La Plaza El Carmen de Guamal Magdalena
La Plaza El Carmen de Guamal Magdalena
La Plaza El Carmen de Guamal Magdalena
Colonización y poblamiento
Como no pudieron ser domados por la espada, anota Rangel que fue
encomendado a Sebastián de Eslava, Virrey del Nuevo Reino de Granada,
mediante Cédula Real del 20 de agosto de 1739, poner en obra nuevas
fundaciones a lo largo del río desde Barbudo (El Banco) hasta la Boca de
Tacaloa (Magangué), para que sirvieran de guardabosques al incauto
1
A partir del libro El país de Pocabuy en 1947 se ha venido usando ampliamente este nombre, pero en el
2018 apareció el libro Melambo: tradiciones e historias de Guamal que introduce Pacabuy a partir de
documentos antiguos consultados por el autor.
navegante y contribuyeran a domar a los nativos por aislamiento. El 20 de
septiembre de 1740 Eslava otorgó a Juan de Vera Fajardo, Gobernador de la
Provincia de Santa Marta, las facultades que le concediera el Rey don
Fernando para dichas fundaciones y este, a su vez, entró en capitulación sobre
las mismas con Fernando de Mier y Guerra, acuerdo refrendado por Eslava en
Cartagena el 26 de octubre de 1743.
Guamal fue bautizado, en ese entonces, como Nuestra Señora del Carmen de
Barrancas, como dejó constancia Remigio Gerónimo De Velasco y García,
primer cura del municipio, el 5 de noviembre de 1751, quien también da cuenta
de que el primer alcalde del municipio fue Martín Ruíz Díaz y que ya para la
época el pueblo tenía su correspondiente y decente iglesia (Rangel, 1947).
Este dato acerca de la existencia del templo católico, casi que desde la misma
fundación del municipio, reseñado en el libro El país de pocabuy del guamalero
Gnecco Rangel Paba, permite establecer como el sitio fundacional del
municipio al marco de la Plaza El Carmen, donde se ubica este templo,
sumado al hecho de que en este sector es en donde se ubican las casas más
viejas, se ubicaron los primeros establecimientos comerciales y educativos,
donde han vivido las familias más tradicionales del municipio y donde se ha
desarrollado gran parte de la vida pública y cotidiana, social y cultural del
municipio, hasta nuestros días.
Estar ubicados en un terreno con tanta riqueza hídrica permitió que sus
primitivos pobladores desarrollaran el transporte fluvial, prácticas que aun
hacen parte de la identidad de los habitantes de la región y componen un
patrimonio vivo, aunque no sea este el principal medio de transporte en la
actualidad, desplazado por el transporte terrestre.
El sector más antiguo del casco urbano municipal está conformado por seis
calles longitudinales, paralelas al río, que son atravesadas transversalmente
por ocho carreras, las cuales constituyen las calles fundacionales del municipio
y contienen referentes urbanos importantes para la población. Los nombres de
estas calles y carreras fueron acordados por el Concejo municipal a mediados
de 1935 (Zambrano, 1997), así:
Esta plaza
inicialmente era
atravesada por un
camellón, bordeado de
árboles, que iba desde
el puerto hasta el
monumento de la
virgen del Carmen y
daba la bienvenida a
quienes arribaban al municipio por el río, pero este fue eliminado cuando fue
construido el parque que muchos, aún hoy día, conocen como “El parque de
los leones”, en parte por el decorado de la fuente que se ubicaba en medio de
este y en parte porque esta obra fue hecha por encargo de los miembros del
desaparecido Club de Leones, durante la alcaldía de Manuel Villa Arias entre
1974 y 1976. Dicha fuente y algunas de las grandes materas fueron removidas
durante los trabajos de remodelación de la plaza realizados en el año 2010,
bajo la alcaldía del médico Robert Ramírez Blanco y el curato del presbítero
Gilberto Rodríguez, de la congregación de los Siervos Misioneros de la
santísima trinidad, quienes administran la parroquia desde el 2005.
El principal referente
urbano ubicado en el
marco de la plaza es
el templo parroquial,
edificio que, se ha
tenido tres formas
diferentes, siendo la
inicial construida en
palma de vino y caña
brava, cuyo techo se
incendió en octubre
de 1894 a causa de
una descarga
eléctrica atmosférica
Foto 3 Parque de los leones en la Plaza el Carmen, al fondo el templo parroquial (Zambrano, 1997). En
1905 el techo del
templo fue cambiado a hierro galvanizado por gestión del presbítero Manuel
Bayarri Gómez y monseñor Rafael Celedón Ariza (Pedrozo 2018). Como
señala Pedrozo, la actual construcción fue restaurada en 1963 gracias a las
gestiones del político guamalero Néstor Andrés Rangel y al regalo de los cuatro
relojes para las caras de la torre principal del templo por el ganadero y dirigente
político José de la Cruz Mejía. Respecto al incendio de la iglesia, una leyenda
local dice que los primeros en tomar manos a la obra para sofocar el fuego
fueron los santos patronos del pueblo: Que la mujer a quien don Miguel
Pacheco escuchó gritando: ¡fuego… fuego! corriendo por la calle 3, frente a la
casa que hoy día es de José Ignacio Mejía, era la virgen del Carmen y que el
hombre al que vio la señora Juana Vanegas corriendo por el caballete de la
iglesia, corriendo de un extremo a otro con un ramajo en la mano, tratando de
sofocar las llamas, era San Sebastián.
Gracias al archivo fotográfico de la familia
Guerra se pueden apreciar los dos tipos de
torre que tuvo la iglesia en su segunda
forma de construcción, antes de su
restauración en 1963. En esta primera foto
del templo se aprecia, en la parte inferior el
viejo camellón y una incipiente torrecilla,
coronada con una cruz. En la segunda foto
del templo se aprecia la entrada o salida de
una procesión de la Virgen del Carmen, con
una torre un poco más alta y un campanario
reconocible a la distancia. Se identifica a
mano izquierda la primera sede de la
Foto 4 Segunda forma de la iglesia con torrecilla alcaldía, de la cual no se tienen datos
acerca de su construcción.
Los Ávila Martínez, además de estas obras, han contribuido con la imaginería
de la Semana Santa, elaborando los siguientes pasos (Ávila y Ramírez, 2020):
El cementerio
municipal es otro
espacio urbano de
referencia, participante
y constitutivo de los
lazos sociales de la
comunidad, un espacio
para la memoria, la
tranquilidad,
espiritualidad, el
descubrimiento y el
asombro. Una especie
de “museo de la
Foto 6 Santo sepulcro en la procesión del viernes Santo. muerte”, donde
podemos encontrar los restos mortales de los ancestros y los seres queridos,
para honrarles, así como asombrarnos con rostros y apellidos que han formado
parte de la historia local, apreciando nuestro pasado común, tradición, prácticas
religiosas y culturales, tales como velorios, cortejos fúnebres y formas de
sepultura o enterramiento.
Indagando acerca del cementerio más antiguo al que hace referencia José
Romualdo Zambrano en su libro, algunos paisanos lo han ubicado en el sector
ubicado entre las calles: 6 y 8, con carreras 4 y 5, tomando como referencia
relatos de la señora Fe María Alfaro, residente del sector, frente al viejo Pozo
público.
En la actual ubicación se
encuentran algunas
tumbas sin lápidas y
otras en las cuales las
marcas hechas sobre el
cemento ya no son
legibles, lo que dificulta
establecer con
certidumbre cuando se
empezó a utilizar y,
aunque los datos
encontrados puedan no
ser los más precisos, se
Foto 7 Cementerio municipal antes de su cerramiento. Foto: Gualterio Guerra B. puede tener certeza de
que la tumba con fecha
más antigua es la del diácono Urbano López, fechada en 1.911. Esta es un
osario, una de las cuatro formas de sepultura que podemos encontrar en él,
ubicado a mano izquierda de la entrada, pegado a la pared. Las tumbas más
antiguas encontradas son de: Petrona Flórez de Díaz (1.918), Juliana O de
Díaz (1.925), Isidro Aguilar S (1.937), Joaquín Aguilar A (1940) y María
Quintana (1946).
Son pocas las tumbas que se pudieron identificar con fechas anteriores a la
década de 1950, lo cual se puede deber, también, a la remoción de algunos
restos de las más antiguas, para ganar algo de espacio en la necrópolis, que ya
necesita ampliación o construcción de una nueva.
En el sector de la plaza El
Carmen se construyeron
las casas más antiguas,
que aún se conservan, en
la cabecera municipal, en
algunas de las cuales se
localizaron almacenes de
variedades y
agropecuarios, boticas,
Los productos locales de mayor recordación que eran distribuidos en medio del
movimiento, en ocasiones frenético, del puerto, están las Granjerías, que se
pueden definir, de manera general, como dulces pequeños, aunque existen de
todo tipo: Quequis, Caballitos, Almojábanas, Cucas, Panochas, Marialuisas,
Panes de queso, Galletas cerradas y de Coco, Polvorosas, Cocadas,
Enyucados, Encocados, Esponjados de coco, Bocadillos, Pasabocas y
Merengues, además de los cuales también se vendían Chichas: de grano o de
arroz con piña, Avena caraqueña, Peto, Mazamorra, Kibbes y Butifarras. Estos
productos fueron preparados, a través del tiempo, por varias personas, tales
como: Jacinta Rodríguez, Ángela Martínez, Isabel Pedrozo conocida como
"Chabe" Pisco, Rosa Mora, Evelia Zambrano, Maximina Trespalacios, Sarita
"Miqui" Saucedo, Bertha Miranda, Lira Pedrozo, Ida Páez y Robustiano Yépez
el popular “Catoto”.
Además de estos
inmigrantes
extranjeros, se
recuerdan unos
inmigrantes de otras
regiones del país, que
aportaron
significativamente al
desarrollo del comercio
del pueblo. Los
antioqueños, de
Foto 13 Dibujo del primer mercado público bajo techo, en la Plaza quienes no se
recuerdan los nombres
y tuvieron sus negocios ubicados en la carrera 5 entre calles 2 y 3: Caicedo,
almacén de víveres; Montaño, almacén de telas y bisutería; Jaramillo, almacén
de insumos de panadería; Ospino, quien tuvo una tienda en la casa que fue de
Francisco Guerra Blanco, que hoy día no existe, pues esa calle se la llevó el
río. Antonio Rodríguez, tuvo una tienda en la calle 6 con carrera 5; Víctor
González, quien tuvo un almacén de telas en la casa que actualmente es de la
familia Paz Guerra; Pompilio Ramírez, quien se dio a conocer en el pueblo
vendiendo drogas en bicicleta por los pueblos vecinos, posteriormente
comerciante de productos agropecuarios de la región hacia Barranquilla y
artesanías momposinas para el Valle del Cauca.
La escuela privada
más antigua que se
conoce fue dirigida
por la señora
Carmita Pacheco,
ubicada en la calle 3
con carrera 5. Se
recuerdan con
especial cariño el
colegio privado de
enseñanza primaria
Niño Jesús de
Praga de la "niña
Foto 14 Casa donde funcionó la escuela de Flor Mejía de Benedetti Coti", Clotilde Díaz
Ospino, que
empezó a funcionar en 1933 (Zambrano,1997) en la casa ubicada en la carrera
4 # 2 - 04 y los de enseñanza secundaria de Flor Mejía de Benedetti y Juani
Arrieta Hernández, a pesar de que tuvieron una corta duración, a principios de
la década de 1940. El colegio Nuestra señora del Carmen, de doña Flor, que
no se debe confundir con el público departamental, quedaba en la casa de la
esquina de la calle 2 con carrera 4, una de las más modernas, aún hoy día en
el sector.
La escuela de
niñas empezó sin
tener una sede fija,
ubicándose en
diferentes lugares
de alquiler,
estando a
mediados de la
década de 1940 en
la casa de la
señora Carmita
Pacheco en la
carrera 5 entre
calles 2 y 3, luego
en la casa de la
señora Cristiana
Foto 15 Así lucía la Escuela urbana de niñas en la vieja plaza de los perros Vega en la calle 3
con carrera 3.
Posteriormente pasó a ubicarse en la Plaza Marina, en la esquina de la calle 5
con carrera 5, en una casa de bahareque con techo de palma, también de
alquiler, a principios de la década de 1950, antes de trasladarse al sitio donde
se ubicó el mercado público en la calle 3 con carrera 4 A, donde aún hoy
funciona. Durante muchos años en esta sede funcionaron las dos escuelas de
niñas, alternándose su uso en las jornadas de mañana y tarde semestralmente.
Estas escuelas se conocieron hasta finales de la década de 1990 y/o principios
de la del 2000 como “Las azules” (N°1) y “Las verdes” (N°2) por los colores de
las jardineras del uniforme, lo cual terminó derivando en los apodos de
“Azulejas” y “Cotorras” que empleaban las estudiantes en frecuentes
contrapunteos, normalmente jocosos y amistosos, al entrar o salir de clases.
Rafael María Celedón, abogado, poeta, filólogo y religioso, quien visitó en 1893
nuestro municipio, en misión pastoral como obispo de la diócesis de Santa
Marta, para cuya visita fueron engalanadas las casas con banderines y
cadenetas y se dispusieron varios arcos triunfales, hechos con palma de vino,
desde el puerto de la plaza hasta la entrada de la iglesia (Zambrano, 1997).
Álvaro Gómez Hurtado, abogado, periodista y líder político, quien fue recibido
en medio de una gran multitud y
los acordes de la Banda once de
enero el 27 de enero de 1965
(Zambrano, 1997). Visitó el
pueblo en medio de compañía del
abogado y entonces senador
Raimundo Emiliani Román y
Hugo Escobar Sierra, quien sería
elegido por primera vez como
Senador al año siguiente.
Gustavo Rojas Pinilla, Ingeniero civil, militar y dirigente político, quien visitó en
varias ocasiones el municipio, durante su mandato y luego de él, debido a que
tenía una finca en inmediaciones del corregimiento de Los negritos, jurisdicción
de El Banco. Solía hacer regalos a los niños del pueblo, sobre todo en la época
de navidad, acompañado de su familia. En la campaña para la presidencia de
1974 visitó la casa de la familia García Mayorca Tapias, en compañía de su hija
María Eugenia, candidata por la ANAPO, quien dio un discurso al pueblo desde
el balcón de la casa de esta familia guamalera.
Guamaleros ilustres
Coda
Esta reseña histórica del municipio de Guamal, tomando como eje articulador
del relato a la Plaza El Carmen y su entorno más cercano, más que una ojeada
al pasado, necesaria por la falta de costumbre documentadora en el pueblo, es
un bosquejo y un insumo necesario para la valoración del patrimonio de los
guamaleros que, seguramente, se verá enriquecida con otros aportes pues,
estoy convencido, faltan muchas historias por escribir y algunas,
lamentablemente, ya se perdieron, sin embargo, está pendiente la tarea de
seguir hurgando en los recuerdos y en los archivos, familiares y de otras
instancias, para seguir reconstruyendo la historia del pueblo.
Referencias
Bibliografía
Ramírez Lascarro, Luis & Ávila Bagarozza, Alberto, Semana Santa en Guamal
Magdalena – Una reseña histórica, Fallidos editores, 2020.
Rivet, Paul, Les Indiens Malibú, Journal de la Société des Américanistes, 1947.
Imágenes
Foto 2: Vista de la vieja plaza desde la parte alta de la iglesia, donde se puede
apreciar el camellón. Tomada de:
http://mitierraguamalera.blogspot.com/p/historia.html
Foto 3: Parque de los leones en la plaza el Carmen, con el templo en su actual
forma. Tomada de: http://co.lasdistancias.net/distancia-de-guamal-a-ocana
Foto 5: Segunda forma de la iglesia con torre más alta, cortesía de Gualterio
Guerra Bagarozza.
Foto 9: Casas ubicadas a la orilla del río, a pocos pasos del puerto: En la
esquina la que habitara el popular Rojas Pinilla, al centro en la que funcionó por
primera vez la Telegrafía y un fragmento de la casa que habitara don Cruz
Mejía.
Foto 14: Casa de la familia Mejía Ospino donde funcionó el colegio de segunda
enseñanza de Flor Mejía de Benedetti.
Foto 18: Antonio Copete Villa dictando una conferencia sobre Ciencia,
Tecnología e Innovación, recuperada de:
https://www.facebook.com/benitojose.arrietaguerra
Foto 19: Carlos Delgado Nieto, tomada del libro Melambo y Gnecco Rangel,
cortesía de Gualterio Guerra B.
Foto 20: Carátula del LP Éxitos calientes de la Banda once de enero de Murillo
de 1969, grabado con el sello Caliente bajo el número interno LCS 153-025,
recuperada de: https://www.discogs.com/es/Banda-11-De-Enero-De-Murillo-
Exitos-Calientes/release/13047913
Entrevistas