Origen de La Contabilidad

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Universidad APEC

Contabilidad I
Prof. Licda. Patricia Elvira Espinal Toribio
Guillermo A. Coronado Delgado – 20171175
Edimer Moreta De la Rosa - 20181690
Lady M. Terrero De los santos - 20181949
Periodo académico:
Septiembre-Diciembre
Tema:
Actividad 1.Origen de la contabilidad
Fecha de entrega:
03/09/2018
Origen de la contabilidad en diferentes edades de la historia
´´Ciencia en la cual se registran y organizan las transacciones comerciales para
preparar un informe y tomar decisiones´´

La contabilidad en la Edad antigua

En los primeros tiempos de la Edad Antigua, cuando la lucha cotidiana por la


subsistencia arrastraba consigo el intercambio de bienes y servicios a través de la
ley más fuerte, y que todavía no habían surgido los primeros albores de los
medios de civilización del intercambio comercial, no existía la imperiosa necesidad
de hoy día de llevar anotaciones contables como medios de garantizar el control
de las operaciones resultantes de dichos intercambios.

En virtud de que para aquellos primeros tiempos de la historia de la humanidad, el


hombre no disponía del valioso recurso que constituye la escritura, y era necesario
conservar algún tipo de anotaciones o registro de las transacciones comerciales,
nuestros comerciantes y personas de negocios del ayer se vieron precisados a
grabar muecas en rocas o árboles, o señales en las paredes de barro de sus
casas.

No fue hasta el periodo comprendido entre 3,000 años A.C. cuando se produjeron
los primeros registros. De acuerdo con los informes de que se dispone en la
actualidad, estos escritos eran en forma pictóricas, plasmados en tablillas de barro
y su fabricación se le atribuye a los Sumerios, los cuales fueron predecesores de
los Babilonios.

Según los datos arqueológicos, las técnicas utilizadas por los Sumerios para llevar
a cabo dichos registros, consistía en tomar tablillas de barro húmedas y con el
extremo afilado de un junco o carrizo hacían las marcas correspondientes. Para
asegurar que dichos registros fueran permanentes colocaban las tablillas al sol o
en su defecto, la pasaban por un horno. La utilización de las tablillas de barro
constituyo el medio de registros por excelencia en aquellos tiempos de las
anotaciones escritas, a tal punto que se extendió a culturas posteriores como
fueron las del cercano Oriente, Mediterráneo, así como la cultura de Siria y
Babilonia.

En vista de que las tablillas de barro presentaban muchas dificultades, tanto en su


elaboración como en su manejo y escritos que en ellas se hacían, los hombres de
aquel entonces se vieron abocados a buscar algún sustituto de los medios hasta
entonces utilizados para hacer anotaciones. En tal sentido, tenemos que los
egipcios hicieron uso por vez primera del papiro alrededor de 3,000 A.C., talvez en
un esfuerzo desesperado por obtener el material que iba a reemplazar la tablilla de
barro.

La contabilidad en la Edad media

Entre los siglos VI y IX en Constantinopla, se emite el “Solidus” de oro con peso de


4.5 gramos, que se constituyó en la moneda más aceptada en todas las
transacciones internacionales, permitiendo mediante esta medida homogénea la
registración contable. Razón por la cual, no es raro que ciudades italianas
alcanzaran un alto conocimiento y desarrollo máximo de la contabilidad.

En 1157, Ansaldus Boilardus notario genovés, repartió beneficios que arrojó una
asociación comercial, distribución basada en el saldo de la cuenta de ingresos y
egresos dividida en proporción a sus inversiones.

No obstante, en este periodo tiene su apogeo el sistema feudal y, como es lógico,


las actividades comerciales se realizaban entre feudos, y por otro lado estaban los
monjes, que eran las personas cultas encargadas de administrar la educación.

La iglesia católica incrementa significativamente sus feligreses, adquiriendo poder


económico y político. Esto la obligo a utilizar registros contables para conocer los
volúmenes de sus transacciones y controlar sus activos.

Del año 1327, se tienen noticias del primer auditor “Maestri Racionali”, cuya misión
consistía en vigilar y cotejar el trabajo de los “Sasseri” y conservar un duplicado de
dichos libros, uno de estos se denomina “Cartulari” (Libro mayor) escrito en
pergamino data de 1340 y se conserva en el Archivo del Estado de Génova.

Un nuevo avance contable se enmarca entre los años 1366 y 1400, donde los
libros de Francesco Datini muestran la imagen de una contabilidad por partida
doble que involucra, por primera vez, cuentas patrimoniales propiamente dichas,
conservándose tales antecedentes en Francia.

En el continente americano, sin embargo, la civilización inca desarrollo en ese


mismo periodo un original sistema de contabilidad: los quipus. Este sistema,
traducido del quechua como nudo, eran cordones de lana de alpaca o de algodón
que servían para registrar cantidades útiles para la administración del Imperio
Inca.

Estaban vinculados a la contabilidad, conservados por tener en memoria las


operaciones efectuadas, era una herramienta estadística, para saber el número de
ganado, censo de la población, inventarios, etc. Vale notar que para cada tipo de
uso de quipu (militar, económico, estadístico, religioso…) existía un tipo de
guardián de quipo, llamados quipucamayos (contables). Se puede decir que cada
guardián de quipo era especializado en un determinado ramo de la contabilidad.
Así existían guardianes de quipo militares, económicos, estadísticos, etc.

La contabilidad en la Edad moderna

Se considera como pionero en el estudio de la partida doble a Benedetto Cotrugli


Rangeo nacido en Dalmacia, autor de “Della mercatura et del mercante perfetto”,
obra que termino de escribir el 25 de agosto de 1458 y publicada en 1573, se
conserva un ejemplar en la Biblioteca de Marciana – Venecia. En dicho libro, el
capítulo destinado a la contabilidad en forma explícita establece la identidad de la
partida doble, además señala el uso de tres libros: “Cuaderno” (Mayor), “Giornale”
(Diario) y “Memoriale” (Borrador), incluyendo un libro copiador de cartas y la
imperiosa necesidad de enseñar contabilidad.

Sin lugar a duda, el más grande autor de su época fue Fray Lucas de Paciolo,
nacido en el burgo de San Sepulcro Toscaza el año 1445, ingreso joven al
monasterio de San Francisco de Asís, se especializó en teología y matemáticas,
fue incansable viajero enseñando sus especialidades en varias universidades de
Roma, se dice que vivió en Milán con Leonardo de Vinci y debido a la invasión
francesa se trasladaron a Florencia, donde fue secretario del cardenal de dicha
diócesis. En 1494 publica su tratado titulado “Summa de aritmética, geometría,
proportioni et proportionalita”, divido de dos partes, la primera en aritmética y
algebra y la segunda en Geometría, ésta última subdivida en ocho secciones,
siendo la última de éstas el “Distincio nona tractus XI” titulado “Trattato de computi
e delle scritture” que incluye 36 capítulos, consideró que la contabilidad en su
aplicación requiere conocimiento matemático. En 1509, realiza una nueva
reimpresión de su tratado, pero solo el “Tractus XI” donde no únicamente se
refiere al sistema de registración por partida doble basado en el axioma: “No hay
deudor sin acreedor”, sino también a las prácticas comerciales concernientes a
sociedades, ventas intereses, letras de cambio, etc. Con gran detalle, ingresa en
el aspecto contable explicando el inventario, como una lista de activos y pasivos
preparado por el propietario de la empresa antes que comience a operar. Habla
del “memoriale” un libro donde se anota las transacciones en orden cronológico y
detalladamente. Explica del “Gionale” a través de exposición sumaría al respecto:
Toda operación será registrada por sus efectos de crédito y débito, toda
transacción en moneda extranjera será convertida a moneda veneciana. Describe
el “Cuaderno” denominación que recibe el libro mayor.

A comienzos del siglo XIX el proceso industrial empezaba su carrera de éxito,


Adam Smith y David Ricardo, padres de la economía, fueron quienes iniciaron el
liberalismo; es partir de esta época, cuando la Contabilidad comienza a sufrir los
modificaciones de fondo y forma, que bajo el nombre de principios de contabilidad
actualmente se siguen suscitando.

Ludorico Flori, publica su obra titulada "Trattato del Modo di Tenerse il Libro
Doppio Doméstico" en 1633, en la que se establecen los procedimientos sobre el
uso correcto de la balanza de comprobación y su utilización en el cierre de los
libros. Trata la información financiera a través de los Estados Financieros con fines
de presentar la situación económica de la empresa. Ludorico pertenecía a la
Orden de los Jesuitas y escribe esta obra para uso de su congregación. Se lleva el
honor de ser el primer en tratar sobre los temas precedentes.

Blaise Pascal (1653) presenta su máquina de calcular, la Pascalina, capaz de


sumar y restar números mediante juegos de ruedas dentadas.

La contabilidad en la Edad contemporánea

A partir del siglo XIX, la contabilidad encara trascendentales modificaciones


debido al nacimiento de especulaciones sobre la naturaleza de las cuentas,
constituyendo de esta manera y dando lugar a crear escuelas, entre las que
podemos mencionar, la personalista, del valor, la abstracta, la jurídica y la
positivista. Además, se inicia el estudio de principios de Contabilidad, tendientes a
solucionar problemas relacionados con precios y la unidad de medida de valor
apareciendo conceptos referidos a depreciaciones, amortizaciones, reservas,
fondos, etc.

El sistema de enseñanza académica se racionaliza, haciéndose más accesible y


acorde a los requerimientos y avance tecnológico. Además, se origina al diario
mayor único, el sistema centralizador, la mecanización y la electrónica contable
incluyendo nuevas técnicas relacionadas a los costos de producción. Las
crecientes atribuciones estatales, enmarcan cada vez los requisitos jurídico
-contable, así como el desarrollo del servicio profesional.

En Estados Unidos, La contabilidad se institucionalizó, constituyéndose en una


actividad académica en la universidad de Pennsylvania en 1881 y reconocida
como gremio profesional a través de la American Association of Public
Accountants en 1886. Aparecen las máquinas de contabilidad, lo que facilitó el
procesamiento de la información.

En Europa surgieron agremiaciones similares. En Edimburgo, 1854; en Francia


1891, en Australia, 1895. En Holanda, 1895 y en Alemania, 1896, En Italia, en
1893 comenzó a regir el Código Mercantil, regulador de la práctica contable en
ese país.
Por años de 1990, el gobierno, la banca, las bolsas de valores, comenzaron a
exigir los estados financieros certificados por contadores públicos independientes.
La organización American Institute of Public Accountants se encargó de reunir
agrupaciones profesionales con el fin de estudiar los problemas contables, y en
1934 sugirieron las seis primeras reglas de los principios contables de hoy.

Historia de la Contabilidad en la Republica Dominicana

Con el descubrimiento de la isla de Santo Domingo, Cristóbal Colón trajo consigo


al contador Bernal de Pisa, por lo que podríamos suponer en ese momento
empieza a aparecer la contabilidad en la República Dominicana. A pesar de esto
hay pocos datos históricos sobre la contabilidad en la época de la colonia.

Con la intervención de los Estados Unidos en el 1916, es que empieza a tener


auge la contabilidad en la República Dominicana, ya que el objetivo de
intervención era cobrar las deudas que el país tenía con esa nación y para ello
comienza organizando la contabilidad, a fin de tener el control de las operaciones
del país.

En el 1929 se creó el primer sistema de contabilidad gubernamental a cargo de un


equipo de norteamericanos llamados “la comisión Dowes”, quienes crearon la
oficina de contabilidad general. Se crearon también la oficina nacional de
presupuesto y la tesorería nacional, unidades a través de las cuales se manejan
los ingresos, gastos y controles del estado de finanzas y hoy ministerio de
hacienda.

En el año 1944, durante la dictadura de Trujillo, el ingeniero Juan Paradsa Bonilla


fundó la escuela vocacional de contabilidad, la cual fue oficializada luego por el
entonces presidente de la república y paso a llamarse Escuela superior de Peritos
Contadores.

También en el 1944 se promulgó la ley 633-44 de fecha 16 de junio del 1944 que
crea el Instituto de Contadores Públicos Autorizados de la República Dominicana
(ICPARD).
Para el 1956 la Universidad Autónoma de Santo Domingo crea la facultad de
economía y comercio en donde se comenzó a impartir la carrera de licenciatura en
Ciencias económicas y finanzas. Para el 1966 se crea dentro de esa facultad la
escuela de contabilidad.

A partir del año 2000 se adoptaron las Normas Internacionales de Información


Financieras (NIIF), las cuales tratan de estandarizar criterios para la presentación
de la información financiera, y que ahora también se aplicarían en la República
Dominicana.

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