Los Incas y Los Antis
Los Incas y Los Antis
Los Incas y Los Antis
En este artículo se presenta un conjunto de qeros, vasos de EL CICLO NARRATIVO SOBRE LOS ANTIS Y
madera en los que aparecen escenas relacionando a los inkas
con los antis, las poblaciones del piedemonte oriental andino.
LOS INKAS EN LOS QEROS COLONIALES
Este trabajo se orienta, en una primera parte, a mostrar detalles
de los modos de construcción de las escenas grabadas en esos La fabricación de los qeros (vasos de madera decorados)
vasos. En la segunda parte se revisan diversas interpretaciones se extendió durante todo el periodo colonial, continuando
que han sido planteadas sobre esas escenas y se proponen nuevas
con una antigua tradición conocida al menos desde los
posibilidades de comprensión. En lo central, se postula que
esos qeros mostrarían aspectos de la construcción colonial de inkas, y perduró probablemente hasta inicios del siglo xix.2
nuevas narrativas y mitos que describían a los inkas como seres Aunque debieron sortear varios intentos de prohibición
de ñawpa pacha (el tiempo prehispánico), como habitantes del y destrucción, sobre todo durante el periodo del virrey
espacio de la selva (el Paititi), o que los representaban como si Francisco de Toledo (1569-1582), fueron reconocidos
fueran esos mismos antis. Estas interpretaciones enriquecen
por su belleza visual, enviados como regalos exóticos a
nuestro conocimiento acerca de las narrativas coloniales
andinas sobre el “tiempo del Inka”. los reyes de España y formaron parte del ajuar de pres-
Palabras clave: qeros, inkas, antis, narraciones visuales, tigio de las élites indígenas coloniales, tanto cuzqueñas
Colonia. como de otras regiones principalmente del sur andino,
así como de otras personas, hombres y mujeres, que las
This articles focuses on a set of wooden qero cups painted with adquirieron en señal de riqueza. Al parecer, en torno
scenes that include Incas and members of the Anti people of the
Andean lowlands. The first section of the paper offers details of how
a ellos se desarrolló un temprano mercado del que nos
the scenes on the cups are constructed. The second part analyzes han llegado informaciones aisladas3 y sabemos que en
different interpretations of the scenes that have been proposed by la ciudad de La Plata, vecina al centro minero de Potosí,
other researchers and offers a new perspective, which proposes un par de qeros pintados llegó a costar 15 reales, lo cual
that the scenes were part of series of new narratives and myths representa un alto precio para la época.4
constructed by Andean peoples during Colonial times. This new
Personajes, animales, aves y flores, además de
series positions the Inca as beings belonging to Ñawpa Pacha
(pre-Hispanic times), as inhabitants of the jungle (Paititi) or as distintos emblemas y figuras geométricas o abstrac-
members of the Anti people themselves. These interpretations tas llenaron las superficies exteriores de los qeros,
enrich our knowledge of Andean colonial narratives about “the distribuidas fundamentalmente dentro de tres ban-
time of the Inca.” das o campos horizontales. 5 Lo más destacado de
Keywords: qero cups, incas, antis, visual narratives, Co-
esta decoración se encuentra en el campo superior,
lonial Period.
donde se aprecian personajes y escenas. Algunas de
A
José Luis Martínez C., Centro de Estudios Culturales Latinoamericanos, Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad
de Chile, proyecto fondecyt 1130431, Santiago, Chile, email: [email protected]
B
Carla Díaz, Museo Chileno de Arte Precolombino, proyecto fondecyt 1130431, Santiago, Chile, email: [email protected]
C
Constanza Tocornal, proyecto fondecyt 1130431, Santiago, Chile, email: [email protected]
Recibido: abril 2015. Aceptado: septiembre 2015.
10 Boletín del Museo Chileno de Arte Precolombino, Vol. 21, No 1, 2016
Figura 3. “Cazadores” (detalle qero mi Momac 125, Museo Inka del Cuzco. Dibujo de Clara Yáñez, proyecto fondecyt 1130431).
Figure 3. “Hunters” (detail of qero mi Momac 125, Museo Inka, Cuzco, Peru. Drawing by Clara Yañez, fondecyt project 1130431).
tanto que el ritual de sentarse en la tiana y estar en imágenes, ya habían pasado muchas décadas desde la
reposo representaba simbólicamente el segundo. En las invasión europea a los Andes, y para los especialistas
secuencias de batalla de los qeros, los inkas aparecen que los hicieron, nacidos en la colonialidad, se trataba de
de pie, en movimiento, sobre un torreón que represen- relatos sobre otros tiempos que no conocieron. Como lo
taba a la ciudad del Cuzco o aparecen en la cima de señaló Cummins (1993), se trata de imágenes que debieron
una pirámide escalonada o ushnu, una construcción ser “negociadas”, que debieron adquirir nuevos sentidos
vinculada a los rituales del inka. La misma posición o a pesar de que aparentemente los referentes siguieran
actitud que aparece en las láminas de Guaman Poma siendo los mismos. Lo que nos llega, entonces, a través
y de Murúa, para mostrar a los inkas cuando iban de las imágenes puestas en esos qeros es el resultado de
a la guerra o estaban en un momento de cambio de procesos surgidos de las nuevas necesidades comuni-
una época o pachakuti (Guaman Poma 1616, f. 333). cativas y de memoria visual, que buscaban transmitir
Desde ahí, en esa posición en altura, con su honda para nuevas audiencias esos relatos. Para nosotros,
destruyen a sus enemigos o a las otras humanidades este tipo de procesos y de procedimientos de nuevas
que aparecen invariablemente en una posición inferior construcciones visuales se produjo como parte de la
en las escenas. En las secuencias de presentación de construcción de nuevos horizontes de comprensión y
prisioneros, en cambio, el inka aparece sentado en una de comunidades de sentido capaces de significar con
tiana. Está en actitud de reposo, receptiva, al punto esas imágenes. Es lo que denominamos una semiosis
de recibir una presentación de flores que le hace una colonial, un vasto proceso de resignificación, de crea-
quya o la de un prisionero anti que es conducido por ción de nuevas maneras de decir y de hacer circular las
un soldado cuzqueño. narrativas andinas que permitieron a las nuevas socie-
Así, en una primera aproximación y en uno de dades indígenas coloniales construir una comprensión
sus varios posibles planos de significación, esos relatos de lo colonial desde un punto de enunciación propio.
visuales andinos se basaron no en la secuencia histórica Ya fuera para memorizar el pasado “del Inka” o hablar
que debería ser narrada sucesivamente, según los cáno- del presente “indio”. Permeada de contemporaneidad
nes historiográficos europeos, sino en una estructura colonial, es cierto, pero también construida desde
significante que daba cuenta de los momentos de cambio prácticas, soportes, lógicas y maneras de decir propias.
y ordenamiento del mundo andino, del Tawantinsuyu, Fue en este contexto, proponemos, que se elaboraron
por parte de los inkas. Proponemos, así, denominar esas tradiciones iconográficas que permitieron la com-
a ambas secuencias con las categorías destrucción y prensión y significación de las narrativas visuales. Pero
ordenamiento, más próximas a los conceptos andinos.20 ¿cómo funcionaban?
En un trabajo dedicado a estudiar los relatos visuales Como en cualquier narrativa, sea oral o no, los ciclos de
sobre la guerra entre los inkas y los chankas, otro grupo relatos requieren de la construcción de determinadas
rival, Ramos (2002) se preguntaba acerca de cómo hacer figuras narrativas (los personajes), que tienen caracterís-
identificables a los personajes de estos relatos visuales ticas determinadas; rasgos que permiten identificarlos, o
ante una audiencia que podía ser bastante amplia, ya que realizan acciones propias de su condición. En el repertorio
sabemos que los qeros circularon por diversos lugares. de figuras narrativas de este ciclo –correspondiente a
El mismo autor sugiere la existencia de “tradiciones ñawpa pacha– identificamos varias.
iconográficas” (2002: 872) que habrían servido para Por una parte, el grupo cuzqueño. Su configura-
representarlos (y, agregamos nosotros, también a otros, ción visual incluye más integrantes que los personajes
como los antis). Se trata de tradiciones coloniales que humanos. Se trata de un conjunto más complejo que
fueron elaboradas bajo condición colonial. La condición incluye también objetos culturales, aves y plantas. En
colonial de los qeros que estamos analizando aquí es este conjunto se distinguen varios personajes, lo que
evidente, y lo es también el tipo de relatos que se repre- da una impresión de lo colectivo, de una determinada
sentaron en sus superficies. Cuando se confeccionaron diversidad social: los inkas o autoridades; los soldados;
los qeros de los siglos xvii y xviii que contienen esas las quyas; y los sirvientes.
14 Boletín del Museo Chileno de Arte Precolombino, Vol. 21, No 1, 2016
Figura 5. “Autoridades” (qero plancha 44c, actualmente desaparecido. En Posnansky 1945). Figure 5. “Authorities” (qero, plate 44c,
current whereabouts unknown. In Posnansky 1945).
aparezca a sus espaldas un sirviente, que puede ser un que está sentado en una tiana y hacia quien extiende los
anti o un jorobado, que sostiene el quitasol de plumas brazos, ofreciéndole una larga rama con dos flores en
o achiwa que era también distintivo de su dignidad. Los su extremo, probablemente una kantuta. Siguiendo las
sirvientes, los soldados u otras autoridades menores, en ilustraciones de la crónica de Martín de Murúa y las de
cambio, aparecen siempre de pie y pueden ir descalzos Guaman Poma, ambas contemporáneas a la elaboración
y sus trajes presentan menos decoraciones o insignias. de muchos de estos qeros, la posición arrodillada era
Por otra parte, en las secuencias en las cuales hay en- una de las más frecuentemente usadas por hombres y
frentamientos con los antis, los cusqueños aparecen mujeres para hacer ofrendas y libaciones rituales ante
a la derecha iconográfica (es decir, a la izquierda del una divinidad (Murúa 2004 [1590]: f. 36v).
observador), la mitad simbólica que, de acuerdo con Otro rasgo significante que nos parece importante
las fuentes coloniales, significaba también a Hanan, la son las flores que ella ofrece. Sin perjuicio de que también
mitad superior. el inka puede aparecer con flores cerca de su cuerpo, es esa
A los soldados cuzqueños frecuentemente también quya la que pareciera remarcar el principio de fertilidad
los rodean flores de ñucchu, y bajo sus pies tienen flores asociado en el pensamiento andino a lo femenino. Se
como la chiwanway. Siempre cercana a los personajes trataría de una modulación visual específica: “quya con
o dibujada en los unkus, el ñucchu es una flor que, flores”, la que contribuye a la significación general que se
al menos en la iconografía de los qeros y de alguna construye en estas escenas sobre la autoridad andina.22
pintura colonial, aparece vinculada únicamente a los En esta construcción visual de la pareja inka-quya, las
contextos inkaicos o cuzqueños. Y la chiwanway es plumas del quitasol que porta el sirviente y las flores que
una flor cuyo uso también parece haber sido exclusivo ella ofrece, que se ubican ambas en un campo semántico
de las élites cuzqueñas, según Garcilaso (1991 [1609]: vinculado a la fertilidad, a lo que surge o brota, contri-
385). Podría postularse que se trata de significantes buyen también a mostrar visualmente una concepción
que contextualizan, que evitan la ambigüedad del andina de las autoridades. Es decir, construyen una
significado para poblaciones no familiarizadas: “estos categoría que puede o no coincidir con un personaje
de aquí son los cuzqueños”. determinado, el que está presentado visualmente a partir
Las aves que acompañan a los combatientes, llevan de las categorías andinas de los atributos y características
hondas en sus picos; es decir, comparten el mismo tipo simbólicas de las autoridades andinas.
de arma y, por lo tanto, la misma identificación cultural. Los sirvientes, finalmente, son uno o dos personajes
En un trabajo anterior ahondamos más en ello (Martínez que aparecen únicamente en las escenas de presentación
et al. 2014). Sin embargo, la característica que quere- de prisioneros. La figura más frecuente es la de un per-
mos destacar ahora es que, en los casos que pudimos sonaje ubicado a espaldas del inka sentado, que sostiene
advertirlo, los colores de sus plumas coinciden con los un quitasol de plumas, el achiwa. En ocasiones, en las
de los trajes inkaicos. cuales se omite la presentación de prisioneros antis y
La quya es el único personaje femenino que aparece se muestra solamente a la quya entregándole las flores
en este conjunto de relatos visuales y lo hace solamente al inka, ella puede también tener un sirviente a sus
en las escenas de la secuencia de presentación de flores espaldas, que sostiene igualmente un quitasol. Lo que
y/o prisioneros que corresponde, como hemos dicho, nos parece más interesante del personaje es su caracte-
al momento de instaurar un nuevo orden o de realizar rización: puede ser un anti, a todas luces ya integrado
los rituales orientados a mantener o conservar el orden al cosmos inkaico, o un jorobado (k’umu). En algunos
cósmico y social. En la sutil construcción de significantes vasos, ambos sirvientes son antis o jorobados; pero en
visuales, este personaje aparece vestido con un aqsu, la otros, son un jorobado y un anti. En estos casos, el anti
larga tela que enrollaba el cuerpo femenino; una llijlla o siempre está asociado al inka, en tanto que el jorobado
mantilla sobre los hombros y en la cabeza luce un paño aparece detrás de la quya.
doblado o ñañaca, que la distingue de los personajes Los jorobados son personajes que, iconográfica-
femeninos que aparecen en otros relatos de los qeros, mente, aparecen vinculados a los retratos que algunas
en los cuales las mujeres que no pertenecían a la élite mujeres de la élite cuzqueña mandaron a hacer entre
aparecen con la cabeza descubierta. Lo que más resalta los siglos xvii y xviii (Rowe 2003: 302-305) y acompa-
de ella es su posición corporal, de rodillas frente al inka ñan también a las imágenes de las quyas Mama Waqo
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Figura 9. “Enfrentamiento inkas-antis” (qero nmai 217.455, National Museum of American Indian, Washington, dc. Fotografía de
Ernest Amoroso, cortesía nmai). Figure 9. “Inca-Anti confrontation” (qero nmai 217.455, National Museum of the American Indian,
Washington, dc. Photo by Ernest Amoroso, courtesy of nmai).
Los prisioneros antis, por su parte, conducidos más evidente si consideramos que en la configuración
siempre por un soldado cuzqueño, van desarmados y visual del prisionero anti llevado por un cuzqueño aparece
amarrados por una soga que, la mayoría de las veces, entre ellos una planta de gran tamaño (fig. 10). Podría
va atada al cuello y manos del vencido. Se trata de una mostrar cómo la conquista no solo es sobre poblaciones
convención iconográfica que también usó Guaman humanas, sino que incluye elementos culturales, simbó-
Poma para mostrar a prisioneros derrotados, como en licos o productivos capturados que vienen a enriquecer
las láminas sobre Wasqar Inka y Thupaq Amaru Inka el cosmos del Tawantinsuyu.
(1616: f.115, 449). Visualmente hemos identificado dos
modos de mostrar en los qeros las victorias cuzqueñas Articulaciones de una sintaxis visual
sobre sus enemigos: el prisionero que es conducido
atado con una soga, y el enemigo que es decapitado y Intentando sistematizar nuestro análisis, se podría pos-
pisado. Los testimonios de la ejecución de fray Diego tular que estas narraciones visuales estaban organizadas,
Ortiz en Vilcabamba en 1571 permiten suponer que al menos, en tres niveles de significación. Un primer
no se trataba de modos excluyentes, ya que, acusado de nivel, compuesto por la totalidad de cada escena, donde
haber asesinado al inka Titu Cusi Yupanqui, “le ataron destaca la construcción de los espacios culturales y las
una guasca al pescuezo” antes de decapitarlo y enterrarlo posiciones simbólicas ocupadas por ambos grupos. Un
boca abajo (Bauer et al. 2014: 64). Estos modos aparecen segundo nivel, conformado por pequeños conjuntos
en los qeros, en las láminas de los códices de Guaman significantes (inka-quya, por ejemplo) que articula va-
Poma y Murúa y en diversas pinturas coloniales. Hasta rios personajes y elementos. Y un tercero, en el que se
ahora, en nuestra muestra, el primer modo se representó aprecian unidades significantes menores que permitían
solo para los antis, en tanto que el segundo aparece en modular los significados de cada escena.
relatos visuales de la guerra contra los chankas y entre La construcción de los espacios culturales y las
inkas (probablemente entre Atawallpa y Wasqar Inka). posiciones simbólicas es lo primero que resalta en estos
Ya hemos observado que la construcción visual relatos y ha sido destacado por varios autores (Cum-
sobre los personajes narrativos sigue lógicas distintas a mins 2004: 360-361; Martin 2014). Aun estando en un
las de las crónicas; además, presenta formas culturales paraje general que remite a los espacios selváticos, los
de representar la victoria sobre el otro, lo que podría ser cuzqueños aparecen vinculados a obras de arquitectura
18 Boletín del Museo Chileno de Arte Precolombino, Vol. 21, No 1, 2016
Figura 10. “Presentación prisionero” (qero mi Momac 164, Museo Inka del Cuzco. Dibujo de Clara Yáñez, proyecto fondecyt 1130431).
Figure 10. “Presentation of prisoners” (qero mi Momac 164, Museo Inka, Cuzco, Peru. Drawing by Clara Yañez, fondecyt project 1130431).
ritual y militar, a diferencia de los antis que aparecen ver fig. 5) aparecen un inka y un jefe anti, llevados en
siempre en medio de los árboles, en un ambiente de andas a hombros de respectivos portadores. Ambas
animales salvajes y hierbas (no cultivos). Recordemos, autoridades se dan la espalda. Se trata de una secuencia
además, que en las secuencias de batalla/destrucción y autónoma, diferente de las otras dos presentes en la
de autoridades, los cuzqueños ocupan la posición hanan, misma escena. En una, hay un enfrentamiento entre un
en tanto que los antis lo hacen en urin. En las secuencias anti y un cuzqueño, y en otra, el cuzqueño lleva vencido
de presentación/ordenamiento en cambio, son la figura a un anti. ¿Qué hacen esas autoridades en andas? ¿Qué
del inka y la quya las que ocupan la derecha y la pareja significan? Creemos que una posible respuesta está en
cuzqueño-anti vencido se desplaza hacia la izquierda. qeros que muestran otro tema, el encuentro en el nudo
Esta es la única oportunidad en la que un cuzqueño apa- de Vilcanota u otro lugar semejante en la puna andina,
rece ocupando ese espacio simbólico. Estas oposiciones entre el Inka y el señor de los qollas, un poderoso se-
desaparecen en los motivos guerreros, cazadores y aldeas, ñorío del borde del lago Titikaka. En las escenas de este
en las que aparecen únicamente los antis. tema, ambos personajes se miran uno al otro, sentados
En cuanto a los pequeños conjuntos significantes, respectivamente en una tiana y una piedra, ofreciéndose
ya hemos mencionado algunos de ellos. El conjunto de beber en sendos qeros. Los asientos y la actitud de
“inka-quya-sirvientes” o el trío formado por “cuzqueño- reposo de ambos señalan que se trata de un momento
planta-anti vencido” sirven de ejemplo. Pero hay otros, no bélico, sino de negociación, de introducción de un
como la construcción visual del enfrentamiento, en que nuevo orden o del mantenimiento de este. Aquí aparece,
los contrarios pueden estar mediados por alguna planta entonces, el contraste. En la escena de las autoridades
o árbol (fig. 11). ¿Se trataba de una mediación? ¿De inka y anti no hay encuentro; sus posiciones físicas
una manera de entender o expresar determinado tipo evidencian precisamente lo contrario, no hay aquí un
de conflictos o enfrentamientos? Aún no lo sabemos. brindis ritual con qeros. De modo que las gestualidades
En el tercer nivel encontramos otro tipo de com- de los personajes, mirándose y brindando o dándose
binaciones posibles, que se pueden ejemplificar con el la espalda y sin rituales de reciprocidad, sirven para
motivo autoridades. En el vaso de la Isla del Sol (lago construir otro nivel de la significación general de estos
Titikaka) publicada por Posnansky (1945, plancha 44c., relatos visuales.
Variaciones coloniales de un relato andino visual / José L. Martínez et al. 19
Figura 11. “Enfrentamiento/mediación” (qero munarq 1009-cfd 15777, Museo Nacional de Arqueología, La Paz. Dibujo de Clara Yáñez,
proyecto fondecyt 1130431). Figure 11. “Confrontation/mediation” (qero munarq 1009-cfd 15777, Museo Nacional de Arqueología,
La Paz. Drawing by Clara Yáñez fondecyt project 1130431).
Figura 13. “Antis cazando en la selva” (qero nmai 92.569, National Museum of American Indian, Washington, dc. Fotografía de Ernest
Amoroso, cortesía nmai). Figure 13. “Antis haunting in the jungle” (qero nmai 92.569, National Museum of the American Indian, Was-
hington, dc. Photo by Ernest Amoroso, courtesy of nmai).
con moteado de felino y luce un pectoral con la imagen amnh que en su parte frontal muestra una delicada
del sol; el de la izquierda tiene un unku decorado con labor con toqapus y en la espalda tiene decoración de
toqapus y flores de ñucchu, pero su pectoral es la cabeza piel de felino; y a una tiana que, como las de los qeros,
de un uturunqu. Comparten así, de manera intercam- tiene características felínicas. Sin embargo, ¿por qué esta
biada, emblemas y trajes inkas y antis. Y en el qero nmai dualidad aparece expresada así solo en algunos vasos
92569 se repite la idea de emblemas combinados: en un y no en todos ellos?, ¿y por qué se usa en otros temas,
ambiente de selva, en el que aparecen cazadores antis además de los relacionados con los antis?, ¿qué otras
capturando a monos subidos a los troncos de varios posibles significaciones podemos encontrar?
árboles, hay gruesas serpientes amarus que atraviesan
verticalmente todo el vaso. Sus cabezas quedan ubicadas Los inkas en la selva, o el Paititi
en la parte superior del vaso, en una estrecha banda
donde alternan con mascapaichas inkas y cabezas de Como lo señalamos inicialmente, nuestro foco de
felino (fig. 13). Forman una serie heráldica cuzqueña análisis estuvo en los relatos ubicados temporalmente
que pareciera “surgir” desde un mundo anti. Como se en lo que, para la experiencia colonial andina, ya per-
ve, la significación en estos casos pareciera exceder la tenecía al pasado, a ñawpa pacha, un tiempo antiguo.
de la narrativa visual centrada en los antis. Ese tiempo correspondía a lo que en los documentos
Basándose en la sintaxis espacial de ambos se denominaba como el “tiempo del Inka”. Aquí caben
grupos en los qeros, a la que ya nos referimos, Cum- algunas reflexiones. Si para los europeos el tiempo del
mins planteó que ella era una expresión metafórica Inka era a la vez un pasado sin retorno y una fuente de
de la relación hanan-urin, de la dualidad simbólica informaciones para reconocer o negar la legitimidad
andina que requería de ambas partes para conformar de algunas reivindicaciones andinas, para los andinos
la unidad. Siguiendo esa línea de pensamiento, este parece haber sido un concepto bastante más complejo.
autor planteó que las vestimentas inka/antis del vaso Por una parte, porque aunque en lo formal el tiempo
del amnh estarían representando las dos mitades de del Inka implicó la construcción social de una nueva
la sociedad andina. Su análisis (Cummins 2004: 436- memoria sobre el Tawantinsuyu y los inkas, poner a
445) se extiende a varios unkus coloniales que tenían los inkas como parte de una humanidad de ese pasado
ambos tipos de decoración, como la pieza b 1500 del requirió de varios procesos de resignificación. Como con
22 Boletín del Museo Chileno de Arte Precolombino, Vol. 21, No 1, 2016
otras humanidades y sociedades anteriores, derrotadas de ríos. Es decir, está en la selva. ¿Qué hace allí? En el
por los mismos inkas, esa misma condición las convirtió cofre de Charazani (ver nota 14) se repite la misma idea.
en gentes de un pasado distinto del presente colonial; la Entre otras varias escenas, hay dos que son significativas
linealidad del tiempo cristiano-europeo no tiene cabida para nuestra indagatoria. En ambas aparece un inka,
aquí. No hay continuidad entre pasado y presente en el con unku decorado con toqapus y mascapaicha, acom-
concepto de pacha; ni un evento sucede a otro. Ambos pañado de otro personaje que ha sido sugerido como
pachas coexisten, porque el pasado simplemente se ha un señor local (Gisbert et al. 2006: 145). En una de esas
desplazado desde el centro hacia una periferia; lo que escenas, aparece también una quya, como la de los qeros
los hace diferentes es que ocupan un tiempo/espacio ya mencionados. No hay enfrentamiento con antis, y
distinto. Y no hay continuidad porque ese ñawpa pacha el señor local no viste como ellos. Ni los inkas tienen
no desaparece.25 Hay otro rasgo del concepto de pacha elementos antis. Sencillamente, todos están en la selva.
que debemos destacar: también coexisten Hanan Cuzco,
entendido como el presente, y Urin Cuzco, como lo ¿Un nuevo mito colonial?: Los inkas como antis
pasado26. Las humanidades desplazadas siempre pueden
volver, el pasado puede hacerse nuevamente presente. De Flores Ochoa et al. (1998: 200) relatan que un quechua
allí los muchos rituales prehispánicos y contemporáneos de la nación q’ero (en las cercanías del Cuzco) identificó
dedicados a evitar que eso ocurra (Bouysse-Cassagne en algunos qeros prehispánicos las representaciones de
& Harris 1987). Ubicados en ñawpa pacha, los inkas plumas de los tocados antis. Señalan los autores que
siempre podrían volver, como bien lo sabemos por “asoció las plumas con los chunchos de prestigio, los
tantos mitos contemporáneos, como los de Inkarrí27 o conocidos como inka chunchu, que son los mismos
el Paititi (Allen 2002). que aparecen en mantas, ponchos, bolsas para coca y
De este modo, las narrativas andinas coloniales otros tejidos”. Efectivamente, los q’ero, que se reconocen
sobre el tiempo del Inka conllevaron también la posi- a sí mismos como descendientes de los inkas (Flores
bilidad de ubicar a los inkas en ñawpa pacha y, por esa Ochoa et. al 1998: 198), muestran en sus textiles moti-
vía, en uno de los espacios que más apropiadamente lo vos conocidos como “ñawpa Inca”, “ñawpa ch’unchu”,
simbolizaba: la selva. Es lo que muchos relatos contem- “ch’unchu simicha” y “ch’unchu inti pupu” (Silvermann
poráneos señalan. Para diferentes poblaciones andinas 1983). Varios de estos motivos guardan relación con
actuales, los inkas viven aún en un espacio mítico, más diferentes etapas del regreso de Inkarrí, en concreto
o menos impreciso: el Paititi (Flores Ochoa et al. 1998: con el resurgimiento de su cabeza. Lo interesante de
198, Allen 2002). Ubicado en la selva, el territorio de esto es que la cabeza de Inkarrí es llamada ch’unchu
los antis, muchos exploradores europeos intentaron o chuncho, uno de los nombres que recibían los antis.
encontrar la mítica ciudad (Gisbert et al. 2006: 140), Tal parece, entonces, que en algún momento empezó
pero se dice que solo la gente pura de alma, los indios, a desarrollarse un nuevo mito, colonial, en el que los
pueden encontrarlo. inkas aparecen representados como habitantes de las
Mostrándole qeros coloniales a habitantes actuales tierras bajas, como antis.
de la comunidad de Sonqo, en Cuzco, Allen (2002) quedó
sorprendida por la contundencia de las respuestas que
recibió: las imágenes de unos arco iris surgiendo de las CONCLUSIONES
cabezas o bocas de felinos eran la representación de las
puertas de la ciudad de Paititi, el lugar donde moran los En los relatos visuales sobre los inkas y los antis hemos
inkas esperando regresar. podido advertir tres tipos de variantes narrativas que se
Es posible que algunos qeros del estilo Charazani cruzan y entrecruzan: una, acerca del tiempo del Inka;
reafirmen esta posibilidad. En los ejemplares unsa1007- otra, acerca de los inkas en el espacio de la selva, como
64 Yábar y mnaah 68 aparece un personaje femenino, parte del espacio de los antis, desde el cual siempre se
vestido como una quya tal como la hemos descrito ante- puede volver; y una tercera, que propone que los antis
riormente; lo singular es que ella está sola, rodeada por sean inkas o los inkas antis. Los qeros muestran que no
palmeras, monos, aves tropicales y enormes serpientes; se trataba de relatos mutuamente excluyentes; muy por
a veces con bandas de peces que sugieren la presencia el contrario, es posible que en ciertos contextos y frente
Variaciones coloniales de un relato andino visual / José L. Martínez et al. 23
a determinadas audiencias, se actualizara o pusiera de nuevos modos de narrar (como poner a los inkas como
relieve una u otra de estas variantes, y que todas se ali- parte del pasado), o recogiendo el surgimiento de nuevos
mentaran mutuamente de detalles y unidades narrativas mitos (los inkas y el Paititi, o los inkas como antis).
de un relato mayor, el cual fue enunciado a través de
diversos soportes, visuales y orales, pero también de bailes RECONOCIMIENTOS En primer lugar, a las y los directoras(es)
y al personal de los varios museos que nos facilitaron el acceso
y músicas y de diseños textiles, todo ello simultáneamente.
generoso a sus colecciones. En Perú: al Museo Nacional de Arqueo-
De modo que podemos concluir que las narrativas acerca logía, Antropología e Historia (mnaah); Museo Larco (ml); Museo
de esas poblaciones y sus espacios fueron manifestadas Inka de la Universidad Nacional San Antonio Abad (mi) y Museo
por medio de distintos tipos de soportes, asegurando Arqueológico de la Universidad Nacional San Agustín de Arequipa
(unsa). En Chile, al Museo Chileno de Arte Precolombino (mchap).
así su reproducción y circulación social.
En Bolivia, al Museo de Metales Preciosos (mmp); Museo Nacional
Queda asimismo en evidencia que las escenas que de Arqueología (munarq); Museo de Etnografía y Folcklore (mu-
acabamos de analizar y discutir deben ser entendidas sef). En Estados Unidos, al National Museum of American Indian
como textos visuales, que enunciaban narrativas cuidado- (nmai), American Museum of Natural History (amnh) y Brooklyn
Museum of Arts (bma). En España, al Museo de América (mam). En
samente elaboradas, con varios niveles de significación.
Alemania, al Ethnologisches Museum (em) y Museum der Institut
Se trataba de textos basados en códigos andinos. Son für Archäologie und Kulturanthropologie de la Universidad de
prueba de ello la manera de representar la derrota, por Bonn (iak). En Francia, al Musée du Quai Branly (mqb). Igualmente
medio de la imagen de la soga al cuello, las manos atadas debemos agradecer a todos nuestros y nuestras colegas del equipo
del proyecto fondecyt 1130431, por su paciencia, opiniones y
y los prisioneros descalzos, que aparece igualmente en
correcciones siempre sugerentes.
las imágenes de Guaman Poma y que es posible rastrear
incluso hasta la cerámica moche; y el ordenamiento de
los grupos: en hanan los cuzqueños, en urin los antis. NOTAS
Y hemos mencionado varios otros ejemplos a lo largo
del trabajo. Se trataría, entonces, de textos que estaban 1
Este trabajo es resultado del proyecto fondecyt 1130431.
orientados hacia varias audiencias. Si bien es cierto que 2
Sobre las representaciones figurativas en la cerámica, los qe-
circularon en contextos coloniales y que fueron vistos ros y otros soportes andinos durante el Tawantinsuyu, véanse los
trabajos de Bray (2000), Cummins (2007), Barraza (2012) y Artzi
también por los europeos, nos parece que por los sig-
(2015), entre otros.
nificantes usados, por las categorías puestas en juego y 3
En 1549, los mallkus de Atico y Caravelí, en Arequipa, declara-
por su diálogo con otros qeros que portaban temáticas ban entregar 600 mates pintados a su encomendero, aparentemente
distintas a estas, sus audiencias eran principalmente para su venta (Galdós 1977).
4
Archivo Nacional de Bolivia, ep117, f. 65r. 15 reales son casi dos
andinas. Su carácter de textos visuales queda expresado
pesos ensayados de la época (cada peso equivalía a 8 reales). Si consi-
asimismo en que con los mismos significantes era posible deramos que el tributo anual de un hombre adulto por esos mismos
elaborar distintas sintaxis y modular o destacar sentidos años en la misma ciudad de La Plata era de siete pesos ensayados en-
específicos en uno u otro texto visual. tonces pareciera que su precio era bastante elevado (Vázquez de Espi-
noza 1969 [1630]: 473).
Por último, debemos destacar el proceso que hemos 5
Es fundamentalmente a partir del siglo xvii que esta estructura
denominado de semiosis colonial. Como lo dijimos ini- de tres campos horizontales se estabiliza (Martínez et al. 2015).
cialmente, son textos y narrativas que fueron elaboradas 6
Ñawpa, tiene entre otras acepciones, la de ser lo primero y,
en la Colonia, por sujetos colonizados y que atendían por extensión, lo antiguo y los antepasados (González Holguín
1989[1608]: 259). En nuestra muestra, el 76,1% de los vasos tienen
a sus propias dinámicas sociales y políticas. No deja
escenas correspondientes a ñawpa pacha.
de sorprendernos el proceso de construcción de esas 7
Kay, “esto o este”, con sentido de presencialidad (González
imágenes, de elaboración de nuevas tradiciones visuales Holguín 1989 [1608]: 52). Pacha, el concepto quechua para “tiem-
y que estas pudieran circular por distintos lugares de po” significa también “espacio”. Así, los lugares tienen tiempo y el
tiempo tiene localizaciones concretas (véase Bouysse-Cassagne &
los Andes, siendo reconocidas y comprendidas por co-
Harris 1987). En nuestra muestra, un 23,9% de los vasos muestran
munidades diferentes. Todo ello parece haber requerido escenas de este pacha.
de poderosos procesos de construcción, apropiación y 8
Los distintos pachas se reconocen por el tipo de ropa que vis-
resignificación; de elaborar una narrativa figurativa que ten los personajes y por algunas asociaciones (presencia/ausencia de
animales europeos, por ejemplo) que contextualizan a los relatos vi-
hasta ese entonces había circulado en alguna cerámica y
suales.
en ciertos paneles de arte rupestre y, que colonialmente 9
Aunque la elaboración de vasos y otros recipientes con repre-
se desplazó hacia los qeros de madera, incorporando sentación cefalomorfa, ya sean humanos o animales, es muy anterior
24 Boletín del Museo Chileno de Arte Precolombino, Vol. 21, No 1, 2016
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