Morsa
Morsa
Morsa
Reproducción
La morsa macho alcanza su pleno desarrollo sexual a los 15 años, y las hembras
entre los 6 y 9 años. Ellos copulan bajo el agua, etapa durante la cual se ponen
agresivos y se pelean por la pareja.
La gestación tarda unos 15 meses hasta que paren una cría, la cual pesa entre 40
y 50 kilos. Nace en tierra o sobre hielo y recibe leche materna por dos años. Luego
se tiende a alejar de su progenitora hasta los cinco años.
Las morsas se juntan para reproducirse entre diciembre y marzo. Las crías suelen
nacer entre mayo y julio del año siguiente.
Relación con el hombre
Para los inuit, la morsa ha tenido desde antiguo un importante significado religioso.
Además, ha tenido un papel decisivo en todos los ámbitos de la vida de este
pueblo, ya que de ella obtenían carne y aceite, y sus colmillos, tanto como el resto
de sus huesos, les proporcionaron un inapreciable material de construcción en un
clima en el que los árboles son muy escasos; los estómagos de morsa con
moluscos Cardium son todavía hoy considerados una exquisitez. La caza de la
morsa llevada a cabo por los inuit, sin embargo, era de mera subsistencia y no
supuso ningún peligro para la especie. Todavía hoy se permite a las inuit cuotas
regulares de caza de subsistencia en Canadá, Rusia y Groenlandia.
Cuando los europeos llegaron al sur de los mares árticos en el siglo XVI, la morsa
se vio por primera vez en trance de desaparecer como especie pues empezó a ser
objeto de caza intensiva, sobre todo a causa del marfil de sus defensas, cuya
calidad solo es inferior a la del que se obtiene de los elefantes. Las morsas
habitaban por la costa este de Norteamérica, hasta Cabo Cod, y en el golfo de
San Lorenzo. En esta zona, en los siglos XVI y XVII se mataron anualmente varios
miles de morsas. En el siglo XIX ya no quedaba ni un solo ejemplar al sur de
Labrador. En busca de colonias de morsas todavía no descubiertas, los cazadores
fueron entonces internándose en regiones más y más remotas. Puede dar una
idea de las proporciones de las matanzas el hecho de que sólo entre 1925 y 1931
fueran cazadas en la isla de Baffin, en el Ártico canadiense, alrededor de 175 000
morsas. La morsa del Atlántico estuvo por este motivo al borde de la extinción, y,
por causas que se desconocen, sus poblaciones siguen sin recuperarse: sólo
subsisten hoy 15 000 morsas del Atlántico, una fracción mínima de la población
original.
La morsa del Pacífico fue sometida a masacres parecidas, aunque su caza se
inició en fecha posterior. Sin embargo, sus poblaciones se han recuperado
significativamente gracias a las medidas proteccionistas introducidas por Estados
Unidos y Rusia, y hoy cuenta de nuevo con unos 200 000 ejemplares. Por ese
motivo, la especie en su conjunto no se encuentra en peligro de extinción.
También la contaminación afecta a las morsas, que son especialmente sensibles a
los vertidos de petróleo, ya que los hidrocarburos se depositan en los fondos
marinos, lugar en que las morsas encuentran su alimento, reduciendo así el
número de sus presas.
Subespecies
Se reconocen dos2 subespecies de morsa:3
Odobenus rosmarus rosmarus
Odobenus rosmarus divergens
La morsa atlántica (Odobenus rosmarus rosmarus) habita en una región que va
desde el Ártico canadiense hasta el mar de Kara. Se cree que existen actualmente
unos 22 500 ejemplares (6000 en Rusia y Noruega, 12 000 en Canadá y 4500 en
Groenlandia).
La morsa del Pacífico (Odobenus rosmarus divergens) se encuentra al norte del
océano Pacífico, desde el mar oriental de Siberia hasta el mar de Beaufort, así
como en el mar de Láptev. Existen como mínimo 200 000 ejemplares de morsa del
Pacífico, en las costas de Rusia y Estados Unidos.4
La morsa del Pacífico es algo mayor: el macho puede llegar a pesar hasta 1800 kg
y tiene los colmillos más largos y el cráneo más ancho. El ejemplar de mayor
tamaño que se conoce llegó a pesar 2265 kg y a medir 4,91 m de longitud. Se
conserva en el Museo de Horniman de Londres.