Camila
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Camila
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Para la historiografía de la historia del arte, véase Estudio de la historia del
arte.
Cuarteto para flauta (1777), de Wolfgang Amadeus Mozart, considerado como uno de
los mejores compositores de música clásica de toda la historia.
Las mil y una noches (ألف ليلة وليلة, Alf layla wa-layla), título clásico de la
literatura árabe.
El arte goza hoy día de una amplia red de estudio, difusión y conservación de todo
el legado artístico producido por la humanidad a lo largo de su historia. Durante
el siglo XX han proliferado las instituciones, fundaciones, museos y galerías, de
ámbito público y privado, dedicados al análisis y catalogación de las obras de
arte, así como su exposición a un público mayoritario. El auge de los medios de
comunicación ha sido fundamental para el mejor estudio y divulgación del arte.
Índice
1 Prehistoria
1.1 Paleolítico
1.2 Neolítico
1.3 Edad de los Metales
2 Arte antiguo
2.1 Mesopotamia
2.2 Egipto
2.3 América
2.4 África
2.5 Asia
2.5.1 India
2.5.2 China
2.5.3 Japón
2.6 Oceanía
2.7 Otras manifestaciones
3 Arte clásico
3.1 Grecia
3.2 Roma
4 Arte medieval
4.1 Arte paleocristiano
4.2 Arte germánico
4.3 Arte prerrománico
4.4 Arte bizantino
4.5 Arte islámico
4.6 Arte románico
4.7 Arte gótico
4.8 América
4.9 África
4.10 Asia
4.11 Oceanía
5 Arte de la Edad Moderna
5.1 Renacimiento
5.2 Manierismo
5.3 Barroco
5.4 Rococó
5.5 Neoclasicismo
5.6 América
5.7 África
5.8 Asia
5.9 Oceanía
6 Arte contemporáneo
6.1 Siglo XIX
6.1.1 Arquitectura
6.1.2 Romanticismo
6.1.3 Realismo
6.1.4 Impresionismo
6.1.5 Simbolismo
6.1.6 Modernismo
6.1.7 Fotografía
6.2 Siglo XX
6.2.1 Arquitectura
6.2.2 Vanguardismo
6.2.3 Últimas tendencias
6.2.4 Globalización del arte
6.2.5 Artes decorativas
6.2.6 Literatura contemporánea
6.2.7 Teatro contemporáneo
6.2.8 Música contemporánea
6.2.9 Danza contemporánea
6.2.10 Fotografía del siglo XX
6.2.11 Cine
6.2.12 Historieta
6.2.13 Arte efímero
7 Véase también
8 Notas
9 Referencias
10 Bibliografía
11 Enlaces externos
Prehistoria
Paleolítico
Artículo principal: Arte paleolítico
Las primeras manifestaciones artísticas proceden del Homo neanderthalensis, de hace
unos 65 000 años, tal como se constata por los restos hallados en las cuevas de
Maltravieso (Cáceres), Ardales (Málaga) y La Pasiega (Cantabria).2 Aun así, la
mayor parte de los primeros hallazgos artísticos son del paleolítico superior y
pertenecen ya al Homo sapiens, alrededor del 25 000 a. C., teniendo su apogeo en el
periodo magdaleniense (±15 000-8000 a. C.). Los primeros vestigios de objetos
creados por el hombre aparecen en el sur de África, el Mediterráneo occidental,
Europa central y oriental (Mar Adriático), Siberia (Lago Baikal), la India y
Australia. Estos primeros vestigios son generalmente utensilios de piedra trabajada
(sílex, obsidiana), o bien de hueso o madera. Para la pintura utilizaban rojo de
óxido de hierro, negro de óxido de manganeso y ocre de arcilla. Su principal medio
expresivo era la pintura rupestre, desarrollada principalmente en la región franco-
cantábrica: son pinturas de carácter mágico-religioso, en cuevas, de sentido
naturalista, con representación de animales, destacando las cuevas de Altamira,
Tito Bustillo, Trois Frères, Chauvet y Lascaux. En escultura, destacan las llamadas
venus, representaciones femeninas que seguramente servían de culto a la fecundidad,
destacando la Venus de Willendorf. Otras obras representativas de esta época son el
denominado Hombre de Brno, el Mamut de Vogelherd y la Dama de Brassempouy.3
Neolítico
Artículo principal: Arte neolítico
Arte antiguo
Tablilla sobre el diluvio, del Poema de Gilgamesh (c. siglo VII a. C.), Museo
Británico.
Artículo principal: Arte antiguo
Se denomina así a las creaciones artísticas de la primera etapa de la historia,
iniciadas con la invención de la escritura, destacando las grandes civilizaciones
del Próximo Oriente: Egipto y Mesopotamia. También englobaría las primeras
manifestaciones artísticas de la mayoría de pueblos y civilizaciones de todos los
continentes. En esta época aparecieron las primeras grandes ciudades,
principalmente en cuatro zonas delimitadas por grandes ríos: el Nilo, el Tigris y
el Éufrates, el Indo y el río Amarillo.
Uno de los grandes avances en esta época fue la invención de la escritura, generada
en primer lugar por la necesidad de llevar registros de índole económica y
comercial. El primer código escrito fue la escritura cuneiforme, surgida en
Mesopotamia alrededor del 3500 a. C., practicada en tablillas de arcilla. Estaba
basada en elementos pictográficos e ideográficos, mientras que más adelante los
sumerios desarrollaron un anexo silábico para su escritura, reflejando la fonología
y la sintaxis del idioma sumerio hablado. En Egipto se desarrolló la escritura
jeroglífica, con una primera muestra en la Paleta de Narmer (3100 a. C.). La lengua
hebrea fue una de las primeras que utilizó como método de escritura el alfabeto
(abyad, alrededor del 1800 a. C.), que relaciona un único símbolo a cada fonema; de
aquí derivan los alfabetos griego y latino.8
Mesopotamia
Artículo principal: Arte de Mesopotamia
Estatua sedente del príncipe Gudea, patesi de Lagash (2120 a. C.), Museo del
Louvre, París.
El arte mesopotámico se desarrolló en la zona comprendida entre los ríos Tigris y
Éufrates (actuales Siria e Irak), donde desde el IV milenio a. C. se sucedieron
diversas culturas como los sumerios, acadios, amorritas, asirios, caldeos, etc. La
arquitectura se caracteriza por el empleo del ladrillo, con un sistema adintelado y
la introducción de elementos constructivos como el arco y la bóveda. Destacan los
zigurats, grandes templos de forma escalonada piramidal, de los que prácticamente
no nos han llegado vestigios, excepto algunos basamentos. La tumba solía ser de
corredor, con cámara cubierta de falsa cúpula, como algunos ejemplos hallados en
Ur. También destacaron los palacios, conjuntos amurallados con un sistema de
terrazas a modo de zigurat, otorgando gran importancia a las zonas ajardinadas (los
jardines colgantes de Babilonia son una de las siete maravillas del mundo antiguo).
Egipto
Artículo principal: Arte del Antiguo Egipto
América
Artículo principal: Arte precolombino
África
Artículo principal: Arte africano
Escultura nok.
El arte africano ha tenido siempre un marcado carácter mágico-religioso, destinado
más a ritos y ceremonias de las diversas creencias animistas y politeístas
africanas que no a fines estéticos, aunque también hay producciones de signo
ornamental. La mayoría de sus obras son de madera, piedra o marfil, en máscaras y
figuras exentas de carácter más o menos antropomórfico, con un típico canon de gran
cabeza, tronco recto y miembros cortos. También se producían cerámica, joyería y
tejidos, así como objetos de metalurgia —el hierro era conocido desde el siglo VI
a. C.—. La primera producción de cierta relevancia fue la cultura Nok, en el I
milenio a. C., situada en el norte de la actual Nigeria. Destacan las esculturas de
terracota, con figuras humanas —a veces sólo la cabeza— o de animales (elefantes,
monos, serpientes), de gran sentido naturalista, mostrando expresiones faciales de
signo individualizado, con diversos peinados, a veces con collares y brazaletes. En
Sudán se desarrollaron las culturas kerma y meroe, caracterizadas por sus
monumentales construcciones en barro, sus armas y su cerámica. En Etiopía destacó
la ciudad de Aksum, centro de un reino que alcanzó su apogeo en el siglo IV. Con
una notable cultura —desarrollaron una escritura en lengua ge'ez, y crearon un
sistema monetario—, son de destacar sus estelas en forma de pilares monolíticos, de
carácter funerario, de hasta 20 metros de altura.16
Asia
India
Artículo principal: Arte de la India
Mohenjo-Dāro.
El arte indio tiene un carácter principalmente religioso, sirviendo como vehículo
de transmisión de las distintas religiones que han jalonado la India: hinduismo,
budismo, islamismo, cristianismo, etc. También hay que destacar como rasgo
distintivo del arte indio su afán de integración con la naturaleza, como adaptación
al orden universal, teniendo en cuenta que la mayor parte de elementos naturales
(montañas, ríos, árboles) tienen para los indios un carácter sagrado.
Cultura del Indo: la primera gran civilización india se desarrolló entre el siglo
XXVI a. C. y el siglo XIII a. C., conocida hoy día por las excavaciones realizadas
en 1920 por sir John Marshall en Mohenjo-Daro, antigua ciudad que en sucesivos
emplazamientos muestra una planificada urbanización, con edificios públicos
construidos en ladrillos de barro cocido. De igual importancia son las excavaciones
realizadas en Harappa, con restos de cerámica, escultura y útiles de metal (oro,
plata, cobre y latón).17
Período védico (siglos XIII-VI a. C.) y premauria (siglos VI-III a. C.): en esta
etapa se introdujeron los pueblos arios, apareciendo las religiones tradicionales
indias. En el siglo VI a. C. aparecieron el budismo y el jainismo, estableciéndose
estrechos lazos con el arte persa. La expedición a la India de Alejandro Magno
(326-325 a. C.) abrió contacto con el arte helenístico griego, plasmado en las
formas grecobudistas.
Arte maurya (siglos III-II a. C.): la dinastía Maurya, de religión budista, ocupó
todo el curso medio del Indo y la parte central de la península del Deccán. La
arquitectura de piedra sustituye al ladrillo, como en el Palacio de Aśoka en
Pātaliputra. El monumento característico de este periodo es la stūpa, túmulo
funerario de carácter conmemorativo, generalmente recubierto de relieves con
escenas de la vida de Buda, como la Stūpa de Sānchi.
Arte de Gandhāra (siglos II a. C.-I d. C.): el arte de Gandhāra es de tradición
grecobudista, con influencia helenística y sasánida, destacando por la
representación directa de la imagen de Buda. Evolucionó la tipología de la stūpa,
que es con cúpula sobre un alto tambor cilíndrico colocado sobre una base cuadrada,
como el de Kanisha, en Peshawar.
Arte de Mathurā y Amarāvatī (siglos I-IV): en la ciudad de Mathurā, situada en la
cuenca superior del Ganges, se desarrolló una importante escuela artística que se
difundiría por el resto de la India e influenciaría al arte gupta. El estilo
Mathurā mezclaba elementos tradicionales indios con motivos grecorromanos, sin
embargo nos han llegado pocas representaciones de este periodo debido a la
destrucción producida por la invasión islámica. El arte de Amarāvatī también tiene
influencia grecorromana, como lo demuestra los restos hallados en Virapatnam
(Pondicherry). Al igual que los estilos anteriores, sus obras principales son
monasterios y stūpas, destacando la gran stūpa de Amarāvatī, de 50 metros de
altura.18
China
Artículo principal: Arte de China
Dinastía Shang (1600-1046 a. C.): destacó por sus objetos y esculturas en bronce,
especialmente vasijas decoradas en relieve y máscaras y estatuas antropomórficas,
como las halladas en la zona de Chengdu, en el alto Yangtsé, de alrededor del 1200
a. C. Se han encontrado restos arqueológicos de varias ciudades en la zona de
Henan, amuralladas y con una retícula rectangular, como en Zhengzhou y Anyang. En
estos asentamientos se han hallado igualmente tumbas con ricos ajuares de armas,
joyas y diversos utensilios en bronce, jade, marfil y otros materiales.
Dinastía Zhou (1045-256 a. C.): evolucionando desde el arte Shang, los Zhou crearon
un estilo decorativo y ornamentado, de figuras estilizadas y dinámicas, continuando
el trabajo en cobre. Una invasión nómada en 771 a. C. fragmentó el imperio en
pequeños reinos, periodo en el que sin embargo florecieron la agricultura y la
metalurgia, apareciendo diversos estilos artísticos locales en el llamado Periodo
de los Reinos Combatientes. Aparecieron el taoísmo y el confucianismo, que
influenciarían enormemente al arte. Destacó el trabajo en jade, decorado en
relieve, y apareció la laca.
Dinastía Qin (221-206 a. C.): unificada China bajo el reinado de Qin Shi Huang, se
construyó la Gran Muralla para evitar invasiones exteriores, con 2400 kilómetros de
longitud y una media de 9 metros de altura, con torres de guardia de 12 metros de
altura. Destaca el gran hallazgo arqueológico del Ejército de terracota de Xian
(210 a. C.), situado en el interior del Mausoleo de Qin Shi Huang. Está compuesto
por cientos de estatuas de terracota de guerreros a medida natural, incluidos
varios caballos y carros, con gran naturalismo y precisión en la fisonomía y los
detalles.
Dinastía Han (206 a. C.-220 d. C.): época de paz y prosperidad, se introdujo el
budismo, que tuvo una implantación lenta pero progresiva. Destacó por sus capillas
funerarias, con estatuas aladas de leones, tigres y caballos. La pintura se centró
en temas de la corte imperial, nobles y funcionarios, con un sentido confucianista
de la solemnidad y la virtud moral. También son de remarcar los relieves en
santuarios y cámaras de ofrendas, generalmente dedicados a motivos confucianistas,
en un estilo lineal de gran simplicidad.
Periodo de las Seis dinastías (220-618): se difundió más ampliamente el budismo,
construyéndose grandes santuarios con estatuas colosales de Buda (Yungang,
Longmen). Junto a esta nueva religión, y gracias a la ruta de la seda, se
recibieron diversas influencias procedentes del oeste asiático. En pintura se
formularon los seis principios, enunciados por Xie He a principios del siglo VI, y
comenzó la caligrafía artística con la figura legendaria de Wang Xianzhi.22
Japón
Artículo principal: Arte de Japón
Oceanía
Artículo principal: Arte de Oceanía
Otras manifestaciones
Grecia
Artículo principal: Arte de la Antigua Grecia
En Grecia se desarrollaron las principales manifestaciones artísticas que han
marcado la evolución del arte occidental. Tras unos inicios donde destacaron las
culturas minoica y micénica, el arte griego se desarrolló en tres periodos:
arcaico, clásico y helenístico. Caracterizado por el naturalismo y el uso de la
razón en medidas y proporciones, y con un sentido estético inspirado en la
naturaleza, el arte griego fue el punto de partida del arte desarrollado en el
continente europeo.
En Grecia nació el teatro entendido como «arte dramático», donde junto a un texto —
donde predomina el diálogo, base de la representación escénica—, intervienen
también los actores, la escenografía, las luces y efectos de sonido, el vestuario,
el maquillaje, etc., mientras que es esencial la presencia de un público que
contempla el espectáculo. El teatro griego evolucionó de antiguos rituales
religiosos (komos); el ritual pasó a mito y, a través de la «mímesis», se añadió la
palabra, surgiendo la tragedia. A la vez, el público pasó de participar en el rito
a ser un observador de la tragedia, la cual tenía un componente educativo, de
transmisión de valores, a la vez que de purgación de los sentimientos («catarsis»).
Más adelante surgió la comedia, con un primer componente de sátira y crítica
política y social, derivando más tarde a temas costumbristas y personajes
arquetípicos. Apareció entonces también la mímica y la farsa. Los principales
dramaturgos griegos fueron: Esquilo, Sófocles y Eurípides en tragedia, mientras que
en comedia destacaron Aristófanes y Menandro.34
La música griega nos es desconocida a nivel auditivo, tan sólo tenemos idea de cómo
podía ser por documentos escritos. Los griegos escribían música con las letras del
alfabeto, pero no se sabe cuánto duraba cada nota, por lo que se desconoce el
ritmo. Una de las primeras modalidades fue el ditirambo, relacionado con el culto a
Dioniso. El teatro y las narraciones épicas eran cantados, aunque al perderse las
anotaciones musicales han quedado como documentos escritos. En Grecia fue la
primera vez en la historia que se estudió la música de forma científica: Pitágoras
la relacionó con las matemáticas, y se escribieron tratados teóricos sobre música,
siendo el primero el de Aristóxeno en el siglo IV a. C. Los principales
instrumentos utilizados en Grecia fueron: la lira, la cítara, el aulos, la siringa,
varios tipos de tambores —como por ejemplo el tympanon—, el crótalo, el címbalo, el
sistro, etc.35 Grecia fue el primer lugar donde la danza fue considerada un arte,
teniendo una musa dedicada a ella: Terpsícore. Los primeros vestigios provienen
nuevamente de los cultos a Dioniso, mientras que fue en las tragedias —
principalmente las de Esquilo— donde se desarrolló como técnica, en los movimientos
rítmicos del coro.36
Copia romana del Discóbolo de Mirón (455 a. C.), Museo Nacional Romano, Roma.
La Venus de Milo (130-100 a. C.), Museo del Louvre, París.
Roma
Artículo principal: Arte de la Antigua Roma
El Coliseo de Roma.
Con un claro precedente en el arte etrusco, el arte romano recibió una gran
influencia del arte griego. Gracias a la expansión del Imperio romano, el arte
clásico grecorromano llegó a casi todos los rincones de Europa, norte de África y
Próximo Oriente, sentando la base evolutiva del futuro arte desarrollado en estas
zonas.
La pintura es conocida sobre todo por los restos hallados en Pompeya, donde se
perciben cuatro estilos: el de incrustación, que imita el revestimiento en mármol;
el arquitectónico, llamado así por simular arquitecturas; el ornamental, con
arquitecturas fantásticas, guirnaldas y amorcillos; y el fantástico, mezcla de los
dos anteriores, con paisajes imaginarios, variadas formas arquitectónicas y escenas
mitológicas. También destacó el mosaico, en opus sectile, de formas geométricas, u
opus tesellatum, con pequeñas piezas que forman escenas figurativas, como El
sacrificio de Ifigenia en Ampurias o La batalla de Isos en Nápoles.37
Arco de Constantino.
Arte medieval
Mosaico del Buen pastor, Mausoleo de Gala Placidia, Rávena (primera mitad del siglo
V).
Artículo principal: Arte medieval
La caída del Imperio romano de Occidente marcó el inicio en Europa de la Edad
Media, etapa de cierta decadencia política y social, pues la fragmentación del
imperio en pequeños estados y la dominación social de la nueva aristocracia militar
supuso la feudalización de todos los territorios anteriormente administrados por la
burocracia imperial. El arte clásico será reinterpretado por las nuevas culturas
dominantes, de origen germánico, mientras que la nueva religión, el cristianismo,
impregnará la mayor parte de la producción artística medieval.
Arte paleocristiano
Artículo principal: Arte paleocristiano
Se denomina arte paleocristiano al efectuado por los primeros seguidores de esta
nueva religión, primero de forma oculta, mientras aún eran perseguidos por el poder
imperial, para pasar posteriormente, tras la conversión al cristianismo del
emperador romano Constantino, a ser el estilo oficial del Imperio. Las formas
clásicas fueron reinterpretadas para servir como vehículo de expresión de la nueva
religión oficial, y se produjo una atomización de estilos por zonas geográficas.
Las artes figurativas inician el camino del arte medieval, eminentemente religioso,
dando preponderancia al simbolismo de las escenas representadas por encima del
realismo de la narración o de su carácter estético. En escultura destacaron los
sarcófagos, que evolucionaron desde la simple decoración ornamental con molduras
cóncavas (strygiles) hasta la narración de escenas en friso. La pintura se dio
sobre todo en las catacumbas, con escenas religiosas y alegóricas, y surgió la
miniatura, iluminación de manuscritos, con dos principales escuelas: la
helenística-alejandrina y la siria. Cobró especial relevancia el mosaico, que tuvo
un gran desarrollo, llegando a influir al arte bizantino; los mejores ejemplos se
hallan en Santa María la Mayor de Roma y San Apolinar y San Vital de Rávena.40
Gaudeamus omnes
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Canto gregoriano.
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La música cristiana primitiva era heredera de la romana, así como de la liturgia
judía. La misa era cantada, de tipo coral. En el siglo IV san Ambrosio introdujo el
canto ambrosiano, ondulación vocal sin ritmo ni saltos entre notas. Más adelante,
el papa Gregorio I Magno creó el canto gregoriano (siglo VII), con una línea
melódica continua, en forma de misal (missalis romanum). Existen tres estilos de
canto gregoriano, que se clasifican dependiendo de la cantidad de tonos diferentes
que se cantan por sílaba: cuando hay un tono por sílaba se llama estilo «silábico»;
de 2 a 5 tonos por sílaba se llama «neumático»; y de 6 a más tonos por sílaba se
llama «melismático».42
Arte germánico
Arte prerrománico
Artículo principal: Arte prerrománico
Arte bizantino
Artículo principal: Arte bizantino
Arte islámico
Artículo principal: Arte islámico
La arquitectura destacó por el uso del arco apuntado —que en al-Ándalus fue de
herradura por herencia del arte visigodo—, usado a veces en superposiciones y
entrecruzamientos, surgiendo más adelante el arco lobulado, generalmente de tres o
cinco lóbulos. Se utilizaban diversos tipos de bóveda, como la de gallones y la de
crucería. Se otorgó gran relevancia a la decoración ornamental, generalmente de
yesería, alabastro, mármol, mosaico o pintura, que era de signo abstracto, con
motivos epigráficos, vegetales o de lacería. La principal tipología es la mezquita,
compuesta habitualmente por un amplio patio (sahn), la torre o alminar y la sala de
oración (haram), en cuyo fondo (quibla) se sitúa una hornacina llamada mihrab,
precedida en ocasiones de un espacio con arquerías (macsura). Destacan las
mezquitas de Damasco, la de la Roca y al-Aqsa de Jerusalén, la de Samarra, la de
Ibn Tulun en Egipto, la de Isfahán, la de Tamerlán en Samarcanda, la Mezquita Azul
de Estambul, etc.
La música árabe tiene su origen en antiguos cantos (huda’) efectuados por los
beduinos en sus viajes en caravana, con seis pies métricos (rajaz) derivados —según
la leyenda— de los pasos del camello. El canto tenía una especial relevancia, con
dos partes: estribillo (tarji’) y antífona (jawab). La música sacra no se
desarrolló tanto como la cristiana: en origen, la llamada a la oración (adhdan) era
cantada; el Corán tiene una prosa rimada cuya asonancia se presta a la modulación.
La música profana fue prohibida por los califas ortodoxos, pero potenciada
posteriormente por los Omeyas, predominando el canto solista con laúd. Ibn Misjaḥ
fue el primer teórico musical árabe, y es considerado el padre de la música clásica
árabe. Creó un sistema melódico ornado (zawa'id), similar a la fioritura
occidental. A partir del siglo X cobró importancia la música instrumental —con una
modalidad principal, la nauba, especie de suite vocal—, y comenzó el estudio
teórico de la música (al-musiqi), destacando diversos eruditos como Avicena, al-
Kindi y al-Farabi. Entre los instrumentos árabes destacan el laúd (‘ud), la lira
(mi'zaf), el arpa (jank), la flauta (gussaba), el oboe (mizmar), el pífano
(shahin), el tambor (tabl), la pandereta (duff) y los palillos (gadib).50
Arte románico
Artículo principal: Arte románico
Notación musical con los versos del Himno a San Juan Bautista, que dieron nombre a
las siete notas musicales, innovación realizada por Guido de Arezzo.nota 6
El teatro medieval era de calle, lúdico, festivo, con tres principales tipologías:
«litúrgico», temas religiosos dentro de la Iglesia; «religioso», en forma de
misterios y pasiones; y «profano», temas no religiosos. Estaba subvencionado por la
Iglesia y, más adelante, por gremios y cofradías. Los actores eran en principio
sacerdotes, pasando más tarde a actores profesionales. Las obras fueron en primer
lugar en latín, pasando a continuación a lenguas vernáculas. El primer texto que se
conserva es el Regularis Concordia, de san Æthelwold, que explica la representación
de la obra Quem quaeritis?, diálogo extraído del Evangelio entre varios clérigos y
un ángel.56
Catedral de Pisa.
Arte gótico
Artículo principal: Arte gótico
La arquitectura sufrió una profunda transformación, con formas más ligeras, más
dinámicas, con un mejor análisis estructural que permitió hacer edificios más
estilizados, con más aberturas y, por tanto, mejor iluminación. Aparecieron nuevas
tipologías como el arco apuntado y la bóveda de crucería, y la utilización de
contrafuertes y arbotantes para sostener la estructura del edificio, permitiendo
interiores más amplios y decorados con vitrales y rosetones. Es la época de las
grandes catedrales, entre las que cabe destacar: Laon, Chartres, Amiens, Reims,
Bourges y Notre-Dame de París, en Francia; Canterbury, Salisbury y Gloucester, en
Inglaterra; Siena, Orvieto, Florencia, Bolonia y Milán, en Italia; Colonia,
Estrasburgo, Ulm y Magdeburgo en Alemania; San Esteban de Viena en Austria;
Barcelona, Gerona, Palma de Mallorca, Sevilla, Toledo, Burgos, León, Zamora y
Sigüenza, en España; y los monasterios de Batalha y Alcobaça en Portugal. En España
cabe destacar también el desarrollo del arte mudéjar, fuertemente influido por las
formas islámicas, y que se caracteriza por el empleo del ladrillo, el yeso y la
madera de pequeña escuadría: Cristo de la Vega (Toledo), San Lorenzo de Sahagún,
Las Huelgas (Burgos), Santa Clara de Tordesillas, Convento de Guadalupe (Cáceres),
Alcázar de Sevilla, etc.
La pintura dejó de ser mural para pasar a retablos situados en los altares de las
iglesias, y empezó a desarrollarse la pintura en lienzo, al temple o al óleo. Se
sucedieron cuatro estilos pictóricos:
América
Artículo principal: Arte precolombino
Machu Picchu.
El arte precolombino floreció con gran brillantez hasta el descubrimiento de
América. Los invasores destruyeron numerosas obras de arte precolombino (máscaras,
códices ilustrados, piezas de plumas y, especialmente, obras de oro y plata, que
fueron fundidas). Aun así, la huella precolombina perduró en numerosas producciones
artísticas posteriores.
En los Andes floreció el arte inca, surgido igual que el azteca en el siglo XIII,
abarcando los actuales Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y parte de Argentina. Los
incas tenían una cultura muy desarrollada, con adelantados procedimientos
metalúrgicos, cerámicos y textiles. Al igual que los romanos desarrollaron una
notable arquitectura e ingeniería civil, con ciudades planificadas y carreteras
bien trazadas, como el Camino Real de las Montañas, de 6000 kilómetros, amurallado
y con un ancho de 9 metros. Su capital, Cuzco, estaba fortificada con murallas de
sillares poligonales, técnica igualmente empleada en Machu Picchu. Sus edificios
eran rectangulares o circulares, con puertas y ventanas de forma trapezoidal.
Además de su arquitectura, destacó su cerámica y arte textil, generalmente decorado
con motivos geométricos. En Bolivia destacó la ciudad de Tiahuanaco.63
La literatura precolombina era predominantemente oral, por lo que nos han llegado
pocos vestigios. En México se conservan varias expresiones en lengua náhuatl:
escritos de signo religioso, cosmológico y adivinatorio (Códice Borgia); documentos
administrativos y relatos históricos (Códice Xólotl); y composiciones poéticas,
como los himnos rituales recogidos por Bernardino de Sahagún en Cantares de los
Dioses. En lengua maya destacan los libros de Chilam Balam, transcripción de obras
jeroglíficas sobre tradiciones orales, y el Popol Vuh, libro sagrado de los indios
quiché. En Perú, la literatura inca está representada por una serie de obras de
poesía religiosa, así como largos poemas narrativos de temática histórica o
mitológica. Al parecer, fue la única cultura precolombina donde se desarrolló algo
parecido al teatro, como se puede apreciar en el drama en lengua quechua
Ollantay.64
África
Artículo principal: Arte africano
Asia
India
Artículo principal: Arte de la India
Templo de Khajurāhō.
Arte gupta (siglos IV-VIII): en el Imperio gupta se expandió el budismo, con un
arte caracterizado por el purismo formal, la armonía de proporciones y la
idealización de la figura humana. Destacan los grandes santuarios rupestres o
vihara (Ajantā, Ellorā, Elephanta) y los templos al aire libre (Bhitargaon,
Bodhagaya, Deogarth, Sirpur). El arte gupta se extendió por casi todo el Deccán:
los Chālukya lo emplearon en los templos de Ahiōlē y Bādāmi (550-750), y los
Pallava lo pusieron de manifiesto en su complejo arquitectónico-escultórico de
Mahābalipuram. A estos estilos se les suele denominar «posgupta».
Arte hindú (siglos VIII-XII): durante este periodo perviven los estilos anteriores,
acentuando las formas brahmánicas. El tipo de santuario más difundido es el
śikhara, como el de Udaipur. La arquitectura se divide en dos tipologías: «el
edificio cubierto y la pirámide» (vimāna de Tanjore, siglo XI), y «el edificio con
tejado curvilíneo» (templo de Gujarāt). Entre los siglos X-XI se produjo el arte de
Khajurāhō, máxima expresión del arte indoario por la elegancia formal y estética de
sus templos, así como de la escultura que los adorna. En Orissā, en la parte
nororiental de la India, se desarrollan nuevas tipologías que convirtieron los
śikhara y los vimāna en representaciones arquitectónicas de los dioses hindúes,
como en Bhubaneshwar y Kōnārka.66
La literatura india de esta época se realizó en diversas modalidades: el drama
continuó con las epopeyas mitológicas, con un fuerte sello de imaginación,
destacando Bhavabhūti, autor de Malatimadhava, historia sobre el amor de dos
jóvenes que ha sido comparada con Romeo y Julieta; el poema épico es heredero del
Rāmāyana, en un nuevo género denominado mahakavya, de temas históricos y
mitológicos, destacando el Rajatarangini de Kalhana (hacia 1150); la poesía lírica
está representada por las Sataka de Bhartrihari, conjunto de poesías sobre el
concepto indio de la vida, y la Gītāgovinda de Jāyādeva, poemas de amor de tipo
alegórico; por último, la fábula se caracterizó por cuentos breves de aire popular,
de carácter didáctico y aleccionador, destacando los autores Narayana y Sivadasa.
También cabe citar al famoso Kama-sutra, compilado en el siglo VI por Vātsyāyana,
que es un conjunto de preceptos y consejos relativos al amor y el sexo.67
China
Artículo principal: Arte de China
En este periodo se produjo la edad de oro musical china: destacaron los rituales
confucianistas, donde un coro cantaba el himno, con instrumentos de viento y
campanillas, un órgano soplado para el contrapunto, y diversos juegos de cítaras
(ch'in, de 5 cuerdas, y sê, de 26 cuerdas), para definir la duración (tsao-man).
Era una música predominantemente tímbrica, con una armonía sencilla y elemental.
Durante el reinado del emperador Hsüan-tsung (713-756) hay constancia de que
existía en la corte una orquesta de unos 1300 músicos. Los poetas recitaban al
ritmo de un laúd corto (p'i-p'a), música de la que nos han llegado composiciones
como La última batalla de Hsiang Yü y Nueve canciones para Yüeh. Durante la
dinastía Song se popularizaron los espectáculos músico-teatrales, como Nan-ch'ü
(Cantos del sur) y Pei-ch'ü (Cantos del norte). En época Yuan surgieron los dramas
musicales u óperas, con dos escuelas: septentrional y meridional, que han llegado
hasta nuestros días.72
Japón
Artículo principal: Arte del Japón
Sudeste asiático
Arte jemer: el reino jemer se situó en Camboya, teniendo su apogeo entre los siglos
VIII y XII. Su principal manifestación es el magnífico conjunto de Angkor Wat
(1113-1150), ciudadela-templo dedicado a Vishnú, cuya planimetría representa el
universo. El templo central está rodeado de cuatro santuarios más pequeños,
coronados por agujas inspiradas en las śikhara indias, construidos con piedra
caliza con abrazaderas de hierro. Destaca igualmente la decoración esculpida en
relieve.
Arte thai: es el desarrollado en Siam (Tailandia), caracterizado por una
arquitectura vertical de formas alargadas y puntiagudas, con una torre-relicario
(prang), como el templo de Vat Sri Sampet (siglo XVI). Destacan las imágenes de
Buda, como la de Sukhothai (siglo XIV), en bronce y pan de oro.
Arte cham: se dio en el reino de Champa (Vietnam). En los siglos VIII-IX recibió la
influencia hindú (monasterio de Dông-Dương). En el siglo XII predominó la
influencia jemer, plasmada en una arquitectura armónica de sobria decoración.
Arte birmano: en Birmania es más palpable la influencia china, como en el uso de la
bóveda de crucería. Se utilizaba el ladrillo recubierto de estuco, sobre el que se
realizaba la decoración. Su período clásico fue la época de Pagan (siglos X-XIII),
donde destacan las stūpas, que pueden ser de forma cilíndrica, cónica, hemisférica,
en bulbo o en campana (templo de Ananda, siglo XII).
Arte indonesio: se recibió una primera influencia india —principalmente gupta—,
constatable en las stūpas con cúpulas de campana. El período más floreciente se dio
entre los siglos VII y X, principalmente en Java, donde la dinastía Sailendra
adoptó el budismo, construyendo el templo de Borobudur, la stūpa más grande del
mundo, con 120 metros de largo por cada lado y 35 metros de altura, contando con
1500 bajorrelieves y 400 estatuas de Buda. Entre los siglos X y XV predominó
nuevamente el hinduismo, con una arquitectura más vertical, con decoración en
relieve, destacando los monumentos funerarios (chandi), como los de Shwentar y
Kidal. En el siglo XV se introdujo el islamismo, destacando las estelas sepulcrales
y las nuevas tipologías arquitectónicas, como la mezquita de Sendang Duwur.77
Oceanía
Artículo principal: Arte de Oceanía
El origen de la historia del arte como tal data del siglo XVI, considerándose las
Vidas de Giorgio Vasari el texto inaugural del estudio del arte con carácter
historiográfico. El método que siguió el erudito florentino era la biografía del
artista. Esta metodología fue la que se impuso hasta el siglo XVIII, cuando el
historiador alemán Johann Joachim Winckelmann inició un nuevo tipo de análisis del
arte buscando en el desarrollo de las civilizaciones una evolución estilística.nota
9
Renacimiento
Artículo principal: Renacimiento
Surgido en Italia en el siglo XV (Quattrocento), se expandió por el resto de Europa
desde finales de ese siglo e inicios del XVI. Los artistas se inspiraron en el arte
clásico grecorromano, por lo que se habló de «renacimiento» artístico tras el
oscurantismo medieval. Estilo inspirado en la naturaleza, surgieron nuevos modelos
de representación, como el uso de la perspectiva. Sin renunciar a la temática
religiosa, cobró mayor relevancia la representación del ser humano y su entorno,
apareciendo nuevas temáticas como la mitológica o la histórica, o nuevos géneros
como el paisaje, el bodegón e, incluso, el desnudo. La belleza dejó de ser
simbólica, como en la era medieval, para tener un componente más racional y
mesurado, basado en la armonía y la proporción.
Iglesia de Santa Maria Novella, en Florencia, diseñada por Leon Battista Alberti.
La arquitectura recuperó los modelos clásicos, reelaborados con un concepto más
naturalista y con bases científicas: se recuperó el uso del arco de medio punto, la
bóveda de cañón, la cúpula de media naranja y los órdenes clásicos (dórico, jónico,
corintio y compuesto). La estructura del edificio se basó en proporciones
matemáticas, que buscaban la perfección de las formas, a la vez que se potenció la
luminosidad y la diafanidad de los espacios. En el Quattrocento destacó la
arquitectura desarrollada en Florencia: Filippo Brunelleschi (cúpula de Santa María
del Fiore, Basílica de San Lorenzo), Leon Battista Alberti (San Andrés de Mantua);
mientras que en el Cinquecento el centro artístico pasó a ser Roma: Bramante (San
Pietro in Montorio, Basílica de San Pedro del Vaticano), Antonio da Sangallo
(Palacio Farnesio). En esta época cobró un progresivo auge la jardinería, que
empezó a ser concebida mediante un diseño estructurado; surgió así el llamado
«jardín italiano», de composición geométrica, construido sobre terrazas con
escalinatas (Jardín del Belvedere, Bramante; Villa Madama, Rafael). Fuera de
Italia, el Renacimiento se desarrolló sobre todo en Francia, con la obra de
Philibert Delorme; en Alemania no llegó hasta mediados del siglo XVI, con el
castillo de Heidelberg y, sobre todo a finales de siglo, en Baviera; en los Países
Bajos la influencia italiana se denotó especialmente en la decoración, sobre
estructuras todavía de signo gótico; en Inglaterra se produjo el estilo Tudor,
desarrollado sobre todo en la construcción de palacios civiles, caracterizado por
la utilización del arco Tudor; en Rusia, el Renacimiento italiano —introducido por
Aristotile Fioravanti— fue adaptado al estilo bizantino típicamente ruso, como en
el magnífico conjunto del Kremlin. En España se desarrollaron varios estilos: el
plateresco, caracterizado por el uso de paramentos almohadillados, columnas
abalaustradas y profusa decoración de grutescos (Alonso Covarrubias, Diego de
Siloé); y el purismo, más preocupado por la estructura racional del edificio,
abandonando la decoración exuberante del plateresco (Rodrigo Gil de Hontañón,
Andrés de Vandelvira).
La pintura sufrió una notable evolución desde las formas medievales, con formas
naturalistas y temáticas profanas o mitológicas junto a las religiosas. Los
estudios de perspectiva permitieron hacer obras de gran efecto realista, basadas en
proporciones matemáticas, con especial utilización de la «sección áurea» tras el
estudio publicado por Luca Pacioli (De Divina Proportione, 1509). Se utilizó el
fresco y el temple, mientras que se introdujo el óleo a mediados del siglo XV por
influencia flamenca. Uno de sus principales exponentes fue Leonardo Da Vinci, genio
polifacético que introdujo el sfumato o «perspectiva aérea», con obras como La
Virgen de las Rocas (1483), La Última Cena (1495-1497), La Gioconda (1503), etc.
Otro nombre de relevancia fue Rafael, maestro del clasicismo sereno y equilibrado,
con una perfecta ejecución pictórica, como se demuestra en sus frescos de las
Estancias del Vaticano. Otros artistas destacados fueron: Masaccio, Fra Angelico,
Paolo Ucello, Andrea del Castagno, Perugino, Piero della Francesca, Benozzo
Gozzoli, Domenico Ghirlandaio, Botticelli, Andrea del Verrocchio, Luca Signorelli,
Andrea Mantegna, Giovanni Bellini, Antonello da Messina, etc. En el resto de
Europa: Matthias Grünewald, Alberto Durero, Hans Holbein el Joven y Lucas Cranach
el Viejo en Alemania; Quentin Metsys y Pieter Brueghel en Holanda; y Pedro
Berruguete, Alejo Fernández, Vicente Masip, Juan de Juanes, Pedro Machuca y Luis de
Morales en España.
Las artes industriales tuvieron un gran auge debido al gusto por el lujo de las
nuevas clases adineradas: se desarrolló la ebanistería, sobre todo en Italia y
Alemania, destacando la técnica de la intarsia, embutidos de madera de varios tonos
para producir efectos lineales o de ciertas imágenes. La tapicería destacó en
Flandes, con obras basadas en bocetos desarrollados por pintores como Bernard van
Orley. La cerámica se elaboró en Italia con barnices vidriados, consiguiendo tonos
brillantes de gran efecto. El vidrio se desarrolló notablemente en Venecia
(Murano), decorado a veces con hilos de oro o con filamentos de vidrios de colores.
La orfebrería fue cultivada por escultores como Lorenzo Ghiberti, con piezas de
gran virtuosismo y elevada calidad, destacando especialmente los esmaltes y
camafeos. Con la invención de la imprenta se desarrollaron las artes gráficas,
apareciendo o perfeccionándose la mayoría de las técnicas de grabado: calcografía
(aguafuerte, aguatinta, grabado al buril, grabado a media tinta o grabado a punta
seca), linograbado, xilografía, etc.79
Orfeo - Toccata
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Toccata, de La favola d'Orfeo, una de las primeras óperas (1607), compuesta por
Claudio Monteverdi.
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La música renacentista supuso la consagración de la polifonía, así como el
afianzamiento de la música instrumental, que iría evolucionando hacia la orquesta
moderna. Apareció el madrigal como género profano que aunaba texto y música, siendo
la expresión paradigmática de la música renacentista. En 1498 Ottaviano Petrucci
ideó un sistema de imprenta adaptado a la música, en pentagrama, con lo que se
empezó a editar música. Como compositores renacentistas destacaron Orlandus Lassus,
Carlo Gesualdo, Giovanni Gabrieli, Tomás Luis de Victoria, Cristóbal de Morales,
Claudio Monteverdi y Giovanni Pierluigi da Palestrina. A finales del siglo XVI
nació la ópera, iniciativa de un círculo de eruditos (la Camerata Fiorentina) que,
al descubrir que el teatro griego antiguo era cantado, tuvieron la idea de
musicalizar textos dramáticos. La primera ópera fue Dafne (1594), de Jacopo Peri, a
la que siguió Euridice (1600), del mismo autor; en 1602 Giulio Caccini escribió
otra Euridice; y, en 1607, Claudio Monteverdi compuso La favola d'Orfeo, donde
añadió una introducción musical que denominó sinfonía, y dividió las estructuras
cantadas en arias.82
Manierismo
Artículo principal: Manierismo
La pintura manierista tuvo un sello más caprichoso, extravagante, con gusto por la
forma sinuosa y estilizada, deformando la realidad, con perspectivas distorsionadas
y atmósferas efectistas. Destacó en primer lugar —como en las otras artes— Miguel
Ángel (autor de la decoración de la Capilla Sixtina), seguido de Bronzino, Andrea
del Sarto, Pontormo, Correggio, Parmigianino, Giorgione, Tiziano, Veronese,
Tintoretto, Jacopo Bassano, Giuseppe Arcimboldo, etc. Cabe mencionar a Maarten van
Heemskerck y Abraham Bloemaert en los Países Bajos, y Bartholomeus Spranger en
Alemania. En España destacaron Juan Fernández de Navarrete, Alonso Sánchez Coello,
Juan Pantoja de la Cruz y, especialmente, El Greco, artista excepcional creador de
un estilo personal y único, de fuerte sentido expresionista.84
El entierro del Conde de Orgaz (1587), el Greco, iglesia de Santo Tomé (Toledo).
Barroco
Artículo principal: Barroco
Las Meninas (1656), de Velázquez (Museo del Prado), fue un alegato de la figura del
pintor como artista inspirado, frente a la condición de simple artesano que hasta
entonces se tenía del oficio de pintor.
El barroconota 11 se desarrolló entre el siglo XVII y principios del XVIII. Fue una
época de grandes disputas en el terreno político y religioso, surgiendo una
división entre los países católicos contrarreformistas, donde se afianzó el estado
absolutista, y los países protestantes, de signo más parlamentario. El arte se
volvió más refinado y ornamentado, con pervivencia de un cierto racionalismo
clasicista pero con formas más dinámicas y efectistas, con gusto por lo
sorprendente y anecdótico, por las ilusiones ópticas y los golpes de efecto.
La arquitectura, bajo unas líneas clásicas, asumió unas formas más dinámicas, con
una exuberante decoración y un sentido escenográfico de las formas y los volúmenes.
Cobró relevancia la modulación del espacio, con preferencia por las curvas cóncavas
y convexas, poniendo especial atención en los juegos ópticos (trompe-l'œil) y el
punto de vista del espectador. Al igual que en la época anterior, el motor del
nuevo estilo volvió a ser Italia: Gian Lorenzo Bernini fue uno de sus mejores
exponentes, siendo el principal artífice de la Roma monumental que conocemos hoy
día (columnata de la Plaza de San Pedro, baldaquino de San Pedro, San Andrés del
Quirinal, Palacio Chigi-Odescalchi); Francesco Borromini es otro gran nombre de la
época, autor de las iglesias de San Carlo alle Quattre Fontane y Sant'Ivo alla
Sapienza; también destacaron Pietro da Cortona, Baldassare Longhena, Filippo Juvara
y Guarino Guarini. En Francia, bajo el reinado de Luis XIV, se iniciaron una serie
de construcciones de gran fastuosidad: fachada del Palacio del Louvre, de Louis Le
Vau y Claude Perrault; Palacio de Versalles, de Le Vau y Jules Hardouin-Mansart. En
Austria destacó Johann Bernhard Fischer von Erlach, autor de la Iglesia de San
Carlos Borromeo en Viena. En Inglaterra cabe mencionar la Catedral de San Pablo de
Londres, de Christopher Wren. En España, la arquitectura acusó en la primera mitad
del siglo XVII la herencia herreriana, con Juan Gómez de Mora como figura
destacada, mientras que en la segunda mitad de siglo se dio el estilo
churrigueresco (por José Benito Churriguera), caracterizado por el exuberante
decorativismo y el uso de columnas salomónicas (Retablo Mayor de San Esteban de
Salamanca).
Portada del Manuscrito Chacón, que transmitió la obra poética de Luis de Góngora.
La literatura barroca se caracterizó por el pesimismo, con una visión de la vida
planteada como lucha, sueño o mentira, donde todo es fugaz y perecedero. Su estilo
era suntuoso y recargado, con un lenguaje muy adjetivado y metafórico. En un primer
momento se produjeron diversas corrientes: el eufuismo en Inglaterra (John Lyly,
Robert Greene), el preciosismo en Francia (Vincent Voiture), el marinismo en Italia
(Giambattista Marino), la primera (Martin Opitz, Angelus Silesius, Andreas
Gryphius) y segunda escuela de Silesia (Daniel Casper von Lohenstein, Hans Jakob
Christoph von Grimmelshausen) en Alemania. Más adelante surgió el clasicismo en
Francia, con autores como François de la Rochefoucauld, Jacques-Bénigne Bossuet,
Nicolas Boileau-Despréaux, Jean de La Fontaine, François de Malherbe, Cyrano de
Bergerac y Madeleine de Scudéry. En Inglaterra destacó la obra poética de John
Milton (El paraíso perdido, 1667). En España, donde el siglo XVII sería denominado
el Siglo de Oro, se produjeron dos corrientes: el culteranismo, liderado por Luis
de Góngora, donde destacaba la belleza formal, con un estilo suntuoso, metafórico,
con proliferación de latinismos y juegos gramaticales; y el conceptismo,
representado por Francisco de Quevedo y Baltasar Gracián, donde predominaba el
ingenio, la agudeza, con un lenguaje conciso pero polisémico, con múltiples
significados en pocas palabras.86
Las tres Gracias (1636-1639), de Peter Paul Rubens, Museo del Prado.
Rococó
Artículo principal: Rococó
La escultura tiene un aire grácil, refinado, con cierta pervivencia de las formas
barrocas, especialmente por influencia de Bernini. En Italia cabe destacar la
Fontana de Trevi, de Pietro Bracci y Filippo della Valle. En Francia destacó la
obra de Edmé Bouchardon, Jean-Baptiste Pigalle y Étienne-Maurice Falconet. En
Alemania tenemos la presencia de Georg Rafael Donner, Ignaz Günther y los hermanos
Asam (Cosmas Damian y Egid Quirin). En España podemos reseñar a Juan Pascual de
Mena y Luis Salvador Carmona.
Al rococó en música corresponde la llamada «música galante», que era más tranquila
que la barroca, más ligera y sencilla, amable, decorativa, destacando el
sentimentalismo. Desapareció el gusto por el contraste y se buscó la gradación
sonora (crescendo, diminuendo). En la llamada Escuela de Mannheim se desarrolla la
música sinfónica, con la primera gran orquesta moderna (40 instrumentos),
iniciativa del elector Carlos Teodoro de Wittelsbach. Su principal representante,
Johann Stamitz, es considerado el primer director de orquesta. De entre los músicos
de la época destacan los hijos de Bach: Wilhelm Friedemann, Carl Philipp Emanuel,
Johann Christoph Friedrich y Johann Christian —este último introductor del piano en
la música sinfónica, inventado en 1711 por Bartolomeo Cristofori—. En ópera, junto
a la culta aparece la «ópera bufa», de aire cómico, destinada a un público más
popular, con influencia de la Commedia dell'arte (Niccolò Piccinni, Baldassare
Galuppi).93
Neoclasicismo
Artículo principal: Neoclasicismo
A nivel literario, a finales del siglo XVIII se produjo una vuelta a premisas
clasicistas, con la pretensión de establecer un tipo de literatura preceptiva,
ordenadora, con una base ética e intelectual. Muchos de los autores de esta época
estuvieron a caballo entre el neoclasicismo y el prerromanticismo, destacando:
Friedrich Gottlieb Klopstock, Christoph Martin Wieland, Henry Fielding, Laurence
Sterne, etc. En España, se denotó la influencia del clasicismo francés y los
preceptos fijados por Boileau, destacando José Cadalso, Juan Meléndez Valdés y
Gaspar Melchor de Jovellanos, así como los fabulistas Tomás de Iriarte y Félix
María Samaniego.96 El teatro neoclásico tuvo pocas variaciones respecto al
desarrollado a lo largo del siglo XVIII, siendo su principal característica la
inspiración en modelos clásicos grecorromanos, seña de identidad de esta corriente.
Destacan: Vittorio Alfieri, Richard Brinsley Sheridan y Gotthold Ephraim Lessing y,
en España, Leandro Fernández de Moratín y Vicente García de la Huerta.97
K527
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Obertura de Don Giovanni, una de las piezas más famosas de Wolfgang Amadeus Mozart
(1787).
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La música clásicanota 14 supuso entre el último tercio del siglo XVIII y principios
del XIX la culminación de las formas instrumentales, consolidadas con la definitiva
estructuración de la orquesta moderna. El clasicismo se manifestó en el equilibrio
y la serenidad de la composición, la búsqueda de la belleza formal, de la
perfección, en formas armoniosas e inspiradoras de altos valores. Nació el
desarrollo, nueva forma de composición que consistía en desmontar el tema, cogiendo
el ritmo o la melodía, pero cambiando la tonalidad a través de la modulación.
Evolucionó la música de cámara al desaparecer el bajo continuo, en distintos
formatos: dúo, trío, cuarteto, quinteto, etc. La música clásica está representada
principalmente por: Franz Joseph Haydn, Wolfgang Amadeus Mozart, Christoph
Willibald Gluck, Luigi Boccherini y Domenico Cimarosa. La ópera clásica era menos
recargada que la barroca, con una música austera, sin ornamentos vocales, arias
limitadas, recitativo con acompañamiento orquestal, argumentos más sólidos y
personajes más verídicos. Destacan: Jean-Philippe Rameau, Christoph Willibald Gluck
y, especialmente, Wolfgang Amadeus Mozart, autor de varias de las mejores óperas de
la historia (Le Nozze di Figaro, 1786; Don Giovanni, 1787; La flauta mágica,
1791).98
América
Artículo principal: Arte colonial hispanoamericano
África
Artículo principal: Arte africano
Asia
India
Artículo principal: Arte de la India
Taj Mahal.
Durante este periodo se introdujo en la India el arte islámico. La invasión
musulmana, que tuvo su culminación en el Imperio mogol, provocó una gran convulsión
en la sociedad india y, por tanto, en su arte. A las formas tradicionales se
añadieron elementos característicos del arte islámico, con nuevas tipologías como
la mezquita. Este sincretismo artístico se manifestó en construcciones como las
mezquitas de Lahore y Delhi y en las sepulturas de Agra, sobre todo en el famoso
Taj Mahal (siglo XVII). También se desarrollaron la jardinería y la miniatura,
ambas de influencia persa, y adquirieron gran relevancia las artes textiles y las
joyas engarzadas (como el Trono de Aurangzeb).
China
Artículo principal: Arte de China
El Palacio de la Suprema Armonía, en el centro de la Ciudad Prohibida de Pekín.
Dinastía Ming (1368-1644): supuso la restauración de una dinastía autóctona tras el
periodo mongol, retornando a las antiguas tradiciones chinas. El tercer emperador
de la dinastía, Yongle, trasladó la capital de Nankín a Pekín (1417), construyendo
un Palacio Imperial (la Ciudad Prohibida), con tres grandes patios rodeados de una
muralla de 24 kilómetros, y un amplio complejo de edificios donde destacan la Sala
de la Suprema Armonía (con el trono imperial) y el Templo del Cielo. La pintura de
esta época era tradicional, de signo naturalista y cierta opulencia, como en la
obra de Lü Ji, Shen Zhou, Wen Zhengming, etc. También destacó la porcelana, muy
ligera y de tonos brillantes, generalmente en blanco y azul, y comenzó la
decoración de vasijas de bronce en esmalte cloisonné.
Dinastía Qing (1644-1911): dinastía de origen manchú, en el arte supuso la
continuidad de las formas tradicionales. La pintura era bastante ecléctica,
dedicada a temas florales (Yun Shouping), religiosos (Wu Li), paisajes (Gai Qi),
etc. En arquitectura, se continuó la construcción —y, en algunos casos,
restauración— del recinto imperial, con el mismo sello estilístico, al tiempo que
se edificaban nuevos templos y villas aristocráticas, destacando la riqueza de los
materiales (balaustradas de mármol, cerámica en los tejados, etc.). Continuó
igualmente la tradición en las artes aplicadas, especialmente ebanistería,
porcelana, tejidos de seda, lacas, esmalte, jade, etc. Cabe mencionar que las
manufacturas chinas influyeron en la decoración del rococó europeo (las llamadas
chinoiseries).105
La literatura siguió siendo de corte tradicional, destacando en época Ming la
producción teatral, con obras como El círculo de tiza de Li-Hsing-Tao, La guitarra
de Kao Ming y El pabellón de T'ang-Hien-Tsu. En prosa destacó El mono, de Wu
Cheng'en, de signo alegórico; y La ciruela del vaso de oro, de Wang Shih-chên,
narración de tono erótico. En época Qing la poesía destacó por su virtuosismo,
detectándose por vez primera el influjo occidental en la obra de Huang-Tuen-Hien.
La narrativa era más humanista, como se puede percibir en P'u-Song-Ling y Ts'ao-
Sine-K'in, autor de Hong-leu-mon, la más famosa novela de amor china; Los letrados,
de Wu-Ching-Tzu, es una novela de tono satírico.106
Japón
Artículo principal: Arte del Japón
El puente Ōhashi en Atake bajo una lluvia repentina (1857), de Utagawa Hiroshige,
Brooklyn Museum of Art, Nueva York.
Período Momoyama (1573-1615): el arte de esta época se alejó de la estética
budista, remarcando los valores tradicionales japoneses, aunque durante este
período se recibieron las primeras influencias de Occidente. Se construyeron
grandes castillos y palacios: palacio de Fushimi, castillos de Himeji y Osaka. En
pintura, la escuela de Tosa continuó la tradición épica japonesa (Mitsuyoshi,
Mitsunori). La cerámica alcanzó un momento de gran apogeo: Seto continuó siendo uno
de los primeros centros de producción, mientras que en Mino nacieron dos escuelas
muy importantes: Shino y Oribe. En la producción de laca destaca el nombre de
Honami Kōetsu.
Período Edo o Tokugawa (1615-1868): este período artístico se corresponde con el
histórico de Tokugawa, en el que Japón se cerró a todo contacto exterior. Los
edificios más importantes son el mausoleo de Toshogu en Nikkō y el palacio de
Katsura en Kioto. También son características de esta época las casas de té
(chashitsu). Se desarrolló notablemente la pintura, que adquirió gran vitalidad,
destacando Tawaraya Sōtatsu y Ogata Kōrin, así como la escuela de Ukiyo-e, que
destacó por la representación de tipos y escenas populares (Kitagawa Utamaro,
Katsushika Hokusai, Utagawa Hiroshige). La cerámica tuvo uno de sus mayores centros
de producción en Kioto, con influencia del arte chino y coreano; su principal
artista es Nonomura Ninsei. En este período se produjeron las primeras porcelanas,
con un primer centro productor en Arita; destacan las escuelas de Kakiemon,
Nabeshima y Ko-Kutami.108
La literatura evolucionó hacia un mayor realismo, generalmente de tono costumbrista
y con una sutil vena humorística, como se aprecia en la obra de Saikaku Ihara,
Jippensha Ikku y Ejima Kiseki. En poesía, la principal modalidad es el haiku,
composición de 17 sílabas, generalmente de tono bucólico, centradas en la
naturaleza y el paisaje, destacando Matsuo Bashō, Yosa Buson y Kobayashi Issa.
Continuó el género de la waka, generalmente en chino, representada principalmente
por Rai Sanyo. En el siglo XIX destacó el novelista Takizawa Bakin, autor de Satomi
Kakkenden (Vidas de ocho perros).109
En teatro surgió la modalidad del kabuki, que sintetizó las antiguas tradiciones
tanto musicales e interpretativas como de mímica y danza, con temáticas desde las
más mundanas hasta las más místicas. Así como el nō era de tono aristocrático, el
kabuki sería la expresión del pueblo y la burguesía. La puesta en escena era de
gran riqueza, con decorados donde destacaba la composición cromática, vestidos de
lujo y maquillaje de tono simbólico, representando según el color diversos
personajes o estados anímicos. La dicción era de tipo ritual, mezcla de canto y
recitativo, en ondulaciones que expresaban la posición o el carácter del
personaje.110
Oceanía
Artículo principal: Arte de Oceanía
Arquitectura
Artículo principal: Arquitectura del siglo XIX
Torre Eiffel, diseñada por Alexandre Gustave Eiffel para la Exposición Universal de
París (1889).
La arquitectura decimonónica sufrió una gran evolución debido a los avances
técnicos que comportó la Revolución Industrial, con la incorporación de nuevos
materiales como el hierro, el acero y el hormigón, que permitieron la construcción
de estructuras más sólidas y diáfanas. Cobró cada vez mayor importancia el
urbanismo, la preocupación por el entorno habitable, que se tradujo en obras de
saneamiento, infraestructuras, mayor atención a los medios de transporte y apertura
de espacios verdes para buscar mejores ambientes y condiciones de vida para el
ciudadano. Después de unos primeros planteamientos de signo utópico, como los de
Robert Owen o Charles Fourier, se produjeron las grandes transformaciones urbanas
del siglo XIX: París (plan Haussmann), Londres, Bruselas, Viena, Florencia, Madrid,
Barcelona (plan Cerdà), etc. Otro gran motor de la arquitectura de la época fueron
las exposiciones universales, festivales económico-sociales que pretendían
incentivar y difundir el comercio, la industria, la cultura, los avances
tecnológicos, etc. Estos eventos fueron un campo de pruebas para las nuevas
tipologías arquitectónicas, como se puso de manifiesto en la Exposición de Londres
de 1851, la de París de 1889 (con la famosa Torre Eiffel), etc. En jardinería,
apareció el llamado «jardín inglés» —que introdujo el concepto de «arquitectura
paisajística»—, el cual, frente al geometrismo del italiano y el francés, defendía
una mayor naturalidad en su composición, interviniendo únicamente en una serie de
detalles ornamentales, como templetes o pérgolas, o incluso la colocación de ruinas
—naturales o artificiales—, en consonancia con los conceptos románticos de lo
sublime y lo pintoresco (Regent's Park, de John Nash; Kew Gardens, de William
Chambers).
Romanticismo
Artículo principal: Romanticismo
La Libertad guiando al pueblo (1830), de Eugène Delacroix, Museo del Louvre, París.
Movimiento de profunda renovación en todos los géneros artísticos, los románticos
pusieron especial atención en el terreno de la espiritualidad, de la imaginación,
la fantasía, el sentimiento, la evocación ensoñadora, el amor a la naturaleza,
junto a un elemento más oscuro de irracionalidad, de atracción por el ocultismo, la
locura, el sueño. Se valoró especialmente la cultura popular, lo exótico, el
retorno a formas artísticas menospreciadas del pasado —especialmente las medievales
—, y adquirió notoriedad el paisaje, que cobró protagonismo por sí solo. Cobraron
también importancia las artes gráficas, principalmente la litografía y el grabado
en madera.
En pintura, después de una fase prerromántica donde podríamos citar a William Blake
y Johann Heinrich Füssli, destacaron Hubert Robert, Eugène Delacroix, Théodore
Géricault, Francesco Hayez, John Constable, Joseph Mallord William Turner, Caspar
David Friedrich, Karl Friedrich Schinkel, Philipp Otto Runge, etc. Una derivación
del romanticismo fue el movimiento alemán de los Nazarenos, inspirados en el
Quattrocento italiano y en el Renacimiento alemán, principalmente Durero (Friedrich
Overbeck, Peter Cornelius, Franz Pforr). En España destacaron Genaro Pérez
Villaamil, Valeriano Domínguez Bécquer, Leonardo Alenza y Eugenio Lucas.
El teatro romántico tuvo dos notables antecedentes nuevamente en el Sturm und Drang
con Schiller (Don Carlos, 1787; Guillermo Tell, 1804) y Goethe (Fausto, 1808). Como
en el resto de la literatura romántica, destaca por el sentimentalismo, el
dramatismo, la predilección por temas oscuros y escabrosos, la exaltación de la
naturaleza y del folclore popular. Surgió un nuevo género, el melodrama, y se
popularizaron los espectáculos de variedades (vaudeville). Sus mejores exponentes
fueron: Georg Büchner, Christian Dietrich Grabbe, Juliusz Słowacki, Alfred de
Musset, Victor Hugo, Francisco Martínez de la Rosa, el Duque de Rivas, Antonio
García Gutiérrez, José Echegaray, José Zorrilla (Don Juan Tenorio, 1844), etc.116
Oda a la alegría
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De la Novena Sinfonía de Beethoven.
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La música romántica se caracteriza como en el resto de las artes por el predominio
del sentimiento y la pasión, de la subjetividad y emotividad del artista, exaltando
la música nacional y popular. Se amplía notablemente la orquesta, para poder
satisfacer plenamente la expresividad del artista, los nuevos sentimientos que en
él anidan (lo sublime, lo patético). El piano fue el instrumento de moda, pues su
registro, la intensidad de la pulsación, son fiel reflejo de esa emotividad, ligada
al nuevo culto a la personalidad que se desarrolla en el romanticismo. Nació la
musicología como ciencia aplicada a la música, así como la crítica y la estética
musicales, y aparecieron los primeros conservatorios. Sus principales
representantes fueron: Ludwig van Beethoven, Carl Maria von Weber, Franz Schubert,
Felix Mendelssohn-Bartholdy, Robert Schumann, Franz Liszt, Frédéric Chopin, Niccolò
Paganini, Johann Strauss, Johannes Brahms, Anton Bruckner, Hector Berlioz, Jules
Massenet, etc.
La danza romántica recuperó el gusto por los bailes populares, las danzas
folclóricas, muchas de las cuales sacó del olvido. Surgió el clásico vestuario de
ballet (el tutú), aparecido por vez primera en el Ballet de las Monjas de Robert le
Diable (1831), de Giacomo Meyerbeer. Se empezó a componer música puramente para
ballet, destacando Coppélia (1870), de Léo Delibes. En el aspecto teórico, destacó
la figura del coreógrafo Carlo Blasis, principal creador del ballet moderno en
cuanto codificó todos los aspectos técnicos concernientes a la danza: en El código
de Terpsícore (1820) relacionó la danza con las otras artes, efectuando estudios de
anatomía y movimientos corporales, ampliando el vocabulario relativo a la danza, y
distinguiendo varios tipos de bailarines según su físico. También introdujo el
baile sobre las puntas de los pies, en el que destacaron Maria Taglioni y Fanny
Elssler. En bailes populares, continuó la moda del vals, y aparecieron la mazurca y
la polca.118
Realismo
Artículo principal: Realismo pictórico
Con el teatro realista nació el teatro moderno, pues sentó las bases del que sería
el teatro del siglo XX. Se puso énfasis en el naturalismo, la descripción minuciosa
de la realidad, no solo en la temática y el lenguaje, sino también en decorados,
vestuario, atrezzo, etc. La interpretación era más veraz, sin grandes
gesticulaciones ni dicción grandilocuente, como en la «representación antiteatral»
—actuar como en la vida real, como si no se estuviese en un teatro— de André
Antoine y su Théâtre Libre —donde por primera vez se iluminó sólo el escenario,
dejando al público a oscuras—. A un periodo prenaturalista corresponden Eugène
Scribe, Victorien Sardou y Eugène Labiche. Destacó especialmente el teatro nórdico,
con figuras como Björnstjerne Björnson, August Strindberg y Henrik Ibsen. Otros
autores fueron: Frank Wedekind, Anton Chejov, Adelardo López de Ayala, Manuel
Tamayo y Baus, Àngel Guimerà, etc.121
E lucevan le stelle
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Acto III de Tosca, ópera de Giacomo Puccini.
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En el terreno de la música, en paralelo al realismo surgió el llamado nacionalismo
musical, que supuso el renacer de diversas regiones europeas hasta entonces poco
destacadas culturalmente. Heredero de las formas musicales románticas, se
revalorizó el folclore y la música popular como portadores de ancestrales valores
culturales de todos los pueblos. Destacaron figuras como: Mijaíl Glinka, Modest
Músorgski, Aleksandr Borodín, Nikolái Rimski-Kórsakov y Piotr Chaikovski en Rusia;
Antonín Dvořák, Bedřich Smetana y Leoš Janáček en Checoslovaquia; Jean Sibelius en
Finlandia; Edvard Grieg en Noruega; Carl Nielsen en Dinamarca; Karol Szymanowski en
Polonia; Béla Bartók y Zoltán Kodály en Hungría; Edward Elgar y Ralph Vaughan
Williams en Gran Bretaña; Isaac Albéniz, Enrique Granados y Manuel de Falla en
España. También en América surgieron las primeras escuelas nacionales: John Philip
Sousa en Estados Unidos; Heitor Villa-Lobos en Brasil; Manuel María Ponce en
México; Guillermo Uribe en Colombia; Próspero Bisquertt en Chile; Juan Bautista
Plaza en Venezuela; Amadeo Roldán en Cuba; y Eduardo Fabini en Uruguay. En ópera,
el verismo italiano buscaba en igual medida reflejar la realidad, con argumentos
más populares, en ambientes rurales y proletarios, donde los protagonistas son
personajes corrientes. Está representado por Arrigo Boito, Amilcare Ponchielli,
Ruggero Leoncavallo, Umberto Giordano y, principalmente, Giacomo Puccini (La
bohème, 1896; Tosca, 1900; Madama Butterfly, 1903).122
Ecce Ancilla Domini (1850), de Dante Gabriel Rossetti, Tate Gallery, Londres.
Impresionismo
Impresión, sol naciente (1872-1873), de Claude Monet, Museo Marmottan Monet, París.
Cuadro al que debe su nombre el movimiento.
Impresionismo: fue un movimiento profundamente innovador, que supuso una ruptura
con el arte académico y una transformación del lenguaje artístico, iniciando el
camino hacia los movimientos de vanguardia. Los impresionistas se inspiraban en la
naturaleza, de la que pretendían captar una «impresión» visual, la plasmación de un
instante en el lienzo —por influjo de la fotografía—, con una técnica de pincelada
suelta y tonos claros y luminosos, valorando especialmente la luz. Surgió una nueva
temática, derivada de la nueva forma de observar el mundo: junto a los paisajes y
marinas, aparecen vistas urbanas y nocturnas, interiores con luz artificial,
escenas de cabaré, circo y music-hall, personajes de la bohemia, mendigos,
marginados, etc. Cabe mencionar como principales representantes a Édouard Manet —
considerado un precursor—, Claude Monet, Camille Pissarro, Alfred Sisley, Pierre-
Auguste Renoir y Edgar Degas. Igual de renovador fue en el terreno de la escultura
el papel de Auguste Rodin, que sentó las bases de la escultura del siglo XX (El
pensador, 1880-1900; Los burgueses de Calais, 1884-1886). También destacó Medardo
Rosso, que conduciría la escultura hacia la desintegración de la forma.
Neoimpresionismo: evolucionando desde el impresionismo, los neoimpresionistas se
preocuparon más de los fenómenos ópticos, desarrollando la técnica del puntillismo,
consistente en componer la obra mediante una serie de puntos de colores puros, que
se colocan junto a otros de colores complementarios, fusionándose en la retina del
espectador en un nuevo tono. Sus principales representantes fueron Georges Seurat y
Paul Signac. Otra variante fue el divisionismo, surgido en Italia en ambientes de
inconformismo social cercanos al anarquismo. Esta técnica se caracteriza por la
proximidad de colores descompuestos, con largas pinceladas que, observadas a larga
distancia, producen un efecto de composición. Este estilo fue practicado
principalmente por Giovanni Segantini, Giuseppe Pellizza da Volpedo y Gaetano
Previati, e influyó en el futurismo italiano.
Postimpresionismo: fueron una serie de artistas que, partiendo de los nuevos
hallazgos técnicos efectuados por los impresionistas, los reinterpretaron de manera
personal, abriendo distintas vías de desarrollo de suma importancia para la
evolución del arte en el siglo XX. Así, más que un determinado estilo, el
postimpresionismo fue una forma de agrupar a diversos artistas de distinto signo:
Henri de Toulouse-Lautrec, autor de escenas de circo y cabaret esbozadas con
rápidos apuntes del natural; Paul Gauguin experimentó con la profundidad dando un
nuevo valor al plano pictórico, con colores planos de carácter simbólico; Paul
Cézanne estructuraba la composición en formas geométricas (cilindro, cono y
esfera), en una síntesis analítica de la realidad precursora del cubismo; Vincent
van Gogh fue autor de obras de fuerte dramatismo y prospección interior, con
pinceladas sinuosas y densas, de intenso colorido, deformando la realidad, a la que
otorgó un aire onírico. En España podemos reseñar a Joaquín Sorolla, autor de
escenas populares donde destaca la utilización de la luz.124
En paralelo a la pintura, la música impresionista hace primar la armonía sobre la
melodía, igual que en la pintura prevalece el color sobre la línea. Se deja al
espectador la reconstrucción de una composición musical, hecha a base de partes, de
sugerencias. Su principal representante, Claude Debussy, rechazó el cromatismo
tónico, introduciendo nuevos acordes de cinco y seis tonos, opuestos a las escalas
habituales. Frente a la melodía continua wagneriana, volvió a la tonalidad
estática, aquietando la armonía y potenciando la textura, la tímbrica, la
irregularidad rítmica (Preludio a la siesta de un fauno, 1894). Maurice Ravel
retornó a la expresión lineal, aunque con notas y acordes algo fuera de contexto
(Bolero, 1928). Otros representantes fueron Paul Dukas y Florent Schmitt.125
Simbolismo
Artículos principales: Simbolismo y Pintura simbolista.
Oscar Wilde.
Modernismo
Artículo principal: Modernismo (arte)
En el resto de Europa, la pintura modernista estuvo muy ligada al mundo del diseño
y la ilustración, especialmente al cartelismo, nuevo género artístico a caballo
entre la pintura y las artes gráficas, ya que se basaba en un diseño realizado por
un pintor o ilustrador, para ser luego reproducido en serie. En su génesis fue
determinante el aspecto publicitario del cartel, aunque pronto se dedicó también a
la divulgación de eventos y a la propaganda política e institucional. Entre los
diversos artistas dedicados a la pintura o el cartel conviene recordar a Alfons
Mucha, Aubrey Beardsley, Jan Toorop, Fernand Khnopff, etc.
Fotografía
Artículo principal: Historia de la fotografía
Isla Pagoda en la desembocadura del río Min (1870), de John Thomson. La fotografía
supuso una gran revolución a la hora de concebir el arte en el siglo XIX y el XX.
En el siglo XIX apareció una nueva tecnología que permitía captar imágenes del
natural, a través del principio de la cámara oscura. Pese a ser una realización
puramente técnica, pronto se vislumbró la artisticidad de este nuevo medio, pues la
obra resultante podía ser considerada artística en cuanto suponía la intervención
de la creatividad de la persona que capta la imagen, derivada de la labor de
percepción, diseño y narratividad efectuada en la toma de la imagen. Así, pronto la
fotografía pasó a ser considerada una de las artes, concretamente la octava.nota 17
Esta nueva técnica comenzó con las investigaciones de Joseph Nicéphore Niépce, que
logró la primera fotografía en 1816, en negativo sobre papel, a partir de donde se
fueron perfeccionando los procedimientos técnicos para su captación y reproducción.
La construcción del daguerrotipo por Louis-Jacques-Mandé Daguerre supuso un nuevo
adelanto, consiguiendo impresionar placas metálicas y fijar la imagen con un baño
de sal y mercurio. Otro de los pioneros fue William Henry Fox Talbot, que en 1835
inventó el negativo, que permitía sacar diversas copias de la imagen obtenida.
Hippolyte Bayard logró en 1840 la fotografía en positivo directo. Otro precursor,
John Frederick William Herschel, fue el creador del término fotografía, así como
negativo y positivo, e instantánea cuando se redujo el tiempo de exposición (25/100
de segundo). En 1888 George Eastman lanzó la película de celuloide y el aparato
Kodak, pequeña cámara cargada con 100 clichés. La primera fotografía en color fue
obtenida por James Clerk Maxwell en 1861; sin embargo, la primera placa fotográfica
en color (Autochrome) no llegó a los mercados hasta 1907.
Siglo XX
Artículo principal: Arte del siglo XX
Arquitectura
Artículo principal: Arquitectura del siglo XX
Casa de la Cascada (1939), de Frank Lloyd Wright, Bear Run, Pensilvania.
La arquitectura ha sufrido una profunda transformación desde las formas
tradicionales hasta los movimientos de vanguardia, que han supuesto un nuevo
concepto constructivo basado en una idea más racional del espacio, estructurado de
forma más depurada y funcional, con especial atención a las nuevas tecnologías y a
su ubicación medioambiental. Ha cobrado gran importancia el urbanismo, fomentado
por el nuevo aspecto consumista de la civilización occidental, a la vez que el auge
de las comunicaciones ha derivado en un desarrollo de los estudios de ingeniería
aplicados a la arquitectura.
Vanguardismo
Artículo principal: Vanguardismo
Fränzi ante una silla tallada (1910), de Ernst Ludwig Kirchner, Museo Thyssen-
Bornemisza, Madrid.
Composición VII (Las Tres Gracias) (1917), de Theo van Doesburg, Mildred Lane
Kemper Art Museum, Saint Louis, Missouri.
Últimas tendencias
Elogio del agua (1987), de Eduardo Chillida, Parque de la Creueta del Coll,
Barcelona.
Desde la Segunda Guerra Mundial el arte ha experimentado una vertiginosa dinámica
evolutiva, con estilos y movimientos que se suceden cada vez más rápido en el
tiempo. El proyecto moderno originado con las vanguardias históricas llegó a su
culminación con diversos estilos antimátericos que destacaban el origen intelectual
del arte por sobre su realización material, como el arte de acción y el arte
conceptual. Alcanzado ese nivel de prospección analítica del arte, se produjo el
efecto inverso —como suele ser habitual en la historia del arte, donde los diversos
estilos se enfrentan y se contraponen, el rigor de unos sucede al exceso de otros,
y viceversa—, retornando a las formas clásicas del arte, aceptando su componente
material y estético, y renunciando a su carácter revolucionario y transformador de
la sociedad. Surgió así el arte postmoderno, donde el artista transita sin pudor
entre diversas técnicas y estilos, sin carácter reivindicativo, volviendo al
trabajo artesanal como esencia del artista. Por último, hay que remarcar a finales
de siglo la aparición de nuevas técnicas y soportes en el terreno del arte: video,
informática, internet, láser, holografía, etc.138
¿Por qué el proceso entre Pilatos y Jesús duró solamente dos minutos? (1996), de
Wolf Vostell, Museo Vostell, Malpartida de Cáceres.
Arte de acción (desde 1960): son diversas tendencias basadas en el acto de la
creación artística, donde lo importante no es la obra en sí, sino el proceso
creador, en el que además del artista interviene a menudo el público, con un gran
componente de improvisación. Engloba diversas manifestaciones artísticas como el
happening, la performance, el environment, la instalación, etc. Entre sus figuras
destacan Joseph Beuys, Allan Kaprow, Wolf Vostell, Yoko Ono, Nam June Paik y los
grupos Fluxus y Gutai.
Minimalismo (1963-1980): con un antecedente en la Nueva abstracción o Abstracción
postpictórica (Barnett Newman, Frank Stella, Ellsworth Kelly, Kenneth Noland) el
minimalismo fue una corriente que supuso un proceso de desmaterialización que
desembocaría en el arte conceptual. Son obras de carácter abstracto, de acusada
simplicidad, reducidas a un mínimo motivo, depurado al planteamiento inicial del
autor, la base sobre la que habría desarrollado la idea que, sin embargo, queda
plasmada en su fase inicial. Destacaron los pintores Robert Mangold y Robert Ryman,
y los escultores Carl Andre, Dan Flavin, Donald Judd y Sol LeWitt.
Hiperrealismo (desde 1965): como reacción al minimalismo surgió esta nueva
corriente figurativa, caracterizada por su visión superlativa y exagerada de la
realidad, que es plasmada con gran exactitud en todos sus detalles, con un aspecto
casi fotográfico. Destacan Chuck Close, Richard Estes, Don Eddy, John Salt, Ralph
Goings, Antonio López García y, en escultura, George Segal, famoso por sus figuras
humanas en yeso.
Arte conceptual (1965-1980): tras el despojamiento matérico del minimalismo, el
arte conceptual renunció al sustrato material para centrarse en el proceso mental
de la creación artística, afirmando que el arte está en la idea, no en el objeto.
Incluye diversas tendencias: el arte conceptual lingüístico, el más purista de la
conceptualidad, centrado en la relación arte-lenguaje (Joseph Kosuth); el arte
povera, centrado en las instalaciones, generalmente de materiales detríticos (Mario
Merz, Jannis Kounellis); el body-art, con el cuerpo humano como soporte (Gilbert
and George, Dennis Oppenheim); el land-art, que utiliza la naturaleza como soporte,
con un marcado componente efímero (Christo, Walter De Maria, Robert Smithson,
Richard Serra); el bio-art, que usa técnicas biológicas (Joe Davis, Estéfano Viu),
etc. También podrían enmarcarse en esta corriente diversos géneros de
reivindicación social como el arte feminista (Jenny Holzer, Barbara Kruger, Cindy
Sherman, Judy Chicago) y el arte homoerótico (Paul Cadmus, Robert Mapplethorpe,
Deborah Cherena).
Nuevas tecnologías (desde 1965): la aparición de nuevas tecnologías desde los años
1960 (televisión, video, informática) ha supuesto una gran revolución para el arte
no solo en cuanto a nuevos soportes y materiales, sino a nuevas formas de expresión
que han ampliado los límites del arte. El videoarte surgió en 1965 con la aparición
de la primera cámara de video portátil (la Portapak de Sony). En esta modalidad
destaca no solo su componente físico —la emisión de imágenes, generalmente en el
marco de instalaciones o performances—, sino el mensaje inherente a la imagen
filmada, fusionando el mundo de la comunicación con la cultura popular. Exponentes
de esta modalidad son Nam June Paik, Dan Sandin, Bill Viola, Tony Oursler, etc. El
sound art (o audio art) se basa en el sonido, ya sea natural, musical, tecnológico
o acústico, y se integra en el arte a través de ensamblajes, instalaciones,
performances, videoarte, etc. (Laurie Anderson, Brian Eno). La informática e
internet han supuesto igualmente un gran impulso para el arte, no solo como soporte
sino por sus nuevas posibilidades creativas y, especialmente, por su aspecto
interactivo, suponiendo una nueva forma de colaboración entre el artista y el
público (Olia Lialina, Heath Bunting, Jake Tilson).
Arte postmoderno (desde 1975): por oposición al denominado arte moderno, es el arte
propio de la postmodernidad. Asumen el fracaso de los movimientos de vanguardia
como el fracaso del proyecto moderno: las vanguardias pretendían eliminar la
distancia entre el arte y la vida, universalizar el arte; el artista postmoderno,
en cambio, es autorreferencial, el arte habla del arte, no pretenden hacer una
labor social. Destacan artistas individuales como Jeff Koons, David Salle, Jean-
Michel Basquiat, Keith Haring, Julian Schnabel, Eric Fischl, Miquel Barceló, etc.;
o también diversos movimientos como la transvanguardia italiana (Sandro Chia,
Francesco Clemente, Enzo Cucchi, Nicola De Maria, Mimmo Paladino), el
neoexpresionismo alemán (Anselm Kiefer, Georg Baselitz, Jörg Immendorff, Markus
Lüpertz, Sigmar Polke), el neomanierismo, la figuración libre, etc.139
Artes decorativas
Otro gran adelanto en el terreno del diseño se produjo con la Bauhaus, que frente a
la excesiva ornamentación del art déco introdujo un concepto de diseño más racional
y funcional, más adaptado a las necesidades reales de la gente. Esta institución
pretendía romper las barreras entre arte y artesanía, con una clara apuesta por la
producción industrial. Su diseño se basaba en la simplicidad, la abstracción
geométrica y el uso de colores primarios y de nuevas tecnologías, como se hizo
patente en el mobiliario de acero tubular creado por Marcel Breuer, o las lámparas
diseñadas por Marianne Brandt. En esta escuela destacaron creadores como László
Moholy-Nagy, Oskar Schlemmer, Johannes Itten, Paul Klee, Josef Albers, etc.
Igualmente, el grupo neoplasticista De Stijl desarrolló un estilo interiorista
basado en la simplicidad, las formas geométricas y los colores primarios, como la
famosa silla roja y azul de Gerrit Thomas Rietveld (1923). Desde entonces el diseño
industrial y de interior ha seguido por la vía de la creación intelectual y el
diseño funcional, con un progresivo aumento de la experimentación con nuevos
materiales (plástico, fibra de vidrio), atendiendo a las necesidades de mercado sin
renunciar al proceso de modernización de la sociedad, lo que ha generado una línea
llamada styling (representada fundamentalmente por Raymond Loewy).141
Literatura contemporánea
Artículo principal: Historia de la literatura moderna
En el siglo XX la literatura ha tenido —como el resto de las artes— una gran
diversidad estilística, partiendo de premisas anteriores y cánones clásicos en
algunos casos, y rompiendo con el pasado y experimentando nuevas formas y estilos
en otros. El afán de innovación llevó a la búsqueda de la esencia literaria, de un
lenguaje trascendente y metafísico, como es el caso de la denominada «poesía pura»
(Paul Valéry, William Butler Yeats, Ezra Pound, T. S. Eliot, Eugenio Montale,
Fernando Pessoa, Konstantinos Kavafis). El principal campo de experimentación fue
el de las vanguardias artísticas: el futurismo destacó por su afán modernizador,
exaltando los adelantos técnicos, la velocidad, la acción, incluso la violencia
(tuvo estrechos contactos con el fascismo italiano), defendiendo la destrucción de
la sintaxis y la libertad de las palabras; estuvo representado principalmente por
Filippo Tommaso Marinetti y Vladimir Maiakovski. El cubismo buscó nuevas formas
sintácticas, deshaciendo los poemas y dándoles un aspecto gráfico, con diferentes
tipos de letra y aparición de signos extralingüísticos, suprimiendo los signos de
puntuación («collage lingüístico»), destacando Guillaume Apollinaire. El dadaísmo
introdujo la anarquía en la génesis literaria, buscando deliberadamente un lenguaje
caótico y absurdo, que pierde su aspecto lógico y comunicativo, como en la obra de
Tristan Tzara. El expresionismo criticó la sociedad burguesa de su época, el
militarismo, la alienación del individuo en la era industrial y la represión
familiar, moral y religiosa. Ya no se imita la realidad, no se analizan causas ni
hechos, sino que el autor busca la esencia de las cosas, mostrando su particular
visión. Destacaron Franz Kafka, Gottfried Benn, Alfred Döblin, Georg Heym, Franz
Werfel, Georg Trakl y Rainer Maria Rilke. El surrealismo tuvo gran influencia de la
psicología freudiana, evocando en sus obras el mundo del inconsciente, de los
sueños, de la subjetividad, en un estilo que buscaba la asociación insólita de
palabras, de metáforas oníricas y delirantes, que se tradujo en la técnica de la
«escritura automática». Destacaron André Breton, Paul Éluard y Louis Aragon.
Teatro contemporáneo
Desde los años 1960 el teatro ha reaccionado contra la distanciación del teatro
épico, buscando una comunicación dramática establecida a través de acciones reales
que afecten al espectador (The Living Theatre, teatro-laboratorio de Jerzy
Grotowski, acciones de happening). Los nuevos directores han agregado a este
«teatro de provocación» una conciencia estilística basada en la ceremonia, el
divertimento y el exhibicionismo (Peter Brook, Giorgio Strehler, Luca Ronconi). El
lenguaje oral queda así doblado por el visual, y el arte dramático recupera en
cierta forma su antigua ambición de «teatro total». Esto se pone de manifiesto en
varios grupos españoles, como Els Joglars, Els Comediants y La Fura dels Baus, o el
grupo canadiense Cirque du Soleil.144
Música contemporánea
Artículo principal: Música clásica contemporánea
Adagietto
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Adagietto, cuarto movimiento de la Quinta Sinfonía de Gustav Mahler.
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En el terreno musical la transición de siglo estuvo marcada por el postromanticismo
de Richard Strauss, Gustav Mahler y Aleksandr Skriabin, introduciéndose
posteriormente en el ámbito de las vanguardias artísticas: el cubismo tendió a la
deshumanización, a la esquematización y a las construcciones lineales, sin
ornamentos (Erik Satie); el expresionismo pretendía desligarse de los fenómenos
objetivos externos, siendo instrumento únicamente de la actividad creadora del
compositor y reflejando principalmente su estado anímico, fuera de toda regla y
toda convención (Darius Milhaud, Francis Poulenc, Arthur Honegger); el futurismo
experimentó con el ruido y los sonidos de la naturaleza y la vida cotidiana (Luigi
Russolo, Edgar Varèse); el neoclasicismo —ligado en Rusia al realismo socialista,
también llamado «sinfonismo soviético»— recuperó las formas clásicas, pero
reinterpretándolas, y sin renunciar a los nuevos adelantos vanguardistas (Carl
Orff, Gustav Holst, Ígor Stravinski, Serguéi Prokófiev, Dmitri Shostakóvich,
Serguéi Rajmáninov); el dodecafonismo fue un sistema basado en los doce tonos de la
escala cromática, que se utilizaban en cualquier orden, pero en series, sin repetir
una nota antes de haber sonado las otras, evitando la polarización, la atracción a
centros tonales (Arnold Schönberg, Alban Berg, Anton von Webern); de igual forma,
el ultracromatismo amplió la escala musical a grados inferiores al semitono —
cuartos o sextos de tono— (Alois Hába, Ferruccio Busoni); la Nueva Objetividad
aportó una visión más realista y social de la música, surgiendo el concepto de
Gebrauschmusik («música utilitaria»), basada en el concepto de consumo de masas
para elaborar obras de sencilla construcción y accesibles a todo el mundo (Paul
Hindemith, Kurt Weill).
Desde mediados de siglo ha continuado la experimentación y la diversidad de
conceptos musicales, produciendo nuevas técnicas y efectos sonoros, como la música
electrónica de Karlheinz Stockhausen; la música concreta de Pierre Schaeffer y
Pierre Henry; el serialismo de Olivier Messiaen, Luigi Dallapiccola, Pierre Boulez
y Luis de Pablo; el poliestilismo de Luciano Berio; los «ámbitos sonoros» de Luigi
Nono; la música aleatoria de John Cage, Charles Ives, Witold Lutoslawski y
Cristóbal Halffter; el neotonalismo de Arvo Pärt y Henryk Górecki; la «música
estadística» de Iannis Xenakis, Krzysztof Penderecki y György Ligeti; el
minimalismo de Philip Glass; y el new age de Michael Nyman y Wim Mertens.145
Porgy and Bess, de George Gershwin, por el New York Harlem Theater.
La ópera en el siglo XX ha mantenido vigente el repertorio anterior, que se
continúa representando con éxito en los mejores teatros y auditorios del mundo,
mientras que a nivel productivo, si bien ha existido una copiosa y excelente
producción, las innovaciones producidas en este terreno no han gozado de gran éxito
entre el público mayoritario. A principios de siglo, el verismo italiano continuó
en un llamado «posverismo» representado principalmente por Riccardo Zandonai
(Francesca da Rimini, 1914; Giulietta e Romeo, 1922). El postromanticismo contó con
la gran figura de Richard Strauss (Salomé, 1905; Ariadne auf Naxos, 1912). El
neoclasicismo dejó obras como Edipo rey (1925), de Igor Stravinski; Lady Macbeth de
Mtsensk (1936), de Dmitri Shostakóvich; y Guerra y paz (1946), de Serguéi
Prokófiev. A nivel vanguardista, destacaron el expresionismo y el dodecafonismo:
Moisés y Aarón (1926), de Arnold Schönberg; Wozzeck (1925) y Lulú (1935), de Alban
Berg; Jonny spielt auf (1927), de Ernst Krenek. Más recientemente destaca la obra
de Benjamin Britten, de gran valor dramático (Peter Grimes, 1945; El sueño de una
noche de verano, 1961; Muerte en Venecia, 1973). Otros exponentes son: Kurt Weill
(Aufstieg und Fall der Stadt Mahagonny, 1930), George Gershwin (Porgy and Bess,
1935), Paul Hindemith (Matías el pintor, 1938), Francis Poulenc (Les mamelles de
Tirésias, 1947), Gian Carlo Menotti (La médium, 1946; El teléfono, 1947; El cónsul,
1950), Alberto Ginastera (Bomarzo, 1967), etc.
Danza contemporánea
Artículo principal: Danza contemporánea
La danza expresionista supuso una ruptura con el ballet clásico, buscando nuevas
formas de expresión basadas en la libertad del gesto corporal, liberado de las
ataduras de la métrica y el ritmo, donde cobra mayor relevancia la autoexpresión
corporal y la relación con el espacio. Su principal teórico fue el coreógrafo
Rudolf von Laban, quien creó un sistema que pretendía integrar cuerpo y alma,
poniendo énfasis en la energía que emanan los cuerpos, y analizando el movimiento y
su relación con el espacio. Este nuevo concepto quedaría plasmado con la bailarina
Mary Wigman. De forma independiente, la gran figura de principios de siglo fue
Isadora Duncan, que introdujo una nueva forma de bailar, inspirada en ideales
griegos, más abierta a la improvisación, a la espontaneidad.
La fotografía del Che Guevara (1960), de Alberto Korda, es una de las fotografías
más famosas y reproducidas del siglo XX.
En el siglo XX se extendió notablemente el uso de la fotografía, ya que las
continuas mejoras técnicas en cámaras portátiles permitían un uso generalizado de
esta técnica a nivel amateur. Su presencia fue esencial en revistas y periódicos,
asumiendo los medios de comunicación de masas un papel preponderante en la cultura
visual del siglo XX. Durante la Primera Guerra Mundial y la siguiente posguerra
nació el periodismo fotográfico, originalmente en Alemania, con revistas como
Berliner Illustrierte Zeitung y Münchner Illustrierte Presse, destacando la obra de
Erich Salomon y Stefan Lorant, creador del «reportaje fotográfico». Pronto esta
forma de fotoperiodismo se expandió por todo el mundo, propiciada por la aparición
de una nueva cámara —la Leica (1925)— con objetivos intercambiables y rollos de 36
tomas. En 1947 apareció la Polaroid, de película instantánea. En el siglo XX la
fotografía también ha estado muy unida a la moda y la publicidad.
Cine
Artículo principal: Historia del cine
Viaje a la Luna
Archivo:Le Voyage Dans La Lune.ogv
Viaje a la Luna (1902), de Georges Méliès.
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Una de las grandes revoluciones artísticas y audiovisuales del siglo XX ha sido el
cine: a partir de la invención del cinematógrafo en 1895 por los hermanos Lumière,
el cine ha tenido una rápida evolución tanto artística como tecnológica que lo ha
convertido en un auténtico fenómeno de masas, siendo rápidamente considerado como
el «séptimo arte».nota 21 El cine es quizá uno de los medios artísticos más
completos, ya que aúna imagen con sonido, guion literario, interpretación,
decorados, maquillaje, vestuario, etc. Además introduce una nueva dimensión, el
tiempo, la sucesión cronológica de los hechos, donde cobra un papel relevante el
montaje. En sus inicios el cine era mudo, sin sonido, hecho que no impidió la
creación de una auténtica gramática visual que aportó la base principal de la
narración cinematográfica. Con la incorporación de elementos tomados del teatro
como los decorados y los efectos especiales —proceso iniciado por Georges Méliès—,
el cine alcanzó un grado de auténtica artisticidad. De carácter netamente
industrial en cuanto a su aspecto productivo, el cine tuvo una primera y rápida
implantación en Estados Unidos, donde se forjó una poderosa industria
cinematográfica que cristalizaría en Hollywood. Allí surgieron algunos de los
primeros genios del cine: Edwin S. Porter, primero en rodar escenas plano-
contraplano; David Wark Griffith, que introdujo el montaje narrativo y los efectos
de luz; y Charles Chaplin, que aparte de ser iniciador del star system
hollywoodiense, fue pionero en numerosos aspectos interpretativos y argumentales,
como los géneros y los personajes arquetipo, además de introducir la psicología en
la interpretación.
El gabinete del doctor Caligari (1919), de Robert Wiene, obra maestra del cine
expresionista alemán.
Los siguientes pasos del cine van en paralelo a las vanguardias artísticas de la
época: el cine expresionista alemán introdujo un estilo subjetivista que ofrecía en
imágenes una deformación expresiva de la realidad, traducida en términos dramáticos
mediante la distorsión de decorados y maquillajes, así como efectos de luz, y la
consiguiente recreación de atmósferas terroríficas o, cuando menos, inquietantes.
Cabe destacar a Robert Wiene, Friedrich Wilhelm Murnau, Fritz Lang, Georg Wilhelm
Pabst, Josef von Sternberg y Ernst Lubitsch. En Francia, tuvieron reflejo
cinematográfico tanto el impresionismo como el surrealismo: el primero se tradujo
en obras de elevado contenido intelectual y moral, de temática refinada y gran
simplicidad estilística, y un naturalismo contrapuesto a la artificiosidad
expresionista, con recursos como el flou y el flashback; estuvo representado por
Louis Delluc, Abel Gance y Jean Epstein. El cine surrealista fue un fiel reflejo
del carácter onírico de esta corriente, con obras donde predominaba una cierta
atmósfera de ensueño, de delirio, sino de locura; fueron sus mejores representantes
Salvador Dalí y Luis Buñuel. El cubismo también tuvo su reflejo en la
experimentación rítmico-plástica del Ballet mecánico (1924) de Fernand Léger. Se
llegaron incluso a realizar algunos filmes abstractos, obra de directores como
Viking Eggeling (Sinfonía Diagonal, 1921), Hans Richter (Rythmus, 1921), Oskar
Fischinger (Composición en azul, 1927) y Germaine Dulac (Arabesque, 1930). Uno de
los grandes aportes al cine mudo fue el del cine soviético: conscientes del valor
divulgativo del nuevo arte, los líderes revolucionarios rusos fomentaron la
industria cinematográfica, que alcanzaría cotas elevadas con la obra de Sergei
Eisenstein, Lev Kuleshov, Dziga Vertov, Vsevolod Pudovkin, Aleksandr Dovzhenko,
etc. Es un cine que aúna pureza visual con elegancia estética, renovando el
lenguaje cinematográfico a través del montaje, con el que consiguen metáforas
visuales de gran impacto y calidad, con un gran componente de introspección
psicológica y expresión sentimental.
En 1926 se introdujo el sonido, con la película Don Juan, a la que siguió al año
siguiente El cantante de jazz, ambas de Alan Crosland. Esta nueva particularidad
comportó por una parte la mejora de los guiones, que podían ser más ricos en
diálogos —lo que llevó a nuevos registros interpretativos por parte de los actores—
y, por otro lado, la introducción de la música, que sería primordial para acompañar
numerosas escenas. El siguiente avance tecnológico fue la introducción del color en
1935 con La feria de la vanidad, de Rouben Mamoulian. Fue esta la época dorada del
cine estadounidense, con directores como King Vidor, Frank Capra, John Ford,
William Wyler, Elia Kazan, George Cukor, Billy Wilder, Cecil B. DeMille, Howard
Hawks, Alfred Hitchcock, Michael Curtiz, Raoul Walsh, Orson Welles, etc. En Europa,
se sucedieron en esos años diversos movimientos de gran relevancia: en Francia
apareció el «naturalismo poético», caracterizado por la simbiosis entre el realismo
descriptivo y el lenguaje poético, representado por Jean Vigo, René Clair y Jean
Renoir; y la nouvelle vague, influida por el existencialismo, de signo
antiintelectual, surgiendo el llamado «cine de autor» (Claude Chabrol, François
Truffaut, Alain Resnais, Jean-Luc Godard). En Italia surgió el neorrealismo, que se
nutrió de la estricta realidad, con obras de denuncia social realizadas
generalmente en ambientes obreros y rurales; destacan Luchino Visconti, Roberto
Rossellini, Vittorio de Sica, Federico Fellini y Pier Paolo Pasolini. En Gran
Bretaña se produjo el Free cinema, caracterizado por una estética realista y
temáticas de compromiso social (Lindsay Anderson, Tony Richardson, Karel Reisz).
Despuntó el cine nórdico con la obra de Carl Theodor Dreyer, Ingmar Bergman y
Victor Sjöström. En España se produjeron las primeras obras de importancia de la
mano de Luis García Berlanga, Juan Antonio Bardem, Carlos Saura, etc.
Historieta
Artículo principal: Historieta
Little Nemo in Slumberland. La historieta ha sido una de las últimas
incorporaciones a la categoría de bellas artes.
La historieta —o cómic— es una narración ilustrada por medio de viñetas, que
presenta imágenes y —opcionalmente— texto (insertado a través de los llamados
«bocadillos» para diálogos, y «cartuchos» para texto al pie de imagen), narrando
una historia en sentido argumental y cronológico. Basado en la reproducción en
serie, apareció por primera vez en periódicos y revistas, para cobrar autonomía
propia en ediciones independientes. Tiene pues su origen en los medios de
comunicación de masas aparecidos a finales del siglo XIX y principios del XX. Se
suele considerar como primera historieta la de The Yellow Kid, de Richard Felton
Outcault, aparecida en 1896 en el diario New York World (la camisa amarilla del
personaje dio nombre a la llamada «prensa amarilla»). En 1905 apareció Little Nemo
in Slumberland, de Winsor McCay, que elevó la historieta a grandes cotas
artísticas, destacando por su fantasía y creatividad. Posteriormente destacaron
Rudolph Dirks, George Herriman, George McManus, etc.151
Entre los años 1960 y 1980 hubo una gran diversificación del medio, con una nueva
sensibilidad donde predominaba la estética y el sello de calidad, y comenzaron a
abundar los títulos dirigidos a un público más adulto. Destacan personajes como
Barbarella (1962), Blueberry (1963), Mafalda de Quino (1964), Valentina (1965), el
Corto Maltés de Hugo Pratt (1967), Conan de Roy Thomas y John Buscema (1970), etc.
Surgió el cómic erótico (Guido Crepax, Milo Manara), la historieta de autor
(Jacques Tardi, Carlos Giménez, Enki Bilal, Vittorio Giardino), y sellos más
vanguardistas, como Métal Hurlant de Moebius. Desde los años 1980 ha tenido gran
éxito el manga japonés, caracterizado por largas epopeyas de gran dinamismo, con
abundantes efectos sonoros. Aunque su inicio se vincula a la revista Manga Shōnen
(1947), de Osamu Tezuka, sería a finales de los 1980 cuando alcanzaría su mayor
repercusión, con Akira de Katsuhiro Otomo (1982-93) y Dragon Ball de Akira Toriyama
(1984-95). Por último, las nuevas tecnologías han supuesto grandes innovaciones
para la historieta, como el webcómic en internet.152
Arte efímero
Véase también
Arte
Métodos de investigación de la Historia del Arte
Crítica de arte
Estética
Estudio de la Historia del Arte
Historia de la arquitectura
Historia del cine
Historia de la danza
Historia del desnudo artístico
Historia de la escultura
Historia de la estética
Historia de la fotografía
Historia de la historieta
Historia de la jardinería
Historia de la literatura
Historia de la música
Historia de la ópera
Historia de la pintura
Historia del teatro
Patrimonio de la Humanidad
Psicología del arte
Sociología del arte
Tema artístico
Teoría del arte
Artes decorativas
Historia de las artes decorativas
Historia del grabado
Notas
El término «faraón» proviene del egipcio per-o («la gran casa», por el palacio
donde habitaba el rey), pero este vocablo surgió durante la dinastía XVIII, por lo
que no debería aplicarse a reyes anteriores, aunque por lo general se suele
extrapolar. Isaac Asimov: Los egipcios, Alianza Editorial, Madrid, 1981, ISBN 84-
206-1794-6, p. 82.
Derivado del latín classicus («de primera clase»), el término «clásico» hacía
referencia al periodo del arte griego comprendido entre el arcaico y el
helenístico, valorado como el de mayor creatividad de la historia del arte griego.
Así, el término quedó como sinónimo de creatividad, de excelencia, de la mejor
época de cualquier estilo artístico, por lo que numerosos estilos a lo largo del
tiempo han tenido una fase denominada «clásica». Heinrich Wölfflin, por ejemplo, se
refería a arte clásico para hablar del Renacimiento italiano. Chilvers (2007), p.
207.
El nombre del Imperio Bizantino deriva del antiguo nombre de su capital, Bizancio
(en griego Bizantion, derivado del fundador de la ciudad el 657 a. C., llamado
Byzas), posteriormente rebautizada Constantinopla en honor al emperador
Constantino, y llamada Estambul en la actualidad. Isaac Asimov: Constantinopla,
Alianza Editorial, Madrid, 1982, ISBN 84-206-1886-1, p. 12.
Hagia Sophía (Άγια Σοφία) en griego, que quiere decir Santa Sabiduría; sin
embargo, se suele nombrar como Santa Sofía en castellano.
El término artes aplicadas es sinónimo de artes decorativas o artes industriales —
también llamadas artes menores—, refiriéndose a las obras realizadas con una
elaboración industrial o artesanal pero persiguiendo una cierta finalidad estética,
generalmente de tipo ornamental. Guillermo Fatás y Gonzalo Borrás, Diccionario de
términos de arte y elementos de arqueología, heráldica y numismática, Alianza,
Madrid, 1990, ISBN 84-206-0292-2, p. 30.
Ut queant laxis, resonare fibris, mira gestorum, famuli tuorum, solve polluti,
labii reatum, Sancte Ioannes. Más tarde, se cambió ut por do —excepto en Francia—.
En los países anglogermánicos se mantuvo la notación por las letras del alfabeto:
a=la, b=si, c=do, d=re, e=mi, f=fa, g=sol.«Historia de las notas musicales».
Consultado el 4 de septiembre de 2010.
La denominación «gótico» fue introducida por los artistas italianos del
Renacimiento, en sentido despectivo, pues lo veían como algo bárbaro y atrasado,
como las realizaciones de los «godos» que acabaron con el Imperio romano. Chilvers
(2007), p. 419.
El término «arte moderno» proviene del concepto de «modernidad», teoría
filosófico-cultural que postula la actual vigencia de un periodo histórico marcado
en lo cultural por la Ilustración, en lo político por la Revolución Francesa y en
lo económico por la Revolución Industrial, y que supondría la raíz social propia de
la Edad Contemporánea. El proyecto moderno se caracteriza por el fin del
determinismo y de la supremacía de la religión, sustituidos por la razón y la
ciencia, el objetivismo y el individualismo, la confianza en la tecnología y el
progreso, en las propias capacidades del ser humano. Esta «era moderna» habría
llegado hasta la actualidad, estando plenamente vigente según unos escritores,
mientras que otros defienden que es actualmente una fase superada en la evolución
de la humanidad, hablándose de «posmodernidad» como periodo sucesor de este
proyecto moderno. Valeriano Bozal: Modernos y postmodernos, Historia 16, Madrid,
1993.
Esta es una simplificación del estudio histórico del arte, pues es difícil
establecer en un nombre o una fecha el inicio de la historiografía del arte. Se
suele citar a Vasari como iniciador de esta ciencia, aunque sus escritos —
generalmente crónicas, inventarios, biografías u otros escritos más o menos
literarios— carecían de perspectiva histórica y el rigor científico necesarios para
ser considerados historiografía del arte. Sin embargo, Winckelmann creó una
metodología científica para la clasificación de las artes, por lo que suele ser
considerado el padre de la historia del arte. Valeriano Bozal (y otros): Historia
de las ideas estéticas y de las teorías artísticas contemporáneas (vol. I). Visor,
Madrid, 2000, ISBN 84-7774-580-3.
La palabra deriva del término italiano maniera, que significaba «estilo», y que
fue introducido por Giorgio Vasari en sus biografías de artistas para denotar el
estilo grácil y equilibrado de los artistas de su tiempo. Chilvers (2007), p. 593.
El término «barroco» proviene de un vocablo de origen portugués, donde a las
perlas que tenían alguna deformidad se las denominaba perlas barruecas, siendo en
origen una palabra despectiva que designaba un tipo de arte caprichoso,
grandilocuente, excesivamente recargado. Chilvers: (2007), p. 83.
El rococó surgió en Francia durante la regencia del duque de Orleáns, en la
minoría de edad de Luis XV, y pervivió durante el reinado de éste. El término
rococó se formó con la conjunción del italiano barocco y rocaille, elemento
decorativo parecido a una concha, muy usado en la ornamentación durante este
periodo. Chilvers (2007), p. 818.
En Reflexión sobre la imitación de las obras de arte griegas (1755), Johann
Joachim Winckelmann afirmó que los griegos llegaron a un estado de perfección total
en la imitación de la naturaleza, por lo que nosotros sólo podemos imitar a los
griegos. Asimismo, relacionó el arte con las etapas de la vida humana (infancia,
madurez, vejez), estableciendo una evolución del arte en tres estilos: arcaico,
clásico y helenístico. Valeriano Bozal (y otros): Historia de las ideas estéticas y
de las teorías artísticas contemporáneas (vol. I). Visor, Madrid, 2000, ISBN 84-
7774-580-3, pp. 150-154.
Aunque hoy día se suele generalizar como «música clásica» la música sinfónica de
tipo orquestal, en realidad hace referencia a un periodo concreto de la historia de
la música, caracterizado por el clasicismo, correspondiente al último tercio del
siglo XVIII y principios del XIX. El término «música clásica» apareció por primera
vez en el Oxford English Dictionary en 1836, y señalaba las composiciones europeas
más destacadas del siglo anterior. Con el tiempo ha significado lo opuesto a la
música popular en el lenguaje corriente: es el nombre habitual de la música culta,
académica o docta.The Oxford English Dictionary (2007). The OED Online, ed.
«Classical». Consultado el 10 de mayo de 2007.
El modernismo recibió diversos nombres según el lugar de procedencia: Art Nouveau
en Francia, Modern Style en Reino Unido, Jugendstil en Alemania, Sezession en
Austria, Liberty en Italia, etc. Chilvers (2007), p. 61.
Conviene no confundir con arte postmoderno, aplicado a las últimas tendencias
artísticas del siglo XX y principios del XXI. Francesc Fontbona: El modernisme i el
noucentisme, en El llibre d'or de l'art català, Edicions Primera Plana, Barcelona,
1997, pp. 171-172.
Aunque la fotografía es anterior al cine, éste se considera el séptimo arte y la
fotografía el octavo, pues adquirió tal categoría antes que la fotografía alcanzase
dicho estatus.
Se denominan «vanguardias históricas» a las producidas desde la preguerra de
primeros de siglo (en torno a 1910) y el fin de la Segunda Guerra Mundial. Javier
Arnaldo: Vanguardias históricas (I), Historia 16, Madrid, 1993, p. 6.
El término «surrealismo» fue ideado por Apollinaire en 1917, refiriéndose a lo que
está «por encima de la realidad». En español se tradujo directamente del francés
surréalisme, aunque lo correcto sería «sobrerrealismo» o «superrealismo».
El término art déco es diminutivo de arts décoratifs («artes decorativas» en
francés), y proviene de la Exposición de Artes Decorativas de 1925 (Exposition
Internationale des Arts Décoratifs et Industriels Modernes) en París. AA. VV.:
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