Resolución de Juez Que Libera A Vladimir Cerrón
Resolución de Juez Que Libera A Vladimir Cerrón
Resolución de Juez Que Libera A Vladimir Cerrón
SENTENCIA
RESOLUCIÓN NÚMERO SIETE
Acobamba, nueve de junio
del año dos mil veintiuno
I. VISTOS
II. CONSIDERANDO
PRIMERO: Asunto
La demanda constitucional ha sido interpuesta por Randy Felix de la Cruz a
favor de Vladimir Roy Cerron Rojas contra la Magistrada del Quinto Juzgado
penal Unipersonal de Huancayo, Susan Letty Carrera Túpac Yupanqui; y, los
Magistrados de la Sala Penal de Apelaciones Transitoria Especializada de
Delitos de Corrupción de Funcionarios de la Corte Superior de Justicia de
Junin, Lilian Rosalía Tambini Vivas y Marco Antonio Hancco Paredes; por el
pretendido atentado a la Tutela Jurisdiccional Efectiva y al Debido Proceso en
su vertiente de motivación de resoluciones judiciales en conexión con la
libertad individual y al principio de legalidad.
SEGUNDO: Petitorio
De la demanda se tiene que el petitorio específico es que se declare la nulidad
de:
i) La sentencia N° 041-2019-5JUP/CSDJJU del 5 de ag osto del 2019, que
sentencia al beneficiado y sus coimputados por el delito de
negociación incompatible; y,
1
ii) La sentencia de vista N° 091-2019-SPAT del 18 d e octubre del 2019,
que confirma la sentencia 041-2019 en cuanto a la responsabilidad
penal de los sentenciados.
Fundamentos de la demanda
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3.5. Precisa que en el acta de Conciliación, por acuerdo total N° 369-2011 en
mérito al reporte N° 3017 de fecha 21 de setiembre del 2011 participan
Antonio Severo Cerron Aliaga en su condición de Procurador Público y
Javier Peres, representante legal del Consorcio Altiplano, conciliación en
la que el beneficiado jamás ha participado.
3.6. Estima como otra gravísima ilogicidad de la sentencia, la imputación al
beneficiado de tener cierto interés para favorecer a un tercero por el
hecho de elaborar la carta 117, firmada por el beneficiado y visado por el
Gerente General, indicando el accionante que la remisión de dicha carta
demuestra el cabal cumplimiento del acuerdo conciliatorio que tiene
valor ejecutivo, lo que no estaría vinculado a supuestas irregularidades
del reconocimiento del pago de mayores gastos generales por la suma
de ochocientos cincuenta mil soles, sino que su actuación de dar
trámites para fines de pago respondía al cumplimiento de los efectos
directos del acuerdo conciliatorio, cuyo incumplimiento hubiera generado
que el Consorcio Altiplano ejecute la misma del proceso judicial para el
Gobierno Regional. Indica que la Contraloría General de la República en
el proceso administrativo habría concluido “declarar la inexistencia de
infracción por responsabilidad administrativa funcional, lo que no habría
toma en cuenta por los Jueces demandados, con lo que se habría
atentado la tutela jurisdiccional efectiva y el principio de logicidad que
debe tener toda resolución.
3.7. Añade que la Carta N° 117-2011, con el que el beneficiado solicita al
coordinador de la Oficina de Convenios y Procesos dichos pagos, no es
un invención o capricho de su representado, sino que tiene origen en un
acuerdo para la paralización de obra, hecho que formalmente se registró
en el cuaderno de obra conjuntamente con el Contratista.
3.8. En ese sentido estima que en el literal G de la sentencia de vista existe
una gravísima contradicción, ya que la Sala de Apelaciones establece
que para el A Quo la Carta N° 117-2011 es un indici o de la
responsabilidad del beneficiado, sin embargo para la Sala de
Apelaciones constituiría una prueba directa, lo que considera
prevaricador ya que la Sala de Apelaciones no puede brindar otro tipo de
valoración de la prueba al que hizo el Juzgador.
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competencia específica sobre la administración de los fondos, por lo que
faltaría el primer elemento del tipo penal.
3.11. Por otro lado, estima que atenta contra el principio de legalidad el que
los hechos que se imputa no está referido básicamente a la firma de un
contrato, sino de una operación que tenga relación con el contrato,
estimando que el trámite para el pago de los mayores gastos generales
por la ampliación del plazo acordado en el acta de conciliación y el
posterior envío de la carta N° 117 no ha sido desar rollado a cabalidad en
ninguna de las sentencia materia de cuestionamiento, lo que no habría
sido aclarado por los demandados.
3.12. Puntualiza también que es irresponsable que los demandados de la Sala
Superior hayan estimado que los apelantes solo han reproducidos
hechos y no han demostrado los agravios causados por el Juzgador,
preguntándose qué papel juegan los miembros de una Sala Superior, y
que ellos deben determinar los errores del Juzgador y no hacer
especulación del contenido de las apelaciones.
3.13. Respecto al tipo penal, esto es, el interés indebido para favorecer a un
tercero, se pregunta si la remisión de una carta para el cumplimiento de
un acto conciliatorio demuestra un interés debido, respondiéndose que
no, por lo que no se estaría configurando una negociación incompatible y
que todo acuerdo arbitral o conciliatorio recién tendría validez una vez
que esté avalada o confirmada en la vía jurisdiccional, concluyendo que
no puede establecerse jurisdicción alguna independiente con excepción
de la militar y la arbitral, de tal manera que los acuerdo arbitrales tienen
vigencia mientras no haya sido declarado nulo, por lo que no puede ser
competencia de un juez penal la validez y cumplimiento de un acuerdo
conciliatorio, estimando por tanto que la conducta del beneficiado es
atípica, resultando un abuso de poder de los demandados.
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4.1. Teniendo en cuenta la naturaleza de la presente demanda, se ha
admitido la misma mediante resolución uno del 14 de diciembre del
2020, corriéndose traslado a los demandados, requiriéndose la remisión
de las copias certificadas con todos los actuados de la Casación 2236-
2019 a la Sala Penal Transitoria de la Corte Suprema de Justicia,
reiterándose con resolución número dos del 8 de febrero del 2021 la
remisión de los actuados pertinentes, tanto a la Corte Suprema como a
la Sala de Apelaciones Transitoria de la Corte Superior de Justicia de
Junin, así como al 5° Juzgado Penal Unipersonal Sup raprovincial
Especializada en delitos de corrupción de funcionarios de Huancayo –
Junin.
4.2. Con resolución tres del 9 de marzo del 2021, se ha reiterado la remisión
de las copias solicitadas únicamente a la Corte Suprema, dado que
dicha instancia mediante decreto del 9 de marzo del 2021 dispuso remitir
copias certificadas de todos los actuados, sin embargo mediante otro
decreto de la misma fecha la Corte Suprema ha requerido que por lo
numeroso de los tomos y folios se precise las piezas procesales cuyas
copias se requiere.
4.3. Mediante resolución cuatro del 13 de abril del 2021 se ha dispuesto
cursar oficio a la Corte Suprema precisando las piezas procesales que
en copias certificadas se requieren, así como se dispuso notificar a la
Procuraduría Pública del Poder Judicial con la demanda interpuesta,
dado que no habrían tomado conocimiento de la misma.
4.4. Con resolución 5 del 3 de mayo del 2021, atendiendo a que la Corte
Suprema dispuso la devolución de los actuados al órgano jurisdiccional
de origen, se dispuso cursar oficio al 5° Juzgado P enal Unipersonal de
Huancayo para que remita en copia los actuados del Exp. 1122-2018-27,
seguido contra Vladimir Roy Cerrón Rojas y otros por el delito de
Negociación Incompatible.
4.5. Con resolución seis del 3 de junio del 2021 se dio cuenta que el 5°
Juzgado Penal remitió vía correo copia de los actuados del Exp. 1122-
2018-127, imprimiéndose los mismos y disponiéndose poner autos en
Despacho.
4.6. En cuanto a los demandados, se tiene:
i) A folios 185 al 191, la absolución de demanda del Magistrado
Marco Antonio Hancco Paredes.
ii) A folios 193 al 197 la absolución de demanda de las Magistradas
Liliam Rosalía Tambini Vivas y Susan Letty Carrera Tupac
Yupanqui; y,
iii) A folios 264 al 273 la absolución del traslado de demanda de la
Procuraduría Pública del Poder Judicial.
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referidos en forma directa al contenido constitucionalmente protegido de
tales derecho constitucionales, sino, a asuntos de mera legalidad, a
asuntos de competencia del juez ordinario y no del juez constitucional,
pretendiendo usar el Habeas Corpus como un recurso ordinario más
para cuestionar asuntos de mera legalidad resueltos en la vía ordinario,
así como para revisar el criterio del juez ordinario, la valoración
probatoria, entre otros.
5.3. Reitera que al cuestionarse las sentencias de primera y segunda
instancia como ilegales, se evidencia que no se está cuestionando un
derecho constitucional o una afectación constitucional, sino una
afectación legal, lo que debió hacerse valer en forma oportuna,
adecuada e idónea en el proceso ordinario penal, haciendo referencia en
este extremo a los ítems de fundamentos fácticos de la demanda, sobre
el delito materia de condena, el grave atentado a la tutela jurisdiccional
efectiva y la logicidad, grave atentado al principio de legalidad.
5.4. Precisa así que la sentencia de segunda instancia solo analiza y se
pronuncia por los errores de hecho y de derecho invocados en el recurso
de apelación, conforme a los principios de congruencia recursal, así
como que si el recurso de casación fue rechazado por la Corte Suprema
ello prueba que los cuestionamientos que realiza el demandante son
inexistentes y de competencia de la justicia ordinaria.
5.5. Refiere como fundamentos jurídicos el pronunciamiento del Tribunal
Constitucional en el proceso 4292-2010.
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De la Procuraduría Pública del Poder Judicial
5.10. En representación del Poder Judicial solicita la improcedencia de la
demanda, indicando que en cuanto al control de las resoluciones
judiciales del artículo 200°.1 de la Constitución s e desprende que el
proceso de Habeas Corpus procede cuando se vulnera o amenaza la
libertad individual o los derechos constitucionales conexos a ella,
indicando que conforme al artículo 4° del CPC el co ntrol de las
constitucional de las resoluciones judiciales procede contra resoluciones
judiciales firmes dictadas con manifiesta vulneración a los derechos
fundamentales y garantías constitucionales, contrario sensu, cabe
rechazo de la demanda constitucional por improcedente, citando para
ello lo resuelto por el TC en el Exp. 728-2008-PHC/TC, fundamento 4.
5.11. A continuación desarrolla los hechos que habrían motivado la emisión de
la sentencia condenatoria precisando la imputación en contra de
Vladimir Roy Cerrón Rojas y la calificación jurídica otorgada, así como
los elementos configurativos del tipo de negociación incompatible,
señalando que efectuado el análisis de la sentencia de vista, de la
misma se desprende que esta resolución se emitió dentro de un proceso
regular, con observancia del debido proceso, la tutela jurisdiccional
efectiva que asiste a todo acusado en el trámite del proceso penal, por
cuanto de la fundamentación efectuada por los magistrados
demandados, los agravios planteados en el recurso de apelación contra
la sentencia de primera instancia dieron respuesta a los
cuestionamientos efectuados de la sentencia, incidiendo en el
razonamiento efectuado por la magistrados de segunda instancia
demandados, concluyendo que las resoluciones cuestionadas tienen
suficiente motivación exigida por el artículo 139.5 de la Constitución, tal
es así, que existe medios de prueba directos que evidencian que el
beneficiario infringió sus deberes de imparcialidad y las diversas normas
ahí descritas.
5.12. Sostiene de manera incisiva que al beneficiario se le atribuyó en la
acusación fiscal actos de corrupción por la emisión de la Carta N° 117-
2011 GR del 15 de diciembre de 2011, por lo que estima que el
cuestionamiento no tiene ninguna relación con los hechos y medios de
prueba que determinaron la responsabilidad penal del beneficiario.
5.13. En cuanto a los cuestionamientos del principio de legalidad y de la
responsabilidad penal del beneficiario, así como el reexamen de los
medios de prueba indica que corresponden a la vía ordinaria, trayendo a
colación lo resuelto por el Tribunal Constitucional en las RTC 2245-
2008-PHC/TC, 5157-2007-PHC/TC, 572-2008-PHC/TC, entre otras.
5.14. En mérito a ello la Procuraduría considera que los actos lesivos
invocados en la demanda constitucional no tienen relevancia
constitucional para tutelarse en la vía constitucional del Habeas Corpus,
dado que éstas versan sobre no responsabilidad penal y reexamen de
las pruebas, por lo que exceden de la competencia de la jurisdicción
constitucional, más si de los fundamentos de las resoluciones
cuestionadas se valoró pruebas válidamente, existiendo suficiente
motivación en la determinación de la responsabilidad penal del
beneficiario, reiterando que se declare improcedente la demanda.
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SEXTO: Marco normativo y jurídico
6.1. La Carta Magna en su artículo 200.1, estatuye:
“1. La Acción de Hábeas Corpus, que procede ante el hecho u omisión,
por parte de cualquier autoridad, funcionario o persona, que vulnera o
amenaza la libertad individual o los derechos constitucionales conexos.”
6.2. Por su parte, el Código Procesal Constitucional, prevé:
“Artículo 4.- Procedencia respecto de resoluciones judiciales
(…)
El hábeas corpus procede cuando una resolución judicial firme vulnera
en forma manifiesta la libertad individual y la tutela procesal efectiva.
Se entiende por tutela procesal efectiva aquella situación jurídica de una
persona en la que se respetan, de modo enunciativo, sus derechos de
libre acceso al órgano jurisdiccional, a probar, de defensa, al
contradictorio e igualdad sustancial en el proceso, a no ser desviado de
la jurisdicción predeterminada ni sometido a procedimientos distintos de
los previstos por la ley, a la obtención de una resolución fundada en
derecho, a acceder a los medios impugnatorios regulados, a la
imposibilidad de revivir procesos fenecidos, a la actuación adecuada y
temporalmente oportuna de las resoluciones judiciales y a la observancia
del principio de legalidad procesal penal.”
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infine). Para finalmente, exigirse una motivación cualificada, ya que“(…),
resulta indispensable una especial justificación para el caso (…), como
producto de la decisión jurisdiccional, se afectan derechos
fundamentales como el de la libertad. En estos casos, la motivación de
la sentencia opera como un doble mandato, referido tanto al propio
derecho a la justificación de la decisión como también al derecho que
está siendo objeto de restricción por parte del Juez o Tribunal” (STC
Expediente N.° 00728-2008-PHC/TC, FJ 7).
6.5. Uno de los contenidos esenciales del derecho al debido proceso –
principio continente –, es el derecho de obtener de los órganos judiciales
una respuesta razonada, motivada y congruente con las pretensiones
oportunamente deducidas por las partes en cualquier clase de procesos.
La necesidad de que las resoluciones judiciales sean motivadas es un
principio que informa el ejercicio de la función jurisdiccional y, al mismo
tiempo, es un derecho constitucional de los justiciables. Mediante ella,
por un lado, se garantiza que la administración de justicia se lleve a cabo
de conformidad con la Constitución y las leyes (artículo 138 de la
Constitución Política del Perú); y, por el otro, que los justiciables puedan
ejercer de manera efectiva su derecho de defensa (STC N° 00286-2010-
PHC/TC, FJ8).
6.6. En el Expediente N.° 1480-2006-PA/TC, y su con solidación en el
Expediente N.° 00728-2008-PHC/TC, el Tribunal Const itucional ha
precisado que el contenido constitucionalmente garantizado del derecho
a la motivación de resoluciones judiciales queda delimitado, entre otros,
en los siguientes supuestos: a) Inexistencia de motivación o motivación
aparente; b) Falta de motivación interna del razonamiento; c)
Deficiencias en la motivación externa, justificación de premisas; d)
Motivación insuficiente; e) Motivación sustancialmente incongruente; y, f)
Motivación cualificada.
SÉPTIMO: Análisis
Respecto a la admisión de la demanda
7.1. Debe tenerse en cuenta en primer lugar los cuestionamiento efectuados
por los magistrados demandados, así como de manera subrepticia por
parte de la Procuraduría del Poder Judicial respecto a la admisión de la
demanda, que si bien el CPC establece en su artículo 5° las causales de
improcedencia de los procesos constitucionales, sin embargo, a
diferencia de los procesos de amparo no tiene regulado causales
específicas de improcedencia, por lo que debe ser de observancia
dichas causales genéricas mientras no contradigan su finalidad de tutela
del derecho a la libertad y derechos conexos a ellas y su naturaleza de
proceso sencillo y rápido.1 Igualmente, se delimitan los casos en los que
si resulta válido rechazar liminarmente una demanda de habeas corpus.2
7.2. No Obstante ello, el mismo Tribunal Constitucional en el Exp. 5539-
2005-PHC/TC, en su fundamento 2) precisa:
“Que la presente demanda fue rechazada liminarmente en aplicación del
artículo 5,2º del Código Procesal Constitucional, resolución que fue
confirmada atendiendo a que se trata de un proceso regular. Al respecto,
1
Exp. N° 06218-2007 PHC/TC, (F.J. 9)
2
Idem (F.J.)
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es preciso indicar que la causal de improcedencia invocada por la
resolución de primera instancia no es aplicable al hábeas corpus, por
mandato expreso del mismo artículo 5º, inciso 2, del Código Procesal
Constitucional. Respecto de los argumentos esgrimidos en segunda
instancia para confirmar el rechazo liminar, es preciso indicar que, como
ya lo ha señalado este Tribunal, toda pretensión que cuestione la
regularidad de un proceso judicial, requiere, necesariamente, la
admisión a trámite de la demanda y su correspondiente traslado a
los emplazados, con objeto de que expliquen las razones que
habrían motivado la agresión denunciada. De otro modo no es
posible presumir la irregularidad que se cuestiona ni mucho menos
desestimar de plano la demanda constitucional interpuesta,
máxime si el Código Procesal Constitucional no contempla el
rechazo liminar para las demandas de hábeas corpus.” (Subrayado
nuestro).
7.3. Siguiendo dichos criterios, se ha admitido la demanda y corrido traslado
a los demandados, correspondiendo por tanto emitir la resolución
respectiva.
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responsabilidad penal, que implica un juicio de reproche penal
sustentado en actividades investigatorias y de valoración de
pruebas, es un aspecto propio de la jurisdicción ordinaria y no de la
justicia constitucional, dado que ello excede el objeto de los procesos
constitucionales. [Cfr. STC N.os 8109-2006-PHC/TC y 3666-2007-
PHC/TC, entre otras].” (Subrayado nuestro).
7.7. Con lo cual se deja establecido que las pretensiones referidas a la tutela
jurisdiccional efectiva, logicidad y principio de legalidad no tienen asidero
legal para ser amparada en esta vía, debiéndose declarar
improcedentes dichas pretensiones.
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que inicia. Si bien la sala suprema ha explicado la probanza de
determinados indicios de la supuesta participación delictiva de la
favorecida Abencia Meza, actividad probatoria que, por cierto, este
colegiado no le corresponde revalorar, por ser una materia de
competencia exclusiva del juez ordinario; no obstante los nexos
causales que la sala asume en el razonamiento con la prueba
indiciaria para acreditar el delito imputado a Abencia Meza son
defectuosos hasta el punto que vulneran el derecho fundamental a
la debida motivación.”
“28. Tomando en cuenta ello, se aprecia que se habría señalado los
medios probatorios que permiten probar el hecho que Abencia Meza
agredió a Alicia Delgado y la amenazó de muerte. Sin embargo, este
Tribunal no advierte cómo es que, en base a ello, se puede llegar a
que Abencia Meza convenció a Pedro Mamanchura de matar a
Alicia Delgado. Del hecho de amenazar de muerte a una persona no se
sigue, necesariamente, el hecho efectivo de mandar a matar a esa
persona. Existe, pues, aquí una motivación deficiente que debe ser
reparado.”
“32. En consecuencia, se aprecia una falta de una debida motivación en
la resolución suprema cuestionada, puesto que los principales indicios
que utiliza, como las supuestas llamadas telefónicas, las amenazas de
muerte a Alicia Delgado y el móvil pasional de Abencia Meza, para
corroborar el dicho incriminatorio de Pedro Mamanchura no son
necesariamente indicadores causales del hecho delictivo que se
pretende probar, esto es, que la favorecida "convenció” a Pedro
Mamanchura de matar a Alicia Delgado. En efecto, la condena penal de
autos se propone acreditar la "instigación" de Abencia Meza sobre Pedro
Mamanchura, que en palabras de la misma sala suprema consiste en la
"influencia motivadora" (foja 204) de la primera sobre el segundo; sin
embargo, este Tribunal no observa que la conexión entre hechos
indiciarios y hecho indiciado estén suficientemente
fundamentados.
33. En ese sentido, al no contar la resolución con una debida motivación
corresponde declarar la nulidad de la resolución suprema cuestionada
en el extremo referido a la responsabilidad penal de Abencia Meza.”
(Resaltados nuestros).
7.10. Ahora bien, al cuestionarse la falta de motivación en las sentencias
dictadas tanto por el Quinto Juzgado Penal Unipersonal de Huancayo
como por la Sala Penal de Apelaciones Transitoria Especializada de
Delitos de Corrupción de Funcionarios de la Corte Superior de Justicia
de Junin, a la luz del criterio del máximo órgano de interpretación de la
Constitución antes esbozado, corresponde evaluar si se han expuesto
los argumentos por lo que se considera que se ha acreditado que
Vladimir Roy Cerrón Rojas se interesó de manera directa o indirecta en
la aplicación del plazo N° 3 de la obra “Mejoramien to y ampliación del
sistema de agua potable y alcantarillado de la ciudad de la Oroya”, con
la finalidad de favorecer al Consorcio Altiplano al aprobar el pago de
mayores gastos generales en la suma de S/ 850,000.00 soles.
7.11. Previo al análisis respectivo, es de tenerse en cuenta también que la
Corte Interamericana de Derechos Humanos – en lo que es materia de
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análisis - ha indicado en el Caso Rodríguez Revolorio y otros Vs.
Guatemala, Sentencia del 14 de Octubre del 2019 (párrafos 120 y 121):
“120. (…) La Corte subraya la relevancia de la motivación, a fin de
garantizar el principio de presunción de inocencia, principalmente en una
sentencia condenatoria, la cual debe expresar la suficiencia de prueba
de cargo para confirmar la hipótesis acusatoria; la observancia de las
reglas de la sana crítica en la apreciación de la prueba, incluidas
aquellas que pudieran generar duda de la responsabilidad penal; y el
juicio final que deriva de esta valoración. En su caso debe reflejar las
razones por las que fue posible obtener convicción sobre la
imputación y la responsabilidad penal, así como la apreciación de
las pruebas para desvirtuar cualquier hipótesis de inocencia, y solo
así poder confirmar o refutar la hipótesis acusatoria.(…)”
“121. De conformidad con los principios de la sana crítica y la unidad de
la prueba, el juzgador puede realizar un estudio concatenado y racional
de todo el acervo probatorio que tengan a su disposición en el proceso,
para generarles convicción respecto algún hecho, siempre y cuando ello
sea acorde con las garantías judiciales como el principio contradictorio,
la presunción de inocencia, el derecho de defensa, entre otros. Por lo
cual, la exigencia impuesta al juzgador al momento de motivar las
determinaciones que adopte, es fundamentar las causas y razones
que respalden la apreciación de los elementos probatorios que
tengan a su disposición.” (subrayado nuestro).
7.12. En el mismo derrotero, la misma Corte Interamericana de Derechos
Humanos en el Caso Norí Catriman y otros (Dirigentes, miembros y
activistas del pueble indígena Mapuche) Vs Chile, Sentencia de 29 de
mayo de 2014, ha referido en el párrafo 288:
“288. (…). Al respecto es preciso destacar que al resolver las
inconformidades expuestas por el recurrente, el juez o tribunal superior
que conoce del recurso a que tiene derecho un condenado bajo el
artículo 8.2.h de la Convención Americana debe asegurar que el fallo
de condena proporcione una fundamentación clara, completa y
lógica en la cual, además de realizar una descripción del contenido
de los medios de prueba, exponga su apreciación de los mismos y
se indiquen las razones por las cuales los mismos le resultaron, o
no, confiables e idóneos para acreditar los elementos de la
responsabilidad penal y, por lo tanto, desvirtuar la presunción de
inocencia.” (Resaltado nuestro).
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interpuso recurso de casación, que fue declarado nulo e inadmisible, de
ahí que es posible pronunciarnos sobre los cuestionamientos
planteados.
7.14. Para el análisis y resolución de este caso en particular, en vía
constitucional, se tienen en cuenta los fundamentos expuestos en las
decisiones judiciales en cuestión, de acuerdo a las piezas procesales
recabadas que serán evaluadas para contrastar las razones expuestas
en las mismas.
7.15. En ese sentido, el delito imputado al beneficiario, previsto en el artículo
399° del Código Penal, presenta dos elementos típic os:
i) El interés indebido sobre un contrato u operación que debe estar
a cargo del funcionario público, la misma que sintetiza la tipicidad
objetiva; y,
ii) Debe de existir un interés de obtener un provecho propio o para
un tercero, la cual pertenece a la tipicidad subjetiva.
7.16. Ahora bien, en cuanto al beneficiario Vladimir Roy Cerrón Rojas se
consigna como hecho probado en la sentencia de primera instancia (ver
folio 677), que:
“a) Está probado que el acusado Vladimir Roy Cerrón Rojas pese a la
respuesta denegatoria que realiza la Oficina de Convenios y Procesos
de la Organización de los Estados Iberoamericanos - OEI a través de la
cual sustenta que "(...) Salvo que el Gobierno Regional y la OEI
convengan de otro modo por escrito, el Gobierno Regional será
responsable de cualquier otros gastos necesarios para la ejecución del
Convenio y los sufragará con fondos adicionales distintos a los
especificados en cada anexo de ejecución", es decir de existir algún
pago de mayores gastos generales debían ser asumidos por el Gobierno
Regional de Junín; sin embargo, el acusado en su condición de
Presidente del Gobierno Regional mediante Carta N° 117-2011-GRJ/PR,
insiste con el trámite y solicita nuevamente a la Oficina de Convenios y
Procesos de la OEI, el pago de mayores gastos generales contando
dicha Carta con el visto bueno de su coacusado Henry Fernando López
Cantorin, a través de la cual solicita la efectivización de pagos a favor del
Consorcio Altiplano ganador de la buena pro y ejecutor de la obra, todo
ello con cargo a los saldos de las transferencias financieras,
comprometiéndose el Gobierno Regional de Junín a tramitar ante el
Ministerio de Economía y Finanzas la asignación presupuestal
adicional”.
7.17. Se tiene también que respecto al Convenio que celebra el Gobierno
Regional de Junín el año 2008, el beneficiario Vladimir Roy Cerrón
Rojas, no es parte de la celebración del Convenio ya que quien firma en
representación del Gobierno Regional de Junín es Vladimiro Huaroc
Portocarrero.
7.18. Consecuentemente, se evidencia que el Ministerio Público no señaló en
forma específica que el beneficiario no participó en el convenio
celebrado y tampoco participó de la celebración de la conciliación con el
consorcio Altiplano, al contrario, al momento de emitir la Carta N° 117-
2011-GRJ-PR de fecha 15 de diciembre del 2011, el beneficiario actuó
en cumplimiento de sus funciones, más aun si tampoco se ha probado
que el beneficiario haya cumplido con tramitar ante el Ministerio de
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Economía y Finanzas la asignación presupuestal adicional que precisó
en la Carta N° 117-2011-GRJ-PR, para la culminación de la obra
"Mejoramiento y ampliación del sistema de agua potable y alcantarillado
de la ciudad de la Oroya".
7.19. Es en esa línea de análisis, que en el caso que nos ocupa, las
resoluciones judiciales cuestionadas no desarrollan estos hechos que
supuestamente habría realizado el beneficiario, puesto que el interés
indebido radica en conocer o saber, lo que al no haber sido objeto de
prueba en el juicio evidentemente no ha formado parte de la
fundamentación exigible, más si no se tiene prueba que acredite el
interés indebido como elemento subjetivo del tipo penal en el caso del
beneficiario Vladimir Roy Cerrón Rojas, siendo así la conclusión de las
sentencias sería el resultado de una presunción de culpabilidad, que
colisiona con derecho a la presunción de inocencia.
7.20. De otro lado, es de advertirse que los demandados, al sustentar su
decisión, omitieron en gran medida pronunciamiento sobre los diversos
medios probatorios que dan otro sentido a los hechos por los que fue
investigado el beneficiario de la presente demanda. Advirtiéndose por
tanto que no se han efectuado en ambas sentencias un juicio sobre la
presunción de inocencia, pues como bien lo ha resaltado la Corte
Suprema en la Casación N.° 129-2017-LAMBAYEQUE, el examen sobre
la concurrencia de dicho principio al interior de un proceso penal implica
un triple control: juicio sobre la prueba, sobre la motivación y la
razonabilidad; y, en ninguna parte de las sentencias se evidencia que se
haya efectuado dicha labor por parte de los demandados.
7.21. A mayor abundamiento, la argumentación efectuada por los jueces
demandados, se limitan a señalar que el beneficiario cometió el delito,
obviando analizar el elemento subjetivo del dolo, que es exigible en este
tipo de ilícitos, de tal modo que no se aprecia fundamento alguno sobre
dicha conducta, de favorecer al Consorcio Altiplano.
7.22. En conclusión, la argumentación efectuada por los jueces demandados
evidencia una “motivación aparente” y también “deficiencias de
motivación externa”, de ahí que de la revisión de las sentencias emitidas
por los demandados, en cuanto al beneficiario Vladimir Roy Cerrón
Rojas, sería que expidió la Carta N° 117-2011-GRJ/P R, como única
prueba que lo vincularía, no obstante haberse acredita por los peritos
que al momento de firmar la Carta N° 117-2011-GRJ/P R, el acta de
conciliación era un título ejecutivo y, por tanto, generaba el deber de
pago por parte del Gobierno Regional, siendo este el único momento en
que interviene el beneficiario, por lo que su solicitud sería un modo de
procurar los recursos necesarios para que la entidad pueda cumplir con
su deber de pagar, más no como lo explicitaron los jueces demandados,
que sería un interés indebido por parte del mismo.
7.23. Asimismo, es de tenerse en cuenta que no existe prueba, testifical,
documental o de otra índole que acredite que el beneficiario Vladimir
Roy Cerrón Rojas, tuvo un interés indebido en el pago al consorcio
Altiplano, de ahí que la responsabilidad establecida sin pruebas implica
condenar sin cumplir con el requisito de descartar las hipótesis de la
inocencia. Por tanto, se observa que los juzgadores para justificar su
15
decisión lo han efectuado sobre suposiciones o supuestos que no fueron
corroborados.
7.24. En ese contexto, no se evidencia una justificación de las premisas
fácticas postuladas por el Ministerio Público en contra del beneficiario
Vladimir Roy Cerrón Rojas ya que se postuló que el beneficiario de la
presente demanda era autor del delito de negociación incompatible o
aprovechamiento indebido del cargo.
7.25. Es evidente que las decisiones que son objeto de revisión a través del
presente proceso constitucional han pretendido establecer que el delito
de negociación incompatible o aprovechamiento del cargo se cometió
por el beneficiario y los demás sentenciados ya que habrían actuado de
manera dolosa, al haberse interesado indebidamente y en forma directa
en provecho del contratista al haber realizado actos para que sea
acreedor del pago de mayores gastos.
7.26. En este caso, se denota que ha existido una grave vulneración de la
garantía a la debida motivación, generando que los jueces demandados
justifiquen la sanción del beneficiario, estableciendo que tenía un interés
indebido al firmar la Carta N° 117, sin haberse dis cutido al interior del
juzgamiento si existían suficientes medios probatorios, aconteciendo en
este caso una ausencia de prueba de cargo. Denotando así que las
sentencias fueron realizadas para dar conclusión al juzgamiento seguido
en contra del demandante, sin una motivación racional sobre la base de
las leyes de la lógica, de la ciencia o de las máximas de la experiencia,
situación por la cual merece declararse fundada la demanda.
7.27. Especial atención merece el voto singular y discordante del Juez
Superior Carlos Abraham Carvo Castro, quien de manera categórica,
trayendo a colación la Casación N° 841-2015 Ayacuch o, ha precisado
respecto al caso del beneficiario Vladimir Roy Cerrón Rojas (ver folio
1578), que:
“(..) para la configuración del delito de Negociación Incompatible, como
será desarrollado más adelante, es necesaria la concurrencia de los
siguientes elementos típicos: a) El interés indebido sobre un contrato u
operación que debe estar a cargo del funcionario público (conducta
objetiva) b) Debe existir un interés de obtener un provecho propio o para
tercero (elemento subjetivo). La prueba de estos elementos típicos no
se puede desprender de los defectos administrativos en sí misma.
Deben existir elementos probatorios, fuera del procedimiento
administrativo, que permitan comprobar el quebrantamiento de un
deber administrativo. Si estos elementos son acreditados, entonces
los defectos administrativos pueden adquirir un significado penal,
mientras tanto carecerán del mismo”
7.28. Añade el mismo magistrado (ver folios 1580 y 1582, respectivamente)
que:
“En el presente caso es posible sostener que al momento de refrendar la
Carta N°117-2011-GRJ-PR de fecha 15 de diciembre de 2011, fue en
merito a un acto funcional basado en el principio de confianza. Es
evidente que un médico de profesión, por decisión personal opto por ser
político, por tanto no tiene las capacidades técnicas que el Ministerio
Publico en su dictamen acusatorio pretende imputar; ya que el solo
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hecho de tener la titularidad del pliego, no le impone vinculación con
un hecho delictivo(…).”
“No es posible derivar la existencia de los mismos, o presumirla, más
aun si se va concluir en emitir una sentencia condenatoria; por tanto al
tratarse de elementos que configuran la conducta incriminada, constituye
un deber del Juez determinar si existen o no las pruebas suficientes que
acrediten los elementos antes mencionados para concluir que estamos
frente a un hecho típico susceptible de ser sancionado; lo que en el
presente caso no ocurre por cuanto la falta de concurrencia de
elementos del delito hacen que el accionar del procesado se convierta
en atípico y no susceptible de ser sancionado. “
7.29. Cuyo razonamiento corrobora el desarrollo de un análisis que los
magistrados demandados no han tenido en cuenta, más si el Quinto
Juzgado Penal Unipersonal en corrupción de funcionarios de la Corte
Superior de Justicia de Junín, acudió a la prueba indiciaria para
sustentar su condena contra el beneficiario, de ahí que el razonamiento
probatorio indirecto, en su dimensión probatoria, exige que la conclusión
sea adecuada, esto es, que entre los indicios y la conclusión exista una
regla de la lógica, máxima de la experiencia o conocimiento científico, y
que el razonamiento esté debidamente explicitado y reseñado en la
sentencia.
7.30. Sobre el particular, en el caso que nos ocupa se aprecia que los jueces
emplazados sustentaron la sentencia condenatoria sobre la base de la
prueba indirecta (prueba por indicios), sin embargo, resulta evidente que
no han explicitado o exteriorizado dicho razonamiento lógico, esto es, no
han explicitado la regla de la lógica, que máxima de la experiencia o que
conocimiento científico les ha motivado dicha conclusión.
7.31. Denotándose una vez más que los demandados no han motivado
debidamente el procedimiento de la prueba indiciaria, puesto que los
emplazados solo hacen referencia a la Carta N.º 117-2011-GR, para
atribuir responsabilidad penal en contra del beneficiario, pues de la
revisión de la sentencia N.º 041-2019, en su motivación no fija cuáles
serían los hechos a probarse al beneficiario, no existiendo un adecuado
escrutinio de los hechos indiciarios múltiples al presente caso, en su
motivación no se fundamenta cuáles son los indicios concomitantes al
hecho fondo de la cual se iba a tratar, en consecuencia, al no haber
obrado de ese modo, la sentencia (primera instancia) resulta arbitraria y,
por tanto, inconstitucional, al no explicitar el procedimiento del
razonamiento lógico que lo permitió llegar a la conclusión, pues es
incorrecto que se señale solo el hecho de la consecuencia y falte le
hecho base y más aun que falte el enlace o razonamiento deductivo.
7.32. Estando a lo señalado, este juzgado considera que la sentencia de
primera instancia y la sentencia de vista, no se encuentra dentro del
ámbito de la sentencia penal estándar, sino que forma parte de aquellas
que se caracterizan por el habito de la declamación demostrativa de dar
ciertos hechos como probados; luego de lo cual, tales hechos son
declarados de manera sacramental y sin ninguna pretensión explicativa
como constitutivos de un ilícito penal como si de una derivación
mecánica se trataría, de ahí que dichas sentencias carecen de una
debida motivación, puesto que presenta una deficiencia en la motivación
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interna en su manifestación de falta de corrección lógica, así como una
falta de coherencia narrativa, adicionalmente presenta deficiencia en la
justificación externa.
7.33. A modo de corolario, es de precisar que si bien los jueces de la justicia
ordinaria tienen la potestad de aplicar la ley de acuerdo a las
interpretaciones que sobre la misma ellos efectúen, ámbito en el cual no
cabe el control de la jurisdicción constitucional, salvo que dichas
interpretaciones no se encuentren razonablemente sustentadas(3).
7.34. De lo desarrollado en esta sentencia, al haberse concluido que las
resoluciones judiciales (sentencia de instancia y segundo grado) han
vulnerado el principio a la debida motivación de resoluciones judiciales
(motivación tanto aparente, tienen deficiencias de motivación externa y
no ha sido cualificada) en conexidad con la libertad individual,
corresponde estimarse la demanda y declarar nulas las Resoluciones
N.° 15 de fecha 05 de agosto del 2019 y la resoluci ón N° 47 de fecha 18
de octubre del 2019 cuestionadas por inconstitucional, reponiendo las
cosas al estado anterior, y renovando los actos procesales deberá
llevarse a cabo un nuevo proceso en el que se respeten las garantías
que han sido vulneradas por los jueces demandados.
III. DECISIÓN
Por éstas consideraciones y estando a lo dispuesto en el artículo 200 inciso 1)
de la Constitución Política del Estado, y artículo 17 del Código Procesal
Constitucional, con el criterio de conciencia que la ley faculta, administrando
justicia a nombre de la Nación; FALLO:
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“(…) en concreto, en aquellos casos en los que, al aplicar un tipo penal o imponer una sanción, el Juez penal se
aparte del tenor literal del precepto o cuando la aplicación de un determinado precepto obedezca a pautas
interpretativas manifiestamente extravagantes o irrazonables, incompatibles con el ordenamiento constitucional y su
sistema material de valores. (…)” (Cfr. STC Expediente N.°00469-2011-PHC/TC, f.j. cuatro) . Posición uniforme
asumida, entre otros: STC ExpedienteN.°2364-2004-HC /TC, f.j. siete; STC ExpedienteN.° 2758-2004-HC, f. j. ocho;
STC ExpedienteN.° 02289-2005-HC/TC, f.j. ocho; STC ExpedienteN.° 08646-2005-HC/CT, f.j. ocho; STC
ExpedienteN.° 8886-2006-HC/TC, f.j. ocho; STC Exped ienteN.° 1568-2007-PHC/TC, f.j. cinco; STC
ExpedienteN.°02348-2010-PHC/TC, f.j. siete; RTC Exp edienteN.° 00598-2008-PHC/TC, f.j. tres; RTC
ExpedienteN.°01924-2011-PHC/TC, f.j. tres; entre ot ros.
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ii) La sentencia de vista N° 091-2019-SPAT del 18 d e octubre del 2019,
que confirma la sentencia 041-2019 en cuanto a la responsabilidad
penal del sentenciado Vladimir Roy Cerrón Rojas.
4. ORDENO, que el Juez del Quinto Juzgado Penal Unipersonal Especializada
en Corrupción de Funcionarios, a cargo del proceso penal signado con el
Expediente N.° 01122-2018-27-1501-JR-PE-05, con arr eglo a la
normatividad procesal, emita nuevo pronunciamiento en el plazo de ley;
debiendo además cursar los oficios pertinentes a las instancias
competentes por cualquier medio autorizado por ley, para cumplir con
reponer las cosas al estado anterior a la vulneración del derecho
fundamental conculcado del beneficiario VLADIMIR ROY CERRON
ROJAS; para el efecto cúrsese OFICIO, bajo cargo y responsabilidad,
escoltándose copias certificadas de esta sentencia, para su EJECUCIÓN
INMEDIATA, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 22°, parte final
del Código Procesal Constitucional.
5. CONSENTIDA y/o EJECUTORIADA sea la misma, en aplicación de la
cuarta disposición final del Código Procesal Constitucional que regula la
publicación de las sentencias finales y las resoluciones aclaratorias,
REMÍTASE al Diario Oficial “El peruano” para su publicación conforme a
ley; y, NOTIFÍQUESE y ARCHÍVESE.
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