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Licenciado en Letras por la Universidad de
Buenos Aires. Becario doctoral Ubacyt. Mail de
contacto: [email protected].
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Papeles en disputa: miradas críticas en presente
la “resolución del enigma sólo la ofrece la literaria y una perspectiva marcada por el
experiencia” (55). En todo caso, este libro contexto en el cual emergen los
nos brinda textos críticos que ofrecen volúmenes, porque cada uno lleva el sello
experiencias de análisis signadas por una de su momento de publicación en la
tenaz actividad de lectura/escritura que apertura a los debates recientes; es decir,
hurga y desanda todos estos siglos de en los cambios teóricos ocurridos durante
papeles. estos quince años desde la aparición
Este proyecto historiográfico (temporalmente entendida) del primer
encuentra su marco más abarcativo en una tomo, en las visiones que se incorporan al
idea que, según dice Noé Jitrik en el texto campo de la crítica sobre la literatura
que inicia el tomo, guía el proyecto que él argentina. Se trata, entonces, de una
dirige. Ella “concibe todo discurso historia cuya escritura se reconoce por y en
historiográfico como relato” (7). Asumir su presente de enunciación. Al mismo
este postulado implica desentenderse de tiempo, señala Jitrik que esta historia se
otro, más ilusoriamente diáfano, menos propuso trabajar lo “todavía no sabido o
tempestivamente arriesgado: aquel que se pensado” (10) brindando, de ese modo,
maneja por una idea de referencialidad. De una comprensión novedosa (no pensada)
este modo, en un texto que inicia el tomo sobre un fenómeno literario ya trabajado o
y que se llama, en un supuesto efecto abocarse a uno no estudiado aún (no
tautológico que requiere análisis, sabido). Pero, interesante gesto, esta
“Apertura”, se postula un principio rector historia que se presenta en tanto relato no
de esta empresa crítica. La aclaración se impone como clausura y brinda una
respecto del título requiere una mínima posibilidad de futuro, un imaginario de
reflexión debido a que si bien es el primer continuidad, en el desapego de su propia
tomo de esta colección es, al mismo canonización al “admitir, por cierto, que
tiempo, el anteúltimo en salir.2 Esa tal conclusión es provisoria y que acaso,
apertura es, por lo tanto, un juego, el modo después de llegar a la meta, como en todo
de mantener un carácter de intervención en relato, la historia recomience” (11). La
el continuo derrotero del discurso, la forma disputa de los papeles queda abierta como
de postular un grado cero del proyecto en posibilidad, como lectura por venir hacia
este desfasaje de la temporalidad efectiva otro presente.
de su publicación. La apertura no se rige Asimismo, cabe particularizar –
por la cronología editorial y propone, por señala Jitrik– una pregunta: ¿Qué es lo
lo tanto, una relectura de los tomos historiable en esta Historia crítica de la
previamente publicados ante su propia luz. literatura? La materia, responde, de esta
En el centro de esa relectura se encuentra, narración es la textualidad literaria. ¿Qué
como se mencionó, un postulado: hacer un cabe, podemos preguntarnos nosotros, en
relato. el imaginario de este relato, como objeto o
El plan de esta historia crítica tiene deseo en la selección del material
una marcada diferencia con otros similares trabajado? Se trata, como se adelantó al
y ella puede pensarse a partir de la inicio, de textos pero también de los
adjetivación que acompaña a la historia conflictos que han generado, de las
del título. Se inmiscuyen, allí, la teoría lecturas sobre los mismos y de los debates
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Queda un número por aparecer, que cerraría la
colección.
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Juan Ignacio Pisano
registro de la voz” (55), y gauchos, cuya puede brindar resoluciones a los enigmas,
voz fue usada por una poesía gauchesca según sostiene El Jaber–. Palpa y remueve,
que encuentra aquí una lectura sobre la en un gesto arqueológico, entre el legado
autoría en Hidalgo, que Pablo de figuras tan fuertes como Gutiérrez, o
Ansolabehere vincula a “la consistencia de colectivos tan potentes como el
los personajes (tan fuerte) que son ellos los federalismo rosista (en el artículo de
que parecen determinar la existencia de Ricardo Salvatore), para encontrar el
una obra” (299). Si hay relato, entonces, hueco que descentra la abundancia de esas
hay personajes/actores que lo sustentan. herencias contra las que debe medirse una
Eludiendo mitos de origen, este volumen crítica que mira en presente. No obstante,
se aboca a pensar figuras de autor, además, se adentra en una madeja de
contactos entre etnias, burocracias, textualidades que sobrevivieron, furtivas,
culturas políticas, historias, espacios, a la censura imperial y al corte
imágenes, saberes, sujetos criollos, revolucionario y que pudieron conformar
escrituras, teatros, viajes, prácticas un acerbo de lecturas. Así, Graciela
culturales: en efecto, la serie recién Batticuore lee prácticas y legislaciones que
enumerada proviene de extractos y intentaron limitar la circulación de libros,
paráfrasis de los títulos que enmarcan los y lo hicieron, pero que también produjeron
textos que componen el libro. Discurren, el efecto contrario y promovieron, en torno
por allí, los autores infaltables y otros que a bibliotecas ilícitas, lectores coloniales.
se recuperan en un movimiento crítico que Libros prohibidos y lecturas permitidas se
responde a exigencias del presente de la conjugan en el acopio previo a Mayo, en la
disciplina, como es el caso de Francisco de biblioteca de Juan Baltasar Maziel, por
Paula Castañeda, cuya lectura toma a ejemplo, donde Rousseau convivía con
cargo Claudia Román. Voltaire. Si, como se señaló antes, el
Por último, recorre estas lecturas imaginario de 1810 se proyectaba ante la
una inclinación al archivo, aludido al necesidad de hacerlo todo, pero sin
inicio, instancia fundamental para un referencia a algún todo (por escaso que
trabajo crítico que no se resuelve en la fuera) previo, la mirada crítica de este,
biblioteca, sino que hurga en el polvo de nuestro presente, descubre que la “gran
los estantes y los ficheros. Es el caso de novedad que impuso la Revolución de
Rojas, que ya había salido a cazar las Mayo en esta materia fue de sentido” (438)
liebres para preparar el “riquísimo guiso” y no de sustancia. El todo de Mayo era una
(17) que le reclama el entonces decano de forma más de la disputa de papeles. En
la Facultad de Filosofía y Letras, Rodolfo palabras de Amanda Salvioni, se trataba de
Rivarola, en tanto metáfora del contenido olvidar el pasado colonial. Las
del programa de la recién fundada cátedra consecuencias de ese olvido, de ese
de Literatura Argentina, como señalan ilusorio comienzo sui generis, fueron de
Iglesia y El Jaber. Es decir: el vacío larga duración e impregnaron, incluso,
supuesto por el decano, superpuesto (en miradas críticas del siglo XX. Sin
disputa) por una imagen excesiva (hacía embargo, Una patria literaria interviene
tiempo ya que Rojas atesoraba las liebres). volviendo legibles instancias cuya anterior
Hurgar, como tarea de una crítica que opacidad hoy cobra los matices de la
selecciona con la mirada atenta de quien se posibilidad en una lectura que impulsa –
sabe delante de un tesoro y lo disputa en la indica Jitrik en la “Apertura”– a la
experiencia –esa que, en última instancia, persistencia y a la futura disrupción. La
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Juan Ignacio Pisano
Referencias bibliográfícas
Barthes, Roland (1993). El placer del
texto. Buenos Aires: Siglo XXI.
Foucault, Michel (1996). “Lenguaje y
literatura”. En De lenguaje y literatura.
Barcelona: Paidós.
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