Consideraciones Sobre El Saneamiento Inmobiliario y Su Consecuencia, El Certificado de Título
Consideraciones Sobre El Saneamiento Inmobiliario y Su Consecuencia, El Certificado de Título
Consideraciones Sobre El Saneamiento Inmobiliario y Su Consecuencia, El Certificado de Título
Rogelio A. Hernández
INTRODUr;CIO!Y
3
cado de Título, el .cual es un documento altamente importante para
las operaciones y actividades económicas dentro del mundo capitalis-
ta, del cual forma parte la República Dominicana, en su condición de
neo-colonia, y en _segundo lugar, importante por la seguridad legal
que ofrece cuando ampara un determinado inmueble.
CAPITULO 1
4
Cuatro han sido los principios conformadores del Sistema estu-
diado; esto sin importar el pa(s que lo haya aceptado. Veámoslo
sucintamente como materia de_simple ilustración:
5
..
7.2 INTRODUCCION DEL SISTEMA TORRENS EN REPUBLICA
DOMINICANA.
6
de asegurar las propiedades de los capitalistas, cipayos criollos, me-.
diante el otorgamiento a estos de T,ítulos que se basten a sí mismos y
sean imprescriptibles. Con tal procedimiento los norteamericanos for-
talecían sus planes de expansión económica y aseguraban el control
del país, debilitando en el área del Caribe a los imperios europeos al
lograr de-spojarlos de estos mercados. Esta tesis la justificamos al
afirmar que para el 1916 los Estados Unidos era una nación imperia-
lista en ascenso, con necesidad de proteger y conservar las zonas que
giraban dentro de su marco de influencia, así como de ampliar su
dominación.
7
dencia, ' pues hacía tiempo que se había producido el retiro de las
tropas yanquis, la Orden Ejecutiva de 1920 que estuvo vigente hasta
de~pués de la desocupación, fue sustitu ída por la Ley No. 1542 del 7
de noviembre de 194 7, la cual sigue hoy vigente, regiendo la materia
inmobiliar en República Dominicana.
CAPITULO 1/
PRELIMINARES PARA LA OBTENCION DEL CERTIFICADO DE
TITULO
2. 7 EL SANEAMIENTO.- GENERA,LIDADES.-
El Saneamiento lnmobiliar es un proceso de depuración de dere-
chos inmobiliarios, practicado por el Tribunal de Tierras a instancia .
del Estado (forma directa) o de los particulares (forma indirecta) a
fin de que sea posible un posterior registro y la obtención del Certifi-
cado de Título que ampare él o los inmuebles saneados.
8
se trata de una demanda intentada por una parte contra otra y res-
pecto de cuyas reclamaciones debe decidirse el Tribunal dando razón
a una o a la otra, lo que produce como consecuencia la relatividad de
la cosa juzgada, sino de reclamaciones contra porciones determinadas
de terrenos, dirijidas como lo expresSi el artículo 2 de la Ley de
Registro de Tierras, {Artículo 7 de la actual Ley de Registro de
Tierras) {nota mía) "in rem, contra las tierras, edificios y mejoras" . .. 2
El procedimiento en cuestión es de Orden Público, y en conse-
cuencia puede ser iniciado a instancia de cualquier interesado, siem-
pre que, al igual que en derecho común, demuestre tener derecho
interés, •calidad y capacidad para realizar la reclamación. Lo puede
promover el Estado de forma directa o cualquier particular de mane-
ra indirecta vía Abogado del Estado.
Hay que notar que no sólo los reclamantes pueden salir benefi-
ciados con una Decisión que ponga fin al Saneamiento, sino que los
derechos pueden ser adjudicados a quien resulte propietario del in-
mueble, aunque no lo haya reclamado ni haya participado en la
reclamación. Con esto se le otorgan amplios poderes al Tribunal,
cuyo juez tendrá un papel activo en el proceso por ser el Saneamien-
to de Orden Público. Esta situación la veremos posteriormente de
forma más detallada en ocasión de tratar la sentencia de saneamiento.
Es, pues, el Saneamiento, el amplio mecanismo legal creado
por el legi·slador para aclarar la situación de confusión de derechos
existentes en los años que precedieron al 1920; de ahí que por la
importancia del problema a resolver se le diera el carácter de Orden
Público, y más cuando era necesaria la organización de la Propiedad
Privada, base il'ldiscutible del Sistema Capitalista.
En la actualidad, en esta sociedad de Oferta y Demánda, y con
esto tratamos de ser objetivo, el Saneamiento Real Inmobiliario ha
tomado una mayor importancia, en razón de que la gran mayoría de
· instituciones crediticias, como los bancos, compañías de Bienes Raí-
ces, etc. , y los particulares, se niegan a hacer operaciones cuando no
existe Certificado de Título lo que garantice plenamente el derecho
de propiedad. Es que con el Saneamiento y su consecuente Certifica-
do de Títulos se logra dar movilidad a las operaciones inmobiliarias,
principalmente cuando los inmuebles en nuestros días han aumenta-
do en su valor a pasos galopantes.
9
\
10
cual se ordena la mensura de un terreno y se le concede preferencia
para tal labor a quien el Tribunal juzgue conveniente.
2.- El Co-propietario ;
11
•
por algún solicitante sin derecho para obtener dicha orden de prion-·
dad, sea cuando una investigación más completa le ha permitido
cerciorarse de que en la extensión abarcada por la Orden de Prioridad
por él dictada espontáneamente, no existe la confusión y obscuridad
en los derechos de prioridad, generadora de conflictos y obstaculi-
zadora del fomento de esas tierras que el interés público requiere
hacer cesar ... 3
12
diente de Saneamiento, a requerimiento del Aboga<;lo del Estado
dicho Tribunal, por medio de ur. Auto de designación de juez, apo~
dera a un juez Residente o de Jurisdicción Original para que proceda
a conocer en Primer Grado del expediente que adjunto al Auto se le
envía. ·
f. 7'. 7.2
A VISO ÓE REQUERIMIENTO, AUTO DE EMPLAZA-
MIENTO Y FIJACION DE AUDIENCIA .' PUBLICACIONES.
1 •
13
La Ley de Registro de Tierras en su artículo 63 párrafo único,
sección octava comienza a hacer relación de la medida que a seguidas
consagra de manera más precisa en los artículos 64 y 65 de la Sección
novena. '
14
meses. Este Artículo establece un mínimo de un mes, reputado como
·un plazo prohibitivo, durante el cual los interesados, por lo menos los
que .saben leer, tendrán amplias oportunidades de enterarse del Sa-
neamiento que se llevará a cabo en la fecha estipulada en el Aviso, y
pertrecharse de pruebas para sustentar sus reclamaciones.
15
cierite o no compareciente, y en JUICIO pueden adjudicárseles dere-
chos a personas que no ,han formulado reclamaciones, pero que sí
resultan ser los verdaderos propietarios del inmueble discutido .
2.7.2 LA AUDIENCIA.-
16
D.- Copia del Auto de Designación d>el Juez de J !Jrisdicción
Original;
17
exigiendo en el caso poder especial alguna. Para ellos basta la simple
declaración que se presta bajo juramento en el formulario y en pre-
sencia del Juez en audiencia.
Sin embargo, hay que estar claro sobre esta situación, porque no
siempre es admitida. La aceptación de las ventas verbales, sólo es
posible cuando se trate de terrenos rurales o parcelas, y por ende
nunca cuando sean solares los objetos envUeltos en la presunta venta.
18
tribunal admita las ventas verbales. Creemos necesario agregar un
nuevo elemento: La cuantía envuelta en la transación.
19
fiesto su exactitud, veracidad , ausencia de interés o principio, con el
fin de esclarecer todos los hechos importantes que se relacionaren
con la cuestión".
Es de la interpretación de este artículo que se infiere la deroga-
ción cuestionada. En materia de t ierras rige el principio del interro-
gatorio directo, mientras que en el Derecho Común la norma es
hacerlo de forma indirecta.
20
"En cuestiones en que no se susciten contestaciones, las sentencias de
los Tribunales de tierras no tendrán que contener motivos".
21
las personas que hayan probado el derecho invocado. Así se le pone
fiA, en este grado, al proceso de saneamiento.
22
copia de la sentencia en la puerta local del Ayuntamiento en los
Municipios en donde no hay una oficina del Tribunal de Tierras ;
Segundo: exigen la remis~ón a todos los interesados, por correo, de
una copia de la sentencia; que en los casos ~ontrovertidos deberá ser
enviada por certifi~ado, en la cual se hará la indicación.de la fecha en
que ha · sido fijada y la del vencimiento del plazo en que deberán
interponerse los recursos; que el propósito del legislador al crear esta
doble formalidad fue el asegurar que llegaraoportuna y regularmente
al conocimiento de todos los interesados en los asuntos controver-
tidos, el fallo que hubiese dictado, para que la parte que se considere
lesionada pudiera interponer los recursos pertinentes" .4
23
Tierras, lo cual, en pri_ncipio es obligatorio, salvo excepciones que en
ocasión del estudio de la Revisión de Oficio veremos más claramente.
La jurisprudencia es precisa, cuando dice: "Considerando que, con-
trariamente a lo establecido por nuestro Código d'e Procedimiento
Civil, las sentencias que -emanan, en materia regida por la Ley de
Registro de Tierras, de los jueces de jurisdicción Original, como jue-
ces de primer grado, se encuentran sometidas automática y necesaria-
mente, a la revisión del Tribunal Superior y no tienen, mientras la
sentencia de éste no haya sido rendida, todo el valor jurídico de una
verdadera decisión". (5) En fin, el criterio Doctrinal y jurispruden-
cia! se apoya en la disposición del artículo 15 de la Ley de Tierras, el
cual precisa que las sentencias en cuestión no tendrán fuerza ni efec-
to sin la aprobación y revisión del Tribunal Superior" ...
a
El recurso de apelación junto la Revisión de Oficio forman la
dobiG función del Tribunal Superior de Tierras: Tribunal de Apela-
ción y de Revisión.
24
visos penales, consagrada s en el artículo . 238 de la Ley de Tierras, el
cual textualmente establece· la prohibición en su párrafo 11.
26
después de haber sido publicado el fallo de Jurisdicción Original ; y la
decisión de Revisión deberá dictarse dentro_ de 30 días después de
vencido el plazo anterior. Este período de 30 días podrá ser
prorrogado por un término igual por motivos justificados, dice
finalmente el artículo. ·
27
Ningunas de las alternativas las consideraremos ampliamente,
porque ya fueron tratadas, como se verifica, en el tema de la
Apelación . '
29
notificación de la sentencia de11nitiva, y éste será franco; aplicándose
por ende el artículo 1033 del Código de Procedimiento Civil
Dominicano.
30
acto, aunque regular y válido, en princ1p1o, queda anonadado sin
validez por el efecto estudiado, pues todos los derechos existentes
quedan resueltos sin que puedan subsistir der.e chos ocultos.
CAPITULO 111
DECRETO DE REGISTRO
31
orden expedida por el secretario en virtud de la sentencia final sobre
el saneamiento, para que el Registrador de Títulos anote o 'registre en
el libro registro el derecho ya saneado, en favor de la persona qu ~ ha
resultado adjudicataria de ese derecho".9
Por su parte, la Ley de Registro de Tierras dedica un amplio
articulado al Decreto, el cual abarca los artículos 150 al 1,55.
32
permitirán una clara individualización del Bien inmueble a registrar
definitivamente. Es pues, que este aspecto tiene gran interés en la
dimensión expuesta, porque de él depende la ' correcta ubicación y
descripción del Bien saneado.
33
considera registrado un terreno "cuando el Decreto de Registro haya
sido transcrito, es decir, copiado in extense en el Li o ro Registro, en
la Oficina del Registrador de Títulos del Tribunal de Tierras
correspondiente".
34
jurisprudencia o viceversa. Si hiciéramos lo contrario, caeríamos en
un campo estéril, poco práctico que nos alejaría del objeto fundamen-
tal del trabajo.
35
en el momento en que la Decisión adquiere la Autoridad de la Cosa
Juzgada y los Actos anteriores al saneamiento, por el Efecto
Aniquilativo, quedan anonadados, tal como hemos consignado varias
veces.
36
En este punto de discusión, la jurisprudencia, tomando como
base la disposición del artículo 190 e interpretando su sentido, ha
precisado una solución salomónica y ciertamente lógica, en la cual da
sal ida al asunto y puede mantener su criterio general respecto a los
terrenos registrados y no registrado. 1 Ha estatuido que los actos
posteriores a la sentencia, pero anteriores al registro, deb~rán ser
sometidos al régimen de publicidad de los. terrenos no registrados, es
decir, a la transcripción por ante el Conservador de' Hipotecas, no
obstante, para fines de litis, ser terrenos registrados.
CAPITULO IV
37
'
4.1 Conceptos
Arístides Alvarez Sánchez ofrece un e oncepto general, y dice
que "El Certificado de Título no es más que la transcripción
completa del Decreto de Registro en el Libro Registro en la oficina
del Registrador de Títulos o de la anotación posterior al primer
registro de cualquier documento, resolución o sentencia que tenga
por objeto el transferimiento o modificación de un derecho
registrado".11
38
4.2.1. Este acto consecuencial mente coloca al Registrador de
Títulos en condiciones de tener conocimiento y constancia, por vez
primera, de la existencia de un derecho inmobiliario ya individuali-
zado con mQtivo del proceso de saneamiento, En otros términos, ya
el Registrador estará apto para realizar inscripciones de documentos
que podrían modificar el derecho originalmente registrado, como por
ejemplo actos d~ transferencias, hipotecas, etc., los cuales, en
consecuencia no deberán ser sometidos a la formalidad de la
transcripción por ante la Conservaduría de Hipotecas, sino que esta
obligación cesa para dar paso a la de la inscripción por el Registro de
Títulos, con lo cual, al igual que en la Conservaduría , los actos
adquieren rango y se hacen oponibles los derechos contenidos en
ellos a terceros. Además puede solicitarse cualquier información,
porque son fuentes públicas, con la diferencia de que para tal cosa en
la Conservaduría de Hipotecas se toman en cuenta nombres de
· propietarios de los inmuebles, mientras que en el Registro se sigue la
orientación de la Ley de Tierras, en cuanto al procedimiento in rem:
no importa nombre, sino número de parcela o solar con su respectivo,
,Distrito Catastral. ·
4.2.2 Es desde el Primer Registro cuando el inmueble queda
amparado por el Certificado de Título, pudiendo los interesados
hacerse expedir Certificado Duplicado del Dueño o Carta Constancia
del inmueble registrado. Sobre- el Duplicado y la Carta volveremos
más adelante, tratándolos de forma individual.
39
•
40
lo referente a la primera sí haremos algunqs precisiones necesarias, sin
entrar en un estudio extenso y profundo de la misma.
41
todos los certificados de Títulos que amparaban los inmuebles
confiscados; y la Ley 6087, del 1O de Diciembre de 1962, que
dispone la devolución a sus legítimos propietarios o sucesores de
inmuebles, que como ejecución de sentencias por delitos poi íticos,
atribuídos por la tiranía trujillista, fueron adjudicados al Estado
Dominicano.
42
En consecuencia, con la cons~gración de la imprescritibilidad
del Certificado de Título, ha quedado eliminada en materia de
Terrenos Registrados, la prescripción adquisitiva o Usucapión. Igual
suerte ha corrido la eficacia de la posesión, la que en esta
circunstancia no será creadora de ninguna situación jurídica.
43
m 1n1ma. Sólo basta tener interés o derecho sobre el inmueble
registrado para tener la condición de solicitar el duplicado del Título.
4. 5. La Carta Constancia.
'1
Por último, quisiéramos consignar un detalle referente al punto
enunciado, llamado Carta Constancia.
44
Aunque la Carta Constancia y el Duplicado, muchas veces se
confunden, porque son documentos que se entregan en. la Oficina del
Registrador de Títulos a solicitud de parte interesada, con lo que se
aplica el artículo 172 de la Ley de Tierras; valen en principio como
Certificado de Título; son de utilidad para hacer operaciones sobre el
inmueble, en cuanto a exhibir el derecho, y en términos prácticos se
les llama a ambos, D~plicados, son dos cosas distintas.
CAPITULO V
45
5. 7 Naturaleza del Recurso de Revisión por Causa de Fraude.
En fin, es una acción que la Ley ha creado para que aún después
de una sentencia definitiva, un decreto de registro o del certificado
de título, sea posible la revocación de estos, obtenidos fraudulenta-
mente, porque ha sido preocupación del legislador que la sentencia,
el décreto, etc. sean las más vivas expresiones de la verdad, con lo que
se presenta un derecho registrado libre de vicios. Es una acción que a
pesar de su alcance extremo "no despoja, del carácter general de la
cosa irrevocable.mente juzgada, a las sentencias del Tribunal Superior
de Tierras",l 6 porque, agregam.o s nosotros, no vuelve a juzgar el
fondo del saneamiento ni se pronuncia sobre el derecho de propiedad
del demandante, sino que juzga si hubo o no la existencia del fraude.
'
5.2 Elementos Constitutivos de la Revisión por Fraude.
Respecto de este tema, ~omo la Doctrina ha dicho casi todo,
seremos sintéticos y precisos en las consideraciones a realizar.
Seguiremos de cerca el plan trazado por el Licenciado Ruiz Tejada en
su obra Estudio sobre la Propiedad lnmobiliar en R.D.; pero no nos
46
limitaremos a hacerlo al pie de la letra, sino que trataremos de darle
al .estudio un enfoque alg~ personal, agregando ingredientes propios,
avalados con las Decisiones jurisprudenciales más recientes, para con
ello evitar malos entendidos, en cuanto a la originalidad de es.te
trabajo. ·
47
reticencia ha ocurrido sin intención la revisión no se admitirct,
porque el fraude no se constituye.
48
como que sólo el fraude intencional constituye razón para admitir la
Revisión por Fraude. ·
49
general del referido artículo 1033 no se aplica a los plazos prescrit os
a pena de caducid ad para ejercer derecho s y accione s, a menos que
exista una disposic ión expresa de la Ley en sentido contrar io, ni
tampoc o cuando el legislad or ha manifes tado por u·na fórmula
exclusiv a y precisa, como ocurre en la especie más allá de cierto
término el plazo que ella prescrib e" ... 2o
50
Del estudio de la Decisión en cuestión se desprende que
debemos considerar tercero a la persona que adquiere un inmueble a
título oneroso y de buena fe del adjudicatario beneficiado con la
sentencia de saneamiento, sino que es tercero aquél que lo adquiere
d,el primero, es decir, de aquél que llar:naremos primer adquiriente .
Esta es así porque en el saneamiento, recordemos, no existen partes,
sino reclamantes; de ahí que luego de éste es que sí podemos
considerar como primera parte (adjudicatario); segunda parte (primer
adquiriente); tercera parte (tercero) y así sucesivamente.
51
originado por el Primer Registro, no adquiere la calidad de
irrevocable y sus demás caracteres hasta tanto no transcurra un año a
partir de la transcripción del Decreto de Registro, con lo que ·se
evitarían muchos inconvenientes .
52
otros que argumentan que el Estado al asumir una postura activa en
el saneamiento, por ser éste propietario originario, principio que se
desprende del artículo 270 de la Ley, y por la naturaleza de orden
público del proceso, es pasible de incurrir en maniobras capaces de
caracterizar el fraude. Por tales motivos, los partidarios de esta tesis,
entre los que se encuentra el Dr. Arístides Alvarez Sánchez, agregan
que ninguna disposición de la Ley de Tierras excluye al Estado, ni lo
exime de caer en esta situación jurídica; y concluyen que en base a
esas argumentaciones el Estado es pasible de ser demandado por
fraude.
53
considera que el Tribunal no está apoderado del caso hasta tanto nó
se demuestre que el intimado tiene conocimiento de la demanda.
54
Eri primer lugar, la sentencia que admite la revisión por fraude
impone la anuración o revocación de la sentencia intervenida en el
saneamient o o en lo que se refiere al derecho envuelto en la
.demanda.
55
CAPITULO VI
56
tener claro el problema de diferenciar una cosa de la otra. Veamos el
cas? práctico, a manera de explicación e ilustración:
57
6.2 Documento Protegido por el Estado.
Esto significa que el Estado por aplicación de los principios y
propósitos que dieron origen y rigen a la Ley de Registro de Tierras;
es el órgano que garantiza el Título y los derechos registrados en él;
asegurando su perpetuidad, su irrevocabilidad y valor absoluto. Por
ello es que esos derechos contenidos en el Certificado de Título, no
se pierden jamás y bajo ninguna circunstancia.
'
· Por la garantía del Estado, todo derecho de propiedad, sus
transmisiones y afectaciones al ser registrados por los órganos
correspondientes que representan al . Estado, serán dotados de
Certificados expedidos a nombre del propietario, y por ende serán
considerados los únicos derechos sobre la tierra registrada.
58
que esa ejecutoriedacl y esa fuerza jurídica se refieren no sólo al
derecho de propiedad, sino expresamente a todas las cargas, derechos
y acciones que sean anotadas en d'ichos certificados ... "2 2
CONCLUSION
59
En conse·cuencia, proponemos, y así lo reseñamos en el
desarrollo del trabajo, que se cree un sistema de difusión radial del
Aviso de · Requerimiento, Auto de Emplazamiento y de Fijación de
Audiencia, a fin de que los analfabetos e incluso las personas que
saben leer, pero que están imposibilitadas de recibir un periódico por
lo alejaqo de su residencia, tengan igual oportunidad, y con ello no
salgan perjudicados; consiguiéndose con esta medida dar,le mayor
eficacia a las publicaciones, y se cumplan los deseos del legislador de
reconocer derechos, no de despojar. -
61
, ( Somos defensores de la tesis. expuesta, porque seguir la opinión
contraria es atentar contra el principio ,de la cosa juzgada, y por ende,
desconocer el justo Efecto Aniquilativo de las sentencias de
saneamiento con Autoridad de cosa juzgada. ·
Este Certificado del Primer ' Registro, al igual que los que le
subsigan presenta características propias, reconocidas por la Doctri-
na, la Ley y la Jurisprudencia.
62
cual no estamos de acuerdo porque los t~rniinos son diferentes en
esencia y en consecuencia.
NOTAS
1. República Dominicana. Ley de Registro de Tierras con sus modifi.caciones .. Santo
Domingo, R:D.,Publicaciones América, S. A., 1978, pág. 5.
2. Suprema Corte de justicia. Sentencia del 22 de noviembre de 7938; B.] . 340, págs.
732· 733.
3. Suprema Corte de Justicia. Sentencia del 9 de Agosto de 7932; B.]. 26~ , pág. 18.
4. Suprema Corte de justicia. Sentencia del 77 de Noviembre de 7967,-' B.]. 684, pág.
2207.
5. Suprema Corte de Justi ~ia. Sentencia del37 de Enero de 7940; B.]. 354, pág. 52 .
6. Suprema Corte de justicia. Sentencia del9 de marzo de 7934; B. J. 284, págs. 5·6.
63
7. Rui¡; Tejada, Manuel Ramón. Estudio sobre la Propiedad /nmobiliar en República
Dominicana. Ciudad Trujillo, R.D. Editora El Caribe, C. por A., Publicaciones de la
Universidad de Santo Domingo, 1952, pág. 281.
8. Suprema Corte de justicia. Sentencia del 1ro. >le Abril de 1955; B. J. 537, p-ágs.
678·679.
1O. Suprema Corte de Justicia. SentencÍa del 1, 7 de octubre de 1969; B. J. 707, pág. SÚ6l.
11. Alvarez Sánchez, Arístides. Legislación de Tierras. El Caribe del 27 de Mayo de 1967,
Núm. 6,669, parte 111, pág. 6-A.
12. Suprema Corte de Justicia. Sentencia de/31 de Octubre d~ 1958; B. ·j. 555, pág. 2223.
13. Alvarez Sánchez, Arístides. Op. Cit. El Caribe del 8 de Julio de 1967, Núm. _6 ,705,
Parte 111, pág. 6-A.
15. Suprema Corte de justicia. Sentencia del 23 de Marzo de 1944; B. J. 404, págs.
1400·1401. ' 1
16. ldem.
20. Suprema Corte de justicia. Sentencia del 30 de sept. de 1952,· B. J. 506, págs.
1769·1770.
21. Suprema corte de justicia. Sentencia del 30 de noviembre de 1977; B.). 804, pág.
2292.
2-2. Suprema Corte de justicia. Sentencia del 23 de diciembre de 1975; B. J. 781, pág.
2667.
8/BL/OGRAF /A
OBRAS
BON 1LLA ATI LES, J .A. Legislación de Tierras Dominicana. El Sistema Torrens. 2da ., e d.
Santo Domingo, R.D., Librería Dominicana, 19 74. 555 pp.
64
- - - - La jurisprudencia de Tierras en la Era de Trujillo, años 7939-7958. Tomos 1, 11 y ·
111, Ciudad Trujillo, R.D., Ed. Dominicana, 1958. 753 pp., 1040 pp. 1671 pp.
TERRERO PEI'iiA, ' PLINIO. Código Civil de la República Dominicana. 2da. Ed . Gráficas
Meri Industria, Madrid, España, 1971. 518 pp.
LEYES
Ley Número. 1542, sobre Registro de Tiérras, 11 de octubre de 194 7, G.O. Núm. 6707, 7
de noviembre de 194 7. ·
Ley Núm. 5924, sobre Confiscación General de Bienes, 26 de mayo de 1962, G.O. Núm.
8660, 9 de junio de 1962.
Ley · Núm. 6087, que dispone la devolución a sus. legítimos propietarios o sucesores de
inmuebles, que por ejecución de sentencias por delitos poi íticos atribu ídos por la tiranía
Trujillista, fueron adjudicados al Estado Dominicano, 30 de octubre de 1962, G. O. Núm.
8709, del10 de noviembre de 1962. ·
JURISPRUDENCIA DOMINICANA.
S.C.]. Sentencia del 22 de noviembre de 19,3 8. B.]. 340
---Sentencia del 9 .de agosto de 1932, B.]. 265
--- Sentencia del 17 de noviembre de 1967 . .B.] . 684
---Sentencia del 31 de enero de 1940 . B.]. 354
--- Sentencia del 9 de marzo de 1934. B.]. 284
65
ARTICULOS DE PER/OD/COS
ALVA': EZ SANCHEZ, ARISTIDES . Legislación de Tierras. El Caribe del 27 de mayo de
1967, Núm. 6,669, parte 111, p. 6- A.
66