Hombres Cabeza
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Hombres Cabeza
Dios pone hombres en la tierra como cabezas, los cuales han sido elegidos desde antes de nacer
por lo que llegan con las características propias de un líder, con el propósito que cuando sean
llamados a ejercer su liderazgo dentro del reino de Dios, lo hagan de una forma adecuada, ya sea
organizando, asumiendo responsabilidades, siendo ejemplo, etc.
Éxodo 18:25 (LBLA) Y escogió Moisés hombres capaces de entre todo Israel, y los puso por
cabezas del pueblo, como jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez.
Este verso nos deja ver que hay cinco tipos de líderes:
Siendo pastores somos llamados a levantar líderes dentro de las congregaciones que
pastoreamos, siguiendo estos parámetros, principiando con que deben ser capaces, para lo cual
es necesaria una correcta ministración, pues sabemos que sólo la sangre de Cristo nos hace
capaces para toda buena obra.
Es necesario aclarar que antes que una persona sea considerada líder, debe mostrar fidelidad,
pero no sólo a Dios, sino también a nosotros los ministros, porque la escritura nos muestra este
principio (1 Juan 4:20): no podemos afirmar que hacemos algo hacia Dios (a quien no vemos), si
no lo hacemos con nuestros hermanos (a quienes si vemos). Esto se aplica no solamente al amor
sino también a la sujeción, la fidelidad, incluso al diezmo (Hebreos 7:8). Por eso cuando Dios
encuentra a alguien fiel lo unge y lo vuelve capaz.
En todo esto también debemos recordar que es Dios quien constituye ministros primarios (Efesios
4:11 RV60), no así a las ayudas ministeriales como ancianos y diáconos, que son llamados por el
ministro que los cubre (Tito 1:5). Esto también lo vemos cuando los doce apóstoles pidieron que
entre los discípulos se escogieran a los que iban a servir en las mesas (Hechos 6:2-3), sin
embargo estos debían cumplir ciertos requisitos como lo deja ver la Biblia.
Otro aspecto que nos deja ver las delegaciones que hizo Moisés es que, si bien todos eran
capaces, no lo eran en el mismo nivel en cuanto al número de personas de las que debían
encargarse, lo que significa que también a los pastores, el Señor nos permite pastorear las ovejas
de las cuales tenemos capacidad de atender, de tal manera que nuestra congregación crecerá en
la medida que nosotros también crezcamos en capacidad.
Esto aplica también cuando levantamos hijos espirituales para que se ejerciten en la predicación,
pues no es lo mismo impartir un discipulado a un grupo limitado de personas, y predicar a toda la
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Hombres-Cabeza
Estudio para Pastores
Apóstol Sergio G. Enríquez O.
Guatemala, 21 de julio del Año De La Abundancia
congregación, son 2 cosas diferentes. Es importante que dentro de las ovejas que pastoreamos, de
pronto Dios levante ovejas que oportunamente podamos delegar en lugar nuestro, para la
predicación de la palabra, porque parte del crecimiento ministerial es que podamos compartir de la
revelación que Dios derrame sobre nosotros, en otras congregaciones cuando somos invitados,
pero haciéndolo sin descuidar el rebaño que Dios nos dio a pastorear; delegando dentro de las
mismas ovejas que pastoreamos y no buscando quien lo haga e invitando de otras
congregaciones.
Claro que tampoco es pecado que invitemos ministros primarios, incluso ovejas de otra
congregación para que de pronto un día lleguen en delegación nuestra y prediquen a las ovejas
que Dios nos haya encomendado; pero lo mejor es que aprovechemos la retroalimentación que
pueda haber dentro de las ovejas que constantemente estamos pastoreando.
Una situación que necesitamos considerar fuertemente es que los hombres cabeza se ven
afectados por diversos conflictos; uno de los más mencionados en la escritura es el polvo sobre la
cabeza que representa humanismo o luto. Veamos el siguiente versículo:
Josué 7:6 (LBLA) Entonces Josué rasgó sus vestidos y postró su rostro en tierra delante del arca
del SEÑOR hasta el anochecer, él y los ancianos de Israel; y echaron polvo sobre sus cabezas.
Si leemos el contexto de este pasaje, vemos que esto sucedió debido a la derrota que sufrió el
pueblo de Israel en Hai, ya que se presentaron a la batalla menospreciando a su enemigo por
considerarlo pequeño. Esto nos habla que no debemos menospreciar los problemas por pequeños
que puedan ser, pues una zorra pequeña, echa a perder grandes viñas (Cantares 2:15).
Consideremos que mientras un problema es pequeño es más fácil de resolver, mañana podría
tornarse en una situación totalmente descontrolada.
El nombre Hai significa ruinas, lo que nos habla de cosas del pasado que el enemigo nos puede
recordar para tentarnos, y que debemos derribar para poder avanzar. José creía haber olvidado la
casa de sus padres y todo lo que sufrió allí, pero cuando aparecieron sus hermanos vio que no era
así, sin embargo Dios lo permitió para que fuera sanado en esa área de su alma. Como hombres
cabeza no podemos permitir que el polvo de las ruinas este sobre nuestra cabeza porque aquello
que le permitamos al enemigo que nos esté afectando, de algún modo podría afectará a las ovejas
del Señor que estemos pastoreando. Por eso, si detectamos alguna situación de nuestro pasado
que nos esté afectando, es importante derribarlo en el nombre de Jesús con el propósito de ser
totalmente libres y tener la solvencia de enfrentar al enemigo en cualquier momento.
1 Samuel 4:12 (LBLA) Y un hombre de Benjamín corrió del campo de batalla, y llegó aquel mismo
día a Silo, con sus vestidos rotos y polvo sobre su cabeza.
Según el relato bíblico, este hombre había perdido el arca de la presencia de Jehová y eso causó
luto en su cabeza. La escritura también nos deja ver que los pastores se pueden entorpecer si no
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Estudio para Pastores
Apóstol Sergio G. Enríquez O.
Guatemala, 21 de julio del Año De La Abundancia
buscan a Dios (Jeremías 10:21), por lo que es importante que roguemos al Señor que Su
presencia no se aparte de nosotros; que la amemos y anhelemos para que no seamos como
Sansón que no supo el momento en que la presencia de Dios lo abandonó.
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