Analisis MV Ana Hernandez

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UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL

DE LOS LLANOS OCCIDENTALES “EZEQUIEL ZAMORA”


VICERRECTORADO PLANIFICACIÓN Y DESARROLLO SOCIAL
PROGRAMA CIENCIAS SOCIALES
SUBPROGRAMA DERECHO

EL DERECHO ROMANO,
ETAPAS DEL REINADO,
ORDENAMIENTO JURÍDICO EN ROMA,
OBLIGACIONES ROMANAS Y
CONTRATOS ROMANOS

PARTICIPANTES:

MONICA OROZCO C.I V- 22.577.383


VIVIAN FERNANDEZ C.I V- 20.233.337
ANA HERNANDEZ C.I V-12.325.109
ODALIS MORALES C.I V- 18.908.114

SAN FERNANDO SEPTIEMBRE 2020


Una vez analizados cada una de las lecturas de los modulo, es importante
iniciar con el derecho romano, desde su historia, leyes e importancia, ya que estos
dieron inicio a las civilizaciones modernas. El derecho romano es el conjunto de
instituciones jurídicas que rigieron a la sociedad romana y a los pueblos
dominados por roma, desde su nacimiento en el año 753 antes de Cristo, hasta la
muerte de Justiniano en el año 565 después de Cristo. Dentro de las
características del Derecho Romano se identifican las siguientes: en el Derecho
antiguo, desde la fundamentación de roma hasta el siglo VII, donde sus reglas
generales son estrictas, conservadoras, exclusivos de los ciudadanos romanos y
principalmente consuetudinario, la de derecho clásico, desde el siglo VII, hasta
Constantino, eran menos estricto y se preocupa por la equidad, menos
conservadoras y menos formalista.

De tal manera que las de bajo imperio, desde Constantino hasta la muerte
de Justiniano, fueron en decadencias y perdida del carácter científico y la
distinción entre el derecho civil y derecho de gente desaparece. La importancia del
derecho romano, radica por ser el más conocido, el más interesante, el más
completo y extenso, aparte de ser el que constituye la base de la formación
jurídica y su afluencia en la mayoría de las legislaciones modernas. Dentro de la
clasificación de las fuentes del derecho están las siguientes: Desde este punto de
vista, doctrinariamente, ésta se divide en dos, las cuales son: fuentes de
producción, referidas a los organismos productores de las Leyes o Normas
Jurídicas Romanas. Comicios: calatas, curiados, centuriados. Concilias Plebis.
Asambleas Populares y Senado.

Asimismo, las fuentes de producción se dividen en dos: a) Derecho no


Escrito: (en la Monarquía): la fuente del derecho no escrito eran la costumbre y las
respuestas de los prudentes. b) Derecho Escrito: (durante y después de la
República) son las leyes, los Plebiscitos, los Senados Consultos, los Edictos y las
Constituciones Imperiales. Y la otra fuente es, fuente de conocimiento; Son los
elementos que nos permiten reconstruir el proceso de formación del Derecho
Romano a través de sus épocas históricas, estas se dividen en dos: a) Las
Directas ó Jurídicas: son aquellas que se refieren al Derecho. Ejemplo: Las
Institutas de Gayo, La Ley de las Doce Tablas, Las Fragmentas Vaticanas. Etc. b)
Indirectas o Extrajurídicas: son aquellas que nos traen el Derecho por referencia.
Ejemplo: Las Novelas y todo aquella obra literaria que nos permita reconstruir el
Derecho Romano.

Siguiendo el mismo orden de ideas, otra de las fuentes del derecho es la


Costumbre, el viejo ius civile descansa en preceptos de moralidad, de una
moralidad hecha tradición. Los clásicos no contraponen interpretación y ley,
ambas son integradoras del ius civile. Todo el Derecho tiene fuerza en la ley,
respecto de la cual la costumbre cumple una función correctora o subsidiaria, sin
que pueda derogarla. La Ley, es una declaración normativa que descansa en un
acuerdo, puede ser pública ó privada. La ley pública es la ley por excelencia; nace
por un convenio; es precepto común, convención de la república. El Praescriptio o
prefacio: en él figura el nombre del magistrado proponente, lugar y fecha en que
tuvo lugar la asamblea, el nombre de la tribu que abrió la votación y del ciudadano
que en ella fue el primero en votar.

De tal forma los Plebiscitos, Se trata de la deliberación de la plebe en su


asamblea. Al principio es un mandato de la plebe para la plebe, pero tras la Lex
Hortensia (287 a.C.), se equipara a la ley, obligando también a los patricios. A
partir de entonces ley y plebiscito no se diferencian. Los Edictos de los
magistrados, es la facultad que tiene todo magistrado de dirigirse al pueblo, de
palabra o por escrito. Esta facultad se expresa en el edicto, que es un programa
de actuación. De los magistrados con facultad de dictar edictos, el de mayor
interés fue el pretor, por su intervención en la etapa in iure del procedimiento, y
bastante menor el de los ediles curules. Los Senadoconsultos, El Senado no
ejerció función legislativa durante mucho tiempo, aunque influyese en la formación
de las leyes comiciales.
Es decir que la función legislativa se origina en el Principado, aunque, en
rigor, sólo sirve a las directrices del príncipe y, por otra parte, sólo se pronuncia en
cuestiones de Derecho privado, cuando así lo aconsejan razones superiores. La
propuesta del príncipe da vida al senadoconsulto.Constituciones imperiales,
durante el principado y, sobre todo, en el Imperio absoluto, la constitución imperial
es fuente primaria y casi única del Derecho. Justiniano afirma que sólo el
emperador está justamente reconocido como único legislador e intérprete de la
ley. Hay que advertir que sólo en época muy adelantada (desde el S III) afecta a la
órbita privada en términos de cierta importancia. La ley de las XII Tablas, fue un
texto legal que contenía normas para regular la convivencia del pueblo romano.

Por su contenido se dice que pertenece más al derecho privado que al


derecho público. La civilización romana es una de las civilizaciones de la
antigüedad que más aportes ha entregado al mundo actual, La sociedad romana
se configura de dos clases sociales que tenían la ciudadanía romana: una
aristocracia de propietarios (patricios) y una clase popular que luchaba por
conseguir derechos (plebeyos). Como ya se ha dicho anteriormente, la economía
estaba basada en el sistema de producción esclavista, donde la mayoría de los
esclavos eran prisioneros de guerra, existían mercados de esclavos donde se
comerciaba con ellos como si fuesen simples mercancías.

Cabe mencionar que Hay dos tipos de clases sociales: la clase alta llamada
el Alto Imperio; y la clase baja llamada el Bajo Imperio. El alto Imperio (s.I al III
d.C). La prosperidad económica de esta época trajo consigo un período de
estabilidad. La estructura social en el Alto Imperio se mantuvo similar a la de la
última época republicana, los únicos cambios importantes fueron el aumento del
número de esclavos y libertos, como consecuencia de la expansión, y la concesión
que hizo en el 212 el emperador Caracalla de ampliar el derecho de ciudadanía a
todos los hombres libres del Imperio. El bajo Imperio. La crisis política, económica
y social que comenzó en el s.III determinó la nueva estructura social del bajo
Imperio.
Además la sociedad romana tenía un rígido sistema de clases y a algunos
de sus individuos les negaba la libertad. Y todo ello se reproducía a pequeña
escala en la célula social más importante, la familia, bajo la autoridad del padre
convertido en jefe de la casa. Pero junto a estas desigualdades, Roma legó
también el modelo de una nueva organización del Estado que trascendía la ciudad
y la convertía en la base del imperio, un sistema jurídico racional, y los principios
fundamentales del derecho público y privado. La sociedad se sustentaba en
grandes desigualdades. De ellas la más terrible era la que convertí los hombres en
libres o esclavos. Y aún con todo, los hombres libres tampoco eran iguales entre
sí.

Por consiguiente Roma se destacó de las otras civilizaciones de la


antigüedad por el hecho de tener 3 sistemas políticos a lo largo de su historia. Si
bien, la civilización griega, por mencionar un ejemplo, tuvo diferentes sistemas
políticos, como por ejemplo, en Atenas, un sistema democrático, mientras que en
Esparta, un sistema monárquico, es diferente si se compara con la civilización
romana, debido a que Grecia estaba dividida en ciudades-estado, por lo tanto,
cada ciudad estado se diferenciaba del resto, en muchos ámbitos, no solo el
político, entonces, es más justificable el hecho de la diferencia de su organismo
político. Roma, en cambio, era un imperio unificado en torno a una política central,
por lo que el hecho de que haya tenido 3 sistemas diferentes es algo que causó
gran relevancia, ya que no sólo cambió todo el orden político establecido.

Se analizan las etapas del Sistema Político Romano, las cuales fueron: la
Monarquía: Desde el 753 a.C con la fundación de Roma, hasta el 509 a.C con la
expulsión del último rey etrusco, Tarquino el Soberbio. La República: Desde el 509
a.C donde se instaura el sistema republicano, hasta el 27 a.C, donde finaliza el
Segundo Triunvirato y se da inicio al Imperio de Augusto y el Imperio: Desde el 27
a.C con el Imperio de Augusto, hasta el 476 d.C con la caída del Imperio Romano.
Las obligaciones en el Derecho Romano nacieron para que los hombres
cumplieran determinadas conductas, siendo para éstos un deber jurídico, de lo
contrario si no obedecían, eran sancionadas como delitos.

Según Justiniano define “la obligación como el vínculo jurídico por el cual
somos constreñidos con la necesidad de pagar alguna cosa según las leyes de
nuestra, la obligación romana nació en tiempos arcaicos clasificándose su
incumplimiento dentro de los delitos. Cuando algún romano cometía un delito,
nacía a favor de la víctima o de su familia, el derecho de venganza, aplicándose la
ley del talión (ojo por ojo, diente por diente), consistiendo en el derecho que tenían
para obligar al culpable o a su familia, a realizar ciertos trabajos, por lo cual el
culpable quedaba obligado o atado a la víctima como una especie de rehén. Es a
partir de este momento en que la obligación obtuvo su concepto, siendo un lazo o
vínculo jurídico entre los sujetos, por el cual el acreedor tiene derecho a
determinada conducta que el deudor debe realizar.

Se puede afirmar que para que la obligación nazca es importante que exista
el sujeto y el objeto, de lo contario no podrían existir las obligaciones sin estos dos
elementos, como se verán en esta Unidad. Los Sujetos, para que nazca una
obligación, siempre deben existir determinados sujetos, a saber: el sujeto activo o
acreedor (creditor), y el sujeto pasivo o deudor (debitor).el Objeto consistía en la
conducta que el deudor debía observar en provecho del acreedor; siendo un dare,
facere o praestare. Dare se usaba para la transmisión de dominio de alguna cosa,
es decir, hacer al acreedor propietario de algo, un ejemplo sería una permuta,
donde los contratantes se obligan a transmitir la propiedad de algo. La
clasificación de las obligaciones se determina de la siguiente manera:

Atendiendo a los sujetos: Ambulatorias, Parciarias, mancomunadas o a


prorrata y Correales o solidarias. Atendiendo al objeto: divisibles e indivisibles,
genéricas y específicas, alternativas y facultativas. Atendiendo al derecho del cuál
provienen: civiles y honorarias. Atendiendo a su eficacia procesal: obligaciones
civiles y obligaciones naturales. Se llaman fuentes de las obligaciones a aquellos
hechos a los cuales el ordenamiento jurídico de Roma atribuía eficacia de hacer
surgir un vínculo obligatorio entre dos o más personas. Gayo señalaba que las
fuentes derivan de los contratos y de los delitos, toda obligación o nace del
contrato o nace del delito. En época de Justiniano, las fuentes de las obligaciones
fueron clasificadas por el contrato, el delito, el cuasicontrato y el cuasidelito.

Normalmente se extingue una obligación cuando ha dado total


cumplimiento el deudor, pero en el Derecho Romano no disolvía la obligación,
toda vez que era una ligadura que requería un desligarse, a esto se le denomina
contrarius actus. Por tanto se tenía que cumplir un proceso. Tratándose de un
préstamo celebrado la extinción de la obligación se lograba mediante una
acceptilatio (una pregunta seguida de una respuesta .En la época Republicana
nacieron dos formas de extinción de las obligaciones: ipso iure y ope exceptionis.
Modos que operan ipso iure: pago, novación, confusión, pérdida de la cosa
debida, mutuo disentimiento, concurso de causas lucrativas, muerte o capitis
demimutio del deudor Estas formas de extinción se podían hacer valer de
cualquier etapa del juicio y hacían desaparecer la obligación en forma absoluta.

Los Modos que operan ope exceptionis: compensación, pacto de non


petendo Las excepciones debían insertarse en la fórmula (demanda) y proponerse
in iure (etapa procesal en la que el magistrado organiza el juicio), a fin de que el
juez pudiera tenerla en cuenta, en el momento de dictar el veredicto. El
Incumplimiento de las obligaciones se fudamentan en la Mora, cuando un deudor
no cumple debido a su negligencia; por ejemplo: retraso injustificado para la
entrega de una determinada mercancía; a esto se le denominaba mora debitoris,
este incumplimiento tenía que comprobarse siempre y cuando la deuda estuviera
vencida, así como el acreedor tenía que hacerlo valer mediante una interpelación.
El dolo, es cuando el deudor no cumple con la obligación y tiene toda la intención
de cometer tal incumplimiento y de dañar al acreedor.
En este orden la culpa se da cuando el deudor ocasiona un daño
impidiendo la realización de la obligación y por su falta o negligencia y el caso
fortuito y fuerza mayor. Existía el caso fortuito o fuerza mayor cuando el deudor no
cumplía con su obligación debido a un acontecimiento o evento que no le era
imputable. Se puede distinguir el caso fortuito por ser un hecho no imputable que
impide y excusa el cumplimiento de la obligación, un ejemplo sería el fallecimiento
del deudor o acreedor. La fuerza mayor es cuando un acontecimiento de la
naturaleza, por ser imprevisible, impedía el cumplimiento de la obligación; por
ejemplo, un terremoto. En estos supuestos, el deudor quedaba liberado del
adeudo,

De manera que el contrato (contractus) es una de las principales fuentes del


Derecho Romano, y se define como el acuerdo de voluntades entre dos o más
personas para crear una o varias obligaciones. En aquella época, el contrato tenía
que estar sancionado y regulado por la ley. Dentro de los elementos esenciales
del contrato, es necesario que tengan validez, es decir que cubra determinados
requisitos, mismos que la ley otorga, siendo que existan sujetos, y entre ellos
tengan el consentimiento, objeto, causa, y forma. Los sujetos son la parte
fundamental para que un contrato nazca. La persona que goce de capacidad
jurídica podrá ser involucrada en un contrato, como acreedor y deudor, siempre y
cuando no carezca de edad, enfermedad, prodigalidad, incapacidad por
disposición legal, etc.

Es decir que en los contratos, también una tercera persona podría intervenir
en el negocio jurídico, siempre y cuando tuviera capacidad jurídica como tercera
persona, se puede llamar a un representante, ya que, en aquella época, se
inmiscuía de manera directa o indirectamente en la obligación. Consentimiento, Es
el acuerdo entre las partes, para celebrar el acto jurídico, o sea el contrato. En la
época de Justiniano, el consentimiento fue el elemento indispensable para la
existencia de un contrato. En este segundo elemento de los contratos, pueden o
no existir vicios, los cuales son el error, el dolo, la intimidación y la lesión. Todo
contrato debe tener expresión de consentimiento, no debe contener vicios del
consentimiento, pues si el contrato se encuentra viciado, cualquiera de los sujetos
que intervienen en él, pueden solicitar la nulidad.

El objeto es toda realización de determinada conducta por parte de uno de


los sujetos, consistente en un dar, hacer o prestar. Este tercer elemento, esencial
de los contratos, debía reunir los siguientes elementos para ser válido: posible,
lícito, determinado y apreciable en dinero. La causa, ya se vio que la validez de los
contratos depende de la forma, ahora bien, es lo que impulsa a las personas para
realizar el negocio jurídico. Un ejemplo claro, es en un contrato de compra-venta,
la causa por la que se quiere vender el objeto es el tener dinero, y la causa del
deudor, es adquirir la cosa. Aquí, la conducta del deudor podía marcarse
ilícitamente, llegando a convalidarse el fraude a la ley, fraus legis, en contra del
acreedor, o bien, viceversa, o la simulación. Por ejemplo, fraude sería cuando el
acreedor vende un esclavo y el deudor no paga lo acordado.

Cabe mencionar que los elementos accidentales del contrato, están sujetos
siempre al consentimiento de las partes, para que se formalicen dentro de los
contratos, siendo el contenido a lo que se sujetan las partes para cumplir con el
negocio jurídico, a saber: condición, término y modo o carga. Condición, Es el
acontecimiento futuro e incierto del cuál depende el nacimiento o la extinción de
los efectos de un negocio jurídico. En Roma, esta condición tenía dos
modalidades: condición suspensiva y condición resolutoria. El término, Es la fecha
cierta para cumplir con el negocio jurídico, el plazo puede ser suspensivo o inicial,
y resolutorio; el primero se interpreta que desde que se crea el consentimiento de
celebrar el acto jurídico, se inicial la fecha, ex die, para cumplir con la obligación.

El segundo es cuando el negocio termina, in diem, o sea, la obligación


estará vigente hasta que se cumpla el plazo. Modo o carga Consiste en un
gravamen impuesto al beneficiario en un acto de liberalidad, pero tan solo en una
donación, legado o manumisión, por ejemplo, en paterfamilias dejaba como
herencia un terreno a su hijo, siempre y cuando construya una vivienda para su
familia.los contratos se clasifican en: contrato nominado: el que tienen un nombre
específico por parte de la ley, y posee obligaciones particulares, por ejemplo,
contrato de compraventa, comodato, mutuo, aparcería, etc.

Seguidamente los contratos innominados: el cual no tienen un nombre específico


ante la ley. Los contratos nominados se clasifican de la siguiente manera:
Verbales (verbis): per aes et libram, dictio dotis, Promissio iurata liberti, stipulatio.
Escritos (litteris): nominia transcriptitia, síngrafos y Nominados quirógrafos. Reales
(re): mutuo, comodato, depósito y prenda. Consensuales (consensu):
compraventa, locatio conductio, mandato, sociedad. Los contratos innominados se
agrupan a su vez en: Doy para que des: Do ut des. Doy para que hagas: Do ut
facias. Innominados Hago para que des: Facio ut des. Hago para que hagas:
Facio ut facias.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.

 Reyes Mendoza Libia 2012, Derecho romano II, Segundo Curso, México,
Editorial, Red tercer milenio.

 Bravo González, Agustín, 2009 Derecho romano, Primer curso, México,


Editorial Porrúa.

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