RAMOS, Contra Libros de Texto Monterrey 1962
RAMOS, Contra Libros de Texto Monterrey 1962
RAMOS, Contra Libros de Texto Monterrey 1962
RESUMEN
La implementación del libro del Texto Gratuito como una política educativa
durante el gobierno de Adolfo López Mateos, y concretado en el periodo
como Secretario de Educación de Jaime Torres Bodet, trajo consigo una
serie de conflictos de diferentes niveles; por un lado la política se vio como
un esfuerzo por cumplir el objetivo de la educación popular al posibilitar el
acceso gratuito al conocimiento a niños y niñas; pero, por otro lado, trajo
consigo las polémicas en torno a imponer un conocimiento oficial, una
ideología y una “uniformidad” en un país diverso, no obstante, lo que
agrandó la polémica fue su obligatoriedad y gratuidad. En este sentido el
recuento hemerográfico que se hace en esta ponencia intenta reconstruir la
polémica suscitada en la ciudad de Monterrey, lugar en la que la
efervescencia por la introducción de los libros de texto se expresó en una
de las manifestaciones más numerosas registradas hasta entonces. Aquí se
presentan algunos discursos e ideas que reflejan posturas de una sociedad
citadina imbuida en lógicas económicas capitalistas y que fue dirigida por
grupos económicos que vieron en la gratuidad de los textos una amenaza a
sus intereses. Por el otro lado, se destacan los discursos de defensa, así
como breves reflexiones que las maestras de la época sobre cómo vivieron
este álgido momento y la forma en que a ras de piso (en el aula) se
introdujeron los textos.
Palabras clave: Libros de texto, ideología, movimientos sociales, papel
del Estado.
INTRODUCCIÓN
Este trabajo registra una de las manifestaciones más polémicas en contra de los Libros de
Texto Gratuito (en adelante LTG). En febrero de 1962, la ciudad de Monterrey fue el escenario donde
se enfrentaron la Unión Neolonesa de Padres de Familia (UNLPF) opositora a la implementación de
1
los libros de texto gratuito, y la Secretaria de Educación Pública y el gobierno del estado, quienes
apoyaron en todo momento el libro de texto.
Para el desarrollo del trabajo expongo algunos datos que permitirán conocer el panorama de
la educación en México durante el sexenio de Adolfo López Mateos (1958-1964) y la iniciativa que
permitió crear la Comisión Nacional de los libros de Texto Gratuito (CONALITEG). Es importante
destacar que el contexto nacional e internacional desempeñó un papel importante en las reacciones
de la manifestación, pues La Guerra Fría y la propaganda anticomunista tuvieron sus efectos en
Monterrey; como se verá en los discursos de los detractores de los LTG.
En esta ponencia se dialoga con los trabajos de Valentina Torres (1997; 2011), estudiosa de
los debates sobre la educación, Estado e Iglesia y que nos presenta puntos de partida para entender
los discursos de la “derecha” (de empresarios y católicos) y las formas en que se opusieron a las
políticas de “izquierda” del gobierno de López Mateos y en particular, en los LTG. La historiografía
mexicana ha sido fructífera en la producción sobre los libros de texto en diferentes momentos de la
historia (Cfr. Galván y Martínez, 2010; Barriga, 2011 y Galván, Martínez y López, 2016) destacando
como objetos culturales, mediadores y difusores tanto del currículum como de la cultura letrada que
se construye en la escuela, asimismo, de los debates ideológicos que se tejen en su interior y los
valores que expresan lo libros. No obstante, como señaló Barriga, “los LTG han sido paradigmáticos
en la historia educativa mexicana […] polémicos y todo, han sido durante los últimos cincuenta años
la única forma de acceso al conocimiento de millones de niños” (2011, p. 12), de ahí que suscitaran
desde su implementación un conjunto de posturas a favor y en contra.
El propósito de esta ponencia es hacer un recorrido por las diferentes posturas en torno a los
LTG. Para este fin se consultaron fuentes hemerográficas y orales que permitirán desentramar los
discursos antagónicos que dieron origen, primero, al debate y, después, a la manifestación del 2 de
febrero de 1962 en Monterrey, destacando la experiencia nuevoleonesa de la implementación de esta
política educativa.
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la terminaban; de los 134 que egresaban de este nivel, 59 se matriculaban en secundaria, de los
cuales, 32 se quedaban en el camino. Al nivel medio superior llegaban nueve, y de ellos desertaban
tres. En educación superior se inscribían sólo seis, y cinco abandonaban el estudio, es decir, “sólo
uno llegaba a obtener un título profesional” (Larroyo, 1986, p. 547). Este panorama presentado por
Jaime Torres Bodet incentivó el Plan de los Once Años, como señala Torres (2011) fue el primer
esfuerzo educativo mexicano por extender un proyecto educativo más allá de un sexenio, en este plan
se promovió la creación de la Comisión Nacional de los Libros de Texto Gratuito (CONALITEG) en
1959 con la intención de concretar la publicación y distribución de los LTG.
Como señalan algunos especialistas la idea de los LTG no era nueva; desde la última mitad
del siglo XIX el Estado había ejercicio la facultad de señalar los libros de textos que se debían utilizar
en las escuelas, en el caso de Nuevo León durante el gobierno de Bernardo Reyes se establecieron
los textos oficiales y autorizados por el gobierno, los textos pasaban por un estricto dictamen que
elaboraban los maestros con más experiencia (Ramos, 2015) y se cuidaba en todo momento, que
fueran “al alcance de las inteligencias de los niños”i. La distribución gratuita tampoco era novedosa,
en el porfiriato y después, en los gobiernos posrevolucionarios regalaban libros en las escuelas
(Larroyo, 1986). Se cuentan con registros que señalan que los gobernadores nuevoleoneses, visitaban
las escuelas regalando libros (Ramos, 2015).
En resumen, algunos esfuerzos antes de los LTG se reconocen con la publicación de la
biblioteca de los clásicos fomentada por Vasconcelos y como señala Garciadiego (2011), el proyecto
editorial vasconcelista pudo ser un antecedente a los LTG, debido a la estrecha relación que tuvo con
Jaime Torres Bodet y Martín Luis Guzmán, si bien no asegura esta influencia, sí da algunos elementos
para considerar la hipótesis.
El objetivo que perseguía la CONALITEG era cumplir los postulados del Artículo Tercero en
cuanto a su gratuidad, pero también, como señala Torres (1997), proponían “la unidad nacional y la
unificación educativa como valores que debían prevalecer en los libros, con el objeto de crear una
nación fuerte y una identidad mexicana” (p. 199).
Jaime Torres Bodet nombró presidente de la CONALITEG a Martín Luis Guzmán. Desde el
principio, su nombramiento causó polémica; se dividieron los opositores y simpatizantes a su
designación; considerado por algunos como “comunista, izquierdista y rojo”ii y por otros como
“inteligente, activo y extraordinario prosista”iii.
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El inicio de uno de los enfrentamientos más polémicos en la historia de la educación comenzó
cuando la Unión Nacional de Padres de Familiaiv se opuso a la implantación del libro de texto; “se
unieron a su demanda el Partido Acción Nacional, el Movimiento Cristiano y la jerarquía católica”
(Torres, 1997, p. 207). La Unión publicó un desplegado en los periódicos nacionales dirigido al
presidente de la república, en el que se oponían a la utilización de los textos únicos en las escuelas
privadas, criticando la índole pedagógica de los textos y la imposición del libro como anticonstitucional.
Monterrey fue el escenario donde el problema alcanzaría trascendencia nacional. La Unión
Neolonesa de Padres de Familia (UNLPF), representada por Eliot Camarena e integrada por la
sociedad católica, las escuelas privadas, se opuso abiertamente al LTG y criticó al gobierno de
Eduardo Livas (1961-1967) y a la Secretaria de Educación Pública.
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cultivo de nuestra tradición, de nuestras creencias y de nuestros principios que nos
dan fisonomía (El Norte, 01 de febrero de 1962).
En el desplegado se advertía que los textos tomaban los adelantos de la ciencia como “biología,
psicología, la sociología y la filosofía de la educación para innovar a favor de la sociedad”. Y finalizaba
de forma amenazante contra los detractores:
Y a los causantes de esta estéril cuanto artificiosa agitación, motivada por otros
propósitos, sepan que ellos a quienes incumbe toda la responsabilidad de las
consecuencias que puedan sobrevenir, al interrumpir el ritmo del trabajo incesante
de un Régimen que, con irrevocable decisión, trata de satisfacer en lo posible, las
más urgentes demandas de la justicia social (El Porvenir, 01 de febrero de 1962).
La oposición a los LTG giraba en torno a considerarlos como una forma de coartar la libertad
de los padres a elegir la educación de sus hijos, imponiéndoles una educación venida del Estado. Así
lo manifestó el integrante de la Unión Alfonso Ayala, en su desplegado del día siguiente “[…] la
orientación que debe tener la educación mexicana no puede ni debe ser fijada en ningún momento
por el Estado. La orientación de la educación de nuestros hijos la fijamos los padres” (El Norte, 2 de
febrero de 1962).
En respuesta la CONALITEG envió una misiva a los padres de familia en la que contestaba
los ataques dirigidos por la UNLPF, así como a las interpretaciones que se hacían del texto:
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[…] se ha lanzado al Gobierno y a las Autoridades Educativas del Estado la
imputación de que tratan de imponer un libro de Texto “único” en substitución de
la variedad de que antes disponían los maestros de las escuelas primarias oficiales
y particulares, para la enseñanza. Se ha afirmado que este libro “único” contiene
ideas y doctrinas ajenas a la idiosincrasia del pueblo mexicano. Este cargo además
de falso, es calumnioso […] no existe un libro de Texto Único, sino el número
indispensable y suficiente de libros para que los maestros puedan trabajar […] se
proporciona a los escolares gratuitamente, estos libros, que son de Historia,
Geografía, Matemáticas, Ciencias Naturales, Lengua Nacional […] (El Norte, 2 de
febrero de 1962).
Las discusiones entre la UNLF y el Estado se mantuvieron durante el primer semestre del año.
La solución ofrecida por el gobernador Eduardo Livas fue reunir a los miembros de la Unión Neolonesa
con académicos y profesores de la Secretaria de Educación para clarificar las dudas de los padres de
familia y convencerlos de la aceptación de LTGvi.
Carlos Ornelas (1995) defendió la hipótesis que detrás de la oposición había intereses
económicos de grupos empresariales de casas editoras que apoyaban a la UNLPF, que verían
menguadas sus ganancias con la implementación de los libros. Por su parte Velentina Torres (2011)
señala que:
El movimiento contra el texto era, más que nada, una manera en que los
empresarios de Monterrey manifestaban su inconformidad contra el autoritarismo
del Estado y contra la política, a todas luces contraría a sus intereses, sobre todo
en lo referente a la economía y el apoyo que daba a la revolución cubana (p. 187).
La amenaza comunista no era ficción en la mente de los opositores, pues para finales de la
década de 1950 y 1960 Estados Unidos comenzó una ofensiva contra los países que amenazaban el
mundo con la expansión comunista, propuso a las naciones romper nexos diplomáticos, comerciales
y de toda índole con Cuba, y como sabemos, México fue uno de los países que se negó a esta
propuesta.
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En Monterrey, el repudio al comunismo se reflejaba en los artículos publicados en la prensa
de la época; algunos se regocijaban con la noticia del aislacionismo cubano: “Washington impedirá a
Castro exportar su Revolución comunista”, “Conferencia en Punta del Este se acuerda expulsión de
Cuba de la OEA”, “Alto a la amenaza Roja” (Encabezados de El Norte y El Porvenir, Enero y Febrero
de 1962). La ciudad pronto se vio imbuida de discursos y posturas anticomunistas. La puesta en
marcha del libro de texto gratuito y obligatorio significó para los opositores una forma de socialismo.
Como advierte Órnelas (1995) fuera de la Unión de Repúblicas Socialistas y la Alemania
Democrática, México era el primer país en implementar el programa de libros de texto gratuito y
obligatorio. No sólo era el hecho de que fueran obligatorios lo que alarmaba a los padres de familia,
sino también los métodos que ofrecían los libros porque hacían perder la individualidad del niño en
sustitución del trabajo en equipo que veían amenazante como señalaban en el desplegado antes
citado de la UNLPF “la formación de equipos de ocho niños y la elección de un jefe entre ellos, puede
dar buenos resultados en países totalitarios como Rusia y Cuba […] pero no en México” (El Norte, 01
de febrero de 1962).
Roberto Hernández, padre de familia afiliado a la UNLPF en una carta abierta dirigida al
gobernado manifestó su postura en contra del libro de texto:
[…] Los profesores tendrán un texto o libro que les servirá de guía. Este libro se
llama la Unidad de Trabajo y Estudio y su autora Clara O. Cordounel profesora de
la Escuela Normal de Matanzas, Cuba […] ¿Cree usted que nos sentimos
tranquilos cuando vemos que a partir de septiembre próximo los maestros tendrán
como libro guía un texto escrito en Cuba y por una cubana y todavía más, en 1960,
o sea cuando iniciaban la Revolución escolar los comunistas de Fidel Castro?
Desde luego que no lo he leído y no puedo juzgarlo pero ¿Qué nos puede mandar
de bueno el actual régimen de Cuba? (El Norte, 01 de febrero de 1962, p. 8).
Los opositores buscaron por todos los medios hacer que los libros parecieran una prueba de
que el gobierno quería volcarse al comunismo, que si ya lo hacía en la educación qué más se podía
esperar. Como lo advertían sus proclamas en la manifestación “¡México sí! ¡Comunismo no! ¡Exigimos
libertad de enseñanza! (El Norte, 03 de febrero de 1962). La UNLPF estaba convencida que el Estado
quería teñirse de rojo.
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3) LAS MAESTRAS OPINAN Y RECUERDAN LA LLEGADA DE LOS
LIBROS DE TEXCO
Pero ¿Cómo se pudo visualizar a ras de piso la llegada de los libros de Texto? y
concretamente ¿Cómo se vivió fuera de la capital? Algunas de las maestras rurales de la época vii
recuerdan esos días por lo ocurrido en Monterrey, pero al estar en el campo y de algún modo retiradas
de la efervescencia ocurrida, no obstante, señalaron: “pues no fue muy grabe el problema aquí” viii. Las
maestras argumentaron que si bien les habían informado que éstos llegaría, no se les preparó en el
contenido y manejo de los libros, así lo expresan:
[…] si nos decían que ‘vienen los libros de texto de las diferentes áreas’ pero una
explicación amplia, amplia no la dieron, no nos la dieron ix
[…] llegaron los libros y llegaron de repente, verdad […] yo no tenía experiencia. x
[…] los conocimos junto con los niños xi
Una de las maestras señaló que con los libros venían folletos explicativos de cómo utilizar el
material, no obstante, desde su implementación “nunca llegaban los libros de texto como debían ser,
puntuales, siempre faltaban unos faltaban otros… rara vez llegaban completos” xii, de hecho como
señaló una de ellas fue una sorpresa que llegaran a Anáhuac, Nuevo León “a nosotros siempre nos
han tenido olvidados”xiii, al ser una zona alejada de la ciudad de Monterrey y ser el municipio que se
fundó más tardíamente (1934), el contacto con Monterrey era lejano y su influencia más cercana era
el sur de Estados Unidos.
Sin embargo, las maestras señalaron que los significados que tuvo el libro de texto para
mejorar o bien complementar las enseñanzas del aula:
[…] Se facilitaba mucho, ayudaba mucho […] agarraba su libro de naturales,
lecturas, español xiv
[…] llegaron los libros, en algunos, verdad, tenían el campo muy abierto, muy
amplio, amplio, donde extenderse uno xv
La postura más crítica al respecto la señaló la maestra Martina quien si bien vio la ventaja de
los textos, logró identificar uno de sus debilidades, el reducir el conocimiento y la enseñanza al libro
en sí mismo: “los libros de texto muchos compañeros lo agarraron como material y yo lo vi como
complemento a las enseñanzas de nosotros… muchos compañeros decían ‘que no pus luego no
8
trabajo porque no ha llegado el libro de texto’, hacía flojo al maestro”.xvi En lo que coincidían los
argumentos de las maestras era que al ser una zona agrícola y pobre los libros significaron una gran
ventaja al ser gratuitos y al ser de los únicos materiales de lectura para la familia. El agrado y simpatía
de los niños por recibir sus libros nuevos es una experiencia escolar que las maestras disfrutaron tanto
como los niños.
CONCLUSIONES
A pesar de la manifestación y de los desplegados en contra de los libros de texto (que
siguieron algunos meses más), el LTG terminó de implementarse en las escuelas de Monterrey. Los
padres de familia afiliados desde el inicio con los grupos empresariales y católicos, vieron en los libros
más una amenaza a su “idiosincrasia” capitalista que a la forma de educar a sus hijos, pues señalaron
que no conocían los textos.
La relativa paz con la UNLPF se resquebrajó en 1975 cuando se introdujo una nueva reforma
a los libros de texto, que ocasionó que los padres de familia de nuevo tomaran la ofensiva, esta vez
por el contenido de la educación sexual. De nuevo el empresariado reaccionó, esta vez Humberto
Junco, en su auto publicación titulada Conjura contra Monterrey escrita en 1975 volvió al tema de los
LTG, detalló la lucha del 02 de febrero de 1962 y la tomó como estandarte de la nueva “conjura”;
repudió a los textos por: “tendenciosos, comunizantes y controvertidos” (p. 6) a los que vio como
“ofensivos contra Monterrey, sus gentes y sus Instituciones” (p. 5).
Aunado a lo anterior las maestras nuevoleonesas, recuerdan vívidamente esta nueva reyerta
contra los LTG, argumentando que la postura tomada por los padres de familia dejaba en evidencia
“su ignorancia” y a la incapacidad de abrirse al conocimiento humano. Para las maestras el problema
estribaba en que los libros enseñaban “las funciones del cuerpo humano”, incluyendo, claro está, la
reproducción:
[…] yo pienso que por ignorancia de los padres, porque lo vimos cuando el desarrollo de la
criatura, del embarazo verdad, en ciencias naturales, los niños del campo, ellos estaban
enterados de todo, porque tienen ganaditos, sus cabritos, sus vaquitas y para ellos es muy
natural todo esto…xvii
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Esta interesante reflexión de la maestra nos sirve para re-pensar el conjunto de ideas e
imaginarios diversos que una política puede traer consigo, las distintas interpretaciones y los sentidos
que una sociedad le otorga a la educación y sus dispositivos como lo son los libros de texto gratuito.
NOTAS
i
Como se señalaban en los dictámenes de varios de los textos escolares que se localizan en: AGENL, Fondo:
Educación , Asunto: Dictámenes y textos, año: 1906, Caja: 1.
ii
Junco (1975) se refiere a Martín Luis Guzmán de esa forma además de señalar que, es de “abiertas tendencias
comunistas” (1975, p. 10).
iii
Señalado por Jaime Torres Bodet al otorgar el nombramiento.
iv
La UNPF se fundó en 1917 su presidente fue Ramón Sánchez Medal y secretario Ramón Dibildox.
v
Según cálculos de los periódicos locales El Norte y El Porvenir, a la manifestación del día dos de febrero
asistieron alrededor de 300 000 personas. Según el censo oficial el área Metropolitana de Monterrey contaba
con 700 000 habitantes, lo que significaría que el 42% de la población total fue a la manifestación. Hasta
entonces la manifestación más numerosa registrada había sido en 1936, durante el periodo Cardenista, que
alrededor de 50 mil personas se manifestaron contra el comunismo.
vi
Una de las reuniones más importantes se llevó a cabo el 10 de febrero en donde participaron por la UNLPF:
Eliot Camarena y Arturo Pérez Ayala; por el Gobierno del Estado: los profesores Ciro Cantú y Oziel Hinojosa:
por la Secretaría de Educación: Manuel Boneta y Enrique García Hernández, Cfr. Martínez, 1999, pp. 91-93.
vii
Hace algunos años tuve la oportunidad de entrevistar a maestras que trabajaron entre 1950-1985 tanto en
escuelas rurales como urbanas. Las tres entrevistadas (Velia, Martina y Andrea) fueron maestras rurales de
Anáhuac, Nuevo León, municipio fronterizo con Estados Unidos.
viii
Entrevista con Maestra Andrea, Anáhuac, NL, 2000.
ix
Entrevista con Maestra Martina, Monterrey, NL, 2000.
x
Entrevista con Maestra Velia, Anáhuac, NL, 2000.
xi
Entrevista con Maestra Velia.
xii
Entrevista con Maestra Martina.
xiii
Entrevista con Maestra Andrea.
xiv
Entrevista con Maestra Velia.
xv
Entrevista con Maestra Andrea.
xvi
Entrevista con Maestra Martina.
xvii
Entrevista con Maestra Andrea.
REFERENCIAS
Hemerografía
Fuentes Orales
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Bibliografía
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México: El Colegio de México/SEP/CONALITEG.
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Garciadiego, J. (2011). “Vasconcelos y los Libros: Editor y bibliotecario” en Barriga, R. Entre paradojas:
A 50 años de los libros de texto gratuitos. (pp. 65-94). México: El Colegio de
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Junco, H. (1975). Conjura contra Monterrey. Monterrey: (s/e).
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Torres, V. (2011). “Los libros de texto gratuito y su impacto en la derecha mexicana” en Barriga, R.
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de México/SEP/CONALITEG.
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