Edgar Amezquita

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LA FERTILIDAD FISICA DEL SUELO

Edgar Amézquita C.1

El concepto de fertilidad física del suelo, se refiere a la oferta edafológica que el suelo debe
brindar a las raíces de las plantas en relación a las condiciones necesarias para que ellas
crezcan abundante y rápidamente dentro de él y extraer el agua y los nutrientes para que los
cultivos puedan expresar su máxima capacidad genética productiva. Esta fertilidad física
puede ser natural o desarrollada por el hombre mediante sistemas adecuados de manejo de
suelos, especialmente los relacionados con labranza, riego, drenaje y control de salinidad.

No todos los suelos bajo agricultura ofrecen estas condiciones; por lo tanto, el manejador
de suelos debe evaluar en el campo y laboratorio la calidad del suelo sobre el cual va a
realizar agricultura para con base en este diagnóstico, desarrollar los sistemas de manejo
que sean más convenientes para vencer cualquiera de las limitaciones que presente el suelo
para el desarrollo de las raíces y la producción rentable de cultivos.

Un suelo de buena calidad para la producción de cultivos, permite que en él entre el agua
lluvia y se distribuya fácilmente dentro del volumen de suelo ocupado por las raíces;
permite además, que la presión ejercida por las raíces en su proceso de crecimiento sea
capaz de deformarlo para que ellas puedan penetrarlo; por ello, debe presentar una
porosidad de por lo menos 50% con una buena distribución de macro, meso y microporos,
de tal manera, que proporcione un buen almacenamiento de agua para las plantas y una
buena capacidad de aireación para las raíces. Debe además, contener niveles adecuados de
todos los elementos nutritivos esenciales (macro, secundarios, menores) en formas
disponibles y con buena capacidad de restituirlos mediante proceso de meteorización. Debe
también poseer, un buen contenido de materia orgánica (>5%) que sea capaz de mantener el
equilibrio de su condición edáfica (Amézquita et al., 2002).

Un suelo de malas condiciones para la agricultura, es un suelo que no permite la entrada ni


la redistribución del agua, no es deformable, puede tener una buena porosidad pero mala
distribución de poros, lo cual impide el desarrollo de raíces; posee bajo contenido de
elementos nutritivos y/o desequilibrio entre ellos, por lo tanto puede suministrarlos en la
forma y en la época oportuna en que la planta lo requiera. Posee además, contenidos bajos
de materia orgánica, es de difícil laborabilidad y es muy susceptible a la degradación
(Amézquita et al., 2002).

1
Edgar Amézquita, PhD, Científico de Suelos, Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT),
Apartado Aéreo 6713, Cali-Colombia ([email protected]). Documento para presentar en el XVI
Congreso Latinoamericano y XII Congreso Colombiano de la ciencia del suelo sobre “Suelo, ambiente y
seguridad alimentaria”, organizado por la Sociedad Colombiana de la Ciencia del Suelo (SCCS),
Cartagena de Indias Septiembre 26 a Octubre 1 de 2004.
2

El manejo de suelos se fundamenta en el manejo apropiado de los factores de crecimiento


de las plantas:

1) Presencia y disponibilidad de los elementos nutritivos esenciales


2) Succión del agua del suelo
3) Aireación en la zona radical
4) Penetración de raíces
5) Temperatura

El factor 1 se refiere a la fertilidad química del suelo, los otros a la fertilidad física del
suelo, nos referiremos con mayor énfasis los factores que controlan la fertilidad física del
suelo: agua, aire, penetración de raíces y temperatura.

Se denomina “factor de crecimiento” a un factor edafológico, cuya presencia es


absolutamente indispensable para el crecimiento de las plantas; además, de estar presentes
estos factores, deben encontrarse en cantidades adecuadas. El criterio de esencialidad
(indispensable), se refiere a que en la ausencia de ese factor, la planta no puede crecer. Por
ejemplo, sin agua las plantas no pueden crecer, sin aire no pueden respirar. Si el suelo no
permite que las raíces se desarrollen porque oponen alta resistencia a su penetración, el
crecimiento de los cultivos será muy restringido; si la temperatura del suelo es muy baja o
excesivamente altas las raíces no pueden desarrollarse. Además, a temperaturas extremas,
las reacciones químicas del suelo se ven notablemente afectadas y la absorción de agua y de
nutrientes por los cultivos disminuye notoriamente o se anula. Por último, una suplencia
inadecuada e inoportuna de elementos nutritivos también repercute negativamente en los
rendimientos de los cultivos (Amézquita, 1991).

El criterio de suficiencia (cantidad), se refiere a que los cinco factores mencionados deben
presentarse dentro de determinados rangos óptimos, para que las plantas puedan expresar su
máximo potencial genético; por lo tanto, es necesario determinar para cada suelo los límites
críticos de cada factor, para utilizarlos en la interpretación de resultados. Para un
crecimiento óptimo de los cultivos, el porcentaje de humedad del suelo debe estar cercano a
capacidad de campo; el porcentaje de espacio aéreo a capacidad de campo debe estar
alrededor del 10% para que no haya restricciones en la aireación del suelo y para evitar que
ésto afecte negativamente a los cultivos. Si los valores de penetrabilidad del suelo medido
con penetrómetro exceden 0.1 MPa (1 bar) a capacidad de campo puede haber grandes
restricciones en el crecimiento de las raíces (Amézquita, 1994).

En la Tabla 1 se presenta la composición promedio de la solución del suelo bajo


condiciones de suelo ácido y de suelo calcáreo. Se observa que en suelo calcáreo hay mayor
concentración de nutrientes, es por ello, que estos suelos son más fértiles que los ácidos.

Los cinco factores de crecimiento de las plantas son afectados positivamente y/o
negativamente por el manejo físico del suelo (labranza). La manipulación del suelo con
implementos de labranza, produce cambios en el acomodamiento actual (estructura) del
suelo. El aflojamiento del suelo como consecuencia de las fuerzas aplicadas a través de los
implementos de labranza, aumenta el volumen que antes de la manipulación ocupaba el
suelo y se producen cambios profundos en el empaquetamiento del suelo, lo cual causa
3

cambios en sus propiedades volumétricas, que tienen consecuencias en la absorción de


nutrientes por las plantas.

Tabla 1. Composición promedio de la solución del suelo


Intervalos para todos
Elemento los tipos de suelo Suelo ácido Suelo calcáreo

Ca 0.5 - 38 3.4 14
Mg 0.7 - 100 1.9 7
K 0.2 - 10 0.7 1
Na 0.4 - 150 1.0 29
N 0.16- 55 12.1 13
P 0.001 - 1 0.007 0.03
S 0.1 - 150 0.5 24
Cl 0.2 - 230 1.1 20

Desde el punto de vista de producción agrícola, el suelo debe ser considerado como un
medio poroso compuesto por poros de diferentes tamaños: macro, meso y microporos, los
cuales por su condición de tamaño confieren al suelo diferentes cualidades y
comportamientos en relación con el crecimiento de las plantas (Greenland, 1977). La
Figura 1 muestra los conceptos de capacidad de campo, punto de marchitez, agua
aprovechable y la distribución de tamaño de poros.

Por los macroporos se infiltra y mueve el agua que procedente de las lluvias llega al suelo.
Por ellos, también circula el aire que lleva oxígeno a las raíces y dentro de ellos crecen las
raíces y los pelos absorbentes de las plantas. Su diámetro equivalente tiene un límite
inferior de 50 m. En los mesoporos (5.0–0.2 m) se almacena el agua aprovechable, que
no es otra cosa que la solución nutritiva del suelo, la cual es absorbida por las raíces de las
plantas para cumplir sus funciones de transpiración y de nutrición. En los microporos (<0.2
m) se encuentran en forma reducida los elementos Fe y Mn, los cuales solo en esta forma
pueden ser absorbidos por las raíces. Por los macro, meso y macroporos se realizan
respectivamente los procesos de interceptación, flujo de masa y difusión, por los cuales
llegan los nutrientes a ponerse en contacto con las raíces (Amézquita, 1994; Orozco, 1991)
La Figura 2 muestra los conceptos de capacidad de campo, punto de marchitez,
redistribución de agua y agua aprovechable bajo condiciones de campo.

La labranza causa cambios en la distribución de tamaño de los poros y en los procesos que
ellos afectan en relación con la absorción de nutrientes. Es por esto, por lo que el autor
considera a la labranza como la práctica agrícola más importante que se hace a los suelos,
porque si ella se hace con conocimiento de qué problema o problemas se van a solucionar,
conduce al mejoramiento y a la sostenibilidad de los suelos y de la agricultura; si se hace
sin conocimiento de qué limitantes se van a corregir conduce a la degradación.
4

` Capacidad Punto de
de campo Marchitez
Agua Agua
Libre Agua Aprovechable no útil
50
Macro Mesoporos Microporos
45 poros
40
% Humedad Volumétrica

35

30

25
Arcilloso
20

15
Franco

10
Arenoso
5
0.01 0.05 0.1 1.0 10
Tensión (bares)

300 60 30 3 0.3 0.2


Diamétro equivalente m

Figura 1. Conceptos de capacidad de campo, punto de marchitez y


distribución y función de los poros

% Humedad Volumétrica
10 20 30 40 50

v

Perfil después
Perfil antes de la irrigación
de la irrigación
(PMT)

Perfil 3 días
después
de la irrigación
(CC)

Figura 2. Perfil de humedad del suelo mostrando los conceptos de redistribución


de agua en el suelo, capacidad de campo y punto de marchitez
5

Una labranza constructiva debe conducir a obtener una buena distribución y estabilidad del
sistema poroso. Debe tender a conseguir entre un 10-15% de macroporos, entre 20-25% de
mesoporos y entre 10-15% de microporos en los primeros 25 a 30 cm de profundidad de tal
manera que se asegura la continuidad del espacio poroso en profundidad. Por otro lado,
debe velar porque esa condición de buena distribución de poros que se ha creado sea
estable en el tiempo. La Tabla 2 muestra las propiedades más cambiantes con la intensidad
y tiempo de uso del suelo, al igual que los procesos del suelo que son afectados por los
cambios en las propiedades de éste.

Diagnóstico del suelo en el campo

Siempre que se va a manejar un suelo, debe hacerse un diagnóstico de los limitantes físicos
de los suelos en el campo que se va a sembrar. Nunca debe el técnico o el agricultor, decidir
sobre un sistema de labranza desde la oficina porque fracasará. Es el suelo y su
problemática el sujeto que indicará qué sistema o sistemas de labranza requiere para
solucionar la o las limitantes físicas que posee. Es un error pretender solucionar los
problemas que posee un suelo sin haberlo previamente evaluado y diagnosticado. Solo el
suelo indica su problemática, la cual siempre es específica del sitio y no se puede
generalizar. La Tabla 3 muestra las propiedades físicas que deben evaluarse en estudios de
sostenibilidad de suelos y de la agricultura. Se puede afirmar que en Colombia no hay
estudios de suelos que consideren estas propiedades. Esta falta de conocimiento está
conduciendo a seguir implementando sistemas de manejo de suelo que conducen a
degradación.

Para el diagnóstico de campo, se recomienda hacer cajuelas (40  40  40 cm) en varios


sitios de campo. La selección de sitios para la elaboración de cajuelas puede hacerse al
azar, en forma diagonal o en zig-zag en el lote problema. Se recomienda hacer un mínimo
de 10-15 cajuelas en un lote o más, si el muestreador no está satisfecho con la
representatividad de los sitios que ha escogido para evaluar la problemática del terreno.
Elaboradas a conciencia las cajuelas, se procede a la observación y toma de nota de las
propiedades físicas que se presentan en cada una de ellas. Interesa conocer la profundidad
de la capa superficial, los cambios de color, textura y estructura, la presencia de capas
endurecidas, el espesor de éstas, la continuidad del espacio poroso, la profundidad a la cual
se presenta el mayor número de raíces, los cambios en contenido de humedad, etc. La
evaluación de dureza o penetrabilidad de las capas se puede hacer con navaja, cuchillo o
penetrómetro, para darse cuenta a qué profundidad se producen cambios. En las cajuelas y a
las profundidades escogidas se hacen también los muestreos para los análisis físicos y
químicos de laboratorio.

La evaluación de las cajuelas debe ser muy objetiva. En muchos casos dentro de un
horizonte “A” genético se presentan capas con diferentes condiciones físicas, lo cual quiere
decir que el solo color del suelo superficial, aunque es un indicativo de uniformidad
genética no lo es de uniformidad física. ICRISAT (1997) ha desarrollado metodologías que
ayudan a las evaluaciones y Lal (1993 y 1994) discute sobre las propiedades cambiantes
por el uso y la labranza de suelos tropicales.
6

Tabla 2. Propiedades más cambiantes con la intensidad y tiempo de uso


Propiedades Procesos
Físicas - Densidad aparente - Secamiento
- Porosidad - Humedecimiento
- Distribución de tamaño de poros - Desarrollo de raíces
- Continuidad de poros - Absorción de agua
- Retención de agua - Movimiento y redistribución de
- Capacidad de almacenamiento de agua
agua - Cambios en el volumen del
- Infiltración suelo
- Conductividad hidráulica - Compactación
- Aireación - Erosión
- Laborabilidad - Encostramiento y sellamiento
- Penetrabilidad superficial
- Erodabilidad
- Agua aprovechable
Químicas - pH - Acidificación
- Concentración de aluminio - Salinización
- Materia orgánica - Lixiviación
- Almacenamiento de nutrientes - Absorción de nutrientes
- Balance de nutrientes - Termodinámica de nutrientes
- CIC - Enriquecimiento
Biológicas - Pérdida de materia orgánica - Actividad microbial
- Masa microbial - Descomposición de M.O.
- Cambio en especies - Reciclaje de nutrientes
- Efecto “mulch”

Tabla 3. Principales propiedades físicas y procesos que deben evaluarse en estudios de


sostenibilidad.
Propiedades Procesos
- Densidad aparente - Redistribución de agua
- Porosidad - Secamiento y humedecimiento
- Tamaño y distribución de poros - Cambio en el volumen del suelo
- Continuidad de poros - Compactación
- Retención de agua
- Capacidad de campo
- Punto de marchitez temporal
- Conductividad hidráulica no saturada
- Infiltración
- Laborabilidad

- Estabilidad de agregados - Erosión


- Erodibilidad
7

Hecha la evaluación física en el campo, se procede a comparar la forma como se


manifiestan las diferentes condiciones físicas en las cajuelas. Si el comportamiento del
suelo es uniforme a través del lote, se elegirá el sistema de labranza que solucione la o las
limitantes que actualmente posea. Si se presentan diferencias en los limitantes observados,
éstos se mapean y se manifiesta que el lote no es uniforme y se decide sobre el tipo de
labranza que debe hacerse en cada sub-lote.

Principales problemas de orden físico de suelos, que restringen la producción de cultivos

Los principales problemas de orden físico asociados que restringen o causan disminución
en los rendimientos de los cultivos en los suelos son los siguientes:

- Impedimento o impedancia mecánica a la penetración de raíces


- Estrés de agua (déficit)
- Estrés de aireación (exceso de agua)
- Escorrentía y erosión

Impedancia mecánica – El impedimento mecánico a la penetración de raíces se refiere a la


incapacidad que presenta una raíz cuando su presión de turgor no es capaz de vencer la
resistencia que opone el suelo a su deformación (Taylor, 1980). La máxima presión axial
(longitudinal) ejercida por un buen número de cultivos varía para varios investigadores
(Stolzy y Barley, 1968; Eavis et al., 1969; Taylor y Ratliff, 1969), entre 9-15 bares (0.9-1.5
MPa). Russell y Goss (1974) demostraron que la aplicación de una presión de 0.2 bares a
un sistema de camas de vidrio, redujo la tasa de elongación de las raíces de cebada en un
50% y si se aplicaban 0.5 bares en un 80%. El tamaño de los poros afecta el desarrollo de
las raíces. Si el diámetro del poro es mayor al de la cofia, la raíz penetra; si es menor y el
suelo no es deformable, la raíz no puede penetrar (Taylor y Gadner, 1960; Aubertin y
Kardos, 1965). La Figura 3 presenta perfiles de penetrabilidad para varias condiciones de
labranza en los Llanos Orientales.

El impedimento mecánico debido a la compactación y a la presencia de capas endurecidas


(adensadas), es la principal causa de disminución de los rendimientos y de insostenibilidad
en suelos tropicales, debido a los efectos negativos que causan en el crecimiento de las
raíces (Figura 4). El impedimento mecánico se corrige mediante la utilización adecuada y
oportuna de implementos de labranza que produzcan aflojamiento del suelo y disminución
de la densidad aparente fundamentalmente subsoladores y cinceles (Castro y Amézquita,
1991; Arking y Taylor, 1981).

Varios implementos y metodologías se han ideado para evaluar el estado de impedancia


mecánica del suelo, entre ellos están: los penetrómetros, los aparatos para medir la
resistencia tangencial al corte, aparatos para toma de muestras de densidad aparente y
aparatos para la realización de pruebas de aplicación de presión bajo presiones confinadas y
no confinadas en laboratorio. Cualquier metodología que se use para diagnóstico o
predicción debe correlacionarse con el crecimiento actual de las raíces y con los
rendimientos de los cultivos que se van a producir para poder disponer de niveles críticos.
8

-2
Penetrabilidad (kg·cm )
0 2 4 6 8 10 12 14 16 18 20 22
0

10
Profundidad (cm)

20

30
1 pase de cincel
40 2 pases de cincel
3 pases de cincel
A. gayanus (Ag)
50 Ag + legum. (Kd + Do)
Leguminosas (Kd + Do)
60 Sabana nativa

Figura 1. Cambios en la penetrabilidad del suelo (medidos a capacidad de


Figura 3. Cambios campo) a diferentesdel
en la penetrabilidad profundidades
suelo (medidos4a años después
capacidad del a
de campo)
establecimiento
diferentes de diversos
profundidades cuatro sistemas
años después agropastoriles.
del establecimiento
de diversos sistemas agropastoriles

Estrés de agua – El estrés de agua de las plantas resulta de la interacción entre el estado de
humedad de agua en el suelo, la demanda evaporativa y los factores fisiológicos. Dentro del
concepto del sistema suelo-planta-atmósfera-continuum el suelo debe considerarse como un
reservorio que suministra agua al sistema (Reichardt, 1985). Por lo tanto, cualquier déficit
que ocurra en el reservorio afecta negativamente el comportamiento del sistema. El agua
útil o agua aprovechable, aquella que teóricamente se calcula como la diferencia entre
capacidad de campo y punto de marchitez temporal, se mueve dentro del sistema suelo-
planta-atmósfera obedeciendo a gradientes de potencial hídric o, desde sitios donde el
potencial es alto (más húmedo) a sitios donde el potencial es más bajo (más seco). Desde el
suelo hacia la atmósfera a través del proceso de transpiración. Desde el suelo donde la
humedad relativa es cercana al 100%, hacia la atmósfera donde la humedad relativa al
mediodía puede variar entre 50% y 30%, valores que producen potenciales hídricos en el
aire entre 8 y 150 MPa y que se convierten en la bomba que succiona el agua del suelo a
través de las plantas (Amézquita, 1981). La Figura 5 muestra la dinámica del proceso
nutricional el cual se inicia con la dilución de los nutrientes en el agua del suelo y termina
con la absorción de agua y de nutrientes.
9

COMPACTACION DISMINUCION DE VOLUMEN

AUMENTO DE DENSIDAD
ADENSAMIENTO
APARENTE

DISMINUCION CAMBIOS EN LA DISTRIBUCION


EN POROSIDAD DE TAMAÑO DE POROS

DISMINUCION EN MACRO BAJA CAPACIDAD


Y MESOPOROSIDAD DE ENRAIZAMIENTO E
INTERCAMBIO GASEOSO

CAMBIOS EN LA
DISTRIBUCION DE RAICES
CAMBIOS EN:
- INTERCEPTACION RADICULAR
- FLUJO DE MASA
CAMBIOS EN LOS PROCESOS - DIFUSION
DE TOMA DE NUTRIMENTOS

CAMBIOS EN LA DISMINUCION EN LA CAPACIDAD


OXIGENACION DEL SUELO DE ABSORCION DE
AGUA Y DE NUTRIENTES

CAMBIOS EN EL
COMPORTAMIENTO QUIMICO DEFICIENCIA DE OXIGENO
Y MICROBIOLOGICO

POBRE CRECIMIENTO VEGETAL DISMINUCION


EN LA FOTOSINTESIS

Figura 4. Efecto de la compactación del suelo enlos procesos


de nutrición de las plantas
Para que un suelo cumpla con su función de reservorio de agua es necesario que se cumplan
tres condiciones: (a) que buena parte del agua lluvia penetre al suelo, (b) que el suelo tenga
buena capacidad de almacenamiento de agua en la zona de crecimiento de raíces, y (c) que
el suelo posea suficiente capacidad de conducción de agua cuando la demanda evaporativa
sea alta. Estas condiciones son afectadas directamente por la labranza (Amézquita, 1981).
10

La aceptación (aceptancia) de aguas lluvias depende de la presencia de agregados


superficiales estables (que no se rompan cuando reciban el impacto de las gotas de agua
lluvia) y de la rugosidad superficial del terreno. Ambas características propician el ingreso
del agua al suelo mediante el proceso de la infiltración y son afectados negativamente, por
la destrucción de la estructura superficial del terreno por exceso de labranza, la cual
conduce a sellamiento y encostramiento superficial, fenómenos que impiden o disminuyen
drásticamente el ingreso del agua al suelo, haciendo que la escorrentía supere ampliamente
a la infiltración, originando suelos secos.

El almacenamiento del agua en el suelo, también depende de la labranza que se de al suelo


en profundidad. Entre más profunda sea la preparación del suelo, mayor es su capacidad de
almacenamiento de agua. Un suelo preparado a 10 cm de profundidad con rastra, dispondrá
solo de la porosidad disponible en esos 10 cm para almacenar agua. Un suelo preparado a
25 cm tendrá igualmente la porosidad disponible a 25 cm de profundidad para
almacenamiento de agua. Por lo tanto, la capacidad de almacenamiento de agua por el suelo
puede ser manejada con la labranza (Reichardt, 1985).

El déficit de agua en un suelo, se manifiesta cuando ésta se convierte en factor limitante


para la evapotranspiración. Cuando la demanda atmosférica está exigiendo que la
evapotranspiración sea alta. Dos fenómenos se asocian con el déficit de agua en el suelo:
(a) cuando su capacidad de almacenamiento se ha visto disminuida por agotamiento, y (b)
cuando la velocidad de movimiento del agua en el suelo, es mucho más baja que la
velocidad de movimiento que exige el sistema evapotranspirativo. Bajo ambas condiciones
el agua se convierte en factor limitante, por ello, es necesario que las acciones de labranza
corrijan estas situaciones donde quiera que ellas ocurran al aumentar la capacidad de
almacenamiento de agua y la conductividad hidráulica no-saturada del suelo (Amézquita,
1994). La Figura 6 presenta la distribución de potenciales mátrico y osmótico, en un suelo
normal y en uno afectado por sales.

Déficit de aire – El déficit de aire en el suelo se manifiesta donde quiera que en un lote se
produzca inundación. También, cuando los valores de aireación a capacidad de campo sean
inferiores a 10% en la profundidad de desarrollo de las raíces. Bajo condiciones de baja
aireación o de inundación, las raíces de los cultivos de secano no pueden absorber ni agua
ni nutrientes, por lo tanto, hay una disminución drástica de los rendimientos.

Condiciones de baja aireación pueden crearse por uso excesivo de la maquinaria agrícola, el
cual puede conducir a una disminución gradual de macroporos, cuya presencia es
indispensable para el movimiento del aire en el suelo.

El uso apropiado de la maquinaria agrícola en suelos con problemas de drenaje restringido,


puede conducir al mejoramiento temporal o permanente de esta condición, si se aplican las
técnicas razonables que conduzcan a mejorar la evacuación de aguas sobrantes y a
promocionar la aireación.

Escorrentía y Erosión – Grandes problemas de escorrentía y de erosión se producen en el


trópico por el uso inadecuado de la maquinaria agrícola en las labores de preparación de
suelos.
11

Fuentes de Formas disponibles Contacto con la superficie Toma y uso por


Nutrientes radicular la planta

1. Erosión 1. Mineralización 1.Crecimiento radicular Proceso activo y proceso


de la materia pasivo
2. Lavado orgánica - Estructura - Temperatura
3. Materia orgánica 2. Temperatura - Humedad - Presión de oxígeno
4. Temperatura 3. Aireación - Aireación - Humedad
5. Aireación 4. Humedad del - Temperatura - Potencial de
suelo humedad
6. Potencial de agua 5. Liberación de - Profundidad
nutrientes en la fase - Presencia y
7. Estructura raíz mineral 2.Movimiento de los disponibilidad de
8. Textura nutrientes en la solución nutrimentos
- Potencial osmótico
de la selección del suelo

Figura 5. Proceso nutricional

10
Absorción
o

1.0

0.1 Suelo Salino


de

0.0
total (bar)

Suelo Normal
Esfuerzo

0.1
m

1.0

10

35 30 25 20 15 10
% v

Figura 6. Distribución de humedad en un suelo normal y uno afectado por sales


12

La mayor cantidad de erosión que actualmente se produce es propiciada por el aflojamiento


del suelo al inicio de la temporada lluviosa. Suelos recién preparados, por presentar
terrones y agregados prácticamente sueltos, son muy susceptibles a dejarse desmoronar por
el impacto de las gotas y a dejase acarrear por las aguas de escorrentía. Suelos que no son
tocados por implementos de labranza presentan alta resistencia a la erosión, aunque
propician la escorrentía. Es necesario por lo tanto, buscar una condición de equilibrio entre
infiltración y escorrentía en suelos susceptibles a erosión, la cual se puede lograr con el uso
apropiado de implementos de labranza. La Tabla 4 muestra el efecto de diferentes sistemas
de labranza en la susceptibilidad del suelo a ser desprendido (tiempo a salpique) por la
fuerza de impacto de las gotas de agua lluvia. Se muestra también el tiempo a
encharcamiento, el cual se sucede por pérdida de estructura.

El origen de los llamados sistemas conservacionistas, en los cuales el uso de residuos


superficiales y la poca manipulación de suelo son condiciones necesarias, es una respuesta
del hombre a la lucha contra la erosión y a la pérdida de agua en forma de escorrentía.

Tabla 4. Tiempo a salpique y tiempo a encharcamiento en una prueba de estabilidad


estructural por el método del impacto de la gota
Tiempo a salpique Tiempo a encharcamiento
Tratamiento
(minutos) (minutos)
Testigo 3.27 a 0
L-Ce 3.45 a 0
L-Re 1.75 b 23.5 a
L-Co 1.34 c 11.5 b

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