Lánzate Al Vacío, Se Extenderán Tus Alas
Lánzate Al Vacío, Se Extenderán Tus Alas
Lánzate Al Vacío, Se Extenderán Tus Alas
1
julio César Payan de la Roche
estudió medicina en la Universidad del Cauca
(Colombia) y se especializa en ginecología y
obstetricia. En la actualidad, supráctica médica
está dirigida a las medicinas alternativas. Su
polifacética y humanista personalidad lo ha
llevado a desempeñar con éxito actividades que
van desde la política (concejal durante tres
períodos del Municipio de Popayán y presidente
del Consejo Municipal), hasta la academia
(profesor, jefe de Departamento, jefe de la
Oficina de Educación, decano de la División
de Ciencias de la Salud de la Universidad del
Cauca, etc.), pasando por la escritura -autor
de múltiples artículos científicos con cubrimiento
nacional e internacional, así como de los libros
La medicina biológica. Una medicina no
comprometida y Medicina de las regulaciones.
Conferencista internacional, hoy en día el autor
es miembro de la Sociedad Peruana de
Acupuntura, de la Sociedad de Acupuntura de
Honduras, de la Sociedad Homeopática del
Atlántico, presidente de FUNCOP-Cauca y
director del Centro de Información e
Investigación de Medicinas Alternativas.
L A N Z A T E A L V A C IO ,
se extenderán
tus alas
La fotografía de la carátula corresponde a un lugar del Amazonas a donde los indios van en sus
canoas a descansar pues allí viven sus dioses. Fue tomada por un fotógrafo chipriota profesional
que, aunque siempre sintió la necesidad de tomarla, no quedó satisfecho con ella. Cuando se la
mostraron a un chamán de la región, la observó no horizontal sino verticalmente y descubrió a los
dioses de su selva.
L A N Z A T E A L V A C IO ,
se extenderán
tus alas
Revisión técnica
JAIME PARRA RODRÍGUEZ
Doctor en Educación
Coordinador Línea de Investigación en Cognición
y Creatividad
Maestría en Educación
Pontificia Universidad Javeriana
Santa Fe de Bogotá • Buenos Aires • Caracas • G uatem ala • Lisboa • Madrid • México
New York • P anam á • San Juan • Santiago de Chile • Sao Paulo
Auckland • H am burgo • Londres • M ilán • Montreal • Nueva Delhi • París
San Francisco • San Luis • Sidney • Singapur • Tokio • Toronto
LÁNZATE AL VACÍO, SE EXTENDERÁN TUS ALAS
91234.56780 2134567890
ISBN: 958-41-0073-4
“Es una propuesta libertaria que apunta a romper las ataduras impuestas
por falsas creencias científicas que de tanto repetirlas se han convertido
en verdades que aprisionan a la humanidad, a los médicos y a los enfer
mos. Las concepciones físicas, biológicas y sociales se presentan en forma
agradable y sencilla para respaldar la necesidad histórica de un cambio de
paradigmas que haga del ser humano una fuente de luz y felicidad”.
Femando González
Médico anestesiólogo, acupuntor, fundador de las clínicas del dolor en
Colombia
ni
Lánzate al vacío, se extenderán tus alas
“Estoy convencida de que el espíritu de su obra poco o nada tiene que ver
con los limitados espacios de la medicina, de las ciencias sociales, o de la
política. Las fronteras se van haciendo borrosas a medida que va avanzan
do en el camino hacia su propia coherencia. Su esencia se resume en sólo
dos palabras: amor y fe”.
Sandra Isabel Payán Gómez
Médica, máster en sociología, Colombia
“Es un libro que invita a desobedecer las rigideces del viejo pero aún vi
gente pensamiento lineal en el que se fundamenta lo científico y lo social,
para que surjan redes humanas más felices que acepten el asombro, la
incertidumbre y el fluir de la vida”.
Oscar Millón psicólogo
Director regional Fundación Universitaria Luis Amigó, Colombia
“Esta obra es una afirmación de la actitud tesonera del autor que con gran
deza de corazón y gran dedicación presenta el más complejo escrito en su
género, con una concepción que honra y dignifica el ejercicio de las medi
cinas alternativas. Para los odontólogos constituye una visión que amplía
nuevas fronteras del conocimiento”.
Yosette Osorio D.
Odontóloga, Colombia
Contenido
Pró lo g o ................................................................................... vii
Introducción............................................................................ xiii
Capítulo 1
La enfermedad como un propósito vital ............................... 1
Hacer una enfermedad...................................................................... 3
La trampa del dualismo.................................................................... 12
Encuentros cercanos a otras dimensiones........................................ 15
Gato por liebre................................................................................. 20
Capítulo 2
La alternativa de lo alternativo .............................................. 23
Falsas alternativas. El lobo disfrazado de oveja................................ 25
La revolución alternativa.................................................................. 29
Indios, negros, chamanes................................................................. 33
Capítulo 3
Nuevos paradigmas ............................................................... 37
Para ver las cosas de otra manera.................................................... 39
Las preguntas y las respuestas están predeterminadas
por nuestras formas de pensar................................................... 43
Siglo XX, ciencia y alternativas........................................................ 51
Feminismo, ecología y sicología....................................................... 61
v
Lánzate al vacío, se extenderán tus alas
Capítulo 4
Sistemas de alta complejidad ........................................................... 65
Lo complejo puede ser simple: aléjese del equilibrio....................... 67
El caleidoscopio de la complejidad................................................... 71
Capítulo 5
Médicos y enfermos: la quimera de la certidumbre ............ 81
La manipulación dirige la orquesta.................................................. 83
Capítulo 6
Bases de la terapia neural ..................................................... 93
Aterrizando....................................................................................... 95
Odontología neurofocal.................................................................... 100
Y de la comida q ué........................................................................... 106
Homotoxicología.............................................................................. 111
Un nuevo estilo de alimentación:
otra forma de desobediencia vital.............................................. 113
¿Sólo de pan vive el hombre?............................................................ 118
vii
Lánzate al vacío, se extenderán tus alas
mas variaciones de un viento distante, así como nuestra alegría puede ser
causada por el sonido de pasos descalzos en el jardín o por el salto de un
pingüino en Alaska.
El filósofo y antropólogo Gregory Bateson dijo que la mente no está
limitada por la piel. Para él, el mundo externo físico no era más que una
prolongación de nuestro cuerpo, de nuestro espíritu. Bateson localizó la
mente en un mundo más amplio, en un universo más ambicioso, más
trascendente:
indio, el brujo o el yerbatero, pero no importa quiénes sean, están allí para
hacer cosquillas a nuestra conciencia universal y llenar de caricias nues
tros cuerpos, que son preferibles a los antidepresivos o a las inyecciones.
El libro de Payán me hizo recordar las palabras de Bohumil, el escri
tor obrero, que colocaba su mesita y su máquina de escribir sobre los
techos de Praga para estar más cerca de un ángel y recibir la inspiración:
“Quisiera alcanzar el cielo para, una vez allí, poder decir algo de mí mis
mo, soy aquel...”.
xiii
Lánzate al vacío, se extenderán tus alas
¿Es, como decían los chinos, que si un hombre tiene hambre y uno le
regala un pescado le quita el hambre sólo por un día, pero que si le ense
ña a pescar se la quitará por toda la vida?
Esa es la idea.
Muchas corrientes actuales sustentan, por ejemplo, que uno hace un cán
cer porque tiene un resentimiento o porque es vengativo o envidioso, y se
dan, desde lo emocional o lo mental, una serie de causalidades lineales y
La enfermedad como un propósito vital 13
hasta objetivas por las cuales se pudo haber hecho la enfermdedad, esto
genera mucha culpabilidad en la gente. ¿Cuál es su opinión al respecto?
Mientras sigamos pensando en mente y cuerpo por separado, y en
causalidades lineales, no se cambia nada; así aceptemos que las enferme
dades también se producen en la mente.
La ortodoxia ha hablado de enfermedades psicosomáticas, es decir,
reconoce que la mente actúa sobre el cuerpo. Poco a poco se ha reconoci
do que toda enfermedad tiene ambos componentes y que a raíz de estados
de estrés, tristezas, tensiones, alegrías extremas, cambios de hábitos y una
larga lista de estados emocionales, se alteran los mecanismos de defensa y
se pueden producir gran cantidad de alteraciones en la persona. Surge
entonces la idea de encarar las enfermedades también desde lo emocional
o lo mental, pero se sigue sin ver al ser total, holístico. Se continúa en la
linealidad de buscar el binomio causa-efecto, en la objetividad ramplona y
en la búsqueda de causas culpabilizadoras; al fin y al cabo la culpa es otra
manera de manipular y dominar; ahora la culpa ya no es sólo de la bacteria
o el virus, sino también de la mente. Una visión alternativa de la medicina
no sigue este tipo de raciocinios, ya que la enfermedad adquiere otros
significados. En el caso del cáncer hay investigadores como los esposos
Simonton que han trabajado la parte mental y corporal o somática. Ellos
someten al paciente a tratamientos tradicionales de cirugía, radioterapia o
quimioterapia pero también a ejercicios mentales; sin embargo, ellos han
observado que:
* Algo muy frecuente entre mis pacientes es que están aterrorizados cuan
do después de un tratamiento acertado y reuniones de visualización
(mental) se les dice que no queda resto de su enfermedad. Esto es muy
común, iestán aterrorizados! Cuando exploramos esta situación con
nuestros pacientes descubrimos que habían reconocido haber desarro
llado el tumor por alguna razón y lo utilizaban como muletas en la vida.
Ahora, de pronto, se les comunica que el tumor había desaparecido sin
que lo hubieran reemplazado por otro instrumento. Eso supone una
gran pérdida. Sufren una recaída y éste es un episodio sumamente tras-
tomador. Se han repetido a sí mismos: si me libero del cáncer estaré
bien. Ahora lo han logrado y se sienten peor que antes. De modo que
no hay ninguna esperanza. Eran desgraciados con el cáncer y lo son
aún más sin él. No les
gustaba vivir con el cáncer y todavía les gusta
menos vivir después de deshacerse de él2.
2 Citado por F. Capra, Sabiduría insólita 2a. ed., Barcelona, Kairos, 1994.
]4 Lánzate al vacío, se extenderán tus alas
actuales, pero que yo lo veo funcionar todos los días con los enfermos y
muchos otros lo han visto desde hace siglos.
Hace poco se descubrió que hay una comunicación entre los árboles de
una misma especie. En una experiencia realizada por científicos sádicos
(como conviene que sea un científico experimentador) se quitaron to
das las hojas a un árbol para ver cómo se comportaba. El árbol reaccio
nó de un modo previsible, es decir, empezó a segregar savia más inten
samente para reemplazar rápidamente las hojas que le habían sacado;
y también segregó una sustancia que lo protegía contra los parásitos. El
árbol había comprendido muy bien que un parásito lo había atacado,
sólo que creía, ipobre!, que se trataba de un insecto. No sabía que era
el mayor de los parásitos, el ser humano. Pero lo interesante es que los
árboles vecinos de la misma especie empezaron a segregar la misma
sustancia antiparasitaria que el árbol agredido.
3 Fried Schniym an, Nuevos paradigmas, cultura y subjetividad, Buenos Aires. Paidos.
"1g Lánzate al vacío, se extenderán tus alas
Hay grandes escritores que durante sus períodos de fiebre escribieron sus
grandes obras, Thomas Mann por ejemplo; como si la enfermedad hubie
ra sido un momento de reposo y de autoencuentro...
No sólo Thomas Mann; nuestros abuelos, nuestros padres, los indí
genas, los negros tienen otras miradas de la enfermedad, como una forma
de socializarse, o de reencontrarse consigo mismo. Recuerde los sudores,
los remedios de aquella tía media bruja, cuya foto está en el viejo álbum
familiar, y que a veces mostramos con orgullo. Ellos se curaban, trascen
dían, se reencontraban; porque trascender es también autoencontrarse.
Actualmente a la persona la curan y la ponen a producir rápidamente.
Si uno es capaz de mirar las cosas desde otro ángulo comienza a ver
diferente y más claramente la sabiduría; entiende que los abuelos vivían
mejor su proceso de enfermedad.
Quiero aclarar que trascender no es como escalar las gradas del éxi
to; tampoco la única forma de trascender es enfermándose. No hay que
caer en dogmas ni verdades inamovibles.
casi religiosa por el sistema sanitario, lo cual refleja el fetiche de los médi
cos a la hora de la muerte. Creo que a esa hora puede ser más útil una
mano amiga que un fonendoscopio examinándonos las entrañas. Por eso
también se cae la razón de ser de esos feos calabozos llamados unidades de
cuidados intensivos, cuya función se ha magnificado, y que son los peores
lugares para morir.
En el imaginario popular, el médico abraza a una chica con una mano
y con la otra rechaza la muerte; en los pueblos aún se ve ese cuadro; es la
lucha constante contra la muerte, lucha que de entrada está perdida, pero
que siempre está presente en todas las enfermedades. En nuestra cultura
nos hemos acostumbrado a ver la enfermedad como un paso hacia la muer
te; pero podemos cambiar el cuadro y pensar que uno no se muere porque
se enferma, sino que se enferma porque se tiene que morir; recordemos
las observaciones de los Simonton.
Muchos de los enfermos que van a una consulta van enfermos de
miedo y llenos de culpas; a veces basta con explicarles la enfermedad como
un hecho vital y se producen muy buenos cambios, pues es el miedo mis
mo el que les impide curarse.
25
26 Lánzate al vacío, se extenderán tus alas
Usted muestra también una visión muy crítica frente a las medicinas al
ternativas. ¿Por qué esa actitud siendo uno de sus pioneros?
Precisamente por ser un pionero las veo desde un punto de vista no
sólo médico sino también desde su compromiso social, político y
humanístico.
La gran mayoría de los médicos que optamos por lo alternativo (he
terodoxo) seguimos teniendo una racionalidad lineal y mecanicista, or
todoxa. Algunos de nosotros fuimos a la China, vimos un viejito de ojos
rasgados, con su racionalidad, su delicadeza, su cosmovisión y su relación
con el mundo poniendo agujas, y mejorando gente, e inmediatamente le
arre-batamos las agujas, el instrumento, y con la soberbia científica que
nos caracteriza, abandonamos al viejito y su verdadero saber; es decir, con
fundimos la herramienta con el trabajador; después, más soberbios aún,
nos atrevimos a autollamarnos acupuntores y, seguramente, ya estamos
convencidos de que sabemos más que el viejito aquel.
La alternativa de lo alternativo 27
como tal, tiene que medirse y comprobarse con aparatos cada vez más
costosos. De aquí en adelante aparecen consultas en dólares, clínicas al
ternativas donde lo primero que uno encuentra es la caja registradora, la
sonrisa del médico tiene un costo, el pasar la mano y tocar al enfermo
tiene otro, el mirar al paciente con otros ojos deja a este último sin posibi
lidades económicas y sin ojos, y esto muchas veces cubierto con un manto
de falso misticismo e inmoral apariencia de pureza.
Por otra parte, como no hay control de ningún tipo, en lo alternativo
abundan los mercachifles, que han aprendido su oficio en cursos rápidos
de tres o cuatro días; ya hay cursos de terapia neural por correspondencia
con videos, con pura técnica. Así, se encuentran centros y médicos que
hacen a la vez homeopatía mal hecha, naturismo mal hecho, acupuntura
peor hecha, imposición de manos etc., como parte de la charlatanería;
auriculoterapia mediocremente hecha, terapia neural o dietas pésimamente
hechas. También le limpian el aura, le cierran unos agujeros en los cuer
pos energéticos, agujeros y negruras que sólo ellos ven y diagnostican, le
ayudan a arreglar el karma, le dicen cómo pensar, cómo comer, qué color
de ropa ponerse, qué color de velas prender, y todo lo que se les ocurra.
Esta gente cree que uniendo una cantidad de mediocridades se logra ha
cer algo bueno; es como si pensáramos que un burro detrás de un burro y
detrás de otro burro hasta completar treinta o cuarenta burros pueden
formar una locomotora o un avión. Soy muy crítico de eso, son sólo
corsarios que cambiaron de espada.
La revolución alternativa
Si yo fuera médica le preguntaría pragmáticamente: ¿por qué tanto inte
rés en lo conceptual, realmente para qué sirve?
La realidad es una construcción que surge de nuestra mente, de nues
tra capacidad de indagación conceptual inserta en el corazón de una cul
tura; así que, para hacer una medicina diferente hay que mirar al enfermo
con otros ojos y con otras miradas y eso lo permite únicamente el cambio
de racionalidades; no sólo para ver al enfermo sino especialmente para
relacionarnos con la vida.
En síntesis, lo mal llamado alternativo, tomándolo en serio, conlleva
cambios sustanciales en nuestra relación no sólo con los demás y con la
naturaleza sino con nosotros mismos, pues produce serios desgarros y
alteraciones en lo más profundo de nuestro ser.
Por eso, al construir una nueva realidad, muchas personas se ven
confrontadas con la realidad misma, y se sienten duramente atacadas. Este
discurso puede aparecer entonces agresivo para algunos, puede producir
bien sea parálisis o bien sea un duro rechazo que puede llegar hasta a
generar violencia. Es una confrontación con uno mismo, con su yo y con
la realidad que uno ha creado. A veces se revalúan o se desmontan muchas
creencias y prejuicios, dando incluso la falsa sensación de quedar sin ba
ses; es, pues, una construcción que se tiene que hacer diariamente pero
sin caer nunca en dogmas ni en principios inamovibles. Recuerde el verso
de Apollinaire:
5 Morris Berman. El reencantamiento del mundo, Chile, Editorial Cuatro Vientos, 1995.
30 Lánzate al vacío, se extenderán tus alas
7 Cari Jung. La Nueva Era. Temas ocultos, citado por Elvira Marteles. Puerto Rico,
Edit. Contrastes, 1995.
34 Lánzate al vacío, se extenderán tus alas
ella. Por eso los señores investigadores una y otra vez se pifian, pues a mu
chas hierbas y plantas medicinales indígenas y negras no les encuentran
el tal principio activo y, sin embargo, en manos de un buen yerbatero si
guen curando, ya que éste ve en ellas una fuerza y no una sustancia activa.
Es más, la fuerza que una hierba tiene es una en las horas del rocío y otra
en las horas de la noche. Esto lo saben los agrónomos y los biólogos pues
la savia corre de diferentes maneras, según caliente el sol o no. Tampoco
es lo mismo una hojita del cogollo, que una hojita de la base de la planta;
tienen diferentes fuerzas y poderes, y si se las analiza muy bien tienen
seguramente las mismas sustancias pero en diferentes concentraciones.
Por otra parte, una planta vale toda ella, todas sus sustancias que
sumadas dan unas características especiales que no dependen de una de
ellas, sino de la suma sinèrgica de todas. Así que lo del principio activo es
muchas veces otra gran metida de pata, por no tener en cuenta la concep
ción y seguir creyendo que las cosas pueden dividirse, desmembrarse sin
perder su esencia, su naturaleza intrínseca.
Por esto, para saber algo de los métodos de curación indígenas o
negros, hay que entender también sus relaciones sociales, culturales y
cósmicas, y no buscar mecánicamente los principios curativos para co
mercializar las cosas. Los buenos yerbateros y las buenas yerbateras le
piden permiso a la energía básica de la planta, o elemental, cuando le van
a arrancar una parte. Allí se observa la funcionalidad de la llamada quinta
dimensión.
Es evidente que hay una gran riqueza en nuestra gente, en nuestros in
dios y en nuestros negros, ¿por qué se desperdicia eso, por qué ese afán de
buscar todo en lo oriental o lo europeo?
Por nuestra propia cultura, pues para nosotros lo mejor siempre está
fuera, no en el aquí y el ahora, y en el ser, estar y hacer parte. Todo suceso
es externo a nosotros mismos; vuelve y juega lo de objeto y sujeto, o lo de
la naturaleza como algo apartado de nosotros; por eso pensamos que la
tenemos que dominar y domeñar, que le tenemos que arrancar sus secre
tos, sin darnos cuenta de que lo lógico es que aprendamos a vivir, a com
partir, a bailar con ella, a entender su código, en síntesis, a bailar con las
nubes. El problema es cultural, social, político, de concepción y de
paradigmas. Pero lo peor es que no tenemos identidad, no creemos ni nos
vemos a nosotros mismos.
Por eso a veces nos sentimos tan solos en el mundo, por eso a veces
es tan difícil que nos entiendan, ya que al no haber construido nuestra
identidad propia nos hemos convertido en una colcha de retazos.
La alternativa de lo alternativo 35
Sin embargo, eso mismo nos aporta muchas esperanzas. Creo que
somos la reserva del crecimiento del mundo, aquí está la llama que se
mueve en todas direcciones; ahora tenemos que recrear la realidad que
nos han vendido, para crear una nuestra que podrá ser compartida por el
resto del mundo.
Me parece que lo alternativo tiene unas perspectivas que van más allá de
un simple marco teórico médico; de sus planteamientos concluyo que es
un compromiso con la vida.
Sí, tiene compromisos políticos, yo diría revolucionarios; lleva una
concepción diferente del ser humano y de la realidad, y por eso si son mal
interpretadas puede generar parálisis, agresividad o tensión.
No hay decálogos para seguir, no hay caminos, no hay normas rígi
das, pero sí es altamente humano, responsable y libertario; por eso está
ligado a una reivindicación de lo moral, de lo ético, de la solidaridad y del
amor mismo. Wilhelm Reich decía que el amor y el dominio son fisioló
gicamente metas incompatibles, y por pensar así lo encarcelaron y decla
raron loco.
Lo alternativo no es lo que creyó la Organización Mundial de la Sa
lud en Alma Ata o lo que creen y hacen algunas personas que lo utilizan
para explotar y robar a sus congéneres, y sigo pensando que ese nombre
no es lo mejor que se les ha ocurrido.
Capítulo 3
Nuevos paradigmas
Retornemos la mirada a Io occidental
y preguntémonos hasta qué punto somos
víctimas de nuestro propio invento. ¿Hasta
dónde la racionalidad lineal es
una tram pa puesta por nosotros mismos?
¿Será posible vernos desde otros
ángulos? ¿Será posible que pongamos
vertical el horizonte y le demos un giro de
90 grados a nuestra visión del mundo
para que descubramos nuevos arrullos,
para que veamos los dioses de los otros,
nuevas figuras, otras simbologías
y otras posibilidades?
El mensaje de este capítulo dedicado
a los paradigmas es que lo intentemos,
que no perdamos las esperanzas.
Recordemos que lo m ás interesante que
tiene la vida es que para ella siempre hay
muchos tiempos —para ella nunca es
tarde pero a los seres humanos
-
39
40 Lánzate al vacío, se extenderán tus alas
si uno trata de explicar la mente con la mente se arma una gran confu
sión, y mayor confusión se arma si con la mente finita queremos demos
trar o acercarnos a lo infinito.
Con los siguientes paradigmas quiero presentar la posibilidad de un
diálogo de saberes o de ignorancias o simplemente un diálogo. Pero, por
favor, no más dogmas, eso genera violencia e irracionalidades absolutas.
Bircher Benner decía que en estas cosas del conocimiento es como
cuando uno asciende a un pico con neblina; a medida que asciende y se
acerca a la cima se encontrará con las nubes, así que, entre más alto se
llega, se debe caminar con más prudencia, los pasos serán más cortos y
quizá la incertidumbre será mayor.
8 Thomas S. K hun, Qué son las revoluciones científicas, Barcelona, Altaya, 1987.
Nuevos paradigmas 41
9 Ibid.
42 Lánzate al vacío, se extenderán tus alas
10 Ibid.
Nuevos paradigmas 43
¿Cuánto tiempo cree usted que transcurrirá antes que las instituciones
con antiguos paradigmas le den paso a los nuevos?
Creo que ya se están dando los cambios; los movimientos sociales y
políticos de los años sesenta fueron los iniciales, es decir, sólo van cuaren
ta años. Al paradigma cartesiano, con la complicidad de la Revolución Fran
cesa, le tomó tres siglos (del XVII al XX) para ser reconocido; así que,
teniendo en cuenta factores como las autopistas informáticas, la
globalización, etc., nos pueden faltar un par de siglos, por eso no nos debe
mos angustiar mucho; pero como el camino es tan largo, iniciémoslo de
una vez.
que imprimen la dinámica del conjunto, es decir, que las cosas son como
un reloj o una máquina en donde todas las partes se relacionan mecánica
mente entre sí, y esta misma concepción mecánica la hemos trasladado a
lo biológico y a lo social.
El nuevo paradigma (NP) plantea que las propiedades de las partes
sólo pueden comprenderse en razón del conjunto, así que no hay partes
sino una red inseparable de relaciones; lo cual se presenta por la fractalidad,
la acausalidad y las otras características de los sistemas de alta compleji
dad, propiedades emergentes que en nada recuerdan el accionar indivi
dual de las partes. Al ser el todo más que la suma de las partes, tiene propie
dades que no se encuentran en éstas cuando se estudian individualmente.
Cuando los doctores hacen juntas médicas y el nefrólogo habla de los
riñones, el gastroenterólogo del estómago, el neurólogo del cerebro, el
ortopedista de los huesos, etc., creen que están hablando de un mismo
paciente porque después al unir sus apreciaciones de las partes, creen que
lo recomponen. Pero no es así, incluso con mucha frecuencia la droga que
da el gastroenterólogo mejora el estómago pero daña los riñones, la que
da el neurólogo inhibe lo que hace el ortopedista, lo que hacen todos daña
el corazón o los pulmones, y al final se presenta lo que la gente llama una
“complicación de males” o de médicos, o iatrogenia (enfermedad causada
por los médicos, los medicamentos o las maniobras diagnósticas), ya que
el error está en la concepción: no es arreglando las partes por separado
como se componen ni las partes ni el todo.
tos, viejos; por tanto debe haber gente que maneje mejor cada uno de esos
aspectos, para lo cual la especialidad tampoco puede ser dejada de lado...
Es muy válida su apreciación; pero, se debe recordar que cada una de
esas partes o componentes no son estructuras fundamentales (AP), sino
sistemas, manifestaciones de procesos subyacentes (NP) de un orden im
plicado, de una quinta dimensión, de una red dinámica de la que ellos
emergen. Se podría decir que no son más que casquetes de hielo sobresa
lientes de un gran iceberg unificador; al final, en el origen, todos volvemos
al uno básico.
Sí se requieren especialistas en muchos temas, pero especialistas que
entiendan su especialidad en función del todo; de lo contrario llegaremos
a lo que planteó Bernard Shaw y es que “Cada vez sabemos mucho de
menos hasta que llegará el momento en que sabremos mucho'de nada y
nada de todo”.
aclara por qué las tiene y ella misma resuelve sus propias necesidades y no
las impuestas por el observador o por el que las interviene en un momento
dado.
Así que, además de los resultados, que son válidos, tenemos que re
cuperar el valor del proceso; repetir que el fin no justifica los medios, sino
que los medios justifican el fin, que debería ser uno de los principios éti
cos en la política.
Igualmente en las descripciones objetivas y en el proceso mental ob
jetivo (AP) tenemos que incluir la epistemología (NP), los ¿por qué sé que
sé, o por qué pienso que pienso? O ¿será que pienso o me piensan? O
¿piensan por mí y yo repito?
Un escritor amigo que trabajó mucho en los derechos alternativos,
entre ellos el derecho a la utopía y al asombro, y que puede ver el universo
en un grano de arena, me decía que a la gente no hay que preguntarle para
dónde va sino para dónde la llevan. Esas objetividades nos han llevado a las
estadísticas, a querer masificar, uniformar (AP), a confundir orden con
equilibrio, a desconocer que somos iguales porque somos diferentes -o
sea la igualdad dentro de la diferencia- y a temer a la diferencia en lugar
de apreciarla.
¿Es decir que cuando algo se vuelve objetivo, en últimas lo que se quiere
es homogenizarlo, uniformarlo o igualarlo (AP)?
Sí, es decir, no se acepta la otredad (NP) ni la singularidad (NP) por
que ellas dañan las estadísticas homogenizadoras, al punto que el refrán
dice: “La excepción confirma la regla”; es decir, la regla siempre gana, al
final no acepta la excepción. En el lenguaje diario se encuentra enquistado
el paradigma prepotente, es toda esa simbología que se mueve en lo coti
diano; y la medicina, su lenguaje y su simbología siempre están allí en ese
paradigma.
Michael Taussig, con quien alguna vez hicimos un video sobre
chamanismo en el Putumayo (Colombia), dice: “El término ‘limpieza’ con
virtió la metáfora en candente realidad. ‘La ciudad necesita urgentemente
un tratamiento aséptico’ decía el periódico caleño Occidente (colombia
no), para erradicar focos de actividad criminal, para purificar el ambiente
y limpiar el centro de Cali”11.
Es muy importante tener en cuenta que las concepciones, las pala
bras, los diagnósticos y los rituales están cargados de simbología, por tan
to, las palabras y el lenguaje también matan y la simbología nos puede
enfermar o nos puede curar.
aclara por qué las tiene y ella misma resuelve sus propias necesidades y no
las impuestas por el observador o por el que las interviene en un momento
dado.
Así que, además de los resultados, que son válidos, tenemos que re
cuperar el valor del proceso; repetir que el fin no justifica los medios, sino
que los medios justifican el fin, que debería ser uno de los principios éti
cos en la política.
Igualmente en las descripciones objetivas y en el proceso mental ob
jetivo (AP) tenemos que incluir la epistemología (NP), los ¿por qué sé que
sé, o por qué pienso que pienso? O ¿será que pienso o me piensan? O
¿piensan por mí y yo repito?
Un escritor amigo que trabajó mucho en los derechos alternativos,
entre ellos el derecho a la utopía y al asombro, y que puede ver el universo
en un grano de arena, me decía que a la gente no hay que preguntarle para
dónde va sino para dónde la llevan. Esas objetividades nos han llevado a las
estadísticas, a querer masificar, uniformar (AP), a confundir orden con
equilibrio, a desconocer que somos iguales porque somos diferentes -o
sea la igualdad dentro de la diferencia- y a temer a la diferencia en lugar
de apreciarla.
¿Es decir que cuando algo se vuelve objetivo, en últimas lo que se quiere
es homogenizarlo, uniformarlo o igualarlo (AP)?
Sí, es decir, no se acepta la otredad (NP) ni la singularidad (NP) por
que ellas dañan las estadísticas homogenizadoras, al punto que el refrán
dice: “La excepción confirma la regla”; es decir, la regla siempre gana, al
final no acepta la excepción. En el lenguaje diario se encuentra enquistado
el paradigma prepotente, es toda esa simbología que se mueve en lo coti
diano; y la medicina, su lenguaje y su simbología siempre están allí en ese
paradigma.
Michael Taussig, con quien alguna vez hicimos un video sobre
chamanismo en el Putumayo (Colombia), dice: “El término ‘limpieza' con
virtió la metáfora en candente realidad. ‘La ciudad necesita urgentemente
un tratamiento aséptico’ decía el periódico caleño Occidente (colombia
no), para erradicar focos de actividad criminal, para purificar el ambiente
y limpiar el centro de Cali”11.
Es muy importante tener en cuenta que las concepciones, las pala
bras, los diagnósticos y los rituales están cargados de simbología, por tan
to, las palabras y el lenguaje también matan y la simbología nos puede
enfermar o nos puede curar.
tos, viejos; por tanto debe haber gente que maneje mejor cada uno de esos
aspectos, para lo cual la especialidad tampoco puede ser dejada de lado...
Es muy válida su apreciación; pero, se debe recordar que cada una de
esas partes o componentes no son estructuras fundamentales (AP), sino
sistemas, manifestaciones de procesos subyacentes (NP) de un orden im
plicado, de una quinta dimensión, de una red dinámica de la que ellos
emergen. Se podría decir que no son más que casquetes de hielo sobresa
lientes de un gran iceberg unificador; al final, en el origen, todos volvemos
al uno básico.
Sí se requieren especialistas en muchos temas, pero especialistas que
entiendan su especialidad en función del todo; de lo contrario llegaremos
a lo que planteó Bernard Shaw y es que “Cada vez sabemos mucho de
menos hasta que llegará el momento en que sabremos mucho'de nada y
nada de todo”.
que imprimen la dinámica del conjunto, es decir, que las cosas son-como
un reloj o una máquina en donde todas las partes se relacionan mecánica
mente entre sí, y esta misma concepción mecánica la hemos trasladado a
lo biológico y a lo social.
El nuevo paradigma (NP) plantea que las propiedades de las partes
sólo pueden comprenderse en razón del conjunto, así que no hay partes
sino una red inseparable de relaciones; lo cual se presenta por la fractalidad,
la acausalidad y las otras características de los sistemas de alta compleji
dad, propiedades emergentes que en nada recuerdan el accionar indivi
dual de las partes. Al ser el todo más que la suma de las partes, tiene propie
dades que no se encuentran en éstas cuando se estudian individualmente.
Cuando los doctores hacen juntas médicas y el nefrólogo habla de los
riñones, el gastroenterólogo del estómago, el neurólogo del cerebro, el
ortopedista de los huesos, etc., creen que están hablando de un mismo
paciente porque después al unir sus apreciaciones de las partes, creen que
lo recomponen. Pero no es así, incluso con mucha frecuencia la droga que
da el gastroenterólogo mejora el estómago pero daña los riñones, la que
da el neurólogo inhibe lo que hace el ortopedista, lo que hacen todos daña
el corazón o los pulmones, y al final se presenta lo que la gente llama una
“complicación de males” o de médicos, o iatrogenia (enfermedad causada
por los médicos, los medicamentos o las maniobras diagnósticas), ya que
el error está en la concepción: no es arreglando las partes por separado
como se componen ni las partes ni el todo.
que imprimen la dinámica del conjunto, es decir, que las cosas son como
un reloj o una máquina en donde todas las partes se relacionan mecánica
mente entre sí, y esta misma concepción mecánica la hemos trasladado a
lo biológico y a lo social.
El nuevo paradigma (NP) plantea que las propiedades de las partes
sólo pueden comprenderse en razón del conjunto, así que no hay partes
sino una red inseparable de relaciones; lo cual se presenta por la fractalidad,
la acausalidad y las otras características de los sistemas de alta compleji
dad, propiedades emergentes que en nada recuerdan el accionar indivi
dual de las partes. Al ser el todo más que la suma de las partes, tiene propie
dades que no se encuentran en éstas cuando se estudian individualmente.
Cuando los doctores hacen juntas médicas y el nefrólogo habla de los
riñones, el gastroenterólogo del estómago, el neurólogo del cerebro, el
ortopedista de los huesos, etc., creen que están hablando de un mismo
paciente porque después al unir sus apreciaciones de las partes, creen que
lo recomponen. Pero no es así, incluso con mucha frecuencia la droga que
da el gastroenterólogo mejora el estómago pero daña los riñones, la que
da el neurólogo inhibe lo que hace el ortopedista, lo que hacen todos daña
el corazón o los pulmones, y al final se presenta lo que la gente llama una
“complicación de males” o de médicos, o iatrogenia (enfermedad causada
por los médicos, los medicamentos o las maniobras diagnósticas), ya que
el error está en la concepción: no es arreglando las partes por separado
como se componen ni las partes ni el todo.
tos, viejos; por tanto debe haber gente que maneje mejor cada uno de esos
aspectos, para lo cual la especialidad tampoco puede ser dejada de lado...
Es muy válida su apreciación; pero, se debe recordar que cada una de
esas partes o componentes no son estructuras fundamentales (AP), sino
sistemas, manifestaciones de procesos subyacentes (NP) de un orden im
plicado, de una quinta dimensión, de una red dinámica de la que ellos
emergen. Se podría decir que no son más que casquetes de hielo sobresa
lientes de un gran iceberg unificador; al final, en el origen, todos volvemos
al uno básico.
Sí se requieren especialistas en muchos temas, pero especialistas que
entiendan su especialidad en función del todo; de lo contrario llegaremos
a lo que planteó Bernard Shaw y es que “Cada vez sabemos mucho de
menos hasta que llegará el momento en que sabremos mucho'de nada y
nada de todo”.
aclara por qué las tiene y ella misma resuelve sus propias necesidades y no
las impuestas por el observador o por el que las interviene en un momento
dado.
Así que, además de los resultados, que son válidos, tenemos que re
cuperar el valor del proceso; repetir que el fin no justifica los medios, sino
que los medios justifican el fin, que debería ser uno de los principios éti
cos en la política.
Igualmente en las descripciones objetivas y en el proceso mental ob
jetivo (AP) tenemos que incluir la epistemología (NP), los ¿por qué sé que
sé, o por qué pienso que pienso? O ¿será que pienso o me piensan? O
¿piensan por mí y yo repito?
Un escritor amigo que trabajó mucho en los derechos alternativos,
entre ellos el derecho a la utopía y al asombro, y que puede ver el universo
en un grano de arena, me decía que a la gente no hay que preguntarle para
dónde va sino para dónde la llevan. Esas objetividades nos han llevado a las
estadísticas, a querer masificar, uniformar (AP), a confundir orden con
equilibrio, a desconocer que somos iguales porque somos diferentes -o
sea la igualdad dentro de la diferencia- y a temer a la diferencia en lugar
de apreciarla.
¿Es decir que cuando algo se vuelve objetivo, en últimas lo que se quiere
es homogenizarlo, uniformarlo o igualarlo (AP)?
Sí, es decir, no se acepta la otredad (NP) ni la singularidad (NP) por
que ellas dañan las estadísticas homogenizadoras, al punto que el refrán
dice: “La excepción confirma la regla”; es decir, la regla siempre gana, al
final no acepta la excepción. En el lenguaje diario se encuentra enquistado
el paradigma prepotente, es toda esa simbología que se mueve en lo coti
diano; y la medicina, su lenguaje y su simbología siempre están allí en ese
paradigma.
Michael Taussig, con quien alguna vez hicimos un video sobre
chamanismo en el Putumayo (Colombia), dice: “El término ‘limpieza' con
virtió la metáfora en candente realidad. ‘La ciudad necesita urgentemente
un tratamiento aséptico’ decía el periódico caleño Occidente (colombia
no), para erradicar focos de actividad criminal, para purificar el ambiente
y limpiar el centro de Cali”11.
Es muy importante tener en cuenta que las concepciones, las pala
bras, los diagnósticos y los rituales están cargados de simbología, por tan
to, las palabras y el lenguaje también matan y la simbología nos puede
enfermar o nos puede curar.
14 L. von Bertalanffy, Teoría general de los sistemas, México, Fondo de C ultura Econó
mica, 1976.
Nuevos paradigmas 57
¿Por qué?
Porque al ser de alta complejidad tiene una gran dinámica (aclaro
que alta complejidad no es sinónimo de complicación) y para ejercer esa
gran dinámica necesita no estar en equilibrio, pues lo equilibrado es está
tico; así que es un sistema de alta complejidad alejado del equilibrio, para
mantenerse vivo; cuando se equilibra se muere. Un estado de equilibrio se
puede definir como aquel que no admite ningún otro proceso, en el cual
las diferencias desaparecen y no permite entonces ninguna emergencia.
Para la ciencia y la física clásica el orden está asociado con el equili
brio y el desorden con el no-equilibrio; pero en los seres vivos el orden se
asocia con estar alejado del equilibrio para mantener una dinámica que es
su vida, que es su orden, el equilibrio es un desorden que lleva a la muerte.
Nuestra sociedad es malsana cuando habla del equilibrio como un
ideal vital, porque ha tipificado al ser humano ideal como un personaje
equilibrado, es decir, rígido e inflexible; y lo que es rígido e inflexible se va
al fondo. La medicina ortodoxa alopática es experta en querer llevarlo a un
Nuevos paradigmas 59
equilibrio agónico; allí sobrevive mucha de nuestra gente, por eso hacen
tanta falta las líneas de fuga de los aparatos de poder y de captura. Todo
esto de lo que estamos hablando son en realidad líneas de fuga.
¿Cómo hacen los seres vivos para mantenerse alejados del equilibrio?
Para poder mantenerse alejados del equilibrio y en su propio orden
dinámico los organismos vivos tienen que eliminar la entropía, algo así
como eliminar el desorden molecular o energía degradada para producir
después, en quién sabe qué partes del universo, un reciclaje de energía.
Los seres vivos eliminan esa entropía en forma de calor, o sea de fiebre;
pero la farmacopea y los médicos son expertos en bajar la fiebre; las ma
dres les dan a los hijos pastillitas para bajarles la fiebre, es decir, no dejan
que el organismo bote entropía, que mantenga su orden propio, su vitali
dad propia. A toda hora hay ese afán uniformante, nos quieren mantener
en el equilibrio. En lo social, la escuela también tiende a equilibrarnos, es
entonces una asociación para mantenernos cercanos a la muerte, agónicos,
para que no pensemos, para que cada día muramos “normalmente”... Para
que no ejerzamos la desobediencia vital.
Pero no todo lo vital es caótico. Por ejemplo la Tierra, que es vital, gira
predeciblemente alrededor del Sol; y conociendo su eje de rotación y su
punto de traslación alrededor del Sol se sabe por ejemplo la velocidad y el
sitio que tendrá dentro de dos m il o cinco m il años. Y así con muchas
otras cosas en la vida.
Eso es cierto. La Tierra y en general lo macro, lo gravitacional, lo que
describió Newton, corresponden a un sistema dinámico estable (aunque
en computadores se ha visto, proyectando el sistema solar a varios siglos
adelante, que Plutón no es tan newtoniano y sufre desviaciones no
preestablecidas, como quien dice él también es desobediente). Pero, por
ejemplo, no podemos predecir la evolución del clima terrestre más que
para tiempos cortos porque es un sistema dinámico inestable. Hay una
falla de la racionalidad clásica cuando creyó que todos los sistemas eran
sistemas dinámicos estables y deterministas, pues no conocían el elec
trón, lo cuántico, el caos ni la teoría de sistemas.
Los sistemas dinámicos periódicos, estables, son muy específicos y
permiten una descripción de manera aparentemente completa, pero los
aportes de todas estas disciplinas de las que hemos hablado permitieron
comprender que en lo vital y en el ser humano, la situación es completa
Nuevos paradigmas 61
18 Norbert Elias, La civilización de los padres y otros ensayos. Vera Weiler Comp., U ni
versidad Nacional de Colom bia, Bogotá, Norma.
62 Lánzate al vacío, se extenderán tus alas
con todo el cosmos. Por sus compromisos con el nazismo (algo que recha
zo personalmente) su obra ha sido atacada; pero a pesar de esto fue un
hombre que ayudó a echar las bases para una nueva psicología del siglo
XXI. Habló del Unus Mundus, refiriéndose a ese entretejido que hace que
en el universo todos ios hechos tengan relaciones; decía que el hombre
posee una “función religiosa o sacra” cuya expresión es tan importante
como la de los instintos agresivos o sexuales. Esta tendencia innata en el
hombre viene originada por el arquetipo del self o sí mismo, que Jung
encuentra en todos los seres humanos más allá de culturas y religiones.
En sus estudios se sumergió en las mitologías, en las filosofías orientales,
en el misticismo universal, se interesó por la alquimia, las fuerzas síquicas,
el tarot, y el I Ching (del cual escribió el prólogo para la versión de Richard
Wilhelm). Sus planteamientos fueron y aún son muy revolucionarios y
quizás incomprendidos.
Pero otra característica de los enfoques positivistas de la conducta es
que se interesen por las conductas no adaptadas (otra vez la disfunción o
la enfermedad como centro, no la salud) y sacan sus conclusiones de estos
datos.
Abraham Maslow fue uno de los primeros en estudiar a los sanos -no
confundir con “normales” o “uniformados”- y vio que muchas personas
tenían “experiencias cumbres”, que son sensaciones de felicidad, de pleni
tud y de unidad total.
Stanislav Grof y sus colaboradores estudiaron los estados alterados o
no ordinarios de conciencia, con experiencias controladas con LSD y otras
sustancias amplificadoras de la conciencia. Sus trabajos se remontan a
1956 en el Instituto Siquiátrico de Praga, y los continuó en los Estados
Unidos. Sus experiencias coinciden con las de Ken Wilber, tal vez el más
conocido de esta corriente llamada psicología transpersonal, ya que co
rresponde a experiencias psicodinámicas, perinatales y transpersonales,
es decir, que van más allá de la propia personalidad para confundirse y fun
dirse con la naturaleza; son experiencias que también se encuentran en el
chamanismo, el curanderismo, el vudú, la santería y en otras culturas.
La psicología transpersonal tiene entre otras características:
Como se ve, estas experiencias tienen una gran ligazón con el pensa
miento expuesto hasta ahora. Aunque aquí no se aborden estos temas con
detenimiento, hay que destacar que son tan importantes como los hallaz
gos de la física, la termodinámica o la cibernética.
19 Pierre Weil, Los límites del ser humano. Colección Transpersonal Los Libros de la
Liebre de Marzo, Barcelona, S.L., 1997.
64 Lánzate al vacío, se extenderán tus alas
67
68 Lánzate al vacío, se extenderán tus alas
El caleidoscopio de la complejidad
Tratemos de pensar, de entender, de introducimos en los sistemas de alta
complejidad. ¿Cuáles son sus características principales?
Las principales características son: autoorganización, acausalidad,
fractalidad, emergencia, borrosidad, omnijetividad, conectividad y
flujicidad.
ganización deseable o ideal, pues no es lógico ver como una forma ideal de
autoorganización en lo social una dictadura, la persecución, las violacio
nes de los derechos humanos u otras atrocidades; como nadie es feliz te
niendo como medio o forma de autoorganización una infección de años o
un sida o una enfermedad degenerativa. Pero al interrelacionarnos con
esos sistemas biológicos o sociales, tenemos que conocerlos como red,
conocer sus biografías y darles impulsos o conocimientos o educación para
que ellos creen un nuevo orden y encuentren un mejor camino, pero nun
ca imponerles una jerarquía o un modelo.
Los procesos de autoorganización deben respetarse; puede que si esa
autoorganización se mira o estudia objetivamente, según los parámetros
actuales, no guste o no se entienda o parezca caótica e irregular; por eso,
para entenderla, respetarla y no agredirla hay que interrelacionarse con lo
observado. Por eso no caben modelos o uniformidades en lo social, ni en lo
biológico, ni en lo médico, pues cada parte de nuestro cuerpo tiene un
conocimiento y una conciencia del todo.
He dicho que la medicina impone sus modelos al ser humano, no
estimula el organismo para que él los busque. Si se impone, siempre se le
tiene que vigilar para mantenerlo a raya; por eso los médicos o las
promotoras o el personal de salud son los vigilantes o los policías de la
salud; se convirtieron en eso porque al someter al ser humano a un mode
lo que no le es propio, en cada momento tratará de salirse, pero al tratar de
hacerlo se encontrará con los policías sanitarios que tienen puestos de
salud, clínicas, consultorios, hospitales, quirófanos, antibióticos, agujas,
glóbulos, o relajaciones para domesticarlo.
Esto, guardadas las proporciones, ocurre con lo social.
Pasemos a la acausalidad
La acausalidad es muy difícil de comprender en nuestra racionali
dad, dada siempre a buscar causas, linealidades: “Songo le dio a Borondon-
go, Borondongo le dio a Bernabé, Bernabé le pegó a Muchilanga...”, y así
en una eterna cadena no sólo de causalidades sino de culpabilidades. Lin-
Yutang decía que para cristianizar a un oriental primero había que
culpabilizarlo o al menos hacerlo sentir culpable; yo diría causante o cau
sa de algo.
Pero no todas las culturas han manejado las cosas como causa-efecto
o multicausalidad-efecto. Luis Racionero en el capítulo “Taoísmo: Los ri
tos vitales de la naturaleza” de su libro Filosofías del underground, dice:
que en la sociedad hay que hacer limpiezas, purgas, que hay que “cortar
por lo sano”, que la corrupción es el cáncer; al final ha surgido una
simbología médico-guerrera-social que refleja una visión mecanicista,
patriarcal y violenta de la vida.
Recordemos que los indios invitan a las nubes a bailar para que llue
va, mientras nosotros las bombardeamos siguiendo nuestra lógica de cau
sa efecto. Como decía, la ideología de causa efecto es violenta y
culpabilizadora, ya que al pensar que acabando con la posible causa des
aparece el efecto, se llega el momento en que el fin justifica los medios.
Por otro lado, es muy interesante que la moderna física cuántica y
los sistemas de alta complejidad les estén dando la razón a culturas como
la antigua china, la egipcia o la árabe y a los indígenas americanos; como
dije antes: el tiempo aunque sea relativo a veces sirve como un buen juez.
Pero debemos aceptar algo más de fondo como es tener que pasar de
una cultura social del cimiento, la raíz o bases inamovibles, como es la
nuestra, a una cultura de redes móviles en donde los cimientos y las raíces
no pueden ser profundos. Esotéricamente, diría que debemos pasar a una
cultura o formas sociales que se comporten como un lago cuyas aguas
móviles se deslizan según la necesidad del todo. Pasamos así realmente a
la época de Acuario, sinónimo de fluidez, de cambio y de adaptación.
En este punto quiero aclarar dos cosas: por una parte, muchos de
estos avances y concepciones del siglo XX aún no han sido aplicados por
las ciencias biológicas ni sociales. Por otra parte, todas estas característi
cas de los sistemas de alta complejidad son interdependientes entre sí; la
autoorganización no se puede entender sin la emergencia, sin la fractalidad,
sin tener en cuenta la acausalidad, y lo mismo sucede con las demás. Es la
concepción de red llevada a la práctica de un discurso; sólo dividimos para
describir pero la realidad es que esas divisiones no existen, es decir no
podemos confundir el mapa con la ciudad, el mapa no es más que una
aproximación.
Otra característica del concepto “el todo está en las partes y éstas en el
todo” es la borrosidad.
Sí. ¿Dónde comienza el todo y termina la parte? ¿Dónde están las
partes? ¿Hasta dónde llega la materia y hasta dónde la energía? Al ver todo
como una red en continuo cambio, con propiedades emergentes, la borro
sidad se hace patente.
En la física es muy fácil de entender: si se pudiera cabalgar en una
partícula subatómica se atravesarían diferentes cuerpos y masas sin
darse cuenta de que lo hace por el principio de borrosidad, es decir, no hay
límites.
Por ejemplo, la piel nos aísla pero también nos comunica, es lo más
superficial pero también lo más profundo que tenemos; lo sabemos por
que una caricia en la piel nos conmueve en lo más profundo de los senti
mientos; o como reza el eslogan de una muy buena revista española; “Ar
chipiélago: grupo de islas unidas por lo que las separa”.
Estas son razones que nos impelen a cambiar las preguntas que siem
pre han sido objetivas, como por ejemplo ¿qué es la luz?, y remplazaría por
¿cómo nos relacionamos la luz y yo? Pierde entonces importancia la pre
gunta ¿qué fue primero, el huevo o la gallina?
¿Esto nos remite otra vez al concepto de que no hay sujeto y objeto?
Sí, la borrosidad, la inclusión, que es el todo y la parte en acción, la
emergencia, la fractalidad, etc., nos llevan a concluir que en los sistemas
de alta complejidad no hay sujeto y objeto, lo cual se llama omnijetividad.
Aún más, el universo como sistema, y todos los sistemas y todas las
partes de un sistema son omnijetivos; tienen conectividad, es decir, todas
ellas se afectan mutuamente aunque no tengan conexión directa; por eso
en vez de elementos del sistema es preferible hablar de sucesos del sistema
como sus partes constitutivas. Matemáticamente está demostrado que
cualquier cosa que ocurra en el universo repercute en otro lugar, no im
Sistemas de alta complejidad 79
83
84 Lánzate al vacío, se extenderán tus alas
Todo lo que nos rodea son, al fin de cuentas, hechos relacionados entre
sí. Naturalmente pueden considerarse como entidades separadas y es
tudiarse de esta forma. No obstante, iqué diferente resulta cuando los
contemplamos como parte de un todo! Muchos elementos dejan de
ser sólo detalles para memorizar ya que su relación permite elaborar
una descripción comprimida, una forma de teoría, un esquema que los
comprende y resume y en cuyo marco comienzan a tener un sentido. El
mundo se hace más comprensible25.
el yo, el tú, el mío, el suyo, como debería ser en una relación absolutamen
te normal y buena.
En este diálogo esquizofrénico es como si los órganos y tejidos no
tuvieran pertenencia; ya todos se han perdido. Por una parte, el cuerpo del
enfermo ya no le pertenece a él, pero tampoco se lo ha trasladado comple
to al médico ya que el médico mismo habla de órganos como de un terce
ro, que configurarían un paciente virtual o un parapaciente, un útero, una
próstata, el corazón o unos cálculos del riñón, etcétera.
Al final, es el modelo sanitario científico el que se ha adueñado tanto
de los órganos del paciente como del conocimiento del médico. El sistema
entonces se adueña de todo, es como un monstruo, una institución ali
mentándose con sus propios frutos.
En el momento del diagnóstico y del tratamiento, médico y enfermo
ya han creado un tercer ser, un parapaciente, un “ello” que sustituye al
“mí” y al “su”; así, se relacionan a través de una radiografía, una ecografía,
una resonancia, un examen de orina o de grasas en la sangre, que los
separan aún más. De allí en adelante ya ni siquiera es el médico el que le
llena malsanamente las expectativas al otro sino los laboratorios clínicos y
las drogas de marca. El cuerpo totalmente expropiado cae en manos de
una comercialización voraz y tenaz.
¿Qué relación tiene ese tercero, o “ello ”, con las expectativas o el proceso
malsano?
Que la esperanza del enfermo, que era la última expectativa, ya no la
llena con su capacidad de autocuración y el ejercicio de sus potencialida
des, sino con pastillas que toma a determinadas horas, el brebaje de la
noche o la inyección mensual. Entonces la alegría no acompaña este acto
médico ni volverá a acompañar la vida del enfermo; y yo pienso que la
alegría y la autoestima son lo primero que uno necesita para curarse o
para vivir sanamente. Por eso digo que entre más médicos que actúen así,
más enfermos existirán.
Estamos entonces ante un modelo médico que en vez de generar
salud genera enfermedad, y por esto cualquier cantidad de dinero que se le
destine a ese modelo será insuficiente. Por eso el problema de la salud no
es sólo técnico y económico sino también de cambio de paradigmas.
Yo añadiría, como usted dice, que es un diálogo con muy poca hones
tidad aunque con la mejor de las intenciones; pero de buenas intenciones
está pavimentado el camino a los infiernos.
¿Cuál sería la mejor manera de relacionarse los médicos con los enfer
mos? El enfermo no tiene por qué conocer todos los entretelones de esa
relación, entonces si no puede confiar en sus médicos, ¿en quién lo podrá
hacer?
El enfermo lleva sus expectativas, unas malsanas y otras no, como en
toda relación humana; y el médico, que sí debe conocer los entretelones o
debería conocerlos, no debe llenarlas; sólo con no llenarlas ya le está im
pulsando su propio camino de autocuración, lo está volviendo libre. Pero
para lograrlo, los médicos y en general el personal de salud tenemos que
comenzar a pensar, para lo cual no estamos preparados, y como nadie lo
está, el problema se soluciona con un empate.
Además, el médico debe aceptar que el enfermo tiene muchas otras
expectativas, no únicamente las fisiológicas, biológicas o psíquicas que él
cree sino una gran cantidad de posibilidades que no conoce el médico, es
decir, muchas veces el concepto o la idea del paciente de mejorarse no
coincide con los modelos del médico. Con sólo aceptar que el cuerpo hu
mano ha sido expropiado por la ciencia médica (además del comercio con
el consumismo, la educación, las religiones, las instituciones, etc.) enten
Este tema del discurso utilizado para llenar expectativas y para dar expli
caciones erróneas de la realidad ha sido debatido por civilizaciones
milenarias como la china, que dio origen a la acupuntura, así que no es
ajeno a las medicinas alternativas.
Sí, el Tao-Te-King dice:
• El Tao que puede expresarse no es el Tao eterno.
• El Tao que puede nombrarse no es el Tao eterno.
• Sin nombre, es el origen del cielo y de la tierra.
• Sin nombre es la madre de todas las cosas.
• Los dos Taos son uno mismo.
• Se diferencian sólo en el nombre.
95
g0 Lánzate al vacío, se extenderán tus alas
¿Lo anterior indica que primero hay que hacer una muy buena y detalla
da historia clínica?
Cierto. Y como hemos dicho que mente y cuerpo son una unidad, el
médico o médica que ejerza la terapia neural también debe indagar sobre
los aspectos mentales.
Normalmente una irritación, inflamación, cicatriz, toxina, etc., no
deja memoria, es decir, el organismo se cura y olvida. Por motivos que
desconocemos (la acausalidad de los sistemas de alta complejidad alejados
del equilibrio) pero que son sincrónicos, algunas de esas irritaciones per
manecen como memoria que se almacena en el sistema nervioso (cerebro,
médula, nervios periféricos, etc.) y no permiten el flujo adecuado de infor
mación y energías. El resultado o manifestación de esta alteración es lo
que se llama enfermedad. Así que el accionar de la terapia neural se basa
en llegar con agujas y con anestésicos locales a sitios específicos para que
el organismo module según su singularidad esas irritaciones, fluya de una
manera adecuada y no necesite hacer una enfermedad.
Bases de la terapia neural gg
que ver con la tristeza; en la historia hay muchos tristes que mueren de
tuberculosis: grandes cejas, pestañas largas y tos con pintas de sangre puede
ser un cuadro de la tristeza y el amor frustrado en algunas historias litera
rias. El miedo se relaciona con el riñón y la vejiga; en el imaginario popu
lar la gente dice que “se orina del susto”. La ira es una emoción que se
relaciona con el hígado y la vesícula biliar; de la persona iracunda se dice
que tiene “malos hígados” o al que está bravo se le dice que no se llene de
mala bilis. La alegría extrema anda muy de la mano con el corazón y el in
testino delgado. La ansiedad tiene que ver con el estómago, el páncreas y
el bazo; muchos estados de ansiedad se reflejan en la “boca del estómago”.
Pero estas relaciones no se pueden tomar como un recetario, sería
un error garrafal, máxime teniendo en cuenta lo dicho hasta ahora; son
sólo historias o pistas que pueden ayudar.
He visto muchos enfermos y enfermas curarse con la terapia neural
de problemas llamados mentales. Recuerdo una enferma catalogada como
esquizofrénica que se mejoró con la extracción de las cordales o “muelas
del juicio”. Son fenómenos curativos que todos los días nos asombran y
refuerzan nuestra fe en la capacidad autocurativa del organismo o en el
médico interior, como lo describió Hipócrates.
Odontología neurofocal
¿Qué tienen que ver los dientes y las muelas con las irritaciones y con la
memoria?
Cualquier tipo de irritación puede producir alteraciones, y en los dien
tes y encías hay irritaciones, muchas creadas por los odontólogos. Por
ejemplo, hay algunas personas que pueden presentar enfermedades des
pués de tratamientos de conductos que dejan irritaciones e inflamaciones
en sus huesos mandibular o maxilar, por tanto, para nosotros es suma
mente importante el proceso odontológico o la boca, que es del enfermo y
no del odontólogo.
den en él”, decía Pavlov, y desde allí se “reparte” o difunde a todo el orga
nismo produciendo cambios en él, en todo el sistema, en todo el ser enfer
mo. De esta manera, el organismo todo encontrará su propio orden, en el
cual ya no está la irritación previa que hacía que él actuara de una manera
enfermante.
Decimos que es como si al organismo se le abrieran nuevas posibili
dades, como “si todos sus semáforos se pusieran en verde”, como si fluyera
sin diques, como si se “enritmara” con la vida. Se aprecian entonces cam
bios en lo físico y en lo mental; es todo el sistema fluyendo en él y con la
naturaleza (es termodinàmicamente abierto). Yo diría que es semejante a
lo que ocurre cuando uno derrumba un prejuicio, cuando uno se da cuen
ta de que se pueden hacer cosas que creía imposibles porque un mal pre
juicio se lo impedía. Se recupera la perdida alegría de vivir y esa alegría no
sólo la siente el enfermo, también es compartida por el médico. Mejor
dicho, sanar es un acto de alegría compartido.
ciones graves, pasan con una dieta de frutas o tomando agua abundante o
con el reposo, o con una sauna o paños de agua tibia donde esté localizado
el dolor.
Es frecuente que cuando el enfermo hace una de estas reacciones y
no se le ha explicado, consulta a un ortodoxo, un hospital, clínica o centro
de salud, y como los que lo atienden no saben de esto y además quieren
desprestigiar al alternativo, inmediatamente le dicen al enfermo que son
infecciones por las agujas, le mandan antibióticos, antiinflamatorios y da
ñan el proceso de autocuración. He visto casos en que hasta los operan.
Una vez con Germán Duque vimos un enfermo que tenía una gran
cicatriz quirúrgica en el abdomen. Pensamos que esa cicatriz podía ser la
irritación principal (en terapia neural a las irritaciones se les llama cam
pos de interferencia), así que le pusimos las agujas de terapia neural y se la
infiltramos con procaína. El señor se fue a su ciudad que dista unos 120
km de Popayán. Al otro día hizo fiebre y malestar, y como es lógico la
herida presentaba una inflamación por la acción de la terapia; fue así a un
hospital y allí le dijeron que con las agujas le habíamos producido una
gran infección en su abdomen, que seguramente estaba lleno de pus y por
eso tenían que operarlo. Lo llevaron al quirófano, lo operaron, y después,
cuenta en mano le dijeron que efectivamente estaba infectado y que la
cirugía había sido su salvación. ¡Pero coincidencias de la vida! Un sobrino
de nuestro enfermo era estudiante de medicina y le tocó, por azar, estar en
la cirugía de su tío como auxiliar del anestesiólogo; este muchacho se dio
cuenta de que no tenía ninguna infección y que la cirugía había sido inne
cesaria (laparatomía en blanco, en el idioma médico), eso nos evitó lógica
mente muchos dolores de cabeza.
Su pregunta es muy importante porque en esto del ejercicio de la
medicina hay que tener en cuenta que los médicos no somos inmunes a la
envidia, al deseo de dinero fácil y a la ignorancia.
Usted dice que poco a poco se lee el libro del enfermo, ¿cómo se realiza esa
lectura?
El impulso que uno coloca con la terapia neural abre un diálogo; es
como si uno, utilizando el sistema nervioso del enfermo, le hiciera una
pregunta a todo su ser; así que, se debe esperar la respuesta. En muchas
ocasiones el enfermo o la enferma se mejora o comienza a modificar profun
10 6 Lánzate al vacío, se extenderán tus alas
¿Y de la comida qué?
Todas las terapéuticas alternativas le dan importancia a la alimentación?
Sí, al hablar de procesos para recuperar la salud no podemos olvidar
la alimentación. Desde hace muchos años la gente se está enfermando por
la boca. Ya hablamos de la odontología, pero también con la comida inge
rimos tóxicos que se le agregan a los alimentos y que al acumularse en el
organismo juegan un papel preponderante en el proceso de la enferme
dad. Una alimentación con pocos tóxicos previene y es amiga en los proce
sos de curación alternativos.
Homotoxicología
¿Todos estos procesos de adaptación y evolución demuestran que el orga
nismo tiene mecanismos para eliminar, neutralizar y hasta aprovechar
los tóxicos?
Sí. El médico alemán Hans Heinrich Reckeweg lo explica en su libro
Homotoxicología30 y a él me voy a referir en este tema. Además hay que
decir que los principios enunciados por el doctor Reckeweg hacen parte de
los conocimientos del naturismo, la homeopatía, la acupuntura y las me
dicinas ancestrales. El valor del científico citado radica en que lo demos
tró con los avances de la química.
Este episodio puede tener muchos análisis, pero dos me parecen im
portantes en relación con este tema: por un lado, la libertad creadora de
Don Quijote que le permite hacer lo que él considera lo mejor; y por otro
el agradecimiento y el gozo por lo que Dios le dio; Don Quijote amó la
Dulcinea que le tocó en suerte. Amar la vida, sus aventuras y sus incerti-
dumbres hace parte de la vida. En lo concerniente a la dieta, es importante
a mas del buen comer amar la vianda que se come.
Muchas personas están enfermas por falta de vida propia, así como de
miedo a vivirla; otras viven excesivamente para los demás, para las apa
riencias o los convencionalismos, de modo que para ellas la enfermedad es
una derrota, ya que no quieren que los demás las vean enfermas. Para
estas personas la enfermedad es salirse de la uniformidad, de la normatividad
y de lo preestablecido, por esto se angustian y aterrorizan, y ese mismo
miedo no les permite sanarse. Si a esto se le agrega el miedo que siembran
los facultativos, que además es uniformador, el pobre enfermo queda en
cadenado y signado a serlo el resto de su vida. Pero, en los enfermos hay
mucho miedo no sólo a la enfermedad sino a la imagen mental que de ella
tienen. Siempre les pregunto qué imagen tienen o se han formado de su
enfermedad y a qué le temen. La mayoría tiene fantasmas de cáncer o
cronicidad, pero lo más triste es que para muchos su encuentro con los
médicos ha dejado un mal recuerdo, pues muchas veces no hacemos más
que aumentar los miedos de los enfermos.
120 Lánzate al vacío, se extenderán tus alas
rupturas con él mismo, con ese yo que ha formado y que le han formado,
ese yo narcisista, enamorado de imágenes, puesto muchas veces al servi
cio de manipuladores manipulados, formado en la paradoja de la cueva de
Platón y que llena y se deja llenar de expectativas malsanas.
A veces me gusta hablar con los enfermos de sus sentimientos; tam
bién a veces les recomiendo que hablen con sus sentimientos, que vean
cara a cara sus alegrías, sus miedos, sus temores, que los sienten al frente
de ellos y les digan algo así como: “Miedo, ansiedad o tristeza ¿qué quieres,
qué buscas, qué significas?” Es decir que los confronten, pero sin culpabi-
lizaciones, sin flagelarse, sin violentarse, sino viéndolos, escudriñándolos
y quitándose los fantasmas.
Uno no se puede violentar. Si uno es violento y no quiere ser violento
sino pacífico, se va a violentar al luchar contra su violencia; pero si uno
conoce y escudriña bien su violencia y la ve en su realidad total, se puede
tornar en una persona alerta y reconocerla cuando aparece y sin violen
cias puede transformarla.
ver ni nos deja tener una predisposición para ser buenos curanderos; pue
de que creamos saber científicamente las causas de las enfermedades, algo
ya muy puesto en duda, pero todo eso nos aleja del ser vital, de los enfer
mos. Tenemos que mermarle mucho a la soberbia, tenemos que abrirnos a
nuevas posibilidades aun negando verdades que dábamos por absolutas.
Insisto en que tenemos que recuperar la fe y las posibilidades de autocura-
ción de las personas, en síntesis se tienen que dar cambios en nosotros
para propiciar cambios en los demás. No podemos sembrar fe si la semilla
no está en nosotros mismos.
¿Cómo así?
Nos han hecho creer que estamos divididos en psique y soma, ambas
funcionando como un mecanismo de relojería. Aún más, en la simbología
cotidiana usted lo encuentra en todo momento: se dice que los problemas
hay que dejarlos en la puerta de la casa, como si la psique estuviera guar
dada en un maletín en donde cargamos los problemas en diferentes
compartimentos. Hay también una división entre lo político privado y lo
público o en las caretas que las personas muestran hacia el exterior o ha
cia el interior; yo veo todo esto como una dolorosa esquizofrenia humana
que no nos deja integrar.
En lo somático, o corporal, la cuestión aparece más obvia: especialis
tas para cada órgano y órganos que se ofrendan a cada especialidad.
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Mejía, Jorge Julio. Seguimos esperando el surgim iento de otra realidad, Cinep, Bogo-
Glosario
ADN: Ácido desoxirribonucleico. Sustancia química que está en el núcleo
de las células con información genética que permite la herencia de
algunas características.
Alquimia: Práctica cuyos orígenes se remontan a civilizaciones griega,
babilónica o hindú, precursora de la química y que trataba sobre la
transformación de los metales comunes en oro y plata. Actualmente
se refiere a procesos de transformación.
Antropocéntrico: Se refiere a la forma de pensar y actuar que considera al
ser humano como centro de la creación. Este punto de vista cree que
la evolución tiene como fin el hombre.
ATP: Adenosin Trifosfato. Reacción química que produce energía a la
célula.
Biodiversidad: Fenómeno en la naturaleza que permite la riqueza de los
reinos de la naturaleza. Se altera con el uso de plaglicidas y medidas
externas.
Cibernética: Parte de la ciencia que estudia los mecanismos de comunica
ción y control de los seres. Cuando se refiere a lo viviente, se llama
biocibernética. Cuando hay comunicación y control debe de existir
la memoria.
Clonación: Sistema de reproducción que permite obtener individuos (por
ahora animales) iguales de células de órganos.
Cloroplasto: En la célula vegetal el corpúsculo que le da energía para apro
vechar los nutrientes naturales.
Coptar: Término que se utiliza en política y se refiere al fenómeno en el
que un partido, en una alianza, es totalmente absorbido por otro.
Cuerpos sutiles: Antiquísimas creencias aceptan que a más del cuerpo físi
co hay otros energéticos que lo rodean y en los cuales aparecen en
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