De Poe A Lacan Fidacaro
De Poe A Lacan Fidacaro
De Poe A Lacan Fidacaro
De Poe a Lacan
Pablo Fidacaro
1
Apoyamos esta posición en el decir de J. Lacan: “Esta posición de la autonomía de lo simbólico es la
única que permite liberar de sus equívocos a la teoría y a la práctica de la asociación libre en
psicoanálisis. Pues es muy otra cosa referir sus resortes a la determinación simbólica y a sus leyes que a
los presupuestos escolásticos de una inercia imaginaria que la sostienen en el asociacionismo, filosófico
o pseudo-tal, antes de pretender ser experimental”. (Lacan, 2008, p. 61)
En este sentido, y para establecer una mínima precisión respecto a la letra, el
matema y lo literal en psicoanálisis, concibamos que el objeto de la matemática “no es
la demostración en sí misma, sino el rigor, es decir, la caída a punto de la escritura
sobre la intuición, escritura entendida en un sentido no necesariamente formal.”
(Guitart, R. 2000, p.16). Para el matemático recién citado, “…la matemática admite en
acto el no dominio, debido a la decisión concreta de sustituir lo imposible de decir por
la intervención del juego de las letras. A ese juego confía el devenir del pensar. Por
ello, y en todas las circunstancias, ese pensamiento matemático se inclina de modo
privilegiado hacia un pensamiento activo de la literalidad.” (Guitart, R. 2000, p. 18)
El cuento de “La carta robada” despliega un problema que nos concierne como
practicantes de psicoanálisis, y allí su pertinencia de estudio. J. Lacan advierte al lector
tentado en tramitar el mismo en los términos de “…una fabula cuya moraleja sería que
para mantener al abrigo de las miradas una de esas correspondencias cuyo secreto es a
veces necesario para la paz conyugal, baste con andar dejando las redacciones por las
mesas…” (Lacan, 2008, p. 28). Este planteo que ilustra mínimamente el tema del
cuento, no puede ser más que el principio de un problema desplazable a la clínica
psicoanalítica: lo oculto y lo visible, lo extraño y lo evidente, la opacidad y la
transparencia. Sobre el método con que se aborda este aspecto versa el cuento, y el
seminario posterior de J. Lacan.
2En la lectura de J. Lacan, el cuento se resume en dos escenas, la escena primitiva y su repetición. En
cada escena participan cuatro personajes, siendo la carta uno de ellos.
de la orientación en la cadena simbólica, donde se encuentra un recurso que le otorga
una razón al drama del cuento, el cual funciona según J. Lacan en una estructura o
automatismo de repetición propuesto en dos escenas: la primitiva y su repetición.
La primer etapa de este “trabajo de letra” se relaciona con el juego “cara o ceca”,
en una secuencia establecida bajo el aparente criterio del azar, y en donde se distribuyen
los términos de (+) (-) en función de la caída de la moneda. Se trata de una alternancia
libre o caprichosa, en la que no es posible establecer un orden de símbolos en función
de un trabajo logicizable.
… + - - + + - - - + - - - + + - - + - - - - …
Tabla 1: Serie al azar
12322213322
+++ +-+
--- -+-
+-- ++-
-++ -++
… + - - + + - - - + - - - + + - - + - - - - …
2 3 2 2 2 2 2 1 2 3 2 1 2 2 2 2 2 3 2 1 1
Tabla 3: Cadena 123
3 Al respecto J. Lacan se interroga: “¿Se puede pensar que la eficacia simbólica es obra del hombre?
Todo nuestro discurso lo pone en duda. Y además, esta pregunta sólo podría resolverse si tuviésemos
idea de cómo nació el lenguaje, cosa que debemos renunciar a saber por mucho tiempo.
Frente a esta eficacia simbólica hoy se trata de poner en evidencia una cierta inercia simbólica,
característica del sujeto, del sujeto inconsciente”. (Lacan, 2003, p. 296)
Esta composición da lugar a una serie de orden trasparente en su
funcionamiento, en donde se verifica el nexo esencial de la memoria de la ley (2). La
sucesión establecida puede leerse en el siguiente grafo o red desarrollado por J. Lacan,
en donde se inscribe un imposible: el pasaje del (1) al (3) en forma directa. En la inercia
del funcionamiento de la serie, que comenzó con el azaroso juego de cara y ceca, se
establece a razón de la incidencia de una convención de agrupamiento, una primera
legalidad con la cual escribir lo real o imposible en psicoanálisis.
Tenemos así planteada una escritura con un primer orden de legalidad (ya que en
la anterior cadena luego de un + podría venir cualquier signo) en el que se inscribe un
imposible. Las posibilidades e imposibilidades que devienen a partir de un trabajo de la
letra, (y que responde a una operación de transliteración de un sistema de notación dual
a otro triádico), logra establecer una articulación entre la memoria y la ley que no está a
la altura del inconsciente, puesto que su naturaleza es absolutamente transparente.
J. Lacan propone dar a esta operatoria una escritura de grafo (red), lectura para el
cual recomendamos seguir las flechas, observando como en los movimientos de pasaje
el único imposible es de los términos (1) a (3) – (3) a (1).
Paso 1
Recordemos que anteriormente se había ejercitado una transliteración de los signos (+)
(-) en números 1-2-3 según la siguiente modalidad de agrupación:
+++ +-+
--- -+-
+-- ++-
-++ -++
… + - - + + - - - + - - - + + - - + - - - - …
2 3 2 2 2 2 2 1 2 3 2 1 2 2 2 2 2 3 2 1 1
D S D D D D D S D S D S D D D D D S D S S
Tabla 6: Cadena S D
Paso 3
Opera la transliteración que va de los tríos 1-2-3 a los cuatro binarios compuesto
por las letras α β γ δ. En la tabla siguiente, y siguiendo los colores con que se ilustra el
pasaje, pueden hallarse las letras del cuaternario en una nueva cadena:
… + - - + + - - - + - - - + + - - + - - - - - -
2 3 2 2 2 2 2 1 2 3 2 1 2 2 2 2 2 3 2 1 1 1 1
D S D D D D D S D S D S D D D D D S D S S S S
β Α γ Β γ γ γ δ γ α Γ α γ β Γ γ γ δ γ α δ α α
Tabla 8: Cadena α β γ δ
α,δ α,β
AΔ: α,β,γ,δ
γ,β γ,δ
… + - - + + - - - + - - - + + - - + - - - - - -
2 3 2 2 2 2 2 1 2 3 2 1 2 2 2 2 2 3 2 1 1 1 1
D S D D D D D S D S D S D D D D D S D S S S S
β Α γ Β γ γ γ δ γ Α γ α Γ Β γ γ γ δ γ α δ α α
1º 2º 3º 1º 2º 3º
α,δ α,β
AΔ: α,β,γ,δ α,β,γ,δ
γ,β γ,δ
α,δ α,β
AΔ: α,β,γ,δ α,β,γ,δ
γ,β γ,δ
Poe, E.A. (2015) La carta robada. En: Cuentos Policiales. Bs.As.: Lea Ediciones