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Luz Del carmen Escobar De los santos
EXPLOTACIÓN DE FUENTES DE AGUA DULCE
Es esencialmente retirar del acuífero un
volumen superior a su recarga natural. Los pozos se pueden secar si el nivel freático cae por debajo de su profundidad inicial, lo que ocurre ocasionalmente en años de sequía, y por las mismas razones pueden secar los manantiales.
En algunas partes del mundo la
ampliación de los regadíos y de otras actividades que consumen agua se ha hecho a costa de acuíferos cuya recarga es lenta o casi nula. Esto ha tenido algunas consecuencias negativas como el secado de manantiales y zonas húmedas o la intrusión salina en acuíferos costeros.
La explotación de las aguas subterráneas
por cualquiera de los sistemas posibles que incluyan bombeos producen inexorablemente descenso del nivel piezométrico, sea en un entorno inmediato de los pozos o en una amplia área. El descenso se produce siempre que hay extracción de agua subterránea, por lo tanto el descenso del nivel piezométrico no es sinónimo de sobreexplotación.
El problema legal relacionado con la
sobreexplotación de acuíferos afecta a los usuarios tradicionales de las surgencias naturales de los sistemas. Los manantiales reducen su caudal en período seco, coincidiendo con el aumento de la demanda. Los derechos adquiridos ancestrales pueden paralizar cualquier explotación no iniciada por esos mismos usuarios.
Los acuíferos son sistemas dinámicos, y esto
es mucho más evidente en los acuíferos cársticos. Los procesos de carstificación actúan de manera continua siempre que las condiciones favorables persistan. Estos procesos son relativamente rápidos a escala geológica. La explotación puede alterar los potenciales hidráulicos debido a los cambios en la dirección del flujo que aumentan cerca de las áreas sometidas a bombeos intensivos