Anemia en Gestantes
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Anemia en Gestantes
ANEMIA EN GESTANTES
CIE-10: O99.0
I DEFINICIONES
Las DEFINICIONES de anemia que se usarán en esta GPC son las usadas por la OMS y otras
agencias que coinciden en sus conceptos.
Anemia en el embarazo
Hemoglobina (Hb) con valor < 11 g/dL (Hcto < 33 %) en el primer y tercer trimestre, o hemoglobina E-1b
(Hb) con valores menores < 10,5 g/L (Hcto < 32 %) en el segundo trimestre.
Anemia posparto
E-2b
Hemoglobina (Hb) con valor < 10 g/dL
Anemia en mujeres NO embarazadas
E
Hemoglobina (Hb) con valor < 12 g/dL o Hcto < 36 %
La utilización del valor de hematocrito solo se realizará en lugares donde no se pueda deter-
minar la hemoglobina, ya que el hematocrito puede estar alterado por factores como hemodilución,
entre otros.
Dentro del abordaje integral que se realiza a toda paciente que acude a control prenatal pre-
coz se debe priorizar la detección de anemia por su conocida y elevada prevalencia. Si el control
prenatal se inicia más tarde, se aplican los mismos criterios.4-6 Los síntomas y signos clínicos de
la anemia son inespecíficos hasta que la anemia es severa. Fatiga es el síntoma más común. Las
embarazadas pueden además tener sudoración, cefalea, palpitaciones, frialdad de piel, disnea e
irritabilidad. Raramente se desarrolla pica (preferencia por elementos no alimenticios como hielo o
polvo ricos en contenido de hierro).
Lo inespecíficos de estos síntomas obligan al tamizaje de laboratorio. Los grupos desarrolla-
dores de guías encuentran que, para países en desarrollo como el nuestro, se deben seguir las
siguientes recomendaciones basadas en la mejor evidencia disponible.
Se debe determinar nivel de Hb en sangre para detección de anemia (Hb < 11g/dL) a toda mujer
embarazada al comienzo de la gestación y a las 28 semanas. Esto daría suficiente tiempo para R-B
tratar la anemia si es detectada.
Se debe solicitar siempre una biometría sanguínea completa en la semana 28. E-1a
El nivel de ferritina sérica es el parámetro más útil y de fácil acceso para evaluar la deficiencia de
hierro. Los niveles inferiores a 15 mg/L de hierro son diagnósticos establecidos de deficiencia. Un
E-2a
nivel por debajo de 30 mg/L en el embarazo es indicación de tratamiento. Para un diagnóstico más
fiable se debe combinar ferritina sérica con hierro sérico.
La detección rutinaria de anemia con ferritina sérica NO se recomienda en general. Puede ser útil
E-2b
para los centros de especialidad o atención selectiva de prevalencia mujeres de riesgo.
La ferritina sérica debe ser valorada antes de iniciar hierro en pacientes con
E-1b
Hemoglobinopatía conocida.
Se debe considerar una prueba de tratamiento de hierro por vía oral, como prueba de Diagnóstico
de primera línea para la anemia normocítica o microcítica. Un aumento de la Hb debe ser demos- E-1b
trado en dos semanas; de lo contrario, se requieren más pruebas adicionales.
El reconocimiento precoz de la deficiencia de hierro en el período prenatal seguido de Terapia con
E-1a
hierro puede reducir la necesidad de transfusiones de sangre posteriores.
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II FRECUENCIA
La anemia ferropénica es un problema de salud pública en países desarrollados y subdesarrolla-
dos con consecuencias graves en la salud y en el desarrollo social y económico. Puede ocurrir
en todas las etapas de la vida, pero tiene mayor impacto en mujeres embarazadas, con tasas de
prevalencia que oscilan entre el 35 % y el 75 %.1, 3, 6
A pesar de que los datos locales del país sobre la anemia ferropénica posparto son aún insu-
ficientes, se puede suponer que la tasa sería similar a la de prevalencia durante el embarazo, que
es de 46,9 % con anemia. Existe evidencia de que la anemia ferropénica es común en mujeres
de bajos ingresos aún en países con muchos recursos.1-3 Las repercusiones de la anemia en el
embarazo están relacionadas con todas las patologías obstétricas, pero con mayor probabilidad
al riesgo de peso bajo del recién nacido, parto pretérmino y aumento de la mortalidad perinatal.
Es posible que se asocie con depresión posparto y con resultados más bajos en las pruebas de
estimulación mental y psicomotriz en los recién nacidos.1-5, 6
La anemia por deficiencia de hierro se define por valores anormales de los resultados de
laboratorio, aumento de las concentraciones de hemoglobina mayores de 1 g/dL después de
tratamiento con hierro o ausencia de hierro almacenado en la médula ósea. El espectro de la
deficiencia de hierro varía desde la pérdida hasta la eritropoyesis deficiente, cuando el transporte,
almacenamiento y el hierro funcional son bajos.12
La medición de las concentraciones séricas de hemoglobina y hematocrito es la prueba prima-
ria para identificar anemia, pero no es específica para la identificación de la deficiencia de hierro.2,
4-6
Los resultados de las pruebas de laboratorio característicos de la anemia por deficiencia de
hierro son: anemia microcítica hipocrómica, almacenamiento deficiente de hierro, concentraciones
plasmáticas bajas de hierro, capacidad elevada de fijación de hierro, concentraciones de ferritina
bajas y elevadas de protoporfirina eritrocitaria libre.2, 4-6
La medición de la concentración de ferritina tiene la más alta sensibilidad y especificidad para
el diagnóstico de deficiencia de hierro en pacientes anémicas. Las concentraciones menores de
10 a 15 μg/L confirman la anemia por deficiencia de hierro.4-6
Se requiere que la prevención y el tratamiento mantenga las reservas recomendadas y de
ingesta diaria de hierro para que no perjudique al feto y neonato.12, 13 Durante el embarazo se
requiere más hierro porque el volumen sanguíneo se expande hasta 50 % (1000 ml) y el total de
la masa eritrocitaria alrededor de 25 % (300 ml) en el embarazo único.13 La cantidad total de hierro
corporal está determinada por la ingestión, pérdida y almacenamiento.
El volumen plasmático en el embarazo normal aumenta de 25 % a 80% y la masa eritroide
muestra un incremento de 180-250 ml (10-20 % arriba de lo normal) entre quienes no reciben
hierro suplementario. Cuando lo reciben, el aumento medio es de 350-450 ml (aproximadamente
el 30 % en la masa eritroide normal).2, 4-6
Más de la mitad de las mujeres embarazadas en países de bajos ingresos sufren de anemia y
deficiencia de hierro. Esta es la causa más frecuente de anemia en el embarazo.3 En el embarazo se
requiere hierro adicional para el feto, la placenta y el incremento en el volumen sanguíneo materno.
Este alcanza una cantidad aproximada de 1000 mg de hierro (masa eritrocitaria 500 mg, hierro fetal
290 mg, pérdidas fisiológicas 240 mg y hierro placentario 20 mg) durante todo el embarazo. Los
requerimientos durante el primer trimestre son relativamente pequeños, de 0,8 mg por día, pero se
elevan considerablemente durante el segundo y tercer trimestres hasta 6,3 mg por día.3
Parte de este requerimiento incrementado puede ser satisfecho por los depósitos de hierro y
por un incremento adaptativo en el porcentaje de hierro absorbido. Sin embargo, cuando los depósi-
tos de hierro están bajos o inexistentes y hay bajo aporte o baja absorción del hierro dietario, como
sucede a menudo en el caso de países en desarrollo, es necesaria la suplementación de hierro.3
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Se debe determinar nivel de Hb en sangre para detección de anemia (Hb < 11 g/dL) a toda mujer R-B
embarazada al comienzo de la gestación y a las 28 semanas. Esto daría suficiente tiempo para
tratar la anemia si es detectada.
Se debe solicitar siempre una biometría sanguínea completa en la semana 28. E-1a
El nivel de ferritina sérica es el parámetro más útil y de fácil acceso para evaluar la deficiencia de E-2a
hierro. Los niveles inferiores a 15 mg/L de hierro son diagnósticos establecidos de deficiencia. Un
nivel por debajo de 30 mg/L en el embarazo es indicación de tratamiento. Para un diagnóstico más
fiable se debe combinar ferritina sérica con hierro sérico.
La detección rutinaria de anemia con ferritina sérica NO se recomienda en general. Puede ser útil E-2b
para los centros de especialidad o atención selectiva de prevalencia mujeres de riesgo.
La ferritina sérica debe ser valorada antes de iniciar hierro en pacientes con E-1b
hemoglobinopatía conocida.
Se debe considerar una prueba de tratamiento de hierro por vía oral, como prueba de diagnóstico E-1b
de primera línea para la anemia normocítica o microcítica. Un aumento de la Hb debe ser
demostrado en dos semanas, de lo contrario se requieren más pruebas adicionales.
El reconocimiento precoz de la deficiencia de hierro en el período prenatal seguido de terapia con E-1a
hierro puede reducir la necesidad de transfusiones de sangre posteriores.
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Tabla 4. Esquema sugerido para suplementación diaria de hierro más ácido fólico
en mujeres embarazadas
Fuentes: WHO. Guideline: Daily iron and folic acid supplementation in pregnant women. Geneva.
World Health Organization. 2012.
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El hierro parenteral debe ser considerado a partir del segundo trimestre y período posparto en E-1a
mujeres con anemia por deficiencia de hierro que no responden o que son intolerantes al hierro
oral.2, 4-6, 15-17
Cuando se indica tratamiento con hierro por vía no oral, la vía de elección sería la intramuscular R-A
en la combinación (Fe-sorbitol-ácido cítrico), dado que esta tiene menos riesgo de trombosis que
el tratamiento intravenoso.4, 15-17
La dosis de hierro parenteral debe calcularse sobre la base de peso preembarazo, con el objetivo E-1b
de mantener Hb 11 g/dL.4, 15-17
La elección de la preparación de hierro parenteral debe basarse en las instalaciones locales,
teniendo en cuenta no solo los costos de los medicamentos, sino también las instalaciones y el R-A
personal necesarios para la administración.4, 15-17
El hierro intravenoso produce menos náuseas y vómitos que el hierro oral de liberación controlada.
No hay diferencias en cuanto a constipación, diarrea y cólicos abdominales.4, 15-17 E-1b
El suministro de hierro intravenoso es más efectivo que el hierro oral común para el aumento de la E-1b
Hb a las (36 semanas) y en el momento del parto y posparto, con menos efectos secundarios (náu-
seas, vómitos y constipación). Tampoco se encontraron diferencias significativas en el Apgar < 7
a los cinco minutos, cesáreas, parto operatorio vaginal, hemorragia posparto, peso al nacimiento.
No pudieron estimarse resultantes como mortalidad materna, mortalidad neonatal, prematurez y
bajo peso al nacer.4, 15-17
Se observa una disminución de cefaleas con la administración de Fe-Sorbitol-ácido cítrico intra- E-1b
muscular versus dextran intramuscular. No se observan diferencias en cuanto a náuseas, vómitos,
escalofríos, prurito y dolor en el sitio de inyección.4,15-17
Se observa menos cefalea y dolor en el sitio de inyección con la administración intravenosa.16, 17 E-1b
El hierro intravenoso con hidrocortisona tiene menor riesgo de trombosis venosa que el hierro E-1b
intravenoso, solo, aunque no hay datos que respondan si esta intervención altera la efectividad
de la terapia con hierro.16-17
Todos los centros deben realizar la auditoría de la utilización de la terapia con hierro intravenoso E-1a
retroalimentación de los resultados y el cambio de la práctica cuando sea necesario.5, 16-17
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Las mujeres que recibieron transfusión de glóbulos rojos deben recibir información completa
sobre la indicación para la transfusión y alternativas disponibles. El consentimiento debe ser E-1a
buscado y documentado en la historia clínica.3, 15, 16
El reconocimiento precoz de la deficiencia de hierro en el período prenatal seguido de
terapia con hierro puede reducir la necesidad de transfusiones de sangre posterior.3-4, 14 E-1 a
Para parto hospitalario, el corte sugerido de Hb es < 10 g/dL y para parto en una
unidad liderada por obstetra es < 9,5 g/dL.4-6,15 E-2b
Mujeres posparto con pérdida de sangre estimada > 500 mL anemia sin corregir, detectada en
el período prenatal o síntomas indicativos de anemia después del nacimiento deben tener Hb
comprobado dentro de las 48 horas.4, 14 E-1b
Las mujeres que están hemodinámicamente estables, asintomáticas o ligeramente sintomáticas,
con Hb < 10,0 g/dL deben recibir hierro elemental 100-200 mg al día durante tres meses, con
repetición de Hb y ferritina al final de la terapia, para asegurarse de que la Hb y las reservas de E-1b
hierro están repletadas.4-6
Se debe asegurar insumos anticonceptivos para garantizar la salud materna en el puerperio y el
espaciamiento adecuado hasta estabilización de Hb.6 P/R
V REFERENCIA Y CONTRARREFERENCIA
Referir la paciente a centros con adecuada complejidad y capacidad resolutiva, una vez que se ha
establecido el diagnóstico, permite tomar decisiones de especialidad acertadas y oportunas.19
Si la respuesta a la sustitución de hierro por vía oral es pobre, causas concomitantes que pueden contribuir
a la anemia, tales como deficiencia de folato o de anemia crónica, deben ser excluidas y la paciente debe
remitirse para atención secundaria.
Se debe considerar la referencia si existen importantes síntomas y/o anemia grave (Hb < 7 g/dL) o se trata
una gestación avanzada (> 34 semanas) o si hay falta de respuesta a un ensayo de hierro oral.
Toda paciente en el puerperio debe egresar con plan de manejo preciso indicado por el ginecobstetra o
por la severidad por el internista o hematólogo, con indicaciones de seguimiento en cuanto a terapéutica
y controles de laboratorio.
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Biometría hemática
Hemoglobina
Hematocito
Morfología Ferritina
Primera consulta
Tercer trimestre
Primer trimestre
Anemia moderada a
Anemia leve
Hb normal severa
Hb < 11 g/dL
Hb < 10,5 g/dL
IR < 2 % IR > 2 %
Hemorragia
Microcítica Normocítica Macrocítica Hemólisis agua reciente
IR = índice reticulocitario
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Mujer embarazada
¿Deficiencia
de hierro?
Confirma con:
Microcitosis Hipocromía
Hierro sérico
Capacidad de unión a Fe
Nivel de Ferritina
% de saturación de tranferrina
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