El Notariado y Derecho Notarial - Trabajo

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UNIVERSIDAD CATÓLICA DE TRUJILLO

BENEDICTO XVI
FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS
POLITICAS
CARRERA PROFESIONAL DE DERECHO

CURSO: DERECHO NOTARIAL Y REGISTRAL


TEMA: EL NOTARIADO Y DERECHO NOTARIAL
CICLO: X
DOCENTE: Mgt. TELMO F. ZAVALETA GONZALES

INTEGRANTES
1. ABARCA CASTRO JORGE WASHINGTON
2. ALANYA CHALCO CINTHYA IVONNE
3. AMIQUERO HUICHO KAHERIN ESTEFANNY
4. ARIAS GIL HECTOR MANUEL
5. AYALA QUICHCA JACKELYN CELIA
6. BANDA MONTENEGRO YOVANY ASUNCION
7. CABRERA MONZON JHORDY RICARDO
8. CASTILLO CASTILLO EDILMA

Trujillo – Perú
2021
ÍNDICE

EL NOTARIADO Y DERECHO NOTARIAL ............................................................... 3


INTRODUCCIÓN ............................................................................................................ 3
1 Derecho notarial ........................................................................................................ 4
1.1 Noción de derecho notarial ................................................................................ 4
1.2 Acerca de la función notarial ............................................................................. 4
1.3 Seguridad jurídica y Derecho notarial ............................................................... 5
1.4 Importancia del Derecho notarial....................................................................... 5
2 El Notario .................................................................................................................. 7
2.1 Ejercicio de la Función Notarial ........................................................................ 8
2.2 Ámbito Territorial .............................................................................................. 9
2.3 Creación de las plazas notariales ..................................................................... 10
3 Ingreso a la función notarial .................................................................................... 10
3.1.1 Ingreso a la función notarial mediante concurso público ......................... 10
3.1.2 Forma de los concursos públicos para el ingreso a la función notarial .... 11
3.1.3 Convocatoria a plazas notariales vacantes................................................ 12
3.1.4 Requisitos exigibles para postular al cargo de notario ............................. 12
3.1.5 Expedición del título de notario................................................................ 13
3.2 Deberes Del Notario ........................................................................................ 14
3.2.1 Formales: .................................................................................................. 14
3.2.2 De actividad: ............................................................................................. 15
3.3 Derechos Del Notario ...................................................................................... 17
3.4 Cese Del Notario .............................................................................................. 18
4 La Ley N° 26002 ley del notariado ......................................................................... 21
4.1 Segunda Ley del Notariado Peruano, Ley N° 26002, de 1992 ........................ 21
5 D.L 1049 ley del notariado vigente ......................................................................... 25
CONCLUSION .............................................................................................................. 27
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ........................................................................... 28
ANEXOS ........................................................................................................................ 29
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL 6-2016 .................................... 29
EL NOTARIADO Y DERECHO NOTARIAL

INTRODUCCIÓN

El Derecho Notarial en los últimos tiempos ha adquirido un papel preponderante


en nuestra sociedad, debido al creciente desarrollo del tráfico inmobiliario en el país,
vinculado necesariamente al crédito, con la actividad empresarial y los negocios en
general. Miles de operaciones comerciales se producen diariamente, realizadas por
personas tanto naturales como jurídicas, siendo también múltiples los actos jurídicos que
estas celebran y que buscan dar forma y representación al contenido de sus voluntades a
través de la denominada fe pública notarial. Comprar, vender, arrendar, hipotecar,
certificar, legalizar, etc., todos los actos que son materia de protocolización notarial, así
como aquellos denominados extra protocolares, pasan al bagaje de la innegable función
que ejerce el notario, del otorgamiento de aquella fe que crea un estado de acreditación
de hechos y de eficacia jurídica de los mismos.

Dada la evidente importancia de la función notarial, no sólo en los tiempos


actuales sino a través de la historia, desempeñando roles semejantes, diferentes y afines,
dependiendo la época y lugar, toda forma de organización social y estatal, así como los
particulares, han requerido y requieren certificar hechos, circunstancias, situaciones
jurídicas y actos diversos, para que estos trasciendan y se evidencien de manera suficiente
para que sean conocidos, garantizando así el ejercicio de la posesión, de la propiedad, del
poder y de las relaciones entre las personas; todo ello en busca de una seguridad que se
instrumentaliza a través de documentos, dotados de una forma que convencionalmente se
ha aceptado y legitimado a través de las normas.
1 Derecho notarial

1.1 Noción de derecho notarial

Algunos lo denominan “Derecho de las formas”, pues se expresa a través de


documentos y de manera escrita, requiriendo la intervención del notario. Esta noción
sencilla y clara pareciera ser suficiente, pero no satisface del todo, pues no pone de relieve
lo que expresaremos posteriormente, como es la facultad o atribución de dar fe pública,
siendo ambas totalmente relevantes para aproximarnos a una noción del derecho notarial.

Por tanto, el derecho notarial es una rama del derecho público, que por función
delegada del Estado, el notario ejerce para dar fe pública y forma a los actos, contratos y
hechos que ante él se presentan, fundándose en un sistema de organización que tiene su
correlato en un conjunto normativo que orientan y definen su ejercicio de carácter
autónomo y privado, con el fin de dar seguridad jurídica.

1.2 Acerca de la función notarial

La función notarial se encuentra enmarcada dentro de un acto de delegación que


el Estado ha otorgado a determinadas personas para que ejerzan la denominada fe pública,
pero en el ámbito privado. Pareciera un contrasentido esta afirmación, puesto que
deberían aplicarse las reglas de procedimientos administrativos por ser funcionario
público. Sin embargo, tanto la Ley del Notariado, su reglamento y las normas conexas
vinculadas a los procedimientos de asuntos no contenciosos y otras, caracterizan su
accionar como una especialidad a la cual debemos considerar desde una perspectiva
diferente al tema público.

El centro de atención de esta función está relacionado con dar fe de los actos y
contratos que ante el notario se celebran, además de los hechos y asuntos de carácter no
contencioso, pudiendo extender aún más las atribuciones que inicialmente se le había
conferido, si es que se presenta una necesidad de orden social, además de darle forma.
Por tanto, estos presupuestos establecidos por la doctrina y por la misma Ley del
Notariado, a través del Decreto Legislativo N° 1049 (en adelante la Ley), su reglamento
y otras, son parte esencial del actuar del notario.
1.3 Seguridad jurídica y Derecho notarial

La expresión “seguridad jurídica” puede ser muy abstracta, pues atañe una serie
de presupuestos que el ordenamiento jurídico debe considerar para ser una finalidad. No
es un principio que el ordenamiento constitucional lo haya reconocido expresamente6,
pero es un fin que se pretende alcanzar a través de principios, reglas y normas que
garanticen las relaciones entre las personas, las diversas formas contractuales y los
negocios que se celebran diariamente de múltiples maneras. No pretendemos hacer una
teoría de la seguridad jurídica, pero si establecer la función del sistema notarial, como
garante de la fe pública y la forma de los actos que las leyes imponen para su ejercicio y
cumplimiento.

El sistema jurídico cada vez busca perfeccionarse, llenar vacíos, establecer nuevos
procedimientos, formas, dictar nuevas leyes, a fin de que las personas se sientan seguras
y los negocios lícitos no se vean perjudicados, que el clima de inversión que tanto
reclaman los empresarios sirva para el desarrollo del país. Pero por la existencia de las
deficiencias que puede tener el sistema, no se puede llegar al paroxismo, a una especie de
frenesí legislativo para cubrir todos los vacíos normativos. Tiene que existir un margen
de interpretación y razonabilidad de la función pública y en especial de la notarial, un
espacio de discrecionalidad que afirme y confirme el actuar del notario, para que no
constituya un ejercicio mecánico de la aplicación de la norma.

1.4 Importancia del Derecho notarial

El derecho notarial realmente es importante para nuestra sociedad. Las formas y


la fe pública se encuentran entrelazadas con la seguridad que debe proporcionar nuestro
sistema jurídico, ello aunado con una idiosincrasia que no admite otro medio de
contratación y de prueba que no sea el documento, el instrumento público o la escritura
pública, que por excelencia esta última tiene raigambres históricas de larga data.

Ahora existen otras formas reconocidas por la ley, como son las actas,
certificaciones y una serie de actos basados en reglas y solemnidades que necesariamente
deben cumplirse para que causen efecto, sean materia de prueba o constitución del acto.
Podemos sistematizar con algunas ideas acerca de su importancia:

a. En primer lugar, se puede advertir la interrelación con otras ramas del derecho
para concretizar su función. El derecho registral principalmente y todo el derecho
civil, el derecho mercantil, los procesos como sucesiones intestadas, testamentos,
protestos, etc. muchas de las actividades reguladas por la Ley se involucra
transversalmente con el derecho en general.

b. En segundo lugar, como derivación de lo antes expuesto, el derecho notarial es


parte coadyuvante de la seguridad jurídica, pues constituyen la forma y la fe
notarial, sustentadas en las normas reguladoras de esta función, parte importante
de nuestro ordenamiento jurídico. Siendo aún más relevante, cuando se imponen
a través de los tratados internacionales, el mejoramiento y la innovación
tecnológica para minimizar las debilidades del sistema notarial y evitar los fraudes
inmobiliarios, las suplantaciones y falsedades documentarias, entre otros, ello con
el fin de incentivar de alguna manera la inversión privada nacional y extranjera.

c. En tercer lugar, los actos jurídicos celebrados ante el notario adquieren eficacia
frente a las partes contratantes. No generan la oponibilidad erga omnes, pues este
es atributo exclusivo del Registro a través de la publicidad, pero si entre las
personas que participan en el acto, pues la voluntad declarada y puesta en el
instrumento público y amparada en la fe que el notario le atribuye, garantiza la
vigencia del contrato y sus efectos.

d. En cuarto lugar, la función de las formas como medio de prueba de los actos,
hechos y situaciones jurídicas adquieren trascendencia en el tiempo, desde el
momento en que estos son celebrados y concluidos, dentro de cada procedimiento.
Adquirirán vigencia y permanencia, en tanto no muten o cambien, no se trasladen
los derechos de los contratantes o las situaciones jurídicas varíen por causa del
tiempo, de hechos humanos naturales o ejercidos a través de la voluntad.

e. En quinto lugar, la fe pública, como estado de convicción del notario dentro de


su actividad y función, representa una verdad convencional de los hechos,
situaciones jurídicas y voluntades de las partes contratantes. Es la afirmación de
un momento que cumple determinadas condiciones y que el notario las representa
a través del instrumento público, en función de su autoridad que el Estado le ha
delegado. Por tanto, fe pública y delegación no pueden ser entendidas como
conceptos separados, ya que sólo podrá otorgarse lo primero en tanto se afirme
que tal funcionario se encuentra investido de tal facultad, las mismas que se
encuentran determinadas por la Ley, que establece sus alcances y límites.
2 El Notario
El artículo 2 del Decreto Legislativo Nro. 1049 trata acerca de la definición del
notario así como de lo que comprende su función. En aplicación del referido precepto
legal tenemos, pues, que:
El notario es el profesional del derecho que está autorizado para dar fe de los actos
y contratos que ante él se celebran. El Notario es el abogado que al asumir el cargo de
Notario, adquiere la calidad de funcionario público investido de fe pública, facultado para
autenticar y dar forma, de acuerdo a ley, a los actos y contratos que ante él se celebran,
asesorando imparcialmente a las partes, formalizando su voluntad al redactar los
instrumentos notariales, conservando los originales en su archivo, en caso fueran
instrumentos públicos protocolares, y expidiendo las copias de los mismos al ser
requeridas por los interesados.
Novoa Miranda (2015) Señala que
El notario se encuentra obligado a cumplir distintos deberes, unos de orden
profesional frente a los clientes o usuarios del servicio y otros corporativos frente
a su gremio y demás notarios. Entre los deberes profesionales podemos contar la
apertura de oficina en el distrito localizado, la asistencia al oficio, la prestación
obligatoria del servicio, la guarda del secreto profesional, el cumplimiento de las
normas que regulan su función, el mantenimiento de una infraestructura mínima
que permita la adecuada atención al usuario y la capacitación en forma
permanente.(p.33)
Villavicencio Cárdenas (2009) Señala que
El Notario es un profesional del Derecho que ejerce una función pública para
robustecer, con una presunción de verdad, los actos en que interviene, para
colaborar en la formación correcta del negocio jurídico y para solemnizar y dar
forma legal a los negocios jurídicos privados, y de cuya competencia sólo por
razones históricas están sustraídos los actos de la llamada jurisdicción voluntaria.
(p.10)
En principio, cabe indicar que el notariado es la magistratura de la jurisdicción
voluntaria que, con autoridad y función de justicia, aplica la ley al acto jurídico que se
celebra en esa esfera con la conformidad de las partes, declarando los derechos y
obligaciones de cada uno; lo aprueba, legaliza y sanciona con validez, autenticidad y
ejecución; autoriza y dirige su cumplimiento con el proceso documental.
2.1 Ejercicio de la Función Notarial
La función notarial es una actividad profesional muy singular. Su facultad fedante
nacida de la ley, que impone a la sociedad y al Estado una presunción de veracidad que
sólo puede ser vencida judicialmente, lo convierte en una autoridad.
El notario latino tiene, pues, una doble misión: dar fe y dar forma. Es una creencia
equivocada y simplista de ver la función notarial como un mero acto de certificación de
firmas o de reproducciones fotostáticas. Es una parte de la función, es cierto. Pero la
facultad autenticadora, de dar fe, es intrínseca al notario y se manifiesta en todo el campo
de su actuación, inclusive en su labor conformadora de instrumentos públicos. Pero es en
esta misión del notario de dar forma, de hacer instrumentos públicos, donde se hacen
evidentes todos los atributos que caracterizan al notario latino.
a) Fe Pública
El notario esta investido de la “Fe Pública” que viene a ser un atributo del Estado
que tiene la virtud del iusimperium y es ejercida a través de los órganos estatales del
notario.
La función notarial es la materialización de la teoría de la prueba preconstituida,
porque el Notario, en la esfera de los hechos, aprecia, percibe con sus sentidos, y en la
esfera del derecho otorga autenticidad a través de un instrumento público, que tiene un
carácter probatorio de la declaración de voluntad de las partes.
b) Publicidad
Es un servidor público, es depositario de la fe pública, la oficina en donde trabaja
se denominan notarias públicas las matrices u originales que otorga se llaman escrituras,
todos los documentos que allí reposan son públicos, consecuentemente los actos que
autoriza el notario son públicos. El permitir el acceso a la información del archivo
notarial, debe ser libre.
c) Autentificación
La autenticación y legitimación notarial se refiere o aplica a los actos que se
realizan en la esfera de las relaciones de Derecho privado (o sea aquellas en las que
prepondera el interés particular y se dan entre los particulares entre sí o entre ellos y las
entidades públicas cuando éstas actúan, no como entes de soberanía, sino como cualquier
otra persona jurídica, es decir, con carácter particular); no así a los actos que se
desenvuelven en la esfera de las relaciones de Derecho público, o sea, dentro del círculo
gubernativo o administrativo, los cuales han de ser autenticados y legalizados por los
propios funcionarios de la Administración del Estado. Pero esto no supone una verdadera
exclusión, y hay casos -más o menos excepcionales en los que el Notario, órgano
depositario inicial de la fe pública, haya de actuar, a falta de otros órganos más
especializados, en ciertas relaciones o actos de Derecho público.
La función notarial es esencialmente autenticación de hechos. Si el hecho no se
presenta como auténtico, el juez comprueba y determina el hecho concreto, para enlazar
a él una consecuencia jurídica. La autenticidad evita al juez la operación de comprobación
del hecho, para circunscribirse al conocimiento del Derecho.
d) Legitimidad
La función notarial como la manifestación del Derecho y la magistratura de la paz
jurídica. Quiere decir que se confía en la capacitación en la capacitación que tiene el
profesional, que ejerce la función como conocedor del Derecho.
Villavicencio Cárdenas (2009) señala que
La función notarial según esta teoría, como emanación del poder legitimador del
Estado y así como lo hace la función judicial, consiste en el poder de investir de
cierto carácter jurídico a las personas, cosas y actos, con fundamento en una serie
de normas mediante las cuales el Estado asegura la verdad, la certeza, la seguridad
y la autenticidad de los hechos y actos jurídicos y de las consecuencias que ellos
producen, es decir, de los derechos y obligaciones. (p.28)

2.2 Ámbito Territorial


El principio de territorialidad del ejercicio de la función notarial se justifica como
medida de organización, para facilitar la determinación de la validez formal de los actos
notariales, precisar la responsabilidad de cada notario, y para evitar interferencias y la
consiguiente competencia dañosa entre los notarios.
Villavicencio Cárdenas (2009) Señala que
El notario no puede ejercer sus funciones fuera de los límites territoriales que le
corresponden, es decir, se demarca las facultades del notario en un territorio
determinado. Y esta demarcación se hace para compaginar los intereses del
público con los intereses del notario y para evitar la competencia indebida entre
ellos. A pesar de la territorialidad, la libertad de elección del público no se afecta,
pues ésta subsiste dentro y fuera de la demarcación. (P.35)
2.3 Creación de las plazas notariales
Lo concerniente a la determinación de las plazas notariales es materia de
regulación legal en el artículo 5 del Decreto Legislativo Nro. 1049, numeral del cual se
desprende que:
A) El número de notarios en el territorio de la República se establece de la
siguiente manera:
a) Una provincia que cuente con al menos cincuenta mil habitantes deberá contar
con no menos de dos notarios.
b) Por cada cincuenta mil habitantes adicionales, se debe contar con un notario
adicional.
B) La localización de las plazas notariales es objeto de determinación por el
Consejo de Notariado (el cual constituye el órgano del Ministerio de Justicia que ejerce
la supervisión del notariado, y que está integrado por el Ministro de Justicia o su
representante, el Fiscal de la Nación o el Fiscal Supremo o Superior, a quien delegue, el
Decano del Colegio de Abogados de Lima o miembro de la junta directiva, el Presidente
de la Junta de Decanos de los Colegios de Notarios del Perú o un miembro del consejo
directivo, y el Decano del Colegio de Notarios de Lima o un miembro de la junta
directiva: artículos 140 y 141 del Decreto Legislativo Nro. 1049). En todo caso, no se
puede reducir el número de las plazas notariales existentes.

3 Ingreso a la función notarial

Lo relativo al ingreso a la función notarial es regulado en los artículos 6 al 12 del


Decreto Legislativo Nro. 1049, que integran el Capítulo II (“De Ingreso a la Función
Notarial”) del Título I (“Del Notariado y de la Función Notarial”) del indicado Decreto
Legislativo.

3.1.1 Ingreso a la función notarial mediante concurso público


Tal como lo ordena el artículo 6, parte pertinente, del Decreto Legislativo Nro.
1049, el ingreso a la función notarial se efectúa mediante concurso público de méritos
ante jurado calificador constituido según lo dispuesto en el artículo 11 del Decreto
Legislativo Nro. 1049, numeral este último que prescribe que el jurado calificador de cada
concurso público de méritos para el ingreso a la función notarial, se integra de la siguiente
forma:
a) La persona que designe el Consejo del Notariado (el cual constituye el órgano
del Ministerio de Justicia que ejerce la supervisión del notariado: artículo 140
del Decreto Legislativo Nro. 1049), quien lo preside.
b) El Decano del Colegio de Notarios o quien haga sus veces. Es de resaltar que los
Colegios de Notarios son personas jurídicas de derecho público, cuyo
funcionamiento se rige por Estatuto Único, según el artículo 129 del Decreto
Legislativo Nro. 1049.
c) El Decano del Colegio de Abogados o quien haga sus veces.
d) Un miembro del Colegio de Notarios designado por su Junta Directiva.
e) Un miembro del Colegio de Abogados designado por su Junta Directiva.
Las etapas del concurso público de méritos para el ingreso de la función notarial
son las que se indican a continuación (artículo 6, último párrafo, del Decreto Legislativo
Nro. 1049):
a) Calificación de curriculum vitae de los postulantes al cargo de notario.
b) Examen escrito del postulante al cargo de notario.
c) Examen oral del postulante al cargo de notario.
Según se colige de la parte final del artículo 6 del Decreto Legislativo Nro. 1049,
cada etapa del concurso público de méritos para el ingreso a la función notarial se
caracteriza por lo siguiente:
a) Ser eliminatoria.
b) Ser irrevisable.

3.1.2 Forma de los concursos públicos para el ingreso a la función notarial


De conformidad con lo dispuesto en el Decreto Legislativo Nro. 1049, los
concursos públicos de méritos para el ingreso a la función notarial serán abiertos y
participarán los postulantes que reúnan los requisitos exigidos en el artículo 10 de dicho
Decreto Legislativo, conforme al cual, para postular al cargo de notario se requiere: a)
Ser peruano de nacimiento; b) ser abogado, con una antigüedad no menor de cinco años;
c) tener capacidad de ejercicio de sus derechos civiles; d) tener conducta moral intachable;
e) no haber sido condenado por delito doloso; f) estar física y mentalmente apto para el
cargo; y g) acreditar haber aprobado examen psicológico ante institución designada por
el Consejo del Notariado (el cual constituye el órgano del Ministerio de Justicia que ejerce
la supervisión del notariado: artículo 140 del Decreto Legislativo Nro. 1049), debiéndose
destacar que dicho examen evaluará los rasgos de la personalidad, valores del postulante
y funciones intelectuales requeridos para la función notarial.
No se puede dejar de mencionar que el Estado reconoce, supervisa y garantiza la
función notarial en la forma que señala el Decreto Legislativo del Notariado (artículo 8
del Decreto Legislativo Nro. 1049).

3.1.3 Convocatoria a plazas notariales vacantes


Lo relativo a la convocatoria a plazas notariales vacantes se encuentra normado en
el artículo 9 del Decreto Legislativo Nro. 1049, el mismo que dispone que:
a) Las plazas notariales vacantes o que sean creadas serán convocadas a concurso
bajo responsabilidad por los Colegios de Notarios de la República (los Colegios
de Notarios son personas jurídicas de derecho público, cuyo funcionamiento se
rige por Estatuto Único, según el artículo 129 del Decreto Legislativo Nro. 1049),
por iniciativa propia, en un plazo no mayor de sesenta días calendario de conocer
la vacancia o la creación de la plaza.
b) En el caso de plaza notarial vacante producida por cese de notario, el concurso
será convocado en un plazo no mayor de sesenta días calendario de haber quedado
firme la resolución de cese. Es de resaltar que el cese del notario se produce por
las causas previstas en el artículo 21 del Decreto Legislativo Nro. 1049.
c) A requerimiento del Consejo del Notariado (el cual constituye el órgano del
Ministerio de Justicia que ejerce la supervisión del notariado: artículo 140 del
Decreto Legislativo Nro. 1049), en un plazo no mayor de sesenta días calendario
del mismo, los Colegios de Notarios deberán convocar a concurso para cubrir
plazas notariales vacantes o que sean creadas. Transcurrido dicho plazo sin que se
convoque a concurso, el Consejo del Notariado quedará facultado a convocarlo.

3.1.4 Requisitos exigibles para postular al cargo de notario


a) Ser peruano de nacimiento.
b) Ser abogado, con una antigüedad no menor de cinco años.
c) Tener capacidad de ejercicio de sus derechos civiles.
Sobre el particular, debe tenerse presente que, a tenor del artículo 43 del Código
Civil, son absolutamente incapaces para el ejercicio de sus derechos civiles (y, por ende,
no podrían postular al cargo de notario): 1. los menores de dieciséis años, salvo para
aquellos actos determinados por la ley; 2. los que por cualquier causa se encuentren
privados de discernimiento; y 3. los sordomudos, los ciegos sordos y los ciegos mudos
que no pueden expresar su voluntad de manera indubitable.
Además, conforme al artículo 44 del Código Civil, son relativamente incapaces para
el ejercicio de sus derechos civiles (y, por lo tanto, no podrían postular al cargo de
notario): 1. los mayores de dieciséis y menores de dieciocho años de edad; 2. los
retardados mentales; 3. los que adolecen de deterioro mental que les impide expresar su
libre voluntad; 4. los pródigos; 5. los que incurren en mala gestión; 6. los ebrios
habituales; 7. los toxicómanos y 8. los que sufren pena que lleva anexa la interdicción
civil.
d) Tener conducta moral intachable.
e) No haber sido condenado por delito doloso.
f) Estar física y mentalmente apto para el cargo.
g) Acreditar haber aprobado examen psicológico ante institución designada por el
Consejo del Notariado (el cual constituye el órgano del Ministerio de Justicia que
ejerce la supervisión del notariado: artículo 140 del Decreto Legislativo Nro.
1049). Dicho examen evaluará:
 Los rasgos de la personalidad requeridos para la función notarial.
 Los valores del postulante requeridas para la función notarial.
 Las funciones intelectuales requeridas para la función notarial.

3.1.5 Expedición del título de notario


En relación a la expedición del título de notario, cabe indicar que ello se halla
normado en el artículo 12 del Decreto Legislativo Nro. 1049, de esta manera:
a) Concluido el concurso público de méritos de ingreso a la función notarial:
El Jurado Calificador comunicará el resultado al Consejo del Notariado (el cual
constituye el órgano del Ministerio de Justicia que ejerce la supervisión del
notariado: artículo 140 del Decreto Legislativo Nro. 1049), para la expedición
simultánea de las resoluciones ministeriales a todos los postulantes aprobados y
la expedición de títulos por el Ministro de Justicia.
b) En caso de renuncia del concursante antes de la expedición del título:
El Consejo del Notariado podrá asignar la plaza vacante al siguiente postulante
aprobado, respetando el orden de mérito del correspondiente concurso público
para el ingreso a la función notarial.
c) En caso de declararse desierto el concurso público de méritos para el ingreso
a la función notarial: El Colegio de Notarios (persona jurídica de derecho
público, cuyo funcionamiento se rige por Estatuto Único, según el artículo 129 del
Decreto Legislativo Nro. 1049) procederá a una nueva convocatoria.

3.2 Deberes Del Notario


Los deberes del notario son objeto de tratamiento legislativo, principalmente, en
los artículos 13 al 16 del Decreto Legislativo Nro. 1049, que integran el Capítulo III
(«Deberes del Notario») del Título I («Del Notariado y de la Función Notarial») del
indicado Decreto Legislativo.

3.2.1 Formales:
El primer deber del notario es el de incorporarse al correspondiente Colegio de
Notarios. Así tenemos que, conforme al artículo 13 del Decreto Legislativo Nro. 1049,
que regula tal circunstancia:
a) El notario deberá incorporarse al Colegio de Notarios dentro de los treinta días de
expedido el título (por el Ministro de Justicia: art. 12 del Decreto Legislativo Nro.
1049), previo juramento o promesa de honor, ante la Junta Directiva. En este
apartado encontramos los conceptos de juramento y promesa de honor, los cuales
difieren de género (juramento) a especie (promesa). La promesa es el modo
fundamental de asumir empeños y obligaciones respecto a una o más personas
que son conscientes de ellos; mientras el juramento es la invocación del nombre
divino como testigo de la verdad.
b) A solicitud del notario el referido plazo para incorporarse al Colegio de Notarios
respectivo podrá ser prorrogado por el término de treinta días.
Además, el notario tiene el deber de registrar en el Colegio de Notarios respectivo
su firma, rúbrica, signo, sellos y otras medidas de seguridad que juzgue conveniente o el
Colegio determine, y que el notario utilizará en el ejercicio de la función. La firma, dicho
sea de paso, para ser registrada, deberá ofrecer un cierto grado de dificultad (art. 14,
primer párrafo, del Decreto Legislativo Nro. 1049).

Se procederá a conceptualizar cada uno de ellos:


a) Firma. “La firma viene del adjetivo en latín firmus que significa fuerte,
poderoso, duradero; el nombre de la persona representada gráficamente de su
puño y letra”. (Gronda, 1979, p.155)
b) Rubrica. Rasgos o conjuntos de rasgos de forma determinada que cada uno
pone en su firma, después del nombre.
c) Signo. Es la combinación de dos elementos: significado y significante.
d) Sello. No tiene un concepto en la Ley del Notariado, pero puede ser definida
como todo elemento cuya finalidad es estampar, imprimir o dejar señal en
algún otro espacio tangible o intangible y darle un carácter determinado con
sus respectivos alcances de interpretación.
Asimismo, según se colige del último párrafo del artículo 14 del Decreto
Legislativo Nro. 1049, el notario está obligado a comunicar cualquier cambio y actualizar
dicha información (aludida en el párrafo anterior) en la oportunidad y forma que
establezca el respectivo Colegio de Notarios. Los Colegios de Notarios deberán velar por
la máxima estandarización de los formatos y medios para la remisión de la información a
que se contrae el artículo 14 del Decreto Legislativo Nro. 1049.

3.2.2 De actividad:
El notario tiene el deber de iniciar su función dentro de los treinta días, siguientes
a su incorporación, prorrogables a su solicitud por única vez, por igual término (artículo
15 del Decreto Legislativo Nro. 1049).

Las principales obligaciones del notario se encuentran previstas en el artículo 16


del Decreto Legislativo Nro. 1049, numeral éste que dispone que el notario está obligado
a lo siguiente:
a) Abrir su oficina obligatoriamente en el distrito en el que ha sido localizado y
mantener la atención al público no menos de siete horas diarias de lunes a viernes.
b) Asistir a su oficina, observando el horario señalado, salvo que por razón de su
función tenga que cumplirla fuera de ella.
c) Prestar sus servicios profesionales a cuantas personas lo requieran, salvo las
excepciones señaladas en la ley, el reglamento y el Código de Etica.
d) Requerir a los intervinientes la presentación del documento nacional de identidad
-D.N.I.- y los documentos legalmente establecidos para la identificación de
extranjeros (como el pasaporte o el carnet de extranjería), así como los
documentos exigibles para la extensión o autorización de instrumentos públicos
notariales protocolares y extraprotocolares.
e) Guardar el secreto profesional. Al respecto, Pantigoso (1995) afirma que: “en el
notariado, guardar el secreto profesional, es la obligación moral y jurídica que
tiene el Notario de no revelar, ni divulgar a terceros, las confidencias,
circunstancias y hechos que teniendo el carácter de privados o personales, se le ha
confiado para el ejercicio de su función notarial” (p. 105)
f) Cumplir con el Decreto Legislativo Nro. 1049 y su reglamento, así como cumplir
con las directivas, resoluciones, requerimientos, comisiones y responsabilidades
que el Consejo del Notariado y el Colegio de Notarios le asignen.
g) Acreditar ante su Colegio de Notarios una capacitación permanente acorde con la
función que desempeña.
h) Contar con una infraestructura física mínima, que permita una óptima
conservación de los instrumentos protocolares y el archivo notarial, así como una
adecuada prestación de servicios.
i) Contar con una infraestructura tecnológica mínima que permita la interconexión
con su Colegio de Notarios, la informatización que facilite la prestación de
servicios notariales de intercambio comercial nacional e internacional y de
gobierno electrónico seguro.
j) Orientar su accionar profesional y personal de acuerdo a los siguientes principios:
Veracidad, honorabilidad, objetividad, imparcialidad, diligencia, respeto a la
dignidad de los derechos de las personas, respeto a la constitución y las leyes.
k) Guardar moderación en sus intervenciones verbales o escritas con las siguientes
personas o ante las siguientes entidades: Con los demás miembros de la orden
(notarios), juntas directivas de los Colegios de Notarios, Consejo del Notariado,
Junta de Decanos de los Colegios de Notarios del Perú, Unión Internacional del
Notariado Latino.
l) Proporcionar de manera actualizada y permanente de preferencia por vía
telemática o en medios magnéticos los datos e información que le soliciten su
Colegio y el Consejo del Notariado, así como suministrar información que los
diferentes poderes del Estado pudieran requerir y siempre que no se encuentren
prohibidos por ley.
m) Otorgar todas las facilidades que dentro de la ley pueda brindar a la inversión
nacional y extranjera en el ejercicio de sus funciones.
n) Cumplir con las funciones que le correspondan en caso de asumir cargos
directivos institucionales.
o) Aceptar y brindar las facilidades para las visitas de inspección que disponga tanto
su Colegio de Notarios, el Tribunal de Honor y el Consejo del Notariado en el
correspondiente oficio notarial.
No se puede dejar de mencionar entre los deberes del notario, aquel consistente en
cumplir con advertir a los interesados sobre los efectos legales de los instrumentos
públicos notariales que autoriza el notario (instrumentos públicos éstos que son aquellos
que el notario, por mandato de la ley o a solicitud de parte, extiende o autoriza en ejercicio
de su función, dentro de los límites de su competencia y con las formalidades de ley: art.
23 del Decreto Legislativo Nro. 1049), debiendo dejar constancia de este hecho tratándose
de los instrumentos públicos protocolares (cuales son las escrituras públicas, los
instrumentos y demás actas que el notario incorpora al protocolo notarial, los que debe
conservar y respecto de los cuales debe expedir los traslados que la ley determina: art. 25
del Decreto Legislativo Nro. 1049), según se desprende del texto del artículo 27 del
Decreto Legislativo Nro. 1049.

3.3 Derechos Del Notario


Los derechos del notario se encuentran normados en los artículos 19 y 20 del
Decreto Legislativo Nro. 1049, que integran el Capítulo V (“De los Derechos del
Notario”) del Título I (“Del Notariado y de la Función Notarial”) del citado Decreto
Legislativo.

Son derechos del notario (según el artículo 19 del Decreto Legislativo Nro. 1049)
los que se indican a continuación:
a) La inamovilidad en el ejercicio de su función. Este derecho le procura al notario
una estabilidad laboral, no pudiendo ser removido ni revocado mediante consulta
popular o criterios políticos.
b) Ser incorporado en la planilla de su oficio notarial, con una remuneración no
mayor al doble del trabajador mejor pagado, y los derechos derivados propios del
régimen laboral de la actividad privada.
c) Gozar de vacaciones de las siguientes licencias: enfermedad, asistencia a
certámenes nacionales, asistencia a certámenes internacionales, razones
debidamente justificadas.
d) Negarse a extender instrumentos públicos contrarios a la ley, a la moral o a las
buenas costumbres, cuando se le cause agravio personal o profesional y abstenerse
de emitir traslados de instrumentos autorizados cuando no se le sufrague los
honorarios profesionales y gastos en la oportunidad y forma convenidos.
e) El reconocimiento y respeto de las autoridades por la importante función que
cumple en la sociedad, quienes deberán brindarle prioritariamente las facilidades
para el ejercicio de su función.
f) El acceso a la información con que cuenten las entidades de la administración
pública y que sean requeridos para el adecuado cumplimiento de su función.
En caso de vacaciones o licencia, el Colegio de Notarios, a solicitud del interesado
(notario), designará otro notario de la misma provincia para que se encargue del oficio
del titular. Para estos efectos, el Colegio de Notarios designará al notario propuesto por
el notario a reemplazar (artículo 20 del Decreto Legislativo Nro. 1049).

3.4 Cese Del Notario


Lo concerniente a los derechos del notario se halla regulado en los artículos 21 y
22 del Decreto Legislativo Nro. 1049, que integran el Capítulo VI (“Del Cese del
Notario”) del Título I (“Del Notariado y de la Función Notarial”) del referido Decreto
Legislativo.

Se produce el cese del notario en virtud de las siguientes causales (previstas en el


artículo 21 del Decreto Legislativo Nro. 1049):
a) Muerte del notario.
En este caso el Colegio de Notarios comunicará que ha operado la causal de cese
al Consejo del Notariado, para la expedición de la resolución ministerial de
cancelación de título de notario.
b) Cumplir el notario setenta y cinco años de edad.
En este caso el Colegio de Notarios comunicará que ha operado la causal de cese
al Consejo del Notariado, para la expedición de la resolución ministerial de
cancelación de título de notario.
c) Renuncia del notario.
En este caso el Colegio de Notarios comunicará que ha operado la causal de cese
al Consejo del Notariado, para la expedición de la resolución ministerial de
cancelación de título de notario.
d) Haber sido condenado el notario por delito doloso mediante sentencia firme
(es decir, mediante sentencia penal que no admita impugnación alguna).
En este caso el Colegio de Notarios comunicará que ha operado la causal de cese
al Consejo del Notariado, para la expedición de la resolución ministerial de
cancelación de título de notario.
e) No incorporarse el notario al Colegio de Notarios por causa imputable a él,
dentro del plazo establecido por el artículo 13 del Decreto Legislativo Nro.
1049.
Conforme al cual el notario debe incorporarse al Colegio de Notarios dentro de
los 30 días de expedido el título de notario, en este caso el Colegio de Notarios
comunicará que ha operado la causal de cese al Consejo del Notariado, para la
expedición de la resolución ministerial de cancelación de título de notario.
f) Abandono del cargo del notario, por no haber iniciado sus funciones dentro
del plazo a que se refiere el artículo 15 del Decreto Legislativo Nro. 1049.
Según el cual, el notario iniciará su función dentro de los treinta días, siguientes a
su incorporación al Colegio de Notarios, prorrogables a su solicitud por única vez,
por igual término, declarada por la Junta Directiva del Colegio de Notarios
respectivo.
En este caso el cese del notario se produce desde el momento en que quede firme
la resolución respectiva.
g) Abandono del cargo en caso de ser notario en ejercicio, por un plazo de
treinta días calendario de inasistencia injustificada al oficio notarial,
declarada por la Junta Directiva del Colegio de Notarios respectivo.
En este caso el cese del notario se produce desde el momento en que quede firme
la resolución respectiva.
h) Sanción de destitución impuesta al notario en procedimiento disciplinario.
En este caso el cese del notario se produce desde el momento en que quede firme
la resolución respectiva.
i) Perder el notario alguna de las calidades señaladas en el artículo 10 del
Decreto Legislativo Nro. 1049.
Clidades consistentes en: a. ser peruano de nacimiento; b. ser abogado, con una
antigüedad no menor de cinco años; c. tener capacidad de ejercicio de sus
derechos civiles; d. tener conducta moral intachable; e. no haber sido condenado
por delito doloso; y f. estar física y mentalmente apto para el cargo; declarada por
la Junta Directiva del Colegio de Notarios respectivo, dentro de los sesenta días
calendario siguientes de conocida la causal.
Es de destacar que en caso de perder el notario las calidades señaladas en el
artículo 10 del Decreto Legislativo Nro. 1049, el cese del notario se produce desde
el momento en que quede firme la resolución respectiva.
j) Negarse el notario a cumplir con el requerimiento del Consejo del Notariado
a fin de acreditar su capacidad física y / o mental ante la institución pública
que éste designe.
Esta causal será declarada mediante resolución del Consejo del Notariado, contra
la cual procede recurso de reconsideración. En este caso el cese del notario se
produce desde el momento en que quede firme la resolución respectiva.
k) Inhabilitación del notario para el ejercicio de la función pública impuesta por
el Congreso de la República de conformidad con los artículos 99 y 100 de la
Constitución Política.

En el caso de cese de un notario que se encuentre en ejercicio, el Colegio de


Notarios, con conocimiento del Consejo del Notariado, se encargará del cierre de sus
registros, sentándose a continuación del último instrumento público de cada registro, un
acta suscrita por el Decano del Colegio de Notarios donde pertenezca el notario cesado
(artículo 21, Decreto Legislativo Nro. 1049).

Por otro lado, y en aplicación del artículo 22 del Decreto Legislativo Nro. 1049,
ante indicios razonables que hagan prever el cese del notario por pérdida de las calidades
señaladas en el artículo 10 del citado Decreto Legislativo (calidades consistentes en: a.
ser peruano de nacimiento; b. ser abogado, con una antigüedad no menor de cinco años;
c. tener capacidad de ejercicio de sus derechos civiles; d. tener conducta moral intachable;
e. no haber sido condenado por delito doloso; y f. estar física y mentalmente apto para el
cargo) y en tanto se lleva adelante el procedimiento señalado en el inciso i) del artículo
21 del Decreto Legislativo Nro. 1049 (que prescribe, como se viera, que el notario cesa
por perder alguna de las calidades señaladas en el artículo 10 del Decreto Legislativo Nro.
1049, declarada por la Junta Directiva del Colegio de Notarios respectivo, dentro de los
sesenta días calendario siguientes de conocida la causal), el Consejo del Notariado
mediante decisión motivada podrá imponer la medida cautelar de suspensión del notario.
Procede recurso de reconsideración contra dicha resolución, el mismo que no suspende
la ejecución de la medida cautelar.
En relación al cese del notario, el Decreto Legislativo Nro. 1049 establece,
además, lo siguiente:
 Si el notario ha cesado en el cargo sin haber autorizado una escritura pública o
acta notarial protocolar, cuando aquella se encuentre suscrita por todos los
intervinientes, puede cualquier interesado pedir por escrito al Colegio de Notarios
encargado del archivo, que designe a un notario, para que autorice el instrumento
público, con indicación de la fecha en que se verifica este acto y citando
previamente a las partes (artículo 61 del Decreto Legislativo Nro. 1049).
 En el caso de que el notario ha cesado en el cargo y la escritura o acta notarial no
haya sido suscrita por ninguno o alguno de los otorgantes, podrán éstos hacerlo
solicitándolo por escrito al Colegio de Notarios encargado del archivo, para que
designe un notario, quien dará fe de este hecho y autorizará la escritura con
indicación de la fecha en que se verifica este acto (artículo 62 del Decreto
Legislativo Nro. 1049).
 Transcurridos dos años de ocurrido el cese del notario, los archivos notariales
serán transferidos al Archivo General de la Nación o a los archivos
departamentales, de conformidad con el artículo 5 del Decreto Ley Nro. 19414 y
el artículo 9 de su Reglamento (artículo 63 del Decreto Legislativo Nro. 1049).
 El proceso disciplinario y la sanción (contra el notario) procederán aun cuando el
notario haya cesado en el cargo (artículo 155 del Decreto Legislativo Nro. 1049).

4 La Ley N° 26002 ley del notariado


4.1 Segunda Ley del Notariado Peruano, Ley N° 26002, de 1992
Es recién el 27 de diciembre de 1992 que se logra la promulgación del Decreto
Ley 26002, titulado Ley del Notariado. Esta es una norma integral que consta de ciento
sesenta y un artículos, desarrollados en cuatro títulos, cada uno de ellos divididos a su vez
en capítulos y secciones, una disposición transitoria y tres disposiciones finales. La
normativa contiene la descripción minuciosa de la función del notario y su organización
a nivel nacional. En los quince años de su vigencia, fue objeto de algunas modificaciones
parciales. Entre sus aspectos más resaltantes, se puede señalar la definición del notario.

Artículo 2.- El notario es el profesional del derecho que está autorizado para dar
fe de los actos y contratos que ante él se celebran. Para ello formaliza la voluntad de los
otorgantes, redactando los instrumentos, a los que confiere autenticidad, conserva los
originales y expide los traslados correspondientes. Su función también comprende la
comprobación de hechos y la tramitación de asuntos no contenciosos previstos en la ley
de la materia. El inciso b), art. 10 del Decreto Legislativo 26002 establece el título de
abogado como requisito obligatorio para postular al cargo de notario. Queda así eliminada
la posibilidad de acceso al notariado de quien no haya seguido estudios en Derecho.
Asimismo, el número de notarios fue uno de los temas de mayor discusión en la nueva
legislación. El texto original fue modificado sucesivamente por diversos dispositivos, que
aclararon y complementaron la forma en que se determinaría el número de vacantes a ser
convocadas. El aumento del número de notarios y de las nuevas plazas notariales debía
ser sustentado.

Por ello, se creó una comisión técnica para determinar, de acuerdo a las
condiciones demográficas, el volumen contractual, las necesidades de la población y el
número de plazas que deberían ser cubiertas de conformidad con el presente dispositivo.
El último texto vigente, a partir del 11 de enero de 1997, según lo dispuesto en la Ley
26741, estableció que “el número de Notarios será no mayor de doscientos en la Capital
de la República; no mayor de cuarenta en las capitales de departamentos; y no mayor de
veinte en las capitales de provincias, incluida la Provincia Constitucional del Callao”. Por
otro lado, los arts. 13 al 16 de la Ley 26002 establecen los deberes del notario, entre los
cuales se encuentran la obligatoriedad de asumir el cargo en el plazo de treinta días
siguientes a su incorporación al Colegio de Notarios que le corresponda, y la asistencia a
su oficina “no menos de siete horas diarias de lunes a viernes”. En cuanto a sus
prohibiciones, además de las ya señaladas en anteriores dispositivos, el art. 17 del Decreto
Ley 26002 incorpora en forma detallada las referidas a la vinculación del notario con
personas jurídicas en forma personal, o de sus parientes más cercanos o cónyuge, así
como también las referidas al ejercicio de cargos administrativos, de representación de
personas jurídicas o de Derecho Público. Esta disposición permite asegurar la
imparcialidad del notario en el ejercicio de su función y resulta acorde con las
prohibiciones exigidas a otras autoridades que ejercen un cargo público. Como se ha
mencionado con anterioridad, si bien el notario no es un funcionario público, este ejerce
una función pública, por lo que la prescripción de la ley resulta plenamente justificada.
Del mismo modo, el art. 19 del Decreto Legislativo establece algunos derechos del
notario, como profesional independiente y autónomo que ejerce una función pública.
Entre otros, estos son la inamovilidad en el ejercicio de su función; el goce de vacaciones,
licencias por enfermedad o capacitación; y el reconocimiento de la autonomía de su
función.

La Ley 26002 también contiene una descripción detallada de los instrumentos


públicos protocolares y sus registros, así como de los instrumentos públicos
extraprotocolares. Además, desarrolla el tema de la nulidad de los instrumentos públicos
notariales e incluye normas referidas a la organización del Notariado, entre ellas las
disposiciones respecto de los Colegios de Notarios, la Junta de Decanos de los Colegios
de Notarios del Perú y el Consejo del Notariado. También, instaura un régimen
disciplinario a cargo del Colegio de Notarios y del Consejo del Notariado, el cual incluye
faltas específicamente detalladas, el procedimiento a seguirse y las sanciones que pueden
imponerse.

Según lo comenta Vera Erausquín, dentro de sus principales novedades se


encontró que realizaba una descripción más completa de la actividad notarial,
estableciéndose la obligatoriedad de ser abogado para acceder a la función notarial y
elevando el número de plazas para notarios en la ciudad de Lima, considerándose un
número apropiado el de doscientos.

Vera Eraurquín señala que la ley le considera derechos al notario, estableciendo


las causas para el cese del notario; detallando los instrumentos públicos protocolares y
sus registros y los instrumentos públicos extra protocolares; considerando la nulidad de
los instrumentos públicos notariales; incluyendo normas referidas a la organización del
notariado, entre ellas se refiere al Colegio de Notarios, la Junta de Decanos de los
Colegios de Notarios y el Consejo del Notariado, también se crea un régimen disciplinario
a cargo del Colegio de Notarios y del Consejo del Notariado, el cual incluye faltas
específicamente detalladas y el procedimiento a seguir y las sanciones que pueden
imponerse, crea el fondo mutual del notariado, integrado por todos los notarios de la
República, el que beneficiará a los notarios que por razones de edad o salud deban cesar
así como a sus deudos en casos de fallecimiento.

El texto primigenio del Dec. Ley 26002 adoptaba un número fijo de notarios en
Lima y provincias. Luego, el texto fijo se modalizó con una Comisión Técnica que debía
formular los requerimientos de acuerdo con un estudio del INEI. Finalmente, esa
Comisión nunca produjo resultados, por lo cual el sistema fracasó rotundamente.
Las prohibiciones notariales, establecidas en el DECRETO LEY Nº 26002, buscan
limitar el ejercicio abusivo y arbitrario de la profesión.

a) En beneficio propio.

b) En beneficio a terceros de mala fe.

c) En perjuicio a terceros de buena fe.

d) En perjuicio del orden público y las buenas costumbres.

e) En perjuicio de los límites legales y congresos notariales, sea por tener más de
una notaría, ejercer la función fuera de los límites de la provincia para la cual ha
sido nombrado entre otros que señala la Ley del Notariado (Decreto Ley 26002).

Con el Decreto Ley N° 26002, establece la Ley del Notariado del 07 de diciembre de
1992, publicada el 27 de diciembre de 1997 derogó a la Ley 1510, ha derogada también
las leyes 23862; Ds. Ls. 17244, 21944 y 22944 y art. 36 del C. de C. y demás normas.

La ley constituye un avance, y su importancia radica en:

 Conceptúa a notario como profesional del derecho que orienta y asesora a las partes.
 Regula sistemáticamente al notario.
 Mantiene el concurso público como medio de acceso al cargo (sólo abogado).
 Crea la carrera notarial.
 Crea nuevos registros (testamentos y de Bienes Muebles registrables).
 Define la actuación notarial.
 Crea el fondo mutual del notariado.
 Traslada la legalización de apertura de libros contables al notariado.

La Crítica de esta Ley: es que mantiene el requisito de la autorización de minutas


por parte de abogados; mantiene el cierre de registros por bienios; y no se pronuncia por
otras personas que igualmente ejercen funciones notariales (fedatarios, secretarios
notariales, jueces de paz).

En conclusión, el Decreto Ley Nº 26002 es una norma completa que detalla en


forma minuciosa la actividad notarial, el acceso a la función notarial, las formalidades del
ejercicio de la función, la disciplina, las faltas y las sanciones del notario. Del mismo
modo, también establece la organización, las funciones y las competencias de las
instituciones del Notariado peruano: los Colegios de Notarios, la Junta de Decanos y el
Consejo del Notariado. Por último, también regula la vigilancia del notariado y el régimen
disciplinario.

5 D.L 1049 ley del notariado vigente


El presente dispositivo legal regula los requisitos, funciones, atribuciones y
obligaciones del ejercicio de la función notarial, así como también de los instrumentos
públicos protocolares y extra protocolares. El Derecho Notarial tiene como finalidad
brindar seguridad del documento notarial, así como cautelar y dar seguridad de los actos
y hechos que el notario presencie otorgando la fe pública.

En nuestro país nuestra primera ley del notariado (Ley N° 1510) fue en el año
1911, que posteriormente fue sustituida por el Decreto Ley N° 26002 en el año 1992, y
que a su vez fue reemplazada por él (Decreto 1049), publicado el 26 de junio del 2008.

Este decreto ha sufrido importantes modificaciones apenas en septiembre de 2015.

La nueva ley contiene un total de 156 artículos, más 16 transitorios, divididos en


4 títu los que se refieren, por su orden, a los siguientes temas: “Del notariado y la función
notarial”, “De los instrumentos públicos notariales” “De la organización del notariado” y
“De la vigilancia del notariado”.

Entre las novedades más importantes de la ley se pueden destacar las siguientes:

- La relación de dos notarios por los primeros cincuenta mil habitantes, y de un notario
por cada cincuenta mil habitantes adicionales (art. 5).

- Se prohíbe al notario la autorización de las denominadas minutas, las cuales estarán a


cargo de abogados letrados (art. 18).

- La designación de suplente tiene lugar por parte del colegio de notarios provincial,
tomando en cuenta al notario propuesto por el mismo titular (art. 20).

- Se establece el uso de tecnologías de firmas y certificados digitales (arts. 24, 82, 81, 86
y 91).
- Se previene la redacción de documentos en otros idiomas con la intervención de
intérprete y traducción simultánea (arts. 30 y 109).

- Se continúa manteniendo la distinción entre instrumentos públicos protocolares e


instrumentos públicos extra protocolares (arts. 25 y 26).
- Se establece la obligación expresa del notario para adoptar prevenciones en materia de
lavado de activos (art. 59 k).

- Se impone la obligación de llevar personalmente por el notario el registro de


testamentos, con el fin de conservar el secreto profesional (art. 67).

- Se lleva un registro de actos de transferencia de bienes muebles, especialmente de


vehículos (art 78).

- El archivo notarial puede llevarse en soporte de papel o medios magnéticos (art. 81).

- El notario puede hacer traslados notariales remitidos en forma electrónica (art. 82).

- Se consigna expresamente la triple distinción entre testimonio, boleta y parte. El primero


contiene la trascripción íntegra del instrumento público notarial y es el que habitualmente
circula porque se entrega al cliente; la segunda, es un resumen del contenido del
instrumento con los datos necesarios para la identificación del acto; el tercero, es un
documento “interno” dirigido expresamente al registrador y hace las veces de “traslado”
para la calificación del acto (arts. 83, 84 y 85).

- Se llevan dos tipos de índices: el cronológico y el alfabético (art. 91).

- En materia de certificación de copias se establece expresamente que en caso de que el


documento presente enmendaduras, el notario a su criterio podrá denegar la certificación
que se le solicita o expedirla dejando constancia de la existencia de las irregularidades
(art. 111).

- El notario puede negarse al cotejo de un documento que presente enmendaduras o bien


expedir la certificación, dejando constancia del estado físico del documento (art. 111).

- Se sanciona con nulidad de pleno derecho la confección de escrituras públicas,


certificaciones de firmas o de actos de enajenación o gravamen en inmuebles ubicados
fuera de la jurisdicción (art. 123).

- La responsabilidad del notario prescribe a los cinco años (art. 154).


CONCLUSION

A la conclusión que llegamos es que notario es el que puede cumplir mejor el


papel de tercero de confianza, como jurista imparcial e independiente y nombrado.

También se logró concluir que los instrumentos otorgados por los notarios tienen
fuerza ejecutoria, al igual que una resolución judicial en última instancia, lo que les
permite ser ejecutados sin la intervención de un abogado ni de un tribunal, siempre y
cuando en el instrumento se hayan previsto sanciones claras y netas en caso de
incumplimiento de los compromisos adquiridos, por una parte.

Que gracias a cláusulas adaptadas y claras en las actas que otorga, el notario no
deja lugar a dudas en cuanto a su aplicación y da curso a las consecuencias que aspiran
las partes, otorgándoles así un título con fuerza probatoria, muy valorado como prueba de
la propiedad, tanto inmobiliaria como mobiliaria.

Lo que no debemos olvidar es que, en la elaboración de un contrato, el notario


tiene la obligación de buscar el equilibrio entre las partes. Es por eso que nos dimos el
tiempo de investigar y llegamos a la conclusión de que el notario, asume su papel social
en la sociedad. Evita por todos los medios que sus actas contengan cláusulas abusivas.
No colabora nunca con una de las partes a espaladas de la otra. Defiende los intereses de
los más débiles, sobre todo de las personas vulnerables. Tiene en cuenta el nivel
intelectual de las partes. El cliente puede optar por el notario de su elección, en este caso
elige al que le genere más confianza como notario para la instrumentación o, al menos,
como notario asesor. Puede, en principio, elegir a su notario libremente, salvo en casos
expresamente contemplados en la ley (liquidaciones judiciales, ventas públicas). El
cliente tiene esa confianza ya que su notario no solo conoce su historial familiar, sino que
también está obligado por el secreto profesional y por su deber de discreción.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Alvez Herrera, Ciro. "Crítica a la Legislación Notarial y Registral". Editorial ITAE Peru
S.A. 1980 Lima Perú, 310 Págs

Ega Erausquín, Antonio. “Breve reseña histórica del notariado en el Perú”. Óp. Cit, p. 67.

Carral y De Teresa, L. (1978). Derecho Notarial y Derecho Registral. Cuarta edición,


Editorial Porrúa S.A., México D.F.

Decreto 1049. (2008). Ley del Notario. Lima: El peruano diario oficial.

González, G. (2008). Introducción al Derecho Registral y Notarial. Segunda edición,


Jurista Editores E.I.R.L., Lima, Perú

Mallqui Luzquiños, M. (2015). Consideraciones generales sobre la importancia del


derecho notarial en el Perú http://www.usat.edu.pe/files/revista/ius/2015-
I/paper08.pdf

Novoa Miranda, J. (2015). Compilado de Derecho Notarial y Registral. Chimbote, Perú.

Pantigoso, M. (1995): La Función Notarial. Primera Parte, Editorial Rodhas, Lima, Perú.

Ramírez, J. (1979). Diccionario Jurídico. 7ma. Ed. Buenos Aires, Ed. Claridad pp.155

Texto según 1era. Disposición Final de la Ley 26662 (Ley de Competencia Notarial en
Asuntos no Contenciosos) del 5 de septiembre de 1996, publicada el 22 de dicho
mes

Villavicencio Cárdenas, M. (2009). Manual de Derecho Notarial. Lima, Perú.


ANEXOS

SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL 6-2016

En Lima, a los 7 días del mes de mayo de 2020, reunido el Tribunal Constitucional, en
sesión de Pleno Jurisdiccional, con la asistencia de los señores magistrados Ledesma
Narváez (presidenta), Miranda Canales, Blume Fortini, Ramos Núñez, Sardón de
Taboada y Espinosa-Saldaña Barrera, pronuncia la siguiente sentencia, con el
abocamiento del magistrado Ferrero Costa (vicepresidente), aprobado en la sesión del
Pleno del 5 de setiembre de 2017.

PETITORIO:

El Colegio de Notarios de San Martín, con fecha 22 de febrero de 2016, y el Colegio de


Notarios de Lima, con fecha 18 de abril 2016,pretenden que se declare la
inconstitucionalidad por la forma de la totalidad del Decreto Legislativo 1232 por la
supuesta vulneración del límite material contemplado en la Ley 30336, Ley que delega
en el Poder Ejecutivo la facultad de legislar en materia de seguridad ciudadana, fortalecer
la lucha contra la delincuencia y el crimen organizado, publicada el 1 de julio de 2015 en
el diario oficial El Peruano.

ARGUMENTOS DE LAS DEMANDAS SOBRE PRESUNTOS VICIOS DE


INCONSTITUCIONALIDAD POR LA FORMA

Los argumentos expuestos en las demandas de ambos colegios profesionales con relación
a la inconstitucionalidad por la forma de la norma impugnada son los siguientes: El
Colegio de Notarios de San Martín y el Colegio de Notarios de Lima sostienen que, si
bien el artículo 104 de la Constitución otorga al Poder Ejecutivo la facultad para legislar
mediante decretos legislativos, no es menos cierto que esta potestad debe adecuarse a la
materia y al plazo determinado por la ley autoritativa que emita el Congreso de la
República.

Sin embargo, advierten los colegios de notarios demandantes, pese a que la materia
delegada por el Congreso de la República es clara y precisa, el Decreto Legislativo 1232
regula temas relativos a la función notarial, a la organización del notariado y a las
infracciones disciplinarias administrativas imputables al notario; es decir, a criterio de los
demandantes, la norma impugnada regula materías completamente distintas de aquellas
a las que se refiere la Ley 30336.

ARGUMENTOS DE LAS DEMANDAS SOBRE PRESUNTOS VICIOS DE


INCONSTITUCIONALIDAD POR EL FONDO

Por otro lado, el Colegio de Notarios de Lima refuerza su alegato sosteniendo que la
segunda parte de la modificación del artículo 137 del Decreto Legislativo del Notariado
por el artículo 1 del Decreto Legislativo 1232, según la cual "la presidencia del Consejo
Directivo recae en el Decano del Colegio de Notarios con mayor número de agremiados"
podría significar una afectación de la autonomía que corresponde a los colegios
profesionales, toda vez que la norma impugnada supondría una restricción al derecho de
elección de los notarios.

Argumentos de ambos colegios profesionales con relación a la inconstitucionalidad por


el fondo respecto del artículo 1 del Decreto Legislativo 1232, en cuanto modifica el
artículo 137 del Decreto Legislativo 1049: Los demandantes sostienen que debe
declararse la inconstitucionalidad por el fondo respecto del artículo 1 del Decreto
Legislativo 1232, en cuanto modifica el artículo 137 de la Decreto Legislativo del
Notariado en el siguiente extremo: "La presidencia del Consejo Directivo recae en el
Decano del Colegio de Notarios con mayor número de agremiados".

En consecuencia, los demandantes sostienen que la norma impugnada, al modificar el


artículo 137 de la Decreto Legislativo del Notariado, estaría vulnerando la autonomía de
los colegios profesionales reconocida en el artículo 20 de la constitución, el derecho a la
igualdad y no discriminación, y el derecho de los notarios a elegir sus autoridades.

CONTESTACIÓN DE LAS DEMANDAS

Con relación a la inconstitucionalidad formal, el demandado sostiene que la regulación


contenida en el Decreto Legislativo 1232 tiene por finalidad fortalecer el control,
supervisión y adopción de medidas en relación con la función notarial para que coadyuve
al sistema de registros públicos. Por otra parte, respecto a la falta de tipicidad de las
infracciones establecidas en los artículos 149-A, 149-B y 149-C, esta parte sostiene que,
en la jurisprudencia de este Tribunal Constitucional, ya se ha indicado que es
constitucionalmente válido aplicar la técnica del reenvío o remisiones normativas a otras
fuentes para determinar infracciones administrativas. Asimismo, esta parte niega que
exista similitud entre los supuestos de hecho de las infracciones reguladas en los artículos
149-A, 149-B y 149-C.

Por otro lado, respecto a la vulneración del principio de proporcionalidad y del ne bis in
idem, se sostiene que el Tribunal Constitucional ya ha señalado que es posible imponer
una pena principal y una pena accesoria de manera conjunta sin que ello suponga su
inconstitucionalidad Finalmente, respecto a la presunta contradicción entre los artículos
150 y 152 de la Decreto Legislativo del Notariado, modificados por la norma impugnada,
se alega que la parte demandante realiza una incorrecta interpretación de estos, ya que se
trata de dos supuestos de hecho distintos.

Finalmente, respecto a este punto, el demandado sostiene que, en la exposición de


motivos de la norma impugnada, se señala que la norma pretende fortalecer el control
supervisión y adopción de medidas en relación con la función notarial, a fin de evitar r la
comisión de delitos a través de fraudes en la expedición de instrumentos públicos
notariales.

En este sentido, alega esta parte, mediante la norma impugnada se pretende evitar la
comisión de delitos a través de fraudes en la expedición de instrumentos públicos
notariales, a fin de emprender una eficaz lucha contra el crimen organizado en relación
con actividades ilícitas como la estafa, la usurpación o el tráfico de terrenos.

Por otro lado, respecto a la modificación del artículo 137 del Decreto Legislativo del
Notariado, el Poder Ejecutivo niega que se esté afectando la autonomía de los colegios
profesionales, toda vez que dicha disposición forma parte de las regulaciones que se han
adoptado para garantizar el fortalecimiento de la función notarial.

FUNDAMENTOS

CONSIDERACIONES DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

INCONSTITUCIONALIDAD INDIRECTA Y EL PARÁMETRO DE CONTROL


CONSTITUCIONAL
Conforme al artículo 75 del Código Procesal Constitucional, una infracción contra la
jerarquía normativa de la Constitución puede ser: i) directa o indirecta, ii) de carácter total
o parcial y iii) tanto por la forma como por el fondo

Por el contrario, cuando se incurre en una infracción indirecta, el parámetro de control


está integrado también por normas con rango de ley, a las que haya que acudir por
remisión de la Constitución, así como aquellas que regulan la estructura y el
funcionamiento de los niveles de Gobierno y entidades del Estado conforme a su artículo
106.

En casos como estos, el análisis de constitucionalidad no puede basarse en un mero juicio


de compatibilidad directa entre la norma cuestionada y la Constitución, sino que su
análisis requerirá verificar su conformidad con una norma legal perteneciente al
parámetro de control constitucional.

Estas últimas conforman un esquema trilateral, donde el parámetro de control está


constituido por la propia Constitución y la norma interpuesta, en tanto que la ley o norma
con rango de ley es la disposición objeto de control.

Tomando en cuenta que tanto el Colegio de Notarios de San Martín como el Colegio de
Notarios de Lima han denunciado la existencia de infracciones indirectas a la
Constitución, el parámetro de control a emplearse en este caso debe estar integrado
también por las normas a las que haya que acudir por remisión.

ANÁLISIS DE CONSTITUCIONALIDAD POR LA FORMA DEL DECRETO


LEGISLATIVO 1232

El artículo 104 de la Constitución contempla la legislación ejecutiva mediante decretos


legislativos, los cuales son fuentes de derecho que el Ejecutivo expide en ejercicio de una
competencia que le es propia, dentro de las materias y en el plazo que establezca la ley
autoritativa o de habilitación.

En el presente caso, este Tribunal aprecia que las modificaciones realizadas respecto al
ejercicio de la función notarial tienen implicancia directa en la optimización del sistema
nacional de registros públicos, toda vez que es a partir de los instrumentos públicos
emitidos por los notarios que se logra inscribir actos que adquieren protección y
reconocimiento de una manera que podría ser indebida.
Asimismo, dicha relación directa, según advierte este Tribunal, se encuentra dentro de los
confines de las materias respecto de las cuales se ha autorizado a legislar al Ejecutivo;
además, se aprecia que sobre la materia referente a la optimización del sistema nacional
de los registros públicos, que exige el establecimiento de medidas para enfrentar y
prevenir las modalidades de fraude en la expedición de instrumentos públicos notariales,
no existe una reserva absoluta de ley, como sí ocurre, por ejemplo, con las materias
indelegables a la Comisión Permanente, de acuerdo con el inciso 4 del artículo 101 de la
Constitución.

De allí que el correcto ejercicio de la función notarial complemente de manera directa el


fortalecimiento y optimización del sistema nacional de los registros públicos; de forma
tal que se identifica una relación de medio-fin entre las modificaciones destinadas a
mejorar el ejercicio de la función notarial y la optimización del sistema de registros
públicos, lo que determinará, finalmente, que se pueda prevenir la comisión de fraudes y
hechos ilícitos, y evitar la vulneración de derechos de terceros.

Siendo esto así, este Tribunal entiende que la norma impugnada tiene relación con la
materia delegada en la ley autoritativa, toda vez que el correcto ejercicio de la función
notarial es un requisito indispensable para la optimización del sistema nacional de
registros públicos.

INCONSTITUCIONALIDAD POR EL FONDO DEL DECRETO LEGISLATIVO


1232

OBRE LA ALEGADA VULNERACIÓN DE LA AUTONOMÍA DE LOS


COLEGIOS PROFESIONALES Y DEL MANDATO DE NO DISCRIMINACIÓN

Sobre el particular, los demandantes sostienen que, con esta modificación, se estaría
vulnerando la autonomía constitucionalmente reconocida a los colegios profesionales al
no permitírseles elegir directamente a sus autoridades, como es el caso de la presidencia
del Consejo Directivo. Asimismo, añaden los demandantes, con este tratamiento se estaría
incurriendo en un supuesto de discriminación indirecta contra la autonomía de los
colegios profesionales, toda vez que, mediante una norma, se establece en quién recae la
presidencia del Consejo Directivo de la Junta de Decanos.
este Tribunal también ha indicado que los colegios profesionales deben entenderse como
instituciones de actuación social y colectiva compatibles con el ejercicio de las potestades
y competencias de los poderes públicos, así como con el espacio de actuación de otras
instituciones previstas constitucionalmente (Sentencia 0027-2005-AI/TC, fundamento 3)
Sin embargo, y sin desconocer la debida protección que se les otorgan a los colegios
profesionales, este Tribunal advierte que el artículo 137 del Decreto Legislativo del
Notariado, citado supra, no hace alusión a los colegios profesionales, ni específicamente
a los colegios de notarios, sino a la Junta de Decanos de los Colegios de Notarios del
Perú.

Por ello, es tarea de quien cuestiona una infracción a dicho derecho identificar el trato
desigual, así como aportar las razones y argumentos por los que este debería considerarse
como un tertium comparationis válido e idóneo (Sentencia 00031- 2004-PUTC,
fundamento 16; Sentencia 0008-2004-PI/TC, fundamentos 131 y 132; Resolución 03931-
2010-PA/TC, fundamento 6; Resolución 00640-2011- PA/TC, fundamento 5, y Sentencia
0035-2010-PI/TC, fundamento 32), lo que es indispensable para evaluar si efectivamente
se ha vulnerado el principio-derecho de igualdad Y es que de la validez e idoneidad del
término de comparación depende la determinación (o no) de una intervención al mandato
de prohibición de discriminación; por consiguiente, su análisis se presenta como un prius
a la determinación de su lesividad (Sentencia 0035-2010-PI/TC, fundamentos 31 y 32).

SOBRE LA ALEGADA VULNERACIÓN DE LOS PRINCIPIOS DE


LEGALIDAD Y TIPICIDAD EN EL DERECHO ADMINISTRATIVO
SANCIONADOR

Con relación a lo anterior, este Tribunal ha indicado en reiteradas oportunidades que el


subprincipio de tipicidad o taxatividad, que como se indicó supra, constituye una de las
concreciones del principio de legalidad, tiene como destinatarios al legislador penal o a
la autoridad administrativa a fin de que las prohibiciones que definen las sanciones estén
redactadas con el nivel de precisión suficiente que permita a cualquier ciudadano
comprender sin dificultad lo que se está proscribiendo (Sentencia 2192-2004-PA/TC,
fundamento 5).

Ahora bien, en la Sentencia 02050-2002-AA/TC, este Tribunal Constitucional ha


entendido que la aplicación del principio de legalidad constituye un axioma fundamental
para el derecho administrativo sancionador, y no solo para el derecho penal; razón por la
cual resulta plausible extender los alcances del principio de legalidad en materia penal
desarrollados por este Tribunal y por la Corte Interamericana al ámbito del derecho
administrativo en cuanto resultan pertinentes (fundamento 8).

Asimismo, este Tribunal ha sostenido en variada jurisprudencia, como la Sentencia 0012-


2006-Al/TC, fundamento 17-22, que el principio de legalidad supone tres exigencias: -
Lex scripta, la existencia de una ley; -Lex previa, la anterioridad de la ley frente al hecho
sancionado; -Lex certa, la descripción de un supuesto de hecho estrictamente
determinado.

Por su parte, este Tribunal ha sostenido que, en virtud del principio de legalidad, queda
prohibida la aplicación de una norma por analogía, así como el uso de cláusulas generales
e indeterminadas en la tipificación de las prohibiciones (Sentencia 2192-2004-AA/TC,
fundamento 4).

Así, el principio de legalidad se encuentra reconocido en el literal "d" del inciso 24 del
artículo 2 de la Constitución: Nadie será procesado ni condenado por acto u omisión que
al tiempo de cometerse no esté previamente calificado "en la ley", de manera expresa e
inequívoca, como infracción punible; ni sancionado con pena no prevista en la ley.

En virtud de estos fundamentos, corresponde a este Tribunal analizar las disposiciones


impugnadas por el Colegio de Notarios de Lima, de acuerdo, precisamente, con los
principios indicados supra.

ANÁLISIS DE CONSTITUCIONALIDAD DE LAS DISPOSICIONES


DISCIPLINARIAS ADMINISTRATIVAS CUESTIONADAS EN EL PRESENTE
CASO A LA LUZ DE LOS PRINCIPIOS DE LEGALIDAD, TIPICIDAD Y
PROPORCIONALIDAD

En efecto, sostienen los demandantes que en el texto vigente del artículo 150 del Decreto
Legislativo del Notariado, modificado por el artículo 1 del Decreto Legislativo 1232, no
se hallan atenuantes, agravantes ni, en general, los parámetros para aplicar una sanción;
ello, a diferencia de la versión original del artículo 150 de la Decreto Legislativo del
Notariado, donde se indicaba: Además, señalan los demandantes que, en determinados
casos, los supuestos de las infracciones antes detalladas son similares; y, siendo esto así,
a criterio de los demandantes, se estaría generando un escenario de indefensión para el
notario.
En primer lugar, este Tribunal no comparte el argumento según el cual la modificación
de los artículos 149 y 150 del Decreto Legislativo del Notariado por el artículo 1 del
Decreto Legislativo 1232 sea arbitraria en el entendido de que han desaparecido los
parámetros para la aplicación de las sanciones disciplinarias administrativas a los
notarios.

Asimismo, pese a que los demandantes cuestionan las alegadas "remisiones en cadena",
este Tribunal considera que la remisión de la ley a un instrumento normativo infralegal,
como es el caso de los reglamentos o estatutos de los colegios profesionales, en materia
sancionadora administrativa, no se encuentra proscrita per se, a menos que se advierta un
grado de indeterminación e imprecisión en las conductas prohibidas que menoscaben los
principios de legalidad y taxatividad en los términos previamente descritos, situación que
no se ha configurado en el presente caso en relación a los artículos 149-A, literal "r"; 149-
B, literal "q"; y 149-C, literal "m", incorporados por el Decreto Legislativo 1232.

En consecuencia, es plausible concluir que ambas disposiciones plantean escenarios


distintos toda vez que, en el caso del literal "o" del artículo 149-B, lo que se sanciona es
la negación sin dolo, por parte de un notario, de la existencia de un instrumento protocolar
de su oficio notarial; en cambio, en el literal "m" del artículo 149-C, lo que se encuentra
prohibido es el incumplimiento, sin dolo, de cualquier otro deber, propio de la función
notarial, independientemente de su origen.

En cambio, en concordancia con el literal "e" del artículo 149-B, el notario incurrirá en
una infracción disciplinaria grave cuando extienda un instrumento notarial y no le conste
la realización o la veracidad de los actos, hechos y circunstancias declaradas en dicho
documento, siempre que se refiera a materias que requieran de verificación notarial.

Al respecto, este Tribunal advierte que mientras en la primera disposición se requiere el


conocimiento de la falsedad de los actos, hechos o circunstancia que integran el contenido
del instrumento notarial; en la segunda se exige únicamente la falta de diligencia del
notario para constatar su veracidad o realización.

Como se puede apreciar, la primera disposición procura resguardar la integridad e imagen


de los notarios, miembros del Tribunal de Honor, de la Junta Directiva y/o del Consejo
del Notariado frente a las agresiones de cualquier tipo, identificando qué tipo de
agresiones configuran una infracción disciplinaria grave.
Por su parte, en el caso del literal "k" del artículo 149-C, este Tribunal aprecia que aun
cuando no se haya realizado una identificación de las conductas sancionables con el
mismo detalle que se advierte en el literal "j" del artículo 149-B antes mencionado, sí se
ha previsto, en cambio, un marco de delimitación de las conductas sancionables, que la
diferencia de las primeras y que contiene un nivel de precisión suficiente al alcance de
los destinatarios de la norma.

Se trata pues de dos conductas distintas, por cuanto no se puede asimilarla inclusión de
actos, hechos o circunstancias que se conocen como falsos con el hecho de extender
instrumentos notariales cuando no le constan al notario la realización y veracidad de los
actos, hechos y circunstancias que son materia de verificación.

En principio, el literal "d" del artículo 149-A establece que el notario incurrirá en un
supuesto de infracción disciplinaria muy grave cuando conoce la falsedad del acto, hecho
o circunstancia, materia de un instrumento notarial.

"Faltar al respeto", en ese sentido no implica la lesión a la integridad ni a la imagen de


los notarios, de los miembros del Tribunal de Honor, de la Junta Directiva y/o del Consejo
del Notariado; aunque sí evidentemente, una "falta de respeto" genera para ellos una
situación de malestar e incomodidad de menor intensidad.

ANÁLISIS DE CONSTITUCIONALIDAD DE LAS MULTAS EN EL DERECHO


ADMINISTRATIVO SANCIONADOR

Asimismo, este Tribunal advierte que mientras el artículo 150 de la Decreto Legislativo
del Notariado modificado por el artículo 1 del Decreto Legislativo 1232sanciona al
notario por las infracciones cometidas en virtud de los artículos 149-A, 149-B o 149-C;
por otra parte, el artículo 152 de dicho cuerpo normativo sanciona a los miembros del
Tribunal de Honor por haber incumplido el plazo que exige dicha norma para la
realización del procedimiento disciplinario .Es decir, se trata de dos multas distintas
ocasionadas por supuestos de hecho diferentes e impuestas por un órgano también
distinto.

Finalmente, corresponde analizar ahora la constitucionalidad de los artículos 150 y 152


del Decreto Legislativo del Notariado en los términos en los que fue modificada por el
artículo 1 del Decreto Legislativo 1232 El Colegio de Notarios de Lima sostiene que los
artículos descritos son contradictorios, toda vez que, mientras el primero señala que la
multa impuesta será destinada a favor del órgano que la impone; por otro lado, el segundo
artículo establece que el titular de la multa es el Consejo del Notariado.

Por último, los demandantes alegan que el extremo del artículo 152 del Decreto
Legislativo del Notariado, modificado por el artículo 1 del Decreto Legislativo 1232, que
dispone que el titular de la multa impuesta al Tribunal de Honor, si incumple los plazos
contemplados en el procedimiento disciplinario, es el Consejo del Notariado, resulta
inconstitucional, por vulnerar la autonomía económica de los Colegios de Notarios, en la
medida en que se estaría destinando una porción de sus ingresos a dicho Consejo, que es
parte del Estado.

FALLO

Por estos fundamentos, el Tribunal Constitucional, con la autoridad que le confiere la


Constitución Política del Perú, HA RESUELTO Declarar INFUNDADA la demanda.

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