El Psicodiagnostico Clinico en La Actualidad Garcia Arzeno
El Psicodiagnostico Clinico en La Actualidad Garcia Arzeno
El Psicodiagnostico Clinico en La Actualidad Garcia Arzeno
Plantea revalorizar la etapa diagnostica en el trabajo clínico y plantea que un buen diagnóstico clínico está en
la base de la orientación vocacional y profesional. No siempre hacer un diagnóstico psicológico significa lo
mismo que realizar un psicodiagnostico. Este término implica administrar test y no siempre son necesarios y
convenientes.
El psicólogo contrae al comenzar un tratamiento un compromiso con una doble vertiente, clínica y ética.
No es partidaria de dedicar tanto tiempo al diagnóstico porque se instala una relación transferencial difícil de
disolver si la decisión es la de no seguir luego. Además contamos en la actualidad con todos los recursos como
para salir de dudas en menos tiempo.
Fines con los que puede utilizarse el psicodiagnostico:
1. Diagnóstico: primera y principal finalidad. Cabe destacar que esto no equivale a poner un rotulo. Plantea que
la entrevista clínica no es una herramienta infalible, los test tampoco lo son, pero si utilizamos ambos
instrumentos en forma complementaria hay un mayor margen de seguridad para llegar a un diagnostico cierto.
Es importante incluir test estandarizados porque dan un mayor margen de seguridad diagnostica.
Otro elemento importante que da el psicodiagnostico refiere a la relación transferencia contratransferencia. Nos
permite extraer conclusiones muy útiles para prever cómo será el vínculo terapéutico, cuáles serán los
momentos más duros del tratamiento, los riesgos de deserción.
2. Evaluación del tratamiento: se puede utilizar tambien como un medio para evaluar la marcha del
tratamiento. Es lo que se denomina re test y consiste en administrar la misma batería de test que en la primera
oportunidad. A veces esto se hace para apreciar los avances con mayor objetividad, otras para indagar el
motivo de un impasse en el tratamiento, a veces por disparidad de opiniones entre ellos en ese caso la
entrevista de devolución es conveniente que la haga el que realizo el estudio, cuidando mostrar una actitud de
imparcialidad.
3. Como medio de comunicación: hay pacientes reacios a conversar espontáneamente acerca de su vida y sus
problemas. La técnica del garabato de Winnicott por ejemplo rompe la asimetría de vínculo y suele ayudar.
Favorecer la comunicación es favorecer la toma de insight por el que consulta.
El psicodiagnostico tiene un fin en sí mismo pero tambien es un medio para otro fin: conocer a esta persona
que llega porque necesita de nosotros.
Los test tomados en forma individual se reservan en general para la entrevista individual con esa persona para
darle los resultados.
Plantea por ejemplo que una vez utilizo un test para mostrarles a los padres de un niño que se resistían a la
seriedad de la enfermedad del mismo, lo que sucedía. Les mostro una lámina preguntando que veían. Ambos
contestaron dos personas haciendo algo, y ella les dijo que su hijo había dicho dos esqueletos.
Un psicodiagnostico completo y bien administrado permite estimar el pronóstico del caso y la estrategia más
adecuada para ayudar al consultante. Así por ejemplo un paciente trabajara muy bien con psicoanálisis si
acepta su responsabilidad en el conflicto, si se muestra colaborador para hacer asociaciones, comunicar
recuerdos, incursionar en su vida privada y su pasado. Otro que no tolera la entrevista abierta y prefiere un
interrogatorio pautado, que se bloquea en determinados test trabajara mejor en una terapia cara a cara y con
ciertas directivas. Las entrevistas diagnosticas vinculares son de gran utilidad para decidir entre la
recomendación de un tratamiento individual, vincular o familiar. En el psicodiagnostico individual, el motivo de
consulta nos da una pauta para recomendar o no terapia grupal. Cuando las dificultades están centradas en la
relación del individuo con los demás o si en cambio el conflicto es más intrapsiquico.
Capitulo II
Objetivos y etapas del proceso psicodiagnostico
1. El primer paso tiene lugar desde que se produce el pedido del consultante hasta el encuentro con el
profesional.
2. El segundo paso consiste en la o las primeras entrevistas en las que se trata de esclarecer el motivo
latente y manifiesto de la consulta. Y construcción de la historia del individuo. Nos guiamos por lo que
va surgiendo según el motivo central de la consulta.
3. El tercer momento reflexionamos sobre el material recogido y sobre las hipótesis presuntivas para ver
los pasos a seguir e instrumentos a utilizar.
4. El cuarto momento la realización de la estrategia diagnostica planificada. No es rígido depende de cada
caso y sobre la marcha puede cambiar.
5. El quinto momento dedicado al estudio de todo el material para obtener un cuadro lo más claro posible
acerca del caso. Hay que buscar recurrencias y convergencias dentro del material, aceptar las
contradicciones que pueden aparecer.
6. El sexto momento es la entrevista de devolución de la información. Puede ser una o varias. Esta está
impregnada por la ansiedad del sujeto, de la familia, o tambien del profesional. El psicólogo debe
evitar la posición de él que sabe frente a los que no saben. Así como evitamos el tedioso interrogatorio
en la primer entrevista, tambien evitamos transformar la devolución en un espacio que no da lugar al
interlocutor para incluir sus reacciones.
7. Séptimo paso consiste en la confección del informe psicológico, si se ha solicitado.
El encuadre varía según el enfoque teórico que predominantemente sirva al profesional de marco referencial. El
grado de la patología del consultante nos obliga a adaptar el encuadre a ello. La edad del consultante tambien
influye en el encuadre elegido. Es imposible trabajar sin encuadre pero no existe “el encuadre”. El encuadre
incluye la modalidad de trabajo, el objetivo del mismo, las veces que nos veremos, el lugar, hora, honorarios y
el rol que le compete a cada uno.
Bleger enfatiza la importancia del encuadre para mantener el campo de la entrevista de manera tal que una
serie de variables se mantengan constantes, lo ayuda a observar mejor. El encuadre es lo constante, el proceso
es lo variable.
Bleger plantea que el paciente y el terapeuta cada uno aportan un aspecto infantil y otro más maduro.
El rol del profesional es más activo en la entrevista final, en la que se espera de nosotros que demos una
opinión de lo que sucede.
Muchas veces no se termina con la fácil aceptación de nuestras conclusiones. Se necesita tiempo a veces.
Se podría concluir que aspectos como el encuadre y los objetivos diagnostico son los que diferencia el trabajo
de evaluación psicológica de otro tipo de actuaciones profesionales.
El encuadre se mantiene constante para todos los sujetos, creando un marco uniforme que sirve de contraste
para registrar las variaciones interindividuales.
El hecho de que la evaluación se lleve a cabo a través de distintas fases sucesivas e interconectadas: entrevista
inicial, entrevista de aplicación de pruebas, entrevista de comunicación de resultados, proporciona la
oportunidad de realizar observaciones diacrónicas y comparar el funcionamiento del sujeto y sus reacciones
ante diferentes estímulos interactivos. Todo ello favorece la identificación de los recursos adaptativos y el
registro de factores pronósticos presentes en el individuo evaluado.