (un) espacio.
Pues bien. esto parece tan cierto como lógico, y sin embargo esta Frase ne-
cesHa una explicación, ya que la terminologí:a geográfica y sociológica no es
bien exacta. en cuanto al sentido de estas palabras.
Medio ambiente. parece más definido. y más claro que espacio. que a su
vez. se interpreta y aplica en un sentido más amplio. y también más indeciso;
porque en verdad: por espacio se puede enJender muchas variaciones, desde el
vacío o abstracto. h asta el voluminoso y concreto. Abarca en lo cuantitativo
desde el concepto espacio-tiempo. hasta el á tomo. Pero espacio lambién es un
término de orden de muchas disciplinas científicas. que entre si lo linterpreten
muy diferentemente.
El espacio del matemático y del físico (por lo menos en lo teórico), es in-
definido y vacío.
El espacio del astrónomo es el mundo o universo que se puede medir, y
preguntan do por sus límites. se convierte entonces en el espaci:o del filósofo.
Pero dentro de los conceptos matemático, astronómico y fbico-teórico sobre
el espacjo, se encuentran todas las demás determinaciones espaciales. usadas·
por Las olras disciplinas.
El sentido que le da la geografía a l espacio. se 1imita a la superficie terres-
l'l'e. Este es otro con cepto que parece tan claro y definrdo. como en verdad es
inexacto, porque raras veces se asa la plabra en el sentido matemático-Jisico y
exacto. refiriéndose a la superficie-límite de l planeta, sino que se refiere a un
voh.tmen espacial sin líin.ites bien det~rrninados. que abarca la parte superior
de la cortez.a tellreslre. el manto de agua que la cubre (hasta cierta, profundi-
dad). y la parte i nferiol' de la ~tmósfera: Este espacio <Le rarísimas fo.rmas y
contenido de materia orgánica !.Y no btótica, es si exceptuamos el problema de
la existencia de micro-organismos en la parte su'perior de la atmósfera........ el espa-
cio vita!L en el sentido de la palabra. q uiere decir: d~nde únicamente ia vida es
posible.

187-

Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia


Pero el espacio vital ....-~o habitat.- de cualquier especie, es limitado por un
ambiente, que es oh:o espacio. Así, que hahitat y ambiente representan dos con-
ceptos espaciales. que no coi nciden, ya que un espacio en el cual la vida no
prospera normalmente. no puede ser habilat o espacio vital, pero si puede ser
ambiente; así que el ambiente es el complemen to del habitat.
Solamente hoy, el hombre moderno, dispone ......-además de su espacio vital......-
de 1m "espacio de acción'' extensamente mucho mayor que el primero. pero aun
más difícih de determinarlo y domÍnarlo, que el habita! o su espaeio vital.
Se presenta aquí, forzosamente el problema de la Limitaeión, pero límites,
entre espacios naturales. no son líneas cortantes, como fronteras políticas. sino
más o memos amplias zonas de transición, y su fuerza como tal. depende de sus
earacleríslicas como límite, y del espacio que le sigue. Pero desde que haya un
limite, exist·en dos realtdades diferentes, y para que un espacio sea considerado
como tal. debe ejercer alguna mffuencia sobre el espacio vital del cual es am-
biente. Esta influencia puede ser la que presenta el ambiente como espacio de
acción en la navegación aérea, y como tal es un hecho de importancia intema-
cional. También puede ser, como lo h.an comprobado las investigaciones recien-
tes soh.re l"adiaeiones cósmicas. influencias en este último sentido. Así, que el
ambiel1te espado-cósmico, aparentemente vacío y no limitado, es una realtdad.
Pero cuán tas de estas in fluencias son perceptibles y no perceptibles. y cómo
luego serán interpretadas cien tr'fica o imaginariamente, es difícil de ,resolver. y
nos lleva en la mayoría de los casos al mundo subjetivo. E l crelo del uno y el
cosmos del otro.
H emos llegado aquí a un punto de tensión, entre la realidad y la irnagina-
ci"ón; o sea en"b·e la realidad objeti\Ya y el mundo strbjet;vo.
Esta tensión es más fácil de eliminarla, en cuant-o a la realidad visible e
indiscutible del espacio vital y sus sub-divisiones. que repr~senta la superficie
te11rest:re. Aunque la inrluencia del ambiente del espacio cósmiao a través del
mundo subjeti~o -Y represent·ado por grup0s cultura les......- es tan· inmensamente
fuerte, que ha sido capaz de moclifical' la il'llerprelación de ~stos hechos na tu-
ta les, que llamamos espacio vital.
Pero el conocimiento de esta real idad. el con cepto de las dimensiones y li-
mitaciones espaciales, y su aplicación en la inlerrelación entre el hombre y su
habitat, es, y ha sido variable. y depende del grado ele pensamiento espacial del
hombre, que éste adqaiere a través de sus experie11cias con su medjo geográfico
en asociación del grupo humano, cultural y étnicamente determinado al cual
pertenece y cuyas bases son:
1Q BiológiGos-Fisiológicos.
2Q Geográficos-Físicos.
39 Histól'icos-Culturales.
Esto indica ,.....;no obstante qlXe la especie humana es nna sola......- la existencia
de grupos o asociaciones, que se distinguen entre sí objetivamente por cal'acte-

-188
Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia
rísticas físicas y subjetivamente por diferencia de m en talrdad. C laro está. tanto
desde el punto de vista objet.ivo, como subjetivo, existen muchas probabilidades
de coU1binaciones. Esta s·ubdi~isíón de la esp ecie humana tien e su paralelo y b a-
se en las variaciones del espacio vital. que representa la superficie terrestre .
Sin en t~ar a hora en detalles, quiero sin embargo nombrar los más i~portantes
factores .-sobre la b a-se de la realidad del espacio vital, que causaron esta di-
visjón de la bumani<ilad en grupos. y que son:
19 Las diferencias b iológicas.
29 La edad del g11trpo y por consiguiente el ~rado del desarrollo que· ha al-
canzado UA determinado grupo en relación con ot1.'o.
39 .El idioma. qomo medip más importante d~ entenci'imtento y de separadón.
4"' L a e<::onomíaJ que dere'tmina la actividad de €~·r.aeterística del grupo.
59 C"lstumbre, deTecho y dominio, como conseCUCJ?.'cia deJ hombre con SU
habita t.
69 Y por último, el c¡:redo, como u11 a necesidad deh hombre de ocuparse del
mundo rnetafisi:co, o sea de a.que1lo, Jo que no se puede explicar científi-
ca y lealmen te.
Son estos factores. quizás los más importantes, que han causado la división
de La humanidad en grupos; y debe destacarse aquí, que los más importantes
no son de origen bioh:>gico o físico, si no son la .c onsecuencia de la mente y con-
ciencia de1 concepto humano, que se han desaorrollado. y son dirigidos pot le~es
prorias. Todo intento o atentado contra la dignidad humana, por parte del hom-
bre, siempre ha sido l.in síntoma de decadencia cultural.
Pero a fa vez no existen grupos que no ~engau. relaciones o conocimienlos
con otras a&ocia:oiones. asi qu:e en verdad se trata. de un mosaico entretejido, de
muy diferentes tamaños y grados de desavrollo, que se refleja en ei dominio
d e su h a bit-at, convi.rt¡éndolo éste en un área cultunal. que es la cons-ecuencia
de un p roceso ele desarrollo. basado en él engranaje de dos grupos de, ftterzas.
L a una viene del paisaje natural, y la otra, rep1"esenla al hombre en su actitud
de modificador (cultural) del paisaje natur-al.
Este p.r oceso de modificación, se b asa sobre un avalúo de los recursos na-
turaLes, e] oual depende a Ta vez de la preparación y capacidad def hombre.
hasado en los siguientes factmes:

19 Lugar, quiere decir ubicación y siluación geográfica.


29 Tiempo, que corresponde al momento y grado del desarrol1o.
3Q Cultura. aprov:echamitmto del medio am biente, standard de vida econó-
tn¡ica y social.
En este proceso de ~apé;tcidacil de avalúo, están fundad0s los motivos para
la rnodi.Fi.tació-n del paisaje natural en un área eultuFa l. Constituye esre proceso
la luch a del hombre con su medio geográfico, y a la vez encierra todo. el proble-
ma de la geografía cultural.

189-

Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia


Lo anteriormente dicho puede servir para justificar un detenninismo geográ-
ftco como hase principal de toda actiVidad humana, y sin embargo no es así,
porque l a realidad objeliva, tanto bióti:ca COlllO no biótica del espacio vital total.
es solamente materia. pero no es geografía. Los obj etos de la geografía no exis-
ten como objetos geográficos. sino como realidad objetiva. y se convierten a tra-
vés del trabajo intelectual d..el ho:mbre y sus neeesidades, en objetos geográficos.
Objeto de la geografía. no es en primer orden el conjunto mate'rial, sino la esen-
cia de la existencia del objeto, en IT'elacióq, con el hombre. Así que la geo~ra­
fia estudia y explica la interrelación que existe enlTe el hombre y su hahitat;
mejor dicho: es la base de la interrelación, que sum ini stra el conocimiento cien-
tífico de esta reali-dad objetiva. y el concepto de las dimensiones en, general. y
en especiaJ de los espacios vitales y ambientales. P ero la aplicación de esto& co-
nocimientos y conceptos en la vida. no solamente han sido muy variables. y pri-
vilegio de pocos, sino que sigue siéndol o aún hoy en dia, y a la ve~ es la causa
de la tensión que existe entre el medio a mbiente. real y o.bjelivo, y Ta imagi na-
ción subjetiva sobre esta ITealidad. y otras desconocidas.
E n relación con lo que se acaba de l eer, se debe anotar, que el coJ)cepto
d e R egion es Naturali3s y su limitación, no es definiG.lo, porque es variable y de-
pende del criterio del investi.gadbr por un lado y de los hechos tan to geográfico-
físicos como humanos por el otro. Asi que además de \fijar un zona limitrofe
de transici.ón en el ambiente geográfico-físico. también se cd.ebe fijar una zona
limítrofe en el sentido antropo-geográfico que se entiende como Región Natura'l
y como A rea Cultural (región anl ropogeográfica), de acuerdo can el conocimien-
to y dominió espacial del grupo humano que habita una región determinada, y
que no tiene por que coincidir con la realidad del ambiente físico-natural. ni
tampoco con el concepto y criterio del investigador.
A la vez, que nos damos cuen ta de la imposibilidad de un conocimiento
comple to de toda la realida d, insistimos sin embargo en la necesidad del cono~
cimiento de ciertas catego1:ías espaciales como unidades y de sus dimensiones.
Pero precisamente esle desconocimi:enlo de las pJ'oporciones del espacio vi-
tal humano , ha producido desastres históTicos recientes y p roduce tantos fraca-
sos en la planificación. que forman parte de las ciencias socia les.
Es esta imaginación sobre al go desconocido pero a la vez interpretado sub-
jetivamente lo que se puede llamar en Ciencias Sociales. el "Pre Punto de Vis-
ta"; es esle. el que resueh•e todo, pero no realiza nada.
Es precisamente en la E tnología y Antropología Social. donde s~ ha abusa-
do en esle sentido, y es frecuente el caso, de que los incti0s de la época de la
conquis ta) hablen por la boea de un soldad0 español de la tnqutsición; u obras
cultura les de tribus desaparecidas son interpretadas con el pensamiento de
nueslro mundo cultural actuaL Este rnétodo es. tan falso, como fácil deJ usarlo,
ya que la m áxima escala com para ti va que tiene el hombre. es el mismQ, y sus
trabajos sobre c ulturas desapareci:das no son. sino muchas veces el reflejo de
su propia cultura, el reflejo de su propio mundo subjetivo, que con frecuen.cia

-19.0
Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia
lo hace ciego y sordo para con el mundo exterior; po11 cierto un sfntoma de de-
cad encia cultural en nuestro mundo actual. y no. como tambié n lo interpretan
este fenómeno cultural actual. en el sentido de qn renacimiento d e aquella épo-
ca meclioeval. que se caracterizó de una riqueza extraordina ria e imaginativa de
Sll mundo interno (subjetivo), que oreyó en mila gros. y por esto realizó mila-
gros; pero que ha sido inmensamente pobre en cuanto a sus relaciones con el
mundo exterior y real desde el punto de vist<l), generalmente cultural.
Es difícil. como dice Franz Boas, lcbrarnos y escaparnos del del'rotero
que nos marcó la vida. N osotros pensamos, sentimos y obramos, según costum-
bres y herencia de nuestro medio. La única clave para librarnos, es el hundi-
miento en una vida nueva, y entendimiento para un modo de pensar, sentir y
obrar, que no creció sobre el su e Lo de nuestra civilización , sino que liene sus
fuentes e n otras pautas culturales.

El desconocimiento del concepto de las proporciones y de las dimensiones


espaciales.

Los clat·os que se citan en seguida. son cifras ofidales, suministradas por las
oficinas del Gobierno, y analizadas por nosotros con un criterio geográfico.
Concretamente se trata d e una publicación titulada ''Economía Agropecua-
ria de Col ombia 1949". publicada por el 1\IIinisterio de Agricultura y Ganade-
ría. División de Economia Rural, en diciembre de l año de 1950. Me refiero
aqui a un solo cuadro de es ta publicación, que se en cue ntra en la página diez
(10) y se Jl ama "Superficie Agropecuaria de C0lombia en 1949''.
Para el Departamento de Antioquia encontramos los siguientes datos:
Superficie Agrícola Superficie P-ecuar ia Total
359.760. ha 4,413.000 ha. . 4.872,760 ha.
Superficie total del Departamento.. 6.581,760. ha.
Diferencia l. 708,240. ha.

Este último dato como tierra no productiva en un senlido agropecuario. Es.ta


cifra de tierra no piodu.c tiva en ta l sentido. la más fav orable en todo el cuadro,
parece ace-ptable como b astante real. P ero no es asi desde el punto d e visla
nuestro, o sea Geográfico.
Es sabido. que la montañosa y quebrada Antioqoia, y durante siglos tam-
bién aislada, y una de las más pobres comarcas Colombianas, se dedicó espe-
cialmente a la minél'ia, no porque aquí se buscaban los tese ros de EI D~rado,
sino porque la minería d a ba un rendimiento más alto que la 'agricultura.
En la segunda mitad del siglo pasado, el famoso geógrafo Schenck. anotó
al resp ecto lo sigu iente: "La importancia que tien e la producción de OTO para
el Estado de Antioquia lo muestra la siguiente tabla de la exportación total de l
mismo durante e l año de 1879 a 1880.

191-·

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Metales . .... .. .... . .. . . ~. 626.630 Dólares (Inglaterra y Francia).
Cueros . . . . . . . . . . . . . . . 120.000 Dólares (New York)
Sombreros de Panamá . . . . 40.000 Dólares (Habana y Santo Tomás).
Caucho . . . . . . . . 100.000 Dólares (New York).
Café . . . . . . . . . . . . . . . . . 40.000 Dólares (Hamburgo y New York).
TOTAL . . . . . . . . . . . . 2.926.630 Dólares.

Como se ve. la riqueza está basada en la minería. "con respecto a la situa-


ción general de la mine:r1a e industria en AnUoquia en este mismo tiempo. el
ya cilado geógrafo dice lo siguiente: "comparando con los gigantescos ~endi­
mient·os que dan las minas de oro y pl ata de loS! Estados Unidos, Méjico y Pe-
rú, Antioqui:a tiene poca importancia: sinembargo la smnQ. de más de tres mi-
llones de pesos fuertes que produjo durante el período comprendido enlTe el 1e¡
de octubre de 1879 hasta el 30 de septiembre de 1880 es nada elespreci{lbfe, tra-
tándose de un país que apenas liene cuatrocientos mil habitantes: y lo coloca en
el primer puesto de ex'l)ortación entre los nueve Estados Colombianos.
Esta suma serra sin eluda mucho más grande si la explotación y k elabo-
ración de los metales no se hicieran en forma tan prhnitiva, debtPo a la abso··
lt!ta falta de maquinaria. Hace algunos meses se instaló en la hornaza de Za-
baleta una máquina de vapor con una fuerza de cinco caballos, que es la pri-
mera de su clase en ei Estado de Anlioqtüa.
No es descuido o anUP.aHa contra lo nuevo lo que priva al minel'o anUoque-
ño de la ayuda de la fécnica moderna, sino las enormes d ificultades. qtle pre-·
senta el transporte de la maquin aria pesada sobre los cami nos de herradura
d~ esta tierra. y al que debido a estas dificultades, resulta enorme el precio del
mismo.
En el añ.o de 1867 compró el Gobierno del Estado de Anlioquta una ma-
quinaria para la Casa de iVloneda de 1'1edellin. El transporte d e ésla se reali-
zó sin dificultades hasta el puerto de Nare sobre el río tv'lagdalena. En los trece
años. desde entonces hasta hoy, y con el costo de muchos miles de pesos se lo-
gró solamenle llevar las diversas partes ele la maquinaria h,a sta Buenavjsta. a
dos di~s de camino de lare.
Así pues. el minero antioqueñ.o se luvo que resignar a e2..1Jlolal' sus minas
según el sistema viejo y primitivo".
La minería de Antroq:uia, aún hoy dra. siendo la más importante del país.
su importancia como base de la economía regional. sin embargo es reemplazada.
no por la agricultuTa sino por la Industria Textil. Otro factor importante para
hacernos dudar de estas cifras sobre extensión agropecuaria. es la rula que h a
tomado la colonización Antioqueña, y que deja grandes regiones selváticas d~l
Departamento fuera del empuje colonizador.
El investigador no.rlcamericano Parsons. en su excelente libro "Coloniza-
dón Antioqueña en el Occidente de Colómb ia", tradtLcido y completado con
nola.s propjas por el doctor Emilio Robledo. y que es la mejor a n tropogeogra-
fía regional sobre Anlioquia. después de la geogrfía de Uribe Angel, desarro-

-192 ;

Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia


lla ampliamente este tema. y muestra qu,e la emigración desde fa en verdad muy
pequeña metrópoli antioqueña se dirigió hacia el Slrr, y más tarde hacia el
oriente de la cordillera central.
Pero las gra ndes regiones del norte y occidente del Departamento, lo mis-
mo que la llanura del río 'fvlagdG,tlena. no fueron tocadas. excepto por afgunas
invasiones minera-s. y la agitada histo:ria de estos cenlTos m rneros en v·e rdad no
tienen nada en común con el desarrollo de los cenlros de la colonización en
el sur.
Esta actitud de no meterse en estas vastas regiones. que ocupan ruás de la
mitad del territorio del depa-rtamento predomina aún hoy dra. como lo muestran
los datos oficiales del último censo del año pasado. que dan valores muy bajos
sobre el volumen de [a población para est·os vastos territorios .
Así que no podemos menos de hacer un análisis geográftco def Departa-
men to en mención. y desde este pun to de vista el mu)~ variado territol"io~ de An-
tioquia se compone tanto risjográFrca. como demográfica y económicamente. de
las siguien tes region es. algunas de ellas no caben y coinciden con los límites
· del departamento , y que son :

Provincias Físiográficas Pobl. Supe1·f.


Total Total
1) Perteneciente al valle selvático del río Magdalena...... . 1.2 7.7
2) Perteneciente a las vertientes septentrionales y húmedas
durante toClo el año, de las cordiUe1·as occidental y central. 3.5 21.0
3) Perteneciente a la llanura húmeda del rio Cauca inferior
Bajo Cauca) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 0.5 2.9
4) Perteneciente a la vertiente occidental de la cordillera occi-
dental (tipo de clima Chocó) ...................... . .
5) Perteneciente a la vertiente húmeda de la cordillera cen-
tral sobre el valle del río Magdalena . . . . . . . . . . . . . . . . 3.5 6.5
6) Perteneciente al cañón del río Cauca . . . . . . . . . . . . . . . . 2.1 1.5
7) Perteneciente al valle ínterandino longitudinal, hipomé-
trico templado, del Porce, en la col'dillera central ..... . 32.7 1.8
8) P erteneciente al valle del cada de los Mellizos . . . . . . . . 11.2 4.5
9) Perteneciente a la Altip-lanicie arrugada de Ríone.gro-Ma-
rinilla.... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .... . 14.2 6.8
10) Perteñeciente a1 Batolito Antioqueño con Santa Rosa al
occidente del río PoTce . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . 11.6 10.0
11) Perteneciente a la hoya del Río Sucio. . . . . . . . . . . . . . . . 3.4 7.0
12) Perte:aeciente a la llanw·a húmed.a del Caribe con la costa
del Golf.o de Urabá ............................. . 0.9 10.3
13) De Sonsón, perteneciente a la región septentrional del
macizo volcánico de la cordillera central . . . . . . . . . . . . 10.1 3.2
14) Del nudo del Paramillo en la Cordillera Occidental . . . . 1.3 1.9
15) Perteneciente a la cordillera occidental . . . . . . . . . . . . . . 3.6 8.0
16) Pel'teneciente al valle del TÍo Atrato, como sub-región de
la llanura del Pacífico . . . . . . . . . . . ... 0.2 6.9

• 193-

.. .: .·
Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia
Ahora una corla descripción de una de las 16 regiones antes nombradas. la
provincia fisiográ fica pcrleneciente al valle selvático del río Ivlagda len a.
Este territorio pertenece a la parle selvática del rfo Magdalena central, y
forma parte ele elia íntegramente el municipio de Puerlo Berrío y grandes ex-
tensiones de los munidpios de R emedios. San Luis y S onsón.
Forma esta provincia fisiográfica parte de un a de las seis regiones naturales
del valle del río l\'lagdalena, y concretamente de l a región central selvática del
valle de este do. Aproxilnadamente una faj a de 20 kilómetros de ancho a lo
largo del rí.o está compuesta por ciénagas y tierras inundables, al fin, un terreno
dominado por e l río. y de poca ttlihdad agrícola. Se ven ya frecuentes claros en
la selva, especia lmente en forma de potreros; ¡:>ero eslos daros engañan, porque
aparentan un área cultural y poblada. que en verdad no ex"iste. D etrás de esta
faja existe un terreno firm e, pe.r:o de alta lluviosidad y húmeda, que se conf un-
de en el occidente con las vertientes bajas de l a C ordilLera Central. Se trata de
un tel!reno de escasa población.

Lluvias:
Se caracteriza esta pm•le del valle del rio Magdalena por dos estaciones se-
cas y dos Ouviosas, p ero no muy bren definidas. Dm•ante les últimos veinte
años la precipitación anual oscil aba entre 2.33'7 mm. y 5.309 milimelroS'. siendo
el promedio más frecuente. y por consiguiente norma l anua l. de 3048 milímetros.

T emperaLura:
L a temperatura promedia mediana anual ha sido en los últimos treinta años
de 29.5. C., con o-scilaciones a través del año,, inferior a un grado. y oscilacio-
nes diurnas con 10 grados normales.

- 11
Humedad: ~ ,; 1
. -··
L a humeda d de la a tmósfera es muy a lta y oscila al rededor de 90%.

Salubriclad:
D ebido a las con dicion es naturales arriba descritas, la región es muy poco
saludable, y solamenle con gra-ndes gastos y esfucrz.os se puede cambiar este
es tado Aah.tral, tal como lo mueslran lo siguientes dalos del departamento de
salubridad de Ia Tro;picai Oil Company. obtenjdos durante su eam'J)aña a nti-
malárica :

En el año de 1926, por 1000 trabajadores, 845 enfermos palúdicos.


En el año de 1942, p or 1000 trabajadores. 19 enfermos palúdicos.
En los 10 años de 1932-41, el fndice de malaria era de: 40.68 por 1000.

-194
Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia
Demografía:
La situadón demográfica se caracteri.za por cuatro fonnas de poblamjento,
que son en su arden de importancia las siguientes :
1) Núdeos urbanos de 0rden culto.ral ele comunicacio11es.
2) Concentraciones industrial es en la explotación de p etróleo y cemento.
3) Pequeñas concentraciones rurales ribereñas.
4) Colonización interna y dispersa. agrícola y minera.
E l grupo más importante de la pl'imera fom:)a de pobl.amienlo lo enconlra-
ID9 S en la c iudad de Puerlo B errío. con '!!lna p<:>blaci..ón urbana de 9.469 habi-
tantes. que representan un 58% de la pohlaci:ón total del municipt.o, y 011
42.9 de la población tota l de esa provihcia fisiogrMica. La gran mayoría de la
población del resto de esle municipio se en cuentra a ro largo, y dentr<:> de l a
ecú_neme del ferrocarril. y en m enox grado en las márgenes del no Magdalena.
La im portancia de Puerto Berrío consiste. en sei' pncrto de entrada de casi
la tota liclad de la ea~ga para Antioquia.
La población no urbana de este ~unicipio llega a 6.629 habitantes. de los
cuales se debe excluír los habitantes del puerto 1are, que trabajen en la Fáhri-
ca de Cemento: los de [a región min era. más el personal de las estaciones d ef
Ferrocarril, quedando aproximadamente unos 5.500 habitantes. En el lerrilo11ío
del mun icipio de Remedios perten eci.ente a esta provincia fi siográfica. se deben
~xcluir los habitantes del Campamento P elrolew Casabe de la ST1ell. quedan-
do aproximadam ente 1000 habitantes. En el res tan le lerritorro de es~a provincia
ge0gráfica perteneciente a los mLmici'pios dé San Luis 'Y Sonsón, habita n otros
100 habitantes rurales aproNimadamen te.
Asi qLLe la densidad de la po.blación rural llega aproximadamente a 2.6 h a-
bitantes por l<ilómetro cuadrado; pero como e11 \7 erd·a d muy e.."tensas region es
son despobladas. la den sidad de población en los fo cos pobla dos. de diferentes
formas espacial es. como es trecha faja ribereña a lo largo de los rÍos, pequeñas
e levaciones en l:errenos inandables. etc .. es mucho más alta.
E sta densidad a parenl'emente baja es sin embargo alla en fa actualidad. y
obedece a una ley del espacio naluraL el cual es especialmente amplio y gran-
de, pero antropogE>ográficamente es lTed\0 y pequeño, porque ofrece muy limitadas
áreas aprovechables. Aún más, la h<:>stilidad deL espacio natural que ejerce con
todos sus componentes geográficos frsicos. que determinan su característica. y
el grado de su hostilidad. l l na constante pres ión sobre área antropogeográfica
o cultural. tratQndo de invadirla y reducirla.
A sí que la amplia exlcnsión espacial de muchas reg iones l-ropicales, en ver-
dad no existen G<:>mo tal en ei sentido de la palabra, desde el pun to de vista
antropogeogr,áfico; sino que existe. y ejerce una influencia, opuesta a tal senti-
do; sin embargo se debe adverlir aquí que factores económicos. que no se re-
lacionen con las posibilidades agrícolas del suelo , puede11 cambiar este aspecto.
y espeoiafmente cuando estos se basan sobre la cx,plotación de riquezas del
subsuefo.
195-
Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia
Este h echo no solamente lo desconocen autoridades internacionales como la
Unesco y s us especiafislas. sino también los expertos nadonales. T eóricamente
se resuelve todo. y todo es posible; pero prácticamente poco es realizable, debido
a los obslác.ulos naturales. y el grado del desarrollo cullura l de l a población.
Ahora bien. si Ia densidael de población de "Una regi:ón, es alta o baja, solo
se puede avaluar sób're las condiciones natural.es de la misma. conociendo su
capacidad resistencia! en relación con la densidad máxima posible de la po-
blación. Así que Ia densidad de la población de una región depende de sus
condiciones naturales. o sea de componen tes geográficos y físicos, y de las re-
laciones de estos ante sí. y cuyos principa les son: la a ltura absoluta y rela tiva,
la configuración de la supcrfi:cie. el suelo y su composición, la hidrología, el
clima y el mundo biológico. vegetal y el grado cultural alcanzado por el grupo
humano que habita la región.
Del conj1.tnlo de estos factores .depende e l área aprovechada, su producción
v rendinüc:nto. expresados eslos úlHmos valores en cifras, y divididos el volumen
de la producción del área cult·i vada con cultivos agrícolas alimenticios que pro-
duce la región, o también agrícolas. indus trial es y relacionado en este caso ei
' ·"lo'r de estos productos con el costo de la vida con las necesidades a lim enti-
cias de un ha bHante. obten emos la cifra total de habitanles que el suelo de l a
región en m ención Pltede alimentar o resistir.
Calcldando ahora la producción conto resultado de Lodo e l área alimenti-
cia, o económica productiva ppsible. y sobre la base del rendimiento márimo,
de acuerda con una posible l'ecnificación de los métodos de cultivo, y tomando
en cuenta sus condidones naturales y culturales, y dividiendo esl'e resultado. ex-
presado en cifras, con las necesidades al imenticias de un solo individuo. enton-
ces se conoce la cifra máxima de la capacidad resistencia! actual del suelo en
reiadón con la densidad de la población. o lo que es lo mismo. se obtiene el
potencial actual de la población de una región dada. y que es muy varlahle- en
la.s diferentes partes def país.
En el caso de Anlioquia por ejempl o. la densidad de la pobLación en la pro-
vincia fisiográfica del valle inlerandino longitudinal e htpsom étricamente tem-
plado. con una densidad re lativa de cuatroci-entos treinta y cinco habitantes por
un kilómetro cuadrado, está lejos todavía de su límite máximo de la capacidad
resistencia! en cuanto a la densidad de la población. Sobra decir, que aquí,
como generalmente (no sJempre) en regiones con tan altas cifras de densidad
la hase agrícola como principal, es reemplazada por la Industria expartadora.
rVlicnlras que las regio11es como la del Valle del Magdalena y en las vertien-
tes septentrionales de las cordilleras centra~ y occiclental. con densidad que no
llegan a diez h,abitantes por u.n kilómetro cuadrado. la capacidad resistencia]
del suelo está a lcanzando stL máximo. Es aquf. calculando el polencial de una
región, donde se peca con más frecuencia.
Por ejemplo en esta parte del valle del río 1Vlagda1ena. que estamos descri-
bjendo, y que representa Ja más difícil región antropogeográfica en toda su ex-

-196
Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia
tensión existen sólo algunas minas de alU:vi.ó:n. y la única industria de conside-
ración ,......,exce]í>tuando el petróleo,...... se encuentra en Puerto Nare y se dedica a
la fabricación de cemento y explotación de mármoles. La segunda actividad
económica se dedica a la extracción de madera.
La ganadería exis te a lo largo del ferr0carril y del río 1Vlagdalena. y es de
tipo extensivo; las personas que lrahajan en las comunicaciones terrestres y flu-
viales, forman un grupo considerable. pero no están vinculadas a la región.
Peque-ñas concentraciones rurales ribereñas.
Debido a la completa falta de vias. la única colonización se t'ealrzó a lo
largo del río Magdalena. y es asi. como se ven con frecuencia ranchos y hasta
caseríos aún muy escasamente en este trayecto del río en sus orillas. Esta apa-
riencia de colonización y tierra habitada engaña, porque se trata de un estre-
cha faja, y detrás de ella se eleva la selva. Se LPata de -r,ma población de un
grado cultural muy bajo tal como lo hemos escrito en el estudio sobre la llanura
del Caribe.

Colonización intema y dispersa, agríadla y minera.

Este tipo de cofonizal:ión es de data reciente y de muy poco volumen. Exis-


ten unas minas de aluvión en el interior del tnurli~ipjo de Puerto Berrío. Tres
minas de a luvión en la parte m eridional del municipio de Remedios. y una
marmolera en el municipio de San Luis . Esto en cuanto a la minería. La gana-
dería se encuen tra a lo largo del río íYlagdalena, y del ferrocarril principalmen-
te. y es atendida por los pequeños colonos antes descritos, que no son los dueños.
Comunicaciones.
Excepto el Ferrocarril de Antioquia. y fa navegación en el rio Magda-
lena. só lo existen caminos de herradura. U no en el valle del río Claro Sur. otro
en el valle del do Cocorná, dos caminos que comun ican Puerto Nare con el
inJerior y con el ferrocarril en la estación de Cábañas. De este últ·imo punto sale
un camino hada la región de las minas. y otro que busca a Puerto Berrio.
Economf:a.

Esta PJ"Ovincia fis iográfica representa desde el punto de vista cultural una
región natural. lo que a su ve~ refleja su estado y grado del desarrollo econó-
mico. Se lrala de una economía d e e~p)otación y destrucción de l"Os recursos
naturales y con a lgo de ganadería. Excepto el petróleo y cemento. el movimien-
to económ ico es reducido debido a la muy escasa y dispersa po.lilación por cau-
sas arriba descritas.

Situación lwspi.talaria.
La situación hospitalaria es ,....de acuerdo con los recursos económicos de la
región....... satisfactoria; pe'l'O muy deficiente desde el punto de visto social. Ya

197-

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qu..e la mayor pa~te de la población está concentrada en la orilla d el río Mag-
dalena, el estado podría mejorar sus prestacrones y asi slencia social. utili zando
la vía Llmri.al.
Una semejante descripciórt se p~;tede hacer d e las olras regiones selváticas de
A ntioquia, hasta hoy ,...-s.e gún el último censo,..- poco y nad a favorecida por la
coloni~ación an tioc(Ueña, como son las que llamarnos provincias Fisiográficas de:

1) La parte perteneciente a las vertientes septentrionales y húmedas duran-


te Lodo el a ño de ias cordilleras oriental y occiclentaL con aproximadamente un
21.0% de la superficie totaL
2) L a parte perteneciente a la vertiente ocddenlal d e La cordiilera occiden-
tal, y la h.oya del Río Sucio, son aproximadamente 7.0% del territorio departa-
mental.
3) L a parte de la fl anura púmeda del Caribe con la C osta del Golfo de Ura-
há, con aproxim ad amen.te 10.3% de la superficie lotal del departamento.
4 ) La parte pertenecien te al va lle del río Alrato. con aproximadamente 7.0%
de la extensión depa-rtamental. y
5) La parle d escrita del valle selvático del río Magda lena con apro:xima-
damente 8.0%.

Abarca-n estos lerrilorios aproximadamente un 53% de la superficie total


del O cpaTtamenlo, con. solo tm 9.2% de la población d e l mismo, o sean 188.778
habitantes sobre 34.879 kilómetros cuadrados; lo que equivale a una densidad
rela tiva de aproximadamente 5.4 habilantes po.r un kilómetro cuadrado; pero
en verdad la distribución y densJdad real de la población sube algo en los focos
de concentración, tanlo urbana, com0 minera y agréc0Ia. y deja grandes regiones
d espobladas.
P ero con sideramos un 20% d:e esla superficie conve rtida en potrcr:os. que es
una cifra muy alta, y casi hace perder el carácter .selválico y de región. natural
a estos territol'ios desde el punt-o de vista cultural, que considera como taf una
región donde preclomi~a vegetación natural, quiere decir selvática, y oeupa un
90% o más tel terrilorio d el cua[ sé t-rata. y po:r consiguiente tiene muy poca po-
blación humana, o sea inferior a 5 habitantes por u11 kilómetro cuadrado.
Como una región culturn1mel1le influenci ad a. se eonsidera un lerrit0rio, en
el cual el hombre ha m0dificado el aspecto de la vegetación natura l hasla en un
50% de la ext ensión total d e [a región. Se trata de un tipico territorio de colo-
nizad ón activa con todavía grandes d eficiencias en la red vial. y una población
aún muy dispersa, tal com.o la encontramos en las cercanías d e las cabeceras
municipales, y q ue se debilita a medi.da que se aleja del epkenlro.
Así pues, según esta clasificación. calculando un 20% de estas ci nco pro-
vincias fisiográficas como Lo que se llama en el lenguaje oficial "área pecuaria" .
y lo que nos pq_r,ece demasiado alta, sobre Lodo sin considérar e.l " área agrícola",
...............

-198 ,, ...
Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia
y por lo demás tomando en cuenla. que tanto en la parte septentrional del de-
partamento. (guaT a las partes bajas del oriente y occide nte. Antioquia está ro-
deada de un espeso cinturón selvático de separación excepto en el sur, hacia
donde se dirigió la colon ización antioqueña.
Los restantes 80% del área se lvática, todavía represe nta una superficie apro-
ximada de 27.903 l<ilémetros cuadt'ados. o sean 2.790.300 hectáreas ; rojen t;ras el
dato ofictal apenas da un área de 1.708.240 hectáreas como no aprovecha-
das en el sentido agropecuario.
Pere aún nuestro dato de 2.790.300 hectárea-s como no aprovechadas agríco-
Lamente deb e ser bajo, considerando, que se refiere sólo a S de las 16 regrones
fisiográfrcas de Antioquia, aunque representa11 el 53% de la superficie totaL
Por ejemplo. la región de la lla nura del Cauca inferior no se ha considera-
do aquí. por estima rla como región ganadera. por encontrarse en el camino del
ganado desde Bolívar hacia A ntioquia. no obstante que grandes parles de esta
reg.ión son selváticas.
El altiplano del Balolito Antioqueño se cal1a·cteriza por gra ndes extensiones
de peladeros y de vegetación xerófila. no aptas . ni para agricultura, ni ganadería.
El o:riente tampoco se caracteri:6a por exten sa ganadería, y las regiones ca-
feteras a ú·n menos.
Como regla general se sabe. que regiones montañosas se caraclerizan en to-
do el mundo aunque a lgo l'nenos en los trópicos ele un allo porcentaje de lierras
no aptas para fines agropecuarios.
Así q ue. con estas pocas observaciones. la cifra de1 área pecuar.ia dada por
el lYfmistcrio para Antioquia. no es sostenible.
Los dalos oficiales para el Departamento del Atlántico son los siguientes:
Superficie Agrícola . . . . . . . ..... 32.800 ha.
Superficie pecuaria 415.0.00

TOTAL ............................. . 447.800 ha.


Superficie lo tal del D epal'tamen lo . . . . . . . . . .. . 347.000 ha.
Así que el área agropecuaria de este D epartamento resulta, según los datos
del M intsterio de Agricultura, en tm 30% más grande que ln superficie to tal del
D epartam en to.
Para el D epartamento del V a fi e del Ca u.ca los dat·os ofi.cial.es son :
Superficie Ag·rícola . . . . . . . . . ... 202.365 ha.
Superfi cie pecuaria .. . .. . 2.113.000 ha.

TOTAL ............ .. . .. . 2.315.365. ha.


Superficie tota l del D epartamento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.094.000 ha.
Así que el área agropecuaria resulta en 221.365. h a. más grande que la su-
perficie total del D epartamento.

199-

Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia


Pero aún es más, de esta superficie total d ebemos reshar a~t:oxir:nadamcnte
120.600 ha. . representadas por las regiones paramunas, y desde el ¡;>unto de vista
agro'J)ccuario inactivas. También -se deben restar aproximadatnente 600.000 ha.
que Gorresponden a la superficie. del munici,pio de Buenaventura, porque este
municipio abarca toda la vertiente def Depal'lamen to del Vatle sob re el Pa-
cifico. casi una terceva paTte de su extensión total, es fi,siográftcamente igual al
Chocó, que lier.te una extensión total de 4.657.000 b.a .. y el IVlinistcr.io fe asig-
na solamente 65.000 ha. de área pecuaria; mient-ras al municipio de Buenaven-
tura lo cons ideran, según el dato lotal pal'a el Valle del Cauca. en el cual for -
zosamente debe estar inch_tída la supetfioie de este municipio, si se queiere ex-
plicar de alguna manera el área agr-opecuaTia dada por el M inis terio. como al-
tamente valiosa en este sentido.
P ero según el l nstiluto G eog:ráfico de Colombia, el valle geográfico del · rio
Cauca (la suela plana), tiene una extensión de 400.000 ha., y en él se encuen-
tra casi el 80% de la p·o blación. lotal. o sea 816.000 habitantes.
A la ve~ cla el Ministerio para el Valle del Caaca un área agl'fcola de
202.335 l1.a.. y exceptuando eJ cultivo d.el café. y algo de maíz, yuca y plátarro,
y al mismo tiempo considerando la coneentración casi tota~ de [a 'población en
la saela plana del valle <lcl río Cauca y en las ·vertientes de las dos cordilleras.
sobre esle (880.000 habitan tes aproximadamen te), también se d ebe buscar aquí
la mayor parte de esta área. Pero al m ismo tiempo, y de acuerdo con nuestras
normas sobre áreas cu lturales antes explicadas. ta1n bién se deben: buscar en este
valle geográfico de 400.000 ha., inclusive una parte del Departamento de'l Cau-
ca, la mayor parte del ganado vacuno. que alcanza según el JVlinis lerio de Agd-
cultura para el DepaJtame.nlo del Va lle y para el año de 1950 la cifva de
1.293500 <J:abezas.
l?ero considerar1.do a 250.000 l1.a. del valle geográfico aptas y aprovechadas
paJ:a fin es pec~arios, y calculando· tres (3) cab~zas por hectárea, resultaría so-
lamente .....-aunque esie cálculo parece l'RUY alt9,....... un número de 750.000 Cél.bczas.
Para el D epartamento de Caldas las ciFras son las sjguientes:
Superficie Agrícola . . . . . . . . . .. . 283.950 ha .
Superfi cie pecuarra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1.316.000 ha.
TOTAL ......... . ...... .... . .. .. . 1.599.950 ha .
Superficie total del Departamento. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1.296.300 ha.

Tamb·ién aquí el á~ea agropecuaTia J>esuha en 303.650 ha . más grande que


fa superficie tota-l del D eparlamenlo (otros datos más recientes sobre- la s uper-
ficie de los Depal't am.e ntos no consi:deram,os aquf) . Sin analizar estas cifras,
quiero sin embatgo subrayar, que Caldas se caracteriza de un a lto porcentaje
d e páramos entre su territorio, y a la vez de uA.a densa concentración de su po-
blación en eT piso térmico templado. de acuerdo con su característica de ser el
primer Departamento cafetero.

--200

Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia


Los correspondientes datos para el Departamento del Tolima son:
Superficie Agrícola .. .... ...... 212.270 ha.
Superficre Pecuaria . . . . . . . . . . . . 2.390.000 ha.
Superficie lotal . . . . . . . . . . . . 2.602.270 h a.
Superficie total del D epartamento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.299.000 ha.
Así <:J:Ue. también este Departamento resulta en 303.277 ha. más pequeña
qv.e su propia y sola superficie agropecuaria. sin considerar las todavia conside-
rables extensiones de bosques en el T olima, sus áreas estériles, paramunas, eYo-
sjonadas, culturales, pantanosas Y. acuátrcas, que hacen resaltar la exageración
d e esta cifra e inútil a la ve'Z seguir en esle anahsis.
E¡ern,plo de una P'lani/icación sobre conocimientos geográficos elTados.
E1 plan Hospitalario Nacioual elaborado por e l Ministerio de Higiene. y
publ:i.cado a fines del año de 1950 por el Gobierno acional. trata el s iguie nte
problema. según la introducción a dicho plan :
" . . . . .. El plan hospitalario propone la construcción o adaptación de 21 hos-
pitales de 500 camas a raeón de uno por cada capital de departamento y ciuda-
des de más de 50.000 habitantes. Tales eentros hespitalarios provistos de todos
los recursos, habrán de centralizar los casos provenientes de los respectivos de-
partamentos o secteres, cuando dichos casos po-:r su calidad no deban ser atendi-
dos en los hospitales regionales; 146 hospitales regionales localizables en las ca~
beceras, p.e otras tantas zonas y equipado cada uno con 100 camas, abarcarán las
necesidades de dichas r egion és y tendrán como complemento los hospitales• mu-
nicipales cuyo número actual es del 154 a los cuales es preciso equipar Gonve-
nientcmente e:n foxma c;¡ue disponga cada uno de un c-upo de 30 camas con sus
s.ervicios adicio:nales debidamente acondicionados para concentrar los casos que
se ore.senten en la población de cada uno de dichos municipios. La situación,
adaptación pr(}cisa sumas semejantes a las de las nuevas construcciones, por lo
cual se considera el costo por cama. de igual cuantía. Por último, para aq'Uellos
municipios desprovistos en la actualidad de todo servicio, los cuales son en nú-
me1'0 de 495, se propone transitoriamente la fundación de Puestos de Salud para
la atenci.ó n de casos de emer gencia o de pequeña cirugíá y la orientación y trans-
porte de los demás pacientes a los hospitales regümales. Hay 12 corregimientos
que por su importancia bien me~e.cen la instalación de Puestos de Salud, ele-
vando así el número de éstos a 507 .... . ... "
En relación con e l plan HospHalario Naoronal por ejemplo. es incompren-
sible que los pueblos de Sitionuevo. Remolino y Piñón. pertenezcan al hospital
regional de Pivij ay estanclo silua das las cabeceras de eslos municipios y la ma-
yoría de su población en la ori lla d el úo Magdalena. Toda la vida económica.
hospitalaPia y cultural de esta orilla del l'io con su Hinterland lo mismo e-amo
la orilla opuesta. tien en una sóla vía y un sólo centro de afluencia común, qtre
es e l río Magdalena y fa ciudad de Bananquilla. Pivijay con su pequeño hospital
que puede ser un hospital municipaL atendería las regiones rurales lejanas de
eslos municipios, y toda la región qQedaria su scrita a l hospital central de Ba-
rranquilla porque el río lVlagdalena es la columna vel'tehral de su valle y una
vía.
201-

Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia


Jamás estos mum.c1pros nombrados pueden ser su scritos .-como figura en
el Plan Hospitalario Nacional- al hospital central ele Santa !Ylarla. porque esta
ciudad queda mucho más lejos y sobre todo carece de comunicaciones con esta
region. Pero Santa Marta sí debería sel' lo que no se contempla en el plan del
~linisterio- capital hospitalaria para toda la Guajira.
El plan Nacional en su parte correspondienle al Departamento de Bolívar
proyecta un hospjtal regional en Calamar; pe~o los pueblos gue están situados
casi al frente de Calamar, en la orilla del río que pertenece a l Departamento
del Magdalena, como cerro de San Antonro y Pedra7..a se agregan a Plato -otro
hospita l regional proyectado por e l Plan Oficial.- y situado 78 kilóme tros río
ac.riba. (En el Plan se olvidó tomar en cuenta la contente de los ríos. E n e l lV[ag-
dalena se gasta casi el doble d.e tiempo subiendo el río que bajando. En los
ríos de la Costa del Pacífico se gasta hasta dos veces más del tiempo). Pel'o hoy
por hoy no hay ni esperanza de que estos hospitales regionales proyectados en
el Plan Nacional para Calamar y Plato se van a constTuír, ya que no hay fon-
dos suficientes para sostener los existe ntes y por consiguiente no sabemos a qué
zonas hospitalarias pertenecen muchos munic~ptos. ya que en verdad no exi.sten
es~as zonas hospilafartas p0r la falta de l0s hospitales, no obstante que son
creadas por D ecre lo Ejecutivo.
Este Pla n Nacioanal peca contra la realidad de los h echos, porque en su
introducción dice:
'' ........ El plan que se ha elaborado no tiende por 't anto a reglamentar o
planificar la caridad, sino a distribuir equitativamente un servicio que la so~
dedad está obligada a prestar en función de cooperación que es correlativa al
al derecho de asociaci6n, ya que la sociedad exigiendo de todos sus miembros el
aporte de sus esfuerzos cuando se hallan en capacidad de ejercitarlos ha de
atender al derecho que éstos tienen cuando, desvalidos, han de ser atendidos
p;u·a restituirlos de nuevo a esa sociedad.
Esta función que se ha venido cumpliendo a paso lento y, por virtud, más
que de la decidida acción oficial, de la esporádica iniciativa particular, no
presenta un natural paralelismo con el crecimiento de la población, ni con la
existencia de afecciones endémicas, lo cual se traduce en una afluen.cia perma-
nente de enfermos hacia los grandes centros del país . ....... "
Pues es un ertol' grave desechar la fuerza creadora, espontánea y nabural
de la iniciativa pdvada y reemplazarla por. un plan oficial. artificial y burocrá-
ti.co. que aún menos presenta un .. natural paralelismo", y está en desacuer-
do con los l1echos naturales del país. Es apenas natural, en el actual estado de
desarrollo del país, l a afluencia de enfermos hacia grandes centros d el mismo;
p orque a nadie se le ocurre fundar centros cienlíficos en regiones semi-selváticas.
y n.o ~~ tampoco por menosprecio i'l. la profesión, de que el médico rur~l se de-
dica a la ganadería y otras actividades semejantes.
También entre los centros urbanos existe esta rivalidad provocada por el
momento del desarrollo. que impide la creación de grandes centros científicos
como lo ex'i.ge un hospital central. y como es el caso real entre las ciudades de
Santa Marta y Ciénega.

-202

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En el Gas<:> de la ciudad de C iénega los planeadores del Plan Hosptt~lado
"' Nacional cayeron en un lamentable error de aceptar la cifra de la pobiacióh ro-
tal del municip1o c,:;omo f)oblación urbana; por<::[ue el decreto dtce: ......... .
"Se entiende por HospHal Cen tral aquel que situado en la ciudad ca·f)ilal del
Departament·o o en población mayor de cincuenta mil (50.00'0) h abitantes o
sea una capacidad niinima de quinientas (500) camas .... .. " Sucede que la
ciudad de C iéna.g a no tiene cincuenta mi l (50.000) h abitantes sino veintinueve
mil seiscient-os noventa (29.690) ha:bít1antes; el municipio sí pasa de sesenta y
un mrl seiscientos ochenta habHantes (61 .680). Este mismo error se repite con
las ciudades de Lorica y Mon tería y el valle del Sinú. Ambas ciudades están
muy lejos todavía de los cincuenta mil (50.000) habitantes, y por más fama
de rico y brillante porvenil' que tiene el valle clel S inú. no seda capaz de soste-
ner dos hospitales centrales a tan eo.rta distancia el uno del otro, y tampoco lo
necesita· p·a ra el número t<:>~al de sus habitantes. Así p u es, según el plan vamos
a tener tJ:es (3) hospitales centrales en Bolívar y. excepto en Santa R<:>sa, muy
cerca de Cartagena. ningún hospital munic'(pal. Esto en un Oepartament<:> donde
mudlOs municipios c.;arecen todavía de vías de comunicación entre si, y donde
precisamente el Hospital :t'vh.rnicipal llena u n vacío y una necesidad, que en
otras parles son teemplazados ~or u na buena -red de comunicaciones.
Pe1·o además del lamentable el'ror de confundir la ~oblación total de un
municipio con el número de h abitantes de su cabece'ra, y proyectar sobre este
error hospitales centrales, no se han proyectado éstos en ·lugares donde debe-
rían estar, ne <:>h stante que no tengan todavía cincuen'ba m il (50.000) habitan-
les, pel'o 'SÍ son el centro vital de vastas regiones rurales, y centros de "afeccio-
nes endémicas", como lo es el caso de la ciudad de Magangué que es el centro
de toda esta regi6n semi-a:cu__áltca que llamamos Depresión Mom.posina. En es-
ta región deben e:xtsbir hospitales regionales en El Banco, Mompós y San Mar-
cos. Del»en ]Derte·ne<o:er a El Banco l<:>s municipi<>s de Bo l.íval' (que el Plan Na-
cional agrega a :tv'lagangué) de Ba11ranoa de Loba y San Martín . A Mompós
se debe suscribir el municipio de Santa Ana del Departamento del Magdale-
na, Los Municipios de Olaya Herrera o B<:>dega Central y Simití en el Depar-
tamento de Bo lívar figuran únicamente Gon un puesto de Sal ud. no pertenecen
a ningún hospital regional. y en úftimo caso clepende del hospital central de
Monteti.a; pues Simití por su aislamiento es el caso tíl)lico para un hospital mu-
nicipal, y el cen~r0 ele afluencia más cercano para ambas es Gamarra donde
existe un hospital que según el P lan Oficial es un hespHa l regional. A este hos-
pital están adscritos según el mismo Plan los m1micipj<:>s de Agua Chtca. Gon-
zález. Río de Oro y La G loria, pero faltan Los antes nombr.ados municipios ve-
cinos de la orrlla opuesta del río que pert·ettecetl a Bolívar. Pue& bien.. desde La
Gloria hasta Gamarra se gasta el doble del tiempo que se empl'eá. de La Glm~ia
río bajando hasta E l Banco, siendo esta una pQb]adón UlUY superior a Gama-
rra. Río -de Gro qu eda mucho más cerca de Ocaña, y de Gonzál e~ a Gamarra
es vía obligatoria pasar por Ocaña. El Centro naüiral de esta re·gión es Oca-

203-

Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia


ña donde debería estar el hos pital regional, y Gamarra pertenece a la categoría
de hospitales municipales.
Además Llama la atención en Pla n Hospitalario Nacional la forma como
se resohrió el problema hospilalario de la zona bananera. S_egún ésto último, se
va a establecer un hospita l central con mínimo (500) camas en la ciudad de
Ciénaga, no obstante que ya eúste allí una nueva edi!icación hospitala'ria que
cabe dentro de la categeria del Plan Oficial en ~a de los hospitales regionales.
Amplia-r este hospital cuatro veces mayor de su lamaño actual para convertirlo
en un h.ospil_al central es técnicamente imposible. sin ccmsi:derar las dificultades
de otra índole como financieras, urbanísticas. etc .. y sobretodo la vecindad de
Santa Marta (36 kms.) Gon otro hospital central. Aunque la ciudad d e Santa
l\rlarta queda algo retirada del centro de l a región de las plantaciones (48 kiló-
metros). seria un grave error tratar de restar importancia y atl'ibuciones de cual-
quier índole ....-incfusive hospjtalarra y asistenciales....- por el solo hecho de no
ser el centro geográfico de la Zona Bananera. El concepto de la distancia entre
dos lugares se deb~ expresar en este caso no en valores espaciales (kilómetros).
sino en valores de tietnpo que son el resultado de un equilibrio de fuerz;a entre
la capacidad de movimiento (ambulancias motorizadas), y de la resistencia
del espacio en tre los dos lugares en mención (topografia y clase y estado de las
vias) .
El epicen tro cui L-ural {que tiene que ser la sede del hospit-a l) y económico,
no tiene Forzosamente que coincidir con e l centro geo~rráfico de la región en ge-
nera-l y en especial de las p lantaciones.
Santa Marta. no obstante que está situada en fa periferia de la Zona Ba-
nanera. es oenho y cabeza de la misma. Desconocel' este heeho sería cometer
un grave error.

Este error trata de cometer el Plan Hospitalario Nacional con la creación


de tm centro bospHalario en La Ciudad de Ciénaga en La categoría de un hospital
centraL que esté más cerca situado en los centros de Lrabajo, pero el factor dis-
tancia, convirbjéndo-lo en valor tiempo es reducible, y no tiene mayor importan-
cia aquí e n este caso especial.
Para la creación de un centTo científico-hospitalario. ·es deseable una buena
edificación, pero no es a bsolutamente indispensable. como si lo es un cuerpo
de científicos, que a su ve'Z solo se pLLede formar y vivir en un ambiente cultura l
propio. como lo ofrece únicamente una ciudad. Tal es el caso de Santa Mar·
ta, y como no lo ofrece un pueblo grande tal como lo encontramos en Ciénaga.

Estos hechos se pueden cons latar en los aspectos morfológicas-culturales de


las dos localidades.
Además sería absurdo tener dos centros eicntífico-hospilalarios a una dis-
tancia de 36 kilómetros (porque e l de Sanla Marta existe, y no se puede
reemplazar por una nueva y dudosa creación en Ciénaga) denlro clel ambi.ente
de la Zona Bananey31.
-204- ..
Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia
Cualquier intento de una planiftcación que dé demasiada importancia a
Ciénaga en relación con Santa Marta, es desconocer la realidad antropogeo-
gráfica Tegional y el papel que juega en el conjunto nacional.
Luego se va a construír un puesto de Salud en Aracataca y esto es todo se-
gún el Plan Oficial. Figura luego por construír ya fuera de la Zona Bananera.
en Fundación un hospital regional y un puesto de salud en Pueblo Viejo.
Esta zoniÚcació'n es muestra desconcertante del desconocimieb.to de la rea-
lidad de la región. Cabe preguntar: Qué suecede con los importantes corregi-
mientos ele la Zona Bananera como Riofrío, Se\?illa, Orihueca, Guaca-
mayal. Tucurinca. El R e tén, El Difícil en · el munieipio de Plato, Negritos en el
municipio de El Banco. etc 7 Pero según e l Plan Hospilalario no hay s.ino en
todo el país "doce (12) co.rregimi,e nlos que por su importancia bien merecen la
instalación de Puestos de Salud".
Esta categórica afirmación del Pla n Hospitalario Nacio.nal muestra una
v.ez más hasta dónde sus autores no tomaron en cuenta la realidad antropo-geo-
gráfica del país.
la región de Tterradentro. con lnzá como centro. pertenece a l Valle d el alto
Magdalena en el Huila. porque carece por comple to de las vías de comunica-
ción con el Cauca y Popayán. excepto un cam ino de herradura, de doce (12)
horas a través del Páramo de las Delicias. En el resto del Mac izo 8olombiano
.-gran región natural pertenec iente a los Departamentos cle1 Cauca y Huila,....,
se repite el caso de los corregimientos impoclanles (y no solamente aquí sino
también en muchos otros Departamentos). Por qu~ se les olvidó o fueron ex-
cluidos los importantes pueblos de Coconuco y Paispamba. y Balboa en l.a cor-
dillera occidenta l que es un importa11te centro de una \?igorosa colon ización
y los pueblos de G uachicono y R ioblanco, aislados y olvidados e n el corazón
de los Andes colombianos 7
Son estos unos pocos ejemplos. donde peca la p lanificación hospitalar.i:a con-
tTa los más elementales conocimientos geogFáfioos del país. Otrros factores geo-
gráficos de primer orden. como por ej emplo. que cada región tiene sus suelos
característicos. que son e l res ultado del clima y vegeladón en conjunto con la
base de la roca madre : que dan la paula para las posibilidades agrí.colas y eco-
nómicas y el desarrollo y aumento d€ la poblac ión de las cliferentes regiones.
De todo esto n ada dice el Plan Hospitalario Nacional. ni lo tomó en cu.e nla a
juzgar por la zonificactón presentada.
EI estudio bio-dimatológico del país tampoco se h izo para la famosa zonifi-
cación hospit·alarta y son precisamente estos hechos geomorfológicos de los cua-
les depende la d istribución y crecimiento de la p·o 1laeión, y la determinación
de las. áreas e'ndémicas. y por consiguie nte la base para la zonificación hospi-
talaria del país, porque de estos factores geográficos ,......en un pais de vastas regio-
nes naturales como Colombia,_.., dependen en gran parte la dinámica de la exis-
tencia humana. basada ~n la alimentación y del clima ambiental y su influen-
cia sobre las fu noiones vitales.

205-

Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia


Según ef Pla n Hospitalario Nacional. ne fueron necesarios todos estos es-
tudios para la zonifieacrón hospitalari-a del país. porque así lo dice te;xtualmen -
te la introducción a l mencionado plan: " .. . ... P ero, este conocimiento exac-
lo cuya adquisición ha de requerir Liempo prolongado. no excluye la posibili-
dad y necesidad de acordar el plan general hospitalario ...... "

Carlas geográficas de Colomhta.

Estos casos muestran pues, una enorm e falla en el conocimiento de la geo-


graFía del país, y una de las causas, o quizás la consecuen cia, es la falta de car-
las geográficas. en escalas adecuadas para que sirvan como base de planjfi-
cación.
El material< cartográfico existente sobre el p aís. es bien poco, sin c<msiclerar
obras cal'lográficas históricas y otras no accesibles como Ta de Codazú. En
primer lugar se deben nombrar las Cartas Geográficas de los Departamentos
constmídas - como reza el título,..... por la extinta Oficina de Longiludes, en es-
cala uniforme de 1:500.000.
P ero en verdad se trata de una carla corográfica .......quiere decir geográfica-
abstracta.- por el método gráfico usado ell ella para Ia re·presentación de la rea-
ltclad geográfica, que se rcfl~ja ta nto en la representación del relieve. como en
la escogencia de l~s características geográficas representadas, consisten te en una
generali~aeión de las fo.r mas topo gráficas, deslacando Io sobresaliente, y sim-
plificando ~I contenido espacial a normas que destaquen solame·nte. y a gran-
des rasgos, los palsajes lfpicos de la regrón que representa la carla. E n esta mis-
ma categoría de cartas geográficas-abstractas, caben las nueve hejas, que cu-
bren el territorio de la república. de la carta internacional en escala 1: L.OOO.OOO,
elaborada por la American Geogra phical S ociety. Au nque en una escala me-
nor que la anterior. su conten ido es mayor que éste, el criterio geográfi:co mo-
derno es bien definido y aplicado. y la representación gráfica reemplaza fa téc-
nica de luz y sombra para la topografía, por curvas de nivel. que debido a lo
impreciso, m.ás bien son ltneas de la form a de relieve, destacadas por un a exce-
lente gama de tintas hipsométricas. Se t rata sin du:da. del mejor mapa en pe-
queña esca la, que existe sobre l a república; pero para trabajos de planifrcación
su uso es muy Um i.tado, debido a la pequeña. escala.
La carta indicada para trabajos de investi.gación y planificación, es una car-
ta topográfica o geográfica concreta. en es<..' ala grande, tal como. l·o está elabo-
rando el Instituto Geográfico, con la carta de la R epública de 1: 25.000.
La carta geográfica-concveta, se diferencia de la carla geográf-icá abstracta.
en que en ella se reproducen. proporcionalmente reducido a esca la. la reahdacl
del paisaje con todos sus factores materiales tan preciso como es posible. ob-
teniendo una fiel copi,a del espacio geográfico en mención.
El Instituto Geográfico no llena a cabalidad estns conclidones, o mejor di-
cho, se limita a la parte geodésica y cartográfica-matemática. El aspecto geo-

- 206
..,. .

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gráfico está representado en las curvas de nivel y algunas pocas obras cul tura-
les. Se trata en verdad de una carta hipsomélr ica y en parte tambjén simplifi-
cada. Tampoco se ha unificado en esta s cartas el criterio de las distancias a lti-
mét.rica s entre las curvas de nivel que cfeben representar éstas. En algunas ho-
jas se optó por las curvas de 100 en 100 metros, método q11e generaliza dema-
siado las formas de relie:ve. y es completamente rnadeeuado para una escala de
1: 25.000. ya q ue se pierden totalmente las típicas form as rno~fológicas de losAn-
des Colombianos, y en parte representadas en la carta de 1:25.000 del Instituto
Geográfico. que aún a lcanzando con siderable a ltura sobre el n ivel del mar, no
a lcan?1an con esta sin embargo. las típicas formas y características de cordrlleras
con carácter alpino. La paiab1·a alpino es usada aquí en scn lido geográfico. Aquí
la cordillera no es hostil a l hombre, excepto cuando alcanza altura supe1.'ior a
límite superior a Ia vegetación (lambién existe un hmite inferior, pero no hay
ejemplos de él en Colombia) y en grandes extensiones. y cuando parle de ella
está cubierta por la nieve perpetua. P ero no div ide, ni es hostil al h ombre,
cuando tel'Inina en altiplanicies o cuencas. E n este caso el eje del sistema mon-
tañoso. las altiplanicies. dominan l.as vertientes y las llanuras cálidas. como
ocurre en los países andinos de la América T ropical, donde siempre ha exis-
tido 1m predomin io cultural de las montañas sobre las tierra·s bajas.

En otras hojas de la misma carta, se presentan las diferencias altimétricas


de 50 en 50 metros, y en hojas de data más anligLta. se usaban las curvas efe
25 en 25 metros. Son estas últimas las que reflejan mejor la topografía, aún
ta mbi:én insuficientemente para una escala de 1: 25.000. Till es así. que la caJ;-
ta en escala de 1: 100.000. que no es ot-ra cosa que la reducción de las cartas
' de 1:25.000. (pero desde el punto de vista geográfico debería ser una carta
muy diferente ) apenas es aceptable desde el punto de vista topográfico. pero es.
insuficien te como carta geográhca concreta . L a prueba de lo anteriormente di-
cho está en la hoj a de la carta 1: 25.000 del Instituto Geográfico, que corres-
ponde a la región de Puerto Tejada. Esta boja cubre 150 kilómetros cuadra dos
y en ellas no aparece ni una sola curva de nrvel. lo que quiere decir, que el as -
pecto topográfico y morfológico de la región, no eslá repFescnlado por la carta,
siendo éste e[ objeto principal de esta dase de carlas geográficas. La topogra-
fía y la morfología de Puerto Tejada no aparecen en esta hoj a. porque no ex-
ceden de la am plitud altirnélrica de no se sabe cuántos metros,- ya que el
lnstHuto en las distintas hojas aplicó diferentes crilerios, y para conocerlo, por
lo menos se necesita dos curvas diferentes, y en l a mencionada hoja no existe
ninguna .

En regiones planas ,-sin considetar su a ltura sobre el nivel d el mar,_. la di·


ferencia a ltimétrica entre 1as curvas representadas, debe ser la mínima posible,
paTa que se pueda reconocer su topografía. fv'Juy pocos metros, y hasta cenlime-
tro.s. puede tener en regiones planas una influencia grande sobre el régimen de
sus aguas y por consiguiente en su vegetación y valor ecológico. estas pequeñas

207-

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diferencias pueden tener consecuencias superiores a 100 metros de diferencia
altimétrica en ciertas rgiones montañosas. Pox cierto, el caso de la hoja de Puer-
to Tejada no es único. Pero también es cierto, y de esto no cabe duda, de que es
especialmente dificil fijar un método en esta materia para un país con caracte-
¡;ísticas geográficas tan variables como Colombia. en este sentido el I nstituto
Geográfico viene realizando una obra d igna de todo encomio. Pero el indis-
cutikle y pyincipa] objeto de cal'tas geagráficas concretas en escala 1:25.000, es·
la máxima exactitud en la reprodtu::ción de la topografía.
La literatura científica sobre el problema de las distancias entre las curvas
de nivel es bien poca. y a mi saber no exi.ste ninguna en el país . Uno de los
estudios más interesantes sobre la materia public61 A. Penck en el año 1903. El
dio come diferencia altrmétrica para las regiones con carácter alpino, y para las
diferentes escalas, Ias siguientes distancias:

1:10.000 1: 25.000 1: 50.000 ] : 100.000 l :200.000


4m 10m 20m 40 m 80 m

Para las regiones montañosas con carácter no alpino, a¡:>licó P enck. l)ara la
escala de 1: 25.000, los mismos 10 metros. Para tierras planas optó por un cri-
terio regional, con distancias inferiores a un metro.
El primer Ingeniero CartográFico. Charles H . Deet~. en su libro '' Cartogra-
fía, Fundamentos y Gu:ía", respecto al problema de la diferencia alUmétrica en-
tre las curvas de nivel dice lo siguiente : " ...... Los intervalos enlre las cur-
vas del n.ivel ~an de basarse en ciertas consideraciones. entre ellas Ia escala.
el declive general, los de tal les que constituyen el relieve de la región cuyo mapa
se trata de trazarr y el uso a que se desline el ma¡:>a. Las Cltrvas de nivel con
intervalos de 50 ptes (15.24 m.) no dan una idea adecuada de una región sua-
vemente accidentada donde la elevación máxima no excede de 200 pies
(60.96 m.) ...... "
Las Naciones U nidas. por intermedio de su D epartam ento de Asuntos So-
ciales, ha publicado un folleto titulado World Cartograpl<y, Volumen l. 1951,
y trata el problema de las .diferencias altimétricas enl-re las curvas de nivel en
la sigtJiente forma: "entre los dos extremos de las escalas 1: 20.000 y 1: 100.000
se encuentra el problema consistente en la elaboración de cartas topográficas eu
países sin cortografía. !Vlucho más d ificil es aún encontrar la solució1' económi-
ca más adecuada para el establecimiento de los puntos de control;· esto se mos-
tró daramente con ocasión de una licitación pública para el levantamien to de
una gran área por parle de un gobierno. E l área en mención abarcó apro'JI':ima-
damente 80.000 km. , y en gran parle ocupada por montañas con a lturas hasta
5.000 metros, y en otra gran parte cubierto de selvas hasta una altura de
2.500 metros. El requerimiento para las diferencias altimétricas para las dife-
rentes escalas era el siguiente:

-208
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Escala del Mapa Area Montañosa Area Plana Area Montañosa Plana
Diferencia Altimétrica Erx~or Planimétrico
Medio Area
I: 100.000 100. m - 25 m. 50 m- 10 .m . 25 m. 25m.
1: 50.000 SO m - 10 m. 25 m - 5 m. 25 m. 25m.
1: 20.000 20 m - 5 m. 10 m- 3m. 10 m. 10m.

Como área plana se consrdera lal. con inclinacion es inferior a 10%.

Se exigió una escala de l :40.QOO para la fotografías. El control del proyecto


era basado en una triangulación geodésica de primer orden, inclusive de la
mensura de una Línea base y el esfablecimiento de dos e.s taciones astronómi-
cas. Considerando, que el contrato tef!Ía una duración de tres años y medio.
es obvio. que la determinación de Jos pu ntos de control era el "punto débil" en
este pr~grama de trabajo".

En las ú ltimas hojas de la carta l : 25.000 del lnstiluto Geográfico de Co-


lombia, que abarca - áreas de la re·gión mon tañosa de Santander, el Instituto
apiicó nuev<1mente la diferencia altimétrica de 25 metros, y logró así una muy
acertada re})resentación del relieve. Felicitaciones. .

Con estos cuatro cortos capítulos h emos tratado de demostrar lo complejo


de las investigaeiones antropológico-sociales. y el papel importante que juega
en ellas la Geografía; especial mente en el medio rural. y sobre soGtedades con
un desarrollo económ ico ctd tural no muy avanzado, sin olvidar desde luego.
que además de la Geografía hay otros faclo res de no menor importancia .

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lliPOLITO RU1Z

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LA COPLA---------
EN EL CAUCA
Por CARLOS LOPEZ NARVA.EZ

N EST.~ artículo opto por u~a. descripción ligexa sobre .nuest~o folklore lírico,
E aluv10n en que tan magmfico fruto han dado los mvestrgadores, recolec-
cionistas, críticos, escritores y eru_ditos col0mbianos entre los cuales priman los
nombres de Antonio José Restrepo con -su enciclopédico "Cancionero Antioque-
ño'' ; Benigno Gutiérrez con su hermos}simo y sapiente " Arrume Fo·lklórico'',
de "Todo el Maír."; el Padre Vargas Tamayo con su monumental terceto de
'(10lúmenes sobre "Las Cantas del Valle de Tenza", el P adre Medi na y José Anto -
nio León Rey, fortunosos antologistas de la lírica popular de Oriente, Octavio
Quiñones Pardo, Luis Alberto Acuña y otr,os nombres ya sólidamente consa-
g rados.
Pen> si Antioquia, Santander , Boyacá, 'I'olima, consiguieron ya la presenta-
ción de su respectiva lírica popular anónima, en cambio, paradójicamente, el
Viejo Canea, el Cauca vibrador, no encuentra todavía el personex:o editorial de
sus coplas regionales. Paradójicame1Jte decimos, porque si alguna tierra colom-
biana nació, ha vivido y habrá de morir en olor de poesía es esa de José María
Grueso y de Julio Arboleda, de Rafael Pombo y Carlos Albán, de Miguel Medina
y Miguelito Valencia, de Juan Antonio Maya y los Muñoz Oband~, de Daniel
Gil Lemos Quevedo y Villegas, de Valencia el Grarrde y de Maya el insigne.
Tierra de soñadores, por fuerza espontánea, tenía que serlo también de madri-
galistas y epigr.amistas cuy:as ilusio'Iles y delirios, angustias y arrebatos, vírtudes
y pasiones saben cuajar lo mismo en la imperial estrofa a lo parnasiano, que en
y
el anónimo cuaifteto nacido en cualquier rincón y después amo señor en todos
l0s b ambucos.
De allí que la eopla caucana tenga un .saborcillo que me atrever.ía a llamar un
poquitío académico, y parezca un tris elaho'rada, qui2á por el subconsciente de un
impJieito compromiso con la tradieió11 y con el ambiente, tanlo más explicable
si reeordantos de travesía lo que Caldas dij era de nuestro clima: que pa:recia
inventado por - y debjó agregar: parar- los poetas. Y esa jngenua ínfula no se
preoc\Jpa de disfraz ni atenuación, antes bien hace advertencia de ello desde la
entrada y dice:

213-

Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia


Quien quiera cantar conmzgo
tiene que tener paciencia:
porqu,e mi canto lo aliño
con algo de repelencia.

Oigamos el requiebro de amot: en la


juglaría de los patianos:

lvlulata. mercadereña,
préstame tu pañolón
para vendanne la herida
que lle,vo en el corazón.

Y otras dos endechas dolientes como


para petenera:

Yo no dejo de comer
ni duermo descobijado,
t ·ene que ser el querer
lo qz¿e me tiene acabado.
A la muerte Llamo a gritos
pero no me quiere oír:
parece que hasta a la muerte
le gusta verme sz¿frir.

Apenas es lógico que entren a funcio-


nar con ala.rde de ejemplar fin_ura, el
equívoco y el calembour de alcurnia.
El llanto resina de un árbol en plenitud:
no es, acasa, hermano del que hacen
e>..'Primir Las ternuras y las penas del
alma? Digalo sj no esta rima que se le
olvidó a Campoamor :

Del pino de mi lindero


la 'VÍ cuando se a.lejaba,
~- el pino también: tan tierno.
de verme llorar, lloraba.
;.... -
-214
Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia
215-

Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia


El llanero del Patía, que sólo tiene
par en los centauros del Apure o Casa-
nare, pero que según el propio Liber-
tador fue siempre bastante más revo·l-
toso que aquellos) también pregona su
donjuan,ería con espacioso desgaire; y
con él reza, mu y también, lo de "sobr<'"
mi caballo yo y sobr e yo mi sombre-
ro' ), pero concretando cada lance:

En los llanos del Patía


me armaron mi buena zambra.
hubo que aventar machete
pero cargué con la zamba.

Sin perjuicio de que en fuerza de


otras circunstancias y con gesto re-
flexivo, haya que darle oído a la pr u-
dencia :

Después de tánto bochinche


dejarla será mejor;
no hay que perder los estribos
por darle gusto al amor.

Y como puede que las cosas se pon-


gan más pelicr espas, en.tonces la liloso-
fía doméstica y la divina sapiencia ha-
cen lo suyo a cabaUdad recordando lo
del "No hagas a otro. etc." :

!Jrle enamoré de casada


pero a tiempo comprendí
que si el perro muerde al amo
más pronto me mu.erde a mí.

Y puesto a la observancia con nues-


tra Santa Madre lglesia, no es de ]os
que haga rebaja para cumplir sus Man-
damientos:

-216
Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia
217-
Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia
Allá viene la Cuaresma
en su colcha arrebujada,
ya viene a cobrar la cuenta
de toda la carne fiada.

Causantes primeros y responsables de


la mala vida pasada ya sabe quiénes
son :

Jvlala ya trago y gr.ú tarra


con esta mala cabeza:
que el qne se ha de condenar
desde chiqtúto no reza.
EL trovero de los lados de El Trapi·
che - hoy flamantemente Bolivar Cau·
ca- a más de indio ladino y armonio-
so, se las echa de mestizo astronómico
para darle al adorado y desdeñoso tor-
mento esta queja de amor:

A las lejanas estrellas


mis sz¿spiros van a dar:
y en tu oído mis querellas
no las quieres escuchar.

Pero si el reclamo surte efecto, y. mi-


rada y sonrisa pagan la trova, ahi mis-
mito va el agradecimiento:
De la peña nace el agu.a.
de los páramos el viento ;
de los ojos de mi niña
sale tode el firmamento.

- Uuy! qué bonitico -dirá ella- ¿no


te sabís algotro? -Pa no, vian qué;
ahi te va, donosa, pues ...
De la peña vierte el agua,
del agzta nace el pescado,
y de tz¿ boca, mi vida,
nace un clavel colorado.

-218

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<

219-

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Músicas, bailes, instrumentos, son te-
mas de inmediato aprovechamiento,
como se aprecia en estas coplas al pa-
recer y en lo liteFal ingenuas, pero más
intencionadas que un responso:
El amor no quiere engaños,
ni la pandereta a puños,
la tambora quiere palos
y la vihuela rasguños.
Remen bien esa tambora
tambora de Coconuco,
mi pareja está ganosa
de una mano de bambuco.

El bureo, la parranda que decimos


allá, la ienida que se dice acá, son el
palenque clásico del buen verseador; y
también de la indilviélua que de pronto
resulta una respondona de ley. Veamos
esta criolla iTl!Vitación al vwje:
Ji acéte la que te vas
y espérame en el chamizo,
si con la boca no te hablo
con la mirada te aviso.
Bonita seguirás siendo,
rica si de Dios está,
y al Cielo te. vas derecho
si me haces la ea¡ridad.

Ella acepta irrevocablemente, y "ave


de luz, prepara el vuelo" :
Adiós sala, adiós cocina,
adiós piedra de moler,
adiós huerta, adiós vecina,
me voy a. . . volver mujer.
El arrejunte sigue su curso y cada
uno de sus avatares halla expresión me·
dida. Los casos de terapéutica, por
ejemplo:

-220

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Dicen que las amapolas
son buenas como sudor,
dan calma en las calenturas
y fuerzas para el amor.

Y cuando p0r consecuencia de le últi-


mo empiezan las lenguas a culebrear, el
contra-venen o viene al hilo:
Dicen las que no me quieren
que por pobre nada valgo,
que diga la. que me quiere
lo que snfre cu,ando salgo.

Pero como suele ocurrix que las sali-


das a "por-fuerear" causen, más que su-
fr-imienlo, molestias y rabias:
De lo bravita que estabas
te he venido a contentar:
con un ramo de guayabas,
r las riendas de amansar.
Hasta que llegó un día -puede ser
también una no0he-- en que la hija
pródiga vuelwe al hogareño ampare, y
canta su infortunio con el mismo acente
de aquella "Cantadora seneill~ de una
gran pesadumbre":
Y a no soy )' O la paloma
que tánto CUTTUClLtÍÓ,
soy la guayaba gorgoja
que de sz¿ rama cayó.

Y se p:rende al pecho esta o_rquídea


de cuatro p étalos como cuatro dagas de
nácar y coral:
Puñal que me hiere el alma,
puñal que clavado está,
puñal que me está matando,
puñal que me matará.

221-

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Y para remate y broche esta "comen-
tario real" de algún ignoto Garcilazo
caucano, antepasado de Castros y Quin-
teros, Guzmanes y Rodríguez, Ordóñez
y Manzanos, en esas t ierras hidalgas cu-
yas entrañas opulentas daban el or o de
su Majestad:

Conocí a Doña Isabel


reina de León y Castilla,
tan J~ermosa en su dosel
como flor de maravill~.
También vide al Rey: Fernando
con su-vara de justicia,
y acá lo están traicionando
la crueldad y la codicia.
En Ríoblanco y Guachicono
pilas de oro amontonaron~
y encomendero y patrono
todito se lo llevaron.

.
- .222

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INDIO CHrMU... A (Magdalena)

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INDIO KOFAN (Putumayo)

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1

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RESEÑA DE LIBROS Y REVISTAS

Una Labor M:etÚoria del Dr. Jaime Jaramillo Ara ngo- El Libtto de On. Hipólito Ruiz

Relación Histórica del Viage, que Hi zo a los Reynos


del P erú y Chile el Botánico D. Hipólito Ruiz en el Año
1777 Hasta el de 1788, en Cuya Epoca Regr esó a Madrid
Publicada por primera vez por la Co- Segunda edición, enmendada y com-
misión de Estudios retrospectivos de pletada ele todo lo que le faltaba, según
Historia Natural de la Real Academia la copia definitiva, inédita, del manus-
de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales crito de D. Hipólito , hallada y copiada
de Madrid. con base en el manuscrito en el Departamento Botánico (Histo ria
hallado y revisado por el R. P . A. J. Natural) del Museo Británico.
Barreiro, O. S. A., Vocal de 1a misma.

P or el doctor Jaime Jaramillo Arango.

Este es el título completo de 1a gran El Instituto Colombiano d.e Antropo-


obra del botánico español don Hipólito Logía debido a la galantería de la Real
Ruiz, Jefe de la Expedición Botánica a Academia de Ciencias Exactas de Ma-
los Reinos del Perú y Chile enviada en drid y de su autor el doctor Jaime l a-
el añ o de 1777. ramillo Arango, ha x:ecibido para su bi~~Bl-'·"~
. ~o

229 ¡ o8 . t: ~m
~ ;'<',...
'(.!"""' V\1

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blioteca el número 49 ele las 66 copias pañol don Hipólito Rui~ en el que pre-
numeradas de esta obra, cuyo titulo en- senta las realizaciones y obsercvaciones
cabeza esta reseña. Dos preciosos volú- llevadas a eabo por la Expedición Botá-
menes: el primero comprende la des- n ica a los reinos del P erú y Chile. Esta
cripción completa que hizo don Hipólito eopia se encontraba coxregida y tel·mi-
Ruiz sobr e la e)G])edición bo1lánica en- nada por el autor, ya que el encontrado
viada, bajo su direcdÓJl, por Carlos III, y dado a c·onocer por el padre Agust-ín
con el fin de estudiar la flora del Perú J. Barreh·o apenas í ue un borrador de
y Chile e:n e] año de 1777. Consta este una parte del trabajo definitivo. Jarami-·
primer tomo de 526 páginas. El segun- llo Arango t.rabajó pacientemente du-
do tomo, tan palcramente editado como rante dos años, ordenó el manuscrito,
el primero, consta de 244! páginas, con- lo adicionó con mapas y gráfiéos de
tiene mapas, croquis y once índices obras inéditas que hacen referencia a las
adicionados por el doctor Jaramillo tierras recorridas por don Hipó]ito
Arango. Ruiz. Completó la obra con once índi-
Esta obra se enconlraba perdiéla para ces, entre los cuales merece especial
la ciencia, una vez que los originales mención el que hace referencia al nom-
salieron de poder del autor y nadie de bre indígena .Y científico de las plantas
los interesados conocía su paradero. El medicinales y sus diferentes usos tera-
padJ:e Barreiro habia realizado Lodas las péuticos.
gestiones con el fin de averiguar si esta
copia exis~ia o no, con resultados nega- Para destacar, la importancia del tra-
tivos. Afo.rtm1adamente el trabajo, por bajo del Director de la Expedición Bo-
el azar del destino, pasó como pr opie- tánica a los rein os de P erú y Chile, }a-
dad del Museo BriLánico junto con to- ramillo Arango dice en el prólogo de la
dos los papeles del naturalista Bourke obra: "Como hombre de ciencia, baste
Lamberl, en cuyo poder se encontraba. considerar que, en adición a sus apre-
Allí permanecieron intocad:os durante ciaciones sobre las condiciones sociales,
107 años desd.e 1842. En el Museo Bri- poJítieas, adminisLraLivas, religiosas, etc.,
t¡mico se encontraban los 88 pliegos es- de la época, y a sus con tribuciones a
critos de puño y letra por don Hip0lito los reinos mit1e1·al y animal, la E:x;pedi-
Ruiz, eon olor a papel viejo y buena ción dirigida por don Hipólito identifi-
capa de polvo, sin que hubieran "sido có y clasifieó más de 2.000 planlas de
r emovidos por persona alguna desde dife.rCJítes géneros y especies (de esla
aquellos tiempos. cifr·a , 5"()0 nuevas especies no figuran
en la edición del padre B'arreiro), y di-
En 1949 se encontr.aba Jaramillo bujó en color es la mayor parte de ellas''.
Arango como Embajador de Colombia Y efectivamente este sabio español en su
ante la G.ran Bretaña, hombre estudio- estudio no sotamente se dedica a la bo-
so, ' 'isitaba con frecu.<mcia el Museo tánica sino que informa sobre el hom-
Británico y principalmente, de acuerdo bre que pu ebla la región, sobre su psi-
con sus intereses científicos, la Sala de cología, sus costumbres y sus institu-
Manuscritos sobre Historia Natural. ciones. Sus apreciaciones son ta~ cláras
Preparaba un estudio sobre "La Histo- y de tal objeüvi.dad que las páginas que
ria de la Quina" y completaba datos hacén referencia a ello parecen escritas
para su obra "The Couqttest oí Mala- por un versado soci'ólogo. En los prime-
ria", actualmente ambos estudios ya ros cap1tul os, después de. describir la
publicados. l pteFesado en to.do lo que provincia del Cercado y de la ciudad de
hiciera referencia a estos tópicos ti·ope- Lima presenta la situación, el clima, la
zó con un paquete de papeles viejos flora, la fauna, la arquitectura y entra
. cuyas leyendas se encontrabau en espa- a analizar al hombre para discurrir so-
..~ ·<- ~ o" ñol: era el ma@scrito del botánico es- bre su carácter, alimentación, diversio-
,.1(.
- 230

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nes y economía. Refiriéndose al dina- este libro escrito hace casi ya dos síglos
-rnisnw del mestizaje en Lima dice: "Pa- tiene gran valor actual para el sociólo-
rece que por sí mismo se demuestra la go, para el geógrafo, para el antropó-
constitución de los habitantes, siendo logo, sin mencionar al botánico quien
tan diversos en castas, en complexiones· encontrar á bases para el estudio de la
y en estados y tan unos en el manejo. flora americana. Sagaz observador no
Apenas hay casa de :mediano estado en se limitó a la estrechez de su especiali-
que no pudiera dibujarse un país, de zación sino que abarcó todo el panora-
todos los colores, que distinguen las ma social. Oigamos cómo pinta al indio
muchas razas que componen el pueblo. de la Provincia de Huanuco en el Perú:
Se encuentra el indio; el cholo; el chi- "La actual naturaleza y propiedades de
no, que parió la negra del ayuntamiento los indios, así de la Provincia de Hua-
con aquél; la mula tilla, que nació del nuco como de las demás del Perú, ori-
comercio con el español; el zambo que ginadas probablemente muchas de eUas
le hizo producir un mulato; y lo que del rigor con que los han tratado los
cada uno de éstos ba engendrado en poderosos, a fin de enriquecerse éstos
cada una de las distintas hembras de con el sudor de aquéllos, es: aborrecer
esta roiscelánea que llaman Tercerones, al europeo y criollo blanco; se recelan
Quarterones, Requinterones, Salta Atrás, y desconfían de éstos y aun Jlegan a no
etc. De todos éstos unos s,on esclavos, Lener confian~a de si mismos; son pere-
y otros lihres, según fue la calidad de zosos y tardos en el trabajo, y aunque
la madre de que nacieron, todos conce· a veces vigilantes en su negocio, no as-
bidos en una misma casa; pocos de ma- piran a enriquecerse; trabajan sólo para
trimonio, tal vez criados todos juntos, mantenerse infelizmente; no desean
y los niños españoles entre ellos y nu- honra, dignidad, ni empleo alguno . ..
tridos por los pechos de estas mismas procuran engañar y se juzgan engaña-
madres, teniendo por cosa de menos dos; no tienen nada y les sobre todo ...
valer criar sus hi jos las blancas o espa- regalan poco para pedir mucho ... tra-
ñolas". No menos agudos son los con- tan a las mugeres como esclavas y a las
ceptos sobre el criollo de Lima y sus mujeres como señoras. . . lo que se les
características: "Todo esto quiere decir da no lo agradecen, porque juzgan en
que el español que nace en este país es el obsequio segunda intención, y tal vez
digno de lástima; p0rque tiene desde no se engañan. . . son infieles en sus
aquel punto una cierta propensión a ser t~stamenLos y, despreciando la vida ~
liviano, altivo, cob.ar de~ doble, infiel, mueren sin temor'~. Sin duda alguna el
rapaz y de una grande habilidad para retr·ato del indio que nos presenta se
el ejercici~ de estas pasiones. Ya se ve debe según ol autor a la explotación a
que todo esto es inseparable del ato·lon- que se le sometió por parte de los pode-
dramien.to, de la falta de palabra, de la rosos. En esto no hace más que confir-
cabilación, del desvanecimiento, y de mar la verdad de que en lo social se
aquella elación que hace al hombre con- cumplen algunas leyes como en el or-
templarse lilej or que sus padres nacidos den biológico: cuando se atrofia un ór-
en Europa, y considerarse digno de to- gano se agu.diza otro. Asi el indio mil
das las honras y empleos, aunque se veces engañado se tornó desconfiado;
palpe la ineptitud, y engolfarse en tal obligado a trabajar intensamente sin
varaja alternativa de pensamientos va- provecho para sí se convirtió en perezo-
nos y exóticos que a los juicios bien so: despojado violentamente de sus dig-
puestos parecerla, l ocura " . njdades su personalidad llegó a ser apá-
tica.
La descripción de los diferentes via-
jes a las diversas provincias del Perú
son verdaderos ensayos de geografía;

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sumirla y sus efectos sobre el orga- grafía, de la botánica, de la mineralo-
nismo. gía, de la z;oología, de la antropología
y la sociología de una parte del conti-
Las mjsmas cualidades ostenta en la nente american0.
descripción de su viaje a Chile; su visita
al Fuerte de Arauco está llena de obser- El segundo tomo comprende veinte
vaciones sobre la vida del indio, narra planchas entre mapas y croquis, com-
cómo a la sombra del árbol canelo se plementado con índices técnicos adicio-
ej erce La justicia para casLigar a los cul- nados por Jaramillo Arango. El esfuer-
pables no confesos, pinta cómo verifi- zo realizado por este investigador co-
can los indios su parlamento, nos mues- lombiano con el fin de dar a conocer
tra su aspecto físico y su indumentaria, un estudio de esta naturaleza merece
su religión y sus costumbres. Todos es- todo el encomio, digno de ser presen-
tos capítulos parecen haber sido escri- tado como ejemplo a todos nuestros ch-
tos por uo etnógrafo dotado de fino plomáticos para que en sus viajes y pe'r-
sentido de observación. Después de leer manencia en el exterior coadyU\ren a
las páginas de viaje de la Expedición la tarea d.e la divulgación científica,
Betánica a Perú y Chile se saca en con- pOJlgan en alto el nombre de Colombia
clusión que don Hipólito Ruiz con su y no permanezcan ausentes al progFeso
documentada descripción contribuye no- científico deln1undo.
tahlernente al conocjmiento de la geo- Milcíades Chaves.

JUAl'\1 LlSCANO
_Folklore y Cul tura
CaTacas {Venezuela 1950) .Avüa Gráfica S. A. Tomo de 270 p.

Juan Liscano es uno de los valores Con tristeza apuntamos que muchos de
intelectuales de Venezuela y quien des- los llamados folkloristas no son sino
de hace muchos años ha dedicado lo verdaderos albaíriles recolectores, peo-
mej.o r de su vida al estudio del folklore nes del pensamienlo, carentes del más
venezolano. Para este autor el estud io elemental seatido de la cultura y escu-
de esta materia debe ser básico en la dados detrás de un método más o menos
concepción de la cultura nacional, es- feliz de clasificación". En este párrafo,
critor serio, rechaza a quienes toman el que pertenece a la obra que comenta-
folklore como n1.era recopilación de da- mos, queda retratada la actitud del au-
tos y los transcriben secamente y por tor frente al folklore.
esto ya se denominan a sí mismos fol- El libro está dividi do en dos partes:
kloristas. Defiende con calor esta disci- la p-rimera que se dedica al estudio de
plina: "El mero recopilador de datos folklor.e venezolano y la segunda. que se
f0lklóricos y, desgraciadamente son los denomina Apéndice, a narrar la prepa-
más, no debe aspí,rar a la deno1ninación ración y la presentación de la Fiesta de
de folklorista si queremos conservar al- la Tradición Venezolana, la que merced
guna dignidad para esre término. Es a su trabajo pudo ser presentada con la
menester para comprender el folklore brillantez de un acto cultural de tras-
una firme base de eonciencia históFica, cendencia continental. Estas dos partes
un mínimum de conocimientos intelec- concatenan perfectamente, porque la se-
tuales y cierta sensibilidad humana. gunda es la mejor comprobación de lo
•jp• ' ·.
..
, ._"' -232
(

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que se dice en la primera, en la que el a mis queridos hermanos
autor analiza los conceptos de folklore y inocentes y cristianos
cultura a través de los diferentes trata- metidos en los calabozos
djstas de la materia, y entre todos ellos, donde murieron leprosos
él se aferra a una definición sal ida del con los grillos en las manos.
mismo pueblo en la copla popular:
Y como es lógico. en el estudio de
Es el saber popular Liscano no podía faltar la investigación
que encierra todo saber. del aporLe negro al folklore de Venezue-
la. trata ampliamente la inmigración
Para Liscano la esencia de lo folkló- africana. determina el área geográfica
rico reside en su mecanismo por conta-
del Airica de donde se trajo el mayor
gio. por comunión. por tradición, echan-
número de esclavos para atender a las
do raíces profundas en el alma del mis-
necesidades de la agricultura y minería
mo pueblo que la produce.
venezolanas. Con el objeto de encontrar
N os presenta las formas de la p oesía las verdaderas raíces de todos los ritos
popular, la preceptiva literaria que mar- hoy incorporados a la cultura venezola-
ca las reglas denLro de las cuales se na, pero que, como lo verdaderamente
mueve el versificador anónimo. Trans- inilio, aún mantiene un sabor peculiar y
cribe la poesía negra donde el ritmo un colorido especial, en los elementos
más que el sentido parece que fuera lo culturales negroides; da una prin1acía a
fundamental. los bantú basándose en el análisis de-
tenido de las manifestaciones mágico-
1uruminga numá Tumbirá religiosas. musicales y principalmente
1uruminga numá Tumbirá idiomáticas. Con básicas razones socio-
Ese tambor ero . . Twnbirá lógicas golpea de una manera directa
Ah negro pa bueno Tumbirá para decir claramente que no es posible
Pásate los brazos .. Tumbirá hablar de nacionalidad venezolana sin
Dále otro gritico . . Tumbirá tener en cuenta la contribución del ne-
gro en su formación. Liscano, una vez
Para seguir con ese canto en el cual más, reclama un estudio más a fondo
el ritmo adormece y embriaga. Presen- de todas las culturas que se han fun-
ta coplas lan variadas y tan ricas de dido o están en proceso de fusión en el
matices y coloridos en toda la América crisol de la nacionalidad venezolana.
Latina:
Su recorrido en el tiempo abarca to-
Y o uide una garza azul das las etapas y por eso enfoca la gue-
Combatiendo con el río. rra de emancipación como el fenómeno
Así está tu corazón social más activo en la tarea de mesti-
Combatiendo con el mío. zaje; fue la época de la verdadera in-
corporación del negro, del mulato, del
Analiza la décima que recoge según zambo, del pardo a la obra común de
el sentir del pueblo lo mismo el acon- independencia. Ese mestizaje llevaba
lcc:imiento trivial como el hecho histó- intrínsicamente una gran fuerza nivela-
rico importante poniendo el ingenio del dora y que sigue actuando en el tiempo
pueblo a flor de labio. Así, el decimero como un gran valor positivo. Se duele
canta la muerte de Juan Vicente Gómez: de que los estudios afro-venezolanos aún
Venezuela, Patria mía. son escasos y deficientes y propicia por
ya se murió aquel malvado una investigación seria y serena para
q¡¿e nos tenía crucificado valorar en toda su extensión la influen-
con toda su tiranía, cia negroide en Venezuela.
matando todos los días Deilica un amplio capítulo a estudiar

BIBlhJ
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l0s instrumentos folklóricos :musicales: su oscura pátina. Sólo alcanzan a hacer
la marca, el carángano, la charrasca, memoria la madurez, ·cuando se enffen-
los tambores que cen su música alegran ta a su hora meridiana, a su equinoc-
y divierten las diferentes secciones de cio; o la vejez, cuando contempla su
la patria ... Por último entra a e~plicar melancólico crepúsculo de hielos y de
la cultura y en ella el papel que han esca1·cha''. Este capítulo del libro es el
jugado la magia y la religión, la posi- más denso y rico en ideas y conceptos.
ción del mago y del sacerdote: el uno
orgulloso y desafiante imponiendo su La segunda paxte narra cqmo se lo-
voluntad a la naturaleza, el segundo su- gró presentar por úoica vez en Amé'Ii-
ca todo el folklore de, una nación y que
plicante y propieiatorio. Magia y reli-
quienes lo pr.esenciarc;>n dijeron y estu-
gión dos faces por las que ha pasado
la hun1a1ridad para que de la conjunción vieron a'eordes que era algo ~ue nunca
de ambas aflore la cultura, en la cual se había presentado en este liemisfe:rio
y hacía conocer a Venezuela en lo que
la pátina del tiempo créa el folklore del
es, en lo que vale y en lo que puede
pueblo, oigámoslo. "El folklore, pues,
realjz.ar. Fue una síntesis del pasado
no es un arte, ni una ciencia, es una
viviendo en el presente y éste actuando
facultad que s0lo alcanzan los pue-
para estructurar el porvenir.
blos cuando bras ellos se acumulan
obras y experiencias, fantasmas e histo- Sin duda alguna que C(Folklore y Cul-
rias. Es una facultad de revivirse a sí tura~' es un libro que nos muestra a
mismo, voluntaria o involuntariamente, Venezuela en su más deli cada fibra, la
es un dón que sólo se merece (;uande la poesía popular; en su vigoroso múscu-
tormenta de, los años, de los siglos, cuan- lo, su pu..eblo y en sus hombres preocu-
do la yedra, los polvos, la intemperie, pados por las ciencias sociales, Liscano.
eso en fin que llamamos el tiempo, está
trabajando una alma o la cubre ya con Milcíades Chaves.

~.,,
. ..~"% '
,., ---234

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MARCELl~O ROi\lA:\ .U.

Sentido y Alcance de los Estudios F olklóricos


Paranú (Argentina) Diciembre 195 J

Sentido y Alcance de los Estudios rica y por esto enfáticamente condena


Folklóricos es un estudio sobre la cien- a los tradicionalistas que a fuer de tal
cia folklórica de apenas sesenta y cuatro se constituyen en obstáculo y fuerza de
páginas pero rico en conceptos y escri- inercia en la carrera de progreso del
to en un lenguaj e de polémica cientí- pueblo.
fica. El folklore, que cada día tiene ma-
yor interés en el campo de las ciencias El autor cuando trata lo pintoresco y
sociales. ya comienza a tener indepen- el pintorequismo golpea fuertemente a
dencia como 1·ama de estudio y sus cul- aquellos que se sirven de este elemento
tivadores van paulatinamente asignán- para producir cosas llamativas y espec-
dole su verdadero campo de acción. Ro- taculares que empequeñecen y deforman
mán lo co nfiesa en los primeros capí- su verdadero contenido. Estos son, se-
tulos cuando dice: " La ciencia folklóri- gún sus propias palabras : '' ... los fal-
ca todavía relativamente nueva, sigue sifi cadores de lo popular, malos carica-
prestándose a muchas contradicciones, turistas del gaucho, deformadores de la
fan tasías y confusiones". Se muestra realidad pero que desgraciadamente han
partidario del concepto de folklore como andado en boca de todos los recitado-
patrimonio cultural del pueblo y fol- res ... el escritor folkló rico no es aquel
klorismo la ciencia que lo estudia. Afir- que se sirve de las cosas del pueblo
mativo en Lodos sus conceptos arremete para producir páginas pintorescas y rei-
contra los eruditos que aún presentan deras, con el fin de divertir o entretener
resistencias a la palabra folklore y pre- a la gente llamada culta, sino aquel
fieren otras con sabor a pedantería otro cuyas producciones son verdaderos
como demopsico]ogía, demosofía, trade- documentos de la vida popular".
mología y otras. Presenta la definición Fustiga a los que con Imbelloni creen
de folklore de diez y seis autores y ter- que el folklore es lo romántico. lo pin-
mina declarando: "El estudio del fol- toresco y lo nostálgico sin advertir lo
klore demanda, naturalmente. una rigu- negativo y lo positi,·o del tópico que se
rosa labor clasificatoria, interpretativa, estudie con el fin de clasificar. valorar
discriminatoria, comparativa, crítica, a y construir sobre esa realidad. Les dice
fin de describir las raíces, los contornos de una manera categórica : " Para en-
y el sentido de l os hechos folklóricos, tellder el folklore hay que entender al
cuidando, por sobre todas las cosas, que pueblo. Y no podrá entender al pueblo
de ese trabaj o el pueblo no resulte des- aquel que lo mi ra desde su estrado de
figurado en su fisonomía espiritual, ni pedagogo, o desde su cumbre de inte·
calumniado en sus modalidades y ten- lectua1. Aquel que tiene más apego a los
dencias. ni traicionado en sus aspira- productos intelectuales que a los seres
ciones". humanos".
E l investigador del folklore debe te- Román es ante todo un polen1ista
ner una visión amplia y no tener miedo que, con serios argumentos, basados lo·
de invadir terrenos de otras disciplinas; dos en el análisis frío. ataca de manera
como es un producto social no puede es- fran ca y sin rodeos a· quienes se sitúan
tudiarse desvinculado de la realidad so- en la fron tera opuesta de sus ideas po-
cial. Por esta razón debe conocer la líticas y filosóficas. Bien documentado
aportación cultural triétnica de la Amé- y ostentando a través del libro una bi-

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bliografia digna de t0do crédito rebate mayor 0 menor desarrollo. No son los
los conceptos fundamentales que chocan factores raciales los que aceleran o re-
con su idearium. Dice en todos los tonos tardan el adelanto cultural, sino los fac-
que América es la resultante de las tres tores históricos, económicos y sociales.
fuer,zas triétnicas y culturales: Europa Las deficiencias no . están en los pue-
btanca, América india y Africa negra, blos, sino en los regímenes. No hay fal-
las tres actuando en el tiempo y en el ta de eapacidad, sino falta de libre ac-
espacio por medio de sus culturas au- ceso al campo de las posibilidades y
tóctonas con grandes realie:acLones den- del disfrute de los bienes sociales".
tro de la cultura occidental de las que
pu.ede ufanarse la ciencia del presente Al comentar Sentido y Alcance de los
siglo. Bien documentado reafirma el Estudios Folklórices diremos que este
concepto de que no hay razas superiores pequeño libro tiene más ideas y concep-
y remarca lo dicho po1· todos los inves- tos que págutas escritas.
tigadores serios de la Inateria al tratar
este Lópico: "Y, . de paso, no está por Cada uuo de sus c.apítulos es una po-
demás hacer resaltar, por milésima vez, lémica viril sobre los conceptos acerca
que no hay pueblos superiores o infe- del ·folklore.
riot·es, sino simplemente distintos, con Milcíades Chaves.

ANTONIO SANTIANA
Panorama Ecuatoriano del Indio
Quilo 1952. Impre11ta de ht Universidad. 308 páginas

Panorama ecuatoriano del indio. realizadl:>s por él y cuya obra se hallaba


dispeisa e11 folletos, artículos de revista
Es el último estudio presentado por el y periódicos.
doctor Antonio Santiana, quien desde
hace mucho tiempo se ha dedicado al El lihr0 está dividido en varios capí-
estudio de los problemas antropológicos tulos que vamos a comentar brevemente.
del Ecuador. Este lib~o, como él mismo La 1n:imera parte la dedica a la presen-
lo anota, es la presentación en una for- taci6t1 de la Antropología Fisica, rama
ma ordenada y metódica de los estudios en la cual ha trabajado y ha publicado

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varios lFabajos, muestra los caracteres to~ por sí solo una nacionalidad sobre
me11surables y los earacte'tes descripti- 1a que en sentido biológico, histórico y
vos de varias de las comunidades indí- físico se superpone la nueva nacionali-
genas del Ecuad.or. Analiza, lo que él dad blanca y mestiza" y e.n verdad que
Llama, pseuclo-fósiles ecuatorianos o sea en este punto de tánta importancia, San-
el estudio de varios cráneos de la.s clife- tiana no profundYza demasiado, qui~á
rentes regiones, para llegar a la con- porque aquí reside c1 punto neurálgico
clusión de que en el subtractum racial del Ecuador. Su inmepsa masa india,
ecuatoriano se encuenLra un elemento su c;ampesino indianizad0, los que no
australoide, vlaticéía1o; un elemento hablan castellano o 8})enas lo entienden.
melanesoide, hi.psidolicocéfalo y un ele- El Ecuador con su % de indios tiene
mento asiático braquicéfalo y mesocé- un p1:oblema de los roás agudos por re-
falo. Luégo entra a estudiar los rasgos solver. Sin duela alguna que Santiana
somáticos de] indio actual. Dedica varias dice la verdad desnuda cuando afhma
páginas al estudio de Ja serología indí- la ·existencia de dos nacionalidades den-
gena, materia en la cual el autor ha tra- tro del marco del Estado ecuatoriano.
bajado intensamente, ha .hecho 9.167 Reclama más atención para el estudio
grupos sanguíneos para llegar a la con~ del indio actual, del indio viviente, an-
clusión de que el grupo O tiene el ma- tes que sobre los prqblemas puramente
yor poreentaje 95% del total exami- teoréticos. Con razón ano~a que las ca-
nado, el grupo A con 3.34·%, el grupo B racteúslicas biológicas del indio son :
eon 1,04 y el grupo AB con 0,22%, hipoalimentación cualitativa y cuautita-
dando una prueba más que las razas tiva, hipo-nutrición, bajo metabolismo
americanas o mejor que en el indio m:inüno, dentadura en malas condicion~s
america1ro, el grupo O es el marcada- de conservación, clistxibuc.ión infantil
mente predominrulle. Acerca del pobla- feminoide del pelo, tendencia al bocio y
miento americano revisa las teorías de a ciertas clermatosjs pigmentarias, fisio-
Hrdkicka, Rivet y otros. La segunda 1ogismo glandular gen€ral lento, Recal-
pavte del libro la dedica a e~1>licar los ca la necesidad de que el Ecuador por
diferentes pueblos aborígenes q_ue han la 1·ealidad humano-social que tiene debe
poblado el Ecuador y des:pués de dar crear cuanto antes una instituci6n que
un paseo por el tiempo liega a la con- se encargue del estudio científico del
clusión de que en la estFatificación ét- indio y de los problemas que de él se
nica del Ecuador se admite: 1Q Un pri- desprenden. Con mucha razón dice que
mitivo elemento ab'origen1 el Kitu; 2Q la imvestigadón es de tal envergadura
Un elemento pe1iuano o boliviano por- que ya no es posible capt'arla con la
tador de la cultura de Tiahuanaco hacia simple actividad individual de alguuos,
el 850; 39 Los Cara hacia el 950; 49 sino qu.e debe ser una :institución que
Los Inca hacia el 1300 a 14~0; 59 Una continúe met6dicamente 1~ obra elJ. to-
migración oriental y por úlLimo el ele- das sus r.am.as. Luégo da una ligera enu-
1nent0 español. Detalla la vida de los di- meraeión de las diferentes tribus indí-
f~rentes pueblos indios del Ecuador dan- genas de América, repite lo que otros
do especial énfasis a los Mojand.a, so- autoTes han presentado más amplia y
bre cuya cultura Santiana ya había es- metódicamente; habría sido preferible
crito una mC!)nografía . que el autor hubiese profundizado un
poco más so.b.r:e las condiciones econó-
La parte tercera del 1ibro la dedica mico-sociales del indio del Ecuador ac-
a la arqueología ecuatoriana. E11 la par- tual qu,e perderse en la1·gas enumer-acio-
te dedicada al análisis de la vida del nes de tt:ibus y pueblos.
indio denuncia de una mapera clar<a la
existencia de dos nacionalidades en el Esta obra, que según el autor, trata
Ecuador; "el indio constituye, en ef.ec- de ser una denuncia del problema i_ndí-

237-

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gena del Ecuador y Gon él el de Amé- pero se necesita que los gobiernos o
rica, dice algunas verdades aunque no mejor las dases dirigentes sien tan la ne-
todas, creemos que la hermana repúbli- cesidad de remediar esa situación para
ca Liene en este problema la piedra de r0bustecer su propia economía. Hacer
toque para estructurar su nacionalidad, del indio, ahora marginado, un consu-
su eco nomía y su futuro. El autor nos midcn debe ser la iinaüdad de un gran
muestra el estado en que se encuentra sector de la población.
el indio pero se cuida de explicar las Panorama ecuatoriano del indio. Es
razones de índole sociológica y econó-
un libro que es tlccesario leer para aso-
mica del Ecuador actual que propicia marse a uno de l0s grandes problemas
y mantiene en suspenso este problema.
hasta ahora sin solución en una de las
Verdaderamente qu.e el estudio científi-
repúblicas de Sur América.
co de las comu.nidades indígenas es un
gra11 aporte a la solución del problema, 1l!lilcíades Chaves.

ERNES'fO GUHL
Estudio Preliminar p ara la Instalación de los Seguros
Sociales en la Costa del Caribe
En la revisla '·Seguridacl Sociar' Nos. J O-ll -12. Bogotá. 1952

En "Seguridad SociaF', órgano de di- ña. Este trabajo presenta una termino-
vulgación técnica del Instituto Colom- Jogia científica que aún e·s tá en discu-
biano de Seguros Sociales. Con el título sión pero que da base para el mutuo
arriba anotado se presenta un estudio entendimiento entre los estudiosos de la
sob1:e la geografía y las condiciones eco- geografía ; determina de u.na manera
nómico-sociales de la Costa Atlántica precisa los factores que integran el ca-
colombiana, se encuenlra ilustrado con . rácter geográfic0 de un espacio dado:
cinco mapas en tricromías, tres croquis forma, estructura, ubicación geográfica
y 131 páginas de texto. Desde el punto y posición astronómica; analiza el in-
de 'Vista geográfico es algo nuevo den- flujo del clima en el hombre de la costa
tro de esta disciplina en la manera co,tno y describe zonas en sentido latitudinal
enfoea los problemas sociales 1·eferidos anotando agudas consecuencias en cada
a la geografía colombiana en su in- una de ellas. De gran inter és es la des-
teracció.n hombre }' medio físico; mues- cripción de las características geográfi-
tra claramente la autarquía del canlpe- cas de las subregiones de la llanura de]
sino de la costa con un bajo porcentaje Caribe, tales como la Zona Bananera,
de población económicamente activa y Sabanas de Valledupar, Depresión
asalariada. El estudio en si enfoca el Momposina, Sabanas de Bolívar, Valle
medio y su habitante. del río Sin ú y muchas otras con una
visión r eal del medio que se describe.
El planteamiento det problema parte Sólo por este aspecto, este estudio me-
del concepto de grandes regiones y den- rece ser ampliamente difundido para
tro de cada una de ellas, diferentes que todos los profesores de geografía
áreas geográficas, llegando en el análi- tengan u.na nueva visión de la materia
sis hasta la unidad especial más peque- y eonozcan el método cómo se estudia

-238
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una determinada reg10n ahandonando esta realidad social y de aquí deduce las
el antieuado estudio de la geograiia a posibilidades para el Seguro Social Ru-
base de divisiones políticas, que no ex- ral ell las llanuras del Caribe.
plit::an el por qué de muehos fenómenos
y dejan trunca la visión de otros. No Tenemos que anotar que aunque la
menos trascendencia tiene el capítulo revista diee en forma muy clara que no
que se refiere al a~pecte geográfico-de- se hace responsable de las opiniones ex-
mográfico desde el punto de vista cul- puestas en los artículos firmados, y en
tural donde el autor propone una ter- este volumen solamente ~parece sin fir-
minología para precisar los conceptos ma el artículo que eomentamos, cre~mos
de r.egión natural, región cultural y re- que estadios de esta eategorla está bien
gión culturalmente influenciada. Igual que tengan todo el apoyo y la confianza
qu.e los anteriores tiene la explicación del Tnstituto Colombiano de Seguws So-
ele región anh·opogeográfica como re- ciales pero debe aparecer la firma res·
sultante de los factoreS lugarJ tiempo y ponsable del autor, pues la producción
cultura. científic? y literaria pertenece a una
persona o a unas personas que el públi-
El estudio termina eón la presenta- co está interesado en saber quiénes son.
ción del hombre costeño visto cen el Oj alá que en el próximo número de
anteojo de la geografía humana donde "Seguridad Social" encontremos una
se describe el hombre, la -vivienda, el nora que aclare esre pequeño gran pro-
vestid<:>, los alimentos, la familia, el al- blema.
coholismo y la accion del Estado sobre Milcíades Chaves.

PEJlRO JOSE RAMJREZ SENDOYA


Refranera del Gran Tolima
BogoLá· Noviembre 19"52 -Editoria] Minerva-Tomo 314 páginas

Eqtre las ramas fundamentales de la del pueblo, a explicar la razón intima


antropología, el folklore es una de las d6 esas tradiciones, su entronque con
más nuevas. Es el estudio de las tradi- la idiosincrasia de cada .grupo, y, lo que
é-iones populares, pro_pias de un deter- es indispensable, a señalar la influencia
minado grupo humano. Es el conoci- en el nacimiento y desarrollo de la cul-
mientó del pueblo mediante obras, le- tura.
yendas, historias y cantos de autores,
cuyo n0mbr:e se ha perdido en el tiempo. Hoy nos encontramos con la obra del
preshíLero clocto:r; don Pedro José Ra-
A pesa1· de todos l0s intentos, este mírez Sendoya, titulada "Refranero del
campo permanece casi inexplorado; su Gran T0lima", editada en los talleres
virginidad no ha sido violada, ni sus de Editorial Minerva, de Bogotá. En
tesO'IQS descubje:rtos ; to:do lo que hasta una magnífica presentación nos ofrece
el presente se ha hecho se reduce a com- en 314 págjnas 1.200 refranes y 1.300
pilaciones sin vida; se hacen "Refrane- frases proverbiales, alfabétioamehte or-
ros'', se coleccionan "Cantas" y "Cuen- ganizadas, J>reced.idas por una intro-
tos", per0 nunca se ha llegado al alma ducción que el auto~llám?..!'Pórtico".
r -lt>úr...l\ O
...,o ó~ ~
¡' ~.;) 7 .,. 239-
..
' ~,.
~
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La materia no se presenta de cual- Verdaderamente. el aulor domina la
quier manera. ·':.¡o me interesan las paremiología. Sabe gustar y hacer gus-
simples compilaciones, fáciles y bara- tar la inventiva, la agudeza, la gracia
tas, dice el autor. Mi trabajo es más y la suntuosidad que deslumbra en las
hondo. Busco el génesis de los prover- obras del Arcipreste de Hita o de Cer-
bios y refranes, el espíritu, podemos de- ,·antes. Ha sabido recoger la sabiduría
cir, que los anima. y sigo su soplo, al popular de su raza, sorprendida en char-
través de las distintas raz_a s y lenguas, las familiares. en fondas y caminos, en
en sus diversas formas de expresión. Me ferias y mercados y en distracciones
encanta ver cómo la rústica idea del la- Laurinas.
briego toli mense se abre paso en otras Y ¿qué cree el auto r de su obra?:
tierras. se reviste de ropajes multicolo- " El lector irá de asombro en asombro,
res y adopta actitudes extrañas". de las risas a las lágrimas, de lo subli-
En América es el primer refranero me a lo ridículo, de lo divino a lo pa-
comparado. Al lado de los toscos y sa- gano, de la claridad al misterio". Si esto
lerosos decircs colom bianos, desfilan es exageración, el lector juzgará. Lo
la tinos y griegos, alemanes e ingleses, único que nos atrevemos a observar es
franceses e italianos, españoles y portu- que el contenido del libro no es de ori-
gueses. árabes y turcos, escandinavos y gen exclusivamente tolimcnse u opita:
rusos, japoneses y chinos, aztecas y gau- en los labios de todos los colombianos
chos. Aquí y allá salpican la obra do- brolan instintivamente estos refranes, y
nosas y chispeantes coplas. Entre tán- cada uno los defi ende como cosa propia.
tas, éstas: Esto es Lodo. Si úno tu viera la segu-
ridad de que los refranes exóticos tie-
Clavelito rosicler, nen en su lengua el mismo gracejo, la
perfumado con romero, misma agudeza y el mismo valor que en
cómo no te he de querer la nuéstra, tendríamos una inmej orable
si fuiste mi amor primero ... ? colección comparada de " Refranes Co-
Dos cosas hay en La vida lombianos''. superior a cuantas han apa-
que me hacen trastabillar: recido hasta hoy.
la chicha d'iojo d'iOrtega
En resumen, el presbítero Ramírez
y una negr' el Espinal . ..
Sendoya es digno del aplauso de cuan-
Es la obra frulo de uo paciente estu- tos leyeren su obra. Es un trabaj o mo-
dio. de búsquedas en bib1iotecas de Pa- numental lo que ha entregado al públi-
r ís y Berlín, de Bruselas y Lovaina, de co. Le auguramos muchos éxitos y es-
Madrid y Sev illa, y de la Nacional. No peramos que no sea la última que de
es ab0rto ele un día. si no hija robusta este género escrH>a.
de muchos desvelos. Osear Arango Cadavid m. :x. y.

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PADRE .fOSE DE VILANESA

In dios Arhuacos de la Sierra Nevada de Santa Mart a


Editorial lqueima - Noviembre 1952

Está en circulación el trabajo del pa- Al lado de estas imprecisiones se en-


dre José de Vinalesa, misionero capu- cuen,llran datos preciosos, apuntes bas-
chjno, intitulado "T ndios Arhuacos de tante interesantes, captaclos únicamente
la Sierra Nevada de Santa Marta". Des- po1· quien ha convivido mucho tiempo
cripción geográfica. Costumbres de los con el sujeto de sus estudios.
indios. Idioma arhuaco". Editado como
número especial de la "Revista del Ins- Los estudiosos de tales disciplinas po-
tituto Etnológico Nacional". incorpora- drán enconlrar en la obra del padre
do actualmente al Instituto Colombiano José muchos datos nuevos sebre histo-
de Antropología. ria, re1igión y también de folklore. Al
mismo tiempo, descubrirán, quizá con
Este trabajo está dividido en tres par- un criterio más adulto, las lagunas que
tes : la primera hace referencia a la des- se encuentran y discernirán cabalmente
cripción geográfica de la Sierra Neva- hasta dónde llega la imprecisión.
da de Santa Marta; la segunda p1·esenta
la vida del grupo estudiado en relación En todo caso, es de justicia felicitar
con algunas de las principales institu- al padre Jesé por la labor realizada. Le
ciones, y la tercera, son apuntes grama- deseamos muchos éxitos.
ticales sobre el idioma arhuaco. El tra-
bajo termina con un apéndice en que el _ Osear Arango Cadavid' m.x.y.
autor encomia la obl7a misional. El final
del libro n0s presenta una serie de 24
buenos fotograbados sobre los diferen-
tes aspectos de la zona estudiada.
Es una monografía sobre los indios
aFhuacos, en que describe con riqueza
de detalles todo lo que se propone en
su trabajo. Al modo de los escritores
de la Colonia y de la Conquist'a el padre
J osé describe la vida y costumbres, mi-
tos y supersticiones de aquéllos entre
qnienes ha vivido más de veinte años de
sacerdocio. Sin embargo, por el aspecto
científico no se le puede exigir mucha
exactitud. No es, propiamente hablando,
un antropólogo; si se suma a esto la es-
casez eie recursos bibliográficos y técni-
cos en que le tocó escr ibir al autor, no
nos admiraremos de hallar h1exactitudes
y aíirmaci<>l'les qu._e va~n contra los prin-
cipios antropológicos y climáticos, ni le
criticaremos que es fácil en las afirma-
ciones y presenta pocas pruebas al asen-
tar algunos hechos.

241-

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RAYMQND CRIST
The Canea Valley
Baltilnm·c. (U.S.A.) Waverly Press 1952

El excelente libro de Raymood E. parásito. La agricultura iba disminu-


Crist es algo nuevo en la literatura geo- yendo y el potrero ganadero aumentan-
gráfica sobre Colombia. No es la prosa do; la in_dustria no existia; el c0mercio
tan acostumbráda por los escritores na- era coucentrado en pocas manos, y el
cionales; pero tampoco es exclusiva- hot:nbTe que no pertenecía a los privi-
mente un inventario geográfico-econÓ· legiados fue víctima de las end'emias.
mico, que ha sido método y fin de los Todo esto, no obstante que el suelo del
investigadores exlranj eros. No obstante Valle era capaz de p1'oducir en abun-
que Crist -se limita especialmente al dancia lo que se nece.s itaba para una
Valle del Cauca, trata de explicar los vida bien llevada. Así, que la economía,
fenómenos locales de este pequeño espa- y la capacidad resistencia!, y la produc-
cio tropical con una visión -universal, ción de) suelo en cuanto al número y
con un verdadero conocimiento geográ- bienestar de la p<iblación, depend.en en
fico. "El mu11d0 se mueve, y el Valle gran parte de la estntctura ,social y del
del Cauca, se mueve con él" (pág. 36). régimen político como consecuencia de
Es eJ libro lln alto eJemplo del método lo anterior. Durante la época republica-
investigativo de la geografia humana en na la -sittLaci6n fu e cambiando lenta-
áreas tropicales, muy recomet1dable. mente ·para el eome1·oio, y m.ás t arde
para la industria; pero para el campe·
EL primer capítulo, de los ocho que sino, a quien los siglos anteriores ha-
tiene el libro, está dedicado a la geogra- bían desalojado de las tierras planas y
fía física del Valle del Cauca, .c0mo base [ért:iles hacia las montañas, la situación
sobre la cual se d.esarrólla el drama de s"\gui9 siendd la misma hasta fines del
sus habitantes, descrito en los capítulos siglo pasado, cuando el cultivo de] café
siguientes. Es un resumen co1·to per o mejoró algo las condiciones económicas.
sustancioso de la nmnerosa literatura, y
de observaciones propias. El tercer capítulo está dedicado al ta·
maño y r égimen de las propiedades ru-
En el segllll<ilo capit:ulo se pinta el r·ales. Tierra es fuer.za y poder. Así fue
fondo histórico para poder comprender como nació el latifundismo c.omo tras-
el presente. Ex,plica Crist con un pro- plante del orden soclal y económico es-
Lundo conoci miento de los grupos hu- pañ.ol-medioeval en el Nuevo Mundo .
manos del área del Caribe, la célebre Durante tocio el tiempo colopial predo-
frase ''s~ obedece pero no se cun1ple", minó el sistema señorial! y su organi~a­
como causa del individualismo y conse· ción social era un sistema más impor-
cuencia de un sentido de legalidad y tante y fuerte que el fisiográ:fico.
justicia, que luégo explican las formas
de su vida polí:tica. Las á;reas culturales Sólo así fue posible que los inte;-eses
de los indigenas que -se encontranm en familiares de algunos hacendados se
el Valle no fuer on totalmente destruí· impusieran siempre sobre los intereses
das, sino puestas al servido ele los es- de la colecl.ividad. Esta situación tam-
. pañoles, p.el'O concentradas en pocas ma- bién dete.rminó la orientación económi-
nos, y en grandes haciendas. La época co-so<:ial enlre grandes hacendados fren-
colOJlial se caracterizó por un monopo· te a pequeños propietarios campesinos.
li0 económico y desprecio al trabajo, Analiza el autor el criterio conservador
patrocinado por un estado negativo y del hacendado, consistente en no eam-

- 242

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biar el aprovechamiento de sus tierras, llene las condiciones de ésta, tanto des·
que tiene su mejor e~presió_n en el tipo ele el punto de vista cultw:al como mate-
del mayordomo con un sueldo de rial, es la única alternativa que qu.e da
$ 70.00 a$ 80.00 mensuales, incapaz de a los colombianos. ya que no pueden
cualquier iniciativa y sin preparación escoger entre una ganadería extensiva
técnica. Son éstos los factores también una agricultura intensiva. porque esto
que han influído para que el ferrocarril ya lo hicieron sus antepasados, y luégo
aquí no haya provocado una coloniza- el tiempo comp1eta esta escogencia con
ción. Llega Crjst a la conclusión de el r esultado conocido. Pero afortunada-
que con el aumento de los potreros hubo mente la evolución está en marcha~ y en
una disminuci0n de la agricultura, y el campo científico bajo el empuje y la
menos necesidad de mano de obra; dirección del doctor Ciro Molina Gar-
así el campesino fue desplazado del va- cés, a quien dedica el autor su libro,
lle plano, y tuvo que desmontar las y considera -con toda la razón- o01no
montañas, dando origen a la erosión, uno de los más fuertes impulsadores del
que es hoy día uno de los problemas extTaordinario desarrollo del Va1lc del
vitales de la nación. Con el o uevo fac- Cauca en los últimos años.
tor de la jndusLrialización del Valle, El capitulo cuarto describe el desarro-
este desarrollo desfavorable se henó llo de poblamiento en el Valle y en sus
algo; pero el remedio está en aprove- prineipales ciud·ades. Ex"Plica las condi-
char mejor 1as grandes haciendas, au- ciones urbanísticas de Cali y su desarro-
meoLar la producción per capita y por llo. Describe La enorme influencia de
unidad de área, educa11do al campesino las comu nicaciones, y c:;on ello el desa-
y dándole a éste parcelas de un tamaño rrollo del comercio. Especial aten.ción
adecuado para que pueda sacar prove- dedica a la canete'ra al mar y a la red
cho económico de ella. Con datos elo- ferroviaria del Paeifico, con preferen -
cuentes sobre los préstamos del Estado cia de la via hacia Buenaventura. Ex-
para fines agrícolas, el autor muestra plica cómo la dirección del ferrocarril
que el pequeño campesino no se ayuda hacia Armenia afectó desfavorablemen-
lanto como lo exige la situación. Sigue le a Carlago. Destaca las posibilidades
luégo explicando la causa de 1~ huida de una importante industria pesquera en
del c1nupesino hacja las ci udades; mues- la Costa del Pacífico. Habla de la re-
tra cómo la teoría de 'l'huenen sobre el ciente colonjzación en el Valle del Ca-
centro del mercado como escala eco- lima. y destruye la creencia del clima
nómica para la forma e intensidad de mortal en estas regiones. AnaHza bien
los culLivos, aqui no tiene validez. El la colonización antioqueña, en la cor-
antagmüsmo entre el fuerte potencial éüllera occidental con su pToducción de
de las tierras y el muy pobre apr ovecha- café, y ganadería en El Darién y Res-
miento de las mismas debe desapare- trepo. Se refi~re al desarrollo extraor-
ce:t, si no se quiere causar el problema dinario del poblamiento de la parte del
de la superpohlació11 - artificial desde Quindío que pertenece al Valle, y a la
Luego-· causado por el rnétodo econó- ve~ hace la observaci ón de que este
mico descrito, y que provocaría con el enorme desarr0llo en todo el Departa-
tiempo, debido a la pTesÍÓll biológica~ mento se debe al crecimiepto de las
un cambio revolucionnio. Según el au - ciudades y sus comunicaciones intermu-
tor. en el Valle del Cauca el método nicipales en pri mer grado, mientras que
del aprovechamiento de la tierra se pue- la vida del campesino poco ha cambia-
de y se debe cambiar en la forma de do, y pocas son las satisfacciones ma-
una evolución metódica y científica, teriales que tiene éste. Describe su mo-
par a evitar una revolución catastréfica. nótona vi<ila diaria y su primitiva vi-
Crear u na clase media campesina que :vienda, y se refriere también a la vida

243-
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del arriero, que todavia existe en las rras calientes y te.mvlaclas, destaca entre
vastas regiones rurales alejadas de las ellas especialmente la tubercul0sis, que
carreteras. Analiza el servicio militar tiene 011 amplio eampo entre la pobla-
como causa del despoblamiento de los ción mal nutrida y debilitada por la
campos. La vida del recluta es para la malaria y los paliásitos intestinales y de
mayoría de los campesinos mucho más las vi viendas antihigiénicas.
confortable de lo qtte estaban acostum- El se:x;to capítulo lo dedica el autor
brados, y muchos ele ellos 110 quieren a la ag:ricultura. Empieza aquí con una
regresar a la vida primitiva campesina. descripción de los suelos y del clima,
Las grandes ciu dades tienen muchos de destacando las ventajas que tie;ne el Va-
los modernos serviciQs públicos, pero la lle sobre otras regiones del pais. Luégo
mayoría de los pequeños pueblos care- hace una descripción de los más impor-
cen de los más elementales. Dedica es- ta ntes cultivos·, empeza11d0 por la caña
pecia l atención a la Costa del Pacifico, de azúcar. En el año de 1930 la Misi6n
e insiste e11 las posibilidades económicas Ghardón calculó la capacidad potencial
y coloniq;adoras de estas tie:¡;ras, no obs- de la p:roducción de azúcar para el Va-
tante de los muy desfavorables datos de lle en 3.125.000 toneladas. Se refiere
morbilidad que da el mismo auLor parca luégo a los más importantes ingenios
Buenaventura. Describe el valle del r to como La Manuelita, Providencia y Río
Calima en la vertienle occidental de la Paila. Habla de la producción del ro:n ,
co-rdillera sobre el Pacífico~ donde se aguardiente y de la panela. El consumo
pod ria jncrementar la ganadería según de azúcar y de p<mela per capita se cal-
el ejemplo qu~ se n~al i2:ó en la selva cula en 133 libras. Tennina el estudi_o
húmeda al S.W. de Maracaibo. :Pero de la indusl>ria azucarera con un análi-
para Tealizar esta labor es uec~sario sis del problema del t ransporte, distri-
empezar c·on el mismo hombre, aumen- bución, y de los intermediarios. Analiza
tar su muy bajo standard de vida . y luégo el cultivo del arroz y describe la
hacerlo físicamente apto por 1nedio de principal zona arrocera en el Municipio
una adecuada nutrición. de Guacarí y sus mérodos del cullivo.
El c.:apítul0 quinto está dedicado a ReMmienda Crist una racionalización
los recursos humanos. El grado de la de los terrenos para este cultivo. para
evolución de una área depende del grado evitar el exceso del consumo de agua en
de la evolución del mismo hombre, y tierras muy per-meables, como por ejem-
mientras más atto el nivel de la civili- plo e11 la región de Pahxúra, aonde los
zación, más a11cha la libertad social, y terrenos se deben destinar para otros
más grande la influencia del hombre so- cultivos, y el auoz se debiera cultivar
bne su medio físico. Bajo este aspecto en el norte del Valle entre Zarzal y Car-
anali~a el autor el pasado histórico y el tago, donde el suelo es menos permea-
presente, dedicando especial atención a ble. El cullivo del tabaco está sujeto al
la alimentación del <::an~es.ino . Los ha- impuesto y control del Estado. El Valle
h i ~an tes del Valle comen cuantitativa- L.iene e:l(;celentes condiciones para este
mente mucho, pero cualitativamente no cultivo, pero en el año de 1941 sólo eran
suficiertte. Alega que las ve-rduras se 973 hectáreas cultivadas, lo que es un
cultivan poco y sólo el tomate se co.tl- ejemplo de lo que es capa® el monopo-
sume en mayor escala entre los campe- lio y el impuesto. El café es uno de los
sinos. Además. de las propias observa- más· importantes cultivos en el Valle,
ciones, se basa el autor en el libro '"'La principalmente ]en la eordillera occi-
tragedia biológica del pueblo colombia- dental y en el sur del Q'uind1o que per-
no", de Laurentino Muñoz. Luégo se re- tenece al VaLLe. Ocupa el Departamento
..._ fiere a la alta mortalidad infantil y a el cuarto lugar en la produc0ión nacio-
·· ..,. ~ las
,._ .. enfermedades endémicas de las tie- nal. El cacao era uno de los cultivos

-244

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más importantes en el Valle hasta fines ciénagas, y que si rve a un mismo tiem-
del siglo pasado. Como producto de tar- po para la alimentación y el fomento
dío rendimiento, era cultivado en las de la piscicultura.
grandes haciendas que disponian de tie-
rras aptas y mano de obra. Era un pro- El séptimo capítulo se ocupa de la
ducto de exportación de alto valor, y no industria, y da un corto relato de su
era raro el caso que a los esclavos se desarrollo histórico. Destaca luégo co-
les promeLiera la libertad por un deter- mo industrias más importantes las que
minado número de árboles entregados aprovechan los pt·oductos agricolas del
Valle como materia prima. Cita aquí
en producción. En el año de 1941 se
las refinerías de azúcar, destiladoras de
produjeron en 20 Municipios 4.200.000
ron y aguardiente. elaboración de taba-
kilos de cacao. En la Granja Experi-
cos y cigarrillos. trilladoras de café, fá-
mental de Palmira se calcula que la
bricas de chocola tes, fábrica que apro-
producción se puede duplicar. Otro im-
portante cultivo es el de la vid. Las vecha el ma íz (maicena), industria de
la ex tracción del tanino; en Cali las fá-
mejores regiones para el cultivo se en-
bricas ele calzado y cerea de Cali la in-
cuentran en las bajas vertientes de las
cordilleras. En 1946 ex;stían entre dustria de cemento y carbón. Factor
importan te para establecer la ganadería
60.000 y 70.000 plantas. Recomienda el
intensiva y seleccionada, ha sido la fá-
autor la intensificación del cultivo de las
brica de leche en polvo con una capaci-
!rutas. Habla luégo de la inmensa des- dad de 40.000 litros diarios de leche.
forestación y de los probables remedios. Destaca el autor la creciente industria
Analiza las probabilidades de irriga- de fabricación de ' 'inos, y las industrias
ción, aprovechando el río Cauca y sus metálicas de Palmira las considera como
afluentes, y el proyecto de una planta un índice del grado de la industrializa-
hidroeléctrica en La Salvagina, muy su- ción del Valle. Considera Crist de fun-
perior a la de Anehicayá, y de vital im- damental ünportancia para el futuro del
portancia para la industrialización del Va1lc. la racionalización de las corrien·
Valle. Como consecuencia del desarro- tes d~ agua, y el uso del mismo. En más
llo histórico existen demasiadas peque- de 200 kilómetros entre Timba y Carta-
ñas y anlieconómicas propiedades, y go, el río Cauca cruza caprichosamente
demasiadas grandes haciendas no racio- el Valle e inunda gr andes extensiones en
nahJemente aprovechadas desde el pun- la época de lluvia ; y otras grandes ex-
to de vista ele una moderna planHica- tensiones son excesivamente secas du-
ción. Especial atención dedica el autor rante las épocas del verano. Drenaje,
a la ganadería, co ncluyendo que la men- irrigación y fu erza eléctrica son las ba-
talidad de los ganaderos ha servido ses del futuro desarroJlo del Valle.
hasta el presente en muchos sectores de
la América Latina. para ir respetar la En el octavo y último capítulo el
capacidad potencial del suelo, en un autor saca las conclusiones de su estu-
aprovechamiento más intensivo. Ultima- dio, y habla de las perspectivas del Va-
men te. sin embargo, se trata de reempla- lle del Cauca. que considera excepcio-
zar la ganadería extensiva por otra in- nalmente buenas. Insiste en el proyecto
tensiva y seleccionada, usan do para ello de irrigación, y tecnificación de la agri-
Lipos criollos como el blanco orcj i-negro cultura hasta en las más pequeñas par-
y el romo-sinuano"' eÁ'"})Onentes de razas celas. Considera indispensable el aumen-
colomb ianas de las mejores condiciones to del tamaño de las muy pequeñas fin-
para el medio. Por último, recomienda cas. Advierte el autor, que tanto las ha-
el autor como cultivo e ingreso adicio- ciendas grandes. como las pequeñas
na l, el fomento del culti vo de plantas propiedades campesinas, tienen sus des- o"'i
acuáticas a lo largo del Cauca y en las ventajas; pero no cabe duda, que des~ a..,;
:? 11bt

Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia


el punto de vista social es preferible la sidera el autor indispensable una rigu-
paqueña f.i11ca. Re.co1nienda el crédito r-osa planificaci0n de las diversas regio-
agrario a la:rgo plazo. Exige mejor edu- nes del Valle. La nueva éra se debe
.cación rural y asistencia social; enérgi- empezar con el hombre mismo> dándole
ca campaña co11tra la erosión por medio una mejor y adecuada educación, asis-
de la COl1ServaGión de los suelos, y cons- tencja médica y hospitalaria. Comités
trucciÓ11 ·de tenazas. Con una técnica competentes deben crearse y estudiar
racio11aiizada el campesino se V'!lelve cada industria agrícola, para fijar los
sedentario, sobre una sólida llase eco- precios justos y evit.a r el intermediario.
nómica, y no vive más de la mano a Es este e){celente libro el fruto de mu-
la boca. Considera el autor la. tierra c;:h0s 'Viajes por el Valle y en difer-entes
como un patrimonio nacional, y sin re- años. El autor obseTVa y cbnsider:a des-
cómendar la demasiada inte1'vención es- de un punto de vista. que no está in-
tatal, exige ciertas medidas por parte del fluenciado por intereses y costumbres
Gobierno, con. respecto al aprovecha- locales. Es lástima. que esta imparcial
miento de las montañas; pero insiste y autorizada voz de Raymond E. Crist
que al campesino mismo debe educarse no pueda ser suficientemente escuchada
por medio del mejoramiento de su ac- por dificultades del idioma, y por lo
tual situación, para que él núsn1.o se mismo muy recomendable una traduc-
sienta respo·nsable en cuanto a la apli- ción de este estudi_o al caste11ano.
cación de métodos de su cultivo, y no
comprometa el futuro de sus hijos. Con- Ernesto Guhl

LUCIO PABON NUÑEZ, Minist-ro de Educaei6n Nacional

Muestr3;s Folklóricas del Norte de Santander


Ediciones de la revista '~BoJí:var"-Editorial Cosn1os-1952

El alma popular d> polibcética. Las Lucio Pabón Nítñez, en sus couerias
clistin~as 1naneras de pensar 1 de ac- por Las breñas del Norte de Santander,
tuar ante los acontecimientos cotidia- ha recogido, toda la gatPa fo1kl6rica -de
nos determinan que las gentes pos_e an los habitantes de esa región del país.
'\1ariedad en sus apreciaciones. Unos Dada la vastedad de sus conocimientos
se van por la senda del amor cuan- sobre literatura c~pañola, su ino1inaei6I}
do la satisfacción o la amargura pe- le llevó a hacer el trabajo que nos aca-
san sob1·e sus Elspíritus. Otros mero- b a de presentat· en forma de libro. El
dean p@r camino de los chispazos par-a ha dado el primer paso para que el so-
mofarse de algún suceso. Aquéllos se ciólogo estudie con detenimiento la na-
echan de cuerpÁ o entero en el úo de la turaleza ele] norte santanclereano. Por
hombría y de la lucha a b.Fazo partido. eso lo conside1·amos como folldorólogo
Por eso trabajar sobre asuntos relacio- y no como íolklorista. Sin temor se p ue-
nados con folklore, llamado ~ambién de afirmar que Lucio Pabón Núñez ha
"sabiduría popular", es tat:ea dificil de escudriñad·o con pasión benedicti na el
realiz-ar si nos atenernos a los innúmeros temperamento de sus paisan.os, ya que
obstáculos que hay que superar. en "Muestras folkl:ó ricas del Norte de

-246
Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia
Santander" así lo revela plenamente. En Vale la pena presentar algunas coplas
realidad, sabe enfocar con precisión los que Pabón N úñez inserta en su estudio :
fenómenos psíquicos de las gentes con Ayer estabacS de negro
que ha convivido desde los años de la y hoy estás de azul de raso.
infancia. si "te.nés" amores nuevos,
tengo que atajarte el paso.
Esta obra está sujeta a un plan, el
cual- es desarrollado en forma técnica.
Los capítulos se han distribuído muy Esperanzas tengo en D1ios
bien. El autor facilita al lector una se- y en el año venidero,
rie de datos eruditos que dan a su tra- que me h'de ver en tu.s brazos,
bajo seriedad y seguridad. Los orígenes vidita~ si no me muero.
de los cuentos o relatos, las coplas o en-
saladillas, aparecen delimitados y a la
vez son comparados con ejemplos de Primero he de ver el cielo
otras regiones de Colombia, de Vene- todo cubierto de espa<la.s,
zuela, del Perú o de España. En fin, que "dejate" de querer,
la distribución del material de com,pi- aunqu.e muera a puiialadas.
lación ori.e,nta a cualquier estudioso de
Ja soGiología o la psicologí~, porque to- Sólo a Dios. pido perdones,
do obedece a colocación especial dentro porque siempre he "sío" cristiano;
del conjunto. Los habitantes del Depar- ante nadie más me humillo,
tamento de Norte de Santander se nos porqu.'e soy "santandereano".
presentan de modo rotundo y definitivo
Lucio Pabón Núñez se coloca con la
en el mencionado libro.
obra "Muestras fo lklóricas del Norte de
A través de esta obra abundan cuen- Santander'' entre los principales culti-
tos de dragones, princesas encerradas vaélores del género folklórico en Co-
en castillos misteriosos, aventuras de lombia. Antonio José Restrepo, Octavio
Tío Conejo y Tío Tigre, etc. Es el vuelo Quiño11es Pardo, Luis Alberto Acuña,
imaginativo de la raza. Surgen a lo lar- José Antonio León, Juan de Dios Arias,
go del estudio apreciaciones acerca de etc., tienen otro par/ sin duda: El autor
la sensibilidad artística y social Es la de este libro ha tenido la preocupación
inclinación natural de un pueblo hacia de poner a la consideració11 de sus co111·
cosas nobles y bellas. En esas páginas patriotas todas las notas del alma popu-
se anida el secreto de la pujanza y viri- lar nortesantandereana , arriscada y no-
lidad de un puñado de hombres. Es el ble, picante y grave.
temple de la estirpe. Roberto Herrera Soto

Revista Nacional de Cultura


Hemos recibido el volumen de 446 mando Núñcz, Alarieo Gómez, Juan Da-
páginas ·correspondiente a los número.s vid García Vaca, Victoiino Tejera y
90 y 93. E.tl este volumen colaboran in- Bias Bruni Celli. Entre los colaborado-
telectuales venezolanos y extranjeros: Fes extranjeros: Ramón Góm.ez de ]a
Arturo Uslar Pietri, C. Parra Rojas, Serna, Mariano Latorre, Erwin P alm,
Manuel Rodríguez Cár denas, Angel Gri- Francisco Luis Bernárdez, Pablo Vila y
santi, Carlos Doranre, Teófilo Tr ujillo H. de Montbas.
Domínguez, José Izquierdo, F élix Ar- Enti·e los artículos destacamos el de

247-

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Uslar Pietri "El Inca Garcilaso de la Todos l<:>s artículos revisten gr an inte-
Vega'', en pocas páginas nos presenta r és en la materia que tratan.
la estampa del mestizo americano en el Ediciones del Ministerio de Educa-
cronista de gran renombre, cuya pro· ción de Venezuela se anota un triunfo
ducción literaria iue una de los únicos más con esta publicación.
libros para conocer la cu1tura im:aica.
Es lástima que este artículo sea dema-
siado breve, pero como todo lo que sale Acabamos de recibir la segunda en·
de la pluma de Uslar Pietri expresa con· trega del tomo IV de "Anales del Ins-
ceptos claros, en buena literatura. tituto Etoico Nacional" de la República
Argentina, juHo de 1952. Este tome con-
Otro de los artículos de gran interés tiene varios artículos de gran interés
para la geografía es el de Pablo Vila para la ciencia antropológica. Los cola-
sobre "Las etapas históricas de los des- boradores de este nÚJnew son: López
cubrimientos del Orinoeo", en el cual Juan S. "El elemento humano y sus con·
el autor presenta la historia detallada de dieiones de vida en una población típi-
todas las expediciones por descubrir el ea de Santiago del Estero"; García Aller
gran río de Venezuela, desde la noticia Arturo H. "Los galeses en el poblamien-
que da Cristóbal Colón:" ... que yo ja- to de la Patagonia Central. Situación
más leí u oí que tánta cantidad de agua económica social de sus colonias"; Za-
dulce fuese así dentro e vecina con la pate·r Ho_racio. "Política indigenista en
salada'', hasta la expedición franco-vene- Am,é rica"; Canals Frau Salvador. "Di-
zolana que en 1950 bajo la dirección vjsión y unidad en las poblaciones pre-
del Mayor Franz Rísquez. llegaron h asta hispánicas del Noreste argentino"; Bono
el nacimiento del Orinoco localizado a Humherto M. "Aspectos psieelógicos de
los 63<> 21 42, 63 de longitud W. y 29 la aculturaeión de los indios del Cha-
19' OS'" 7 de latitud N. y a 1.045 m. co,; Bergna Luis M. "Estuclio cefalo·
sobre el nivel del mar. El articulo que métrico ele la población misionera de
comentamos es una contribución más de ascendencia conocida" .
Pablo Vila a la geografta, disciplina a Hay también el comentar-io a libros y
la que ha dedicado toda su actividad. revistas recibidas por el 1nstituto.

Universidad Centra] de Venezue]a -Facultad de F ilosofía y Letras

Archivos Venezolanos de Folklore


~o. lo.-Enero·Jnnio de 1952-Caracas-Venezuela

Hemos recibido la revista "Archivos rio por poner en alto las cualidades de
Venezolanos de Folklore'', cuya inicia- las gentes de aquel país. Por eso en la
ción augura un feliz resultado en su nota de presentación estampan las si-
continuación. Un pueblo que quiera dar guientes palabras: "La no;vísima eien-
a entender el significado profundo de cia del folklore ha celebrado i:eciente·
su razón de ser, de sus peculiaridades, men.te su primer centenario, y cuenta
de sus actitudes frente a la vida, nece- ya con una legión de fervorosos culto-
sita manifestar los matices de su folklo- res en todos Los grandes países del
re. Así resolvieron los venezolanos sa- mundo. El es~udio de la tradición po·
car a la luz pública esta publicación, pular es hay uno de los medjos funda-
que representa un ~_sfuerzo extraordina- mentales para el conocimiento histórico,

-248
.. "
Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia
para comprender la formación cultural melódica inilepend·iente, por Luis Feli-
de un país y hasta para poder dibujar pe Ramó:n y RiveFa; El folklore y la in-
la auténtica fisonomía nacional. Vene- dustrialización, por R. Olivares Figue-
zuela se ha incorporado activa y entu- roa; EZ área cullLbral prehispánica de los
siastan:J.ente a estos estudios, y al afán Andes .venezolanos, por Miguel Acosta
de darles un ámbito de vida y resonan- Saignes; MuZe~illas de la co71!Versación
cia y Ull,a orientación oada vez más cien- venezolana, por Ma:tco Antonio Martí-
tífica respo,nde el nacimiento de estos 11ez:, y Voces recogidas en ZaPaza (Lla-
Archivos Venezolanos de Folklore". nos del Guárico), por Francisco Gusta-
vo Chaoín.
Desde los aficicimados a esta clase de
estudios del siglo pasado - Lisa.ndm Al- La revista está magnüieamente pre-
varado y Aristides Rojas entre ellos- sentada; las fotografi.as y los dibujos
hasta los editores de esta publicaci6ñ no de~an nada qué desear. Esta publi-
- Miguel Acosta Saignes~ Angel Rosen- cación semestral del Instituto de Antro-
hlat y Rafael Olivares Figueroa- Ve- pología y Geografía, del Instituto de Fi-
nezuela había dado muestras de t ener lología ''Andrés Bello" y del Seminario
un rico material popular de cuentos, de Folklore de la Facult~d de Filosofía
versos, dichos, etc. H<:>y esa aspiraci6)l y Letras de la Universidad Central .de
de pone:r al alGance de todo el mundo Venezuela, constituye un moti:vo de or-
la gama del alma venezolana llega a la gullo p!ira la hermana República, pues
cima de la victoria. Merecen destacarse así contribuyen sus hijos a la divulga-
los siguientes estudios que publica la cién de su propia idiosincrasia.
revista que comentam0s: Polirritmia y RobePto 11errera Soto

Instituto de Juvestigación Etnológica-Universidad del Atlántico


Revista Geográfica
Vol. I-No. 1-Barranq uilla~ Dicicmb're 1952

Acabamos de recibir el número 1 del boraciones están ilustradas con mapas


volumell 1 de la "Revista Geográfica", sobre los diferentes aspectos tratados.
órgane del Instituto de Investigación Este esiuer.zo del Instituto de I nvesti-
Etnológica de la Universidad de Barran- gación Etnológica de Barranquilla me-
quilla. -:Pulcramente editado con variado rece estimularse ya que viene a llenar
material sobre geegrafía de la Costa una ne€esidad que facilita el conoci-
Atlántica. Del materia'} publicado desta- miento de muchos trabaj-os hechos so-
camos lo siguiente: c'El Departamento bre una de las regiones de Colombia
de] Atlántico y sus Condiciones Físi- de mayoT importancia. La geografía es
cas", por Cru:los Angulo Valdés; "Sal- una materia en la que es necesario pro-
gar y el Ataque Marino", por Rafael fundizar si se quie-re c.omprende1· a Co-
Tovar Ari2a; 'tEco.nomía del Algodón", lombia, es materia clave y de gran ayu-
por Aquiles Escalante; ''Aspectos Agro- da para todos los cultivadores de las
económicos del Atlántico"~ por Eduar- ciencias sociales. Y a en prensa la "Re-
do Penso Urquijo; "Ambiente Geográ- vista de Folklore" no fue posible rese:
fico Humano de la Costa del Atlántico"~ ñar cada uno de los trabajos p ublicados.
por Ernesto Guhl. 8asi todas las cola-
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Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia
Anales d e la Sociedad d e Geografía e Historia de Guat emala
Tomo XXVI-No. 1 -Marzo 1952

De este número destacamos: "La Co- por Ricardo Mariátegui Olive ; "Datos
lonia y la Independencia", por Enrique sobre La indumentaria precolombiana",
de Gandía; "Algunas características del por Lilly de Jongh Osborne; "Pintura
fémur entre los mexicanos pre y post- colonial mexicana en Guatemala", por
colombinos del Valle de México"; Es- Heinrich Berlin. Todo el material pu-
tudio preliminar , por Juan Comas; blicado es de gran interés.
'{Blas Valera, paladín de la peruanidad",

- 250
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PERSONAL DEL
INSTITUTO COLOMBIANQ
DE ANTROPOLOGIA

ANTONIO ANDRADE CRISPINO


Director

Nació en Caii en 1901. Inició el bachillerato en el Seminario de Popayán y lo


terminó en el Colegio Mayor de Nuestra Seíiora del Rosario, en donde también
ob!Juvo el doctorado en filosofia, y letras con la tesis intitulada "Suárez huma·
nista", elogiada por Monseñor Rafael Maria Carrasquilla. Ansioso de ampliar
sus estudios, siguió l.a carrera del Derecho, que culminó con su doctorado en la
Facultad de Derecho y Ciencias políticas de la Universidad Nacional.

lla sido Rector del Colegio Nacional de San Bartolomé, Rector de la Escuela
Normal Universitaria e inspector Nacional de Universidades. En el presente es
Director del lnstitu,to Colombiano de Antropología.

El doctor Andrade Crispino es antor ele "La revolución por el salario en Co·
lombia", obra considerada como el estu,dio más serio que sobre cuestiones socia-
les se ha escrito en nuestro pais y favorablemente comentada. en Europa y Amé-
rica. Como sociólogo participa de las inquietudes de la escuela social-católica y
se muestra en todos sus escritos como americanista integral. Cultiva las discipli-
nas filosóficas y es estudioso de las humanidades clásicas.

251-

Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia


JEAN CAUDJ\IONT
Sub-Director Técnico

Nació en Saint-Denis, Francia, hace unos 30 años. Hito el bachillerato en un


liceo oficial de París. En la Soborna cursó los estudios universitarios. Allí obtuvo
la Licenciatura en Letr.as. Luégo recibió el diploma de la Escuela Superior de
Preparación y Perfeccionamiento de Profesores de Francés para el Extranjero.
También se graduó como Especialista en Fonética General y Experimental y como
Especialista en Lenguas Orientales y de Lingüística Estructural.
El Servicio de Relaciones Culturales de Francia, a petición del gobierno na-
cional, le envió a nz¿estro país como Especialista en Lingül,stica y Fonética, para
que enseiiara estas mater~as en la Escuela Normal Superior, en donde trabajó
de 1948 a 1951 en calidad de Director del Seminario de Dialectología Colom-
biana, primero, y de Director del 1nstituto de Lingüística, después. Durante dos
años fue <también Profesor de Francés en el lnstitztto de Filosofía y Letras de la
Universidad Nacional
En 1952 el Minist~rio de Educación Nacional le llevó como investigador a la
Sección de Lingüística del Instituto Etnológico Nacional. Con motivo de la fun-
dación del Instituto Colombiano de Antropología se le nombró Subdirector Téc-
nico, cargo que desempeña en la actualidad.
Es miembro de la Sociedad Asiática y de la Sociedad de Lingüística, ambas
de París.
Ha publicado el libro "Fonética Japonesa'~, trabajo que presentó como tesis
para obtener uno de sus títulos. Tiene varios estudios por publicar sobre cues-
tiones orientates en relación con la lingüística y la literatura japonesa. En virtud
de Slt permcmencia en Colombia se ha dedicado a estudiar las lenguas aborígenes,
razón por la cual prepara una obra que intitulará c'Estuclio estructural del idio-
ma gu,ajiro".

-252

Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia


MILCIADES CHAVES
Jefe de An tropología Social

Nació hace 36 años en- la población de Gu,almatán, en el Departamento de Na-


riño. Es bachiller del Liceo de Tu-maco. Posteriormente se acreditó como Licen-
ciado en Ciencias Sociales y Económicas en la Escuela Normal Superior de Co-
lombia. Optó el título de Etnólogo en el i nstituto Etnológico Nacional después de
haber aprobado todos los cursos reglamentarios y trabajó como Inv estigador de
Antropología en esta Institución durante siete años. En 1950 la Fundación Cultu-
ral ]ohn Simon Cuggenheim lvlemorial Fvundation le otorgó un Fellowship p'ara
especializarse en ifñt;:opología Social en la UniJversidad de Columbia de Nz~;eva
York. Actualmente es Jefe de la Sección de Antropología Social del Instituto
Colombiano de Antropología.

El Profesor Chaves ha recorrido la mayor parte del territorio nacional en busca


de material de primera mano para hacer sus trabajos científicos. Figuran entre
las tribus visitadas por él diez culturas aborígenes y .se le considera como uno de
los mejores conocedores de la realidad económico-sociaZ de los grupos indígenas
llamados primitivos.

Ha publicado, entre otros, los siguientes es~udios : "Mitología Kágaba" 7 "La


Colonización de la Comisaría del Pu11u mayo", "El Problema Indígena del Depar-
tamento de Nariño", "Contribución a la Antropología Física de los Chimila",
"Mitos, Tradiciones y Cuentos de los Indios Chamí", uEmigración Guajira".

El investigador Cluwes tiene en la actualidad, listos para ser publicados, aos


libros: uno acerca de la Cultura Guajira y otro sobre la Cultura. Siona (Putuma-
yo) . Ambas obras serán editadas dentro de breve tiempo.

253-
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GERARDO REICHEL DAL.M ATOFF
Jefe de Etnografía

___ _j

Nació hace 40 años en el castillo de Arenberg, cerca de Salzbwrgo, Austria.


Cursó el bachillerato en un monasterio de padres benedictinos. Se especializó
después en la Escuela de Bellas Artes de Munich y realizó ·viajes de estudios por
Italia, Suiza y Francia. En este último país estudió en la Sorbona (F acultacl de
Letras), en la Escu,ela del Loumre (Historia del Arte), en el Instituto Etnológico
de París y en el Instituto de Arqueología.
Durante la octtpación alernarw de Austria. se encontraba Reichel-Dolmatoff en
Francia y decidió irse pa.ra los Estados Unidos. Cuando estaba en el ajetreo que
demanda la o.btención ele la v~sa para el país del norte, eZ profesor André Siegfried,
del Colegio de Francia, le propzuo viajar a Colombia. Esto fue en 1938, fecha
en la cual trabajó en nuestro país con una con11pañía norteamericana de petrÓ·
leos. Prontp se hizo al medio, para dedicarse de lleno a la labor cient,ífica, pues
comenzó a colaborar con el l nstitu.to Etnológico. Más tarde se nacionalizó.
En la R evista y el Boletín de Arqueología del l nstitu.to Etnológico ha publicado
numerosos trabajos científicos. Entresacamos los sigLáentes: "Mitos y Cuentos
de los 1ndios Chimila", e' Etnografía Chimila", Los Indios Motilones", ULa.,s
N

u,rnas funerarias en la cuenea del río Maf5dalena,, nLa cueva funeraria de La


Pazv, etc. Su obra /undamental está compu,esta por dos libros. ccLo.s Kogi, una
bribu de la Sierra Nevada de Santa Marta-Colombia", y el J,rabajo qu,e hizo en
compañía de su esposa, intitulado " lwvestigaciones Arqueológicas en el Departa·
mento del Magdalena,. Estas obras han sido elogiadas en el exterior, razón por
la cual se le considera como uno de los más sobresalientes etnógrafos y arqueólo-
gos residentes en América Latina.
A ctu.almente Reichel-Dolmatoff se encuentra haciendo investigaciones sobre
cambio cultz¿ral en Atánquez, en donde el cmnpesino colombiano ha eJLtrado en
contacto con el grupo indígena de la Sierra N evada de Santa Marta. Es de anotar
que en estas condiciones, el investigador citado se ve abocado a hacer el primer
estudio serio que en Colombia se va a elaborar acerca de los fenómenos de tras-
cultu.ración.
Gemrdo R eichel-Dolmatoff es Jefe de la Sección de Etnografía del Instituto
Colombiano de Antropología.

-254
Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia
HORST NACHTIGAIL
Jefe ele Arqueología

Es de Berge, Alemania. Tiene 28 años. Hizo sus estudios de bachillerato en su


pueblo natal y e~ Nauen. En. la Universidad de Maguncia, de 1946 a 1950~ se
dediqó al cultivo de la etnología, la arqueología, la lingüística y la antropología.
Su- tesis para obtener el doctorado se llama "La e~humación en plataformas y
árboles en el mundo" .

Ha sido asistente del Museo Etnegráfico de Frankfurt y ha hecho excavaciones


arqueológicas en Alemania para el Museo CentJral Romano-germanieo de Ma-
guncta.

Vino a Colombia en agosto de 1952, contratado por el Gobierno Nacional.


Recientemente fue nombrado Jefe de la Sección de Antropología Física, Paleon-
tolo.gía y Arqueología del instituto Colombiano de :Antropología. En virtud de
ello viene a ser en más joven de los colaboradores técnicos de esta Institución.
Se encuentra en la actualidad en la n:gión de San Agu,stín y Tierradentro, inves-
tigando las altas cultw.ras que se asentaron en cbichos Zugáres.

Ha publicado estudios sobre prehistoria y paleontología de Europa y sobre


problema.s espirituales de los pueblos primitivos en revistas al-emanas ("Zeits-
chrift fur Ethnologíe", ~'Paideuma'~ y "'$tudium Genera.Ze") y suizas ("An-
thropos,).

255-

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RESOLUCION NUMERO 3371 DE 1952
(2 de Diciembre de 1952)

por la cual se r eglamenta el funcionamiento de las filiales


del Instituto Col 01nbiano de Antro¡>ología

El Ministro ele Educación Nacional, tendrán por obj.eto el estudio sistemá-


en uso de sus facultades legales: y tico ele la Antropologfa en todas sus
ramas, en cada uno de los Departamen-
Considerando: tos, estudio que podrá extenderse más
Qu.e por Decreto 2190 de 1952 (sep- allá de los límites departamentales,
tiembre 18), se creó el Institu to Colom- cuando así lo exija las necesidades cien-
biano de Antropología; tíficas.
Que en virtud de tal providencia. el Art ículo tercero. Para hacer conocer
Instituto Etnológico Nacional quedó in- del público los resultados materiales de
corporado al Instituto Colombjano de los trabajos antropológicos, cada uno
Antropología; de los Institutos filiales procederá a ins-
talar un Museo Departamental.
Que en las ciudades de Barranquilla,
Popayán, Santa Marta y Medellín, vie- P arágrafo. Para mejor presentación
nen fun cionando centros de jnvestiga- de dichos museos, el Instituto Colom·
ciones antropológicas; biano de Antropología queda autoriza-
do para que) a través de sus téenicos en
Que estos centros depa1tamentales,
venían funcionando como filiales del museología, orienten y aconsejen en
Tns~ituro Etnológico Nacional; y,
cada caso, los medios más adecuados,
a fin de que con e11os se llene una ver-
· Que para los efectos de unificar las dadera finalidad cultural, así como tam-
investigaciones antropológicas en el bién contribuirá, hasta donde sea posi-
país, es conveniente mantener una estre- ble con el envío de colecciones arqueo·
cha colaboración entre dichos centros lógicas, etnográficas y folklóricas, sean
y el Instituto Colombiano de Antropo· originales o reproducciones de éstas.
logia, Por su parte, las filiales quedan obli-
Resuelve: gadas a enviar para el I nstituto Colom-
biano de Antropología piezas arqueoló-
Artículo primero. A partir de la fe- gicas, etnográficas y folklóricas, ya
cha, los Centros Departamentales de In- s~an originales o simples reprocluc-
vestigación Antropológica que funcio- clOnes.
nan en las cimlades de Barranquilla
(Instituto de Investigación Etnológica Artículo cuarto. El I nstiluto Colom-
del Adántico), Popayán (Instituto Et- biano de Antropología, ~omisionará a
nológico del Cauca), Santa Marta (Ins- sus investigadores para que coadyuven
tituto Etnológico del Magdalena), Me- en la obr a que adelantan en las filiales,
dellín (Instituto Etn ológico de Antio- cuando así lo estime conveniente.
quia) y los que se creen con el mismo
fin, fo1·marán parte del Instituto Co- Artículo quinto. Para el fomento de
lombiano de Antropología) con el ca· las investigaciones, instalación de mu-
rácter de filiales. seos e incrementos de biblioteea de los
Institutos filiales, el Instituto Colombia-
Artículo segundo. Los I nstituto filia- no de Antropología destinará anualmen-
. les, a que se refiere el artículo anterior., te de su presupuesto, una partida pa{(a JI
2s1 a
o
11:::.
Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia
tales fines, cuya cuantía quedará a jui- biano de Antropología. Donde éstas no
cio del Director. existan, el nombramiento lo hará el Go-
bernador del respectivo departamento, a
Artículo sexto. Los Institutos filiales base también del sistema de ternas.
quedan en la obligación de ejecutar sus
investigaciones de acuerdo con los pla- Parágrafo. Los nombres que figuren
nes que señale el Instituto Colombiano en dicha terna, deberán llenar los re-
de Antropología y deberán rendir cada quisitos de preparación técnica y estar
seis meses un informe detallado de las provistos de un título que acredite la
aGtividades que se les encomienden. respecti\'a idoneidad.
Parágrafo. Los Instilutos filiales que- Artículo no,·eno. Los Institutos depar-
dan en la libertad de someter a la con- tamentales que existen en la actualidad
sideración y aprobación del Instituto y los que se creen más adelante, con-
Colombiano de Antropología, los planes tarán además: con la colaboración del
de los trabajos relacionados con las ac- Ministerio de Educación Nacional, en el
tividades anLropológjcas que realicen suministro de personal técnico. publica-
por su propia iniciativa. ciones, elementos de trabajo, cte., lo
cual se hará por conducto del Instituto
Artículo séptimo. Para fomentar el Colombiano de Antropología.
interés por la antropología y sus cien-
cias conexas, los Institutos filjales que- Artíeulo décimo. Las publicaciones de
dan autorizados para organizar con per- las filiales se editarán bajo la exclusiva
sonas intelectualmente calificadas de la responsabilidad de dichos centros.
lo~alidad centros que promuevan la di-
Comuníquese.
vulgación de los diferentes aspectos an-
tropológicos de nuestro país. Dada en Bogotá, a 2 de diciembre
de 1952.
A rLí~ulo octavo. En aquellos departa-
mentos, donde los Institutos filiales for- El Ministro de Educación Nacional,
man parte de Universidades, el nombra-
miento de Director, lo hará el Consejo (Fdo.), Lucio Pabón Núñez.
Directivo de la respectiva Universidad,
de acuerdo con una terna que para tal El Secretario General,
fin deberá solicitar al Instituto Colom- (Fdo.), Ramón Francisco Sánchez .

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Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia
DECRETO NUMERO 2190 DE 1952
(18 de sepLicmbre de 1952)

Por el cual se crea el Instituto ·Colombiano cl e Antropología

_El Designado, enca rgado de la Presiden- Sección de Lingüística: J efe de la Sec-


cia de la República ·de Colombia, ción de Lingüística.
Investigador.
en uso de sus facultades legales y en espe-
cial de las que le confiere e] Decreto nú- Sección de Antropología: Jefe de la Sec-
mero 2019 de 1952, y c ión de Antropología Social.
Sección de Folklore: Jefe de la Sección
Considerando: de Folklore.
Que el Instituto Etnológico Nacional. Seccia1L de Parques Arqueológicos y
creado por Decreto número 1126 de 1941. Museos: J efe de la Sección de Parques y
fue adScrito al Servicio de Arqueología Museos. Coordinador de Antropología Mi-
por medio del Decreto N9 718 de 1945, y sional , Almacenista, Dibujante Cartógra-
por Resolución N9 488 de 1951 se adscri- fo, Ceramista, Tres .M ecanógrafas. Celador
bió al Departamento de Educación Técni- del Museo, Vigilante del Museo, Celador
ca del Ministerio de Educación Nacional del Parque de Facatativá, Celador del Par-
el control y dirección del Instituto de An- que de San Agustín, Celador del Parque
tropología Social, lo cual establece una de Tierradentro, Celador del Parque de
desarticulación orgánica en el servicio co- Sogamoso, Tres Aseadores, Chofer.
mún que estas secciones deben desarro1lar;
Que es de inaplazable conveniencia la ATLÍculo 3~ Queda prohibido el recono·
unificación de estas secciones en un orga- cimiento y pago de jornales para la pres·
nismo director, para una mayor eficacia tación de servicios al I nstituto Colombia-
de las investigaciones científicas y mejor no de Antropología , debiendo el Departa·
funcionamiento de la parte administrativa, mento de Contraloria elevar a alcance los
pagos que se efectuaren por dicho con-
Decreta: cepto.

Artículo 4,9 El Ministerio de Educación


Artículo ]9 Créase el Instituto Colom- Nacional queda autorizado para reglamen-
biano de Antropología depend.iente del tar por medio de resoluciones el funcio-
Ministerio de Educación Nacional, el cual namiento del Instituto Colombiano de An-
estará formado por el Servkio de Arqueo· tropología.
logía, el Instituto Etnológico Nacional y
el Instituto de Antropología Social. ArtícuJo 59 Este decreto rige desde la
fecha de su expedición.
Artículo 29 El Instituto Colombiano de
Antropología creado por el artículo ante-
rior, tend rá el siguiente personal : Comuníquese y publiquese.

Dirección General: Director General del Dado en Bogotá, a 18 de septiembre de


Instituto, Sub-Director Técnico, Secreta- 1952.
rio, Bibliotecario. Roberto Urdaneta Arbeláez.
Sección de Antropología: J efe de la Sec-
ción de Antropología, Física, Paleontolo- El Ministro de Haciendo y Crédito Pú-
gía Y Arqueología Prehistórica. blico,
Investigador de Arqueología. Antonio Alvarez Restrepo.
Sección de Etnografía: Jefe de la Sec- El Ministro de Educación Nacional,
ción de Etnografía.
Investigador. Lucio Pabón Núñez.
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Digitalizado Biblioteca Nacional de Colombia

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