Word Del Ciclo Estral de La Perra y Gata
Word Del Ciclo Estral de La Perra y Gata
Word Del Ciclo Estral de La Perra y Gata
INTEGRANTES:
DOCENTES:
MV MSC Victor Ravillet Suarez
MV MSC Martin Laca
PROESTRO
La FSH tiende a
Incremento de Duración media de 5 a Secreción de aumentar y la
actividad folicular. 10 días. progesterona. progesterona
Dura de 6 a 11 Aceptación del coito Duración variable de disminuye a niveles
días. por la hembra. 60 a 80 días. basales.
INTRODUCCIÓN
Como es sabido una de las áreas de la medicina veterinaria que requiere de manera
constante la atención del médico veterinario es la reproducción sobre todo cuando se
trata de pequeñas especies; el manejo clínico de los problemas reproductivos en la gata
implica la aplicación de una metodología adecuada para poder detectar la causa del
problema con el objetivo de lograr una reproducción exitosa sin producir efectos
colaterales indeseables.
El gato doméstico está adquiriendo mayor lugar como mascota en las grandes
poblaciones urbanas, reemplazando paulatinamente a la tradicional especie canina.
Esto es debido, tal vez, a los menores requerimientos de espacio y cuidados que esta
especie necesita. En la atención clínica general y muy especialmente en el área de la
reproducción es importante conocer las diferencias de estos felinos con otras mascotas,
esto obliga al veterinario a capacitarse en la fisiología y patología reproductiva de
dicha especie.
1.1 CICLO ESTRAL DE LA PERRA
El ciclo reproductivo está regido por una serie de movimientos hormonales que
ejercen cambios cíclicos sobre los órganos que componen el aparato reproductor
manifestándose a través de signos clínicos y de comportamiento. El ciclo reproductivo
de la hembra canina tiene una serie de particularidades propias de su especie, pero
presenta también variaciones considerables entre un individuo y otro.
La entrada a la pubertad, con la llegada del primer celo, ocurre entre los 6 y 12 meses
de edad, pero puede variar entre 5 y 24 meses. Por lo general, este evento se produce
algunos meses después de que han alcanzado la talla y peso de un adulto.
De esta manera las razas pequeñas, de crecimiento más veloz, pueden ciclar por
primera vez entre los 6 y 10 meses, mientras las razas grandes, de crecimiento más
lento, lo hacen con mayor frecuencia entre los 12 y 18 meses.
1.2.1 Cambios endocrinos durante el ciclo estral
La ovulación se da entre 3 – 27 días pos inicio del proestro con niveles de 4-10 ng/ml
de progesterona en sangre, lo que plantea una enorme variación. La ovulación es
espontánea y normalmente tiene lugar uno o dos días después del comenzado el
periodo de 48 horas.
Los niveles de progesterona son bajos antes de la ovulación (entre 0 y 1 ng/ml). Los
niveles de progesterona continúan aumentando los días siguientes. La preñez solo será
posible si los óvulos están maduros (2 días después de la ovulación) En el 20 % de las
perras la ovulación se produce fuera del período comprendido entre los días 10 y 14 a
partir del inicio del celo. El primer día del celo no es preciso y la aceptación del macho
no coincide necesariamente con el período fértil.
1.2.4.1 Proestro
Primera fase del ciclo estral, se caracteriza por la aceleración del crecimiento folicular
bajo la influencia de la FSH, los folículos secretan estrógenos, que a su vez, influye en
los órganos genitales.
1.2.4.2 Estro
La hembra muestra deseos por el macho y los estrógenos procedentes del folículo de
Graff circulan por el torrente sanguíneo. La ovulación precede la ruptura del folículo y
liberación del ovulo que pasa al interior de la parte superior de la Trompa de Falopio.
Sin embargo, se ha demostrado que los espermatozoides del perro pueden sobrevivir
hasta 5 o 6 días en el tracto genital de la hembra, lo que hace que los apareamientos
realizados antes del pico de LH puedan resultar en preñez. Podemos caracterizar,
entonces, el periodo fértil de la perra desde 3 días antes y hasta 7 días después del pico
preovulatorio de LH.
1.2.4.3 Metaestro
Etapa del ciclo sexual de la hembra durante el cual el cuerpo lúteo segrega
progesterona.
Este periodo comienza cuando la perra deja de aceptar al macho; no obstante, hay
opiniones encontradas en cuanto a su duración. Algunos consideran que finaliza
cuando el cuerpo lúteo ha regresado a los 70 u 80 días, mientras que otros tienen en
cuenta el tiempo necesario para la regeneración del endometrio, 130 a 140 días.
1.2.4.4 Anestro
Las gatas son poliéstricas estaciónales, o sea que, si no ocurre la preñez, repiten el celo
varias veces en cada estación reproductiva que es primavera - verano, o cuando están
expuestas incluso artificialmente a más de 14 hrs. de luz diarias, por lo que pueden
ciclar todo el año. Otra característica es la ovulación inducida por la cópula, pero se ha
demostrado que hay un 30 % de gatas que ovulan espontáneamente. Como la gata
doméstica, a diferencia de la perra, presenta muy escaso edema vulvar y un mínimo de
flujo vulvar claro (no sanguinolento), la detección del celo depende de los patrones de
comportamiento, para averiguar el momento adecuado del servicio. Para la mayoría de
las gatas ese cambio de comportamiento es fácilmente identificable. Sin embargo,
algunas hembras presentan ciclicidad ovárica sin demostrar ningún signo de
comportamiento estral (celos silenciosos) En estos casos se debe recurrir a la citología
vaginal exfoliativa, para identificar el momento preciso en que se debe juntar con el
macho o proceder a realizar inseminación artificial con semen fresco o congelado.
En la gata donde el comportamiento es reconocible fácilmente se pueden verificar las
siguientes fases: Proestro, estro, ínter - estro, diestro y anestro.
Durante el proestro que dura solo 1 ó 2 días se observa un cambio de comportamiento;
(quiere ser mimada, puede orinar frecuentemente, vocaliza, fricciona la cabeza y el
cuello contra los objetos, gira sobre sí misma, arquea su columna levantando la pelvis
y zapatea en el lugar).
El estro se caracteriza por la acentuación de las características anteriores y por la
aceptación del macho. Este período dura de 3 a 14 días con un promedio de 6-7 días.
Si no ocurre la ovulación y está aún dentro de la estación reproductiva de días largos
ocurre un período de inactividad sexual llamada ínter estro, que dura de 3 a 16 días y
la gata vuelve a entrar en proestro.
Si ocurre la ovulación, pero no la preñez, comienza el período de diestro o pseudo
preñez que dura de 30 a 50 días y si está aún dentro de la estación reproductiva repite
el proestro. Si ocurre la preñez, que dura a término medio 65 días y no ocurre la
lactancia por muerte de los cachorros, o si aborta, repite el proestro en 3 a 16 días
siempre que continúe la época de días largos.
Si todo esto termina en la época en que los días se acortan y las horas de luz son
menores a 12, entra en anestro, o época de reposo sexual que dura de 45 a 150 días
dependiendo de la latitud.
1.2.1. PROESTRO
Se define como el periodo en que las hembras no receptivas atraen a los machos. Este
es el momento de función folicular, síntesis y secreción de estrógeno, cambios en la
citología exfoliativa vaginal y preparación para el apareamiento y embarazo. Dicha
fase concluye cuando la hembra permite que el macho la monte y fertilice.
a) Signos clínicos y duración.
El proestro no se observa con regularidad en gatas. Más bien, parece proceder de un
anestro aparente o estado de ínter estro directamente hacia el estro (celo constante). En
un estudio que solo observo proestro en 27 de 168 ciclos. Los signos clínicos que se
relacionan con el inicio del proestro son cambios en la conducta que consisten en el
roce continuo de la cabeza y el cuello contra cualquier objeto conveniente,
vocalización continua, postura en lordosis y giros sobre el lomo.
La gata en proestro puede diferenciarse de la que se encuentra en estro cuando se
coloca con el macho. Durante el proestro observado, la hembra puede ser menos
efusiva desde el punto de vista sexual de lo que se advierte durante el estro posterior,
si bien manifiesta conducta de estro sin permitir que el macho la monte. Es difícil
identificar el proestro por que los signos pueden ser sutiles (la conducta efectiva en
ocasiones es el único indicio), en tanto que la duración es solo 0.5 a 2 días.
Muchos de los cambios característicos del proestro que se observan en la perra se
encuentran ausentes en la gata (es decir, el proestro en perras tiene una duración de 5 a
9 días, con hemorragia vaginal, inflamación de la vulva y cambios consistente en la
citología vaginal).
b) Cambios hormonales.
El crecimiento folicular consiste en aumento del tamaño de los folículos menores de 1
mm en el proestro temprano a 1.5 mm al comenzar el estro. Por lo general, la
concentración del estrógeno plasmático en la gata que se encuentra en anestro o ínter
estro es inferior a 15 pg/ml. La fase folicular se relaciona con concentraciones de
estrógeno (estradiol 17β) superiores a 20 pg/ml. Cuando se observa, el proestro se
relaciona con la elevación abrupta en las concentraciones de estrógeno circulante junto
con crecimiento y secreción foliculares rápidas. A menudo, la duplicación de las
concentraciones de estrógeno plasmático a más de 40 pg/ml se observan periodos
inferiores a 24 o 48 hrs. La naturaleza abrupta de este inicio del crecimiento folicular y
la aparición rápida de receptibilidad sexual en la gata pueden constatarse con la
secuencia más gradual de cambios típicos en la perra. Los genitales externos de la gata
son mucho menos obvios que en la perra, lo que es otro factor que explica la brevedad
o ausencia de proestro felino.
1.2.2. ESTRO
a) Estro y fase folicular El estro felino es el periodo de apareamiento. Por lo tanto, esta
fase solo se reconoce por la respuesta conductual de la gata al macho, el estro
comienza cuando la hembra permite la monta y el apareamiento y concluye cuando
cesa este comportamiento. Los cambios conductuales del anestro al estro pueden se
abruptos y suscitarse en menos de 12 a 24 hrs.
b) Definición de la fase folicular. En gatas, la conducta del estro se acompaña de
síntesis y secreción folicular de estrógeno. Los ovarios aumentan de tamaño con
folículos translucidos de 2 a 3 mm sin embargo, el estro solo se identifica por el
comportamiento sexual de la gata, mientras que la “fase folicular” o fase de
funcionamiento folicular activo es fisiológica y se reconoce desde el punto de vista
bioquímica mediante las concentraciones de estrógeno plasmático la mayor parte de
las gatas que se encuentran en anestro o durante un periodo ínter estro tiene
concentraciones de estrógeno plasmático menores de 12 a 15 pg/ml. La evidencia de
actividad folicular, se define como concentraciones de estrógeno plasmático superiores
de de 20 pg/ml.
La duración media de la fase folicular es de aproximadamente es de 7.5 días y varia de
3 a 16 días. El contacto coital, con a sin inducción de la ovulación, no altera la
duración de fase folicular. En gatas que experimentan coito y ovulación inducida esta
fase es de 7 días en promedio. Las gatas que tienen coito pero no ovulan tienen fases
foliculares de 7.2 días en promedio, mientras que aquellas sin estimulación coital
tienen una fase folicular promedio de 7.7 días.
Durante la fase folicular, la concentración de estrógeno plasmático aumenta con
rapidez, se mantiene elevada durante 3 a 4 días y comienza a descender de manera
abrupta. Un día antes de comenzar la fase folicular, dicha concentración esta por
debajo de 12 a 15 pg/ml. El primer día de esta fase se relaciona con concentraciones
estrógeno cercanas a 25 pg/ml, un aumento hasta mas o menos 45 pg/ml al 3er día,
uno hasta 50 pg/ml al 5to día, un descenso entre 20 y 25 pg/ml al 7mo día para
regresar a 10 pg/ml al 8vo día. Debido a que la concentración media de estrógeno al
8vo día es inferior a 15 pg/ml, en realidad esto representa el primer día de intervalo
ínter estro suponiendo que no se indujo ovulación. El valor máximo promedio de
concentración de estrógeno plasmático en la fase folicular es ligeramente mayor a 50
pg/ml, pero puede variar desde niveles cercanos a 25 pg/ml hasta superiores a 80
pg/ml.
El cese de la función folicular se caracteriza por un descenso abrupto en las
concentraciones plasmáticas de estrógeno. Los niveles caen por debajo de las
concentraciones máximas a menos de 20 pg/ml, con frecuencia en cuestión de 2 a 3
días. El inicio del descenso en las concentraciones hormonales no se altera por la
exposición al coito o inducción de la ovulación.
c) Ciclos de proestro en comparación con fases foliculares.
Las gatas tienen temporadas de apareamiento con estros múltiples. Esto significa que
la gata promedio muestra comportamiento de estro repetido en una temporada
determinada. Estos periodos de estro se relacionan con fases foliculares recurrentes,
aunque no necesariamente en una proporción de 1:1; por lo general, cada periodo de
concentración máxima de estrógenos es seguido por un retorno o concentraciones
básales. Las gatas tienen ondas distintivas reiteradas de desarrollo, maduración y
degeneración folicular.
d) Conducta de estro y su relación con la fase folicular.
Las gatas, el comportamiento de estro se correlaciona con incrementos en la
concentración de estrógeno plasmático que acompañan a cada fase folicular. El 10%
de las gatas muestra esta conducta en el primer día de la fase folicular. La proporción
de hembras con conducta de estro aumenta de manera paulatina hasta que casi todas
las gatas adoptan dicho comportamiento el día previo a la concentración de la fase
folicular (figura 31-2). En muchas gatas, la conducta relacionada con el estro continúa
después de finalizar la fase folicular. En estudios realizados los días 1, 2, 3 y 4 después
de la conclusión de esta fase se observó que alrededor del 60, 40, 20 y 5% de las gatas,
respectivamente, continuaban mostrando comportamiento de estro.
a) Promedio
La duración promedio de la conducta de estro en gatas es de 7 días. Sin embargo, el
rango de duración es muy amplio y la gata sana fértil puede mostrar estro desde un
solo día hasta tres semanas. Las gatas que experimentan coito (con o sin ovulación
posterior) se encuentra en estro durante alrededor de 8.5 días, mientras que las que no
tienen contacto coital se mantienen en este periodo solo durante un promedio de 6
días.
b) Efecto del contacto coital en la duración del estro.
Se ha planteado la hipótesis de que los factores que inician la producción ovulatoria de
hormona luteinizante (LH) también pueden influir en los centros que controlan la
conducta sexual. La estimulación vaginal se transmite a través de una vía de nervios
aferentes espinales hacia el hipotálamo, en donde se convierten en una señal hormonal
(hormona liberadora de gonadotropina, GnRh). La secreción de GnRh después del
coito puede potenciar o extender la receptividad sexual. El contacto coital
definitivamente no interrumpe de inmediato el estro ni abrevia el periodo de
receptividad, incluso si el coito induce la ovulación.
c) Efecto de la personalidad en la exhibición del estro.
La ausencia de conducta de estro o la prolongación extrema de esta se acompaña de
fases foliculares (normales) con reincidencia periódica en gatas sanas se ha observado
falta de comportamiento de esto en los momentos esperados, que se predicen por las
concentraciones de hormona plasmática (estrógeno), en algunas gatas que se
consideran tímidas que pertenecen al nivel inferior de la “escala social”.
Sin embargo, este rasgo de la personalidad no siempre es obvio en la gata con fases
foliculares activas, pero sin estro conductual. Es difícil clasificar a estas gatas tan solo
como anormales. Muchas hembras que no exhiben estro conductual en una temporada
pueden parecer normales en las temporadas siguientes.
d) Estro prolongado.
La prolongación de la conducta de estro es una característica que ocasionalmente se
observa en gatas, que a mayor edad demuestran ser más fértiles y por lo demás
normales. En algunos casos, el estro se prolonga debido a que se traslapan las ondas de
los folículos en maduración y la exposición persistente a incrementos en las
concentraciones de estrógeno plasmático; Sin embargo, también se ha observado
conducta prolongada o continua de estro en hembras que tienen fases foliculares
repetidas y distintivas. Las concentraciones de estrógeno en estas gatas son imposibles
de diferenciar de las que se observan en las que exhiben los patrones repetidos de
receptividad sexual más característicos. Aún se desconoce la razón de la falta de
coordinación entre la conducta sexual y las concentraciones de estrógeno plasmático
en un porcentaje reducido en gatas.
e) Signos clínicos del estro.
Ante los ojos de propietario la hembra con conducta de estro parece una gata en
proestro. Sin embargo, se intensifica al rose, la vocalización y los giros sobre el lomo,
cuando se le acaricia el dorso y se rosa la regio de la base de la cola, la gata baja las
patas delanteras y coloca los codos sobre el suelo elevando la pelvis (lordosis) y
haciendo la cola a un lado. Permite la monta y el apareamiento por parte del macho.
Las gatas tienen estros múltiples y fases repetidas de receptividad sexual durante la
temporada de actividad ovárica. Las fases de actividad sexual se relacionan con
“oleadas” de función folicular, separadas por periodos breves de inactividad sexual o
reproductora. Se cree que los ovarios carecen de actividad hormonal durante los
periodos entre las oleadas foliculares activas. Estos periodos de inactividad son los
“intervalos o periodos ínter estro”.
a) Conducta del ínter estro.
El periodo de ínter estro de caracteriza por un regreso a la personalidad normal. Las
gatas no se aparean, no atraen a los machos y pierden los patrones de comportamiento
extremadamente afectivo que caracterizan al estro. Además, desaparece la intensidad
de roce, giros y vocalización.
1.2.5. DIESTRO
1.2.6. ANESTRO