Discusion 2

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DISCUSIÓN 2: INMUNIDAD FRENTE A BACTERIAS

A. Estructura y mecanismos que influyen en las respuestas inmunitarias

a) Pared celular-capsula
La pared celular que rodea a las bacterias es compleja, y existen dos formas
básicas: una pared celular grampositiva con una gruesa capa de peptidoglucano y
una pared celular gramnegativa con una delgada capa de peptidoglucano, así como
una membrana externa. Algunas bacterias carecen de pared celular y compensan
su ausencia sobreviviendo tan solo en el interior de células del organismo anfitrión
o en un ambiente hipertónico.
Una bacteria grampositiva tiene pared celular gruesa que consta de varias capas y
está formado principalmente por peptidoglucano que es un exoesqueleto en forma
de malla, el peptidoglucano.
El peptidoglucano es un elemento clave para la estructura, replicación y
supervivencia de las células. El peptidoglucano puede degradarse mediante el
tratamiento con lisozima. La lisozima es una enzima presente en la mucosidad y las
lágrimas del ser humano que también producen las bacterias y otros
microorganisrnos. Esta enzima es capaz de degradar el esqueleto de glucano del
peptidoglucano. Sin el peptidoglucano, la bacteria sucumbe 3 las grandes
diferencias de presión osmótica existentes a uno y a otro lado de la membrana
citoplásmica y experimenta un fenómeno de lisis.
La cápsula Algunas bacterias (grampositivas o gramnegativas) se encuentran
rodeadas por unas capas laxas de proteínas o polisacáridos denominadas cápsulas.
En los casos en que la adhesión es muy débil y el grosor o la densidad no son
uniformes. Se habla de capa de limo. Las cápsulas y la capa de limo se conocen
también como glucocáliz.
Aunque las cápsulas y las capas de limo son innecesarias para el crecimiento de
las bacterias, revisten una gran importancia para su supervivencia en el organismo
anfitrión. La cápsula es poco antigénico y antifagocítica; además, constituye un
factor de virulencia significativo. La cápsula puede actuar también como barrera
frente a moléculas hidrófobas tóxicas (p. ej., detergentes) así como facilitar la
adherencia a otras bacterias o a las superficies de los tejidos del anfitrión. En el
caso de Streptococcus mutans, las cápsulas de dextrano y levano posibilitan su
fijación y adhesión al esmalte dental.

B. Patogenicidad de las bacterias (Virulencia, toxicidad, invasión,


diseminación)
Virulencia: Potencial cuantitativo de un microorganismo de producir una
enfermedad. Los microorganismos virulentos generan la enfermedad cuando un
pequeño número se introduce en el organismo. La virulencia abarca adherencia,
invasión y toxigenicidad.
Toxicidad: Potencial de un microorganismo de producir una toxina que contribuye
a la enfermedad.
Por lo general, las toxinas producidas por bacterias se clasifican en dos grupos:
endotoxina, que se encuentra en la membrana externa de los bacillus gram
negativo, y toxinas que son secretadas, como las enterotoxinas y exotoxinas. Las
enterotoxinas y exotoxinas se clasifican a menudo por mecanismos de acción y el
impacto sobre células hospedadoras.
Invasión: Proceso a través del cual las bacterias, parásitos animales, hongos y
virus penetran en las células o tejidos del hospedador y se diseminan dentro del
organismo.
Diseminación
La bacteriemia permite la diseminación de las bacterias en el organismo hasta
llegar a los tejidos que son especialmente adecuados para su multiplicación.
Las bacterias pueden ser diseminadas por agua (salpique, escorrentía, riego,
lavado) insectos vectores, otros animales, el hombre, herramientas contaminadas,
entre otros.
c. Tipos de respuesta inmune que desencadenan.
Inmunidad innata
pH. En el tracto digestivo cumple un papel muy importante. La gastrectomía o una
aclorhidria franca permiten que unos pocos centenares de gérmenes produzcan una
infección clínica severa como candidiasis esofágica. El pH bajo en la vagina se debe
a los bacilos de Doderlein, que producen ácido láctico a partir de la glucosa
generando un ambiente bactericida.
Hiperosmolaridad. En la orina, es un factor que interfiere con el crecimiento de
muchos gérmenes.
La barrera hematoencefálica. Constituye una modalidad especial de defensa
física. Experimentalmente se ha demostrado que la dosis letal mínima de un inóculo
bacteriano introducido directamente en el sistema nervioso central, es la
millonésima parte de la dosis letal mínima cuando se aplica por vía intravenosa.
Inflamación. Una respuesta fagocitaria adecuada está acompañada por los
mecanismos de inflamación que aseguran el flujo necesario de células y factores
plasmáticos al sitio de agresión. Por lo tanto, una falla en estos mecanismos acarrea
una defensa inadecuada.
Fagocitosis. Los PMNs son especialmente activos en la defensa contra Listeria
monocytogenes, microorganismo que tiene la peculiaridad de adherirse a la
superficie de las células de Kupffer en el hígado de donde es removido por los
PMNs. Los Møs, además de destruir muchos microorganismos por el proceso de
fagocitosis, producen varios factores que activan otros mecanismos de defensa.
Sistema del complemento. Las superficies bacterianas activan las vías
alternativas y de la lectina, posteriormente los complejos antígenos-anticuerpos
activan la vía clásica. Producción de proteínas quimiotácticas y anafilotoxinas.
Opsonización de bacterias, facilitación de la destrucción de bacterias
gramnegativas.
Proteína C reactiva. Esta proteína se incrementa notoriamente en las primeras 24
horas de la iniciación de un proceso inflamatorio o infeccioso. Estructuralmente tiene
algunas de las características de los Acs y desempeña una función protectora
importante al reaccionar con los polisacáridos de S. pneumoniae y activar el
complemento por la vía clásica antes de que se inicie la producción de Acs
específicos.
Control de la disponibilidad de hierro. La lactoferrina impide que el hierro quede
a disposición de los gérmenes que lo requieren para su multiplicación. La
administración de Fe incrementa la patogenicidad de las bacterias gramnegativas.
Neutrófilos: Son importantes células fagocíticas antibacterianas. Presentan
mecanismos de destrucción tanto dependiente como independiente del oxígeno.
Células dendríticas: Producción de citocinas e interferón (IFN)-alfa.
Inicio de la respuesta inmunitarias específicas.

Macrófagos: Son importantes células fagocíticas antibacterianas.


Presentan mecanismos de destrucciones tanto dependientes como independientes
del oxígeno. Productor de interleucinas y TNF- Alfa, beta y INF- Alfa.
Activa las respuestas inflamatorias, y de fase aguda, Presentación del antígeno a la
célula T CD4.

Anticuerpos CD4: Se unen a las estructuras de la superficie de las bacterias


(fimbrias, ácido lipoteicoico, cápsula) Bloquean la fijación, Opsonización de
bacterias para la fagocitosis, facilitando la acción del complemento, facilitando la
eliminación de bacterias, neutralización de las toxinas y las enzimas tóxicas.

Linfocitos T: Los LsT son células pequeñas que miden en tre 8-10 micras de
diámetro y poseen un núcleo con heterocromatina densa que ocupa del 80 al 90%
de su citoplasma. Cuando son activados por el estímulo antigénico, proliferan y se
diferencian en varias subpoblaciones con funciones especialiazada
Mastocitos: participan tanto en la respuesta inmune innata como en la adquirida.
Poseen receptores con los cuales detectan el ingreso de patógenos e inician de
inmediato, en segundos o minutos, la liberación de mediadores de inflamación y de
moléculas que atraen al lugar de la agresión fagocitos, DCs, LsT y LsB. Actúan
sobre los vasos sanguíneos para incrementar su permeabilidad y permitir la entrada
de más células del sistema inmune al sitio de la agresión.

Inmunidad específica
Inmunidad humoral. Se caracteriza por respuestas primarias y secundarias. En la
primaria hay producción de Acs, especialmente de la clase IgM. Aun cuando esta
respuesta requiere varios días para el “aprendizaje” tiene la ventaja de dejar al
organismo completamente inmune contra muchas enfermedades, especialmente
las eruptivas de origen viral, y con la capacidad de responder rápidamente ante una
reinfección.
En la respuesta secundaria se produce Acs de otras clases distintas a la IgM. La
respuesta innata es superior hasta en 100 veces con la ayuda de los Acs como
opsoninas y hasta en 1.000 si actúan conjuntamente dos opsoninas, Acs y factores
del complemento
Inmunidad celular. Las infecciones bacterianas intracelulares como la tuberculosis,
lepra, fiebre tifoidea, brucelosis, neumonía por Legionella y listeriosis son
controladas por los LsT, que directamente o por medio de citoquinas activan a los
Møs para que inicien procesos metabólicos nuevos que destruyen microbios
intracelulares. No obstante, algunos de estos sobreviven dentro del Møs, en tanto
que otros, como M. leprae, lo hacen en células de Schwann y L. monocytogenes en
los hepatocitos.
B. Papel de los mecanismos de defensa natural
A. Barreras naturales
Son barreras mecánicas o fisiológicas, que separan el exterior del interior
constituidas por la piel y mucosas. Sobre nuestra piel y mucosas habitan
normalmente unas 1.000 especies diferentes de bacterias y de hongos con millones
de ejemplares de cada una de ellas, que en total pueden alcanzar la impresionante
cifra de 300 billones. Pocas son patógenas.
La piel y las mucosas actúan a modo de barrera frente a la mayoría de los agentes
infeccioso, con un reducido número de excepciones. Los ácidos grasos libres
producidos por las glándulas sebáceas y diversos microorganismos en la superficie
de la piel, el ácido láctico de la transpiración y también, el bajo pH y el ambiento
relativamente seco de la piel crean condiciones desfavorables para la supervivencia
de la mayor parte de los microorganismos. El epitelio mucoso que tapiza los orificios
del organismo está protegido por secreciones mucosas y cilios.
La piel tiene pH ácido, de 5 a 6, suficiente para destruir muchos microorganismos.
Esta acidez resulta de la degradación de ácidos grasos como caprílico, oleíco y
undecilénico. Las glándulas sebáceas producen moléculas antimicrobianas. La
ausencia de ellas en la planta de los pies es responsable de las frecuentes
infecciones por hongos en esas áreas.

b) Fagocitosis- mecanismos oxigeno dependientes e independientes

Cuando un agente agresor sobrepasa las barreras naturales constituidas por la piel
y las mucosas, un segundo mecanismo de defensa entra en acción, la fagocitosis.
La fagocitosis es el proceso por el cual células especializadas buscan, localizan,
identifican e introducen a su citoplasma partículas, gérmenes o células extrañas
para destruirlas y extraer de ellas los inmunógenos que deben presentar a los Ls.
Esta función es ejercida principalmente por PMNs, Møs y DCs conocidas como
células fagocíticas profesionales, así como por las células fijas, que integran el
sistema llamado monocito-macrófagos o reticuloendotelial, ubicado en hígado,
bazo, ganglios linfáticos y médula ósea.

Mecanismos dependientes de oxígeno


Los podemos estudiar a su vez bajo dos categorías: los que se basan en
intermediarios reactivos de oxígeno, y los intermediarios reactivos de nitrógeno. Los
podemos estudiar a su vez bajo dos categorías: los que se basan en intermediarios
reactivos de oxígeno, y los intermediarios reactivos de nitrógeno.

1. Intermediarios reactivos de oxígeno (ROI). La unión de partículas a los


receptores de la membrana del fagosoma del macrófago provoca el
denominado estallido respiratorio (por activación de la ruta de la hexosa
monofosfato), que produce mucho NADH.

a. Antes de que el lisosoma se fusione con el fagosoma, en éste tiene lugar


una reducción de oxígeno molecular (O2) catalizada por la NADH-oxidasa
de la membrana del fagosoma; el anión superóxido resultante (·O2) es
tóxico por sí mismo, pero a su vez da lugar a otros radicales tóxicos de
vida corta, como el peróxido de hidrógeno (H2O2), el radical hidroxilo
(·OH) y el oxígeno singlete (O1 2). El macrófago se protege de los ROI
que puedan salir del fagosoma por medio de una cadena de reacciones
redox en que participa glutation.
b. Una vez que el lisosoma se fusiona con el fagosoma, aquél libera la
mieloperoxidasa, que actúa sobre los peróxidos en presencia de haluros
(I- y Cl- ), para producir compuestos halogenados (hipohaluros) muy
tóxicos y de vida larga: ácido hipocloroso (ClOH), e hipoiodoso (IOH).

2. Intermediarios reactivos de nitrógeno (NRI)


a. La enzima NOS (óxido nítrico-sintetasa) combina el oxígeno molecular con
el nitrógeno guanidino de la L-arginina, para generar óxido nítrico (NO), que
es tóxico para bacterias y células tumorales.
Mecanismos independientes de oxígeno
Estos mecanismos dependen de proteínas antimicrobianas preformadas y
acumuladas en los gránulos:

1. Proteínas catiónicas, con actividades de tipo antibiótico:


a. defensinas (en macrófagos de conejo y en PMN neutrófilos humanos). Son
péptidos catiónicos , de unos 30 aminoácidos, ricos en cys y arg. Forman canales
permeables a los iones en las bicapas lipídicas de los microrganismos. Actúan antes
de que tenga lugar la acidificación del fagolisosoma.
b. Catepsina G
c. Azurozidina
2. Lisozima, que actúa rompiendo el peptidoglucano de bacterias (sobre todo de
Gram-negativas).
3. Lactoferrina (producida por neutrófilos): secuestra hierro, indispensable para las
bacterias.
C. Importancia de los mecanismos inmunitarios específicos contra bacterias:

1. Respuesta inmune específica humoral y celular

Inmunidad humoral. Se caracteriza por respuestas primarias y secundarias.


En la primaria hay producción de Acs, especialmente de la clase IgM. Aun
cuando esta respuesta requiere varios días para el “aprendizaje” tiene la
ventaja de dejar al organismo completamente inmune contra muchas
enfermedades, especialmente las eruptivas de origen viral, y con la
capacidad de responder rápidamente ante una reinfección. En la respuesta
secundaria se produce Acs de otras clases distintas a la IgM. La respuesta
innata es superior hasta en 100 veces con la ayuda de los Acs como
opsoninas y hasta en 1.000 si actúan conjuntamente dos opsoninas, Acs y
factores del complemento.

Inmunidad celular. Las infecciones bacterianas intracelulares como la


tuberculosis, lepra, fiebre tifoidea, brucelosis, neumonía por Legionella y
listeriosis son controladas por los LsT, que directamente o por medio de
citoquinas activan a los Møs para que inicien procesos metabólicos nuevos
que destruyen microbios intracelulares. No obstante, algunos de estos
sobreviven dentro del Møs, en tanto que otros, como M. leprae, lo hacen en
células de Schwann y L. monocytogenes en los hepatocitos

2. Importancia de la memoria inmunológica.

Algunos LsB activados por un Ag en lugar de transformarse en células plasmáticas,


se convierten en LsB de memoria, parte de las cuales permanecerán en el ganglio
en tanto que otros entran a la circulación sanguínea y buscan la región subepitelial
de la piel, las placas de Peyer o la submucosa del árbol respiratorio, por donde
inicialmente entró el Ag. Allí permanecen atentas a detectarlo para si este vuelve a
entrar, iniciar de inmediato y en forma muy activa, la producción de Acs específicos.
Esta es conocida como secundaria.
Respuesta primaria. Se denomina así la resultante de la activación de un LB
virgen, (aquel que no ha tenido contacto previo con un Ag), que en siete a 10 días
después del contacto con el Ag, inicia la producción de Acs de la clase IgM de
especificidad baja. Esta respuesta suele ser pasajera y con una duración de pocas
semanas.
Respuesta secundaria. Es aquella que se genera cuando un LB de memoria
encuentra el Ag que lo generó. Esta respuesta es más rápida, ocurre de 24 a 72
horas después del contacto con el Ag e inicia la producción de Acs de otra clase
distinta a la IgM, por lo general IgG, con mayor especificidad por el Ag. Esta
respuesta es de mayor duración que la primaria y puede ser permanente.

3. Vacunas de origen bacteriano


Como su propio nombre indica, se fabrican a partir de bacterias que provocan la
enfermedad.
Las vacunas bacterianas pueden estar diseñadas para incrementar la inmunidad
contra las propias bacterias o contra sus toxinas.

 Las primeras (antibacterianas) disminuyen la capacidad de infección de las


bacterias al aumentar la resistencia del organismo frente a ellas.
 Las segundas neutralizan las toxinas que eventualmente pudieran producir
(p. ej., vacuna antitetánica).
Las vacunas antibacterianas pueden ser muy específicas y dirigidas contra una sola
especie bacteriana, empleando para su producción componentes estructurales
purificados de un solo tipo de bacteria (p. ej., polisacárido de Hemophilus influenzae
tipo B). Otras veces las vacunas son polivalentes, en las que se incluyen diferentes
estructuras de bacterias distintas.

Vacunas Bacterianas Polivalentes (VBP)


Las vacunas bacterianas polivalentes son menos selectivas pero tienen un espectro
más amplio de actuación. Pueden estar hechas con las bacterias completas
inactivadas o sus fragmentos. Las elaboradas con bacterias completas contienen
estructuras antigénicas (antígeno = que induce inmunidad) comunes a diferentes
especies bacterianas (p. ej., pared celular, membrana externa e interna, flagelo,
orgánulos intracelulares).
La estimulación del sistema inmune que se consigue con estas estructuras excede
a la respuesta específica frente ellas, debido a la gran capacidad de estas
sustancias para activar la inmunidad natural o innata. Por ello, las vacunas
bacterianas polivalentes pueden tener una acción inmunoestimulante, ya que,
además de generar una respuesta específica frente a los componentes de la
vacuna, aumentan la resistencia antiinfecciosa contra otros microorganismos no
contenidos en ella.
Pueden provenir de dos tipos:
a) Vacunas de microorganismos vivos atenuados. Usan la forma de la bacteria
debilitada (o atenuada) Las vacunas atenuadas son más inestables, más difíciles
de producir y más reactógenas.
b) Vacunas de microorganismos muertos o inactivados. Se hace de una proteína u
otros pequeños fragmentos tomados de un virus o bacteria. Como los patógenos
muertos o inactivos no se pueden replicar en lo absoluto, no pueden revertirse a
una forma más virulenta, capaz de provocar enfermedades.

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