Elementos de Concha Presentes en Cantona, Puebla

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Ángel García Cook, Katina Vackimes Serret

Elementos de concha presentes en Cantona, Puebla

El presente texto trata sobre el material conquiliológico que ha sido localizado durante las
exploraciones arqueológicas en la ciudad prehispánica de Cantona, hacia el centro norte del
estado de Puebla. Un trabajo semejante fue publicado en 2010 con la documentación con que
se contaba hasta el 2005. En aquella ocasión sólo se pudieron identificar, taxonómicamente,
29 objetos de estos materiales. En el presente estudio se han logrado identificar 193 elementos,
además de que se otorga mayor información actualizada sobre esta gran ciudad prehispáni-
ca, consolidándose la temporalidad otorgada a estos materiales conquiliológicos, con base en
137 fechamientos por C14 con los que se cuenta en la actualidad y que “amarran” sólidamente
la secuencia cultural planteada para Cantona. Incluye además ilustraciones de las que carece la
publicación anterior.

This text is about conchological material that has been located in archaeological explorations
in the pre-Hispanic city of Cantona, located in the north-central state of Puebla. Similar work
was published in 2010 with documentation that was available until 2005. Until that time only
twenty-nine objects could be identified taxonomically. For the present study we have succeeded
in identifying 193 items. This article includes updated information on this large pre-Hispanic
city and consolidates the dating for these conchological materials based on 137 carbon-14 dates
which help account for and establish the cultural sequence proposed for Cantona. In addition,
illustrations lacking in the previous publication are presented.

En 2005 escribimos un texto sobre las ofrendas de concha de Cantona, mismo


que fue publicado en 2010 (Vackimes y García Cook, 2010); lamentablemente,
por razones desconocidas —travesuras del duende de la imprenta, descuido de
los editores o por cualquier otro motivo— las ilustraciones, salvo tres cuadros,
no fueron incluidas en la publicación y con ello no es del todo fácil adivinar —o
imaginarse— la imagen o las dimensiones de lo que se está tratando. Por otro
lado, en esta ocasión contamos con algunas piezas no conocidas anteriormente
y, por tanto, no incluidas en la mencionada publicación; además, de los elementos
presentados en el texto anterior ha sido identificado taxonómicamente un núme-
ro mayor —193, anteriormente sólo 29— de objetos, y por ello estas son dos de
las razones por las que creímos indispensable volver a escribir sobre los materia-
les conquiliológicos conocidos para Cantona, obtenidos a través de las explora-
ciones que se vienen llevando a cabo en dicho asentamiento desde 1993, además
de otorgar mayor información reciente sobre esta gran ciudad prehispánica.
Cantona tuvo una larga ocupación, la cual se remonta hasta el Formativo me-
dio (ca. 1000 a.n.e.) y dejó de existir hasta el inicio del Posclásico (1000 d.n.e.).
Esta gran ciudad se localiza sobre una serie de coladas de lava basalto-andesíti-

* Dirección de Estudios Arqueológico, inah.


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ca de finales del Pleistoceno y, por tanto, con flo- de lagunas —la del Salado o Tepeyahualco, y la de
ra y fauna característica de un malpais. Se ubica Vicencio o del Carmen— que aún se observan
hacia al centro norte de la Cuenca de Oriental, en hacia el fondo de esta Cuenca de Oriental y cuyas
el estado de Puebla, en la parte media entre la corrientes superficiales drenan hacia ellas.
Cuenca de México y la costa del Golfo, entre las El clima en la mayor superficie de esta cuenca
coordenadas geográficas: 19º32’15’’ a 19º 37’30’’ es templado seco, Cwb en la nomenclatura de
latitud norte, y 97º 28’ 15’’ a 97º 31’ 30’’ de lon- Köeppen, con escasa precipitación (700 mm anua-
gitud oeste; entre 2 480 y 2 609 msnm. les) y con temperatura media anual de 16ºC. Se
Al sureste inmediato de Cantona se yergue el presentan abundantes heladas, de 20 a 40 días al
cerro Pizarro, con una altura de 3 150 msnm, y año, lo cual obstaculiza, hoy en día y desde siem-
poco más de 20 km al oriente se levanta el Cofre pre contar con una buena producción agrícola. La
de Perote, cuya altura alcanza 4 360 msnm; al vegetación es semidesértica en la mayor parte, con
norte, la Vigía Alta, con 3 050 msnm, que le sirve algunas coníferas arriba de 2 500 msnm, además
de protección y apoyo por este lado; a 300 m al de encinos y sabinos en algunas áreas. Sabemos,
suroeste se encuentra el cerro de las Águilas, que por diversos estudios llevados a cabo, que el clima
alcanza apenas 2 740 msnm pero fue de gran im- ha sufrido alteraciones a lo largo del tiempo; tal
portancia en el desarrollo de la ciudad, no sólo variación climática ocasionó el cambio en la cu-
conteniendo asentamientos humanos totalmente bierta vegetal y, desde luego, de la fauna y en otras
dependientes de Cantona y servir de puesto de condiciones ambientales: agua, suelos, procesos
vigía hacia el suroeste de la ciudad, sino también erosivos, etcétera. Todo esto nos permite entender
por aportar un importante material para construc- que hubo diversos grados y espacios de ocupación
ción: la cantera. Toba volcánica que fue utilizada y movilidad humana, y una variada explotación de
en gran escala para el recubrimiento de los edificios los recursos naturales en cada momento por quie-
arquitectónicos —escaleras y paramentos, básica- nes se establecieron en esta Cuenca de Oriental
mente— y otras estructuras como cistas, tumbas, (Reyes Cortés, 1979; Yáñez y García, 1982; Gar-
pisos, etcétera, y en la realización de esculturas. cía E. et al., 1975; Jáuregui, 1968; Lauer, 1979;
Al norte-noroeste, y a escasos 10 km en línea Heine, 1973; García Cook y Zamora Rivera, 2010).
recta —justo en el límite NW de la Cuenca de Políticamente Cantona se encuentra asentada en
Oriental— se localiza el yacimiento de obsidiana terrenos que pertenecen a dos municipios: Tepeya-
de Oyameles-Zaragoza. Yacimiento que fue ex- hualco de Hidalgo y Cuyoaco, ambos del estado
plotado por Cantona y de cuyo intercambio con de Puebla (figs. 1 y 2).
otras poblaciones cercanas o distantes dependió
en gran escala (Ferriz, 1985; García Cook, en
prensa (a); García Cook et al., 2010). En general Antecedentes
en la Cuenca de Oriental hay un buen número de
lugares con afloramientos de obsidiana además A Cantona se le ha mencionado desde 1790 en las
de los del cerro de Oyameles, entre los que se pue- Gacetas de Alzate1 (Palacios, 1922), pero fue
den mencionar: cerro Pizarro, cerro Pinto, cerro Henri de Saussure (1858) quien ofrece la referen-
Derrumbadas; Guadalupe Victoria, Altotonga y cia más antigua sobre esta gran ciudad. Visitó Can-
Pico de Orizaba. También existen algunos cerros tona en 1855 y la describió con bastante detalle:
de origen sedimentario con abundantes rocas ca-
lizas. Esta roca fue utilizada por los cantoneses Una prodigiosa masa de lava, después de ser vomi-
para identificar —colocándolos como una señal— tada a través de amplios orificios abiertos, se exten-
lugares de enterramientos, ofrendas, así como dió en forma de manto a una inmensa distancia y
para construir elementos específicos como altares,
o bien como marcadores de Juego de Pelota. Exis-
ten igualmente depósitos lacustres (axalapascos)
1
Esta información no ha sido corroborada, a pesar de que
Peter Tschohl y Herbert Nickel (1972) han realizado grandes
tanto de agua salobre como de agua dulce, y restos esfuerzos para constatarla.
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 Fig. 1 Ubicación de Cantona en el Norte de la Cuenca de Oriental.


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 Fig. 2 Cuenca de Oriental con localización de Cantona y área de investigaciones.

recubrió la zona de un verdadero mar de basalto gosa hizo (también) que les dieran el nombre de
cuyos bordes, ramificados y recortados de mil ma- pedregal que expresa mejor aún su naturaleza […]
neras, dibujan en el llano como otros tantos golfos (Saussure, 1858: 282-283).
y promontorios recallosos hasta los últimos límites
que la vista puede abarcar […] El aspecto inhóspi- Saussure relaciona a Cantona con ciudades que
to y desolado de estos mantos de basalto les ha va- conocía en Europa y recalcó el hecho de que hu-
lido el nombre de malpays, que el señor Humboldt biera construcciones sin mortero y una gran can-
les conservó, y su estructura exclusivamente pedre- tidad de fortificaciones defensivas. Del nombre de
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este asentamiento apunta: “los indios de los alre- Diana López de Molina dio mayor atención a
dedores le llaman la Ciudad de o del Cantón, más Cantona. Llevó a cabo un proyecto de investiga-
no hay en la comarca circunvecina ningún lugar ción en este sitio arqueológico, contrató un vuelo
que lleve el nombre de Cantón del cual las ruinas especial para tomar fotografías aéreas con escala
hubieran podido tomarlo” (ibidem: 289). 1:8 000; hace una restitución fotogramétrica del
Para el siglo xx hay un mayor número de refe- sitio con escala 1:5 000, y a partir de ampliaciones
rencias sobre esta gran urbe prehispánica. Nicolás fotográficas elaboró una serie de croquis (escala
León publicó en 1903 un artículo titulado “Los 1:2 000) de buena parte de la zona arqueológica.
monumentos arqueológicos en Cantona” en un En tres temporadas de campo que duró el proyec-
semanario de la época. Enrique Juan Palacios, to inicia el “mapeo” del sitio para corroborar la
quien mencionó lo referente a las Gacetas de Al- restitución directamente en el lugar, y al mismo
zate, también visitó Cantona, y además de exponer tiempo efectuar un muestreo de materiales cultu-
sus impresiones otorgó al asentamiento cierta rales en la superficie. De acuerdo con sus informes
temporalidad con base en sus figurillas de cerá- (López de Molina, 1981; 1982a, 1983), hizo el
mica. Así indicó que corresponde al horizonte croquis de 80% del mapa. Publicó además cuatro
Arcaico (o Preclásico) (Palacios, 1922, 1923 y artículos sobre el resultado de sus investigaciones
1939). En los años treinta Miguel Sarmiento (1930, en Cantona (López de Molina, 1982b; 1984, 1986a
1934 y 1938) visitó la zona arqueológica, elaboró y 1986b), donde confirmó la propuesta que plan-
un croquis con la ubicación del sitio, tomó foto- tearon otros autores respecto a su temporalidad,
grafías, informó a sus superiores y publicó una corroborando que el sitio corresponde al Preclá-
carta en un diario de Puebla. En esta misma dé- sico superior, pero ella indicó que la ocupación se
cada, Paul Gendrop (1938) visitó el sitio y entregó prolongó hasta el Clásico temprano. Se refirió a la
un informe al Departamento de Arqueología. Se complejidad arquitectónica del lugar, con calzadas
refirió la presencia de pinturas rupestres en un y murallas y con 16 juegos de pelota, entre otros
acantilado (en el cerro de las Aguilas) frente al elementos.
asentamiento, y le otorga a Cantona una extensión
de 20 x 12 km. En 1939, Ignacio Marquina inclu-
yó a Cantona en el “Atlas arqueológico de la Re- El Proyecto Arqueológico Cantona
pública Mexicana”.
Para la segunda mitad del siglo xx se incremen- Pero fue a mediados de 1992 cuando se programó
tó el número de referencias sobre Cantona. Leonard un plan de investigaciones para llevarse a cabo en
Loreau escribió sobre este sitio en 1954; Eduardo esta gran ciudad prehispánica de Cantona, al mis-
Noguera, en 1958, le atribuyó una dimensión de mo tiempo que cubría la mitad norte de la Cuenca
50 km2 y también lo adjudicó al Preclásico. En de Oriental, donde Cantona se ubica (García
1961 el Instituto Poblano de Antropología e His- Cook, 1992). Su finalidad básica era realizar un
toria (Vázquez, 1961) también incluyó a Cantona estudio detallado del asentamiento, y efectuar una
en su “Catálogo de sitios arqueológicos del estado exploración de área que incluyera la prospección
de Puebla”, y Eugenia Shepperd (1961) entregó arqueológica de superficie, la realización de cro-
un “Informe sobre Cantona” a la Dirección de quis o levantamientos de los sitios localizados y
Monumentos Prehispánicos del inah. En 1965 sondeos estratigráficos de algunos de ellos, previa
Franz Termer publicó su versión sobre la mencio- selección. La investigación se centraría en la par-
nada zona arqueológica. Peter Tschohl y Herbert te norte de la Cuenca de Oriental y cubriría una
Nickel, de la Fundación Alemana para la Investi- superficie aproximada de 2 500 km². Por su parte,
gación Científica (faic), se abocaron a la realiza- en Cantona se efectuaría un reconocimiento inte-
ción de un Catálogo arqueológico y etnohistórico, gral del asentamiento, se recolectaría una muestra
y en el primer volumen que publicaron en 1972 aleatoria del material de superficie; se efectuarían
incluyeron a Cantona con amplia información his- las unidades de muestreo indispensables tanto
toriográfica. para contar con una idea del asentamiento de toda
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del total del área del asentamiento) para liberar,


restaurar y consolidar sus estructuras arquitectó-
nicas y habilitarla para la visita pública; el trabajo
de área, base importante de nuestras investiga-
ciones dio inicio hasta finales de 1997 (García
Cook-Merino Carrión, 2000 y Merino Carrión-
García Cook, 1997); sin embargo, a la fecha se
han llevado a cabo varias temporadas de explora-
ción arqueológica, trabajado en el área, la cual
conocemos en buena medida y hemos podido
establecer el desarrollo cultural regional y el papel
jugado por ésta en relación con Cantona2 (García
Cook, 2009).
El asentamiento de Cantona se dividió para su
estudio en tres áreas diferentes: La Unidad Norte
abarca 5.75 km2 y va del actual poblado de Texcal,
hasta el poblado de F.I. Madero, ambos en el mu-
nicipio de Cuyoaco. La Unidad Central, con 3.35
km2, queda comprendida entre Madero-Mancuer-
nas hasta el norte inmediato de Xaltipanapa, Te-
peyehualco; la Unidad Sur, con 5.43 km2, va de
Xaltipanapa hasta 3.5 km hacia el sur, también del
municipio de Tepeyehualco de Hidalgo, Puebla
(fig. 3). Esta última unidad de trabajo, a pesar de
que ha sido la más saqueada, es sin embargo la
menos afectada dada su accidentada topografía,
 Fig. 3 Cantona, con sus tres áreas de
investigación. el mayor espesor de lava sobre la que se ubica
—están presentes hasta cuatro coladas superpues-
tas— y la casi ausencia total de suelo. Las otras
la ciudad como para poder observar momentos de unidades actualmente son utilizadas para activi-
ocupación y/o abandono de cada una de dichas dades agrícolas y en muchos casos se labora con
unidades establecidas. También se haría un vuelo tractores, lo que ha causado el desmantelamiento
especial para la toma de fotografías aéreas con y destrucción de buena parte de las estructuras,
escala 1:3 500 y lograr así un plano por restitución quedando sólo pequeños conjuntos de monu-
fotogramétrica; con el análisis de toda esta infor- mentos arquitectónicos o estructuras aisladas,
mación, además de contar con un plano preciso con los restos arquitectónicos amontonados en su
del sitio, se conocería el comportamiento de esta periferia.
ciudad, se ubicaría su origen y desarrollo temporal De esta manera nos hemos enfocado en la Uni-
y se definiría la importancia y las relaciones re- dad Sur, de la cual se compraron 350 ha de una
gionales y extrarregionales de Cantona. Se valo- zona que sólo se ha dedicado al pastoreo y donde
raría de esta manera el papel jugado por Cantona hemos concentrado la mayor parte de nuestras
y su entorno, así como su relación con el Altipla- investigaciones desde 1993 hasta la fecha. Es tam-
no Central en particular y en el territorio que ac- bién en esta Unidad Sur donde fueron explorados
tualmente ocupa México en general, durante la y habilitados para ser visitados por el público
época prehispánica (fig. 3).
Inicialmente (1993-1997) nos dedicamos exclu- 2
Actualmente (2012) conocemos 326 asentamientos
sivamente a explorar en Cantona, donde además ubicados en una superficie en torno a 1 800 km² que
conforman una secuencia cultural que cubre el desarrollo
se delimitó una pequeña superficie (menos de 1% regional del 1000 a.n.e. a 1000-1100 d.n.e.
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—básicamente en 1993 y 1994 y de 2007 a la conocer Cantona: se trata de un asentamiento su-


fecha— una serie de 53 conjuntos arquitectónicos, mamente concentrado, cuyos habitantes vivieron
que dan una idea de la magnificencia y compleji- al menos en los dos grandes periodos de apogeo,
dad que tuvo esta gran urbe prehispánica. Es de en unidades cerradas, totalmente delimitadas por
estas unidades arquitectónicas, y de algunas otras muros en la periferia, cuyas casas-habitación se
que sólo se sondearon aunque no se habilitaron a desplantaron sobre plataformas elevadas de uno
la visita, de donde procede la mayoría de los ele- o dos cuerpos superpuestos, y que por lo general
mentos de concha o caracol motivo de este texto contaron con un solo acceso, excepcionalmente
(García Cook y Merino Carrión, 1996a; Vakimes dos, para entrar al “patio” cerrado o unidad-ha-
Serret y García Cook, 2010; Valentín, 1997, 2006; bitacional. Todos estos “patios” o unidades habi-
Valentín y Zúñiga, 2011). tacionales, fueran de la gente común o de elite,
Hasta el momento hemos llevado a cabo 16 estaban comunicadas por una extensa y compleja
temporadas de campo en Cantona,3 y —salvo la red de vías de comunicación —calzadas, calles,
primera y más larga temporada (15 de febrero de privadas, cerradas, pasillos, banquetas— construi-
1993-15 de diciembre de 1994), cuando además das ex profeso, ya sea apoyándose directamente
del reconocimiento en superficie y delimitación sobre el piso natural o levantándose sobre él (Gar-
inicial del asentamiento se exploraron, consolida- cía Cook, 2003; García Cook-Martínez Calleja,
ron y habilitaron buena parte de los conjuntos 2008).
arquitectónicos que actualmente se visitan— a Es digno de apuntarse que no se utilizó cemen-
partir de 2007 se ha ampliado la parte habilitada tante o argamasa en la realización de sus construc-
a la visita pública en buena medida. En las demás ciones, fueran las de un cimiento o muro de escasos
temporadas nos dedicamos a detallar y a afinar el 0.40 cm de altura o de una pirámide de 10 o 15 m
plano que obtuvimos mediante restitución foto- de altura. Es también notable que hasta el momen-
gramétrica, como a la realización de pozos de to se hayan encontrado 27 canchas para el Juego de
sondeo en unidades arquitectónicas seleccionadas. Pelota, 15 de las cuales forman parte de conjuntos
La Unidad Sur fue concluida en su detallado del arquitectónicos alineados —pirámide, plaza (una
plano hasta la temporada 2008, si bien resta una o dos) y cancha— y los demás sólo integrados a
mínima superficie. De 543 ha que la componen, otros conjuntos arquitectónicos pero no comuni-
alrededor de 440 ha fueron factibles de ser afina- cados entre sí linealmente (Zamora Rivera, 2004;
das; el área restante ha sido ocupada en nuestros en preparación; García Cook y Zamora Rivera,
días por las casas habitación del poblado de Xal- 2010a).
tipanapa, el cual está creciendo sobre la colada de En la actualidad se han revisado y clasificado
la lava y cubriendo la orilla poniente de la ciudad más de un millón de restos cerámicos —entre
de Cantona. Es decir, conocemos a detalle 475 ha ellas más de 400 piezas completas— y también
(440 de la Unidad Sur y 35 ha detalladas de la poco más de 200 mil objetos líticos, además de
Unidad Norte y de la Unidad Central) de las 1 453 mil restos de esculturas, algunos objetos de con-
conocidas para la ciudad entera o 33% por ciento cha y se cuenta con 137 fechamientos que se han
de la superficie total del asentamiento, lo cual nos obtenido por el método del carbono 14 (De los
permite hacer inferencias para toda la ciudad con Ríos, 1999; 2005), con todo lo cual se ha precisa-
base en la documentación disponible para dicha do la temporalidad de ocupación de Cantona y se
Unidad Sur. ha ratificado el planteamiento inicial de García
Esta labor y nuestros constantes recorridos y Cook y Merino Carrión, (1996; 1998). Para el mo-
sondeos en el resto del asentamiento nos ha lleva- mento se han propuesto las siguientes fases cul-
do a ratificar la impresión inicial que recibimos al turales: Pre Cantona de 1000-900 a 600 a.n.e.;
Cantona I de 600 a.n.e. a 50 d.n.e.;4 Cantona II de
3
Una temporada más, la llevada a cabo en 2001, sólo la
dedicamos a la prospección de buena parte de los
yacimientos de obsidiana en el área de Oyameles- 4
Cantona I puede fácilmente subdividirse en Cantona I
Zaragoza. temprano (de 600 a 300 a.n.e.) y Cantona I tardío (de 300
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ElEmEntos dE concha prEsEntEs En cantona, puEbla

50 a 600 d.n.e.; Cantona III del 600 a 900-950 junto de Juego de Pelota 1; Conjunto de Juego de
d.n.e., y Cantona IV de 900-950 a 1000-1050 d.n.e. Pelota 5; Conjunto de Juego de Pelota 6; Conjun-
Como resultado de los trabajos de investigación to de Juego de Pelota 7; Conjunto de Juego de
—además del área habilitada a la visita pública— Pelota 9; Unidad 9, Plaza Central o Plaza de la
se han publicado algunos textos de divulgación y Fertilización de la Tierra; Unidad 10 o El Palacio;
además se han realizado ocho tesis relacionadas Unidad 51 o Plazas Gemelas; Unidad 201 o Plaza
con materiales culturales procedentes de Cantona de los Cuchillos Fríos y en la Unidad 71 o Pla-
y del área en su entorno. Asimismo, se han publi- za Poniente (fig. 4).5
cado algunos artículos con carácter científico que El Conjunto de Juego de Pelota 1 se localiza al
ofrecen información actualizada sobre los traba- noroeste del Centro Cívico-Religioso Principal,
jos que se llevan a cabo en el presente en esta gran un conjunto arquitectónico alineado, con direc-
ciudad arqueológica (García Cook-Merino Ca- ción este-oeste (100° azimutales), que consiste de
rrión, 1996b, 1997, 1998, 2000, 2005; Merino una pirámide de 15 m de altura vista en su fachada
Carrión y García Cook, 2007; García Cook, 2003, principal, que se construyó en el extremo oriente
2004, 2009, en prensa (a), en prensa (b); García del conjunto con su fachada principal de escale-
Cook y Martínez Calleja, 2008 y 2012; Gar- ra con alfardas escalonadas al poniente; ensegui-
cía Cook y Zamora Rivera, 2010a, 2010b; García da una plaza cerrada, cuya delimitación norte es
Cook et al., 2010; Martínez Calleja, 2004b, en una gran plataforma elevada sobre la que se apo-
preparación; Zamora Rivera, 2004, en prepara- ya otro basamento; hay restos de un altar hacia el
ción; Morales Vigil, 2004; Talavera et al., 2001; centro de esta plaza y otro al pie de la escalera,
Vackimes Serret y García Cook, 2010; Gómez además de un acceso al centro poniente que co-
Santiago, 2010; Aguilera 2010). Quien desee co- munica con la cancha, la cual cierra el conjunto
nocer más al respecto podrá encontrar en ellos arquitectónico por esta parte oeste. Aquí se reali-
mayor información. zaron algunos sondeos: los elementos de concha
provienen del pozo 2 excavado al oriente de la
Plaza y al pie de la escalinata de la pirámide, y de
El material conquiliológico otro sondeo (pozo 3, asociado a un enterramiento)
en la cima de dicha pirámide o Estructura 1 del
Entre los materiales que se han obtenido durante Conjunto.
las exploraciones llevadas acabo en las diversas El Conjunto de Juego de Pelota 5, situado tam-
temporadas de campo figuran algunos objetos bién en la Acrópolis, pero en su parte central
elaborados en concha, los cuales provienen en su poniente, consta igualmente de un conjunto arqui-
mayoría, salvo un solo caso, de las exploraciones tectónico alineado este-oeste (85° azimutales),
realizadas en el Centro Cívico-Religioso Principal con una alta pirámide al extremo oriente (Estruc-
de la ciudad. En general, podemos decir que la tura 1); una plaza amplia cerrada en cuyo centro
mayor parte de esos objetos formó parte del ajuar oriente (frente a la Pirámide) se localiza un altar
funerario de algún personaje, y que otros fueron (Estructura 3) y en el ángulo suroeste un basa-
ofrendas y pertenecieron a un grupo mayor de mento de dos cuerpos (Estructura 8); esta Plaza I
objetos. Salvo dos elementos —un punzón y una está interconectada con la Plaza II de menores
cuchara—, que pueden considerarse como arte- dimensiones, ubicada al poniente y a un nivel más
factos, los demás se tratan de objetos de adorno o bajo, la que a su vez conecta con la cancha para el
de carácter ritual: pendientes, cuentas, botones, Juego de Pelota; esta última cierra por el ponien-
orejeras y caracol-trompeta, pero todos pueden
ser considerados objetos suntuarios. Las unidades 5
Esta última, Unidad 71, no fue considerado en la
en que se localizaron estos objetos son: el Con- publicación anterior (Vackimes y García Cook, 2010) ya que
fue explorada en 2009 y 2010, posteriores a 2005. Se
incluye en esta ocasión por contener 43 objetos de material
a.n.e. a 50 d.n.e.) con base en elementos culturales como conquiológico (el material no ha sido estudiado y por tanto
cerámica y la arquitectura, entre otros. aún no está identificado).
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 Fig. 4 Cantona: plano parcial con la ubicación de las unidades arquitectónicas de donde procede el
material conquiliológico.

te al conjunto arquitectónico completo. Los ele- El Conjunto de Juego de Pelota 7 es el más


mentos de concha se obtuvieron en las exploracio- grande de los conocidos en Cantona; cubre poco
nes de la Estructura 1 o Pirámide Principal; en el más de 1.5 ha. Consta de una pirámide (Estructu-
altar o Estructura 3; en la pirámide del suroeste ra 1) que limita al conjunto por el oriente; en se-
de la Plaza I, considerada como Estructura 8, y al guida una plaza cerrada (Plaza I) con altar en su
centro poniente de la Plaza 1. Se trata de ofrendas centro oriente; esta plaza comunica a través de una
en enterramientos humanos. amplia plataforma elevada, con accesos escalona-
El Conjunto de Juego de Pelota 6 se ubica hacia dos en sus lados oriente y poniente, con otra pla-
la parte central de la Acrópolis y a diferencia de za cerrada (Plaza II), por la que se accede a la
los dos anteriores, se encuentra alineado norte-sur cancha emplazada en su lado poniente. Además,
(27° azimutales), estando en su lado norte la pirá- el cabezal poniente de esta cancha fue transfor-
mide, al extremo sur la cancha y entre ellas la mado al construirle un recinto, con plataforma
plaza, la que a su vez tiene un pequeño altar hacia baja, que cierra al conjunto entero por el poniente.
su parte central. Es de la pirámide o Estructura 1 Cuenta con otras estructuras —plataformas de
y del patio hundido u Estructura 11, ubicado al uno y dos cuerpos, gradas y palco, cuatro patios
suroeste exterior de la cancha, de donde provienen hundidos, dos estelas lisas, una posta militar, et-
los objetos de concha. cétera— tanto en su interior como en sus límites
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 Fig. 5 Croquis del Conjunto de Juego de Pelota 7. Se indica la procedencia del material conquiliológico.

externos. El material conquiliológico aquí recu- una gran pirámide que limita por el poniente una
perado proviene de la pirámide (Estructura 1) y plaza cerrada, cuyo acceso es por el oriente, don-
la Estructura 37, del altar (Estructura 2) y de la de cruza una calle, y un altar bajo al centro de la
Estructura poniente del recinto (Estructura 25); plaza. En su lado sur tiene anexo una cancha para
de una plaza hundida al norte de la cancha (Es- Juego de Pelota (Juego de Pelota 22). Esta unidad
tructura 27) y de unas plataformas escalonadas al arquitectónica funcionó básicamente durante Can-
noreste de la cancha (Estructura 31) (fig. 5). tona II, aunque se inicia desde final de Cantona I
El Conjunto de Juego de Pelota 9 (Unidad 579) (150 a.n.e.). Todos los objetos de concha que se
se localiza fuera del Centro Cívico-Religioso mencionan son de la pirámide (Estructura 1).
principal, en la parte baja al sur cercano a la Acró- El Palacio (Unidad 10) es un conjunto arqui-
polis, y más bien se trata de una unidad arqui- tectónico que cubre una “manzana” entera, ya que
tectónica que forma parte de un Centro Cívico- está rodeado por calles en sus cuatro lados. Es una
Religioso secundario. Observa una orientación gran plataforma con dos plazas cerradas y hundi-
este-oeste (100° azimutales) con una pirámide al das, una gran pirámide en su esquina sureste y
extremo oriente, una cancha con altar al centro y una serie de terrazas y plataformas en sus lados
la cancha para el juego de pelota cierra el conjun- norte, noreste y poniente. Cuenta con tres accesos,
to por el poniente. El caracol aquí referido provie- dos escalonados, uno al norte (hacia el oeste) y
ne de la pirámide o Estructura 1. otro al poniente (cargado al sur), así como una
La Plaza Central o Plaza de la Fertilización de rampa escalonada en su lado oriente (cargada ha-
la Tierra (Unidad 9) es un conjunto arquitectónico cia el norte). Sus lados exteriores norte y ponien-
con carácter aparentemente ceremonial; consta de te cuentan con una serie de estrechas “terrazas”
226
ARQUEOLOGÍA  47 • enero-abril 2014

escalonadas; son un conjunto de elementos arqui- 14; es decir, este conjunto arquitectónico fue ocu-
tectónicos que más que de carácter funcional, pado desde la parte final de Cantona I y todo Can-
aparentan ser decorativos. La calle poniente ini- tona II. La cista 4 corresponde a la parte tempra-
cialmente fue más ancha (alrededor de 5 m), pero na, la época de construcción, de dicha ocupación
hacia su parte final de ocupación fue estrecha- (Martínez Calleja, 2004a).
da, hasta alcanzar en una parte tan sólo 0.80 m. La Unidad 51 o Plazas Gemelas es un conjunto
Esto es prueba de una fuerte inestabilidad social arquitectónico con orientación norte-sur (29° azi-
sobre todo a partir del 550-600 d.n.e. mutales), consistente en una pirámide en su extre-
Esta unidad arquitectónica cubre un amplio mo norte, una plaza cerrada y hundida en su lado
espacio temporal y, por lo tanto, su apariencia fí- sur, y en seguida otra plaza, de menores dimen-
sica y funcional no fue siempre la misma. Cuenta siones y con un nivel poco más elevado que la
con elementos arquitectónicos del Formativo me- Plaza Central, al extremo suroeste. El punzón (¿de
dio, ocupación que se remonta al 900 a.n.e. En su caracol?) proviene del interior de la pirámide, aso-
límite y exterior sur está presente un conjunto ciado a un enterramiento humano.
arquitectónico correspondiente a Cantona I —el La Unidad 71 o Plaza Poniente se ubica hacia
cual puede observarse aún en la actualidad—, y el centro sur del Centro cívico-Religioso principal
aunque dejó de funcionar hacia 100 a.n.e., no fue de la ciudad, se trata de una plaza cerrada con una
destruido. La pirámide misma sólo funcionó des- pirámide que la cierra por el oriente y un altar al
de la mitad tardía de Cantona I y durante casi todo frente de su escalera, y que cuenta con una estela
Cantona II, para 550-600 d.n.e. dejó de utilizarse, lisa hacia su centro poniente. La plaza tiene un
pero no se derribó —salvo su escalinata, que fue acceso clausurado en su lado norte y otro amplio
destruida parcialmente— y ha permanecido hasta acceso en su lado poniente, el cual comunica con
nuestros días. Es precisamente de esta pirámide otra plaza, que comparte con la Unidad 70. Los
(Estructura 1) y del exterior del altar, que se cons- elementos conquiliológicos provienen del interior
truyó frente a ella en el poniente inmediato, de de la pirámide o Estructura 1.6
donde provienen los materiales de concha. El Pa- El material conquiliológico localizado recien-
lacio dejó de funcionar hasta los últimos momen- temente (después de la temporada de campo
tos de ocupación de esta gran ciudad de Cantona, 2005), además de la U. 71 o Plaza Poniente, pro-
ya por 1000-1050 d.n.e. viene de la Unidad 209, Plaza del Silo-Tumba; de
La Unidad 201 o Plaza de los Cuchillos Fríos la Estructura 1-5 (del Conjunto de Juego de Pelo-
se localiza al sur-sureste del Centro Cívico-Reli- ta 7), del Conjunto de Juego de Pelota 23, de la
gioso principal, se trata de una pirámide que li- unidad 139 o Conjunto de Las Concubinas, y de
mita a una plaza cerrada en su lado este. Tanto la la Unidad 184. Materiales que aún no han sido
plaza como la pirámide tienen el acceso por el estudiados ni identificados taxonómicamente.
lado oeste. Una calle, al oeste, separa esta unidad
arquitectónica de otra denominada Las Concubi-
nas que a su vez, y tras cruzar otra calle, se loca- Contexto del material
liza al este de El Palacio. Por el norte, y a un nivel conquiliológico
más bajo, cruza una de las calzadas más largas de
la ciudad (la B. Leonor Merino Carrión, con más Los contextos que rodearon las ofrendas de con-
de 2 km de longitud). Es precisamente del inte- cha corresponden, en su gran mayoría (98.43%),
rior de la cista 4, introducida en la cima de la pi- a ofrendas, ya sea que estuvieran asociadas a en-
rámide y del poniente del altar de donde provienen terramientos humanos (82.13%) o bien se tratara
los pocos objetos de concha que aquí se describen. de otros elementos de ofrenda colocados durante
La ocupación de esta unidad arquitectónica va de
150 a.n.e. a 550-600 d.n.e., según muestran los
6
Los materiales de esta Unidad aún no han sido analizados,

materiales culturales obtenidos en la excavación,


por tanto no identificados, pero creímos conveniente
incluirla porque de esta Unidad 71 se obtuvieron 43
así como algunos fechamientos obtenidos por C elementos conquiliológicos.
227
ElEmEntos dE concha prEsEntEs En cantona, puEbla

algún ritual al interior de alguna estructura arqui- Juego de Pelota 1, otro al poniente del altar de El
tectónica mayor (14.30%); aún así, en estos casos Palacio y otro en el lado poniente de la Plaza I del
siempre están presentes algunos huesos humanos, Conjunto de Juego de Pelota 5— depositados al
restos de algún individuo sacrificado que también interior de alguna estructura arquitectónica de
formó parte de la ofrenda colocada durante el mis- cuerpos superpuestos (pirámide o altar), elevada,
mo ceremonial. Sólo contamos con cuatro elemen- ya sea en tumba, en cista o directamente al interior
tos provenientes de rellenos de estructuras arqui- de la misma. Igualmente los elementos de concha
tectónicas. Es probable también que se trate de que forman parte de ofrendas sin asociación a
restos de ceremoniales realizados con anteriori- huesos humanos, o con escasa presencia de los
dad y que posteriormente pasaron a formar parte mismos, todos se localizan al interior de estruc-
del relleno de la estructura en el que fueron recu- turas arquitectónicas mayores, al interior de las
perados. Se encontraron también cuatro cuentas pirámides.
localizadas en los escombros que dejó un gran En relación con la temporalidad en que fue
saqueo efectuado en el último cuerpo construido utilizado este elemento cultural de concha en la
sobre la pirámide de El Palacio, pero lo más pro- realización de ceremonias o rituales, se piensa que
bable es que correspondan a alguna de las ofren- en su gran mayoría éstas tuvieron lugar durante
das colocadas en las diversas ceremonias efectua- Cantona 1 tarde y Cantona II, entre 350 a.n.e. y
das durante las ampliaciones de esta estructura 600 d.n.e. Se cuenta con 39 fechamientos para la
arquitectónica. pirámide del Conjunto de Juego de Pelota 5 y para
En la fig. 6 se muestra la procedencia y el con- la pirámide de la Plaza de Fertilización de la Tie-
texto en que se localizaron los elementos de rra o Plaza Central (Unidad 9) que así lo indican.
concha. Puede apreciarse que las unidades arqui- Además, otros siete fechamientos provenientes de
tectónicas que cuentan con un mayor número de contextos de la Unidad 71 y de la Unidad 209, que
esos objetos son: la Pirámide de la Plaza Central ubican los hallazgos conquiliológicos en estas
o de la Fertilización de la Tierra, y la Pirámide del unidades entre 350 y 200 a.n.e, y por tanto son
Conjunto de Juego de Pelota 5. También de estas estos materiales los más tempranos hasta hoy co-
dos estructuras se obtuvieron cuatro, dos en cada nocidos para Cantona. De acuerdo con otros fe-
unidad, de los siete caracoles enteros con que se chamientos y con la posición cronológica relativa
cuenta (fig. 6). Desde luego sin considerar el En- del material cultural asociado a las ofrendas y a
tierro 17 de la Estructura 25, que cierra por el las estructuras arquitectónicas que las contienen,
poniente el Conjunto de Juego de Pelota 7, el cual confirman también que durante Cantona II estuvo
tuvo entre sus ofrendas un collar de 139 cuentas presente la mayoría de los objetos de concha que
de caracol y 32 de jade, y por tanto en cantidad de aquí se tratan (De los Ríos, 1999, 2005; García
restos conquiliológicos este conjunto arquitectó- Cook, 2004).
nico cuenta con el mayor número; pero de acuer- En dos casos, el material conquiliológico no
do con la cantidad de ofrendas diferentes con corresponde a Cantona II: uno procede de un en-
materiales de concha, la Pirámide de la Unidad 9 terramiento humano colocado al oeste inmediato
(Plaza Central) y la del Conjunto de Juego de Pe- del altar de la Plaza Hundida Sur de El Palacio,
lota 5 tienen más. cuya ubicación cronológica es probable que co-
Por otro lado debemos anotar la presencia de rresponda al inicio de Cantona III, entre 600 y
43 elementos conquiliológicos procedentes de las 700 d.n.e. El segundo contexto del que provienen
recientes exploraciones de 2009 y 2010 en la Uni- otros elementos de concha (collar de 139 cuentas
dad 71 o Plaza Poniente, materiales que no fueron de caracol) corresponde al Enterramiento 17 en la
cuantificados en el texto anterior y los que aún no Estructura 25, colocado al interior de una plata-
han sido analizados específicamente. forma baja de tres cuerpos superpuestos construi-
Los enterramientos humanos que cuentan da al realizar una ampliación del Conjunto del
con objetos de concha fueron casi en su totalidad Juego de Pelota 7, y que cierra dicho conjunto
—salvo tres, uno sobre un altar del Conjunto de arquitectónico por el poniente. Se tiene un fecha-
228

 Fig. 6 Contexto de procedencia de material conquiliológico

Procedencia Pendientes y/o cuentas Botón Orejera Varios Completos Fragmentos Suma de objetos Comentarios

Pozo 3, Ent. 9, El. 38


Pozo 2, Capa Ilc, El. 10, 1 cuenta circular Pozo 3, Ent.1, El. 11 1 2+1F En pirámide y en Altar
(Pirámide)
C.J.P.1
Pozo 3, Ents. 1 y 2, El. 27 1 cuenta circular 1 Entierros en pirámide

Entierro en Tumba interior


Est.1, Ent. 22, 2 elementos Est.1, Ent. 22 1 disco Est. 1, Ent. 22 1 4
pirámide

En cista al interior de
Est. 1, Entierro 5 (cista 2) 1 cuenta de caracol 1
pirámide

Est. 1, Entierro 28, 2 de concha Est. 3 Elemento 1 1 3 Entierro en pirámide

Est. 1, Ent. 41 (41A,


Est. 1, Ents. 31 y 32, 12 cuentas y 1 pendiente de concha. Est. 1, Ent.40 14+I F Entierros en pirámide
41B y 41C) 1

C.J.P.5 Entierros en pirámide y cista


Est. 8, Cista 2 , 4 elementos (2 pendientes y 2 cuentas) Est. 8, Cista 2 1 5
ARQUEOLOGÍA  47 • enero-abril 2014

en Estructura elevada

Entierro en Tumba en
Est. 1 Tumba 3, Ent. 21A, 3 cuentas 3
pirámide

Est.1, Ents. 28 y 29 1
Est. 1, Ents. 28 y 29, 2 cuentas 3 Entierros en pirámide
anillo

Est. 1, Ent. 30, 8 elementos (7 cuentas y 1 pendiente) 8 Entierro en pirámide

Est. 1. Tumba 3, Entierro 23; 3 cuentas 3 Tumba en pirámide

Plaza I, pozo 3, nivel 3, elemento 40, 1 cuenta 1 En Plaza

Est.1, cima, objeto, 1 cuenta. 1 En Pirámide.

Est 1, Ent. 3, El. 61, 1 cuenta circular. 1 En Pirámide

Est. 1, Elemento 41, 1 cuenta circular. 1 En Pirámide

Est. 1 Entierro 33 1 En Pirámide

Est. 1, Entierro 2, 1 pendiente. Est. 1, Ent. 5 1 2 Entierro en pirámide


C.J.P.6
Est. 11, muro E, escombro, 1 pendiente 1 en relleno muro

Est.31 relleno, 1
En pirámide y en relleno
Est. 27, Ent. 7 (tumba) 1 (caracol) Est. 37, Cista 6 1 fragmento concha Est. 37, cista 6 3+1 F
estructura
trabajado
C.J.P.7
Est. 2, Entierro 1, 1 cuenta (concha) 1 Entierrro en Altar

Est. 25, Entierro 17 (139) cuentas 139 Entierrro en Altar

Est. 2, Ent. 10 “A” una cuenta o pendiente 1 Entierro en Altar

C.J.P.9 Pozo 8, Capa III, Entierro 9 1 cuenta tubular Pozo 8, Cista Ent. 2 1 2 Entierros en cista en pirámide
Pozo 1, Ent. 5, El. 25, 2
Pozo 1, nivel 3, 1 pendiente Pozo 1, Ent 3, El. 27 1 4 Al interior de Pirámide
elementos

Pozo 1, nivel 2-3 3 Entierro al interior de la


Pozo 1, Entierro 8, El. 64 2 cuentas y 2 pendientes 7
elementos Pirámide

Pozo 1, nivel 3 1 pendiente Pozo 1, nivel 2 1 Pozo 1, Ent.5, El.17 1 3 Al interior de Pirámide

Pozo 1, nivel 3, 5
Pozo 1, Ent. 4, 1 cuenta. Pozo 1, Ent. 5, 1 Pozo 1, nivel 3 1 Pozo 1, Ent. 3 1 4+5 F Al interior de Pirámide
conjuntos

Pozo 1, Ent. 11 2 Entierros y ofrendas en


Pozo 1, El.96 y 98 (ofrenda a Falo) 3 cuentas Pozo 1, Ent.3 5+1 F
elementos pirámide
Unidad 9 (Plaza
Central) Est.1, pozo Ent. 13
Pozo 1, Elms. 45 y 46 3 pendientes 3+1F Al interior de Pirámide
(columela quemada)

Pozo 1, Entierro 3 1 cuenta Est. 1, Pozo 1, nivel 2 1+ 1F Entierro en pirámide

Pozo 1, Entierro 11 1 cuenta discoidal Est. 1, Pozo 1, nivel 3. 1+F Entierro en pirámide

Pozo 1, Ent. 17, Elms. 85 y 86 2 cuentas Est. 1, Pozo 1, cista 2 2+1F Entierro en pirámide

Pozo 1, Entierro 16 2 cuentas y un pendiente 3 Entierro en pirámide

Pozo 1, Elem 44 4 cuentas de concha 4 Al interior de Pirámide

Est. 1, pozo 1, Ent. 13, 1 cuenta 1 En Pirámide

Est. 1, Cista 2, Pozo 3, Entierro al W de Cista 2, Entierro


Cista 2, Entierro múltiple Ofrenda 9 1 pendiente. 7 En Pirámide y cerca Altar
Ofrenda, 9 2 un Altar 3 medias lunas múltiple, El. 24 1
Unidad 10 (El
Palacio)
Pozo 1, nivel 7 (saqueo pirámide) 4 cuentas (escombro
5 En Pirámide
escalera) y un pendiente

Pozo 4 capa II Entierro 1


Unidad 51 1 En Pirámide
1 punzón

Plaza, Pozo 1, capa I,


Pozo 1, capa I, Elemento 41 1 cuenta Pozo 1, Cista 4 1 cuchara 2+F En Pirámide y en Plaza.
frijoles quemados.
Unidad 201
Pozo 1, Cista 1 4
Pozo 1, Cista 4, El 50 2 pendientes fragmentos de 2+4 F En Pirámide
concha

256+18cf
Salvo cuatro todos en
SUMA 224 3 5 17 7 18 Conjuntos (Conjuntos de
pirámide o altar
Fragmentos)
ElEmEntos dE concha prEsEntEs En cantona, puEbla
229
230
ARQUEOLOGÍA  47 • enero-abril 2014

miento de C 14 de material orgánico proveniente


de dicho enterramiento y su ofrenda, cuya data-
ción (inah, 1412) fue de 1135 + 40 a.p. y cuya edad
calibrada lo ubica entre 880 y 885 d.n.e., hacia el
final del Periodo Cantona III (García Cook, 2003,
2004; De los Ríos, 1999, 2005).
Además de los materiales provenientes de la
unidades 71 y 209, fechadas en Cantona I, convie-
ne mencionar otros elementos conquiliológicos
que también corresponden a Cantona I tarde: un
fragmento de concha trabajada localizada en el
relleno de la Estructura 31 del Conjunto de Juego
de Pelota 7, construida durante Cantona I. El ele-  Fig. 7 Escultura de caracol en piedra basáltica.
mento 11, correspondiente a un caracol completo
proveniente de una cista en asociación a un entie-
rro humano al interior de la cima de la pirámide corresponde a cuentas y pendientes con 224 ele-
del Conjunto de Juego de Pelota 1, es un objeto mentos, siendo muy escasas las otras variables:
cuyo ceremonial pudo llevarse a cabo durante la tres botones, cinco orejeras y 17 objetos varios
parte final de Cantona I, hacia 150-100 a.n.e. Lo (6.64%—), entre los que destacan un anillo, dos
mismo podemos decir de otro caracol completo, punzones, una cucharita y tres “media luna”. Ade-
localizado igualmente en una gran cista en aso- más de siete caracoles completos (2.73%) y 18
ciación a otro enterramiento humano, en la pirá- agrupamientos de fragmentos de caracoles, varios
mide que cierra por el este al Conjunto de Juego de ellos quemados7 (fig. 6). Aquí conviene men-
de Pelota 9, cuya fecha de construcción se inicia cionar que se localizó una escultura en piedra
por el 100 a.n.e., durante Cantona I tarde. Por úl- basáltica que representa un caracol —elemento
timo, el punzón de concha ubicado en asociación que puede asociarse con el culto a la fertilidad—,
a un entierro humano colocado al interior (a par- ubicado como ofrenda al inicio de la escalinata
tir de la cima) de la pirámide de la Unidad 51 o del altar construido frente a la pirámide de la Uni-
Conjunto de las Plazas Gemelas, cuyo fechamien- dad 201 o Plaza de los Cuchillos Fríos, cuya cons-
to probable lo es también en torno al 150-100 an- trucción tuvo lugar en Cantona I tarde y ciertas
tes de nuestra era. transformaciones al inicio de Cantona II8 (fig. 7).
De cualquier manera, es incuestionable que
durante Cantona I tarde y Cantona II (350 a.n.e.-
600 d.n.e.) se utilizaron con mayor frecuencia los Asociación con otros elementos
objetos y elementos de concha en relación con los culturales
ceremoniales realizados, en enterramientos hu-
manos o no, durante la construcción y/o al interior La fig. 6 refleja parte del contexto del cual pro-
de estructuras arquitectónicas elevadas de cuerpos viene el material conquiliológico en estudio, y la
superpuestos, en el interior de unidades arquitec- fig. 8 muestra otra clase de elementos culturales
tónicas cívico-religiosas: pirámides, altares y pla- que se localizaron en asociación a dichos obje-
taformas.
7
Lo anterior sólo si hemos logrado precisar y/o diferenciar
cuando los elementos quemados tienen como base una
concha o un caracol, lo cual sólo podrá ratificarse o
Los materiales rectificarse si los especialistas revisan cada uno de los
objetos, aun cuando no logren su identificación específica.
El número de elementos conquiliológicos estudia-
8
En estos porcentajes no se han incluido los materiales, aún

dos es de 256, además de algunos fragmentos, de


sin definir específicamente, que se obtuvieron en las
exploraciones posteriores a 2005 (50 elementos, y 43 de
los cuales la gran mayoría de objetos (87.50%) ellos son caracoles perforados como pendientes).
 Fig. 8 Elementos culturales asociados al material conquiliológico
Lítica Cerámica Restos óseos
Procedencia y Material Otros Suma de
Escultura Lapidaria Comentarios
Conquiológico Artefactos objetos
Tallada Pulida Recipiente Otros Humanos Animal

Cuenta Circular 2 puntas de 4 quemados 6+Ro Sobre altar frente a


Proyectil ( 1 Shumla) pirámide

C.J.P.1 Caracol completo, 4 1 (bastón de mando) 6 3 entierros (Ent. 11+Ro Interior de cista en
fragmentos caracol 1 y 2 cráneos) pirámide
y cuenta circular de
concha

Estructura 8: 1 cuchillo 1 (Fragmento 3 (2 cuentas 1 (miniatura) Un cráneo Huesos de 6+Ro Interior cista en
2 pendientes de (obsidiana) de Falo) p. verde y un bezote) mamífero y de ave pirámide
concha, 1 cuenta de
concha y 1 botón

Est. 3, elem. 1: 3 navajas de 10 3 (2 Entierro 11 (múltiple) 16+Ro En esquina inferior


caracol-trompeta obsidiana (3 morteros, miniaturas) de Altar
2 metates
cerrados, 5
manos cortas)

Est. 1, Entierro 1“Queso de 7 Entierro 39 y 40 8+Ro En interior pirámide


39 y 40 fragmentos cantera”

Est.1: caracol 3 (2 puntas de 1 (hacha) 7 (1 bezote, 4 Ents. 22, 23 1 cánido 15+Ro En tumba 3, interior
completo Proyectil, 1 navaja 1 penate y cuentas) pirámide
(trompeta), 1 disco prismática
de concha,
1 pendiente

Est.1, tres 1 navaja 1 hacha 1 1 (vaso) Ents. 22, 23 4+Ro Tumba 3 en


pendientes Pirámide

Est. 1 dos cuentas 1 punta de proyectil 1 mano 6 Ent. 28 9+Ro Entierro en pirámide
de concha (Shumla), 1 disco de
cantera

1 Cuenta de caracol 1 (disco de 1 Ent. 5 huesos dpico de ave 2+Ro Entierro en Cista en
cantera) (sahumador) y de puma pirámide
C.J.P.5
Est. 1, 6 (Cuentas y 3 Navajas 3 (1 vaso en Ents. 31 y 32 1 colmillo 6+Ro Entierros en
pendientes de prismáticas forma de pie pirámide
concha) con
huarache y
cascabeles)

Est. 1, Orejera de 2 Metates, 5 Entierro 41, múltiple 1 asta venado 7+Ro Entierros en
caracol (1 cerrado) (41A, 41B y 41C) pirámide

Est. 1, 2 Cuentas 1 (navaja 2 1 2 1 Entierro 21,múltiple 1 Punzón de 8+Ro Tumba 3 en


autosacrificio) (21A, 21B y 21C) hueso Pirámide

Est. 1, 2 Cuentas 1 punta de proyectil 2 manos 7 Ents 28 y 29 1 Punzón 11+Ro Entierros en


y 1 anillo molienda quemado pirámide

Est. 1, Collar de 3 Ent. 30 3+Ro Entierro en pirámide


12 cuentas,
(1 pendiente)

Est. 1, 3 cuentas de 1 (navaja) 1 (hacha) 1 Ent. 23 1 piedra rara 4+Ro Entierro en pirámide
concha

Est. 1, Ent. 3, El. 61, 1 pendiente de Entierro 3 Huesos 1 punzón en Entierro Pirámide
1 cuenta circular. obsidiana torso de animal

Est. 1 elemento 41, 1 cuenta verde 5 huesos quemados esqueleto de animal En interior pirámide
1 cuenta circular

Est. 1, Entierro 33 , Entierro 33 Entierro en pirámide


1 cuenta circular
ElEmEntos dE concha prEsEntEs En cantona, puEbla
231
232

 Fig. 8 Elementos culturales asociados al material conquiliológico (continuación)


Pendiente de 15 navajas Ent. 2 15+Ro Entierro en pirámide
concha prismáticas

Pendiente caracol 1 Cincel 1 (Incensario 1 (Punzón de 3 Relleno muro


C.J.P.6
pequeño) hueso) Estructura II

Botón 1 (Ollita Ent. 5 1+Ro Entierro en pirámide


fitomorfa)

Orejera concha y 1 Ollita roja Huesos 1 Est. 37, Cista 6 en


fragmentos pirámide
quemados

Colgante caracol 2 Núcleos de 5 tiestos Ent. 7 Huesos varios 7+Ro Tumba, entierro 7 en
obsidiana estructura 27

Cuenta concha 1 metate 1 (miniatura) 1 Orejera Ent. 1 3+Ro Entierro en Altar


C.J.P.7 sólida corta

Fragmento de 2 3 Figurillas Varios 5+Ro Relleno de


concha trabajada Estruct. 31
ARQUEOLOGÍA  47 • enero-abril 2014

139 cuentas de 100 (66 navajas y 27 cuentas de jade Ent. 17 1 felino 132+Ro Estructura 25,
caracol 34 lascas) esféricas y 5 entierro 17 (en Altar)
tubulares Fragmentos de
copal.

1 cuenta circular Ent. 10 A 1+Ro Entierro en Altar.

1 cuenta tubular (tiestos) Cerca de Entierro2 V+Ro Fuera de cista en


(sin cráneo, Pirámide (capa III)
quemado)

C.J.P.9 1 Caracol completo 3 (1 punta de 1 (paleta para 12 (1 brazalete 10 Entierro 2 sin cráneo 26+Ro Entierro en Cista al
(Unidad 579) proyectil, 1 raspador pintar) carbonizado con (quemado) interior de Pirámide
sobre lasca y incrustaciones de
1 navaja) piedras verdes y
blancas sobre
material orgánico)

10 Fragmentos de 3 (1 Cuchillo y 1 (cuenta de piedra) 1 (vasija 1 (Punzón hueso) 6 En relleno de


caracol, 2 navajas de miniatura) Pirámide
1 herramienta, obsidiana)
6 cuentas (5 de
concha y 1 de
caracol)

Fragmentos de 1 punta de proyectil 2 4 (piedras 3 Ent. 5 y Ent. 1, más 10+Ro Entierros en


caracol y de 2 (palmillas) labradas) 3 huesos humanos Pirámide
objetos indefinidos diferentes

2 cuentas de 1 Navaja de Entierro 8 Varios (1 escápula, 1+Ro Entierro en Pirámide


caracol y 2 obsidiana huesos ave y otro
pendientes animal, quemados)
Unidad 9
1 botón concha, 4 (2 raspadores, 1 (fragmento 1 (vaso) Ent. 3 (5 cráneos + huesos quemados 6+Ro Entierros en
(Plaza Central)
1 cuenta cilíndrica 1 punta de proyectil, de metate) otros huesos) y Pirámide
de caracol y 1 navaja) Ent. 2
1 caracol entero

1 Cuenta tubular de en Relleno de


concha Pirámide

3 Pendientes de 1 Navajilla 1 brasero 1 3 en Relleno de


concha miniatura Pirámide

2 Objetos 10 (6 Navajas 1 (Fragmento 3 (2 cuentas verdes Ent. 11 1 (omechica 15+Ro Entierro en Pirámide
triangulares caracol prismáticas, cincel) y 1 bastón de huaztli)
y 1 cuenta discoidal 3 Raspadores mando)
de concha de Obsidiana y
1 “Tranchet”)
3 cuentas de 109 Objetos (67 1 (peso chico) 1 (falo de 10 (1 bastón de 1 (miniatura) 1 (orejera 1 cráneo escápulas de 3 (1 cuenta 126 (+ varios Ofrenda a Falo de
caracol (tubular, navajas prismáticas, piedra) mando, 6 cuentas p. sólida corta) (decapitado) y venado quemados tubular de hueso, escápulos de piedra sobre piso
cilíndrica y discoidal) 8 lascas, 20 Navajas verde, 1 plaquita huesos dispersos 1 aguja hueso, venado cista, al interior de
de cresta, 13 verde, 1 pendiente 1 fragmento quemados)+Ro pirámide
“tranchet” y 1 punta piedra con fósiles, 1 punzón)
de proyectil) lasca p. verde)

Fragmentos de Fragmentos 2 artefactos en Al interior de la


Unidad 9 Caracol . hueso de animal. Pirámide
(Plaza Central)
Fragmentos de Fragmentos Escápula de Venado Al interior de la
Caracol Pirámide

Caracol completo 4 (2 raspadores, 1 (fragmento 1 vaso Ent. 3 múltiple (5 huesos quemados 6 + Ro Entierros en Interior
(con dos 1 punta de proyectil, de metate) cráneos y algunos Pirámide
perforaciones); 1 navaja prismática) huesos largos) y ent.
1 botón y una 2
cuenta de caracol

3 cuentas de 2 (pesos de 4 (cuentas de 1 (miniatura) Ent. 17 (sólo cráneo) 1 felino 2 en hueso 9+Ro Entierro en Pirámide
caracol red) piedra) (1 punzón y 1
cuenta)
Unidad 9
(Plaza Central)
2 placas 3 (Navajas 2 (pesos de 2 (cuentas verdes) 1 (tejo Ent. 16 1 felino 1 (Punzón de 9+Ro Entierro en Pirámide
rectangulares y prismáticas de Atlatl de onix) ovalado) hueso)
2 pendientes obsidiana)

3 cuentas concha 5 (3 cuchillos y 5 (2 cuentas de p. Entierro 2 (cinco 4 cráneos; dientes 10+Ro Entierro múltiple en
(2 cónicas y 2 navajas verde, 1 placa p. cráneos) de “jabalí” y cista 2, en Pirámide
1 discoidal) prismáticas) verde, 1 figura escápula de venado
(reptil?) de piedra y huesos de lobo
verde, 1 figurilla de
piedra verde)

1 caracol (completo 3 (navajas) Entierro 2 (cinco (4 cráneos, dientes 3+Ro Al exterior de cista 2
Unidad 10 chico) cráneos) de jabalí y escápula en Pirámide
(El Palacio) de venado) (Entierro múltiple)

4 cuentas circulares, En escombro de


1 pendiente (todos saqueo Pirámide
de caracol)

3 “medias lunas de 4 (navajas 4 (2 hachas 1 Fragmento orejera algunos huesos 9+Ro Al pie Oeste del
concha” prismáticas de de piedra, 2 verde (reutilizada) humanos Altar
obsidiana) pulidores

Punzón de caracol 1 mano 4 Entierro 1 5+Ro Entierro en Pirámide


Unidad 51
metate (secundario múltiple)

1 cuchara caracol y 19 (11 cuchillos, 6 2 (1 mano y 4 (1”Queso” 1 (cuenta piedra 4 8 (1 tejo y huesos quemados huesos quemados 38+Ro En cista 4 al interior
1 cuenta de concha navajas, 1 lasca y una vasijita) en basalto y verde) 7 tiestos) (1 cornamenta de de Pirámide
Unidad 201
1 “tranchet”) 3 esculturas venado)
(Plaza de los
cuchillos fríos)
2 pendientes de 6 (navajas 1 tiesto Fragmentos de 7+Ro En cista 1 en
concha prismáticas) huesos humanos Pirámide

Fragmentos 2 (1 cuchillo y un 1 caracol de 1 miniatura Huesos 4+Ro Al pie Oeste del


quemados tranchet) piedra Fragmentados Altar

Varios Suma de objetos 313 42 18 88 95 15 34 Entierros más 21 más otros 15 584+Ro (42: Salvo 6 casos los
otros huesos huesos entierros huma- demás en interior
nos y huesos de de Pirámide
animal).
ElEmEntos dE concha prEsEntEs En cantona, puEbla
233
234
ARQUEOLOGÍA  47 • enero-abril 2014

tos de concha. Como puede observarse en dicha plares el Venado Bura (Odocoileus hemionus):
fig. 8, se localizan en los contextos con material una escápula de la Unidad 9, pozo 1, elemento 54,
conquiliológico otros elementos culturales: lítica además de 42 escápulas asociadas al elemento 91
tallada o pulida, como escultura en piedra; objetos (falo); un Omechicahuastli en escápula derecha
de lapidaria, elementos de cerámica (recipientes en la Unidad 9, pozo 1, nivel 2; escápula y ulna en
y otros), artefactos en hueso y escaso material or- el Conjunto de Juego de Pelota 7, Estructura 27.
gánico (restos de copal) que llegan a nosotros. Le sigue, por número, el puma (Puma concolor):
También se encuentran asociados a restos físicos vértebras caudales del Conjunto de Juego de Pe-
humanos —ya se trate de enterramientos o de hue- lota 5, Estructura 8, Entierro 5; mandíbula con
sos aislados— y a restos óseos de animal. corte en Conjunto de Juego de Pelota 7, Estructu-
Predominan los objetos de lítica tallada, con ra. 37; restos óseos de la Unidad 9, Entierro 16 y
313 elementos (53.59%), y entre éstos el mayor 17; punzón en metatarso derecho en Unidad 9,
número corresponde a las navajas prismáticas de pozo 1, nivel 3, y punzón en radio izquierdo en la
obsidiana (195), incluyendo las específicas para Unidad 9, pozo 1, nivel 3. Del perro (Canis fami-
autosacrificio (García Cook-Merino Carrión, liaris) únicamente hay dos casos en asociación
2005) con 62.30% del total de lítica tallada; le con material de concha, uno del Conjunto de Jue-
siguen en importancia las lascas, con 43 elemen- go de Pelota 5, Estructura 1, entierro 3, y mandí-
tos (12.99%), en seguida, con tan sólo 20 elementos bula con corte de la Unidad 9 (Plaza Central) del
(6.04%) y todos en un solo contexto, las navajas pozo 1, Entierro 8. Hay también presencia de lobo
de cresta, y en cuarto lugar se encuentran los cu- (Canis lupus), igualmente con dos ejemplares de
chillos (bifaciales) como los cortadores o “tran- mandíbula con corte: uno de El Palacio, en cista 2,
chet”. Sólo hay 42 objetos (7.19% del total) de lí- y otro del Conjunto del Juego de Pelota 7, Estruc-
tica pulida, y 21 corresponden a objetos de tura 27. Del venado cola blanca (Odocoileus vir-
molienda: diez manos y siete metates, tres morte- ginianus) sólo se localizó un elemento en el Con-
ros, una paleta y siete hachas, cuñas y cinceles de junto de Juego de Pelota 5, Entierro 41 c; aunque
piedra pulida. Otros elementos culturales que se cuenta con otros restos de venado (Odocoilus
aparecen en buen número (88, equivalente a sp.) localizado en el Conjunto de Juego de Pelo-
15.06% del total) son los objetos de lapidaria: ta 7, Estructura 31; por último debemos mencionar
cuentas y pendientes de piedra verde en su mayo- los restos de un lince (Linx rufus), el cual estuvo
ría, se localizó también un pequeño recipiente en asociado con restos malacológicos del Conjunto
piedra fina verde jaspeada; dos figurillas, la repre- de Juego de Pelota 7, Estructura 37 (Valentín,
sentación de un reptil, dos bastones de mando y 2012; Valentín y Zúñiga, 2011).
dos bezotes, entre otros. Debemos mencionar tam- Entre los materiales de concha que venimos
bién la existencia de 110 objetos cerámicos, tra- tratando predominan las cuentas y pendientes,
tándose en su gran mayoría (95) de recipientes elementos de adorno personal que debieron utili-
(16.25% del total) y sólo tres figurillas,9 dos ore- zar únicamente los personajes de alta jerarquía,
jeras sólidas cortas, dos tejos y tiestos. pues se trata de material importado de lugares
Respecto a restos de animales en asociación lejanos. Lo mismo podemos decir de materiales
directa con el material conquiliológico, podemos como los punzones y la pequeña cuchara, que de-
agregar que están presentes 21 individuos, más bieron igualmente haber sido parte del ajuar uti-
otros huesos y fragmentos, de los cuales existen litario de algún personaje importante. Se excep-
20 casos en que se pudo identificar el género y/o túan los siete caracoles enteros que debieron haber
la especie. Destaca por el mayor número de ejem- tenido otro significado, aparte de tratarse de un
instrumento musical. Todos ellos fueron deposi-
9
No olvidar que en Cantona sólo se localizan figurillas de tados al interior de cistas o tumbas y siempre for-
cerámica en etapas del Formativo —PreCantona y Canto- mando parte de una gran ofrenda, entre ellas de
enterramientos humanos, en cinco de los siete
na I—, en Cantona II y Cantona III no se produjeron
figurillas; las escasas que se conocen son de procedencia
extrarregional. casos a enterramientos humanos múltiples.
 Fig. 9 Material conquiliológico identificado
PROCEDENCIA DEL MATERIAL CLASE DE MATERIAL ESPECIE IDENTIFICADA NOMBRE COMÚN COMENTARIOS

Estructura 8, Cista 2 Botón Spondylus sp. almeja espinosa Asociado a un cráneo humano, huesos de mamífero y de ave

Estructura 8, Cista 2 1 Cuenta circular Spondylus sp. almeja espinosa Asociado a un cráneo humano, huesos de mamífero y de ave

Estructura 8, Cista 2 1 Cuenta circular Spondylus cf. princeps. almeja espinosa Asociada a una ofrenda dentro de una cista localizada al interior de una estructura elevada

Estructura 8, Cista 2 1 Cuenta circular Spondylus sp. almeja espinosa Asociada a una ofrenda dentro de una cista localizada al interior de una estructura elevada

Asociado a enterramientos humanos, artefactos de lítica tallada y pulida; cerámica, lapidaria y


Estructura 1, Entierros 22 y 23 1 Caracol-Trompeta Pleuroploca gigantea caracol
huesos de cánido. Localizado al fondo de la tumba.

Plaza 1, Pozo 3, n 3, Elem. 40 1 cuenta circular Spondylus princeps almeja espinosa Asociado a huesoso humanos y de animal

Est. 1, Elemento 61 1 Cuenta circular Spondylus princeps almeja espinosa Asociado a un pendiente de obsidiana, a Ent. 3 y huesos de animal

Est. 1, Elemento 41 1 Cuenta circular Spondylus princeps almeja espinosa Asociado a 1 cuenta verde, 5 vasijas y huesos humanos y de animal
C.J.P.5
Est.1, Entierro 22 1 Cuenta circular Spondylus sp. almeja espinosa Asociado a gran ofrenda en cista al interior de la Pirámide.

Est. 1, Entierro 5 1 Cuenta circular Spondylus sp. almeja espinosa Asociado a 1 disco de cantera, 1 sahumador y un pico de ave

Est. 1, Entierro 23 2 Cuentas circulares Spondylus sp. almeja espinosa Asociado a gran ofrenda en cista al interior de la Pírámide

Est. 1, Entierro 21 A 1 Cuenta circular Spondylus princeps almeja espinosa Asociado a lítica, escultura, lapidaria, vasija, 2 punzones de hueso

Est, 1, Entierro 21 B 2 cuentas circulares Spondylus princeps almeja espinosa Asociado a lítica, escultura, lapidaria, vasija, 2 punzones de hueso

Est. 1, Entierro 22 2 Cuentas circulares Spondylus princeps almeja espinosa Asociado a gran ofrenda en cista al interior de la Pirámide.

Est 1, Entierro 30 1 Cuenta circular Spondylus sp. almeja espinosa Asociado a tres recipientes de cerámica

Est. 1 Entierro 33 1 Cuenta circular Oliva cf. julieta caracol oliva Asociado sólo a enterramiento humano

Estructura 1, Entierro 5 1 Botón quemado Spondylus sp. almeja espinosa Asociado a enterramiento humano y una ollita fitmorfa, al inetrior de la pirámide.
C.J.P.6
Estructura 11, Muro Este 1 Pendiente Oliva cf. julieta caracol oliva En el relleno del muro, asociado a un cincel de piedra y un punzón de hueso

Estructura 2, Entierro 1 1 Cuenta Spondylus cf. princeps almeja espinosa Asociado a un enterramiento humano al interior de un altar, asociado a otros elementos culturales.

C.J.P.7 Estructura 31, Relleno Fragmento de pendiente Oliva cf. julieta caracol oliva En relleno de estructura arquitectónica, asociado a huesos de animal

Estructura 27, Entierro 7 1 Pendiente Oliva cf. julieta caracol oliva Entierro en Tumba, asociado a dos núcleos de obsidiana, tiestos y artefactos en hueso.

Pozo 8, Cista, Entierro 2 1 Caracol-Trompeta Pleuroploca gigantea caracol En cista al interior de pirámide, asociado a varios elementos culturales.

Est. 2, Entierro 10 “A” 1 Cuenta circular Spondylus princeps almeja espinosa Asociado a 1 metate, 1 vasija, una orejera y Ent. 1
C.J.P.9
Est. 25, Ent. 17 43 cuentas varias Spondylus princeps almeja espinosa Asociado a la lítica tallada, lapidaria, entierro 17 y felino.

Est. 25, Ent. 17 93 cuentas circulares Spondylus sp. almeja espinosa Asociado a lítica tallada, lapidaria, Entierro 17 y felino.

Pozo 1, Elemento 45 Pendiente Unio sp. almeja nacarada Ofrenda al interior de la Pirámide: navaja, braserito y una vasija

Asociada a entierro humano y otros elementos culturales localizados al interior de la pirámide. La


Pozo 1,Entierro 17,Elemento 86 1 Cuenta circular Spondylus sp. almeja espinosa
cuenta presenta restos de fibras vegetales adheridas.

Asociados a entierro humano, una vasija huesos de mamífero y ave, localizados al interior de la
Pozo 1, Entierro 8, elemento 64 1 Pendiente y 1 Cuenta Spondylus sp. almeja espinosa
pirámide.
UNIDAD 9. (PLAZA CENTRAL
O DE LA FERTILIZACIÓN DE
Asociado a enterramiento humano y elementos culturales que formaban parte de la ofrenda (lítica,
LA TIERRA) Pozo 1, Entierro 11 1 Cuenta discoidal Spondylus sp. almeja espinosa
cerámica y huesos de animal)

Asociado a enterramiento humano múltiple, y elementos culturales parte de la ofrenda (vasija, caracol
Pozo 1, Entierro 3, Elem. 27 Orejera Spondylus princeps almeja espinosa
y fragemntos metate).

Enterramiento humano al interior de la pirámide, asociado a otros elementos culturales y restos óseos
Pozo 1, Entierro 1,Elemento 87 1 Cuenta rectangular Spondylus princeps almeja espinosa
de felino (Puma concolor)
ElEmEntos dE concha prEsEntEs En cantona, puEbla
235
236

 Fig. 9 Material conquiliológico identificado (continuación)


Enterramiento humano al interior de la pirámide, asociado a otros elementos culturales y restos óseos
Pozo 1, Entierro 16 Fragmento de pendiente Spondylus cf. princeps almeja espinosa
de felino (Puma concolor)

Enterramiento humano al interior de la pirámide, asociado a otros elementos culturales y restos óseos
Pozo 1, Entierro 16 2 Placas rectangulares Spondylus cf. princeps almeja espinosa
de felino (Puma concolor)

Enterramiento humano al interior de la pirámide, asociado a otros elementos culturales y restos óseos
Pozo 1, Entierro 16 1 Pendiente rectangular Unio sp. almeja nacarada de río
de felino (Puma concolor)

Pozo 1, Elemento 45 1 Pendiente rectangular Unio sp. almeja nacarada de río Ofrenda al interior de la Pirámide (Navaja, braserito y 1 vasija)

Pozo 1, Relleno Pirámide 1 Pendiente rectangular Unio sp. almeja nacarada de río Ofrenda al interior de la Pirámide (lítica, lapidaria, felino, Ent. 16)

Pozo 1, Elemento 29 Fragmento de caracol Turbinella angulata caracol Ofrenda en relleno, al interior de la pirámide.

Pozo 1, Elemento 25 Fragmentos quemados Pleuroploca gigantea caracol Al interior de la pirámide, presenta huellas de corte.
UNIDAD 9. (PLAZA CENTRAL
O DE LA FERTILIZACIÓN DE
Asociados a entierro humano, una navaja, huesos de mamífero y ave, localizados al interior de la
LA TIERRA) Pozo 1, Entierro 8,Elemento 64 1 Pendiente Spondylus sp. almeja espinosa
pirámide.

Asociados a entierro humano, una navaja, huesos de mamífero y ave, localizados al interior de la
Pozo 1, Entierro 8,Elemento 64 1 cuenta rectangular Spondylus princeps almeja espinosa
pirámide.
ARQUEOLOGÍA  47 • enero-abril 2014

Est. 1, Pozo 1, entierro 4 1 cuenta Spondylus princeps almeja espinosa Asociado a Ent. 3, vasija, fragmento metate y orejera de caracol

Est. 1, Pozo 1, Entierro 13 1 columela quemada Strombus gigas caracol Asociado Entierro 13 y huesos de animal.

Est. 1, Pozo 1, Elemento 25 Fragmentos Strombus gigas caracol Asociado cerca de Entierro Humano con abundante ofrenda

Est. 1, Pozo 1, nivel 2 Fragmentos Strombus gigas caracol Asociado a restos de hueso de animal

Est. 1, Pozo 1, nivel 3 Fragmentos Strombus gigas caracol Asociado a restos de hueso de animal

Est. 1, Pozo 1, bajo cista 2 Fragmentos Strombus gigas caracol Asociado a fragmentos de huesos humanos y de animal

Escombro en escalinata 1 Pendiente Oliva cf. porphiria caracol Dentro del escombro, lado norte de la escalinata de la pirámide

Est. 1, Ent. 11, Elem. 24 1 ejemplar Stombus alatus caracol Asociado a Entierro 2, 3 navajas, lapidaria y huesos de animal
UNIDAD 10 (EL PALACIO)
Est. 1, Cista 2, Ofrenda 9 2 orejeras Chama echinata concha Asociado a Entierro 2, 3 navajas, lapidaria y huesos de animal

Est. 1, Cista 2, Ofrenda 9 1 círculo Spondylus princeps almeja espinosa Asociado a Entierro 2, 3 navajas, lapidaria y huesos de animal

Plaza, Pozo 1, capa 1 fragmentos quemados Pleuroploca gigantea caracol Asociado a 1 cuchillo, 1 tranchet, esculturas de caracol y una vasija
UNIDAD 201
Asociado a abundante lítica, 11 cuchillos, 6 navajas, 1 lasca, 1 tranchet. 2 lítica pulida, 4 esculturas, 1
Cima, Pozo 1, cista 4 1 pendiente quemado Oliva sp. caracol
lapidaria, 4 vasijas de cerámica, 1 tejo, fragmentos de huesos humanos y de animal, quemados.

Spondylus princeps (S. ef.


Princeps). 62

Spondylus s.p. 107

TOTAL 193 Oliva ef. julieta ( 1 Oliva sp.) 5

Strombus gigas 5

Pleuroploca gigantea 4

Unio sp. 4

Oliva cf. porphinia 1

Turbinella angulata 2

Strombus alatus 1

Chama echinata 2

193
237
ElEmEntos dE concha prEsEntEs En cantona, puEbla

Las especies y procedencia de los


materiales conquiliológicos

Ya que la gran mayoría de los objetos en concha


corresponden a elementos manufacturados, cuya
materia prima original fue completamente trans-
formada, resulta difícil para el especialista lograr
una identificación específica para cada objeto, ya
que —además de su transformación en objetos
ornamentales— la erosión causada por los agentes
naturales, así como el tiempo transcurrido, impi-
den una identificación precisa. Tanto las cuentas
como los pendientes —la mayoría de elementos
con que contamos— son xenomorfas cuya manu-
factura y transformación total del objeto base
(concha) hacen imposible la identificación de la
especie. Sólo de las automorfas es factible llegar a
su clasificación taxonómica, pues en este caso, y
a pesar de las transformaciones a que son expues-
tas, mantienen la forma original de la concha.
En la fig. 9 se enlistan los materiales conqui-
 Fig. 11 Caracol-Trompeta: Neuroploca gigantea
liológicos en los que, pese a todo, fue posible es- (dos vistas).

tablecer su correspondiente género y especie.


Cabe aclarar también que aún no se ha concluido
con el análisis de identificación, pues varios de los
materiales conquiliológicos aquí analizados se
han recuperado durante las últimas temporadas
de exploración, por lo cual varios de estos elemen-
tos han sido entregados recientemente para su
correspondiente identificación; sin embargo, ya se
cuenta con algunos elementos plenamente identi-
ficados (Valentín y Zúñiga, 2011; Velázquez Cas-
tro, 2010), y entre ellos destacan nueve especies
diferentes:10 Spondylus princeps y Spondylus sp.;
Oliva julieta, Oliva porphyria; Unio sp; Turbinella
angulata; Strombus gigas; Strombus alatus; Cha-
ma echinata y Pleuroploca gigantea (figs. 10-14).
De 193 elementos conquiliológicos identifica-
dos destaca el género Spondylus con 169 ejempla-
res, de los que la especie Spondylus prínceps
cuenta con 62 muestras. Además se realizó un
10
Este cuadro (fig. 9) difiere del publicado en 2010, ya que
posterior a esta publicación fueron identificados más de
160 elementos conquiliológicos adicionales a los presen-
 Fig. 10 a-d Spondylus sp; e-h Spondylus cf. tados en esa ocasión. Asimismo, para 2010 sólo se habían
prínceps; i-l Oliva cf. Julieta; m-o Unio sp. identificado cinco especies y al presente se conocen nueve.
238
ARQUEOLOGÍA  47 • enero-abril 2014

 Fig. 14 Caracol, orejeras y pendientes no


b identificados.
 Fig. 12 a) Pleuroploca gigantea; b) Turbinella-
angulata.

estudio específico de un caracol-trompeta cuya


identificación es la siguiente:

Phylum Mollusca
Clase Gastropoda
Orden Neogastropoda
Familia Fasciolariidae
Pleuroploca gigantea (Kiener, 1840)

Se trata de un ejemplar adulto al que le faltan


las cuatro primeras espiras del ápice. Mide 49.5
cm de largo (aunque le faltan aproximadamente 4
cm) por 24 cm de ancho. Se trata de un instrumen-
to musical, y al parecer bastante utilizado, ya que
se le observa muy desgastado. No sólo cuenta con
la boquilla, que tiene una fractura antigua, sino
además los nódulos están más resaltados que lo
normal debido a un ligero canal realizado alrede-
dor de cada nódulo; también tiene otra acanala-
dura paralela a la sutura de cada espira, empezan-
do desde la abertura externa del labio, sobre los
nódulos y sube en espiral hasta la cuarta espira;
tiene otros dos canales, uno más visible que otro,
y ambos parten del eje columelar aproximada-
mente desde el labio interno, girando hacia abajo
 Fig. 13 Material de estudios no identificado. hasta el labio externo (Valentín, 1997) (fig. 11).
239
ElEmEntos dE concha prEsEntEs En cantona, puEbla

Al realizar la identificación, Norma Valentín textos correspondientes a Cantona I tarde y a Can-


consideró que este ejemplar de caracol fue colec- tona II (200 a.n.e.-600 d.n.e). Con seguridad, el
tado en la playa, pues presenta huellas de haber ejemplar procedente de la Unidad 579 o Conjunto
estado expuesto a la intemperie por un periodo de Juego de Pelota 9 corresponde a un elemento
prolongado y tiene fracturas en algunas regiones, de Cantona I tardío (por el 100 a.n.e.), lo mismo
además de golpes, porosidad y huecos hechos por que el caracol localizado al fondo de la cista de la
otros animales. pirámide del Conjunto de Juego de Pelota 1 (150
a.n.e.) y del que formó parte de la ofrenda de una
La fractura que presenta en las primeras espiras cista al interior de la pirámide de El Palacio; a su
pudo haber sido hecha con anterioridad con el fin vez, el ejemplar localizado al pie de la Estructu-
de sacar el animal del caracol y comerlo, ya que ra 3 (altar) del Conjunto de Juego de Pelota 5 fue
para desprender el cuerpo del molusco del caracol depositado hacia el final de Cantona II e inicio de
es necesario quitar las primeras espiras para que Cantona III (600-650 d.n.e.). Los otros tres que-
sea más fácil la extracción. Lo más probable es dan ubicados entre el 1 y 450 d.n.e.
que este ejemplar se haya recolectado posterior- Sólo en el caso de estos caracoles completos
mente, para ser trabajado y utilizado como trompe- podemos asegurar que tuvieron un carácter sim-
ta (Valentín, 1997). bólico en la realización de los rituales para su
deposición, ya que en todos los demás casos (cuen-
De acuerdo con Abbott (1974, citado en Valen- tas, pendientes, botones, orejeras) la presencia de
tín, 1997) de esta especie de caracol se conocen objetos de concha y caracol se relaciona con ele-
ejemplares que llegan a medir hasta 70 cm de lon- mentos de la indumentaria del personaje sacrifi-
gitud; habitan en el Golfo de México, en prade- cado y/o sepultado. Es probable que los restos de
ras marinas, con algas y sustratos arenosos, de aguas caracol quemados tuvieran también un carácter
poco profundas. Este género de caracol y otros ritual simbólico. Sin embargo, es necesario tomar
más, también de tamaño considerable —como en cuenta los diferentes contextos en que los ob-
cinco de los siete ejemplares completos aquí refe- jetos de concha se encuentran, ya que en algunos
ridos— fueron, y son, utilizados como instrumen- casos están asociados con piedras de color verde,
to musical, para sus diferentes festividades y ritos, elementos estrechamente vinculados a los cultos
así como en sus acciones bélicas, además, desde o ritos de fertilidad; tal es el caso del collar de 139
luego, de haberse utilizado como alimento. cuentas de caracol, a las que se asocian 27 cuentas
En el caso de Cantona, los siete ejemplares esféricas y cinco tubulares en jade; las tres medias
completos de caracol fueron depositados al inte- lunas que circundan una orejera trabajada como
rior de cistas o tumbas, y en todos los casos acom- cuenta de piedra verde; las esculturas antropomor-
pañados por restos humanos, de un solo individuo fa y zoomorfa (lagartija), ambas de piedra verde,
o hasta cinco; al parecer, con seguridad en tres asociadas a dos cuentas de valva y un pequeño
casos, y con probabilidad en otros dos, el caracol caracol ubicados dentro de la cista 2 de la pirá-
constituye la “ofrenda” principal del conjunto en mide de El Palacio, donde la lagartija es símbolo
sí, y en tres casos pensamos que toda la ceremonia de prosperidad del agua y de la lluvia (Velázquez,
giró en torno a ese caracol. Esto es posible si con- 2000).
sideramos que para el pensamiento y el ritual pre- En cuanto a la procedencia de los materiales
hispánico la presencia del caracol está estrecha- malacológicos, con base en los materiales identi-
mente relacionada con los ritos de la fertilidad, ficados podemos observar que están presentes
está ligada al agua y a los poderes generativos elementos que provienen de la Provincia Panámi-
de la tierra y de la relación que el caracol tiene con ca del Pacífico, aguas templadas que se extienden
la luna, y con la fertilidad humana y de la tierra desde California hasta el Ecuador, donde desta-
(Velázquez, 2000). can para uso como ornamentos las olivas, el Mu-
Conviene recalcar que todos estos ejemplares rex, el Spondylus y la Malea; en Cantona se han
completos de caracol fueron localizados en con- identificado: Oliva julieta, Oliva porphyria y
240
ARQUEOLOGÍA  47 • enero-abril 2014

Spondylus princeps; de este último se tienen bas- primas, entre las cuales se encuentran tanto pele-
tantes ejemplares (figs. 9 y 10). cípodos como gasterópodos (Suárez, 1991) que
También hay materiales conquiliológicos pro- circulan como objetos ya trabajados o como ma-
cedentes del Atlántico, de la Provincia de El Ca- teria prima para ser transformada en su destino
ribe, que es de clima tropical y agua templada, y final. En Cantona todo parece indicar que los ob-
las especies más comunes para uso de ornato e jetos conquiliológicos llegaron ya trabajados, con
instrumentos musicales son Strombus, Turbinella excepción de los gasterópodos o univalvos, los
y Pleuroplocas, entre otros. En Cantona están pre- cuales fueron transformados dentro de la ciudad
sentes el Strombus gigas (cinco objetos), la Turbi- para fabricar trompetas.
nella angulata (uno) y la Pleuroploca gigantea Por último, en cuanto a las técnicas de manu-
(cinco objetos), además de las conchas de agua factura utilizadas en la fabricación de los objetos,
dulce tales como los Unio sp. (cuatro elementos) está presente la de corte por desgaste y la perfo-
[cabe aclarar que no se incluyen los materiales ración cilíndrica para cuentas y pendientes, así
recientes, aún no identificados]. como la de desgaste por aserrado, utilizada co-
Sobresalen, por el gran número de elementos, múnmente para el corte del caracol; tenemos
los materiales procedentes de la Costa del Pacífi- cuentas muy pequeñas que podrían proceder de
co, en el Occidente de México, los que se tratan tan la columela de un gasterópodo o de la espira de
sólo de cuatro géneros, igual que los procedentes un caracol; también hay univalvos completos, a
del golfo; sin embargo cuentan con 176 ejemplares. los que por medio de la técnica de aserrado se les
De esta manera, podemos señalar que los ma- cortó la punta, dejando así un orificio en la parte
teriales de concha que han podido identificarse centro superior de la concha. Las “medias lunas”
forman parte de los intercambios que Cantona es probable que provengan de bivalvos, realizadas
mantuvo con regiones del Golfo de México y del mediante corte por desgaste; las piezas son muy
Occidente, ya sea de manera directa o a través delgadas y se encuentran muy erosionadas, tal vez
del “comercio” realizado de manera indirecta por formaban una especie de pectoral que rodeaba una
medio de intermediarios. Esta cuestión ya la ha- orejera de piedra verde, desgastada en la parte
bíamos tratado (García Cook y Merino Carrión, posterior para ser reutilizada como cuenta circular
1997), con base en la evidencia que proporcionan (Velázquez Castro, 2010).
otros materiales culturales (cerámica, lítica, escul- Las investigaciones en Cantona continúan y los
tura, lapidaria, etcétera) presentes en Cantona y estudios sobre materiales específicos también; se
procedentes de las regiones ya señaladas, así como está en espera de conocer un mayor número de
de material elaborado por Cantona —básicamen- especies identificadas en materiales de concha.
te objetos de obsidiana— presentes en dichos lu- Para 2012 contamos con 50 elementos adicionales
gares. Esto no debe sorprendernos, pues conoce- de material de concha, en relación con los revisa-
mos la existencia de un fuerte “comercio” o dos en 2005; de éstos destacan cuentas y pendien-
intercambios desde etapas muy tempranas, el cual tes, así como fragmentos de estos materiales y
se intensifica a partir del inicio del llamado perio- objetos incinerados (figs. 15-16); los materiales
do Clásico (Cantona II). Se conocen ya una serie que no han sido analizados, en cuanto a género o
de rutas comerciales para el territorio que actual- especie, pronto se entregarán a los especialistas
mente ocupa nuestro país, entre ellas la ruta co- para su estudio.
mercial Golfo-Sur al Altiplano Central o “corre- Las exploraciones continúan, y con ello se si-
dor teotihuacano” (García Cook 1976; García guen obteniendo diversos materiales culturales. A
Cook y Trejo Alvarado, 1977; García Cook-Meri- medida que se cuente con mayor y más amplia
no Carrión, 1977; García Cook y Zamora Rivera información se continuará escribiendo sobre los
2010), en la que Cantona tuvo una fuerte presencia diversos objetos, rasgos y elementos culturales
económica; rutas comerciales en las que circu- que fueron utilizados y formaron parte de las ac-
laron una serie de productos (alimenticios, utili- tividades de los grupos humanos que habitaron
tarios, suntuarios, exóticos, etcétera) y de materias Cantona.
241
ElEmEntos dE concha prEsEntEs En cantona, puEbla

 Fig. 15 Material conquiliológico


sin revisar, por tanto no
identificado.

 Fig. 16 Cuentas, pendientes y


otros materiales no estudiados,
ni identificados (foto inferior
material quemado).
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