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Ostracoda

clase de crustáceos

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Los ostrácodos (Ostracoda, del griego όστρακον óstrakon, "concha" y
ειδής eidés, "con aspecto de") son una clase de crustáceos de muy reducido
tamaño, muchas veces microscópicos (normalmente entre 0,1 y 2 mm). Se
conocen unas 13 000 especies actuales y se estima que se han descrito 65.000
especies fósiles (tantas como crustáceos actuales conocidos). [1]

Ostracoda

Rango temporal: Ordovícico-Reciente


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C
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J
K
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N

Euphilomedes climax

Taxonomía

Reino: Animalia
Filo: Arthropoda

Subfilo: Crustacea

Clase: Ostracoda
LATREILLE, 1802

Subclases y órdenes

Myodocopa Sars, 1866


Myodocopida Sars, 1866
Halocyprida Dana, 1853
Podocopa Sars, 1866
Platycopida Sars, 1866
Podocopida Sars, 1866

[editar datos en Wikidata]


Los ostrácodos son los artrópodos con el registro fósil más abundante gracias
a la composición y tamaño de las valvas. El primer registro de ostrácodos
corresponde al Ordovícico (hace 500 millones de años aproximadamente) y,
dado que son un grupo muy sensible a los cambios ambientales, constituyen
una herramienta importante para las reconstrucciones paleoambientales. [2]
AnatomíaEditar
El cuerpo de los ostrácodos consiste en un par de valvas con un grado variable
de mineralización de carbonato de calcio que encierran una anatomía típica de
un crustáceo, con numerosos apéndices y la característica tagmosis.
Partes blandasEditar
Las partes blandas del animal constan de una cabeza separada del tórax por
una pequeña constricción, de 5 a 7 pares de apéndices con distintas formas y
funciones, y una furca (cola).[2] Los 4 pares de apéndices comprenden las
antenas, dos apéndices bucales y dos adicionales. En muchas especies de
ostrácodos estos últimos han desaparecido.
CaparazónEditar
Cada lado (derecho e izquierdo) del cuerpo secreta un caparazón formado por
dos valvas, que dependiendo de la especie puede ser blando o altamente
impregnado en carbonato de calcio. Al cerrarse cubre todas las partes blandas
del animal, dándole el aspecto de una diminuta almeja. Estas valvas están
compuestas por carbonato de calcio en forma de calcita con proporciones
variables de magnesio y recubierto externamente por una capa de quitina. [3]
La morfología de las valvas está asociada al ambiente que habitan. Por
ejemplo, en la formas planctónicas, estas son delgadas y lisas, mientras que en
las formas bentónicas son más gruesas y generalmente presentan
ornamentación.[2]
Algunas de las especies tienen una abertura en la parte inferior, que
permanece abierta aun cuando las valvas estén cerradas. Por esta abertura el
animal saca las antenas para usarlas como remos.
El cuerpo se encuentra sujeto al interior de las valvas gracias a los músculos
abductores que atraviesan las partes blandas y también se encargan del cierre
de las mismas.[2] En el punto de contacto entre cada fibra muscular y el
caparazón se forman unas pequeñas hendiduras (impresiones musculares)
muy importantes para la sistemática y para determinar la orientación de las
valvas.[3]
Al igual que en los moluscos bivalvos, en los ostrácodos se puede diferenciar
una valva derecha y otra izquierda con 4 márgenes bien definidos: dorsal,
ventral, anterior y posterior. Como regla general, en vista lateral externa, si el
borde dorsal se encuentra hacia la parte superior y la región anterior se
encuentra hacia la izquierda, se considera la valva izquierda. [3]
En la zona dorsal las valvas se articulan mediante una charnela que también
impide el desplazamiento relativo, y se encuentran unidas gracias
al ligamento interior elástico que también permite que las valvas
permanezcan abiertas. Cada valva está compuesta por 2 lamelas, una externa,
que secreta carbonato de calcio en toda su extensión, y una interna que solo se
halla calcificada en la zona periférica. A esta zona calcificada de la lamela
interna se la suele llamar duplicadura y puede tener desarrollos muy
variables, desde muy ancha a muy difícil de percibir, pudiendo estar total o
parcialmente fusionada con la lamela externa. A esta zona de fusión se la
llama zona marginal. La línea que marca el límite interno se llama margen
interno y el espacio que queda entre las dos lamelas se conoce
como vestíbulo, donde se encuentran muchos de los órganos y partes blandas
del animal. Cuando ambas lamelas están totalmente fusionadas, el vestíbulo
está ausente.[3]
En la duplicadura se pueden observar unas pequeñas crestas que actúan como
pestañas de encastre llamadas estrías, listas y repliegues, ubicadas paralelas al
margen externo de las valvas.[3]

Fósil de Huantraiconella prima, un ostrácodo de la edad Daniano proveniente de la Formación


Jagüel en el área de General Roca, Río Negro, Argentina.

Rasgos externosEditar
En general, los rasgos externos de las valvas de los ostrácodos son buenos
indicadores sistemáticos ya que estos varían mucho entre géneros, además de
estar directamente relacionados con el hábitat donde viven.

En algunos géneros se puede observar una estructura que sobresale en la


zona cercana al ángulo antero-dorsal y que coincide con la posición del ojo. A
esta protuberancia se la conoce como tubérculo ocular.[3]
El tubérculo subcentral que se ubica en la zona antero-mediana y coincide
con la zona de inserción de los músculos abductores en la cara interior de la
valva.[3]
Además de los tubérculos, existen otros rasgos que modifican el contorno de
las valvas, como las expansiones alares, los lóbulos, el velo, etc; pero la
presencia de estos rasgos no determina si las valvas son lisas u ornamentadas.
Las ornamentaciones constan
de costillas, estrías, surcos, reticulaciones, puntas, etc, que pueden estar
combinadas entre sí.[3]
Rasgos internosEditar
Los rasgos internos de estos organismos están conformados por una serie de
canales, pequeñas marcas y transparencias que también son muy importantes
para la sistemática de estos organismos.

Las impresiones del músculo abductor son pequeñas marcas generadas por
el contacto entre las fibras musculares al unirse con la cara interna de la valva
y está ubicada en la zona subcentral de la valva. Otras impresiones generadas
por la inserción de los músculos con las valvas son los de los músculos
mandibulares y las antenas, que generan las impresiones
mandibulares y musculares dorsales respectivamente.[3]
Los canales de poros marginales, son una serie de canales que atraviesan la
zona de unión entre las 2 lamelas (interior y exterior) , y que dejan proyectar
hacia el exterior sedas sensitivas. Estos canales pueden tener distintas
morfologías, dependiendo de la distancia que se genera por la fusión de las
dos lamela. Si las lamelas no están fusionadas los canales se desarrollan en el
borde de la misma valva y pudiendo ser rectos o curvos, simples o bifurcados,
etc.[3]
Los poros normales son canales cortos por los cuales se libera la secreción de
ciertas glándulas, y también le dejan paso al exterior a sedas sensitivas. [3]
CharnelaEditar
Gracias a la charnela las valvas se pueden articular, ya que está compuesta por
un serie de elementos calcificados (barras, surcos, dientes y fosetas) que
actúan como bisagra. Estos elementos charnelares en ambas valvas se
complementan entre sí, y determinan los 3 tipos básicos de charnela:
La charnela adonta que consta de solo un surco o barra que puede o no estas
crenulado. La charnela merodonta que está formada por un elemento
anterior (un diente o foseta) un elemento mediano alargado (barra o surco) y
un elemento posterior (diente o foseta) que pueden estar crenulados o no.
La charnela anfidonta que está formada por dientes y fosetas a ambos
lados.[2] Puede tener todos los elementos crenulados.[3]

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