La Moral
La Moral
La Moral
La moral en el esclavismo
La sociedad esclavista fue típica de la Edad Antigua, aunque no desapareció en las legislaciones
de occidente, sino luego de la prédica de libertad de los revolucionarios franceses.
La esclavitud era la condición de cosa a que se rebajaba a las personas, ya sea como
consecuencia de su nacimiento (porque su madre era esclava); porque había cometido el
hombre libre ciertos delitos graves; por no haber podido abonar sus deudas; y sobre todo, como
consecuencia de las guerras, pues los capturados en virtud de ellas, como había derecho a
matarlos, y se les perdonaba la vida, quedaban reducidos a una existencia como hombres pero
no como personas, pues podían ser maltratados, sometidos a trabajos forzados, vendidos, y
hasta asesinados sin motivo, al menos en las primeras épocas de su vigencia, y en algunos
pueblos más que en otros.
Entre las sociedades esclavistas del mundo antiguo podemos citar a Egipto, los pueblos de
la Mesopotamia Asiática, Grecia, y sobre todo Roma, que por sus extensas conquistas sometió a
casi todo lo que hoy conocemos como Europa y el norte africano. Sabios de la talla de Platón o
de Aristóteles, que nos sorprenden por su grandeza moral, aceptaron sin embargo la existencia
de esclavos.
Entre las sociedades esclavistas del mundo antiguo podemos citar a Egipto, los pueblos de la
Mesopotamia Asiática, Grecia, y sobre todo Roma, que por sus extensas conquistas sometió a
casi todo lo que hoy conocemos como Europa y el norte africano. Sabios de la talla de Platón o
de Aristóteles, que nos sorprenden por su grandeza moral, aceptaron sin embargo la existencia
de esclavos
La moral en feudalismo
CARACTERISTICAS POLITICAS
El sistema feudal, desde el punto de vista político, inicia su decadencia al comenzar las
Cruzadas.
Los siervos cultivaban lo suficiente para mantenerse a sí mismos y para pagar los
diezmos a la Iglesia y la renta al señor.
Las ciudades surgen cuando se desarrollan los Burgos en las orillas de los feudos
representando centros comerciales y artesanales los cuales están organizados
jerárquicamente en maestros oficiales y aprendices.
CARACTERISTICAS ECONOMICAS
Durante el periodo feudal la economía era autárquica, es decir, se producía sólo lo
necesario para el consumo del feudo.
La base de la riqueza la constituía la propiedad de la tierra ya que era más rico quien
tuviera mayor extensión de tierras y la base de la producción era la agricultura.
Como consecuencia de la inexistencia del comercio no existía circulación monetaria
entre feudo y feudo.
Los instrumentos de uso agrícola, como el arado o la azada, generalmente de madera,
son sustituidos por otros de hierro.
Se extienden modernas técnicas agrícolas que, existiendo anteriormente, habían
quedado reducidas a pocos espacios territoriales. Entre ellos cabe destacar el aumento en el
uso de los molinos de agua como fuerza motriz y de las acequias para riego, extendiendo los
cultivos y liberando mano de obra. Además, mejoran los métodos de enganche de los
animales, especialmente el caballo y el buey, cuya cría aumenta de manera notable y
permitirá disponer de animales de tiro en abundancia.
Los cultivos se organizaban en torno a las poblaciones en tres anillos. El primero y más
cercano a la población se dedicaba a las frutas y hortalizas. El segundo era para los cereales,
principal sustento de la época. El tercer núcleo eran tierras de pasto y monte explotadas de
forma comunal.
Se incrementa el número de tierras roturadas y comienza el periodo de eliminación de
los bosques europeos, drenaje de las tierras empantanadas, la extensión de los terrenos
arados lejos de las aldeas y la construcción dispersa de casas campesinas.
CARACTERISTICAS SOCIALES
Los mercados urbanos se abastecían con las porciones de los diezmos y la renta.
Durante el período feudal existía una marcada diferenciación social
La sociedad estaba estratificada de manera piramidal.
A partir del siglo XI la Iglesia comenzó a incentivar en la nobleza, además de la
educación militar, una educación dirigida al fomento y respeto de ideales superiores: justicia,
prudencia, generosidad, etc.; esto determina que surja la caballería como institución feudal,
que tenía como código de honor el valor, la lealtad y la dignidad.
Sólo reciben educación los miembros del clero, los cuales tienen acceso tanto a lo religioso
como a los demás conocimientos culturales. Los miembros de la nobleza reciben
exclusivamente educación militar con el fin de participar en torneos y en actividades guerreras.
Por lo general la población es analfabeta.
La moral en el capitalismo
CARACTERISTICAS POLITICAS
La doctrina política de este sistema económico y político ha sido el liberalismo económico y
clásico de John Locke, Juan de Mariana, Adam Smith y Benjamín Franklin.
Hay muchos matices pero en general el Capitalismo aboga por un gobierno no muy fuerte, que
deje actuar a las fuerzas económicas y sin mucho control del estado
CARACTERISTICAS ECONOMICAS
Los medios de producción (tierra y capital) son de propiedad privada.
La actividad económica aparece organizada y coordinada por la interacción entre compradores
y vendedores (o productores) que se lleva a cabo en los mercados.
El capitalismo cree en la inversión privada, el autocontrol del mercado y no es intervencionista.
La estructura económica en la cual los medios de producción operan principalmente en función
del beneficio y en la que los intereses directivos se racionalizan empresarialmente en función
de la inversión de capital y hacia la consecuente competencia por los mercados de consumo
y trabajo asalariado.
El orden económico en el cual predomina el capital sobre el trabajo como elemento de
producción y creación de riqueza, sea que dicho fenómeno se considere como causa o como
consecuencia del control sobre los medios de producción por parte de quienes poseen el primer
factor.
CARACTERISTICAS SOCIALES
Tanto los propietarios de la tierra y el capital como los trabajadores, son libres y buscan
maximizar su bienestar, por lo que intentan sacar el mayor provecho posible de sus recursos y
del trabajo que utilizan para la producción.
Este es un movimiento que surge a la par del modernismo por lo tanto prosperan los
monopolios paralelamente al crecimiento del sector público.
La clase social conformada por los creadores y/o propietarios que proveen de capital a la
organización económica a cambio de un interés se la describe como "capitalista", a diferencia
de las funciones empresariales cuyo éxito se traduce en forma de ganancia y de las gerenciales
ejecutadas a cambio de un salario.
La moral comunista
l comunismo es un modo de producción en el que las relaciones de explotación no existen, las
normas morales que rigen esta sociedad son totalmente diferentes a la moral burguesa. Para
derrotar el capitalismo e instaurar el comunismo es imprescindible la existencia del partido
comunista que guíe a las masas hasta lograr su emancipación definitiva.
El partido comunista se guía por valores superiores, normas morales que están en permanente
contradicción con el pensamiento y la práctica capitalista. En el Ecuador, el PCMLE tiene
como objetivo instaurar el socialismo y el comunismo, para ello tiene normas que guían el
quehacer revolucionario, valores sustentados en el marxismo leninismo, determinados en la
teoría revolucionaria.
La lealtad al partido, la consecuencia con la revolución, la vida modesta; la honestidad y el
respeto entre camaradas, para la Organización y con las masas. El comportamiento sencillo que
no es lo mismo que la simpleza. La democracia, la libertad, la soberanía. La firmeza en la lucha,
la consecuencia en la defensa de sus principios en todo momento y en cualquier circunstancia.
Concomitante con estos principios el militante comunista tiene como norma de vida
la solidaridad, entendida, esta, en los múltiples aspectos de la actividad y compartida con los
camaradas, con el pueblo, con la familia. Solidaridad comprendida como una identidad con las
clases trabajadoras, opuesta a la caridad y a la bondad religiosa que practica la moral burguesa.
La honestidad con el partido significa ser transparente, no ocultarle nada, actuar con
sinceridad en las diferentes facetas o aristas de la vida partidaria. Dedicar nuestras mejores
capacidades y recursos a la causa. Llevar una vida modesta, entregar todo el tiempo posible a
la conquista de los objetivos revolucionarios, poner nuestra capacidad intelectual a esta gran
tarea. Poner en segundo plano los intereses personales.
El militante del partido —hombre y mujer— tiene que esforzarse, cada vez más, por entender
que la mujer es un sujeto importante, valioso para la revolución y no un objeto para la
explotación.
El comunista respeta a las masas, utiliza los recursos idóneos para que se incorporen a la lucha
por la emancipación.
En toda actividad individual y colectiva tenemos que poner en primer plano estos valores para
convertirnos en verdaderos referentes de lo que somos y queremos, de lo que es un
revolucionario y la razón por la que luchamos.
La libertad entendida desde el punto de vista de clase, libertad para los de abajo, libertad para
el disfrute de nuestro trabajo, libertad para conducir los destinos de nuestro país.
La democracia como expresión de la voluntad mayoritaria, debe surgir del interés colectivo del
organismo del partido, que esté al servicio de los intereses de la revolución, de los pueblos, de
la nación.
El patriotismo que promueve la defensa de los valores y de los símbolos cívicos que expresan la
historia libertaria de los pueblos, que identifican la composición social y la lucha de las masas,
su ideología e idiosincrasia.
LA MORAL COMUNISTA EN DIRECTA RELACIÓN CON LA CONCIENCIA
Toda ideología tiene su moral, consecuentemente toda moral, tiene sus valores; la moral no
está separada de la concepción de la vida, al contrario determina la conducta de los individuos,
le da sustento y argumentos para el comportamiento de las clases. Es idealismo pensar que la
moral está por sobre las clases.
Toda actividad de los seres humanos se mueve por intereses, son estos los que marcan el
rumbo de la vida y de la historia; los comunistas tenemos intereses propios, revolucionarios,
emancipadores, nuestra práctica está orientada a terminar con la burguesía, a liquidar la
dependencia, alcanzar la liberación de los pueblos, a lograr una sociedad sin clases, este es el
camino que los comunistas ecuatorianos estamos forjando, estos son los objetivos que marcan
nuestras vidas.
La conciencia es la asimilación de la ideología proletaria, cuando más afirmada está, más
conciencia tenemos, cuando adquirimos más conciencia entendemos y practicamos mejor los
valores morales. Estos valores necesitan ser transmitidos a los miles de seres que se involucran
en la lucha revolucionaria, se constituye en la fuerza moral que atrae las conciencias, las
mentes y los corazones de millones de trabajadores para que ejerzan su rol de en la forja del
camino revolucionario.
Transmitir la ideología proletaria, implica primero, asimilarla, tener convencimiento pleno de
la importancia de la moral comunista, con esa seguridad hacerla carne de nuestra vida,
practicarla con alegría y entusiasmo; en segundo lugar este convencimiento es el motor que
conduce a los comunistas a formar nuevos militantes del partido, nuevos revolucionarios
dispuestos a asumir la tarea revolucionaria y condicionar su vida a la moral que norma la vida
revolucionaria.
Ética
La palabra ética viene del griego ethos que significa 'forma de ser' o 'carácter'.
La ética estudia los principios que deben regir la conducta humana al tratar de
explicar las reglas morales de manera racional, fundamentada, científica y teórica.
Se puede decir que la ética es, en este sentido, una teorización de la moral, que
incluso ayuda a definir criterios propios sobre lo que ocurre a nuestro alrededor.
Por ejemplo,
El respeto al otro es un principio fundamental de la ética. En tanto máxima de la
ética, el respeto no está subordinado a ningún contexto cultural sino que se debe
practicar ante todo tipo de persona sin discriminación de origen, raza, sexo,
orientación o religión. La ética, por lo tanto, no discrimina de acuerdo al universo
de usos y costumbres.
Moral
La palabra moral deriva de la palabra latina morālis, que significa 'relativo a las
costumbres'. La moral, por lo tanto, se centra en la práctica, en las expresiones
concretas del comportamiento que derivan del sistema de valores y principios.
Estas normas guían a cada individuo, orientando sus acciones y sus juicios sobre
lo que es correcto o incorrecto, es decir, bueno o malo dentro de una escala de
valores compartida por el grupo social.
Por ejemplo,
De acuerdo con las costumbres vigentes hasta el siglo XIX, la moral dictaba que
toda mujer estaba subordinada a la voluntad del hombre de la casa, y rebelarse
hacía de ella una "inmoral". Esta norma ha ido cambiando progresivamente entre
los siglos XX y XXI en las sociedades occidentales. Así, los usos y costumbres
morales de la actualidad admiten la independencia de la mujer y se considera
inmoral su impedimento.
Ética
La palabra ética viene del griego ethos que significa 'forma de ser' o 'carácter'.
La ética estudia los principios que deben regir la conducta humana al tratar de
explicar las reglas morales de manera racional, fundamentada, científica y teórica.
Se puede decir que la ética es, en este sentido, una teorización de la moral, que
incluso ayuda a definir criterios propios sobre lo que ocurre a nuestro alrededor.
Aunque normalmente la ética respalda o justifica las prácticas morales, otras
veces parece entrar en contradicción con estas.
Por ejemplo,
El respeto al otro es un principio fundamental de la ética. En tanto máxima de la
ética, el respeto no está subordinado a ningún contexto cultural sino que se debe
practicar ante todo tipo de persona sin discriminación de origen, raza, sexo,
orientación o religión. La ética, por lo tanto, no discrimina de acuerdo al universo
de usos y costumbres.
Vea también:
Ética
Valores éticos
Tipos de ética
Moral
La palabra moral deriva de la palabra latina morālis, que significa 'relativo a las
costumbres'. La moral, por lo tanto, se centra en la práctica, en las expresiones
concretas del comportamiento que derivan del sistema de valores y principios.
Estas normas guían a cada individuo, orientando sus acciones y sus juicios sobre
lo que es correcto o incorrecto, es decir, bueno o malo dentro de una escala de
valores compartida por el grupo social.
Por ejemplo,
De acuerdo con las costumbres vigentes hasta el siglo XIX, la moral dictaba que
toda mujer estaba subordinada a la voluntad del hombre de la casa, y rebelarse
hacía de ella una "inmoral". Esta norma ha ido cambiando progresivamente entre
los siglos XX y XXI en las sociedades occidentales. Así, los usos y costumbres
morales de la actualidad admiten la independencia de la mujer y se considera
inmoral su impedimento.
Vea también:
Moral
Valores morales
Ejemplos de normas morales
De lo divino a lo humano
La historia de la humanidad siguió avanzando y el origen
divino de la moral entró en crisis, a la vez que las
grandes religiones perdían poder e influencia (al menos en
Occidente). Llegó el racionalismo, la revolución
científica y la Ilustración, y con ellas una guerra declarada
a los mitos, y a las formas de entender la religión,
tradicionales.
El original pensador holandés Baruch Spinoza, entendía que la
moral debería estar fundamentada en el estricto orden de
la razón, de modo que si razonábamos con precisión,
estaríamos obrando en concordancia con la naturaleza (que
para él era lo mismo que Dios) y, por lo tanto, estaríamos
actuando bien.
Su exigencia de rigor llegó a tal extremo que su obra más
famosa se titula Ethica more geométrico demostrata (Ética
demostrada según la geometría). Spinoza quería demostrar
principios morales exactamente de la misma forma que se
demuestran teoremas matemáticos ¡De la misma forma que
sabemos que 2+2=4, podríamos saber que tal o cual acción
están bien o mal!
En la Escocia ilustrada, David Hume veía la moral de un modo
totalmente opuesto a Spinoza. Para Hume el origen de la
moral no estaba en la razón sino en nuestros
sentimientos. Cuando decimos que un acto es bueno, lo
único que hacemos es mostrar nuestro sentimiento de agrado
hacia tal acto.
La historia de la humanidad siguió
avanzando y el origen divino de la moral
entró en crisis, a la vez que las grandes
religiones perdían poder e influencia
El sentimiento agradable acompaña la contemplación de una
buena acción y el desagradable la mala. ¿Y qué es lo que marca
qué nos agrada y nos desagrada? La psicología propia de
nuestra especie. Por ejemplo, es muy común en el ser humano
juzgar como malo el adulterio. Sin embargo, si fuéramos
bonobos, una especie de primates famosos por su
promiscuidad, no tendríamos problema alguno viendo a
nuestra pareja copular con muchísimos otros.
Pero, ¿esto no nos llevaría a una ética egoísta en la que cada
uno solo busca su disfrute propio? No, Hume nos hablará de la
simpatía, un sentimiento universal que hace que nos sintamos
bien ayudando al prójimo. De acuerdo, pero seguimos sin
estar satisfechos: ¿de dónde sale lo que la psicología de
nuestra especie considera como bueno? ¿De dónde surge la
naturaleza humana?
De lo humano a lo animal
No somos tan especiales como nos creíamos. No somos la
especie elegida por los dioses, ni siquiera nuestro planeta es el
centro del Universo. En 1871 Darwin publica El Origen del
hombre, donde habla por primera vez de que el origen del
comportamiento humano se encuentra en nuestros
antepasados primates.
Como podemos fácilmente imaginar una idea semejante causó
un revuelo tremendo en la mentalidad de la Inglaterra
victoriana ¿Cómo es posible que la facultad que más nos
acerca a Dios, nuestra capacidad de decidir obrar bien o mal,
esté ya presente, aunque sea de modo embrionario, en algo
tan despreciable como un mono?
Podríamos, quizá, aceptar que nuestros comportamientos más
innobles, nuestra conducta sexual o nuestra agresividad,
tuvieran un origen animal… ¿pero nuestro sentido moral? ¡Por
ahí sí que no! La condena por parte tanto de la sociedad en su
conjunto como de la comunidad académica fue casi unánime.
Ilustres científicos se opusieron con fiereza a la teoría de la
evolución: Louis Agassiz, Lord Kelvin, o Louis Pasteur, entre
tantísimos otros, renegaron de Darwin.
Beethoven y la simbiosis
La figura central es el primatólogo holandés Frans de Waal,
quien dice que tendemos a comprender la moral en los
animales siguiendo lo que denomina el error de Beethoven. Lo
explicamos: nos inclinamos a pensar que las grandes obras de
la humanidad nacen, se planifican y se generan en lugares y
circunstancias acordes con su grandeza.
Cuando pensamos en la Novena Sinfonía, se nos viene a la
cabeza un Beethoven escribiendo con su pluma frente a un
piano en algún salón de la corte de Viena. Por el contrario, nos
cuesta mucho pensar que, realmente, muchas de las
genialidades de Beethoven nacieran en el lúgubre ambiente de
los burdeles de esa misma ciudad ¿Cómo puede surgir una
sublime sinfonía entre alcohol y prostitutas?
Según de Waal, lo mismo nos sucede al pensar en la moral y
en los primates. Cuando imaginamos el mundo animal,
solemos hacerlo desde la visión simplona, y casi
caricaturizada, de los documentales de animales. La imagen
que más se recrea en nuestra mente cuando pensamos en la
evolución darwiniana es la de la gacela siendo perseguida por
el león. En la naturaleza reina la “ley de la jungla”, eso es, la
supervivencia de los más fuertes en una feroz lucha por la
supervivencia.
La naturaleza se nos presenta como inmoral, como un mundo
injusto y brutal en constante lucha todos contra todos (tal y
como lo entendió Thomas Hobbes). Entonces llega el ser
humano, hecho a imagen y semejanza de Dios, y crea la
civilización y la moral, trayendo justicia y prosperidad al
salvaje reino animal.
Nada más antropocéntrico y arrogante que eso. Si observamos
detenidamente la conducta de muchas especies animales
comprobamos que la cooperación y el sacrificio por la
comunidad son, más que una excepción, la norma. El
altruismo estaba ya bien documentado en chimpancés,
delfines o elefantes, pero es que ahora van apareciendo
estudios por todos lados que nos hablan de cooperación en
ratas, cobayas, murciélagos…. ¡Y hasta en lagartos!
Incluso tenemos algunos casos en los que animales de
diferentes especies se ayudan cuando eso, evidentemente, no
les reporta ningún tipo de beneficio evolutivo.
Si observamos detenidamente la
conducta de muchas especies animales
comprobamos que la cooperación y el
sacrificio por la comunidad son, más que
una excepción, la norma
Y es que no hace falta recurrir al comportamiento animal para
ver el aspecto fundamentalmente colaborativo del
mundo de la vida. La microbióloga Lynn Margulis no se
cansa de subrayar que en el reino de los microorganismos lo
que prima, con mucha diferencia, son las relaciones de
simbiosis. No hay más que mirarnos a nosotros mismos:
somos un agregado altamente organizado de unos 37 de
billones de células que trabajan juntas para mantenernos
vivos ¡37 billones de seres colaborando coordinados! ¡Ríanse
ustedes de cualquier organización comunista o colectivista!
La violencia y la agresión, el pez grande comiéndose al
pequeño, se dan fundamentalmente en el reino animal, es
decir, en el de los organismos más grandes, los cuales, a pesar
de su tamaño, solo constituyen una pequeña parte de la biota
y de la biomasa del planeta. En el reino de las células, la
cooperación es la norma.
Pero, un momento, ¿estamos hablando en serio? ¿Estamos
diciendo que una bacteria o una célula se comportan
moralmente? ¿No estamos yendo demasiado lejos en nuestra
analogía con los seres vivos? De acuerdo, hay que aclarar un
poco el asunto: definamos qué es un acto moral.
¿Cuándo surge la moral?
La moral surge cuando el hombre deja atrás su naturaleza puramente instintiva y
forma parte de una colectividad. La moral requiere forzosamente que el hombre
se halle en relación con los demás y una conciencia de esa relación, con el fin de
poder conducirse de acuerdo con las normas o prescripciones que lo rigen