Vida y Obra Del Maestro Rito Mantilla

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ANTOLOGIA Y RECOPILACION DE LA VIDA Y OBRA DEL MAESTRO

RITO ANTONIO MANTILLA ALVAREZ

MELISSA BAUTISTA GARCIA


VLADIMIR AMADO ARGUELLO

UNIVERSIDAD INDUSTRIAL DE SANTANDER


FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS
ESCUELA DE MUSICA
2006
ANTOLOGIA Y RECOPILACION DE LA VIDA Y OBRA DEL MAESTRO
RITO ANTONIO MANTILLA ALVAREZ

MELISSA BAUTISTA GARCIA


VLADIMIR AMADO ARGUELLO

Requisito de grado para optar al título de:


Licenciado en Música

Director:
Maestro LIBARDO BARRERO CASTRO

UNIVERSIDAD INDUSTRIAL DE SANTANDER


FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS
ESCUELA DE MUSICA
2006
Al Maestro Rito Antonio Mantilla Álvarez
y su Familia
AGRADECIMIENTOS

Este trabajo de grado no hubiera sido posible sin la participación de muchas


personas e instituciones:

A DIOS, por darnos la vida y permitirnos recorrer este hermoso camino al


lado de nuestras familias, profesores, amigos y compañeros.

Al Maestro Rito Antonio Mantilla Álvarez, fuente de inspiración y


admiración, de quien hemos aprendido a amar la música y nuestra profesión.
Gracias por permitirnos entrar en su vida y dedicarnos todo su tiempo,
conocimientos, experiencia, generosidad, confianza, amistad y cariño.

A América Mantilla Pulido, a quien queremos manifestarle nuestro más


sincero y eterno agradecimiento por su ayuda en la consecución de material
fotográfico, partituras, documentos de interés y programas de conciertos de
varias agrupaciones, además por sus oportunas sugerencias, sus certeras
correcciones de redacción, literatura y sus valiosos relatos de experiencias
vividas al lado de su padre, madre, hermanos, familiares, amigos, colegas y
demás personas relacionadas con el Maestro.

Del mismo modo, agradecemos a Alejandro, Berta Marina, Alba Elena


Mantilla Pulido, al Maestro Roberto, Carmen, Ovidio, Mercedes y José de
Jesús Mantilla Álvarez, y a la Señora Fanny González Charry por
recibirnos en cada lugar donde residen y prestar sin recelo fotos, artículos
investigaciones, partituras, etc. y además por compartir desde su parentesco
sus experiencias, anécdotas y opiniones familiares y profesionales.

Al Maestro Libardo Barrero Castro, agradecemos por ser nuestro director


de proyecto, por aportarnos sugerencias para el desarrollo de esta
importante investigación y acompañarnos en algunas visitas dentro de la
ciudad y fuera de ella. Además por estar siempre ahí para solucionar las
solicitudes de prestamos que se nos fueron presentando por el camino.

A todos mis familiares, en especial a mis Abuelitos Ana Victoria y Pastor, a


mi mamá Yolanda García Sandoval, mis hermanos Julián, Tatiana, Natalia
y Maffei y a mi novio Wilfredo Chaparro, quienes tienen un lugar
excepcional en estos agradecimientos por ser ellos el APOYO
INCONDICIONAL moral, sentimental, espiritual y económico para que éste
proyecto de grado se llevara acabo de la mejor presentación y
profesionalismo. (Melissa Bautista García)

A nuestros calificadores el Maestro Yanusz Kopitko y la profesora Patricia


Casas, por recibir, calificar y acoger nuestro proyecto de grado.

Al profesor de Historia Rene Álvarez, muchas gracias por su incondicional


supervisión a nuestro proyecto aportándonos material bibliográfico referente
a la investigación, por sus opiniones, criticas constructivas, correcciones, y
sus oportunas sugerencias.

A Miguel Ángel Núñez, por su credibilidad y colaboración desde que


empezó a crecer la semilla de esta investigación.

A nuestros amigos Rubén Darío Ordóñez y Edinson Tarazona, infinitas


gracias por su valiosa contribución en los diferentes campos durante la
realización del proyecto.

Al Banco de la Republica, a la Coral Universitaria UIS y a Tele-UIS,


gracias por inmensa colaboración.

7
CONTENIDO

Pág.

INTRODUCCION 1

1. MARCO TEORICO – CONCEPTUAL 5

2. RITO ANTONIO MANTILLA ÁLVAREZ 10

2.1 ORÍGENES Y PROCEDENCIA 10

2.2 Niñez y acercamiento al mundo de la música 1932 – 1940 17

2.3 EL VIAJE A BOGOTÁ Y SU COMIENZO PROFESIONAL 19

2.3.1. Su ingreso al Conservatorio Nacional. 22

2.3.2. Plan Matrimonial. 23

2.3.3. Vals América Primera Composición para Banda. 26

2.3.4. Se aleja del Conservatorio. 27

3. CARRERA COMO DIRECTOR 1950 -1980 29

3.1 UN ALTO ANTES DE PROSEGUIR HACIA EL SUR 30

3.1.1 Llegada a Pasto. 31

3.1.2 Banda Departamental de Nariño. 34

3.1.3 Mausoleo “Santa Cecilia” del Músico en Pasto. 37

3.1.4 Concha Acústica. 37

3.1.5 Por el Arte y la Cultura. 38

3.1.6 Popayán. 39
3.2 REGRESO A BOGOTÁ 40

3.2.1 Cargos Desempeñados en Colombia. 41

3.3 ESPECIALIZACIÓN EN LOS ESTADOS UNIDOS 57

3.3.1 Clubes de Estudiantes Cantores. 58

3.4 OTRAS ACTIVIDADES CORALES 61

3.5 DIRECCION ORQUESTAS SINFÓNICA DE COLOMBIA Y


FILARMÓNICA DE BOGOTÁ 74

3.6 INSTITUTO COLOMBIANO DE CULTURA 75

4. SU PASO POR VENEZUELA 1980 – 2000 77

5. SU RETORNO A COLOMBIA Y EL MUSICO HOY 79

6. EL MUSICO INTEGRAL 80

6.1 MAESTRO RITO COMO PEDAGOGO 80

6.2 MAESTRO RITO COMO DIRECTOR 81

6.3 MAESTRO RITO COMO GESTOR CULTURAL 82

6.4 MAESTRO RITO COMO COMPOSITOR Y ARREGLISTA 83

7. COMPOSICIONES Y ARREGLOS 85

CONCLUSIONES 87

BIBLIOGRAFÍA 89

ANEXOS 90
LISTA DE ANEXOS

Pág.

Anexo A. Recopilación de la obra musical del Maestro


Rito Antonio Mantilla Alvarez 91

Anexo B. El maestro Rito Antonio Mantilla Álvarez


nos habla de sus más importantes realizaciones profesionales 211

Anexo C. El C.E.C. de la Universidad Javeriana 215

Anexo D. “EL DELEITE” 222

Anexo E. Semblanza de Rito Antonio Mantilla Alvarez


para la celebración de sus 80 años de vida 224

Anexo F. Evidencias Fotográficas 232


RESUMEN

TITULO
ANTOLOGÍA Y RECOPILACIÓN DE LA VIDA Y OBRA DEL MAESTRO RITO
ANTONIO MANTILLA ALVAREZ*

AUTORES
MELISSA BAUTISTA GARCIA
VLADIMIR AMADO ARGUELLO**

PALABRAS CLAVES:
Rito Antonio Mantilla Álvarez. Biografía, Música colombiana, Partituras.

DESCRIPCION

El álbum de la música colombiana está conformado por diversos personajes que han
sido base en el proceso de formación de identidad de la música tradicional de este
país; uno de ellos es el maestro santandereano Rito Antonio Mantilla Álvarez quien, a
lo largo de su vida, influyó enormemente en la formación del mismo. Por ello, el
objetivo del presente trabajo es mostrar la historia de vida del Maestro Rito Mantilla
para identificar no sólo la vida de éste sino la labor realizada como administrador,
pedagogo, compositor, director y gestor musical.

De la misma forma, se pretende recopilar las obras más representativas del maestro,
con el fin de divulgar y hacer un reconocimiento a su majestuosa creatividad musical.

Este trabajo está conformado por dos grandes partes.


La primera, contiene los datos biográficos del maestro Rito Mantilla, basados en una
intensa búsqueda, a través de diversos medios; ésta a su vez, se encuentra dividida
en cuatro partes más: el maestro Rito Mantilla como pedagogo, como director, como
gestor cultural y como compositor y arreglista, aquí se hace énfasis en la labor
realizada por el maestro en cada uno de los aspectos mencionados, lo cual lo
convierten en una persona con una gran integridad musical.

La segunda, presenta la recopilación de la obra del maestro, donde se hallan las


composiciones y los arreglos que el maestro realizó a lo largo de su vida; además, se
muestra, en algunas de ellas, ciertos aspectos de apreciación musical, en el sentido
de ver cuándo, dónde y porqué fueron compuestas o arregladas las piezas.

Esto está sólo un paso en la gran tarea de recopilación de la música tradicional


colombiana y de los autores de la misma, pues no se puede conocer a fondo una obra
si no se conoce a su creador.

*
Proyecto de Grado
**
Estudiantes de la Facultad de Ciencias Humanas. Escuela de Música. Licenciatura en Música.
Director Libardo Barrero Castro.
SUMARY

TITLE
ANTHOLOGY AND SUMMARY OF LIFE AND WORD OF MASTER RITO ANTONIO
MANTILLA ALVAREZ*

AUTHOR
MELISSA BAUTISTA GARCÍA
VLADIMIR AMADO ARGUELLO**

DESCRIPTION

The Colombian music’s album is conformated by so many personages that be the


base of formation process of traditional music of this country; one of them is the
santanderean Master Rito Antonio Mantilla Alvarez, who in all life, influenced in a great
way in the formation of this. For that reason, the objective of this work is show the life’s
history of Master Rito Antonio Mantilla. For identify the life and the task that made this
person how administrator, educator, composer, conductor, and musical promoter.

In the same way, this work pretended resume the principals work of this great teacher,
with the goal of recognize and publish his great work.

This work is based in two great parts:


The first, have biographic data of master, based in a intensely search, in so many, in
so many different source, this part is segmented in four parts: the master how
educator, conductor and cultural, promoter, composer. Here be emphasis in the work
that he make in all this aspects.

The second present a summary of work and life, of master here be the compositions
and arrangement that the master made in all his life, moreover show in some of this
some aspects of musical valuation, and the way of view, when, where and why be
made the pieces.

This is only a step in the great work of summary of traditional Colombian music and
this authors but it’s impossible know the work without know about his creator.

*
Project of Degree
**
Student of the Ability of Human Sciences, School of Music, Licentiate in Music, Managing
Libardo Barrero Castro.
INTRODUCCIÓN

Desde tiempos remotos, un tema que ha preocupado el espíritu y el


corazón del hombre ha sido la trascendencia, dejar la huella de su obra
hecha a lo largo de su vida. En base a esta afirmación, las presentes
páginas pretenden mostrar la labor realizada por el Maestro RITO
ANTONIO MANTILLA ÁLVAREZ en diversos campos: como Director,
Compositor, Arreglista, Administrador, Pedagogo y Gestor de gran parte
de la obra contemporánea de la música en Colombia. Es por ello que la
historia de vida y la recopilación de las obras son los pilares sobre los
cuales está fundamentada la tesis y con las cuales se quiere resaltar el
arduo trabajo realizado por el Maestro Rito Antonio Mantilla Álvarez.

Teniendo en cuenta lo anterior, se ha dividido el presente trabajo de


investigación en dos grandes partes, que a su vez se dividen en una serie
de capítulos: de un lado la vida y por otra la obra musical; en relación con
la primera parte se realizó un recorrido en donde se narran los
acontecimientos vividos por el Maestro a través de los diversos viajes que
emprendió a lo largo y acho de la geografía nacional, en ciudades como
Pasto, Cúcuta, Bogotá, Popayán, Girardot, entre otros, en las cuales
además de desempeñarse como músico y arreglista, ocupó importantes
cargos administrativos de responsabilidad como director de muchas
escuelas y conservatorios, además de fundador de la Academia
Colombiana de Bellas Artes y de más de treinta corales en la capital de la
república. Del mismo modo se presentan hechos sucedidos en el entorno
en el cual él se encontraba y que hacían parte de su extraordinario
desempeño como músico, dirigiendo innumerables coros, bandas y
orquestas en ciudades de Colombia y Venezuela.

1
Respecto a la segunda parte, se muestran algunas de las obras más
representativas del Maestro Mantilla, haciéndose énfasis en el comentario
de éstas y no en su análisis musical, es decir, mostrando la intención por
la cual fueron compuestas o arregladas. Podemos citar algunos nombres
de arreglos y composiciones corales como “Que viva la fiesta”, “Tío
Guachupecito”, “Canción de Cuna Caucana” y “Guabina Santandereana
No.1”, que han sido grabadas por algunas corales de Colombia, Estados
Unidos y Venezuela.

El desarrollo de este proyecto de investigación se hizo en dos etapas. En


un primer momento, mediante el uso del método biográfico, se obtuvo la
información relacionada con la vida del maestro Rito Antonio mantilla,
quien a través de entrevistas y conversatorios narró abiertamente los por
menores de su carrera artística y profesional sin ocultar desde luego
algunos momentos íntimos de su vida personal y familiar; de la misma
manera, sus familiares, discípulos y colegas de trabajo, proporcionaron
otros datos que ampliaron la información motivo de interés para el
presente estudio. Así mismo, fueron recopilados numerosos artículos
provenientes de revistas, periódicos, libros, programaciones de
conciertos, fotografías, partituras y grabaciones que contenían valiosos
datos sobre su participación en el mundo de la música y las obras que
compuso y arregló.

En una segunda etapa, se clasificó, organizó y se dio coherencia a la


información obtenida, con el propósito de redactar una historia de vida,
que a su vez se complementaría al hacer un acercamiento a su obra
mediante el análisis contextual e histórico de la creación de algunas de
sus composiciones.

2
Los inconvenientes y dificultades propios de un trabajo de investigación
estuvieron a la orden del día, pero no fueron un obstáculo para
desfallecer en el intento por reconstruir la vida y obra del maestro Rito
Mantilla. La localización de sus familiares, la búsqueda de material
bibliográfico de interés, el acceso a programaciones de conciertos de
hace más de cinco décadas, fueron apenas algunos de los retos que
enfrentamos y logramos superar en el proceso investigativo.

Algunas instituciones como la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de


la República, luego de una ardua e insistente gestión, facilitaron el
material musical grabado en medio magnético que nos permitió vivenciar
las composiciones y arreglos del maestro Mantilla y el momento histórico
en que se desarrollaron estas obras.

El acercamiento a la vida del maestro Mantilla a través de los relatos de


sus colegas y discípulos, motivó el desplazamiento a ciudades como
Bogotá y Nariño para la realización de las correspondientes entrevistas y
la visita a algunas instituciones en procura de materiales como folletos,
fotografías y programaciones que evidenciaran su participación en
diversos escenarios culturales de dichas ciudades.

Nuestra intención desde un primer momento había sido presentar en este


trabajo de investigación a un músico que se destacara en cada uno de los
campos mencionados anteriormente. El Maestro Rito Antonio Mantilla
Álvarez es un gran ejemplo de ello, un ser integral en donde se reúnen las
características citadas lo cual nos ha permitido focalizar la investigación
en él.

3
Creemos firmemente que exaltar el trabajo de las personas que de una u
otra forma han contribuido a engrandecer el folclor y la cultura nuestra,
merecen tener un espacio en el que se reconozca su labor y sus aportes,
con el firme propósito de que sirvan de constancia y aliciente para las
generaciones venideras.

4
1. MARCO TEORICO – CONCEPTUAL

Desde la antigüedad el hombre como ser social, ha querido retratar por


medio de la escritura ciertas vivencias que cobran relevancia en su vida: Esto
es lo que se conoce como biografía. El método biográfico, muy utilizado en
estos últimos años “proporciona una historia de vida”1, basada en corrientes
antropológicas y sociológicas tanto de comunidades como de individuos.

La historia de vida es una estrategia de investigación fundamentada en el


relato que una persona particular construye sobre sí misma, es una
manifestación del yo a través del tiempo, es la forma como cada uno o una
se presenta al investigador, en medio de una profunda interacción
comunicativa.

Para la actualización del método biográfico lo mas importante y difícil es


encontrar la situación adecuada que permita realizar una buena historia de
vida, ya que es complicado conseguir a una persona que esté dispuesta a
proporcionar la historia de una manera veraz, completa y sincera, y
sobretodo que lo que cuente merezca ser recordado o dicho.

Se entiende por historia de vida el relato autobiográfico obtenido por el


investigador mediante entrevistas sucesivas, cuyo objeto es mostrar el
testimonio subjetivo de una persona, en la que se reúnen tanto los
acontecimientos como las valoraciones de su propia existencia.

La función del investigador en este ejercicio se limita simplemente a ordenar


la información, extraer lo más importante, darle el enfoque que quiera, pero
sin desviarle el sentido original que le da el personaje entrevistado. En otras

1
PUJADAS MUÑOZ, Juan José. El Método Biográfico: el uso de las historias de vida en
Ciencias Sociales. Madrid: Centro de Investigaciones Sociológicas, 1992. p. 28.

5
palabras, el investigador es el encargado de la forma y la estructura; y el
biografiado, del contenido, el cual no puede cambiarse sin la autorización del
mismo. En definitiva, las historias de vida muy pocas veces llegan a ser
publicadas, ya que generalmente se utilizan como soporte a la realización de
otros trabajos de una mayor generalización.

A menudo, las autobiografías suelen ser confundidas con historias de vida;


sin embargo, hay que precisar que aquellas son narrativas realizadas por la
propia iniciativa de una persona, ya sea escrita por ella misma o por encargo.
Debido a que el investigador no sostiene una relación lo suficientemente
estrecha con el informante, este debe conformarse con la información que se
le proporciona, sin la opción de corroborar su veracidad. Además con esta
técnica narrativa las posibilidades de ocultación de hechos y de mistificación
es mucho mayor.

La biografía, aunque esta directamente emparentada con las dos formas


anteriores, tiene características específicas: es un relato objetivo, construido
por el investigador a partir de todas las evidencias y documentación
disponible, sin preocuparse por el testimonialismo subjetivo, como las
anteriores. Antes bien, se interesa por hechos concretos que se enmarcan en
los límites impuestos al comportamiento individual dentro de una sociedad.

El uso del método biográfico en nuestro medio no ha recibido mayor atención


por parte de quienes intentan reconstruir la historia de vida de personajes
ligados al ámbito musical de nuestro país, del papel que desempeñaron y sus
aportes en este campo. Algunos de los trabajos más representativos que
sobre la vida y obra de maestros de la música santandereana se han escrito,
revelan datos biográficos en un esquema cronológico sin recalcar el
desempeño y la incidencia de estos hombres en el campo de las artes y sus
aportes en el campo de la música colombiana.

6
Al respecto, podemos encontrar dos tendencias. La primera, la producción
académica de la Escuela de Música de la Universidad Industrial de
Santander, en donde algunos de sus estudiantes han incursionado en el
estudio biográfico de importantes músicos regionales y el análisis de sus
obras; y por otro lado, las publicaciones de aficionados en donde de manera
descriptiva se menciona la vida y las obras más relevantes.

Los trabajos de grado que se han realizado en la Escuela de Música de la


Universidad Industrial de Santander, si bien buscan analizar y aproximarse a
las obras de algunos compositores e intérpretes de la región, no enfatizan en
un aspecto tan importante como es la vida misma de estos hombres, ligada
al desarrollo de la música de la región y del país.

Los trabajos de Eva Patricia Villamizar Álvarez2 sobre los maestros Víctor J.
Camacho y Luis A. Calvo, Carolina León, Rafael Valenzuela, y José Soto3
sobre la obra de Luis A. Calvo, Milva Casas y Sandra Parada sobre el
maestro Rafael Antonio Aponte4, el de Freddy Suárez acerca del maestro
Roberto Castellanos5, Juan López y Luis Alberto Ortiz sobre los aportes al
campo de la música de los maestros Gustavo Gómez Ardila y Leonardo
Gómez Silva6, y el de Adriana Tarragona sobre el maestro Pablo Tarazona

2
VILLAMIZAR ALVAREZ, Eva Patricia. Biografía, Recopilación y Análisis Musical de
algunas obras de los compositores Santandereanos: Víctor J. Camacho y Luis A. Calvo.
Tesis Licenciada en Música. Bucaramanga: UIS, 1992.
3
LEON, Carolina y Otros. Realización de una inversión didáctica de música de cámara sobre
la obra de Luis A. Calvo para cuarteto de cuerdas y tiple. Tesis Licenciado en Música.
Bucaramanga: UIS, 2000.
4
CASAS, Milva y PARADA, Sandra. Recopilación, Análisis y Proyección de la obra del
Maestro Rafael Antonio Aponte Carvajal. Tesis Licenciado en Música. Bucaramanga: UIS,
2000.
5
SUAREZ, Freddy. Recopilación y Revisión con carácter didáctico de la música Colombiana
para piano del Maestro Roberto Castellanos. Tesis Licenciado en Música. Bucaramanga:
UIS, 2000.
6
LOPEZ, Juan y ORTIZ, Luis. Gustavo Gómez Ardila – Leonardo Gómez Silva: Aportes al
desarrollo cultural Santandereano. Tesis Licenciado en Música. Bucaramanga: UIS, 1991.

7
Prada7, abordan la vida de éstos reconocidos músicos Santandereanos, no
desde el estudio del método biográfico o las historias de vida, sino desde una
perspectiva descriptiva y literaria, dando un mayor realce al análisis musical
de sus obras más representativas, sin tener en cuenta el contexto en donde
transcurrieron sus vidas.

Por su parte, los trabajos de algunos periodistas y aficionados a la música,


como es el caso de Julio Valdivieso Torres8, mantienen un perfil informativo y
descriptivo de las diferentes agrupaciones musicales, corales, bandas y
orquestas que hacen su aparición en Santander y Norte de Santander desde
principios del siglo XX. Su esquema narrativo, ofrece algunos datos
biográficos del maestro Mantilla Álvarez con imprecisiones, que se pierden
entre las numerosas referencias de bandas y grupos musicales del oriente
colombiano.

Profundizar en la vida de un personaje que ha jugado un papel muy


destacado en el campo de la música puede considerarse el eje central de
esta investigación, puesto que resulta de vital importancia conocer, no
solamente su vida pública, sino aquello que ha llevado al maestro Rito
Antonio Mantilla Álvarez a componer, arreglar, enseñar y dirigir grandes
obras a lo largo de su vida, logrando alcanzar una connotada relevancia en la
historia y el desarrollo de la música colombiana.

Al tratar hacer un balance sobre la producción académica de la Escuela de


Música de la Universidad Industrial de Santander en lo referente a trabajos
de grado realizados por estudiantes sobre la vida y obra de músicos de la
región, encontramos que hasta el momento no se ha adelantado un estudio

7
TARAZONA, Adriana. Recopilación de versiones corales del maestro Pablo Tarazona
Prada. Tesis Licenciado en Música. Bucaramanga: UIS, 1997.
8
VALDIVIESO TORRES, Julio. Visión Histórica de la Música en los dos santanderes.
Bucaramanga: SIC, 2005.

8
similar sobre el maestro Rito Antonio Mantilla, pese a su gran trayectoria
nacional e internacional y sus importantes aportes a la actividad musical.

El periodista y aficionado a la música, Manuel Enrique Rey, publicó en el año


2002 el único trabajo que existe sobre el maestro Mantilla Álvarez, en el que
se exalta la labor de este importante músico santandereano dentro de un
esquema tradicional, narrativo y periodístico9.

La literatura existente sobre este tema es casi inexistente, lo que nos lleva a
recurrir necesariamente al método de investigación biográfico, que nos
permita, mediante el diálogo directo con la fuente, obtener los datos y la
información necesaria para construir una historia de vida. Resulta
imprescindible además, consultar otras fuentes, orales y escritas, que nos
permitan confrontar las versiones obtenidas y reconstruir de la mejor manera
posible la historia de vida.

9
REY SANMIGUEL, Manuel. Rito Antonio Mantilla: vida y obra. Bucaramanga: Prograf,
2002.

9
2. RITO ANTONIO MANTILLA ÁLVAREZ

2.1 ORÍGENES Y PROCEDENCIA

Foto 1: Rito Antonio Mantilla


Bogota, 1940

El maestro Rito Antonio Mantilla Álvarez nació el día 3 de septiembre del año
1923 en “San Isidro”, la finca de sus padres, ubicada en la zona rural del
municipio de Rionegro, aproximadamente a media hora antes de llegar a la
cabecera municipal, partiendo desde Bucaramanga.

Allí creció y recibió junto a sus hermanos y hermanas, 21 en total, las


enseñanzas que sus padres les fueron inculcando, con una sólida formación
moral, ética y espiritual transmitida a través de la palabra y del ejemplo.

Hijo de Daniel María Mantilla Rodríguez y Maria Luisa Álvarez Ortiz. Sus
padres eran dueños de una extensa hacienda en el municipio de Rionegro,

10
dedicada a la producción de café y al flete de animales de carga, actividades
de las que dependía toda la economía familiar. Pero debido a la llegada del
ferrocarril y a la construcción de carreteras, los ingresos se afectaron hasta el
punto de que Don Daniel se vio obligado a vender y a radicarse con su
familia en la ciudad de Bucaramanga.

Foto 2 : Daniel Maria Mantilla Rodrigues y Maria Luisa Álvarez Ortiz

Fue en el año 1931 cuando la familia Mantilla Álvarez se trasladó a dicha


ciudad, donde posteriormente bautizaron a su hijo Rito Antonio, motivo por el
cual quedó registrado como si hubiera nacido en Bucaramanga. El
crecimiento de la ciudad durante el periodo comprendido entre las últimas
décadas del siglo XIX y las primeras del siglo XX no estuvo al margen de
importantes acontecimientos que afectaron la estabilidad económica, política
y social, tanto de la región como del país. A partir de 1870 el café se

11
consolidó como un cultivo comercial importante que alcanzó altos precios de
exportación, situación que generó prosperidad al interior de las crecientes
comunidades de comerciantes en poblaciones adyacentes a las zonas de
cultivo como Bucaramanga y Rionegro, siendo ésta última población la cuna
del maestro Rito Antonio Mantilla Álvarez, cuya noble familia se dedicaba al
cultivo de este importante producto agrícola en una gran hacienda de su
propiedad.

Familias enteras provenientes del interior del departamento van a arribar


progresivamente a las fértiles tierras de Rionegro durante las primeras
décadas del siglo XX, con el propósito de vincularse al trabajo cafetero y
ganarse su sustento diario. Estas mismas familias instalaran su residencia en
la creciente ciudad de Bucaramanga que ya empezaba a constituirse en un
estratégico centro de acopio de la producción. La dinámica comercial
imperante en la región, la consolidación de una nueva élite de hombres de
negocios, la progresiva movilidad y acumulación de capital a través de los
negocios y el crédito, y la construcción de caminos y carreteras para el
traslado de mercaderías contribuyeron a que Bucaramanga emergiera como
una ciudad importante en las primeras décadas del siglo XX, destacándose
como la cabecera del desarrollo económico de la región santandereana.

La creciente migración rural vinculada a la realización de obras públicas y la


búsqueda de medios de subsistencia condujo al crecimiento poblacional de la
ciudad. El incremento se explica por el éxito sostenido de la economía
cafetera de las poblaciones vecinas como Rionegro que motivan flujos
poblacionales de esos lugares hacia la capital departamental en busca de
mayores niveles de vida y nuevas oportunidades y por el desarrollo petrolero
del municipio de Barrancabermeja que le asigna a Bucaramanga nuevas
funciones en el contexto regional.

12
Para el año de 1930 la ciudad contaba con 35 barrios, construcciones
públicas, sucursales bancarias, plaza de mercado, tres casas periodísticas
locales, empresas de transporte, un hospital de caridad, parques, colegios,
empresas de servicios públicos como la telefónica, acueducto y electricidad,
sociedades comerciales, teatros, tiendas y cantinas, fábricas y almacenes,
todo ello en el marco de un incipiente ordenamiento urbano que permite
diferenciar status social y económico, que le dan un toque de colorido y
dinamismo propio de las primeras ciudades colombianas de la tercera
década del siglo XX. La diferenciación social en el espacio urbano está
presente cuando para la época se habla de “barrios obreros como el
Girardot, barrios de clase media baja como La Concordia, barrios
residenciales para la clase alta Cabecera del Llano y el Chapinero
bumangués, o el Guacamaya con su carácter de barrios nocturnos y
bochincheros”. El crecimiento urbanístico está representado en la
construcción de viviendas que ha pasado de 2.402 casas en 1912 a 4927 en
1928 según los datos del censo nacional.

A principios de la década de los treinta y motivados por la situación


económica familiar, la familia del maestro Mantilla se establece en la ciudad
de Bucaramanga cuando éste contaba con tan sólo ocho años.

El padre del maestro Rito, músico de profesión, encuentra en Bucaramanga


un espacio propicio para ejercer sus talentos y dotes artísticos en los nuevos
escenarios de la ciudad que abren sus puertas a los visitantes. Cafés,
restaurantes, bares y clubes son los lugares de moda en donde la sociedad
bumanguesa se distrae y ocupa su tiempo libre al son de los acordes de la
música del momento y los bailes de moda. Algunos lugares como el Club del
Comercio y el Café Español, sitios de reunión familiar famosos en aquella
época, se constituyeron en el escenario perfecto para que el maestro Rito
Mantilla debutara públicamente ofreciendo su concurso en las bandas que

13
animaban con sus bellas tonadas las fiestas nocturnas en las que gozaban
las familias distinguidas que asistían a estos importantes clubes.

De otro lado, la vida nocturna de los barrios populares gira en torno a las
tiendas, las famosas “guaraperías”, sitios en los que se expenden bebidas
fermentadas, como el guarapo, que alegran la vida y hacen olvidar las penas
y los sufrimientos de los más humildes. Un reportaje del periódico
Vanguardia Liberal nos muestra la vida de los primeros barrios
bumangueses:

“... en el barrio Chapinero, a las cinco de la tarde se inicia el


movimiento, la agitación nocturna. De Caras y Caretas, la
fonda más ruidosa del barrio, empiezan a salir peregrinos.
Unos humildes y sencillos, otros con síntomas de
embriaguez y muchos con malas entrañas: son gentes que
van en pos de la zambra, el licor y las mujeres. Obreros,
chóferes, lustrabotas, cantineros, vociferen, discuten,
cortejan a las mujeres, bailan...”10

La problemática social y los conflictos interpersonales en la sociedad


bumanguesa no fueron exclusivos de una clase o grupo social en particular,
ni de un barrio o lugar específico, sino que involucraron diferentes grupos y
espacios haciendo que la violencia se hiciera presente tanto en las familias
distinguidas de la capital santandereana como entre los pobladores más
humildes y desfavorecidos de ésta.

Don Daniel y Doña María Luisa además de buscar en la capital las


posibilidades económicas para sacar adelante a tan numerosa familia,
estaban seguros de encontrar una buena educación académica para sus
hijos.

10
Vanguardia Liberal. Febrero 11 de 1940. p. 6.

14
Daniel María Mantilla Rodríguez, fue un ser humano profundamente
espiritual, a la vez que una persona excesivamente respetuosa de los demás
y en particular de las personas menos privilegiadas económicamente. Su
actitud y comportamiento con los trabajadores de su finca fueron un ejemplo
para todos los demás propietarios, porque en su hacienda se tenía un
comedor para quienes colaboraban con las labores y se les trataba como
seres humanos y no como a esclavos.

Con ocasión de las festividades de navidad Don Daniel y Doña María Luisa
celebraban la fiesta primero con los trabajadores, a quienes les invitaban a la
cena con sus familias y les entregaban regalos, además de amenizar la
reunión con quema de pólvora. Una vez concluido ese compromiso hacia las
10:00 de la noche, se iban a reunir con su familia e invitados.

Don Daniel siempre había estado vinculado al medio musical e interpretaba


el clarinete y debido a su gran amistad con el maestro Alejandro Villalobos
Arenas y a sus extraordinarias dotes artísticas, tuvo la oportunidad de
vincularse a la Banda Departamental como solista de clarinete, institución en
la cual desarrolló y profundizó sus estudios musicales con el apoyo del
Maestro Villalobos, hasta llegar a convertirse en un gran pedagogo musical.

Doña María Luisa estaba dedicada completamente a su hogar, pues la


atención y formación de sus hijas e hijos, difícilmente le podían permitir que
dedicara su tiempo a otras labores. Ella no tenía formación musical pero sí
poseía una hermosa voz y en sus pocos ratos de descanso le gustaba
cantar. Dio ejemplo de fortaleza y valor para enfrentar la vida, cuando al
quedar viuda en 1946, y con 8 descendientes, debió asumir la
responsabilidad del hogar, contando desde luego con el apoyo
particularmente de sus hijos Rito Antonio y Roberto.

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Teniendo en cuenta que a lo largo de la vida de Don Daniel fueron
falleciendo un buen número de sus hijos e hijas, cuando se produjo su
deceso solamente le sobrevivieron Fernando, Rito Antonio, Carmen, Ovidio,
Roberto, María del Tránsito, Mercedes y José de Jesús. Entre ellos,
solamente Rito Antonio y Roberto se dedicaron a la música como su
actividad profesional.

Foto 3 : Maria, Carmen, Mercedes, José, Rito Antonio


Maria Luisa (madre), Ovidio y Roberto Mantilla Álvarez

Roberto Mantilla Álvarez, inició a los 8 años de edad sus estudios de


clarinete con su padre Daniel y mostró desde el comienzo tal dedicación al
instrumento, que cercano a los 10 años su hermano Rito Antonio decidió con
la autorización de sus padres, llevarlo a estudiar a Bogotá, en donde inició
sus estudios en el Conservatorio Nacional de Música y se vinculó casi de
inmediato a la Banda Nacional.

A los 11 años Roberto dio su primer concierto con la Orquesta Sinfónica y en


corto tiempo fue nombrado clarinetista titular de la misma Orquesta, en
donde permaneció hasta cumplir 20 años de trabajo y obtener su pensión.

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Fue indudablemente, el mejor clarinetista que ha tenido Colombia y dejó una
verdadera escuela de formación en su instrumento, por cuanto la mayoría de
clarinetistas colombianos destacados, fueron sus alumnos.

En septiembre de 1962 viajó a Munich, Alemania, a participar en un


Concurso Internacional de Clarinete al cual se presentaron 33 clarinetistas de
diferentes países. Fue un Concurso extremadamente riguroso que llevó al
Jurado a establecer el Primer Puesto desierto, el Segundo Puesto le
correspondió a un alemán, considerado un clarinetista excepcional y el tercer
puesto fue para el clarinetista colombiano Roberto Mantilla Álvarez.

Para el Jurado, la esmerada y correcta interpretación de Mozart que hizo el


Maestro Roberto, fue de gran impacto y le valió los más altos elogios en el
Concurso. Tales resultados llevaron a que le ofrecieran la oportunidad de
vincularse a la Orquesta Sinfónica de la Televisión Alemana y a la Orquesta
Sinfónica de Salzburgo.

2.2 NIÑEZ Y ACERCAMIENTO AL MUNDO DE LA MÚSICA 1932 – 1940

Rito Antonio realizó sus estudios de básica primaria en la Escuela Publica de


Bucaramanga y en el Colegio de las Señoritas Julia y Paulina Barón,
institución privada de excelente calidad que ofrecía formación a nivel de la
enseñanza primaria.

Sus estudios secundarios los inició becado por un año en el Colegio San
Pedro Claver, pasando a cursar los siguientes grados en el recién fundado
Colegio Santander, donde permaneció hasta cuarto año de bachillerato.

El niño Rito Antonio empezó a tomar clases de música con su padre y a sus
9 años se inició en la interpretación de la trompeta, llegando en pocos

17
meses a ejecutarla con facilidad, destreza y alegría. Las enseñanzas de Don
Daniel las recibió durante cuatro años.

A los 10 años Rito Antonio empezó a dar muestras de calidad en sus


interpretaciones musicales y cuando la familia, ya residente en
Bucaramanga, vivió cerca de la fábrica Pinto (hoy conocida como Hipinto), él
era la admiración de los empleados cuando interpretaba piezas con la
trompeta y ellos como reconocimiento le hacían retribuciones económicas.

Rito Antonio acompañaba a su padre a los ensayos de la Banda Bolívar,


Institución fundada y dirigida por Don Daniel María y en los momentos de
descanso de los músicos, empezaba a escribir en forma de dictados, los
pasillos y bambucos que los músicos mayores que él iban tocando, pues la
mayoría de ellos no escribían sus propias melodías.

Durante la celebración de la Semana Mayor en el municipio de Piedecuesta,


Rito Antonio a sus 12 años de edad, dirigió por primera vez la Banda Bolívar,
en reemplazo de su padre que era el Director Titular y quien en la misma
fecha estaba programado como Solista de clarinete en un concierto con la
Banda Departamental. A petición de los propios integrantes de la Banda,
Rito Antonio dirigió, pues ya en algunos ensayos lo había hecho a
escondidas de su padre y los músicos conocían que lo hacía muy bien y lo
aceptaban como Director a pesar de su corta edad. Ante la evidencia, su
padre aceptó sorprendido pero con una gran satisfacción.

Por esa época, Rito Antonio perteneció a la Orquesta que tocaba en la Radio
Santander de Bucaramanga, de quien era propietario el señor Francisco
“Pacho” Bueno y solamente disponía de un cornetín de excelente calidad que
le había regalado don Daniel Mantilla, pero pasado de moda para ese
momento. Entonces, don Pacho Bueno resolvió pedir una trompeta de plata a

18
Alemania y se la entregó al joven Rito Antonio, con la única condición de que
la utilizara en su formación profesional y se la pagara como le fuera posible,
a medida que trabajaba en la Emisora.

Los ingresos económicos de su padre como músico clarinetista no eran los


mejores, ya que su sueldo no era suficiente para el sustento de una familia
tan numerosa; por lo tanto Rito Antonio, conociendo sus capacidades como
músico y habiendo solicitado su ingreso a la Banda Departamental de
Santander, decidió abandonar sus estudios secundarios para consumarse
como músico profesional a toda costa; además, reemplazó a su padre en los
diferentes clubes y sitios de entretenimiento animados por grupos musicales,
pues la salud de Don Daniel ya empezaba a decaer. Refiriéndose a esa
época, el Maestro Rito Antonio dice:

“En ese momento, sí que estuve seguro de que la música iba a


estar presente en toda mi vida y que ella me daría todo lo que yo
quisiera; y así fue, porque educar 14 hijos dependiendo solo de la
música no es nada fácil, y nunca pasó por mi cabeza otra
profesión. Y si vuelvo a nacer volveré a ser músico, ¡sí Dios
quiere!
Tener musicalidad es una gracia de Dios y yo creo que la más
bendita de todas.”

2.3 EL VIAJE A BOGOTÁ Y SU COMIENZO PROFESIONAL

El joven Rito Antonio viajó a Bogotá en agosto de 1940, próximo a cumplir


sus 17 años, a concursar para el ingreso como trompetista de la Banda
Sinfónica de la Policía Nacional, donde se presentaron 27 jóvenes aspirantes
para trompeta. Él interpretó de memoria el primer ejercicio característico de
concierto del método Arban y dejó al Jurado admirado con su ejecución, por

19
lo cual decidieron admitirlo como primera trompeta a partir del mes de
septiembre del mismo año. Logró demostrar en ese momento de su vida que
interpretaba muy bien este instrumento y sobre todo, que era un excelente
lector a primera vista. Rito Antonio Mantilla permaneció en la Banda
Sinfónica de la Policía Nacional desde 1940 hasta 1950, bajo la dirección de
uno de los mejores Directores de Banda que ha tenido nuestro país, el
Maestro Dionisio González.

Durante esa década Rito Antonio tocó la trompeta, pero en el último año
debió cambiar de instrumento. Él la ejecutaba muy bien con una
embocadura de medio lado y no con la boquilla en el centro de la boca.
Siempre tocó así con éxito en sus interpretaciones, pero cuando la ubicaba
en la forma correcta no obtenía el sonido deseado, razón por la cual tomó la
determinación de cambiar su embocadura ó cambiar de instrumento. Durante
dos años consecutivos estudió rigurosamente trompeta con la boquilla en el
centro y en relación con esta experiencia, el Maestro afirma:

“Yo no le aconsejo a nadie que cambie de embocadura y sí lo


digo es por experiencia propia; si una persona ya tiene una
embocadura definida, siga ejecutando su instrumento así, o
mejor cambie de instrumento, porque después de adquirir una
posición es muy difícil cambiarla”.

En el año 1949, el maestro Rito Antonio decidió experimentar la embocadura


centrada con el Corno Francés, instrumento que siempre le llamó la atención
por su imponente y fantástico sonido. Fácilmente lo ejecutó y empezó a
estudiarlo con mucha dedicación en el Conservatorio, en donde un día el
Director de la Orquesta Sinfónica, Maestro Gerard Rothstein, lo oyó tocar
muy hábilmente el mencionado instrumento, quedando satisfecho con los
sonidos armónicos que en el Corno, bien interpretado, suenan

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extraordinariamente bellos. El Director, sin más preámbulos, lo invitó a ser
titular de la Orquesta, agrupación a la cual perteneció hasta que decidió
aceptar el nombramiento como Director de la Banda de Cúcuta. Rito
Antonio Mantilla desde que llegó a Bogotá, trabajaba para mantenerse en
esta ciudad y por supuesto, para ayudar a su familia que se encontraba en la
ciudad de Bucaramanga. Mensualmente le giraba a Doña María Luisa la
totalidad de su sueldo y él vivía de las presentaciones que hacía con
diferentes agrupaciones musicales, para amenizar matrimonios, bailes,
bautizos, cumpleaños etc.

En su actividad en estas agrupaciones o conjuntos musicales, aprendió a


tocar el acordeón sin habérselo propuesto, pues en una ocasión fue como
primera trompeta de una orquesta de baile y el acordeonista no pudo ir. Sin
el acordeón la orquesta no podía presentarse, ya que este instrumento
estaba en furor en las orquestas de baile del momento, así que por petición
del Director, el señor Chucho Díaz, Rito Mantilla tomó en sus manos el
grande y pesado acordeón de la orquesta, exploró su mecanismo por unos
minutos, encontró una manera muy interesante de ejecutarlo, se animó e
interpretó a partir de esa noche y por muchos años más este instrumento.

Foto 4 : Orquesta de Bogota, 1947

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2.3.1. Su ingreso al Conservatorio Nacional. Rito Antonio Mantilla se
matriculó e ingresó al Conservatorio Nacional de Bogotá en 1941, en donde
durante 6 años recibió formación básica en las áreas de:

♫ Gramática Musical con los Maestros Luis Macías y Jesús Ventura


Lalaguna.

♫ Armonía con el Profesor Gustavo Escobar Larrazábal

♫ Historia de la Música con el Doctor Otto De Greiff

También adelantó sus Estudios Superiores de Música en el Conservatorio


Nacional de Bogota, así:

♫ Armonía y Contrapunto con el Maestro Demetrio Haralambis y la


Profesora Maria Rodrigo.

♫ Técnica Vocal con el Maestro Aimé Rossier.

♫ Instrumentación para Banda con el Maestro José Rozo Contreras.

♫ Dirección de Orquesta, Orquestación y Dirección de Coros con el Maestro


Olav Roots.

♫ Contrapunto con el Maestro Fabio González Zuleta.

♫ Formas Musicales y Composición con el Maestro Luis Antonio Escobar.

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♫ Historia de la Música y Apreciación Musical con Otto De Greiff y
Hernando Caro Mendoza.

♫ Trompeta con el Maestro Dionisio González

♫ Violonchelo con el Maestro Gregorio Silva

♫ Piano Complementario con la Profesora Lucia Tosmi

Rito Antonio Mantilla no interpretó ningún instrumento de cuerda pulsada


(guitarra, tiple, requinto, cuatro), pero le encanta ver y oír las interpretaciones
en los diferentes Festivales, Encuentros y Concursos de Música Andina,
donde sin duda alguna cada vez se deleita escuchando las diversas
interpretaciones de niños, jóvenes y adultos.

Al Maestro le hubiera gustado interpretar la guitarra, pues para él, este


instrumento es el piano de los pobres y aconseja que todos los colombianos
deberíamos tocar la guitarra o el tiple.

2.3.2. Plan Matrimonial. Fue en la capital de la República, como miembro de


la Banda de la Policía y con tan solo 20 años de edad, cuando conoció a
Ana Otilia Pulido Ramírez, una señorita muy agraciada que tenía una gran
musicalidad y una extraordinaria voz de soprano.

Con serenatas y frecuentes visitas, permanentemente vigiladas por la tía-


madrina con quien vivía Ana Otilia desde el fallecimiento de su madre,
cuando apenas contaba con 5 años de edad, Rito Antonio Mantilla se
propuso conquistar el amor de quien ya se había adueñado de su corazón y
contrajeron matrimonio, el día 3 de junio de 1943.

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Foto 5 : Ana Otilia Pulido Ramírez

El fruto de esa unión lo constituyen 12 descendientes: 7 mujeres y 5


hombres, en su orden: América, Socióloga; Berta Marina, Pedagoga Musical
en Pre-escolar; Julia Rosa, Gerontóloga y Cantante; María Luisa (fallecida
en la ciudad de Cúcuta con tan solo 7 y ½ meses de edad); Alba Elena,
Administradora de Empresas; Alejandro, Sociólogo y Pedagogo Musical;
Martha Leonor, (fallecida en la ciudad de Pasto el mismo día de su
nacimiento); Carlos Ernesto, Administrador Público y Predicador Religioso;
Elsa Oliva, Licenciada en Pre-escolar; José Ignacio, Tecnólogo en
Administración y Abogado; y Fernando, Administrador de Negocios.

Cabe destacar la extraordinaria musicalidad de las hijas e hijos de Rito


Antonio y Ana Otilia, aún cuando solamente tres de ellos hayan optado por la
música como su campo profesional, lo que ha llevado a que 4 de sus nietos,
dos mujeres y dos hombres, se hayan dedicado profesionalmente a la

24
música como ejecutantes: María Claudia, pianista y Aura Ruth, violinista,
hijas de Carlos Ernesto Mantilla y Flor Alicia Vinasco; Túpac, Percusionista y
Lautaro, guitarrista, hijos de Alejandro Mantilla y Luz Teresa Gómez.

Foto 6 : Lautaro, Luz Teresa, Alejandro y Túpac

Foto 7: Berta Marina Mantilla Pulido, Bogota 2006

De otra parte, Rito Antonio Mantilla tiene otros dos hijos: Guillermo Alberto,
Ingeniero de Sistemas, con una destacada pianista panameña y Ricardo,
Ingeniero en Mecatrónica, con una integrante de un grupo coral de la ciudad
de Bogotá.

25
2.3.3. Vals América Primera Composición para Banda. Residiendo en
Bogotá, escribió su primera composición cuando era integrante de la Banda
de la Policía y estudiaba en el Conservatorio.

Como estudiante asumió con mucha responsabilidad su compromiso y en


una ocasión durante un ensayo de la Banda, aprovechó los descansos para
realizar una tarea de armonía.

Estaba dedicado a su labor cuando un amigo músico se acercó y de una


manera muy dura le dijo, “Rito, para qué estudia armonía, ¿usted cree que
eso es fácil?” Rito se sintió ofendido por las palabras de su amigo y se
propuso terminar la composición que posteriormente dedicó a sus padres y a
la que por solicitud de Don Daniel le puso el nombre de “América”, por ser el
de su primera hija.

El joven Rito Antonio escribió el arreglo del vals “América” para Banda
Sinfónica, el cual fue interpretado bajo su dirección por la Banda de la
Policía.

Esta obra, hasta el momento, no ha requerido ninguna modificación para ser


ejecutada.

Hacia 1946, fue creada la Asociación de Autores y Compositores de


Colombia – SAYCO -, de la cual el Maestro Rito Antonio fue cofundador y
ocupó los cargos de Vicepresidente y de Fiscal.

26
Foto 8: Asamblea ordinaria de músicos en Sayco Bogotá, 1946.

2.3.4. Se aleja del Conservatorio. Por insinuación del Maestro José Rozo
Contreras y ante las dificultades que había tenido en el Conservatorio por sus
constantes críticas al modelo educativo establecido, Rito Antonio empezó a
considerar la posibilidad de un ofrecimiento de trabajo fuera de Bogotá. Por
ser Presidente del Consejo Estudiantil, era su deber dar a conocer las
deficiencias y necesidades del plantel y esto le ocasionó profundas
divergencias con los Docentes y Directivos de la Institución, quienes para
“librarse” de él consiguieron su nombramiento como Director de la Banda
Departamental de Norte de Santander y por esta razón en mayo de 1950, se
retira del Conservatorio, de la Banda de la Policía y de la Orquesta Sinfónica
Nacional. Aceptó el nuevo cargo sin importarle las razones de su
ofrecimiento, para así dar inicio a su carrera como Docente y Director de
Bandas y Coros, que era lo que constituía su verdadera meta profesional.

27
Por la influencia que en el campo profesional y laboral, tuvo el Maestro José
Rozo Contreras sobre el Maestro Rito Antonio, es importante destacar que
fue su Profesor de Instrumentación para Banda y quien lo apoyó para
ubicarse en los cargos de Dirección de Banda, tanto en Cúcuta como en
Pasto. El Maestro Rozo Contreras fue un excelente instrumentador, dirigió la
Banda Nacional durante aproximadamente 40 años y se desempeñó además
como Inspector Nacional de Bandas. Su obra “La Burlesca”, es
prácticamente una cátedra de orquestación.

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3. CARRERA COMO DIRECTOR 1950 -1980

En mayo de 1950 llega a Cúcuta a dirigir la Banda Departamental y se


encuentra con una institución de 35 músicos totalmente desorganizada:
uniformes e instrumentos en mal estado, sueldos miserables y serias
desavenencias personales entre sus integrantes. Inmediatamente presenta
ante la Gobernación un plan para reformarla, el cual fue aprobado y
ejecutado al poco tiempo. Se adquirieron uniformes e instrumentos nuevos,
se duplicaron los sueldos, se incrementó el número de integrantes a 50 y el
nuevo Director recibió todo el respaldo para exigir buen comportamiento y
disciplina, con el fin de alcanzar una banda de alta calidad. Este objetivo se
cumplió más pronto de lo esperado y se creó en la ciudad de Cúcuta una
afición tan grande por los conciertos, que en todas las ocasiones en que se
presentaba la Banda, el público saturaba los parques, plazas, teatros,
iglesias, etc.

Foto 9 : Banda Departamental de Norte de Santander


Cúcuta 1950

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Durante su permanencia en Cúcuta, el maestro Rito Antonio logró dotar la
Banda Departamental con un amplio repertorio, debido a un ofrecimiento que
le hizo la Colonia Italiana residente en esa ciudad, por la admiración y el
respeto a que se había hecho acreedora la nueva Banda. Al fallecimiento del
Director de la Escuela Departamental de Música de Norte de Santander, el
señor Fausto Pérez, el Gobernador de esta ciudad, doctor Enrique Moncada,
le pide al maestro Rito Antonio que se encargue de la Escuela, pero él no
acepta el ofrecimiento y le propone traer al extraordinario músico y
compositor nortesantandereano Víctor Guerrero, quien se encontraba
asilado en Venezuela.

El Gobernador apoyó al Maestro Rito Antonio en su decisión de convencer y


traer a Don Víctor Guerrero para que asumiera la Dirección de la Escuela y
de esta manera, los Maestros Rito Antonio Mantilla y Víctor Guerrero
trabajaron juntos en la Dirección de la Escuela Departamental de Música de
Norte de Santander durante 2 años, hasta el nombramiento oficial del
Maestro Pablo Tarazona, músico colombiano formado en los Estados Unidos
y quien regresaba al país para ejercer su profesión.

A la llegada del Maestro Pablo Tarazona, el maestro Rito Antonio le propone


un Concurso de Composición para Banda, que no fue aceptado por él, pero
Rito A. Mantilla si realizó su composición “Festival en Tierradentro”, y al poco
tiempo se despidió de la ciudadanía cucuteña que aprendió a respaldar a su
Banda Departamental y a querer al Director que hizo posible su
extraordinario posicionamiento en el ámbito nacional.

3.1 UN ALTO ANTES DE PROSEGUIR HACIA EL SUR

A petición de sus amigos los doctores Alberto Duarte French y Luis B. Flórez,
Alcalde y Personero respectivamente de la ciudad de Girardot, el Maestro

30
Rito Antonio permaneció 4 meses en esta ciudad, haciéndose cargo de la
formación musical y organización de la Banda y de la Escuela de Música
Municipales.

3.1.1 Llegada a Pasto. Hacia mediados de 1952, el Inspector Nacional de


Bandas, Maestro José Rozo Contreras, le había asignado la dirección de la
Banda de Nariño y Rito Antonio Mantilla estaba retrasado para asumir este
nuevo cargo, debido a su breve escala en Girardot. Sin embargo, las
autoridades y la ciudadanía nariñenses le ofrecieron a su llegada un
recibimiento de tal naturaleza, que el Maestro Mantilla quedó inmediatamente
comprometido y motivado a desarrollar una gran labor artístico-musical en
esta ciudad acogedora, de gentes sanas, cultas, generosas, sensibles y de
una extraordinaria musicalidad.

El 3 de enero de 1953, el Maestro Mantilla asumió su cargo como Director de


la Banda Departamental y de la Escuela de Música de la Universidad de
Nariño, en donde realizó una de las labores más importantes de su carrera
musical. La Escuela de Música de la Universidad de Nariño se convirtió en
una de las más destacadas del país, partiendo de que la recibió el Maestro
Mantilla con no más de unos 20 estudiantes y al año siguiente tenía 400
estudiantes matriculados y muchos más en lista de espera para nuevas
admisiones.

Hacia finales del primer año de actividad en Pasto, el Maestro Rito Antonio
Mantilla fundó la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Nariño, con la cual
realizó conciertos y presentaciones que le fueron ganando la aceptación y el
reconocimiento de la ciudadanía en general y de los intelectuales y artistas
en particular. La etapa culminante de la Orquesta se alcanzó durante la
celebración del FESTIVAL MOZART, programado para conmemorar los 200
años del nacimiento del Compositor, entre el 25 y el 30 de enero de 1956 y

31
organizado por el Maestro Rito Antonio Mantilla con la asistencia de la
Profesora Querube de Escrucería. Este Festival se organizó de tal manera,
que en el Concierto de Inauguración se ejecutaron obras de Mozart para
piano; al día siguiente, música para Banda; el tercer día, música para
Orquesta Sinfónica; el cuarto día, Música de Cámara de Vientos; el quinto
día, Música de Cámara de Cuerdas y se clausuró con un concierto en el cual
intervinieron algunas de las agrupaciones y solistas participantes durante
todo el Festival. Para la inauguración se programó el discurso de apertura del
Doctor Sergio Elías Ortiz, eminente Historiador Nariñense y el Recital de
Piano a cargo de las alumnas Susana Shapiro de 5 años de edad, y María
Eugenia y Lucía Rosero de 11 y 9 años de edad respectivamente.
Intervinieron además las Profesoras Digna Paz Vallecilla y Querube Sosa de
Escrucería, interpretando el Concierto en La Mayor K. 488 para dos pianos.

El Concierto de Clausura contó con la intervención del Vice-Cónsul de


Austria, Señor Don Karl Mautner, con una conferencia sobre la Vida y Obra
de Wolfgang Amadeus Mozart y el siguiente Programa:

I. La Flauta Mágica - Orquesta Sinfónica de la


Universidad de Nariño.
II. La Pequeña Serenata en Conjunto de Cuerdas de la
Sol Mayor Orquesta.
III. Cuarteto en La Mayor Conjunto de Cuerdas de la
KV. 464 Orquesta.
IV. Cuarteto en Mi Bemol Mayor Cuarteto de Cuerdas de la
KV. 428 Orquesta
V. Concierto en Mi Bemol Mayor Pianista: señora Querube de
KV. 482 Escrucería y Orquesta Sinfó-
nica de la Universidad.

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Además de la dedicación de los organizadores para el éxito de este Festival,
se contó con el apoyo de diferentes personas vinculadas a la Universidad y a
la Escuela de Música, así como con la decidida colaboración del Director de
la Escuela de Pintura, Maestro Carlos Tupaz Mejía, un extraordinario pintor
oriundo de Ipiales (Nariño) y entrañable amigo del Maestro Rito Antonio. Al
enterarse Carlos Tupaz Mejía de que no se contaba con un busto o un
cuadro apropiado para ubicar en el Paraninfo de la Universidad, en donde se
iban a realizar los conciertos durante el Festival, se retiró en forma silenciosa
de la Escuela y se “encerró” literalmente en su estudio, para al cabo de
nueve horas de trabajo llegar a la sede del Festival con un retrato al óleo de
Mozart, en un lienzo de 70x50 cms. y en el cual no había una sola pincelada
del mismo color.

Toda una demostración de afecto, amistad y admiración por el Maestro Rito


Antonio y de compromiso con el desarrollo cultural de su terruño, plasmados
en una maravillosa obra que obsequió al Maestro Rito Antonio y la cual se
conserva en la sala de su residencia en Girón.

En el caso del Pintor, Maestro Carlos Tupaz Mejía, el Maestro Rito Antonio
Mantilla considera que fue el más entrañable amigo y con quien tuvo la
oportunidad de compartir plenamente la actividad artística desarrollada
durante los 4 años de su permanencia en Pasto.

Este artista insigne y desafortunadamente desconocido fuera de Nariño,


nació en Ipiales el 16 de diciembre de 1918 y falleció en Pasto el 2 de mayo
de 1964. Por sus altísimas calidades artísticas, Carlos Tupaz tuvo el
privilegio de estudiar con el gran Maestro Ecuatoriano Oswaldo Guayasamín
y pudo realizar exposiciones en el vecino país.

33
La genialidad de Carlos Tupaz Mejía y su profundo conocimiento y
admiración por Luis Van Beethoven, le llevaron a producir series completas
de pinturas al óleo sobre el gran compositor alemán. Una de esas obras,
considerada por muchos “maestra en su género”, es “El Poder del Genio”, en
la técnica de óleo sobre pana, realizada por el Maestro Tupaz en1955 y
dedicada y obsequiada al Maestro Mantilla como símbolo de su gran
amistad. Esta obra, al igual que la de W.A. Mozart, también comparte la sala
de la residencia del Maestro Rito Antonio.

3.1.2 Banda Departamental de Nariño. La Banda Departamental de Nariño


contaba con 31 integrantes a la llegada del Maestro Mantilla y su nivel de
disciplina, calidad interpretativa y repertorio no eran los deseables para una
buena Banda.

En el mismo año de 1953 se lograron instrumental y uniformes nuevos, así


como un incremento de los sueldos de manera considerable,
aproximadamente casi de un 50%.

Esto constituyó un gran estímulo para empezar y de allí en adelante todo


fueron logros para la Institución.

Se organizó la Exposición del Instrumental adquirido por el Gobernador


doctor Aurelio Caviedes Arteaga, en el primer semestre de 1953 y recibido
por el nuevo Gobernador doctor Sergio Antonio Ruano, en agosto del mismo
año.

Se publicó un plegable para toda la ciudadanía visitante de la Exposición,


con la Historia de los Instrumentos Musicales, lo cual hacía didáctica y
atractiva la visita y permitía un acercamiento mayor de la Banda al público
pastuso y nariñense en general.

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Foto 10 : Exposición del Instrumental de la
Banda Departamental de Nariño, Pasto 1953

Se fue constituyendo poco a poco en una Banda de gran calidad y en 1954


participó durante una semana en los Juegos Atléticos Bolivarianos en la
ciudad de Cali, en donde dejó muy en alto el nombre de Nariño y sus
conciertos estuvieron a la altura de una de las mejores Bandas del país. Para
esta gira, el Maestro Mantilla consiguió que se les dieran viáticos a los
músicos, el transporte se realizó en un bus pullman y fueron alojados en el
Hotel “Los Balcanes” en Cali, algo totalmente inusual para la época, en la
cual los músicos de las diferentes Bandas eran transportados en camiones y
prácticamente dormían en colchones en el suelo en las Escuelas donde les
daban alojamiento.

Ofrecieron alrededor de 5 Conciertos junto con la Banda Municipal de Cali y


se presentaron en la Sala Beethoven con un Programa en 3 partes: En la
primera parte, la Banda interpretó música sinfónica universal; en la segunda,
la señora doña Rosalía Cruz de Buenaventura ejecutó un Concierto para
Piano; y en la tercera parte, la Banda actuó nuevamente con repertorio de
música folclórica y popular colombiana.

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Foto 11 : Banda Departamental de Nariño
Pasto 1953

De regreso a Pasto, se detuvieron en Popayán y le ofrecieron un concierto al


Arzobispo en el Palacio Episcopal.

Como parte del repertorio, se interpretaban obras de gran calidad y exigencia


para la Banda, como las Oberturas “Las Bodas de Fígaro”, “Don Juan” y “El
Rapto del Serrallo” de Mozart; Selección de “Sueños de una Noche de
Verano” de Mendelssohn; Obertura “1812” y Suite de “El Cascanueces” de
Tchaikovsky; Valses de Johann Strauss; Selecciones de Óperas de Verdi;
Oberturas “Guillermo Tell” y “El Barbero de Sevilla” de Rossini, entre otras.

Las actividades de la Banda, además de los dos conciertos dominicales en


Pasto, consistían en llevar conciertos didácticos a otros municipios del
Departamento como Túquerres, Ipiales, Pupiales y Sandoná, entre otros y
particularmente al Santuario de Nuestra Señora de las Lajas, en donde se
congregaban peregrinos de diversos países a disfrutar los conciertos.

36
3.1.3 Mausoleo “Santa Cecilia” del Músico en Pasto. En 1955, con el
objetivo de construir un Mausoleo en donde reposaran los despojos mortales
de todos los músicos que fallecieran en Pasto, el Maestro Mantilla organizó
un programa radial para conseguir los fondos a través de donaciones.
Inicialmente se programaron 3 horas por la Emisora Ecos de Pasto, para
presentar conjuntos, solistas, dúos, tríos, murgas, orquestas y Bandas de
todo el Departamento y fue tal la acogida que el programa iniciado a las 4:00
de la tarde, terminó a las 8:00 de la mañana del día siguiente. Las
donaciones en materiales, mano de obra y dinero fueron de tales
proporciones, que se construyó el Mausoleo y sobraron fondos que fueron
destinados a instituciones de beneficencia.

3.1.4 Concha Acústica. Para conmemorar los 50 años de constitución del


Departamento y de la Universidad de Nariño, el Maestro Mantilla fue
nombrado integrante de la Junta Organizadora de la celebración y propuso
entre otros, la construcción de un Teatro al Aire Libre con capacidad para
10.000 personas con su respectiva Concha Acústica, el cual fue realizado y
estrenado como parte de los eventos de conmemoración.

Igualmente propuso la organización de un Festival de Bandas, Orquestas,


Murgas, Dúos, Tríos, Cuartetos, etc., y se lograron reunir más de 60
agrupaciones de todo el Departamento. La actividad de convocatoria fue
realizada por el Maestro Rito Antonio con el apoyo del abogado Edmundo
Medina Madroñero, su amigo, melómano consumado y exalcalde de Pasto,
con quien visitaron los diferentes Municipios para inscribir a los participantes.
De otra parte, el Maestro Mantilla consideró importante reconocer el aporte
de 5 Personajes Nariñenses que se hubieran destacado en diversos campos
de la actividad humana y propuso condecorarlos con Medallas de Oro, dentro
de la celebración del quincuagésimo aniversario. Así, fueron exaltadas las
siguientes personalidades:

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Doctor Sergio Elías Ortiz, Historiador y Humanista; Doctor Flavio Santander,
Médico; Doctor Jorge Rosero Pastrana, Médico; Maestro Santacruz, Pintor y
Retratista; y Maestro Luis E. Nieto, Músico Nariñense por excelencia.
Todos ellos habían logrado enaltecer su experiencia profesional, a través del
servicio a sus conciudadanos y del aporte al crecimiento espiritual y al
enriquecimiento humano del Departamento.

3.1.5 Por el Arte y la Cultura. Otra de las realizaciones de alcance y


proyección a la comunidad, programada y desarrollada por el Maestro Rito
Antonio en Pasto, fue el Programa Radial “Por el Arte y la Cultura”, emitido
semanalmente y durante dos horas los días viernes, a través de la Emisora
Ecos de Pasto. Este programa tenía como objetivo la difusión de manera
didáctica y al alcance de todos los radio oyentes, de aspectos culturales de
gran importancia como: Historia de la Música Universal, Historia de la Música
Colombiana, Biografías de Músicos Célebres Universales y Nacionales,
Historia de los Instrumentos, Historia de la Ópera, Apreciación Musical con
Audición de Obras, Muestras Folclóricas Regionales a través de Conjuntos
Típicos y una Sección Especial de Anécdotas y Coplas.

Para esta actividad que se realizó durante aproximadamente dos años, se


contó con la colaboración de Alumnos y Profesores de la Escuela de Música,
de integrantes de la Banda Departamental y de conjuntos provenientes de los
diferentes municipios y regiones del Departamento de Nariño, quienes bajo la
dirección y coordinación de Rito Antonio Mantilla, lograron una sintonía
permanente de la ciudadanía, que se manifestaba a través de
comunicaciones telefónicas o escritas para hacer nuevos aportes,
aclaraciones o plantear preguntas sobre cada uno de los temas
desarrollados.

38
Este proyecto constituyó uno de los mayores logros en la historia artístico-
cultural del Departamento y en particular de la ciudad de Pasto y significó
para el Maestro Mantilla la cristalización de uno de sus anhelos, al poder
llegar a toda la ciudadanía sin distingos de ninguna naturaleza, con el
mensaje hecho realidad de la cultura al alcance de todos.

3.1.6 Popayán. En 1957, se trasladó a la ciudad de Popayán,


Departamento del Cauca, para vincularse como Profesor de Estudios
Musicales Superiores e Investigador del Conservatorio de la mencionada
capital, por el periodo de un año.

Dictó los Cursos de Armonía y Contrapunto y adelantó la investigación sobre


Música Folclórica Caucana, con la colaboración de Asociados del Club de
Leones, al cual perteneció, quienes le acompañaron en sus giras por las
diferentes regiones del Departamento.

En esta ciudad conoció a Ligia Espinosa Peña, excelente soprano y poetisa,


de una gran sensibilidad y compositora de “El Carbón”, una guaracha, que le
presentó al Maestro Mantilla para obtener su concepto y recomendaciones y
particularmente para que él se la escribiera.

El Maestro aceptó colaborarle pero con la condición de que la composición


tuviera el carácter de un Pregón Caucano, porque como guaracha no tendría
mayor trascendencia, toda vez que en el momento habían muchas
guarachas de excelente factura y en cambio como pregón si se lograría
destacarlo tanto en el Cauca como en el país y además, para aprovechar el
impactante contenido de la letra y llevar un mensaje humano y social a través
de la obra. Fue así como nació “El Carbón”, cuyo arreglo coral realizado por
Rito Mantilla, ha sido interpretado por diferentes agrupaciones corales en el
país y en el exterior, con un éxito incuestionable.

39
Foto 12 : Estreno de la Obra “ El Carbón “ Solista Julio Alzate
Coro del Conservatorio de la Universidad del Cauca
Popayán 1957

3.2 REGRESO A BOGOTÁ

El Maestro Rito regresó a la ciudad de Bogotá en 1958, esta vez como


Docente del Conservatorio Nacional de Música, en donde el primer año se
encargó de la División Infantil, con la cual logró admirables resultados,
llevando esta categoría a un sobresaliente nivel.

En el siguiente año fue docente de la División de Mayores en las asignaturas


de:

♫ Rítmica musical
♫ Teoría de la música
♫ Solfeo y dictado
♫ Dirección del Coro y de la Orquesta.

En esta actividad docente, permaneció hasta 1962.

40
3.2.1 Cargos Desempeñados en Colombia. A partir de su retiro del
Conservatorio Nacional de Música y hasta su partida a Venezuela, el Maestro
Mantilla realizo múltiples actividades, como:

♫ Director Asistente de la Asociación Coral Bach


♫ Director Fundador de la Coral Avirama
♫ Director Fundador de la Coral del Banco de la Republica
♫ Director Fundador de la Coral de la Escuela Superior de Administración
Pública
♫ Director Fundador de la Coral del Sena
♫ Director Fundador de la Coral del Ministerio de Justicia
♫ Director Fundador de la Asociación Coral Universitaria
♫ Supervisor de Enseñanza Musical del Distrito Especial
♫ Profesor de la Escuela Militar de Cadetes y Director de su Coro
♫ Director de la Banda de la Guardia Presidencial, del Coro de Soldados y
del Coro de Cámara
♫ Profesor de la Universidad Pedagógica Nacional y Coordinador de la
Sección de música
♫ Director Fundador de la Academia Colombiana de Bellas Artes
♫ Director de la Coral de Colseguros
♫ Director de la Coral del Instituto Colombiano de la Reforma Agraria
♫ Director del Coro de ECOPETROL
♫ Profesor de la Pontificia Universidad Javeriana y Director de su Coro
♫ Director Nacional de Educación Musical y de Bandas del Instituto
Colombiano de cultura
♫ Director Invitado en diversas ocasiones de la Orquesta Sinfónica Nacional
y de la Orquesta Filarmónica de Bogotá.

ƒ Asociación Coral Bach. En la década de los sesenta se fundó esta coral


con el propósito de interpretar las grandes obras sinfónico-corales del

41
repertorio universal y estaba bajo la dirección del mismo director de la
orquesta sinfónica nacional.

Una de las cofundadoras y Presidenta de la Coral Bach, fue la destacada


pianista doña Elvira Restrepo de Durana, quien le imprimió a la Asociación
un carácter de responsabilidad, seriedad y compromiso, que le permitieron
alcanzar y mantener una posición de preeminencia durante el tiempo de su
desempeño en el ámbito nacional.

La época de oro de la Asociación Coral Bach se alcanzó durante el tiempo en


que la dirigió el Maestro Olav Roots, pianista y director de altísimas calidades
y de condiciones humanas y espirituales sobresalientes.

Además del Director Titular, la Coral Bach contaba con Directores Asistentes.
La Profesora Amalia Samper Gnecco, se desempeñó como asistente para el
montaje de las obras durante todo el tiempo de existencia de la Coral. Hubo
además, otros Directores Asistentes entre quienes se destaca el Maestro
Rito Antonio Mantilla, quien permaneció durante 5 años con la Coral, entre
otras razones, por su extraordinario interés en estar cerca del Maestro Olav
Roots para tener la oportunidad de aprender de él todo lo concerniente a la
Dirección de Orquesta y Coros, en lo cual el Maestro Roots era un artista de
talla mundial.

ƒ Coral Avirama. Fue fundada en 1960 por el maestro Rito Antonio Mantilla
Álvarez, con músicos profesionales y con el propósito de difundir el
madrigal o la canción colombiana, tanto erudita como popular y folclórica.
el nombre fue escogido como homenaje a la comunidad indígena de los
Avirama y se mantuvo hasta finales de 1964.

42
La Directora Asistente fue la profesora Fanny González Charry y los
integrantes en su mayoría eran profesores y alumnos avanzados del
Conservatorio, quienes en esta Coral tuvieron la oportunidad de formarse
como Directores de Coros y que contribuyeron al auge posterior de la
actividad Coral en Colombia. Entre ellos se destacan los hermanos Amadeo,
Luis Enrique, Gustavo y Teresa Rojas, José Antonio Rincón, Luis Eduardo
Saza, David Cabana, Carmiña Gallo, Flor y Martha Pinto, Cecilia y Lucía
Pardo Rosas y Pedro Chavarro.

Con esta Coral, integrada por 22 personas en promedio, se interpretaron


obras a 4, 5, 6, 7 y hasta 8 voces y se adelantaron giras nacionales de
extraordinaria calidad y una visita al Ecuador, con presentaciones en todas
las ciudades importantes hasta llegar a la ciudad de Quito.

Durante un año, la Coral Avirama realizó un programa de Televisión, dirigido


por la periodista Consuelo de Montejo y con duración de una hora a la
semana, dedicado a la Historia de la Música Coral, con libretos y
presentación del doctor Otto De Greiff en su etapa inicial y posteriormente,
del Maestro Luis Antonio Escobar. En algunos programas intervino con
libretos y comentarios el Maestro Rito Antonio, además de dirigir su propia
Coral.

ƒ Coral Sena. Esta Coral fue integrada por aprendices, exaprendices y


empleados del Servicio Nacional de Aprendizaje “SENA”, Seccional de
Cundinamarca.

Inició labores en 1963, bajo la Dirección del Maestro Rito Antonio Mantilla,
quien fue su Director durante 11 años. Efectuó numerosas presentaciones en
la Televisora Nacional, en el Teatro Colón, en Colegios, Universidades y en
recitales auspiciados por el SENA. En el año de 1967 participó en el Primer

43
Festival de Coros del SENA celebrado en la ciudad de Tunja, en el cual logró
los siguientes premios: Primer premio como el “Mejor Grupo Coral”, a la
mejor Dirección y al Mejor Solista.

Foto 13 : Coral del SENA

Fue invitado por la Casa Universitaria a participar en el “Primer Festival de


Coros Mixtos Universitarios”, al lado de las agrupaciones corales de las
Universidades de Los Andes, Javeriana, Gran Colombia, Jorge Tadeo
Lozano, Fundación Universidad de América y Externado de Colombia.

Recibió invitación por parte del Comité Central Organizador del Congreso
Eucarístico Internacional (C.E.I.) para participar en este certamen religioso
cultural, para el cual el Maestro Rito Antonio Mantilla compuso el Himno
“Cristo Amor”, con texto de Silvia Lorenzo.

La Coral SENA llegó a estar constituida hasta por 80 personas e interpretó


obras a 4, 5 y 6 voces, lo cual permitió que fuera el Coro base para el
montaje y presentación de “El Juramento a Bolívar”, obra sinfónica del
Maestro Luis Antonio Escobar para orquesta y coros.

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Participó esta agrupación en los diferentes festivales y conciertos
convocados por el Departamento Administrativo del Servicio Civil, durante la
Administración de la doctora Carmenza Arana de Ramírez, entre 1971 y
1973.

Para la conmemoración de los 5 años de actividades de la Orquesta


Filarmónica de Bogotá, se programó un Concierto de esta Orquesta con los
Coros de Empleados Oficiales, con dos presentaciones: en el Teatro Jorge
Eliécer Gaitán de Bogotá, el 23 de agosto de 1973 y en el Coliseo “El Salitre”
de Bogotá, el 26 de agosto del mismo año, en las cuales intervino la Coral
SENA, como parte de los 16 Coros participantes. En el mismo año 1973, se
llevó a cabo el Festival convocado por el Maestro Rito Antonio Mantilla, para
celebrar el X Aniversario de la Coral SENA. Este fue un evento de
particular importancia para el movimiento Coral Colombiano, que se
desarrolló del 11 al 17 de junio con la participación de diferentes Coros en
una programación de 6 conciertos, así:

Primer Concierto.

Participantes: GRUPO DE CAMARA DEL BATALLÓN GUARDIA


PRESIDENCIAL, dirigido por el Maestro Rito Antonio Mantilla y con la
interpretación de 8 obras.

CORAL DE LA UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL, dirigida por el


Maestro José Antonio Rincón y con la interpretación de 8 obras.

Segundo Concierto.

Participante: GRUPO CORAL BALLESTRINQUE, dirigido por la Maestra


María Cristina Sánchez y con la interpretación de 14 obras.

45
Tercer Concierto.

Participantes: CORO UNIVERSITARIO DE CÁMARA, dirigido por la Maestra


Elsa Gutiérrez y con la interpretación de 9 obras.

CORO DE LA PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA, dirigido por el


Maestro Rito Antonio Mantilla, Directora Asistente Profesora Fanny González
y con la interpretación de 7 obras.

Cuarto Concierto.

Participantes: CORAL COLSEGUROS, dirigida por el Maestro Rito Antonio


Mantilla, Directora Asistente Profesora Fanny González y con la
interpretación de 8 obras.

CORO DE LA ACADEMIA FOLCLÓRICA “LUIS A. CALVO”, dirigido por el


Maestro Luis Enrique Rojas y con la interpretación de 7 obras.

Quinto Concierto.

Participantes: CORAL DEL INCORA, dirigida por el Maestro Rito Antonio


Mantilla, Directora Asistente Profesora Fanny González y con la
interpretación de 8 obras.

CORO DE LA ESCUELA MILITAR DE CADETES, dirigido por Rito Antonio


Mantilla y con la interpretación de 7 obras.

Concierto de Clausura.

1°. Palabras del Director Nacional del SENA, doctor Rodolfo Martínez Tono.

46
2°. Condecoraciones a los integrantes de la Coral SENA con 5 o más años
de pertenecer a la agrupación y entrega de Pergaminos a los Coros
Participantes en el Festival.

3°. Presentación de la Coral SENA, en homenaje a las agrupaciones


participantes, dirigida por el Maestro Rito Antonio Mantilla y con la Pianista
Elvira Restrepo de Durana como acompañante y la interpretación de 6 obras.

4°. “Juramento a Bolívar” para Coro Masculino y Orquesta.


Texto: Poeta Jorge Rojas y Música: Luis Antonio Escobar
Solista: Yesid Valdez.
Declamador: Teniente Oscar Garcés.

Participantes:
COROS DEL BATALLÓN GUARDIA PRESIDENCIAL, CORO
UNIVERSITARIO DE CÁMARA, CORO DE LA ESCUELA MILITAR DE
CADETES, ORQUESTA FILARMÓNICA DE BOGOTÁ.

5°. “Fantasía Coral” de Luis Van Beethoven, para Piano, Solistas, Coro y
Orquesta.

Pianista: Dolores Weller Gadevsky


Solistas:
9 María Cristina Sánchez, Soprano,
9 Gloria Manosalva, Mezzosoprano
9 Elsa Gutiérrez, Contralto
9 Manuel Contreras, Tenor 1°
9 Yesid Valdez, Tenor 2°
9 Santiago Vesga, Bajo

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Participantes: CORAL DE LA UNIVERSIDAD PEDAGOGICA NACIONAL,
GRUPO CORAL BALLESTRINQUE, CORO DE LA PONTIFICIA
UNIVERSIDAD JAVERIANA, CORO DE LA ACADEMIA FOLCLÓRICA “LUIS
A. CALVO”, CORAL COLSEGUROS, CORAL DEL INCORA, CORAL DEL
SENA, ORQUESTA FILARMÓNICA DE BOGOTÁ.

Director Invitado: RITO ANTONIO MANTILLA ALVAREZ.

ƒ Secretaría de Educación Musical del Distrito de Bogotá. El Maestro


Rito Antonio Mantilla fue nombrado Profesor Coordinador de Enseñanza
musical del distrito en 1958 y dos años después fue designado como
supervisor musical para todas las escuelas distritales. La dirección de
esta área era desempeñada por el profesor Luis Emilio Rivera.

Como parte de la Supervisión, el Maestro Mantilla programaba un Seminario


al inicio de cada año, para enseñarles a los Profesores de Música la
adecuada interpretación de las canciones con las que trabajarían durante el
año escolar y darles una instrucción sobre la enseñanza teórico-técnica de la
música.

Igualmente, desarrollaba una labor de Supervisión de los Profesores


directamente en sus aulas y dentro de los horarios de clase establecidos,
para conocer del desempeño y de los avances en los cursos de música de
las diferentes escuelas distritales.

La asesoría ofrecida por el Maestro Mantilla era permanente y la prestaba en


su oficina o en las mismas escuelas, con la única condición de que los
Profesores la solicitaran y estuvieran dispuestos a acoger sus
recomendaciones.

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Anualmente, se realizaba un concierto con los Coros de las diferentes
escuelas y el Maestro Mantilla era el encargado de la supervisión del montaje
de las obras y de los ensayos generales, para que los más de 10 mil niñas y
niños y sus respectivas profesoras y profesores cantaran con la Banda
Nacional bajo la dirección del Maestro José Rozo Contreras.

ƒ Batallón Guardia Presidencial.

- Banda de Músicos. La vinculación del Maestro Rito Antonio Mantilla


como Director de la Banda del Batallón Guardia Presidencial, tuvo lugar
en 1966 y en ese cargo permaneció durante cerca de 13 años,
desarrollando una labor que llevó a dicha agrupación a ser una de las
mejores bandas del país.

Logró una excelente disciplina y calidad interpretativa y así mismo obtuvo


el reconocimiento de toda la línea de mando del Batallón, de manera que
el tratamiento y la relación con la Banda siempre se hacía a través del
Director y con el mayor respeto y buen trato.

Tenían ensayo diario de tres horas en la mañana y montaron obras


seleccionadas del repertorio para Banda. Además, por tratarse de una
Banda Militar, debían ensayar permanentemente las marchas requeridas
para las diferentes paradas militares.

Durante la semana ofrecían 3 conciertos: uno para el Presidente de la


República, otro para el público en la Plaza de Bolívar y un tercer concierto
para los integrantes del Batallón y sus familias.

49
Foto 14 : Banda del Batallón Guardia Presidencial

- Coro de Soldados. Estuvo Integrado por 120 soldados, de los cuales


por lo menos 100 no habían tenido experiencia alguna de canto ni de
formación musical. Mantenían una estricta disciplina que permitía
desarrollar un excelente trabajo para el montaje del repertorio que cubría
desde fragmentos corales de óperas, hasta obras colombianas y la
importante participación en “El Juramento a Bolívar”, con el
acompañamiento de las Orquestas Sinfónica de Colombia y Filarmónica
de Bogotá, respectivamente.

Parte de la motivación para estos soldados, consistía en que no los


rapaban, no debían ir a terreno y podían permanecer en actividades del
casino y dentro de las instalaciones del propio Batallón.

- Coro de Cámara. Fue fundado en 1971 por el Maestro Rito A. Mantilla y


ocupó un puesto prominente entre los coros de su género en el país. Lo
integraban entre 16 y 20 personas, en su mayoría músicos de la Banda
del mismo Batallón.

50
Constituyeron gran éxito sus presentaciones en Bucaramanga, Cúcuta,
Ibagué, Pasto e Ipiales, lo mismo que en sus conciertos en el Teatro Colón,
la Televisora Nacional y otros importantes centros culturales de Bogotá.

En octubre del mismo año, cantó junto con el Coro masculino de la


Universidad Javeriana y el Coro de Soldados del Batallón Guardia
Presidencial, “El Juramento a Bolívar” con la Orquesta Sinfónica de
Colombia. Participó igualmente y con éxito en los Festivales Corales de
Entidades Oficiales.

En conjunto, estas tres agrupaciones y la Banda de Guerra del Batallón,


sumaban cerca de 250 integrantes, por lo cual constituían la Compañía más
grande del Batallón y se denominaba “Compañía de Comando”. Por estar la
Compañía a cargo del Maestro Rito Antonio Mantilla, él fue designado
miembro del Comité de Comando, en el cual se decidían todas las
actividades del Batallón Guardia Presidencial y de hecho se trataba del único
civil en dicho Comité y solamente sucedió durante su vinculación.

ƒ Universidad Pedagógica Nacional. En 1975, el Maestro Rito Antonio


Mantilla se vinculó como Profesor de Tiempo Completo, Coordinador del
Área de Lenguaje Musical (Gramática, Dictados, Estructuras Formales y
Armonía), Dirección Coral y Consejería Integral del Departamento de
Bellas Artes.

ƒ Academia Colombiana de Bellas Artes. Con un espíritu profundamente


altruista y con la convicción de que todo lo que se hace por la educación
integral de los niños es la mejor manera de sembrar para el futuro, cuatro
ciudadanos colombianos, Maestro Jesús Bermúdez Silva (músico y
tallador en madera), Maestro Rito Antonio Mantilla y Profesora Fanny
González (músicos) y el Maestro Rafael Mena (pintor y profesor de

51
teatro), decidieron fundar en Bogotá, la Academia Colombiana de Bellas
Artes en 1965.

El Profesor Mantilla se desempeñó como Director General, la Profesora


Fanny González como la Secretaria Ejecutiva y los Maestros Bermúdez Silva
y Mena como Vocales de esa Junta Directiva.

En la Sección Infantil, dirigida por la Profesora Fanny González y con la


colaboración de Berta Marina Mantilla Pulido, hija del Maestro Mantilla y
estudiante de Música, se matriculaban niñas y niños entre los 4 y los 10
años de edad, en asignaturas como matemáticas, español, inglés, ciencias
naturales, pintura, escultura, danza, música, coros y teatro. Con los grupos
integrados por los estudiantes de la Academia, se hicieron presentaciones en
Televisión, audiciones y exposiciones para los padres de familia en las
instalaciones de la Academia.

En la Sección de Adultos se impartía formación en talla en madera, pintura,


escultura, cerámica, canto, lenguaje musical y cursos de acordeón, guitarra y
teclado.

Durante 6 años, la Academia contribuyó a la formación integral de niños y


adultos y luego de una ardua y dedicada labor, clausuraron actividades en
1971, debido a que las condiciones económicas no permitieron continuar
subvencionando su funcionamiento.

ƒ Coro de la Pontificia Universidad Javeriana. Este Coro se fundó el 6 de


abril de 1961, por iniciativa del Profesor Alfred Greenfield, impulsor de los
Clubes de Estudiantes Cantores en Colombia. El Padre Alejandro Angulo,
S.J., fue el primer Director del entonces llamado Club de Estudiantes
Cantores de la Javeriana y en unión de un buen número de estudiantes

52
de las diversas Facultades, Escuelas y Departamentos de la Universidad,
inició los ensayos. En ese entonces, el Coro era masculino.

La primera presentación en público se realizó en la Semana Javeriana de


ese año, en el cual se participó también en el Primer Festival de Clubes de
Estudiantes Cantores, realizado en Bogotá.

En años posteriores fueron Directores del Coro Javeriano, los Profesores


Ricardo Luciani, Justo Pastor García y Rito Antonio Mantilla Álvarez, quien se
vinculó desde febrero de 1965. Igualmente y en su calidad de Directora
Asistente, se vinculó la Profesora Fanny González.

El Coro de la Universidad Javeriana extendió su acción cultural en muchos


campos. Se presentó en la mayoría de Salas de Concierto del país; realizó
múltiples presentaciones en plazas públicas, colegios, instituciones sociales y
culturales; efectuó giras por diversas ciudades del país, con un alto nivel
interpretativo, gracias a la disciplina, el entusiasmo y la dedicación de cada
uno de sus integrantes.

Foto 15 : Coro de la Pontificia Universidad Javeriana

53
Cabe citar lo expresado, en 1967, en un Programa del Club de Estudiantes
Cantores de la Pontificia Universidad Javeriana, por los integrantes de dicho
Coro:

“Llegado 1965, comenzó a brillar la Coral Javeriana; venido a


nuestra conducción Rito Mantilla, se inicia una tenaz lucha con
quienes por aquel entonces llevaban el liderazgo en el C.E.C. En
pocos meses el artífice llevó su obra al pináculo de los triunfos,
dentro del difícil y noble concierto de las 25 universidades. (…)

Solo Rito Mantilla pudo hacer de nosotros, uno de los mejores


coros universitarios; su fe y su confianza han podido
comunicarnos el aliento necesario para el éxito. Minucioso y
detallista en extremo, tiene una aspiración: la perfección artística.

Gran Maestro y gran amigo. Sabe hacer del canto, la mejor


expresión de los espíritus jóvenes y el mejor vínculo de la
amistad. Colombianista como pocos; compositor y arreglista de
profundo sentimiento. Sus obras, nostálgicas y melancólicas
unas, y alegres y picarescas otras, son fiel reflejo del sentir de
nuestro pueblo; de ese pueblo negro del Tío Guachupecito, del
viejo Esclavo y del Carbonero; y de ese pueblo ingenuo del
torbellino y la guabina.”

Foto 16 : Coro de la Javeriana en Gira

54
El papel jugado por el Coro de la Universidad Javeriana dentro de los Clubes
de Estudiantes Cantores, se evidencia en la eliminatoria Regional realizada
en junio de 1965 en la ciudad de Medellín, cuando en el sorteo de las obras
para la interpretación privada ante el Jurado y los Directores de los Clubes
participantes, le correspondió a la Javeriana la obra “Pueri Hebreorum”, que
no había preparado en su repertorio por cuanto ya se había interpretado en
el Festival de 1964 y se consideraba que no volvería a ser tenida en cuenta
para la eliminatoria de este año. Por consiguiente, el Director, la Directora
Asistente y todos los integrantes del Coro, con el apoyo del Profesor Artidoro
Mora, quien consiguió prestado un salón de la Universidad de Antioquia para
efectuar el ensayo, trabajaron durante toda la noche y hasta las 4:00 de la
mañana, para preparar debidamente la obra, con la cual ganaron a las 10:00
a.m. la presentación en privado, por haber logrado la mejor interpretación.

En la presentación al público, en el Teatro Pablo Tobón Uribe a las 8:00 p.m.,


el Coro de la Pontificia Universidad Javeriana interpretó por primera vez la
“Canción de Cuna Caucana”, constituyendo un rotundo éxito, con lo cual fue
declarado ganador de la eliminatoria regional.

La final del Concurso-Festival del C.E.C. de ese año, tuvo lugar en la ciudad
de Barranquilla, en donde el Coro de la Javeriana interpretó en privado la
canción de Giacomo Carissimi “Plorate Filii Israel”, obteniendo el mayor
puntaje, y en el Concierto al público presentó de nuevo la “Canción de Cuna
Caucana”, con letra del doctor Francisco Velasco y melodía original del
doctor Benjamín Iragorri Díez. El Profesor Luis Carlos Espinosa tomó la
melodía original y le hizo un contracanto y un desarrollo del mismo, que
podría considerarse como la parte B de la obra y allí concluyó su trabajo. En
busca de una unidad de la misma, con la primacía de la melodía original, el
Maestro Rito Antonio Mantilla hizo un arreglo Coral en el cual opuso
simultáneamente las dos melodías y elaboró una forma de sonata

55
introduciendo una parte C a modo de reexposición, en la que se presentó de
manera apoteósica la melodía principal con un hermoso obstinato en los
bajos y en los barítonos y las demás voces en tutti; finalizando con una coda
que expuso de nuevo el solo de la contralto con el acompañamiento de
arrurú de las demás voces, como al comienzo de la obra.

Fue de tal impacto la calidad de la ejecución de la obra por parte del Coro de
la Pontificia Universidad Javeriana, que el Jurado Calificador lo declaró
ganador del Concurso y el público ratificó la decisión con una estruendosa
ovación.

En 1966 y por haber ganado el Concurso del año anterior, el Coro de la


Universidad Javeriana no debía presentarse a eliminatoria regional, de
acuerdo con los Reglamentos del C.E.C., sino a la final que tuvo lugar en la
ciudad de Manizales.

Para esta oportunidad, el Coro preparó la obra “Látigo, Sudor y Látigo”,


Drama Negro del Maestro Rito Antonio Mantilla, escrito sobre palabras del
Poeta Cubano Nicolás Guillén y sobre temas del Pacífico recopilados por
Esteban Cabezas.

Los Coros participantes fueron:

- Coro de la Universidad de los Andes, dirigido por Amalia Samper


- Coro de la Universidad de Antioquia, dirigido por Artidoro Mora
- Coro de la Universidad del Atlántico, dirigido por Alberto Carbonell
- Coro de la Universidad Javeriana, dirigido por Rito Antonio Mantilla
- Coro de la Universidad de Caldas, dirigido por José Antonio Suárez

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El respaldo alcanzado por el Coro dentro de las Directivas de la Universidad,
llevó a que el Padre Fernando Barón, S.J., Rector de la Pontificia
Universidad Javeriana y Director del Observatorio Astronómico Nacional, los
acompañara a este evento, con lo cual los integrantes del Coro se sintieron
altamente estimulados y su presentación tanto en el concurso Privado como
en la Final ante el público, fueron de una altísima calidad y así, el Coro de la
Universidad Javeriana se consagró como el campeón, por segunda vez
consecutiva, en los Concursos del C.E.C.

Como anécdota de este Concurso, se recuerda la caricatura de un Integrante


del Coro de la Universidad del Atlántico, quien dibujó al Maestro Mantilla con
un látigo en la mano, azotando a todos los participantes y una leyenda: “El
Maestro Mantilla acabó con todos los Coros a punta de látigo.”

3.3 ESPECIALIZACIÓN EN LOS ESTADOS UNIDOS

En 1966, el Maestro Mantilla mediante una beca ofrecida por los Estados
Unidos, realizó Seminarios de Dirección de Orquesta y Coros en la
Universidad de Oakland, Rochester, con los Maestros Robert Shaw y Clayton
Krehbiel, lo mismo que de Técnica Vocal con el Maestro Garlind House,
habiendo sido designado por los propios participantes como Director del Coro
de los Madrigalistas para realizar presentaciones durante el Seminario y en el
cual se interpretaron sus arreglos corales de las obras “Viva la Fiesta”, “El
Carbón”, “Tío Guachupecito” y “Canción de Cuna Caucana”. Aprovechando
su estadía en los Estados Unidos, y siendo él uno de los más importantes
maestros y directores Colombianos de estos tiempos, fue invitado por la
Universidad de Michigan al Congreso Nacional de Bandas y de Directores de
los Estados Unidos, realizado en Ann Arbor, del 16 al 23 de julio de 1966. El
Maestro Mantilla tuvo la oportunidad de dirigir la Banda Sinfónica de la
Universidad de Michigan, la más importante en el mundo en esa época, por

57
su calidad y por contar con 130 integrantes. Al coincidir con el aniversario de
la Independencia de nuestro país, como homenaje se ensayó y se presentó
también el Himno Nacional de Colombia. El Maestro Mantilla dirigió entre
otras obras “Preludio y Fuga en Sol Mayor” de Juan Sebastián Bach, con la
cual fue ovacionado desbordantemente por los integrantes de la Banda, los
más de mil directores invitados y los demás asistentes al concierto, lo que
constituye para él, el reconocimiento más grande recibido fuera de Colombia.

3.3.1 Clubes de Estudiantes Cantores. La idea de la formación de Coros


Universitarios fue lanzada en 1961 por los doctores Mario Laserna y Ramón
de Zubiría. La Comisión de Intercambio Educativo invitó al país, por
intermedio de la Fundación Fullbright, a dos especialistas norteamericanos
en la materia, el Profesor Arthur Greenfield y su esposa Elsie. De la
tenacidad de los esposos Greenfield y de su visita a todas las Universidades
Colombianas, surgió la idea de la fundación de grupos corales masculinos en
los diferentes planteles.

En Octubre de 1961, se celebró el primer Festival de Coros Universitarios,


teniendo como sede a Bogotá y en el cual participaron 7 Clubes
pertenecientes a diferentes Universidades. Este primer Festival fue una
demostración palpable del entusiasmo y la acogida de los universitarios para
este tipo de actividades y del fervor y la emoción que los coros suscitan ante
toda clase de auditorios.

En octubre de 1962 se efectuó el segundo Festival Nacional. Resultó


ganador el Club de la Universidad Industrial de Santander y en el acto
participaron 300 universitarios dirigidos por el profesor Greenfield. El año de
1963 representa ya una etapa de consolidación y de sucesivo progreso en la
vida de los Clubes de Estudiantes Cantores (CEC). Al comenzar el año eran
ya 20 los clubes organizados; así, fue menester establecer eliminatorias

58
regionales entre éstos, para designar a los clubes finalistas en el festival de
1963, lo cual se efectuó en Cartagena. Resultó vencedor en este Festival el
Club de la Universidad de lo Andes. En octubre de 1964 el III festival se
realizó en Bogotá, con la participación de 20 Clubes y el Coro ganador fue el
de la Universidad de Los Andes, por segunda vez.

El IV Festival tuvo lugar en Barranquilla en 1965 y se contó con la


participación de 25 Clubes, resultando vencedor el Club de la Universidad
Javeriana. En el siguiente año, 1966, la sede del V Festival fue la ciudad de
Manizales, en el cual participaron 26 Clubes y el ganador fue por segunda
vez, el Club de la Universidad Javeriana.

El premio, consistente en una Copa de Plata, donada por la Comisión de


Intercambio Educativo, quedó finalmente en manos del Coro de la
Universidad Javeriana y se mantuvo en la Sala de Trofeos de dicha
Universidad aproximadamente durante 3 años, hasta cuando
misteriosamente fue sustraída por amigos de lo ajeno, sin que hasta la fecha
se conozca su paradero.

Es importante destacar que la Asociación de Clubes de Estudiantes Cantores


contó con una Junta Directiva integrada así:

Presidente: LUIS ANTONIO ESCOBAR


Padre: JOSÉ IGNACIO PERDOMO
ELVIRA RESTREPO DE DURANA
AMADEO ROJAS MARTÍNEZ
AMALIA SAMPER GNECCO
JOSE ANTONIO RINCON
JIRI PITRO
JORGE BRICEÑO

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LUIS DUEÑAS PERILLA
RITO ANTONIO MANTILLA
DAVID SUDERMAN
AMERICA MANTILLA PULIDO

La labor de esta Junta Directiva fue muy importante y en particular, la


desarrollada por el Maestro Luis Antonio Escobar, quien se constituyó en “el
espíritu del C.E.C.” y en un extraordinario promotor de la actividad coral en
Colombia.

Foto 17 : Directores de los Clubes


de Estudiantes Cantores

Durante este período, los Maestros Rito Antonio Mantilla y Luis Antonio
Escobar, compartieron una gran amistad y toda una trayectoria de
profesionalismo en torno a la actividad coral y el Maestro Escobar le dedicó
las obras “Cántica N° 15” y el “Drama Coral”, composiciones importantes
dentro de su repertorio. Cabe aclarar que del “Drama Coral” se extravió la
partitura para orquesta en el borrador original y por esa razón y al no contar
sino con la partitura coral, esta composición no figura dentro del Catálogo de
las Obras del Maestro Luis Antonio Escobar.

60
3.4 OTRAS ACTIVIDADES CORALES

El Maestro Rito Antonio Mantilla, con la Profesora Fanny González como


Asistente, organizó en diciembre de 1974 el FESTIVAL CORAL DE
NAVIDAD”, con el auspicio de los Almacenes Sears y la colaboración del
Instituto Colombiano de Bienestar Familiar.

Se efectuaron presentaciones los días 16 a 23 de diciembre, organizadas


así:

DIA 16:

Escenario fijo: Parqueadero Almacén SEARS de Chapinero

Participantes: Grupo Coral Ballestrinque


Coro del Ministerio de Obras Públicas
Grupo de Cámara del Batallón Guardia Presidencial
Poblaciones: Sopó
Coro de la Caja de Crédito Agrario
Coro de la Escuela Superior de admón. Pública
Madrid
Coro de los Ferrocarriles Nacionales
Coro del Dpto. de Música de la Universidad Nacional.
Iglesias: La Tercera
Grupo de Cámara “Voces e Ideas”
Coro del ICETEX
Santa Teresita
Grupo Coral Ballestrinque
Coro del Ministerio de Obras Públicas
Grupo de Cámara del Batallón Guardia Presidencial

61
DIA 17:

Escenario Fijo: Parqueadero de Almacenes SEARS

Participantes: Grupo de Cámara “Voces e Ideas”


Coro del Dpto. de Música de la Universidad Nacional
Coro de la Empresa de Energía Eléctrica
Poblaciones: Funza
Coro de la Pontificia Universidad Javeriana
Coro Escuela Superior de Admón. Pública
La Calera
Coro del Ministerio de Hacienda
Coro Aduana Interior de Bogotá
Iglesias: Las Nieves
Coral de la Colombia Joven
Coral Chrysler
Iglesia Barrio Olaya
Coral Endógena
Cantores de Colombia
San Francisco
Grupo Coral Ballestrinque
Coro del Ministerio de Obras Públicas

DIA 18:

Escenario Fijo: Parqueadero del Almacén SEARS

Participantes: Coro VECOL


Coro ICA
Coro Talleres de Intendencia del Ejército

62
Poblaciones : Bosa
Coro Pontificia Universidad Javeriana
Coro de la Caja de Crédito Agrario
Usme
Coro de la Empresa de Teléfonos de Bogotá
Coro de ICETEX
Iglesias: La Capuchina
Coral INCORA
Coro de la Empresa de Energía Eléctrica
San Cristóbal
Coro del Dpto. de Música de la Universidad Nacional
Cantores de Colombia
Betania
Coro del Dpto. de Música de la Universidad Nacional
Cantores de Colombia

DÍA 19:

Escenario Fijo: Parqueadero del Almacén SEARS

Participantes: Coro COLSEGUROS


Coro de la Empresa de Teléfonos de Bogotá
Coro de la Escuela Superior de Admón. Pública
Poblaciones: Usaquén
Coral de la Colombia Joven
Coral Chrysler
Iglesias: 20 de Julio
Clínica Hogar San Rafael
Coral del Dpto. de Música de la Universidad Nacional
Grupo de Cámara “Voces e Ideas”

63
DÍA 20:

Escenario fijo: Parqueadero del Almacén SEARS

Participantes: Grupo Universitario de Cámara


Coral Porciúncula
Coro Pontificia Universidad Javeriana
Poblaciones: Facatativá
Coro VECOL
Coro ICA
Coro Talleres Intendencia del Ejército
Suba
Grupo de Cámara “Voces e Ideas”
Coral INCORA
Iglesias: Las Cruces
Capilla del Ancianato
Coro del Ministerio de Hacienda
Coro Aduana Interior de Bogotá
Divino Salvador
Coro de Cámara del Batallón Guardia Presidencial
Coro de la Pontificia Universidad Javeriana

DÍA 21:

Escenario fijo: Parqueadero del Almacén SEARS

Participantes: Coro del Ministerio de Hacienda


Coro Aduana Interior de Bogotá
Coro Polifónico “Don Bosco”

64
Poblaciones: Granada y Silvania
Coral Porciúncula
Cantores de Colombia
Zipacón y Bojacá
Grupo de Cámara del Batallón Guardia Presidencial
Coro COLSEGUROS
Iglesias: Del 7 de Agosto
Capilla Ancianato calle 63 con 28
Grupo Universitario de Cámara
Coro Ferrocarriles Nacionales

DÍA 22:

Escenario fijo: Parqueadero del Almacén SEARS

Participantes: Coro Ferrocarriles Nacionales


Coro Caja de Crédito Agrario
Coro Pontificia Universidad Javeriana
Poblaciones: El Rosal y Subachoque
Coro Endógeno
Grupo de Cámara Batallón Guardia Presidencial
Coral COLSEGUROS
Cota y Chía
Coro Polifónico “Don Bosco”
Grupo Universitario de Cámara
Coro Caja de Crédito Agrario
Coro ESAP

65
DÍA 23:

Escenario fijo: Parqueadero del Almacén SEARS


Participantes: Coral de la Colombia Joven
Coro ICETEX
Coro Ministerio de Hacienda
Coro Aduana Interior de Bogotá
Grupo Universitario de Cámara
Coral Porciúncula
Coral Chrysler
Coral COLSEGUROS
Coral ESAP
Coral de la Caja de Crédito Agrario
Coro de la Pontificia Universidad Javeriana

Igualmente, el Maestro Mantilla y la Profesora Fanny González, programaron


el “FESTIVAL CORAL DE LA CANCIÓN COLOMBIANA”, que tuvo lugar en
el Museo Colonial los días 26 al 29 de octubre de 1976.

66
PRIMER CONCIERTO

CORO ESCUELA SUPERIOR DE ADMON. PÚBLICA – ESAP - Director: Rito Antonio Mantilla
I. LUZ DE MIS PUPILAS Canción de Navidad - Oriol Rangel
- Emilio Murillo
II. LA CABAÑA Danza
Arreglo Coral - Gustavo Gómez Ardila
- Jorge Villamil
III. LOS GUADUALES Guabina - Bonifacio Bautista
Arreglo Coral
IV. LAS MIRLAS Arreglo Coral - Rito A. Mantilla

ASOCIACIÓN CORAL UNIVERSITARIA -Director: Rito Antonio Mantilla


I. LA CARACOLA Canción Texto - Carlos López Narváez
- José Rozo
Música y Arreglo Coral
- Contreras
II. CAPERUCITA ROJA Torbellino - Oriol Rangel
- Roberto Pansera
III. EL PARAISO Torbellino
Arreglo Coral - Bonifacio Bautista
IV. GUABINA - Lelio Olarte
SANTANDEREANA N° 1
Arreglo Coral - Rito A. Mantilla
CORAL ARMONÍAS DE MI TIERRA - Director: Néstor Cardona
I. TORBELLINO DE MI TIERRA Música y Arreglo Coral - José Antonio Rincón
- Emilio Murillo
II. LA CABAÑA Danza
Arreglo Coral - Gustavo Gómez Ardila

III. BULLERENGUE Música y Arreglo Coral - José Rincón

IV. CARMENTEA Joropo - Miguel Ángel Martín

Arreglo Coral - Alberto Beltrán


CORO DEL MINISTERIO DE OBRAS PÚBLICAS - Directora: María Cristina Sánchez de Vesga
- Antonio
I. COPLAS POPULARES COLOMBIANAS María
Valencia
II. CÁNTICA No. 12 - Luis Antonio
Escobar
- Jaime
III. NOCHES DE CARTAGENA Echavarría
- Alberto
Arreglo Coral:
Carbonell

IV. LA CAÑA - José M.


Conde
- Gustavo
Arreglo Coral:
Gómez Ardila
CORO DE LA ACADEMIA FOLCLÓRICA DISTRITAL “LUIS A. CALVO” - Director: Luis Enrique Rojas

I. ESPUMAS Pasillo - Jorge Villamil


Arreglo Coral: - José Antonio Rincón
Acuarela
Folclórica del
Pacífico sobre
II. TIO GUACHUPECITO Temas
Recopilados Arreglo Coral: - Rito A. Mantilla
por Antero
Agualimpia
III. TE BUSCO Letra y Música: Lucho Bermúdez
Guajira - Luis Lizcano C.
Colombiana Arreglo Coral:
Francisco E. Diago

IV. Estrella Solitaria


Pasillo Arreglo Coral: - Luis A. Diago

68
SEGUNDO CONCIERTO

AGRUPACION CORAL DEL INCORA - Director Leonel Villa


- Luis Dueñas Perilla
I. SUBLIME INSTANTE Letra, música y arreglo coral
- Luis Carlos Espinosa
Sobre coplas populares
II. MADRIGAL
colombianas.
- Luis Alberto Osorio
III. RIO NEIVA Arreglo Coral - Rito A. Mantilla
- José A. Rincón
IV. ADORACION
CORO DEL MINISTERIO DE HACIENDA Y DE LA ADUANA INTERIOR DE BOGOTA
Directora Rosa Parra de Olarte
- Jaime Echavarría
I. NOCHES DE CARTAGENA Arreglo Coral - Alfredo Aragón
- Carlos E. Cortés
II. GUABINA HUILENSE Arreglo Coral - Amadeo Rojas
III. HAY SI SI Joropo Arreglo Coral - Alfredo Aragón
IV. DUDA Pasillo – canción Arreglo Coral - Luis Lizcano C.
CORO DE LA EMPRESA DE TELECOMUNICACIONES - Director Luis Dueñas Perilla
- Adolfo Mejía
Arreglo Coral
- Zino Yonusas
I. ARRURRU Canción
- Daniel Lemaitre
Texto
- Carls Vieexo O.
- Zino Yonusas
II. ALMA INDIGENA Canción Arreglo Coral
- Alberto Flórez
- Heriberto Morán
III. MONTAÑERA Bunde Arreglo Coral
- Alberto Castilla
IV. BUNDE TOLIMENSE Arreglo Coral - Alfredo Aragona

69
CORAL IMPROMPTU - Director Julián Lombana
- Manuel J. Benavides
I. BUNDE Ritmo Negro Texto - Jorge Isases
- Emilio Murillo
II. LA CABAÑA Danza Arreglo Coral - Gustavo Gómez Ardila
- Efraín Medina Mora
III. EL GUAYATUNO Torbellino Arreglo Coral - Amadeo Rojas
- José A. Rincón
IV. BULLERENGUE Texto - Jorge Ariel

TERCER CONCIERTO

CORO DEL BANCO CAFETERO – Director Rito A. Mantilla


- Miguel F. Durán López
I. MARIPOSA AZUL Intermezo Cancipon Arreglo Coral - Rito A. Mantilla
- Guillermo Quevedo
Arreglo Coral - Rito A. Mantilla
II. AMAPOLA Petenera
Letra y Música - Julio Flórez
- José A. Rincón
III. FLORES NEGRAS Arreglo Coral
- Patrocinio Ortiz
IV. EL PESCADOR Cumbia Arreglo Coral - Rito A. Mantilla
CORO DEL BANCO CAFETERO – Director Luis Dueñas Perilla
Letra y Música - Luis Dueñas Perilla
I. CANCION DE CUNA - Jesús Ventura L.
Arreglo Coral
- Petronio Alvarez
- Alfredo Aragón
II. MI BUENAVENTURA Currulao Arreglo Coral
- Jesús Monsalve
III. EL CAMINO DEL CAFÉ Arreglo Coral - Luis Rosemeig
Letra y Música - Luis Dueñas Perilla
IV. NEGRITA Danza canción
Arreglo Coral - Amadeo Rojas

70
CORO DE LOS TALLERES DE INTENDENCIA DEL EJERCITO – Director AMADEO ROJAS
I. VAMONOS ÑO JUANCHO - Santiago Velasco Ll.
- Manuel J. Benavides
II. BUNDE Ritmo Negro Texto - Jorge Isaacs
- Víctor Guerrero
III. INMORTAL Pasillo Arreglo Coral - Pablo Tarazona
Letra y Música - Efraín Medina Mora
IV. EL GUAYATUNO Torbellino
Arreglo Coral - Amadeon Rojas

CORO DE ECOPETROL - Director Rito A. Mantilla


I. COPLAS POPULARES - Antonio María Valencia
COLOMBIANAS
II. GUABINA SANTANDEREANA - Lelio Olarte
N° 2 Arreglo Coral - Gustavo Gómez Ardila
Legra y Música - Milciades Garavito
III. AL OTRO LADO DEL RIO - Bonifacio Bautista
Arreglo Coral
- Jesús Monsalve
IV. EL CAMINO DEL CAFÉ Arreglo Coral - Luis Rosembeig

GRUPO POLIFONICO DON BOSCO – Director Néstor Cardona


- Pedro Elías Gutiérrez
I. ALMA LLANERA Joropo Arreglo Coral - Jorge Schagner
- Carlos Vieco O.
- Felix A. Roa
II. MIRAME POR DEBAJITO Guabina Arreglo Coral
- Guillermo Quevedo Z.
- Luis Enrique Rojas
III. VOLANDO Torbellino Arreglo Coral
- Petronio Alvarez
IV. MI BUENAVENTURA Currulao Arreglo Coral - Alberto Beltrán

71
CUARTO CONCIERTO

GRUPO BALLESTRINQUE – Directora María Cristina de Vesga


- Roberto Pineda D.
I. INVITACION A NAVEGAR - Rafael Maya
Versos
- Luis Antonio Escobar
- André Holguín
II. ARNULFO Poema
- Guillermo Quevedo Z.
- Pedro Viaba
III. TORBELLINO COLOMBIANO Arreglo coral
- Adolfo Mejía
IV. ARRURRU Texto - Daniel Lemaitre
GRUPO CORAL ARS NOVA DEL DEPARTAMENTO DE BELLAS ARTES DE LA UNIVERSIDAD PEDAGOGICA
NACIONAL - Director Amadeo Rojas
- Juan José Briceño SJ
I. BUNDE SANJUANERO Arreglo coral - Luis Lizcano C.
- Luis Alberto Osorio
- Rito A. Mantilla
II. RIO NEIVA Guabina Arreglo Coral
- Guillermo Quevedo Z.
- Pedro Biava
III. TORBELLINO COLOMBIANO Arreglo Coral
- Cuarto Testa
IV. HIMNO ESTUDIANTIL Arreglo Coral - Amadeo Rojas
COLOMBIANO Texto - Carlos Restrepo J.

72
CORO JUVENIL FEMENINO DEL DEPARTAMENTO DE BELLAS ARTES DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL
Directora Elsa Gutiérrez
I. ADIVINANZAS EN TIEMPO
DE GUABINA - Jesús Pinzón
- Angela Rodríguez Olarte
II. LA NOCHE Piano
- Olav Roots
III. JUAN MATACHIN Texto - Rafael Pombo
Música sobre tema
Juego Sonoro publicado por la Misión - Antonio Benavides
IV. 16 Alemana
Parte hablada y montaje - Elsa Gutiérrez
CORO DE LA PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA –
Director Rito A. Mantilla
Sobre coplas populares
I. MADRIGAL
colombianas - Luis Carlos Espinosa
- José A. Morales
II. PESCADOR LUCERO Y RIO Pasillo Arreglo Coral - José I. Camacho
- Ligia Espinosa
- Rito A. Mantilla
III. EL CARBON Pregón Caucano Adaptación y arreglo coral
- Luis María Carvajal
IV. VIVA LA FIESTA Torbellino Arreglo Coral - Rito A. Mantilla

73
3.5 DIRECCION ORQUESTAS SINFÓNICA DE COLOMBIA Y
FILARMÓNICA DE BOGOTÁ

El Maestro Rito Antonio Mantilla dirigió la Orquesta Sinfónica de Colombia en


agosto de 1969, y el 1° y el 12 de octubre de 1971, en el Teatro Colón de
Bogota, con motivo de la presentación de la obra “Juramento a Bolívar”, del
Maestro Luis Antonio Escobar sobre un poema de Jorge Rojas, con los
Coros del Batallón Guardia Presidencial. Actuaron como solistas, los Tenores
Gustavo Montoya y Alejandro Ramírez y el Recitador Hugo Castelblanco.

De igual manera, el Maestro Mantilla dirigió la Orquesta Filarmónica de


Bogotá en tres oportunidades. En el Auditorio de Radio Sutatenza, el 18 de
marzo de 1971, un concierto en el que se interpretaron la Obertura “Don
Juan” de Mozart, “La Leyenda del Valle” del compositor colombiano José
Abraham, el Concierto No. 1 para Piano de Beethoven y la Sinfonía No. 94
de Joseph Haydn.

Foto 18 : Concierto de la Orquesta Filarmónica con el


Pianista Gleb Axselrod

Actuó como solista del Concierto, uno de los pianistas de mayor talento de la
Unión Soviética en la época, el Maestro GLEB AXSELROD.

El 7 de octubre de 1971 dirigió un programa de Música Sinfónica de


Compositores Colombianos, en el cual se interpretaron las obras:

74
“Marcha Triunfal en Re Mayor” de Rito Antonio Mantilla, el Pasillo “Tartarín”
de Pedro Morales Pino, con arreglo de Francisco Cristancho, “Las
Constelaciones” de Santos Cifuentes, el Bambuco “Sureño” de Mauricio
Cristancho con arreglo de Francisco Cristancho y “Cántica de Cantas
Colombianas” de Luis Antonio Escobar, para Orquesta y Coros
Fueron invitados los Coros del SENA, COLSEGUROS e INCORA Y actuaron
como Solistas Miguel Gómez, Tenor y Gustavo Sabogal, Barítono.

El 26 de noviembre de 1974, el Maestro Mantilla dirigió el “Poema Coral a


Colombia” de Luis Antonio Escobar, con texto de Andrés Holguín y la
participación de los Coros de Empleados Oficiales, en el teatro Jorge Eliécer
Gaitán de Bogotá.

3.6 INSTITUTO COLOMBIANO DE CULTURA

Otra faceta del desempeño profesional del Maestro Rito Antonio Mantilla y
una vez desligado de la actividad coral que le había brindado éxitos,
aprendizajes y satisfacciones tan importantes, fue su vinculación al Instituto
Colombiano de Cultura, entidad en la cual laboró Director Nacional de
Educación Musical y de Bandas, durante los años de 1978 y 1979.

En esta Entidad, el Maestro Rito Antonio presentó un proyecto con el objetivo


de formar Escuelas de Música en diferentes municipios que reunieran los
requisitos establecidos y en un período de 6 años, alcanzar la constitución de
300 Escuelas de Música en el país. Sometido el proyecto a consideración
de la Directora del Instituto Colombiano de Cultura, señora Gloria Zea, no
fue apoyado por razones presupuestales, según lo expresado por la propia
Directora.

75
Es conveniente aclarar sobre el particular, que el Maestro Mantilla había
conseguido que las instalaciones las financiara el respectivo Municipio; la
dotación se asumiría con presupuesto de la Nación y los sueldos de los tres
profesores requeridos para el proyecto en cada Municipio, se sufragarían con
cargo al presupuesto de cada Departamento. En estas condiciones, al
Instituto Colombiano de Cultura solamente le correspondería asumir la
responsabilidad por las erogaciones del cargo de Director General del
Proyecto y la realización de dos seminarios al año, para formación y
capacitación del profesorado.

Estas Escuelas debían organizar, en el menor tiempo posible, la Banda, los


Coros y la Estudiantina y en las Escuelas de las ciudades principales, se
formarían además, instrumentistas de cuerdas con miras a la conformación
de la futura Orquesta Sinfónica, por cuanto los instrumentistas de viento sí se
formaban en todas las Escuelas.

La imposibilidad de llevar a cabo con éxito este proyecto, dejó en el Profesor


Mantilla una profunda decepción ante el nada promisorio futuro del desarrollo
musical en el país y cuando el doctor José Antonio Abreu, Fundador y
Director Nacional de las Orquestas Juveniles de Venezuela, viajó a Colombia
y le propuso la Dirección del Instituto Venezolano de Música “Simón Bolívar”
de Maracay, con el objetivo de adelantar investigaciones musicales, lo
aceptó sin dudarlo ni un instante.

76
4. SU PASO POR VENEZUELA 1980 – 2000

De esta forma y por su perseverante deseo de proyectar y desarrollar


programas pedagógicos, en enero de 1980 se trasladó a Venezuela en
donde desempeñó diferentes cargos.

Su primera actividad fue como Director del Instituto Venezolano de Música


“Simón Bolívar” en Maracay. Allí coordinó, durante tres años, las
investigaciones sobre sistemas modernos de enseñanza musical y sobre la
música folclórica latinoamericana.

Posteriormente, se trasladó a Barinas en donde se desempeñó como


Director Fundador del Núcleo de la Orquesta Nacional Juvenil y allí
permaneció durante 6 meses.

De regreso en Maracay, fue nombrado Director del Coro de la Orquesta


Nacional Juvenil de Venezuela, integrado por 150 voces y con el cual se
hicieron obras como “El Mesías” de Jorge Federico Haendel y la “Novena
Sinfonía” de Luis Van Beethoven. Con esta agrupación laboró durante un
año.

A mediados de 1984, viajó a Caracas para posesionarse como Profesor


Múltiple del Conservatorio de la Orquesta Nacional Juvenil de Caracas.
Dictaba la cátedra de Lenguaje Musical que comprende: Teoría y Solfeo,
Dictados, Estructuras Formales y Armonía.

En 1987, el Maestro Mantilla se traslada a Puerto Ordaz, Estado Bolívar, en


donde funda junto con la profesora Fanny González Charry, el Centro de

77
Educación Musical Integral “CEMI”, institución que fue elevada por el
Consejo Nacional de Cultura, CONAC, a la categoría de Conservatorio de
Educación Musical Integral en 1993 y que hoy en día es una de las
instituciones musicales más importantes de Venezuela.

Foto 19 : Conservatorio de Educación Musical Integral “ CEMI “

En este punto, es importante mencionar que la Profesora Fanny González


Charry venía colaborando con el Maestro Mantilla en su actividad artística
desde 1958 y gracias a su apoyo fue posible que se adelantaran múltiples
actividades de dirección coral con grupos en los que ella fue la Directora
Asistente. Igualmente, participó en la Fundación de la Academia Colombiana
de Bellas Artes, de la cual fue Directora y Profesora del Área Infantil. En 1981
el Maestro Mantilla y la Profesora Fanny contrajeron matrimonio en
ceremonia civil, en el Estado Táchira, Venezuela.

Foto 20 : Fanny González Charry

78
5. SU RETORNO A COLOMBIA Y EL MUSICO HOY

En el año 2000, decidió regresar a Colombia junto con su esposa Fanny


González y se radicó nuevamente en Santander, su tierra natal. Eligió para
vivir, por razones de salud, el municipio de San Juan Girón, en donde desde
su regreso ofreció clases de Lenguaje Musical a los integrantes de la Banda
de la Asociación Artística, durante aproximadamente 6 meses.

Se vinculó al siguiente año como Profesor Catedrático de la Escuela de


Artes-Música de la Universidad Industrial de Santander, en las asignaturas
de Lenguaje Musical (Teoría, Solfeo, Dictados, Estructuras Formales y
Armonía), Dirección de Coros y Elementos de Instrumentación y
Orquestación. Se retiró de la UIS a finales del 2002, para dedicarse a
terminar sus obras pendientes e inconclusas, en su actual residencia en el
municipio de San Juan de Girón.

79
6. EL MUSICO INTEGRAL

6.1 MAESTRO RITO COMO PEDAGOGO

La primera característica que debe tener el gran pedagogo es la


generosidad, pues en ella se refleja la intención que tiene el docente de
cumplir su misión y dar todo de sí para que el estudiante pueda adquirir sus
conocimientos e incluso superarlo.

En el caso del maestro rito esta cualidad es muy evidente, y nosotros


podemos dar testimonio de ello, pues él desde su vinculación en la UIS ha
sido nuestro maestro y siempre ha compartido sin recelo sus conocimientos y
experiencias con todos sus alumnos. Al lado de esta importante cualidad se
destacan muchas otras, entre ellas: sus principios morales y religiosos
reflejados en su intachable ética profesional, el perfeccionismo reflejado en la
calida de las diferentes agrupaciones y trabajos a su cargo; para el Maestro
Rito la música es de todos sin exclusión alguna y esto se muestra en que
para él es tan importante enseñar a un niño ó a un adulto, sin importar su
condición socioeconómica, creencia religiosa e incluso sus aptitudes
musicales. Debemos agregar que el Maestro antes de formar músicos busca
formar personas.

El aporte que el maestro rito hace a la pedagogía musical esta basado en la


integralidad, pues él propone que las diferentes asignaturas como teoría y
solfeo, armonía, formas musicales, dirección, elementos de instrumentación y
composición se fusionen de forma coherente en una sola materia, que él
denomina lenguaje musical, donde se desarrollen conjuntamente para que
los estudiantes tengan una visión mas amplia y lógica de la música.

80
Personajes importantes de la vida publica musical colombiana, como
Carmiña Gallo, Amadeo y Luis Enrique Rojas, Jesús Alberto Rey , Luis
Fernando León, Alejandro Mantilla entre otros que indiscutiblemente han
sobresalido en su campo, todos han sido formados musicalmente por Rito
Antonio Mantilla, muestra de la gran calidad como maestro que él posee.

6.2 MAESTRO RITO COMO DIRECTOR

El director debe ser capaz de transmitir tanto al grupo musical como al


público todo aquello que el compositor y arreglista quiere decir con su obra.
Por consiguiente requiere por parte de él un estudio concienzudo de todo lo
referente a la misma, como lo es: el marco histórico de la época y el lugar
donde se compone, de le historia de vida del autor y su personalidad, de la
razón o motivo de su composición y de la parte morfológica, armónica,
contrapuntistica y literaria.

Al afirmar que Rito Antonio Mantilla cumple con estas condiciones, estamos
siendo coherentes con lo que la historia nos hace saber de él, pues desde la
década de los 50 cuando inicia su labor como director, siempre sobresalió
con sus diferentes agrupaciones como: la Banda Departamental de Norte de
Santander, Banda Departamental de Nariño, Banda del Batallón Guardia
Presidencial, entre otras y coros como el club estudiantes cantores de la
Universidad Javeriana, Coro del Sena, Coro del Banco de la Republica, Coro
de soldados y de Cámara del Batallón de Guardia Presidencial entre muchos
otros.

Al llegar a este punto se le considera uno de los mas grandes directores que
ha tenido nuestro país, razón por la cual en el año 1966 es invitado por la
universidad Oakland, Rochester ha realizar unos seminarios de coros y
orquesta, y por la Universidad de Michigan al Congreso Nacional de Bandas

81
y Directores de los Estados Unidos en Ann Arbor en donde ganó la titularidad
para dirigir la Banda Anfitriona, la cual para la época se consideraba la más
grande e importante del mundo.

Cabe destacar la participación del Maestro como director invitado en diversas


ocasiones de la Orquesta Filarmónica de Bogotá y Sinfónica de Colombia
con las cuales realizó impresionantes montajes sinfónico-corales como el
Juramento de Bolívar de Luis Antonio Escobar.

6.3 MAESTRO RITO COMO GESTOR CULTURAL

El gestor cultural es aquella persona que es capaz de liderar, organizar,


promover, difundir y mantener todas aquellas Entidades y Eventos dedicadas
al que hacer cultural, en éste la música, y para esto es necesario tener no
solamente los conocimientos adecuados en los campos económico y socio-
político, sino contar con una visión estratégica que permita intuir la evolución
cultural de la región o el país. Lo que nos lleva que el Maestro Rito desde su
llegada a Cúcuta empieza su labor en este campo de manera tan eficaz, que
en todas las partes donde estuvo, a su partida no hubo una persona que
lograra mantener a plenitud toda su labor, destacándose en particular el caso
de Norte de Santander y Nariño, en donde se había logrado una Afición y
trabajo Pedagógico tan grande que al año de haberse retirado no quedaba
nada.

6.4 MAESTRO RITO COMO COMPOSITOR Y ARREGLISTA

El compositor y el arreglista primero que todo debe tener un motivo que lo


lleve a querer expresar algo, debe conocer todos los elementos
característicos del tipo de obra que quiere hacer y debe tener el conocimiento
musical necesario para llevar a cabo esta labor; además la capacidad de

82
exteriorizar su sentir y ser tan generoso para compartir todo esto con el
publico. El Maestro Rito no solo tiene estas características sino que a partir
de sus investigaciones aporta a la música colombiana nuevas sonoridades y
efectos, sobre todo en la parte coral. Aquí conviene de tenerse un momento
a fin de resaltar que todas las composiciones y arreglos del Maestro se
realizan por una razón específica, ya sea como homenaje a alguien, como
parte de sus particulares investigaciones o encargo para un evento especial.
Algo más hay que añadir, el Maestro Rito es pionero en la elaboración formal
de arreglos corales de música colombiana Y hasta hoy estos han sido
cátedra para los arreglistas colombianos.

83
7. COMPOSICIONES Y ARREGLOS

PARA ORQUESTA:
• “Marcha Triunfal en Re Mayor”

PARA BANDA:
• “Festival en Tierradentro” – Poema Indio
• “América” – Tanda de Valses
• “Fuerzas Armadas” – Marcha Emblema
• “Ensueño” - Pasillo

PARA BANDA Y COROS:


• “Cristo Amor” – Himno para el Congreso Eucarístico Internacional,
con letra de Silvia Lorenzo.
• “A la JIM” – Himno par la Junta Internacional de Defensa.

CORALES Y SOBRE TEMAS FOLCLORICOS:


• “La Negra Bendita” – Bolero, Son-Mambo
• “Atayá” – Porro Indígena
• “El Sainete del Ju Ju” – Porro- cumbé
• “Tío Guachupecito” – Acuarela Folclórica del Pacifico
• “Látigo, Sudor y Látigo” – Drama Negro- sobre palabras de Nicolás
Guillén

ARREGLOS CORALES:
• “Que viva la fiesta” – Torbellino
• “Guabina Santandereana Número 1”
• “Las Brisas del Pamplonita” – Capricho Norteño

84
• “Campesina Santandereana”
• “Canción de Cuna Caucana”
• “Pueblito Viejo”
• “El Trapiche”
• “Bunde Tolimense”
• “Río Neiva”
• “El Carbón”
• “El Sotareño”
• “Chambú”
• “La Guaneña”
• “Caperucita Roja”
• “Ansiedad”
• “Siboney”
• “Amapola del Camino”
• “Escúchame”
• “Hacia Belén va una burra”
• “Campana sobre campana”

85
CONCLUSIONES

Luego de realizar la investigación se pudo observar que la historia de vida y


el método biográfico utilizado en este proyecto, constituye un importante
instrumento para recopilar información pertinente para la realización de
cualquier trabajo biográfico.

Del mismo modo es importante mencionar que este proyecto de grado posee
la ventaja de tener una completa investigación tanto de la vida como de la
obra musical realizada por el Maestro Rito Antonio Mantilla Álvarez, lo cual
va a servir a entidades públicas y privadas, como a músicos interesados en
conocer más acerca de sus obras, lo cual se convierte en un importante
material de consulta e investigación.

Así mismo el aporte que ha hecho el Maestro Rito Antonio Mantilla Álvarez,
con relación a la música, ha sido grande en la medida que a partir de él se
iniciaron recursos no comunes en la época para los arreglos y composiciones
de música colombiana para Coros, como la utilización del característico
tremolo, onomatopeyas, entre otros.

Igualmente, con el desarrollo de la investigación se reafirma que el Maestro


Rito Antonio Mantilla Álvarez ha sido un músico integral, en quien se fusionan
no solo la música, sino también el gran sentido y valor humano que entrega
a sus alumnos para dejar sembrado en ellos, una semilla del profesionalismo
integral.

Por otra parte, se pudo ver que existe muy poca información acerca de la
vida de los músicos, tanto Santandereanos como Colombianos en general, y

86
que son muy pocos los medios que poseen dicha información, donde
lastimosamente no poseen los cuidados necesarios para guardar y preservar
el patrimonio histórico, artístico y cultural de nuestro país.

87
BIBLIOGRAFÍA

PUJADAS MUÑOZ, Juan José. El Método Biográfico: el uso de las


historias de vida en Ciencias Sociales. Madrid: Centro de Investigaciones
Sociológicas, 1992 p. 28

REY SANMIGUEL, Manuel. Rito Antonio Mantilla Álvarez: Vida y Obra.


Bucaramanga: Prograf, 2002.

THAD, Sitton- George L. Meaffy- O.L. Davis Jr. Historia Oral. México:
Fondo de Cultura Económica, 1995.

VALDIVIESO TORRES, Julio. Visión Histórica en los dos Santanderes.


Bucaramanga: SIC, 2005

VANGUARDIA LIBERAL. Febrero 11 de 1940. p. 6.

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ANEXOS

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Anexo A. Recopilación de la obra musical del maestro
Rito Antonio Mantilla Alvarez

AMÉRICA

Es la primera composición formal que realiza el maestro Rito como un trabajo


para la clase de armonía en el Conservatorio Nacional, hacia finales de la
década de los 40, la cual se estrenó días después por la banda sinfónica de
la Policía nacional bajo la dirección del mismo maestro.

Este vals fue una realización para su padre; sin embargo, por petición del
mismo decide darla en regalo para la recién nacida hija del maestro, de allí el
nombre de la obra.

Esta composición no es solo un tema sino una tanda de valses al estilo de


los famosos valses austriacos de Strauss.

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CANCIÓN DE CUNA CAUCANA

Esta pieza fue arreglada en Cauca, debido a la gran amistad con el doctor
Benjamín Iragorri Diez, este obra está en forma de sonata; originalmente la
armonización y desarrollo son del gran músico Luis Carlos Espinosa; sin
embargo, el maestro Rito se encargó que en su arreglo el tema original no
esté ausente un segundo.

Esta obra tiene una letra compuesta por Francisco Velasco y el tema de la
misma fue dedicado a una sobrina del doctor Iragorri cuando era bebé.

Con esta canción el coro de estudiantes cantores de la Universidad


Javeriana ganó las eliminatorias realizadas en Medellín hacia 1965 la cual
recibió una apoteósica respuesta por parte del público.

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CAPRICHOS COLOMBOVENEZOLANOS

Estas piezas son bambucos, que el maestro Rito decide llamar caprichos por
la particularidad rítmica que tienen, pues posee, constantemente, una
amalga de compases de 6/8 y 3/4, la cual es muy propia de la región
nortesantandereana y la región venezolana del Táchira; por ejemplo: Las
brisas del Pamplonita.

Fueron escritos durante su estadía en Venezuela hacia 1982 y son


netamente instrumentales.

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EL CARBÓN

Esta obra fue compuesta por Ligia Espinosa Peña, inicialmente como una
guaracha, pero a petición de ella fue transcrita por el maestro Rito, quien
aceptó con la condición de realizar los arreglos que el viera pertinentes y así
mismo hacer el arreglo coral; pues la obra posee un gran valor social y
representa aquel vendedor de pueblo que sufre por las inclemencias de los
compradores y que al final de la misma no le interesa perder con el fin de
poder vender su carga.

Esto muestra que el maestro es coautor de la pieza, pues no sólo la arregló


sino que le dio un giro total convirtiéndola en un pregón caucano, reconocida
mundialmente.

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EL SAINETE DEL JÚ JÚ

Esta obra es un porro cumbé para coro jazz, compuesta en 1946 por el
maestro Rito y revisada en Venezuela en 1992; se puede ver que la pieza
tiene unas características que bien podrían simular una orquesta de jazz,
donde las diferentes voces simulan los instrumentos propios de este tipo de
agrupaciones, incluso haciendo un solo que por sus rasgos pudiera ser
interpretado por un instrumento como el clarinete que por voz de la soprano.

Esta obra por su texto hace parte de la picaresca colombiana, pues el sainete
es una burla que se hace de algo y el jú jú hace referencia al amor.

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FESTIVAL EN TIERRADENTRO

Poema indio basado en una antigua leyenda del territorio sagrado de los
Andaquíes, fue compuesta en la ciudad de Cúcuta en el año de 1952 por el
maestro Rito Mantilla, es originalmente una obra para banda sinfónica, a
petición del maestro Olav Roots se comienza su arreglo y adaptación para
orquesta pero a raíz de la muerte del maestro Roots se estanca y se reinicia
en el 2006 por pedido del maestro Carrizosa director artístico de la Sinfónica
Nacional, además lo terminó por la memoria del maestro Olav Roots.

Tres cuartas partes de la obra: ”oración”, “procesión” y “regreso jubiloso”


están compuestas sobre un tema pentáfono original del autor. Una tercera
parte: “baile y algarabía” está compuesta sobre un tema igualmente
pentáfono recogido por el maestro Daniel Zamudio en su opúsculo “El folclor
musical en Colombia”, publicado como suplemento de la Revista de las
Indias N° 14; el autor crea para esta parte el tema de la “algarabía” que
opone al tema Huitoto en una permanente y enconada lucha. Mas como es
debido, luego de un respetuoso retorno a la “oración” al final triunfa, el tema
aborigen en una impresionante manifestación de alegría, que anuncia el
imponente “regreso jubiloso”.

El maestro Rito siempre elabora sus obras basado en los modelos armónicos
y morfológicos de la música clásica, pero esta obra tiene las características
de las obras impresionistas, buscando crear ambientes acordes a la historia
narrada.

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LÁTIGO, SUDOR Y LÁTIGO

Esta obra es un drama negro, su letra es original del poema con el mismo
título del escritor cubano Nicolás Guillen, a la cual es maestro Rito Mantilla
puso música hacia 1966; así mismo, esta composición se basa en un tema
recopilado por Esteban Cabezas, esposo de la Negra Grande de Colombia.

Ésta fue hecha para resaltar al poeta y sirvió, a la vez, para el concurso de
clubes de estudiantes cantores con el coro de la Universidad Javeriana,
quien ganó dicho concurso gracias a esta obra.

Según el maestro, esta es una composición muy compleja a cinco voces


basada en una escala pentáfona con un solista y un recitador.

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TIO GUACHUPECITO

Esta obra fue compuesta en Popayán cuando se encontraba realizando una


investigación sobre música negra y aborigen para la Universidad del Cauca
hacia 1957; es una Acuarela folclórica del Pacifico, basada en un tema
recogido por Antero Agualimpia, un clarinetero chocoano.

Esta es una pieza que causa gran impacto para quienes la escuchan por la
magnífica sencillez de un ambiente creado a partir de las onomatopeyas y de
la historia que narra.

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VIVA LA FIESTA

Esta canción es un torbellino, fue compuesta por Luis María Carvajal pero
arreglada por el maestro Rito Mantilla en Pasto hacia 1954; a pesar de estar
radicado en dicha ciudad para él prima el aspecto regional, al respecto
afirma: “Yo hice algunos arreglos allá, de música de allá pero éste es mucho
más diciente”.

Del mismo modo, está obra es el primer arreglo formal de música colombiana
que se hizo para coro mixto y fue la pauta para desarrollar este tipo de
ejercicio en nuestra música.

En cuanto a la obra y al Torbellino el maestro Rito afirma: “la obra tiene una
introducción, luego una primera parte la cual se repite, en seguida una parte
donde se exponen los dos ambientes (santandereano y boyacense) y se
desarrollan y luego una tercera parte donde se funden y la coda”.

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Anexo B. El maestro Rito Antonio Mantilla Álvarez nos habla de sus
más importantes realizaciones profesionales

“En materia de Bandas en cuanto se refiere a la calidad de una Banda fue la


realizada en Cúcuta con la Banda del departamento, la cual llegó a ser la
mejor Banda Departamental del país.

En cuanto a Coros se refiere fue lo mejor el trabajo efectuado en Bogotá, en


donde por un termino de 20 años manejé prácticamente la actividad Coral de
todo Colombia. Fundé y dirigí no menos de 30 Coros y éstos figuraban
siempre entre los mejores.

Organicé varios Festivales de Coros entre los cuales merecen especial


mención los Festivales Corales de Navidad, efectuando presentaciones en
iglesias, teatros, colegios, escuelas y parques de Bogotá y en todas las
poblaciones del Departamento de Cundinamarca.

El evento de mayor relieve fue la clausura del Festival de Navidad del año
1975, que culminó con un gran Concierto en el patio principal del Colegio de
San Bartolomé en donde actuaron 31 Coros y cada agrupación cantaba 2
canciones y para que no se hiciera interminable el acto se organizaron 3
escenarios y cada Coro actuaba después del anterior prácticamente sin
solución de continuidad.

Como caso extraordinario e inolvidable fue que este gran Concierto fue
cerrado con la magistral actuación del Orfeón Venezolano de Caracas bajo la
dirección del maestro Vinicio Adames, el cual arrivó a Bogotá ese día
cumplimiento de una gira internacional que esa agrupación realizaba y en la
cual infortunadamente perecieron todos al malograrse en las azures el avión

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en que viajaban. Jamás será suficientemente lamentado este suceso que
enlutó la civilización artística cultural de América y del mundo.

Aunque ya está dicho en otro lugar de este trabajo biográfico, no sobra


enfatizar ahora que mi actuación en los Concursos Festivales de los Clubes
de Estudiantes Universitarios Cantores fue ciertamente relevante.

Sin embargo en donde realicé la más importante labor de mi Carrera


profesional artístico cultural fue en Nariño, principalmente en Pasto al dirigir
la Escuela de Música y la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Nariño, la
Banda Departamental y prestar asesoría a todos los municipios en la
organización de sus Bandas Musicales para las cuales se importaron 14
instrumentales, además del gran instrumental para la Banda de la ciudad de
Pasto, se efectuó un importante Programa Radial “Por el Arte y la Cultura”,
se construyó un teatro al aire libre con capacidad para 10.000 personas, con
su correspondiente concha acústica y se construyó un Mausoleo para los
músicos y sus familiares, con 50 bóvedas.

Allí se efectuó también el Festival Mozart con ocasión de los 200 años de su
nacimiento, durante una semana de conciertos que dieron la oportunidad de
mostrar los diferentes géneros de música de este genial y sorprendente
compositor. Sin temor a equivocarme y sin que esto deba tomarse como una
jactancia, me atrevo a afirmar que este gran evento artístico musical no
tendrá repetición en Nariño antes de otros 50 años más.

En enero de 1980, viaje a Venezuela y lo hice en primer lugar desilusionado


por el fracaso de mi gran proyecto sobre la creación de 300 escuelas de
música municipales durante un termino de 6 años, proyecto que ya esta muy
bien explicado en otro lugar de este trabajo, pero que me obliga a referirme a
lo que sucedía en ese momento cultural del país.

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Colombia tenia la fortuna de contar con el maestro Olav Roots, pianista de
reconocida fama internacional, gran director de orquesta, insigne profesor e
incomparable ser humano, al que se mantuvo con un sueldo de hambre,
“$ 15.000 mensuales “; pero llego el señor Lipton que no podía ni descalzar
al maestro Olav Roots, que vino fue a aprender en Colombia, a poner en
practica la teoría que había estudiado en los estados unidos, y le pusieron
$100.000 de sueldo al mes; eso sí hay que reconocer que era un joven
distinguido, muy elegante y bien parecido. No hablo más de esto que para mí
es un momento oscuro y que en nada nos enaltece, por el contrario nos
avergüenza.

En segundo lugar viajé a Venezuela porque vino a contratarme el doctor José


Antonio Abreu, hombre fuera de serie en el contesto americano de la cultura,
Suma Cum Laude en Economía y también Suma Cum Laude de Música en
Londres, del cual he pensado siempre: Si Colombia hubiera tenido la suerte
de contar con un José Antonio Abreu, su desarrollo artístico cultural seria
algo muy superior como lo es Venezuela y que es a él a quien se lo debe.

Dirigí el Instituto Venezolano de Música Simón Bolívar en Maracay con sus


correspondientes trabajos de investigación, fundé el núcleo de la Orquesta
Juvenil en Barinas, dirigí la gran coral de la orquesta también en Maracay, fui
profesor múltiple del conservatorio de la Orquesta en Caracas y viajé a
Puerto Ordaz en donde fundé el CEMI – Conservatorio de Educación
Musical Integral, que es hoy una de las más importantes instituciones de su
género en este país.

Para ser honor a la verdad debo manifestar que en todo mi trabajo tanto en
Bogotá como en Venezuela conté con la abnegada y eficiente colaboración
de la profesora Fanny Gonzáles Charry, tanto en la organización de coros

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como en la creación de textos y que incluso en algunos de los cuales ella es
coautora. Me hice venezolano por naturalización desde hace mas de 15 años
y quiero a Venezuela tanto como a Colombia, porque así me quieren allí.

Después de permanecer 20 años en Venezuela regresé a Colombia instado


reiteradamente por mi familia y desde ese momento vivo en Girón –
Santander, principalmente por conveniencias de salud.
Antes de terminar quiero manifestar mi inmensa gratitud a Dios nuestro
Señor y a la Santísima Virgen que en todo momento me asistieron y me
llevaron prácticamente de su mano, en donde yo soy apenas un
intermediario, pues debe reconocerse que todo bien proviene de Dios”.

RITO ANTONIO MANTILLA ÁLVAREZ


San Juan de Girón, Santander, Abril de 2006

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Anexo C. El C.E.C. de la Universidad Javeriana

Maestro Rito Antonio Mantilla:


Quisiéramos que nos hablara sobre los Concursos y Festivales de Coros
Universitarios que hubo por los años 60.

“Me parece muy bien. Yo diría que es lo más importante que ha sucedido en
Colombia en materia coral. Se llamó Concurso-Festival de los Clubes de
Estudiantes Cantores Universitarios. Todas las Universidades tenían muy
buenos coros masculinos.

El mencionado certamen se inició en 1961 y para su organización trajeron de


Norteamérica al Profesor Alfred Greenfield y a su esposa Elsie, por iniciativa
de la Comisión para Intercambio Educativo a través de la Comisión Fullbright.
Yo no pude participar en los 3 primeros Concursos, años 1962, 63 y 64,
porque hasta ese momento no dirigía coro universitario, pero en marzo de
1965 me nombraron Director del Coro de la Pontificia Universidad Javeriana
de Bogotá, Coro que en los años anteriores había sido eliminado desde el
principio. El Coro ganador en 1962 había sido el de la Universidad Industrial
de Santander – UIS -, y en 1963 y 1964 el de la Universidad de Los Andes,
pero a decir verdad había mucha inconformidad al respecto. Se tejían
muchos rumores, incluso la Universidad Industrial de Santander alegaba que
ellos eran los ganadores en 1964, pero que les habían quitado el triunfo. A mi
no me consta nada puesto que no había participado aún, pero eso era lo que
se oía.

El repertorio que había que preparar era muy extenso y en junio de ese año
se efectuaba la eliminatoria en la ciudad de Medellín, a donde debían

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concurrir 9 Coros: el de la Universidad de América, el de la Jorge Tadeo
Lozano, el de la Javeriana, el de la UIS, el de la Universidad del Atlántico, el
de la Universidad de Cartagena, el de la Universidad de Antioquia, el de la
Universidad de Medellín y el de la Universidad Bolivariana.

Valga la pena recordar algo que mis muchachos me comentaban a medida


que pasaban los días de ensayos: “Maestro, este año si estamos seguros
que ganamos el Concurso.” Mi respuesta era: “no hablemos, ensayemos,
ensayemos, ensayemos”; pero más adelante otra vez: “Maestro, es que este
año si estamos seguros que ganamos el Concurso.” “Miren muchachos, no
hablemos bobadas, lo único que tenemos que hacer es ensayar, ensayar y
ensayar.”

Por lo extenso del repertorio no ensayamos la obra Pueri Hebreorum de


Palestrina, hermosa pero muy difícil, porque esta obra había sido del
Concurso del año anterior y consideramos que no la volverían a incluir en
Concurso sino en el Festival.

Era costumbre, muy laudable por cierto, hacer una Asamblea de Directores
el día anterior al del inicio del certamen y que desagradable sorpresa la mía
cuando los Directivos solicitaron que se incluyera de nuevo en Concurso
Pueri Hebreorum, por la belleza de la obra. Yo discutí tremendamente para
que no fuera así y lo más que pude conseguir fue que cada Director sacara a
la suerte la obra que debía cantar en el Concurso junto con una obra
norteamericana que ya estaba determinada.

Y llegó el momento de sacar la papeleta y otra grande y dura sorpresa: antes


de mi turno, 4 Coros de 5 habían sacado Pueri Hebreorum; yo pensé:
imposible que yo también la saque, - a menos que haya muchas boletas de
Pueri Hebreorum en esa bolsa - y metí la mano, revolví todas las papeletas y

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saqué la mía: Pueri Hebreorum. Se me fue el alma a los pies y miré a mis
muchachos que estaban en platea y eran como zombis. Comprendí que si yo
no hacía algo extraordinario, la Javeriana sería otra vez eliminada y
malograda mi carrera y saqué fuerzas – no sé de donde – y con una falsa
sonrisa y la boleta en la mano, me dirigí hacia los muchachos y les dije:
“¿Saben una cosa muchachos?, ahora si estoy seguro que ganamos el
Concurso.” Espantados me dijeron, “Maestro, pero si no la hemos
ensayado”, “lo sé” les contesté. Pero, comemos y nos vamos a ensayarla
hasta el amanecer, si es necesario y así se hizo. Pero volviendo al párrafo
anterior, ¿No es extraño que 5 de los 9 Coros sacáramos Pueri Hebreorum?
El Maestro Artidoro Mora, quien dirigía el Coro de la Universidad de
Antioquia, nos consiguió allí un salón para el ensayo y como quedaba bajo
su responsabilidad, se quedó esperando hasta la madrugada que
termináramos. ¡Qué buen amigo y ser humano era Artidoro. Que Dios lo
tenga en su gloria!

Pero en el ensayo de esa noche había algo muy peligroso y era que si hacía
cantar al Coro toda la noche, los muchachos podían amanecer totalmente sin
voz; entonces pensé y planifiqué el ensayo, lo cual comuniqué a Fanny
González Charry quien era la Directora Asistente: el Coro no debía cantar
sino únicamente escuchar y aprender mentalmente. Quienes teníamos que
cantar toda la noche éramos Fanny y yo y de vez en cuando que el Coro
cantara para corroborar como iba el aprendizaje.

A la 1:00 de la madrugada, cada muchacho sabía íntegramente su parte,


pero había que unir el Coro. Con el mismo procedimiento comenzamos a unir
de dos en dos voces, hasta que a las 3:00 de la madrugada se cantaba la
obra casi perfectamente. Para madurarla empezamos a mezclar el ensayo
con las otras Canciones que sabíamos muy bien, siempre igual: ellos oyendo
la mayor parte del tiempo y nosotros cantando. A las 4:00 de la madrugada,

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con todas las precauciones del caso porque estaba cayendo un torrencial
aguacero, nos fuimos al Hotel y les comuniqué a todos que a las 6:15 a.m.
los despertaría y teníamos que estar en el comedor antes de las 7:00 para
entrar de primeros al desayuno e irnos a continuar el ensayo de la obra.

¡Qué disciplina de Coro y qué gran calidad de seres humanos se habían


reunido en ese Grupo! Todo salió como se había planificado y sencillamente
arrasamos en el Concurso.

A la siguiente noche se llevaría a cabo el Festival y allí se cantaba la obra de


libre escogencia de cada Coro; nosotros cantaríamos la “Canción de Cuna
Caucana”, bella canción compuesta por los doctores Francisco Velasco y
Benjamín Iragorri Díez y armonizada por el Maestro Luis Carlos Espinosa y a
la cual yo acerté a hacerle el Arreglo Coral adecuado.

Cuando la Javeriana cantó esta Canción en el Teatro Pablo Tobón Uribe, que
justamente se estaba estrenando con ese Concierto Coral, el público estalló
en un frenético aplauso que duró alrededor de 3 minutos, no obstante que se
les había advertido que no se debía aplaudir pues se trataba de un
Concurso. Cuando al fin lograron calmarlo, se nos indicó que entráramos a
ocupar nuestros puestos en platea y al hacerlo, el público irrumpió
nuevamente en aplausos. Qué demostración de grandeza e imparcialidad
dio ese público que aplaudía así a un Coro de Bogotá que estaba
compitiendo con sus propios Coros de Antioquia.

No había nada qué hacer. Éramos los ganadores indiscutibles de esa


eliminatoria y adquiríamos el derecho de asistir a la final en Barranquilla.
Hacia finales del año se efectuó la final y de nuevo fuimos los ganadores, con
lo cual conquistamos el Campeonato de 1965. Pero allí sucedió algo que
debe ser resaltado: cuando terminamos de cantar una de las obras de

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Concurso de esa final, Plorate Filii Israel de Carissimi, el Profesor Luis
Dueñas Perilla, - que Dios lo tenga en su Gloria – gritó a voz en cuello:
“Jamás volveré a escuchar esta obra tan bien cantada.”

Transcurría el año de 1966 y los Integrantes del Coro de la Javeriana felices


porque no teníamos que asistir a las eliminatorias por ser los Campeones del
año anterior, así que iríamos directamente a la final que ese año sería en la
ciudad de Manizales.

Indudablemente esta fue la época de las grandes sorpresas en mi vida: me


llamaron del Departamento de Estado Americano para informarme que había
sido seleccionado como uno de los Músicos Colombianos que debía asistir al
Curso de Verano para Directores de Orquesta y Coros en la Universidad de
Oakland, Rochester, dictado por los Maestros Robert Shaw, Klayton Krehbiel
y Garlind House, entre otros.

Me quedé perplejo. Cómo sería eso, si yo no pedía y menos intrigaba esas


cosas. La verdad que no entendí y lo que supe más adelante acabó de
sorprenderme, pero me lo reservo.

Me fui feliz y tranquilo al Curso pues aquí quedaba la Profesora Fanny


encargada de preparar las obras para Manizales y su responsabilidad es tan
grande que supera incluso la mía. Qué experiencia tan maravillosa fue ese
Curso. Conocer tanta y tan valiosa gente, oír tantas Orquestas buenas y
admirables Agrupaciones de Cámara de todos los géneros y recibir las
enseñanzas que apuntalaron mi profesión e impulsaron mi carrera artística.

Pero el gusanillo del Concurso del C.E.C. estaba dentro de mí y faltando 20


días para terminar el Curso, le comuniqué al Maestro Robert Shaw que tenía
que regresar a Colombia y le expliqué las razones que el halló muy

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justificables. El Maestro Klayton Krehbiel me hizo una grata cena de
despedida con la presencia de varios de los Directores asistentes, incluso de
los Latinoamericanos.

Debía regresar a preparar la obra de libre elección del Coro, que para esa
ocasión compuse: el Drama Negro “Látigo, Sudor y Látigo”, con palabras del
Poeta Cubano Nicolás Guillén y sobre temas folclóricos del Pacífico
recogidos por Esteban Cabezas.

Estando ya inmerso en los ensayos, me llamó el Rector de la Universidad,


Padre Fernando Barón, quien además era el Director del Observatorio
Astronómico Nacional pues era un científico, hombre recio de la estirpe de
los antepasados Santandereanos, me felicitó por la labor con el Coro y me
dijo que le habían llegado algunos rumores que lo tenían preocupado, por lo
que había resuelto viajar con nosotros a Manizales a representar al Coro.
Tamaño espaldarazo que nos daba. Qué belleza. Me pidió que lo enterara de
todo y así lo hice y en la Asamblea de Directores él solicitó que la Urna en
donde los Jurados depositaban sus votos fuera custodiada por una persona
neutral, no por un Director de Coro como se había acostumbrado. En efecto,
se nombró para ello a Doña Elvira Restrepo de Durana, artista ilustre cuya
diafanidad en todos sus actos era incuestionable.

Y llegó la hora de la Final, en el Teatro de Los Fundadores y como lo


esperábamos, volvimos a ganar y nos constituimos en los Campeones de
1966. Así las cosas, había un empate con el Coro de la Universidad de Los
Andes, cada uno ganador de dos concursos y sólo faltaba un tercero para
definir la posesión definitiva de la Gran Copa de Plata.

Yo esperaba con ansiedad la realización de ese Tercer Concurso, porque a


decir verdad, tenía la confianza y seguridad de que lo ganaría, pero ¡ahí fue

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Troya! El Concurso fue suspendido y la Copa dejada en nuestro poder. Eso
no era lo que nosotros deseábamos, pero no había más que hacer que
aceptar.

Sin embargo, lo inesperado: Cualquier noche entraron los ladrones a la Sala


de Trofeos del Medio Universitario de la Universidad Javeriana, en donde
había Trofeos incluso de oro y se llevaron únicamente la Copa del Coro. Qué
increíble. Un robo especializado que yo llamaría “un robo Coral”. Y hasta el
sol de hoy. O fundieron la Copa o está adornando la sala de alguien que no
la pudo conquistar por méritos.

Muy interesante que se publique esta crónica, porque es historia viva del
desarrollo Coral Colombiano.”

RITO ANTONIO MANTILLA ÁLVAREZ


San Juan de Girón, Santander, septiembre de 2004.

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Anexo D. “EL DELEITE”

En el año de 1957 viví con mi familia en Popayán. Fuí nombrado profesor


investigador y de los cursos superiores del Conservatorio de la Universidad
del Cauca. En cumplimiento de mi labor como investigador viajé por varias
zonas de Departamento, sobre todo visité Comunidades Indígenas
analizando su música y el resultado de ese trabajo lo dejé en la Universidad
para sus archivos.

Allí tuve el acierto de hacerme León y qué maravillosos seres humanos eran
los Leones y sus respectivas familias, no sólo me hicieron la vida muy grata
en Popayán, sino que me ayudaron en la realización de mi trabajo en todo en
cuanto a ellos les era posible, incluso me acompañaban en las visitas a las
Comunidades Indígenas.

No todo tiene porqué ser color de rosa en la vida de un ser humano. Un


pequeño grupo de personas del Conservatorio de la Universidad del Cauca:
el profesor Gabriel Hernández Prada, el profesor Luis Diago, el joven José
Tomás Illera destacado alumno del plantel y yo, resolvimos hacer una
excursión por la montaña virgen, acompañados de un guía, hacia una finca
que tenía Luis Diago, llegando al mar, que se denominaba “El Deleite”;
cualquier día arrancamos con gran entusiasmo antes de las seis de la
mañana, entusiasmo que se desvaneció cuando empezamos a tener las
grandes dificultades de la montaña virgen y eso que sólo estando ya en “El
Deleite” conocimos la realidad de eso que habíamos hecho: cuando se anda
por una montaña va uno por empalizadas que están 10, 15, 20, hasta 30
metros arriba de pisos, de manera queso en uno de esos tantos
hundimientos que tuvimos, uno se deja ir del todo, pues no hay quien lo
saque.

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Llegamos al Deleite a eso de las cinco de la tarde, maltrechos, a lavarnos los
pies con agua caliente, comer y dormir como Liones. Al día siguiente Luis me
propuso que compusiéramos un pasillo en recuerdo de la excursión que
llevara el nombre: “AL DELEITE”, me gustó mucho la idea y acepte; Luis
entonces compuso una primera parte de 16 compases, muy bonita,
demuestra el entusiasmo con que arrancamos e hizo 8 compases más para
que yo sobre ellos compusiera la segunda parte de 16 compases, descriptiva
con las peripecias de todo lo sucedido, realmente bien interesante y con los 8
compases más que él hizo, compuse la tercera parte de 32 compases, es
decir compuse 40 compases, más o menos el 65% del pasillo y Luis
compuso 24 compases, más o menos el 35% del pasillo.

Como Luis Diago era el pianista se quedó con todo el material para hacer la
parte de piano y repartirla a todos, pero de regreso en Popayán transcurría el
tiempo y nada, y cual sería mi sorpresa cuando supe que el había viajado a
Bogotá y había registrado en Sayco el Pasillo “AL DELEITE” solamente como
de él. La verdad me dio muy duro, todavía siento nostalgia por lo sucedido,
no por 40 compases que compuse, que se los hubiera regalado con mucho
cariño y alegría si él me lo pide, sino por haberme dado cuenta que no todo
tiene porqué ser Color de Rosa en la vida de un ser humano, como dicen:
“Unas son de Cal y otras de Arena”.

RITO ANTONIO MANTILLA ÁLVAREZ


San Juan de Girón, Santander, Junio de 2006

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Anexo E. Semblanza de Rito Antonio Mantilla Alvarez para la
celebración de sus 80 años de vida

En la reunión familiar, preparatoria de esta celebración, los hermanos y


hermanas presentes fuimos planteando qué hacer para homenajear a
nuestro papá y como a mí me gusta hacer coplas, me ofrecí para ello. Mi
hermano Alejandro me propuso que por tener mayor conocimiento de la “vida
y milagros” de Don Rito Antonio, elaborara una semblanza y él con su familia
se encargaría de las coplas.

Me pareció razonable la propuesta y acepté, pero luego empezó la


pensadera sobre cómo y sobre qué aspectos escribir, particularmente porque
de las múltiples vivencias de mi infancia, adolescencia, juventud y plenitud,
existen mil recuerdos; algunos muy precisos y otros vagos e inexactos en el
tiempo y en el espacio. Tuve temor de asumir esta responsabilidad porque
el heredado perfeccionismo me hacía sentir incómoda por la inseguridad
sobre datos, fechas, nombres, etc. Pero no había vuelta atrás y resolví
abocar el compromiso como un proyecto de semblanza que será mejorado y
precisado tanto por Don Rito como por todos y cada uno de ustedes, cuyos
aportes serán invaluables para aproximarnos al máximo a quién es realmente
Rito Antonio como hijo, hermano, esposo, padre, músico, maestro y en
síntesis, ese ser humano integral que al cumplir sus 80 años de vida nos ha
congregado en el afecto, la admiración y el respeto.

Rito Antonio, hijo de Daniel María Mantilla Rodríguez y de María Luisa


Álvarez Ortiz, nació en Bucaramanga el 3 de septiembre de 1923. Desde
muy niño fue demostrando sus dotes musicales e inició estudios con el

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abuelo Daniel, quien era clarinetista de la Banda Departamental de
Santander. También desde niño dio muestras de su temperamento juguetón
y competitivo, de su inteligencia y capacidad de liderazgo en la escuela y
posteriormente en el Colegio Santander, de su habilidad para resolver las
dificultades económicas y particularmente de su responsabilidad para asumir,
cuando fue necesario, el rol de hermano mayor en una familia bastante
numerosa (creo que fueron en total 21 entre hermanos y hermanas). Es así
como disfrutaba haciendo rabiar a su abuelita materna, Ana Joaquina Ortiz,
al pintar con tiza en el piso del corredor de la casa una enorme joroba que la
caricaturizaba; igualmente la desesperaba chupando limón en frente de ella y
corriendo cuando veía que intentaba perseguirlo para darle duro con su
bastón, o cuando le escondía alguno de los pañuelos que ella usaba
colgados de la pretina de su falda a manera de colección.

En la escuela y en el colegio leía las cartas para ganarse un dinerito y como


era un alumno aventajado, les cobraba a los compañeros que tenían
recursos, por hacerles las tareas o las intercambiaba por las abundantes
onces o medias nueves que ellos llevaban. Cuando hacía el mercado para la
casa siempre se ganaba la voluntad y el cariño de las vendedoras de la
plaza, quienes le encimaban frutas, verduras, legumbres o le rebajaban el
precio gracias a su simpatía y capacidad de convencimiento.

En una oportunidad, cuando tenía 9 o 10 años, lo mandaron a comprar


tamales y en el camino se encontró con una procesión y se distrajo mirando y
jugueteando, con tan mala fortuna que perdió los cuatro pesos que le había
dado el abuelo Daniel para la compra. De regreso a la casa, aterrado por el
castigo que iba a recibir y apesadumbrado porque era una pérdida muy
grande para las condiciones económicas familiares, tuvo repentinamente una
visión en la cual ubicó el lugar en donde estaban los billetes. Se regresó
corriendo al puente que había visto y en una subidita encontró los billetes

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arrugados y llenos de tierra. A propósito, también desde niño fue haciendo
conciencia de que tenía el don de la clarividencia, si bien no entendía por qué
podía ver anticipadamente ciertas situaciones o acontecimientos y mucho
menos lo comentaba con nadie porque sentía temor de que lo tomaran por
mentiroso o hasta por loco.

El abuelo Daniel con una gran visión y el deseo de que su hijo pudiera
formarse como un músico profesional, lo animó a viajar a Bogotá y fue así
como el joven Rito Antonio con 17 años se trasladó a la capital. Corría el año
1940 y mientras estudiaba en el Conservatorio de la Universidad Nacional,
también trabajaba en pequeños grupos u orquestas tocando el acordeón y
posteriormente a medida que avanzaba en su formación musical, ingresó
como trompetista a la Banda de la Policía Nacional. Llevaba una vida muy
activa por la exigencia académica y su determinación a estar siempre entre
los mejores estudiantes y por los compromisos laborales. Con las orquestas
amenizaban bailes familiares y en clubes nocturnos o daban serenatas a
granel para poder sostenerse y además enviar mensualmente un aporte
económico a la familia en Bucaramanga. Además, gozaba de mucha
popularidad entre las jovencitas de su época y fue bastante enamorado,
característica al parecer también heredada del abuelo Daniel. Y entre tantas
admiradoras un buen día puso sus ojos en una señorita, Ana Otilia Pulido
Ramírez, quien logró cautivarlo y decidieron casarse el 3 de junio de 1943. Y
así fue que empezaron papá y mamá. Al año y un mes exactamente, nació
América, luego llegaron Berta Marina, Julia Rosa y María Luisa. Es fácil
entender los sucesivos nacimientos con diferencias de año o año y medio, al
conocer que uno de los paradigmas que Don Rito Antonio mantenía con
absoluto convencimiento era: “cada hijo trae el pan debajo del brazo”.

En 1950 fue nombrado Director de la Banda Departamental de Norte de


Santander y allá se trasladó con su esposa e hijas, la menor de las cuales

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apenas contaba con 4 meses de nacida. Al parecer el clima fue muy fuerte
para María Luisa, quien murió a los 7 y ½ meses.

Don Rito Antonio contrajo el tifo negro o exantemático entre los 28 y los 29
años y por la misma época Doña Ana Otilia esta embarazada de su quinta
hija, Alba Elena, quien nació cuando su padre se encontraba en
convalecencia de una enfermedad que era mortal en la época y de la cual se
había salvado gracias a su profunda fe en Dios y a los cuidados de su
esposa y posteriormente de la abuelita María Luisa.

Una vez más se ponía de manifiesto el carácter recio y firme de Don Rito,
cuando el Gobernador de Norte de Santander al conocer de su gravedad, le
ofreció un avión para llevarlo directamente a Caracas en busca de una
atención más adecuada y científica y para prevenir a su familia del posible
contagio. En medio de la altísima fiebre, Don Rito Antonio decidió que nadie
salía de su casa y ordenó regar limones en el piso y en todos los rincones de
la vivienda. A sus hijas nos hizo poner en la combinación a la altura del
pecho una bolsita que contenía alcanfor con café y a Doña Oti, quien lo
atendió en embarazo durante la época más delicada de su enfermedad, le
recomendó arreglar como alcoba para el nacimiento de su hija, la habitación
ubicada al otro extremo de la de él, como medida de precaución con la recién
nacida.

Y en 1953, el Maestro Rito Antonio Mantilla Álvarez fue nombrado Director de


la Banda Departamental de Nariño y del Conservatorio de la Universidad de
Nariño. Con su familia viajó de una frontera a la otra y con la madurez
artística, profesional y humana alcanzadas, logró realizar una labor de tal
trascendencia en ese Departamento que lo consagró como pastuso por
adopción y le reservó un lugar muy especial en los afectos de quienes fueron
sus alumnos, sus compañeros de labores y en general de toda la sociedad

226
civil del momento. Es importante destacar que por esa época en lo familiar,
Don Rito Antonio seguía empeñado en “buscar el varoncito” y con tan buena
fortuna que el 16 de mayo de 1954 nació “su Beethoven”, nuestro querido
Alejandro. Teniendo en cuenta el peso del entorno socio-cultural, este hecho
constituyó en la vida de Don Rito Antonio todo un acontecimiento, pero
además marcó para la familia un nuevo derrotero: un hombre solo entre
tantas mujeres no era lo mejor, luego había que seguir buscando otro u otros
hermanitos para equilibrar las cargas de género. Así fue que al año nació
Martha Leonor quien murió a las 24 horas por complicaciones cardiacas
ocasionadas al enredarse el cordón umbilical en el parto.

En Pasto permanecimos, Don Rito y su familia, durante 4 años que fueron


de mucho trabajo para él y de muchas novedades para las hijas mayores que
empezábamos a disfrutar de los paseos a las fincas de las amigas Paz
Vallecilla, de la posibilidad de hacer amigos y no solamente amigas y de
descubrir en Don Rito Antonio la faceta del padre que gozaba jugando
parqués los domingos en la mañana después del desayuno en la cama
rodeado de esposa e hijos, que competía desesperadamente por ganarle a la
campeona que era Doña Oti o que sacaba a relucir su espíritu travieso y
burlón cuando al jugar a las escondidas y formar los dos bandos, uno con la
mamá y otro con el papá como líderes, buscaba los lugares más
insospechados para escondernos y en una oportunidad precisamente yo,
quedé tan bien escondida que se cansaron de buscarme, todos se olvidaron
de mí y me quedé dormida en lo alto de un maletero detrás de un arrume de
maletines, maletas, bolsos, etc.

Como familia caracterizadamente itinerante, proseguimos a Popayán en


1957 cuando Don Rito Antonio fue nombrado profesor investigador del
Conservatorio de la Universidad del Cauca. Allí nació Carlos Ernesto en una
casa estilo español de un gran patio de columnas y sembrado de azaleas y

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rosas, con horno de ladrillo y un aljibe muy profundo y allí se demostró la
habilidad de Don Rito para construir un pandero o cometa muy grande y
elevarla magistralmente en el Cerro de Belalcázar. Al cabo de un año, el
retorno a Bogotá determinó la vuelta de Don Rito Antonio a las aulas del
Conservatorio de la Universidad Nacional como alumno de Dirección Coral,
de Instrumentación para Banda y de Orquestación y Dirección de Orquesta y
como profesor y Director del Coro y la Orquesta del mismo Conservatorio.

De allí en adelante se especializó en Dirección Coral, creó su propio grupo


vocal, la “Coral Avirama”, fue Director Asistente de la Coral Bach y fundó y
dirigió el Coro de Cámara del Batallón Guardia Presidencial, los Coros del
Banco de la República, de Colseguros, del INCORA, de la ESAP, del SENA,
del Ministerio de Justicia y de la Universidad Javeriana, grupo este último que
fue, bajo su dirección, Campeón del Concurso Nacional de Coros
Universitarios durante dos años consecutivos. Durante este período de
intensísima actividad, en el que llegó a trabajar hasta 14 y 16 horas diarias,
poniendo a prueba su capacidad artística y profesional tanto como su buen
estado físico, mental y espiritual, nacieron Elsa, Javier Antonio, José Ignacio
y Fernando. Se cumplía así una meta que inconscientemente venía
persiguiendo Don Rito Antonio y era la de completar parejas entre sus hijas
e hijos y efectivamente quedamos 5 PAREJAS.

Pero aparejada con su gran responsabilidad para sostener una familia tan
numerosa, se dio la excesiva dedicación al trabajo y el consiguiente
alejamiento de la vida familiar, por lo cual los hermanos menores no pudieron
disfrutar el padre que conocimos y con el que compartimos tantos ratos
inolvidables los mayores de la casa. Esto produjo una ruptura afectiva no
porque Don Rito Antonio no tuviera conciencia de lo que estaba sucediendo,
sino porque los compromisos económicos le exigieron volcarse íntegramente
a sus labores fuera de la casa y no pudo continuar en la tarea de construir en

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la diaria convivencia una sólida unidad familiar a partir de hechos de
comunicación, de comprensión y de amor filial expresado de muchas
maneras diferentes.

La posterior separación de Doña. Oti le generó múltiples contradicciones


porque pese a que objetivamente tuvo que aceptar esa difícil realidad, de
acuerdo con sus principios no deseaba ver su familia en desbandada y
particularmente cuando su relación con los hijos menores era tan frágil y
tangencial. Fue una dura prueba de la que aprendimos todos y lo positivo ha
sido que poco a poco y en la medida de haber ganado en madurez todos y
cada uno de los integrantes de la familia Mantilla-Pulido, hemos ido
mejorando las relaciones padre – hijos e hijas y se han estrechado los lazos
del afecto y la fraternidad, conservando la autonomía de cada uno.

La permanencia de Don Rito Antonio durante 20 años en Venezuela, también


contribuyó a cambiar las actitudes a veces resistentes y de indiferencia, por
una apertura al diálogo y al encuentro y como una cualidad sobresaliente del
Maestro Mantilla es la nobleza y una gran capacidad de perdón y olvido,
también de parte de sus hijas e hijos se han logrado avances en estos
aspectos.

Sin pretender sobreabundar en elogios ni zalamerías, porque nunca ha sido


característica de mi personalidad ese tipo de actuaciones y porque hacerlo
llevaría a desconocer en Don Rito su humana naturaleza, debo dar
testimonio de la contribución valiosa para la formación de hijas e hijos que ha
sido el ejemplo recibido del padre en cuanto a la honestidad a toda prueba, la
responsabilidad con los compromisos adquiridos, la calidad artística y
profesional, la convicción profunda en los valores heredados de sus padres,
la fe en Dios, el sentido de justicia, su dedicación plena y generosa a la

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docencia como una vocación y un apostolado y el cumplimiento íntegro de la
palabra empeñada.

Como refrendación de lo anterior, cabe aquí compartirles un hecho que


podría parecer anecdótico: el Maestro Rito fue en su juventud socio activo y
cofundador de la Sociedad de Autores y Compositores, SAYCO, y tuvo la
oportunidad de ser directivo como Vicepresidente y en su condición de
Fiscal, lo cual le permitió conocer a fondo el funcionamiento de esa
institución, las características de la mayoría de los otros directivos y la
normatividad que regía el sistema de derechos de autor para el caso
particular de los compositores. Fue tal su desilusión ante la cruda realidad
vivida en SAYCO que decidió no registrar nunca ni sus arreglos corales ni
sus composiciones para orquesta, banda y coros, porque tuvo claro que
nunca recibiría el beneficio económico merecido y con el fruto de su trabajo y
de su talento se enriquecerían personas inescrupulosas y deshonestas.

Finalmente, quiero destacar un hecho que a toda la familia aquí reunida nos
debe llenar de felicidad y de orgullo, por la calidad de seres que son Rito
Antonio y Ana Otilia y es que a sus respectivos 80 años han tenido la
capacidad espiritual, la generosidad y la nobleza para reunirse fraternalmente
con nosotros y compartir con alegría esta conmemoración. Considero que
esta es una gran prueba de amor por nosotros.

Guane, Corregimiento de Barichara, Santander del Sur.

Septiembre de 2003.

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Anexo F. Evindencias Fotograficas

Maestro Rito después del Maestro Rito Antonio Mantilla Alvarez


Concierto con la Orquesta Filarmónica

Hermanos y Hermanas con sus respectivas parejas y la Señora


María Luisa (Madre) del Maestro Rito

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Coro Banco de La República

Banda Departamental de Nariño - Santuario Las Lajas

232
El Maestro Rito dirigiendo la Banda de Nariño

Caricatura del Maestro Rito obsequiada por un alumno del “CEMI”

233
Maestro Rito dirigiendo el Coro Infantil del “CEMI”

Maestro Rito dirigiendo la Estudiantina del “CEMI”

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HOMENAJES

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238
CONDECORACIONES

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