Derechos Fundamentales Como Limite Al Principio de La Jurisdiccion Rogada
Derechos Fundamentales Como Limite Al Principio de La Jurisdiccion Rogada
Derechos Fundamentales Como Limite Al Principio de La Jurisdiccion Rogada
JURISDICCIÓN ROGADA
UNIVERSIDAD LIBRE
FACULTAD DE POSTGRADOS
MAESTRÍA EN DERECHO ADMINISTRATIVO
BOGOTÁ D.C.
2017
LOS DERECHOS FUNDAMENTALES COMO LÍMITE AL PRINCIPIO DE LA
JURISDICCIÓN ROGADA
Director
JOSÉ RORY FORERO SALCEDO
Doctor en Derecho
UNIVERSIDAD LIBRE
FACULTAD DE POSTGRADOS
MAESTRÍA EN DERECHO ADMINISTRATIVO
BOGOTÁ D.C.
2017
Nota de aceptación
3
“Es preferible para un pueblo tener malas leyes con buenos jueces, que malos
jueces con leyes extraordinarias”.
Francesco Carnelutti
4
AGRADECIMIENTOS
Dios por ser mi mayor fuente de inspiración y fortaleza para alcanzar mis sueños.
5
AUTORIDADES ACADÉMICAS
UNIVERSIDAD LIBRE
PRESIDENTE NACIONAL
JORGE ALARCÓN NIÑO
VICEPRESIDENTE NACIONAL
JORGE GAVIRIA LIÉVANO
RECTOR NACIONAL
FERNANDO D`JANON RODRÍGUEZ
CENSOR NACIONAL
ANTONIO JOSÉ LIZARAZO OCAMPO
SECRETARIO GENERAL
FLORO HERMES DE SAN JOSÉ GÓMEZ PINEDA
PRESIDENTE SECCIONAL
JULIO ROBERTO GALINDO
RECTOR SECCIONAL
JESÚS HERNANDO ÁLVAREZ MORA
SECRETARIO ACADÉMICO
ÁLVARO ALJURE MORENO
6
CONTENIDO
pág.
INTRODUCCIÓN 10
1. GENERALIDADES 13
1.1 PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN 13
1.2 HIPÓTESIS 13
1.3 METODOLOGÍA 13
1.4 JUSTIFICACIÓN 14
1.5 OBJETIVOS 16
1.5.1 General 16
1.5.2 Específicos 16
7
3. EL PRINCIPIO DE LA JURISDICCIÓN ROGADA EN LA JURISPRUDENCIA
DEL CONSEJO DE ESTADO, A LA LUZ DE LAS TEORÍAS JURÍDICAS
SOBRE LA CONCEPCIÓN DE LAS DECISIONES JUDICIALES 49
3.1 LA TEORÍA DEL DERECHO DE HERBERT LIONEL ADOLPHUS HART 49
3.2 LA TEORÍA DEL DERECHO DE RONALD DWORKIN 55
3.3 LA TEORÍA DE LA PONDERACIÓN DE ROBERT ALEXY 58
3.3.1 El principio de proporcionalidad 58
3.3.2 Teoría de la ponderación 59
3.3.2.1 Idoneidad o adecuación 60
3.3.2.2 Necesidad 61
3.3.2.3 Proporcionalidad en sentido estricto 61
3.4 ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL DEL CONSEJO DE ESTADO 63
3.4.1 Nicho citacional 64
3.4.1.1 Sentencia arquimédica 66
5. CONCLUSIONES 99
BIBLIOGRAFÍA 104
8
LISTA DE CUADROS
pág.
9
INTRODUCCIÓN
Los continuos cambios sociales son aquellos que exigen y permiten los avances
de los diferentes ámbitos dentro de los cuales el ser humano se desarrolla en
comunidad, situación que implica indiscutiblemente para el derecho una
adaptación constante de todas aquellas normas que rigen la vida en comunidad,
eventos generalmente coyunturales son los que han desembocado en nuevos
modelos organizacionales del Estado formados generalmente bajo el esquema de
una Constitución que garantiza las libertades individuales y las relaciones entre los
diferentes poderes del Estado.
En la presente investigación se dará cuenta del desarrollo que han tenido los
derechos fundamentales como límite del principio de la jurisdicción rogada en la
jurisprudencia del Consejo de Estado durante el periodo comprendido entre los
años 2005 a 2015.
1
La demanda debe contener "la expresión de las disposiciones que se estiman violadas y el
concepto de la violación". En repetidas ocasiones esta Sala ha dicho que no puede el demandante
pretender que el Juez lo sustituya en su papel de señalar con toda precisión tanto la norma violada
como la que la infringe y, sobre todo, de indicar con toda claridad en cuál o cuáles aspectos de un
artículo o entre cuáles artículos de las normas enfrentadas y por qué, se ha producido la violación
de la norma superior en la jerarquía normativa. También se ha reiterado que la citación de las
normas violadas y la expresión del concepto de la violación no puede hacerse en bloque, es decir,
mediante la sola mención del decreto o la ley respectiva para concluir diciendo que resultaron
violadas, sino que es preciso identificar la parte del contenido que haya sido contrariado.
Así, en reciente jurisprudencia se dijo: "Esta Corporación ha dicho reiteradamente que las
disposiciones de los artículos 84 y 210 del Código Contencioso Administrativo que señalan los
requisitos que deben contener la demanda, entre los que se menciona el de 'la expresión de las
disposiciones que se estimen violadas y el concepto de la violación', no obedece a un simple
aspecto formal sino que hace parte de un aspecto fundamental de la justicia contencioso
administrativa, cual es el de que se trata de una jurisdicción rogada, es decir, que solamente puede
ocuparse de aquellos puntos que le son sometidos y por las razones en que aparecen
10
Dentro de los requisitos de la demanda tanto el antiguo código de procedimiento
administrativo como el actual mantienen la obligación de exponer los fundamentos
de derecho de las pretensiones, puntualizando que cuando se trate de la
impugnación de un acto administrativo deberán indicarse las normas violadas y
explicarse el concepto de la violación.
Ahora bien, cabe interrogarse sobre las consecuencias de la aplicación estricta del
mencionado principio, específicamente si puede acarrear una violación a los
derechos fundamentales y, de ser así, cuáles y de qué tipo son las limitaciones o
excepciones que restringen su aplicación y las consecuencias generadas en los
usuarios de la administración de justicia. Precisamente, este estudio se dedica a
responder esta pregunta, teniendo como insumo la jurisprudencia contencioso
administrativa emanada por el Consejo de Estado en el periodo de tiempo antes
delimitado.
11
cosas, la creciente incidencia en la Administración de Justicia de la importancia y
prevalencia que han adquirido los denominados derechos fundamentales*.
*
Para efectos de este trabajo, se entenderán los derechos fundamentales bajo un criterio amplio
de interpretación, como el desarrollado por la Corte Constitucional con el paso del tiempo y no bajo
interpretaciones restrictivas, como aquella que entendía por derechos fundamentales
exclusivamente los consagrados en los artículos 11 a 40 de la Carta Política.
12
1. GENERALIDADES
¿De qué manera y bajo qué fundamentos teóricos la jurisprudencia del Consejo de
Estado ha resuelto los casos en los que la aplicación del principio de jurisdicción
rogada implicaba la desprotección de derechos fundamentales, como el debido
proceso en el periodo 2005-2015?
1.2 HIPÓTESIS
1.3 METODOLOGÍA
13
El método utilizado es el deductivo e inductivo, el primero partiendo de la
generalidad de los conceptos de legalidad, principios, derechos fundamentales y
jurisdicción rogada y, el segundo porque se estudian casos concretos de la
jurisprudencia del Consejo de Estado para identificar la aplicación e interpretacion
de dichos conceptos.
1.4 JUSTIFICACIÓN
14
no hubiere cumplido con el requisito de señalar las normas violadas y el concepto
de violación. Igualmente, cuando dicho juez advierte incompatibilidad entre la
Constitución y una norma jurídica tiene la obligación de aplicar el artículo 4 de la
Constitución*.
*
Señaló la Corte Constitucional que la exigencia que contiene el segmento normativo acusado,
cuando se demandan actos administrativos, encuentra su justificación. Si el acto administrativo,
como expresión de voluntad de la administración que produce efectos jurídicos se presume legal y
es ejecutivo y ejecutorio, le corresponde a quien alega su carencia de legitimidad, motivada por la
incompetencia del órgano que lo expidió, la existencia de un vicio de forma, la falsa motivación, la
desviación de poder, la violación de la regla de derecho o el desconocimiento del derecho de
audiencia y de defensa, la carga procesal de cumplir con las exigencias que prevé la norma
acusada. Carece de toda racionalidad que presumiéndose la legalidad del acto tenga el juez
administrativo que buscar oficiosamente las posibles causas de nulidad de los actos
administrativos, mas aun cuando dicha búsqueda no sólo dispendiosa sino en extremo difícil y a
veces imposible de concretar, frente al sinnúmero de disposiciones normativas que regulan la
actividad de la administración. Por lo tanto, no resulta irrazonable, desproporcionado ni innecesario
que el legislador haya impuesto al demandante la mencionada obligación, la cual contribuye
además a la racional, eficiente y eficaz administración de justicia, si se tiene en cuenta que el
contorno de la decisión del juez administrativo aparece enmarcado dentro de la delimitación de la
problemática jurídica a considerar en la sentencia, mediante la determinación de las normas
violadas y el concepto de la violación.
15
Consejo de Estado que: i) han afianzado; o ii) han limitado la denominada
jurisdicción rogada dando prevalencia a la materialización de los derechos
fundamentales por encima de cualquier imperativo procesal.
La delimitación del juez para fallar conforme a las normas vulneradas expuestas
en la demanda, se encuentra justificada por cuanto los actos administrativos
gozan de presunción de legalidad y concierne a quien los ataca indicar las razones
de su inconformismo. Además, de acuerdo con criterios jurisprudenciales del
Consejo de Estado es claro que ayuda en la función del administrador de justicia
al delimitar su
1.5 OBJETIVOS
1.5.2 Específicos
4
COLOMBIA. CONSEJO DE ESTADO. SECCIÓN SEGUNDA. Sentencia marzo 23 de 2006.
Proceso 4164-04. C. P. Alejandro Ordóñez Maldonado.
16
2. GÉNESIS DE LA JURISDICCIÓN ROGADA, A PARTIR DE LA
CONSOLIDACIÓN DEL DERECHO ADMINISTRATIVO Y DE LOS DERECHOS
FUNDAMENTALES
En este orden de ideas se podría decir que los elementos del principio de la
jurisdicción rogada son: i) Es exclusivo del derecho administrativo, ii) corresponde
al demandante indicar claramente las normas constitucionales y legales que
considera vulneradas, iii) surge como consecuencia de la aplicación de la
presunción de legalidad que tienen los actos administrativos, iv) condiciona el
estudio de caso a las normas señaladas en la demanda, demarcando tanto el
terreno de defensa para el demandado como el ámbito de análisis del juez y el
alcance de su decisión.
El Derecho Administrativo en tanto rama del Derecho, tal como expone Vélez
García5, es una disciplina que regula la búsqueda inmediata de los fines concretos
del Estado, y, por ello, no puede limitarse a la actividad estatal, dentro del órgano
ejecutivo, dirigida a tal propósito.
El Estado como estructura organizada busca también garantizar que todos sus
ciudadanos tengan derecho al acceso a la administración de justicia con el fin de
que sus controversias sean resueltas bajo los principios de igualdad e
imparcialidad, sin embargo, el Derecho Administrativo es concebido como una
jurisdicción especial debido a la materia particular que estudia y regula; como
respuesta a esa especialidad nació en el Derecho francés el principio de la
jurisdicción rogada, pero no como un derecho independiente y autónomo, sino
como el resultado de unas características propias del derecho Administrativo.
5
VÉLEZ GARCÍA, Jorge. Los dos sistemas del derecho administrativo. Bogotá: Presencia, 1996. p.
41.
6
BALBÍN, Carlos Francisco. Curso de derecho administrativo. T. I. Buenos Aires: La Ley, 2008. p.
2 -3.
17
los principios que rodearon su iniciación, la Revolución Francesa, representó un
evento trascendental no sólo para la historia de éste país, sino para la historia de
la humanidad7.
7
GÜECHÁ, Ciro Nolberto. Derecho procesal administrativo. Bogotá: Ediciones Jurídicas Gustavo
Ibáñez, 2004. p. 35.
8
Jurista francés; nació en Ladiville el 17 de agosto de 1856. Realizó estudios de jurisprudencia. A
Maurice Haurion se le debe la ciencia jurídica como principal hallazgo de la doctrina de la
institución. Su obra tanto en su vertiente jurídica como en la sociológica, ha sido profundamente
estimada por intelectuales tan destacados como Renard, Delos y Gurvitch. Algunas de sus
principales obras fueron: Notes de jurisprudence, Príncipes de droit public, Príncipes de droit
constitutionnel y, sobre todo, La teoría de la institución y de la fundación. Escritos que produjeron,
en el momento de su publicación, un fuerte impacto. Durante algún tiempo, las páginas de sus
Príncipes de droit constitutionnel representaron el best-seller de la intelectualidad francesa, de la
que H. fue miembro destacado. En 1888 pasó a formar parte del claustro de profesores de la
Facultad de Derecho de Toulousé y solamente la muerte, acaecida el 12 mar. 1929 en esta misma
ciudad, le separaría de la docencia. El sueño dorado de H. fue ver insertado dentro de los
regímenes jurídicos positivos el Derecho natural (MAYANS OLACHEA, Mario Alfonso y
PERFECTO RUIZ, Alejandra. Grandes abogados de la historia parte 2 [en línea]. s.l.:
Wordpress.com, 2011. [citado el 28-05-15]. Disponible en: https://mayansyperfectoabogados.
wordpress.com/2011/01/29/grandes-abogados-de-la-historia-parte-2/). A partir de 1954 se publican
las obras de los grandes constructores del Derecho administrativo francés moderno.
9
“Al decano HAURIOU - ha escrito WALINE - debemos nosotros las teorías del régimen
administrativo, del privilegio de la Administración, de la decisión ejecutoria, de la responsabilidad
administrativa; a sus esfuerzos debemos más de una modificación de la jurisprudencia del Consejo
de Estado (principalmente sobre admisibilidad del recurso por exceso de poder y sobre
competencia en materia de responsabilidad de las personas administrativas)” (GARRIDO FALLA,
Fernando; PALOMAR OLMEDA, Alberto y LOZADA GONZÁLEZ, Herminio. Tratado de derecho
administrativo. Vol. I: Parte General. 15 ed. Editorial Tecnos, 2005. p. 159).
10
VÉLEZ GARCÍA, Op. cit., p. 23.
18
un Derecho Administrativo, así lo expuso M. Jean Rivero11 en el Primer Congreso
Nacional de Derecho Administrativo celebrado en Medellín - Colombia, tales
condiciones son:
Bajo el principio de la división de poderes, con el fin de ejercer control sobre las
decisiones adoptadas por el Ejecutivo, el Estado francés creó tribunales
administrativos con la intención de juzgar la conducta de la Administración Pública,
distinguiéndose la Administración activa como aquella propia de sus funciones y la
Administración Jurisdiccional como la ejercida por los tribunales.
Fue así como tuvo lugar el hecho de que el poder ejecutivo se juzgue a sí mismo y
que ningún otro poder pueda hacerlo, principio conocido como jurisdicción
retenida, que posteriormente fue remplazado por el criterio de jurisdicción
delegada a través de los tribunales administrativos dentro del poder ejecutivo, pero
con algo de independencia frente al poder central.
El Consejo de Estado francés nació en 180012, en sus orígenes ésta institución fue
concebida como una asamblea política y no como un juez administrativo en los
términos en los que lo conocemos actualmente, su función no era juzgar las
decisiones de la Administración, al contrario era considerado un apoyo del poder
ejecutivo para resolver o aconsejar sobre controversias en materia administrativa,
era un cuerpo consultor dentro del nuevo sistema de gobierno, relevando el
antiguo consejo del rey. Su función básicamente era ejercer control sobre los
propios actos del Gobierno, pues dichas decisiones no eran controladas por
ninguna otra autoridad.
Sólo hasta finales del Siglo XIX el Consejo de Estado adquiere un carácter
independiente, capaz de controlar de una forma más rigurosa a la
Administración13, dicha institución sobrevivió a todos y cada uno de los cambios
11
RIVERO, M. Jean. El derecho administrativo francés en el mundo. En: Primer Congreso Nacional
de Derecho Administrativo: La jurisdicción administrativa, máxima expresión de garantía
ciudadana. Memorias. Medellín: Publigráficas, 1980. p. 173.
12
MODERNE, Franck. Apuntes de derecho administrativo comparado. Bogotá: Centro Editorial
Rosarista, 2002. p. 8.
13
Es a partir de 1872, con la caída del Segundo Imperio, cuando el Consejo de Estado recibió del
19
políticos, económicos y sociales en más de dos siglos de existencia, evolución
reflejada en la elaboración de una jurisprudencia sólida capaz de controlar el
actuar de la administración pública para garantizar el respeto de las leyes y el
interés general como razón de ser de toda administración. Se demostró así que su
razón de ser es la de velar por los derechos ciudadanos evitando los abusos de la
Administración bajo una nueva concepción del poder político - ciudadanos libres e
iguales en derecho - en un régimen democrático.
Los miembros del Consejo de Estado a diferencia de los demás altos tribunales no
son nombrados como los magistrados profesionales, al respecto, Frank Moderne
señala que:
legislador (todavía no existía una Constitución para el nuevo régimen) el poder de administrar
justicia en nombre del pueblo. Es lo que denominamos justicia delegada. A partir de esa fecha, las
funciones jurisdiccionales del Consejo de Estado conocieron un desarrollo todavía más
espectacular y llevaron al establecimiento de un régimen denominado régimen administrativo, es
decir, un conjunto de normas de fondo que gobiernan la acción y la organización de la
administración. El mismo Consejo de Estado, convertido en juez, ejerció sobre la administración un
control cada vez más riguroso (MODERNE, Franck. Origen y evolución de la jurisdicción
administrativa en Francia. En: RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ, Libardo. Historia y perspectivas de la
jurisdicción administrativa en Francia y en América Latina: Coloquio Conmemorativo del
Bicentenario del Consejo de Estado Francés. Santa fe de Bogotá: Temis, 1999. p. 33-36).
14
BLANQUER CRIADO, David. Derecho administrativo I: El fin, los medios y el control. Valencia,
España: Tirant lo Blanch, 2010. p 99.
15
MODERNE, Franck. Origen y evolución de la jurisdicción administrativa en Francia. En:
RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ, Libardo. Historia y perspectivas de la jurisdicción administrativa en
Francia y en América Latina: Coloquio Conmemorativo del Bicentenario del Consejo de Estado
Francés. Santa fe de Bogotá: Temis, 1999. p. 36.
20
Esta situación permite mantener miembros destacados de diferentes sectores de
la sociedad que mantienen buenas relaciones con la administración sobre la cual
ejercen control.
16
LAMPREA, Pedro Antonio. Práctica contenciosa y administrativa. Bogotá: Doctrina y Ley, 1999.
p. 695.
17
GONZÁLEZ CHARRY, Guillermo. Fundamentos constitucionales de nuestro derecho
administrativo. Bogotá. Ediciones Rosaristas, 1984. p. 367.
18
VIDAL PERDOMO, Jaime. Derecho administrativo. 13 ed. Bogotá: Legis Editores, 2008. p. 212.
21
En palabras del profesor Santamaría Pastor algunas de las razones de la
procedimentalización de la actividad administrativa fueron: la reacción natural del
Estado liberal de Derecho ante el fenómeno de asunción de potestades
autoritarias por la Administración, el crecimiento orgánico de la administración, la
presión de la burocracia, a la que el procedimiento proporciona comodidades,
seguridad y garantiza esferas de influencia admnistrativización19.
“El Estado liberal, entonces, se esforzó en limitar el ejercicio del poder político y en
garantizar las libertades individuales”21, por eso buscó controlar el poder político a
través de instituciones especialidades.
La configuración de éste principio como dogma jurídico central del nuevo Estado,
que adquirió más tarde, proyección universal en el mundo del derecho
19
SANTAMARÍA PASTOR, Juan Alfonso. Principios del derecho administrativo. Vol. I. 3 ed.
Madrid: Centro de Estudios Ramón Areces, 2003. p. 55-56.
20
AGUILÓ REGLA, Josep. De nuevo sobre independencia e imparcialidad de los jueces y
argumentación jurídica. En: BURGOS SILVA, Germán. Independencia judicial en América Latina:
¿De quién?, ¿Para qué?, ¿Cómo?. Bogotá: Instituto Latinoamericano de Servicios Legales
Alternativos, 2007. p. 70.
21
REVELO REBOLLEDO, Javier. Independencia judicial en tiempos de Uribe. En: Papel Político.
Enero-junio, 2008. vol. 13. no. 1, p. 58.
22
La importancia de la Ley en este nuevo orden social, ocasionó que un nuevo principio entrara en
escena, “la legalidad”, que implicaba que el poder se sometiera al derecho; esta, fue tal vez el
arma más fuerte para asegurar la “no - arbitrariedad”, porque quienes representaban al pueblo
encontraban un verdadero limite en la voluntad general que se expresaba a través de la ley, es
decir que, el derecho natural que había sido el gestor de la necesidad de cambio, muy pronto
cedería terreno ante la actividad del legislador, quien, finalmente era el que asignaba competencias
a los demás órganos del Estado, teniendo estos la función de cumplir con exactitud lo dispuesto
por él (RINCÓN CÓRDOBA, Jorge Iván. Las generaciones de derechos fundamentales y la acción
de administración pública. Bogotá: Universidad Externado de Colombia, 2002. p. 35).
22
Constitucional europeo y, pese a los inconvenientes teóricos que planteaba, por la
diversidad de fuentes doctrinarias que lo nutrían, terminó afirmándose en la era
que marcó el auge del positivismo legalista23. Cabe mencionar que el concepto de
legalidad va ligado al de legitimidad, pero sin creer en ningún momento que
constituyen lo mismo, pues la legitimidad es la pretensión de una autoridad para
ejercer dominación con la aceptación de los miembros de la asociación sobre los
cuales es ejercida, lo que significa que esa “aceptación” es la que identifica el
grado de conformidad de la sociedad frente a su gobierno.
Fue así como a partir de este momento histórico toda actuación del Gobierno debe
estar precedida por una norma que delimite claramente su actuar de tal forma que
justifique su aplicación. Inicialmente era concebida para prerrogativas dispuestas
claramente en la ley, pero con el avance de las teorías constitucionalistas,
obviamente el principio de legalidad fue abarcando el campo legal y constitucional.
Como bien lo expresa Romero Pérez24, el Estado de Derecho, vital para la
sociedad democrática, tiene como punto de apoyo esencial el principio de
legalidad, y, en su mejor acepción el bloque de legalidad. Entendiéndose bloque
de legalidad a todo el ordenamiento jurídico, llámese normas jurídicas escritas de
cualquier rango más los principios generales del derecho. El aludido principio
consiste, en primer lugar, en la obligación de sujeción a la Constitución de toda
actuación capaz de producir efectos en el mundo jurídico, sin importar el sujeto
activo de la acción; y, en segundo lugar, su sujeción a la ley25.
23
sensu, es decir, a la regla dispuesta por el poder legislativo, sino la conformidad a
la ley lato sensu, es decir, al conjunto de reglas de derecho superior26.
Esta teoría es la que permite dar origen a la independencia de cada rama del
poder público, es así como se exige que cada una esté revestida de una ley previa
que le permita ejercer sus competencias independientes pero en armonía con un
poder integral. Por lo tanto el legislativo crea las leyes, el ejecutivo las cumple
dentro del marco trazado por aquel al igual que el poder judicial. Es a esta técnica
estructural precisa a lo que se llama propiamente principio de legalidad de la
Administración: ésta está sometida a la ley, a cuya ejecución limita sus
posibilidades de actuación31.
26
FAVOREAU, Luis. Legalidad y constitucionalidad: La constitucionalización del derecho. Bogotá:
Universidad Externado de Colombia, 2000. p. 13.
27
GARCÍA DE ENTERRÍA, Eduardo y FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, Tomás Ramón. Curso de
derecho administrativo I. 11 ed. Madrid: Civitas Ediciones, 2002. p. 435.
28
SANTAMARÍA PASTOR, Op. cit., p. 62.
29
SERRA ROJAS, Andrés. Teoría del estado. México: Porrúa, 2003. p. 367.
30
Ibíd., p. 368.
31
Ibíd., p. 435.
24
democrático mediante la introducción de factores de diferenciación en el ejercicio
del poder, el establecimiento de un sistema objetivo de formas y competencias
que obligue a los grupos políticamente dominantes, y el ejercicio de una oposición
parlamentaria que limite y controle el poder que ejerce la mayoría, sigue
cumpliendo su función garantizadora de la libertad individual; y finalmente, la
posibilidad de la revisión constitucional abre un camino para controlar y limitar la
unión del Legislativo y Ejecutivo, relanzando a la Judicatura en defensa del
ciudadano frente a los excesos de aquéllos32.
25
Bajo este contexto fue necesario formalizar cualquier proceder de la
Administración, así se concibió que las manifestaciones de la administración se
materializan a través de actos, hechos, operaciones u omisiones, para el caso en
particular solo haremos énfasis en la teoría del acto administrativo dado que es la
regla general por la que se toman decisiones cuando un individuo eleva alguna
petición y sus atributos constituyen parte esencial de este trabajo de investigación.
26
Administrativo como derecho especial, autónomo e independiente y cómo su
máximo órgano, el Consejo de Estado, constituye una de las principales
Corporaciones de la Rama Judicial.
38
GONZÁLEZ CHARRY, Op. cit., p. 366.
27
Sin embargo, el Acto reformatorio 10 de 1905 suprimió al Consejo de Estado y
solo hasta 1910 el Acto legislativo 3 ordenó crear la jurisdicción contencioso
administrativa, orden que se ejecutó a través de la Ley 130 de 1913 que fue la que
organizó los procedimientos y las acciones de lo contencioso administrativo,
creando así el primer código sobre esta materia.
Desde ese momento hasta finales del siglo XX señala el profesor Libardo
Rodríguez, las principales normas han sido:
39
MODERNE, Op. cit, p. 47.
40
GONZALEZ CHARRY, Op. cit., p. 379.
28
2.1.2.4 La Constitución de 1991. Con la promulgación de la Constitución de 1991
y la inclusión en el sistema jurídico de una serie de nuevos derechos y de
principios que regirían a partir de ese momento toda nuestra legislación, se
concibió un nuevo enfoque que exigía mayores garantías para los ciudadanos y un
cambio radical en la concepción del Estado, pues se mutaba del conocido Estado
de Derecho bajo el cual el hombre y la sociedad giraban alrededor de las leyes,
hacia el denominado Estado Social de Derecho que orienta toda su filosofía para
que las leyes y el Estado visualicen al ser humano como un todo alrededor del
cual existe su razón de ser, es decir, toda creación legislativa debe garantizar una
serie de derechos del ciudadano que no pueden ser quebrantados bajo ninguna
excepción ni justificación, de forma tal que permitan su desarrollo en armonía con
la sociedad.
41
La “naturaleza”, como fundamento del derecho, es lo que existe por sí, independientemente de
nuestra obra y nuestro querer. Puede tratarse, por ejemplo, del orden físico o biológico, creador de
las desigualdades que permiten a los fuertes imponerse a los más débiles, como pensaba el sofista
Calicles, o, por otra parte, de ciertos rasgos o características comunes, biológicas, psicológicas,
sociales, etcétera, del ser humano, en las que deben buscarse el origen y raíz del derecho natural
(GARCÍA MAYNEZ, Eduardo. Positivismo jurídico, realismo sociológico y iusnaturalismo. México:
Distribuciones Fontamara, 1999. p. 132).
29
creación del positivismo jurídico, sino como la materialización de sus derechos
propios. Algunos autores como el jurista Edgar Bodenheimer 42 exponen como
resumen de la doctrina clásica del derecho natural que los derechos básicos del
individuo - es decir, gozar de la vida, la libertad y la propiedad - no debían ser
disminuidos por la sociedad, porque esos derechos los había conferido Dios al
hombre y eran anteriores a toda sociedad. Son derechos inalienables - “naturales”.
A pesar de no existir una fecha exacta para explicar su formación se puede decir
que sus orígenes han sido producto de constantes luchas contra la opresión, la
desigualdad, el autoritarismo, muestra de él han sido por ejemplo la Carta Magna
de 1215 (documento ingles del Rey Juan I de Inglaterra), donde se puede decir
que se otorgó el debido proceso; la independencia de los Estados Unidos (1776),
la Revolución francesa (1789), la primera y segunda guerra mundial, todos ellos
son acontecimientos que marcaron la historia del mundo y que generaron una ola
de exigencias, de pactos, de reclamaciones que dieron origen a la consagración
de los denominados derechos de primera, segunda y tercera generación.
42
BODENHEIMER, Edgar. Teoría del derecho. Bogotá: Leyer, 2008. p. 118.
43
RAMÍREZ ECHEVERRI, Juan D. Thomas Hobbes y el estado absoluto: Del estado de razón al
estado de terror. Medellín: Universidad de Antioquia, 2010. p.47.
44
PECES - BARBA MARTÍNEZ, Gregorio y FERNÁNDEZ GARCÍA, Eusebio. Historia de los
derechos fundamentales. Madrid: Dykinson, 2003. p. 47.
30
ampliaba la seguridad a campesinos, comerciantes y artesanos, se establecía el
respeto por las libertades religiosas y políticas, y se incluía que ninguna persona
podría ser enjuiciada sólo por la voluntad del monarca. Esta última consagración
es quizás la más importante sin que por ello se minimice el alcance de las demás,
pues significa el nacimiento del derecho al Debido Proceso.
Este derecho preveía que los juicios serían realizados con arreglo a la ley
previamente establecida y no que las condenas impuestas serían solo por
capricho del Rey. Al respecto, se menciona que:
Fue así, como surgió este primer derecho que daría lugar posteriormente al
reconocimiento de otros que igualmente serían catalogados como fundamentales.
Sin embargo, es conveniente precisar como lo expuso Peces- Barba y
Fernández46 que el concepto de derechos fundamentales es un concepto histórico
del mundo moderno, pues ésta es una época marcada por grandes cambios
revolucionarios que ocasionaron una nueva forma de concebir la estructura de los
Estados basados en la democracia y en la igualdad de los hombres.
45
LÓPEZ MONROY, José de Jesús. Sistema Jurídico del common law. México: Porrúa, 2003. p.
14, citado por DE LA ROSA, Paola Liliana. El debido proceso, sus orígenes, su evolución y su
reconocimiento en el Nuevo Sistema de Justicia Penal en México. En: Alter Enfoques Críticos.
Julio-diciembre, 2010. año 1, no. 2, p. 63.
46
PECES - BARBA MARTÍNEZ y FERNÁNDEZ GARCÍA, Op. cit., p. 15.
31
fortaleciendo una sola ley consuetudinaria, el common law, a través del cual los
Tribunales ejercían control sobre las decisiones del Rey, circunstancia que
permitiría desarrollar un derecho en el que la ley no constituyera su principal
fuente.
Esta serie de inconformidades llevó a que hacia finales del Siglo XVIII se
presentara la revolución Americana en contra de la hegemonía inglesa y francesa,
como resultado de ese proceso el 4 de Julio de 1776, se produce la declaración de
Independencia de los Estados Unidos bajo los preceptos de soberanía y libertad.
Como bien lo señala Sánchez Viamonte 47, es imposible negar la importancia del
influjo ejercido por la emancipación norteamericana sobre la Francia
revolucionaria en el aspecto estrictamente institucional, toda vez que crearon
nuevas instituciones, incorporándolas a su derecho positivo y dándoles la vivencia
de una aplicación inmediata.
47
SÁNCHEZ VIAMONTE, Carlos. Los derechos del hombre en la Revolución Francesa. México:
Universidad Nacional Autónoma de México, 1956. p. 13.
32
las luchas, gestada por una pujante y bien situada clase burguesa y por el
campesinado que sufría las inclemencias del sistema feudal convirtieron a ésta en
el episodio más importante escrito para la historia que conllevó a la declaración
universal de los derechos del hombre y del ciudadano.
Dicha revolución tiene gran importancia por los límites que impuso a una clase
privilegiada como la nobleza y por supuesto al siempre bien ponderado clero, y por
las fronteras que atravesó pues sus logros fueron inspiración para muchas otras
naciones en la consagración de derechos.
El fin del Estado Absolutista constituyó el nacimiento del Estado Liberal, con una
doctrina inspirada en los cambios económicos, políticos y sociales de la época. En
el año de 1789 - redactada el día 26 de agosto - se expidió la Declaración de los
Derechos del Hombre y del Ciudadano cuyo preámbulo señaló:
Así, se consolidó la consagración de una gama de derechos que con una visión de
la escuela iusnaturalista, son considerados como inalienables y sagrados del
hombre, es decir, son necesarios para su existencia y para su vida en comunidad,
algunos de los derechos otorgados fueron: la libertad, la igualdad, la libre
expresión, la propiedad, la seguridad, el debido proceso, la presunción de
inocencia, la libertad religiosa, entre otros.
48
PECES - BARBA MARTÍNEZ y FERNÁNDEZ GARCÍA, Op. cit., p. 22.
33
para sí el poder político. Entonces el individualismo y las filosofía de los
derechos fundamentales, junto con los demás elementos de la filosofía
liberal, usando como legitimación el iusnaturalismo racionalista, se
separarán, combatirán y destruirán a ese Estado absoluto, que primero
sirvió a sus intereses.
Una vez se presenta el quebrantamiento del Estado Absolutista para dar paso a
una nueva formación de Estado (Estado de Derecho), como lo expone Rincón
Córdoba49, el individualismo a través del principio de libertad, se convierte en la
razón de ser del orden en construcción, pues si se quería romper con el pasado se
debía partir del supuesto necesario de que toda persona tiene unos derechos de
los cuales no puede ser despojada, estos no son un privilegio que otorga la
autoridad sino que se constituyen en límite al poder de la misma.
Sin duda alguna el momento más álgido que orientó a que los derechos
reconocidos a los ciudadanos en cada Estado merecieran un status internacional
en el que la humanidad entera se comprometiera a su protección, aún en casos de
conflicto armado, lo constituyó la primera y segunda guerra mundial, este triste
periodo de la historia, significó una alerta para exigir en cada rincón del planeta
que los otrora derechos del hombre y del ciudadano tuvieran una connotación más
amplia, ahora reconocidos como derechos humanos universales.
49
RINCÓN CÓRDOBA, Jorge Iván. Las generaciones de derechos fundamentales y la acción de
administración pública. Bogotá: Universidad Externado de Colombia, 2002. p. 38.
50
VALDÉS, Clemente. La invención del Estado: Un estudio sobre su utilidad para controlar a los
pueblos. México: Ediciones Coyoacán, 2010. p. 49.
34
orientación es la de Jellinek. Considera este autor que el Estado es la agrupación
humana sedentaria con un poder de mando originario. Otra definición es la de
León Duguit (1859-1928) quien estima que el Estado existe y existió allí donde
hubo una relación entre gobernantes y gobernados en orden a la solidaridad
social51.
2.3 EL ABSOLUTISMO
La consolidación del absolutismo tuvo hacia el siglo XVI una fase autoritaria,
donde el monarca aún respetaba y garantizaba privilegios de la clase burguesa
afianzando sus intereses y otorgándoles títulos nobiliarios, posteriormente debido
a la amplia concentración de poder que obtuvo en los siglos XVII y XVII surgió una
nueva etapa que desbordó en despotismo sus actuaciones imponiendo su
voluntad por encima de las leyes sin ningún tipo de control.
51
ARNAIZ, Aurora. El estado y sus fundamentos institucionales. México: Trillas, 1995. p. 38.
52
ZARINI, Helio Juan. Derecho constitucional. Buenos Aires: Astrea, 1992. p. 268.
53
Dicho de otra forma, el Estado Absolutista fue el nuevo caparazón político de una nobleza
amenazada (ANDERSON, Perry. El estado absolutista. 18 ed. México: Siglo Veintiuno, 2005. p. 12.
35
de impuestos para los más pobres, pues la clase señorial se encontraba exenta de
los mismos, crecimiento económico debido a los metales preciosos y el comercio
americano. Sin embargo, en el Siglo XVII la monarquía persiguió a muchas
familias nobles llevándolas a la ruina, al considerar sus riquezas como una
amenaza para su soberanía.
Aspectos como las alianzas matrimoniales de la realeza española con otras casas
reales - Habsburgo - y el descubrimiento y conquista del nuevo continente le
permitieron incrementar su territorio e influencia, a lo largo y ancho de Europa
debido a la prosperidad que generó el oro y los metales preciosos que ingresaron
en su economía a partir del Siglo XVI.
Fue durante el periodo de Luis XIII que el cardenal Richelieu quien se desempeñó
como primer ministro consolidó la centralización de la monarquía, instituyendo
políticas administrativas que permitían una injerencia más cercana e inmediata en
cada una de las provincias francesas mediante la figura de los intendants de
justice, de pólice et de finances, buscando con ello evitar sublevaciones internas.
El poder recaía completamente en la voluntad del Rey, en palabras de Luis XV: el
Estado soy yo, por cuanto creaba las leyes, las implementaba y juzgaba,
encontrándose, eso sí, exento de las mismas.
54
ANDERSON, Perry. El estado absolutista. 18 ed. México: Siglo Veintiuno, 2005. p. 55.
55
Ibíd., p. 82.
36
acuerdo con la cual el hombre, todos los hombres indistintamente tienen por
naturaleza, y por tanto sin importar su voluntad, mucho menos la voluntad de unos
cuantos o de uno solo, algunos derechos fundamentales, como el derecho a la
vida, a la libertad, a la seguridad, a la felicidad, que el Estado, o más
concretamente aquellos que en un determinado momento histórico detentan el
poder legítimo para ejercer la fuerza para obtener la obediencia a sus mandatos,
deben respetar no invadiéndolos y garantizarlos frente a cualquier intervención
posible por parte de los demás 56.
El Estado de derecho, concebido de acuerdo con las ideas del liberalismo clásico
del siglo XIX, entró en crisis desde la primera posguerra. La conciencia de esta
crisis es general y como superación a la misma se presenta la adaptación del
56
BOBBIO, Norberto, Liberalismo y democracia. Santa fe de Bogotá. Fondo de Cultura Económica,
1999. p. 11.
57
SÁCHICA, Luis Carlos. Derecho constitucional general. 4 ed. Bogotá: Temis, 2006. p. 86.
58
OLANO GARCÍA, Alejandro Hernán. Preguntas y respuestas de derecho constitucional
colombiano y teoría general del estado. Bogotá: Doctrina y Ley, 2002. p. 364.
37
Estado de Derecho a las urgentes tareas sociales mediante su remodelación o
reinterpretación como Estado Social de Derecho 59.
Fue así, como los despropósitos de la primera guerra mundial tuvieron como
consecuencia en la sociedad la necesidad de evaluar las políticas estatales
concebidas únicamente a favor de la clase burguesa luego de la independencia de
los Estados Unidos de Norteamérica y de la revolución francesa. Esta noción
surgió como reacción a la desigualdad creada en las relaciones del Siglo XIX,
favorecidas por el principio del laissez faire, laissez passer (dejar hacer, dejar
pasar)60.
Alguno de los conceptos que han tratado de definirlo estiman que el Estado Social
significa históricamente el intento de adaptación del Estado tradicional (por el que
59
CHARRY, Juan Manuel et al. Corte Constitucional y estado social de derecho. Medellín:
Universidad de Medellín, 2007. p. 32.
60
YOUNES MORENO, Diego. Derecho constitucional colombiano. 12 ed. Bogotá: Legis Editores,
2012. p. 66.
61
Con la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial (1918), llegó a su fin el Imperio y se
produjo la abdicación del Káiser Guillermo II y la de todos los príncipes que gobernaban los
Estados que integraban el Segundo Reich. El poder fue asumido por los soviets de obreros y
soldados, los que establecieron un gobierno provisional dirigido por el “Consejo de Comisarios del
Pueblo”.
Se trató de un régimen de tendencia socialista que, a diferencia del establecido por los
bolcheviques en Rusia, se declaró provisional y convocó una Asamblea Nacional en Weimar, para
que elaborara una Constitución democrática, asamblea que se eligió por sufragio universal igual y
directo y expidió el 11 de agosto de 1919 la célebre Constitución de Weimar (VILA CASADO, Iván.
Fundamentos del derecho constitucional contemporáneo. 2 ed. Bogotá: Legis Editores, 2012. p.
125-126).
62
Como precursor del Estado Social suele citarse al alemán Lorenz Von Stein, quien había dicho
en el siglo XIX que el haber terminado la época de las revoluciones políticas había que comenzar
la de las reformas sociales. Afirmando la distinción entre sociedad y Estado, en el sentido de que el
segundo tiende al desarrollo de la personalidad del individuo, mientras la sociedad tiende a la
miseria, servidumbre de la personalidad debido a las relaciones de propiedad, es decir en el
sentido de que la dominación de las cosas se trastoca en la dominación sobre las personas
(YOUNES JEREZ, Simón. Teoría del estado: Modelos históricos de estado. Bogotá: Universidad
Autónoma de Colombia, 2008. p. 329).
38
entendemos en este caso el Estado Liberal Burgués) a las condiciones sociales de
la civilización industrial y postindustrial con sus nuevos y complejos problemas,
pero también con sus grandes posibilidades técnicas, económicas y organizativas
para enfrentarlos63. Su primordial objetivo promulgaba por garantizar condiciones
básicas, para que las personas pudieran desarrollar su vida en condiciones de
dignidad, a través de la asistencia del Estado en la prestación de servicios
esenciales.
39
Historia. Desde esta perspectiva, el antisemitismo o la lucha de clases pierden sus
contenidos específicos para convertirse en instrumentos del consenso totalitario:
fabricantes de una identidad que recoloca los “átomos” de una sociedad de masas
en el interior de una comunidad esencial67.
Una de las principales exponentes de este régimen, es quizás, Hannah Arendt 69,
quien en 1951 publicó su monumental obra Los Orígenes del Totalitarismo,
partiendo de diferenciar el totalitarismo del autoritarismo, precisando que una
diferencia previa entre regímenes totalitarios auténticos, como el nazismo y el
estalinismo, y regímenes autoritarios como sería en su opinión el fascismo, es que
éste aún es una forma de Estado: un Estado fuerte que utiliza los métodos
tradicionales de poder, que se vale de una racionalidad medios - fines que,
aunque opresiva, pretende tan sólo la obediencia y el silencio de los opositores 70.
Mientras que el totalitarismo se estructura en círculos concéntricos, como las
capas de una cebolla, donde el líder irradia su poder, través de la propaganda, en
todas las direcciones desde el círculo interior71.
67
FORTI, Simona. El totalitarismo: Trayectoria de una idea límite. Barcelona, 2008. p. 79.
68
GONZÁLEZ CALLEJA, Eduardo. Los totalitarismos. Madrid: Síntesis, 2012. p. 10.
69
La biografía de Hannah Arendt nos muestra la historia de una generación de intelectuales
europeos empujados al exilio por el nazismo. Nació en Hannover, en 1906, aunque su infancia
transcurriera en la misma ciudad donde nació Kant, Königsberg. De allí procedía su familia
compuesta por judíos ilustrados de clase media, partidarios de la asimilación, y próximos a
posiciones socialistas. Su acercamiento a la filosofía se produjo en la universidad, y en ella
también tuvo lugar un encuentro decisivo: en Marburgo conocería a su maestro Martin Heidegger
(VALLESPÍN, Fernando. (ed.). Historia de la teoría política. Madrid: Alianza Editorial, 1995. p. 151).
70
FORTI, Op. cit., p. 80.
71
VALLESPÍN, Op. cit., p. 179.
72
BRUNKHORST, Hauke. El legado filosófico de Hannah Arendt. Madrid: Biblioteca Nueva, 2006.
p. 119.
40
inicios del siglo XX, el estalinismo y el nazismo son los que sintetizan todos los
factores de descomposición y de contradicción de la historia política moderna 73.
41
singularizan respecto de modelos jurídico-políticos anteriores: la rigidez del texto
constitucional y su garantía jurisdiccional”77. La rigidez constitucional significa el
reconocimiento de que las constituciones son normas supraordenadas a la
legislación ordinaria, y esta supremacía constitucional se manifiesta por un lado,
mediante el establecimiento de procedimientos especiales de reforma, y mediante
la institución del control constitucional de las leyes, por otro78.
42
De manera que, la teoría constitucional contemporánea no puede ser otra cosa
sino la teoría jurídica de la democracia; no es posible separar Estado de Derecho
y Democracia, no es posible entender la organización y competencia del poder
constituido sin la atribución de la soberanía del pueblo83. La democracia social
como perfeccionamiento de la democracia política a través del constitucionalismo
social no reniega de los postulados del constitucionalismo clásico - en cuanto
libertad - sino que pretende enriquecerlos, vigorizarlos y desarrollar su
potencialidad84.
Bajo este esquema, es de vital importancia la labor desarrollada por los Tribunales
Constitucionales y los jueces encaminada a ser garantes y defensores de los
derechos consagrados en los textos constitucionales, permitiendo la efectividad de
los mismos a los ciudadanos.
83
DÍAZ GAMBOA, Luis Bernardo. Constitucionalismo social: Hacia un nuevo estado social y
democrático de derecho. Bogotá: Instituto María Cano ISMAC, 2001. p. 24.
84
Ibíd., p. 28.
85
HÄBERLE, Peter. El estado constitucional. México: Universidad Nacional Autónoma de México,
2003. p. 1-2.
43
Los derechos fundamentales que en palabras del distinguido filósofo italiano Luigi
Ferrajoli86, son todos aquellos derechos subjetivos que corresponden
universalmente a “todos” los seres humanos en cuanto dotados del status de
personas, de ciudadanos o personas con capacidad de obrar; entendiendo por
“derecho subjetivo” cualquier expectativa positiva (de prestaciones) o negativa (de
no sufrir lesiones) adscrita a un sujeto por una norma jurídica.
86
FERRAJOLI, Luigi. Los fundamentos de los derechos fundamentales. Madrid: Trotta, 2007. p 19.
87
DIEZ-PICAZO, Luis María. Sistema de derechos fundamentales. 2 ed. Pamplona, España:
Arandazi, 2008. p. 38.
88
Ibíd., p. 40.
89
BOROWSKI, Martín. La estructura de los derechos fundamentales. Bogotá: Universidad
Externado de Colombia, 2003. p. 34-37.
90
La dignidad es la excelencia que todo persona tiene por su modo de ser superior y por la
grandeza de su misión en el mundo. La dignidad de la persona se identifica con una perfección
absoluta, surgida de sus fundamentos ontológicos constitutivos, que abarca la totalidad del
supuesto por ella designado y no admite grados o niveles (HOYOS CASTAÑEDA, Ilva. El concepto
44
se conoce a los derechos fundamentales como derechos de la persona, derechos
humanos o libertades públicas.
El Estado como máxima expresión de la voluntad del pueblo debe proteger los
derechos naturales del ser humano aún por encima de sus propios intereses, pero
como se pueden establecer esos llamados derechos fundamentales?, que los
diferencia de los demás derechos de la persona?, en un estudio sobre este tema
surge la inquietud de cuándo se está en presencia de una exigencia moral y, más
específicamente, cuándo esa exigencia merece el calificativo de importante y se
hace acreedora al respeto de todos91, estableciendo que los dos mejores
candidatos para responder estos interrogantes son: la universalidad y la
supremacía.
Cuando se dice que un derecho tiene prevalencia sobre otro, esto quiere decir que
es de mayor importancia, que adquiere un status superior en su alcance, es por
esto que los denominados derechos fundamentales se encuentran por encima de
cualquier otro derecho.
45
- Primera generación. Inicialmente se desarrollan los derechos de primera
generación también conocidos como derechos civiles, individuales y políticos,
cuyo auge data del siglo XVIII naciente de la revelación de los pueblos contra los
abusos de las monarquías, derechos que con el pasar de los años han afianzado
su importancia y prevalencia frente a los demás. Bien lo expresa García de
Enterría93 estos derechos son producto del racionalismo de la época y por lo tanto
del derecho natural, todos los hombres nacían con unos derechos preexistentes al
Estado, venían con cada persona como si se tratará de un órgano más, naciendo
de ésta manera la característica de “inherencia”, y legitimando a los ciudadanos a
oponerse a la autoridad cuando ésta pretendiera vulnerarlos.
Para otros autores como Quinche Ramírez, los define como derechos humanos
positivizados por vía constitucional, pero con garantía reforzada 94. Por su parte
Uprimny indica que la diferencia entre los derechos constitucionales en general y
los derechos fundamentales es esencialmente el reforzamiento de la garantía,
pues no todos los derechos constitucionalizados son derechos fundamentales ya
que estos últimos gozan de unas garantías suplementarias95.
En este aspecto adquiere relevancia indicar que para gran parte de la doctrina no
existen criterios claros que permitan diferenciar de forma conceptual los derechos
fundamentales y derechos humanos. Como lo precisa Pérez Luño al referirse a la
93
GARCÍA DE ENTERRÍA, Eduardo. La lengua de los derechos: La formación del derecho público
europeo tras la Revolución Francesa. Madrid: Alianza Editorial, 1994. p. 51.
94
QUINCHE RAMÍREZ, Manuel Fernando. Derecho constitucional colombiano: De la carta de 1991
y sus reformas. Bogotá: Temis, 2012. p. 91.
95
Ibíd., p. 91.
46
Convención Europea de Salvaguardia de los Derechos del Hombre y de las
Libertades Fundamentales de 1950, se puede advertir una cierta tendencia, no
absoluta a reservar la denominación “derechos fundamentales” para designar los
derechos humanos positivizados a nivel interno, en tanto que la fórmula “derechos
humanos” es la más usual en el plano de las declaraciones y convenciones
internacionales96.
96
PÉREZ LUÑO, Antonio Enrique. Derechos humanos, estado de derecho y constitución. 5 ed.
Madrid: Tecnos, 1995. p. 31.
97
STEIN, Ekkehart. Derecho político. Madrid: Aguilar, 1973. p. 239-240, citado por MADRID-MALO
GARIZÁBAL, Mario. Estudios sobre derechos fundamentales. Bogotá: Defensoría del Pueblo,
1995. p. 15.
47
organización de tipo formal como inicialmente fueron concebidos los derechos de
primera, segunda y tercera generación.
98
MADRID-MALO GARIZÁBAL, Mario. Estudios sobre derechos fundamentales. Bogotá.
Defensoría del Pueblo. Tercer Mundo Editores, 1995. p. 15.
48
3. EL PRINCIPIO DE LA JURISDICCIÓN ROGADA EN LA JURISPRUDENCIA
DEL CONSEJO DE ESTADO, A LA LUZ DE LAS TEORÍAS JURÍDICAS SOBRE
LA CONCEPCIÓN DE LAS DECISIONES JUDICIALES
El inglés Herbert Lionel Adolphus Hart, fue uno de los mayores exponentes de la
teoría jurídica del siglo XX, aunque es crítico de teóricos positivistas como Austin y
Kelsen, Hart se inscribe dentro de esta corriente de pensamiento jurídico,
fundamentalmente por su concepción del derecho como reglas y por su interés por
distinguir el ámbito de lo jurídico de la moral o la política. Realizó un análisis de la
interpretación y aplicación del derecho, y especialmente la cuestión de la
discrecionalidad de los jueces en los casos dudosos.
99
“John Austin (3 de marzo de 1790, Suffolk - diciembre de 1859, Weybridge, Surrey) fue
un jurista británico. Pertenecía al grupo de pensadores utilitaristas formado en torno a Jeremy
Bentham y James Mill. Fue nombrado el primer profesor de jurisprudencia de la recién creada
Universidad de Londres (University College) en 1828, renunciando a su cátedra en 1832 a causa
de la escasez de alumnos. Austin, hasta entonces un abogado ejerciente poco conocido, con
escasa formación académica, realizó un importante viaje de estudios a varias universidades de
Alemania, para conocer las doctrinas jurídicas dominantes, como el historicismo y el
conceptualismo. Una idea reviste especial importancia: la noción de "sistema", que toma
de Savigny y la Escuela Histórica. La importancia de Austin radica en que incorpora, en el ámbito
anglosajón, el método de los juristas europeos, al que da un nuevo enfoque de
carácter analítico (analytical jurisprudence). En el contexto de la tradición nominalista y positivista,
sus escritos son un intento por diferenciar las leyes de la moral, y por analizar aquéllas de forma
autónoma, como objeto de estudio específico, especialmente su obra The Province of
Jurisprudence Determined de 1832, única que publicó en vida. En 1861, dos años después de su
muerte, se publicaron sus escritos recopilados bajo el título "Lectures on Jurisprudence". Ayudó a
definir a la jurispericia como el análisis de conceptos legales fundamentales (el Derecho que es),
opuesto a la crítica de las instituciones jurídicas, que llamó ciencia de la legislación, y que estudia
el Derecho tal y como debería ser. Para Austin, todo Derecho se compone de mandatos emitidos
por el soberano, dirigidos a la ordenación racional de la sociedad. Aunque cada orden jurídico es
diferente, sus elementos básicos o estructura no varían significativamente: así que la ciencia
jurídica puede estudiar, al lado de las peculiaridades de cada ordenamiento (jurisprudencia
particular), la estructura permanente de todo Derecho posible, los conceptos fundamentales que
encontramos en todas las legislaciones (jurisprudencia general). Esta segunda aproximación ha
dado lugar, posteriormente, a lo que conocemos como Teoría General del Derecho” (FUNDACIÓN
WIKIMEDIA. John Austin (jurista) [en línea]. s.l.: El autor, 2015. [citado el 16-06-15]. Disponible en:
https://es.wikipedia.org/wiki/John_Austin_(jurista)).
49
hallaba en la noción simple de orden respaldada por amenazas, denominadas
“mandato” (command). Dentro de su obra planteó tres problemas recurrentes en la
naturaleza del derecho, a saber:
Concibió que el derecho estaba compuesto por reglas primarias y secundarias, las
primeras las caracterizó como aquellas que se ocupan de las acciones que los
individuos deben o no hacer101, es decir, confieren derechos y obligaciones tales
como las normas laborales que confieren derecho a unas determinadas
prestaciones, las segundas, las definió como aquellas que establecen las formas
de crear otras normas, dentro de estas estarían, por ejemplo, las normas relativas
a la configuración de contratos [entendidos como norma para las partes] y las
normas que reglamentan las ritualidades que debe observar el congreso de la
república para la creación de leyes.
100
HART, Herbert Lionel Adolphus. El concepto de derecho. 3 ed. Buenos Aires: Abeledo Perrot,
2009. p. 10.
101
Ibíd., p. 117.
50
obligación (prácticas de aceptación), considerando que una sociedad solamente
podía vivir con reglas primarias bajo tres condiciones a saber: i) Que las reglas
restringieran de algún modo acciones de violencia, el robo y el engaño; ii) Que el
grupo que rechaza las reglas sea minoritario, para que sean opacados por la
presión social de la mayoría que si las acepta y iii) Que sea una comunidad
pequeña unida por fuertes lazos (parentesco, creencias, sentido común) se
encuentre ubicado en un ambiente estable. De lo contrario resultaría defectuoso y
necesitaría algunas formas de complementación, en primer lugar, porque existiría
falta de certeza, dado que las reglas primarias forman simplemente un conjunto de
pautas conductuales, sin ningún tipo de procedimiento para resolver las dudas que
puedan surgir para aplicar una regla en determinada situación (texto o funcionario
revestido de autoridad). En segundo lugar, tendrían un carácter estático que no
permitiría adaptar mediante cambios las reglas a los cambios sociales, pues
quienes se beneficien del cumplimiento de las obligaciones, estos no podrían
exonerar a los obligados, ni transferir a terceros esos beneficios. En tercer lugar
los castigos por violación a las reglas como presión social no son ejecutados por
un órgano especial.
Respecto de cada uno de los tres defectos que presenta una estructura social
concedida únicamente por reglas primarias, planteó la necesidad de
complementarlas con reglas secundarias, considerándolas en su conjunto un
verdadero sistema jurídico, a saber:
Para comprender esa idea de validez, debe partirse de la base que en toda
sociedad compleja contemporánea las reglas jurídicas están organizadas
jerárquicamente, de tal forma que la validez de una regla depende de su
conformidad con las reglas ubicadas en un nivel jerárquico más alto 103. De ahí
que, se acude al origen de la cadena jurídica a la que pertenece una norma,
donde la Constitución constituye el criterio supremo de validez, donde a su vez la
validez de la Constitución está dado por una regla que establece que “lo que la
Constitución dice es derecho”104.
102
Ibíd., p. 117.
103
RODRÍGUEZ, César. La decisión judicial: El debate Hart - Dworkin. Bogotá: Siglo del Hombre
Editores, 1997. p. 26.
104
Ibíd., p. 27.
51
- En cuanto al carácter estático incluyó unas “reglas de cambio” que permitirían
que un individuo o grupo de personas tuvieran la facultad de introducir nuevas
reglas primarias para la conducción de la vida del grupo, o de alguna clase de
hombres que forma parte de él, y a dejar sin efecto las reglas anteriores 105.
Con base en lo expuesto, concluyó que con las soluciones dadas en conjunto a los
defectos de una estructura social concebida únicamente con normas primarias,
aquella se convierte en un verdadero sistema jurídico.
Explicaba el jurista Hart, sobre la versión predictiva de la regla que una de las
objeciones a esa teoría es que si examinamos de cerca la actividad del juez o del
funcionario que castiga las desviaciones de las reglas jurídicas (o la de aquellos
particulares que censuran o critican las desviaciones de las reglas no jurídicas),
vemos que en esta actividad las reglas desempeñan un papel que dicha versión
predictiva deja sin explicación alguna. Porque el juez, al castigar, toma a la regla
como guía y a la transgresión como la razón y justificación del castigo al
transgresor. El aspecto predictivo de la regla (aunque totalmente real) es
irrelevante a los fines del juez, mientras que el status de ella como guía y
justificación es esencial107. Por ello, el castigo o censura finalmente es provocado
por la transgresión de la regla.
105
HART, Op. cit., p. 119.
106
Ibíd., p. 120.
107
Ibíd., p. 13.
108
Ibíd., p. 15.
52
los requisitos para identificar lo que será considerado como derecho en su tribunal,
y no constituye una profecía de su decisión, sino una parte de la razón de la
misma109. La regla de reconocimiento que suministra los criterios para determinar
la validez de otras reglas del sistema es una regla última y cuando hay varios
criterios de orden de subordinación y primacía relativas, uno de ellos es supremo.
El criterio supremo de validez jurídica, permite que las reglas identificadas por
referencia a él sean reconocidas como reglas del sistema, aun cuando contradigan
reglas identificadas por referencias a los otros criterios, como lo serían un orden
de subordinación y primacía relativas, por encontrarse en un lugar relativo en una
escala, mientras que la regla última no es reconocida si contradice las reglas
identificadas por referencia al criterio supremo. De manera que, el carácter
jurídicamente último de la regla de reconocimiento lleva consigo ciertas
presuposiciones, mientras que la validez o status de una regla miembro del
sistema depende de que satisfaga ciertos criterios suministrados por la regla de
reconocimiento, no puede presentarse esa misma situación sobre la propia regla
de reconocimiento; ella no puede ser válida ni invalida, simplemente se la acepta
como adecuada para ser usada de esta manera110. Por lo tanto, dentro de un
sistema jurídico la regla de reconocimiento es la única regla cuya fuerza
obligatoria depende de la aceptación que tiene en la ciudadanía.
Formuló dos puntos de vista desde los cuales puede ser considerada la regla de
reconocimiento última: uno de ellos se expresa en el enunciado externo de hecho
que afirma la existencia de la regla en la práctica efectiva del sistema; el otro, se
expresa en los enunciados internos de validez formulados por quienes le usan
para identificar el derecho111. Advirtió que el interés personal de obediencia de las
reglas que conlleva a cualquier ciudadano a cumplirlas, no caracteriza, ni podría
hacerlo, la actitud de los jueces frente a las reglas que ellos manejan al actuar
como tales, por cuanto la regla de reconocimiento última que determina la validez
de las otras reglas debe ser considerada desde el punto de vista interno como un
criterio común y público de decisiones judiciales correctas, y no como algo que
cada juez obedece por su cuenta112.
53
Para el objeto de nuestra investigación, es importante destacar la forma como
concibió el análisis de los casos puestos en conocimiento de los jueces, donde
refirió que aquellos podían ser de fácil o de dudosa interpretación, entendiendo a
los primeros como aquellos donde los intérpretes están de acuerdo en la
aplicación o no de alguna expresión contenida en la norma, mientras que los
segundos debían ser resueltos utilizando la técnica de la analogía como criterio
aproximativo de los casos fáciles, pues debido a la vaguedad como característica
inherente del lenguaje jurídico, podía existir más de una interpretación razonable,
momento en el cual aparece la discrecionalidad del juez para escoger la
interpretación que considere más apropiada. Por lo tanto, cuando la regla aplicable
es imprecisa, debe el juez escoger prudentemente la opción que estime adecuada.
Bajo estas circunstancias excepcionales el juez no está poniendo en práctica el
Derecho, por cuanto las reglas no le dan una sola dirección, sino que el juez está
creándolo para dar solución al caso concreto.
Para que el Tribunal pueda llevar a cabo un razonable equilibrio al valorar las
pretensiones de un caso, realiza una adecuación de un standar variable, es decir,
una revisión del debido cuidado que se debió tener, para asegurar: 1). Que se
tomaron precauciones que evitarían un daño sustancial y 2). Que esas
114
“Buena parte de la teoría jurídica de este siglo ha consistido en hacerse progresivamente cargo
(y a veces en exagerar) el hecho importante de que la distinción entre la falta de certeza de la
comunicación mediante el ejemplo dotado de autoridad (precedente) y la certeza de la
comunicación mediante el lenguaje general dotado de autoridad (legislación), es mucho menos
firme de lo que sugiere este contraste ingenuo. Aun cuando se usen reglas generales verbalmente
formuladas, en los casos concretos particulares pueden surgir dudas sobre cuáles son las formas
de conducta exigidas por ellas” (HART, Herbert Lionel Adolphus. El concepto de derecho. 3 ed.
Buenos Aires: Abeledo Perrot, 2009. p. 159).
115
Ibíd., p. 159.
54
precauciones sean tales que el peso de ellas no implique un sacrificio demasiado
grande de otros intereses respetables116.
Para Hart en la zona marginal de las reglas y en los campos que la teoría de los
precedentes deja abiertos, los tribunales desempeñan una función productora de
reglas a pesar de que aquellos niegan cumplir tal función insistiendo en que la
tarea propia de la interpretación de la ley y del uso del precedente, es
respectivamente, buscar la “intención del legislador” y el derecho que ya existe 117.
Sin embargo, siempre serán las reglas que integran el sistema las que fijan las
pautas que conllevan a tomar decisiones judiciales correctas.
Rechazó la teoría de que las reglas son predicciones de las decisiones de los
tribunales, pues aquellas deben ser entendidas como criterios o pautas a seguir,
que son lo suficientemente determinados, a pesar de su textura abierta, como para
limitar, aunque no para excluir, su discreción118.
Propuso el derecho desde una perspectiva más allá de las normas que rigen el
positivismo jurídico, pues junto con las normas existen las directrices y los
principios que no pueden ser medidas por lo que él llamaba un test de su origen
para identificar su aplicación, toda vez que aquellos dependen de su contenido y
fuerza argumentativa.
116
Ibíd., p 165.
117
Ibíd., p 169.
118
Ibíd., p 183.
119
Ibíd., p 198.
55
Fundamentado en algunas decisiones judiciales de los Estados Unidos, Ronald
Dworkin se propone demostrar que en el razonamiento jurídico intervienen otros
estándares además de los normativos, por esa vía conecta el derecho con la
moralidad al sostener que en las decisiones judiciales y en todo pensar jurídico
juegan un papel influyente los principios. Dworkin los define de la siguiente forma:
Así mismo, las normas operan a manera de disyuntivas, es decir, que si dos de
éstas se enfrentan necesariamente alguna ha de ser inválida y por ende debe ser
excluida del ordenamiento jurídico.
[…]
Pero no es así como operan los principios. Ni siquiera los que más se
asemejan a normas establecen consecuencias jurídicas que se sigan
automáticamente cuando se satisfacen las condiciones previstas”121.
120
DWORKIN, Ronald. Los derechos en serio. 6 reimpresión. Barcelona: Ariel, 2007. p. 72.
121
Ibíd., p. 74-75.
56
Por su parte, los principios poseen la dimensión del peso o importancia, de modo
que si en un caso concreto se ven enfrentados dos principios alguno de ellos
prevalecerá pero el otro seguirá vigente a la espera de tener un peso prevalente.
Puede inferirse con facilidad que la validez, característica de las normas jurídicas
auténticas, no es un rasgo constitutivo de los principios. A este respecto Dworkin
señala:
[…]
Esta teoría de los principios sirve a Dworkin para negar la teoría positivista de la
discrecionalidad, según la cual, cuando el derecho no era claro en la solución de
casos específicos los jueces deciden discrecionalmente. La única discrecionalidad
que está dispuesto a aceptar es aquella que implica que los jueces han de ejercer
su discernimiento para configurar una decisión judicial, es decir, que la
discrecionalidad no significa de ningún modo arbitrariedad.
122
Ibíd., p. 77.
57
Por lo tanto, la médula de la división de las normas jurídicas propuesta por
Dworkin la constituye el hecho de que las reglas son conclusivas y los principios
no, dado que los primeros carecen de la dimensión de pesar o ponderar que
caracteriza a los segundos.
Fue así como ante la aceptación de que no existen derechos absolutos, sino que
cada derecho se enfrenta a la posibilidad de ser limitado, se plantean
cuestionamientos frente a la forma y los requisitos que justifican esa limitación. De
ahí que, se trata de una técnica de interpretación cuyo objetivo es tutelarlos de la
mejor manera, expandiendo tanto como sea posible su ámbito de protección, pero
haciendo que todos los derechos sean compatibles entre ellos, en la medida en
que sea posible124.
58
3.3.2 Teoría de la ponderación. La ponderación es una forma de argumentación
mediante la cual se construye una jerarquía móvil entre los principios que entran
en colisión, es decir, se establece cuál de los principios debe preceder de acuerdo
a las circunstancias del caso en concreto125.
Lo anterior, significa en palabras de Alexy que la diferencia entre las reglas y los
principios es cualitativa y no de grado. Una vez identificada la divergencia en esos
dos conceptos, se esboza las posibilidades que surgen cuando entran en conflicto
esos dos tipos de normas.
Pero como se logra establecer ¿cuál de los principios tiene que ceder?, para dar
respuesta a este interrogante Alexy diseñó un esquema denominado la dimensión
del peso, indicando que prima el principio con mayor peso dependiendo de la
125
BERNAL PULIDO, Carlos. El neoconstitucionalismo a debate. Bogotá: Universidad Externado
de Colombia, 2008. p. 12.
126
ALEXY, Robert. Teoría de los derechos fundamentales. 2 ed. Madrid: Centro de Estudios
Políticos y Constitucionales, 2010. p. 67-68.
59
situación fáctica del caso concreto. Para ello, se debe evaluar de un lado, la
obligación o deber ser de uno de los principios (que generalmente constituye una
actuación estatal), y de otra, que la afectación de los derechos de la contraparte
se presente en la menor medida posible.
127
Ibíd., p. 76.
128
Ibíd., p. 91-92.
129
Es un concepto jurídico que aparece con frecuencia en las decisiones de los tribunales
constitucionales europeos y también en las de nuestra corte constitucional, contribuyendo de
manera determinante a dar fundamento a las sentencias de constitucionalidad relativas a los actos
de los poderes públicos que afectan los derechos fundamentales (BERNAL PULIDO, Carlos. El
principio de proporcionalidad en el estado constitucional. Bogotá: Universidad Externado de
Colombia, 2005. p. 66).
60
poder público haga de la libertad tenga una finalidad, esto es, que no puede ser
arbitraria y que la finalidad sea legítima, es decir, no puede ser
constitucionalmente prohibida.
3.3.2.2 Necesidad. Debe realizarse con la medida más favorable para el derecho
intervenido. Entre todas las medidas que pueden contribuir para alcanzar el fin que
la autoridad política se propone, la escogida es la que restringe los derechos
fundamentales de la forma más benigna posible.
Nótese como la interpretación del derecho a través de los principios constituye una
forma encaminada a la aplicación de la justicia material ofreciendo soluciones
eficaces dependiendo de los hechos de cada caso concreto.
Sin embargo, para la realidad del derecho lo más importante no es definir cuáles
normas pertenecen a una u otra categoría (principios o reglas), sino saber cuáles
son los criterios para su interpretación y aplicación, dependiendo de las
particularidades del caso, cuando las situaciones conducen a juicios concretos de
deber ser jurídico recíprocamente opuestos, opera entre los principios una relación
de precedencia condicionada, esto es, las condiciones en que un principio se
antepone al otro.
130
BERNAL PULIDO, Carlos. El neoconstitucionalismo y la normatividad del Derecho. Bogotá:
Universidad Externado de Colombia, 2009. p. 29-30.
131
Ibíd., p. 31-36.
61
- La ley de la ponderación. Este aspecto indica que cuanto mayor sea el grado
de la no satisfacción o de afectación de un principio, tanto mayor tiene que ser la
importancia de la satisfacción del otro. Para tal fin se tienen las siguientes etapas:
i) definir el grado de no satisfacción o afectación de uno de los principios, ii) definir
la importancia de la satisfacción del principio opuesto, y iii) precisar si la
importancia de la satisfacción del principio contrario justifica la afectación del otro.
Las dos primeras premisas son análogas y determinan la primera variable a tener
en cuenta, esto es, el grado de afectación de los principios en cada caso
particular, grado que según Alexy puede determinarse mediante el uso de una
escala tríadica o de tres intensidades, a saber: leve, medio o intenso.
132
MORESO, José Juan. El principio de proporcionalidad en el estado constitucional. Bogotá:
Universidad Externado de Colombia, 2007. p. 84.
62
uno u otro derecho, lo que equivale a decir que, en los casos de empate, las
restricciones legislativas al ejercicio de un derecho fundamental están justificadas.
Por su parte, Stone y Matthews señalan dos aportes importantes dados por Alexy,
de un lado, que el propósito de la ponderación deber ser el de resolver presuntos
conflictos entre principios y ayudar a todos los órganos del Estado en su tarea de
optimizar apropiadamente los derechos y otros principios contrapuestos y, de otro,
la construcción de la ponderación como una especie de regla
metaconstitucional133.
133
STONE SWEET y MATTHEWS, Op. Cit., p. 50.
134
LÓPEZ MEDINA, Diego Eduardo. El derecho de los jueces. 2 ed. Bogotá: Legis Editores, 2006.
p. 29.
63
sometidas a su consideración en la demanda, como sería el pronunciamiento
sobre la violación de normas legales distintas a las relatadas en el libelo. En el
específico caso de las acciones en que se impugnaban actos administrativos con
miras a deprecar la nulidad de éstos, se imponía como carga procesal que se
indicarán de manera precisa las disposiciones que se estimaban infringidas y se
explicará el concepto de violación; pues el acto administrativo es creado de
manera unilateral por la administración, con el fin de imponer situaciones jurídicas
cuya eficacia se apoyaba en la presunción juris tantum de que están conformes
con el ordenamiento jurídico. Correspondiendo al actor desvirtuar esta presunción
por medio de una explicación lógico - jurídica135.
Esa presunción era la que constituía el principio de la rogación, por lo tanto, al juez
administrativo no le era dado en el contencioso de anulación regirse por el
principio de la iura novit curia. Sin embargo, se reconocía, la prevalencia del
derecho sustancial para resolver de mérito.
135
COLOMBIA. CONSEJO DE ESTADO. SECCIÓN TERCERA. Sentencia de mayo 28 de 1992.
Proceso 1992-N3016. C. P. Juan de Dios Montes Hernández.
136
COLOMBIA. CONSEJO DE ESTADO. SECCIÓN TERCERA. Sentencia de julio 03 de 1992.
Proceso 1992-N5711. C. P. Juan de Dios Montes Hernández.
137
Ver entre otras las siguientes sentencias: Sentencia de marzo 15 de 1999, Radicación número:
S-780, C. P. Juan de Dios Montes Hernández. Sentencia del 17 de julio de 2003. Radicación
número: 73001-23-31-000-1999-2241-01(0994-01), C. P. Nicolás Pájaro Peñaranda.
64
analizadas que fundamentan cada una de las posiciones jurisprudenciales antes
explicadas en torno al problema jurídico planteado, relacionado con el principio de
justicia rogada en el proceso contencioso administrativo.
SECCIÓN PRIMERA
2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015
03-00287 05-00110
SECCIÓN TERCERA
2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015
99-00278
95-00916 90-06951 08-00777
03-00047 96-04901 99-00274
99-00655 95-00998 93-07386
95-05276
SECCIÓN CUARTA
2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015
10-00110
04-00484 06-03296
99-90004
01-03541 13-00008
09-00175
SECCIÓN QUINTA
2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015
03-00054 07-00239
Fuente: COLOMBIA. CONSEJO DE ESTADO. Homepage [en línea]. Bogotá: El autor, s.f.
Disponible en: http://www.consejodeestado.gov.co/
65
3.4.1.1 Sentencia arquimédica. Como sentencia arquimédica, entendida como tal
“… una sentencia con la que el investigador tratará de desenredar las relaciones
estructurales entre varias sentencias.”138, se tomó la más reciente encontrada
sobre el tema, proferida por la Sala de lo Contencioso Administrativo, Sección
Segunda, Subsección A, Consejero Ponente: Gustavo Eduardo Gómez
Aranguren, 01 de septiembre de 2014. Radicación número: 25000 23 25 000 2012
01532 01 (2998-2013), actor: Oswaldo Winston Vega Malagón vs Instituto del
Seguro Social. En ese caso en la demanda se solicitó la aplicación de unas
normas que no eran las que regían la situación pensional de la actora, lo que en
principio entraría en contradicción con el principio de justicia rogada y que no
dejaría otro camino diferente a desestimar las pretensiones de la demanda. No
obstante, ante la especial protección a la tercera edad a quienes imponerle la
carga de volver a presentar la demanda para acceder a la reliquidación pensional,
constituiría un desacierto que no se ajusta a los principios que rigen el Estado
Social de Derecho, se entró a resolver el fondo del asunto.
El cuadro precedente muestra un rastreo de las sentencias que hicieron alusión al
carácter rogado de la jurisdicción, algunas de ellas dando una aplicación rígida de
ese principio, otras ponderando los distintos principios y derechos que entraron en
colisión con aquel al momento de evaluar la protección de los postulados
constitucionales. Por ello, la línea fundada en la exequibilidad condicionada de la
norma que impone la exigencia de la exposición de las normas violadas, arroja la
siguiente situación:
Nnn - -
04-00484 01- 01961
C.P López (4º-08) C.P. Moreno (2º- 06)
- -
La jurisdicción 01-03541 02-00963 Bajo los postulados
administrativa es C.P. Palacio (4º-08) C.P. Gómez A. (2º -08) constitucionales
rogada y a el juez - - debe hacerse una
solo le compete 00-02298 01-00869 interpretación
pronunciarse C.P.Ramirez (2º-09) C.P. Lemos (2º-08) sistemática de la
sobre los puntos - – demanda cuando se
claramente 03-00287 00-01586 afecten derechos
establecidos en la C.P. Ostau (1º-10) C.P. Arenas (2º-09) fundamentales
demanda - -
06-06441 00-07769
C.P. Alvarado (2º-10) C.P. Vergara (2º-10)
- -
00-02353 00-02501
C.P. Ramírez (2º-10) C.P. Ramírez (2º-10)
138
LÓPEZ MEDINA, Diego Eduardo. Interpretación constitucional. Bogotá: Consejo Superior de la
Judicatura, 2006. p. 132.
66
- -
07-00239 95-10178
C.P. Jimenez (5º-10) C.P. Vargas (2º-12)
- -
95-00916 03-00650
C.P. Conto (3º-11) C.P. Vergara (2º-13)
- -
08-00777 90-06951
C.P. Briceño (4º-14) C.P. Conto (3º-13)
-
06-01595
C.P. Gómez (2º-14)
Fuente: Autora.
Sobre ese aspecto el Consejo dijo que sin negar la naturaleza rogada de la
jurisdicción Contencioso Administrativa y el deber de quien ante ella acuda de
presentar su reclamación en la forma indicada por las normas aplicables, no es
viable en un Estado Constitucional de Derecho convertir las formalidades propias
de la acción en barreras para acceder al derecho a la administración de justicia. De
manera que, existían eventualidades en las que, sin llegar a efectuar correcciones
de la demanda y por ende modificar su contenido, el juez, como director del
proceso, podría interpretar razonablemente la demanda y así evitar un fallo
inhibitorio. Sumado a lo anterior, fue enfático en señalar que si bien era cierto en el
escrito de demanda no se incluyó a la Nación, en el auto de admisión el a quo sí la
ordenó notificar por intermedio de sus representantes, situación que permitió que
dentro del término legal, la representante de la Nación, Ministerio de Defensa,
Ejército Nacional ejerciera su derecho de defensa.
139
COLOMBIA. CONSEJO DE ESTADO. SECCIÓN SEGUNDA. Sentencia de septiembre 28 de
2006. Proceso 2001-01961-01. C. P. Jaime Moreno García.
140
COLOMBIA. CONSEJO DE ESTADO. SECCIÓN SEGUNDA - SUBSECCIÓN A. Sentencia de
junio 05 de 2008. Proceso 2002-00963-01. C. P. Gustavo Eduardo Gómez Aranguren.
67
la Ley 100 de 1993, denegada ante la imposibilidad de emplear el régimen
invocado, sumado al hecho de que el causahabiente solamente había cotizado por
un periodo de 17 años y 10 meses al servicio de la docencia oficial. El demandante
requirió hacer efectiva dicha pensión contemplada en el Decreto 224 de 1972 *,
conforme a los diferentes criterios jurisprudenciales que habían revisado
situaciones similares, permitiendo la aplicación analógica del artículo 46 ** de la Ley
100 de 1993. En ese contexto fáctico, se adujo que en virtud del principio de la
jurisdicción rogada que se impone para al ejercicio de las acciones impugnatorias
conforme al artículo 137 numeral 4º del Código Contencioso Administrativo, ello no
impedía que el operador judicial se relevará de dar aplicación a las disposiciones
carentes de vigencia dentro del ordenamiento jurídico, aun cuando su derogatoria
no hubiese sido alegada por la parte interesada.
*
Esa norma consagraba el derecho a la pensión de sobrevivientes pero solo para los profesores
que hubiesen laborado en planteles oficiales durante 18 años continuos o discontinuos, caso en el
cual se habilita para el conyugue y los hijos menores, el derecho a una pensión equivalente al 75%
de la asignación mensual fijada para el cargo desempeñado por el docente al tiempo de su
fallecimiento.
**
La Ley 100 de 1993, resultaba ser más beneficiosa al requerir tan solo 26 semanas de cotización.
141
COLOMBIA. CONSEJO DE ESTADO. SECCIÓN SEGUNDA. Sentencia de agosto 06 de 2008.
Proceso 2001-00869-01. C. P. Jesús María Lemos Bustamante.
68
barreras para acceder al derecho a la administración de justicia. Que existen
eventualidades en las que, sin llegar a efectuar correcciones de la demanda y por
ende modificar su contenido, el juez, como director del proceso, puede interpretar
razonablemente la demanda y así evitar un fallo inhibitorio.
Concretamente dijo:
Nótese en este caso, dos aspectos importantes, de un lado, que no existió una
ausencia total del marco normativo, por cuanto el demandante sí hizo alusión a las
normas que, en su sentir, le amparaban los derechos reclamados, solamente que
fueron enunciadas de una forma diferente y, de otro, el asunto debatido giraba en
torno al pago de derechos laborales que ya habían sido reconocidos y no pagados
debido a la errónea liquidación de los mismos, lo que conllevó indiscutiblemente a
dar prelación al principio del derecho sustancial sobre las formalidades.
142
COLOMBIA. CONSEJO DE ESTADO. SECCIÓN SEGUNDA. Sentencia de mayo 21 de 2009.
Proceso 2002-01586-01. C. P. Gerardo Arenas Monsalve.
69
En el proceso 2000-02353, sobre una insubsistencia por calificación de servicios
de un empleado de carrera, donde simplemente se acusó de ilegalidad el acto de
trámite del formato de calificación y no los que suspendieron y revocaron el
periodo de prueba; la primera instancia declaró la ineptitud sustantiva de la
demanda, por cuanto éstos últimos actos eran los verdaderos actos
administrativos que frustraban las aspiraciones del demandante y los que han
debido ser recurridos oportunamente, por lo que la demanda adolecía no sólo de
proposición jurídica completa sino que además no tenía congruencia entre los
fundamentos de derecho y el petitum.
Este caso difiere un poco de los otros en la medida en que no se trata solamente
de las exposiciones normativas del concepto de violación de los actos acusados,
sino de la modificación de las pretensiones del libelo demandatorio para incluir el
juez, a motu propio, actos que no fueron definidos por el accionante. Sin embargo,
se consideró pertinente mencionarlo en la medida en que valdría la pena
cuestionarse si en el hipotético caso de que con el material probatorio allegado al
proceso se demostrará una desvinculación injustificada que conllevará a la
vulneración del debido proceso y de otros derechos de índole fundamental ¿podría
el juez emitir una decisión de fondo?.
143
COLOMBIA. CONSEJO DE ESTADO. SECCIÓN SEGUNDA. Sentencia de febrero 18 de 2010.
Proceso 2000-02353-01. C. P. Bertha Lucía Ramírez de Páez.
70
indemnización, se hará la citación in extenso debido a su importancia para el tema
de investigación:
144
COLOMBIA. CONSEJO DE ESTADO. SECCIÓN SEGUNDA. Sentencia de marzo 25 de 2010.
Proceso 2000-07769-01. C. P. Luis Rafael Vergara Quintero.
71
cuanto su transgresión sólo podría estudiarse a través de las normas de rango
legal que las hubieren desarrollado. Argumentos que consideró inadmisibles la
segunda instancia indicando que:
Fue así como el derecho del debido proceso como desarrollo del principio de
legalidad, concebido por el constituyente como un derecho fundamental de
aplicación inmediata, se sobrepuso sobre el principio de jurisdicción rogada
imponiéndole al juez entrar a estudiar el asunto de fondo con la simple
enunciación de normas constitucionales, toda vez que, el juez está en la
obligación de proteger derechos, cuando estos han sido vulnerados por la
autoridad.
145
COLOMBIA. CONSEJO DE ESTADO. SECCIÓN SEGUNDA. Sentencia de octubre 24 de 2012.
Proceso 1995-10178-01. C. P. Alfonso Vargas Rincón.
146
COLOMBIA. CONSEJO DE ESTADO. SECCIÓN SEGUNDA. Sentencia de agosto 19 de 2010.
Proceso 2000-02501-01. C. P. Bertha Lucía Ramírez.
72
proceso primaron sobre el carácter rogativo de la justicia administrativa para entrar
a evaluar como consecuencia lógica de la gravedad de la conducta la graduación
de la sanción impuesta.
73
Hospital Universitario Ramón González Valencia de Bucaramanga - en Liquidación
demandó su propio acto de reconocimiento de una pensión de jubilación que fue
otorgada atendiendo de las prerrogativas de una convención colectiva. Luego del
análisis de la situación laboral de la demandada se estableció que a los
empleados públicos de la entidad les fue aplicada, en forma ilegal, la regulación
pactada para el reconocimiento pensional, desconociéndose flagrantemente la
competencia exclusiva del legislador en materia de clasificación de empleos, y por
ende, extendiendo beneficios convencionales a un personal sometido por el
carácter de sus funciones a un régimen salarial y prestacional legal y
reglamentario.
A pesar de ello, consideró que como la demandada era beneficiaria del régimen
de transición de la Ley 100 de 1993, su situación pensional se regía por las
disposiciones de la Ley 33 de 1985, esto es, tener 55 años de edad y 20 de
servicios, requisitos que para la fecha de la sentencia se encontraban cumplidos,
razón por la que ordenó el reconocimiento pensional en virtud del artículo 170 del
C.C.A., que le permite al fallador contencioso, restablecer el derecho particular,
estatuir disposiciones nuevas en remplazo de las acusadas y modificar o reformar
éstas.
150
COLOMBIA. CONSEJO DE ESTADO. SECCIÓN SEGUNDA. Sentencia de marzo 07 de 2013.
Proceso 2013-00650-01. C. P. Luis Rafael Vergara Quintero.
74
Pese al avance en algunos temas puestos en conocimiento de la jurisdicción
administrativa, en otros, se ha mantenido la prelación del principio de la
jurisdicción rogada, a saber:
151
COLOMBIA. CONSEJO DE ESTADO. SECCIÓN SEGUNDA. Sentencia de julio 30 de 2009.
Proceso 2000-02298-01. C. P. Bertha Lucía Ramírez.
152
COLOMBIA. CONSEJO DE ESTADO. SECCIÓN SEGUNDA. Sentencia de marzo 04 de 2010.
Proceso 2006-06441-01. C. P. Víctor Hernando Alvarado Ardila.
75
357 del C.P.C., aplicable por expresa remisión del artículo 267 del C.C.A., el
recurso de apelación se entiende interpuesto en lo desfavorable al apelante, por lo
cual el superior, en principio, no puede pronunciarse sobre aspectos que no fueron
objeto del mismo 153. Igualmente se garantizaba el principio de la no reformatio in
pejus, pues en este caso la entidad accionada actúa como apelante único.
153
COLOMBIA. CONSEJO DE ESTADO. SECCIÓN SEGUNDA. Sentencia de junio 05 de 2007.
Proceso 2000-00506-01. C. P. Jaime Moreno García. “… debe recordarse que esta Sección ha
reiterado que en el recurso de apelación, cuya sustentación es obligatoria, so pena de
declararse desierto, la competencia de la Corporación está restringida a los motivos de
inconformidad expuestos por el recurrente contra la providencia objeto del recurso y que se
relacionen, desde luego, con las causales de nulidad planteadas en la demanda, o con las
consideraciones que sirvieron de sustento al Tribunal para dictar la sentencia. En consecuencia, la
Sala estudiará los puntos sobre los cuales alegó la parte apelante en la sustentación del recurso,
según se vio anteriormente”.
154
COLOMBIA. CONSEJO DE ESTADO. SECCIÓN SEGUNDA. Sentencia de abril 09 de 2014.
Proceso 2006-01595-01. C. P. Gustavo Eduardo Gómez Aranguren.
76
al interesado en la declaratoria de nulidad de un acto administrativo asumir ciertas
obligaciones para que ante la jurisdicción se discuta si una decisión de la
Administración se ajusta al ordenamiento jurídico.
*
Modificación del monto pensional.
155
COLOMBIA. CONSEJO DE ESTADO. SECCIÓN PRIMERA. Sentencia de enero 28 de 2010.
Proceso 2003-00287-00. C. P. Rafael E. Ostau de Lafont Pianeta.
77
de ideas, no podía soslayarse que las circulares demandadas fueron expedidas
en virtud de normas de orden legal o reglamentario, a través de las cuales se
desarrollaron los principios constitucionales contenidos en los artículos 4° y 29 de
la Carta, las cuales pudieron resultar infringidas de primera mano.
En este evento si las actas parciales de liquidación del contrato fueron indebida-
mente realizadas no sería una consecuencia lógica que el acta final estuviese en
la misma situación, lo que generaría de una parte, una violación del debido
proceso del contratista y, de otra, un enriquecimiento sin causa para el Estado.
156
COLOMBIA. CONSEJO DE ESTADO. SECCIÓN TERCERA. Sentencia de febrero 14 de 2011.
Proceso 1995-00916-01. C. P. Stella Conto Díaz.
78
Por su parte, las acciones de reparación directa si han encontrado una evolución
significativa al abordar el principio de la jurisdicción rogada, específicamente en su
enfrentamiento con el principio de reparación integral, en asuntos por vulneración
de derechos humanos o por una afectación grave de un derecho fundamental.
Infirió que en esas condiciones, como tal fundamento de hecho no fue expuesto
por el actor en la demanda, dentro del marco de decisión que le atañe al juez,
conforme a lo previsto en el artículo 170 del Código Contencioso Administrativo,
no era posible hacer un pronunciamiento sobre este cargo, pues se vulneraría el
derecho de defensa de la entidad demandada ya que ésta no tuvo la oportunidad
para defender sus intereses, aspecto que si bien no fue alegado por la
demandada en su recurso, no impide que el juez se pronuncie de oficio, máxime
cuando está involucrado un derecho fundamental.
157
COLOMBIA. CONSEJO DE ESTADO. SECCIÓN TERCERA. Sentencia de febrero 28 de 2013.
Proceso 1990-06951-01. C. P. Stella Conto Díaz.
158
COLOMBIA. CONSEJO DE ESTADO. SECCIÓN CUARTA. Sentencia de marzo 27 de 2014.
Proceso 2008-00777-01. C. P. Martha Teresa Briceño de Valencia.
79
equidad y progresividad entre los diferentes sectores para los que se establece el
impuesto de alumbrado público, no es suficiente indicar que la existencia diferencial
entre distintos sectores, como ocurre en este caso, violan los principios tributarios
antes señalados, pues además tendría que estar demostrado que el ente territorial
recupera más de lo que le cuesta prestar el servicio o que, en efecto, se pruebe la
desproporción concreta que no consulte la capacidad tributaria frente a
determinados contribuyentes, aspecto que no fue probado. En ese orden de ideas,
simplemente no indagó en la posible afectación de derechos fundamentales de los
sujetos activos de los aludidos cobros, sino que resaltó una carga probatoria que
le incumbía al actor y no fue demostrada en el proceso.
159
COLOMBIA. CONSEJO DE ESTADO. SECCIÓN CUARTA. Sentencia de diciembre 11 de 2008.
Proceso 2004-00484-01. C. P. Lilia López López.
80
además un requisito expreso de la demanda, que no puede suplirse con las
afirmaciones hechas por las partes”160.
A pesar de que la parte actora allegó los decretos municipales echados de menos
como material probatorio, la segunda instancia confirmó la decisión del a quo,
situación vulneratoria del debido proceso, donde tuvo prelación sin mayor
argumentación el principio de la jurisdicción rogada para cercenar el derecho de
acceso efectivo a la justicia.
No obstante, aclaró “Al margen de lo discurrido, la Sala debe precisar que si bien
los hechos de la demanda dan cuenta de otras irregularidades, tal como lo precisó
160
COLOMBIA. CONSEJO DE ESTADO. SECCIÓN CUARTA. Sentencia de junio 08 de 2008.
Proceso 2001-03541-01. C. P. Juan Ángel Palacio Hincapié.
161
COLOMBIA. CONSEJO DE ESTADO. SECCIÓN QUINTA. Sentencia de abril 29 de 2010.
Proceso 2007-00239-02. C. P. Filemón Jiménez Ochoa.
81
el Agente del Ministerio Público en la segunda instancia, en este caso no es
posible hacer una interpretación que permita su estudio por razón de que no se
ofrecieron tan claros como los que referían la falsedad”162.
Nótese que a pesar de que se entró a abordar de fondo el estudio del caso al
tenor de una causal de nulidad que se podía inferir del concepto de violación, no
hizo lo mismo respecto de otras irregularidades relatadas en los hechos por falta
de “claridad” en los mismos.
162
Ibíd.
82
4. ¿CÓMO AVANZAR EN LA PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS
FUNDAMENTALES POR ENCIMA DEL PRINCIPIO DE LA JURISDICCIÓN
ROGADA?
163
FIORAVANTI, Maurizio. Constitución. Madrid: Trotta, 2001. p. 85.
164
PRIETO SANCHÍS, Luis. Constitución y derechos fundamentales, citado por BERNAL PULIDO,
Carlos. El neoconstitucionalismo a debate. Bogotá: Universidad Externado de Colombia, 2008. p.
11.
*
Ver los artículos 9, 53, 93, 94, 102 y 214 de la Constitución Política.
83
posteriormente, con el desarrollo jurisprudencial realizado por la Corte
Constitucional que amplió el catálogo de derechos, incluyendo aquellos
consagrados en tratados internacionales. Al respecto dijo la Corte:
165
COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-225 de 1995 de mayo 18 de 1995. M. P.
Alejandro Martínez Caballero.
166
COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-295 de 1993 de julio 29 de 1993. M. P.
Carlos Gaviria Díaz.
167
FERRAJOLI, Los fundamentos de los derechos fundamentales, Op. cit., p. 40.
168
Recuérdese como se mencionó en el capitulo I, donde QUINCHE RAMÍREZ, citaba a UPRIMNY
Rodrigo que “se puede advertir una cierta tendencia, no absoluta a reservar la denominación
“derechos fundamentales” para designar los derechos humanos positivizados a nivel interno, en
tanto que la fórmula “derechos humanos” es la más usual en el plano de las declaraciones y
convenciones internacionales” (QUINCHE RAMÍREZ, Manuel Fernando. Derecho constitucional
colombiano: De la Carta de 1991 y sus reformas. Bogotá: Temis, 2012. p. 91).
84
José- (1969), Convenio Europeo de Derechos Humanos (1950), Carta Africana de
Derechos Humanos y de los Pueblos (1981), entre otros.
Fue así como, vía jurisprudencial la Corte IDH dio origen al denominado “Control
de Convencionalidad”, en virtud del cual, tanto dicho Tribunal como los órganos de
los Estados parte del Pacto de San José, particularmente los de carácter judicial,
deben asegurarse de respetar las disposiciones de la Convención y demás
tratados que integran el sistema interamericano de Derechos Humanos, así como
la interpretación que de los mismos efectúa la Corte IDH.
*
Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre; Convención Americana de Derechos
Humanos; Protocolo adicional a la Convención Americana de Derechos Humanos en materia de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales “Protocolo de San Salvador”; Convención
Interamericana para prevenir y sancionar la tortura; Protocolo a la Convención Americana relativo a
la abolición de la pena de muerte; Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar
la violencia contra la mujer “Convención Belém Do Pará); Convención Interamericana sobre
desaparición forzada de personas; Convención Interamericana para la Eliminación de todas las
Formas de Discriminación contra las Personas con Discapacidad; Convención Interamericana
contra el Racismo, la Discriminación Racial y Formas Conexas de Intolerancia; Convención
Interamericana contra toda Forma de Discriminación e Intolerancia; Declaración Americana sobre
los derechos de los pueblos indígenas.
85
Lo anterior implica que, por ejemplo, un juez colombiano al momento de resolver
un caso debe asegurarse de acatar las previsiones de los diferentes instrumentos
que hacen parte de aquél marco convencional del cual nuestro país es parte.
Ciertamente, se trataría de efectuar un control de convencionalidad de carácter
difuso, de tal manera que sea constante la preocupación de hacer compatible el
ordenamiento jurídico interno con las disposiciones de la Convención Americana
de Derechos Humanos169.
169
BURGORGUE-LARSEN, Laurence. El contexto, las técnicas y las consecuencias de la
interpretación de la Convención Americana de Derechos humanos. En: Revista de Estudios
Constitucionales. 2014. vol. 12, no. 1, p. 132.
170
Para ver un estudio sobre las implicaciones del control de convencionalidad en la jurisprudencia
del Consejo de Estado colombiano, puede consultarse en PÉREZ NIÑO, Walter Fernando;
ZAMBRANO SALAZAR, Laura Sofía y CEPEDA RODRÍGUEZ, Emerson Harvey. El impacto del
control de convencionalidad en la jurisprudencia del Consejo de Estado Colombiano en la
reparación a víctimas de graves violaciones de Derechos Humanos. En: Eunomía. Revista en
cultura de la legalidad. Octubre, 2015 - marzo, 2016. no. 9, p. 161-177.
86
el canon indemnizatorio, esto es, el reconocimiento de los perjuicios materiales e
inmateriales es el único contenido del principio de reparación integral que se
encuentra amparado por los citados principios del proceso que tienden a
garantizar el derecho de defensa del demandado171.
171
COLOMBIA. CONSEJO DE ESTADO. SECCIÓN TERCERA. Sentencia de febrero 28 de 2013.
Proceso 1990-06951-01. C. P. Stella Conto Díaz.
172
COLOMBIA. CONSEJO DE ESTADO. SECCIÓN TERCERA. Sentencia de enero 30 de 2013.
Proceso 1999-00278-01. C. P. Stella Conto Díaz. “… la judicatura se encuentra habilitada para
imponer medidas de justicia restaurativa, sin consideración a las reglas procesales de congruencia
y non reformatio in peius, cuando quiera que la situación que se pretende restablecer compromete
derechos constitucionales de interés general o colectivo, para el efecto la protección del medio
ambiente, el que -por lo demás- el Estado está en la obligación de proteger, atendiendo los
compromisos internacionales referidos ut supra en el marco jurídico”.
173
Ver entre otras, las siguientes sentencias: COLOMBIA. CONSEJO DE ESTADO. SECCIÓN
TERCERA. Sentencia de Unificación de septiembre 11 de 2013. Proceso 1994-07654-01. C. P.
Danilo Rojas Betancourt. “Por regla general, estas facultades se encuentran limitadas por los
principios de congruencia, de jurisdicción rogada y de no reformatio in pejus, de manera que para
que proceda el reconocimiento de medidas tanto de carácter compensatorio -como son la
indemnización de los perjuicios morales y materiales causados- como de carácter restitutorio, es
necesario que exista una petición expresa de la parte demandante en tal sentido”.
87
garanticen a los ciudadanos la materialización de sus derechos, como sería
morigerar el principio de legalidad que rige las actuaciones de la Administración,
en el sentido de que constituya una carga probatoria más equilibrada. Para ello,
las entidades tendrían el deber de demostrar que sus decisiones fueron tomadas
atendiendo las garantías constitucionales y legales que rigen cada procedimiento,
explicando de forma detallada los fundamentos jurídicos que conllevaron a tomar
la decisión cuya legalidad es cuestionada.
En este punto es necesario realizar una contextualización de las cargas que rigen
el derecho contencioso administrativo, con el fin de demostrar la importancia y
necesidad de una variación en ese aspecto que permita un mayor análisis
interpretativo del juez.
174
LÓPEZ BLANCO, Hernán Fabio. Procedimiento civil. T. 3: Pruebas. 2 ed. Bogotá: Dupre
Editores. 2008, p. 23.
175
Ibíd., p. 25.
176
COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-070 de febrero 25 de 1993. M. P.
Eduardo Cifuentes Muñoz. Sobre la carga de la prueba de un lado, tenemos su consagración legal
en el artículo 1757 del Código Civil y, de otro, en el ámbito procesal en el artículo 177 del Código
de Procedimiento Civil.
88
condenar a más ni a otra cosa que la pedida en la demanda (en eat ultra petita
partium)”177.
Dicho sistema mixto adquirió mayor fuerza con los postulados constitucionales del
Estado social de derecho, pues se exigía del juez un papel activo y dinámico
dentro del proceso, dado que dejó de ser el “frío funcionario que aplica
irreflexivamente la ley”, convirtiéndose en el funcionario -sin vendas- que se
proyecta más allá de las formas jurídicas, para así atender la agitada realidad
subyacente y asumir su responsabilidad como un servidor vigilante, activo y
garante de los derechos materiales. El Juez que reclama el pueblo colombiano a
través de su Carta Política ha sido encomendado con dos tareas imperiosas: (i) la
obtención del derecho sustancial y (ii) la búsqueda de la verdad. Estos dos
mandatos, a su vez, constituyen el ideal de la justicia material 180.
Ahora bien, dentro de las teorías modernas que buscan hacer realidad la idea de
la justicia material se concibió el concepto de la carga dinámica de la prueba. Esta
concepción surgió como consecuencia de la desigualdad entre las partes para
177
COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-874 de septiembre 30 de 2003. M. P.
Marco Gerardo Monroy Cabra.
178
Ibíd.
179
Ibíd.
180
Este diseño normativo del proceso para empoderar al juez encontró abierto respaldo en la
Constitución de 1991, que consagró un Estado Social y Democrático de Derecho: “La aspiración
última del pueblo de alcanzar un marco que garantizara un ‘orden justo’, la consagración de la
administración de justicia como una función pública esencial y como un derecho fundamental de
cada persona, así como la prevalencia del derecho sustancial, significaron en su conjunto un
fortalecimiento de la función judicial y un compromiso férreo de los servidores públicos con la
consecución de la justicia material” (COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia SU-768
de octubre 16 de 2015. M. P. Jorge Iván Palacio Palacio.
89
poder demostrar los hechos alegados, por factores como la especialidad técnica y
en algunos eventos científica.
181
COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia T-741 de agosto 06 de 2004. M. P. Manuel
José Cepeda Espinosa.
182
Ibíd.
183
COLOMBIA. CORTE CONSTITUCIONAL. Sentencia C-086 de febrero 24 de 2016. M. P. Jorge
Iván Palacio Palacio.
184
Artículo 168 del C.C.A.
185
Artículo 169 del C.C.A.
90
“Se propuso a los inicios de la discusión, si era pertinente regular esta
figura con el ánimo de morigerar la carga probatoria que incumbe a las
partes, cuando quiera que una de ellas está en mejor posición de
probar, sea por superioridad técnica, o dado sus conocimientos
especiales, o porque se encuentra en su esfera jurídica la producción
de las prueba. Como se sabe se trata de un sistema de redistribución
de la carga procesal o de inversión de la carga, en la que en las
condiciones anotadas, el juez traslada al inicio del litigio la obligación de
demostrar la verdad de lo alegado a la contraparte de acuerdo con el
juicio sobre la mejor posibilidad de su aporte y con independencia de
quien haya alegado el hecho dentro del proceso. Sin embargo, la
comisión no estuvo de acuerdo con implementar la carga dinámica de la
prueba, considerando que no es posible conjugarla con los principios de
igualdad, debido proceso y derecho de defensa”186.
Sin embargo, como el C.P.A.C.A. (Ley 1437 de 2011), fue expedido con
anterioridad a la expedición del Código General del Proceso (Ley 1564 de 2012),
es necesario advertir que bajo ese nuevo esquema procesal, fue concebida la
teoría de la carga dinámica de la prueba, pero como atribución facultativa del juez
para asignarle a alguna de las partes determinada carga probatoria. En los
motivos de exposición del proyecto de ley se enfatizó que:
186
NAMEN VARGAS, Álvaro. Régimen Probatorio, nulidades e incidentes en el Nuevo Código de
Procedimiento Administrativo. En: Seminario Internacional de Presentación del Nuevo Código de
Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo. Memorias: Consejo de Estado,
2011.
91
llegará a la conclusión, a quién le quedaba más fácil probar un
determinado hecho”187.
Por lo anterior, cuando el inciso final del artículo 103 del CPACA al definir los
principios y el objeto de la jurisdicción de lo contencioso administrativo indica que
“Quien acuda ante la Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo, en
cumplimiento del deber constitucional de colaboración para el buen
funcionamiento de la administración de justicia, estará en la obligación de cumplir
con las cargas procesales y probatorias previstas en este Código”188. En ese
panorama el administrador de justicia tiene dos posibilidades, de un lado, ceñirse
estrictamente a que el demandante tiene la obligación de enunciar las normas
violadas y demostrar que los actos acusados son ilegales (carga procesal) y, de
otro, remitirse a las disposiciones del Código General del Proceso, esto es, que
“Incumbe a las partes probar el supuesto de hecho de las normas que consagran
el efecto jurídico que ellas persiguen”189.
Sin olvidar, por supuesto que al remitirse a las disposiciones del CGP “según las
particularidades del caso, el juez podrá, de oficio o a petición de parte, distribuir, la
carga al decretar las pruebas, durante su práctica o en cualquier momento del
proceso antes de fallar, exigiendo probar determinado hecho a la parte que se
encuentre en una situación más favorable para aportar las evidencias o esclarecer
los hechos controvertidos…”190.
187
CONGRESO DE COLOMBIA. Proyecto de Ley 196 de 2011 Cámara. Por medio de la cual se
expide el Código General del Proceso y se dictan otras disposiciones. Gaceta del Congreso.
Bogotá, 2011. no. 119.
188
CONGRESO DE COLOMBIA. Ley 1437. (18, enero, 2011). Por la cual se expide el Código de
Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo. Diario Oficial. Bogotá, 2011. no.
47.956. art. 103.
189
CONGRESO DE COLOMBIA. Ley 1564 (12, julio, 2012). Por medio de la cual se expide el
Código General del Proceso y se dictan otras disposiciones. Diario Oficial. Bogotá, 2012. no.
48.489. art. 167.
190
Ibíd., art. 167.
92
el juez decida los casos en que invierte la carga de la prueba. Por lo tanto, se
propone que los administradores de justicia a través de sus sentencias constituyan
una línea jurisprudencial que imponga a las entidades el deber de demostrar que
sus manifestaciones de voluntad expresados en actos administrativos fueron
expedidos respetando, en primer lugar, el derecho fundamental del debido
proceso, precisando las normas constitucionales y legales que apoyan sus
decisiones y, en segundo lugar, allegando los elementos probatorios que justifican
denegar el reconocimiento del derecho alegado por el demandante.
93
de sentido la existencia del principio de la jurisdicción rogada, por cuanto el juez,
al tenor del papel activo que debe ejercer, tendría la obligación de realizar un
estudio íntegro de las situaciones fácticas puestas en su conocimiento. Y en
consecuencia, entrar a restablecer los derechos vulnerados sin más limitaciones
que lo efectivamente probado dentro del proceso.
Como quiera que el único y legítimo fin que justifica la existencia de los despachos
judiciales es la justicia que se le imparte al ciudadano, debe limitarse a su mínima
expresión excusas que buscan disculpar su real aplicación.
Sin embargo, para evitar que el juez deba hacer el trabajo que le corresponde a
los profesionales del derecho que representan los intereses del demandante, es
necesario que aquel acuda a sus poderes sancionatorios cuando advierta una
actitud pasiva y negligente de los abogados.
191
COLOMBIA. CONSEJO DE ESTADO. SECCIÓN SEGUNDA. Sentencia marzo 23 de 2006.
Proceso 4164-04. C. P. Alejandro Ordóñez Maldonado.
94
probidad y buena fe que deben observarse en el proceso, lo mismo que
toda tentativa de fraude procesal”192.
Ello permite, que el juez pueda de forma directa sancionar las conductas que no
sean acordes con el buen desempeño de la profesión, como sería el caso de
presentar demandas sin los requisitos y exigencias mínimas de técnica jurídica
que prevé el estatuto procesal. También podría compulsar copias ante la
jurisdicción disciplinaria por constituir faltas a los deberes profesionales del
abogado actuaciones como: la inobservancia a la ley; por no conocer, promover y
respetar las normas consagradas en el código disciplinario; no actualizar los
conocimientos inherentes al ejercicio de la profesión; no colaborar leal y
legalmente en la recta y cumplida realización de la justicia y los fines del Estado,
entre otros.
Ahora, sin duda, el papel más importante lo cumple el juez, quien desde su
posición tiene el deber de impartir justicia, más allá de las simples formalidades,
razón por la que no puede limitarse solamente a tomar decisiones con los
argumentos o pruebas inicialmente presentados, por el contrario al apreciar
carencias argumentativas o probatorias tiene la facultad de requerir a la parte que
tiene la facilidad de allegar las pruebas necesarias para tal fin.
192
CONGRESO DE COLOMBIA, Ley 1564, Op. cit., art. 42.
95
fundamental, careciendo de total aplicación las teorías de ponderación. Es en ese
punto donde es necesario un fortalecimiento de la estructura de las sentencias
judiciales, pues los considerandos no dan suficientes razones que justifiquen la
decisión.
Los principios no solo hacen parte del derecho positivo, en la medida en que son
normas generalmente previstas en la Constitución, y a menudo en la ley, que
aguardan para ser interpretadas y aplicadas, sino que también hacen parte de la
aplicación del derecho, es decir, que el juez al momento de resolver un caso
concreto debe, no solo aplicar los principios en tanto que normas positivas - lado
pasivo de los principios -, sino que se debe valer de ellos como instrumento o
mecanismo para argumentar racionalmente la decisión - lado procedimental o
activo de los principios -, sobre todo, pero no exclusivamente, en tratándose de
aplicación de las reglas en los casos difíciles, pues en éste último caso, esos
principios sirven de apoyo para la búsqueda de una interpretación lo más justa
posible. Es en el uso de los principios al argumentar y fallar, donde se funden
derecho y moral en la aplicación del primero 195.
193
BONORINO, Pablo Raúl y PEÑA AYAZO, Jairo Iván. Argumentación judicial: Construcción,
reconstrucción y evaluación de argumentaciones orales y escritas. Bogotá: Escuela Judicial
Rodrigo Lara Bonilla. Bogotá, 2006. p. 17.
194
BERNAL PULIDO, El neoconstitucionalismo y la normatividad del Derecho, Op. cit., p. 37-38.
195
ALEXY, Robert. Teoría de los derechos fundamentales, citado por TAMAYO JARAMILLO,
Javier. La decisión judicial. T. I. Bogotá: Biblioteca Jurídica Diké, 2011. p. 444.
96
implementación exige una carga argumentativa razonable en las sentencias,
donde el poder de decisión judicial tiene el deber de abarcar todos los aspectos
demostrados y debatidos dentro del proceso sin importar si fueron o no pedidos en
la demanda. Pues más allá de ello, el derecho no es una ciencia que tenga
verdades absolutas y la solución depende de las particularidades de cada caso.
Ciertamente, el juez administrativo debe asumir una posición dinámica frente a las
nuevas exigencias señaladas por el derecho internacional de los derechos
humanos196. Bajo este propósito, entonces, la jurisprudencia debe fijar unas
subreglas o pautas que le impongan al juez dejar de lado la potestad caprichosa y
a veces arbitraria de no hacer una ponderación efectiva de los derechos
enfrentados para analizar de forma razonada y proporcionada los asuntos puestos
a su consideración, donde hacer uso de la potestad de acudir a la carga dinámica
de la prueba, se convierta en la regla general.
196
COLOMBIA. CONSEJO DE ESTADO. SECCIÓN TERCERA. Sentencia de octubre 19 de 2007.
Radicado: 29273. M. P. Enrique Gil Botero.
97
Por lo tanto, es necesario de un lado, que el juez sea un sujeto activo conocedor
de la importancia e incidencia que tiene en sus decisiones el reconocimiento
material de los derechos fundamentales para quienes acuden a los estrados
judiciales y de otro, que los profesionales del derecho aporten en sus demandas
una carga argumentativa sólida que le exija al juez, de igual forma, pronunciarse
de fondo sobre las diferentes razones que conllevan a conceder o negar un
derecho.
En este aspecto cumple una labor importante la Escuela Judicial Rodrigo Lara
Bonilla, institución que capacita a los funcionarios judiciales, para que dentro de
sus módulos y cursos promuevan la aplicación de fundamentos garantistas para la
protección de los derechos fundamentales exigiendo con mayor rigorismo
argumentos sólidos dentro de la estructura de las sentencias como forma de
contrarrestar decisiones emitidas con aspectos meramente formales.
98
5. CONCLUSIONES
99
administración de justicia en la jurisdicción contenciosa, si bien en un inicio, el
principio de la jurisdicción rogada tuvo su importancia y utilidad en la medida en
que reducía el campo normativo de estudio y valoración del juez, con el desarrollo
de los derechos fundamentales, aquél principio tiene el deber social de ceder ante
estos. No obstante, en la práctica no ha sido totalmente así.
100
fundamentales, obligó al juez a tener una visión más amplia de los asuntos que
debía resolver, para integrar con sus decisiones, el nuevo esquema constitucional
fijado a partir del año 1991 al amparo de un Estado Constitucional y Democrático
de Derecho encaminado a una real y efectiva protección del ciudadano como eje
central de la sociedad.
101
primera de las cargas que asume quien acude a ella en sede de
anulación de un acto administrativo es la de exponer de manera clara,
adecuada y suficiente las razones por las cuales estima que la decisión
demandada incurre en el cargo señalado.
Esto, por cuanto de acuerdo con lo previsto por el artículo 137.4 CCA,
toda demanda que se interponga ante esta jurisdicción, cuando se dirija
contra un acto administrativo, debe indicar las normas violadas y
explicar el concepto de la violación”197.
Si bien es cierto que, ésta jurisdicción debido a su especialidad, tiene una técnica
jurídica de mayor exigencia en los requisitos de la demanda, también lo es que, la
Administración a través de sus diferentes entidades es la más irrespetuosa de los
derechos fundamentales, razón por la que sería necesario y conveniente la
implementación de nuevas cargas probatorias para los sujetos procesales que
permitieran a las accionadas demostrar que actuaron conforme a la Constitución y
a la Ley al momento de materializar su voluntad con actos administrativos.
197
COLOMBIA. CONSEJO DE ESTADO. SECCIÓN PRIMERA. Sentencia de mayo 05 de 2016.
Proceso 2010-00260-01. C. P. Guillermo Vargas Ayala.
198
Ibíd.
102
Las situaciones fácticas descritas logran demostrar la hipótesis planteada en la
presente investigación, pues sin lugar a equívocos las sentencias donde ha
imperado la aplicación del principio de la jurisdicción rogada vulnera derechos
fundamentales que van más allá del debido proceso en un simple trámite, por
cuanto se están afectando de forma considerable e irreparable derechos de tipo
laboral como el trabajo, la seguridad social y el mínimo vital y móvil que se ve
reflejado en otros derechos como la igualdad, la vida en condiciones dignas y el
acceso efectivo a que la justicia estudie de fondo sus reclamaciones y restablezca
los agravios ocasionados por las entidades estatales.
103
BIBLIOGRAFÍA
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el Código General del Proceso y se dictan otras disposiciones. Gaceta del
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