Oxigenoterapia y Fisioterapia Respiratoria

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Dr.

Breyner Berti (R3 de Anestesiología)

FISIOTERAPIA RESPIRATORIA Y OXIGENOTERAPIA

Fisioterapia Respiratoria

La fisioterapia respiratoria es una subespecialidad dentro de la Fisioterapia


enfocada a prevenir, tratar y estabilizar las disfunciones o alteraciones de la
respiración. Su objetivo es mejorar la ventilación regional pulmonar, el intercambio
de gases, la función de los músculos que intervienen en la respiración, la disnea,
la tolerancia a hacer ejercicio, entre otros problemas.

Está formada por un conjunto de técnicas y procedimientos de valoración y


diagnóstico funcional del sistema respiratorio y técnicas de intervención
terapéutica para desobstruir las vías aéreas, reeducación respiratoria y re-
adaptación al esfuerzo.

 Fisioterapia preventiva

Indicada en diversas situaciones, tales como:

 Cirugía de alto riesgo. Cirugía torácica (cardíaca y pulmonar); cirugía


abdominal (especialmente abdominal alta); cirugía vascular; cirugía
otorrinolaringológica; en pacientes de más de 65 años y con riesgo de
presentar complicaciones pulmonares; en fumadores con alteraciones de la
función pulmonar; en pacientes diagnosticados de limitación crónica al flujo
aéreo (LCFA), y en la obesidad. En todos estos pacientes, el riesgo de
complicaciones postoperatorias es muy elevado, ya que la función
respiratoria en el postoperatorio inmediato está alterada por diversas
causas que se potencian entre sí, como por ejemplo: la propia resección,
las posibles reacciones pleurales, la localización de la incisión, el dolor, la
anormalidad de la permeabilidad bronquial e, incluso, parálisis transitorias
del nervio frénico debidas al propio acto quirúrgico.
 Enfermedades de la pleura. Las fíbrosis pleurales y las paquipleuritis
dificultan la mecánica ventilatoria produciendo alteraciones funcionales
restrictivas que pueden desencadenar insuficiencia respiratoria crónica, tal
como se observa frecuentemente en las secuelas de la tuberculosis. La
prescripción de la fisioterapia desde que se inicia la enfermedad pleural
puede prevenir la aparición de estas complicaciones.
 Pediatría. La incidencia de las afecciones respiratorias infantiles capaces de
producir problemas pulmonares a los adolescentes y jóvenes adultos no
cesan de aumentar, sobre todo en los países industrializados. Es por ello
que creemos que cualquier afección respiratoria de repetición, aguda o
crónica, que se presente en el niño con alteraciones clínicas, radiológicas o
funcionales deberá ser tributaria de fisioterapia respiratoria para prevenir
secuelas que podrían ser irreversibles en la edad adulta.
 Otorrinolaringología. La polución, la climatología y los propios procesos
patológicos de repetición de las vías aéreas altas (rinitis, otitis, sinusitis,
síndrome de cilios inmóviles, etc.) producen alteraciones, no sólo en las
vías aéreas superiores, sino que muy a menudo se asocian a otros
procesos patológicos pulmonares que complican a largo plazo la salud del
paciente. Una higiene y una reeducación respiratoria adecuada ayudarían a
muchos de estos pacientes a romper el círculo en el que tan a menudo se
encuentran.

 Fisioterapia curativa

A pesar de que la fisioterapia respiratoria tiene un papel, en general,


estabilizador de la enfermedad, puede en algunas ocasiones actuar,
conjuntamente con el tratamiento médico, con fines curativos que pueden llevar a
la resolución del problema logrando los objetivos propuestos que básicamente
son: la recuperación de los volúmenes pulmonares y el normal funcionamiento de
la caja torácica, tanto en su componente óseo como muscular.

En líneas generales, diremos que estos fines se pueden conseguir en las


siguientes patologías:
 Afecciones de la cavidad pleural. Infecciones (empiema, exudados),
traumáticas (hemotórax, hemoneumotórax), posquirúrgicas (decorticaciones
pleurales), neumotorax, etc.
 Enfermedades pulmonares. Abscesos, atelectasias y neumonías.
 Enfermedades de la caja torácica. Paresias diafragmáticas, paresias de los
músculos abdominales, hipomovilidad costal postraumatismo, etc.

 Fisioterapia estabilizadora

Está indicada en todos aquellos procesos crónicos en los que está


comprometida la función pulmonar, ya sea por alteraciones broncopulmonares
(bronquitis crónica, enfisema, asma, bronquiectasias, fibrosis quística), pleurales
(pleuropatías crónicas) o de la caja torácica (cifoescoliosis, cifosis, espondilitis
anquilopoyética, enfermedades neuromusculares).

Técnicas en fisioterapia respiratoria

Las técnicas y procedimientos más frecuentemente aplicados en los


programas de fisioterapia respiratoria pueden agruparse en tres grandes
apartados:
1. Técnicas para la permeabilización de las vías aéreas, que favorecen la
epuración bronquial impidiendo la acumulación de secreciones y facilitando, de
esta manera, el paso del flujo aéreo a través del árbol bronquial.
2. Técnicas encaminadas a la reeducación respiratoria, para mejorar la
relación ventilación-perfusión (V/Q) y, por lo tanto, el intercambio de gases.
3. Técnicas de recondicionamiento muscular, para mejorar la tolerancia al
esfuerzo.

 Técnicas para la permeabilización de las vías aéreas

Los objetivos fundamentales son: mejorar el transporte mucociliar; aumentar el


volumen de expectoración diaria; disminuir la resistencia de la vía aérea, y mejorar
la función pulmonar.

Podemos utilizar dos tipos de técnicas, unas activas o autónomas, en las que
el paciente es capaz de realizarlas por sí mismo y, por lo tanto, tener una
independencia, lo que es muy importante sobre todo en las enfermedades
crónicas; y otras pasivas en las que es necesaria la figura del terapeuta o de un
familiar y que son más problemáticas, ya que generan una dependencia de la
persona que realiza la técnica, haciendo al paciente poco participativo en su
propia terapia.

Técnicas activas o autónomas

- Drenaje postura. En el que se utiliza la fuerza de gravedad, al colocar el


bronquio que queremos drenar lo más vertical posible para facilitar la
progresión de las secreciones de los bronquios segmentarios a los lobares
y de éstos a la tráquea, de donde serán expulsados por la tos. Actualmente
se cuestiona la utilización indiscriminada de esta técnica y la utilidad de la
misma. Esta técnica está indicada en patologías muy concretas como:
enfermedades hipersecretantes (bronquiectasias quísticas, abscesos
pulmonares, etc.) y patologías con alteración de la estructura bronquial,
como son las discinesias bronquiales y las traqueobroncomalacias. Esta
técnica suele acompañarse de otras maniobras como son las percusiones,
las vibraciones y la técnica de espiración forzada (TEF), y su acción es,
fundamentalmente, movilizar las secreciones.
- Reeducación de la espiración. Consiste en utilizar la velocidad del flujo
espiratorio para hacer progresar las secreciones desde los bronquios
periféricos hacia las vías proximales y evacuarlos al exterior. Se utilizan
varias técnicas dependiendo de la patología y estado del paciente:
o TEF (o huffing), que se fundamenta en la aceleración del flujo
espiratorio a glotis abierta, con contracción brusca de los músculos
espiratorios y con intervalos de ventilaciones diafragmáticas para
evitar el broncospasmo.
o Espiración lenta total a glotis abierta en infralateralización (ELTGOL)
que se apoya en dos fenómenos físicos: la deflación pulmonar
regional y la hiperventilación. Su objetivo es obtener un flujo
espiratorio lento y así movilizar las secreciones, especialmente de la
periferia pulmonar.
o Tos provocada y dirigida. La tos provocada se utiliza especialmente
en pediatría y consiste en estimular la tráquea provocando el reflejo
tusígeno. Con la técnica de tos dirigida se enseña al paciente a toser
de forma eficaz, evitando las crisis tusígenas que pueden
desencadenar broncospasmo, atrapamiento aéreo y fatiga muscular.
Se utiliza la tos tanto para movilizar como para evacuar las
secreciones al exterior.

Técnicas pasivas

- Percusión. Es una técnica útil cuando hay problemas de hipotonía o fallo de


los músculos espiratorios o, también, cuando el volumen de reserva
espiratoria está muy disminuido. La percusión consiste en un golpeteo
rítmico sobre la pared torácica en el lugar exacto que se desea drenar (la
auscultación ayudará a localizar las secreciones) y con una energía
importante para poder fragmentar y despegar las secreciones de la pared
bronquial. El paciente debe respirar a volumen circulante durante la técnica.
- Vibraciones. Consiste en provocar una vibración sobre la pared torácica del
paciente a fin de alterar o modificar la viscoelasticidad de las secreciones,
favoreciendo una rotura de los enlaces del moco y facilitando su expulsión.
La frecuencia de estas vibraciones oscila entre 4-25 Hz, si son manuales, y
entre 4-lOOHz, si se utilizan vibradores mecánicos. Las vibraciones se
harán sólo en el tiempo espiratorio ya que la transmisión mecánica parece
ser mejor cuando el pulmón tiene menor contenido aéreo, y deben hacerse
de forma perpendicular a la pared torácica con el fin de que la energía no
se disperse en una superficie demasiado grande. Esta técnica también
puede hacerse de forma más tosca a manera de "sacudidas".

- Presiones manuales sobre la caja torácica. Su objetivo es bloquear o


movilizar la pared toracoabdominal para ayudar pasivamente la aceleración
del flujo espiratorio.

- Ayudas mecánicas. Las más utilizadas son: aerosoles, ventilación


intermitente a presión positiva (IPPV), presión espiratoria positiva (PEP),
etc.

 Técnicas de reeducación respiratoria

Como ya es conocido, los ejercicios respiratorios se basan primordialmente en


una respiración de tipo abdominodiafragmático pero también utilizamos el trabajo
de los músculos y partes óseas torácicas para favorecer la flexibilidad del tórax y
actuar más directamente sobre la pleura.

Los objetivos son: mejorar la disnea; mejorar la eficacia respiratoria; mejorar la


función de los músculos respiratorios; permitir una mejor tolerancia al ejercicio, y
mejorar, por tanto, la calidad de vida del paciente.
En la actualidad las tendencias y las técnicas más utilizadas son:
- Respiración profunda controlada. El paciente respira a baja frecuencia
respiratoria sin controlar nada más. Estudios realizados sobre esta técnica
no objetivan grandes beneficios en los parámetros estudiados y sí, en
cambio, constatan que es fatigante para el paciente.

- Respiración a labios fruncidos o pursed lips. Consiste en una inspiración


nasal seguida de una espiración lenta con los labios fruncidos como si
quisieran silbar. Esta técnica mejora la sensación de disnea del paciente
(de hecho muchos pacientes -sobre todo los enfísematosos- lo utilizan de
forma espontánea); probablemente su mecanismo de acción es desplazar
"el punto de igual presión" más hacia el exterior donde las vías son menos
colapsables y, por lo tanto, evitará el colapso precoz de la vía aérea
además de aumentar el volumen circulante y disminuir la frecuencia
respiratoria.

- Ventilación dirigida. Esta técnica tiene fundamentalmente tres objetivos: a)


corregir los movimientos paradójicos y asinergias ventílatorias; b) instaurar
una ventilación de tipo abdominodiafragmático, dirigida por el fisioterapeuta
y controlada más tarde por el propio paciente en las distintas situaciones de
su vida cotidiana, y c) adquirir un automatismo ventilatorio a baja frecuencia
y a gran volumen corriente para mejorar de forma permanente la ventilación
alveolar. Para conseguir el máximo de eficacia con esta técnica es
necesario seguir varias etapas. La primera y fundamental es la "toma de
conciencia respiratoria", donde el paciente debe conocer y comprender muy
bien cuál es el problema que genera su enfermedad, qué es la reeducación
respiratoria y qué pretendemos conseguir con ella.

- Movilizaciones de la caja torácica. Se utilizan técnicas posturales para


estimular y ventilar localmente las zonas pulmonares afectadas; de esta
forma, se logra un trabajo específico sobre el punto exacto que se quiere
reeducar. Estas movilizaciones pueden ser activas, activoasistidas o
pasivas.
- Relajación. Es un elemento importante en la reeducación respiratoria y
básica para poder realizar cualquier otra técnica de fisioterapia. Con la
relajación obtendremos una buena armonía entre el terapeuta y el paciente,
lo que facilitará el aprendizaje de otras técnicas. Existen numerosas
técnicas de relajación como: el entrenamiento autógeno de Shuitz, las
contracciones-decontracciones analíticas de Jacobson, la relajación
dinámica de Caycedo y la eufonía de Alexander.

 Técnicas de recondicionamiento muscular

Basadas en el entrenamiento físico general o específico de los músculos


ventilatorios.

Oxigenoterapia

La oxigenoterapia es la modalidad terapéutica más recomendable para el


tratamiento de deficiencias de ventilación/perfusión, intercambio de gases e
hipoventilación; por tanto, para la Fisioterapia Cardiopulmonar es de significativa
importancia conocer su soporte conceptual y aplicación.

El oxígeno como elemento químico, esencial para los procesos


metabólicos, es un gas incoloro e insípido, con número atómico 8 y símbolo O, y
representa aproximadamente un 21% de la composición de la atmósfera terrestre.
En el ser humano el transporte del oxígeno, desde el aire ambiente hasta el gas
alveolar, se da a través del aparato respiratorio, luego pasa a la sangre arterial y
por los vasos capilares se distribuye a todas las células del cuerpo. La oxigenación
tisular está influenciada, entre otros factores, por la transferencia de oxígeno a
través de la membrana alvéolo capilar, la concentración de hemoglobina en la
sangre, el volumen minuto cardíaco, el estado mitocondrial, la cadena oxidativa y
la permeabilidad de la vía aérea. La existencia de una alteración en alguno de
estos factores puede producir hipoxemia y, consecuentemente, hipoxia.
Además de lo mencionado anteriormente, es conveniente tener en cuenta
que, hemodinámicamente, los procesos de distribución del oxígeno dependen de
la relación aporte de oxígeno/consumo de oxígeno (relación dependiente del
contenido de oxígeno en la sangre transportado por la hemoglobina), de la presión
parcial de oxígeno ejercida en la sangre arterial (proceso mediado por la difusión y
la perfusión de gases), de la Fracción Inspirada de Oxígeno (FIO2) y de la función
de la bomba cardiaca. En ausencia de oxígeno se bloquea la cadena respiratoria
y, por tanto, las demandas son substituidas a partir de otros mecanismos de
producción energética (glucólisis anaeróbica) que no logran suplir las demandas
metabólicas del organismo; es bajo estas circunstancias que se hace necesario
utilizar el oxígeno como agente terapéutico.

En su uso terapéutico el oxígeno se comporta como un medicamento, por


tanto, requiere prescripción y dosificación de acuerdo con las condiciones del
paciente y debe ser suministrado teniendo en cuenta los resultados de la
evaluación de la dinámica pulmonar (frecuencia respiratoria, características del
patrón respiratorio: ritmo, amplitud y expansión) y de exámenes complementarios
como la oximetría de pulso y los gases sanguíneos, entre otros. De esta manera,
ante situaciones en las que los hallazgos evidencian una falla respiratoria, la
oxigenoterapia se convierte en una herramienta de prevención y tratamiento de la
hipoxemia, pues aumenta el contenido de oxígeno en la sangre arterial y permite
un trabajo respiratorio eficiente.

1. La falla respiratoria y sus causas.

Una falla respiratoria es una “deficiencia en el intercambio gaseoso,


causada por anormalidades del sistema respiratorio, que se traduce en hipoxemia
con o sin hipercapnia”. La fisiopatología de la falla respiratoria se enmarca en dos
procesos principales: el incremento del trabajo respiratorio ante una variación de
las demandas ventilatorias y la interrupción del intercambio gaseoso, los cuales se
desarrollan a continuación.

1.1. La interrupción del intercambio gaseoso

Esta alteración puede responder a modificaciones en la oxigenación, lo que


produce hipoxemia, y en la ventilación, dando como resultado la hipercapnia, o
puede incluso generar falla mixta, hipoxémica e hipercápnica. La falla respiratoria
hipoxémica se presenta por una deficiencia en la oxigenación y se manifiesta
mediante bajos niveles de PO2 (Presión Arterial de Oxígeno), dados por
gasimetría arterial o por oximetría de pulso. Puede estar causada, principalmente,
por hipoventilación alveolar global, FIO2 baja, deficiencia en la difusión de oxígeno
a través de la membrana alvéolo capilar, presencia de shunt de derecha a
izquierda, alteración en la relación ventilación/perfusión (V/Q) y aumento del
consumo de oxígeno pulmonar. A su vez, puede estar causada por lesiones que
afectan las vías aéreas, el parénquima pulmonar o la red vascular pulmonar.

Por su parte, la falla ventilatoria hipercápnica se presenta por la


hipoventilación alveolar, la cual se manifiesta a través de un incremento en los
niveles arteriales de Presión Arterial de Dióxido de Carbono (PCO2) y una
disminución de la Presión Arterial de Oxígeno (PO2). Este incremento puede ser
motivado por un aumento en la producción de CO2 (falla en la bomba ventilatoria
por depresión del sistema nervioso central), por un shunt de derecha a izquierda y
por un incremento del espacio muerto. El tercer tipo de falla es la mixta, en la que
se presentan los dos mecanismos de falla descritos anteriormente.

1.2. El incremento del trabajo respiratorio ante una variación de las


demandas ventilatorias

En condiciones normales, el proceso de la respiración está dado por las


fases de inspiración y espiración, cada una con propósitos definidos. En la
inspiración la acción de los músculos (diafragma e intercostales externos) genera
un gradiente de presión que permite vencer la resistencia al flujo de gas en las
vías aéreas y la elasticidad del parénquima pulmonar y de la caja torácica. Por su
parte, la espiración, considerada de carácter pasivo, es la encargada del retroceso
elástico pulmonar. La falla se causa, entonces, cuando la capacidad muscular
pulmonar es incompetente para suplir el incremento de las necesidades de
ventilación.

La hipoxia se presenta cuando a los tejidos no llega suficiente oxígeno para


cumplir con sus demandas metabólicas. Hay diferentes tipos de hipoxia, a saber:
• Hipoxémica: es la reducción del contenido de oxígeno en la sangre arterial
y puede ser causada por baja presión de oxígeno atmosférico, hipoventilación,
alteración de la ventilación perfusión, shunt o defectos de difusión.
• Tisular: consiste en una inadecuada oxigenación de los tejidos, debido a
que las demandas metabólicas de estos son mayores que la capacidad pulmonar
circulatoria, o a que, sencillamente, los tejidos son incapaces de utilizar el oxígeno.
• Anémica: también llamada “por deficiencia de hemoglobina”. En este tipo
de hipoxia la PO2 es normal, pero el contenido de oxígeno es bajo. Se presenta
por intoxicación con monóxido de carbono o por hemorragias masivas donde se
disminuye el gasto cardiaco.
• Histotóxica: en este tipo de hipoxia los tejidos no están en la capacidad de
aprovechar el oxígeno que les llega y se bloquean para utilizarlo; por su parte la
PO2 y el contenido de oxígeno son normales. Se presenta como consecuencia de
la intoxicación por cianuro.

Para dar respuesta a los procesos fisiopatológicos descritos anteriormente,


se debe reconocer que revertir la hipoxemia e incrementar la ventilación alveolar
se convierten en los principales objetivos terapéuticos a seguir. Aquí es importante
tener en cuenta que el oxígeno, como muchos medicamentos, tiene rangos de
dosis seguras, efectos adversos a la exposición prolongada y manifestaciones
tóxicas secundarias, que se asocian con altas dosis y uso prolongado. Así,
Fracciones Inspiradas de Oxígeno (FIO2) mayores al 50% aumentan el riesgo de
toxicidad.

2. Indicaciones para la oxigenoterapia

La necesidad de oxígeno suplementario debe estar determinada por un


análisis cuidadoso de la condición de salud del paciente, que incluya los
resultados de la evaluación fisioterapéutica, las manifestaciones clínicas (cianosis,
disnea, polipnea, aleteo nasal, tirajes intercostales, utilización de músculos
accesorios) y la interpretación de exámenes complementarios.
Ante la presencia de dificultad respiratoria con signos de hipoxia, cianosis,
incremento del trabajo cardiorespiratorio, depresión SNC en un paciente, la
indicación de oxigenoterapia es inmediata, no siendo necesaria la determinación
de gases arteriales o pulsioximetría.

El valor de PaO2<60 mmHg, correspondiente a Sat O2 <90%, revelan la


necesidad de instauración de oxigenoterapia.

El modo de proceder será diferente de acuerdo a las necesidades del


paciente, en situación aguda o crónica.

Situación aguda

Las indicaciones de oxigenoterapia en pacientes agudos, sin antecedentes


previos de enfermedades respiratorias crónicas, se deben generalmente a una de
estas causas:

Hipoxemia tisular
Se trata de la indicación más frecuente. Pueden ser ocasionadas por
diferentes mecanismos fisiopatológicos. Se destacan:
 Neumonía.
 Bronquiolitis.
 Asma.
 Atelectasia, como desequilibrio entre la ventilación perfusión.

Así mismo, se incluyen en este grupo, las depresiones respiratorias por


fármacos, cardiopatías congénitas cianosantes, tromboembolias. Y por último,
hipoxemias secundarias a grandes alturas en las que el contenido de FiO2
ambiental está disminuido.

Hipoxia sin hipoxemia


En este grupo se considera indispensable tratar la causa subyacente de
hipoxia. Se incluyen:

 Anemia severa.
 Intoxicación por monóxido de carbono (con el fin de reducir la
carboxihemoglobina).
 Shock hipovolémico.
 Insuficiencia cardíaca.

Los beneficios de la oxigenoterapia en este tipo de cuadros, son limitados


en la medida en que, a pesar de ser indispensable, su empleo no consigue revertir
la hipoxia tisular a menos que se pongan en marcha simultáneamente los
tratamientos específicos de las alteraciones señaladas.

Todo paciente en situación crítica


La parada cardiorrespiratoria, niveles de PaO2<60 mmHg y SatO2<90%,
hipotensión grave o shock, bajo gasto cardíaco con acidosis metabólica o
patologías con posible compromiso del patrón respiratorio suponen situaciones de
urgencia con exigencia de tratamiento con oxígeno.
La administración de oxígeno en situaciones de síndrome coronario agudo
o cuidados paliativos no se sustenta si no se sufre una hipoxemia documentada.

Situación crónica

En usuarios con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), ante un


episodio de agudización el inicio del nivel de FiO2 debe ser progresivo, desde
concentraciones bajas a altas hasta alcanzar SatO2 aproximadas al 90%.

En pacientes que sufran una insuficiencia respiratoria hipercápnica o con


riesgo de hipercapnia los niveles de SatO2 deberán situarse entre 88-92%,
siempre controlando los niveles de CO2, con el fin de evitar los riesgos asociados
de la hipercapnia en este tipo de paciente.

La oxigenoterapia proporciona un gran beneficio en los pacientes con


exacerbación aguda e hipoxemia. Sin embargo, conlleva el riesgo de provocar
hipercapnia y desencadenar un fallo respiratorio (vigilar somnolencia, flapping,
etc).

Aunque los estudios disponibles presentan importantes limitaciones


metodológicas, se recomienda que a los pacientes en esta situación clínica,
cuando no pueda realizarse una gasometría arterial, deberá
realizarse pulsioximetría.

 La administración de O2 deberá mantener una saturación arterial por


encima del 90%.
 Cuando se atiende a un paciente con una exacerbación del EPOC: No se
debe exceder una saturación de oxígeno > 93%.
 La terapia de oxígeno debe iniciarse con un 35% y titulada hacia arriba si la
SaO2 < 90% y disminuirla si la saturación excede 93-94%.
3. Complicaciones de Oxigenoterapia

Riesgos físicos
Se incluyen aquí los traumatismos de las máscaras, sequedad de la
mucosa nasal y ocular, así como el desarrollo de UPP en los puntos de apoyo del
dispositivo. También pueden ocurrir accidentes en el manejo del oxígeno.

Es indispensable advertir al usuario y familiares de la prohibición de fumar.


El riesgo de quemaduras se eleva notablemente en presencia de una
concentración de O2 elevada. Se desaconseja el uso de vaselina en cara o
mucosas debido a su contenido oleoso.
Retención de CO2
Este fenómeno se produce con mayor frecuencia en pacientes con
antecedentes descritos de hipercapnia. La hipercapnia agravaba por la hiperoxia
se explica a través de una combinación de tres factores:

1. Efecto Haldane: la fijación de oxígeno a la hemoglobina tiende a desplazar


CO2 hacia la sangre, provocando un aumento de CO2 disuelto en sangre.
2. Fisiológicamente en los alvéolos mal ventilados se produce
una vasoconstricción hipóxica que disminuye la perfusión de esos alveolos
como fenómeno compensatorio. Al aumentar la FiO2 aumenta el oxígeno
alveolar y cesa la vasoconstricción compensatoria, aumentando la perfusión
sin que aumente la ventilación. Esto significa un aumento de la admisión
venosa que incrementa la PaCO2 de la sangre arterial.
3. Reducción de la ventilación minuto por disminución del estímulo hipóxico.

Toxicidad por oxígeno


Es causada por exposición a concentraciones altas de oxígeno, por
periodos prolongados de tiempo. Se presentan síntomas como: malestar general,
tos, náuseas, vómito y aumento de la frecuencia respiratoria.
Depresión respiratoria
La hipercapnia anteriormente descrita puede ocasionar alteraciones en el
sistema nervioso central, siendo disminuido el estímulo hipóxico de estos
pacientes. Consecuentemente provocando alteraciones en la conciencia, coma,
y depresión respiratoria. Como ya se ha comentado anteriormente, en pacientes
con retención de CO2 se deben mantener niveles de SaO2 no superiores al 92%.

Hipotensión arterial
Ante Fracciones Inspiradas de Oxígeno (FIO2 ) elevadas se produce una
vasodilatación refleja, lo que conlleva a una disminución secundaria de la presión
arterial.
Retinopatía en prematuros
Afecta principalmente a infantes, pretérmino de menos de 1500 gramos,
quienes han recibido alguna forma de oxígeno adicional. La retinopatía puede
ocurrir alrededor de los vasos de las retinas inmaduras, pues, dada su fragilidad,
son susceptibles al oxígeno.

Displasia Broncopulmonar (DBP)


Es una enfermedad crónica pulmonar que sucede principalmente en
infantes prematuros, quienes han recibido un tratamiento prolongado de
oxigenoterapia o ventilación mecánica. La DBP se caracteriza por un desarrollo
epitelial celular fibroblástico y granular, un incremento en la síntesis de colágeno y
una disminución de la producción de surfactante.

Atelectasias
Generalmente ocurren con niveles de FiO2 superiores al 50%. Su aparición
se ve influenciada por la disminución de nitrógeno en el aire inspirado, gas
primario que mantiene el volumen residual, a raíz del aumento de oxígeno. Esta
disminución provoca un colapso alveolar por lo que el oxígeno es absorbido
rápidamente por la sangre. Se produce frecuentemente por una alteración en la
relación ventilación/perfusión. También este proceso se facilita debido a la
alteración de la aclaración de las secreciones por un trastorno de la actividad
mucociliar y de la función de los macrófagos alveolares.

Infecciones
Se debe respetar la higiene en el manejo de los dispositivos como en el
mantenimiento de los mismos, con el fin de prevenir infecciones secundarias a su
uso. La utilización de nebulizadores y humidificadores aumenta el riesgo de
contaminación bacteriana.

4. Sistemas de administración de oxígeno

Existen numerosos sistemas de administrar oxígeno suplementario. Las


técnicas que se emplean en la actualidad permiten aumentar la concentración de
oxígeno y la presión del gas inspirado. El oxígeno de un cilindro o de una fuente
de pared, por ejemplo, es frío y seco y debe calentarse y humidificarse antes de
administrarlo al paciente.

Los sistemas de administración están clasificados como de bajo o de alto


flujo. Un sistema de bajo flujo es aquel en el que sólo una porción del volumen
total inspirado por el paciente en un minuto es reemplazado por el sistema, por lo
que se debe complementar el volumen total con el aire ambiente, modificando la
FIO2.

Por su parte, un sistema de alto flujo es aquel en el cual el volumen del aire
inspirado por minuto es suministrado por el propio mecanismo, el cual cubre la
totalidad de los requerimientos del paciente y brinda concentraciones más
precisas de oxígeno.
Sistemas de bajo flujo

a) Cánula nasal

Elaborada en material plástico flexible de poco peso, consiste en una extensión


con dos puntas que siguen la curvatura de las fosas nasales. Es ideal para la
terapia de oxígeno a largo plazo, en pacientes que requieren bajos rangos de
FIO2, tales como niños con displasia broncopulmonar, pacientes con Enfermedad
Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) y con falla cardiaca, entre otros.

Puede suministrar una FIO2 en un rango entre 0.24 (24%) a 0.40 (40%),
dependiendo del volumen minuto del paciente (Volumen Corriente por Frecuencia
Respiratoria). Con este sistema se recomienda utilizar hasta un 32% de FIO2,
debido a que fracciones más elevadas pueden producir irritación nasal y epistaxis.

En neonatos y en pediatría se utilizan flujos que van desde 0.25 hasta 3 litros
por minuto (Lt./min.); cuando se requiere más de esta cantidad se recomienda
utilizar otro sistema.

 Equipo necesario: cánula nasal, humidificador, agua destilada, fuente de


oxígeno y flujómetro.
 Ventajas: la cánula nasal se encuentra disponible tanto para adultos
como para niños y es adecuada para uso a corto y largo plazo. Su
precio es accesible, es desechable, generalmente es cómoda y permite
la alimentación y la comunicación del paciente.
 Limitaciones: puede causar resequedad en la orofaringe y la FIO2
administrada por este sistema depende del volumen minuto del
paciente.

b) Máscara facial simple


El flujo establecido para esta máscara es de 6-10 Lt./min.; así, proporciona una
FIO2 máxima hasta del 60%. No tiene válvulas ni bolsas de almacenamiento.
Ejerce presión sobre la nariz para evitar la pérdida de oxígeno y se ajusta
alrededor de la cabeza del paciente. Se debe limpiar frecuentemente y se debe
remover el agua acumulada, especialmente cuando se trabaja con humedad.

 Equipo necesario: máscara simple, manguera lisa, fuente de oxígeno,


flujómetro, humidificador y agua destilada.
 Precauciones: puede modificar la fase espiratoria en pacientes con
EPOC, debido a las altas concentraciones de oxígeno.
 Ventajas: se considera ligera, fácil de instalar, desechable; su precio es
accesible y es útil para niños y adultos.
 Limitaciones: su ajuste es difícil, por lo tanto, no es bien tolerada por
algunos pacientes.

c) Máscara de reinhalación parcial

El flujo para este tipo de máscara es hasta de 15 Lt./min. o más. La


concentración de oxígeno obtenida es alrededor de un 60%. Está indicada para
procesos de hipoxia moderada.

 Equipo necesario: máscara de reinhalación, manguera lisa,


humidificador, agua destilada, fuente de oxígeno y flujómetro.
 Ventajas: es efectiva al lograr altas concentraciones de oxígeno. Es
desechable, fácil de instalar, ligera y se presenta en tamaños pediátrico
y adulto.
d) Máscara de no-reinhalación

El flujo utilizado para esta máscara es hasta de 15 Lt./min. Así, se obtienen


concentraciones de oxígeno aproximadamente del 90%. Es usada en pacientes en
estado crítico con hipoxia grave.

 Equipo necesario: máscara de no-reinhalación, manguera lisa,


humidificador, agua destilada, fuente de oxígeno y flujómetro.
 Ventajas: este método logra la más alta concentración de oxígeno. Es
desechable, fácil de aplicar, ligero y accesible en tamaños para adultos
y niños.

Sistemas de alto flujo

a) Equipo Ventury

Este sistema está basado en la aplicación del Efecto de Ventury, en el que un


flujo de oxígeno pasa a través de un conducto estrecho con unas aberturas
laterales, por las que permite el ingreso del aire ambiente en la cantidad necesaria
para obtener la dilución deseada, y un orifico jet, que entrega dicha mezcla al
paciente.

Esta máscara opera con el principio de Bernoulli. El principio plantea que la


presión lateral de un gas disminuye a medida que la velocidad del flujo aumenta,
por lo tanto, al pasar un flujo de oxígeno a través de una constricción su presión
lateral disminuye, creando entonces una presión subatmosférica a la salida del
orificio, que es la responsable de la succión del aire ambiente a través de
aberturas laterales del sistema.
Está diseñado para liberar concentraciones específicas de oxígeno con rangos
relativamente altos de flujo de oxígeno. La FIO2 entregada depende del tamaño
de los orificios y del flujo de oxígeno a través del orificio jet. La máscara de ventury
se utiliza para varias concentraciones de oxígeno que van del 24 al 50%. Este
dispositivo fue diseñado, principalmente, para conocer las concentraciones
exactas del oxígeno inspirado.

 Equipo necesario: máscara facial simple, ventury, manguera corrugada,


manguera lisa, humidificador, agua destilada, flujómetro y fuente de
oxígeno.
 Precauciones: los pacientes con padecimiento pulmonar crónico deberán
ser monitorizados frecuentemente para que respondan adecuadamente al
tratamiento con oxígeno.
 Ventajas: proporciona al paciente una concentración de oxígeno conocida,
es ligero, de fácil manejo, relativamente económico y desechable.

b) Tienda de traqueostomía

Es un dispositivo plástico que se ajusta alrededor del cuello de los pacientes con
traqueostomía.

 Equipo necesario: máscara o tienda, manguera corrugada, ventury,


manguera lisa, humidificador, agua destilada, flujómetro y fuente de
oxígeno.
 Ventajas: proporciona humidificación, oxigenación y cómodo acceso a la vía
respiratoria. Es fácil de instalar, ligera, desechable y transparente.

c) Oxihood

Consiste en un dispositivo de plástico con el que se cubre la cabeza del


lactante y posee una entrada posterior para la conexión a la fuente de oxígeno. Es
una de las formas más comunes de proporcionar y controlar la concentración de
oxígeno inspirado, la temperatura y la humedad.

El Oxihood debe ser usado en conjunto con un mezclador de oxígeno, para


entregar concentraciones precisas. En cuanto al flujo del mezclador, este es
calentado por medio de un humidificador. Este sistema permite la manipulación del
niño, lo que garantiza una FIO2 estable en cualquier concentración.

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