La Cultura y La Filosofía de La Dominación - David Sobrevilla
La Cultura y La Filosofía de La Dominación - David Sobrevilla
La Cultura y La Filosofía de La Dominación - David Sobrevilla
y la filosofía
de la dominación
APUNTES SOBRE UN PLANTEO DE AUGUSTO SALAZAR BONDY
DAVID SOBREVILLA
a Roque Carrión
Salazar concretlza esta apelación en el caso co de cepa francés y la versión krausista del
peruano en la siguiente forma: idealismo alemán. En las últimas décadas del
"Esta liberación significa... cancelar el sis- siglo XIX, el pensamiento latinoamericano se
tema económico social capitalista que es vuelve hacia el positivismo. Luego surgen
el vehículo a través del cual, hasta hoy, tendencias superadoras y en las primeras dé-
se ha ejercido la dominación extranjera cadas de nuestro siglo las personalidades
y que contribuye a afirmarla sin haber académicas a las que se ha llamado funda-
podido sacar a nuestro pueblo de la mi- doras: antinaturalistas, intuitivistas, condescen-
seria y la depresión". dientes con la meditación metafísica. En las
Finalmente, termina diciendo: últimas décadas son el marxismo, la filosofía
"Lo único auténtico que tenemos todos católica, la fenomenología y el existencialis-
los peruanos hoy es, seguramente, sólo mo y la filosofía analítica, los que han tenido
la conciencia de nuestra condición defec-
una influencia mayor. En el curso de este
tiva. Podemos ser, por lo pronto, una
unidad por la negación, puesto que las proceso el ejercicio filosófico ha llegado a re-
afirmaciones nos separan, y alcanzar con gularizarse, al mismo tiempo que "se ha sus-
aquella la profundidad de la vida, puesto citado un profundo interés por la evolución de
que éstas nos retienen en la superficie las ideas en nuestros países y por el sentido
y la inautenticidad. Y podemos ser, ade- y alcance de nuestro pensamiento" (p. 26).
más, a partir de esta conciencia, un es- Los rasgos del pensamiento filosófico puestos
fuerzo de liberación compartido, una re- de manifiesto en este desarrollo son, grosso
beldía que potencia y aglutina todas las modo: i) la similitud de la evolución de toda
fuerzas sociales. Este es también un Hispanoamérica; ii) la conexión de la filoso-
principio de universalidad capaz de unir- fía con determinadas áreas: primero con la
nos a otros pueblos del mundo en la em- teología, luego con la ciencia, la política y
presa de construir una humanidad libre" hoy con las ciencias sociales, la lógica y ma-
(P. 57).
temática y con las ciencias naturales; iii) la
especialización y la tecnificación crecientes;
2. ¿Existe una filosofía de nuestra América?
iv) las influencias ejercidas por otras filoso-
"¿Existe una filosofía de nuestra América?" fías nacionales sobre nuestro pensamiento: a)
busca abordar el problema del pensamiento fi- la de España primeramente, b) la de Inglate-
losófico hispanoamericano. Por el tema ad- rra, c) la de Francia, d) la de Alemania, e)
vierte Salazar que pueden entenderse tres otras influencias menores como la de Italia;
cuestiones: la de cómo ha sido el pensamien- v) en cuanto al contenido el pensamiento fi-
to filosófico hispanoamericano, la de cómo losófico hispanoamericano tiene un carácter
debe ser el mismo y la de si lo hispanoame- ondulatorio: ha pasado de un carácter conser-
ricano debe y puede ser tema de la reflexión vador a otro progresista y así sucesivamen-
filosófica y la de que significación posee es- te; vi) el desenvolvimiento ideológico hispano-
te tema para la constitución de una filosofía americano es paralelo al europeo y con de-
propia. El se hace cargo de las tres sin se- terminantes exógenos (occidentales) y es dis-
pararlas totalmente. continuo, sinóptico y con un retardo decre-
El primer capítulo examina el proceso del ciente y aceleración creciente; vii) la filoso-
pensamiento filosófico hispanoamericano. Sa- fía ha sido ejercida en Hispanoamérica sin
lazar recuerda que éste "comienza con la in- una tradición previa, como una forma impor-
troducción de las corrientes predominantes en tada; viii) lo anterior ha determinado una se-
la España de la época de la Conquista, den- rie de rasgos negativos, pues al adoptarse
tro del marco del sistema político y eclesiás- una imagen del mundo ajena se produjo la
tico oficial de educación y con la finalidad asunción de algo extraño y se modificó su
principal de formar a los súbditos del Nuevo status o condición en la realidad; los rasgos
Mundo de acuerdo con las ideas y los valo- negativos son: ix) el sentido imitativo de la
res sancionados por el Estado y por la Igle- reflexión; x) la receptividad universal, esto es,
sia" (p. 15). Que una nueva etapa se abre el aceptar irrestrictamente todo producto teó-
con la independencia política de hispanoamé- rico occidental; xi) la superficialidad y la po-
rica, también en el caso del pensamiento fi- breza de los pensamientos y desarrollos doc-
losófico. Un primer período, romántico, se ex- trinarios; xii) la ausencia de una tendencia
tiende hasta 1870 y durante él predominan su- metodológica característica y la presencia de
cesivamente la filosofía llamada de la Ideo- una proclividad teórica, ideológica identifica-
logía, las doctrinas de la escuela escocesa ble; xiii) la ausencia correlativa de aportes
del common sense, el esplritualismo eclécti- originales; xiv) la existencia de un fuerte sen-
SOBREVILLA: Cultura y filosofía de la dominación 53
timiento de frustración intelectual; xv) la gran e) No hay acuerdo sobre la existencia de una
distancia entre quienes practican la filosofía filosofía genuina y original en Hispanoaméri-
y el conjunto de la comunidad. Salazar afir- ca. Quienes la afirman se conforman con la
ma: recepción y adaptación de las doctrinas eu-
"No negamos que hay un factor univer- ropeas, aunque también hay quienes sostie-
sal en la filosofía, ni pensamos que la nen la existencia de productos filosóficos his-
filosofía tiene que ser 'popular'; pero es- panoamericanos equiparables a los europeos.
tamos convencidos de que el modo pro- Quienes la niegan admiten en cambio el ad-
pio de una forma muy elaborada de crea- venimiento inminente de la filosofía hispano-
ción intelectual, cuando es genuina, tra- americana. Los valores que esgrimen para
duce la conciencia de una comunidad y fundamentar su negación son:
encuentra en ella honda resonancia, es- i) Que la raza, el genio o el espíritu hispano-
pecialmente a través de sus derivaciones americanos no se adecúan a un producto eu-
éticas y políticas. Y esto es lo que se ropeo como es la filosofía;
echa de menos en la filosofía hispano- ii) Que los pueblos de Hispanoamérica son
americana" (p. 43).
muy jóvenes para generar un producto de ma-
En el segundo capítulo, Salazar expone el de-
durez como es la filosofía;
bate que se ha originado sobre la posibilidad,
¡ii) Que la formación tradicional defectuosa ha
la realidad y el futuro de la reflexión filosófica
hispanoamericana y presenta los enfoques originado la carencia;
más significativos al respecto. Luego pasa a ¡v) Que es la falta de condiciones propicias'
procurar una idea global de los elementos al surgimiento de la filosofía la culpable;
principales del debate estudiado, precisando v) Que es la orientación equivocada o des-
antes lo que entiende por una filosofía origi- cuidada de la filosofía hispanoamericana tra-
nal, genuina (o auténtica) y peculiar. dicional la que la ha privado de autenticidad;
Filosofía original es la identificable por cons- vi) Que es la debilidad de las comunidades
trucciones conceptuales inéditas de valor re- hispanoamericanas lo que las ha llevado a la
conocido, filosofía genuina es un producto cul- falta de originalidad de una filosofía hispano-
tural que se da como propiamente tal y no co- americana digna de tal nombre (J. C. Ma-
mo falseado, equivocado o desvirtuado y filo- riátegui).
sofía peculiar es la que contiene rasgos histó- Este resumen lleva al autor a declarar que
rico-culturales diferenciales, que la presentan existe un filosofar hispanoamericano peculiar,
con un carácter distinto. Originalidad, genui- pero sostiene que: 1) no es genuino y 2) no
nidad (o autenticidad) y peculiaridad son tér-
es original. Frente a las explicaciones que
minos que se dan interconectados.
buscan dar cuenta de estos rasgos, Salazar
En el debate que reseña, Salazar cree que
señala que si bien iluminan diversos aspec-
"se ha discutido acerca de si hay una filoso-
tos del fenómeno no aclaran su núcleo cen-
fía hispanoamericana peculiar o auténtica u
tral y tampoco su evolución. Ni el genio de
original, o con dos o las tres de estas calida-
la raza, pues también otros productos cultu-
des sumadas" (pp. 101-102). Los acuerdos y
los desacuerdos al respecto los determina así: rales hispanoamericanos son insatisfactorios,
ni la juventud del continente, pues Estados
a) Existe acuerdo en que una filosofía hispa- Unidos ya ha desarrollado un pensamiento
noamericana peculiar, genuina y original no propio; ni las condiciones poco propicias, al-
puede lograrse "proponiéndose temáticamente canzan a explicar la falta de autenticidad y
el cumplimiento de su carácter de hispano- originalidad del pensamiento filosófico hispa-
americana", sino "como el efecto de una re- noamericano. Unicamente la explicación de
flexión auténtica, de un pensar que sea filo- Mariátegui nos abre el camino para una in-
sofía simple y llanamente, pues lo hispano- terpretación certera del problema de la filo-
americano vendrá por añadidura" (p. 102); sofía hispanoamericana.
b) Existe acuerdo también en que hay una fi- Salazar plantea su interpretación en el capí-
losofía peculiar de Hispanoamérica o peculia- tulo tercero y último de su trabajo. Allí co-
ridades del filosofar latinoamericano; mienza con dos citas de Hegel. La primera
c) Igualmente en que una aproximación a la expresa que la filosofía sólo puede dar satis-
ciencia beneficiará al quehacer filosófico his- facción a los intereses propios de su tiempo
panoamericano; y la segunda que, por la razón nombrada, to-
d) Asimismo, en que el malestar de la filoso- do intento de reproducción de doctrinas pasa-
fía hispanoamericana se debe a una falta de das es una mera traducción y no una crea-
comprensión de nuestras posibilidades o a un ción original en la que el espíritu pueda ha-
cierto complejo de inferioridad; llar su satisfacción. Salazar parafrasea estas
citas indicando que "la filosofía como tal es cias históricas muy marcadas y que a veces
un producto que expresa la vida de la comu- son contrarias a los valores de las comuni-
nidad, pero que puede fallar en esta función dades que los imitan" (p. 114).
y, en lugar de manifestar lo propio de un ser, No obstante, estas ilusiones tienen un lado
puede desvirtuarlo o encubrirlo. Se da según veraz: "El hombre de la conciencia mixtifica-
esto el caso de una filosofía inauténtica, de da expresa por esta conciencia sus defectos
un pensamiento mixtificado" (p. 112). y carencias" (p. 114). Las filosofías inauténti-
Luego expone su concepto de la filosofía: cas son falsas, pero en un sentido son veraces:
"mienten sobre el ser que las asume, pero
"Tal como nosotros la entendemos, una al mentir dan expresión a su real defecto de
filosofía es varias cosas: es análisis, es ser" (p. 115). Estas consideraciones son muy
iluminación, es unificación de las expe- importantes para la filosofía de la cultura,
riencias del mundo y de la vida; entre
pues por esta no hay que entender algo neu-
estas cosas es también —y seguramen-
te no puede dejar de ser— la manifes- tro, sino distinguir en ella niveles de realiza-
tación de la conciencia racional de un ción.
hombre y de la comunidad en que éste "A este respecto creemos que conviene
vive, la concepción que expresa el mo- manejar un concepto fuerte y propio de
do cómo las agrupaciones históricas re- cultura, entendida como la articulación or-
accionan ante el conjunto de la realidad gánica de las manifestaciones originales
y el curso de su existencia, su manera diferenciales de una comunidad, sucepti-
peculiar de iluminar e interpretar el ser bles de servir de pauta para contrastar
en que se encuentran instaladas. Porque la obra histórica de los pueblos y las
se refiere al conjunto de lo dado la filo- épocas y reservar otros conceptos, co-
sofía tiene que ver con lo esencial del mo los de modo de obrar, modo de pro-
hombre, con su compromiso vital. En es- ceder, manera de reaccionar, peculiarida-
to se diferencia de la ciencia que no des o rasgos característicos, para otros
compromete al hombre total. Por otro la- fenómenos paralelos y generalmente rela-
do, . . . está ligada a los datos objetivos cionados estrechamente, aunque no iden-
y por tanto no se confunde con la fe re- tificables, con el de cultura" (p. 116).
ligiosa que se nutre del sentimiento y la
sugestión", (pp. 112-113) Después de sentar estas premisas interpretati-
vas, Salazar procede a realizar su planteo so-
Para Salazar la filosofía resulta inauténtica bre la filosofía hispanoamericana, pero antes
cuando el filósofo no construye una imagen de exponerlo quisiéramos indicar cuáles son
genuina, sino imitada, de sí mismo en el mun- sus convicciones, que el autor sólo nombra
do, como individuo y como grupo; cuando al presentar sus conclusiones:
cree conocerse pero se ignora, " . . .se hace a) que hay una diferencia entre la plenitud,
ideas" —meras ideas— sobre su realidad y la independencia y el desarrollo de un indivi-
se pierde como conciencia veraz. duo o de una comunidad, de un lado, y su
Tal cosa sucede de diversas maneras como depresión, su dependencia y dominación, de
estudia la teoría de las ideologías. Entre otras otro;
ocurre cuando la filosofía se construye como b) que son más deseables los primeros;
un pensamiento imitado, como una transferen- c) "que en la historia es posible la novedad,
cia superficial y episódica de ideas y princi- el salto dialéctico que permite el paso de un
pios, de contenidos teóricos motivados por nivel de realizaciones a otro, la emergencia
los proyectos exitenciales de otros hombres, de formas inéditas de existencia" (p. 130).
por actitudes ante el mundo que no pueden En base a estas premisas y a estas conviccio-
repetirse o compartirse en razón de diferen- nes, Salazar desarrolla sus tesis siguientes:
SOBREVILLA: Cultura y filosofía de la dominación 55
"I. Nuestra filosofía, con sus peculiarida- fiada en extremo, a fin de evitar —por
des propias, no ha sido un pensamiento la crítica y la consulta de la realidad—
genuino y original, sino inauténtico e imi- la recaída en los modos alienantes de
tativo en lo fundamental. la reflexión.
II. La causa determinante de este hecho VIII. Las naciones del Tercer Mundo co-
es la existencia de un defecto básico de mo las hispanoamericanas tienen que for-
nuestra sociedad y nuestra cultura. Vi- jar su propia filosofía en contraste con
vimos alienados por el subdesarrollo co-„ las concepciones defendidas y asumidas
nectado con la dependencia y la domi-
por los grandes bloques de poder actuad-
nación a que estamos sujetos y siempre
hemos estado. les, haciéndose de este modo presentes
en la historia de nuestro tiempo y ase-
III. Nuestra vida alienada como naciones gurando su independencia y su supervi-
y como comunidad hispanoamericana pro- vencia" (p. 132).
duce un pensamiento alienado que la ex-
En esta forma, señala Salazar, queda diseñada
presa por su negatividad. Nuestra socie-
dad no puede menos de producir seme- la tarea que le corresponde a la filosofía his-
jante pensamiento defectivo. panoamericana. Existen, claro está, muchas
dificultades, "Pero hay todavía la posibilidad
IV. Este pensamiento inauténtico por alie- de la liberación y, en la medida en que la
nado es además alienante, en cuanto fun- hay, estamos obligados a optar decididamen-
ciona generalmente como imagen enmas- te por una línea de acción que materialice
c a r a d o s de nuestra realidad y factor que esa posibilidad y evite su frustración. La fi-
coadyuva al divorcio de nuestras nocio- losofía hispanoamericana tiene también por
nes respecto a su ser propio y sus jus-
delante esta opción de la que, además, de-
tas metas históricas.
pende su propia constitución como pensa-
V. La constitución de un pensamiento ge- miento auténtico" (p. 133).
nuino y original y su normal desenvolvi-
miento no podrán alcanzarse sin que se
produzca una decisiva transformación de
3. Filosofía y alienación ideológica
nuestra sociedad mediante la cancelación
del subdesarrollo y la dominación.
En "Filosofía y alienación ideológica", Salazar
VI. Nuestra filosofía genuina y original
será el planteamiento de una sociedad se plantea la pregunta: "¿Ha habido una doc-
auténtica y creadora, tanto más valiosa trina filosófica del Perú moderno, una teoría
cuanto más altos niveles de plenitud al- de su sociedad y de su historia?", tomando
cance la comunidad hispanoamericana. como punto de partida el período posterior al
Pero puede comenzar a ser auténtica fin de la guerra del Pacífico, es decir, hacia
como pensamiento de la negación de 1880. En primer lugar, realiza un bosquejo
nuestro ser y de la necesidad de cam- de la evolución ideológica distinguiendo cua-
bio, como conciencia de la mutación ine- tro etapas: 1) el período inmediato al térmi-
vitable de nuestra historia. Pero el aná- no de la guerra del Pacífico caracterizado por
lisis y la crítica, por la confrontación de
el predominio de la filosofía positivista; 2) el
los valores vigentes de nuestro mundo y
por el ahondamiento de la propia condi- pensamiento novecentista en que se supera
ción, puede operar como un pensamien- el positivismo y se expanden las doctrinas
to ya no enteramente defectivo, sino cre- que contribuyeron al derrumbe de esta orien-
cientemente creador y constructivo. tación filosófica; 3) el pensamiento de la épo-
ca de la crisis de los años 20 y 30 en que
VII. Pero, como seguirá tomando de fue-
ra, quizá por mucho tiempo, conceptos le cabe un papel protagónico al socialismo
y valores, deberá ser vigilante y descon- marxista y 4) los desarrollos actuales des-
56
pués de la segunda guerra mundial. Acá se rigor y la seriedad en los análisis filosófico
presentan una linea académica con una evo- y científico, pero como contraparte se da "un
lución doble hacia la rigorizaclón y la proble- persistente divorcio de la reflexión filosófica
mática histórico-social, y una linea no acadé- respecto a la temática del p a í s . . . " (p. 323).
mica conectada más directamente a la polí-
En una tercera parte, Salazar formula el diag-
tica y vinculada al proceso de las ciencias
nóstico y pronóstico del pensamiento filosófi-
sociales dentro de la actividad universitaria.
co del Perú contemporáneo. "¿Ha habido una
Un tercer sector permeado por el debate
doctrina filosófica del Perú moderno, una teo-
ideológico sería el ejército y más a la zaga
ría de su sociedad y su historia?" se repre-
viene la iglesia. En suma, en la actualidad
gunta y se pronuncia contra una respuesta
hay diversos signos "de una vitalización de
afirmativa y por la negativa. Quienes sostie-
la inquietud crítica y de una confluencia de
nen que ha habido una interpretación perua-
esfuerzos encaminados a lograr una imagen
na del Perú, dice Salazar, adoptan una acti-
más veraz del Perú" (p. 318); pero, sin em-
tud optimista y de una humildad conmovedo-
bargo, aún no hay, "a no ser en esbozo, una
ra, pero en realidad rebajan de rango a la en-
teoría de factura filosófica y de sustento cien-
tidad nacional como organismo histórico y
tífico, que permita interpretar en sus propias
quizás obren así más que por conformismo
peculiaridades el fenómeno de la sociedad y
o por blandura intelectual, porque tienen un
la cultura peruanas dentro del marco fijado
criterio simplista del hecho histórico y des-
por la teoría del desarrollo y de la dependen-
conocen la existencia de niveles de reali-
cia, que haga posible la determinación de me-
dad en la entidad antropológica. En efecto,
tas racionales para la acción colectiva futura
frente a la realidad natural que tiene un
de nuestro país que apunte hacia una nueva
solo nivel, la antropológica tiene por lo menos
antropología y filosofía social" (p. 319).
dos: el de cumplimientos y frustraciones, el
En una segunda parte de su trabajo trata Sa-
de productos genuinos y remedos o falsifi-
lazar de fijar el carácter del proceso de la fi-
caciones. Pues bien, el pensamiento filosó-
losofía peruana y señala como un rasgo esen-
fico peruano "no es un producto genuino o
cial el mimetismo con respecto a los desa-
vigoroso, sino una forma defectiva del pen-
rrollos y formas del pensamiento foráneo. En
sar universal, que no ha aportado nada a la
este sentido, dice, se considera a la recep-
comprensión del hombre en general ni de la
tividad universal una virtud confundiéndosela
propia realidad histórico-cultural del Perú"
con la apertura mental, cuando generalmente
(p. 325). Tras las huellas de Mariátegui —que
no es sino un síntoma de vaciedad ideológi-
afirmaba que si le era evidente la existencia
ca y carencia de categorías propias. Ni el
de un pensamiento francés, alemán, etc. en
pensamiento católico ni el marxismo han con-
Occidente, no le era igualmente evidente la
tribuido a la formulación de una concepción
existencia de un pensamiento hispanoamerica-
propia del mundo y, en este sentido y pese
no— Salazar declara "que no ha habido una
a lo cerca que estuvo de esta meta, aún la
doctrina propia y original de la realidad pe-
interpretación de Mariátegui sólo constituye
ruana, una reflexión desde la perspectiva na-
"una primera y penetrante aplicación del es-
cional que ilumine su ser como entidad his-
quema marxista a la comprensión del Perú,
tórica" (p. 326).
no un replanteamiento teórico general" (p.
321).
La causa de esta carencia se halla en el he-
La objeción contra lo anterior: que no faltan cho de que, como la filosofía no es un fenó-
intentos de reflexión original sobre nuestra meno independiente de la realidad, y la rea-
realidad, no es válida, pues ni el aprismo ni lidad peruana en que se apoya es defectiva
el populismo —los intentos que se tiene en y precaria, la filosofía peruana habrá de con-
mente— son satisfactorios, pues nos ponen tener necesariamente "una dosis considerable
frente "al otro tipo de rasgos característicos de inautenticidad y de endeblez" (pp. 326-
de nuestro pensamiento filosófico, a saber, la 327). Aún más: "justamente en la medida en
debilidad teórica y la superficialidad de la re- que actuaba como reflexión sin tener sustan-
flexión" (p. 322). En estos casos, nuestra in- cia propia sólo podía apoyarse en los produc-
teligencia no es sofocada por los productos tos de un pensar ajeno y resultaba de este
extranjeros, pero "huérfana de sustancia re- modo mimética y alienante" (p. 327).
flexiva, se encubre y se satisface con pro- Por un lado, el hecho de que no se contara
ductos de dudosa ley" (p. 322). con una analítica del conocimiento y de la ac-
Es cierto que, recuerda Salazar, la evolución ción y de formas categoriales pensadas des-
intelectual muestra una mayor afirmación del de nuestra perspectiva produjo una incapaci-
SOBREVILLA: Cultura y filosofía de la dominación 57
lario e integrándola dentro del curso de sus jo, lo expone en "La cultura de la domi-
¡deas, pero no se pregunta ni por el condi- nación" tomándolo de la antropología —aun-
cionamiento histórico y de otros órdenes de que sin indicar su fuente— y dice así: cul-
esta idea, ni por la posibilidad de que sea tura es "el nombre de un sistema de valores,
realizada tal como él la formula. Y, sin em- símbolos y actitudes con que un grupo huma-
bargo, la noción de desarrollo es profunda- no responde a las solicitaciones y conflictos
mente problemática. Por una parte se presen- que provienen del mundo y la existencia" (p.
ta como históricamente condicionada: no la ha 28). En la edición de "Expreso" del 9 de abril
conocido la antigüedad sino que es eminente- de este año (1972) ha dado una definición
mente moderna. Por otra, es fácil definir el de- parecida: "Como instancia objetiva, que es
sarrollo en términos de la capacidad de utili- lo que nos interesa aquí, la cultura es un con-
zar los recursos propios en provecho propio junto dinámico de expresiones en que se re-
y de autoimpulsarse y alcanzar mediante efec- flejan la personalidad y las circunstancias his-
tivos procesos de cambio los más altos es- tóricas de la vida de un grupo social". Para
tatutos humanos, según los estatutos socia- simplificar la exposición analicemos solamen-
les del momento. Pero, prescindiendo de los te la primera versión. Esta definición es cri-
obstáculos interesados para la consecución de ticable tanto desde el punto de vista de la an-
esta meta y de que al aceptar sin reparos es- tropología como desde el de la filosofía. Des-
ta definición la filosofía abdica de su función de el p„unto de vista de la antropología, por-
crítica frente a los cánones sociales imperan- que a partir del trabajo de Kroeber y Kluck-
tes, no está claro que un país que posea es- hohn sobre la noción de cultura (Culture, a
ta capacidad pueda alcanzar los más altos es- criticaI review of concepts and definitions. Pa-
tatutos previstos por los criterios sociales vi- pers of the Peabody Mus. Amer. Archeolog.
gentes. Más bien en los últimos años se ob- Ethnol. 47 (1), 1223, Harvard University, Cam-
serva con estupor, que muchos países subde- bridge, Mass., 1952) parece existir acuerdo
sarrollados que emplean todos sus recursos en la antropología sobre que la cultura no
disponibles en lograr lo más rápidamente po- corresponde a comportamientos o actitudes
sible el deseado estado de industrialización, —pues estos son conceptos pertenecientes a
que es uno de los cánones sociales al uso la psicología— y porque se puede insumir a
para medir el desarrollo, lo consiguen, pero los valores dentro de los símbolos. Desde el
al precio de contaminar su atmósfera. En punto de vista de la filosofía, porque aun
esta forma el progreso alcanzado resulta ilu- cuando se pueda asentir en que los fenóme-
sorio, pues los costos que en último térmi- nos "culturales", incluso los de los grupos
no acarree el restablecimiento del equilibrio "primitivos", se presentan estructurados, es
perturbado del medio y la curación de las impropio hablar en este caso de sistema. Por
personas afectadas serán probablemente ma- otro lado, hubiera sido deseable que Salazar
yores que el aumento experimentado por la comenzara por circunscribir el sentido de la
renta nacional. La filosofía no puede aceptar palabra cultura indicando que el título de su
sin cuestionarlas las nociones elaboradas por trabajo se refiere únicamente a la cultura de
las ciencias. Ya volveremos sobre la noción un grupo, algo que él solo ha hecho en sus
de desarrollo. artículos de "Expreso" —especialmente en
los de 2 y 9 de abril y en los de 16 y 23 de
Pero concretémonos ahora al análisis de julio.
la tesis central de los ensayos de Salazar.
Ella puede ser expresada sucintamente en la El autor cuestiona en la definición expuesta
siguiente fórmula: la cultura de un pueblo do- su pretendida neutralidad, pues manifiesta que
minado es necesariamente inauténtica. Yo qui- la palabra 'cultura' —y en mayor grado el vo-
siera examinar en primer lugar la ¡dea de cul- cablo 'culto'— comunica una valoración. En
tura de Salazar y en segundo lugar si la do- otro lugar, en su trabajo Implicaciones axio-
minación produce siempre la inautenticidad de lógicas en la fundamentación de las ciencias
una cultura. Por último, deseo realizar algu- humanas contenido en su libro "Para una fi-
nas consideraciones sobre las nociones de do- losofía del valor" (Santiago de Chile, 1971;
minación y revolución. pp. 202-211), ha desarrollado Salazar más
ampliamente las razones por las que cree que
no cabe ningún discurso neutro en las cien-
1. La idea de la cultura cias sociales. Su razonamiento es el siguien-
te: en el discurso sobre el mundo práctico-
En realidad, Salazar emplea dos concep- humano son determinantes, además del carác-
tos de cultura. El primero, como ya se di- ter público del sistema social, (i) la vigencia
SOBREVILLA: Cultura y filosofía de la dominación 61
de ciertas reglas de acción y (ii) la ordena- larizó. Karl Friedrlch von Savlgny, el crea-
ción de la acción según fines. La idea del dor de la Escuela Histórica del Derecho, no
valor se introduce en las ciencias humanas lo usa en su obra "De la vocación de nues-
en tanto opera como sustento de los fines tra época para la legislación y la ciencia del
prácticos y como elemento esencial de la va- Derecho" (1814), pero allí expone brillante-
lidez de las reglas. En el caso de la antro- mente la doctrina del Volksgeist. Un pueblo,
pología, se puede responder a este razona- piensa, se manifiesta orgánicamente en todas
miento indicando que es válido únicamente en sus creaciones que le dan un carácter pecu-
tanto se comprende dentro del concepto de liar diferenciándolo de otros pueblos. El con-
cultura a actitudes o comportamientos y se cepto fuerte de cultura que Salazar defiende
independiza a los valores, pero no sin tan só- continuando esta tradición nos parece muy va-
lo se presta atención a los símbolos y a las go, abstracto y cargado de prejuicios. Muy
abstracciones. En todo caso, nosotros esta- vago, porque el autor no ofrece los criterios
mos al final de acuerdo con Salazar en que para saber cuándo se está ante la articula-
no es posible un discurso neutro en las cien- ción orgánica de las manifestaciones de una
cias humanas, pero no por sus razones. comunidad, cuándo son éstas originales y có-
Salazar ha expuesto un segundo concepto de mo se puede diferenciar de las de otros pue-
cultura en "¿Existe una filosofia de nuestra blos. ¿Dónde termina el espíritu de un pue-
América?" elaborando sus objeciones al con- blo y comienza el de otro? Abstracto, por-
cepto neutral ofrecido por la antropología. Acá que es abstracto hablar de una comunidád y
sugiere que son conceptos débiles los de mo- de sus manifestaciones originales según un
do de obrar, modo de proceder, manera de principio reconocido, como lo hace Salazar.
reaccionar, peculiaridades o rasgos caracterís- Cargado de prejuicios, porque lo son postu-
ticos; y manifiesta que deberían ser reserva- lar una comunidad (nacional) en esta forma,
dos para "fenómenos paralelos y generalmente rendir culto a la novedad (originalidad) y so-
relacionados estrechamente, aunque no identi- bre todo hacer de la creatividad la medida
flcables, con el de cultura" (p. 116). Existe máxima para juzgar una cultura. Estos crite-
frente a este concepto otro "concepto fuerte rios son hoy en día en realidad inaplicables,
y propio de cultura, entendida como la arti- porque cada vez nos percatamos más de que
culación orgánica de las manifestaciones ori- el arte, la ciencia y la filosofía (por razones
ginales diferenciales de una comunidad, sus- que luego daremos) se tornan cada vez más
ceptibles de servir de pauta para contrastar internacionales, porque cada vez vamos ajus-
la obra histórica de los pueblos y de las épo- fando mejor nuestra óptica para ver que la
cas" (p. 116). También este concepto es cri- originalidad es sólo un criterio históricamente
ticable desde el punto de vista de la antropo- condicionado para medir las manifestaciones
logía, ya que para esta la noción de cultura de "cultura" y porque paulatinamente vamos
sólo tiene un valor heurístico (Cf. el trabajo comprendiendo que lo mismo sucede con la
de C. Levi-Strauss, El concepto de estructura creatividad de un hombre o de un pueblo. Es
en la Etnología en "Antropología estructural") bastante claro que estos prejuicios pueden
y no corresponde a una realidad absoluta, co- tornarse muy dañinos e incluso peligrosos en
mo la que postula la definición de Salazar. cuanto se exagere el nacionalismo o se pros-
Empero, a nosotros sólo nos interesa exami- criban algunas manifestaciones culturales,
nar esta segunda definición desde el punto de porque no son orgánicas, novedosas o creati-
vista de la filosofía. El concepto referido tie- vas. Esto fue precisamente lo que sucedió al
ne tres notas: cultura es (1) la articulación rechazarse el "manierismo" por su falta de ori-
orgánica (2) de las manifestaciones originales ginalidad, hasta que la historia del arte se
(3) diferenciales de una comunidad. Histórica- percató de que también este período tiene su
mente este concepto se remonta sobre todo legitimidad. A las objeciones que se hacen
a la época del romanticismo alemán. Un gran a su tesis de la ¡nautenticidad de la cultura
precursor de este movimiento, Herder, había peruana apuntándose a la obra de Vallejo o
hablado en sus "Ideas para una filosofia de al arte popular. Salazar responde que la pri-
la historia de la humanidad" (1744-1803) de mera no aparece dentro de una cultura arti-
la cultura de un pueblo como del florecimien- culada orgánicamente y que el segundo cons-
to de su existencia; el joven Hegel había tra- tituye un sector limitado y poco resonante
tado luego en sus "Escritos teológicos de ju- "de la cultura juzgada en términos clásicos
ventud" (1794) del Volksgeist, del espíritu de y modernos" (p. 41). Hegel decía que si la
una nación, que se expresa en todas sus ma- realidad no se ajustaba a la idea, tanto peor
nifestaciones y después el vocablo se popu- para aquélla; Salazar repite que no es la teo-
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ría la que debe ajustarse a la realidad, sino tituida sobre nuevas bases con el nombre de
a la inversa. Vallejo y el arte popular no pue- Confederación Germánica (1815). En verdad,
den ser representativos de ung cultura pe- a partir de la paz de Westfalia el Imperio se
ruana orgánica, originaria y peculiar. Vallejo torna "una quimera", como afirma Jan de
y Mariátegui, Arguedas y Gonzales Prada, Witt, y queda a merced de los otros Estados
Eguren y Déustua, tienen que ser manifesta- europeos, particularmente de Francia. Los
ciones aisladas. Además no han sido indivi- príncipes se alian muchas veces contra el
duos marginados de una sociedad alienante, Emperador con las potencias extranjeras. No
sino más bien los beneficiarios de los bienes obstante, este período de decadencia política
culturales que la colectividad creó fuera de de Alemania coincide con su ascenso "cul-
ellos ("Expreso", 7 de mayo de 1972). Aún tural". Luego de la Revolución Francesa, en
queda por preguntar si no significa rendir un la época de Napoleón, cuando sus ejércitos
homenaje más al romanticismo el imaginarse se desbordaban por Alemania y el corso de-
como una sociedad orgánica a la colectividad cide cancelar el Sacro Imperio, en Alemania
en que todos sus integrantes pudieran reali- viven los grandes representantes del clasicis-
zar el gran sueño del siglo pasado de llevar mo y romanticismo germanos. Difícilmente se
en sí una chispa creadora. podrá imaginar condiciones de dependencia
mayores para un país que las que tuvo que
soportar Alemania luego de la guerra de los
2. Dominación e inautenticidad Treinta Años. Leibniz vive precisamente du-
rante este tiempo. No creo que, sin embar-
go, se pueda denominar su filosofía como
Pero dejemos ahora el examen de la idea de
inauténtica. Quizás Salazar diría que se tra-
cultura de Salazar y vayamos a su afirmación
ta —como en el caso de Vallejo en el Perú—
de que la dominación produce siempre la inau-
de una aparición inorgánica, pero a esto se
tenticidad de una cultura. La dominación es
puede replicar que por la misma época obran
para él, recordemos, el hecho de que el po-
en Alemania otras figuras tan grandes como
der de decisión sobre la existencia y el de-
Bach y Lessing.
senvolvimiento de una nación están en manos
ajenas y la inautenticidad la falta de corres- Veamos otro caso. Salazar dice que a partir
pondencia entre la acción de un sujeto histó- de su independencia los Estados Unidos han
rico y el principio que reconoce y valida. Pa- logrado constituir un pensamiento propio. Es-
ra comenzar notemos que Salazar no ha de- to no sucede en cambio para él con las na-
sarrollado lo suficiente sus puntos de vista. ciones hispanoamericanas, pese a haberse
Así no ha indicado cuáles son los aspectos emancipado aproximadamente por la misma
fundamentales sobre los que el poder de de- época. La razón estriba, nos manifiesta, en
cisión debe ejercerse por una entidad foránea que mientras los Estados Unidos lograron una
para poder hablarse de dominación; ni cómo autonomía efectiva, las naciones hispanoame-
se le impone una protovaloración ajena, en- ricanas pasaron del dominio español al de In-
tre otras cuestiones esenciales; pero no obs- glaterra y ahora al norteamericano. Ellas, co-
tante se puede entender aproximadamente lo mo en general las del Tercer Mundo, todavía
que quiere decir. Pues bien, si se hace una tienen que "forjar su propia filosofía en con-
consideración histórica y se examina el ejem- traste con las concepciones defendidas y asu-
plo que él pone de la filosofía en Hispanoamé- midas por los grandes bloques de poder ac-
rica y en el Perú, se llega a la conclusión de tuales. . . " {"¿Existe..." p. 132). Un bloque
que su tesis, pese a nuestra inclinación emo- es el constituido en torno a los Estados Uni-
tiva a darle nuestra adhesión, no es correcta. dos, el otro en torno a la Unión Soviética. Pe-
Pongamos por ejemplo a Alemania: a partir ro, ¿es que existe una filosofía auténtica de
del siglo XVI el poder del Sacro Imperio Ro- la Unión Soviética?, ¿no es el leninismo un
mano-Germánico se ve debilitado por las lu- producto esencialmente derivado del marxis-
chas religiosas, por las guerras de los Trein- mo, que a su vez procede del idealismo ale-
ta Años (1618-1648), por las de la sucesión mán?
de España (1701-1713), por las de la suce- En realidad se ve que el planteo de Salazar
sión de Austria (1740-1748), por la guerra de no funciona y esta comprobación nos trae a
los Siete Años, hasta que en 1806 Napoleón una pregunta decisiva: ¿se puede hablar de
I o suprime el Sacro Imperio y lo substituye por una cultura auténtica? Salazar lo hace, pero
la Confederación del Rín, que a su vez fue las precisiones que ofrece a este respecto
disuelta por el Congreso de Viena y recons- son en extremo insuficientes.
SOBREVILLA: Cultura y filosofía de la dominación 63
mas. También para Hólderlin aparece en pri- ella es por excelencia una forma —la más
mer lugar el arte y al final la reflexión, pero alta— del espíritu absoluto. Las costumbres
por diferentes razonas. Para Hegel surge el de un país, las manifestaciones del espíritu
arte en primer lugar, porque es la forma más de una nación y el orden jurídico son en cam-
baja de lo espiritual, aún entremezclada con bio formas del espíritu objetivo. Este com-
lo sensorial; para Hólderlin se trata en cam- prende a todos los ciudadanos de una nación,
bio de que es el arte quien inaugura una nue- que frente a él no poseen una libertad mayor
va época y traza sus posibilidades mayores. que la que él mismo tiene. Pero el arte, la
Para Hegel es la filosofía la que representa religión y la filosofía son formas del espíritu
un mayor desarrollo de lo espiritual. En His- absoluto. Este es una forma del espíritu, que
panoamérica, el arte ha alcanzado ya un ni- ya no posee nada en sí que le sea ajeno o
vel relevante (Vallejo, Borges, G. Rocha, Gar- algo que le sea opuesto, como frente a las
cía Márquez, Jesús Rafael Soto, quizás tam- costumbres, manifestaciones nacionales o le-
bién Mauricio Kagel), mientras que la refle- yes de una nación pueden estar los de otras,
xión aún marcha a la zaga. No se trata co- sino que acá se interpenetran, dice Hegel,
mo es natural de que simplemente suscriba- nuestra conciencia subjetiva y la realidad ob-
mos las explicaciones de Hegel o de Hólder- jetiva que nos porta. La originalidad a la que
lin, pero sí de llamar la atención sobre algo Hegel se refiere en las líneas que Salazar
que parece ser una ley histórica: que el ar-te cita no es, por lo tanto, la de una comunidad.
de un pueblo o de una gran comunidad "cul- La originalidad a la que alude es la de una
tural" se presenta antes que su ciencia y su época histórico-universal, tema que acá no
filosofía. En caso de que esta ley sea cierta podemos desarrollar.
no tendría por qué sorprender la carencia de Esta consideración nos pone frente a una de
una filosofía en Hispanoamérica. las mayores aporías de la concepción de Sa-
La segunda cita de Hegel (en realidad son lazar. El demanda de un lado una cultura ori-
dos en un mismo lugar) es la siguiente: ginal y auténtica; pero de otro lado compren-
de que no se trata de reclamar un folkloris-
"La filosofía es la filosofía de su tiempo, mo, de modo que solicita "un conjunto orgá-
un escalón en la gran cadena de la evo-
lución universal; de donde se desprende nico capaz de producir, en el nivel de la alta
que sólo puede dar satisfacción a los in- cultura de nuestro tiempo, la ciencia, la téc-
tereses propios de su tiempo". nica, el arte, las ideas y creencias suscepti-
bles de darle al país significación mundial"
Y sobre los sistemas que reproducen doctrinas ("La cultura...", pp. 41-42; el subrayado nos
del pasado trae Salazar esta cita de Hegel: pertenece). El camino para alcanzar esta me-
ta, sostiene, no puede alejarse "de las reali-
"Estos intentos son simples traducciones,
zaciones y del espíritu de la civilización cu-
no creaciones originales; y el espíritu só-
lo encuentra satisfacción en el conoci- ya base es la racionalidad aportada por el
miento de su propia y genuina originali- Occidente, pues ella garantiza la compren-
dad". sión rigurosa del mundo y el control de las
fuerzas reales" (Id., p. 42). En síntesis, se tra-
Salazar interpreta estas citas de esta manera:
ta de "construir un pensamiento propio origi-
"Con lo cual el gran maestro de la his- nal y con vigencia universal" ("FU. y aliena-
toria de la filosofía, ponía de relieve un ción", p. 337). Ahora bien, en tanto Sala-
hecho importantísimo en el dominio del zar entiende por autenticidad la conformi-
pensamiento —que traduce otro más hon- dad con la protovaloración propia y manifies-
do y general de la existencia histórica—
ta además que el tipo de hombre hispanoame-
a saber, que la filosofía como tal es un
producto que expresa la vida de la co- ricano no puede confundirse con el europeo
munidad, pero que puede fallar en esta u occidental (Id., p. 328), no se ve bien como
función y, en lugar de manifestar lo pro- aquel pueda y tenga que crear una cultura ori-
pio de un ser, puede desvirtuarlo o en- ginal de conformidad con el proyecto de la
cubrirlo. Se da según esto el caso de alta cultura europea u occidental. A la base
una filosofía inauténtica, de un pensa- de esta aporía se halla un malentendido: las
miento mixtificado". formas del espíritu absoluto, para seguir em-
("¿Existe...?", p. 112) pleando la terminología de Hegel, son en pri-
mer lugar universales y sólo luego y si cabe
Ahora bien, si hay algo que para Hegel la fi- se puede distinguir en ellas rasgos naciona-
losofía no es, es ser una forma del espíritu les y no a la inversa. El arte, la religión, la
objetivo — l o que sería si efectivamente ex- ciencia y la filosofía son en primer lugar uni-
presara la vida de una comunidad—, sino que
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