Bishop - Sawyer Bennett
Bishop - Sawyer Bennett
Bishop - Sawyer Bennett
Esta traducción fue realizada sin fines de lucro por la cual no tiene costo
alguno.
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ÍNDICE
Sinopsis ................................................................................................................................... 5
Capítulo 1 ............................................................................................................................... 7
Capítulo 2 ............................................................................................................................. 15
Capítulo 3 ............................................................................................................................. 23
Capítulo 4 ............................................................................................................................. 29
Capítulo 5 ............................................................................................................................. 36
Capítulo 6 ............................................................................................................................. 42
Capítulo 7 ............................................................................................................................. 49
Capítulo 8 ............................................................................................................................ 56
Capítulo 9 ............................................................................................................................ 63
3
Capítulo 10 .......................................................................................................................... 68
Capítulo 11 .......................................................................................................................... 76
Capítulo 12 .......................................................................................................................... 85
Capítulo 13 .......................................................................................................................... 92
Capítulo 14 .......................................................................................................................... 97
Capítulo 15 ........................................................................................................................ 103
Capítulo 16 ........................................................................................................................ 109
Capítulo 17 ........................................................................................................................ 115
Capítulo 18 ........................................................................................................................ 121
Capítulo 19 ........................................................................................................................ 128
Capítulo 20 ........................................................................................................................ 135
Capítulo 21 ........................................................................................................................ 142
Capítulo 22 ........................................................................................................................ 148
Capítulo 23 ........................................................................................................................ 155
Capítulo 24 ........................................................................................................................ 160
Capítulo 25 ........................................................................................................................ 169
Capítulo 26 ........................................................................................................................ 175
Capítulo 27 ........................................................................................................................ 182
Capítulo 28 ........................................................................................................................ 189
Capítulo 29 ........................................................................................................................ 195
Capítulo 30 ........................................................................................................................ 201
Capítulo 31 ........................................................................................................................ 209
Capítulo 32 ........................................................................................................................ 218
Siguiente libro.................................................................................................................... 224
Sobre la autora .................................................................................................................. 225
Créditos .............................................................................................................................. 226
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SINOPSIS
Conoce a Arizona Vengeance, el nuevo equipo de hockey más popular. Ellos
están quemando el hielo, hasta que una aventura de una noche con la hija del
entrenador congela a un jugador en sus patines.
Pero primero, decido visitar la ciudad antes de que comience la rutina. Resulta
que las chicas de Arizona son totalmente candentes, y tengo la suerte de encontrar a
una que está buscando lo mismo que yo: una noche de sexo anónimo, inolvidable y sin
ataduras.
Claro, ella acaba de salvarme el culo. Entones, ¿por qué tengo la sensación de
que Brooke va a poner mi mundo al revés? Tal vez sea porque esta relación falsa se
siente demasiado real…
Arizona Vengeance #1
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CAPÍTULO 1
BISHOP
Antes de que pueda llegar a ella, otro hombre, quien estoy seguro está teniendo
los mismos pensamientos lascivos que yo, se para frente a ella y bloquea mi vista. Un 7
gruñido involuntario sale de mi pecho y aprieto la botella de mi cerveza más fuerte de
lo necesario. Más imágenes inundan mi cerebro y puedo verme quebrando la botella
sobre la cabeza del imbécil. Lo imagino al punto donde solo tiro de ella llevándola a
mi cueva como un hombre de las cavernas.
—Puedo comprar mis propias bebidas —dice ella antes de tomar otro largo
trago de su pajilla. Sus mejillas se hunden ligeramente y mi pene se estremece.
El plan original había sido también comprarle una bebida, pero ese no es el
camino al corazón de esta mujer.
—¿Qué puedo ofrecerte además de una bebida para que me hables? —pregunto
yo.
—Lo leí en la preparatoria. Tengo buena memoria, por lo que podríamos hablar
de eso si lo deseas.
—Quise decir, Monte Cristo —dice frenéticamente el hombre, pero ella no mira
en su dirección.
—Soy Brooke.
Para darle crédito al otro tipo, él sabe que esto es una derrota y se funde entre la
multitud.
—De hecho, estaba esperando a una compañera de trabajo esta noche, pero me
mandó un mensaje de texto hace unos minutos que algo se le presentó y no podrá
venir.
—Entonces, ¿qué hace una chica del tipo de revistas de moda para ganarse la
vida? —pregunto, haciendo conversación que espero provoque suficiente conexión y
luego follarla.
—Suena emocionante —digo, sin tener una maldita idea de lo que eso significa.
Gracioso. Yo también.
Ahora sería un buen momento para sorprender y deslumbrar a esta mujer con el
hecho de que soy un jugador de hockey profesional y me acabo de mudar aquí para
unirme al equipo recientemente franquiciado, Arizona Vengeance. Y ya sabes, si la
pone en mi cama más rápido, maldición, que así sea.
Echo un vistazo rápido al bar donde dejé a Dax, mi compañero de equipo que
se unió a mí aquí en Phoenix directamente desde nuestras posiciones con los Vipers de
Nueva York. El Vengeance es el primer equipo que se ha agregado a la liga en
dieciocho años y no estoy muy emocionado de estar aquí. Este año, los Vipers están
listos para darle a Carolina Cold Fury una carrera sólida por su dinero para el
campeonato, y ahora, de repente, ser trasladado al oeste a un equipo en expansión no
me ha hecho feliz. Es por eso que una noche de follar a una hermosa criatura sería una 10
excelente manera de terminar mis vacaciones de verano antes de que comience en el
campo de entrenamiento mañana.
Dax está hablando con una mujer, inclinándose íntimamente cerca, y supongo
que tendrá suerte esta noche. Mis ojos vuelven a Brooke, y decido aprovechar mi
estado de estrella para hacer avanzar las cosas. Si mi instinto está en lo cierto acerca de
esta sexy dama, será una noche larga.
Antes de que pueda decirle que soy un lateral derecho sexy como la mierda, ella
se inclina hacia mí y coloca una mano en mi muslo.
—¿Bishop?
—¿Sí?
—¿Tres de esos?
Ella parece estar bien. Su discurso es claro y nuestra conversación fue rápida y
natural. Algunas mujeres estarían algo mareadas con tres tragos. Otras no se verían
afectadas.
Pero más que eso, por alguna razón, simplemente no quiero que se arrepienta.
—Salgamos de aquí. Solo necesito que mi amigo sepa que me voy y luego soy
todo tuyo por el resto de la noche.
—Perfecto —dice ella, dándome una sonrisa cegadora en respuesta. Cristo, esos
dientes son tan perfectos como el resto de ella. No puedo esperar a sentirlos raspando
en mi pene, porque estoy seguro como el infierno que planeo usar mis dientes en ella.
***
Tengo que admitirlo, estaba genuinamente confundido del tipo de amante que
sería Brooke. Ella se me propuso en el bar y ni siquiera parpadeó cuando sugerí su
lugar en vez del mío, ya que Dax es mi compañero de cuarto y reclamó nuestro
apartamento cuando le dije que me iba.
Pero en el auto, ella tímidamente dijo que no tenía condones y teníamos que
hacer una parada. No me disgustó cuando le dije que estaba cubierto, porque ¿qué tipo
de soltero que se respeta no sale preparado?
Así que ataqué su clítoris, esta vez con mi boca, mientras mis dedos trabajaban
en su coño resbaladizo. Ella tenía un sabor increíble y los sonidos que sacaba de ella
eran aún mejores.
Antes de que pudiera hacerla venirse por segunda vez, me alejó y me exigió que
me pusiera sobre mi espalda. En unos instantes tuvo mi pene cubierto con un condón y
me montaba fuerte. 12
Y por lo que sé, se sentirá espectacular cuando haga volar mi carga, no quiero
correrme, o correrme intencionalmente, por sus esfuerzos.
Quiero ser el que la haga venirse una segunda vez, y la forma en que se mece en
mi pene con sus dedos furiosamente frotándose entre sus piernas, es caliente como la
mierda, y toma mi poder y control.
Gime y deja caer su mano para que se aplaste contra su colchón. Su sumisión
inmediata a mi demanda hace que mis bolas se aprieten y me pregunto qué otra cosa
puedo hacer. Poniendo mis manos en sus caderas, comienzo a montarla. Ella saca un
brazo, la palma ahora extendida en la cabecera mientras se prepara.
—Bishop —gime mientras golpeo dentro de ella tan rápido que mis bolas
comienzan a doler por el movimiento—. Bishop.
Uso mis dedos para abrir las nalgas de Brooke. Miro mi pene entrando y
saliendo de ella y decido darle algo más para que grite.
Mi dedo todavía está húmedo por sus jugos, así que presiono mi dedo índice en
el dulce aro de su culo. Brooke inhala y deja salir un grito agudo mientras empujo más
profundo mi dedo.
Mis bolas se liberan. Me corro tan fuerte que mis ojos se ponen en blanco. Saco
mi pene, lo empujo dentro con fuerza junto con mi dedo.
—J-o-o-o-d-e-r.
Malditamente dulces olas de placer recorren mi cuerpo, tan poderosas que me
siento mareado.
Brooke sigue gimiendo, girando sus caderas mientras su orgasmo parece seguir,
seguir y seguir.
—Jesús —gimo tanto repleto como atónito por la sorpresa por la mierda que
sucedió. Su cuerpo comienza a ceder bajo el mío y dejo que mi peso descienda sobre
ella lentamente. Dejo mi pene metido en su lugar, pero suavemente deslizo mi dedo
fuera de ella, haciéndonos rodar a ambos a un lado. Mis brazos se envuelven alrededor
de su estómago y nos acostamos en silencio mientras comenzamos a regresar a la
tierra.
14
CAPÍTULO 2
BISHOP
E
l draft1 es todo un espectáculo en la liga. Para asegurar que el nuevo
chico de la cuadra, y ese sería Arizona Vengeance, estuviera en un
plano de igualdad, al equipo se le permitió elegir un jugador de cada
equipo de la liga. A la inversa, a cada equipo de la liga se le permitió dar protección a
siete delanteros, tres defensas y un portero.
Yo fui uno de los jugadores que Vipers de Nueva York decidió no proteger. No
es que no fuera lo suficientemente bueno. Todo lo contrario, ya que era un lateral
derecho de primera línea. Me dejaron sin protección porque tenía uno de los salarios
más altos. Los Vipers, al aligerar la carga al equipo por mi salario, podrían tener un
talento novato en el draft regular. La nueva cosecha de jugadores entrantes era
excepcional.
Había estado con los Vipers durante cinco años de mis diez en la liga. Era un 15
miembro valioso de la organización, al menos para los fans. Para la dirección, no
tanto, ya que voluntariamente me dejaron ir sabiendo que sería un gran candidato.
Nueva York se había convertido en mi hogar y cinco años es mucho tiempo para
desarrollar conexiones profundas con algunos de los compañeros de equipo. Lo único
bueno fue que Dax también fue elegido por Vengeance, aunque eso fue resultado de
una agencia libre.
Aunque Arizona Vengeance puede ser un equipo nuevo sin cohesión, al menos
podemos afirmar que tenemos el mejor estadio de la liga. El nuevo recinto costó la
pequeña cantidad de $375 millones de dólares, con otro complejo comercial de $100
millones construido alrededor llamado Vengeance Town. Es completamente
vanguardista, todo nuevo y brillante.
Aunque hoy es el primer día del campo de entrenamiento, ayer estuve aquí para
el gran recorrido dentro del complejo y para la toma de fotografías de nuestro equipo.
Muchos estadios tienen los vestuarios y las instalaciones de entrenamiento en el piso
inferior. En contraste, los propietarios de este, un grupo de inversión en
entretenimiento, construyeron dos pisos adicionales en la parte superior de los lados
este y oeste del edificio, todo revestido de vidrio y acero. Como tal, nuestra sala de
ejercicio y sala de estar del lado este ofrecen vistas fenomenales al horizonte de
1
Draft: es un proceso utilizado para poder asignar determinados jugadores a equipos deportivos.
Phoenix, y los vestuarios en el lado oeste son amplios y luminosos. Me han asegurado
que el cristal es reflejado para que la gente no pueda ver con binoculares o cámaras.
Al pasar por algunas oficinas, tomo nota de las placas de identificación en las
puertas. Algunos de los empleados de Vengeance los ocupan y algunos son el hogar
para los empleados del estadio. Siempre hay un mediador entre los jugadores y la
recepción, pero con el tiempo también conoceré a muchos de ellos.
No hay pensamientos.
Solo reacción.
Entro en su oficina y cierro la pesada puerta de madera detrás de mí, notando
que no hay placa como en las demás. Recuerdo vagamente que Brooke dijo anoche
algo acerca de haberse mudado recientemente aquí y que trabajaba como planificadora
de eventos.
—Me alegra encontrarte aquí —digo, mi sonrisa se vuelve más perversa cuando
rodeo su escritorio y me detengo junto a la silla. Ella arrastra los pies, los que tienen
unos zapatos asesinos, mientras se gira hacia mí. Su cabeza se inclina hacia atrás y su
boca está ligeramente abierta como si supiera que necesita decir algo, pero no puede.
Sus ojos sostienen los míos por un momento antes de que se deslicen por mi
cuerpo para descansar justo en mi entrepierna, que casi está al nivel de su cara. No se
puede ocultar el contorno de mi pene, que se está volviendo más dura solo de pensar
en ella dándome una mamada.
Sus ojos están de vuelta en los míos ahora y sus mejillas están ligeramente
rosadas. Se lame el labio inferior y no puedo detener el gemido que suelto.
Brooke gime en mi boca y cómo alguna vez pensé que esto sería una aventura
de una noche se escapa de mi comprensión. Pero cuando nos separamos y salí de su
casa a primera hora de la mañana, no le pedí su número de teléfono y ella no pidió el
mío. Tal vez ninguno de los dos lo hizo porque estábamos destinados a encontrarnos
de nuevo.
—Por favor, dime que tu puerta tiene seguro, porque si lo tiene, te voy a follar
realmente duro y rápido inclinada sobre tu escritorio.
Brooke gime pero sacude su cabeza, alejándose de mí. Su rostro está sonrojado
y sus ojos están llenos de preocupación.
—Trabajo aquí —digo con una risa—. Algo así. Estoy con Vengeance.
—Quiero decir que soy uno de los jugadores. —Sonrío cuando me doy cuenta
que es la primer mujer con la que he estado en mi vida adulta y no sabe que era un
jugador profesional de hockey antes de volvernos carnales.
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La cara de Brooke palidece y gime, pero esta vez no suena para nada sexy. Su
frente cae a mi pecho y sus dedos se flexionan en mi camisa por un momento antes que
se relajen.
—¿Qué está mal? —pregunto mientras llevo mis manos a sus caderas para darle
un ligero apretón tranquilizador, aunque no tengo idea de qué estoy tranquilizando.
—Guau, ¿qué mierda? —gruño, completamente reacio a aceptar que anoche fue
un error cuando fue más que increíble, y acabo de encontrarla de nuevo y darme
cuenta del verdadero error que fue salir de su casa sin su número telefónico.
Antes que pueda decidir lo que realmente quiere, la puerta de la oficina se abre.
Nuestras cabezas se mueven a esa dirección y Brooke da un pequeño jadeo de
angustia.
Mi mandíbula se tensa por la intrusión, pero mis ojos se abren con asombro
cuando veo a Claude Perron de pie ahí.
—Es mi prometido —suelta Brooke y estoy tan atónito que ni siquiera puedo
moverme. Ya no hay movimiento repentino en mi cuello. Ni siquiera puedo apartar
mis ojos de su padre y su mirada de disgustada sorpresa por la noticia. Intento no
encogerme cuando Brooke camina hacia mí, acercándose a mi cuerpo. Envuelve un
brazo alrededor de mi espalda y da un pequeño encogimiento de hombros como si
dijera ups—. Sorpresa.
Eso no me sienta bien, pero estoy tan asustado de siquiera deslizar un brazo
alrededor de Brooke con algún tipo de galantería.
—Eso no tiene sentido. —El entrenador Perron solo tiene ojos para su hija y
ciertamente están profundamente preocupados. Su voz ya no está mezclada con furia,
pero suena extrañamente confundida—. ¿Cómo pude no saber esto?
—Los espero a ambos en mi casa a las seis de la tarde para cenar esta noche. Y
será mejor que puedan ser capaces de explicar esta mierda.
—Pero, ¿por qué mentirle? —suelto—. Quiero decir… sí, fue embarazoso que
nos encontrara de esa manera, pero somos adultos, Brooke. Fue una estupidez decirle
que estamos comprometidos.
—¿Ayudándome? —resoplo.
—Dios, no.
—No me puedo creer esta mierda —murmuro mientras miro el techo para no
tener que ver a los hermosos y suplicantes ojos de Brooke rogándome que siga con el
engaño.
—Por favor —murmura Brooke—. ¿Vendrás a cenar esta noche? ¿Me ayudarás
a calmarlo y luego empezaremos a trabajar de inmediato para arreglar esto?
Mis ojos caen y la miro furiosamente por un momento. Finalmente, le doy todo
lo que puedo por ahora.
22
CAPÍTULO 3
BISHOP
C
uando llego a la sala de juntas del equipo, casi está medio lleno. Estuve
impresionado con el auditorio ayer, durante el recorrido, los asientos
estilo estadio siendo mucho más acolchonados de que había visto
alguna vez. Grandes sillas de cuero con escritorios retractiles en los brazos izquierdos,
se aseguraban de que nuestra reunión fuera dada con estilo y comodidad. Aunque
nuestra alineación consiste en veinticuatro, con catorce delanteros, siete defensores y
tres porteros, la habitación puede contener fácilmente el doble de ese número.
—No mucho. 23
Además de que, aparentemente, ahora estoy comprometido con la hija del entrenador.
Legend se ríe, pero yo no reacciono. Hablar sobre estar caliente me hace pensar
en Brooke, y bueno… estoy furioso con ella. No quiero que mi pene sea afectado por
ella, para nada.
Dax y Legend hablan entre sí, y las conversaciones llenan el aire mientras los
jugadores reconectan y nuevas presentaciones son hechas. Cada vez que alguien nuevo
entra a la habitación, mi estómago se aprieta hasta que veo que no es nuestro
entrenador y mi recientemente inventado futuro suegro.
Sacudo mi cabeza.
—Luego —es todo lo que digo, porque, aunque que ciertamente quiero decirle a
Dax sobre la locura de mi mañana, ahora no es el momento.
Erik Dalhbeck se une a nuestro pequeño grupo. Nunca jugamos con el sujeto,
pero conectamos durante los años, cuando visitamos a su equipo en Los Ángeles. Es
un defensor ofensivo extraordinario, quien es tan talentoso guiando el disco por el
hielo como lo es golpeando a alguien contra la pista. Siendo jugador independiente,
llego aquí a Phoenix, con nosotros. Nos gusta pasar el rato con él en LA, porque el
sujeto es un conquistador fiestero del infierno, quien conoce todos los mejores sitios
para ir y tener muchas, muchas amigas actrices calientes, disponibles para follar.
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La conversación en la habitación muere casi de inmediato, y Dax, Legend, Erik
y yo volteamos nuestras cabezas hacia la puerta. Pienso que es el entrenador, pero veo
que alguien incluso más referente ha entrado.
Tacker camina al frente ahora, sus ojos pegados a sus pies y toma la última silla
en el lado más alejado de la habitación. Saca su teléfono de su bolsillo, encorva sus
hombros al frente y prácticamente pone un cartel alrededor de sí mismo, que dice:
DÉJENME SOLO, MALDITA SEA.
El ruido comienza de nuevo mientras las personas entablan conversaciones de
nuevo, pero de inmediato se acalla cuando el equipo de instrucción, equipo y
entrenamiento entran a la habitación. Liderando el grupo está el entrenador Perron.
El hombre es enorme y solía jugar en la liga hace algunas décadas atrás. Era un
gorila y aunque el sujeto tiene que estar a mediados de sus cincuenta, parece estar en
una excelente forma física. Me agrada no haber discutido con él más temprano, porque
eso habría sido totalmente incómodo.
Christian presenta a Claude Perron, quien tuvo una racha decente como
asistente de entrenador y, finalmente, entrenador principal para los Fantasmas de
Nueva York. No se me pasó ese hecho cuando Brooke valientemente proclamó que 25
estábamos comprometidos, no era una gran exageración, dado que ambos vivimos en
la ciudad de Nueva York y posiblemente podíamos concurrir a los mismos círculos,
debido a nuestras conexiones de hockey.
Yo, por otro lado, escucho atentamente lo que dice. Brooke parece pensar que
si no empiezo con el pie derecho con él, mi carrera podría estar en riesgo. No sé si
realmente es cierto o no, pero voy a estudiar a este hombre así puedo decidir cómo
carajos manejar esta mierda.
Al minuto en que mi boca se abre y las palabras salen, es como si tuviera una
señal de neón sobre mí. La mirada de Perron vuela hacia mí y sus ojos se endurecen
cuando quedan fijos en mí.
—No, señor. Pero, por favor… no seamos formales. Puede llamarme Bishop.
Dax hace un sonido de asfixia a mi lado, pero no me atrevo a quitar mis ojos de
Perron.
El entrenador me mira fijamente solo por algunos segundos, pero parecen como
años.
Cuando se acaba, nos dirigimos a los vestidores para cambiarnos y tener una
práctica corta. Todos comienzan a dejar el auditorio. Legend y Erik dicen que nos
verán afuera, en el hielo.
Me quedo atrás a propósito, para tener una pequeña conversación con Dax,
porque no puedo mantener oculta esta mierda y estoy comenzando a enloquecer.
—No vas a creer la locura en la que me enredé —le digo con un suspiro,
mientras froto mi rostro con mis manos. En el primer día del campo de entrenamiento,
usualmente estoy entusiasmado por la pura emoción de una nueva temporada
comenzando. Ahora mismo, solo quiero ir a un bar y conseguir emborracharme.
Con un suspiro, dejo caer mis manos de mi rostro y volteo para verlo de frente.
Dax asiente.
—¡No jodas!
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Canonjía: Empleo que requiere poco trabajo o esfuerzo y del que se obtiene bastante provecho.
—Y él estaba molesto y ella le dijo que estábamos comprometidos —suelto sin
poca cantidad de amargura en mi voz.
—¿Qué ella hizo qué? —me grita Dax, entonces su mirada sorprendida se
derrite con humor y comienza a reírse histéricamente. En este punto, tiene lágrimas en
sus ojos y está golpeando su puño contra el brazo de su silla.
Dax ni siquiera puede responder. Solo se ríe más fuerte de mí, mientras salgo de
la habitación pisando fuerte, apretando tanto mis dientes que temo que se puedan
romper.
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CAPÍTULO 4
BROOKE
R
ecostándome contra mi auto, me abrazo y mordisqueo mi pulgar,
arruinando la gran manicura que me hice el otro día. Solo he estado en
Phoenix durante un mes, pero he tratado de asimilarlo haciendo cosas
que normalmente habría hecho en Nueva York.
Los bolsos de lujo eran otra, pero eran pocos y equidistantes, y solo podía
pagarlos después de ahorrar durante meses.
Por otra parte, fue una obviedad para mí venir a Phoenix con mi padre.
Simplemente me necesitaba y es lo más importante en mi vida. Mucho más importante
que mi increíble trabajo e increíble jefa.
Nunca respondió.
Y Dios… ¿por qué tiene que ser tan caliente y tentador? Si hubiera sabido quién
era él en el bar la noche anterior, nunca lo hubiera llevado a casa. Hubiera sido difícil,
porque él es más tentador que el pecado, pero me habría mantenido firme.
Hay mucho mérito que se le puede dar, no solo por asistir a esta treta de la
cena, sino porque se vistió muy bien para la ocasión. Los pantalones de vestir de color
azul oscuro (corte slim sin puños) combinan con unos zapatos estilo Oxford de color
camel. No conozco tanto la moda masculina como la femenina, pero lleva zapatos
caros. No se vistió muy elegante, pero la camisa con botones gris carbón con las
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mangas enrolladas dos veces y abierta en la base de la garganta le da a su apariencia
una informalidad confiada.
—No hay manera de que él no vea a través de esta farsa —es como Bishop
responde, señalando hacia la casa de mi padre—. Nos interrogará con preguntas que
no podemos responder y descubrirá la mentira en minutos.
—¿Qué quieres decir? —Bishop apoya una cadera contra la parte trasera de mi
auto, el primero que he tenido, y cruza los brazos sobre su pecho. Su expresión es
escéptica y me quita un poco de confianza.
—Le dije que solo hemos estado saliendo unos meses. —Le doy un breve
resumen de mi conversación con mi padre—. Pero que nos enamoramos con fuerza y
rápido el uno por el otro. Fue una especie de torbellino, por lo que piensa que todo es
nuevo para nosotros.
—Sé que jodí esto. Pero mi padre está en un lugar realmente extraño en este
momento.
—Dijiste que tu madre murió —dice Bishop en voz baja, y por primera vez, 31
recibo una mirada de él que no está completamente llena de enojo o disgusto por la
situación en la que nos he puesto.
—Cáncer de páncreas en febrero —digo en voz baja. Fue brutal, pero al menos
fue rápido—. Tal vez puedas entender esto, no lo sé… pero mi padre no ha estado bien
desde que murió. Estuvieron juntos durante treinta y tres años. Eran almas gemelas.
Realmente se desmoronó y no se cuidaba a sí mismo. Entré en la imagen y lo hice
volver, pero sigue siendo una lucha. Realmente espero que esta mudanza y la nueva
temporada lo pongan de nuevo en camino. Pero vine a Phoenix por él, porque todavía
estoy preocupada.
—Oh… por supuesto —murmuro mientras le permito que me guie (de la mano)
por la entrada, cruzando la acera, y subiendo al pórtico delantero de la casa de mi
papá.
Antes que pueda alcanzar el picaporte, la puerta principal se abre y mi papá está
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parado allí mirándonos fijamente. Sus ojos bajan a nuestras manos apretadas antes de
ir directo a Bishop. Para mi sorpresa, mi papá extiende su mano y dice:
—Bienvenido, Bishop.
Papá nos dirige a la sala, donde tiene un pequeño servicio de bar dispuesto en
un nicho que lo separa de la cocina. Toma nuestras órdenes, mezcla bebidas y nos las
entrega. Él y Bishop eligen bourbon sin hielo y yo opto por una copa de vino blanco.
Mis ojos van brevemente a Bishop, que ni siquiera luce molesto. Meramente
dice:
Coloco los platos junto a la estufa, donde mi papá tiene la sartén de pollo y otra
de frijoles verdes franceses. Suelto una risa ligera, pero suena forzada.
Eso sería muy dulce si fuera verdad y no dicho bajo coacción. Rápidamente
lleno dos platos, cojo algunos cubiertos y los llevo a la mesa. Justo cuando estoy 33
colocando la comida enfrente de mi papá y Bishop, que están sentados uno junto al
otro, mi papá dice:
Caramba, esa mentira sabía cómo cenizas en mi lengua. Bishop no es más que
una relación de una noche en este punto de nuestra corta relación. Después de que
todo esto termine, voy a tener suerte que no me odie una vez que nos separemos.
Aparentemente las cosas no deben ir tan mal, porque Bishop sella su destino
como una parte crítica de este engaño cuando dice:
—Su hija también es importante para mí, Sr. Perron. Estoy seguro que a su
tiempo usted lo verá.
Los ojos de mi papá se funden con los de Bishop. El aire de mis pulmones
parece congelarse.
Tengo que forzarme a dejar salir el aire lenta y silenciosamente mientras regreso
a la cocina a recoger mi plato. No hay ruido más que el golpeteo de tenedores sobre
platos mientras lo hago, y para cuando me siento, mi papá está agitando su tenedor en
el aire hacia Bishop.
—Sabes que nada de esto significa que seré más blando contigo en las prácticas.
De hecho, probablemente seré más duro contigo.
Ahora mi papá iba a patear más fuerte el trasero de Bishop en las prácticas, y
esto también está en mis hombros.
—Bueno, hay un montón que hacer entre ahora y entonces, incluso si la fijan
para el próximo verano —continúa mi papá y ataca su pollo de nuevo. Me giro hacia
Bishop y su mirada está tan confundida como la mía.
—Tenemos una nueva temporada para la cual prepararnos —digo con una risa
nerviosa—. Bastante tiempo para hablar sobre bodas…
Su mirada gira hacia Bishop y apuñala el aire con su tenedor de nuevo, justo
hacia él.
—Entendido —replica Bishop con voz tensa y mi culpa por este completo fiasco 35
se intensifica.
CAPÍTULO 5
BISHOP
O
dio sostener su mano y aun así siento que me gustaría mucho hacerlo
bajo circunstancias diferentes.
—Lo siento mucho —murmura Brooke cuando llegamos a la puerta lateral del
conductor.
—No lo suficiente —murmura ella mientras baja la cabeza y mira sus zapatos. 36
Provoca una punzada de simpatía en mi pecho, y deslizo mis dedos por su cuello,
empujando mi pulgar bajo su barbilla y obligándola a mirarme. Me inclino más cerca
de ella.
—Lo digo en serio —digo con suavidad. Escuché el tono en la voz de su padre
cuando estaba hablando de su esposa, y dado todo lo que sucedió en esa familia, junto
con el hecho de que Brooke nos metió en este lío porque ella altruistamente estaba
intentando protegerme de su padre, decidí solo aceptar lo que sucedió. No tiene
sentido lamentarlo ahora que está hecho, y solo tenemos que concentrarnos en
encontrar una manera de salir de esto.
Le sonrío.
—No tenemos que tener sexo para que la gente piense que estamos
comprometidos —dice bruscamente, fuego saliendo de sus ojos.
—Sí, ahí es donde te equivocas —digo mientras la tomo por detrás del cuello
otra vez y la atraigo hacia mí. Sus labios se separan ligeramente y sus manos se apoyan
en mi pecho. Si su papá está mirando, supongo que parece un movimiento íntimo.
Bajo mi cabeza y llevo mis labios a su oreja—. Verás, Brooke, todavía estoy un poco
enojado de que mi vida se verá afectada probablemente por semanas a causa de esto. Y
si se supone que debo actuar loca y estúpidamente enamorado de ti, bueno… solo vas
a tener que darme algo para ayudarme a superar esa ira, así luzco como si estuviera
loco por ti, y no como si quisiera estrangularte.
Ella intenta alejarse de mí, pero mi agarre se aprieta. Ella levanta su cabeza
para volver a verme, ojos llenos de indignación. Los labios de Brooke se retiran con un
gruñido.
—Entonces, ¿me estás chantajeando por sexo? ¿O me estás castigando?
La frialdad en sus ojos se funde con calor puro. Ella traga saliva y coloca una
mano en mi pecho.
Me encojo de hombros.
—Sin embargo, ¿mi pene en tu culo? Eso podría ser un castigo, pero
trabajaremos para que no duela tanto.
Espero que ella me golpee, pero no pude evitarlo. En lugar de eso, el calor en
sus ojos se vuelve nuclear, ya que claramente está emocionada por mis palabras sucias.
—Te gustaría eso, ¿verdad? —Mi voz es burlona, pero también es curiosa.
—Sí, puedes.
Y mientras pienso que mi ira por ella es justificada y estoy bien con tomar
ventaja de ello un poco, también tengo que ser honesto.
—No es solo darme algo para compensar esto, Brooke. Antes de que incluso tu
papá nos atrapara, tú y yo reconectamos por una razón. Si tu papá no nos hubiera
atrapado, tanto tú como yo jodidamente sabemos que estaría en tu casa esta noche.
¿Estoy en lo cierto?
—No lo está —digo cuando una vez más aligero mi agarre en ella y señalo el
asiento del auto. Después de que ella entra, coloco una mano en el techo y otra en el
marco de la puerta y me inclino dentro—. Creo que él está fingiendo.
—¿Lo crees?
—Lo hago —contesto con confianza. No hay forma de que el tipo nos haya
creído y ahora está jodiendo con nosotros—. Desafortunadamente, eso quiere decir
que tendremos que hacer un jodido buen trabajo vendiendo esta relación antes de
romper.
Su boca se abre, pero cierro la puerta antes de que ella pueda responder.
***
Ella aprieta mi cabello fuertemente y tira tan fuerte que mi nariz se aplasta
dentro de ella. Inhalando hondo, gimo, porque huele increíble y sabe incluso mejor.
Levanto mi cabeza fácilmente contra su agarre, le doy una rápida sonrisa, pero sus ojos
están en blanco, así que puedo abrirla y exponer lo que realmente quiero.
Ese clítoris.
—En este momento… justo ahora… no me arrepiento por cómo se dieron las
cosas.
Nunca en mi vida he tenido un momento de risa tan fuerte mientras follo a una
mujer, pero mi cabeza se inclina hacia atrás y estoy mostrando mis dientes y soltando
una risa. Cuando la miro, ella me sonríe.
—Puedes follarme ahora —dice ella con diversión—. Y no seas amable, ¿de
acuerdo? 41
Ahora ella está hablando mi idioma. Llevo mi cuerpo sobre el de ella y le doy
justo lo que pidió.
CAPÍTULO 6
BISHOP
—E
so es lo que no entiendo —dice Dax cuando nos sentamos
en la mesa de nuestra cocina. Está comiendo el omelet de
cinco huevos que se preparó y yo estoy a la mitad de mi
licuado de proteínas con sabor a fresa. A Dax le gusta comer mucho en la mañana al
despertar, pero al menos lo hace una hora antes del entrenamiento. A mí no me da
hambre hasta la media mañana, así que comienzo con un licuado, pero para la hora en
que termino de entrenar, puedo comerme un alce.
Dax ha sido mi compañero de habitación desde Nueva York por los últimos
tres años, y a través de este tiempo viviendo y trabajando juntos, se ha convertido en el
amigo más cercano que alguna vez he tenido.
—¿Qué cosa? —intervengo antes de que pueda darle otra mordida a su comida.
—¿Cómo es que ella no sabía quién eras la primera noche que se conocieron? —
42
pregunta, su tono apropiadamente lleno de sarcasmo y una dosis saludable de
escepticismo. Él pasó la etapa de la risa y ahora está algo preocupado por mí. Acabo
de terminar de contarle cómo fue la cena con su padre.
Esto era algo sobre lo que me había preguntado también, y para ser honesto,
pensé que tal vez ella me tendió una trampa. Pero esa idea fue efímera, y por dos
razones. La primera era que no tengo ese tipo de vibra de Brooke, solo que ella es
genuinamente una buena mujer. Se desarraigó sola y se mudó a Phoenix porque estaba
preocupada por su papá y la obvia depresión que él ha estado sufriendo desde que su
esposa murió. Brooke me dijo mucho más sobre ello anoche.
—Te juro que no —dijo ella, y luego arrastró la punta de su dedo índice sobre
su pecho haciendo un patrón de X. Eso hizo que mis ojos fueran a sus tetas y tuve que
jugar un poco con sus pezones. Cuando finalmente la dejé ir, ella explicó—: Amo el
hockey. Sigo el equipo de mi papá, el cual era los Phantoms y ahora el Vengeance.
Voy a muchos de los partidos. Pero eso es todo en lo que estaba involucrada con el
deporte. No me consume por completo.
—Ella no sabía quién era yo —digo a Dax con seguridad—. Es una gran fan de
su padre, pero no del deporte en general.
—No, solo está comenzando como una mentira —señala Dax después de tragar
y se levanta la silla para llevar su plato al fregadero.
—Lo siento —dice Dax con un resoplido y se mueve a un lado para que yo
pueda tener acceso al fregadero—. ¿Cómo es Brooke? Supongo que es grandiosa en el
sexo si la sonrisa que traías cuando entraste esta mañana es un indicador.
Se supone que el encogimiento de hombros que le transmito sea algo casual con
respecto a Brooke que definitivamente no siento.
—Es genial.
—¿Genial?
—Sí… genial —digo antes de girarme al lavaplatos para abrirlo. Saco la rejilla
superior, coloco mi vaso en ella y cierro la puerta.
—Entonces, ¿qué onda con ella? —Dax se gira para colocar su plato en el
lavavajillas. Una cosa de la que estoy contento es que ambos somos algo así como
maniáticos del orden.
—Ella solía trabajar para una revista de moda en Nueva York. Tiene una
licenciatura en marketing de la moda. Pero perdió a su mamá en febrero y su papá
realmente lo está tomando muy mal, así que se mudó a Phoenix para estar cerca de él.
No le pregunté, pero sospecho que ese trabajo en los servicios del equipo pudo haber
sido creado para ella.
—No sé. Imagino que es parte de su actitud de entrenador que pone para
establecer un tono con nosotros. Parecía mucho más relajado en la cena de anoche.
Después de que superó todas las fanfarronadas y amenazas. No te dije esa parte… casi
me exigió que pusiera un anillo en el dedo de Brooke.
—Eres el único que sabe que esto es una farsa —digo a Dax—. Nos apegaremos
a la misma historia que le dijimos al entrenador. Empezamos a salir hace unos meses,
nos enamoramos rápidamente, bla, bla, bla. No hay mucho más que decir.
—Va a ser extraño verte todo íntimo con una chic… —Empieza a decir Dax,
pero mi mirada furiosa lo corrige—. Quiero decir… Brooke.
Esa es la verdad. En los tres años que hemos sido amigos, ninguno ha tenido
una novia seria. De hecho, en los veintiocho años de mi vida, nunca la he tenido.
Quiero decir, sí, he salido exclusivamente con mujeres y por períodos de tiempo, pero
nunca he estado enamorado.
Y creo que salir con una mujer casualmente versus salir con una de la que
supuestamente estás enamorado son probablemente dos cosas diferentes. Como un
jugador de hockey profesional, creo que las citas casuales significan tal vez ser capaz
de salir una vez a la semana para cenar y ver una película. Definitivamente follar
después. O tal vez llevar a una mujer a una gala de caridad, ya sabes, como una linda
acompañante. Y luego, bueno… follar después.
—Lo resolverás, amigo. Tal vez deberías leer algunas novelas románticas o
mierda parecida. Mi hermana las lee todo el tiempo y dice que si los hombres las
leyeran y actuaran como los tipos actúan en esos libros, las mujeres estarían mucho
más felices de dar mamadas.
—¿Qué pasa, mamá sexy? —pregunto tan pronto como contesto la llamada.
Dax se apoya sobre la mesa, pone su cara cerca del teléfono y grita:
—Él no es dulce —digo, pero sería en vano hacer que crea eso. Ella adora a
Dax—. Entonces, ¿a qué debo el placer de tu encantadora voz esta mañana?
—Solo quería saludarte —dice casi con nostalgia—. Intenté llamar ayer para
deserte buena suerte en tu primer día en el campo de entrenamiento, pero me recibió el
correo de voz.
Después que gané la medalla de oro en Sochi en el 2014 jugando para el equipo
de Canadá, se la di a mi madre como una forma de agradecerle su apoyo y dedicación
durante esos años formativos y más allá de eso. Por supuesto, ella insiste que solo está
“guardándola” para mí hasta que muera, pero lo que sea. La medalla de oro ahora es
suya.
Él siempre me apoya.
CAPÍTULO 7
BISHOP
H
e tenido momentos estresantes en mi vida.
Esta reunión era puramente para celebrar este nuevo equipo como un todo y
juntarnos como una familia. Sería la primera vez que todos los jugadores,
entrenadores, empleados del equipo y directivos, además de sus familias, se juntarían
bajo un mismo techo para conocerse. Espero que el Sr. Carlson vaya a recoger una
cuenta de seis dígitos, pero estoy seguro que puede permitírsela fácilmente.
En realidad, me contuve en parte para ver qué haría Brooke. ¿Ella me llamaría
y me pediría que nos juntáramos? Tengo que admitir que, el hecho de que ella no lo 50
hiciera abolló un poco mi ego. Está totalmente dispuesta al sexo conmigo, eso sin
dudas. Pero, ¿quizás es muy tímida para iniciarlo? ¿O quizás una vez a la semana está
bien para ella o algo? O quizás necesita algo más de mí antes de entregarse y eso justo
ahí significaría definitivamente que estamos en una relación.
Supongo.
No estoy seguro.
A pesar de eso, perdimos tres días en los que podríamos habernos conocido más
para ayudar a solidificar esta treta. Incluso más importante, debido a la inacción de
ambas partes, perdimos bastante sexo genial. Ahora, ambos estamos listos para
caminar juntos en frente de todo el equipo y cejas están levantándose hasta el cielo por
todas partes.
—La gente se va a preguntar por qué no estuviste allí anoche, así que supongo
que deberíamos acordar nuestras historias.
—Entonces, ¿qué debemos decirle a las personas que podrían preguntar por qué
no saliste anoche?
Bueno, tal vez debería haber hecho un poco más de esfuerzo esta semana para
conocerla en lugar de obsesionarme por tener sexo con ella y esperar a que me llamara
como un niño petulante.
52
Suelto un largo suspiro.
—Está bien… perdón. Deberíamos haber tenido algo de tiempo esta semana
para discutir estas cosas.
—Whoa, no te vi contactarme. Sabes, eres la que nos metió en este lío. ¿Por qué
no me llamaste y me pediste que nos reuniéramos para discutir estas cosas?
Los ojos de Brooke brillan con diversión en lugar de la ira que pensé que me
lanzaría. Sus brazos caen, solo para que su dedo suba y se hunda ligeramente en mi
pecho.
—Porque sé que tu idea de una reunión y la mía son dos cosas totalmente
diferentes. Dejaste claro que quieres los beneficios sexuales, y yo no quería llamarte y
hacerte pensar que eso es todo lo que buscaba.
—No voy a decir que lo siento, porque me dijiste que no lo volviera a decir,
pero entiendo muy bien que es culpa mía que estemos en esta situación. No quiero
hacerte las cosas difíciles. Y, para ser honesta, no te contacté porque no quería
molestarte. Estoy segura que tienes mucho en tu plato y preferirías hacer otra cosa que
no sea fingir estar en una relación conmigo.
—Si tuviera que fingir estar en una relación con alguien, me alegro de que sea
contigo —digo con seriedad.
Eso no es mentira.
—Eres dulce —dice con un aleteo exagerado de sus pestañas, y me hace reír—. 53
¿Listo para terminar con esto?
—Quiero decir… quiero tenerlo —digo rápidamente para que ella no piense lo
contrario—. Y pareces muy metida en eso conmigo. Pero si me equivoco… bueno,
solo sé que no es mi prioridad. Lo es pasar esta farsa con tu relación con tu padre
intacta y sin que él me eche del equipo.
—Lo sé —regreso con una sonrisa—. Pero él puede hacer mi vida un infierno.
—Queremos las mismas cosas, Bishop. —Sus palabras me rozan ligeras como
una pluma, su voz es muy suave, pero su significado me golpea en el estómago.
Sin otra palabra, meto su mano en el hueco de mi brazo, luego me vuelvo para
llevarla al restaurante. En ese mismo momento, Erik atraviesa las puertas con el tipo
de mujer con el que lo he visto en algunas ocasiones. Parece que vino directamente de
la soleada California con una masa de cabello rubio decolorado y enormes tetas que
prácticamente se salen por la parte superior de su vestido, cuyo dobladillo apenas cubre
su trasero.
Sé exactamente lo que está pensando. Es lo que todos los demás van a pensar
también.
Bishop Scott está follando a la hija del entrenador y nada bueno saldrá de eso.
Erik vuelve su mirada hacia mí y me lanza una mirada muy aguda que dice:
Amigo… tú y yo… tenemos que hablar.
El hecho de que acabara de presentar a Brooke a Erik como una mujer con la
que he estado saliendo algunos meses enviará un mensaje al equipo diciendo que no es
solo dulce decoración.
55
CAPÍTULO 8
BISHOP
—A
ún no puedo creerlo —murmura Legend mientras mira de
mí a Brooke… que está parada al otro lado de la
habitación, y luego mira de nuevo hacia mí. Yo también
dirijo mi mirada a Brooke, pero mantengo mis ojos allí durante un momento,
observando mientras habla con la cita adorno de Erik, cuyo nombre aún no tengo idea
de cuál es.
Hemos terminado la cena, que fue un asunto de dos horas y media, y ahora
algunos de nosotros nos hemos reunido en la espaciosa área del bar del restaurante,
mientras otros aún están con el postre en el comedor.
—¿Cómo demonios pudiste guardar silencio sobre salir con la hija del
entrenador? —me pregunta Erik, su tono es tan incrédulo de la situación como el de 56
Legend antes—. Quiero decir, salías con ella mientras jugabas para los Vipers y
mientras Perron entrenaba a los Phantoms. ¿Y nunca le contaste a nadie al respecto?
—Yo lo sabía, pero soy tan bueno como Bishop en guardar secretos.
Tengo que sonreír ante eso. Dax se ha apuntado como un personaje en nuestro
engaño al entrenador Perron y el equipo. La primera vez esta noche que alguien me
interrogó sobre el secreto de nuestra relación, Dax intervino inmediatamente y les dijo
a todos en tono muy alto que él lo sabía desde el principio.
—Estábamos en el Club Zero —le contó al grupo que conformaba nuestra mesa
de ocho. Nos habíamos sentado a propósito con algunos de los jugadores que no
conocíamos muy bien en un esfuerzo para llegar a conocerlos—. Y había tanta gente
allí, porque este es como un espacio realmente popular para festejar. En cualquier
caso, Bishop vio a Brooke en la pista de baile y se volvió como un zombi. Fue un poco
perturbador la forma en que la miraba con la lengua colgándole. Solo tuvo las agallas
para ir a hablar con ella después que yo le apliqué unas cuantas bebidas mezcladas y le
di como diez charlas de ánimo. Sí… podrían decir que toda su relación es todo obra
mía, ya que Bishop fue demasiado patético para aproximarse a ella de otra forma.
—Es genial. Aún un poco gruñón, y es sobre-protector con Brooke, pero solo
quiere lo que es mejor para ella.
Había decidido la primera noche que acepté entrar en este engaño que iba a
pintar al entrenador tan positivamente como él me lo permitiera. Imaginaba que iba a 57
ser muy difícil mantener estable nuestra relación cuando Brooke y yo “rompiéramos”.
—Sabes que estás jodido si esta cosa con ella no es a largo plazo —me responde
Legend.
—Es serio —es todo lo que estoy dispuesto a decir. No hemos difundido lo del
compromiso que Brooke le contó a su padre. Imaginamos que él realmente no va a
decir nada públicamente hasta que se haya hecho formalmente con un anillo, y no
estoy dispuesto a hacer eso, así que por ahora, Brooke y yo solo estamos saliendo y he
confirmado que es serio. Entre los chicos en la cena, y Dax, Erik y Legend,
probablemente antes que la noche termine se va a esparcir que Brooke y yo somos una
pareja seria.
Descubrí que Brooke es una buena oyente. Es divertida, en una forma discreta.
Para el final de la cena, pude notar que Brooke no tenía un hueso de arrogancia en el
cuerpo, y mientras la observo hablar con la cita de Erik, es incluso más evidente.
Tampoco es sentenciosa. Todas las otras esposas y novias se han mantenido alejadas
de la mujer que Erik trajo, pero allí está Brooke escuchando a lo que sea que la mujer
dice con inmenso interés.
Los chicos pasan a otro tema, el juego próximo que tenemos en San Francisco.
He estado placenteramente sorprendido esta semana durante el campo de
entrenamiento que este grupo de chicos ahora conocido como Vengueance tiene un
estilo bastante bueno en el hielo. Cuando te intercambian a un nuevo equipo, toma un
poco de tiempo que te aclimates. Imagina unir a treinta sujetos del draft de expansión,
todos con diferentes estilos de juego y que han sido entrenados diferente, y arrójalos
todos juntos en el hielo.
—El lunes en la noche —digo para llamar su atención y él voltea para mirarme.
El lunes en la noche estaremos en el hielo, jugando con los Bay Brawlers de San
Francisco—. Si tienen a Bronson en el juego, él siempre va con la postura de mariposa.
Es como si una vez que comienza, no puede detenerse, así que tienes que preveer eso.
Sé esto bien, porque Bronson jugó con los Vipers por dos temporadas como
nuestro respaldo antes de que fuera a San Franciso para ser titular.
—Cuando tenga el disco tras la red, si tengo algún espacio, acércate a la zona
del penalti corto —le digo. Esta zona es un cuarto del círculo de saque que yace más
cerca a la línea azul y al centro del hielo. Es el sueño de un central tirar de allí—. Te
encontraré.
—Exacto. —Miro sobre mi hombro a Brooke, sin querer dejarla sola por mucho
tiempo. Aún está conversando con la cita de Erik, y realmente habla animadamente
con ella, haciendo gestos con sus manos. Muero por saber que podrían tener en
común.
—Eso creo.
De hecho, somos bastante fluidos entre nosotros allí fuera. La posición de ala
izquierda aún está un poco en el aire, y estoy seguro que el entrenador no tomará una
decisión final hasta que acaben los juegos de pre-temporada, pero Dax está en carrera
por la primera línea. Diablos, mi sitio en la primera línea ni siquiera está escrito en
piedra. Solo porque jugué allí toda la semana con Tacker no significa que me quedaré
allí. Mucho está en juego en estos primeros juegos.
60
Un movimiento al otro lado de Tacker llama mi atención y mis ojos destellan
ligeramente cuando veo al entrenador Perron acercarse para quedarse de pie a su
izquierda. Tacker voltea la cabeza en esa dirección.
El entrenador no se sienta, sino que solo asiente como saludo, primero a Tacker
y luego a mí.
¡Mierda, gracias!
No importa. No significa nada para mí, excepto que, el hecho de que acaba de
hacerme capitán adjunto es increíblemente impresionante, así como emocionante.
Mis cejas salen disparadas. Incluso un idiota notaría que esas últimas palabras
fueron una orden para Tacker, para que saliera de su cascarón. En teoría, tiene sentido
que Tacker sea el capitán. Es un veterano de toda la vida y está altamente dotado. Es
uno de los líderes en la liga. Aunque me pregunto si el entrenador está poniéndolo en
la posición de capitán para obligarlo a abrirse. Si es así, tengo que decir que mi respeto
por el hombre acaba de crecer diez veces.
61
El entrenador lleva su mirada a mí.
—Como una cosa tipo policía bueno, policía malo —digo con una sonrisa
torcida.
62
CAPÍTULO 9
BROOKE
L
a cita de Erik es muy agradable. Su nombre es Sarah Kinecky, pero
continúo deseando llamarla Pamela. Porque luce exacta como una
Pamela Anderson joven. Tiene el cabello rubio, llevado por el viento y
un cuerpo perfecto. Incluso luce esos mismos labios llenos y rellenos que la Srta.
Anderson tiene, y es ligeramente despistada, lo cual nunca he atribuido al color de
cabello.
Aunque nada de eso cambia el hecho de que es una mujer realmente amable.
Erik y ella se sentaron en otra mesa al cenar, pero noté que nadie le habló realmente. A
veces, se metía en la conversación, pero a menudo no era considerada. Obtuvo
miradas de disgusto oculto de las otras mujeres sentadas en su mesa, y era claro que
estaban despreciándola, y probablemente fue solo porque ella era abiertamente sexy.
Por lo tanto, luego de la cena, sugerí a Bishop que pasara el rato con alguno de 63
los jugadores, para ayudar a calmar la marea de rumores rodando que, seguramente,
circulaban luego de habernos presentado tomados de la mano. Inmediatamente,
busqué a Sarah, quien estaba de pie en el área de la barra, sola. Lucía visiblemente
aliviada cuando me aproximé a ella.
Resulta que ella acababa de mudarse al área, desde Detroit, y le encanta aquí.
Era una enorme fanática de su equipo de hockey, los Cardinals. Sarah en realidad
conoce bastante sobre el deporte y hemos estado hablando al respecto.
Ocasionalmente, le echo un vistazo a Bishop, mientras él pasa el tiempo con un grupo
de jugadores. A veces, sus ojos vagan hacia mí y hace que mi vientre se estremezca
cuando me sonríe.
Esto básicamente estaba bien, porque para el final del campo de entrenamiento
esta semana, mi padre vio potencial en Tacker para ser un verdadero líder. Su
conducta emocionalmente tímida aparentemente no aparece en el hielo. El hombre
claramente aún está torturado por la pérdida de su prometida, y eso es evidente por la
forma en que se cierra, buscando soledad más que socializar.
Sus ojos se iluminan con emoción, orbes destellantes de azul mientras habla con
entusiasmo.
64
—Lo conocí en un bar anoche. Y, bueno, la atracción fue instantánea.
Sus mejillas se ponen un poco rosa y puedo ver una ligera vergüenza en su
expresión, pero no la detiene de admitirme:
—En realidad… como que tuvimos sexo en el baño. Lamento si eso suena
vulgar, pero nunca antes conocí a una estrella de hockey.
Le sonrío, comprensiva.
No iba a decirle que realmente teníamos bastante en común, dado que dormí
con Bishop la noche que lo conocí. Claramente, no estoy en contra de las aventuras de
una noche, pero creo que mantendré esa información para mí misma.
—Entonces, tú y Bishop parecen una gran pareja —me dice Sarah, y eso obliga
a mi mirada a regresar a ella.
—¿Algún consejo para Erik y yo? —pregunta Sarah, y me sorprende notar que
no respondí su primera pregunta. Bueno, no fue exactamente una pregunta, sino más
como una afirmación flotante que requería una respuesta. No le he dado una, sino que
comencé a soñar despierta con Bishop de nuevo. 65
Sonriéndole brillantemente a Sarah, le digo:
—No sé si mi consejo sea tan bueno. Solo nos hemos visto algunos meses.
—¿A qué te refieres? —le pregunto con una ligera inclinación de mi cabeza.
—Desearía que algo como eso pudiera crecer entre Erik y yo —dice Sarah,
melancólicamente, mientras su mirada va a Erik al otro lado de la habitación, con
hambre evidente.
No un hambre sexual. Y no un hambre depredadora por las cosas que él puede
darle. Creo que Sarah solo está buscando amor y lo hace en una forma épicamente
grande.
Corrección… quise decir una aventura de dos noches, ya que técnicamente tuvo
sexo con Erik en el bar anoche y estoy bastante segura que lo tendrá de nuevo con él,
luego de que se vayan de aquí.
Si Sarah siquiera siente una fracción de esa emoción, que yo sentí por Bishop
cuando lo vi de nuevo, por Erik; entonces su corazón va a terminar roto. 66
De cualquier forma, el mío no lo hará, porque tenemos un sólido plan de juego.
Sé que hay una fecha de vencimiento en esto, así que no tengo ninguna expectativa, y
sin expectativas, no puedo ser decepcionada.
—¿Estás lista para salir de aquí? —pregunta, su voz baja y seductora. Sarah
suelta un suspiro anhelante desde atrás mío.
—Sí… claro —digo, sin gustarme la forma en que terminé sonando, toda
necesitada y sin aliento—. Vayamos a despedirnos de mi papá, ¿de acuerdo?
Por supuesto, sé que eso es una imposibilidad, dada toda la naturaleza temporal
de nuestra relación y que ambos tenemos grandes planes para avanzar sin mirar atrás.
En teoría, es sensato.
Sus labios se curvan hacia arriba, y es solo entonces cuando soy capaz de ver
sus hombros relajarse, indicando que mi respuesta fue muy importante para él.
—N
unca… he… hecho… esto… antes. —Mis palabras salen
todas cortadas mientras jadeo. Los dedeos de Bishop están
entre mis piernas, las que están ampliamente abiertas.
—Brooke —murmura Bishop, y su voz es tan sexy que mis dedos se doblan—.
Un baño pareció perfecto luego de que me suplicaras que me corriera en tus tetas hace
poco tiempo.
—¿Vas a dejarme follar esa boca en algún momento? —pregunta, su voz toda
baja y ronca.
—Sí —gimo sin vacilación. Es algo en lo que he estado pensando porque tiene
completo control de mí cuando se trata del sexo, por una vez, o quizás por algunas
veces sobre las siguientes semanas, lo quiero a mi merced.
—¿Vas a tragar cada parte de mí? —anima, con sus palabras y su dedo. Su
presión aumentando en mi clítoris, el que está súper sensible en este momento y el
gentil flujo de cálida agua en la bañera está contribuyendo a mi placer.
—Lo haré —le prometo, y eso causa una reacción. Puedo sentir su pene
sacudiéndose contra mi espalda y gime, presionando sus labios en mi cuello.
—No puedo esperar por eso, nena —murmura, y empieza a mover sus dedos
más rápido.
69
Más duramente.
Me gusta.
***
—Esto es un poco raro —murmuro y el brazo de Bishop se aprieta a mi
alrededor.
Estamos acurrucados.
En mi cama.
—Sí —digo mientras elevo una mano para acariciar el dorso de su mano, la
cual está extendida sobre mi estómago—. Quiero decir… en realidad estamos medio-
vestidos y acurrucados en la cama como adultos.
Bishop se ríe. Se siente raro meternos en la cama desnudos para dormir. Quiero
decir, no hay nada raro en el baño, él haciéndome venir y después sacándome para
inclinarme sobre el lavado. Pero cuando nos secamos y Bishop anunció que iba a
quedarse toda la noche, mi primer pensamiento fue ponerme bragas y una camiseta.
De repente me había sentido vulnerable.
70
No hizo ningún comentario mientras me miraba hacer esto y estaba
extrañamente aliviada cuando él se puso su bóxer. Dios, se veía increíble con todos
esos músculos y solo esa delgada tela elástica cubriendo sus mercancías.
—Fue lindo de tu parte hablar con la cita de Erik está noche —dice Bishop en la
oscuridad. Cerré mis persianas completamente, ya que la casa de mi vecino está a seis
metros de distancia, su habitación directamente en frente de la mía. La primera
semana después que me mudé, pude ver al señor Crantz caminando desnudo y las
persianas han estado cerradas desde entonces.
—Ella fue agradable. Estoy segura que a Erik le hubiera gustado si hubiera
podido hablar con ella.
El encogimiento que sigue estoy segura que también lo siente. No quise que mis
palabras salieran tan condescendientes. Bishop está callado por un momento y espero a
que arremeta en mi contra por haber juzgado a su compañero de equipo, pero
simplemente dice:
—Es solo Erik. Es un gran mujeriego y todavía no está listo para sentar cabeza.
—Me dijo que tuvieron sexo en el baño del bar donde ella trabaja anoche —le
digo, sintiéndome lo suficiente segura para compartir esto con él.
Bishop ríe.
—Ni en lo más mínimo —digo, y se ríe otra vez, tirándome más cerca de él.
Muy estable.
—Existe eso… la farsa que estamos creando, pero, Brooke, si estoy follando
contigo, solo follo contigo. Esa es la manera en que actúo siempre.
Había esperado que el alivio me inundara, pero en lugar de eso, un tirón de
deseo me golpea entre las piernas. Toma todo de mí no tomar su mano en la mía y
empujarla por mi cuerpo.
Hacia abajo.
—No —le digo, y luego le explico—. Como que estoy haciendo una entrevista
de trabajo con el director de marketing, Sebastián Parr. Espero impresionarlo lo
suficiente para que me ofrezca una posición a tiempo completo y pueda dejar los
servicios del equipo atrás. Sin ofender.
—Ajá —murmuró, sintiendo la fatiga de los múltiples orgasmos que tuve hoy.
Bishop me apuñala en las costillas con su dedo índice, tan ligeramente que me
72
hace cosquillas. Me retuerzo y dejo salir una carcajada.
—Necesito más que eso, Brooke —reprende, mientras me levanta en sus brazos
y me jala fuerte contra su calidez—. Universidad, experiencia laboral, ex novios,
peculiaridades extrañas.
Quiero decir, sé que la teoría de que pasaremos tiempo juntos estaba basada en
eso, pero él realmente suena… interesado.
—No… no por qué decidiste tener una aventura de una noche —dice con
suficiente énfasis para que note que lo malinterpreté—. Sino, ¿por qué conmigo? Tenías
otros sujetos coqueteándote y más viniendo, estoy seguro.
—Cuando quiera que acaricies algo, te lo diré —murmura—. Pero creo que la
razón por la que me escogiste, dice mucho del tipo de mujer que eres y me da
curiosidad saber si mis sospechas son correctas.
—Lucías como un sujeto decente, Bishop —le digo para continuar mi respuesta.
Ya no estoy riendo, pero si es tan intuitivo como cree que es, podrá oír la sonrisa en
mis palabras—. Lucías como si fueras a tratarme bien, incluso si era solo por una
noche.
—Gritaste mi nombre a los cielos esa primer noche. Te traté totalmente bien.
—¿Te refieres a salir en realidad? —le pregunto para aclarar, porque creo que 74
eso es lo que pregunta. Se siente como una cosa de primaria, como “¿quieres ser mi
novio?”.
—Te refieres a sexo —digo secamente. Lo cual está bien. Quiero decir… el sexo
es extremadamente caliente y mejor que nada que pude haber imaginado.
—Ese es el plan —le digo. Al actual director no le gusta lidiar con, lo que él
llama, “peones” como proveedores de comida y empleados de hotel, así que yo soy la
intermediaria.
—Bien —dice él, y luego lo expone para mí—. Tenemos que actuar como una
pareja que está loca el uno por el otro, así que pasémoslo bien mientras lo hacemos. Ya
sabemos que somos perfectos para el otro en la cama y…
Deja inacabada la frase, como si no quisiera continuar con su tren del
pensamiento.
—Y eres real y jodidamente genial, Brooke. Estoy pensando que esta va a ser
una buena aventura divertida para ambos.
75
CAPÍTULO 11
BISHOP
E
s totalmente extraño ir al aeropuerto con Brooke.
Tal vez me siento un poco raro por la forma en que me saludó cuando llamé a
la puerta de su casa para llevar su equipaje a mi auto. Ella rechazó mi ayuda con una
leve risa, diciendo que podría llevarla.
—Como tu novio, se supone que debo hacer estas cosas por ti. O eso creo.
Brooke estaba en medio de cerrar la puerta con llave cuando se giró hacia mí
con ojos brillantes y una sonrisa tonta en su rostro. Extendió la mano agarrando mi
cara con sus manos, un gesto espontáneo y despreocupado, y me atrajo hacia ella para
darme un beso fuerte y ardiente.
Normalmente no nos vamos tan tarde para un partido fuera de casa. La norma
generalmente era a última hora de la tarde para un vuelo que duraría menos de unas
pocas horas. Pero sabía que algunos equipos comenzaron los vuelos más tarde, y creo
que el razonamiento era reducir la cantidad de fiestas de algunos de los jugadores más
locos, a menudo más jóvenes. No sería nada volar a una ciudad como San Francisco,
buscar algo de cenar y luego ir a los clubes de striptease durante unas horas. Los
jugadores no se lo pensaban dos veces y, a menudo, se emborracharían hasta el olvido.
Si llegamos más tarde, no hay oportunidad de salir y meterse en problemas, por lo que
tendríamos jugadores más frescos al día siguiente.
Me detengo en seco, al igual que algunos de los otros jugadores, mirando con
asombro nuestro nuevo avión.
77
Muchos equipos de hockey alquilan aviones privados. Puede parecer costoso a
treinta y cinco mil dólares la hora, pero puede ser más barato que los vuelos
comerciales cuando transportan de cincuenta a setenta y cinco personas del punto A al
punto B. Entonces, existe la ventaja de poder ir y venir cuando quieras, en lugar de
estar sujeto a los retrasos de las aerolíneas comerciales.
En efecto.
—Bienvenidos a bordo —dice ella con una voz suave y sofisticada. Miro a la
izquierda, veo que la puerta de la cabina del piloto se abre y el piloto y el copiloto
hacen lo que sea que hacen para prepararse. Observo que sus uniformes no se ven
diferentes a los de los pilotos que vuelan en comerciales. Ambos se han quitado las
chaquetas y están en camisas blancas y pantalones negros, y también usando gorros de
piloto.
La azafata nos hace un gesto con el brazo para que entremos a la cabina
principal, y cuando Brooke y yo nos acercamos, nos detenemos de nuevo.
Simplemente no hay forma de estar preparado para el lujoso interior del avión.
Los aviones alquilados son agradables. Grandes asientos y mucho espacio para
78
las piernas.
¿Pero esto?
La primera sección por la que caminamos tiene un ancho pasillo por el que
Brooke y yo podemos caminar al lado del otro sin chocar entre sí o con los demás
pasajeros. A cada lado del pasillo hay dos filas de asientos, que parecen tener una
profundidad de unos quince. Los asientos son de color gris oscuro con el logotipo de
Vengeance, que es la cabeza de un león gruñendo hecho en plata, verde y azul,
bordado en el reposacabezas. Algunos de los jugadores ya han reclamado sus asientos,
que están equipados con una mesa retráctil de caoba oscura que puede desplegarse
sobre su regazo. Combina con el adorno de madera de caoba en los asientos.
Algunos de los jugadores han reclinado sus asientos, y hay tanto espacio entre
filas que se extienden completamente para que puedan acostarse como si fuera una
cama. El cuero acolchado se ve lujoso y apuesto a que es cómodo como la mierda. Es
un diseño brillante, porque hay muchas noches que terminamos un juego y salimos de
noche para otro juego al día siguiente. Esto permitirá que los jugadores tengan un
descanso muy necesario.
Brooke y yo seguimos caminando por el pasillo, y observo que hay una
alfombra de color crema con el logotipo de Vengeance tejido en ella. Apuesto que le
costó bastante.
La siguiente sección del avión es ridícula, y lo digo de una manera muy buena.
Son los mismos asientos de cuero gris, pero las sillas son más estilo capitán y giratorio.
Puestas en grupos de cuatro una frente a la otra, dos a cada lado, con una mesa de
caoba en el medio. Por un conteo rápido, veo seis mesas en esta sección. También hay
dos sofás de tamaño completo que flanquean las paredes de la cocina trasera.
Apenas nos sentamos antes de que una azafata diferente se nos acerque.
Inmediatamente pienso que es exactamente del tipo de Erik. Tiene el cabello rubio,
pero no tiene un aspecto demasiado decolorado, sino un suave color dorado recogido
en una cola de caballo suelta en la parte posterior de su cuello. A pesar de que Brooke
está sentada a mi lado, no hay manera de que no pueda notar el hecho de que tiene un
increíble par de senos que apenas parecen estar contenidos en su chaqueta abotonada.
79
La blusa blanca debajo está desabotonada, revelando un profundo escote. Recuerdo
que la azafata de enfrente también tenía su blusa desabrochada escandalosamente, y
me pregunto quién ordenó eso, o si se juntaron y lo decidieron por sí mismas.
Brooke se ríe.
3
Cab: diminutivo para referirse al vino Cabernet. La cabernet sauvignon es una de las uvas tintas más
conocidas del mundo.
—Muy bien —responde la mujer con una inclinación de la cabeza—. Conozco
justo la botella perfecta que abrir para usted.
—Reserva Woodford, en las rocas con una pizca de agua gasificada —le digo,
deseando probar su afirmación de que el avión estaba abastecido con nuestros
favoritos.
—Inmediatamente.
Eso definitivamente explicaba cómo estaba vestida tan a la moda todo el tiempo
en ropa que no podría ser capaz de decir qué decía la etiqueta, pero reconozco lo
costoso cuando lo veo.
—La mayoría de los equipos no viajan así. —Me inclino sobre mi reposabrazos
hacia ella—. Debo decir que el señor Carlson no teme gastar dinero.
Brooke suelta una risita y empieza a decir algo, pero Erik se deja caer en una de
las sillas giratorias frente a nosotros. Dax se desploma junto a él.
—¡Puedes creer este jodido avión? Los asientos del frente se reclinan en una
cama.
—Qué mal que no sean esos cubículos semiprivados que tienen en vuelos
internacionales —musita Erik mientras se hunde en su silla—. No me importaría
conseguir a esa morena…
Justo entonces, la azafata llamada Blue regresa con nuestras bebidas. Se estira
para darme la mía primero, colocándola sobre un grueso posavasos redondo con el
logo de Vengeance encima. Entonces pone el vino de Brooke en frente de ella y
procede a contarle qué eligió. Brooke toma el vaso para probar, y mi mirada se lanza al
otro lado de la mesa a Dax y Erik.
—¿Le gustaría algo para beber, señor? —Ella se gira primero a Dax.
Incómodamente.
—Uh, sí… lo siento —dice con una voz inusualmente insegura. Erik
usualmente es el epítome de confianza con un toque de ego.
—Sencillamente beberé una Heineken —murmura, sus ojos aún muy abiertos y
sin parpadear mientras le devuelve la mirada.
—Esa mujer —es todo lo que dice mientras se recarga en su asiento una vez
más.
El avión continúa llenándose. Blue le trae sus cervezas a Dax y Erik, y Erik
parece haberse recuperado un poco, ya que de hecho le agradece. Ella deja un mazo de
cartas también, afirmando:
—En caso de que quieran jugar unas cuantas manos antes que sirvamos la
comida.
No veo al papá de Brooke y tengo que asumir que tomó un asiento al frente del 83
avión. La parte trasera en la que estamos sentados se llena rápidamente, sin embargo,
la mayoría con un montón de los jugadores más jóvenes que probablemente están
demasiado cansados para echar una siestecita en el frente.
—Estoy dentro.
—De ninguna forma. No soy buena en los juegos de cartas y no voy a perder mi
dinero. Creo que iré al frente del avión.
Brooke empieza a levantarse, pero antes que pueda siquiera imaginar porqué lo
hago, mi mano se dispara y se cierra alrededor de su muñeca. Me mira con curiosidad.
—Quédate. —Mi tono no suena como una orden, sino meramente una
petición.
Apuesto que si miraba hacia Erik, él no pensaría nada de que un hombre
deseara que su mujer se quedara a su lado.
Pero sé que si mirara a Dax, vería un intenso interés en su cara igual que un
poco de diversión. Sí, estamos haciendo una representación, pero es claro que la quiero
aquí porque sencillamente la quiero aquí.
84
CAPÍTULO 12
BISHOP
¿C
uál es tu número de habitación? Escribo a Brooke luego de desempacar
mi maleta. Estoy cansado, pero no tanto como para no querer follarla.
Apenas he pensado en otra cosa en el camino del aeropuerto al hotel.
Tacker aún está en el baño y la ducha está encendida. Su maleta yace sobre la
cama, con la parte superior abierta. Luce como si hubiera empacado un niño de cinco
años, con cosas lanzadas dentro de cualquier modo.
Miro fijamente mi teléfono, solo por un minuto, sin comprender realmente que
ella acaba de azotar la puerta metafórica en mi cara.
Finalmente, soy capaz de responder. Escribo, ¿En serio?, pero antes de apretar
enviar, cambio de opinión y lo borro.
En lugar de eso, escribo, Dime el número de habitación o voy a golpear cada puerta
hasta encontrarte.
Demasiado para llegar a conocer al sujeto aislado, pero habría tiempo para eso
luego. Solo tengo a Brooke por algunas semanas.
—Hola —dice ella, sosteniendo la toalla cerrada con una mano. Retrocede de la
puerta y entro, cerrando detrás de mí—. Tomé una ducha rápida. Estoy un poco
nerviosa, por alguna razón.
—No estoy segura que fueran los jugadores de hockey, sino probablemente el
viaje en avión. Eso fue increíble. 86
Deteniéndose al final de una de las camas queen, voltea para enfrentarme. Doy
otro paso, mis manos yendo a su cintura y bajo la mirada. Su rostro es hermoso desde
cualquier ángulo, pero cuando me mira desde abajo, a través de esas gruesas pestañas,
esa podría ser su mirada más dulce.
—No, tonta —le respondo con una sonrisa—. Estaba hablando de mí dándote
un masaje de espalda. Para relajarte un poco.
—Oh.
—Aunque también sé de otras formas para relajarte —le digo, con un meneo
sugestivo de mis cejas.
Es completamente sugestivo para mí que ella esté tan abierta a que la relaje con
un orgasmo, pero, diablos… puedo hacer eso cuando sea.
Mientras Brooke suelta una ligera risita y comienza a trepar sobre la cama, me
dirijo al baño para revisar entre sus cosas. He visto suficientes productos de belleza en
su baño para saber exactamente qué estoy buscando.
Tomo la loción del tocador, y cuando regreso a la cama, Brooke está sobre su
estómago, con sus mejillas apoyadas en sus brazos y viendo directo hacia mí. Esos ojos
color whisky parecen brillar mientras me ve acercarme.
Cuando pongo mis manos en su piel, ella suspira como si estuviera calmando
algo dentro de ella.
Uso solo la mínima presión para distribuir la loción sobre toda la espalda alta y
media, poniendo mi peso ligeramente sobre su culo. Deslizándome hacia arriba, curvo
mis dedos sobre los bordes de sus hombros y hundo mis pulgares en sus músculos
trapezoides. Brooke gime apreciativamente y eso me hace sonreír.
Estamos callados por varios minutos, mientras trabajo en ella, pasando mucho
tiempo en la parte superior de su espalda. No tengo prisa, a pesar de la hora tardía,
porque puedo funcionar muy bien con solo algunas horas de sueño y no tengo que
estar en ningún sitio hasta el equipo tenga que patinar a las 11 a.m.
—¿Tu mamá viene a tus juegos? —pregunta Brooke, y noto que su voz suena
pesada. Eso también me hace sonreír.
—Así es —le digo, mientras muevo mis manos hacia la parte media—. Vendrá
a algunos juegos locales en Phoenix, e irá a juegos de visitantes que sucedan cerca de
London.
Cuando desayunamos esta mañana (o, en realidad, la mañana de ayer, ya que
el reloj dice que casi son las 12:30 a.m.) Brooke pasó algo de tiempo instigando sobre
mi pasado y por eso sabe todo sobre mi mamá. Como ella, mi vida es muy parecida a
un libro abierto y no hay esqueletos oscuros en mi armario. Le dije sobre la muerte de
mi padre y mi madre asumiendo ambos roles para criarme. Sabe que soy muy cercano
a mi mamá, un hecho que, sé que a veces, avergüenza a los muchachos, pero no a mí.
Mi mamá es jodidamente increíble por diez.
—Ella es tan afortunada al tener una carrera que le permite tomarse el tiempo
para apoyarte en el hockey —murmura y noto que sus ojos están caídos. Tiene una
sonrisa serena jugando en las esquinas de sus labios.
—¿En serio? —pregunta Brooke en una forma soñadora, que me dice que cree
que fue un sentimiento muy dulce.
Me rio cuando paso mis pulgares por los músculos que protegen su espina
dorsal. Ella tiembla y los deslizo hacia abajo.
88
—No, no realmente. Mi mamá es analista financiera para una enorme
compañía de seguros y nunca renunciaría a ese trabajo. Lo ama demasiado y es una de
esas personas que probablemente trabajará hasta el día en que muera. No sabe cómo ir
lento y relajarse.
—Es solo que en Nueva York, y el trabajo en la revista, todo es una fecha límite
centrada y con presión alta, y siempre me moví a través de la vida en una carrera a
toda velocidad. Pero aquí… no es así.
—No solo es eso —dice suavemente—. Quiero decir, sí… no es lo que quiero
hacer. Es solo… que el trabajo no es del todo un desafío, así que realmente estoy feliz
de tener esta oportunidad en marketing.
Me tomo un momento para reponer algo de loción en mis manos, y bajo para
montar la parte trasera de sus muslos, así puedo trabajar en su espalda baja. Brooke
suelta un pequeño gemido de satisfacción, sus ojos cerrados apretándose más por un
momento, cuando golpeo un músculo tenso. Aflojo la presión y su rostro se relaja de
nuevo.
No dice nada más sobre el trabajo, pero estoy increíblemente curioso sobre algo
más, porque Brooke me dijo anteayer que regresaría a Nueva York si pudiera.
Me encojo de hombros.
—Es solo que… si tu papá lo está llevando bien, y vamos a orquestar nuestro
rompimiento en algunas semanas, ¿quizás podrías regresar a tu antiguo empleo en
Nueva York? Incluso podrías usar el rompimiento como una excusa de querer algo de
distancia.
Otra ligera sonrisa llega a la boca de Brooke, demostrando no solo el amor que
un hijo tiene por su madre, sino un cariño verdadero por la mujer misma.
—Por el tono de tu voz, puedo decir que ella era una mujer increíble —digo.
—Mi papá ha sido una fuente de fuerza para nuestra familia toda mi vida. El
sostén y el protector. Si por un momento en mi vida podría ser su fuerza, entonces iba
a hacerlo, a pesar de cómo me sentía por dentro.
Solo parpadea una vez, pero obedece, cerrando sus ojos de inmediato mientras
regreso al masaje de espalda. Le cuento cosas estúpidas, diciéndole algunas historias
sobre el campo de entrenamiento de esta semana. Historias que no son tan interesantes
y a veces, son un poco técnicas y aburridas. A ella no le gusta el hockey en un nivel
profundo, así que es el tipo perfecto de información para charlar con ella en este
momento. Continúo masajeando su espalda, volviéndome más y más suave en mi
asistencia, manteniendo mi voz baja y estable, mientras le cuento sobre los ejercicios
que hicimos la semana pasada.
Ejercicios defensivos.
Trabajo de barrera.
Protección del disco.
Me deslizo fuera de la cama y me dirijo al baño, donde lavo mis manos. Robo
el cepillo de dientes de Brooke y no pienso dos veces en usarlo, cepillando rápidamente
mis dientes con su pasta dental con sabor a menta.
Apagando las luces mientras regreso a la cama, noto que no hay forma de
meterla bajo las mantas sin despertarla. Así que me desnudo hasta quedar en ropa
interior y tomo el edredón de la otra cama.
Me acuesto junto a Brooke y nos cubro a ambos antes de rodar para apagar la
luz de la lámpara de la mesa de noche. Entonces, me muevo al frente, deslizando mis
brazos suavemente alrededor de ella y dándole un ligero giro para poder hacer
cucharita con ella.
91
CAPÍTULO 13
BROOKE
—¿D e verdad tomas una siesta antes del juego? —le pregunto a
Bishop mientras caminamos por el pasillo hacia mi
habitación de hotel.
—No exactamente.
—Te pregunté si te gustaría hacer algo —dice y me doy cuenta que está
ofreciéndose a llevarme al centro de San Francisco durante lo que es su período
normal de descanso antes del juego.
En realidad, pienso que eso califica como invitarme a salir a una primera cita,
porque la cena con el equipo realmente no contó el sábado por la noche, ya que
hubiera ido con o sin Bishop. Pasar tiempo en mi casa la mayor parte del domingo
antes que el avión despegara tampoco contaba.
—Gracias —le digo mientras bajo, trayendo mis talones al piso—. Pero no vas
a hacer absolutamente nada que te desvíe de tus rituales normales antes del juego. Tal
vez no sea una loca por el deporte, pero sé lo suficiente para saber que tu fuerza es
importante para esta noche.
Después del almuerzo, los jugadores tenían tiempo libre hasta que el autobús
partiera hacia el estadio a las 4:30 p.m., donde había organizado una cena saludable
para el equipo. Aquí es donde Bishop llenó los vacíos y me dijo que la mayoría de los
jugadores solo duermen las pocas horas que tienen libre. Puntualmente me informó 93
que vendría a mi habitación a tomar una siesta, ya que no quería escuchar roncar a
Tacker. Cómo sabía que Tacker roncaba se me escapaba.
—¿Vas a tomar una siesta conmigo o hacer algo más? —pregunta mientras saca
su billetera del bolsillo de sus pantalones y empieza a quitarse los zapatos. Mis ojos
están fijos en su trasero porque es un increíble trasero. Todo sobre su cuerpo es
increíble, desde su cuerpo cincelado, nacido de tanto arduo trabajo, a su enorme
tamaño, que era incluso más grande cuando estaba completamente vestido y fuera en
el hielo para la práctica hace un rato. Fui capaz de verlos practicar, sabiendo el horario
y teniendo tiempo en mis manos.
—Quiero hacer algo más —dejo salir cuando me doy cuenta del zumbido en
mis venas y el placer entre mis piernas está haciendo que me vuelva atrevida.
Bishop se gira del tocador y veo un breve destello de feliz sorpresa antes que sus
ojos se oscurezcan a un color esmeralda profundo. Viene hacia mí, de hecho
acechando, hasta que estamos de frente. Me mira, pero no hace un movimiento.
—¿Qué quieres hacer, Brooke? —pregunta Bishop en una tensa voz—. Porque
puedes hacerme lo que quieras. Puedes pedirme que te haga cualquier cosa y lo haré.
94
Un estremecimiento se apodera de todo mi cuerpo y cierro mis ojos esperando
recuperar el control. Doy una fuerte sacudida de mi cabeza y me obligo a mirarlo a los
ojos.
—¿Qué quieres decir? —pregunta, su voz dura, pero también muy gentil.
—Quiero que me digas qué hacer —digo en una pequeña voz que espero que no
haya salido tan patética—. Quiero que me hagas lo que quieras.
—Brooke —es todo lo que dice y suena como si estuviera advirtiéndome. Que
tal vez estoy provocándolo en una forma que no debería y quiere que retroceda.
Empiezo a dar un paso hacia atrás, pero sus manos están en mi nuca,
sosteniéndome en mi lugar.
Está bien… quizás debería ir por ello. Inhalo a través de mi nariz y lo dejo salir
en la misma forma para darme un breve momento para concentrarme. Extendiendo mi
brazo, coloco mis manos en su cintura e inclino mi cabeza hacia atrás para poder verlo
claramente.
El flujo de humedad que empapa mis bragas es casi embarazoso, pero logro
asentir. Podría también decirle toda la verdad.
—Tu trasero es todo mío, Brooke. Y voy a disfrutar el proceso que te lleve a
tomar mi pene. ¿Entiendes eso?
—¿Qué es eso?
—Voy a tomar esa jodida y hermosa boca —dice —. Voy a tomarla y follarla.
He estado muriendo por ver esos labios bien abiertos y abrazando mi pene. Quiero ver
lo estrecha que es tu garganta. Verla moverse mientras tragas.
—Ponte de rodillas para mí, Brooke —me ordena en una ronca voz que me
acaricia con algo oscuro y casi peligroso. Encuentro que me gusta mucho y me
pregunto qué tipo de chica me hace.
—Síiiii —sisea a través de sus dientes mientras lo chupo. Tiene un sabor salado
y su pene me llena tanto que mis ojos empiezan a llorar. Cuando la punta toco la parte
posterior de mi garganta, trago más allá del reflejo nauseoso y deslizo mis manos a su
trasero para mantenerlo dentro de mí.
96
Bishop empieza a salirse y ahueco mis mejillas para chupar. Bishop gime, y
cuando solo la punta está en mi boca, arrastro mis dientes sobre él hasta que sale.
Inclinando mi cabeza hacia atrás ligeramente, lo miro a través de mis pestañas. Está
mirándome con una expresión casi severa en su cara, aunque sus ojos están ardiendo
con lujuria y asombro.
No puedo moverme… solo puedo controlar la succión que le doy y los sonidos
que hago.
A
unque siempre comienzo a sentir un zumbido de emoción mientras me
pongo mi uniforme en los vestidores, solo al estar calentando en el
hielo antes del juego es cuando la adrenalina realmente comienza a
fluir. En parte, eso es debido a los fanáticos inflexibles que bajan al cristal para vernos,
esperando que uno de los jugadores haga volar un disco hacia ellos. Es debido a los
niños con rostros maravillados y sorprendidos, que les dicen a sus padres que quieren
ser jugadores de hockey profesional algún día. Mierda, incluso las conejitas del hielo,
calientes como el infierno, que también bajan al cristal para vernos calentar hacen que
mis jugos fluyan. Quiero decir, ¿qué hombre no actúa mejor cuando mujeres preciosas
lo observan?
Tardo tres mini vueltas alrededor de nuestra mitad de la pista mientras miro 97
hacia la sección de asientos de visitantes antes de hallar a Brooke. Es inusual que
esposas o parejas viajen a juegos de visitantes, pero algunas lo hacen. Usualmente, las
de los que no tienen obligaciones con sus hijos de las que preocuparse, así sus esposas
o novias son más flexibles para viajar. Mientras que no vuelan con el equipo y son
responsables de su propio viaje allí, un paquete de boletos siempre están reservados
para los miembros de las familias de los Vengeance, así todos pueden sentarse juntos.
Cuando salía casualmente antes, a menudo hacía que esas mujeres vinieran a
verme jugar hockey. Quiero decir, enfrentémoslo, eso es lo que les gusta a la mayoría
de las mujeres cuando follan con nosotros: la fama y la gloria de estar con un atleta
profesional. Pero durante esos juegos, cuando salí al hielo para el calentamiento,
nunca me preocupé en buscarlas. Ni siquiera me importaba dónde estaban sentadas.
Porque al minuto en que entro en el estadio, todo lo que me importa es el juego. Aíslo
todo y a todos fuera, excepto mis compañeros y mi entrenador.
Excepto que esta noche es diferente. No fui capaz de apagar mi mente cuando
entré en el estadio esta noche. No he sido capaz de dejar de pensar en Brooke desde
que la dejé hace algunas horas para ir al vestidor y prepararme. Ella viajó en el autobús
del equipo con nosotros, y se sentó junto a su padre (para darme espacio para poner mi
cabeza en modo de juego, dijo ella); y luego desapareció, después de darme un rápido
beso justo en frente de él.
Justo en frente de muchas personas, en realidad. Creo que el beso fue para el
espectáculo, para probar a su papá y a todos que éramos una pareja tanto como lo
habíamos afirmado. Estaba más impresionado de que su padre ni siquiera me gruñó o
me lanzó una mirada mortal, pero tampoco sonrió.
Brooke está sentada cerca de quince hileras atrás de nuestra banca. Usa una
camiseta impresionantemente nueva, con SCOTT a lo largo de la espalda, junto con
mi número 32, y esa A en el frente, hecha en plateado, con bordado verde y azul sobre
los bordes. La sorprendí con ella anoche, diciéndole:
Tiene su hermoso culo posado en el borde de su asiento, con sus codos sobre
sus rodillas, inclinada al frente en su asiento tanto como puede, sin caerse de allí. Me
sonríe y levanto mi barbilla antes de entregarle un guiño. Su sonrisa se vuelve más
grande.
Antes de poder darle una mirada atontada en respuesta, me obligo a voltear, así
puedo concentrarme en calentar. Estamos haciendo un ejercicio de dos jugadores,
pasando las defensas y lanzando al arco para que nuestro portero también pueda
calentar. Me las arreglo para hacer tres pases a la red sin pensar en Brooke, ni una vez.
A decir verdad, sí la miro luego de ese tercer pase y ella está observándome
98
atentamente.
***
Incluso cuando sentí que los jugadores de los Vengeance se unieron entre sí
durante el campo de entrenamiento, realmente no tenía muchas expectativas sobre
cómo jugaríamos en un verdadero juego, contra un oponente de primera.
Pero para el tercer período, cuando estamos arriba 5 a 1, supe que este equipo
estaba hecho de algo especial. Quizás había una fórmula mágica que fue usada para
escoger a los jugadores en el draft de expansión, o quizás era que todos mis
compañeros estaban igual de encendidos por la posibilidad de algo genial. Tengo que
admitir que no apesta tener un estadio de clase mundial, instalación de entrenamiento
y vuelos en el más lujoso estilo para nuestros juegos. Creo que es un factor que el Sr.
Carlson esté cuidándonos bien, así que debemos dar un esfuerzo de 110 porciento.
Faltan treinta segundos y Eric se las arregla para robarle el disco a un Brawler
con su bastón. Éste se tambalea justo al palo de Tacker y salgo disparado por el hielo.
Miro sobre mi hombro y veo que Tacker ya está haciéndome el pase.
No me toma más de un segundo buscar ese pase, pero en ese momento, uno de
los Brawlers se adelanta y ha volteado sobre sus patines para enfrentarme, volviéndose
un enorme obstáculo que deberé rodear si voy a lanzar un tiro.
A pesar del hecho de que mis piernas están agotadas, saber que Brooke está
arriba, en esas tribunas, probablemente de pie y gritando por mí en este momento, me
da un estallido de energía que no esperaba. Hundo mis cuchillas en el hielo y me lanzo
al frente, moviendo el disco de derecha a izquierda en frente de mí. Me encuentro con
99
el defensor tan rápido que sus ojos realmente se amplían, antes de enfocarse en mi
torso para minimizar el impacto que, de cualquier forma, intentaré para confundirlo.
Mi movimiento favorito es fingir ir a la izquierda y luego rodearlo hacia la derecha. No
tengo idea de si el jugador en frente de mí me conoce lo suficiente para saber eso, pero
en caso de que lo haga, me lanzo a la derecha.
Me impulso con dos poderosos movimientos de mis patines para llegar dentro
de los cuatro metros y medio del portero y finjo un disparo a su izquierda. Él se tira
hacia allí y doy un rápido giro de muñeca hacia su lado derecho, observando mientras
el disco gira hacia allí, pasando rozando a través de la pequeña abertura entre su
almohadilla de pierna y el guante en su brazo.
4
Agujero: las áreas difíciles de cubrir para los porteros son llamadas "agujeros". Los primeros cuatro son
las esquinas de la portería, el quinto es el espacio entre las piernas del portero. El espacio entre el brazo
con el palo y su cuerpo es el sexto, y el séptimo es el lado del brazo con guante.
Un pequeño rugido se eleva de la multitud. A decir verdad, probablemente solo
el 20 por ciento de la arena está llena con fanáticos de los Vengeance, pero el hecho de
que seamos un equipo recientemente franquiciado, que acaba de ganar seis sobre uno a
los Brawlers en su arena, ha hecho sus voces significativamente más fuertes.
Me veo abrumado por mis compañeros, quienes lanzan sus brazos hacia mí y
me palmean encima del casco. Esta era la segunda anotación que marcaba esta noche.
Mientras patino de regreso a la banca, levanto mis ojos, dejando que mi mirada
viaje quince hileras arriba, para ver a Brooke aplaudiendo y gritando por mí.
***
Salgo de las duchas con una toalla envuelta alrededor de mi cintura y me dirijo
hacia mi casillero.
—Jugaste un maldito buen juego esta noche. Continúa así y vas a ser uno de los
líderes de la liga.
—Tengo que admitir que fue agradable verlos juntos a Brooke y a ti en el avión
y durante las comidas del equipo.
Trato de mantener mis hombros sueltos y relajados cuando volteo de nuevo
hacia él, por completo, dando un paso más cerca para que nuestra conversación no sea
oída por otros. Una cosa es que mis compañeros de equipo lo oigan felicitándome,
pero otra muy distinta es que estén al tanto de una conversación personal como esta.
No tengo idea de qué mierda decir a eso, porque tan anticuado como suena,
tiene toda la razón. Si yo alguna vez fuera a casarme, ni siquiera imaginaría tener
discusiones al respecto. Todo el punto de una propuesta es la sorpresa.
Uh.
Esa mentira no dolió tanto como pensé que lo haría, porque, mientras que no
estoy enamorado de Brooke y ella no es mi mundo entero, encuentro que realmente
me gusta mucho.
Mis cejas vuelan hasta el techo y mi sorpresa por su pregunta debe parecer
genuina, porque su rostro se suaviza ligeramente. Lo tranquilizo.
—De nuevo… Gran juego. Quiero que hagas lo mismo mañana. 102
Se aleja, pero me las arreglo para decir:
S
on casi las 1:30 de la mañana cuando llegamos a la casa de Brooke.
Después de vencer a San Francisco, volamos esa noche a Los Ángeles
para enfrentarnos a los Demons, que es uno de los dos equipos en Los
Ángeles. Ganamos ese juego 2-1, y después de duchas rápidas, tomamos un autobús al
aeropuerto donde abordamos el increíble avión del equipo de regreso a Phoenix.
Estaba tan jodidamente elevado por las victorias consecutivas, como miembro de un
equipo de expansión, que estaba demasiado activo para incluso dormir en el vuelo a
casa. Brooke, por otro lado, pasó todo el vuelo con la cabeza apoyada en mi hombro y
roncando suavemente. Me contenté con esto y escuché música.
—Creo que me voy a quedar en mi casa esta noche. Tengo algo de ropa que
necesito lavar y tenemos una práctica matutina. Es realmente muy agitado el día del
juego, ya sabes.
Como excusa, esta es bastante patética. Sí, tenemos un juego en casa esta noche
y también es cierto que tengo que lavar ropa y entrenamiento matutino. Incluso podría
argumentar que debo irme a casa solo para poder descansar bien en lugar de pasar
tiempo dentro del cuerpo de Brooke. El juego de mañana será brutal, dado que
estamos saliendo de una gira de dos juegos.
—Realmente deberías descansar bien esta noche, Bishop. Estoy segura que estás
agotado.
No tan cansado, porque si Brooke me dijera en este momento que quiere que la
lleve a la casa y la folle toda la noche, estaría absolutamente bien con eso. Pero por
suerte para mí, ella solo da otro pequeño bostezo y empuja la puerta del pasajero para
abrirla.
—Es solo que… no sé, es realmente un poco extraño. No tengo ni idea de por
qué haría esto.
Puedo decir que Brooke está preocupada por esto, pero no es como si este fuera
un exnovio acosador dejando una nota en su casa. No hay nada en esta situación que
justifique quedarme con ella esta noche.
Aunque lo haría, si me lo pidiera.
—Puedes tener mis dos boletos de temporada para que puedan ir juntas si
quieres —suelto.
Mierda. Ahora, ¿por qué acabo de ofrecer eso? No habría nada de malo en que
Brooke no viniera al juego esta noche para salir con su amiga.
Brooke saca las llaves de su bolsillo y abre la puerta. Se vuelve hacia mí con una
suave sonrisa y dice:
—Creo que suena increíble si estás seguro que no te importa darnos los boletos.
Y salir después también suena genial.
Brooke asiente.
—Estoy segura que lo haría —dice, pero no suena demasiado confiada—. Una
vez que le explique las cosas, estoy segura que estará bien. Además, probablemente
regresará a Nueva York pronto.
Nos miramos con torpeza bajo el brillo de la luz del porche a la 1:30 de la 106
mañana. No hay ni una sola persona alrededor para observar si me voy sin mirar atrás
o si la beso hasta dejarla sin aliento.
***
—No tengo que pasar todas las noches con ella —digo a la defensiva, y Dax ríe.
—Hay algo real entre ustedes dos —dice Dax con tanta seguridad en su voz que
casi tengo que creerlo.
—Nos conocemos desde hace una semana —digo secamente—. Dije que me
gusta, no que quiera hacer las cosas serias con ella.
—No hay nada malo si lo haces —dice Dax con una mirada significativa—.
Pero no creo que lo llamen hacer las cosas serias estos días.
Pongo los ojos en blanco y decido dejar el tema. He estado pensando en esto
tanto que me duele la cabeza. En su lugar, le informo sobre la amiga de Brooke que
viene de visita.
—Va a ir al juego esta noche con Brooke y pensé que quizás todos podríamos
salir después.
—Bueno, será mejor que invite a algunos de los chicos, porque no voy a ir una
cita a ciegas con una mujer que no tengo ni idea de cómo es.
Eso me atrapa y dejo escapar una risa profunda. Me gustaría decir que es típico
de Dax, pero maldición, también sería típico de mí.
—Había planeado invitar a Legend y Eric. Pensé en tal vez preguntarle también
a Tacker.
—Tacker no vendrá.
Aun así, sé que lo dejé plantado en este viaje por carretera quedándome las dos
noches en la habitación de Brooke, pero quiero hacer un esfuerzo para llegar a
conocerlo un poco mejor. Mientras que él le da más del 100 por ciento de sí a este
equipo, el hombre no debería tener que ir por la vida llevando cargas tan pesadas.
108
CAPÍTULO 16
BISHOP
—Este debería ser nuestro lugar de reunión oficial —dice Erik mientras
mira a la mesera apreciativamente. Acabamos de entrar en el Sneaky Saguaro, solo
uno de los muchos establecimientos donde puedes ir por una bebida y comida pre o
post juego en Vengeance Town. Fue recomendado por nuestro representante de
equipo, que nos dijo que aquí había conocido al trasero más ardiente que había tenido.
—Brooke dijo que tenían una mesa en el piso superior —digo sin comentar
sobre las meseras. Ahora tengo una novia. Ella es la única a la que quiero ver vestida
así.
Pienso en eso durante un momento y… sí, eso es precisamente correcto.
El primer piso es todo mesas, y una escalera conduce al segundo piso con una
inmensa barra con barriles alineados en la pared detrás. Hay una variedad de mesas,
tanto altas como bajas, igual que reservados a lo largo del perímetro. Asumo que
puedes comer aquí, pero está mayormente lleno de gente solo bebiendo. Tenemos que
abrirnos paso entre una gruesa multitud, muchos visten camisetas nuevas de
Vengeance por nuestro primer juego local.
Me giro, capto una breve mirada de un joven que luce bastante borracho;
rodeado por un montón de otros fanáticos de Vengeance, señalándome con la boca
colgando abierta. Erik viene a pararse detrás de mí seguido por Legend y Dax. 110
Los ojos de los fanáticos se abren inmensamente.
—Mierda… Erik Dalhbeck, Legend Bay y Dax Monahan. Mierda, gente. Los
Vengeance de Arizona están en la casa.
Le doy crédito a mis compañeros de equipo. Todos ponen las mismas sonrisas
de bienvenida que yo y nos adelantamos. Extiendo mi mano al sujeto que me llamó. Él
la estrecha y empieza a charlar sobre el juego tan increíble que jugué y lo emocionado
que está.
Tardamos una buena media hora en firmar autógrafos y posar para las fotos.
Como era de esperarse, hay varias conejitas del hielo vistiendo camisetas ajustadas que
apuesto son tallas infantiles extra-chicas o camisetas con escote bajo con el logo de
Vengeance encima. Erik, Legend y Dax se comen esa mierda, y algunas de esas
conejitas del hielo van a acostarse esta noche con mis compañeros.
A menos que Nanette esté caliente y esté buscando pasar un buen rato.
Cuando finalmente localizo a Brooke, está sentada en una mesa alta con cuatro
sillas. Junto a ella está una deslumbrante pelirroja que tengo que asumir es Nanette.
Igual que Brooke, está vestida muy a la moda, lo que espero ya que es de Nueva york y
trabaja en una revista de moda.
—Me pido a la amiga —dice Erik con voz baja mientras caminamos hacia la
mesa. Ni idea si los otros chicos lo escucharon, pero supongo que no importa lo que él
quiera. Es lo que Nanette quiera.
Brooke gira la cabeza y sus ojos se fijan en los míos. Separa los labios en una
brillante sonrisa. Cristo, me pregunto si ¿habrá un día cuando su sonrisa no me afecte?
—Está bien, corten esa mierda amorosa —gruñe Erik y toma asiento al otro
111
lado de Nanette. Le extiende su mano—. Hola, soy Erik.
—¿Y cómo fue tu día? —le pregunto, jugando con los extremos de su cabello
mientras mi mano descansa en la parte posterior de su taburete.
—Agotador —dice con una sonrisita—. Trabajé con el grupo de Sebastián hoy
y…
—¿Sebastián?
—¿Cuáles crees que sean las posibilidades de que te transfieran allí a tiempo 112
completo?
Le lanza a Brooke la más breve de las miradas antes de posar sus ojos en mí.
Ojos de apreciación. Los mismos ojos coquetos que les había estado dando a mis
compañeros hace momentos. Se inclina en la mesa, exponiendo algo de escote.
Esto es seguido por un batir de sus pestañas y tal vez una mirada expectante en
su cara de que le corresponderé el halago. No estoy seguro porqué eso me molesta,
pero lo hace. Tiene tres jugadores profesionales de hockey babeando por ella y aquí
está ella coqueteando conmigo enfrente de mi novia.
Bueno, quiero decir que ella sabe que Brooke y yo realmente no somos…
¿O lo somos?
113
Mierda, ya no puedo asegurarlo. Se está enredando tanto.
Ella solo me sonríe un momento, como si estuviera esperando que dijera más, y
cuando no lo hago, regresa tranquilamente a Erik para continuar su conversación con
él.
La frustración hierve en los ojos de Brooke. Se mueve un poco más cerca de mí.
—¿Ella entiende que iré a casa contigo esta noche, así que si espera tiempo de
calidad de chicas contigo, no va a conseguirlo?
—Dijiste que te gustaba que yo tuviera el control, así que sí… iré a casa contigo
esta noche y tu invitada podría escuchar todo si no puedes quedarte callada.
Echando la cabeza atrás, Brooke suelta una profunda carcajada. Cuando sus
ojos vuelven a los míos, húmedos de hilaridad, lleva su otra mano a mi cara de nuevo,
y mierda, se siente bien allí, y asiente. Su voz no es más que un susurro.
—Sí… me gusta que tengas el control y me alegra que vengas conmigo a casa
esta noche.
114
CAPÍTULO 17
BISHOP
F
inalmente, cuando recupero el aliento y la fuerza en mis brazos para
hacerlo, ruedo de encima de Brooke y me desplomo junto a ella en la
cama. Con mis ojos en el techo, la siento moverse más que verla, un leve
movimiento en la almohada que compartimos.
—Estuvo bien no tener que hacer silencio —dice con una voz ronca por gritar
tanto.
Mi cabeza se gira y la miro. Su rostro está a unos centímetros del mío, esos ojos
ambarinos con motas doradas mirándome y su boca formando una sonrisa torcida. Le
sonrío en respuesta antes de darle un beso rápido.
Para cuando regreso del baño, Brooke está sentada con las piernas cruzadas en
la cama con el edredón sobre su regazo. Tiene la cabeza inclinada sobre su teléfono,
sus dedos volando sobre la pantalla.
Me meto bajo las mantas sin molestarme con la ropa interior. No me importa
dormir desnudo o vestido, pero dado que ya estoy desnudo, no tengo reparos en
meterme así. Agarro la botella, la abro y doy varios tragos. Para cuando la he
regresado a la mesa, Brooke está poniendo su teléfono en su mesita de luz.
—Era Nanette —dice cuando se da la vuelta para enfrentarme, todavía sentada
con las piernas cruzadas—. Me mandó un mensaje diciendo que se queda con Dax
esta noche.
—Asegúrate de que con quien sea que se vaya esta noche llegue a salvo a casa.
Pero bien por Dax. Espero que lo que sea que consiga esta noche sea bueno y
valga la pena escuchar a Nannete conseguirlo.
—¿Puedo hacerte una pregunta? —Creo que es un hecho que puedo, pero de
alguna manera quiero establecer el tono de que esto es de alguna manera serio.
—Tal vez solo me pareciera a mí… pero Nanette parece del tipo ególatra —le
digo a Brooke, decidiendo no guardarme nada.
—Te diste cuenta de eso, ¿eh? —dice con una risotada, pero luego su expresión
se serena un poco—. Pero esa no fue una pregunta.
—Supongo que tengo curiosidad de por qué eres amiga de ella. —Mi mano
aprieta su rodilla—. No podrían ser más distintas.
Solo me tomó media hora de observación y supe el tipo de mujer que era.
Coqueteaba demasiado y sugestivamente, sacó un espejo de su bolso dos veces para
ponerse lápiz labial y esponjarse el cabello, también revisando todos los detalles de su
rostro. Si los chicos intentaban incluir a Brooke en la conversación, Nanette
intercedería y regresaría la atención sobre sí misma. Era creída, y para mi sorpresa, un
poco insulsa, sin embargo, intentaba compensar lo que carecía allá arriba con su
aspecto.
—Supongo que es para tomarse unos días libre, tener un lugar gratis donde
quedarse y tener acceso a guapos jugadores de hockey.
—Apaga la luz.
—Tuve una conversación interesante con tu papá luego del juego de San
Francisco —le digo, la oscuridad de alguna manera haciendo que sea más sencillo
hablar de esto.
La cabeza de Brooke se levanta de mi pecho para mirarme, pero todo lo que
verá son sombras. Presiono mi mano contra su cabeza, obligándola a volver a
acostarse. Continúo.
—No dije nada al principio, pero he estado pensando mucho en ello y creo que
podríamos tener un problema.
—¿Cómo? 118
—Quería saber qué estaba pasando, y cuando le dije que íbamos a hablar al
respecto, resopló un poco. Dije que no entendía de qué estaba hablando, dijo que debí
comprarte un anillo a estas alturas.
—Y tuve que decir que sí, Brooke. Tuve que mirarlo a los ojos y decirle que sí,
y que eras mi todo.
—Bueno… una semana más y podremos dejar todo esto atrás. Solo podemos
aguantar un poco más mientras…
Niego con la cabeza y alargo mi brazo para tomar su mano, que está apoyada
en el colchón. Entrelazo mis dedos con los de ella.
—¿No lo ves? No podemos hacer esto la próxima semana, Brooke. Acabo de
mirar a tu padre a los ojos y le dije que te amaba. Rompemos la siguiente semana
como habíamos planeado y tu padre va a saber que estoy lleno de mierda.
—De ninguna manera —digo bruscamente, sin estar dispuesto a permitir que
Brooke acepte la culpa por esto. Estábamos juntos ahora.
—Quizás deberíamos seguir con esto un poco más de tiempo. Quiero decir, el
equipo lo está haciendo tan bien y no quiero que nada lo estropee.
Oh, sí… me gusta mucho esa idea. Más tiempo con Brooke mientras pensamos
en una buena manera de salir de esta mierda.
—Es una buena solución —me interrumpe y suelto un suspiro lento y silencioso
de alivio—. ¿Es raro?
—Absolutamente nada raro —le aseguro con un ademán de mi mano, pero esta
es la cosa más jodida que he hecho referente a mi vida. Soy completamente consciente
de lo completamente descabellado que es todo esto. Nunca lo diría en voz alta, pero
demonios, debimos habernos sincerado en el momento en que nos atrapó en su oficina
y probablemente un millón de veces luego de eso.
Deslizo mis dedos por su pómulo, sobre su oreja y hacia la parte trasera de su
cabeza para sostenerla en el lugar. Inclinándome, le muestro una sonrisa pícara.
Se retira.
—Pero…
—Deja de hablar, Brooke, u ocuparé esa boca con algo que hará que sea
imposible que digas nada.
Soy recompensado con una risa ronca y se inclina para mordisquearme el labio
inferior.
120
Eso lleva a otro beso, más profundo esta vez, y poco después nos hemos
olvidado de los compromisos falsos, su padre, Nanette y todo lo demás en el mundo.
CAPÍTULO 18
BROOKE
M
i casa se encuentra en silencio cuando entro, mis oídos abiertos
y receptivos.
—¿Nanette?
Mirando hacia atrás en nuestra relación, pasando los últimos cinco años en el
mismo trabajo juntas, me doy cuenta que podía manejar a Nanette en pequeñas dosis.
En el trabajo esos podían haber sido unos pocos encuentros a través del día. Nanette
principalmente ayudaba en las sesiones de fotos para la revista y algunos días no la
vería en absoluto porque estaría lejos en alguna locación. Las veces que salíamos a
comer o beber eran igual de escasas, y por lo general, con un grupo de gente. Durante
esos períodos, es casi como si hubiera tenido un tanque lleno de “buen
comportamiento” que afortunadamente para mí nunca se agotaba en los cortos
períodos de tiempo que pasábamos juntas. Pero creo que el tanque estuvo vacío para el
segundo día y la verdadera Nanette quedó expuesta: una visitante perezosa y vividora
que estaba probando mi paciencia.
—A pesar del hecho de que no tiene a dónde ir, se levanta antes que yo y usa
toda el agua caliente cuando se baña —mascullé, y luego añadí—: Lo hace a
propósito.
—Hizo un berrinche de que solo tuviera en la nevera leche de dos por ciento en
vez de descremada.
—Habla de ella sin parar —me quejé con él—. Conozco demasiados detalles
sobre su cabello, piel, intolerancias estomacales, su papi alcohólico, su sobresaliente
hermana con la que no puede compararse, su último ex-novio al que acosa en las redes
sociales, una aventura que tuvo con unos de los editores asistentes de la revista y su
vida sexual. —Añadí eso último con un pequeño escalofrío—. Solo digamos que no sé
si pueda mirar a Dax a la cara otra vez, ya que ella fue demasiado explícita sobre lo
que han estado haciendo juntos. 122
Bisho al menos tuvo la gracia de parecer un poco comprensivo antes de
comentar:
—De hecho, él dijo que ella no era tan genial en la cama —me dijo
sinceramente—. Pero sí, creo que también se prendió de él con un poco de insistencia
luego de pocos días.
Bishop siguió diciéndome que Dax amablemente le dijo anoche luego de dejarla
en mi casa que estaría muy ocupado para verla de nuevo antes de que ella se fuera para
regresar a casa en Nueva York. No supe esto de primera mano, ya que Bishop y yo
estábamos durmiendo cuando ella entró, y esta mañana, estaba encerrada en su cuarto
luego de tomar una ducha temprana junto con toda el agua caliente.
Me mira con una expresión cortante para luego regresar a un vestido que está
sosteniendo para admirarlo. Nanette luego lo lleva a su cuerpo y se gira para mirarse
en el espejo en la parte trasera de mi puerta. Sin mirarme, responde:
Mis dedos se doblan hacia dentro, mis manos cerrándose en puños. Sin
embargo, mantengo una sonrisa agradable pegada a mi rostro.
123
—Oh, ¿sí?
Asiente.
¿Qué demonios?
Oh, sólo… asqueroso. Estoy a favor de tener la misma liberación sexual que los 124
hombres, pero en el lapso de unos pocos minutos, prácticamente me ha contado sobre
usar a tres hombres sin vergüenza en absoluto. En verdad me alegra que Dax se haya
limpiado las manos de ella y ahora siento la apremiante necesidad de darle una seria
advertencia a Erik.
—¿Qué piensas de este? —pregunta Nanette cuando se gira del closet para
enfrentarme, alzando, irónicamente, un vestido de seda Nanette Lepore línea A con
dobladillo asimétrico. No es uno de mis favoritos así que me encojo de hombros.
—¿Por qué vas a dar una entrevista de trabajo aquí? —le pregunto.
Mi mandíbula queda abierta y no puedo pensar una sola maldita cosa que
decirle. Me gustaría decirle algo como “Pudiste haberme dicho la verdad”, pero suena
vacío dado que en el minuto que llegó aquí, la arrastré a mi mentira y la de Bishop.
Bishop.
Lo había invitado a comer esta noche. Iba a hacer fajitas y margaritas y ahora
estoy pensando solo en las margaritas. Eso es todo lo que quiero.
—Mira… ese es Bishop y tengo que empezar a cocinar. Vamos a tener fajitas si
quieres unirte a nosotros.
***
—Quiero matarla —le siseo a Bishop en una voz baja que probablemente no 125
pueda llegar a mi dormitorio, donde Nanette sigue hurgando en mi armario.
Y bebí.
—No puede quedarse aquí —dice Bishop en voz baja y quiero besarlo tanto por
decir eso—. Acabarás asesinándola y no quiero tener visitas conyugales contigo en la
cárcel.
—Tengo que tener cuidado con ella. No sé lo que sería capaz de hacer con
nuestro secreto si la enfado.
—Cristo —murmura a la vez que corta un pimiento rojo—. Qué lío que te está
causando esto.
Estoy de acuerdo con ese sentimiento tomando otro largo trago de la margarita.
Me mira con una sonrisita antes de volver a cortar.
—Eh… no lo sé.
No hay manera de detener la risita que sale de mí. Paso mi dedo a lo largo del
borde, reuniendo un poco de sal. La lamo y luego le pregunto:
—Pero en serio, ¿qué voy a hacer? ¿Y qué hay de esta entrevista de trabajo con
Sebastian? ¿O es una completa invención de él para meterse en sus pantalones o en
verdad va a considerar abrir un puesto para ella?
Bishop deja de cortar y baja el cuchillo. Pone ambas palmas sobre la encimera y
se inclina para acercar su rostro más al mío. 126
—Escucha, Brooke. No sé cuál es el juego de ella o el de Sebastian. Todo lo que
me preocupa es que no te pisoteen. ¿Quieres que hable con él?
—No hay nada de malo con una persona como yo usando mi influencia de
estrella para conseguir algo de la organización. Las celebridades y las estrellas
deportivas lo hacen todo el tiempo.
—Es dulce, pero no. Manejaré el asunto del trabajo yo misma, pero cualquier
consejo que tengas sobre Nanette es apreciado. No la quiero de compañera, a corto o
largo plazo. ¿Cómo le digo eso?
Consigo una suave expresión de su parte; me dice que en verdad lo siente por
mí y mi difícil situación. También veo un enojo ardiendo bajo en su expresión. Ese es
su proteccionismo. Alargando una mano, mete un mechón de mi cabello detrás de mi
oreja. Un movimiento dulce e íntimo que tiene a mi vientre como si estuviese lleno de
burbujas de champaña.
—No entremos en pánico por el momento. Podría estar fanfarroneando, y
como dijiste, lo más probable es que ni siquiera sea una oferta verdadera de trabajo.
Podría regresar a Nueva York según lo planeado este fin de semana. Solo esperemos y
veamos.
—Gracias, Bishop.
—¿E stás bien o te maté? —le pregunto a Brooke cuando salgo del
baño principal, apagando la luz detrás de mí. No se ha
movido de la posición en que la dejé, que era boca abajo,
brazos extendidos y rostro a un lado por lo que su mejilla estaba sobre uno de los
almohadones. Sus piernas levemente separadas pero completamente relajadas.
—Me mataste —masculla, pero sus labios se están moviendo, así que no puede
ser cierto.
Le daré las gracias a las tres margaritas que la hicieron lo bastante aventurera
como para dejarme atarla y jugar con su culo esta noche. Había traído mi bolso de
noche con una muda de ropa y algunos juguetes que había comprado hoy. Además del
tapón, había una mordaza que había planeado para que Brooke usara porque no quería
que Nanette nos escuchara. Por suerte, Nanette se fue poco después de la cena. Hizo
que un Uber la recogiera y Dios sabe a dónde fue.
Sin Nanette, estuve más que feliz de escuchar los gritos de Brooke. Devoré cada
uno e intenté provocar todavía más.
Pero cuando regresé a la tierra, decidí regresar a ser el hombre que no estaba
seguro de qué demonios quería, y hasta que lo resolviera, estaba contento con que esto
se desarrollara sin que tuviera que comprometerme.
Ella no puede ver mi sonrisa, pero estoy seguro que puede escucharla.
—Gracias —murmura.
—Por ser un buen amigo —dice, y eso me sorprende tanto que mis ojos se
abren y mi cabeza se gira.
¿Hice eso?
—De acuerdo —dice, sus ojos cálidos y la más diminuta de las sonrisas en su
rostro.
Nos miramos fijamente por un momento, entonces su mano sube para tocar el
lateral derecho de mi frente, cerca del nacimiento de mi cabello. Su dedo traza una
cicatriz que ocupa unos pocos centímetros de piel antes de desaparecer en mi cabello.
130
Solo es una de las muchas cicatrices que tengo como jugador de hockey.
Esta no es la primera vez que he respondido esa pregunta. Ha dejado que sus
manos vaguen por mi cuerpo antes de suavemente trazar la piel arrugada de cada una
de mis cicatrices y hacer esa pregunta una y otra vez.
Rodilla derecha: cirugía de menisco. Recibí una mala caída jugando al hockey
sobre un estanque.
Pierna derecha: tajo por saltar un cerco. Tomar un atajo a través del patio del
vecino equivocado una noche intentando violar el toque de queda y luego tuve que
escapar de un rottweiler.
—Bajando en trineo por Granger Hill cuando tenía ocho —le digo—. No era el
mejor manejando y tuve un choque con un árbol.
Brooke hace una mueca mientras gira su mano levemente para llevar su pulgar
sobre la misma y rozarla suavemente.
Hablando de eso…
—Va a volar el miércoles para el juego local que tendremos esa noche y se
queda para ver el siguiente juego local el sábado. Volará de regreso a casa el domingo a
la mañana.
Mis ojos vagan sobre el rostro de Brooke. Veo su expresión abierta, la diminuta
preocupación que tiene por mí y alguna culpa restante de que me haya puesto en esta
posición. Me giro para que mi rostro esté cerca del de ella.
—No puedo esperar a conocerla —murmura—. Será agradable que no sea bajo
falsas pretensiones.
—Mi mamá se quedará en un hotel —le digo—. Siempre lo hace, ya que eso le
da un lugar tranquilo donde trabajar durante el día. No dejará el trabajo
completamente detrás. Pero supongo que tal vez podamos hacer algo juntos. Como
quizás ir a los jardines botánicos un día. ¿Te sumas?
Asiento, odiando no poder tener a Brooke cuando quiero. Los días entre los
juegos son preciosos. Aunque por lo general hay una práctica ligera y entrenamiento,
prácticamente estoy libre después y amo la flexibilidad de esa vida. Apesta que quiera
a Brooke conmigo esta semana para llevar a mamá a los jardines, pero está
encadenada en un trabajo de ocho a cinco.
Sin embargo, antes que pueda decir eso, el teléfono de Brooke comienza a sonar
y se estremece.
—Hablando del diablo —murmura a la vez que me mira casi con impotencia.
No era necesario que me dijera eso. Dado que su ringtone para Nanette es
“Smack My Bitch Up” de The Prodigy, supe exactamente quién estaba llamando.
—Tengo que hacerlo —murmura con frustración mientras rueda para agarrar el
teléfono—. Solo en caso de que sea algo urgente o algo suceda.
Cuando Brooke rueda de regreso con el teléfono, lo pone entre nosotros y pone
el altavoz cuando responde.
—Hola.
—Br-o-o-o-o-ke —grita Nanette en el teléfono arrastrando la palabra.
—Hola… ¿qué sucede? —Qué bueno que Nanette parezca estar borracha al otro
lado de la línea, de lo contrario escucharía la tensión en el tono de Brooke.
—Está bien. Pero tienes que venir a buscarme. No tengo dinero para regresar a
casa.
—¿Qué? —La mirada de Brooke hacia mí es tan atónita como me siento en este
momento—. ¿Qué hay de tu tarjeta de crédito? La usaste para tomar un Uber esta
noche.
—Bueno, no tenía mucho en ella —dice con voz enfadada—. Y pensé que los
chicos saldrían esta noche. Dijeron que lo harían, pero nunca aparecieron, y pensé que
me comprarían mis bebidas esta noche y me llevarían a casa.
A
sí no es cómo estaba esperando pasar mi jodido viernes por la noche.
En este momento no soy el sujeto que se la pasaría de fiesta con sus
amigos. Hoy soy el sujeto que quiere pasarlo con mi novia.
Sí… mi novia. Es exactamente lo que Brooke es, y es algo que en verdad es real
entre nosotros. Al menos, en mi mente.
Entre todo eso de andarnos con cuidado alrededor del tema de lo que somos
para el otro, y formular nuestros sentimientos en términos de “pasemos un buen
momento” y “extenderemos la farsa por el beneficio de todos”, llegué a una
sorprendente conclusión esta noche.
El simple hecho de que estoy demasiado furioso con Nanette y que me estoy
dirigiendo hacia allí en este momento para lidiar con ella así Brooke no tiene que
hacerlo y puede conseguir dormir un poco significa que ella es sin duda alguna mi
135
novia y que es de lo más real.
Una vez en el auto, lo primero que hago es llamar a Erik. Son casi las 1 a.m.,
pero sé que no voy a despertarlo. No un viernes a la noche.
—Eh… sí… ¡no! Esa chica está loca —responde en voz baja—. Sin ofender a
Brooke, sabes.
—Estoy en la casa de esta chica que conocí esta noche —murmura y puedo
escuchar la sonrisa en su rostro—. Está en su habitación poniéndose algo más cómodo
y ambos sabemos lo que eso significa.
—Lo haré —dice y me preparo para colgar, pero pregunta—: Oye, ¿por qué
estás buscando a Nanette?
—Te escucho —me compadezco—. Mira, regresa con tu chica de ropa cómoda.
Cuando alcanzo la mesa, choco puño contra puño saludando a Derek, pero
antes de que pueda decirles algo a los otros chicos, Nanette me ve. Está usando un
vestido ajustado rojo cereza que no deja nada a la imaginación. Sus ojos, vidriosos por
el alcohol, se iluminan cuando me ve y extiende su mano mientras grita:
La ignoro y me giro hacia Vance, que me está mirando con sorpresa de que
conozca a la chica sobre la mesa.
—Acabamos de llegar, hombre —dice a la vez que sus ojos van de mí a Nanette 137
y regresan a mí—. ¿La conoces?
—Es la amiga de Brooke, está de visita. Nos llamó para que la recogiéramos.
—Como dije… acabo de llegar. Dijo que nos daría un baile sobre la mesa si le
comprábamos una cerveza, y bueno, no iba a negarme a eso.
No estoy seguro de lo que delata mi rostro, pero Vance puede ver que no estoy
contento con la situación.
—Nanette… vamos.
—Bájate y vamos —le digo, extendiendo mi mano para que pueda bajar de la
mesa a la silla y luego al suelo. Me fulmina con la mirada por un momento, soltando el
puñado de su cabello.
Entonces evalúa la situación, lo que me dice que no está tan borracha como 138
había pensado. Hay un destello de algo calculador en sus ojos y entonces se está
arrojando hacia mí. De hecho, se deja caer de la mesa, suponiendo que voy a
agarrarla, lo cual hago. Está en mis brazos no más que unos segundos antes de que la
suelte sobre sus pies.
—Oh, vamos, Bishop… bailemos. ¿Por qué tienes que ser un estirado todo el
tiempo?
Alargando mis manos hacia atrás, sujeto sus muñecas y aparto sus brazos de
mí. Los sujeto firmemente frente a su cuerpo mientras me sonríe.
—No estoy aquí para bailar contigo, beber, ni siquiera para bailar contigo.
Estoy aquí para recogerte por Brooke porque groseramente la llamaste y se lo exigiste.
Ahora, agarra tu bolso y vamos.
Su rostro se torna amargo y sus labios se presionan en una fea línea. Se suelta
las muñecas y saluda con la mano hacia Vance, Derek y Guy, quienes están parados
allí mirando esto desarrollarse con ojos sorprendidos.
—Lo siento, pero tenemos planes de estar en otra parte y tenemos que irnos.
—¡Ey!
Las tres cabezas se giran para mirarme por encima de sus hombros.
—No me importa que no tengan edad para beber. Solo sean inteligentes y
tengan cuidado, ¿de acuerdo?
—Entendido, Bishop —dice Guy, respondiendo por los otros dos, que se
limitan a asentir.
Esto sale con un poco de gimoteo, lo que hace que apriete los dientes.
—No soy deprimente —digo neutralmente sin quitar mis ojos de la carretera—.
Solo cansado y un poco molesto por tener que venirte a buscar.
No tengo idea de si está borracha o no, pero sus palabras no se oyen arrastradas
y caminaba bien al salir del bar. Pero mientras tengo a mi audiencia atenta, supongo
que seguiré adelante e indagaré.
—Sep. —Le echo un vistazo para verla examinándose las uñas de una mano.
—¿De qué se trata? —pregunto—. ¿Por qué quieres conseguir un trabajo aquí
en Phoenix?
Se encoge de hombros.
140
—¿Por qué no? Este parece un lugar agradable y una vez más, Brooke tiene la
vida perfecta aquí, entonces ¿por qué yo no?
—Mira —dice, girándose para enfrentarme. Le dedico una breve mirada para
hacerle saber que estoy escuchando, antes de poner mi atención de regreso en la
carretera—. Estoy en un buen punto de mi vida en el que podría hacer un cambio de
carrera. Vine aquí para comprobar la zona. Entonces Sebastian me dijo del trabajo, y
pensé, ¿por qué no?
—No hay nada de malo con eso —digo neutralmente. No menciono que
Brooke estaba esperando pasarse a marketing. Ella no le ha contado a Nanette sobre
eso, así que no iba a hacerlo—. Pero, ¿puedo darte un consejo?
Suelta un suspiro.
—Claro. Adelante.
—Sé un poco mejor invitada con Brooke —le digo directamente, lanzándole
una mirada que la deja inmóvil en el lugar por un momento.
—Solo… intenta ser más consciente. Ayuda en la casa. Sé amable con Brooke.
No la llames a mitad de la noche porque no tienes dinero y necesitas que te lleven.
—¿Por qué te importa? Lo que tienes con ella es una farsa. No es real.
—En serio.
141
CAPÍTULO 21
BROOKE
S
aco el resto del tocino de la plancha, deslizándolo en un plato con toallas
de papel. Cociné un paquete completo esta mañana porque no sé cuánto
comerá Bishop en un día de juego, pero no quiero calcular menos. No
comenzaré con los huevos hasta que se levante, que debería ser pronto. Puso la alarma
anoche para las 8 a.m. porque tiene práctica matutina a las diez. Luego es libre de
descansar hasta tener que llegar al estadio para el juego de esta noche.
—Puedo servirme —dice con una sonrisa débil y rodea la encimera de la cocina
para servirse.
—¿Te gustaría algo para desayunar? El tocino está listo y puedo batir unos
huevos.
—Lo siento —le digo—. ¿Quieres una ginger ale o algo así?
—Oye, Brooke —dice suavemente Nanette para llamar mi atención, y giro para
verla, sus cejas enarcadas de manera inquisitiva. Mira a un lado por un momento,
arrugando el rostro en lo que pienso que podría ser coraje, y entonces comienza a
hablar a la vez que sus ojos regresan a mí—. Realmente lo siento por lo de noche.
Llamarte de esa manera. No estaba sin dinero. Solo quería que vinieras y te divirtieras
conmigo. Estaba sola y nunca esperé que Bishop apareciera. Y en verdad lo siento, he
sido una perra y una mala invitada. Siempre he sido un poco detestable, pero es tu casa 143
a la que le he estado faltando el respeto y no has sido más que amable. Así que por
favor… perdóname por ser una completa perra. En verdad lo siento.
De todas las maneras en que pensé iría esta estúpida idea de intentar llevar a
cabo una relación falsa para calmar a mi padre, nunca pensé que me estaría
enamorando de Bishop. Por Dios Santo, había buscado una aventura de una noche,
sintiendo que el único tiempo que tenía en mi vida en ese momento era para asentarme
en mi nueva carrera y cuidar a mi padre mientras se embarcaba en esto. Sé que se dice
que el amor y el romance te golpean cuando menos lo esperas, pero puedo decirte que
me golpeó con la fuerza de un huracán, porque en verdad y honestamente con Dios,
en lo más profundo de mi corazón, yo no buscaba esto con él.
—Tengo tiempo para un bocado rápido —dice justo cuando salta la tostada—.
¿Qué necesitas que haga?
—Sírvete algo de café —le indico cuando salgo de sus brazos. Comienzo a
desparramar un poco de mantequilla sobre la tostada antes de ponerla en un plato—. 144
Solo me tomará un momento hacer los huevos.
—Suena como un plan. —Bishop rodea a Nanette, quien observa todo esto en
silencio. Bishop no le dice nada cuando hace su café de la cafetera Keurig.
Niega con la cabeza, luego hace una mueca como si eso le causara dolor físico.
Presionando dos dedos en sus sienes, me pregunta:
Bueno, en realidad no hablamos. Ella habló, yo escuché. Pero tengo que darle
crédito. Se disculpó por varias cosas y sé que le costó algo hacerlo. Así que le doy una
sonrisa brillante y genuina.
—Oh, gracias a Dios —suelta con una expresión aliviada en el rostro. Camina
hacia mí y me da un fuerte abrazo—. Tenía miedo de que ibas a echarme hoy. En
verdad no quiero ser una molestia, pero ¿crees que podría quedarme la próxima
semana? Tengo esa entrevista de trabajo con Sebastian, y, bueno… si eso no da
resultado, pensé en poner algunas otras solicitudes solo para ver lo que está disponible.
Incluso te pagaré un alquiler.
—¿Cómo puedes pagar por el alquiler cuando no puedes pagar por un Uber? —
interviene Bishop, y me giro para verlo ahora apoyado contra la encimera, un brazo
cruzado sobre su estómago y el otro sosteniendo la taza en su boca como si se estuviera
preparando para tomar un sorbo.
—Tiene dinero. Dijo que no tenía solo para intentar que saliera a divertirme
con ella anoche. Ya hablamos de ello esta mañana y Nanette se disculpó sinceramente
por su comportamiento.
Bishop arquea una ceja hacia mí con tanto escepticismo que mi rostro arde de
vergüenza por Nanette, que está recibiendo el embate de su aversión.
—Está bien —le digo mientras la observo retirarse. Cuando escucho que la
puerta de su habitación se cierra, me giro hacia Bishop y lo miro con una expresión de
regaño.
—Así que se disculpó, ¿eh? —dice, y por el tono de su voz puedo notar que sin
que él sepa lo que ella dijo que no se cree una palabra.
Batir los huevos me da un respiro de decir algo más, así que me empeño en ello.
—Se arrepentirá si lo intenta de nuevo —dice en voz baja llena con la promesa
de retribución—. Y tienes todo el derecho de estar enojada por ello Brooke. No
importa lo que nos llevó a este momento, ahora mismo soy tuyo, y nadie debería tocar
lo que es tuyo.
—¿Vas a dejarla quedarse aquí como pidió? —me pregunta Bishop cuando se
sienta en el taburete al otro lado de la encimera de la cocina.
—Supongo. Quiero decir… se disculpó por las cosas que importan. Entonces,
¿qué razón tendría para pedirle que se fuera?
—Porque ella no quiso decir esa disculpa —dice Bishop, y vaya, en verdad no le
agrada—. Porque solo lo está diciendo para calmarte y asegurarse de poder quedarse
por más tiempo. Vas a lamentarlo, Brooke.
—Eres más amable que yo, Brooke —responde Bishop en voz baja—. Esa es la
diferencia. Si en tu corazón creer que lo correcto es dejarla quedarse, te apoyo. Y
cuando haga algo para joderte o volverse un dolor en tu culo, seré el mejor novio de la
historia y no te diré te lo dije.
Me doy la vuelta para mirarlo y ver que está sonriendo ampliamente hacia mí,
ojos verdes brillando con diversión.
—Pero en serio —agrega Bishop—. Te apoyo. Haz que lo creas correcto y eso
es todo lo que importa.
—Está bien —le digo a la vez que recojo el cuenco con los huevos y los vierto
en la sartén chisporroteando—. Pero dejemos de hablar de esto. Tienes un juego esta
noche y tienes que comenzar a meterme en modo juego. Así que no más charla sobre
Nanette o nada que provocará que tu concentración se pierda.
—Lo siento, nena, pero es verdad. Y esta noche, luego del juego, quiero
recobrar esa concentración en ese delicioso cuerpo tuyo.
Más calor sonroja mi rostro y otras partes del cuerpo esta vez. No puedo creer
que yo esté intentando que se concentre en el juego y él esté dándome hormigueos por
147
todas partes. Cómo puede pasar de tener una discusión seria y ser sobreprotector en un
minuto a hablar de sexo en el siguiente, no lo entiendo. Pero el hecho de que me deje
desequilibrada y me haga sentir como si estuviera balanceándome sobre el borde de un
precipicio es algo que me gusta mucho.
Demasiado, creo.
CAPÍTULO 22
BISHOP
L
uego de girar en el estacionamiento de los jugadores afuera del estadio,
apago el auto y saco mi teléfono. Mamá y yo hemos estado jugando a
las llamadas perdidas todo el día, comenzando con la llamada perdida
de ella mientras estaba tomando una siesta esta tarde. La llamé en cuanto desperté,
pero me atendió su correo de voz. Me había llamado de vuelta a los pocos minutos,
pero yo estaba en el teléfono con Brooke mientras conducía al estadio. Me había
estado contando que Nanette estaba actuando completamente distinto y casi atenta.
Seguía escéptica de que esto solo fuera un show para que no fuera echada, y tuve que
estar de acuerdo con ello.
Ahora estoy esperando comunicarme con mamá antes de entrar al estadio para
comenzar a prepararme para el juego. Responde casi de inmediato.
Se ha vuelto nuestra tradición en los diez años que he estado en la liga que 148
hablemos o nos mandemos un mensaje antes de cada juego para que pueda desearme
suerte.
—Acabo de estacionarme.
Vamos a jugar con Vancouver Flash esta noche y son increíblemente talentosos.
Perdieron una dura batalla por la Copa contra Carolina Cold Fury el año pasado y su
equipo está prácticamente intacto y floreciente.
—Más bien como seis semanas —bromeo. Había ido a casa en London por un
tiempo antes mudarme a Phoenix.
—Eso me hiere, mamá —digo con una voz llena de falso dolor. Pero luego bajo
mi tono un poco para que sepa que ya no bromeo—. Pero hay algo de lo que tengo que
hablar contigo.
—Sea lo que sea, no es tan importante como que metas la cabeza en modo
juego. Estoy segura que puede esperar hasta mañana.
—Es sobre una chica —le digo rápidamente, así puede tranquilizarse un poco
hasta que suelte toda la historia.
—¿Estás bromeando?
—Pero nunca hablas conmigo de chicas, así que sé que nunca has tenido algo
serio con ellas. Así que supongo que tengo que preguntar, ¿cuál es su nombre?
—Brooke —respondo, sin ser capaz de evitar la sonrisa que viene a mi rostro
cuando digo su nombre—. Y es una historia hilarante que voy a resumir para ti.
—Entendido —dice.
Así que lo hago. Se lo planteo. La aventura de una noche; sí, hablo con mi
madre de muchas cosas y no me contengo. Le cuento sobre verla al día siguiente,
estando feliz y asombrado de haberla encontrado, casi como si se tratara del destino. Y
luego su padre atrapándonos. Logré pasar por cómo Brooke le mintió a su padre para
protegerme y le seguí la corriente. Mi mamá me llamó una vez idiota, pero también
pensó que fue dulce que Brooke hiciera eso y me sumara a ayudarla. Le expliqué cómo
parecíamos estarnos ganando la decepción de todos salvo el padre de Brooke. Y cómo 150
no sentíamos que pudiéramos conseguir una rápida separación ya que él pensaba que
estábamos hablando de casamiento, así que decidimos extender la farsa un poco más.
Incluso le admito que estamos llevando a cabo un falso compromiso para quitarle el
estrés a su padre por un tiempo, ya que parece tan centrado en eso, aunque esta parte
fuera una lucha, ya que todavía es completamente ridículo que estemos haciendo esto.
—Me gusta. —Eso es todo lo que estoy dispuesto a decirle a mi madre—. Solo
quería que supieras que hay una mujer que me gustaría que conocieras cuando vengas,
y nuestra historia es realmente complicada e involucra engaño y tienes que saber eso.
Todavía voy a estar cometiendo una enorme mentira.
No obstante, no creo que eso incluya mi habilidad para jugar hockey de clase
mundial, porque aquí es donde en verdad se pone interesante. Es como si Brooke me
diera más motivación para hacerlo incluso mejor que las increíblemente altas
expectativas que ya he puesto en mí mismo. Por lo que, si me concentro en ella,
sabiendo que va a estar en las gradas mirándome esta noche me hace jugar mejor, voy
a seguir adelante con ello por ahora.
151
El estacionamiento de los jugadores estaba medio lleno. Algunos jugadores
llegaron antes que yo, otros un poco después. Sin embargo, dentro de media hora
todos estarán realizando sus propios rituales personales previos al juego.
Luego de eso, agarro una taza de café de la sala de jugadores donde pasaré de
diez a quince minutos relajándome mirando la televisión o conversando con algunos
de los otros jugadores.
Luego nos dirigimos a la sala de entrenamientos a trabajar en las lesiones
persistentes. Esto ocurre con frecuencia: tendón de la corva adolorido, ingle, flexores
de las caderas, o todos los anteriores. Como atleta profesional, tengo dolor una buena
parte del tiempo. Hoy de hecho es en mi espalda baja, y uno de los entrenadores me
trata con compresas calientes seguido de estimulación eléctrica.
De hecho, tendría que decir que, si Tacker Hall no tuviera el hockey, no estoy
seguro si estaría vivo. Creo que podría ser la única cosa que mantiene viva la cáscara
de este hombre.
Mira más allá de mí y asiente hacia Tacker, que supongo que hace lo mismo.
Entonces su mirada regresa a mí.
—Sí, pensé que ella sería malas noticias. Sabes cómo puede notarse con algunas
mujeres. Me alegra que escogiera a Dax sobre mí esa primera noche.
No le digo lo afortunado que fue, ya que Dax dijo que ella fue terrible en la
cama. Dax nunca se lo diría a nadie más, él no es así, y no es algo que deba compartir.
153
—Pero Bishop… hombre… déjame contarte de esta chica con la que estuve
anoche —dice Erik, cambiando de tema.
Volveré a ponerle los esparadrapos al palo para mantener mis manos ocupadas.
Nos vestiremos completamente de nuevo y luego bajaremos por el túnel que nos
llevará al hielo.
Y, sin embargo, cuando salgo a la pista de hielo, mis ojos van de inmediato a
donde Brooke está sentada.
154
CAPÍTULO 23
BROOKE
L
a puerta de mi buzón se está pegando de nuevo y cuando le doy un
fuerte tirón, la maldita cosa se desprende. Miro fijamente de manera
taciturna por un momento antes de tomar mi correo con un suspiro
resignado.
Típico lunes.
Cuando vivía en Nueva York, el comienzo de una nueva semana era algo para 155
emocionarse. Sé que es porque amaba mi trabajo y la motivación que derivaba de él.
Ese era el beneficio de trabajar para una excelente jefa y mentora. Podía trabajar diez
horas y aun así llegaría a casa llena de energía.
¿Aquí? Los lunes eran un poco blah. La gente en el trabajo es agradable, pero el
trabajo no es tan desafiante. Los servicios del equipo para nada son un trabajo de dos
personas. Termino haciendo la mayoría del trabajo duro y mi jefe recibe todo el
crédito, lo que está bien, por otro lado, no es tan difícil hacer arreglos de hoteles, viajes
y comidas. Pienso que me sentiría más estimulada en marketing, pero no tengo ni idea
de si eso sea una realidad potencial para mí. Sebastian pudo haberme estado
engatusando sobre transferirme allí. Le hizo la entrevista a Nanette esta tarde y no he
escuchado una palabra de ninguno de los dos. Sebastian ni siquiera me ha enviado
ningún trabajo para hacer, lo que es inusual.
Con mi bolso colgado del interior de mi codo, equilibro la gran pizza y cierro la
puerta del auto con la cadera. El juego de hockey va a comenzar en unos veinte
minutos y quiero tener puesta mi pijama con mi primera porción de pizza en el plato
sobre mi regazo antes de que dejen caer el disco.
Bishop y el equipo volaron esta mañana para un partido visitante. No fui por
unas cuantas razones. Primero y principalmente, era un viaje corto, salir y regresar a
Houston en el mismo día. Las confirmaciones del hotel y del catering podían ser
manejadas vía teléfono. También quería estar en la oficina hoy en caso de que hubiera
alguna oferta real de trabajo de parte de Sebastian en el Departamento de Marketing,
tanto si esa oferta era hecha a Nanette o a mí. Y por último, no fui porque todavía
tenía una invitada en mi casa.
Abro la puerta principal sin lograr tirar la pizza y cuando la empujo para
abrirla, mi mirada inmediatamente recorre el interior para ubicar a Nanette. Está en el
sofá con el control remoto apuntado a la televisión. Me da un rápido vistazo antes de
regresar la vista.
Parece que hay una tregua aceptable entre mi huésped y yo. Fiel a su palabra
desde su disculpa hace tres días, Nanette ha sido una invitada extremadamente
amable. Fue un fin de semana agradable y libre de estrés. Había pasado el sábado en
mi casa haciendo la colada y limpieza en general. Nanette me ayudó con eso y de
hecho, tuvimos una conversación llevadera mientras lo hacíamos. Vino al juego
conmigo esa noche y no se molestó para nada cuando le dije que iba a quedarme en la
casa de Bishop. Nos ofrecimos a dejarla en alguna parte pero dijo que se iba a quedar
en casa por el resto de la noche. Pensé que estaba bien que no sintiera la necesidad de
salir de fiesta, pero Bishop no se lo estaba creyendo. Lo llamó “la calma que precede a 156
la tormenta”.
Ayer pasé todo el día con Bishop y fue increíble. Caminamos por el Parque
Papago por la mañana y pasamos la tarde relajándonos en su casa, que también puede
haber incluido algo de cuchi-cuchi del tipo orgásmico. Esa noche me llevó a un
restaurante peruano poco conocido del que había escuchado cosas buenas. Bishop y yo
somos comedores aventureros. Comimos seviche, anticuchos o kebabs de corazón de res,
y banana salada. Estuvimos allí por dos horas y no sé a dónde se fue el tiempo.
Pasé varios minutos luego que se fuera mirando al techo y recordando los
últimos días. Estábamos en una relación. Una relación real. No hemos hablado sobre
las mentiras, compromiso falso, o las maneras de aplacar a mi padre. Hablamos sobre
el otro, nos estrechamos las manos y comimos juntos. Miramos la televisión y me llevó
a la cama cuando me quedé dormida.
Ni siquiera se molestó en despertarme para tener sexo, lo que sin duda hubiera
recibido con una enorme sonrisa en mi rostro.
Pero no lo hizo.
Y eso, de alguna manera, hace que la relación sea más real, porque significa que
esa no es la única razón por la que se quedó por la noche.
—Entendido —dice.
Cuando regreso a la sala, Nanette tiene los platos, servilletas y dos botellas de
agua. Está a la mitad de su primera rebanada de pizza.
—Gracias —digo, una vez más agradecida que Bishop haya tenido una charla
con Nanette por su comportamiento como invitada.
Me instalo en el extremo opuesto del sofá donde está sentada luego de poner
una enorme rebanada de pizza de pepperoni en mi plato. Tiene la cantidad justa de
grasa y espero que esté tan buena como la que podíamos conseguir en Nueva York,
pero sabiendo que nunca lo logrará.
En los juegos donde lo vi jugar, nunca me di cuenta cuánto lo miraba como una
acosadora. Mis ojos estarían fijos en él durante los calentamientos, intentando evaluar
cómo se ven sus piernas y si su cabeza está en el juego. La televisión no te aporta nada
de eso porque los anunciantes de deportes prefieren hablar y verse ellos mismos en la
pantalla. Sé que una vez que el juego comience voy a estar igualmente de frustrada, ya
que no seré capaz de ver a Bishop mientras está en el banco. No es que lo mire a él
durante el cien por ciento del juego, y definitivamente, sigo la acción como una buena
fanática de Vengeance lo haría. Pero tener la posibilidad de darle un vistazo y ver
cómo lo está haciendo cuando no está en la pista de hielo es algo que no daré por
sentado de nuevo. No tengo la intención de perderme más juegos de visitantes.
Eso es todo lo que requiere para que Nanette cante todo y me cuenta por qué se
está viendo y actuando tan triunfante. Baja su plato sobre la mesita y se gira hacia mí,
sentándose con las piernas cruzadas. Inclinándose hacia adelante, prácticamente suelta
a borbotones su entrevista.
—Entonces pensé que cuando Sebastian me ofreció una entrevista no iba a ser
una de las típicas. Hubo demasiadas insinuaciones esa noche en el bar. Y como
esperaba, me tuvo haciéndole una mamada y gustosa lo hice. Quiero decir, él es tan
guapo y no me importaría trabajar para alguien así. Prácticamente estuvo mudo
cuando dejé su oficina. Espero recibir la oferta cualquiera de estos días.
—No tienes idea —dice con una risa—. Pero así es cómo suceden las cosas.
Como mujeres, tenemos que usar cada arma en nuestro arsenal para conseguir lo que
deseamos. Si darle a Sebastian un poco extra de felicidad en el proceso es lo que
requiere, que así sea.
Quiero hacer tantas preguntas. Como, ¿cómo cree que eso fue profesional? ¿No
se siente degradada? ¿Y cómo puede hacerle una mamada a alguien que ni siquiera
conoce? Es completamente repugnante.
No puedo decir nada más. De ninguna manera puedo validar lo que hizo.
—Gracias.
CAPÍTULO 24
BISHOP
B
rooke no estaba en su oficina, así que me dirijo a la recepción en el
vestíbulo de la suite de marketing. La mujer sentada detrás del escritorio
alza su mirada hacia mí con una cálida sonrisa.
Le sonrío.
—Parece que está en la sala de conferencias número tres con el Sr. Parr. Están
trabajando en una propuesta de marketing y necesitaban el espacio para desarrollarla.
—Muchas gracias.
—Muchas cosas pudimos haberlas hecho mejor. Tenemos algo de trabajo que
161
hacer.
Christian me sonríe.
—Ey… solo quería preguntar cómo van las cosas entre tú y Brooke. Sé que
tiene que ser un poco complicado dado que es la hija del entrenador.
—De hecho, está yendo muy bien —le digo, y es refrescante que pueda decir
algo que es verdadero sobre mi relación con Brooke.
—Sí… pronto.
Muy pronto, de hecho, pero no le digo a Christian eso. Tuve una extensa
conversación con mamá esta mañana sobre el tema.
De pie ante un caballete instalado al final de una larga mesa de conferencias, 162
Brooke está señalando a un gráfico y hablando con Sebastian, que está apoyado contra
la pared con los brazos cruzados sobre el pecho. No puedo escuchar lo que está siendo
dicho mientras la puerta está cerrada.
Es un movimiento audaz.
Íntimo.
Me molesta demasiado.
El hecho de que Brooke piense que es tan inapropiado como yo hace que mi
enojo arda más, y marcho hacia el extremo de la mesa de la sala de conferencia para
atraparlo.
—Oh, mierda.
—¿De alguna forma o manera te indicó que estaba interesada en ti? —le
pregunto.
Girando mi cabeza hacia Brooke, que noto ahora que está allí de pie con sus
brazos cruzados y fulminándome con la mirada, le ordeno:
—Discúlpate.
Sin embargo, ya terminé. Creo que dejé clara la intención. Le digo a Sebastian:
Cuando las puertas del ascensor se cierran, me giro hacia ella y pongo mis
manos en su rostro. No se resiste a mí cuando le doy un beso de saludo y también de
anhelo. La extrañé mucho en esta gira de visitante. La quiero de viaje conmigo, pero si
consigue este nuevo trabajo en marketing eso acabará. Eso me pone en una terrible
posición, porque obviamente, es para mi beneficio que se quede en los servicios del
equipo. Pero sé que eso no es lo que desea Brooke y tengo que apoyar sus deseos y
ambiciones.
Es lo que cualquier novio maduro haría.
—Te extrañé.
***
Una vez que ordenamos, Brooke me mira con una expresión levemente
acusadora.
No quiero admitir que podría tener razón, así que en cambio pregunto: 165
—¿En verdad hay un trabajo? Quiero decir, ¿lo has verificado?
—No tengo idea. Pero al parecer Nanette le hizo una mamada durante su
entrevista, así que diría que ella tiene más chance de conseguirlo si en verdad hay un
trabajo.
—¿Qué demonios? —suelto con sorpresa—. ¿En verdad hizo eso? ¿Y te dijo que
lo hizo?
—Estaba muy feliz y orgullosa de contarme todo sobre el asunto anoche antes
de que el juego comenzara.
Brooke se echa hacia atrás con una expresión horrorizada en los ojos.
—Dios, no. Pero eres algo adorable cuando estás alterado.
—Nunca ha hecho algo como eso antes —medita—. Quizás se estaba sintiendo
arrogante dado lo que Nanette le dio. Pero no, nunca ha hecho nada más que algo de
coqueteo conmigo como el que acabas de ver.
—Oh no, no, no. Eso no fue coqueteo. Eso fue asalto físico.
—Creo que descubrirás que esa es la definición de asalto —digo con los dientes
apretados.
—Si en verdad hay un trabajo disponible de marketing —le digo con cuidado—.
¿Realmente podrías trabajar con Sebastian? Tienes que admitirlo, se ha estado
comportando de manera inapropiada y claramente no tiene reparos al tener a una
completa extraña haciéndole mamadas en una entrevista. Seamos claros, el tipo es un
idiota y tengo que saber si realmente puedes trabajar con eso.
—Si fuera a ofrecerme un trabajo, tendría que tener una conversación seria con
él para dejar claros los límites. Pero tengo que decírtelo, aparte de que yo sepa el
asunto de esa mamada, lo que pudo haber sido una mentira de Nanette por todo lo que
sé, y el coqueteo, él no ha sido inapropiado de ninguna manera conmigo. De hecho, es
muy bueno en lo que hace y trabajamos bien juntos. Así que supongo que la respuesta
a tu pregunta es un sí, con límites claros podría trabajar con él.
167
La miro fijamente por un momento, sopesando mi necesidad de mantenerla
protegida contra la necesidad a largo plazo de mantenerla cerca. Finalmente, le digo:
—El avión de mi mamá aterriza mañana a la mañana, cerca de las once. ¿Crees
que puedas lograr almorzar con nosotros?
—¿Qué? ¿Mis gafas? —Su mano sube y toca los marcos casi tentativamente.
—Olvidé pedir más lentillas. Las nuevas deberían estar aquí en unos pocos días, 168
así que solo verás estas gafas por un poco más de tiempo.
—Esta noche, nena, vas a jugar a la bibliotecaria sexy y yo voy a jugar al pícaro
y matón jugador de hockey que la folla sobre la parte trasera del escritorio, ¿de
acuerdo?
M
amá y yo llegamos al restaurante unos diez minutos antes. Brooke
había insistido en encontrarse con nosotros aquí para que yo no
tuviera que manejar unos veinticinco minutos más para recogerla.
No necesariamente me agrada eso, pero es probable que sea lo mejor, porque hacer
que se conocieran por primera vez en un auto no contribuye a la buena conversación.
Además, me da la oportunidad de acomodarme y relajarme tanto como pueda.
Enfrentémoslo… esto es algo importante. Engaño o no, esta es la primera vez que voy
a presentarle una chica a mamá.
Me encojo de hombros.
169
—Nunca antes hice esto. Le temo a lo desconocido y todo eso.
No puedo evitar sonreírle a mamá. Siempre sabe cómo hacerme sentir a salvo
incluso en medio de algo increíblemente estúpido que he hecho.
—Oh, antes de que lo olvide, déjame darte esto. —Se gira e inclina para buscar
en su bolso, sacando un sobre de terciopelo gris paloma. Me lo entrega a través de la
mesa.
No voy a mentir… no me sentó bien al principio. Le había dicho que no era una
buena idea.
No estuvo de acuerdo y me aseguró que no solo estaba bien, sino que tal vez era
apropiado. Su manera de pensar era que si el anillo, un símbolo del compromiso de
papá y ella el uno con el otro, podía ser usado para ayudar a su hijo y una mujer que le
importaba, entonces era la razón por la que lo había conservado todos estos años más
allá de lo sentimental. Ella creía que el anillo tenía un propósito superior: ayudar a su
hijo.
—¿Te das cuenta lo bien que debes conocer a esta mujer para hacer una
observación como esa?
Me encojo de hombros.
—Podría equivocarme.
—Veremos —dice vagamente. Cruza las manos y las pone sobre la mesa—.
Además, usar este anillo va a hacerte ahorrar dinero. Odiaba la idea de que gastaras en
un anillo.
—No se trataba del dinero para mí. —Cierro la caja, levanto un poco las
caderas para llegar al bolsillo delantero de mis vaqueros y lo meto—. Toda esta
situación está tan jodida, perdón mi lenguaje, que ni siquiera perpetramos esta farsa en
primer lugar. El hecho de que lo sigamos te muestra lo tonto que puede ser tu hijo. Si
tuviera que comprar un anillo, que así sea. Podría regresarlo.
—Cariño… Sí, eres bastante estúpido por tener que hacer esto. Pero es
demasiado tarde para quejarse. Tus intenciones eran sólidas… Las de ambos. Brooke
comenzó todo esto porque intentaba protegerte y a su padre. Seguiste con esto porque
intentas hacer lo mismo por ellos. Diría que estás metido en el medio de esto porque
los dos son buenas personas. Si tienes que seguir con esto para evitar que los
sentimientos de todos sean lastimados, entonces al menos hazlo con la cabeza en alto.
Porque sus corazones están en el lugar correcto, un muy, muy buen lugar; de ninguna
manera esto podría dañar cualquier verdadera proposición que vayas a hacer.
Parpadeo hacia mi madre con sorpresa. Sé que me apoya en todo lo que hago.
Pero acaba de validar legítimamente mi estupidez de una manera que no me hace
sentir tan… estúpido. Se refirió al tipo de personas que Brooke y yo somos en el fondo,
y es lo más lindo que pudo haberme dicho sobre esto.
—Además —añade mamá pícaramente—. ¿Quién sabe? Esta podría ser una
excelente historia que contarles a tus hijos un día.
¿Por qué siquiera implicaría que Brooke y yo nos casaríamos y tendríamos hijos un día?
—Porque podría ser la única que realmente ve lo que está pasando aquí.
—¿Qué ves que está pasando? —pregunto con urgencia, como si estuviera
inclinada sobre una bola de cristal y expusiera mi futuro. Sin embargo, no me
responde, cuando algo llama su atención.
Sonríe y me giro para ver sobre mi hombro. Brooke está caminando hacia
nosotros como una visión, vestida elegantemente con esas malditas gafas que
definitivamente la hice usar anoche mientras la follaba con sus piernas sobre mis
hombros.
172
Brooke me da una leve sonrisa pero luego gira su mirada hacia mamá. Nos
ponemos de pie y mamá rodea su silla, extendiendo los brazos hacia Brooke. No
esperaba otra cosa.
Brooke abraza con fuerza a mi madre y veo un mundo de alivio en sus ojos. Por
suerte mamá está muy tranquila sobre todo esto.
Cuando se separan, mi madre toma a Brooke por los hombros y deja que sus
ojos recorran todo su rostro.
—Oh, cielos… Bishop dijo que eras hermosa, pero no tenía idea que mi hijo
acabaría con alguien tan preciosa como tú.
Eso produce una profunda risa en Brooke, que le resta importancia al cumplido,
regresándole uno a mamá.
—Tu hijo es el precioso y tú y él son parecidos.
Eso es verdad y adorable que Brooke lo piense. Mamá cree que me parezco a
papá, y sin duda heredé su color de cabello y ojos verdes. Esos son los parecidos
obvios. Pero todo lo demás es de mamá. La forma de mi nariz, la plenitud de mis
labios y la manera en que el costado izquierdo de mi boca se alza solo un poco más
que el derecho cuando sonrío. También tenemos las mismas cejas y se arquean de la
misma manera cuando somos escépticos o estamos sorprendidos. Mamá y yo incluso
tenemos la misma risa.
Sorpresa brilla en los ojos de Brooke, pero camina sin dudas hacia mi abrazo.
Sus brazos se aprietan alrededor de mi cuello y presiono mi rostro en su cabello por un
breve segundo, antes de apretar descaradamente su trasero con la palma de una mano.
Me da in gruñido indignado y salta lejos de mí, con el rostro ardiendo. Mamá niega
con la cabeza, pero su sonrisa me dice que disfruta que su hijo pueda ser juguetón.
—Veamos —dice mamá con una sonrisa—. Dijo que eras inteligente y tenías
un humor seco, que adora.
Y eso es todo.
Mi madre se lanza a una historia que es un poco vergonzosa pero que tiene a
Brooke riendo, así que está bien. Y las dos no dejan de hablar mientras almorzamos
sin prisas.
Me encanta.
174
CAPÍTULO 26
BISHOP
—E
s suficiente, Brooke —gruño, mi cabeza levantada de la
almohada y los músculos de mi cuello estirándose.
Gime y asiente, sus ojos brillantes mientras la trabajo con mis dedos.
Bajo sobre ella, subiendo sus piernas alrededor de mi cintura. Llevando mi boca
a la suya, provoco sus labios hasta que los abre así puedo saborearla allí. El absoluto
paraíso.
La beso mientras la follo. Beso y follo. Follo y beso. Solo Brooke reclama cada
uno de mis sentidos.
—Eso es —la elogio mientras la miro con una mirada ardiente—. Dime lo que
deseas.
Tomando las manos de Brooke de mi cabeza, entrelazo nuestros dedos y los fijo
a la almohada a cada lado de su cabeza. Empujo hacia arriba, hago palanca y
comienzo a empujar con más fuerza dentro de ella. Me concentro en lo bien que se
siente y eso borra las dudas por el momento.
Yo también.
Tan jodidamente cerca, y cuando Brooke cierra sus ojos y gime “Me vengo”,
me libero y caigo junto a ella.
El rugido que se abre paso desde mi interior es tan aliviado como el orgasmo
que ondula a través de mí. Presionando mi rostro en el cuello de Brooke, libero todo
dentro y dejo que la dicha haga de las suyas conmigo.
Jugamos contra mi antiguo equipo, los Vipers de Nueva York, esta noche en
una dura pelea con tiempo extra. Salimos victoriosos, sobre el equipo que me dejó ir, y
esa ni siquiera fue la mejor parte de mi noche.
—Vaya —murmura Brooke a la vez que sus manos acarician mi espalda baja.
Sus piernas siguen rodeando mi cintura y podría quedarme felizmente aquí para
siempre.
—Sí, así es. —Sus palabras son suaves, atravesándome de una manera que me
hace sentir seguro de lo que tenemos entre nosotros.
Evolucionando.
—Si estás tomando la píldora, ¿por qué demonios estamos usando condones?
Se encoge de hombros.
178
—¿Enfermedad y pestilencia?
—Tampoco yo.
Follar a Brooke sin condón va a ser fuera de serie y voy a intentarlo tan pronto
como recupere las energías un poco. Tuve un partido de hockey esta noche y estoy un
poco cansado.
***
—Oh, ¿sí? —pregunta con curiosidad. Abro el cajón y dejo a un lado los
condones que tendré que donarle a Dax o algo. Dentro hay dos estuches de joyas. El
gris es de mamá conteniendo su anillo de compromiso, y una caja cuadrada y chata
negra tiene algo que le compré a Brooke hoy. Mamá y yo fuimos de compras luego del
almuerzo y me ayudó a elegirlo.
—Ven acá —le digo mientras ruedo con los estuches y luego me levanto para
que mi espalda esté contra el cabecero. Los ojos de Brooke están en los estuches
mientras se acerca y acurruca a mi lado.
—Es de mamá.
179
—Oh, es tan bonito —murmura Brooke mientras alarga la mano para sacar el
anillo de su nido.
—Mamá lo trajo para que lo uses, así podrías mostrarle a tu padre que estamos
comprometidos y pueda finalmente dejar de preocuparse. Y ni siquiera pienses en
negarte porque es de mamá. En verdad quiere que lo uses.
Mis ojos van hacia los de ella y puedo ver que está genuinamente desconcertada
de que le comprara un regalo y eso no me sienta bien. ¿Brooke no se siente de la
misma manera que yo? ¿O quizás no entiende en absoluto como me siento?
—Es porque creo que eres increíble y no necesito ninguna otra razón.
Jadea.
—Sí —digo secamente a la vez que pongo un dedo sobre sus labios para
silenciarla—. Eso no es exactamente lo que quiero que digas.
No pone sus ojos en blanco, sino que regresa su atención al brazalete. Lo saca
de la caja y se lo desliza en la muñeca izquierda. Encaja a la perfección y lo sostiene
para admirarlo, girando la muñeca de un lado a otro, haciendo que los diamantes
brillen.
—Es muy hermoso, y nene… en verdad quiero hacerte cosas pervertidas en este
momento.
181
CAPÍTULO 27
BROOKE
Ll
amando dos veces a la puerta de la oficina de papá, espero un
segundo antes de abrirla. La cabeza de papá está inclinada sobre una
tableta digital, observando el video de un partido, probablemente de
sus próximos oponentes. El equipo vuela al este esta tarde para una ronda de cuatro
partidos como visitante. Tengo mi maleta empacada y en el maletero del auto y estoy
realmente emocionada por esto. Resulta que extrañar a Bishop cuando no está
realmente apesta.
—Hola, pequeña —dice cuando alza la mirada hacia mí, luego regresa a la
tableta, pausando el video—. ¿Qué sucede?
Entro y cierro la puerta. Hoy, llegué temprano al trabajo sabiendo que papá ya
estaría en su oficina, haciendo lo que sea que los grandes entrenadores hacen para que
sus equipos sean exitosos. 182
—Bueno, quería compartir algo contigo —digo vacilante, mi corazón latiendo
como un baterista loco lleno de cocaína.
Le sonrío.
Las cejas de papá se arquean un poco mientras mira fijamente el anillo un poco
más antes de regresar lentamente su mirada hacia mí. Parece sorprendido, tal vez un
poco confundido. Como que le fallan las palabras.
—Bueno… eso es, eh… bueno. Quiero decir… genial. Es solo un poco…
sorprendente.
—¿Sorprendente? —le pregunto con una risa a la vez que bajo la mano—.
Prácticamente has estado respirando en el cuello de Bishop. Pensé que te pondría feliz.
Negando con la cabeza, papá muestra una sonrisa y da marcha atrás un poco.
—Lo soy —le aseguro y es verdad. Mi relación con Bishop es loca y retorcida y
estamos sobre terreno irregular, pero estoy muy feliz en este momento.
—Entonces eso es todo lo que importa —dice a la vez que se levanta de su silla.
Rodea su escritorio y me atrae para un abrazo—. Solo deseo lo mejor para ti, cariño.
—¿Cómo estás, papá? Quiero decir… ¿cómo estás realmente? Trabajas tanto y
apenas te veo, pero…
Asiente hacia mí, pero parece inseguro si es o no una verdad que pueda aceptar.
De todas formas, me ha dicho que es feliz aquí y eso es todo lo que importa. Sigue
intentando superar su pena, pero al menos en este momento tiene cosas que le brindan
alegría y eso ayudará a que sea soportable.
Justo cuando tengo la boca abierta en su punto máximo para dar un mordisco,
hay un golpe rápido en mi puerta antes de abrirse. Sebastian está allí de pie.
Cierro la boca y bajo el rollo sobre una servilleta, usando rápidamente otra para
limpiar mis dedos. Quita algo de la suciedad, pero siguen pegajosos.
Mierda.
—No te preocupes —dice y cruza casualmente una pierna sobre la otra. Hoy
está usando un traje azul marino hecho a medida, camisa blanca y una corbata
amarillo manteca. Su sentido de la moda es impecable, pero tiene experiencia en ese
campo al igual que en marketing.
Cuando tengo los dedos limpios y secos, me giro en la silla para enfrentarlo al
otro lado del escritorio.
Me lo quedo mirando.
Parpadeando.
Varias veces.
Sacudo con fuerza la cabeza para quitar el estupor que la nubla, porque había
estado tan segura que iba a contratar a Nanette. Quiero decir, no estoy segura que
podría competir en mamadas, además que tenía el asunto “atacado por mi novio” en
detrimento mío.
—Eh… Sebastian —digo, luego me pongo de pie detrás del escritorio. Camino
a la puerta de la oficina y la cierro—. Tenemos que hablar primero.
185
Sebastian se levanta de la silla, mirando frenéticamente la puerta.
—Sí —le aseguro, porque no quiero que nadie escuche esto—. Pero seré breve.
—Estoy muy interesada en este trabajo, pero tengo que saber si las cosas están
bien entre nosotros. Entiendo que hiciste que tenga que reportarme directamente con
otra persona, pero sigues siendo en definitiva mi jefe.
Pero necesito que esto suceda. Si quiero hacer de Phoenix mi hogar, y quiero
tener una carrera que podría amar, tengo que aceptar esta oferta. Me pongo de pie y le
ofrezco mi mano.
186
—Acepto.
Sebastian me muestra una cálida sonrisa a la vez que estrecha mi mano por el
más breve tiempo.
—Excelente. Haré que inicie el papeleo. Charity querrá verte, pero supongo que
podrías querer contarles a algunas personas de la buena noticia antes.
—Leíste mi mente —digo con una sonrisa, levantando el teléfono del escritorio.
Llamaré primero a Bishop, luego iré a ver a papá.
—Acabo de mandarte un mensaje hace unos minutos —dice y puedo notar que
está hablando en altavoz mientras maneja—. Nanette me llamó. El grifo de agua
caliente en la habitación de invitados finalmente se cayó, y por supuesto, el agua está
saliendo con toda la potencia. Estoy en camino para arreglarlo ahora.
Nanette me había dicho del grifo flojo el primer día que usó el baño y había
estado queriendo arreglarlo. Pero como que se mantuvo por lo que no fue una
prioridad.
¿Me sorprende que ella llamara a Bishop? Tal vez un poco. Quiero decir, ¿por
qué no llamarme primero?
—Espera un minuto.
Bueno, mira eso… intentó llamarme mientras estaba reunida con Sebastian,
pero siempre mantengo el timbre en silencio cuando estoy en la oficina. Paso a mis
mensajes, y también me mandó un mensaje que el grifo estaba roto y que iba a intentar
con Bishop primero y luego con un plomero si no podía contactarlo. 187
Puede que Nanette en verdad se esté convirtiendo en una muy buena
compañera de cuarto y me pregunto si debería ofrecerle alquilar el cuarto si decide
quedarse. Quiero decir, sin duda no conseguirá el trabajo y me pregunto cuándo será
que Sebastian le avise.
Debí preguntarle al respecto, pero me siento rara haciéndolo. Todavía hay una
parte de mí que ni siquiera quiere creer lo que sucedió entre ella y él.
—¿Qué?
—Voy a tener que averiguar cómo tener una verdadera conversación con
Tacker —masculla.
Riéndome, me compadezco.
—Sí… pasar tiempo con Dax o contigo —dice, sopesando las palabras con su
tono de voz—. Creo que te elegiré.
L
a casa está silenciosa cuando llego. Brooke me había dado una llave la
semana pasada. De hecho, el día que ella y yo acordamos extender
nuestra farsa. Fue vacilante cuando lo hizo, creo que temerosa de que lo
tomaría como ir demasiado, demasiado rápido.
Las luces de la cocina y de la sala están apagadas, la única luz proviene de las
ventanas abiertas, lo que es sustancial por sí solo, ya que Brooke tiene mucha luz
natural debido a la disposición abierta de esta casa.
Cuando giro en la esquina para entrar al baño, mis ojos van primero a la tina.
Efectivamente, el agua está saliendo sin el grifo y el asa del agua caliente había
desaparecido.
Después veo a Nanette, que está sosteniendo el asa hacia mí con una mano
mientras aferra una tolla envuelta a su alrededor con la otra.
Negando con la cabeza, agarro el asa antes de dar un paso grande alrededor de
ella para llegar a la válvula para cortar el agua.
—Deberías vestirte.
—Me voy a bañar en cuanto arregles eso —dice y luego su voz se vuelve
provocadora—. Además… todas mis partes buenas están cubiertas.
—Vas a tener que usar el baño de Brooke… —digo mientras me giro para
mirarla, pero me quedo sorprendido, mis palabras trabándose en mi garganta.
Mis ojos permanecen fijos en su rostro, aunque puedo ver lo suficiente por la
periferia para saber que tiene buen cuerpo. Pero es su expresión en la que estoy
interesado en este momento y eso me dice todo lo que tengo que saber.
Calculación.
190
Astucia.
Malicia.
No llego más allá de la mitad del pasillo antes de que Nanette se esté
empujando a mi lado, todavía desnuda, y luego girándose para plantarse en mi
camino. De hecho, intenta arrojarse hacia mí, pero simplemente la agarro por los
hombros y la mantengo a un brazo de distancia. Pone una expresión seductora,
frunciendo los labios en un puchero.
—Vamos, Bishop. ¿Qué hombre rechazaría esto? Te dejaré hacer lo que desees.
Te dejaré usarme como desees.
—Jesucristo, estás alucinando, perra —gruño cuando me giro hacia ella,
manteniendo mis brazos fijos y a ella a una distancia segura. La suelto y sigo con mi
escape hacia la puerta principal. Atravieso la mitad de la sala antes de que algo me
golpee en la espalda y resuene contra el suelo. Impacta en mi omóplato y duele como
un hijo de puta.
—Tu maldita novia es mi problema —espeta e intenta luchar por soltarse. Subo
su muñeca y se queda completamente quieta cuando no le causo dolor.
Asiente.
Espero hasta que están fuera de la vista antes de sacar mi teléfono y llamar
reacio a Brooke. Ella no responde, pero un mensaje de voz no servirá.
—¿Qué problema?
Paso a contarle todo. Cada cosa desagradable que Nanette dijo, no para
causarle dolor a Brooke, sino para que entienda la gravedad de la situación. Esa perra
está loca.
—Tenemos que cambiar las cerraduras de tu casa hoy. No puede esperar. Voy a
llamar a un cerrajero ahora y me quedaré hasta que llegues a casa, pero necesito que
vengas. Desafortunadamente, no vamos a ser capaces de almorzar hoy.
—De acuerdo, cariño… déjame que vaya a decirle a Charity que tengo una
emergencia que atender y estaré allí en veinte minutos.
Esto es bueno. Me alegra que esté tomándolo con seriedad, porque sé que
Nanette tiene una de las llaves de su casa. Se la habría pedido, pero ¿para qué
molestarse? Alguien tan loco como esa perra pudo haber hecho copias. Es más seguro
conseguir cerraduras nuevas, y mientras está en ello, voy a hacer que el cerrajero
agregue algunos cerrojos de seguridad extra. Creo que también llamaré a una
compañía de seguridad para ver si puedo conseguir a alguien allí que instale una
alarma hoy. Les pagaré el doble.
Si no puedo, entonces haré que Brooke se quede en mi casa hasta que yo pueda
regresar.
194
CAPÍTULO 29
BISHOP
T
acker parece sorprendido cuando comienzo a desvestirme, luego de
sacar un par de pantalones cortos de gimnasia y una camiseta para
ponerme, así puedo relajarme un poco.
—¿No vas a salir? —pregunta al tiempo que toma su kit de afeitar de su bolso
de viaje.
Hace un gruñido de confirmación, al menos eso es lo que pienso que es, antes
de dirigirse al baño y cerrar la puerta detrás de él.
—Apagando una vez más la alarma de la casa —dice con frustración—. Sigo
olvidándolo. Justo cuando abrí la puerta lateral para sacar la basura, comenzó a sonar.
La maldita compañía de alarmas llamó y les dije que era una falsa alarma, así que tuve
que darles una contraseña para probarlo. No pude encontrar el papeleo, como no pude
recordar la contraseña. Es solo… frustrante.
Sus últimas palabras salieron bajas y sé que piensa que me excedí con la
seguridad de su casa, pero no pude evitarlo. Esa chica, Nanette, es una psicópata. No
me hizo feliz volar a la Costa Este por casi toda la semana, dejando a Brooke para que
se defendiera por sí misma en caso de que Nanette no tomara un avión a Nueva York
como se esperaba. La manera en que enloqueció y agredió era una cosa, pero también
lo fue su intento por seducirme para herir a Brooke. Eso fue jodidamente aterrador.
—Te acostumbrarás —le aseguro—. En unos días, serás toda una profesional.
—Sí… bueno, estuve alerta esta noche. A veces solo estás en la zona y estuve
allí.
—¿Qué vas a hacer esta noche? —le pregunto—. ¿Usar algo sexy de casualidad?
—Te mentiré y diré que estoy usando un body de encaje rojo con medias de red
y tacones de aguja. ¿Te gusta?
—No creo que esto siga siendo una relación falsa, ¿verdad?
—En lo más mínimo —concuerdo con ella. Una sonrisa satisfecha que no
puede ver, pero que probablemente puede escuchar se apodera de mi rostro—. ¿Te
parece bien a ti?
—Sabes… creo que sí.
***
Tacker había salido del baño no mucho después de haber colgado con Brooke.
Está vestido parecido a mí con unos pantalones sueltos y una camiseta. Decidí
terminar la llamada porque ella tenía trabajo que hacer, era más de la medianoche y
estaba agotado. Estoy seguro que Tacker también lo está. Ha estado jugando a su
máximo nivel, pero requiere mucho del lado físico, especialmente luego de un juego.
Espero más.
No hay nada.
Estiro mi capacidad cerebral intentando pensar en algo para lograr que entable
una conversación. Que siquiera me mire y actúe como si quisiera ser amigo de uno de
sus compañeros de equipo. Quiero decir, ¿cómo lo sabrá a menos que lo intente?
Atrevido.
Su cabeza se alza, sus ojos se abren de par en par, mientras me mira fijamente.
Hago una pausa para darle efecto y Tacker sigue escuchándome con sumo
interés en su expresión.
Sigo adelante.
—Así que sí… Brooke simplemente soltó que habíamos estado saliendo por
unos meses en secreto y luego le dijo que estábamos comprometidos.
Demonios, eso suena patético. Como algo que diría en primer grado a mis
amigos perdedores. Tacker me mira, me da una media sonrisa y luego baja su mirada
de regreso a su teléfono.
Suspirando, me preparo para admitir la derrota, pero entonces sus ojos regresan
a mí.
Sí. Estoy teniendo una conversación. Como alimentar a un joven y débil fuego
con solo un poco de leña, le ofrezco pequeños trozos de información, esperando avivar
su curiosidad así sigue platicando. 199
—Es el anillo de mi madre. Fue su idea usarlo.
—No lo creo —digo mientras paso mis dedos por mi cabello—. Verás, el plan
era seguir con el compromiso para sacarme de encima al entrenador. Me ha estado
presionando para que desista o actúe de una vez, si sabes a lo que me refiero. Así que
pensamos en lograr un compromiso falso, dejar que esto se calme, y finalmente
instituiríamos un rompimiento que será mutuamente beneficioso para ambas partes.
Tengo que suponer que la obtuvo en el accidente de avión, pero maldita sea si
alguna vez le pregunto algo tan personal. Nuestra amistad está en el terreno más
inestable, tan nueva en este momento, que ni siquiera estoy seguro si somos amigos.
M
e detengo por un momento cuando estoy escribiendo un correo para
Charity, insegura de cómo expresar algo, cuando un suave golpe en
mi puerta me sobresalta. Alzo la mirada y veo a Hannah, la
recepcionista del departamento de gerencia allí de pie. Ella y yo hemos charlado
algunas veces en la sala de descanso y es una chica realmente dulce.
—¿Qué sucede? —pregunto con indiferencia, pero una sensación fría comienza
a filtrarse a través de mis venas.
—Eh… el Sr. Carlson está aquí y se encuentra en la oficina del Sr. Rutherford.
Ha pedido verte. Hay un abogado con él.
201
De hecho, me da una sensación de mareo por un instante. Christian
Rutherford, el gerente general, está con el equipo en Pittsburgh. Estarán jugando con
los Titans esta noche a las 7 p.m., a las 4 p.m. de nuestro horario. Planeo poner la
transmisión en vivo en la pantalla de mi computadora para poder verlo mientras
trabajo.
O, al menos ese era el plan. No estoy segura de qué demonios está pasando
ahora, pero tengo un mal presentimiento al respecto basada en el comportamiento de
Hannah. El hecho de que el propietario de Vengeance, que normalmente reside en Los
Ángeles, esté aquí en Phoenix con un abogado para verme es causa de una gran
alarma.
—¿Sabes por qué quiere verme? —le pregunto dudosa, queriendo saber, y sin
embargo, sin querer.
Niega con la cabeza, pero se inclina dentro de mi oficina un poco más para
susurrar:
—Los escuché hablando de una demanda, pero no estoy segura de qué se trata.
—Buena suerte.
Me gustaría poder meterme en una de las oficinas vacías que paso y llamar a
Bishop. Él me tranquilizaría. Me diría que mantuviera la cabeza en alto. Pero no
puedo molestarlo con esto. No en un día de partido cuando su cabeza necesita estar en
el juego y no preocupado por mí. Lo extraño tanto y eso me dice que es él a quién
quiero recurrir en busca de seguridad.
En cambio, pongo un pie delante del otro y camino como si estuviera en un 202
tablón muy corto rumbo a la oficina del gerente general.
Cuando me acerco, puedo ver al Sr. Carlson caminando de un lado a otro frente
al escritorio de Christian con un celular en su oreja. Es uno de esos hombres que habla
con las manos, por lo que mientras una mano sostiene el teléfono, la otra gesticula
salvajemente.
Hay otro hombre sentado en una pequeña mesa circular cerca de los ventanales.
Su cabeza está inclinada sobre unos documentos. Es bajo, regordete y calvo con ojos
pequeños de tiburón. Su cabeza se alza como si sintiera mi aproximación y sacude su
mano hacia el Sr. Carlson para llamar su atención. Me señala a través de la puerta
abierta y los labios del Sr. Carlson se tensan en una línea delgada cuando me ve.
Para cuando logro entrar, estoy segura que voy a sufrir un ataque por la manera
en que mi corazón está galopando. Deslizo por última vez mis manos en la falda y
entro.
El Sr. Carlson está poniendo su teléfono en el escritorio, y cuando vuelve a
verme, su ceño desaparece y soy recompensada con una sonrisa que es cegadoramente
blanca.
Tomo asiento, agradecida se estar sentada para no caerme si mis rodillas ceden.
Cuando el Sr. Carlson se sienta en la silla junto a la mía, no puedo evitar las
palabras que salen de mi boca.
—No, para nada, pero tenemos algo preocupante que discutir contigo. Y es
Dominik. No Sr. Carlson.
203
De ningún modo puedo llamarlo así, así que no lo haré para nada.
De hecho, estoy impresionada de que mi voz salga un poco más fuerte ahora
que dijo que no estoy en problemas.
Dominik, y estimo que está bien que use su nombre dentro de mi cabeza,
asiente hacia el hombre que tengo que asumir que es un abogado de acuerdo a lo que
dijo Hannah. Sus ojos sin duda parecen como de un tiburón.
—Brooke —dice Dominik para llamar mi atención. Cuando dejo que mis ojos
regresen a él, dice—: Hoy nos presentaron una demanda a nombre de Nanette
Pearson.
—¿Qué? —jadeo.
—Tampoco nosotros —dice el Sr. Gruber—. Es por eso que queremos saber lo
que sabes. Entendemos que te encuentras directamente en el centro de todo esto.
Pensamos que sería menos… estresante hablar contigo informalmente así, que tener
que citarte a una declaración.
—Dominik —corrige.
Trago saliva a la vez que asiento, intentando lubricar mis cuerdas vocales.
—Eso no es todo —interrumpe Fred y puedo notar por la manera en que se está
inclinando hacia mí que ha estado muriéndose por lanzarme esto—. El abogado de la
señorita Pearson filtró la historia a las noticias cuando llenó la demanda esta mañana.
La señorita Pearson está afirmando que tu relación con Bishop Scott es una farsa y que
estás teniendo un romance secreto con Sebastian Parr, que es cómo conseguiste tu
nuevo puesto en marketing.
Es entonces cuando la sala comienza a dar vueltas y vagamente puedo escuchar
a Dominik decir mi nombre con alarma. Golpeo una mano contra la mesa en un
intento desesperado por detener el mareo.
—Creemos que la señorita Pearson puso esta demanda por acoso sexual como
una manera de ganar dinero —dice Fred Gruber imperiosamente—. Creemos que está
revelando tus trapos sucios a la prensa para hacer las cosas más interesantes y
mantener el foco de atención sobre ella. Rasgándonos desde el interior por así decirlo.
—Sr. Carlson…
—Dominik —corrige.
—Lo es —digo, alzando mis ojos hacia él—. Nada de esto habría pasado si le
hubiera contado la verdad a mi padre desde el principio.
206
Dominik está negando con la cabeza.
—No soy el canal apropiado para que hagas eso… —comienza a decir
Dominik, sé que solo como una medida de aplazamiento.
—Eres el dueño —le espeto, sin estar para nada intimidada. ¿De qué tengo que
tener miedo? Todo se ha derrumbado de cualquier manera—. No hay nadie más
calificado para aceptar la renuncia de alguien.
En cambio, le doy una fría sonrisa y me impresiona lo calmada que estoy ahora.
—Dijiste que necesitabas entrevistarme. Que necesitan saber todo lo que sé.
¿Podemos acabar con eso? Me gustaría hacer eso, y si estás de acuerdo, en verdad me
gustaría tomarme un tiempo lejos de aquí para… pensar las cosas.
—Por supuesto… acabemos con esto. Sé que esto fue una sorpresa para ti y
probablemente te gustaría salir de aquí.
Durante las siguientes dos horas, respondo todo lo que Fred Gruber pregunta.
Dominik no hace una sola pregunta, pero consigue lanzarme sonrisas alentadoras
cuando me atrevo a mirarlo. En lo que respecta a los multimillonarios, es bastante
increíble supongo.
—Pero está mintiendo —gruño con enojo—. Persiguió a Dax y Erik. Ellos no
hicieron absolutamente nada mal y le tendió una trampa a Sebastian. No puedes
pagarle.
—No tienes que preocuparte por eso —dice Fred desdeñosamente al tiempo
que recoge sus papeles. Se dirige hacia la puerta, pero antes de marcharse, dice—:
Asegúrate de tener tu información de contacto actualizada. Eres una testigo crucial en
este caso, señorita Perron.
—Claro.
208
CAPÍTULO 31
BISHOP
E
l avión está en silencio y la mayoría de los muchachos se está
aprovechando del vuelo de cinco horas de DC a Phoenix para dormir
en los asientos ultra lujosos reclinables. Estoy seguro que también me
dormiré, porque es casi medianoche y estoy exhausto de muchas maneras, pero en este
momento estoy acunando mi tercer burbon porque mi cerebro no se apagará.
—¿Te gustaría algo de comer, Bishop? —me pregunta Blue desde el pasillo.
Aparto mi mirada de la ventana y más allá de Erik, que se sienta a mi lado, hacia la
azafata que es un bombón. Temprano habíamos acordado que soy “Bishop” y no “Sr.
Scott”.
—No, gracias —digo, y entonces inclino el vaso para beber el resto del licor. El
hielo castañea y le entrego el vaso. Ella reacia se inclina frente a Erik para tomarlo—.
Pero pediré uno más de estos. 209
—Por supuesto —dice y comienza a marcharse.
Erik la llama.
—Date por vencido —le digo. Erik cometió el error en el viaje que comenzó
nuestra gira de cuatro partidos de visitante de proponerle a Blue “una noche de pasión
singular y alucinante” o alguna mierda parecida a eso. Fue patético como el infierno y
Blue puso los ojos en blanco.
—Vamos, Blue. Pareces una chica fiestera. Sal de fiesta conmigo cuando
aterricemos en Nueva York.
Al parecer, a Blue no le gustó ser llamada una chica fiestera, porque se giró
hacia él, se acercó, y le siseó lo bastante fuerte para que solo Erik, Legend, Dax y yo lo
escuchemos.
—No vuelvas a llamarme así.
El pobre tipo fue tomado por sorpresa, pero sé que estaba intentando salvar las
apariencias. Le preguntó:
—Tendrías que madurar unos veinte años antes de que alguna vez lo fuera a
considerar, niñito.
—Sí… lo sé —murmuro.
Francamente, me importaba una mierda la demanda por acoso sexual. Era falsa
y todos lo sabían. Christian dijo que Dominik Carlson no estaba preocupado en lo más
mínimo, así que no me preocupé.
Pero maldita sea, estaba muy preocupado por Brooke. Christian me dijo que
Dominik había hablado con ella y le había asegurado que esto no afectaría su posición
dentro de la compañía.
Había esperado que eso le diera suficiente confianza cuando despertara para
comenzar el día.
Ni mandó un mensaje.
Ni una sola noticia de ella en todo el día, a pesar del hecho de que he intentado
en algunas ocasiones llamarla y mandarle mensajes. Aunque el día estuvo ajetreado
entre las prácticas de patinaje a la mañana, comidas con el equipo, calentamientos,
terapia física y reuniones para el juego de la noche, había esperado ser capaz de tener
unos minutos para conversar con ella.
Sin embargo, me tomé unos momentos en privado para hablar con Erik y
Legend sobre lo que estaba pasando. Se habían vuelto mis amigos más cercanos junto
a Dax y sentía que tenían derecho a saber. Ambos me aseguraron que estaban bien y
me apoyaban. Fue lo único que me hizo sentir levemente mejor el día de hoy.
Así que cuando aparté al entrenador Perron antes del juego, esperaba que fuese
capaz de decirme algo que me calmaría. Solo un simple He hablado con Brooke y está bien
me habría bastado.
—Pero…
Cerré de golpe la boca, más que frustrado por no conseguir nada de ayuda de su
212
parte.
Blue me trae otro borbón. Me pregunta otra vez si me gustaría algo de comer.
No estoy seguro si ha escuchado lo que está pasando, pero creo que sí por la mirada de
simpatía que sigue dándome y el hecho de que está siendo extremadamente solícita,
como una madre preocupada. Erik pide una botella de agua y lo ignora.
***
Por suerte, con el sueño ya se han pasado los efectos del licor para cuando
aterrizamos en Phoenix. Tomando mi mochila, que contiene mi portátil, Tablet,
cargadores, auriculares, almohada de cuello y otras cosas de viaje por el estilo, saludo
a Blue y bajo las escaleras hacia el asfalto.
Jugador tras jugador baja, junto con algunos de los entrenadores y otra gente
del personal.
Y entonces el entrenador Perron sale del avión y comienza a bajar las escaleras.
Cuando está a tres pasos de la parte inferior, me nota de pie a un lado y presiona los
labios en una línea sombría.
Se aparta un paso antes de que lo agarre por el hombro. No muy fuerte, pero lo
suficiente para llamar su atención. No intento bajar mi voz y me importa una mierda
quién esté escuchando.
—Con el debido respeto, esto se trata del bienestar emocional de su hija, así que
debería hacer el maldito tiempo.
—Señor.
—¿No crees que conozco a mi propia hija, Scott? —Su uso directo de llamarme
por mi apellido en vez de Bishop me dice que está muy enfadado todavía—. ¿Crees
que esa dulce y amorosa mujer que prácticamente se ocupó de mí por meses luego de
que su madre muriera podría hacerme creer que estaba saliendo con alguien sin que yo
lo supiera? ¿Especialmente cuando pasaba todo el tiempo o trabajando o cuidándome?
Me subí al juego de Brooke desde el comienzo.
El entrenador aparta la mirada y esta vez creo que es para esconder la tristeza
en sus ojos. Cuando finalmente vuelve a darme su atención, su expresión está
sosegada, pero sus palabras siguen cargadas de emoción.
—No se lo dije porque cuando entré en esa oficina y los vi juntos, vi algo en su
rostro que no había visto en mucho tiempo. Y era felicidad. Había estado tan sumido
en mi propio dolor que dejé que Brooke pusiera su vida en suspenso para ayudarme a
salir del mismo. Me aproveché de ella, ¿por qué no seguirles el juego a sus jugarretas? 214
Claramente le gustabas. Esto obviamente iba a ser excitante, ver si podían
embaucarme, ¿cierto?
—Eh… cierto. —Aunque ya no tenía una jodida idea de qué era cierto o
erróneo—. Pero ¿por qué presionar por el compromiso? Eso fue ridículo.
Los ojos del entrenador brillan con leve sorpresa, pero luego desaparece.
Supongo que no tiene importancia para él.
—Si sabías de la farsa, entonces ¿puedo preguntarte por qué pareces estar muy
enfadado conmigo ahora? —le pregunto.
—Porque toda esta tontería salió a la luz y parte de ella es tu culpa —me dice—.
También es culpa de Brooke, y no estoy feliz con ella tampoco, pero también estoy
preocupado por ella, lo que me hace estar un poco más enfadado contigo. Además,
eres al que tengo más cerca ahora mismo para descargar mi bronca. No tengo idea si
estás metiéndote con las emociones de mi hija o no.
—Entonces me estoy yendo para Nueva York en el primer vuelo disponible —le 215
digo.
—Debería estar de regreso para entonces, pero solo si su hija está en el avión
conmigo. Si no lo está, puede ponerme en la lista de lesionados. Mi isquiotibial me ha
estado molestando últimamente.
—Sabes que no puedes faltar a un juego porque estás atravesando el país por
una mujer.
—Ahí voy —le digo, extendiendo mi mano. La estrecha con firmeza, pero con
una subyacente corriente de gratitud—. Te veo el sábado.
—Dominik Carlson.
—Gracias.
—No, pero pude notarlo. Solo dejó ese anillo atrás porque quería que fuera
devuelto a salvo a tu madre.
—Voy a quedarme aquí por unos días para calmar las cosas. Toma mi avión.
Niega con la cabeza y mueve su barbilla hacia algo detrás de mí. Me giro y veo
un brillante y elegante Gulfstream G550 parado en la pista.
217
CAPÍTULO 32
BROOKE
E
s completamente perfecto.
Sin embargo, esto era lo correcto. Luego de haberle dado hasta la última gota
de información que tenía a Dominik y Fred, supe que necesitaba tiempo, distancia y
un entorno familiar para ayudarme a darle sentido a cómo se habían jodido las cosas.
Era suficiente.
Ha sido muy agradable volver a verla y que me haya abierto las puertas de su
hogar. Por supuesto, le conté todos los detalles sórdidos de lo que ha estado pasando
en mi loca vida, incluso admití todo lo que sentía por Bishop. Ella no se sorprendió en
lo más mínimo por los actos psicópatas de Nanette, y me dijo que fue despedida por
tener un comportamiento extraño y dormir con, bueno, la mayoría de los hombres de
la oficina. No me asombró. Nanette me dijo que había renunciado, pero en
retrospectiva sabiendo lo que sé ahora sobre su locura, por supuesto que fue despedida.
Elizabeth está en el trabajo. Y aunque intentó desesperadamente que pasara el
día con ella, sin duda para tentarme a regresar a mi puesto a su lado, necesitaba algo
de tiempo a solas para pensar.
Me desperté esta mañana sin mensajes de Bishop y eso hizo que me doliera el
corazón. Ayer trató de contactarme frenéticamente, pero supe que, si hablaba con él,
me convencería de no venir a Nueva York y supe instintivamente que necesitaba
alejarme. Pero no hubo nada de él hoy, y no estaba segura si esto era una despedida o
no. Tengo la intención de llamarlo y eso probablemente será hoy.
En algún momento.
Quizás mañana.
Espero que hoy te estés sintiendo mejor. Las noticias salieron y va a ser brutal por un
tiempo. La posición oficial del equipo es que las acusaciones de Nanette son ciento por ciento
falsas y serán fácilmente refutadas en la corte. También, estamos descartando los rumores sobre tú
y Bishop como ruines y vengativos y también que no son el asunto de nadie. Solo prepárate… los
periodistas te llamarán. Depende de ti y de Bishop emitir alguna declaración o no, pero lo que sea
que hagan, tienen nuestro pleno apoyo. Mantén la barbilla en alto. Tu trabajo te está esperando.
Me estudia a medida que me acerco, sus ojos repasando de mi rostro a mis pies
y de nuevo hacia arriba, antes de que realmente recorran mi rostro. Está intentando
leerme de la manera en que lo hacía yo, y aunque normalmente vería solamente una
intensa confianza en los ojos de Bishop, no veo otra cosa más que vacilación allí. No
es un buen augurio para ninguno.
—Hola —digo cuando subo a la acera y me acerco hasta pararme frente a él.
Tiene que alzar la mirada, entrecerrando los ojos levemente por el sol matutino
a mi espalda.
—Lo fue.
—Te extrañé —le digo sin rodeos—. Incluso aunque no estabas en Phoenix
cuando me fui, en el instante en que llegué a Nueva York te estaba extrañando de
verdad. Incluso más que cuando estuviste en la gira.
—Y yo que pensaba que iba a tener que perseguirte para que te dieras cuenta de
lo mucho que te importo y que tienes que regresar a Phoenix.
—Oh, me importas —le digo en voz baja—. Pero no estoy segura que quiera
volver. Estoy horriblemente avergonzada, y Bishop… llevé a Nanette a la
organización. Todo es mi culpa.
—Sabes que esta historia morirá en las noticias —me dice a la vez que se inclina
más cerca—. Es un chisme. Mañana habrá una historia más jugosa.
Todo eso suena bien para mí. En verdad quiero creer lo que ha dicho, pero
sigue habiendo una cosa que me da ganas de salir huyendo.
—Para —ordena, dándome una pequeña sacudida con su mano—. ¿Te olvidas
que hace unos instantes dijiste que te importaba?
—Estoy llegando a eso —dice con una sonrisa ladeada, bajando su mano de mi
rostro—. Pero primero tenemos que poner toda esta mierda detrás, nena. Yo lo he
hecho, pero sigues luchando con eso. ¿Puedes hacerlo?
—Demonios, no, no quiero empezar de nuevo —vocifera con una risita—. Eso
significaría que tendría que volver a conquistarte y no tengo tiempo para eso. Quiero
que te subas al lujoso avión Gulfstream, que por cierto tiene una cama, y llevemos
nuestros culos de regreso a Phoenix. Quiero comenzar el siguiente paso de nuestra
vida juntos. Y quiero eso, Brooke, mi dulce, hermosa y encantadora Brooke, porque
me he enamorado de ti en el trascurso de nuestra farsa… que, por cierto, sabes que tu
padre sabía que todo era un engaño, ¿verdad?
Creo.
—Pensé que solo era yo —le admito con suavidad—. Quien se había
enamorado, me refiero.
A ninguno de estos neoyorquinos les importa que hoy sea el día más feliz de mi
vida.
Incluso mejor, sé que días más felices aún están por venir.
FIN
SIGUIENTE LIBRO
Pero primera tengo que encontrar una manera de derretir su mirada fría. Porque
por más que intento fingir que no me importa lo que Blue piensa de mí, ¿cómo puede
no importarte cuando te estás enamorando de alguien?
Arizona Vengeance #2
SOBRE LA AUTORA
TRADUCCIÓN
Flochi
Ling07
LittleCatNorth
Mariela
Lieve
Watson
CORRECCIÓN
~Ángel'Grey 226
Bella'
Brisamar58
Disv
Jessmddx
Mariela
Lieve
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DISEÑO
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227