Percepciones Sociales Sobre El Flamenco Entre El Alumnado de Conservatorio
Percepciones Sociales Sobre El Flamenco Entre El Alumnado de Conservatorio
Percepciones Sociales Sobre El Flamenco Entre El Alumnado de Conservatorio
2. Objetivos.
3. Metodología.
Además, para descubrir el tema que aquí nos ocupa (las percepciones sociológicas
del flamenco entre el alumnado de enseñanzas artísticas), realizaremos un formulario
google a través de la plataforma google forms. Una vez tengamos las respuestas
necesarias para obtener una muestra representativa, pasaremos a analizar los datos
obtenidos. De este modo, llegaremos a discernir algunas cuestiones concluyentes y
necesarias para nuestro trabajo, que nos den una idea general con respecto al
pensamiento de los jóvenes estudiantes de música académica.
Tras el auge del arte popular, y el fácil acceso a la cultura, el público que consume
música es cada vez más variado. A lo largo de este capítulo, dirimiremos qué tipo de
música consumen los alumnos de enseñanzas artísticas, así como qué opinión les
merece el género flamenco. Para ello, comencemos haciendo una pequeña distinción
entre los modelos de públicos que conviven en la cultura actual
Tal y como hemos estudiado en los apuntes del tema 3, el auge del arte popular
fomentado en el s. XVIII, devendrá en lo que popularmente conocemos como “cultura
o arte de masas”. Este objeto artístico, ha derivado en un bien de consumo caduco y
que encuentra representación en la industria musical. Es importante entender el
término “masa” acuñado por el sociólogo francés Gustav Le Bon “Una agrupación
humana pensante con los rasgos de pérdida de control racional, mayor
sugestionabilidad, contagio emocional, imitación, sentimiento de omnipotencia y
anonimato para el individuo”.1 Habiendo entendido esto, es sencillo discernir a dos
tipos de públicos: el público de masas (consume música perecedera, que se encuentra
de moda en ese momento, con un gran número de seguidores) y el público de otros
movimientos más pequeños (podríamos hacer referencia a los consumidores de
música culta, a los de estilos underground, a los seguidores del flamenco…).
Por otra parte, encontramos otro tipo de público, mucho menos abundante y más
selectivo. En este, hallamos a los consumidores de música culta o música académica,
a los que prefieren la música underground (concepto en el que incidiremos más
adelante) y por supuesto, a los adeptos del género flamenco.
Son solo 5 los centros que ofertan la enseñanza del flamenco en conservatorios
superiores: Córdoba, Barcelona (ESMUC, Liceu y Taller de Músics) y Murcia (sin contar
la enseñanza del baile). 3 Aquí, se imparten las especialidades de interpretación e
investigación en el flamenco, siendo nuestro máster uno de los encargados en dichas
enseñanzas.
Sin embargo, resulta llamativo que sólo sean 5 los centros que ofrecen esta enseñanza,
dada la importancia del género flamenco para el patrimonio cultural de nuestro país.
Probáblemente estos datos tengan que ver con la novedad y la irrupción de estudios
musicales diversos más allá de la música académica, lo cual arroja luz y futuro al
flamenco como género, asegurando así nuevos músicos e investigadores.
Los planes de estudio y guías didácticas son diversos en función del centro que nos
ocupe, aunque todas comparten unas bases claras en los créditos: historia del flamenco,
interpretación, agrupación, improvisación… No distan tanto estas materias de las
2
Robert E. Park, “La masa y el público, una investigación metodológica y sociológica”, REIS N 74.
Abril-Junio 1996
3 Antonio Narejos, “La enseñanza del flamenco en los conservatorios”, Melómanos, 22/05/2020
estudiadas en la música académica, salvando las distancias estilísticas que separan a
ambos.
Desde el punto de vista sociológico, podemos entender el estudio del flamenco de dos
maneras según la versión histórica. En primer lugar, el estudio e interpretación del género
que nace a principios del s. XIX, rodeado de un entorno social colmado de marginalidad.
Esta primera fase, dista mucho de la academización. Los flamencos de esta época
histórica basaban su estudio en las versiones personales de artistas y aficionados, y
cantaban en colmaos, tabernas, cafés cantantes y posteriormente, tablaos. Esto da a
entender como el arte se contemplaba como un valor de uso, entorno a los ideales
primigenios del género, pero también como una necesidad de vivir. Es evidente que los
artistas que practicaban el género en sus inicios, lo respetaban y mimaban, pero
necesitaban comer y vivir de ello.
Por otra parte, la visión actual. Una vez más, la flamencología científica, facilita el
enraizamiento del género en centros escolares e intenta encontrar la profesionalización
del mismo a través del rigor científico y la enseñanza. Los estudiantes actuales, no
aprenden tampoco en concepto de valorar el género y aprenderlo como una afición más.
Es sencillo comprender, que todo aquel que curse estudios musicales superiores o
profesionales, lo hace con la intención de buscar la especialidad en el estilo para poder
dedicarse laboralmente a él.
Pese a estos datos, la música clásica dista mucho de los circuitos de música comercial,
suponiendo así, un estilo musical no apto para todos los públicos. Una vez más, el
flamenco y la música académica, se aproximan de manera formal.
Si analizamos este concepto dentro del flamenco, destacan algunos artistas que
investigaron irrumpiendo en las lindes del género utilizando técnicas compositivas e
instrumentales innovadoras. Algunos ejemplos, son el grupo Smash, que profesaba un
gran interés por la psicodelia y el uso de instrumentos diversos que poco tenían que ver
con los habituales del flamenco. Manuel Molina y Gualberto García, jugaron un papel
esencial en este entorno de creación, con el uso de instrumentos como el sitar, el
sintetizador o las guitarras eléctricas. Muchos otros recorrieron caminos similares, como
el Sexteto de Paco de Lucía, Pata Negra, Triana, Ketama o Ray Heredia.
Sin embargo, estos grupos favorecen la hibridación y fusión de otros estilos con el
flamenco, y más allá de quedarse en un reducto subterráneo, ayudan a la evolución del
género en pro de nuevos entornos creativos.
Análisis narrativo de los personajes protagonistas de Pink Flamingos y Female Trouble”, Creatividad y
sociedadrevista de la Asociación para la Creatividad, n 25, 2016.
En el ámbito de la música académica, hay también importantes aportaciones. La
innovación ha sido el leimotiv del género, que lejos de quedarse en las formalidades
clásicas, transgrede a través de la armonía y otros elementos hasta llegar a estilos como
el minimalismo, el microtonalismo etc.
Pero la cuestión que aquí nos ocupa, es comprender en que nivel de concordancia se
encuentran los alumnos de enseñanzas artísticas con el género flamenco. Además,
descubriremos si eligen escuchar también música comercial o música underground.
Entre estos, la gran mayoría conocían el género flamenco en mayor o menor medida.
Estos datos quedan reflejados en esta gráfica:
La pregunta 10, nos da una idea general del estilo más consumido por los encuestados.
En este caso, solo un 20% de ellos prefiere escuchar flamenco. Además, encontramos
algunos otros estilos más comerciales, como el EDM o el House, y otros más underground
como el rock progresivo.
Con referencia a porqué prefieren consumir el estilo marcado en la pregunta 10, más
del 50% lo hace porque se identifica con sus valores.
En la pregunta 12, quisimos averiguar como premian las propuestas artísticas que más
les aportan. La mayoría de ellos lo hacen dando soporte en redes sociales.
Por último, dejamos un apartado para expresar ideas o apuntes sobre el formulario.
Aquí están las respuestas:
Como conclusión a esta encuesta, encontramos diferentes ideas.
En primer lugar, la mayoría de los encuestados conocen el género flamenco, pero muy
pocos lo prefieren en su consumo cultural habitual (un 20%). Sin embargo, el 40% asiste
a conciertos de flamenco, dando soporte así a este género.
Esta era una de las preguntas planteadas para este trabajo, y aquí la reflexión, debe ser
una premisa importante. Es evidente que el público fiel, supone de vital importancia para
cualquier arte. Sin embargo, en el caso del flamenco supone un elemento diferenciante.
Siendo el género un sistema completamente ajeno a la música comercial, la necesidad de
una afición que profese verdadera devoción por los espectáculos flamencos, es totalmente
necesaria. Como ya hemos explicado, esto se debe a la peculiaridad en cuanto al
seguimiento social del género, siendo normal esta exigencia en los estilos más alejados
de la cultura popularizada y la industria musical.
Podemos analizar diversos factores respecto a esta relación. Por un lado, el flamenco,
a diferencia de las músicas comerciales, no es un género inmediatamente accesible a
través de la técnica clásica, si no que requiere de un gran esfuerzo por parte del alumnado
de conservatorio para poder abordarlo. Esto explica en parte porqué encontramos una
importante tendencia a la demanda del desarrollo del género flamenco desde sus propias
reglas y preceptos estéticos. Aquí cabe destacar también el hecho de la profesionalización
de escuelas y academias de flamenco, que finalmente, han conseguido integrarse dentro
de la educación reglada a nivel estatal.
Como expone Juan Carlos Garvayo, integrante del Trío Arbos (Premio Nacional de
Música) en una entrevista para “Deflamenco.com”, existen reticencias entre los
intérpretes de uno y otro género. Esto lo achaca a la percepción por parte de los “clásicos”
de que los flamencos “nacen sabiendo” a diferencia de la larga trayectoria que debe
recorrer un músico en el conservatorio.
Pero la realidad del artista flamenco, al igual que la del músico de conservatorio, son
horas diarias de estudio durante toda su carrera con el objetivo de conseguir la
culminación estética a través de una técnica solvente. El ejemplo más emblemático de
esta realidad es el de Paco de Lucía, inspirador de generaciones de guitarristas tanto
españoles como extranjeros. Si es cierto que Paco de Lucía no aprendió leyendo música,
pero precisamente esta peculiaridad de algunos artistas flamencos (cada vez menos)
permite centrarse en el hecho sonoro y una mejor conexión con el manejo del sonido en
directo sin pasar por el filtro de la imposición escrita (ya que esta no deja de ser una
simplificación del hecho musical). Es cuanto menos llamativo el titular al respecto de
esto: “Los mejores músicos españoles que he conocido son flamencos”.
Sobre la renovación del repertorio desde sus propios preceptos estéticos, es una
opinión generalizada y podemos atribuirla en parte a la propia idiosincrasia de la música
culta, cuya aspiración estética de la sublimación de la belleza como medio de
representación de la realidad reviste a la misma de un cierto hermetismo frente a otras
músicas que puedan suponer una violación de estos principios. Por tanto, y en relación
con la mayoría que sí que incluye el flamenco en el mismo estatus de arte que la música
académica, el flamenco debe desarrollarse dentro de un marco encuadrado por las
nociones del “estilo”, y así asegurar la inviolabilidad de sus principios éticos y estéticos.
Vemos desde la flamencología los constantes intercambios entre los palos flamencos
creando nuevas variantes o adaptando ritmos, letras y armonías a diferentes expresiones
e incluso creando nuevas. Carlos Galán, en su tratado de improvisación en el flamenco
muestra varios ejemplos de realizaciones y fusiones novedosas sobre diferentes palos
como puedan ser una farruca por guajira o una seguiriya atarantada.
Abordando el último punto, destacar como esta concepción sobre el flamenco desde
las instituciones públicas ha desencadenado su inclusión en la educación reglada. Sigue
siendo una parte fundamental las escuelas de música y baile flamencas, así como existen
escuelas de música clásica, pero esta inclusión resulta muy positiva para el género al
contribuir a su perpetuación y a un mayor grado de accesibilidad y profesionalización. A
pesar de todo, no ha sido tarea sencilla, una disputa sintetizada en las siguientes palabras
de Garballo:
Antes de profundizar en los siguientes apartados, sobre las hibridaciones del género
flamenco respecto otros géneros, serán vistas, de acuerdo con Steingress como creaciones
de un estilo nuevo (hibridación) respecto a la música comercial y al Jazz por su ya
consolidada relación en la actualidad. Respecto de la música culta, hay que matizar por
la imposibilidad de generalizar como estilo musical una hibridación entre ambos géneros,
un grado de hibridad (si se consolida en el mercado gracias a grandes autores como
Sotelo) y un mayor o menor grado de hibridez en las propuestas a analizar.
Uno de los objetivos de esta formación académica es facilitar los medios para que los
alumnos desarrollen la sensibilidad hacia el arte y la capacidad intelectual para entender
una estética compleja y comprometida con los problemas de la humanidad. Es tal vez este
uno de los motivos por los que observamos una menor preferencia del alumnado sobre el
desarrollo del flamenco junto con géneros comerciales, a pesar de existir una importante
tendencia al consumo de esta música, pero tal vez encuadrándola en contextos diferentes.
Por tanto, el papel de estos divulgadores viene a rellenar el vacío entre una formación
crítica y completa al conjunto de la sociedad que es en la actualidad dominada en sus
gustos y preferencias por el arte popularizado. La consciencia de este hecho es la
motivación ética para esta actividad, formando parte de una pugna originada en la
postmodernidad pues los motivos por los que en épocas pasadas se daba esta separación
son de diversa índole. La solución se vislumbra compleja y pasa entre otras, por conseguir
un sistema educativo que nutra a un mayor porcentaje de la población, de las herramientas
necesarias para la comprensión de esta realidad compleja como forma de construir una
cultura rica y reflejo del avance de la sociedad.
El término Jazz será referido en un ámbito amplio, por las múltiples variantes que lo
conforman y relacionándolo con la improvisación como elemento primordial. La
hibridación entre estos géneros se perfila como una de las preferidas desde los gustos de
los músicos de conservatorio. Además, al igual que el flamenco, el jazz se ha
profesionalizado hasta el nivel de ser también incluida en las enseñanzas oficiales ( como
muestran los ejemplos de la Esmuc o Musikene).
La improvisación será tema fundamental en este apartado dado que el jazz a menudo
se estudia dentro de la formación académica clásica en las asignaturas sobre
improvisación y acompañamiento. Es por eso que existe un acercamiento estrecho en
muchos casos en incluso un transvase de los músicos de conservatorio hacia el jazz. Es
cierto que en la realidad artística, el flamenco es una música mayormente ensayada, pero
existe también un componente improvisatorio que es exaltado a través de su hibridación
con el jazz.
En este sentido encontramos esta hibridación como una de las más fructíferas para el
flamenco con nombres consolidados y emblemáticos para el género tanto españoles
(Jorge Pardo, Tomatito, Carles Benavent y por supuesto Paco de Lucía, iniciador a través
del contacto con Santana o John McLaughlin) como extranjeros (Chick Corea, Milles
Davis o Bill Evans). El hecho de que grandes artistas hayan popularizado este género
puede ser una de las causas principales de la preferencia por parte del alumnado hacia
esta música.
6 Música contemporánea académica y flamenco.
La crisis tras las grandes guerras con el consecuente paso de las vanguardias, borra
casi por completo todo rasgo de nacionalismo musical a partir de la segunda mitad del
siglo XX y es sobre este punto sobre el que intentaremos dar una escueta idea en el ámbito
español.
Generalizando (pues no daría lugar para un análisis exhaustivo como merece el caso)
encontramos tres perfiles de compositores en la actualidad respecto de la influencia del
flamenco en su obra.
El primer perfil sería compositores como Mauricio Sotelo o como Rafael Díaz. Para
estos compositores el flamenco es parte intrínseca de su trabajo y constituyen un sustento
técnico y estético. Es en ellos donde se muestra con mayor claridad las posibilidades de
hibridación entre ambos géneros.
En el caso de Sotelo, vemos la influencia de su maestro Berio, del que destacan sus
canciones populares para soprano y orquesta, en una actitud contraria a la tabula rasa
impuesta para con la historia desde la influencia de Boulez y la escuela de Darmstadt.
Desde este perfil se reivindican la tradición histórica de la música culta así como la
tradicional entendida en música como la perpetuación de la memoria colectiva. Sotelo
expresa su máxima en estos términos: "El flamenco conserva la tradición del arte mágico
de la memoria”. Su corpus artístico se relacionado casi completamente con el flamenco,
así como ocurre en el caso de Rafael Díaz, que añade además al desarrollo histórico de la
música, el desarrollo tecnológico de los siglos XX y XXI a través de la electrónica.
Encontramos todo tipo de elaboraciones en este escalafón. Por ejemplo, Carlos Galán
tiene importantes trabajos sobre la improvisación en el flamenco y cuenta entre sus obras
con 14 de temática puramente flamenca, dentro de su lenguaje autodenominado
“matérico”. Ejemplo de esto son Granaína Op. 88 o Divertimento sobre la farruca.
Son muchos los autores de la denominada “Generación del 51” que también realizarán
estos acercamientos, nombres como Cristobal Halffter y su “Debla” para flauta sola o
Tomás Marco, autor de obras como “soleá” para piano solo.
Las críticas habituales al respecto son sobre la complejidad que deriva en una
incomprensión del lenguaje por parte de los propios músicos. Sin embargo, el camino que
proponen Sotelo o Díaz aporta una posible solución al ser una propuesta encuadrada
dentro de la tradición académica, adecuando la exigencia técnica a las exigencias
estéticas.
Por último, es importante destacar como las nuevas formas de consumo tienen un gran
potencial de influencia sobre esta situación. A través de las redes sociales y los métodos
de financiación derivados del crowdfunding, están floreciendo todo tipo de artistas,
sustentados por un público totalmente consciente de su elección y que la premia
monetariamente frente a otras. Las posibilidades que abre esto ya empiezan a verse cada
vez más integradas en la sociedad y encontramos un nuevo fenómeno antes impensable,
como por ejemplo un compositor de música minimalista creando desde su estudio y
retransmitiendo en Twitch como espacio “colchón” para su sustento económico.
En primer lugar, tanto la música académica como la música clásica, giran en torno a
un público fiel y en un porcentaje inferior con respecto a la música comercial. Tanto es
así, que ambos se ven reducidos a entornos sociales muy concretos, encontrando de esta
manera una inflexión que los une como generadores de cultura “para unos pocos”.
De esta manera, procedimos a examinar qué opinión merecía el flamenco para los
estudiantes de enseñanzas artísticas. Los resultados fueron bastante positivos, ya que la
mayoría conocía el género y lo elevaba al mismo nivel de importancia cultural que el
flamenco. Además, el alumnado de ambos estilos, perpetra en sus estudios musicales con
total devoción y siguiendo el mismo objetivo: adquirir las herramientas necesarias para
el futuro laboral.
De este modo, hemos encontrado similitudes y diferencias entre ambos estilos. Para
nosotros, ambos se encuentran en un sector de música culta y estudiada desde la
investigación científica.
8 Bibliografía.
• Ordóñez Eslava, Pedro. «La creación musical de Mauricio Sotelo y José María
Sánchez-Verdú: convergencia interdisciplinar a comienzos del siglo XXI».
Editorial de la Universidad de Granada, 2011.