Oclusion A Lo Largo Del Tiempo
Oclusion A Lo Largo Del Tiempo
Oclusion A Lo Largo Del Tiempo
FUNCIÓN
[Resumen]
La relación de contacto de
los dientes (oclusión) se ha
encontrado bajo distintos
planteamientos, perspectivas,
y dogmas a lo largo de la
evolución de la odontología
y sobre todo de la prótesis
restauradora. Así, existieron
y existen diversos conceptos
de configuración oclusal con
prótesis fija o removible,
diversos conceptos acerca de
si se trata del contacto dental
en reposo (oclusión estática)
o durante el movimiento del
maxilar inferior con respecto
al superior (oclusión dinámica,
anteriormente denominada
articulación). En este artículo
se presentan los distintos
conceptos referidos al tipo de
prótesis dental a confeccionar
y en relación con los trasfondos
teóricos y biomecánicos.
Palabras clave
La oclusión a lo largo del tiempo Oclusión. Relación de contacto
dental. Configuración de la
Wolfgang Freesmeyer superficie de masticación.
(Quintessenz Zahntech.
2009;35(5):574-84)
Con la erupción de los dientes se establecen los primeros contactos dentales entre los Introducción
incisivos centrales de los maxilares superior e inferior, y a continuación entran en con-
tacto los incisivos laterales, los molares de leche y inalmente los caninos. Esta erupción
de los dientes va acompañada de un crecimiento vertical y horizontal de los tercios
medio e inferior del rostro. Si se observan los dientes de leche, se aprecia que son más
pequeños que los dientes deinitivos, pero coinciden con éstos en cuanto a su forma bá-
sica y en sus características (igs. 1a y 1b). Así, los dientes anteriores presentan la típica
forma de incisivo y los molares de leche poseen un relieve de cúspides y isuras acusado.
El primer concepto de oclusión cuando se parte de una posición dental eugnática, en la
oclusión estática, es una oclusión «point centric» y en oclusión dinámica una oclusión
protegida por los dientes anteriores con disclusión de los dientes posteriores durante el
movimiento (protrusión, laterotrusión).
Durante el transcurso del período de uso, debido al crecimiento, a la masticación y a
parafunciones y a la consiguiente pérdida de sustancia dental dura, este concepto de
oclusión se pierde y pasa a una «wide centric» en oclusión estática y a una guía de grupo
en oclusión dinámica (igs. 2a y 2b).
Durante el cambio de los dientes, en caso de encaje neutro vuelve a variar el concepto
de oclusión. Así, la aparición de los primeros molares permanentes y de los incisivos
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vuelve a establecer una «point centric» en oclusión estática y una guía anterior. Al am-
paro de los primeros molares permanentes y de los incisivos que ahora se hallan en
contacto, acompañados del crecimiento de los tercios medio e inferior del rostro, hasta
el 14.º año de vida se cambian los premolares y los caninos, y entre el decimotercer y
el decimosexto año de vida se establece una dentición permanente en encaje neutro
(igs. 3a y 3b).
A partir de este momento, el concepto de oclusión en estática y dinámica cambia, como
en la dentición provisional, debido a inluencias tales como el crecimiento aún en curso
y la abrasión y la erosión, esto es, las pérdidas de sustancia dental dura (igs. 4a y 4b).
Ya en el vigésimo año de vida, toda dentición permanente presenta una pérdida más
o menos acusada de sustancia dental dura. Dado que esta pérdida de sustancia dental
dura es mayor en la zona de los dientes anteriores que en la de los dientes posterio-
res, casi siempre independientemente de la causa parafunción (atrición) o erosión, una
«oclusión con protección anterior» (ig. 5) se convierte con el paso del tiempo en una
«oclusión guiada unilateralmente» (guía de grupo) y, en caso de una pérdida aún más
acusada de sustancia dura, en una «oclusión guiada bilateralmente» (oclusión balancea-
da) en la dinámica (ig. 6). En la estática, la oclusión cambia desde una «point centric»
(tripodización) a una «freedom in centric» (libertad en céntrica), lo que fue denominado
por Gerber como «principio de mano de mortero»7 (igs. 7a y 7b).
En otras palabras, esto signiica que el concepto de oclusión en estática y dinámica de
los dientes entre sí cambia a lo largo del período de uso de la dentición, y por consi-
guiente no permanece estable. Para nuestras reconstrucciones, esto signiica también
que el concepto de oclusión variará a lo largo del tiempo de utilización.
Con ello se plantea el importante interrogante de qué concepto de oclusión en estática
y dinámica debe escogerse para una reconstrucción a realizar, ya sea para prótesis ija
o removible hasta prótesis completa, y qué concepto de oclusión conduce al éxito o
al fracaso. En este contexto, tampoco se debe perder de vista qué concepto aporta el
mayor beneicio para el paciente a tratar.
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Este artículo pretende contribuir a esclarecer estas cuestiones, sin que las airmaciones
vertidas se basen en estudios basados en evidencia suicientemente signiicativos. Esto
constituye una importante limitación ya al inicio de este artículo: no existen hasta ahora
estudios clínicos que se correspondan con el nivel de evidencia 1 que hayan estudiado
un concepto de oclusión en comparación con otro concepto conforme a los criterios
cientíicos exigidos.
Por lo tanto, nos limitamos al nivel de evidencia 4, la opinión experta.
Principios de la relación Las relaciones oclusales ideales desde la perspectiva funcional se dan cuando al adoptar-
de contacto oclusal se la oclusión habitual (intercuspidación) entre las arcadas dentarias superior e inferior
existe un contacto «simultáneo, uniforme y multilateral» en la zona de los dientes pos-
teriores. En esta situación, los dientes anteriores presentan un ligero contacto o ningún
contacto. No obstante, esto depende del encaje (neutro, mesial, distal) en cada caso.
Durante los movimientos con guía dental en la oclusión dinámica, la guía más empina-
da de los incisivos y caninos (dientes anteriores) conduce a una disclusión de los dientes
posteriores, dependiendo de la guía anterior, de la inclinación de la trayectoria condílea,
recíprocamente a la situación del plano de oclusión en el espacio, de las curvas de com-
pensación y de la inclinación de las cúspides (Quinta de Hanau).
Conceptos estáticos Tripodización (point centric). El contacto puntiforme de las cúspides de apoyo en
las fosas y los rebordes marginales antagonistas tiene el objetivo de establecer un apoyo
seguro en la oclusión habitual y asegurar una carga axial de los dientes posteriores. El
apoyo seguro del maxilar inferior con respecto al superior se alcanza mediante contac-
tos en las vertientes de cúspide en dirección transversal, contactos A-B-C y en dirección
sagital mediante topes de cierre (clost stopper) y compensadores (equalizer) (igs. 8a y
8b). Así pues, esta posición constituye un punto cero neuromuscular y una posición de
partida para la generación de fuerza, sin que se vean sobrecargados dientes ni grupos
de dientes. Según Siebert22,23, en la dentición provisional y la dentición permanente
existen estos contactos, aunque no se correspondan con los principios ideales que se
enseñan y promueven en la técnica de encerado tanto según Lundeen13,14 como según
Thomas26. A lo largo del período de uso y debido a abrasiones/atriciones, una oclusión
point centric (contactos convexo contra convexo) se convierte en una relación de con-
tacto convexo contra cóncavo, con lo cual se pierde en gran medida el encaje transver-
sal y sagital. Gerber7 comparó ésta con una mano de mortero y desarrolló a partir de
esta observación los dientes Condyloform.
Oclusión con protección anterior. La oclusión con protección anterior (guía anterior, Conceptos dinámicos
guía canina) durante los movimientos con guía dental es el concepto de oclusión diná-
mica isiológico, dado que durante los movimientos desde la intercuspidación habitual se
llega a una disclusión de los dientes posteriores, evitando así fuerzas horizontales sobre
éstos y minimizando un desencadenante de reacciones parafuncionales (bruxismo).
La oclusión con protección anterior es el concepto de oclusión dinámica más frecuente
en jóvenes con dentición natural con relación neutra (clase I) sin abrasiones.
En caso de pérdida de una oclusión con guía anterior debido a abrasiones y trastornos
existentes en la zona de los dientes posteriores, restablecer este concepto de guía, por
ejemplo mediante reconstrucción de los dientes anteriores con composite o restauracio-
nes cerámicas, es más ventajoso que tallar (ig. 9).
En general, tal como han acreditado diversos estudios cientíicos en los últimos 30 años,
es recomendable conigurar la guía anterior entre 5º y 15º más empinada que la inclina-
ción de la trayectoria condílea existente24. Naturalmente, durante este proceso deben
tenerse en cuenta criterios estéticos.
a la abrasión del canino o de los incisivos debido a parafunciones (bruxismo) (ig. 10).
Esta transición desde una guía anterior a una guía de grupo se debe al hecho de que
las supericies de guía en el lado de laterotrusión disminuyen continuamente desde los
dientes anteriores hacia los dientes posteriores (incisivo central = 57º, canino = 49º, pri-
mer premolar = 36º, segundo premolar = 30º, primer molar = 25º), lo que Slavicek24 y
Reusch19 denominan «guía de laterotrusión secuencial». Debido a la atrición, la pérdida
de sustancia dental dura, una guía anterior se convierte así pues en una guía de grupo y
inalmente en una oclusión guiada bilateralmente (oclusión balanceada).
Siempre y cuando esta transición desde una oclusión con protección anterior a una
oclusión dinámica guiada unilateralmente se produzca armoniosamente, no cabe espe-
rar problemas funcionales en los dientes, los periodontos, la musculatura masticatoria y
la articulación temporomandibular. Sin embargo, si debido a la pérdida de la guía an-
terior aparecen trastornos en la zona de los dientes posteriores en la oclusión dinámica,
esto puede conducir, debido al incremento de la carga horizontal de los dientes poste-
riores, a perjuicios funcionales, tales como defectos cuneiformes, alojamientos dentales
y recesiones, entre otros. De este modo, una oclusión guiada unilateralmente también
puede contribuir a disfunciones craneomandibulares (DCM).
De ello se deriva la exigencia, cuando sea posible, de restablecer una oclusión dinámica
con protección anterior.
Si se examina la evolución de la coniguración oclusal durante los últimos 30 años, se Conceptos de oclusión
muestra el siguiente panorama: durante los años sesenta y setenta del pasado siglo, y en para la confección
ocasiones se tiene la sensación de que todavía en la actualidad, no existían conceptos con- de prótesis dentales
cretos sobre la coniguración de las supericies de masticación. Si bien se sabía que una
supericie de masticación presenta cúspides y isuras, fosas y rebordes marginales y que
se corresponde con modelos anatómicos de los dientes, no se tenía clara la función de los
distintos elementos. Así, se igualó en cierta medida la supericie de masticación al diente
natural y se aplicaba el principio de que lo que no estorba funciona (igs. 11a y 11b).
Sólo con los hallazgos de la técnica de encerado (Lundeen, Payne y Thomas, entre otros
muchos) durante los años setenta y ochenta llegó la claridad a la coniguración de una
supericie de masticación y a la interacción de los determinantes (dientes, musculatura,
articulación temporomandibular) del sistema craneomandibular13,14,26. Se desarrollaron
los diversos conceptos de oclusión en estática y dinámica y se aplicaron en una recons-
trucción mediante la utilización del articulador parcialmente ajustable y totalmente ajus-
table. Se partía de la premisa de que en el articulador pueden reproducirse totalmente
los movimientos del maxilar inferior con respecto al superior, y en consecuencia se pue-
den confeccionar prótesis dentales que se adaptan sin obstáculos en boca del paciente.
En estas reconstrucciones se prestaba una especial atención a la reconstrucción de los
dientes posteriores (igs. 12a y 12b).
En este contexto, no se tenían en cuenta las diferencias entre un sistema mecánico (arti-
culador) y un sistema biológico (persona). Esto condujo y conduce a distintos procesos
de movimiento entre las reconstrucciones confeccionadas en el articulador y la situación
en boca, lo cual provoca trastornos en las oclusiones estática y dinámica y conduce a re-
acciones funcionales patológicas en dientes, periodontos, la musculatura mandibular y
las articulaciones temporomandibulares, es decir, a disfunciones craneomandibulares.
Esto se debe a la movilidad isiológica de los dientes en los maxilares superior e infe-
rior22,23, a la elasticidad del hueso durante movimientos del maxilar inferior y con cargas
elevadas15 y a la resiliencia (movilidad) de la articulación temporomandibular7. Estos
factores contribuyen, junto a otros factores clínicamente técnicos (toma de impresión,
confección del modelo, modelado, colado, acabado), a que una morfología oclusal con-
feccionada pueda diferir entre el articulador y la situación en boca y en consecuencia
puedan aparecer trastornos oclusales.
Por este motivo, para las reconstrucciones oclusales debería incorporarse siempre a la
planiicación el concepto de oclusión existente. A in de eliminar esta discrepancia en-
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Fig. 13. Morfología oclusal individual de un Fig. 14. Encerado, según el maestro en prótesis
primer molar permanente izquierdo inferior, dental Polz, de un molar inferior izquierdo con-
que debería tenerse en cuenta en una recons- forme a la morfología anatómica y teniendo en
trucción. cuenta las huellas de movimiento de la cúspide
antagonista durante los movimientos de la man-
díbula, a fin de evitar interferencias.
Figs. 15a y 15b. Reconstrucción de molares inferiores y superiores conforme al concepto de «point cen-
tric» en oclusión estática y libertad durante los movimientos de las cúspides antagonistas en oclusión
dinámica, teniendo en cuenta las huellas de movimiento individuales de los cóndilos en el articulador
individual.
En los últimos 50 años, «30 años de tecnología dental», la opinión sobre la oclusión Conclusión
ha evolucionado desde «no desempeña papel alguno», pasando por «desempeña
un papel importante», siguiendo por «vuelve a no desempeñar papel alguno», hasta
«desempeña un papel». Si se observa retrospectivamente esta evolución, actualmente
sabemos tanto sobre las relaciones entre las coniguraciones estática y dinámica de
la oclusión y sus interacciones con los demás determinantes del sistema craneoman-
dibular que es perfectamente posible una implementación en la práctica cotidiana.
No obstante, para ello es imprescindible que tanto el odontólogo como el protésico
dental sepan en la misma medida qué concepto oclusal debe implementarse indivi-
dualmente para cada paciente. Así, odontólogos y protésicos dentales deben intentar
conjuntamente, en aras de sus pacientes y a partir de las particularidades y hallazgos
clínicos, desarrollar el concepto de oclusión a implementar y plasmarlo en la recons-
trucción correspondiente (corona, puente, prótesis dental combinada hasta la prótesis
total).
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