ORACIÓN AL SEÑOR DE LOCUMBA
¡Jesucristo Redentor del hombre! que eres para nosotros el Señor de Locumba: acudimos a
ti porque te reconocemos que eres nuestro Dios y Señor, el Rostro Misericordioso del Padre.
Tú nos has dicho: “Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados y yo los aliviaré”.
En estos momentos dramáticos que estamos viviendo, venimos a ti diciendo lo mismo que
Pedro te dijo: “¿Señor a quién vamos a ir?, si tú tienes palabras de vida eterna” Sólo Tú,
Señor, nos puedes salvar de perecer y de hundirnos en la desesperanza y en el dolor que
nos produce esta tragedia sanitaria que, en el mundo ha cobrado incontables vidas
humanas y en nuestro país miles y miles de hermanos fallecidos.
El dolor nos abruma, la pena nos acongoja, el miedo quiere hacer presa de nosotros, la
esperanza se desvanece al confirmar que el contagio es cada día mayor, todos los enfermos
no pueden ser atendidos en los hospitales, las carencias de atención sanitaria son cada vez
más dramática. Vivimos tiempos muy difíciles que amargan la existencia, Señor Jesús de
Locumba.
Es por ello, que acudimos a ti porque nos enseñaste a pedir con confianza de hijos:
“Busquen y hallarán, toquen y se les abrirá, pidan y se les dará”, eso es lo que hacemos
ahora, seguir tus enseñanzas y por eso es que te decimos con toda la fuerza que nos da la
fe:
Señor de Locumba te pedimos que pongas fin a esta pandemia.
Te pedimos por nuestros hermanos enfermos para que recuperen la salud y se reincorporen
a sus familias.
Te pedimos por nuestros hermanos que han fallecido a causa del Covid 19 y por todos los
difuntos; Señor consuela a los familiares que lloran la muerte de los suyos.
Te pedimos por el personal sanitarios que se debate en esta dura guerra sin cuartel contra el
virus que nos amenaza.
Te pedimos por nuestras autoridades, ilumínalas, Señor, y dales tu sabiduría para que sepan
tomar las mejores decisiones en favor de la sociedad.
Te pedimos por los que se han quedado sin trabajo, por los nuevos pobres que vienen a
sumar la sociedad de desheredados y pobres que no tienen nada y lo han perdido todo, solo
te tienen a ti Señor.
Te pedimos por nuestros abuelos, por las familias, por los jóvenes y niños. por todos
aquellos que la pandemia los ha separado de su familia, y tienen meses que no ven a sus
hijos, o a sus padres.
te pedimos, Señor, por el personal que defiende y protege la sociedad: los miembros de la
policía, del ejército, etc. Te pedimos por todos ellos y por sus familias.
Te pedimos que protejas a tu iglesia esparcida en el mundo, especialmente a nuestra Iglesia
de Tacna y Moquegua: protégenos, Señor, protege a los sacerdotes, religiosos y religiosas,
seminaristas, laicos consagrados, a todos los miembros de las comunidades parroquiales.
Danos Señor fortaleza para animar a nuestros hermanos.
Danos comprensión y ardiente caridad para sostener al que flaquea. ¡No nos dejes Señor en
desamparo! Que nadie piense que tú te has ido y nos has dejado solos. ¡No! No estamos
solos, Tú no te has ido y nos has dejado en la barca para que zozobre, a merced de las olas
de la desgracia.
Acudimos a ti con la confianza de hijos y para mayor insistencia en nuestra súplica,
ponemos como intercesora a tu Madre que también es nuestra madre: María refugio de los
pecadores, Consoladora de los afligidos, Salud de los enfermos, Madre de misericordia,
Esperanza nuestra, reafirma nuestro caminar, en otras palabras, camina con nosotros.
Confiamos en ti y estamos seguros que intercederás y harás grata a los ojos de tu Hijo esta
oración que le hemos presentado.
Señor de Locumba, Señor de los Pies Quemados: escucha nuestra oración. Amén.
