La Carne
La Carne
La Carne
III. CONCLUSIÓN
A. SABEMOS QUE EL PECADO MORA EN NOSOTROS Y CADA DÍA DE NUESTRA VIDA TENDREMOS UNA LUCHA ENTRE
NUESTRA NATURALEZA CARNAL Y NUESTRA NATURALEZA ESPIRITUAL, PERO TENEMOS QUE TENER LA SEGURIDAD
QUE NUESTRO DIOS QUE COMENZÓ LA BUENA OBRA EN NOSOTROS LA PERFECCIONARÁ CADA DÍA HASTA QUE NOS
PRESENTEMOS DELANTE DE ÉL EN LA GLORIA ETERNA (FILIPENSES 1:6)